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TE JUZGO, TE CRITICO:¿TE SENTENCIO?


Mayo 2, 2008 | Por Laura Barrera | # Enlace permanente

Este es uno de los temas que quizás son más difíciles de mirar. El de los
Juicios, opiniones, críticas o incluso los halagos hacia las personas. Si usted
se fija, cada persona, para nosotr@s, viene asociada a un rótulo. Buen@ o
mal@, lind@ o fe@, etcétera- Cada persona viene relacionada con una
característica. “Fulanita es una engreída”. “Juan es un idiota, tarado”.
“Pedro, un genio, un capo”. Otro clásico: “Menganit@ es tan conflictiv@”…

¿Se fijó? ¿Qué piensa usted de su mejor amig@? ¿De su familia? ¿ De su


familia política?¿De su jefe? ¿De sus compañeros de trabajo? Siempre hay
una opinión respecto a todo…o muchas…

Esos “calificativos” asociados a la persona:¿Son de ella? Le pertenecen


como le pertenece su nombre y apellido? ¿O su cabeza o su cuerpo? ¿La
describen realmente? ¿O solo describen la opinión que nosotr@s tenemos
de ella?

¿Qué ocurre cuando decimos que Fulanito es … conflictivo (o cualquier otro


calificativo)? ¿Cómo nos comportamos con él? ¿Cómo sabemos si es
conflictivo? ¿Siempre tuvimos problemas con él?¿Cómo fue la comunicación
con esa persona hasta este momento?

¿Y si le digo que “Conflictivo” no tiene que ver con fulanito?¿Qué me diría?

Con los juicios, es como si dictáramos una sentencia referida a las


personas. YO determino que fulanito ES conflictivo. ¿Qué estoy generando
con este “veredicto”, como dicen Echeverría y Flores(*)? ¿Quién me da a
mí la autoridad para determinar si es conflictivo o no? ¿Podría ser que en
mi relación con esa persona hayamos tenido algunos conflictos, pero que
eso no convierta a la persona en conflictiva? ¿Podría ser que esa persona
haya tenido conflictos conmigo, y no con otras personas?¿Podría ser que
en el pasado haya habido conflictos, pero que en este momento no los
haya? ¿O en el futuro no los haya?
¿Podría ser que algo mío hubiera contribuido a los conflictos con esa
persona?

¿Qué ocurre una vez que emito mi juicio? ¿Qué sucede respecto a la otra
persona?¿Para qué los emito?

¿Cómo hago para coordinar acciones con esa persona? ¿O para entablar
una relación a partir de los juicios que tengo? ¿Estos interfieren en la
relación que tenga? ¿Quiero decir: estoy a la defensiva o prevenida, o mal
predispuesta?

¿Y si le dijera que esos calificativos, hablan acerca de usted? Dice


Echeverría que los juicios son una de las ventanas al alma, éstos revelan
quién es la persona que emite el juicio, muestra cómo ella observa el
mundo que la rodea.

Cada cosa es dicha por alguien que nos muestra, con cada palabra, quién
es. El hablar no es inocente. Revelamos con cada palabra quiénes somos. Y
esto se revela particularmente con nuestros juicios. L@ invito a ver cómo
juzga usted.

Respecto a cómo juzgamos, podemos decir que hay personas que viven
desconformes. Para ellas, “todo esta mal”, todo es desconfianza,
resentimiento, agobio. Juzgan a las personas, a las cosas, a los
acontecimientos de la misma manera. Sus juicios giran en torno a
calificativos de disconformidad. ¿Cómo es el mundo que va a crear para sí
mism@?

En los juicios se revelan también las personas optimistas, las pesimistas,


quien juzga siempre a los demás echándole la culpa de todo lo que les
pasa. La que se juzga siempre a ella misma.

Está quien tiene alta autoestima y sus calificativos respecto de sí misma lo


denotan. Y quienes por el contrario no se quieren y a cada palabra lo
demuestran.

También está quien vive de los juicios ajenos. Quien basa su propia opinión
en lo que opinan los demás. Como si los demás tuvieran más autoridad
para emitir juicios que un@ mism@.
Está quien, por dar un caso, se tiñe el pelo de otro color, porque al marido
no le gusta. Cuando ese es el color con que la persona soñó toda su
vida!!!!

Estos ejemplos son para que observemos cuánto de nuestra vida y de la


forma en que la vivimos está moldeada por nuestros juicios o el de los
demás. ¡Qué tipo de vida vivimos, en función del lugar que le damos a los
juicios!

Otras consecuencias de este tema, tiene que ver con el ser auténticos.
Echeverría lo plantea muy bien como “la condición de inautenticidad”.
Vivimos tan pendiente de los juicios de los demás, que dejamos de ser
nosotr@s mism@s y pasamos a actuar como l@s demás quisieran…
Complacer a otros, pasa a ser la regla, nuestra estrategia para gustar…
para sobrevivir…( ¿para no vivir?)

Vivir para recoger los halagos de los demás…o por lo menos no recibir las
críticas…Cuánto deja mucha gente de hacer, con tal de no equivocarse y
que los demás no los juzguen?¿Cuánto temor le tenemos a la crítica?

¿Y los conflictos cuando no acordamos respecto de los juicios? Cuando uno


piensa que algo es blanco y el otro opina que es negro. ¿Le pasa? Este
tema merece un capítulo aparte.

El tema de los juicios, creo yo, que es uno de los más profundos y que
cambia más el sentido de nuestra vida misma una vez que lo distinguimos.
¿Fíjese si alguien con autoestima baja pudiera cambiar sus juicios respecto
a sí mism@, reemplazándolos por juicios “positivos”? ¿No cree?

LOS JUICIOS NO SON VERDADEROS NI FALSOS. SON SOLO JUICIOS,


OPINIONES. Y CAMBIAN DEPENDIENDO DE LA PERSONA QUE LOS EMITE.
LO QUE PARA MI PUEDE SER LINDO, PUEDE NO SERLO PARA OTRO. Y
NINGUNO DE LOS DOS OBSERVADORES TIENE “LA RAZÓN” O LA
VERDAD.

El tema de los juicios no se agota en un solo artículo. Da para muchísimo


más. Le propongo que lo analice y lo piense referido a usted. ¿Cómo son
sus juicios?
¿Cómo sería su vida, si se permitiera variar la forma en que juzga? En el
próximo Comunicándonos seguimos profundizando…Hasta pronto.

 Cita del libro de Rafael Echeverría. Ontología del Lenguaje: Ed. Granica

Laura Barrera
Abogada, Mediadora y Coach. Autora del Libro “Comunicación, una
danza para mejorar nuestras relaciones”. Ed. Brujas.

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