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LA VIOLENCIA DISFRAZADA DE AMOR

La naturaleza del ser humano nos dice que somos seres sociales, pues desde muy pequeños
nos damos cuenta que la interacción social es básica para nuestro desarrollo, de aquí nace el
sentido de pertenencia, donde el sentir que pertenecemos a algún grupo nos hace tener una
sensación de seguridad. Así también el pensar buscar una persona para formar lazos
afectivos, tener pareja es algo biológico pues es la forma en la que buscamos satisfacer
necesidades como la supervivencia de nuestra especie. Y esto es una definición más técnica
de lo que es una pareja.

Si lo vemos desde un sentido emocional el noviazgo es la unión de dos personas que

buscan compartir intereses, ideales, actividades, valores y metas. Para esto se considera a la
comunicación como la columna de cualquier relación, pues el apoyo mutuo y la resolución
de problemas es lo primero, claro, esto cuando la pareja en cuestión es estable, pero ¿Qué
pasa cuando una pareja se considera toxica?

Esta es la parte donde podemos relacionar el libro con el tema principal, haciendo
mención de lo siguiente: (Stevenson R 2001) “Fui el primero que dispuso de la facultad de
presentarse en público con un aspecto de amable respetabilidad (…) instante después, podía
despojarse de esos atavíos postizos y zambullirse en el mar de la libertad” (s/p)

Varios de nosotros hemos alguna vez presenciado por redes sociales, conversaciones
entre amigos o simplemente en algún chisme del momento el cómo alguna pareja dio fin a
su relación. Claro que no es de nuestra incumbencia, pero de alguna forma nos hace
preguntarnos el porqué de esa decisión. Inconscientemente recordamos la publicación de la
semana pasada donde esa misma pareja de veía muy feliz, o al menos lo hacían por redes
sociales y las veces que los topaste muy unidos en alguna fiesta. Al igual que el Doctor Jekyll,
quien se mostraba bondadoso y amable ante cualquier público, la mayoría de las veces solo
vemos una cara de la moneda, la que las personas nos dejan ver, pero ¿Qué pasa con la otra
cara?

Lizbeth Joseline Inzunza Pereyra 1

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Muchas veces lo que no vemos es un Hyde, la personalidad alterna del Doctor Jekyll.
El señor Hyde era un hombre malvado y sin corazón, pero al no estar a la vista de la gente
era también un ser libre, esto nos da a entender que no sabemos lo que realmente pasa en las
sombras. Una gran cantidad de gente se encuentra encadenada a una relación tóxica,
sufriendo de abusos psicológicos, pensando que esos comportamientos son normales o
llegando a romantizar el maltrato, todo por la llamada codependencia que en este ensayo es
el equivalente a la droga química creada por el doctor Jekyll para seguir siendo ambas partes
y llamarse así mismo el hombre dual por mucho tiempo.

Nosotros no lo notamos a primera instancia, incluso es difícil para cualquiera el

aceptar que el lazo que tienes con tu pareja ya no es sano y el pensar que podrías estar
contribuyendo a este tipo de maltrato es peor. (Stephen R 2001) incluso al estar frente al
espejo viendo la peor parte de nosotros, llegará el momento en que dejemos de vernos con
repugnancia, sino que le daremos la bienvenida (s/p).

En estas relaciones ambas personas involucradas solo están juntas para hacerse daño
y no pueden evitarlo, pues esto es un noviazgo toxico. Existen varios tipos de manifestaciones
de violencia que se viven en estas relaciones y la mayoría se dan a base demostrar quien es
el individuo que tiene más control sobre el otro, los que más resaltan son la dependencia
emocional en la pareja, los celos y la manipulación, estos tres como los más comunes.

Lo que comienza como amor se torna a una oscura obsesión, aquí es donde nos damos
cuenta que la línea entre amar a alguien y ser codependiente es muy delgada. Las personas
codependientes son las que buscan aprobación de otro individuo o generan una dependencia
hacia el afecto de este, buscan sentirse valoradas por la otra persona a cualquier costo. Esto
es lo que las vuelve incapaces de salir de estas relaciones, el caer en un bucle donde se sienten
usadas o incluso inferiores para estar con su pareja, pero a la mínima muestra de interés por
parte de esta vuelven, ignorando sus emociones. Es el egoísmo de la otra persona el mantener
al codependiente en este bucle, donde lo más seguro es que ya no sienta amor o interés por
él o ella, pero si la necesidad de tenerla cerca y no dejarla ir.

Lizbeth Joseline Inzunza Pereyra 2

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(Paulo Coelho 1947) “No existe amor en paz. Siempre viene acompañado de agonías,
éxtasis, alegrías intensas y tristezas profundas”. Son los comentarios como “los celos le
aportan pasión a tu relación”, “si te cela es porque te quiere”, “ya quisiera yo que se
preocuparan por mi de esa forma” los que distorsionan nuestra visión de la realidad y generan
confusión, pues son muchas las personas que normalizan estas acciones e incluso las ven
como actos románticos, alejándose mucho del verdadero significado de tener una relación.

El romantizar la manipulación nos hace pensar que el amor correspondido y sano es

aburrido mientras que lo tóxico es interesante, pero al final del día, las emociones que
recibimos de este tipo de relación son efímeras y volvemos al bucle eterno de menosprecio
mutuo. Es nuestra la decisión de terminar o no con la paradoja.
(Stevenson R 2001) seguir siendo Jekyll era como morir para aquellos placeres a los
que llevaba ya mucho tiempo entregándome en secreto y que últimamente había
empezado a mimar. Decidirme por Hyde era morir para un sinfín de intereses y
aspiraciones y quedarme de golpe y para siempre, sin amigos y despreciado. (s/p)

Son varios los efectos o marcas que deja una relación tóxica a largo plazo, el más claro es
que nuestras inseguridades serán más grandes y la confianza que le tenemos a los demás será
poca y nos será difícil desarrollarla, lo que nos hace propensos a autosabotear nuestras
propias relaciones futuras de noviazgo y amistad. Así también está el desarrollar trastornos
depresivos, ansiedad, problemas alimenticios y todo lo que esto desencadena.

(Stephen C 1999) “aceptamos el amor que creemos merecer” (p. 18). Es la falta de
autoestima lo que nos hace caer en este tipo de relaciones, el no saber nuestro valor ni
conocernos a nosotros mismos nos hace vulnerables y cualquier persona egoísta podría
beneficiarse de esto. El no saber estar solos e incluso aterrarse por la idea del rechazo es
también una causa de este problema. Se ponen las necesidades de los otros antes que las
nuestras, todo por esperar la aprobación de los demás, creyendo que los pensamientos que
tengan sobre nosotros es lo más importante. La próxima vez que consideres formar una
relación piensa también en el estado de tu salud mental, lo que puedes y te pueden ofrecer
para ser mejor, ser selectivos es lo mejor que podemos hacer por nosotros.

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Concepto Porcentaje Calificación

Extensión del trabajo (3 a 5) 10%

Ortografía 10%

Formato APA 20%

Citas 3 libro 15%

2 extra
Vicios del lenguaje 5%

Tonos de voz 10%

Control de nervios 5%

Lenguaje no verbal 10%

Libro Subrayado 15%

Notas al margen
TOTAL

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