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Introducción.

En el presente ensayo se abordara el tema del autismo, la salud mental ha requerido una
atención especial por parte de todos los agentes implicados, refleja en varios campos de
actuación en el documento de “estrategia de salud mental en el sistema nacional de
salud”. El objetivo del presente trabajo es mejorar la atención de las personas que
padecen problemas de autismo, principalmente con el propósito de reducir el estigma y la
marginación al que se ven sometidos e impulsar las actividades de prevención,
diagnóstico precoz, tratamiento, rehabilitación e integración social.

Los trastornos del Espectro Autista (TEA) forman parte de los problemas de salud mental.
Los TEA son una serie de trastornos psicológicos, catalogados como “trastornos
generalizados del desarrollo” según la clasificación diagnostica del DSM-IV-TR, los cuales
pueden detectarse a edades muy tempranas ya que el trastorno autista tiene un inicio
anterior a la edad de tres años. Es importante identificar los signos de autismo, ya que
esta disfuncionalidad tiene un impacto muy considerable no solo en el correcto desarrollo
y bienestar de la persona afectada, sino también de los familiares dada la elevada carga
de cuidados especializados que requieren. La prevalencia de dichos trastornos ha
aumentado considerablemente, por consiguiente es importante saber reconocer las
características de las personas con autismo ya que debido a la falta de información sobre
el tema hay una gran variedad de casos de autismo que no han sido diagnosticados y no
reciben la atención y tratamiento adecuado que deben seguir a lo largo de todo su ciclo
vital, debiendo estar en constante revisión y monitorización, que les favorezca para su
pleno desarrollo y potencial de las personas con TEA y favorezca su integración social y
calidad de vida.

El autismo al igual que otras discapacidades, son un problema que provocan


estigmatización y discriminación hacia las personas que lo padecen.

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1.- Antecedentes

1.1.- Historia y surgimiento del Autismo.

El autismo ha tenido una gran diversidad de significados a lo largo de la historia que ha


causado gran auge, en donde la diversidad de autores le estableció diferentes
significados de acuerdo a su criterio.

La palabra Autismo literalmente significa vivir en función de uno mismo, que deriva del
griego “autos” uno mismo.

El termino autismo fue introducido por primera vez en el año de 1912 por el psiquiatra
suizo Eugen Bleuler quien le dio un enfoque al autismo dentro de los trastornos
esquizofrénicos más severos, considerándose como parte de una alteración compleja en
las funciones mentales. El autismo fue definido por el autor como:

“una conducta de separación de la realidad, junto a un predominio patológico de la vida


interior”. Es decir que las personas con este trastorno no reaccionan a las influencias
externas, por lo que vive distraído por sus fantasías.

Bleuler habla de un pensamiento autista que está caracterizado meramente porque está
dirigido principalmente a las necesidades afectivas de la persona, que adoptan
pensamientos fantasiosos fuera de la realidad, enmarcado por alucinaciones de manera
que las personas autistas perciben su mundo fantasioso como real, y el mundo real como
una fantasía. Lo cual da como resultado que el paciente se encuentre incrédulo de sus
propios sentidos, es decir el visualiza su mundo de una manera muy distinta a cualquier
otra persona sin este padecimiento, por ello Bleuler considera que los rasgos de
pensamiento autista hacen que el pensamiento y acción de los pacientes sean
independientes, debido a que estos no están argumentados lógicamente con opiniones
generales y no poseen elementos de adaptación.

Leo Kanner (1894-1981) también es considerado como el padre del autismo. Tanto
kanner como Asperguer son considerados pioneros de la investigación del autismo, ya

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que fueron los primeros en definir la enfermedad como una entidad clínica distinta y
reconocible en el campo de la psiquiatría infantil.

En la actualidad el autismo se define como un trastorno generalizado del desarrollo que


se manifiesta en los primeros tres años de vida. El mismo es calificado por una traída de
alteraciones sociales reciprocas en el desarrollo de la comunicación y patrones
restringidos estereotipados y repetitivos de intereses y comportamientos. Para tener en
cuenta las variaciones de las deficiencias y habilidades que están presentes en los
individuos afectados, el autismo se considera con o un trastorno dentro de un espectro
compuesto por: autismo, síndrome de Asperger y el trastorno del desarrollo no
especificado.

2.- Características del espectro autista.

2.1.- ¿Que es el autismo?

El autismo es un trastorno del desarrollo que ocurre en uno de cada 166 nacimientos y
afecta a los varones más que a las niñas en una proporción de 4:1. Este trastorno
cerebral afecta la capacidad de un niño de comunicarse e interactuar socialmente, y
generalmente se hace evidente en los primeros tres años de vida. Aún se desconoce la
causa del autismo, y no existe una cura. Presenta un desafío durante toda la vida tanto
para aquellos que son diagnosticados como para sus familias.

Como ya se ha mencionado anteriormente el autismo es un trastorno neurológico que


aparece o es detectado comúnmente a partir de los tres años de edad, el autismo hace la
afección en el niño principalmente en tres áreas que son las siguientes:

• La interacción con los demás.

• La comunicación.

• La participación en la gama de actividades y comportamientos típicos de la edad y


etapa de desarrollo del niño (juego simbólico o imaginativo).

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Las peculiaridades que distinguen al autismo es que sus características varían de una
forma muy significante de entre diferentes niños que padecen del trastorno autista, es
decir, curiosamente se dice que no existen dos personas que padezcan de autismo que
tengan las mismas características.

2.2 Síntomas característicos del autismo.

El autismo presenta ciertas características para su detección aunque como ya se ha


mencionado anteriormente no en todos los casos se presenta de la misma forma, si no
que estas características varían de persona a persona a continuación se presentaran
algunas de las características más comunes dentro del espectro autista dadas en las
diferentes áreas de comunicación e interacción de las personas que lo padecen.

a) Alteraciones cualitativas en la interacción social

Las alteraciones sociales son el principal síntoma del autismo. Las personas con este
padecimiento encuentran difícil adaptar su comportamiento al de los demás, debido a que
no entienden muy bien las convenciones y normas sociales. Suelen tener problemas para
compartir el mundo emocional, el pensamiento y los intereses.

b) Alteraciones cualitativas de la comunicación

Los primeros estudios realizados en el autismo identificaban que un 50% de los personas
afectadas no desarrollaban lenguaje hablado funcional a lo largo de su vida Existen otros
casos, que empiezan a hablar y que luego pierden su lenguaje. Frecuentemente, aquellos
que desarrollan el habla lo hacen con ciertas características peculiares: ecolalia,
perseveración, inversión pronominal, entonación anormal, etc. Lo más característico es el
que el lenguaje no es utilizado de manera social para compartir experiencias y vivencias;
presentando dificultad para iniciar o mantener una conversación recíproca; comprender
sutilezas, bromas, ironía o dobles intenciones. Este fallo de la comunicación verbal se
acompaña además de pobreza o ausencia de la comunicación no verbal: gestos, posturas
o expresiones faciales que acompañan normalmente al habla o la sustituyen.

c) Patrones restringidos de comportamiento, intereses y actividades.

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Las personas con autismo presentan intereses especiales, que no son frecuentes en otras
personas de su edad (fascinación por partes de objetos, piezas giratorias, letras o
logotipos, etc.), aunque lo más característico es que no comparten sus intereses con los
demás. Pueden aparecer movimientos corporales estereotipados (aleteos, giros sobre
uno mismo, balanceo, deambulación sin funcionalidad, etc.

2.3.1 Pruebas para diagnosticar y detectar los TEA.

Estas pruebas pueden ser utilizadas por los profesionistas que comparten la
responsabilidad de la detección y el diagnóstico del autismo, aunque existen algunas
pruebas que son más características en la práctica psiquiátrica pediátrica o neurológica a
continuación se mencionaran los tipos de evaluación que son necesarias para el
diagnóstico del autismo.

Evaluación psicológica.

Esta prueba se inserta dentro del diagnóstico en general, uno de sus objetivos
fundamentales consiste en el establecimiento de un diagnóstico diferencial, entre los
distintos subtipos de TEA, así como también de otros trastornos del desarrollo, así como
también permite facilitar la asociación de trastornos relacionados.

Evaluación psiquiátrica.

El psiquiatra desempeña un importante papel en el establecimiento del diagnóstico, este


deberá estar en condiciones de diferenciación de otros trastornos que se vienen
reconociendo, como por ejemplo las formas tempranas de la esquizofrenia o de los
trastornos bipolares, ya que en ocasiones existen características de pacientes con TEA
que se pueden llegar a relacionar o confundir con la sintomatología de cualquier otro
trastorno del desarrollo.

Evaluación biomédica.

Aunque no se ha encontrado con mucha frecuencia datos concluyentes sobre la


existencia de trastornos neurológicos específicos, es necesario realizar una exploración
médica detallada sobre los TEA.

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Los aspectos que se deben realizar en una exploración biomédica son:

La exploración donde se toman en cuenta factores como parámetros del crecimiento


craneal, examen de la piel, examen corporal para detectar anomalías o rasgos
dismorficos, examen neurológico adaptado de acuerdo a la edad del niño, evaluación de
la audición y finalmente la evaluación de la visión.

Capitulo III. Relaciones interpersonales de las personas autistas.

3.1 impacto del niño autista en la familia.

El autismo es visto como un estigma socialmente más que como un problema que afecta
a la persona, y no solo a la persona si no que así como afecta a la persona que lo padece
también afecta a la familia y personas que lo rodean, ya que los niños con este
padecimiento requieren de una atención especializada y es necesario que se les dedique
demasiado tiempo. Las familias que han tenido que vivir con un miembro de su familia con
autismo usan diferentes términos para describir sus sentimientos, ya que en cada caso los
sentimientos son diferentes tanto para cada familia así como también para cada
integrante de la familia debido que para todos este es un proceso muy difícil donde es
importante entender y conocer varios aspectos, además de que los sentimientos varían de
acuerdo a la etapa en la que se esté viviendo actualmente.

¿Cómo impacta un hijo Autista en el seno de una familia?

Regularmente el alboroto inicial y los desvelos por la llegada de un nievo integrante a la


familia es visto como algo normal en la sociedad, es un devenir habitual que forma parte
de la vida, pero que pasa cuando un niño no cumple con tus expectativas y en este caso
el niño padece de un trastorno del desarrollo como lo es el autismo.

Como ya lo mencionamos anteriormente el padecimiento del autismo no solo afecta a la


persona que lo padece si no también llega a afectar a toda la familia, esta patología se da
en todas las clases sociales, en familias de escasos recursos, en familias de clase media
e incluso en familias de la clase alta, todos se ven expuestos y de ninguna manera
ninguna familia se encuentra exenta de tener en su casa una persona con autismo, lo

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único que marcara la diferencia será la manera de afrontar el problema y la crianza del
niño

El impacto que produce el autismo, además de variar en las familias, y en los individuos
que las forman, cambia según la etapa en que se encuentre cada uno. El efecto del
autismo es similar al que produce cualquier otra incapacidad permanente en un miembro
de la familia, por lo que existen aspectos que son comunes a otras discapacidades.
Ciertamente, tener un hijo autista puede ser una de las experiencias más devastadoras
para los padres en particular, pero también para los otros hijos. Somete a la familia a
graves tensiones y muchos de los que han logrado sobreponerse, forman hoy día parte de
grupos de apoyo donde comparten sus experiencias para ayudar a otros a enfrentar la
mayor fuente de preocupación, que es el miedo a lo desconocido. Con frecuencia, los
padres se sienten mal por la diversidad, la intensidad y la contradicción de los
sentimientos que tienen respecto al hijo autista y a la situación en la que viven. Con una
ayuda eficaz, se pueden canalizar estos sentimientos para asumirlos.

3.2 alteraciones en las relaciones sociales en el autismo.

Las relaciones interpersonales así como sociales son limitadas en las personas que
padecen autismo a diferencia de las personas que no lo padecen, debido a que las
personas con TEA en sus rasgos centrales sufren de una alteración en la conducta social
ya que ellos emplean menos tiempo e interés a las interacciones sociales, ya que
presentan una menor disposición al iniciar el contacto interpersonal y tiene dificultades
para comprender las emociones del el mismo así como las emociones de los demás.

Por tanto las personas que padecen autismo debido a los déficit sociales que presentan
obtienen menores puntuaciones en el desarrollo cognitivo y emocional, aunque no es algo
determinante si la persona es sometida a un tratamiento donde se le enseñe a establecer
relaciones sociales.

Probablemente establecer relaciones sociales sea la parte más difícil a la que se tienen
que afrontar las personas con autismo, ya que para algunas personas el aprenderse a
comunicar puede ser tan complicado como el aprender otro idioma, ya que como se ha
mencionado anteriormente a los niños con autismo les es difícil expresarse y por lo tanto

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a la gente que los rodea les es difícil entenderlos, ya que para ellos muchas veces el
relacionarse con otras personas les es frustrante y estresante.

3.2.1 Déficit en las interacciones sociales: neuronas espejo y empatía

El ser humano, es por naturaleza, un ser social, que se desarrolla a través de la


interrelación con el entorno y sus pares, dándole un sentido de socialización al proceso de
maduración y aprendizaje. Sin embargo, numerosas investigaciones han observado que
en las personas con autismo, esta interacción innata se encuentra alterada como
consecuencia de un funcionamiento mental diferente y unos daños cerebrales concretos
que le dificultan establecer relaciones sociales e interactuar de manera innata y
espontánea con el entorno tanto físico como natural que le rodea.

En las personas con autismo, los circuitos neuronales que operan en paralelo en el
cerebro de los implicados durante las relaciones interpersonales propagan un contagio
emocional que abarca el amplio rango de los sentimientos, desde la tristeza y la ansiedad
hasta la alegría. El cerebro de quienes se hallan así conectados emite y recibe un flujo de
señales que, en el caso de discurrir de la manera adecuada, amplifica la resonancia. Este
vínculo es precisamente el que posibilita la sincronización de nuestros pensamientos,
sentimientos y acciones.

Por consiguiente es necesario tener en cuenta que, independientemente de que se trate


de la alegría y la ternura o, por el contrario, de la ansiedad y el resentimiento, siempre
estamos emitiendo y recibiendo estados internos, gracias a que nuestro sistema límbico
es capaz de registrar las emociones adecuadas y dar respuestas adaptativas al medio
circundante, sin embargo en los niños con TEA, existe aparentemente una interrupción de
las respuestas debido a una deficiente integración de la información sensorial.

Partiendo de esta idea y tomando en cuenta los descubrimientos en el campo de las


neurociencias de las “neuronas espejo” que son el mecanismo esencial para comprender
las intenciones de otros, para desarrollar una teoría de la mente y, por ende, para
capacitarnos para la vida social, aportan nueva luz para entender cómo la red neuronal

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“refleja” el mundo, la auto-imagen y la imagen de la mente de los otros en la producción
evolutiva de un comportamiento social, y como en los TEA este grupo de neuronas
presenta una disfunción, lo que sugiere que el SNE no se activa normalmente y, por tanto,
son incapaces de este reconocimiento empático de las conductas de los demás.

El fenómeno del contagio emocional se asienta en estas neuronas espejo, permitiendo


que los sentimientos que presenciamos fluyan a través de nosotros y ayudándonos así a
entender lo que está sucediendo y a conectar con los demás. Sentimos al otro en el más
amplio sentido de la palabra experimentando en nosotros los efectos de sus sentimientos,
de sus movimientos, de sus sensaciones y de sus emociones y nos envían el mensaje
reflejado en la imagen, esto hablando de una persona normal, ya que hablando de una
persona con autismo tienen limitado el uso de sus neuronas espejo, por lo tanto por ello
se les hace complicado entender las emociones de los demás.

4.- Desarrollo y estrategias para el tratamiento de las personas con el espectro


autista.

4.1.- Tratamiento para el autismo.

A continuación se mencionaran algunos tratamientos que de acuerdo con los estudios


pueden ser sometidas las personas con autismo.

4.1.1 Tratamientos sensorios motrices.

Entrenamiento en integración auditiva: El entrenamiento en integración auditiva (EIA)


consiste en poner al paciente a escuchar a través de unos auriculares música modificada
electrónicamente en función de las respuestas obtenidas en las personas en un
audiograma previo. Estos métodos se han propuesto para diversidad de problemáticas
como trastornos de aprendizaje, la hiperactividad o la depresión.

4.1.2 Tratamientos biomédicos

Aunque no existe una terapia médica específica para los síntomas nucleares del autismo,
se han ensayado muchas intervenciones biomédicas para tratar síntomas concretos o
otros trastornos. Estos tratamientos, en general, persiguen potenciar el beneficio que la

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persona va a obtener de otros tratamientos educativos o conductuales y mejorar su
calidad de vida y la de su familia. Así, a la hora de instaurar una medicación se debe
considerar conjuntamente: la calidad de vida, la evitación o el control de los efectos
adversos, la información científicamente contrastada y el coste-efectividad de estas
terapias.

4.1.3 Tratamientos psicoeducativos y psicológicos

Programas de intervención conductual: Se incluyen aquí todas las terapias que aplican
los principios de modificación de conducta y las técnicas basadas en las teorías del
aprendizaje como las principales herramientas de enseñanza. Bajo Este program se
include las terapias de Applied Behaviour, Analysis (ABA), Intensive Behaviour
Intervention (IBI), Early Intensive Behaviour Intervention (EIBI), Early Intervention Project
(EIP)early intervention, Discrete Trial Training (DTT) etc.

4.2.- Estrategias educativas para niños con autismo.

4.2.1 La intervención en el aula.

Los trastornos del espectro autista no tienen cura, aunque si tratamiento. Este se basa en
diversas terapias e intervenciones conductuales diseñadas para remediar los síntomas
específicos y pueden aportar una mejoría sustancial.

La intervención en el aula tiene una gran relevancia en la evolución de los niños y niñas
diagnosticadas con algún trastorno del espectro autista, por lo tanto sus respectivos
maestros pueden contribuir activamente en su desarrollo y bienestar.

Los niños diagnosticados con TEA se encuentran dentro del grupo de alumnos con
necesidades educativas especiales, lo que significa que precisan de una metodología
adaptada y en la mayoría de casos refuerzo escolar y adaptación de currículo.

Los objetivos principales de la intervención educativa en un niño con algún tipo de


autismo son: la mejora de su conocimiento social y habilidades de comunicación, así
como la consecución de un mayor control de su comportamiento y una conducta más
adaptada posible al entorno.

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El principal reto de la educación a un niño diagnosticado con TEA es que no solo hay que
enseñarle el concepto o la habilidad para realizar determinada tarea, sino que también
hay que entrenarle en su uso de manera adecuada, funcional, espontánea y normalizada.

La intervención ha de tener en cuenta el desarrollo de, entre otras cosas las siguientes
dimensiones básicas:

1. La identidad y autoconocimiento.
2. La capacidad de relación social.
3. Las capacidades de referencia conjunta
4. Las capacidades intersubjetivas primarias y secundarias.
5. Las competencias de anticipación.
6. Las funciones comunicativas.
7. Los procesos generalizados de las conductas aprendidas.

No se debe olvidar que todas estas dimensiones están ya integradas en el currículo, por
lo que la labor del docente consiste en adaptarlas a cada niño con TEA a través del
diseño y puesta en marcha de actividades caracterizadas por estrategias mediadoras y
comunicativas, utilizando los aprendizajes escolares.

4.2.2 Intervención psicomotora y los trastornos del espectro autista.

La intervención psicomotora es una vía de refuerzo para niños con dificultades motoras y
psicosociales, entre los que se encuentran los afectados por algún tipo de TEA. La terapia
psicomotora entiende el desarrollo infantil como una unidad de movimiento, experiencia,
pensamiento, sentimiento y acción.

La intervención dentro de esta línea de trabajo se realiza de modo que se ayude al niño a
construir representaciones internas que se apoyan exclusivamente en percepciones y
movimientos, es decir, mediante una coordinación psicomotora de las acciones sin que
intervenga la representación o el pensamiento.

Las terapias incluidas habitualmente en la intervención psicomotora son las siguientes:

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Hidroterapia: este tipo de terapia se realiza dentro del agua, con o sin educador, y su
objetivo es estimular al niño a través de las sensaciones que produce el agua, lo que
ayuda a disminuir sus tenciones y a mejorar la relación entre su cuerpo y el medio.

Hipoterapia: intervención terapéutica donde se usa el movimiento tridimensional del


caballo para estimular los músculos y articulaciones. Sus beneficios no son únicamente
físicos, sino que también tienen un efecto muy positivo a nivel cognitivo y emocional,
puesto que el niño en su relación con el caballo rompe el aislamiento con respecto al
mundo.

Musicoterapia: esta terapia busca estimular al niño a través de la música y el ritmo,


facilitando la comunicación e incentivando la verbalización y los estímulos de los procesos
mentales.

Yoga: a través del yoga, disciplina física y mental originaria de la india, los niños autistas
pueden mejorar el autocontrol y dominio físico y psíquico mediante las técnicas de
respiración y relajación que les permitirán manejar mejor las situaciones de estrés,
enfrentarse a las situaciones conflictivas y mejorar la concentración.

Aprendizaje por imitación y los trastornos del espectro autista.

La imitación es uno de los mecanismos más importantes para cualquier niño,


independientemente de que tenga un desarrollo normal o sufra de algún tipo de trastorno
como lo es el autismo.

Para los niños con TEA la imitación es complicada porque sus importantes problemas de
interacción social y de concentración les dificultan enormemente poner atención sobre
otra persona y en lo que está haciendo. Sin embargo las tereas que implican imitación son
fundamentales para el desarrollo físico, psicológico y social, es una excelente herramienta
para estimular la atención en el seguimiento de órdenes y la sociabilización. Por lo tanto,
pese a sus dificultades se trata de una metodología que es indispensable utilizar con
todos los escolares afectados por el autismo.

4.2.3 Plan de los seis pasos para los educadores de niños autistas.

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Paso1. Capacitarse: como la persona responsable de la educación y manejo del
comportamiento de todos los estudiantes, incluyendo los niños con autismo, se tiene que
tener una buena comprensión del autismo y sus conductas asociadas.

Paso 2. Involucrar a los padres de familia: no existen palabras que puedan recalcar lo
suficiente la vital importancia de desarrollar una alianza de trabajo con los padres de los
estudiantes que padecen autismo. Por el motivo de que ellos son la primera y mejor
fuente de información sobre su hijo y sobre el autismo tal como se manifiesta en el
comportamiento del niño y sus actividades diarias.

Paso 3. Prepare el salón de clases: Una vez que conozcan las sensibilidades y
características individuales del estudiante con autismo, se cuenta con la información
necesaria para organizar adecuadamente el salón de clases. Existen modos de manipular
aspectos físicos del aula y formas de ubicar al estudiante con autismo dentro del salón
para que se sienta más cómodo, sin sacrificar sus planes de clase.

Paso 4. Eduque a los compañeros de clase del niño y promueva metas sociales: como
profesor de un niño con autismo en un salón de educación general, una de las tareas más
importantes es crear un ambiente social en el que se proporciones oportunidades para
que haya interacciones positivas entre el niño con autismo y sus compañeros neurotipicos
durante el día, esto será complicado si no se cuenta del todo con el apoyo del profesor.

Además de educar a los compañeros del niño con autismo, los demás profesores deben
promover la aceptación del niño como un miembro integral y de pleno derecho del salón,
aunque asista a clases solo unas cuantas horas a la semana. También es de suma
importancia crear una atmosfera en la que no se permitan las burlas, los insultos ni la
intimidación. Debido a que los niños con autismo tienen dificultades de socialización y
comprensión del lenguaje así como de las pautas sociales, facialmente pueden
convertirse en blanco de acoso escolar y de personas insensibles.

Paso 5. Colaborar en la implementación del programa educativo: el próximo paso es


participar en el desarrollo e implementación de un programa educativo para el alumno con
autismo. Es fundamentalmente importante que este plan se base en la evaluación de las

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destrezas pedagógicas actuales del niño y en sus metas educativas, según definido en el
plan educativo individualizado.

Paso 6. Maneje los cambios de conducta: en los estudiantes con autismo, las conductas
problemáticas pueden ser provocadas por una variedad de razones. Estas conductas
pueden incluir rabietas, correr por toda el aula, vocalizaciones fuertes, actividades auto
lesivas y otros comportamientos que irrumpen o distraen, esto debido a que los niños con
autismo a menudo se les dificulta comunicarse de manera socialmente aceptable, pueda
que se lleguen a comportar mal cuando se sienten confundidos o temerosos ante algo.

Conclusiones.

Actualmente, los trastornos del espectro autista contemplan un complejo entramado de


características clínicas que hace difícil su comprensión y tratamiento. Numerosos
profesionales tanto en base a su experiencia clínica como a su investigación, han
desarrollado estudios con el objetivo de acercar a la comunidad científica la comprensión
de este tipo de trastornos. Su etiología sigue sin ser conocida, aunque ya van
apareciendo ciertas explicaciones que permiten hipotética de una forma más fiable
aquellas causas que están en la base del trastorno. Dejando de esta forma, aquella teoría
psicoanalítica donde se decía que el rechazo emocional por parte de los padres constituía
la causa central de la patología del niño. Los avances en este sentido, junto con la
experiencia de los profesionales en relación al diagnóstico y tratamiento de estos
individuos han logrado que los profesionales se replanteen en la funcionalidad de una
división categorial de los trastornos que se incluyen en la categoría del espectro autista.

Uno de los campos que no ha suscitado mucho trabajo en esta población han sido las
capacidades extraordinarias que presentan. Pese a que se han realizado investigaciones
el mayor peso de los estudios ha residido en el análisis de aquellas conductas deficitarias,
concretamente la comunicación y la interacción social.

Este hecho, adoptado de la orientación medica tradicional, ha obligado a dejar de lado el


estudio de las características que permiten al individuo con TEA presentar habilidades

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desarrolladas que no se encuentran el grueso de la población normal. Y con ello, también
se ha obviado el estudio de la utilidad que estas capacidades pueden tener a la hora de
establecer programas de intervención en la mejora de habilidades deficitarias, por lo que
se cree que estas personas carecen de capacidades y tienen una deficiencia mental,
aunque no lo sea así debido a que muchas personas autistas han podido llegar muy lejos
sin que esta enfermedad sea un obstáculo para ellos, ya que con el tratamiento adecuado
se dice que estas personas pueden llegar a tener una vida normal y plena. Además que
se dice en algunas investigaciones realizadas que existen grandes genios como Albert
Einstein padecieron autismo y que pese a eso tenían unas mentes brillantes.

Pese a esto se deben poner en marcha en un futuro estudios que giren en torno a la
capacidad que tienen estas habilidades desarrolladas para influir en el aprendizaje de
aquellas habilidades deficitarias, además de la capacidad de estas para suponer un
mecanismo de integración social para individuos con todo lo que este hecho conlleva.

Referencias bibliográficas

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