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Introducción

El esqueleto de las aves es más ligero que el de los mamíferos, y que gran parte de sus huesos contienen sacos de
aire en lugar de medula ósea.

Los sacos de aire están en comunicación con el sistema respiratorio y tiene como finalidad disminuir el peso
corporal para favorecer el vuelo.

Los huesos de las aves son ricos en sustancias inorgánicas en comparación con los mamíferos llegando a contener un
84% de estas sustancias.

Los huesos largos contiene una cortical muy fina y la cavidad muscular contiene una red de trabéculas que
aumentan la resistencia del hueso.

Lo antes mencionado da lugar a que los huesos de las aves sean más duros pero a la vez más frágiles y menos
elásticos que los de los mamíferos. Por este motivo al producirse una fractura se astilla fácilmente por lo que
imposibilita su reparación mediante clavos intramedulares, placas de metal, etc.

Esqueleto Cefálico.

Todas la aves poseen un cráneo cinético (al menos en un grado)


de forma que la mandíbula superior es móvil hacia arriba y abajo
y se articula con la caja encefálica por medio de la articulación
móvil conocida como charnela frontonasal (cráneo frontal). Como
consecuencia de este mecanismo cinético el cuadrado es móvil en
su articulación con la caja encefálica y esta conectado
indirectamente con la mandíbula superior por los huesos
palatales que son el pterigoideo y el platino, los cuales se deslizan
a lo largo del rostrum parasfenoidal. Un vómer simple se localiza
en el plano medio de la región palatal rostral. Cuando el cuadrado
rota rostralmente, los huesos palatales empujan rostralmente
sobra la porción caudoventral de los maxilares y, por tanto, producen la rotación de la mandíbula superior hacia
arriba en su punta.

Contrariamente cuando el cuadrado rota caudalmente se retrae el paladar y en consecuencia se deprime la


mandíbula inferior. Una serie compleja de músculos operan este mecanismo cinético, que permite a las aves una
extensión más ancha que la que normalmente sería posible y un mecanismo de cierre del pico más rápido, además
permite que le cráneo mantenga su eje primario aunque se mueva la mandíbula. Todas las aves galliformes y
anseriformes tienen la cinética craneal bien desarrollada.

Las aves se caracterizan también por sus ojos extraordinariamente desarrollados, que se acomodan a las grandes
orbitas craneales. Los dos huesos orbitales están separados por un tabique óseo, llamado septum interorbital, que
deriva de los elementos mesetmoideos. El foramen óptico que es bastante grande, en el borde caudal del septum.
La pared caudal de la órbita deriva de varios elementos esfenoidales que se unen y hacen inseparables, en el adulto.
El globo ocular, propiamente dicho, también posee un esqueleto óseo, el anillo esclerótico que es una serie de
placas óseas solapadas que forman un anillo en la esclerótica del ojo.

Los lagrimales (prefrontales), que se localizan en los bordes rostrales de las orbitas, se articulan fundamentalmente
con las ramas laterales de los nasales, y en menor grado con los frontales. En varios grupos de aves pueden
separarse los huesos lagrimales y etmoidales. Puede que exista en algunas aves un solo hueso lagrimal, pero haya
uno o dos, estos se unen con otros elementos en la pared orbital rostral.

Los orificios externos de la nariz de las aves anseriformes y galliformes se denominan “holorhinales”, caudalmente,
se extienden a la parte correspondiente de la charnela nasofrontal

Los maxilares en aves están muy reducidos si se comparan con otros grupos de vertebrados y son huesos
generalmente pequeños que se extienden medialmente como las apófisis mediales de los maxilares. Lateralmente
los maxilares dan origen a huesos delgados, semejantes a palillos que son las apófisis cigomáticas, unidas a los
huesos yugales para formar la porción rostral de los arcos cigomáticos. La parte caudal de cada arco cigomático está
formada por otro hueso también semejante a un palillo, el cuadrato yugal que se articula caudalmente con el hueso
cuadrado.

El hueso cuadrado es complejo en todas las aves y sirve no solamente de suspensor de la mandíbula, sino que se
articula con la mandíbula inferior y además,

los cóndilos del cuadrado se articulan con la mandíbula inferior, medialmente con el pterigoideo y dorsalmente
mediante una apófisis ótica con el hueso escamoso , rostral al meato auditivo externo (cavidad timpánica). Además
una apófisis orbital del hueso cuadrado se extiende dentro de la órbita y sirve para el origen de un musculo
importante en el cierre de la mandíbula inferior.

Se observan distintos centro óticos de osificación que rodean y protegen el interno aviar, y una columna auris fija en
la ventana oval, que se localiza entre el proótico y el opistótico. Estos componentes otico s no se observan con
facilidad desde el exterior del caneo. La membrana timpánica está conectada por una serie de ligamentos y
cartílagos extracolumnares a los estribos óseos.

La parte caudal del cráneo está formada por una serie de huesos que se unen en el adulto Inmediatamente caudal al
parietal está el supraoccipital mediano; surge de los centro se osificación bilateral que se unen en un simple
elemento en el adulto. El supraoccipital forma el borde dorsal del foramen magnum que esta bordeado
lateralmente por un par de exoccipitales y ventralmente por un basoccipiatal. Contribuye, fundamental con un
cóndilo occipital que caracteriza a las aves y a la mayoría de los reptiles. Cada uno de los exoccipitales contribuye
ligeramente a formar el cóndilo occipital y los bordes caudoventral y caudales de la cavidad timpánica.

Los exoccipitales se unen rostralmente con el basisfenoides mediano, que aquí está representado por una lámina
basitemporal, hueso plano que forma la base caudal del cráneo.

Muchos de los huesos del neurocráneo se unen, generalmente en el adulto y pueden tener incluso pocos vestigios
de las estructuras de suturas originales.
El borde total dorsal de la órbita está formado por la prolongación lateral de los huesos frontales. Los huesos
nasales se articulan con el borde rostral de los huesos frontales en la charnela nasofrontal. Los nasales son huesos
complejos en todas las aves, constituyen el techo de la cavidad nasal yn su porción rostral es redonda, extendida
rostro ventralmente como una rama lateral para formar el borde caudal de la nariz externa. Rostralmente los
nasales se unen a las apófisis nasales de los premaxilares, medialmente.

Estas apofisis se unen a lo largo de la línea media dorsal d la región nasal, Las apofisis rostromediales de los nasales
(apofisis premaxilares) forman por tanto los bordes dorsocaudales de la nariz extern. Sus ramas laterales se
extienden rostroventralmente hasta encontrarse con las apofisis maxilares de los premaxilares y formar el borde
rostroventral de la nariz externa.

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