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1.

Escoger ingredientes frescos, no importa si son de la feria, del


supermercado, del cajón de
un pickup orillado al lado de la calle. Escoger frutas y verduras frescos es
el primer paso
para tener una cocina más saludable. Y este simple paso lo podemos
mejorar comprando
ingredientes locales y de estación. Inclusive buscar las opciones orgánicas
si este es un
interés particular que tenés para vos y tu familia.
2. Cuando vas al supermercado, comprar en la periferia del mismo. Es
donde se encuentran
los productos más frescos, verdulería, carnicería y congelados. Si querés
evitar los
paquetitos, entonces te ayudaría evitar pasar por esos pasillos y pasarle de
lejos a las
tentaciones.
3. Los congelados y los enlatados están bien, aunque lo ideal es usar el
producto fresco, los
congelados suelen ser lo siguiente en la lista porque se congelan muy cerca
de su
recolección y mantienen gran parte de su contenido nutricional, textura y
color. Los
enlatados utilizarlos como una opción menos frecuente, pero de todas
maneras buena, es
mejor vegetales enlatados que ningún vegetal del todo, solo hay que tener
en
consideración el sodio o azúcar que podría contener.
4. Usar un timer o reloj de cocina, parece una medida innecesaria pero los
tiempos de
cocción son fundamentales para que un alimento quede en su punto,
además es una
herramienta muy práctica para ayudarnos a hacer varias preparaciones
simultáneamente
sin tener que estar vigilándolo todo, todo el tiempo.
El reloj de cocina nos permitirá hacer múltiples tareas por el simple hecho
de avisarnos cuando ya es momento de revisar una preparación.
Prácticamente todas las cocinas tienen un timer integrado, sino siempre
podríamos usar el del celular.
5. Cocinar simple, no digo sin sabor, digo simple. Si estas empezando a
cocinar, escoger
recetas con 3 o 4 ingredientes es perfecto, conforme vas aprendiendo más
podés ir
haciendo recetas más complejas. Al inicio no vale la pena tratar de
impresionar, basta con
mantenerlo simple.
6. Cocinar un día y comer dos, ósea si ya vas a invertir parte de tu valioso
tiempo cocinando,
entonces hacé que valga la pena y de una vez dejás listo suficiente comida
para dos días, si
sos de los que no les gusta repetir, una salsita o un aderezo pueden servirte
para sentir
que no estas repitiendo.
7. Cambiar el método, por ejemplo, si normalmente usas la plancha o el
sarten para preparar
tus proteínas, intentá usar el horno, la freidora de aire, la olla de presión o
el vapor. Un
cambio tan sencillo como este te va a ayudar a descubrir nuevos sabores.
8. Utilizar nuevos condimentos, hierbas y salsas para que cada uno
personalice su plato con
nuevos sabores, como en las sodas que ponen en el centro de la mesa una
variedad de
salsas y condimentos.
9. Experimentar una receta nueva al menos una vez al mes, ya sea una
receta familiar o de
alguna revista. Y compartirla con el corazón abierto, como si fuera una
ocasión especial,
tal vez hasta cambiando la decoración de la mesa, comer siempre lo mismo
y de la misma
manera puede ser aburrido. También aplica incluir algunos platos de
colores nuevos,
manteles, individuales y hasta vasos.

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