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Glucogenosis
P. Labrune, P. Trioche Eberschweiler, A. Mollet Boudjemline, A. Hubert Buron,
V. Gajdos

Las glucogenosis son enfermedades hereditarias poco frecuentes del metabolismo del glucógeno. Se han
descrito e identificado distintos tipos según el déficit enzimático responsable. La glucogenosis de tipo I
(enfermedad de Von Gierke) se debe a la deficiencia de la actividad glucosa-6-fosfatasa en el hepatocito:
alrededor de los 4-6 meses de edad, los enfermos suelen presentar un abdomen distendido (relacionado
con una hepatomegalia) y manifestaciones metabólicas agudas de tipo hipoglucemias asociadas a una
acidosis láctica. Las curvas de glucemia y de lactacidemia se cruzan durante el nictémero. El tratamiento
está basado en un régimen estricto. Pueden aparecer numerosas complicaciones a medio y largo plazo
(adenomas hepáticos, osteopenia, retraso de crecimiento, glomerulopatía), complicaciones que serán
más frecuentes cuanto menos controlado esté el equilibrio metabólico. La glucogenosis de tipo III se debe
al déficit de la actividad de la enzima desramificadora. Casi todos estos enfermos tienen una afección
hepática y muscular, pero alrededor del 15% de los pacientes sólo tiene manifestaciones hepáticas. Los
enfermos tienen hepatomegalia, hipoglucemia de ayuno e hipertrigliceridemia. Cuando se produce una
hipoglucemia en enfermos con glucogenosis de tipo III, no está asociada a una hiperlactacidemia. En la
edad adulta, suelen predominar las manifestaciones musculares. Pueden aparecer complicaciones
(fibrosis hepática, miocardiopatía, miopatía invalidante). El tratamiento se basa en un control de la
dieta. Las glucogenosis ligadas a déficits de la actividad fosforilásica, ya sea por un déficit verdadero de
fosforilasa hepática (tipo VI) o por un déficit del sistema activador de la fosforilasa (tipo IX) son, salvo
raras excepciones, enfermedades benignas. La glucogenosis de tipo IV (déficit de la enzima ramificadora)
es excepcional. El déficit de glucógeno sintasa también es muy inusual (glucogenosis tipo 0). Por último,
algunas glucogenosis como la enfermedad de McArdle (glucogenosis tipo V, déficit de miofosforilasa) y la
enfermedad de Tarui (déficit de fosfofructocinasa) sólo afectan al músculo. La enfermedad de Pompe es
una glucogenosis particular, que pertenece al grupo de las enfermedades lisosomales.
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Palabras Clave: Glucógeno; Glucogenosis; Hipoglucemia; Ayuno; Miopatía

Plan ¶ Glucogenosis de tipo IX: déficits de fosforilasa cinasa 8


Déficit de fosforilasa cinasa hepática ligado al X (tipo IX a) 8
¶ Introducción 2 Déficit de fosforilasa cinasa muscular y hepática de transmisión
¶ Metabolismo del glucógeno y clasificación de las glucogenosis 2 autosómica recesiva (tipo IX b) 8
Déficit de fosforilasa cinasa hepática de transmisión autosómica
¶ Glucogenosis de tipo I 3
recesiva 8
Manifestaciones clínicas y biológicas 3
Déficit de fosforilasa cinasa específico del músculo (tipo IX d) 8
Diagnóstico 3
Déficit de fosforilasa cinasa limitado al corazón 8
Evolución a largo plazo 3
Genética 4 ¶ Glucogenosis de tipo IV 8
Tratamiento y control 5 Clínica 9
Genotipo 9
¶ Glucogenosis de tipo III 6
Tratamiento 9
Manifestaciones clínicas y biológicas 6
Genética 9
Evolución a largo plazo y complicaciones 6
Genética 7 ¶ Déficit de glucógeno sintasa (glucogenosis tipo O) 9
Tratamientos 7 Déficit hepático 9
¶ Glucogenosis de tipo VI: déficits de fosforilasa hepática Déficit muscular 9
(enfermedad de Hers) 7 ¶ Glucogenosis con afectación renal tipo síndrome de Fanconi
Presentación clínica 7 (síndrome de Fanconi-Bickel) 9
Tratamiento 8
Genética 8

Pediatría 1
E – 4-059-L-10 ¶ Glucogenosis

¶ Glucogenosis con afectación muscular exclusiva 9


Enzima ramificadora
Déficit de fosforilasa muscular: glucogenosis de tipo V o (glucogenosis IV) Glucógeno
enfermedad de McArdle 9
Déficit de fosfofructocinasa muscular: glucogenosis de tipo VII
o enfermedad de Tarui 10
Otras glucogenosis musculares que se manifiestan
por una intolerancia al esfuerzo 10
¶ Glucogenosis de tipo II: enfermedad de Pompe 11
Presentaciones clínicas y evolución 11
Bases bioquímicas y moleculares 11 Glucógeno sintetasa
Tratamiento 11 (glucogenosis tipo 0)
¶ Conclusión 11 (glucosa)n
UDP
Pi
UDPG Enzima desramificadora
■ Introducción (glucogenosis III)

Las glucogenosis son enfermedades hereditarias poco fre- Fosforilasa (glucogenosis VI)
cuentes del metabolismo del glucógeno. Pueden presentar PPi
Fosforilasa cinasa (glucogenosis IX)
manifestaciones clínicas diversas, según el tejido más afectado
por el déficit enzimático causante de la enfermedad. Sin UTP
embargo, el hígado y el músculo, tejidos ricos en glucógeno, Glucosa-1P
son los órganos que con mayor frecuencia e intensidad están Glucocinasa/hexocinasa
afectados por las glucogenosis. Se han descrito e identificado
distintos tipos según la deficiencia enzimática responsable. Glucosa-6P Glucosa
Glucosa-6-fosfatasa (glucogenosis Ia)
Glucosa-6-fosfato translocasa
■ Metabolismo del glucógeno (glucogenosis Ib)
Piruvato
y clasificación de las glucogenosis
El glucógeno es la forma en la que se almacena la glucosa en
casi todas las células animales. La función principal del glu- Lactato
cógeno puede variar según los tejidos. En el hígado, la glucosa Figura 1. Metabolismo del glucógeno. UDP: uridina difosfato; UDPG:
penetra en la célula hepática procedente de la sangre y se uridina difosfoglucosa; UTP: uridina trifosfato; PPi: pirofosfato; Pi: fosfato
almacena en forma de glucógeno, después de las comidas. De inorgánico.
manera inversa, cuando la glucemia baja, el glucógeno hepático
libera glucosa a la circulación sanguínea para que los órganos
que no pueden producirla sigan recibiendo su provisión con
regularidad. En el músculo esquelético, el glucógeno es utilizado a-1-6. Entonces, la actividad transferásica de la enzima desrami-
localmente por la célula en la que se encuentra almacenado, ficadora transfiere tres residuos de glucosa al final de otra
como sustrato energético durante el esfuerzo. cadena. La enzima desramificadora a su vez puede hidrolizar el
Tanto la síntesis como la degradación del glucógeno requie- enlace a-1-6, utilizando su actividad amilo-1-6 glucosidasa. Por
ren la intervención de numerosas enzimas (Fig. 1). Las hexoci- tanto, la enzima desramificadora posee dos actividades enzimá-
nasas catalizan la primera fase del metabolismo de la glucosa,
ticas independientes, que ejercen sus acciones en punto dife-
es decir, la transformación de glucosa y adenosina trifosfato
rentes de un mismo polipéptido. La glucogenosis de tipo III se
(ATP) en glucosa-6-fosfato y adenosina difosfato (ADP); la
debe al déficit de enzima desramificadora. El gen que codifica
actividad de estas hexocinasas no está regulada ni por la
insulina ni por el glucagón. La glucocinasa, también conocida dicha enzima ha sido clonado; se trata de un gran gen que mide
como hexocinasa IV, se expresa en el hígado y en las células b 85 kilobases (kb) y que contiene 34 exones.
del páncreas. Su actividad es la misma que la de las hexocinasas, La glucógeno fosforilasa libera radicales de glucosa de las
aunque está fuertemente regulada por la insulina y por el cadenas a-1-4 del glucógeno, liberando así glucosa-1-fosfato. Se
glucagón. La glucosa-6-fosfato se transforma después en glucosa- han identificado tres isoenzimas diferentes, codificadas por tres
1-fosfato que sirve de sustrato a la uridina difosfato (UDP)- genes distintos, en el hígado, en el músculo y en el cerebro.
glucosa pirofosforilasa. Esta enzima proporciona la UDP- Estas tres isoenzimas se activan por fosforilación (inducida por
glucosa necesaria a la glucógeno sintasa, que es la enzima el glucagón y la epinefrina) y se inhiben por desfosforilación
limitante de las síntesis de glucógeno. Transfiere radicales (acción de una proteína fosfatasa). El déficit hepático de
glucosa de la UDP-glucosa a una estructura primitiva de fosforilasa es la causa de la glucogenosis de tipo VI. El déficit
glucógeno. Las glucógeno sintasas hepáticas y musculares son muscular de fosforilasa, cuyas manifestaciones clínicas son
diferentes y están codificadas por dos genes distintos. La totalmente diferentes, es la causa de la glucogenosis de tipo V
actividad de la glucógeno sintasa está fuertemente regulada: es (enfermedad de McArdle).
estimulada por la insulina e inhibida por el glucagón y la
La fosforilasa cinasa es una proteína cinasa capaz de fosforilar
epinefrina (adrenalina). El déficit de glucógeno sintasa, también
y, por tanto, de activar la glucógeno fosforilasa, lo que provoca
llamado glucogenosis tipo 0, está ligado a mutaciones del gen
la degradación del glucógeno. La fosforilasa cinasa, a su vez, es
que codifica la glucógeno sintasa hepática (déficit de glucógeno
sintasa hepática) o la glucógeno sintasa muscular (déficit de activada por el calcio por fosforilación, tras la acción de una
glucógeno sintasa muscular). La enzima ramificadora es menos proteína cinasa dependiente de la adenosina monofosfato
abundante en el músculo que en el hígado. Transfiere al menos cíclico (AMPc). La fosforilasa cinasa consta de cuatro subunida-
seis radicales a-1-4-glucosilos del final de una cadena de des: las subunidades a y b son subunidades reguladoras, la
glucógenos a una posición a-1-6 de la misma cadena o de una subunidad d es la subunidad catalítica y la subunidad c,
cadena próxima. La deficiencia en enzima ramificadora es regulada por el calcio, es la calmodulina. Las cuatro subunidades
responsable de la glucogenosis de tipo IV. de la fosforilasa cinasa están codificadas por cuatro genes
La glucógeno fosforilasa degrada las cadenas de glucógeno y diferentes. Por tanto, existen cuatro formas diferentes de déficit
se detiene cuatro radicales glucosilos antes de una ramificación de fosforilasa cinasa en el origen de la glucogenosis de tipo IX.

2 Pediatría
Glucogenosis ¶ E – 4-059-L-10

El sistema glucosa-6-fosfatasa cataliza la etapa final de la I B pueden tener manifestaciones digestivas evocadoras de una
glucogenólisis y de la neoglucogénesis. Transforma la glucosa-6- enfermedad inflamatoria (dolores abdominales, diarreas muco-
fosfato en glucosa y fosfato, liberando así cantidades importan- sanguinolentas, adelgazamiento).
tes de glucosa. La actividad de la glucosa-6-fosfatasa está
fuertemente expresada en el hígado, el riñón y las células b del Laboratorio
páncreas. La glucosa-6-fosfatasa es activa en la luz del retículo Se observa sobre todo una hipoglucemia inducida por el
endoplásmico, por lo que sustrato y productos deben atravesar ayuno breve, (a veces, menos de 3 horas) que se acompaña de
la membrana del retículo endoplásmico para alcanzar el sitio una acidosis láctica. Cuando se estudia el ciclo glucémico de
catalítico de la enzima. La unidad catalítica de la glucosa-6- 24 horas, se observa que las curvas de glucemia y de lactacide-
fosfatasa es el producto de un único gen cuya expresión está mia se cruzan; la hipoglucemia se acompaña de una hiperlacta-
regulada por la insulina. La glucogenosis de tipo I A se debe a cidemia mientras que, por el contrario, cuando la glucemia es
la deficiencia de la actividad glucosa-6-fosfatasa. El gen humano normal, durante el período posprandial, la lactacidemia es baja.
que codifica la glucosa-6-fosfatasa ha sido clonado: mide A menudo se observa también la existencia de hiperuricemia,
12,5 kb y tiene cinco exones. hipertrigliceridemia y, en menor medida, hipercolesterolemia.
Para ser hidrolizada, la glucosa-6-fosfato debe ser transportada Los trastornos de la hemostasia primaria son frecuentes y
hasta la luz del retículo endoplásmico. Hasta ahora, se ha afectan a la adhesión y agregación plaquetarias. Estos trastornos
podido confirmar la existencia de un transportador T1 (glucosa- se manifiestan por epistaxis frecuentes, como ya hemos visto,
6-fosfato translocasa) por la clonación del ácido desoxirribonu- hematomas y equimosis. Por razones todavía mal conocidas, las
cleico complementario (ADNc) que codifica para un transpor- concentraciones de numerosas proteínas séricas están frecuen-
tador putativo, aunque este transportador no haya sido purifi- temente elevadas (fibrinógeno, proteína C reactiva [CRP],
cado. Las mutaciones en el gen que codifica el transportador a2-macroglobulina). Lo mismo ocurre con las concentraciones
T1 provocan la glucogenosis de tipo I B. Este gen consta de de los factores de la hemostasis, cuya síntesis es únicamente
nueve exones. Finalmente, se ha purificado una proteína hepática [5]. En los enfermos que padecen una glucogenosis de
transportadora de fosfato, pero ni su gen ni su ADN comple- tipo I B, a menudo se observa una neutropenia y una dis-
mentario han sido clonados, por lo que los distintos equipos función de los polimorfonucleares neutrófilos (disminución del
discuten la existencia de una glucogenosis de tipo I C (ligada a quimiotactismo).
un déficit de transportador de fosfato).
Por último, la maltasa ácida, enzima lisosomal, tiene un papel Diagnóstico
anejo en el metabolismo del glucógeno en estado basal. En
cambio, el déficit de maltasa ácida es la causa de la glucogenosis El diagnóstico se sospecha ante la asociación de determinados
de tipo II o enfermedad de Pompe, que en el niño no tiene signos clínicos (hipoglucemia de ayuno corto con acidosis
expresión clínica hepática. láctica, hígado grande y blando). La presencia, además, de
hiperuricemia, hipertrigliceridemia e incluso neutropenia es
muy significativa. En la actualidad, el diagnóstico se confirma
mediante el estudio molecular del gen que codifica la glucosa-
■ Glucogenosis de tipo I 6-fosfatasa (glucogenosis I A) o del gen que codifica la glucosa-
6-fosfato translocasa (glucogenosis I B).
Manifestaciones clínicas y biológicas
Evolución a largo plazo
La glucogenosis de tipo I se conoce también como enferme-
dad de Von Gierke. Las complicaciones observadas en los adultos que padecen
glucogenosis de tipo I se dan en enfermos que no se han
beneficiado de los tratamientos actuales. Así, es lícito esperar
Clínica
que, a la luz de los avances terapéuticos realizados durante los
Se debe a la deficiencia de la actividad glucosa-6-fosfatasa en últimos años, los niños actualmente enfermos tengan menos
el hepatocito. Cualquiera que sea el subtipo de glucogenosis de complicaciones cuando alcancen la edad adulta.
tipo I que presenten, los enfermos suelen tener alrededor de Los datos actuales sobre la evolución a largo plazo proceden
4-6 meses de edad, un abdomen distendido (relacionado con de estudios retrospectivos efectuados con algunos grupos de
una hepatomegalia) y manifestaciones metabólicas agudas de enfermos. Uno de los más significativos es un estudio europeo
tipo hipoglucemias que pueden provocar crisis convulsivas retrospectivo cuyos resultados fueron publicados en 2002. Este
asociadas a una acidosis láctica [1, 2], la cual puede traducirse en estudio incluía a 288 enfermos aquejados de glucogenosis de
la clínica por una hiperventilación (elemento que los padres tipo I A y I B [6].
pueden vigilar). Los niños suelen tener además, retraso de • Es frecuente encontrar un retraso estatural en los niños. La
crecimiento, hipotonía muscular e infecciones recidivantes pubertad suele retrasarse (con retraso simultáneo de la
(sobre todo los enfermos con glucogenosis de tipo I B). En casos maduración ósea). El desarrollo puberal también se prolonga
inusuales, la tolerancia al ayuno es inferior a la normal y los y no se puede hablar de estatura definitiva antes de los
niños pueden permanecer casi asintomáticos. Así mismo, se 20 años en las chicas y de los 21 en los chicos. En los
observan a menudo unas mejillas bien llenas asociadas a una resultados del estudio europeo retrospectivo, la estatura media
relativa amiotrofia de las extremidades, que contrastan con la definitiva tenía una desviación estándar (DE) de -1,2 en los
distensión abdominal. La exploración física revela una hepato- enfermos con glucogenosis de tipo I A y de -2,6 DE en los
megalia marcada, lisa, de bordes inferiores blandos. Esta que padecían glucogenosis de tipo I B [6]. La osteopenia no es
hepatomegalia puede alcanzar la fosa ilíaca derecha y su carácter excepcional y, en casos poco frecuentes, puede complicarse
blando suele hacer que la palpación sea difícil. La esplenome- con fracturas múltiples. No obstante, estudios recientes, que
galia no es habitual, salvo en los enfermos que padecen una incluyen la evaluación regular de la osteodensitometría,
glucogenosis de tipo I B, sobre todo si son tratados de forma muestran que la osteopenia es posiblemente más frecuente de
crónica [3] con factor de crecimiento de células madre hemato- lo que se creía. Los mecanismos que concurren en esta
poyéticas. Durante la infancia, se pueden observar xantomas osteopenia son complejos y múltiples, entre los que quizá
cutáneos. También son frecuentes las epistaxis recidivantes y intervienen la acidosis crónica, la hipertrigliceridemia, las
abundantes [1, 2]. En los enfermos que tienen una glucogenosis carencias vitamínicas (vitamina D) y otros mecanismos. Es
de tipo I B, son frecuentes las infecciones cutaneomucosas muy importante detectar precozmente esta osteopenia para
recidivantes (aftas, forúnculos, infecciones genitales). También poder corregir los trastornos metabólicos que en ella pueden
suele existir una inflamación gingival crónica, que puede influir.
evolucionar hacia una verdadera periodontitis, que a su vez • El desarrollo intelectual de los enfermos aquejados de
puede provocar a medio plazo una pérdida precoz de los glucogenosis de tipo I suele ser normal y les permite tener
dientes [4]. Además, los enfermos con una glucogenosis de tipo una escolaridad y, más tarde, una inserción social, familiar y

Pediatría 3
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para detectar la transformación maligna. Hay que sospechar


sobre todo cuando los adenomas se vuelven dolorosos y su
volumen aumenta con rapidez en sucesivos controles radio-
lógicos. La vigilancia es clínica, biológica y radiológica. Entre
las distintas pruebas de imagen, la que se utiliza desde hace
más tiempo es la ecografía, que plantea el problema de su
reproductibilidad. Gracias al perfeccionamiento de la técnica,
con refuerzo del contraste, la vigilancia parece ser de mejor
calidad [12]. La RM hepática es una prueba interesante que,
desde hace varios años, se realiza con una periodicidad anual
para el control de estos enfermos. Ante un rápido aumento
del volumen de un adenoma o la modificación de su estruc-
tura se debe discutir la conveniencia de una intervención
quirúrgica por su posible degeneración maligna [11].
• En el curso de la evolución, la afectación renal también es
frecuente. En una serie europea (288 enfermos aquejados de
glucogenosis de tipo I A), las prevalencias de proteinuria y de
microalbuminuria fueron del 13% y del 31%, respectiva-
mente. También se puede desarrollar [6] hipertensión arterial,
Figura 2. Adenoma hepático. Pieza quirúrgica.
litiasis renales y nefrocalcinosis. Una glomerulopatía sin un
tratamiento médico adecuado puede evolucionar hacia la
profesional de muy buena calidad. La única excepción es la insuficiencia renal terminal. En esta serie, algunos enfermos
que se refiere a los enfermos que han tenido uno o varios necesitaron diálisis renal e incluso un trasplante. Hoy día se
episodios de coma hipoglucémico: en estos enfermos, el considera que la mejora del control metabólico y dietético
riesgo de un retraso menor en las adquisiciones y de trastor- puede prevenir el desarrollo de la afección renal. También se
nos cognitivos es más elevado. Por todo ello, hay que insistir considera que, en cuanto se confirma la existencia de una
en la importancia de un buen tratamiento que permita microalbuminuria, la prescripción de medicamentos de la
prevenir la aparición de estos episodios hipoglucémicos. Un familia de los inhibidores de la enzima convertidora de
estudio reciente ha permitido detectar lesiones cerebrales en angiotensina es importante y eficaz.
las imágenes de resonancia magnética (RM) de enfermos con • La hipertensión arterial pulmonar es una complicación
glucogenosis de tipo I que habían tenido numerosos episo- inusual de la enfermedad, descrita en siete casos hasta la
dios hipoglucémicos [7]. fecha. No se conoce bien su origen fisiopatológico, aunque se
• Las complicaciones debidas a la hipertrigliceridemia y a la barajan [13] posibles anomalías del metabolismo plaquetario
hipercolesterolemia son relativamente infrecuentes. Se han de la serotonina. El pronóstico es malo porque la esperanza
descrito algunos casos de pancreatitis aguda hemorrágica con de vida es muy breve una vez confirmado el diagnóstico de
hipertrigliceridemias graves (>35 g/l). Aunque estos enfermos, hipertensión arterial pulmonar.
por su perfil lipídico sérico, parecen estar predispuestos al • El desarrollo de ovarios polimicroquísticos es frecuente en las
desarrollo precoz de aterosclerosis, numerosos datos clínicos, chicas y mujeres jóvenes que padecen glucogenosis de tipo I.
epidemiológicos y biológicos muestran que, en este grupo de El diagnóstico se basa en la ecografía y en su tratamiento
enfermos, no se observa una formación prematura de placas deben intervenir ginecólogos.
de ateroma. Los datos clínicos proceden de estudios retros- • Algunas complicaciones son específicas del tipo I B. Se trata
pectivos [6]. Algunos datos de laboratorio muestran que la de infecciones recidivantes esencialmente cutaneomucosas
hiperuricemia juega un papel de protector vascular, que el (gingivoestomatitis, periodontitis, abscesos y aftas). Otras
poder antioxidante del suero de los enfermos es superior al veces se puede tratar de una enfermedad inflamatoria intes-
del suero de personas no enfermas y, por último, que la tinal. Las manifestaciones clínicas de las afecciones gastroin-
célula endotelial de los enfermos aquejados de glucogenosis testinales se pueden observar en un 75% de los enfermos
de tipo I A es menos sensible a la oxidación de las lipopro- aquejados de glucogenosis de tipo I B. Consisten en dolores
teínas de muy baja densidad (VLDL) que la célula endotelial abdominales crónicos, diarreas y, a veces, abscesos o fístulas
de las personas no enfermas [8, 9]. perianales. Estos síntomas son muy parecidos a los que se
• Si el tratamiento no es lo suficientemente eficaz, pueden observan en la enfermedad de Crohn [3].
aparecer complicaciones secundarias a la hiperuricemia:
litiasis renales, crisis de gota e incluso nefrocalcinosis. Genética
• Las complicaciones debidas a los trastornos de la hemostasia Los genes que codifican la glucosa-6-fosfatasa por un lado y
primaria son frecuentes y se deben prevenir. Se trata sobre la glucosa-6-fosfato translocasa por otro han sido localizados y
todo de epistaxis, a veces abundantes, y de gingivorragias. se han clonado los ADN complementarios. Los estudios mole-
Estas complicaciones hemorrágicas deben prevenirse, sobre culares son numerosos y han mostrado claramente la heteroge-
todo si se prevé una intervención quirúrgica. neidad alélica de las glucogenosis de tipo I A y I B; también se
.
• Las complicaciones hepáticas de la enfermedad son frecuen- han publicado revisiones exhaustivas sobre el catálogo de estas
tes. El desarrollo de adenomas hepatocelulares es un verda- mutaciones [14]. Algunas mutaciones son más frecuentes en
dero problema durante la 2.a o 3.a década de la vida (Fig. 2). determinadas etnias. Así, en el gen que codifica la glucosa-6-
• La prevalencia de estos adenomas aumenta con la edad. fosfatasa, las mutaciones p.R83C y p.Q347X son más frecuentes
Aunque su fisiopatología no se conoce bien, parece que las en los caucásicos y la mutación p.R83C es más frecuentes entre
causas metabólicas intervengan más que las hormonales [10]. los judíos. Las correlaciones entre genotipo y fenotipo son
En la actualidad, se considera que, después de la edad de prácticamente inexistentes ya que, en la actualidad, tan sólo la
20 años, al menos un 50% de los enfermos tiene varios homocigosis para la mutación p.G188R en el gen de la glucosa-
adenomas en su hígado. Las principales complicaciones de 6-fosfatasa parece estar asociada a un fenotipo más próximo de
estos adenomas hepáticos son la hemorragia en su interior y una glucogenosis de tipo I B; la homocigosis para la mutación
la transformación en hepatocarcinoma. El desarrollo de un c727G > T parece estar asociada a un fenotipo más moderado
hepatocarcinoma es inusual (no se observó durante el estudio pero con un mayor riesgo de que se desarrolle un hepatocarci-
europeo retrospectivo), pero, hasta la fecha, ya se han noma [15]. En el mismo orden de ideas, las mutaciones pG339C
publicado [11] más de quince casos. El seguimiento y control y c1211delCT son particularmente frecuentes en los enfermos
de los enfermos que tienen adenomas intrahepáticos es de origen caucásico aquejados de glucogenosis de tipo I B [15, 16].
difícil, porque los marcadores biológicos (a-fetoproteína y Es importante señalar que la identificación de las mutaciones
antígeno carcinoembrionario) no son completamente fiables permite, en casi todos los casos, confirmar de manera no

4 Pediatría
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invasiva el diagnóstico de glucogenosis de tipo I A o I B y que, otro (prolongación del período de normoglucemia, menor
por tanto, las indicaciones de la biopsia hepática con aguja han insulinosecreción) y no está todavía disponible en países de
pasado a ser excepcionales en esta situación. Asimismo, hay que nuestro entorno.
insistir en que, como la neutropenia y las infecciones recidivan- El objetivo del control dietético es mantener unos niveles de
tes no siempre están presentes en el tipo I B y, en cambio, sí glucemia preprandial alrededor de 4 mmol/l, con una relación
puede existir una cierta disfunción de los polimorfonucleares lactato/creatinina urinaria < 0,06 mmol/mmol [17]. Cuando, a
neutrófilos en algunos enfermos del tipo I A, es necesario pesar de un tratamiento dietético adecuado, persiste una
estudiar ambos genes antes de programar una biopsia hepá- acidosis metabólica que se traduce por una concentración
tica [17] en un paciente que probablemente tenga una glucoge- sanguínea de bicarbonatos < 20 mmol/l y/o un exceso de bases
nosis de tipo I. < -5 mmol/l, esta acidosis debe corregirse utilizando bicarbonato
El análisis molecular es la única forma fiable de realizar el de sodio por vía oral en dosis de 1-2 mmol/kg/día. Estudios
diagnóstico prenatal cuando éste se solicita. En este caso, la recientes han puesto de manifiesto la aparición de una hipoci-
actividad de la glucosa-6-fosfatasa no se expresa ni en las traturia durante la evolución de enfermos con una glucogenosis
vellosidades coriales ni en las células amnióticas. Hace muchos de tipo I A. Este dato podría indicar que la alcalinización con
años, se intentó realizar el diagnóstico prenatal de glucogenosis citrato sería más adecuada para prevenir el desarrollo de litiasis
de tipo I A mediante biopsia del hígado fetal. Aparte del riesgo urinarias y nefrocalcinosis [21].
de este procedimiento, los estudios enzimáticos resultaban poco
convincentes, ya que la actividad glucosa-6-fosfatásica es muy Medicamentos
débil en el hígado fetal. Hoy día, cuando se han identificado la Algunos medicamentos pueden estar indicados. Es el caso del
o las mutaciones en el caso índex de la familia, el diagnóstico alopurinol si la hiperuricemia es superior a los valores normales
prenatal molecular es técnicamente realizable en una pieza altos para la edad. En caso de hipertrigliceridemia marcada,
biópsica de trofoblasto. Esta indicación debe discutirse caso por puede ser necesario un tratamiento con fibratos, ácido nicotí-
caso con cada pareja afectada. nico o también estatinas. Cuando se detecta y confirma una
microalbuminuria, se debe administrar [22] un inhibidor de la
enzima convertidora de angiotensina para tratar de proteger la
Tratamiento y control función renal de cualquier deterioro ulterior, como ocurre en la
El tratamiento consta de una parte terapéutica y de una parte nefropatía diabética (el desarrollo de una nefropatía glomerular
de vigilancia. El objetivo del tratamiento es conseguir un en caso de glucogenosis de tipo I A se debe a los mismos
control metabólico óptimo que permita evitar las hipoglucemias mecanismos fisiopatológicos que los que intervienen en la
y limitar al máximo los episodios de descompensación, favore- diabetes insulinodependiente). Si existe hipertensión arterial
cidos por la infección, cualquiera que sea su naturaleza. Se (valores superiores al percentil 95 para la edad), se deben utilizar
pueden utilizar diferentes estrategias, todas ellas condicionadas otros medicamentos además de los inhibidores de la enzima
por la tolerancia al ayuno del niño [17]. convertidora. También pueden ser necesarios suplementos orales
de vitaminas y minerales. Hay que prestar una especial atención
a las necesidades de calcio, ya que el régimen prescrito, pobre
Nutrición en lactosa, puede inducir carencias cálcicas. Hay que asegurarse
Durante el día, son necesarias las comidas frecuentes. El también de que no existan carencias en vitamina D ni en
consumo de almidón de maíz después de cada comida permite vitamina B1. Si estas carencias están presentes, deberán ser
mejorar el equilibrio metabólico y aumentar en lo posible la tratadas.
duración del ayuno. La administración de almidón de maíz sólo Para los pacientes aquejados de glucogenosis de tipo I B, se
puede comenzar después de los 9-12 meses [18]. La lactancia puede proponer el uso de factores de crecimiento de las células
materna estará permitida siempre que se cumplan los objetivos madre hematopoyéticas para corregir la neutropenia, sobre todo
metabólicos. Se deben reducir los aportes de fructosa y galac- si existen infecciones cutaneomucosas graves y recidivantes o
tosa. De hecho, algunos equipos prohíben el aporte de estos dos una afección inflamatoria intestinal [3]. Estos medicamentos se
azúcares. A la vista de estudios retrospectivos, no parecen existir administran por vía subcutánea, de acuerdo con diferentes
diferencias significativas en términos de crecimiento y de protocolos. El uso de estos factores de crecimiento de células
complicaciones a largo plazo entre los enfermos que no recibie- madre hematopoyéticas puede inducir el desarrollo de una
ron ningún aporte de fructosa ni de galactosa y aquéllos cuyos esplenomegalia que, en ocasiones, puede ser dolorosa o incluso
aportes fueron restringidos de manera significativa pero no molesta por su volumen.
prohibidos [6] . Hay que señalar además que la prohibición
alimentaria entraña el riesgo de que se desarrollen conductas Trasplante
que pueden semejar una anorexia, conductas muy perjudiciales En algunas ocasiones puede estar indicado [23] un trasplante
en este tipo de situación puesto que el tratamiento de las hepático o renal. Sin embargo, hay que hacer todo lo posible
glucogenosis de tipo I está principalmente basado en la dieté- para no llegar a este punto. En la actualidad, existe un consenso
tica. Durante la noche, los aportes pueden continuar por vía sobre las indicaciones del trasplante hepático: transformación de
oral, suplementados con almidón de maíz. También se puede un adenoma en adenocarcinoma, adenomatosis múltiples
administrar una alimentación enteral de flujo continuo por inextirpables por cirugía, retraso grave de crecimiento que no
medio de una sonda nasogástrica que se coloca por la noche y responde a un tratamiento médico adaptado o hipertrigliceride-
se retira por la mañana o incluso de una gastrostomía, cuya mia intensa que no responde a un tratamiento médico ade-
indicación se debe discutir caso por caso. cuado [23]. Las indicaciones para el trasplante renal son más
La alimentación enteral nocturna de flujo continuo tiene la habituales (insuficiencia renal terminal). Hay que señalar que el
ventaja de que tanto el niño como su familia pueden dormir trasplante hepático no corrige obligatoriamente la neutropenia
mientras que los aportes glucosados sean constantes y el en los enfermos con glucogenosis de tipo I B. También es
equilibrio metabólico esté garantizado. Este tipo de nutrición necesario mencionar que si el trasplante hepático se realiza en
enteral requiere, sin embargo, que la fiabilidad de la instalación un enfermo que ya tiene una nefropatía incipiente, reflejada por
esté garantizada. Las bombas utilizadas están dotadas de una microalbuminuria o incluso por una proteinuria, ésta
acumuladores y de alarmas. Aún así, se han descrito algunos seguirá su evolución, con el riesgo de que algún tiempo después
accidentes provocados por la desconexión de los tubos. En estas termine en una insuficiencia renal terminal [24]. Algunos autores
circunstancias, el riesgo de hipoglucemia grave rápida (dentro han propuesto para estas situaciones un doble trasplante,
de la media hora siguiente a la interrupción) es importante y hepático y renal.
debe conocerse.
En el Reino Unido acaba de aparecer un almidón de maíz Edad adulta
modificado; los estudios sobre este almidón todavía son esca- Gracias a los avances terapéuticos, numerosos niños han
sos [19, 20]. La eficacia de este producto varía de un enfermo a llegado a alcanzar la edad adulta y este hecho ha planteado

Pediatría 5
E – 4-059-L-10 ¶ Glucogenosis

problemas específicos. Cada vez más mujeres jóvenes que Manifestaciones clínicas y biológicas
padecen glucogenosis de tipo I alcanzan una edad en la que
desean tener hijos. El uso de una anticoncepción oral es posible Casi todos los enfermos tienen una afección hepática y
y aconsejable en estas jóvenes. Sin embargo, los estrógenos y muscular (glucogenosis de tipo III A), pero un 15% de los
progestágenos clásicos están contraindicados por el riesgo de pacientes sólo presenta manifestaciones hepáticas (glucogenosis
complicaciones hepáticas (adenomas) y de la hiperlipidemia que de tipo III B), sin ninguna manifestación muscular [1, 2]. Los
afecta a estos enfermos. En la actualidad, la anticoncepción se enfermos aquejados de glucogenosis de tipo III tienen hepato-
basa en el uso de progestágenos en dosis bajas, en tratamiento megalia (al principio de consistencia casi normal y que puede
continuo o administrados del 5.° al 25.° día del ciclo [25]. hacerse algo más dura al cabo de algunos años), hipoglucemia
El embarazo es posible en una mujer que padece glucogenosis de ayuno e hipertrigliceridemia.
de tipo I. Requiere un régimen a menudo estricto y que a veces Todas estas diferentes manifestaciones pueden dificultar,
recurre a la nutrición enteral nocturna de flujo continuo. Así, durante la infancia y antes de cualquier prueba enzimática o
es necesario, sobre todo durante los tres primeros meses, que la genética, la distinción entre una glucogenosis de tipo III y una
glucemia materna esté perfectamente equilibrada para que la glucogenosis de tipo I. Sin embargo, la tolerancia al ayuno suele
glucemia fetal sea normal a lo largo del día y de la noche. ser mejor en la enfermedad de tipo III que en la de tipo I,
También hay que señalar que estas jóvenes gestantes pueden aunque pueden existir grandes variaciones. Lo más significativo
tener dificultades alimentarias al comienzo de su embarazo, es que, cuando se produce una hipoglucemia en un enfermo
período propicio para las náuseas y los vómitos. Después, la con glucogenosis tipo III, no se asocia a una hiperlactacidemia;
situación suele mejorar. Estas mujeres deben ser tratadas en en este tipo de glucogenosis, el ácido láctico puede ser consu-
centros especializados y someterse a un control regular. En la mido por la neoglucogénesis. Por otra parte, las concentraciones
mayoría de los casos descritos hasta ahora, el parto se realiza sanguíneas de ácido láctico aumentan después de las comidas
por cesárea. Los recién nacidos no han planteado ningún en las glucogenosis de tipo III. Así, cuando se estudia el ciclo
problema específico, salvo algunos episodios aislados [26] de glucémico de un enfermo que padece glucogenosis de tipo III,
hipoglucemia. las curvas de glucemia y de ácido láctico son paralelas, lo que
Hay que mencionar además que varios equipos trabajan en permite distinguir con facilidad el perfil del tipo III del perfil del
proyectos de innovación terapéutica [27]. Se han efectuado [28] tipo I. La uricemia es casi siempre normal [1, 2].
trasplantes de hepatocitos y se están desarrollando proyectos de • El retraso de crecimiento también es una manifestación
terapia génica. Los estudios avanzan gracias a los modelos clínica frecuente. Puede existir una esplenomegalia, pero, al
animales (ratas, perros). En la actualidad, las estrategias se basan contrario de lo que se observa en las glucogenosis de tipo I,
en proyectos de terapia génica in vivo, que utilizan vectores el tamaño de los riñones no está aumentado.
virales para transferir al hígado el gen humano normal [29]. • En los exámenes de laboratorio, aparte de las anomalías antes
La segunda parte del tratamiento de los enfermos consiste en citadas, es muy frecuente observar un aumento de la concen-
la vigilancia y en la prevención. En 2002 [17], se publicaron unas tración sérica de las transaminasas relacionado con la afec-
guías de buenas prácticas que fueron elaboradas en el ámbito ción hepática y también con la afección muscular. En
europeo. Estas guías contienen los elementos necesarios para el muchos casos, las concentraciones séricas de creatina fosfoci-
control clínico, biológico y radiológico. Contienen asimismo los nasa están elevadas como consecuencia de la afección mus-
elementos necesarios para el tratamiento en caso de urgencia cular. Aún así, unas concentraciones normales de esta enzima
(perfusión de glucosa en caso de descompensación aguda, no permiten descartar el diagnóstico de glucogenosis de tipo
precauciones en caso de infecciones intercurrentes que puedan III [30, 31].
dificultar la alimentación por vía oral). También es necesario • El diagnóstico de certeza se basa en la demostración del
recordar la importancia de un tratamiento preventivo en caso déficit enzimático. En los enfermos que tienen una afección
de intervención quirúrgica (perfusión de glucosa durante varios hepática y muscular, el déficit enzimático es generalizado y se
días, asociada a corticoterapia y, a veces, a vasopresina). Los puede detectar no sólo en el hígado y en el músculo, sino
centros de referencia han redactado protocolos para estas también en los eritrocitos y en los fibroblastos. En la práctica
situaciones tan particulares. Por ejemplo en Francia, estos corriente, la determinación enzimática se realiza en una
centros de referencia han elaborado, en colaboración con la muestra de sangre, midiendo la actividad de la enzima
Association Francophone des Glycogénoses, una serie de desramificadora a nivel de los eritrocitos. En paralelo, se
documentos que se pueden consultar en la página de dicha determina [1, 30, 31] la concentración intraeritrocítica de
asociación (www.glycogenoses.org/). Algunos también se pueden glucógeno. En algunas ocasiones, es necesario practicar una
descargar, como ocurre con una carta de emergencia médica que biopsia hepática y/o muscular para confirmar el déficit
cualquier enfermo puede llevar consigo cuando se desplaza. enzimático. Antes, para definir con exactitud el subtipo de
glucogenosis de tipo III, eran necesarias ambas biopsias.
Gracias a los avances de la biología molecular, cada vez es
menos necesario tener que recurrir a estos procedimientos
“ Punto importante invasivos (cf infra).

Glucogenosis de tipo I Evolución a largo plazo y complicaciones


• El diagnóstico de glucogenosis de tipo I debe En general, tanto la hepatomegalia como las manifestaciones
sospecharse ante la aparición de una hipoglucemia de hepáticas tienden a mejorar y a remitir con la edad y no suelen
ayuno corto asociada a una acidosis láctica en un lactante plantear más problemas una vez terminada la pubertad [4]. Sin
que tiene un hígado grande y blando. embargo, en algunos enfermos se ha observado el desarrollo de
• La existencia de hipertrigliceridemia e hiperuricemia es una fibrosis hepática e incluso de una cirrosis. En seis ocasiones,
muy evocadora del diagnóstico, que se confirma por se ha descrito el desarrollo de un hepatocarcinoma [32] . Es
importante señalar que la carcinogénesis es, en este tipo de
estudio molecular.
glucogenosis, muy distinta de la del tipo I. Así, el desarrollo de
un hepatocarcinoma es siempre secundario a la secuencia
fibrosis y después cirrosis [32] . La formación de adenomas
■ Glucogenosis de tipo III hepáticos es posible, pero más inusual que en las glucogenosis
de tipo I [4, 33]. Hasta ahora, no se ha descrito ninguna transfor-
La glucogenosis de tipo III, debida a una deficiencia de la mación maligna de adenoma en enfermos que padecen gluco-
actividad de la enzima desramificadora, se conoce también genosis de tipo III.
como enfermedad de Forbes o enfermedad de Cori. Otras veces, En los enfermos, más numerosos, que padecen glucogenosis
se utiliza para designarla el término de «dextrina límite». de tipo III A, la afección muscular es habitualmente mínima y

6 Pediatría
Glucogenosis ¶ E – 4-059-L-10

poco molesta durante la infancia, pero existe una gran variabi- comidas se debe adaptar a la tolerancia al ayuno. La alimenta-
lidad. En cambio, después de los 20-30 años, la afección ción debe ser enriquecida en proteínas (como la neoglucogéne-
muscular puede volverse importante y constituir una verdadera sis es funcional, se supone que los aminoácidos neogluco-
miopatía metabólica, causante de fatiga, dolores, calambres y formadores podrán contribuir a mantener la glucemia). El uso
debilidad progresiva. Esta miopatía puede ser invalidante, de almidón de maíz también puede ser un aporte importante,
dificultar la marcha y obligar al enfermo a replantearse su así como la nutrición enteral nocturna de flujo continuo. No es
profesión [34] . También se pueden observar complicaciones necesario restringir los alimentos con lactosa ni fructosa [1, 3, 4].
ortopédicas, secundarias a la debilidad muscular. Los datos Un estudio reciente plantea la posibilidad de que se produzca la
electromiográficos confirman la existencia de una miopatía remisión de la afección miocárdica mediante la modificación
difusa y, a veces, las velocidades de conducción nerviosa pueden del régimen [39].
estar disminuidas. Esta miopatía periférica puede acompañarse No parece posible que las medidas dietéticas puedan ralenti-
de una miocardiopatía, que habrá que buscar de manera zar la progresión y la evolución de la miopatía. Todavía no se
sistemática mediante ecografía [35]. Aunque es frecuente detectar conoce bien la evolución natural de la enfermedad y, por
una hipertrofia ventricular, las manifestaciones clínicas de la ejemplo, no es posible prever en la infancia la intensidad que
disfunción cardíaca son más inusuales. Aún así, se debe realizar alcanzará la afección muscular en la edad adulta.
una detección sistemática, sobre todo, ante un embarazo en una
mujer que padece este tipo de glucogenosis. Es necesario señalar Edad adulta
que, en algunos adultos, las manifestaciones hepáticas han sido Se sabe que mujeres con glucogenosis de tipo III han logrado
tan mínimas o han pasado tan inadvertidas que el diagnóstico que su embarazo llegara a término. Para ello, tuvieron que
de glucogenosis de tipo III sólo se establece en la edad adulta, someterse a un régimen más estricto, ante todo para mantener
ante una miopatía [30, 31]. una normoglucemia durante su embarazo [40] . La función
Debido a esta afección muscular, la inserción socioprofesional cardíaca de estas mujeres debe controlarse con regularidad y de
de los adultos aquejados de una glucogenosis de tipo III es, en forma especial durante toda la gestación, ya que se han descrito
general, menos buena que la de los adultos que presentan una algunos casos de descompensación cardíaca durante el emba-
glucogenosis de tipo I [4]. razo; en nuestro centro, en dos ocasiones fue necesario tratar
Las dificultades de crecimiento observadas en las glucogenosis episodios de insuficiencia cardíaca en jóvenes gestantes que
de tipo I también se pueden encontrar en las glucogenosis de presentaban una glucogenosis de tipo III.
tipo III, aunque en general son menores. Lo mismo ocurre con
el retraso puberal.
La presencia de ovarios poliquísticos es frecuente en las
mujeres aquejadas de glucogenosis de tipo III, pero su fertilidad
es normal.
Se han descrito [36] algunos casos poco frecuentes de diabetes
“ Punto importante
mellitus la cual, a largo plazo, complica la evolución de la Glucogenosis de tipo III
enfermedad.
• Los signos reveladores de la glucogenosis de tipo III
pueden ser muy parecidos a los de la glucogenosis de tipo
Genética I (hipoglucemia de ayuno, hígado grande), pero la
La glucogenosis de tipo III es de transmisión autosómica hipoglucemia no está asociada a una hiperlactacidemia.
recesiva. Su prevalencia es alta entre los judíos de África del • El diagnóstico se confirma por estudio enzimológico.
Norte (1/5.400 nacimientos) así como en las islas Feroe. El gen • Las manifestaciones hepáticas suelen atenuarse con la
que codifica la amilo-1-6-glucosidasa ha sido localizado y edad, mientras que las manifestaciones musculares
posteriormente clonado [37]. Como ocurre con las otras glucoge-
pueden ser predominantes.
nosis, se ha demostrado una gran heterogeneidad alélica. En la
población judía sefardí [38], se ha identificado una mutación
particular (c.4455 delT). Por otro lado, se ha identificado en
enfermos japoneses una mutación en un sitio donante del Diagnóstico prenatal de glucogenosis de tipo III
empalme. Dos mutaciones sin sentido, p.R864X y p.R1228X,
han sido identificadas en enfermos de origen caucásico aqueja- Se puede realizar por determinación enzimática sobre las
dos de glucogenosis de tipo III A y III B, con frecuencias vellosidades coriales y/o cuando se han identificado las muta-
respectivas del 10,3% y el 5,2%, mientras que otras dos muta- ciones por análisis molecular. En su defecto, si no se han
ciones, p.17 delAG y p.Q 6X, han sido identificadas exclusiva- identificado mutaciones, es posible utilizar marcadores molecu-
mente en pacientes con el tipo III B de la enfermedad. Estas dos lares con el fin de completar el diagnóstico prenatal por estudio
últimas mutaciones se localizan a nivel del exón 3, en el codón genético.
número 6. Ambas provocan proteínas truncadas, por lo que es
poco verosímil que puedan conservar actividad enzimática. El
mecanismo por el cual las mutaciones del exón 3 permiten
■ Glucogenosis de tipo VI:
mantener la actividad enzimática a nivel del músculo no se déficits de fosforilasa hepática
conoce todavía.
Hasta ahora, se han identificado varias decenas de mutacio- (enfermedad de Hers)
nes diferentes. El diagnóstico molecular no tiene utilidad para
la confirmación diagnóstica de la enfermedad, pero puede ser Presentación clínica
un complemento importante e interesante cuando se solicite el
diagnóstico prenatal. Resulta imprescindible cuando una pareja En 1959, Hers describió el caso de tres pacientes con hepato-
desea contar con un diagnóstico genético preimplantacional. megalia, hipoglucemias moderadas, aumento de la cantidad de
Por último, los estudios moleculares son interesantes para tratar glucógeno intrahepático y una actividad normal de la glucosa-
de comprender mejor la fisiopatología de la enfermedad. 6-fosfastasa. En estos enfermos, se pudo demostrar un déficit de
la fosforilasa hepática.
Los enfermos que tienen un déficit de fosforilasa hepática
Tratamientos suelen tener una evolución benigna y simple [41]. Durante la
primera infancia, se observa una hepatomegalia (habitualmente
Dietética moderada, por lo que a veces pasa inadvertida) y un leve retraso
El tratamiento dietético de los enfermos con glucogenosis de de crecimiento. La hipoglucemia y la hiperlipidemia también
tipo III es menos estricto que el que se prescribe a los enfermos son moderadas cuando están presentes. Las concentraciones
que padecen el tipo I de glucogenosis. La frecuencia de las séricas de ácido láctico y de ácido úrico son normales. No existe

Pediatría 7
E – 4-059-L-10 ¶ Glucogenosis

afectación muscular, ni periférica ni cardíaca. Habitualmente, la El gen que codifica la isoforma hepática de la subunidad a de
hepatomegalia se reduce a medida que avanza la edad y la fosforilasa cinasa se ha localizado en Xp22 y, posteriormente,
desaparece durante el período puberal. Así mismo, el retraso de ha sido clonado. Por otra parte, se han publicado los diferentes
crecimiento se suele corregir de manera espontánea durante la tipos de mutaciones identificadas en enfermos que tienen este
2.a década de la vida. déficit enzimático [44]. El tratamiento es sintomático y, si es
necesario, se adaptará la frecuencia de las comidas. Sin embargo,
Tratamiento la mayor parte de los enfermos no requieren ninguna medida
terapéutica específica.
El tratamiento es sintomático. La mayoría de los pacientes no
requieren ninguna medida terapéutica específica. En algunas
ocasiones, puede ser necesario un régimen rico en glúcidos, con
Déficit de fosforilasa cinasa muscular
comidas frecuentes, para prevenir la aparición de hipoglucemia. y hepática de transmisión autosómica
recesiva (tipo IX b)
Genética Los enfermos con este déficit a menudo tienen una hepato-
Existen tres isoformas de fosforilasas: la fosforilasa muscular megalia y un retraso de crecimiento durante la primera infancia.
(M), la fosforilasa hepática (L) y la fosforilasa cerebral (B). Estas En algunas ocasiones, también se puede observar hipotonía
tres isoformas están codificadas por tres genes diferentes que muscular. La evolución clínica suele ser semejante a la obser-
han sido localizados en los cromosomas 11, 14 y 20, respecti- vada en el tipo IX a [43]. Este subtipo de glucogenosis de tipo IX
vamente. La fosforilasa hepática está codificada por el gen PGYL está causado por mutaciones en el gen que codifica la subuni-
(localizado en el cromosoma 14). Se han podido identificar dad b de la fosforilasa cinasa. Se han identificado varios tipos
mutaciones en este gen en enfermos aquejados de glucogenosis de mutaciones: sin sentido, inserciones o mutaciones en sitios
de tipo VI [42]. Así mismo, se ha identificado una mutación de empalme.
específica en varios hermanos de una comunidad menonita.
Déficit de fosforilasa cinasa hepática
de transmisión autosómica recesiva
“ Punto importante Se trata de un subtipo poco frecuente de glucogenosis de tipo
IX. El déficit enzimático sólo afecta al hígado. Las manifestacio-
nes clínicas son más graves que en los demás subtipos de
El déficit de fosforilasa hepática es habitualmente una glucogenosis IX y es posible la evolución hacia una cirrosis
enfermedad benigna. hepática [43]. Este tipo de glucogenosis está causada por muta-
ciones en la subunidad gamma del gen que codifica la isoforma
hepática y testicular de la fosforilasa cinasa.

■ Glucogenosis de tipo IX: Déficit de fosforilasa cinasa específico


déficits de fosforilasa cinasa del músculo (tipo IX d)
La fosforilasa cinasa está formada por cuatro subunidades Se han descrito algunos casos aislados de este subtipo de
diferentes codificadas por cuatro genes diferentes. Esta comple- glucogenosis de tipo IX, con un déficit enzimático que se limita
jidad genética explica por qué durante mucho tiempo se utilizó al músculo. Las manifestaciones principales aparecen en la
una clasificación numérica confusa para este tipo de adolescencia o en la edad adulta; pueden consistir en calambres
glucogenosis. musculares con episodios de mioglobinuria o en una debilidad
En la actualidad, existen cuatro subtipos de glucogenosis de muscular progresiva con atrofia concomitante [43]. Los enfermos
tipo IX bien individualizados [43]. no tienen ni hepatomegalia ni miocardiopatía. Los datos
moleculares relativos a este tipo de glucogenosis son limitados:
tan sólo se ha identificado una mutación en el gen de un
Déficit de fosforilasa cinasa hepática ligado enfermo [45].
al X (tipo IX a)
Es la forma más frecuente de las glucogenosis de tipo IX; Déficit de fosforilasa cinasa limitado
representa alrededor del 75% de todos los casos. Las manifesta- al corazón
ciones clínicas habituales aparecen en un niño de edad com-
prendida entre 1 y 5 años [1, 2, 43]. Consisten en una distensión Se han descrito algunos casos esporádicos con una deficiencia
abdominal relacionada con hepatomegalia, retraso estatural y, a específicamente cardíaca de la actividad de la fosforilasa cinasa.
veces, un leve desfase en el desarrollo motor. En el laboratorio , Todos los enfermos diagnosticados murieron durante la primera
se observan hipercolesterolemia e hipertrigliceridemia modera- infancia por insuficiencia cardíaca secundaria a depósitos
das, así como una elevación también moderada de las concen- masivos de glucógeno en el miocardio. Todavía no se conocen
traciones séricas de las transaminasas. Existe también una las bases moleculares de esta enfermedad.
cetosis de ayuno. Estas manifestaciones clínicas y biológicas
desaparecen progresivamente con la edad y la mayor parte de
los enfermos adultos se vuelven prácticamente asintomáticos, a
■ Glucogenosis de tipo IV
pesar de que el déficit de fosforilasa cinasa persiste. A veces, el La glucogenosis de tipo IV, también llamada amilopectinosis
retraso de crecimiento puede ser más marcado durante la o enfermedad de Andersen, es una glucogenosis poco frecuente
primera infancia y provocar serias dificultades. En algunos casos, que representa alrededor de un 0,3% de todos los tipos de esta
un tratamiento con D-tiroxina ha conseguido mejorar el enfermedad. Se debe al déficit de la enzima ramificadora, que
crecimiento estatural. De cualquier forma, aunque el retraso de provoca la acumulación de un glucógeno anómalo que tiene
crecimiento sea más marcado, los adultos aquejados de gluco- pocos puntos de empalme en los tejidos (poliglucosan). Esta
genosis de tipo IX tienen una estatura final normal. La hipo- acumulación de glucógeno anómalo provoca las lesiones
glucemia, cuando existe, es de intensidad variable y habitual- tisulares que se observan en esta enfermedad. El déficit de
mente moderada. Este déficit enzimático se suele considerar enzima ramificadora afecta principalmente a hígado, cerebro,
como una enfermedad benigna, aunque es posible observar [43] corazón y músculos esqueléticos, lo que explica la variedad de
una cierta variabilidad clínica. Así, algunos varones que presen- presentaciones clínicas tanto en el niño como en el adulto. La
tan el déficit pueden ser asintomáticos, mientras que mujeres glucogenosis de tipo IV es una afección extremadamente
heterocigotas para este mismo déficit pueden tener, en raras heterogénea [46, 47]. Las formas fetales y pediátricas son excep-
ocasiones, síntomas muy moderados. cionales. Los lactantes que padecen glucogenosis de tipo IV

8 Pediatría
Glucogenosis ¶ E – 4-059-L-10

pueden haber tenido, durante la vida fetal, anasarca, artrogripo- se observa hepatomegalia. Después de una comida, se produce
sis e hipotonía intensa. Algunas de estas formas fetales de hiperglucemia e hiperlactacidemia, mientras que durante el
glucogenosis de tipo IV conducen a la muerte intrauterina [48]. ayuno se suele observar [49-51] una hipoglucemia asociada a
Las formas neonatales son muy poco frecuentes y, por su hipercetonemia. Hasta ahora, el diagnóstico de certeza se basaba
clínica, pueden ser interpretadas como una amiotrofia espinal en la demostración del déficit enzimático en el hígado, para lo
infantil. En esta situación, es habitual observar durante el que era necesario realizar una biopsia hepática con aguja; es
período prenatal la existencia de un hidramnios y una dismi- probable que la identificación de mutaciones en el gen que
nución de los movimientos fetales. codifica la glucógeno sintasa hepática (gen localizado en el
cromosoma 12p1 2.2) permita la confirmación del diagnóstico
Clínica de este tipo de glucogenosis de manera no invasiva. El trata-
miento es sintomático: consiste en comidas frecuentes y en la
La forma clásica, descrita inicialmente por Andersen en 1958, toma de almidón de maíz para prevenir episodios de hipoglu-
se manifiesta por el desarrollo progresivo de una cirrosis y cemia. El pronóstico es excelente [49-51].
posteriormente, de una hipertensión portal, durante los prime-
ros 18 meses de vida. Esta grave afección hepática evoluciona
hacia la insuficiencia hepática terminal entre los 3 y los 5 años
Déficit muscular
de edad, salvo que se pueda realizar un trasplante de hígado. En En los seres humanos, el déficit muscular de glucógeno
algunos casos más raros, los enfermos presentan una afección sintasa es una afección excepcional, ya que hasta ahora sólo se
hepática más moderada que no progresa y que permite que los conoce el caso de una familia [52]. En esta familia, tres hermanos
niños sobrevivan (hepatoesplenomegalia, elevación moderada tenían un déficit de glucógeno sintasa muscular, con afectación
de las concentraciones séricas de las transaminasas). La enfer- del músculo periférico y del corazón. El hermano mayor falleció
medad se puede manifestar en el adulto por una afección del a la edad de diez años y medio como consecuencia de una
sistema nervioso central y periférico [46, 47]. brusca parada cardíaca. Dos años más tarde, el segundo her-
mano se quejó de fatiga muscular y las exploraciones comple-
Genotipo mentarias detectaron una miocardiopatía hipertrófica y un
ritmo cardíaco anómalo. Una hermana más pequeña, de 2 años
El gen que codifica la enzima ramificadora ha sido localizado de edad, no presentó ningún síntoma. El estudio histológico de
en 3p1.4 y ha sido clonado. Los estudios moleculares han la muestra muscular mostró la ausencia de glucógeno. La
mostrado claramente que las formas hepáticas y neuromuscula- tolerancia a la glucosa era normal. En los tres hermanos, se
res de glucogenosis tipo IV están causadas por mutaciones del pudo demostrar una mutación homocigota que creaba un
mismo gen [48]. En un neonato fallecido como consecuencia de codón stop (de parada) en el gen que codifica la glucógeno
una forma neuromuscular grave [47], se ha identificado una gran sintasa muscular [52].
deleción en un sitio receptor del empalme. Se han observado
otras mutaciones puntuales en enfermos que padecían una
forma no progresiva y en enfermos con una forma clásica, con ■ Glucogenosis con afectación
desarrollo progresivo de una cirrosis. Para hacer el diagnóstico
de glucogenosis de tipo IV es necesario recurrir a una biopsia renal tipo síndrome de Fanconi
que demuestre la presencia de glucógeno anómalo y la deficien- (síndrome de Fanconi-Bickel)
cia de la enzima ramificadora en hígado, músculo, leucocitos,
eritrocitos o fibroblastos. Esta enfermedad es excepcional. Se debe a trastornos en el
transporte de la glucosa debidos a anomalías del transportador
Tratamiento GLUT 2 [53, 54], que transporta la glucosa de dentro hacia afuera
y de fuera hacia adentro en los hepatocitos, en las células b
No existe un tratamiento específico para este tipo de gluco- pancreáticas y en la membrana basolateral de las células
genosis. Las medidas terapéuticas son principalmente sintomá- epiteliales renales e intestinales. La enfermedad se caracteriza
ticas y tienen como objetivo aportar un soporte nutricional por una tubulopatía proximal grave, acumulación de glucógeno
suficiente para que el desarrollo, en concreto la fuerza muscular en el riñón y en el hígado, así como por anomalías del meta-
y el crecimiento, pueda ser normal. En algunas formas de bolismo de la glucosa y de la galactosa. Las manifestaciones
evolución cirrógena, se han efectuado trasplantes hepáticos que clínicas aparecen durante el primer año de vida y consisten en
en algunos casos han logrado una supervivencia sin que raquitismo, retraso marcado del crecimiento y hepatomegalia.
desarrollaran complicaciones neuromusculares o cardíacas. En el laboratorio, se observa una glucosuria masiva (alrededor
de 40 g/l), diabetes bicarbonatada, hiperfosfaturia, hiperami-
Genética noaciduria e hipofosfatemia con elevación de las concentracio-
La enfermedad es de transmisión autosómica recesiva. La nes sanguíneas de las fosfatasas alcalinas. También existen
detección de los heterocigotos se puede realizar por análisis hiperuricosuria e hipouricemia. Las radiografías del esqueleto
enzimático, pero sobre todo por estudio molecular. El diagnós- muestran anomalías óseas de tipo raquitismo. El tratamiento es
tico prenatal es posible por estudio enzimático y/o estudio estrictamente sintomático y su objetivo es compensar las
molecular [48]. pérdidas energéticas y metabólicas inducidas por la afección
renal (agua, fósforo, aminoácidos, vitamina D y calcio). El gen
que codifica el transportador GLUT 2 ha sido identificado y
■ Déficit de glucógeno sintasa clonado. Se han descrito varias mutaciones en este gen [53, 54].

(glucogenosis tipo O)
■ Glucogenosis con afectación
En realidad, existen dos déficits de glucógeno sintasa, uno
hepático y otro muscular. muscular exclusiva
Déficit hepático Déficit de fosforilasa muscular: glucogenosis
El déficit hepático no provoca, en el sentido estricto de la de tipo V o enfermedad de McArdle
palabra, una glucogenosis. Así, la ausencia de actividad de la
glucógeno sintasa provoca una reducción de los depósitos de
Clínica y pruebas de laboratorio
glucógeno. Los enfermos tienen, durante la niñez y por las En general, las manifestaciones clínicas aparecen en el adulto
mañanas, episodios de astenia, con vértigos y a veces convul- joven. Consisten en una intolerancia al ejercicio con desarrollo
siones, debidos a una hipoglucemia. En la exploración física no de calambres musculares. Alrededor del 50% de los enfermos

Pediatría 9
E – 4-059-L-10 ¶ Glucogenosis

tiene episodios de rabdomiólisis después de un ejercicio muscu- de McArdle. Los enfermos tienen, de manera precoz, episodios
lar: esto se traduce por la emisión de orina roja por la presencia de fatiga y dolores musculares durante el ejercicio. Los ejercicios
de una mioglobinuria. Estos episodios se producen después de intensos provocan calambres y mioglobinuria. Hay que señalar
ejercicios intensos. En el adulto de más edad, se puede desarrol- que, en la mayoría de los pacientes, la intolerancia al esfuerzo
lar [55] una debilidad muscular con un cierto grado de atrofia es manifiesta a partir de la infancia y que los síntomas son más
muscular. intensos que los de la glucogenosis de tipo V [1, 58]. Las mani-
Es importante señalar que casi todos los pacientes con una festaciones musculares pueden acompañarse de náuseas y de
enfermedad de McArdle tienen el llamado fenómeno «del vómitos. A menudo, también se observa una anemia hemolítica
segundo aliento»: esto significa que los enfermos pueden compensada (hiperbilirrubinemia no conjugada, elevación de la
realizar un esfuerzo muscular moderado y que, si disminuyen o reticulocitosis sanguínea). La hiperuricemia es relativamente
se paran brevemente en cuanto aparece el dolor muscular, frecuente y aumenta con el ejercicio muscular. La intolerancia
pueden continuar el esfuerzo con bastante rapidez y más al esfuerzo es particularmente perceptible después de comidas
facilidad. ricas en hidratos de carbono. Por último, el estudio histológico
En los análisis, las concentraciones séricas de creatina cinasa del músculo revela la presencia de un polisacárido anómalo, que
suelen estar elevadas en reposo y se elevan aún más después del se tiñe por el ácido peryódico de Schiff (PAS), pero resistente a
ejercicio. Tanto la amonemia como la uricemia tienden a la digestión diastásica [58].
aumentar con el ejercicio.
Bases bioquímicas y moleculares
Bases bioquímicas y moleculares La fosfofructocinasa es una enzima tetramérica. Tres genes
La actividad de la miofosforilasa es extremadamente baja, diferentes codifican las subunidades musculares, hepáticas y
cuando no indetectable, y las concentraciones de glucógeno plaquetarias. La enzima plaquetaria es la misma enzima expre-
están aumentadas en el músculo. El gen que codifica la fosfori- sada en los fibroblastos. Los genes que codifican las subunidades
lasa muscular ha sido localizado en el cromosoma 11q13-qter. musculares, hepáticas y plaquetarias se localizan en los cromo-
Se han identificado numerosas mutaciones en este gen que somas 10, 12 y 21 respectivamente.
pudieran ser la causa de la enfermedad de McArdle [56]. En los enfermos que padecen una glucogenosis de tipo VII se
El diagnóstico de la enfermedad de McArdle, evocado por las han identificado numerosas mutaciones de variada naturaleza
manifestaciones clínicas, debe confirmarse. Casi siempre, una molecular. No existe correlación entre genotipo y fenotipo [59].
prueba de esfuerzo a nivel del antebrazo permite orientar el Este déficit enzimático parece ser más frecuente entre los
diagnóstico: esta prueba consiste en apretar un dinamómetro judíos asquenazíes. En la actualidad, es posible realizar el
con el puño mientras que al mismo tiempo se mide la lactaci- diagnóstico molecular en este grupo de población; una de las
demia y la amonenia antes y después del esfuerzo. Cuando la mutaciones (anomalía del empalme del exón 5) representa
actividad de la fosforilasa muscular es deficitaria, el glucógeno alrededor del 70% de los alelos mutantes de esta población [60].
no puede ser degradado de manera normal. Como consecuencia Normalmente, el diagnóstico requiere la demostración del
de ello, no hay producción de ácido láctico, al contrario de lo déficit enzimático en el músculo por estudio bioquímico y/o
que ocurre en una persona libre de la enfermedad. De forma histoquímico.
paralela, la amonenia se eleva [55].
La segunda prueba, que sólo se puede realizar en los centros Evolución
especializados, es la espectroscopía por RM con fósforo 31 que,
de una manera no invasiva, permite evaluar parámetros quími- No existe un tratamiento específico, pero se deben evitar los
cos después de realizar un esfuerzo con la pierna o con el ejercicios musculares intensos para evitar la aparición de
antebrazo. En los pacientes que tienen la enfermedad de episodios de mioglobinuria y de calambres musculares doloro-
McArdle, la espectroscopia RM con fósforo 31 muestra una sos. La enfermedad es de transmisión autosómica recesiva.
alcalosis muy característica de este diagnóstico. De cualquier Como la enfermedad suele ser benigna, el diagnóstico prenatal
forma, el diagnóstico debe confirmarse con una biopsia no parece estar indicado, aunque sea factible desde el punto de
muscular [55]. vista técnico si la mutación ha sido identificada.

Evolución Otras glucogenosis musculares que se


El pronóstico a largo plazo de la enfermedad de McArdle es manifiestan por una intolerancia al esfuerzo
bueno. Algunos enfermos experimentan una mejoría en su
tolerancia al esfuerzo después de ingerir una comida rica en Se han identificado otros muchos déficits enzimáticos que
azúcar [57] o después de un entrenamiento regular. No existe un provocan síntomas similares a los observados en la enfermedad
tratamiento específico. Es aconsejable ingerir hidratos de de McArdle. Estas afecciones son excepcionales y sólo se
carbono antes de realizar esfuerzos para limitar los síntomas conocen algunos casos en países de nuestro entorno: déficit de
musculares. Lo más importante es evitar esfuerzos musculares fosfoglicerato cinasa, déficit de fosfoglicerato mutasa, déficit de
que puedan inducir episodios de rabdomiólisis (competición, lactato deshidrogenasa muscular, déficit de aldolasa A, déficit de
musculación, etc.). También se deben evitar situaciones de b-enolasa.
peligro como nadar lejos del borde de la piscina o de la orilla, Hay que mencionar también la reciente identificación de una
por el riesgo que en este caso supondría la aparición de un nueva glucogenosis muscular, la glucogenosis de tipo XIV. Hasta
bloqueo muscular. Con todo, es necesario realizar un entrena- la fecha, sólo se conoce un caso de esta afección. Este enfermo
miento físico regular moderado que, en algunos enfermos, había acudido a la consulta por dolores musculares desencade-
parece mejorar los síntomas musculares. nados por los esfuerzos desde su infancia; también había tenido
varios episodios de rabdomiólisis. La prueba de esfuerzo del
antebrazo puso de manifiesto una elevación anómala de la
Déficit de fosfofructocinasa muscular: amonemia después del esfuerzo. La biopsia muscular mostraba
glucogenosis de tipo VII o enfermedad la presencia de una acumulación de glucógeno y de algunas
de Tarui vacuolas. Las determinaciones enzimáticas efectuadas mostraron
un déficit de la fosfoglucomutasa, enzima que habitualmente
degrada la glucosa-1-fosfato en glucosa-6-fosfato. Gracias al
Clínica y pruebas de laboratorio
estudio molecular, se han identificado dos mutaciones en el gen
Las manifestaciones clínicas propias de este tipo de glucoge- que codifica la enzima. Se trata de la primera observación
nosis son muy similares a las que se observan en la enfermedad descrita de un déficit de fosfoglucomutasa [61].

10 Pediatría
Glucogenosis ¶ E – 4-059-L-10

■ Glucogenosis de tipo II: de la enzima recombinante, que constituye una vía terapéutica
muy prometedora. Este tratamiento, que requiere perfusiones de
enfermedad de Pompe enzima cada 15 días, ha conseguido una mejoría importante del
funcionamiento cardíaco en todos los niños tratados [67, 68]. Los
La enfermedad de Pompe se trata deliberadamente aparte resultados de un estudio realizado con 18 niños tratados antes
porque es una glucogenosis muy particular: el déficit enzimático de cumplir la edad de 6 meses mostraron que alrededor del 50%
está localizado en el lisosoma y consiste en una deficiencia de podía caminar a los 18 meses y que, al mismo tiempo, la
maltasa ácida, también llamada a-glucosidasa ácida. supervivencia aumentaba un 100%. Sin embargo, se observó
una mala respuesta al tratamiento en una tercera parte de los
niños, aproximadamente, aunque hayan sido tratados antes. En
Presentaciones clínicas y evolución la actualidad, se está realizando un ensayo clínico a gran escala
La enfermedad de Pompe es una glucogenosis muscular que para evaluar la respuesta al tratamiento por enzimoterapia
afecta de manera progresiva al músculo esquelético y, en los sustitutiva en la forma adulta de la enfermedad. La tolerancia a
niños pequeños, al corazón. las perfusiones suele ser buena, pero hay que señalar que se
La forma infantil, que se manifiesta en los lactantes, afecta de pueden dar reacciones de intolerancia a las proteínas inyectadas,
manera específica al músculo cardíaco. La enfermedad se va por lo que es necesario vigilar con atención a los enfermos
agravando y, sin tratamiento, los niños mueren generalmente al durante las perfusiones, que imperativamente deben efectuarse
final del primer año de vida, como consecuencia de una en un centro hospitalario.
insuficiencia cardíaca y de una insuficiencia respiratoria muy Por último, una serie de equipos trabaja en el mundo sobre
intensa [62, 63]. proyectos de terapia génica de la enfermedad de Pompe. En el
En los enfermos que presentan una forma menos grave de mismo orden de ideas, el uso de proteínas acompañantes o
esta afección, el síntoma predominante es la dificultad para la chaperonas, moléculas capaces de fijarse a la enzima deficiente
marcha debida a la afectación de los músculos de la cadera. La y, a veces, de mejorar su actividad enzimática modificando su
afectación de los músculos respiratorios puede asociarse a la estructura, puede ser una vía en el futuro, aunque todavía no
afectación de los músculos esqueléticos, con trastornos respira- se ha emprendido ningún ensayo en el ser humano [69].
torios, que primero son nocturnos y después, diurnos. La
afección respiratoria provoca una intensa fatiga, cefaleas
matinales y trastornos del carácter y de la conducta [64]. Se debe
prestar una especial atención a la respiración nocturna de estos
pacientes (muchos de ellos requieren una ventilación no “ Punto importante
invasiva durante la noche). También se pueden observar
trastornos digestivos, de tipo diarrea crónica, que pueden • La enfermedad de Pompe es una forma de glucogenosis
conducir a un diagnóstico erróneo de malabsorción. muy particular que pertenece al grupo de enfermedades
La afectación muscular sigue su lenta evolución a lo largo de lisosomales.
los años y es posible que el enfermo tenga que recurrir a la silla • Las manifestaciones clínicas, esencialmente las
de ruedas. La ventilación asistida permite mejorar la calidad y musculares, son variables; desde una forma precoz que
la esperanza de vida de estos pacientes. Hay que señalar que la comienza durante los primeros meses de vida hasta una
edad en la que estos problemas aparecen en el adulto varía: se forma del adulto.
ha descrito una forma juvenil, cuyos síntomas aparecen durante • La enzimoterapia sustitutiva constituye una esperanza
la infancia, y una forma adulta, cuyos síntomas se manifiestan terapéutica.
más tarde. La afectación cardíaca es excepcional en los pacientes
de más edad [62, 64]. En el adulto joven se pueden producir
accidentes cerebrovasculares.

Bases bioquímicas y moleculares ■ Conclusión


El diagnóstico de glucogenosis tipo II se basa en la demostra- Las glucogenosis son enfermedades poco frecuentes. Consti-
ción del déficit de la actividad de la a-glucosidasa ácida. Como tuyen un grupo heterogéneo de enfermedades. Afectan princi-
primera opción, se mide la actividad enzimática en los leucoci- palmente al hígado y al músculo. La enfermedad de Pompe
tos. Lo más indicado es confirmar el diagnóstico por estudio ocupa un lugar aparte dentro de este grupo, ya que es la única
enzimático en cultivos de fibroblastos, después de realizar una glucogenosis que está relacionada con una enfermedad lisoso-
biopsia de piel. mal. Los genes cuyas mutaciones provocan los diferentes tipos
de glucogenosis han sido clonados en su totalidad, por lo que,
Como se conoce el gen que codifica la maltasa ácida, es
en la inmensa mayoría de los casos, se puede realizar un
posible identificar las mutaciones en el seno de dicho gen [65].
diagnóstico no invasivo y, si se solicita, un diagnóstico prenatal.
Se ha descrito una mutación prevalente en la forma infantil de
la enfermedad de Pompe y otra mutación que prevalece en los
.

pacientes que presentan la forma adulta de este tipo de gluco-


genosis [66] : se trata de un defecto de empalme del ácido
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Cualquier referencia a este artículo debe incluir la mención del artículo original: Labrune P., Trioche Eberschweiler P., Mollet Boudjemline A., Hubert Buron A.,
Gajdos V. Glycogénoses. EMC (Elsevier Masson SAS, Paris), Pédiatrie, 4-059-L-10, 2010.

Disponible en www.em-consulte.com/es
Algoritmos Ilustraciones Vídeos / Aspectos Información Informaciones Autoevaluación Caso
complementarias Animaciones legales al paciente complementarias clínico

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