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ASTROLOGÍA ANTAKARANA

© 2021 - Editorial Astroflor


Autoría e ilustración de tapa: Mónika Correia Nobre
Edición: María Laura Ferro
Diseño de tapa e ilustraciones: Ludmila Disa
Diseño de interior: Silvana López
Ilustraciones del interior: Eloy Dorn
Corrección: Amelia Rossi
Hecho el depósito que prevé la ley 11.723. Ninguna parte de esta publicación, incluido el diseño de la
tapa y las ilustraciones, puede ser reproducida, almacenada o transmitida de manera alguna ni pesor
ningún medio, ya sea electrónico, químico, mecánico, óptico, de grabación o de fotocopia, sin permiso
previo del editor.
ISBN 978-987-86-9976-9

Correia Nobre, Monica Andrea


Astrología Antakarana : el sendero de la conciencia / Monica Andrea Correia
Nobre ; editado por María Laura Ferro ; prólogo de Natalia Carcavallo. - 1a ed. -
Ciudad Autónoma de Buenos Aires : Monica Andrea Correia Nobre, 2021.
Libro digital, EPUB
Archivo Digital: descarga
ISBN 978-987-86-9976-9
1. Astrología. 2. Espiritualidad. 3. Esoterismo. I. Ferro, María Laura, ed. II.
Carcavallo, Natalia, prolog. III. Título.
CDD 133.592
A la familia planetaria.
Índice

Prólogo I
Prólogo II
Prefacio
Introducción
El Sendero
Los chakras
Señores del Zodiaco
Los siete Cuerpos
Interpretación
La guía de los Puntos
Sadhana
Epílogo
Glosario
Bibliografía
Índice temático
PRÓLOGO I

“Conócete a ti mismo” es, probablemente, uno de los axiomas de mayor


trascendencia para la humanidad.
Funciona como una ley, como una orden, como una suave sugerencia, según
quién la diga y quién la reciba. Es la única respuesta posible a los grandes
interrogantes del mundo tal como nos permitieron acceder a él hasta ahora.
“Conócete a ti mismo” es el mayor propósito de la astrología y de todas las
astrologías posibles que se han desplegado hasta aquí a lo largo de los
milenios.
Es también el propósito de la Astrología Antakarana.
Estamos viviendo un nuevo final de los tiempos y pronto comenzará otro
ciclo. Es necesario y urgente recordar que, en algún momento, hemos
decidido estar aquí encarnados y acompañando la transición. Como le gusta
decir una y mil veces a Mónika: “El universo no gasta ni un quantum de
energía en traernos una experiencia que no sea necesaria para nuestra
evolución”. Este presente, esta vida y todo lo que estamos pensando,
sintiendo, creando y manifestando está puesto para ello.
Ya no hay más tiempo.
Somos puentes y protagonistas, y lo recordemos o no, en algún momento
nos ofrecimos a estar disponibles y al servicio de algo mayor. Si podemos ver y
sentir lo invisible, ya no habrá nadie que se atreva a dudar. Nuestra conciencia
y nuestra experiencia humana al unísono son el punto y el hilo que enlaza con
el otro punto. En el lenguaje de la ciencia, somos onda y partícula. En el
lenguaje de la era por venir, somos red. Y la red es mientras nosotros somos.
No es casual que se precipite ahora una nueva dimensión del sagrado
lenguaje astrológico ni que se despliegue una comprensión del mundo
simbólico, para que sea posible plasmarlo y actualizarlo. Está todo concedido.
Lo necesitamos.
“Conócete a ti mismo” es un axioma multidimensional. Ya no es suficiente
investigar de qué estamos hechos, cómo funciona nuestro cuerpo, ni
comprender la potencia de las emociones. No es suficiente tampoco saber
desde dónde la mente crea. No alcanza con percibir o intuir de qué forma la
magia, la gracia y la bendición se manifiestan. Para conocer quiénes somos,
para qué estamos aquí y conectar con nuestros propósitos, hay dimensiones
superiores de todo lo que hasta ahora fue la verdad, a las que ya es tiempo de
acceder. Si no, seguiremos durmiendo, dudando, soñando y ensoñando.
Habremos desperdiciado, una vez más, una gran oportunidad.
La única forma de estar en este mundo en cuerpo y alma, y en conexión con
el espíritu que nos anima es empezar a recordar que somos mucho más que lo
que siempre creímos que nos constituía. Somos un alma en evolución que
tiene experiencias y que, en algún momento, devolverá lo aprendido a la
Fuente. Eso que somos y eso que hacemos está sucediendo a la vez.
De cierta manera, podemos concebir así esta dimensión del lenguaje
astrológico, como una nueva posibilidad de acceder a una sabiduría superior.
El tiempo por venir necesita ser creado y plasmado desde otra conciencia; una
inabarcable, imposible de describir con palabras sin acotar lo que es en sí
misma.
Este tiempo nos necesita arraigados a esta madre Tierra, con raíces
profundas y convencidos. Urgen formas diferentes de andar que dejen huellas
y tracen nuevos caminos que solo se abrirán a nuestro paso. Lo que viene nos
necesita “aterrizados”, sosteniendo y anclando lo nuevo. Nos necesita
conscientes de que, mientras hacemos la tarea que nos toca, en otros planos
estamos haciendo algo más, mejor y realmente significativo. Así quizás la
Vida Una adquiera un real sentido.
¿Sabemos lo que estamos haciendo mientras hacemos lo que hacemos?
Quizás haya aquí posibles nuevas respuestas.
Es el tiempo de poner nuestras herramientas a funcionar, las que sabemos
que portamos, las que desconocemos y las que nos serán dadas por propio
derecho de conciencia.
Ya no podemos distraernos, justificarnos, ni anularnos en los falsos límites
del ego circunstancial ni en las historias que nos trajeron hasta aquí.
Es imperioso re-unir nuestras partes y tomar cuerpo, para que a través de
todo lo que en verdad somos, en nosotros y a través de nosotros, lo que viene
pueda encarnar.
Desde adentro y desde afuera a la vez. Desde abajo y desde arriba. Desde la
potencia de la Tierra y con la bendición del Cielo.
Somos la confluencia y la síntesis de infinitos procesos que suceden en
simultáneo.
Somos la conciencia que empieza a tener recuerdo de sí y se ensancha, se
expande, y aprende a respirar y a latir de una nueva forma.
La conciencia que emite y que emana. La que nos reconecta con los otros y
con lo otro.
Autopercibirnos desde esta certeza nos permitirá recuperar el recuerdo de la
chispa divina que somos. Reconectar con lo sagrado en nosotros será el agua
viva que vuelva a inundar nuestro ser y lo resignifique todo.
Existe una dimensión del lenguaje que siempre ha sido, y que ahora urge
recuperar y actualizar. La tarea que viene es grande. Nos necesita enteros y
reencontrados con todas nuestras partes, siendo y existiendo al unísono y en
coherencia.
El tiempo es ahora. Y esto recién empieza.
Empiezo por casa.
En el intento de iniciar este proceso que excede las palabras, me auto-
legitimo para darte la bienvenida a esta nueva información que —a través de
Mónika y de su compromiso con la tarea, de su esfuerzo y de la gracia que la
sostiene y la ampara— está siendo posible.
Mónika posee en ella una bendición que honra en su hacer y en su ser. A lo
largo de sus vidas, junto con su incansable alma buscadora, ha recorrido
caminos; misterios; lo oculto y la luz; el atrevimiento a la sombra. Portadora
de una llama que despeja las tinieblas, hoy plasma esta información. Deja un
legado que la trasciende sin ser consciente del significado profundo de este
acto de creación.
Quizás la Astrología tal como aquí se manifiesta esté aún a destiempo, y sea
comprendida y desplegada a lo largo de los años por venir, pero he aquí una
misión cumplida. La bendita tarea está realizada, una vez más.
La ofrenda en amor, su servicio a la humanidad y su compromiso con el
espíritu se sintetizan humildemente en esto que tiene forma de libro y que
emana algo mayor.
Me tiemblan los dedos mientras tipeo. Practico en mí la capacidad de
sostener lo que llega, sin miedo y con la conciencia de redención. Me sumerjo
otra vez en el cosmos entero y en las aguas profundas de una verdad que no
puedo osar reducir a palabras. Confío en que vos, que estás leyendo, puedas
recibir aquello que trasciende a través de ellas.
La Astrología me salvó la vida.
Mónika me recordó la hermandad, me devolvió el alivio, y la certeza de que
estamos tan solas y tan acompañadas y tan guiadas.
Trabajé mucho en mí para autorizarme a escribir este prólogo. El llamado se
responde con un sí, más allá de lo que nuestras limitaciones de ego permitan y
de no comprender por qué yo. No importa. Sí a todo lo que es. Sí, hermana.
Lo que sea necesario. Hoy y siempre y una vez más.
Mi eterno agradecimiento por concederme el honor de plasmar unas
palabras en este libro sagrado, mucho más sagrado de lo que aún somos
capaces de ver. La Astrología Antakarana y la posible evolución del hombre
son un llamado al reencuentro de lo humano con el espíritu. Un puente
multicolor que nos reunirá al paso que nos atrevamos a caminarlo así, solos,
acompañados y guiados.
Gracias, hermana, por hacerlo posible.
Que sigas siendo sostenida por el amor de Dios.
Natalia Carcavallo
Septiembre 2020
PRÓLOGO II

Cuando Mónika me comentó que estaba listo el libro de Astrología


Antakarana, me dio mucha alegría. Sabía de su trabajo hacía más de dos años,
cuando me contactó para evaluar la posibilidad de preparar un módulo de
Astrología Antakarana dentro del programa Meridian. Me contó de qué se
trataba, tenía que ver con todo lo kármico, pero también con la superación…
y me gustó mucho la idea. Trabajé sobre sus manuscritos, y el módulo quedó
listo en menos de un mes.
La Astrología Kármica en general nos permite buscar, para aquellos que
creemos en ella, en un nivel más oculto, en el pasado, causas posibles que
permitan clarificar eventos del presente. Lo que sucede es que hay varias
formas de abordar las interpretaciones. Algunas son fácticas y solo explican
posibles causas; otras promueven el autoconocimiento y, con esto, la
superación de los eventos a la luz de algo más amplio, más comprensivo, algo
que nos hace avanzar y superarnos, que nos lleva hacia el lado del Espíritu y,
por lo tanto, es espiritualizante.
El abordaje interpretativo que realiza Mónika en su trabajo corresponde al
segundo grupo, por lo que me pareció novedoso y estimulante. La idea de
Astrología Antakarana tiene en sí misma un trasfondo espiritual, un puente,
un camino a los planos trascendentes del Ser, un camino de retorno al origen,
donde nos sentimos en casa, donde recobramos una sensación enorme de
felicidad.
Siempre asocié el concepto de Antakarana a un hilo, una conexión que los
teósofos utilizan como instrumento para conectar nuestro yo con nuestro Ser
Superior, y que siempre queda vinculado, para mí, a la imagen mítica del Hilo
de Ariadna, un hilo tendido por el Amor, que nos permite salir del laberinto
creado por la materia, un retorno a la luz de la Conciencia.
Esa comprensión nos alivia, relativiza cualquier situación, cualquier efecto
que estemos experimentando perdidos a veces en nuestros laberintos. Nos
acerca a las causas, y eso permite ampliar nuestro autoconocimiento. Con ese
nuevo conocimiento podemos elegir ir liberándonos de cosas y tornarnos más
livianos, lo que facilita avanzar en ese retorno a casa, a una nueva sensación de
felicidad.
Salimos de esa casa en algún momento con la necesidad de experimentar.
Experimentamos, llegamos a lugares oscuros que sentíamos que debíamos
conocer… Los conocimos y en algún momento nos perdimos en los
laberintos, perdimos la conexión. En lo más profundo, sabemos que debemos
iniciar el camino de retorno, lo anhelamos, pero a veces no tenemos idea de
cómo hacerlo.
Para eso necesitamos reconocer cosas y situaciones que ya no son necesarias,
comprender que ya no son importantes y, como sucede en lo cotidiano,
precisamos tener un mapa para ubicarnos y acceder a una ruta para iniciar ese
camino de retorno.
El libro de Mónika nos hace sentir ese “efecto retorno” al ampliar el
concepto de Tiempo, ampliando la imagen y haciéndonos ver su circularidad.
Se re-crea la carta natal a la luz de esa conciencia restablecida, se incluyen
niveles, y cada planeta, cada punto y ángulo de la carta se observa desde este
nuevo punto de vista, que está en un plano más elevado de nuestro Ser y, por
lo tanto, nos brinda una mayor perspectiva, una mayor comprensión.
La Astrología Antakarana es una herramienta muy valiosa pues, por un
lado, nos aporta una visión de dónde venimos para poder soltar los nudos que
nos atan al pasado y, por el otro, nos muestra un camino de desarrollo
personal, nuestro propio camino espiritual… nos brinda esa visión
espiritualizante que nos acerca, como hijos pródigos, a nuestra casa.
En ese camino nos vamos encontrando con otros… Otros que también
trabajan para volver y con quienes nos toca compartir… Compartir en todos
los planos, físico, emocional y mental. Nos ayuda a reconocernos como
buscadores, a ampliar nuestra tolerancia, nuestra comprensión de lo que en
apariencia es diferente. Comenzamos a vernos como compañeros de viaje,
empezamos a ver la Hermandad.
Espero que la lectura de Astrología Antakarana coloque a todos al menos un
paso más cerca de nuestra casa.
Juan Saba
Agosto 2019
PREFACIO

Mi agradecimiento total para el grado cero de Acuario,


sin cuya asistencia nada habría existido.

La conciencia que somos es luz. Luz en movimiento, desplazándose por el


espacio-tiempo mientras se desenrolla dentro de su cápsula Antakarana.
Evidentemente, esa conciencia tiene un origen, un punto de inicio en el que
surgió como fruto de la Voluntad de la Fuente Divina. En ese momento,
multitudes de chispas de conciencias comenzaron su recorrido dentro de la
matriz del Tiempo. Esa matriz es similar a un código de programación
original cuya ingeniería describe en detalle las experiencias concebidas para
este ciclo de manifestación terrestre. Para esta serie del Juego.
Las estrellas han guiado a los humanos desde el principio mismo de la
civilización.
Cerca de los polos de la Tierra, las estrellas parecen girar alrededor de un
centro y en ese movimiento se puede intuir el eje terrestre. El polo celeste
boreal que señala el eje es un punto imaginario alrededor del cual gira la
bóveda celeste.
Debido a su movimiento pendular, la Tierra gira sobre su eje como un
trompo a medida que se traslada por el espacio y va dibujando un círculo
imaginario con el eje, que rítmicamente señala hacia distintas estrellas. En el
polo norte hay estrellas intensas, de primera magnitud, que indican el centro.
En la actualidad, Polaris es la estrella del norte que señala el polo celeste. En
el polo sur no hay una estrella central y se utiliza la Cruz del Sur, que gira
cercana al centro, para señalarlo.
El movimiento circular que describe nuestro eje durante el recorrido por el
espacio va señalando de forma retrógrada los signos del Zodiaco. Esto es
visible durante el equinoccio en la confluencia entre el Ecuador celeste y la
eclíptica, y se conoce como la “precesión de los equinoccios”. El recorrido es
de un grado cada casi setenta y dos años y así va cambiando las eras
astrológicas, cada una de dos mil ciento cuarenta y ocho años. El ciclo de
veinticinco mil setecientos setenta y seis años es conocido como “año
platónico”.
Existen discusiones acerca de si ya entramos o no en la Era de Acuario. En
mi opinión, es claro que sí, ya que puedo ver cómo la energía de Acuario se
expresa de forma abundante en los eventos que vivimos en los últimos años.
Para recorrer por completo Acuario faltan dos mil años y, en ese momento,
llegaremos al lugar más misterioso del cielo: el grado cero de Acuario.
Ahora bien, ¿cómo encaja este conocimiento astronómico con la
interpretación de la secuencia cósmica ordenada que permite a los astrólogos
hacer predicciones perfectas utilizando las efemérides de astrología tropical?
Quiero decir, ¿por qué razón se siente y se vive un planeta como si estuviera
en Géminis si en realidad está en Tauro? ¿Cómo es que podemos predecir,
leer revoluciones solares y tránsitos a una persona, si los datos que usamos no
coinciden con la realidad que vemos en el cielo debido a la precesión de los
equinoccios?
El mismo Zodiaco nos da la respuesta, permitiendo entender lo sagrado del
orden que nos revela. Nuestra conciencia, que es la chispa divina, la luz que
somos y todo el orden de la vida en la Tierra que experimentamos, fluye de lo
que parece ser el ombligo del Cosmos: la Fuente. Para verlo basta con
desplegar desde arriba, como si fuera en el Medio Cielo, el grado cero de
Acuario que se transforma así en el lugar más misterioso del Zodiaco.
Si armamos la Cruz Fija poniendo a Tauro en el Ascendente, al observar los
regentes tradicionales de los signos, podemos ver que los planetas se
acomodan de la manera correcta, tomando la ubicación exacta tal como
existen en el sistema solar en las órbitas que van de Saturno al Sol y a la Luna,
doblemente: hacia la derecha y hacia a la izquierda, marcando un claro
recorrido dual que remite a nuestra existencia terrenal.
Lo sorprendente del orden planetario y zodiacal es que lo recibimos en el
año 3000 antes de Cristo. Recordemos que la Astrología nace en Sumeria (allí
nace toda la civilización, o renace), es decir que aparentemente el orden de las
órbitas planetarias era conocido, desde hace más de cinco mil años. No
tenemos idea de cómo los antiguos supieron estas cosas.
Mirando el orden de los regentes en los signos, la imagen permite ordenar
las casas del Cielo y los días de la Tierra con sus signos y planetas regentes
que surgen desde Saturno, el padre, y bajan a ambos lados duplicando en
espejo: Saturno, Júpiter, Marte, Venus, Mercurio y, al finalizar, la Luna a la
izquierda y el Sol a derecha. El diagrama trae la lógica de la dualidad en la
que existimos, un orden cósmico que se expresa en los hemisferios izquierdo y
derecho del cerebro, la Luna queda a la izquierda: el inconsciente, la noche, lo
femenino; a la derecha, el Sol: el padre, el día, lo masculino.
Desde este Punto, el grado cero de Acuario, comienza el Antakarana de la
Humanidad. La luz se abre paso desde el centro creativo del Universo, la
Fuente, con la idea de volver a él, volver al Padre.
Voy a intentar hacer síntesis en estos distintos conceptos.
Creo que observar la multidimensionalidad que nos acompaña en este viaje
es aceptar que hay misterios que probablemente nunca nos serán revelados.
La existencia de la Humanidad en la Tierra, con el desarrollo de sus
potenciales espiritual, social y material, sobrepasa los patrones evolutivos del
resto de las vidas y las conciencias que habitan el planeta. Como estamos tan
inmersos en el proceso, es difícil discernir, pero si comparamos con los
procesos evolutivos de otras especies y sus adaptaciones a la vida en el planeta,
resalta lo artificial dentro de lo natural de la construcción del universo que
habitamos, creado claramente por una inteligencia suprema.
En la vida que cada uno de nosotros vivimos, se vinculan aspectos de
variadas sustancias que arman una red. Un entramado que relaciona todos los
tipos de experiencias posibles de ser percibidas con los sentidos y con el alma,
y que retienen en su forma los misterios de distintos patrones repetidos en
esos diferentes planos. Por eso, en general podemos encontrar respuestas
sobre un tema si miramos en otro lugar.
Las distintas astrologías utilizan diferentes marcos teóricos que les permiten
interpretar las diversas partes que nos componen y tienen varios relojes que
utilizamos para medir distintas cosas. La capacidad de moverse por los planos
de la Existencia y la plasticidad que posee la Astrología permiten que un
planeta o un signo brinde —a la vez— información de tipo material y
concreto, de tipo emocional, de tipo mental y de tipo espiritual. De esa última
clase, me ocupo en este libro.
Vuelvo, entonces, a la pregunta: ¿por qué funciona la Astrología tropical?
Encuentro la respuesta en el movimiento de la luz. Sabemos que, al observar
en el espacio profundo con la ayuda de un telescopio potente como el Hubble,
viajamos hacia el pasado; que a medida que se busca tomar una imagen más
lejana, esa lejanía es doble: más lejos en años luz significa más lejos en el
tiempo. Por eso hay que tener en cuenta que la luz de una estrella que
miramos desde la Tierra viajó miles de años luz para llegar hasta nuestro
actual espacio-tiempo.
Esta ventana de tiempos enormes, que va desde que la estrella emitió su luz
hasta que la vemos titilar en el cielo, incluye la posibilidad de que estemos
viendo la luz de una estrella que ya se ha apagado, que ya se ha muerto. Esto
me recuerda la metáfora de que las almas de nuestros muertos brillan en el
firmamento.
Volviendo al Antakarana —y recordando que somos chispas, estrellas—,
digo que una conciencia es luz en evolución que se despliega y va utilizando el
espacio-tiempo en su desarrollo (¿Alguna vez vieron una hoja de helecho
desenredarse al crecer?).
Ese movimiento ocurre dentro de un código organizado, que el Creador
inició con la siembra de las almas, cuando comenzó esta civilización, y cuya
programación permanece activa desde el inicio de esta experiencia.
Ancestralmente, y desde el momento en que el código les fue revelado a los
humanos cinco mil años atrás, lo usamos sin percatarnos de que estamos
leyendo arqueoastrología. Si lo analizamos con la lente temporal, el código es
antiguo, pero está activo: el programa sigue funcionando y por eso podemos
interpretarlo e, incluso, adelantarnos a lo programado. Por lo menos hasta
que ocurra la actualización. (Estamos a un bucle del tiempo nuevo y la
actualización del programa matriz pronto llegará, es importante guardar los
archivos para el despliegue).
Mientras dure este ciclo en el que vivimos, las conciencias humanas, esas
chispas en camino hacia la evolución espiritual, guardan su recorrido —como
si fuera un tesoro— en sus Antakaranas. Y gracias a esta técnica que les
ofrezco, será posible para ustedes entender en qué momento se encuentra
cada una.
Para comenzar a interiorizarse en la naturaleza del Antakarana, hay que
visualizar un sistema en red que posee seis niveles en su interior.
El Primer Cuerpo de experiencia es el material, en él tomamos como
aprendizaje la capacidad de concretar y de permanecer habitando un medio
físico.
El Segundo Cuerpo nos lleva de recorrido por la energía emocional, en él
aprendemos a vivir y gestionar correctamente las increíbles y variadas
emociones humanas.
El Tercer Cuerpo es vital en cuanto al desarrollo de ciencia y liderazgo, en él
avanzamos en el pensamiento personal y creamos una individualidad
completa separada del resto. Pero esa individualidad, o ego creado, deberá ser
transformado para evolucionar.
Eso ocurre en el Cuarto Cuerpo, donde recibimos el mundo espiritual, un
Cuerpo de artistas y magos deseosos de vincularse y autopercibirse en la
trascendencia.
En el Quinto Cuerpo, ya el avance espiritual es notable y los intereses de las
personas activan cantidades de información creativa para el bienestar de la
humanidad.
En el Sexto Cuerpo, el crecimiento se acerca a su máximo, y la comprensión
del proceso evolutivo humano se toma con enorme responsabilidad, razón por
la cual la persona actúa en el mundo desde ese lugar especial de plena
coherencia.
El Antakarana es la nave con la cual el viaje del Ser deberá ser recorrido, y
en estas páginas encontrarán la técnica para descifrar astrológicamente ese
Plan.
Tao Te Ching
El sendero que puedes andar
no es el sendero real.
El nombre que puedes decir
no es el nombre real.
Cielo y tierra
empiezan en lo innominado:
nombre es la madre
de las diez mil cosas.
El alma sin deseos
ve lo oculto,
el alma que siempre desea
ve solo lo que desea.
Dos cosas, un origen,
diferentes en nombre,
cuya identidad es misterio.
¡Misterio de misterios!
La puerta está oculta.
Úrsula K. Le Guin
INTRODUCCIÓN

Tiempo lineal y tiempo circular


La existencia del pasado y el futuro es tan real como la del presente. Como los
momentos se convierten en movimientos que tienen que aparecer como futuro,
queda afectada la calidad de conocimiento en el intelecto y la conciencia.

—B.K.S. Iyengar. Luz sobre los Yoga Sutras de Patanjali.

Sutra IV-12 atita anangatam svarupatah asti adhvabhedat dharmanam.

Existen muchos tipos de enfoques astrológicos, y cada uno permite


interpretar al individuo en sus distintas realidades de existencia. Debido a mi
percepción y experiencia, mi manera de entender la astrología es espiritual y
como consecuencia es kármica, ya que no existe ley más justa que la de
Saturno, y en su orden existimos.
La conciencia humana conoce tres tiempos posibles: pasado, presente y
futuro. Aunque solo puede habitar el instante presente, percibe sutilmente
estos movimientos, es decir, de dónde viene y hacia dónde se dirige. Este
orden lo nombramos con la palabra tiempo y habla de la función de Saturno,
que es la inteligencia que organiza ese devenir. Y también organiza los
resultados de los movimientos que la conciencia realiza dentro de los tres
tiempos posibles. El nombre que usamos para llamar a esos resultados es
karma.
Es decir que inevitablemente la conciencia humana encarnada existe y tiene
sus experiencias dentro de la línea del Tiempo de Saturno, que marca el
Orden con sus Horas y medidas.
Entiendo que un Ser es una Conciencia, una chispa divina que posee una
Identidad espiritual o cósmica, que vive a lo largo del Tiempo,
experimentando a través de ciclos de encarnaciones. En ellas, tiene muy
variadas experiencias y roles que le permiten explorarse a sí misma, al tiempo
que se desarrolla y evoluciona. Como consecuencia, aumenta su nivel de
sentido de “sí mismo” y eso la lleva de forma progresiva a expandir su luz, su
voluntad y su capacidad de amar hasta alcanzar la iluminación.
Por la ley de resonancia, si este libro está en tus manos es porque algo de
esto ya ha nacido en tu interior. Tu alma hizo un llamado hacia lo
trascendente y luminoso que habita tras la superficie de lo evidente. Es este
pulso del alma lo que te llevó a buscar, y dar un paso más allá de lo que ofrece
la interpretación astrológica plana y condicionante que habitualmente estanca
el crecimiento.
Para tomar el panorama completo que esta nueva Astrología Espiritual
brinda, es recomendable tener conocimientos de Astrología Kármica, ya que
primero hay que interpretar la conciencia humana como viajera del tiempo en
la Tierra para después poder verla en su completitud imperecedera. La
Astrología Antakarana describe el instante actual del proceso en el que se
encuentra la conciencia eterna que somos.
Desde la perspectiva de la Astrología Kármica, la comprensión del proceso
evolutivo existe siempre dentro de un espacio-tiempo lineal, en el que una
vida se enlaza a la siguiente de manera progresiva. Así, se puede interpretar en
la carta natal la información de los recorridos en las vidas pasadas: acciones,
emociones y pensamientos que conforman la materia prima con la que, en la
presente encarnación, se escenifican, a modo de resultados kármicos,
experiencias para ser vividas.
Todo el proceso que implica la comprensión del karma en la carta natal y la
manera de interpretarlo está descripto de manera exhaustiva en mi libro
Astrología Kármica. Allí explico, entre otros conceptos:
… Karma es una palabra de origen sánscrito que se traduce como
acción y que está presente en varias filosofías y religiones, el budismo y
el hinduismo, por ejemplo. Para estas tradiciones espirituales, el karma
es el resultado concreto de acciones producidas por cada uno de
nosotros a lo largo de la existencia de nuestras Almas. Es decir que, por
el solo hecho de vivir y en el natural proceso del morir y renacer a
través de una larga rueda de sucesivas encarnaciones, se van generando
resultados visibles en todos los aspectos de nuestra vida… (Mónika
Correia Nobre, Astrología Kármica, Editorial Astroflor).

En este libro, voy a explicar el lenguaje astrológico aplicado a la Astrología


Antakarana y cómo sirve para decodificar la posición espiritual de una
persona, sus orientaciones, y para identificar desde qué plano vive la
experiencia de la presente encarnación. La comprensión de este tipo de
lectura esotérica permite además utilizar las posiciones planetarias para la
evolución espiritual.
La Conciencia o Espíritu evoluciona dentro de su cápsula en un espacio sin
tiempo. Por esa razón en Astrología Antakarana todo ocurre en un tiempo
fuera del tiempo terrestre, en un tiempo circular, que se expresa desde el
centro eterno del Ser y en el que la información expresada radialmente puede
ser o existir en simultáneo. Este último detalle tiene varias consecuencias.
En ese espacio del ahora eterno, el espíritu autoconsciente evoluciona, en un
proceso que lo lleva del humano cercano a la mente grupal animal, al humano
cósmico e iluminado, próximo a un Bhuda, un Cristo, un Iniciado de alto
grado.
Entender el Antakarana como un espacio cuántico de la conciencia donde
todos los yoes posibles se experimentan simultáneamente implica la
posibilidad de que los errores descriptos kármicamente puedan estar siendo
cometidos ahora mismo por otro yo que se encuentra encarnado en otro
espacio-tiempo. Esta comprensión permitiría que esos errores, incluso,
puedan ser reparados desde la visión consciente del yo actual.
Cuando a la mirada temporal lineal de la interpretación kármica le
agregamos el yo en el Espíritu vivenciando en el Ahora de la Astrología
Antakarana, elevamos la información a otra esfera. Una esfera espiritual
eterna, donde los tiempos se desenrollan en espirales circulares manifestadas
en un eterno presente y que simultáneamente permanecen accesibles para el
propio individuo o conciencia que se autopercibe. Esta accesibilidad
permanente de la conciencia humana es la que permite que podamos viajar en
el tiempo para recoger y leer información con el Tarot, los Registros
Akáshicos o cualquier método de comunicación existente con “Todo lo que
Es”.
Cruzar la información del tiempo lineal kármico y el eterno presente del
espíritu permite comprender mejor la carta natal en sus dos caras: la de la vida
presente desde la óptica de la persona encarnada en el espacio-tiempo de la
Tierra, y la eterna: quién era y quién es realmente, tomando todas las
dimensiones de las personalidades terrestres y cósmicas.
Es decir que interpretar la Carta Natal Antakarana (de ahora en adelante:
CNA) desde la óptica kármica permite conocer en qué instancias evolutivas
ocurrieron los eventos espirituales experimentados en pasadas encarnaciones.
Y al interpretar la información total desde la óptica cuántica del ahora eterno,
se puede observar cómo se manifiesta la experimentación de otros yoes de
existencia simultánea, en donde conviven algunos más evolucionados y otros
menos.
La Astrología Antakarana integra la información tradicional kármica y
esotérica, y la eleva dentro de un espacio mayor, espiritual y evolutivo. Al
utilizar sus claves para la interpretación, el astrólogo puede comprender la
realidad de la Vida en la Tierra desde un plano trascendente y superador.

PREGUNTAS DE LOS ESTUDIANTES

—¿Por qué la ley de Saturno es justa?


—Saturno, por su posición en el Zodiaco en reposo, es doblemente custodio
supremo del origen cósmico humano. Esta ubicación, en el grado cero de
Acuario, lo hace simultáneamente “Padre+Madre creador” y “Padre+Padre
ordenador” del sistema. Padre más Madre, cuando va de Saturno a la Luna en
el hemiciclo nocturno, y Padre más Padre cuando va de Saturno al Sol en el
hemiciclo diurno.
—Su límite, referido al tiempo, ¿hace posible el despliegue de esta
encarnación? ¿Nos hace evolucionar más allá de las personalidades y el ego
que quiere todo ya? ¿Saturno es a quien honramos cuando somos capaces
de decir “son los tiempos de Dios”? Necesitamos poner en palabras alguna
vez la desestigmatización de Saturno... “Salve Saturno”, jaja.
—Me encanta eso de “Salve Saturno”. Creo que sin querer lo honramos,
porque Saturno representa la inteligencia sobre la cual nos desplazamos en el
espacio-tiempo y sin la cual no podríamos existir ni tener nuestra experiencia
terrenal. De alguna manera, nos salva, en el sentido de mantenernos enteros o
en la estructura, que también es la estructura del espíritu del yo real, dentro
del recorrido. Él es el Padre+Madre que denominamos matriz del tiempo.
Cuando digo “tiempo”, solo hablo de Saturno en su estructura capricorniana y
cuando digo “espacio-tiempo” hablo de Urano+Saturno en su forma
acuariana.
—¿Cómo pueden ser reparados los errores kármicos? Antes que eso,
¿cómo los podemos observar o presentir, ser más conscientes de los errores
que traemos en esta encarnación?
La autoobservación es la mejor herramienta de evolución espiritual, la
Astrología Antakarana nos permite observarnos desde otro lugar, la simple
conciencia de eso ya nos trae luz sobre el proceso y sobre cómo cambiar el
resultado, además facilita el encuentro de herramientas y terapias que ayudan
en el Sendero.
—Si empezamos a descubrir el código de esta Astrología, ¿qué haremos
con ella? ¿Para qué nos sirve saber en qué esferas de nuestra conciencia
estamos actuando? ¿Qué hacemos con esa información una vez que la
comprendimos?
—Avanzamos. Saber por dónde estamos y cuáles son los potenciales que nos
esperan es similar a descubrir un horizonte, similar a un vuelo al espacio:
agrega distancia y corre límites. Al hacerlo, estamos listos para seguir
ascendiendo.
—Hablás de identidades terrestres y cósmicas. ¿Cuáles son? ¿Por dónde
se podrían empezar a pensar?
—Las identidades terrestres son aquellas que fue necesario construir para
vivenciar las distintas vidas en la Tierra y hacer carne la experiencia, pero no
son definitorias. Son simplemente un puente hacia el siguiente nivel, que se
vincula con un espacio de influencia mayor, cósmico. Mi identidad terrestre
actual está vinculada a mi nombre y apellido. Existen muchas identidades
terrestres, hemos nacido con infinidad de nombres, pero para el final del
recorrido deberemos soltarlos a todos para tomar la nueva forma.
—Nosotros, eternos en modo chispa divina, tenemos un Antakarana. ¿Es
así? En ese Antakarana sucede todo lo demás. ¿Entonces tendremos todas
las vidas posibles desde este mismo Antakarana?
—Sí, cada conciencia habita un Antakarana de principio a fin, se desarrolla
ahí dentro, se expande en él hasta que ha terminado su recorrido. Es similar a
una cuna, un hogar, una semilla, una pupa, una carpeta de archivos, un
vehículo en el cual nos trasladamos, donde además guardamos nuestras
pertenencias durante el viaje.
EL SENDERO
QUÉ ES EL ANTAKARANA

Antakarana es el camino que se encuentra entre tu espíritu y tu yo.


—Helena Blavatsky. La Voz del Silencio.

Para entender esta astrología es necesario comprender primero de qué


hablamos cuando hablamos de Antakarana, una palabra de origen sánscrito
que significa ‘órgano interno, corazón, puente, conector, Sendero’, que es
utilizada habitualmente en textos sagrados tibetanos, hinduistas y esotéricos.
El tema es vasto, profundo y tiene muchas aristas.
Cada Conciencia evoluciona desde el primer momento de su aparente
existencia individual, pasando por los distintos estados y niveles hasta llegar al
Humano. En el estadio Humano se incluyen los registros de las anteriores
existencias, de cuando la Conciencia transitaba su Camino de aprendizaje en
los Reinos Mineral, Vegetal y Animal, con sus infinitas formas de vida. Por
eso podemos acceder a la información de los niveles que esos Reinos
representan: Materia, Emoción y Racionalidad.
Estos niveles están conectados en nuestro planeta por medio de las
experiencias de las Unidades de Manifestación de la Conciencia en su
recorrido por los Reinos Mineral, Vegetal y Animal. Dentro de cada uno de
estos Reinos existen innumerables Entidades que, con su Energía Conciencia,
coordinan la Evolución de los individuos a su cargo. De esta manera, están
trabajando en nuestro planeta en forma constante, Entidades de Energías
Conciencia para cada especie en cada Reino.
Cada uno de esos niveles (Mineral, Vegetal, Animal y Humano) necesita
eones de Tiempo para desarrollarse completamente. En las distintas
experiencias vividas en cada Reino, van avanzando en la construcción de sus
respectivos Antakaranas. Este “puente” es un conector edificado de pura
Energía Conciencia y es el propio Ser quien lo compone. Esta conexión es
necesaria para comunicar uno y otro nivel y es, al mismo tiempo, el medio y el
fin para llegar al siguiente estado evolutivo. Es decir que, la Energía
Conciencia deberá construir un enlace para autotrasladarse y evolucionar del
nivel Mineral al Vegetal. Lo mismo ocurre entre el nivel Vegetal y el Animal,
y nuevamente se construye un Antakarana entre el nivel Animal y el nivel
Humano. Entre cada uno de los distintos estadios y en cada oportunidad en
la que hace su salto cuántico conciencial, el Ser en Camino de Evolución
suma Energía Conciencia, construye su enlace y cambia de Órbita. Estos
Antakaranas le sirven a cada Unidad para trasladar la información de la
Energía Conciencia autoexperimentada, de un escalón al siguiente.
En un nivel puramente espiritual, Antakarana es el nombre que recibe el
receptáculo, vasija o cápsula donde la conciencia individual humana se
desarrolla y evoluciona. Posee características que podríamos asociar, por su
forma y funcionamiento, a lo virtual, aunque se percibe como real a través de
las experiencias de la vida, de modo similar a como se perciben los sueños
mientras estamos soñando.
Lo primero que voy a definir es en qué sentido uso la palabra conciencia, ya
que todos utilizamos este término con muy diferentes niveles de intensidad.
“Conciencia personal” define el conocimiento que uno tiene de sí mismo, y se
diferencia del inconsciente o lo que no se reconoce como propio (incluyendo
todas las otras conciencias). El término conciencia puede ser usado
simplemente para describir una parte de la racionalidad humana, como
conciencia colectiva o conciencia social. En la vida cotidiana, la nombramos
cuando tenemos que mirar algo con mayor atención o algo que conocemos
bien.
En este texto, cuando utilizo la palabra conciencia, me refiero al quantum de
energía que somos, a la mente superior. A la identidad impersonal y eterna
que realmente somos cada uno de nosotros más allá de la identidad personal
actual, el Yo Real que podríamos identificar como el nombre de espíritu. La
parte del Todo.
Es decir que el receptáculo o Antakarana es el espacio protector de esa
“semilla” de conciencia de sí mismo, que se irá desenrollando con el fluir de
las experiencias de las vidas.
En segundo lugar, al definir la naturaleza de la cápsula como virtual, lo que
estoy diciendo es que no tiene una existencia corpórea en nuestro plano de
realidad 3D, aunque en ocasiones podemos vislumbrarla.
Aun así, desde la cápsula se programan las vivencias que tendremos en los
distintos niveles de percepción: físico, emocional, psicológico mental,
vincular, en cada una de las encarnaciones. Y a través de esos recorridos se
eleva, desde el plano físico al cósmico, la identidad de la conciencia.
El Antakarana, entonces, es el verdadero cuerpo espiritual. El verdadero Yo.
El lugar personal y privado en el que permanecemos durante “el tiempo que
dura el espacio entre vidas” y donde nos reencontramos con la información
real y completa de las distintas encarnaciones vividas a lo largo de los tiempos.
Esa función memoriosa es inherente al Antakarana, que permanece fuera del
tiempo lineal de la Tierra, y que debido a su naturaleza akáshica, encripta y
almacena toda la información sobre las identidades que hemos desarrollado:
quiénes somos y quiénes hemos sido. De la misma manera, almacena las
referencias y vínculos de todo el recorrido de las experiencias vividas a través
de los ciclos de encarnaciones, incluyendo los dones y las virtudes logrados, al
igual que los vicios y errores kármicos.
Toda la información se guarda con el fin último de servir a la evolución de la
conciencia y darle la continuidad necesaria para su iluminación total, lo que
ocurre, como dije antes, gracias a la experiencia concreta material a través de
las vidas.

El símbolo

En general solo se conoce el símbolo geométrico del mismo nombre, que se


utiliza en Reiki como protección e imagen de meditación, al que se le otorgan
poderes sanadores y activadores:
Por la lógica geométrica intrínseca del Antakarana, todas las formas existen
en su interior. Esto incluye los sólidos platónicos que observamos en
geometría sagrada, ya que su estructura alberga toda la secuencia evolutiva de
la Flor de la Vida, el hexágono de Saturno, el símbolo de Reiki, el Cubo de
Metatrón o Estrella de David, que genera el carro de Luz tridimensional: el
Merkaba, etc.
Si analizamos el símbolo Reiki, su construcción sigue el lineamiento del
Merkaba, donde al girar la Estrella de David y moviéndonos de la
representación plana al volumen, podemos obtener un vehículo femenino o
uno masculino, dando existencia a las dos polaridades. De la misma manera,
ya que es la misma base geométrica, en el símbolo Reiki femenino, la línea
superior es recta, mientras que en el masculino se muestra en punta.

Ambas imágenes surgen como resultado de unir, dentro del Antakarana y en


cualquiera de sus Cuerpos, los puntos de los Signos del Zodiaco femeninos:
Tauro, Cáncer, Virgo, Escorpio, Capricornio y Piscis, para realizar el símbolo
femenino, y los puntos de los Signos del Zodiaco masculinos: Aries, Géminis,
Leo, Libra, Sagitario y Acuario, para realizar el símbolo masculino, tal como
puede observarse en la imagen.

Un significado complejo
Hacer síntesis sobre el significado de la palabra Antakarana es una tarea
bastante compleja. Descripto muchas veces como un puente arcoíris, podría
traducirse como un hilo o un camino, ya que une dos yoes: el yo inferior, o
personalidad terrestre, y el Yo Superior o personalidad espiritual.
Lo que hace difícil la síntesis no es el puente en sí mismo, sino las orillas o
sujetos que se vinculan en el interior del Antakarana. Esos son dos aspectos
de uno mismo: uno sagrado y otro profano, uno despierto y el otro dormido,
uno eterno y el otro transitorio. En su recorrido, estos dos yoes tienen que
conectarse, y el comando debe pasar consciente y voluntariamente desde el yo
inferior al Yo Superior, al Espíritu.
Este Sendero, del que tantos sabios han hablado, es un camino con
estaciones, paradas, vueltas atrás, valles y montañas. Un recorrido con
Iniciaciones espirituales: Menores y Mayores, que se realiza en el devenir de
las vidas dentro de la matriz del Tiempo.

Parte de la misión de cada Conciencia Individual consiste en hacerse


Identidad unida a Todo lo que Es. A medida que experimentamos más
Conciencia entendida como conocimiento sobre uno mismo, y esta se fija
al núcleo de la Identidad Cósmica, mayor es la percepción del Todo y de
unión con el Todo.

Existe una paradoja intrínseca al proceso: a mayor cantidad de “Yo


Soy”, el resultado es un mayor y más fácil “Nosotros Somos”. Estos dos
particulares estados existen en la Identidad del Ego Conciencia en
forma simultánea: Yo y Nosotros Somos Uno. Esta ley se entiende
apenas con el mental, y solo vibra en el nivel correcto a medida que se
transforma en experiencia, en algo que hemos vivido e incorporado
completamente al sistema.

Todo este enorme viaje planetario es acerca de ese conocimiento, que


viene desde lo profundo, pero se revela en lo cotidiano por medio de
situaciones, aparentemente, ordinarias. Así es como los eventos
comunes, en el Ser atentamente observador, toman una dimensión mayor
y se transforman en extraordinarios.
Durante el proceso de construcción del Antakarana, la Identidad
planetaria desarrollada en la presente encarnación (que es funcional al
trabajo del Alma), se va conectando con la Identidad Cósmica, a la cual
se accede al final del recorrido, en el punto 78 del Antakarana. La suma
de los conocimientos acerca del Ser (en cuanto las dos Identidades
habitualmente llamadas yo inferior y Yo Superior) se van fusionando e
integrando, y esto hace a los distintos grados evolutivos concienciales,
es decir, a los diferentes grados de Iluminación.

–MCN, 77 Estados de la Conciencia en evolución,


Editorial Astroflor.

Raíces de sabiduría

Probablemente, los textos más antiguos en los que se nombra la palabra


Antakarana son los Yoga Sutras, una obra del siglo III a. C., escrita por el
sabio iluminado Patañjali, en la que se describe la práctica del Yoga mediante
ciento noventa y seis aforismos o Sūtras que son considerados un tesoro de la
espiritualidad mundial.
El maestro del Yoga B. K. S. Iyengar, en su libro Luz sobre los Yoga Sūtras
de Patañjali, habla del Antakarana en varias oportunidades, por ejemplo, al
explicar el Sūtra I.2: yogah cittavrtti nirodhah:

El principio pensante o conciencia (antahkarana) vincula el principio


inductor de la naturaleza (mahat) con la conciencia individual, que
puede imaginarse como un fluido que envuelve al ego (ahamkara), la
inteligencia (buddhi) y la mente (manas).

Luego continúa:

Si consideramos a ahamkara (ego) como uno de los extremos de un


hilo, entonces antaratma (Sí-mismo Universal) es el otro. Antahkarana
(conciencia) es el unificador de ambos.

En este Sutra se describe la finalidad del Antakarana como la de ser el hilo


unificador entre el ego o yo personalidad y la conciencia del “sí mismo
universal” o Yo espiritual, e incluyendo la cápsula que la contiene, la que
describe como la madre o el principio natural que le da nacimiento a esa
conciencia individual. Además, se toma tiempo para enumerar las distintas
partes que la conforman, incluyendo su función. Nombra tres grandes áreas:
el ego o yo inferior; los órganos de percepción y análisis de la experiencia: la
inteligencia y la mente.
Más adelante, en su explicación del Sūtra II.19: visesa avisesa lingamatra
alingani gunaparvani:

Además, profundamente oculta en la naturaleza humana, se halla una


potente arma espiritual: “la conciencia” (antahkarana o dharmendriya),
que encarna los principios éticos y morales. Antahkarana observa lo
correcto e incorrecto de nuestra conducta, y motiva y ayuda a cultivar
citta, haciendo que solo lleve a cabo acciones correctas.

En este Sutra se aclara la función formativa y rectora del Antakarana que en


ningún momento del recorrido de la conciencia permanece indiferente a los
movimientos que en ella se producen sino, muy por el contrario, actúa con
inteligencia superior observando su desarrollo. Por otro lado, el texto resalta
que el descubrimiento y uso del Antakarana es la más potente arma espiritual
de la que dispone la humanidad: la llave de la evolución.
A partir del siglo XIX, los distintos autores y maestros esotéricos han
trabajado en el tema del Antakarana incansablemente.
Podemos leer a Helena P. Blavatsky, en su obra inconclusa Glosario
Teosófico, publicada en mayo de 1891, meses después de su muerte:

Antahkarana o Antaskarana (Sánscrito).

Este término tiene varios significados… Así es que Zankarâchârya


traduce esta palabra en el sentido de “entendimiento”; otros, en el de
“órganos o instrumento interno, el Alma, formada por el principio
pensador y el egotismo [ahankâra]”; mientras que los ocultistas lo
definen como el sendero o puente entre el Manas superior y el inferior,
el Ego divino y el Alma personal del hombre.

Sirve como medio de comunicación entre ambos, y transmite desde el


Ego inferior al superior todas aquellas impresiones personales y
aquellos pensamientos de los hombres, que pueden, por su naturaleza,
ser asimilados o retenidos por la Entidad imperecedera y ser hechos así
inmortales con ella, siendo ellos los únicos elementos de la pasajera
Personalidad que sobreviven a la muerte y al tiempo.

Los factores o principios internos Buddhi, Ahankâra y Manas,


considerados colectivamente, constituyen el “órgano interno”
(antahkarana) o Alma, cuya actividad, a diferencia de los sentidos, se
extiende no solo a lo presente, sino también a lo pasado y venidero.

Los tres principios indicados forman, por decirlo así, los tres lados de
un triángulo cuya suma es el Chitta (mente, pensamiento, inteligencia),
con lo cual se realiza la idea de la trinidad en la unidad.

Es la “mente” considerada como un sentido o como un medio de


conocimiento.

—Bhagavân Dâs.

Esta definición afirma los textos anteriores. Detalla esta función enlazadora
del Antakarana como el hilo de la conciencia que conecta el yo inferior con el
Superior, su permanencia a través de los distintos tiempos y el resguardo de
las experiencias vividas.
En La voz del silencio, Helena Blavatsky escribe:

Antes que puedas mantenerte en pie en el umbral del sendero; antes de


cruzar la primera portada, tienes que fundir a los dos en el uno y
sacrificar lo personal al yo impersonal, destruyendo así el “Sendero”:
Antakarana. (Libro de los Preceptos de Oro).
Este párrafo ha sido mal interpretado, ya que a menudo se tomó de manera
literal, como si fuera necesaria la destrucción del Antakarana para liberarse del
yo inferior. Hay en eso una clara confusión. La destrucción del Sendero (o
liberarse de la cápsula) solo ocurre cuando la energía conciencia del Ser se ha
elevado lo suficiente como para terminar de recorrer el Sendero por completo,
recién entonces logra salir del plano de existencia humano para comenzar un
plano cósmico, ya como maestro ascendido, ya como ángel solar.
Cuando Blavatsky dice “fundir a los dos en uno”, está hablando del proceso
por el cual el yo inferior o la personalidad se rinde para ser absorbido por el
Yo Superior que toma el comando. Este movimiento de fusión y sacrificio
debe ocurrir de manera gradual en cada Iniciación o umbral para finalmente
destruir el Sendero, es decir, la cápsula, y lograr la iluminación. Un proceso
similar a cuando el brote de la semilla rompe la membrana que la retenía en
su interior.
Más tarde, Alice Bailey ordenó y amplió el trabajo realizado por madame
Blavatsky. Bailey escribió varios libros entre 1920 y 1949, año de su muerte.
En todos ellos habló del Antakarana y fue describiéndolo sutilmente en
distintas partes del sus textos. En uno de estos fragmentos dice:

El hilo de la conciencia (antakarana), resultado de la unión de la vida


con la sustancia de las energías fundamentales, constituye la primera
diferenciación en tiempo y espacio; esto produce algo diferente que solo
surge como tercera manifestación divina, después que ha tenido lugar la
unión de las dualidades básicas; es el hilo que se teje debido a la
aparición de la vida dentro de la forma, en el plano físico. Hablando
nuevamente en forma simbólica, se podría decir que el sutratma actúa
de arriba hacia abajo y es la precipitación de la vida a la manifestación
externa. El antakarana se teje, se desarrolla y se crea, como resultado
de esta creación primaria, y actúa de abajo arriba, de lo externo a lo
interno, desde el mundo fenoménico exotérico al mundo de las
realidades subjetivas y de significados. 12-42/45 A. B.

Entiendo que, cuando habla de energías fundamentales, habla de las


energías arquetípicas zodiacales que ingresan en la conciencia y que son el
soporte para la “primera diferenciación”, es decir, para el inicio del recorrido
que llevará de la conciencia grupal en el plano animal a lo que, a su debido
tiempo, va a constituirse en una conciencia individual humana por intermedio
del Antakarana.
Cuando A. B. alude a la tercera manifestación divina que es resultado de la
unión de las dos dualidades básicas, se está refiriendo al ser iluminado
producto de la fusión entre el yo inferior y el Yo superior. El Sutratma, o hilo
conductor de la conciencia, se manifiesta de abajo hacia arriba, es decir, del yo
inferior al Superior.
Volviendo al tema de las energías primordiales y su relación con los Signos
del Zodiaco, vemos que A. B. las describe en el siguiente párrafo, donde
afirma que el Antakarana es un vórtice de 12 fuerzas unidas por la voluntad
de la entidad espiritual y que representa un estado de conciencia. Agregaría
que representa también el estado de la conciencia.

La simbología del antakarana tiende lamentablemente a complicar la


captación de su real naturaleza. Quisiera recordarles que, así como el
alma no es un loto de doce pétalos que flota en la sustancia mental, sino
que es, en realidad, un vórtice de fuerza o doce energías unidas por la
voluntad de la entidad espiritual (la Mónada en su propio plano),
tampoco el antakarana es una serie de hilos de energía, tejidos
lentamente por la personalidad fusionada con el alma, al que se le unen
los correspondientes hilos proyectados por la Tríada espiritual, sino que
en realidad es un estado de conciencia. Estos símbolos son formas
verdaderas y vivientes, creadas por el poder mental del discípulo, pero
—en tiempo y espacio— no tienen real existencia. La única y verdadera
existencia es la Mónada en su propio plano, emergiendo como voluntad
expresiva y activa que, a su vez, es Amor activo cuando establece
relaciones, e Inteligencia activa cuando emplea las dos energías
superiores. No debe olvidarse que la energía de la inteligencia enfocada
en la mente es el instrumento o agente complementario de las otras dos
energías monádicas. 6-175 A. B.

Recopilando, Alice Bailey realiza acá varias aseveraciones importantes:


primero, que el alma es un vórtice constituido por doce energías unidas por la
voluntad espiritual. Y segundo, que si bien esas energías son formas vivas o
que tienen existencia, no son reales en cuanto a la concepción que tenemos
del espacio-tiempo. Ella también percibe que el Antakarana tiene una
naturaleza virtual.

Debe observarse que esta exégesis de la mente y la necesaria


construcción del puente solo es la demostración práctica de la verdad
del aforismo ocultista que dice: “Antes de que el hombre pueda hollar el
sendero, debe convertirse en el Sendero mismo”. El Antakarana es
simbólicamente el Sendero. Esta es una de las paradojas de la ciencia
esotérica. Paso a paso y etapa tras etapa construimos ese sendero, así
como la araña teje su tela. “Ese camino de retorno” realizado dentro de
nosotros mismos es el Camino que debernos descubrir y recorrer. 12-
24/25 A. B.

Habitualmente, Alice Bailey hace referencia a la tela de la araña para


explicar el Antakarana. Mirando el mandala, entendemos la razón.
Comprendo que lo que ella describe como tejer su tela o recorrer el Sendero o
convertirse en el Sendero está relacionado con el hecho de hacer propia la
información vivenciada en cada uno de los puntos del Antakarana: tener la
experiencia y lograr gestionar la energía en ese nivel. Está clarísimo que el
Camino sagrado está dentro de nosotros mismos.

La cápsula de la conciencia

Si pensamos el Antakarana como un espacio, podríamos decir que la


Conciencia humana se desarrolla dentro de una especie de cápsula o semilla.
Esa cápsula contiene información prediseñada cuyo destino es ser recorrida,
aprehendida y gestionada correctamente en cada una de sus fases.
Dentro de la cápsula o estructura del Antakarana, hay seis niveles de
experiencia u Órbitas que definen seis Cuerpos concéntricos e
interconectados. Cada uno posee características distintivas y es
energéticamente inferior al siguiente nivel. Es decir que la vibración de cada
nivel tiene distinta velocidad. De tal manera que el Primer Cuerpo es el de
menor carga energética, y el Sexto, el de mayor carga.
A su vez, cada uno de los seis niveles cuenta con trece Puntos de conciencia
o estaciones, que se suceden, formando una espiral.
Es la misma Conciencia o Ego que habita y se desarrolla dentro del
Antakarana quien la recorre voluntariamente. Al tomar contacto con cada una
de las setenta y siete estaciones o Puntos de conciencia, desenvuelve el
paquete de información que allí existe y, entonces, se escenifica en su vida la
experiencia que debe atravesar.
Así el ser permanece en ese Punto durante el tiempo que necesite.
Sobre este tema, Alice Bailey describe instancias evolutivas orbitales en
cuanto a los primeros tres Cuerpos.

Primera, Segunda y Tercera Órbitas


Este “Sendero de Retorno”, mediante el cual la raza se aparta del
énfasis puesto sobre lo externo y empieza a reconocer y a registrar los
conocimientos conscientes internos de lo que no es fenoménico, ha
alcanzado ya (por el proceso evolutivo) un grado de desarrollo en el
cual algunos seres humanos pueden seguir este sendero que va desde la
conciencia física a la emocional, y de esta, a la mental… Por medio de
este hilo, el hombre se hace consciente de los numerosos tipos de su vida
emocional (observen esta fraseología) y a través de él llega a tener
conciencia del mundo del pensamiento; entonces aprende a pensar y
comienza a actuar conscientemente en el plano mental, en el que viven,
se mueven y tienen su ser los pensadores de la raza, grupo que va en
constante aumento. Así progresivamente aprende a recorrer el sendero
de la conciencia, deja de identificarse con la forma animal externa, y
aprende a identificarse con las cualidades y atributos internos. Vive
antes la vida de los sueños y después la vida de los pensamientos.
Entonces llega el momento en que ha completado el aspecto inferior del
Antakarana y consumado la primera gran unidad consciente. El hombre
es ya una personalidad integrada, consciente y viviente. El hilo de
continuidad entre los tres aspectos inferiores del hombre queda
establecido y puede ser utilizado. 12-42/45 A. B.

Un ser tardará varias vidas en recorrer la primera parte del camino que A. B.
describe con rapidez en este párrafo. Durante esas encarnaciones, la
conciencia, que al principio se identificaba con una identidad grupal básica y
no se autopercibía como individuo autónomo, va a ir desarrollando su
identidad individual.
El ser aprenderá a reconocer y utilizar su mundo interno emocional, con su
enorme potencial de actividad, para finalmente analizar y actuar en la vida
utilizando su inteligencia, gobernando desde el plano de la mente racional.
Recién entonces, sabiéndose una conciencia individual en dominio de sus
planos inferiores, el ser estará listo para avanzar hacia el plano espiritual.
Entonces sí, podrá dar el siguiente paso evolutivo en el Cuarto Cuerpo: para
transitarlo, es fundamental haber desarrollado antes la voluntad. Este pasaje
es similar al momento en el que unas semillas que se han diseminado en un
almácigo protegido con el propósito de que germinen, ya han crecido lo
suficiente y pueden ser plantadas en un espacio personal en contacto con los
elementos.

Cuarta Órbita
Alcanzada esta etapa, continúa la sensible búsqueda externa en el
universo circundante. El hombre teje un hilo parecido al que teje tan
admirablemente la araña. Busca más internamente en su medio
ambiente y descubre entonces un aspecto de sí mismo que ni ha soñado
en las primeras etapas de su desarrollo. Descubre el alma y pasa por la
ilusión de la dualidad, etapa necesaria, aunque no permanente, la cual
caracteriza al aspirante en este ciclo mundial, o quizá debería decirse en
este período mundial o manvantara. Trata de fusionarse con el alma y de
identificarse él, la personalidad consciente, con el alma influyente. Aquí,
técnicamente hablando, debe comenzar la verdadera construcción del
antakarana, el puente entre la personalidad y el alma. 12-42/45 A. B.

La Cuarta Órbita es el espacio de los magos, el lugar donde la influencia de


los invisibles seres habitantes del espíritu se hace presente, razón por la cual la
búsqueda de “eso atrás de lo aparente” se enfatiza y puede llevar a grandes
errores kármicos. A. B. lo describe como pasar por la ilusión de la dualidad.
Es el momento en el que el ser, entusiasmado por los resultados materiales de
sus poderes mágicos, se enreda en la lucha entre el bien y el mal, y corre el
riesgo de perderse. Sin embargo, el riesgo vale la pena. Debido a que esta es la
zona de los adeptos en vía de probación, las pruebas que les esperan son
muchas.

Quinta y Sexta Órbitas


Los más evolucionados hijos de los hombres en la Tierra han logrado,
en ínfima medida, liberarse de las limitaciones impuestas por el pesar y
el dolor, y conocen el éxtasis del místico, la exaltación del iniciado, la
exquisita agonía del sacrificio o cualquier otro sentimiento llevado a la
sublimación. Cuando esto ha sido logrado, el mecanismo del sufrimiento
y la capacidad para registrar percepciones sensorias son trascendidas y,
momentáneamente, el hombre pasa al plano de la unidad, donde no
existe dolor, pena, rebeldía ni sufrimiento. Cuando el viviente y vibrante
Antakarana o puente, ha sido construido, este “camino de escape” se
convierte en sendero normal de la vida. Entonces se evade
automáticamente del dolor; pues enfoca su conciencia en otro lugar. En
los casos mencionados y donde el Antakarana no es un hecho
consumado y establecido, el delgado filamento del “camino de escape”
parcialmente construido, al estar bajo una enorme presión y excitación,
surge violentamente como un trémulo haz de luz y toca
momentáneamente esa luz que es el Yo. De allí el éxtasis y la exaltación.
Pero esto no dura y no se repite conscientemente hasta no haber pasado
la tercera iniciación. Después de eso el “camino de escape” se convierte
en el “camino de la vivencia diaria” (traducción inadecuada de una
oculta y antigua frase). Luego se trasciende paulatinamente el
sufrimiento, y los pares de opuestos —placer y dolor— ya no dominan al
discípulo.

Lo antedicho constituye el tema de la sicología esotérica y, cuando se


comprenda correctamente, explicará:

1. La influencia saturnina en la vida humana.

2. La cesación de la rebelión o el fin de la influencia marciana.

3. La construcción del Antakarana, que libera al hombre del control de la


vida de la personalidad.

4. La evocación de la conciencia grupal.

5. La consiguiente negación del dolor y el pesar.

6. La entrada en el Nirvana y el comienzo del verdadero Camino.

15-90/91 A. B.
Una vez terminado el recorrido en el Cuarto Cuerpo, el Ser recibe la
Iniciación espiritual correspondiente y entra a una nueva etapa, perteneciendo
así a la estructura del discipulado en la Quinta Órbita. Su energía vibrante
sostiene y guía a otros en el recorrido y en la construcción de sus Antakaranas,
al tiempo que trabaja en alguna Escuela espiritual, donde hace su formación.
A su debido tiempo, en la Sexta Órbita, logrará alcanzar la fase de Iniciado
de grado con el fin de facilitar el crecimiento espiritual de la Humanidad. Ahí
podrá crear y armar su línea colaborativa creando su propio ashram en entrega
y servicio, y con su voluntad dispuesta al bien Mayor.
Alice Bailey explica en estas líneas que lo que cambia radicalmente en los
últimos estadios del recorrido en el Antakarana es la manera en que el Ser
enfoca su conciencia a pesar de las muchas dificultades de la vida en la Tierra.
El Ser que ha evolucionado hasta el quinto y sexto nivel sujeta su propósito
al Plan Mayor y, gracias a su entrenamiento, no permite que las turbulencias
lo tomen por completo. Dirigiéndose hacia lo alto, avanza.
Además, en el punto 1 del último párrafo, Alice Bailey resalta la
importancia fundamental del trabajo de Saturno como Maestro del Karma y
su función evolutiva espiritual.
Como veremos más adelante, los Señores de Capricornio, representados
dentro del sistema del Logos Solar por Saturno, crean la red que llamamos
Matriz del Tiempo. Esta red hexagonal sostiene los tres tiempos posibles de
la conciencia encarnada: pasado, presente y futuro.
Ellos registran, dentro de sus Espacios, cada cosa que ocurre en cada plano
de Existencia y en cada Conciencia. Estos veinticuatro Ancianos en Tierra,
representantes de los Tronos en el Cielo, gobiernan junto a las Horas para
armar y ordenar la única ley en la que nos desplazamos: el Karma en la línea
del Tiempo.

Todo es energía

El Universo es mente o lo que es lo mismo: conciencia. Cada individuo,


humano o no humano, posee conciencia, que se encuentra en distintos niveles
evolutivos.
La Conciencia es energía.

Cuando pensamos en términos de energía, podemos comprobar que


todo lo que ocurre a nuestro alrededor y en nosotros es energía e
intercambio de energía; información e intercambio de información. Si
observamos lo que sucede a nivel celular en nuestra propia biología, o si
miramos lo que acontece entre el otro y yo, o entre otros individuos de
todos los Reinos, siempre es lo mismo: intercambio de energía y de
información entre individuos Conciencia del mismo grado o de distintos
grados. Vemos que ocurre dentro de nosotros, fuera de nosotros, en
nuestro entorno, en nuestro universo. En todas partes la energía se
transforma en información, constantemente.

En general, cuando hablamos del campo energético de los Seres vivos,


podemos intelectualizar mejor la idea que cuando nos referimos al
campo energético de los minerales, de una silla plástica, o de la carga
energética de un pensamiento o de una emoción. Sin embargo, la ciencia
nos ayuda ahí donde el nivel mental no termina de entender algo, y
encontramos gran cantidad de respuestas acerca de esto en la nueva
Física.

De la misma manera en que todo lo que nos rodea tiene energía, y está
compuesto por energía en distintos estados o tipos; todo tiene
información y guarda información. Podemos decir que retiene
información acerca de Sí Mismo, del entorno que lo rodea y del Espacio
Tiempo de lo experimentado. Increíblemente y, del mismo modo,
conserva información acerca de Todo lo que Es. Ese “Todo” no es solo
lo que vemos, percibimos con los sentidos y razonamos a través de la
Mente, sino también todo lo invisible, incluyendo lo Divino y lo que no
entendemos con la Mente en este momento.

(77 Estados de la Conciencia en evolución, Editorial Astroflor).

Al igual que todo lo existente, la conciencia humana pertenece al Universo,


y entonces su naturaleza también es mental.
Esta es la primera ley hermética: “El Todo es Mente; el Universo es
mental”, así está descripto en el Kybalion o en los antiguos Upanishads:
“Todo es Brahmā”.
Al definir la conciencia como mente y energía, se observa que tiene procesos
de expansión y desarrollo que ocurren y operan en distintos niveles. Esa
expansión y crecimiento se realiza dentro de un espacio en el que el tiempo
percibido de manera lineal no existe desplegado y secuencial como en el plano
material, sino que se expresa como “todos los tiempos” en simultáneo e
interconectados evolutivamente.
La conciencia o Ego consciente posee desde el inicio del recorrido capacidad
para autopercibirse. Esta capacidad irá en aumento progresivamente de tal
manera que se explorará y se conocerá a sí misma a través de su interacción
con los distintos entornos. Durante un primer período, el recorrido del
Antakarana se realiza de manera automática y semiinconsciente. Pero, en un
momento dado del ciclo de las vidas, el Ser comenzará voluntariamente a
recorrer los distintos niveles de energía en la estructura del Antakarana. Este
recorrido lo realizará, como decía más arriba, con las herramientas conscientes
que posee desde su más pequeño y conocido yo, el yo inferior o Ego, en
dirección al Yo Superior o Yo Espiritual.

Los estudiantes deben entrenarse para saber distinguir la diferencia


que existe entre el sutratma y el Antakarana, o el hilo de la vida y el de
la conciencia. Uno es la base de la inmortalidad; el otro, la base de la
continuidad.

Uno de los hilos (el sutratma) vincula y vivifica todas las formas en un
todo actuante, y contiene en sí la voluntad y el propósito de la entidad
que se manifiesta, sea el hombre, Dios o un cristal. El otro hilo (el
Antakarana) contiene la respuesta de la conciencia dentro de la forma
en una serie de contactos que se expanden constantemente dentro del
todo circundante. 12-42 A. B.

En resumen
Antakarana es el nombre que se utiliza para hablar del puente o
vínculo que existe entre el yo inferior y el Yo Superior. Un
recorrido arcoíris dispuesto en una geometría semejante a una
cápsula, que consta de siete Cuerpos u Órbitas, con setenta y siete
puntos en total, donde la conciencia humana anida y se desarrolla,
mora y se expande, tejiendo, con su propia energía conciencia, el
Sendero que la lleva a expresar las más elevadas virtudes
espirituales.
PREGUNTAS DE LOS ESTUDIANTES

—Esto de que “todo es conciencia”, ¿es lo mismo que sostiene el


budismo?
—Sí, esto está escrito en todos lados.
—¿También se relaciona con el concepto de arquetipos?
—Sí. La naturaleza del Antakarana es absolutamente virtual, por eso este
concepto de que somos una idea de Dios: el Universo es mente.
—¿Por qué elegiste el cubo de Saturno?
—Porque Saturno es el cubo; está representado por el hexágono que es la
imagen plana del cubo, presente también en la Kaaba el cubo negro de la
Meca. Incluso, Saturno tiene un hexágono en su polo norte, se puede ver en
las imágenes de la NASA.
—¿Hay un Antakarana de la humanidad?
—Sí, claro. Los Antakaranas se cruzan, trabajan en equipo, cuando hacemos
meditaciones se arman Antakaranas grupales. En la humanidad, los puntos
que se activan en cada luna llena, por ejemplo, actualizan temas dentro del
plano humano. Y también cada persona es responsable del Antakarana de las
entidades que crea.
—¿Esto tiene algo que ver con la lectura de aura?
—Para las personas que tienen manejo de sus chakras, es muy fácil hacer
cambiar el color del chakra activo a voluntad. Esto también tiene que ver con
el trabajo en el Antakarana. Así como abrimos y cerramos los ojos, podemos
entrenarnos para manejar nuestros chakras conscientemente. Sin embargo, el
cuerpo energético que se percibe como aura es solo el reflejo del campo real
de energía consciente que habita en el Antakarana.
—¿Cuál sería la diferencia entre los chakras y el Antakarana?
—La misma que hay entre la personalidad y el yo real. Abismal. Pero la
personalidad es lo único que tenemos para trabajar aquí y ahora.
—¿Podría ser que alguien regresara a un Antakarana anterior (mineral,
vegetal o animal)?
—No tendría mucho sentido. Entiendo que la cantidad de energía
desarrollada para pasar de un Antakarana a otro (del animal al humano, por
ejemplo) impide retroceder. Así como un avatar no puede volver al plano
humano porque la energía no entra en un cuerpo humano. Vieron que
muchas veces se habla de Cristo como una posición: llegar ahí es llegar a
Cristo. La cápsula tiene una membrana y la conciencia se desarrolla adentro.
Es como cuando se abre la semilla, el poroto rompe la membrana y ya no
puede volver atrás.
—Entonces Jesús no podría volver a la Tierra…
—No en plano terrenal, con un cuerpo físico. La Biblia da mucha
información esotérica en este sentido, dice está aquí, está allá, está por todos
lados. Los maestros tienen un campo energético mayor y condensan en su
interior otras conciencias: el aura del maestro, el Cuerpo de Cristo; todas las
conciencias que encarnan en familias cristianas forman parte de ese Cuerpo
energético mayor. Los textos sagrados dan toda la información, solo hay que
saberla leer.
—Los maestros ascendidos, ¿son personas que evolucionaron hasta
romper la membrana?
—Sí. Las religiones tienen una función social para acompañar a las personas
que todavía no pueden hacer el trabajo solas. Cada religión tiene un trabajo
que hacer, un aprendizaje especial, es una familia grande en la que a uno le
toca nacer y es por algo.
—¿El Antakarana es el ADN espiritual?
—Sí, podríamos decirlo así.
LOS CHAKRAS
NUESTROS PORTALES

Mediante samayama sobre el Sol,


el yogui adquirirá conocimiento sobre los siete mundos
y los siete centros cósmicos en el cuerpo.
—B. K. S. Iyengar. Luz sobre los Yoga Sutras de Patañjali.
Sutra III 27. bhuvnajñanam surye samyamat.

Los Portales son los lugares que sirven para conectar con algo mayor,
superador y trascendente. Permiten encuentros entre espacios, seres y energías
de muy distinta intensidad.
Existen Portales de los Humanos, Portales de la Tierra y Portales del Cielo.
Los Portales Humanos pueden ser lugares físicos o eventos creados por la
Humanidad con el propósito de conectar con la Divinidad. Los lugares físicos
son iglesias, templos, mezquitas o centros de meditación y oración, como esos
pequeños altares al costado del camino que se suelen reverenciar, lugares
donde las personas concurren libremente según su devoción. Otros Portales
humanos son los eventos, estos ocurren días especiales que convocan la
intencionalidad colectiva, convergencias planetarias de oración o meditación.
Estos momentos suelen regirse por las fechas recordatorias de eventos
mayores en relación con algún Maestro o porque los números que componen
la fecha de un día determinado resultan atractivos desde el análisis
numerológico para insertar una intención colectiva. El éxito de estos Portales
depende de las voluntades humanas, es decir de la cantidad de interés y
participación que generen.
Los Portales de la Tierra son los lugares naturales de la geografía terrestre,
como ríos, bosques, cuevas, montañas o volcanes. Son sitios energéticos
sagrados, mágicos, transformadores de la conciencia y de la energía de las
personas que los visitan. Como el río Ganges, la montaña sagrada de los
australianos Uluru; el cerro Uritorco, en la Argentina; el volcán Fuji, en
Japón, y miles de sitios a lo largo del mundo.
Los Portales del Cielo tienen relación con el Sol y la rotación de la Tierra,
tanto en su Órbita anual como sobre su propio eje, y las relaciones que
ocurren entre la Tierra, la Luna y el Sol. Como son parte de un patrón exacto
de ritmos y medidas y tienen relación con el Tiempo, podemos incluir a
Saturno dentro de la información otorgada por estas puertas. El movimiento
permite que se formen Portales diarios, mensuales y anuales. Existen otros
Portales Galácticos aún mayores, pero no los trataremos aquí.
Los Portales diarios relacionan la Tierra y el Sol, y ocurren cada día al
amanecer y al atardecer. Están abriéndose y cerrándose para cada punto o
localización geográfica de la Tierra en un continuo Portal. Cada persona es
libre de utilizarlos como forma de sacralizar y darle trascendencia al día.
Existen infinidad de ejercicios para realizar en todas las tradiciones
espirituales.
Mensualmente ocurren los Portales solilunares; es decir, la Luna nueva y
llena que abren a dos momentos sagrados que relacionan aspectos duales
fundamentales de la Existencia planetaria. El Novilunio abre a la información
creadora dentro de un Signo dado y permite un ciclo de manifestación que
llega a su máxima expresión durante el Portal del Plenilunio.
Ambas puertas permanecen abiertas desde doce horas antes del momento
exacto de la conjunción u oposición, hasta las doce horas después de ocurrida
esta. En ambos casos, la información y la energía que emite el ciclo están
relacionadas con el Sol, y es importante para la propia evolución espiritual
reconocer la emanación correcta.
Este es un punto en el que me quiero detener. Nuestra estrella, el Logos
Solar con su heliósfera, emite su radiancia magnética y nos mantiene en
Órbita, dentro de su campo de Conciencia, cubriendo todo el sistema solar
que habitamos.
Los Signos del Zodiaco se encuentran fuera del sistema y son energías
superiores que “gobiernan” espacios del Universo circundante. Cada uno
emana cierto tipo de información que es recepcionada y repetida por el Sol.
Esa información imantada viaja hacia nosotros y nos baña cada día, abriendo
ciclos de experiencias de Aries, de Tauro, de Géminis, etc.
La astrología y la espiritualidad han sido tradicionalmente una sola, ya que
el Espíritu Divino está en Todo lo que existe, en la Tierra, en el Cielo y las
estrellas. Estos movimientos entre el Sol y la Luna han sido honrados y
reconocidos desde siempre como señales que invitan a sincronizarse,
partícipes necesarios para los momentos de celebraciones espirituales y
religiosas de la Humanidad.
Para discernir al conectarnos con la energía durante los Portales solilunares,
debemos aplicar la coherencia de la tradición que reconoce la supremacía y
voluntad del Ser autoconsciente central del sistema: el Sol, que es el centro de
emanación.
Por ejemplo, cuando decimos e interpretamos que las personas que nacen
mientras el Sol está en un signo, como ser Capricornio, son de Capricornio y
no de su opuesto, Cáncer, que es en realidad donde se encuentra el planeta
Tierra para ese momento del año, es decir que no leemos en donde está la
Tierra, sino en dónde está el Sol. Con esto quiero decir que es necesario
utilizar la misma lógica a la hora de interpretar y reverenciar la energía
disponible durante el momento del Portal de Luna nueva o llena, observando
la ubicación del Sol, que es el dispensador de la Luz, y no la de la Luna
entendiendo que ese Portal dura solo 24 horas y en ese lapso habilita energías
del Signo en el que se encuentra el Logos Solar. Caso contrario, el
movimiento resultante de las actividades del Plenilunio podrían ser
involutivas, al exacerbar los vicios del signo en actividad.
Los Portales mayores vinculan la Tierra con el Sol, son anuales y están
relacionados con el recorrido orbital del planeta creando los Portales
estacionales: equinoccios y solsticios. Su existencia y celebración honran el
movimiento del humano en el tiempo y permiten recordar y anclar
información espacio-temporal. Los festejos y celebraciones a lo largo del
planeta y en todas las tradiciones religiosas, oficiales y paganas, ancestrales
prehistóricas, históricas y actuales, siempre están activas ya que el Sol es el
centro que rige las conciencias y la Vida en la Tierra.
Los grados cero de los Signos cardinales, reconocidos por ser los Hermanos
mayores, fundan y sostienen el movimiento evolutivo anual. Así los
equinoccios habilitan los Portales sagrados del alfa y el omega simbolizados
desde el Este y el Oeste, el lugar del nacimiento y el de la muerte.
Esotéricamente, marcan el equilibrio de las fuerzas de la Luz y la oscuridad, y
en lo sagrado comenzando el año en Aries, donde los Señores de la Iniciación
están listos para abrir caminos de resurrección y Vida abundante.
Los solsticios habilitan las Puertas de la Jerarquía en su comunicación con la
Humanidad: Capricornio es la puerta del Cielo; y Cáncer, la Puerta de los
hombres, la línea temporal que señala el eje de la Tierra, el Norte y el Sur.
En lo simbólico, el Solsticio de invierno marca la muerte del Logos solar,
esto ocurre entre el 21 y el 24 de junio o diciembre, cuando el Sol permanece
bajo en el Cielo y se recuesta en la Tierra durante 3 días, que son los de mayor
oscuridad y traen las noches más largas. Este acercamiento del Sol quieto
parece recordarnos que el mundo de los muertos está más cerca de lo que
parece.
Finalmente, el triunfo ocurre y empieza a elevarse lentamente, “resucita” al
tercer día, anticipando la próxima llegada del nuevo equilibrio anual de las
Fuerzas.
Estas puertas mayores crean pulsos de crecimiento para la Humanidad toda,
un pulso que el discípulo debe tomar muy seriamente si desea avanzar en el
Sendero.

El cosmos personal

“La luz que mana de la sede del alma es el sol de la vida”, explica Iyengar
haciendo referencia a este Sutra: Mediante samayama sobre el Sol, el yogui
adquirirá conocimiento sobre los siete mundos y los siete centros cósmicos
en el cuerpo. Aquí Patañjali propone al yogui integrar en la conciencia el Sol
y sus rayos, para adquirir conocimiento sobre los “centros cósmicos” o chakras
ubicados en el cuerpo. Estos centros hacen de receptores de la energía
cósmica emanada por el Sol. Y esa energía proviene de los signos del Zodiaco.
Todo lo que nos rodea es energía, y nosotros somos energía también,
incluyendo nuestras emociones y pensamientos. Nuestro cuerpo es una central
energética con sus propios centros de gestión, producción y limpieza de una
enorme cantidad de energías invisibles.
Aura, prana, chakras son palabras pertenecientes a esta ancestral sabiduría,
y ayudan a entender el invisible movimiento que ocurre constantemente en
los Cuerpos energéticos que forman parte y rodean nuestro Cuerpo físico.
Ellas nombran partes fundamentales del mundo de la anatomía energética y
son necesarias para la comprensión del sistema áurico, que trabaja como un
todo, vinculando la energía vital universal o prana con nuestro cuerpo físico,
mental y emocional.
Este entramado forma el aura o campo áurico, que es el nombre habitual
que recibe el sistema energético completo de cada persona. En él se
encuentran los chakras: una palabra sánscrita que significa ‘círculo’ o ‘disco’.
Los chakras son vórtices de energía, puertas dimensionales, canales activos
que conectan, enlazan y procesan energías de muy distinta procedencia. Su
uso consciente es la llave de la sanación, es el camino correcto para despertar y
avanzar hacia la espiritualidad responsable. Su funcionamiento interviene
constantemente en el estado personal. La observación de las causas y la
realización de las modificaciones necesarias derivan en un mejor estado de
salud.
Este sistema energético consta de siete chakras mayores y sus siete
correspondientes cuerpos energéticos, los cuales están vinculados y se ocupan
de asimilar los distintos tipos de energía que nutren y que se procesan en cada
uno de los niveles.
Este huevo áurico individual no es un reducto cerrado ni aislado y funciona
en resonancia con el entorno, con otros seres vivos y con la Divinidad, de
manera tal que en forma constante interactúa dando y tomando energía e
información multidimensional de los diferentes campos que lo rodean y de
sus respectivos habitantes.
Cada uno de los chakras tiene, tradicionalmente, una ubicación en el cuerpo
y una función.
Primer chakra

Palabras clave: energía física, voluntad de vivir, instinto de supervivencia,


lucha, fuerza, estabilidad, integración, conciencia material, limitación para la
manifestación, disciplina, desarrollo, nutrición, descanso, alimentación.
Establecimiento de objetivos en la Tierra. Ser y tener. Raíces. Necesidad de
comodidad física simple, placer y salud.
Ubicación: perineo, entre el ano y los genitales.
Nombre en sánscrito: Muladhara.

Segundo chakra

Palabras clave: emociones, cambio, adaptación, movimiento, placer, deseo,


sexualidad, orgasmo, protección, empatía, sociabilidad, creatividad.
Necesidad de sentir aceptación y un amor por sí mismo que le permita ser su
propio refugio de una forma afectuosa y positiva.
Ubicación: bajo el ombligo.
Nombre en sánscrito: Swadhisthana.

Tercer chakra

Palabras clave: ego, yo soy, territorio propio, poder, voluntad, energía,


transformación, mente personal. Necesidad de entender las situaciones de
manera clara, directa y con cierta lucidez racional que fluya en armonía con
la mente intuitiva.
Ubicación: boca del estómago.
Nombre en sánscrito: Manipura.
Cuarto chakra

Palabras clave: amor incondicional, compasión, afinidad, relaciones,


curación, respiración, devoción, puente. Es el centro del amor donde
interactuamos afectivamente con las parejas, hijos, familiares, compañeros o
amigos. Necesita dar y recibir amor en todos los tipos de relaciones donde el
amor es posible.
Ubicación: corazón.
Nombre en sánscrito: Anahata.

Quinto chakra

Palabras clave: sonido, comunicación, creatividad, creación, ideas en


símbolos, telepatía, medios de comunicación. Armonizar con la voluntad
divina interna, comprometerse a decir la verdad. Necesita expresar su propia
verdad personal.
Ubicación: garganta.
Nombre en sánscrito: Vishuddha.

Sexto chakra

Palabras clave: vista, intuición, clarividencia, imagen, saber, percibir,


perspicacia, dominar, visualización, tiempo, completar la enseñanza kármica
de esta vida. Amor divino y éxtasis espiritual. Necesita vivir la experiencia
personal de la espiritualidad y el amor incondicional.
Ubicación: ligeramente sobre los ojos, en el centro de la frente.
Nombre en sánscrito: Ajna.
Séptimo chakra

Palabras clave: entendimiento, conciencia divina, conciencia cósmica,


conocimiento, trascendencia, júbilo, liberarse de las ataduras para trascender
el karma. Conexión con la mente divina y comprensión del funcionamiento
del universo. Necesita experimentar serenidad y gozo divino.
Ubicación: parte más alta de la cabeza.
Nombre en sánscrito: Sahasrara.

Tierra, corazón y Cielo

Podemos dividir los chakras así: los tres primeros, centros de Tierra,
cercanos a la experiencia terrenal, muy necesarios para transitar la vida y la
biología planetaria; un chakra central o puente, que es el chakra del corazón:
Anahata, y que enlaza los dos niveles básicos de la existencia del Ser; y tres
chakras superiores, espirituales o de Cielo, que son necesarios para la
experimentación de lo divino o espiritual.
Las energías invisibles descriptas se conocen y se han estudiado desde hace
miles de años. Patañjali, el sabio yogui del siglo III a. C., habla, en el Sutra
arriba citado, sobre la técnica con la cual se consigue conocimiento sobre los
siete centros o chakras y distingue dos expresiones de estos: una parte terrenal
o física y una parte cósmica o astrológica. Así, en la brevedad del Sutra III.27,
Patañjali nos enseña que con la suficiente concentración, meditación e
identificación con el Sol, podemos expandir la conciencia sin esfuerzo; y
penetrando en el chakra, ser conscientes de su esencia.
Según mi parecer, Patañjali habla de astrología y de Antakarana, y de cómo
podemos utilizar las Puertas Celestes que representan los chakras para
evolucionar espiritualmente. Porque, de alguna manera, tenemos encriptados
en nuestra biología los enlaces para acceder a nuestro Yo real, cuya
información se encuentra almacenada en nuestro espacio interno en los
distintos Puntos del Antakarana y se revela en la Carta Natal.
Entonces los chakras, por un lado, están asociados a la dinámica energética
de nuestra biología y, por otro, funcionan como puertas dimensionales que
nos dan acceso a nuestros Cuerpos en el Antakarana. Respecto de ese tema
escribí antes:

Es importante diferenciar que no es lo mismo un chakra que el Cuerpo


al cual se accede por ese chakra. En ese sentido, un chakra se compara
con un ascensor que nos permite llegar a un piso determinado en un
edificio. En ese caso, cuando alcanzamos el piso en cuestión, no
significa que llegamos al departamento, para eso habrá que seguir el
camino y, recién dentro de dicho departamento, podemos recorrer todas
las habitaciones y los espacios. Es decir que el chakra, como centro o
vórtice de energía, es el que nos permite llegar a la información de un
estado de Conciencia en particular, asociado a determinado Cuerpo.

Una vez en el Cuerpo, existen trece puntos accesibles desde la


Conciencia Humana. Cada uno de esos puntos o estaciones contiene en
su interior doce expresiones fractales, que dan ciento cincuenta y seis
niveles de conocimiento para recorrer en cada Cuerpo de la estructura
del Antakarana. —MCN, 77 Estados de la Conciencia en Evolución.

Cuando estudiamos los chakras o centros energéticos dentro de los distintos


sistemas de sanación, como el Reiki, su conocimiento abre la posibilidad de
lograr mejoras sustanciales en la salud física y emocional. Si enfocamos esta
misma información como herramienta de evolución y aprendemos técnicas de
meditación, su práctica regular habilita enormes progresos espirituales que
nos acercan a la iluminación. Si los observamos astrológicamente, los chakras
resultan ser los lugares por donde ingresa la energía desde el Cosmos en el
espacio del Antakarana y, de esa manera, esa energía escenifica experiencias
para vivenciar por los seres habitantes de la Tierra. Al vincular estos tres
enfoques, cada uno aporta sus propias herramientas y juntos se potencian.
Eso que ingresa por los chakras es pura Energía Conciencia, dirigida por los
Señores de los Signos del Zodiaco. Su frecuencia y vibración es
absolutamente inasible para la conciencia humana y, a medida que descienda
grado a grado en su recorrido por los distintos Cuerpos del Antakarana, se irá
densificando, y tornándose alcanzable y más fácil de asimilar para nosotros.

Los dos polos


Al trasladar al cuerpo físico el orden cósmico de los Signos del Zodiaco y
ubicándolos en las Puertas Celestes del Antakarana, vemos que algunos se
corresponden con los chakras delanteros, y otros, con los chakras dorsales.
Desde la óptica energética del campo áurico, la función natural de los
centros o chakras frontales es la recepción de la información y el
procesamiento de un determinado tipo o cualidad de energía o vibración. Es
decir que cada uno tiene como propiedad o función recibir y comprender un
tipo de energía en particular. Por ejemplo el elemento “agua” se procesa en el
segundo chakra llamado Swadhistana y ubicado en el ombligo; el elemento
“aire” se procesa en el cuarto chakra llamado Anahata, y así respectivamente
cada vórtice energético posee sus propiedades, sus funciones, y es responsable
del procesamiento y habilitación del uso de un tipo de energía.
En su correspondencia con los Signos del Zodiaco, los que se encuentran en
los lugares asociados a los chakras frontales adquieren una naturaleza
receptiva debido al chakra en el que se posicionan, ya que desde siempre los
centros delanteros se han interpretado como receptividad. Así como la
naturaleza del cuerpo físico lo indica, con los brazos abiertos recibimos el
Cosmos en nuestros centros energéticos y así lo brindamos. Estos son Tauro,
Géminis, Cáncer, Leo y Virgo que se posicionan en los chakras frontales
segundo, tercero, cuarto, quinto y sexto, respectivamente.
Cada uno trabaja en concordancia con su chakra par ubicado en la espalda,
llamado habitualmente centro volitivo, lo que le aporta su característica activa.
Así se ubican Escorpio, Sagitario, Capricornio, Acuario y Piscis en los
chakras dorsales: sexto, quinto, cuarto, tercero y segundo, respectivamente.
En resumen, por las conexiones delanteras, recibimos la información y la
formación inicial según el Signo y, por las dorsales, actuamos y sostenemos.
Ambos pares de chakras trabajan juntos y forman un equipo de conexión con
un determinado tipo de energía. Por ejemplo, Géminis y Acuario se
encuentran en el tercer chakra o plexo solar, lugar del desarrollo de la
identidad, donde Géminis constituye la polaridad receptiva, y Acuario, la
volitiva. Otro par es Leo y Sagitario que se ubican en el chakra laríngeo, el
centro de la expresión y la voluntad espiritual, donde Leo representa la
polaridad receptiva, y Sagitario, la volitiva.
En resumen
Reveamos la imagen global. Observamos por un lado los chakras
que, como centros energéticos personales, son los que facilitan los
procesos de sanación. En segundo lugar, los chakras también son
portales que facilitan el conocimiento espiritual y actúan como
expansores de la conciencia de sí mismo; activan la propia
evolución al meditar en ellos y, al interactuar con el entorno,
modifican el medioambiente colectivo. Y en tercer lugar, los
chakras representan el Cosmos que penetra y se involucra en lo
micro del espacio personal, y que, al aplicar la ubicación de los
astros en el campo de la persona, revelan frente a ella un abanico
de oportunidades trascendentes.
Accedemos de esta manera a la llave que permite una expansión
de conciencia basada en la Carta Natal Antakarana. Esta
información brinda el enlace necesario para comprender la trama y
descifrar el momento evolutivo personal teniendo en cuenta los
distintos niveles de manifestación de la persona.

PREGUNTAS DE LOS ESTUDIANTES

—¿En qué Cuerpo está cada chakra?


—Todos los chakras están en todos los Cuerpos energéticos y, al mismo
tiempo, cada chakra es el acceso a un Cuerpo del Antakarana. Esto significa
que, dentro de un mismo chakra, nos encontramos con distintos niveles
energéticos según el Cuerpo que estemos viendo.
—¿De dónde surge el concepto de chakras?
—Es información antiquísima, tiene cinco mil años, solo que hasta ahora
estuvo poco disponible. Pero, si buscamos, está por todos lados.
—Cuando entrás a un lugar y sentís que te da dolor de panza, ¿es el
segundo chakra el que está activo?
—Sí, te puede doler la panza o la boca del estómago, que es el tercer chakra.
Hay lugares que están muy intoxicados, por ejemplo, de personas que tienen
muchas adicciones o mucha violencia. Son lugares que están llenos de
presencias. Si el ambiente está muy tóxico, hay que protegerse. Siempre la
mejor protección es el amor porque influye en todo y está más arriba de todo.
El amor se maneja desde el chakra del corazón, el segundo es desde donde vos
tenés facilidad para sentir. También para crear: cuando la creatividad no sale,
este centro está trabajando mal y aparece el dolor de ciático, porque no fluye
esa creatividad, está bloqueada. El tercer ojo permite ver la situación, y tomar
una línea atemporal y no polarizarse.
—Si se logra levantar la propia vibración, ¿siempre se logra cambiar el
ambiente?
—No necesariamente. El segundo Cuerpo es emocional, es el centro del
deseo, los deseos producen frustraciones también, y es el Cuerpo que nos
puede llevar a un lugar de tristeza o a un espacio de iluminación. Las
emociones son como vehículos que nos pueden llevar a lugares muy distintos.
La forma de subir a los demás es saltarse el tercer chakra y estar desde el
cuarto. Tenés que amarlos a todos como si fueras Cristo, porque no hay
forma de manejarlo si se involucra la personalidad.
—¿La energía puede entrar por el lado A y el lado B a la vez?
—Sí, por eso cuando tenemos que trabajar un chakra está bueno inhalar y
exhalar por ambos lados, para que se destape, se desobstruya.
—¿Cuál es el rol de la mente?
—Es un circuito, está todo relacionado. Por eso tenemos que observarnos
para ver dónde se origina lo que nos pasa. La mente empieza a hacer una
constelación de ideas que permiten confirmar la emoción que estás sintiendo.
Esa configuración hace percibir lo físico, me voy a sentir mejor o peor, voy a
tener taquicardia. Por ejemplo, si me acuerdo de un momento en el que
estaba muy feliz o sentía mucho amor, puedo utilizar esa memoria para
empezar a vibrar desde ese recuerdo sin analizar nada más, no importa si el
amor se terminó, si me dejó, no interesa, porque en ese pedacito de recuerdo
está el principio de la emanación de una determinada energía, felicidad o
amor, y puedo evocar y repetir el estado.
—¿Si hablo del recuerdo estoy en el tercero y si hablo de amor estoy en el
cuarto?
—Sí, exacto.
—Si uno siente en el segundo Cuerpo, ¿es que uno refleja esa energía
como la ley del espejo?
—Inevitablemente resonamos con los demás. En nuestra cantidad de vidas
hemos experimentado todas las emociones. Son el pegamento de lo que
sentimos físicamente. Cuando nos referimos a los cinco sentidos, tacto, vista,
etc., nos referimos igual que a los sentimientos. Estamos habilitados para
sentir todas las emociones humanas.
—¿Podemos utilizar recursos físicos para manejar las emociones?
—Sí, hay muchos recursos para mejorar nuestras emociones. Las flores de
Bach, el baile, salir a caminar, estar en contacto con la naturaleza. Todo eso
influye positivamente en lo que sentimos. Lo importante es no negar ninguna
emoción, todos sentimos todas.
—La frase “Yo soy así”, sería del tercero. “Yo hago lo que siento”, sería el
segundo.
—Sí. Todo está unido. El plano emocional y el mental se retroalimentan. Si
yo estoy sintiendo algo y mi identidad está muy vinculada a las emociones,
puede ser que busque explicaciones racionales a las emociones. Tengo que
trabajar para mejorar mis emociones desde el plano mental, pero ¿cómo
trabajo el plano mental? Observando, preguntándome, explorando: quién dice
“Yo soy así” y cómo cambio eso. El ego tiene que sostener y es muy celoso de
los cambios de conciencia. Cuando tenemos un salto de conciencia, si es muy
abrupto, el ego va a volver al lugar anterior porque eso le da seguridad. Por
eso hay que ir de a poco en este Cuerpo y moverse lentamente para cambiar
las estructuras. De alguna manera, este Cuerpo tiene una función de guardián
y también nos permite ser líderes.
—Como que en lo mundano estamos muy distraídos, entonces esto ayuda
a que el ego no se replantee.
—Tenemos un ego que es para presentarnos a los demás y posee la función
de formar identidad. Un apellido que habla de una pertenencia, de una
trayectoria ancestral, es la única forma de moverse porque, si no, seríamos
como un cardumen. El ego permite que cada uno tenga su identidad, su
autopercepción.
—Si una persona tiene emociones nocivas y justifica esas emociones
diciendo que no lo puede cambiar porque es así, ¿eso es el ego? ¿Otra
persona puede hacer algo?
—Es uno el que debe decidir transformar; la persona tiene que querer salir
de la marea emocional y explorar otras formas. El momento en que alguien se
da cuenta de que por su sistema de creencias puede cambiar su emocionalidad
y estar más feliz es liberador.
—Sería llevar conciencia a las emociones.
—Sí. Si yo estoy pensando cosas tristes, me voy a poner triste. Si convoco
un recuerdo feliz cuando estoy triste, me voy a poner feliz. Este enlace existe y
existe también en la definición de quién soy. Y esto existe también, por
ejemplo, con los padres. Uno tiene la imagen de su padre ideal, y si el padre
real no se parece a eso, me puedo quedar en víctima o puedo mejorar la
relación con el padre interno. Hay una necesidad de reeditar los recuerdos
traumáticos o de desilusión, puedo reeditarlos, resignificarlos y recuperar otra
catarata de emociones.
—Eso sería desde el cuarto.
—Podés racionalmente transformar el sistema de valores. Podés hacer
terapia, analizarte, no importa qué tipo. Analizar, rever, rearmar es todo de
este tercer Cuerpo. Lo que es entendimiento mental lleva un proceso largo,
porque este Cuerpo tiene que aprender las cosas y armar la grilla desde otro
lugar.
—Las constelaciones son del cuarto.
—Sí. Las constelaciones, la magia, son cuarto Cuerpo.
—¿Las afirmaciones sirven aunque uno no se las crea?
—Es lo mismo que rezar sin intención, pensando en hacer las compras. Lo
mismo pasa con una afirmación o un mantra que se repite. Este es un Cuerpo
de intención, pura voluntad direccionada. Esa afirmación que voy a decir
tengo que sentirla para que se haga enlace. Volvemos a la idea de que todo
está vinculado. Me tiene que hacer sentido, vincularse con mi emocionalidad
para que funcione. Un ejercicio muy lindo que sirve para trabajar el tercer
Cuerpo es escribir todas las letras del nombre propio completo y armar tantas
palabras como pueda con esas letras.
—¿Para qué sirve?
—Para observar todos los conceptos que están contenidos en nuestro
nombre y poder elegir más conscientemente con cuáles nos identificamos. Un
universo enorme conecta con esta grilla que es el Cuerpo mental, nosotros nos
encontramos con las personas y los maestros y los libros que necesitamos
porque el enlace es mental. Cuando cambio el enlace de adentro, cambio lo
que me viene del entorno.
—¿Las personas que son sanadoras utilizan el cuarto Cuerpo?
—Sí, una persona que ya recorrió y adquirió herramientas en otra
encarnación, en esta vida tal vez hace un curso de reiki, y rápidamente
recupera lo que ya sabe y es sanadora. La mayoría de las personas no utilizan
mucho los recursos del cuarto Cuerpo. Solo las que se interesan por
información no evidente.
—¿Qué son los astrales?
—Una parte del sueño es la natural actualización, el registro de los recuerdos
y el análisis de la información que no pudimos procesar conscientemente. Hay
otra parte de los sueños que son deseos, sueños compensatorios. Después hay
otra clase de sueños que son anticipatorios, por ejemplo, si alguien está
embarazada y sueño que tuvo su bebé, pero yo ya sabía que ella estaba
embarazada, no es una novedad, entonces es anticipatorio. Y luego están los
proféticos, que bajan información de la cual no tengo ningún elemento
consciente. Pero hay otras cosas que parecen sueños y no son, como cuando
uno se encuentra con alguien, ya sea vivo o desencarnado, o cuando alguien
cuenta algo específico, o quedamos en encontrarnos con alguien en algún
lugar durante el día, y eso no son sueños, son astrales. El astral es un universo
enorme que va del infierno al cielo, pero no podemos ir a voluntad por esos
lugares. Hay un rango medio por el que todo el mundo circula, pero también
hay planos muy bajos o muy altos, que no son de fácil acceso, porque hay una
especie de membrana que los separa. Es todo un universo. Y cuando estamos
en el Cuarto Cuerpo, estamos habilitados para movernos en esos lugares. Los
budistas lo llaman el bardo del dormir o bardo del soñar. El entrenamiento
en este lugar es tan importante como el entrenamiento en esta realidad.
—¿La garganta tiene que ver con el quinto Cuerpo?
—Sí. El sonido, la palabra, la voz. Por eso, cada vez que mentimos, este
chakra se sobrecarga. Este chakra tiene que ver con la voluntad espiritual;
cuando la palabra está en línea con la divinidad, el centro va a trabajar mejor.
No es necesario que la persona esté mintiendo ahora, tal vez es algo que trae
de la encarnación anterior. Mentir es trabajar en contra de este nivel. Este
nivel funciona bien si estás en verdad. En verdad con vos, en verdad con los
demás.
—¿La conexión con el mundo angélico viene a partir del chakra del
sonido?
—Sí, porque ellos son el sonido. El tercer ojo es luz, el quinto chakra es
sonido.
—¿Los mantras tienen que ser estrictamente en sánscrito o también
pueden servir otros cantos espirituales?
—Lo que pasa con el sánscrito es que es sagrado, y una sola palabra significa
muchas cosas. Hay gente que construye sus propios decretos, pero lo que
sucede es que esos decretos se arman desde el ego, el tercer chakra. Entonces
puede no funcionar. Ahora, hay algo de sanador en la presentación de las
afirmaciones, porque son más receptivas, más amables, si se quiere. En las dos
líneas estoy usando el quinto chakra.
—Si digo una afirmación como un deseo, no es verdad; en cambio,
cuando entiendo el fluir del cosmos, digo mi verdad.
—Claro, en el lugar elevado, el quinto está conectado con los ángeles, y lo
que está expresando es la voluntad que ocurre en cada uno de nosotros. Es el
verbo hecho carne. O sea que la capacidad de materializar algo tiene que ver
con este centro, que trabaja desde el plano angélico porque son los que arman
la realidad.
—¿Los que practican canto tienen muy abierto el quinto chakra?
—Sí, y es fácil para ellos entrar en meditación a través del sonido. Por eso es
importante que haya conciencia de qué es lo que se canta y qué se hace repetir
a los demás.
—También está la musicoterapia.
—Claro. Muchas meditaciones empiezan con sonido, los cuencos tibetanos,
los aplausos en las iglesias carismáticas, porque el sonido limpia.
—Las tribus africanas también, los instrumentos de percusión,
instrumentos que generan sonido a través del vacío.
—Sí, es muy amplia la posibilidad de trabajo de este centro. Cada uno tiene
este instrumento y tomarlo en cuenta es fundamental. Entender cómo
funciona el entramado entre el materia y el sonido es lo importante. Para que
algo se materialice, tiene que originarse en este chakra y luego concretarse a
través del deseo.
—Haciendo el recorrido de los Cuerpos de tierra y de cielo, ¿cómo
podríamos identificar cuándo algo está fallando? En los de tierra tal vez es
más fácil, ¿pero en los de cielo?
—La base del quinto para que funcione bien es no mentir. Es simple, a
medida que nos acostumbramos a no mentir vamos evolucionando. Es lo más
importante de ese nivel. Nuestro poder de invocación aumenta, la llegada de
nuestro sonido es mayor. Mientras mentimos, ensuciamos y creamos
distorsión entre las realidades y los niveles. Esa distorsión hace que, cuando
queremos emitir una nota correcta, no tenga llegada. Bien desde lo concreto:
aquí y ahora no mentir.
—¿Cómo se relacionan los chakras con los Cuerpos?
—El chakra atraviesa el sistema. En general usamos los primeros Cuerpos.
Los chakras son como puertas de acceso a los distintos niveles de los Cuerpos,
pero al mismo tiempo todos los niveles tienen todos los chakras, es doble.
Cada Cuerpo tiene los siete accesos.
—¿Y nuestra aura?
—El aura es el sistema energético total. Accedemos con los chakras del
cielo, con el sonido, con el tercer ojo, saliendo en los viajes astrales.
—La gente que percibe el aura, ¿qué Cuerpo ve?
—En general se ve fácilmente el doble etérico que corresponde al físico y
donde podemos ver la vitalidad de la persona, si tiene miedo o si esta triste; y
el emocional, el segundo Cuerpo energético con sus colores y luces. Hay que
estar un poco lejos de la persona para ver el tercero o el cuarto Cuerpo.
—Cuando se aplican los símbolos en reiki, ¿estás trabajando con los
Cuerpos superiores?
—Sí. Al meditar o al hacer sanación, trabajamos y ordenamos en niveles
sutiles y entonces podemos arreglar las cuestiones antes de que lleguen a
tierra, es decir, antes de que se manifiesten como dolencia o problema en el
Cuerpo físico, por ejemplo.
—¿La conexión con la divinidad depende de la evolución de la persona?
—Todos tenemos la conexión. La divinidad comanda, organiza desde el
chakra corona, es Libra ahí, comanda y organiza todo lo que vamos a ir
experimentando. Ese Yo Superior organiza.
—¿Cómo se entrena el tercer ojo?
—Mirando sin ver, mirando el borde las plantas de las personas, no a las
personas. Mirando de manera relajada como si quisiéramos ver a través, pero
sin fijar la vista. Estamos acostumbrados a ver lo sólido. Pero, cuando estamos
relajados, pueden aparecer otras manifestaciones. Con el tercer ojo no es solo
lo que veo, sino también lo que escucho, tal vez. Si cierro los ojos y estoy
meditando, el tercer ojo se abre. Hay personas que naturalmente empiezan a
ver los distintos colores de los Cuerpos energéticos.
— En la meditación final de una clase de yoga que hice, vi un azul
hermoso. No sé cómo, pero parecía que todo el ambiente estaba azul.
¿Tiene que ver con este chakra?
—Sí, es muy probable. También puede ser que veamos todo negro y de
pronto una luz, como si hubiera salido el sol de repente. Cerrando los ojos e
inhalando y exhalando por la frente, empezamos a ver los colores
naturalmente. Tienen sustancia, energía, es como ver el cielo, tiene
profundidad.
—Así como tenemos fortalezas y debilidades, ¿tenemos fortalezas y
debilidades en los chakras? Pregunto porque yo quiero llegar al sexto y creo
que mi tercer Cuerpo, mi racionalidad extrema, no me lo permite.
—El trabajo de este centro tal vez no ayuda o confunde. La función del
tercer Cuerpo es fundamental porque administra el crecimiento en un marco
que nos mantenga en el ahora. El tercer Cuerpo es el guardián del umbral,
porque garantiza que el crecimiento espiritual sea orgánico y que no haya una
desconexión imposible de procesar.
SEÑORES DEL ZODIACO
LOS DOCE SIGNOS

La luz de los siete centros en el hombre (cuando están realzados por la luz de los
siete centros planetarios) y los cinco reinos de la naturaleza (7 + 5 = 12) además de
las doce luces del Zodiaco culminarán la efectividad de la luz que posibilitará la expresión
de la totalidad, y esto por medio de la humanidad. Esta afirmación fundamental
tiene muy poco significado para ustedes todavía, pero constituirá —en el próximo siglo— un pensamiento
simiente o “sonido clave” para la próxima revelación de la Sabiduría Eterna.
—Alice Bailey. Astrología esotérica, pág. 418.

Como se puede ver en la Carta Natal Antakarana, las Puertas Celestes


ubicadas a la altura de los chakras abren el camino a la comunicación que
recibe la Conciencia habitante del Antakarana desde las Constelaciones. Por
esas doce Puertas, entra cada una de las doce energías del Cosmos. Todas
ellas son arquetipos y están representadas por los Signos del Zodiaco. Son
Entidades Maestras, Inteligencias amorosas, Guardianas de una línea de
formación y conocimiento dirigido al desarrollo de la conciencia humana.

ARIES–LIBRA: el Eje Sushumna

Sushumna es una palabra de origen sánscrito, es el nombre que recibe en


Yoga y medicina Ayurveda el órgano central que recorre físicamente la línea
cerebroespinal y comunica a todos los centros o chakras entre sí. Similar a una
vena o un canal, distribuye la energía vital o prana de tal manera que irradia a
todo el sistema energético personal.
En astrología Antakarana, representa la conexión principal entre la Fuente,
la Divinidad o el Yo Absoluto y la Conciencia individual humana. Este eje
funciona uniendo el chakra base y el chakra corona, organiza y administra el
crecimiento espiritual, controlando la correcta evolución del Ser. Un Sendero
que la Conciencia humana realiza ascendiendo voluntariamente de Aries a
Libra, pero cuyo recorrido ha sido manifestado de manera descendente por la
Divinidad, construyéndolo de Libra a Aries.
Entonces, el Sendero marcado por Sushumma es un recorrido doble que la
conciencia humana percibe desde la individualidad hacia Dios, pero que es
comandado silenciosamente por la Divinidad desde lo Alto.

En el Antakarana, en el momento inicial de la experiencia humana, la


Conciencia despierta al juego en el campo de la Tierra y comienza su
evolución en el Primer Punto de la cápsula. Ese punto se ubica en Aries, el
Signo de los inicios, unido a la ubicación del primer chakra: Muladhara, que
es el nombre en sánscrito que identifica al chakra base y que podría traducirse
como ‘raíz’ o ‘soporte’.
Aries abre el año Zodiacal en el equinoccio de primavera para el hemisferio
Norte y de otoño para el hemisferio sur. Equinoccio significa ‘momento del
año donde la noche dura el mismo tiempo en todo el planeta’.
Astronómicamente hablando, junto con Libra, marca los nodos de la Tierra,
es decir, señala anualmente el lugar del recorrido de la Órbita terrestre
alrededor del Sol, en el que observamos desde la Tierra que el Sol pasa de Sur
a Norte respecto del Ecuador Celeste, y Aries es el punto del nodo
ascendente de la Tierra o nodo positivo.
La llegada anual del punto vernal del Carnero es festejada desde siempre por
la humanidad a lo largo del planeta. En el 1500 a. C., durante la Antigüedad
clásica griega, los misterios Menores y Mayores a la diosa Deméter se
festejaban en los equinoccios para marcar el comienzo del hemiciclo anual y
poseían el carácter sagrado de las Iniciaciones espirituales. Hasta la
actualidad, se honra este momento del año con celebraciones que llevan
distintos nombres, como Holi, el festival hindú de los colores; Sham el
Nessim, en Egipto; Qingming, en China o Pawkar Raymi, en Perú. Pero en
todas las culturas mantiene el sello iniciático de la energía que comienza. A
propósito de este tema, está indicado en el Éxodo bíblico como el primer mes
del año.
Esotéricamente, los Señores de Aries han sido por siempre los ejecutores de
las Iniciaciones.
Aries forma parte de los cuatro Signos Cardinales, el eje Iniciático. Su
función principal es habilitar las transiciones entre las Órbitas o Cuerpos del
Antakarana. Su presencia se manifiesta una vez que han sido alcanzadas y
exploradas en su totalidad las energías correspondientes a cada uno de los
niveles representados por los Cuerpos del Antakarana. En ese momento,
Aries actúa sellando en la Conciencia la energía adquirida gracias a la
experiencia vivenciada en la Órbita que se abandona y habilitando el ingreso
al nuevo recorrido orbital.
En el diagrama del Antakarana, los Puntos en Aries se encuentran
simbolizados con triángulos con la idea de marcar los distintos momentos que
ocurren en relación con los ciclos arianos, ya que sus expresiones se dan tanto
al iniciar un ciclo en un Cuerpo, cuando los Señores de Aries autorizan a la
Conciencia el ingreso a ese nivel de experiencia, como al tomar la Iniciación
Menor de ese Cuerpo, es decir, cuando se lo ha terminado de recorrer y,
como resultado, la Conciencia recibe el sellado de la energía de la Órbita
finalizada.
En la representación, los dibujo como un triángulo con un vértice hacia
abajo (como formando una copa) para el momento de la polaridad femenina o
de ingreso al nivel de experiencia de la Órbita (cosa que ocurre en los Puntos
1, 14, 27, 40, 53 y 66) y con un vértice en punta, es decir, hacia arriba, para
representar al masculino o momento de finalización y toma de la Iniciación
de ese tramo del recorrido (en los Puntos 13, 26, 39, 52 y 65). Por esta razón
en el Antakarana, Aries es el signo que más Puntos tiene, ya que posee dos
niveles: uno de entrada y otro de salida de cada Órbita.
Respecto de las Iniciaciones espirituales es bueno recordar que:

… las Iniciaciones Espirituales suceden cuando hemos alcanzado


determinada cuota de Energía Autoconsciente correctamente
direccionada hacia el fluir de la Existencia Mayor. Asimismo, recibimos
Iniciaciones menores cada vez que termina un ciclo orbital, con la
consiguiente sumatoria en la cantidad de Energía Conciencia
establecida. (77 Estados de la conciencia en Evolución).

El análisis del símbolo

Al observar el símbolo de Aries con detenimiento, podemos viajar dentro de


su significado tomando algo de distancia de la imagen habitual de los cuernos
del carnero. Podemos ver su similitud con la germinación de una semilla
dicotiledónea, con su raíz y sus hojas, manifiesta la fuerza de la naturaleza que
inicia su ciclo de vida. También podríamos interpretar que los trazos son un
esbozo del órgano masculino o del femenino.
Siempre que Aries actúe en positivo, representa la capacidad de anclar la
Vida en la Tierra, el instinto de supervivencia y la fuerza de crecimiento en
una espiral evolutiva que le permite alcanzar el Cielo.
Cuando Aries se manifiesta en su forma negativa, claramente se observa la
daga sedienta de sangre lista para el combate, la espina desnuda y poco fértil
anclada en la polaridad de la existencia.

El núcleo esotérico

El fuego eléctrico de Aries le permite romper las membranas y, al


traspasarlas, construye nueva vida. La muestra más imponente de su fuerza
ocurre durante el Plenilunio de Aries que anualmente da comienzo a la
celebración religiosa más importante del judaísmo y del cristianismo: las
Pascuas. En ambas se rememora el fin de la esclavitud, la liberación. Se cruza
el mar Rojo para liberar al pueblo de Israel, o se cruza la muerte resucitando
para liberar al hombre. Ya sea por el Pesáj o por las Pascuas de Resurrección,
Aries trae la promesa de la autoafirmación y la independencia a través de la
acción que ejerce el fuego del espíritu. Como dicen las Escrituras: “… porque
nuestro Dios es un fuego consumidor…” y el ejercicio correcto de la guerra es
batallar con uno mismo, y para hacerlo bien hay que adelantarse al yo inferior,
que a su debido momento será dejado atrás. Esa cualidad de Dios como fuego
que consume se explica en la imagen de la zarza ardiente; en el encendido
apasionado de los corazones que lo buscan; en la promesa hecha en Pascua de
la próxima venida del Espíritu Santo, esas lenguas de fuego que iluminarán a
los discípulos en Pentecostés.
Hércules, en su primer trabajo, tiene como misión capturar los caballos y las
yeguas de la guerra, las llaman las yeguas devoradoras de hombres, porque la
guerra, Marte, ha devorado siempre a hombres y mujeres a través de los
tiempos. Para realizar su trabajo, arrincona a las yeguas, las atrapa y las ata
triunfalmente, pero, agrandado con su proeza, delega el final de su trabajo en
su amigo Abderis, a quien le pide que pase las yeguas a través del portal.
Lamentablemente, no tiene en cuenta que su amigo es débil, y sobre el final
resulta pisoteado por las yeguas y muere. El trabajo queda mal hecho. El lema
desde el plano del hombre es: “Que la forma sea buscada nuevamente”.
Abderis, que simboliza el yo inferior de Hércules, no está a la altura de las
circunstancias, es atropellado; el yo inferior, que es débil, debe ser conducido
hacia el espíritu, no por la fuerza, sino con inteligencia. El error hace que
regresemos una y otra vez al inicio.
El lema esotérico de Aries es: “Salgo y, desde el plano de la mente,
gobierno”. Esta indicación es para el que inicia, el líder que debe dirigir y
tomar el control de la acción desde la razón. Mercurio, el regente esotérico,
trabaja junto a Marte, el regente exotérico, para construir la perfecta dirección
de la mente hacia la iluminación.

En la Carta Natal Antakarana


Cuando el Sol, la Luna, el Ascendente o los Nodos se
encuentren en Aries, describirán a un Ser que está comenzando
un recorrido orbital o que tiene puesta parte de su energía
Conciencia en lograr una Iniciación. Podemos observar en qué
Cuerpo se dará la Iniciación cuando los elementos mencionados
se ubiquen en los Puntos 13, 26, 39, 52, 65 o 66. En el 66, el
recorrido que se inicia es el último posible.

La llegada de la Tierra al punto del nodo descendente anuncia el comienzo


de la siguiente mitad del ciclo anual, justamente cuando el Sol empieza a
verse debajo del Ecuador celeste. Libra es un signo cardinal, quizás el más
invisible de los cardinales, que son los signos fundacionales, energías
poderosas que abren las puertas anuales de los equinoccios y los solsticios.
En el Antakarana, Libra se ubica en el lugar del séptimo chakra o chakra
corona, que recibe el nombre de Sahasrara, el loto de mil pétalos, conectando
todo desde el extremo del enlace cerebroespinal que físicamente termina en
Aries. El chakra corona es un lugar especial de unión con la divinidad para
todas las religiones y tradiciones espirituales del mundo.

El análisis del símbolo

Su símbolo es un signo misterioso, tantas veces incomprendido, llamado el


signo del silencio, el Omega, el fin, el om. Como si de un néctar se tratara, en
este espacio sagrado de profundo silencio interior, las palabras suelen
dificultar la transmisión cabal de la experiencia trascendente que libera. Como
en un templo, este lugar enlaza con lo Alto, es el espacio importante y, en
cierto modo inasible, para el Ego Consciente en evolución ya que representa
el enlace directo con el Yo Superior. Este es el lugar desde donde lo divino del
Yo se expresa.
Al observar el símbolo Omega, o Libra, la similitud con la cabeza se hace
evidente y es fácil relacionarlo con el uso de distintos sombreros en las
diferentes tradiciones espirituales y religiones, desde el Tíbet al sufismo
pasando por musulmanes, judíos y las distintas ramas del cristianismo, todas
usan sombreros ceremoniales con distintas formas y colores, pero con la
misma intención: reconocer lo divino que habita en lo alto.
Siempre que Libra actúe en positivo, creará sobre una plataforma de
materialización un espacio central de diálogo y unión. Un lugar de encuentro
donde las polaridades naturales de la existencia dual de la Tierra se
encuentran, un templo del Espíritu en el medio de los extremos polarizados.
Cuando Libra actúa en negativo, pone un techo al encuentro de las ideas y
vínculos, polarizando y abriendo una grieta insalvable para las partes que
quedan separadas sin ese “puente” y no logran encontrarse.

El núcleo esotérico

El 0 de Libra es el tiempo del otoño en el calendario del hemisferio norte, lo


que indica el momento del silencio de la naturaleza, los pájaros emigran a
zonas más cálidas, y las hojas de los árboles caen. Habitualmente Libra es
llamado el signo del silencio. Desde la experiencia espiritual, luego de la
iniciación lograda en Aries, le sigue el silencio y la exploración atenta de esa
energía que habilitó el acceso a un valle nuevo donde se puede percibir la
divinidad. En Libra habita el Yo Superior y se puede escuchar el sonido de
Dios, el sonido sagrado: el om acompaña el área.
En el Zodiaco en reposo, representa la puerta del atardecer: Aries es el Este,
el amanecer; Libra, el Oeste, el mundo de los muertos, el principio de la
noche; su energía está ahí justo en la rajadura de los mundos, entre la luz y la
oscuridad. “Yo soy el alpha y el omega” dicen las Escrituras, que es similar a
decir yo soy el principio y el fin, yo soy el amanecer y el atardecer, yo soy la
luz y la oscuridad, yo soy el ciclo y el equilibrio eterno. Allí pedimos
“líbranos del mal” y quedamos expectantes a ver qué ocurre. Caminar por el
filo del día implica mantenerse neutral y centrado a pesar de las muchas
ilusiones de la materia en el juego entre el bien y el mal. La conciencia en
Libra es hipersensible a esos tirones y descubre a cada paso las inclinaciones.
Discípulos y adeptos en vías de probación experimentan grandes pruebas y
tentaciones en tiempos de Libra. Su intuición indica una elección, y surge una
pregunta constante: ¿de qué lado de la fuerza estás? Libra una batalla interna.
Le impera tomar partido, pero si lo hace, no avanza y entonces rota el
símbolo, arma una grieta que divide las aguas, el espacio de las negociaciones
se quiebra, separa las ideas, polariza al extremo, niega al otro y lo desprecia.
Al volcar y girar el símbolo, el equilibrio se transforma en un subibaja.
Aparece un supremacista de cualquier índole, aquel tirano elegante que
presume de ser superior, e incluso puede desear que el otro desaparezca. De
esta forma se representa el lema desde el punto de vista de la forma: Que se
haga la elección.
Desde el punto de vista espiritual, caminar por el filo del cuchillo o, dicho
en las palabras del lema: “Elijo el camino que conduce entre dos líneas de
fuerza”, Libra avanza cuando penetra entre esas dos líneas.
Este es el único signo del Zodiaco que no es un animal o un humano, es un
instrumento. La balanza es el símbolo de la muerte y del proceso sagrado del
juicio de Osiris en el que el corazón del muerto era contrapesado con una
pluma para ver si continuaría como inmortal o como mortal. El corazón
representa el resultado de las acciones, la conciencia; y la pluma simboliza la
verdad y la justicia universal, dignidades claras de Libra. De alguna manera,
cada día ocurre este juicio en el que las acciones son evaluadas en la luz del
ocaso, donde el Cielo se conecta con la Tierra y gobierna Urano, el dios del
cielo, el regente esotérico de Libra.

En la Carta Natal Antakarana


Cuando en la Carta Natal Antakarana, el Sol, la Luna, el
Ascendente o los Nodos se encuentren en Libra (el chakra
corona), el eje mismo marcará como una flecha la dirección hacia
lo divino y se expresará en el Ser como aspiración de
comunicación con lo sagrado, ímpetu para trascender la vida
ordinaria y capacidad receptiva para esperar que esto ocurra,
moviéndose entre la Tierra y el Cielo mientras tanto.

LA POLARIDAD RECEPTIVA: el lado A


Como expliqué en el capítulo anterior, los signos que se encuentran
asociados a los chakras frontales adquieren una naturaleza receptiva.

En el Antakarana, la línea que opera Tauro se ubica en el ombligo, el


segundo chacra o Svadhistana en sanscrito, cuyo significado es ‘la base de uno
mismo’ o ‘la propia morada’, y hace referencia al cordón que une la vida
individual. Desde ahí la Conciencia maneja la corriente del placer y de la
energía Deseo.
A medida que el Ser evoluciona en Tauro, irá moviéndose de Órbita en
Órbita y transitará desde la experiencia del sexo como herramienta de
reproducción, como simple placer físico, al sexo amoroso con su pareja, y a
partir de ahí en el recorrido del mago, comenzará a sentir la sexualidad
intrínseca de todos los Seres, de todos los Reinos manifestados que lo rodean,
hasta llegar al entendimiento del significado e importancia de la energía
sexual creativa del Universo. Un despertar que ocurre al percibir la pulsión del
sexo como pulsión de vida enlazada con la Vida Una, a fin de perpetuar la
Existencia. Así es como el camino a la Iluminación se abre durante la estadía
en Tauro, aprendiendo a direccionar toda la suma de energía Deseo en una
sola dirección, viajando en el Deseo hacia Dios.
El análisis del símbolo

La primera letra del abecedario, la a, recorrió un largo camino que comienza


en el arte rupestre con la representación simple del rostro y los cuernos del
buey o el toro, y fue desarrollándose en el trazo del alfabeto fenicio del 2.000
a. C., en el final de la era de Tauro, hasta llegar a la versión que tenemos hoy.
Así la importancia del toro queda expuesta en la necesidad de nombrarlo
primero y crear esta letra. Remarca como prioridad necesaria para la
existencia en el planeta lo que tiene relación con la vida y la subsistencia.
Visto dentro del Zodiaco en movimiento, Tauro evoluciona a partir del
desarrollo de la espiral iniciada en Aries, ubicada en los cuernos del Carnero,
que al encontrarse consigo misma se hace círculo o totalidad. El círculo es la
representación del espíritu, por eso observamos en Tauro al signo más
terrestre, la potencia de la vida en el espíritu integrándose a la Luna, el alma.
Siempre que Tauro actúe en positivo, el Espíritu elevará la Luna del Alma
acunando la receptividad necesaria para la Iluminación.
En cambio, al manifestarse en negativo, la materia densificada y anclada en
la Tierra por la Luna hará brillar los vicios en el ego deseoso de placeres y
bienes materiales, perdido entre los abundantes estímulos de los sentidos.

El núcleo esotérico

En su segundo trabajo, Hércules tiene por misión rescatar al Toro sagrado


del laberinto de Creta y llevarlo hasta el Lugar Sagrado. En Tauro, el ser está
perdido en el laberinto de los sentidos; el toro, que simboliza la materia
glorificada, se ha enredado en sus propias trampas construidas por los deseos.
Los deseos son como espejos de colores infinitos que perseguimos y que
anclan energías en el astral. Estas energías reclaman ser satisfechas de forma
constante.
Tauro es la pulsión de la vida abundante, y para eso debe concretar y
materializar sus deseos. De ahí que el uso de la energía deseo sea la base de su
evolución. Empujado por Venus y sus impulsos sensoriales, primero los utiliza
para consolidar y materializar las cosas terrenales, los vínculos emocionales y
las relaciones amorosas, esto se manifiesta claramente en su lema desde el
punto de vista de la forma: “Que la fuerza sea perseverante”.
En el mito, como en la India, el toro es sagrado y, como el toro es la
materia, nos recuerda que la existencia material es sagrada. Hércules tiene que
rescatarlo, lo cual destaca la importancia de la materia, si no, ¿por qué razón
habríamos de ocuparnos de ella? Su trabajo es un simple traslado, porque
cuando los deseos están en el lugar correcto ocurre lo sagrado. Al igual que en
todos los signos de tierra, vemos en Tauro que el vehículo del espíritu y el
trabajo del discípulo se da en el mundo material.
A medida que Tauro evoluciona, comienza a elevar los deseos hacia la vida
espiritual para lograr, finalmente, la iluminación que ocurre por medio de la
energía deseo. Eso pasa cuando se logra unificar y direccionar todos los deseos
hacia lo alto tal como Budha lo hizo. Por eso en el ciclo de la lunación de
Tauro, se festeja en el mundo budista Wesak o Vesak, el festival del
plenilunio de mayo, en el que se celebra la iluminación de Budha o, como
ocurre en algunos países, la triplicidad: su nacimiento, iluminación y muerte.
Somos seres que portamos en nuestro interior la semilla de la iluminación, la
budeidad es un estado que poseemos en común y que puede despertarse en
todo momento. El lugar desde donde esto nace está vinculado con el tercer
ojo, por eso el lema desde el punto de vista espiritual es: “Veo, y cuando el
Ojo está abierto, todo se ilumina”.
El regente esotérico señalado por Alice Bailey, Vulcano, todavía no ha sido
descubierto. En su lugar siento que la Luna, tan terrestre, posee una enorme
afinidad con el toro sagrado.

En la Carta Natal Antakarana


Cuando el Sol, la Luna, el Ascendente o los Nodos se
encuentren en Tauro, veremos a un Ser que explora la
manifestación del Deseo. La intención de Iluminación y deseo
divino será la clave de la encarnación.
La Carta Natal Antakarana permite ver en qué área se
desarrollará.

Géminis se ubica en el plexo solar, la boca del estómago o chakra Manipura,


nombre en sanscrito que significa ‘ciudad de las joyas’. Este lugar es el asiento
del Ego, el espacio desde donde crece y se expresa el yo inferior, un lugar
valioso en el desarrollo de la identidad personal.
El trabajo de Géminis es una parte muy sensible del Antakarana: el
momento en el que el yo personalidad o ego reconoce conscientemente la
existencia de otro gemelo: el Yo Superior, mientras se sorprende al observar el
recorrido del puente que los conecta. Por esa razón, Géminis es el signo que
más podría relacionarse con el Antakarana ya que de él depende la
continuidad de la conciencia.
Desde hace siglos, durante el ciclo solar de Géminis se celebra Pentecostés:
la distribución de los dones del Espíritu Santo. También, durante el
plenilunio, el mundo esotérico festeja el llamado Festival de la Humanidad y
el Día de La Gran Invocación. Esto ocurre porque Géminis simboliza y activa
el encendido de la llama: el espíritu. La persona recibe el llamado del Yo
superior para tomar su parte espiritual, esto ocurre conscientemente en el
recorrido por los signos de aire.

El análisis del símbolo


Si analizamos la imagen del signo, vemos dos columnas paralelas que
sostienen o enlazan arriba y abajo, el techo y el piso, como si fuera un dintel
de la ventana. O parece ser un doble signo igual, donde un signo igual se
forma hacia el costado, de forma horizontal, es decir que se relaciona con el
otro de una manera igualitaria y fraternal, y el otro signo igual se eleva de
manera vertical conectando cielo y tierra. De tal manera que en Géminis la
energía se mueve de humano a humano y de cielo a tierra, todo igual,
doblemente, como es arriba es abajo, ya que aquí se construye aquello que
permite unir distintas partes, las cosas que parecen viajar por veredas paralelas
encuentran puentes de conexión. Por eso fomenta las relaciones humanas
correctas y los acuerdos entre iguales.
En otro plano de comprensión, al duplicar el símbolo y copiarlo uno al lado
del otro, parece tomar la forma de la espiral del ADN, el código que nos hace
humanos con la capacidad de copiar y pegar transmitiendo la información de
lo sagrado que nos habita.
Siempre que Géminis actúe en positivo, trabajará para alcanzar en lo alto la
vinculación entre sus yoes, explorando la dualidad de la Existencia.
Cuando Géminis se manifieste en negativo, la estructura limitante
impondrá un techo a su esfuerzo, viviendo entre líneas permanecerá
conectado a la Tierra.

El núcleo esotérico

En los trabajos de Hércules, el héroe tiene la misión de encontrar las


manzanas de la sabiduría, que pueden estar en cualquier parte del planeta, en
este trabajo va a pasar por cinco pruebas. En la primera, no sabe dónde
buscar, pero tampoco sabe escuchar la ayuda que le dan los demás, eso lo
frustra, lo deprime. En la segunda prueba, encuentra en el camino una
serpiente que no lo deja pasar y cuando la levanta en el aire logra dominarla,
es decir que, al elevarla al plano de la mente, logra romper el espejismo que la
serpiente representa y la domina. En la tercera prueba, encuentra un maestro
que cree real, y se ata a él y a sus enseñanzas, hasta que descubre que es falso,
logra liberarse y así comprende que él es su propio maestro. En la cuarta
prueba, se encuentra con Prometeo, quien les robó el fuego a los dioses y
permanece atado a la piedra sufriendo su castigo; Hércules se compadece de él
y lo libera. En la quinta prueba, se encuentra con Atlas, que carga el mundo
sobre sus espaldas, y lo ayuda a cargar el peso del mundo. Es entonces cuando
logra encontrar las manzanas de la sabiduría, ya que el conocimiento
adquirido se transformó en sabiduría gracias a la experiencia. El arco que
tiene el arquero en Sagitario es Géminis y su multiplicidad de experiencias.
Durante la estadía en este signo, la Conciencia se anima a explorar, como si
fuera un juego, distintos tipos de conocimientos y formas de expresión del yo.
Gracias a la exploración con la inteligencia (Mercurio) y el amor en acción
(Venus, su regente esotérico), Géminis logra construir puentes. Conecta
externamente vinculando de humano a humano, e internamente relaciona sus
distintas voces internas, sus yoes. La dualidad de la existencia se explora en
Géminis, por eso cuando está en tierra puede estar distraído, y el resultado es
la inestabilidad, muchas veces interpretado como superficialidad, tal como
reza su lema esotérico desde el punto de vista de la forma: “Que la
inestabilidad haga su trabajo”. Pero cuando está conectado con su vibración
espiritual y en la medida en que va reconociendo su Yo Superior, el yo inferior
pierde fuerza al tiempo que crece su espiritualidad. El lema desde el espíritu
es: “Reconozco a mi otro yo y, en la declinación de ese yo, crezco y
resplandezco”.

En la Carta Natal Antakarana


Cuando el Sol, la Luna, el Ascendente o los Nodos se
encuentren en Géminis, veremos a una persona que está
desarrollando identidad y que busca integrar sus partes al tiempo
que integra en el mundo que lo rodea cosas en apariencia disímiles
e incompatibles.
Su interés por vincular estará siempre en relación con el tema del
Punto y la Órbita en la que se encuentra anclada su Conciencia.
En el esternón, el centro del pecho, en el mismo lugar donde se dibuja el
corazón del Sagrado Corazón de Jesús o de María, se ubica el signo de
Cáncer en el Antakarana.
El chakra cardíaco o Anahata, palabra en sanscrito que significa ‘sonido
hecho sin que dos cosas se golpeen’, lo que recuerda el sonido del latido del
corazón. En este lugar se despliegan todos los posibles tipos de amor por
experimentar dentro de la existencia humana. Con los brazos abiertos para
abrazar y proteger, durante el tiempo que exploramos el signo del Cangrejo
aprendemos a dar y recibir amor en todas sus formas. Este increíble
aprendizaje lo realiza el Ser en su recorrido moviéndose de Órbita en Órbita y
así, según los distintos estadios evolutivos, va ocupándose de amar, proteger,
cuidar y hacer desarrollar responsablemente las distintas esferas manifestadas
en la Vida Una. En su recorrido, va comprendiendo que cada uno de los Seres
habitantes de Todos los Reinos de manifestación son sus Madres y que
simultáneamente deberá ser, para todos ellos, su Madre también.

El análisis del símbolo

Al mirar el símbolo, la memoria trae la imagen del yin y el yang, la danza de


opuestos complementarios: el sol y la luna, el calor y el frío, la luz y la
oscuridad. El movimiento de dos fuerzas que se interpenetran mientras la
rueda del tiempo gira conteniendo en cada uno una porción del otro.
A la vez, el símbolo de Cáncer parece dibujar un infinito que señala lo
cíclico de la Existencia, y también le agrega movimiento a la experiencia de la
dualidad conocida y explorada en Géminis. El Sol entrando en Cáncer marca
el Solsticio que se llama la puerta de la Humanidad. Recibe ese nombre ya
que abre a la conciencia la posibilidad de acceder al ciclo de la existencia
humana, por eso también representa la masa. En el símbolo, la imagen de
esas dos partes en espejo señala el encuentro con otro humano.
Siempre que Cáncer actúe en positivo, entrará en una danza de mutua
receptividad nutritiva. Al abrazar al otro, se identifica en el reconocimiento de
los ciclos de la Existencia y gira como en un yin y un yang eterno.

Cuando Cáncer se manifiesta de manera negativa, actúa dándole la espalda


al otro, mirándose a sí mismo se pervierte, así secciona y excluye de su vida la
danza sagrada. Inmóvil, encapsulado, permanece mirando la Tierra pasada.

El núcleo esotérico

Su regente, la Luna, indica la tarea del cangrejo, un signo fundacional, que


le permitirá empezar algo y sostenerlo, nutrirlo, ayudar a que crezca y se
desarrolle, y darle vida abundante. La capacidad de ciclar de la naturaleza se
muestra en el ciclo de la Luna que nace y muere, y en el de la materia que
siempre vuelve sobre sí misma y retoma sus elementos. La unión con el
pasado y el orden que promueve enlaza un registro directo con la primera
madre, una madre cósmica, una Eva universal de donde nacieron todos los
seres que habitan el planeta Tierra en un girar permanente sobre sí mismo.
No solo acompaña este signo la imagen del cangrejo y su idea de sostener,
controlar y esconderse; sino también el escarabajo, que representa la muerte y
la tumba, que es doblemente el útero de donde salimos y la tierra a donde
vamos a ir. Desde el punto de vista de la forma, el lema esotérico dice: “Que
rija el aislamiento, y no obstante la multitud exista”, mostrando cómo a
menudo los cangrejos se separan de la humanidad asilándose dentro de su
clan.
En la rueda de los ciclos, Cáncer atesora la posibilidad de la vida eterna
como promesa del escarabajo. Una vida eterna que viene escondida en la
experiencia de las encarnaciones y de la mano de su regente esotérico,
Neptuno, que representa a Dios o lo divino que otorga Vida espiritual a la
materia, la Luna, empujando la intuición y la trascendencia por medio de la
descendencia. La madre cósmica y los hijos terrestres que ha tenido habilitan
lo clánico y sanguíneo, la pertenencia más básica o más cerrada desde la óptica
humana. Pero empuja desde lo celeste, lo cósmico a incluir a toda la
humanidad y sentirse parte de la gran familia que somos. Esa capacidad de
amor total y de servicio a la humanidad brilla en los seres conscientes del
signo.
El lema esotérico de Cáncer dice: “Construyo una casa iluminada y en ella
habito”. El cuerpo es el templo, esa primera casa de la que tenemos
conciencia al nacer. Esa iluminación o capacidad de hacer consciente se hace
extensiva también al campo áurico; el trabajo del cangrejo se traslada a lo
mágico al iluminar los distintos cuerpos energéticos en busca de su propia
evolución espiritual y la de los demás. Habitar con conciencia la propia casa,
el hogar; la pertenencia a la familia y la pertenencia ancestral. Vibrando así en
amor ordenado, honrando el amor que ha pasado de una a otra persona,
honrando la vida que pasa a través de millones de seres en la Tierra y que
gracias a lo cíclico habilita la posibilidad de la evolución espiritual. La casa
iluminada de la Humanidad es la Tierra misma, nuestro planeta, el lugar que
tenemos que habitar con amor que fluye sin distinción, en servicio a la madre
Tierra y a la Humanidad, sabiendo que todos somos Dios encarnado,
simbolizando en esta doble regencia Luna-Neptuno, todo un ciclo sostenido
por Cáncer.

En la Carta Natal Antakarana


Cuando el Sol, la Luna, el Ascendente o los Nodos se
encuentren en Cáncer, la persona se expresará y se percibirá a sí
misma como la encargada de fundar o refundar algo, incluir,
cuidar y proteger a todos, asistir en el desarrollo de todos, amar la
Existencia, y saberse parte activa de ella en un sentido biológico y
ancestral planetario.
Leo está ubicado en el chakra de la garganta, llamado Vishuddha, palabra
sánscrita que significa ‘puro’ o ‘que ha logrado la purificación’. Este es el
centro de la expresión, donde el sonido y los ángeles o Devas trabajadores
vibratorios sostienen la Creación con la emanación de su nota. Por esa razón,
en esta línea del Antakarana aprendemos que somos los creadores de nuestra
realidad y que inexorablemente en ella viviremos.
Paso a paso en el recorrido que va desde el plano material hasta el plano
lumínico mayor en el sexto Cuerpo, los seres con anclajes en Leo entrenan su
voluntad y su capacidad creativa. Sus reinos se expresarán con personalidad y
originalidad en su recorrido por las distintas Órbitas, marcando la individual
nota en cada fase. Ya que la conciencia encarnada en Leo sale a diferenciarse
del clan, su voluntad lo empuja a expresar una voluntad mayor, y a crear ese
reino que soñó y que ha intuido durante su trayecto en el signo de Cáncer.
Leo es sostenido y motivado por una férrea expresión creativa, y por la
capacidad que tiene de creer en su trabajo y confiar en sí mismo. Es el arte, en
sentido de ser artista, pero también es arte al gobernar. En Leo ser es crear, y
habitualmente siente que el propósito de la existencia es la creación.
El trabajo sobre uno mismo también es el trabajo de Leo, que es el quinto
signo en el Zodiaco en reposo, y su esencia es la expresión del yo. Leo
representa el humano individualizado, el quinto trabajo de Hércules, el
pentáculo con sus cinco puntas que refiere también a las cinco llagas de
Cristo, ubicadas en las manos y en los pies más la lanza que va directo al
corazón: Leo. Por esa razón, el entrenamiento de la conciencia en el signo del
león habilita el desarrollo de la voluntad necesaria para lograr la Iniciación
que se llama “la crucifixión”.
Si analizamos, el pentáculo se inserta dentro de un “círculo no se pasa”, ese
círculo describe el área de la conciencia gobernando su propio territorio y, al
mismo tiempo, evoca al Sol, que es doble regente: esotérico y exotérico del
signo del León.
El análisis del símbolo

De la imagen del signo anterior, Cáncer, se ha separado uno de los dos


individuos que estaban involucrados. Nace el proceso de la identidad, la
conciencia toma el camino hacia la individuación y lo realiza viajando de lo
comunitario del clan a lo individual. Sale para buscar su yo real. Para eso se
esfuerza por crear un territorio personal que pueda gobernar por sí mismo y
así transformarse en líder de su propia vida.
Siempre que Leo actúe en positivo, su ego irá detrás de sí. Con la mirada
humilde puesta en su linaje y en los seres de su pertenencia, logra mantener
intacta la experiencia de los ciclos y así crea en el mundo conscientemente.
Cuando Leo se expresa en negativo, coloca a su ego adelante, entonces, al
darles la espalda a sus orígenes, su impulso vanidoso lo lleva a cometer errores
y crea un mundo efímero, sin raíces, fuera del ciclo.

El núcleo esotérico

El Ser en Leo aprende que es el creador en todos los planos: el creador en lo


material y concreto; creador en lo emocional, que al principio manifiesta
dramatizando y después desdramatiza; creador en su mente, viendo qué
pensamientos sostiene y, sobre todo, creador de un ambiente en lo social, en
la habilidad para vincularse y sostener todos esos lazos que se arman desde el
corazón. Las malas prácticas lo llevan al mundo del ego, al egocentrismo, a lo
presuntuoso. Con el fin de alcanzar el manejo de la propia voluntad,
integridad, dignidad, nobleza y conciencia de sí mismo, se puede poner un
poco orgulloso.
El lema esotérico desde el punto de vista de la forma dice: “Que otros
existan, yo gobierno”, pero el lema de Leo desde la visión del espíritu es: “Yo
soy ese yo, ese yo soy yo”. Ese nivel se alcanza cuando se ha logrado matar al
león, pero para matarlo tiene que haber nacido, por lo cual transitar por la
zona egoica es inevitable. Hércules, con sus manos, mata al león en una cueva
que tiene dos salidas, una hacia la luz y otra hacia la oscuridad; para matar al
ego tiene que encontrarlo dentro de la oscuridad, es decir, en el interior de su
propio ser atrapado por su ego. Una vez que el león fue sacrificado, el
discípulo logra con su vitalidad irradiar la Luz y sostenerla. Tomar la energía,
reconociéndose como el uno, ser él mismo, gobernar, ser responsable de lo
que gobierna y gobernarlo con honor.
“Yo soy ese yo, ese yo soy yo” describe un proceso doble de reconocimiento
de dos personas, estas son el ego y el espíritu, y también el otro y yo. Leo
logra reconocer en el otro a un igual con quien crear el reino en la Tierra.

En la Carta Natal Antakarana


Cuando el Sol, la Luna, el Ascendente o los Nodos se
encuentren en Leo, se debe entender que el ser vive una
encarnación con prioridad de autoexpresión alineada con el
Espíritu o Voluntad espiritual. El ser creará en todos los mundos,
para luego hacerse responsable sin discusión del gobierno y
gestión de lo creado.

Virgo se ubica en el sexto chakra o tercer ojo, llamado Ajna, palabra


sánscrita que significa ‘conocer, percibir’. Parado en el ojo único, el que puede
verlo todo, el Ser se entrena en discernir, comprender y correr los velos que
impiden descubrir el juego de Māyā. Avanza primero diferenciando lo que es
bueno o no, lo que es correcto y saludable para cada Punto en la estructura del
Antakarana. De esta manera analiza cuál es el orden correcto de las cosas y se
organiza para producir más y mejor viajando mentalmente entre el pasado y el
futuro. Luego, el Ser que actúa en este eje desarrolla dones de observación del
ahora que lo llevan a una total meditación contemplativa. Es en ese momento
cuando su capacidad de análisis penetra las distintas realidades ancladas en los
Puntos, acelerando los procesos alquímicos de las polaridades de la
Existencia, ordena, sana y repara al mismo tiempo.

El análisis del símbolo

El signo opuesto complementario de Virgo es Piscis, y el símbolo de Piscis


son los dos peces que se mueven en diferentes direcciones. Si observamos el
símbolo de Virgo, las líneas parecen unir la imagen de un pez con un tridente
o una horquilla de la cosecha en dirección a la tierra, pero que ha enlazado un
pez, como uniendo las orillas tierra y mar. En Virgo las dos direcciones de los
peces se hacen una, y el pez se ordena de forma vertical, mostrando la unión
de la materia y el espíritu que por el ejercicio del trabajo en el servicio toma la
dirección hacia lo alto.
Siempre que Virgo actúe en positivo, logrará analizar y discernir, elevándose
por encima de las trampas de Māyā logrará esclarecer y, con la fuerza del OM
escondido en su símbolo, ordenará y purificará todo a su paso.
Cuando Virgo se exprese en negativo, acumulará en sus receptáculos la
materia mental desdibujada, intoxicada y, encerrándola, se obsesionará con el
mundo material. Eso lo atará a la Tierra.

El núcleo esotérico

Mercurio, el regente, describe una mente ocupada en las cosas de la tierra.


El lema de Virgo desde el plano de la forma dice: “Que la materia reine”. Por
eso habilita y activa la capacidad de hacer orden sobre las cosas, administrar
los recursos y armar protocolos. Trabaja en el servicio, los vínculos, el
discernimiento de lo que es tóxico o no y el planeamiento que permite
mejorar la productividad. Se esfuerza en generar herramientas que le permitan
perfeccionar lo que nos rodea, la organización del tiempo, de las cosas
materiales y los vínculos con las personas, ya que su regente esotérico es la
Luna.
Originalmente, en el nacimiento de la astrología, Venus era el regente de
Virgo, ya que el signo en el Zodiaco en reposo ocupa la zona del Oeste al lado
de Libra, el área del atardecer y del comienzo de la noche, las horas en las que
es visible Venus. Por eso Virgo, tan femenino, es representado habitualmente
como la Virgen de la cosecha, la Virgen y el Niño o el ángel, todas
representaciones que remiten a Venus y a la Luna. Si nos detenemos en el
ángel y las alas de la imagen, encontramos que Virgo también se relaciona con
el sonido, el ángel Gabriel que anuncia al niño. El sonido y el OM están
escondidos en el símbolo de Virgo que, acompañado por los coros de ángeles,
se encarga de sostener la Creación con la emanación del sonido sagrado. Por
eso en este signo se comprende la música y se interpreta el ambiente.
Virgo tiene la cualidad de mantener la materia y discernir dentro de ella las
trampas que los sentidos nos fabrican para hacernos creer que esto que
vivimos es real. Por eso tiene la función de descubrir el espíritu que está
escondido en la materia. Esotéricamente, Virgo es la revelación, su lema es:
“Soy la madre y el niño; soy Dios, soy materia”. La revelación de que la
materia esconde el espíritu transforma a los virginianos en hombres y mujeres
medicina, ya que son sanadores en todos los planos.

En la Carta Natal Antakarana


Cuando el Sol, la Luna, el Ascendente o los Nodos se
encuentren en Virgo, veremos que el Ser, gracias al uso de la
razón y a su avanzado entendimiento espiritual, revela los
misterios que el Espíritu esconde en la Materia, y de esa manera
honra y sirve al Todo. La Carta Natal Antakarana permite ver en
qué área se desarrollará.
LA POLARIDAD VOLITIVA: el lado B
Como expliqué antes, por los chakras ubicados en la espalda gestionamos la
información aprendida en los pares frontales y actuamos en el mundo. De
alguna manera, sostenemos el mundo con la fuerza de nuestra columna
vertebral.

En el Antakarana, Escorpio se ubica en la parte posterior del chakra Ajna,


llamado habitualmente ‘tercer ojo’, pero en ángulo inclinado hacia abajo, es
decir, cerca de la base del cráneo, justo antes del nacimiento de la nuca. Un
lugar especial, el de la muerte por excelencia, el espacio del cerebro que
guarda el encendido y apagado de la conciencia, el lugar de los secretos y de
las vidas pasadas. Es ahí donde atesoramos archivos encriptados con la más
completa información de lo que somos, lo que hemos vivido, lo que hemos
tenido. Aquí también se gestiona aquello que se ve con el ojo único cuando ya
está abierto en Virgo, facilitando el acceso a todos esos archivos. Desde esta
línea, trabajan los Señores de la Muerte y el cambio indispensable para crear
nuevos ciclos de manifestación.

El análisis del símbolo

El símbolo de Escorpio dibuja la sinuosa actividad de la serpiente, uno de


los animales que lo representan. La imagen muestra a la serpiente dispuesta
para el ataque, ella sabe que asentarse es fundamental para dar el salto, de ahí
que antes de que la flecha se eleve deberá afirmarse al suelo. La flecha es
atributo de Marte, su regente, pero también es parte de lo que vendrá a la
conciencia una vez despegada del ciclo de oscuridades. La flecha representa
veladamente la sabiduría que se revelará en Sagitario. En tanto no despegue,
la serpiente reptará, dispuesta a lograr su trasformación con cada cambio de
piel.
Siempre que Escorpio actúe en positivo, logrará elevarse por encima de sus
dificultades y crisis, por más profundas que sean y, disparado como una
flecha, saltará a nuevos espacios iluminados.
Cuando Escorpio se exprese en negativo, el dolor se acumulará en lo
profundo junto a la oscuridad y la pena, y su flecha envenenada lo hundirá
más aún en el lodo.

El núcleo esotérico

La conciencia encarna en Escorpio cuando necesita soltar lastre, dejar ir


oscuridades o matar en su interior todo aquello que esté podrido, sucio o que
resulte un estorbo para su evolución y que impide su crecimiento espiritual.
Cuando necesita cerrar ciclo y dar un salto. Su regente exotérico y esotérico es
Marte y se le suma también Plutón. Ambos, poderosos y magnéticos,
describen la fuerza que lo acompaña y que permiten atraer la eternidad a su
vida, acción que logra gracias a su capacidad de regeneración y al
conocimiento de lo oculto.
Pero en todo momento puede ser tentado por sus demonios. Como en los
trabajos de Hércules, luchará para matar a la Hidra de nueve cabezas y así
evitar que se active el lema desde la forma: “Que Maya florezca y rija el
engaño”. Las cabezas de la Hidra representan sus vicios: la manipulación
psicológica, la comodidad física, la venganza, la perversión, la maldad, el odio,
el miedo, la adicción al sexo o a la muerte entendida como crisis.
En su recorrido, toma la forma de la serpiente, del escorpión o del águila:
cada uno de esos estadios representa el tipo de elevación del mago en su
camino a la Luz. Esotéricamente, Escorpio representa el momento de la
prueba, el encuentro con su propia sombra, los propios demonios y fuerzas
oscuras que deberán ser recicladas para avanzar en el camino de la vida. Le
sobra valor para hacerlo. El Lema esotérico de Escorpio es: “Guerrero soy y
de la batalla surjo triunfador”. Esa valentía para enfrentar la oscuridad, su
propia oscuridad, y la capacidad de vencerla y de hacer lo que sea necesario
para terminar con ella emanan de una abundante energía oculta en medio de
una intensa necesidad de control.

En la Carta Natal Antakarana


Cuando en este eje de la Carta Natal Antakarana observamos
anclajes clave como el Sol, la Luna, el Ascendente o los Nodos, se
debe interpretar que el ser trae como propósito para esta
encarnación el desarrollo de poderes ocultos entrenados en otras
vidas, pero con la voluntad de transformarlos y hacerlos suyos
definitivamente.

El centauro, Sagitario, se ubica en la parte posterior de Vishuddha, el chakra


laríngeo, es decir, al finalizar el cuello en el nacimiento de la espalda.
Comunicar y conectar son funciones que lleva a cabo con naturalidad. Su
mirada invoca claramente los principios universales que custodia, observando
con firmeza y sabiduría el cumplimiento del orden ético humano. Los
Señores de Sagitario son los custodios protectores de toda la información y el
conocimiento que la Raza Humana desarrolla, conserva y comparte en el
transcurrir de los Tiempos y en todas las áreas de la noosfera terrestre.
Gracias a la unión de tantas mentes y a la transmisión del conocimiento, la
Humanidad ha logrado avanzar. Junto a ella se elevan el total de las mentes
enlazadas pertenecientes a otros Reinos. Mas el conocimiento no alcanza para
evolucionar si no se ve enmarcado en la justicia y ética humana.
El análisis del símbolo

El símbolo del centauro que ha unificado la dirección de sus impulsos


terrenales en atributos celestiales se simplifica enormemente en la imagen de
la flecha que va en dirección a lo alto. Esa flecha no cuenta la historia de lo
ocurrido previamente en Escorpio, ni cuenta la historia del arco, es decir de
Géminis, de donde ha extraído y explorado un abanico de ideas. La flecha
muestra el movimiento en dirección a la meta, describe el impulso cazador de
los humanos y el hacer permanente.
Cuando Sagitario actúa en positivo, sostiene la dirección de la conciencia
con una energía constante que tensa y eleva la flecha en dirección a la meta
futura.
Pero, cuando Sagitario se expresa en negativo, la flecha dirigida hacia abajo
lo retrasa en el pasado y lo complica en conquistas terrenales que lo deprimen
inexorablemente.

El núcleo esotérico

Alice Bailey utiliza la imagen de la crisálida para describir a Sagitario, el


momento siguiente a Escorpio, signo en el que se ha dejado todo lo oscuro,
todo lo podrido, y el ser liberado se encamina hacia las dos puertas. La
primera puerta es el centro de la galaxia, señalada por la flecha del arquero y
muy próxima a la segunda puerta, el Portal del solsticio de Capricornio. De
ahí la imagen de la crisálida, un momento de experiencia en la identidad del
ser que evidencia el hecho de estar en proceso. Debido a la revelación
intelectual que produce la cercanía a estas puertas y ese atisbo de totalidad,
Sagitario puede desarrollar los vicios expresados en su lema desde el punto de
vista de la forma que dice: “Que se busque el alimento”. Un alimento que es
ante todo mental y trae orgullo intelectual, supremacía social, elitismo y
dogmatismo.
Sagitario tiene como regente a Júpiter y su regente esotérico es la Tierra,
lugar en el que manifiesta su poder. En los trabajos de Hércules, su misión es
matar a las aves del Estínfalo, que devoraban a los hombres. Logra
ahuyentarlas del pantano con sonido, y luego tira su flecha y les da fin
liberando a los pobladores del peligro que se ocultaba en la ciénaga. Eran tres
aves grandes y muchas otras pequeñas, pero las grandes eran las que más daño
hacían; representan los malos usos del pensamiento, la razón y la palabra, el
uso egoísta o vanidoso, la murmuración política. Las aves vienen a simbolizar
las ideas que devoran y arruinan los acuerdos humanos, acuerdos sociales que,
si son saludables, permiten la justa convivencia y el orden necesario para
gobernar entre los hombres.
Esotéricamente, Sagitario representa la capacidad de unir todas las
posibilidades de Géminis en su arco y, observando el horizonte, dirigir su
flecha a la meta deseada y hacer síntesis. La chispa explora la forma en que la
Conciencia sin límites sostiene la dirección y se expande en el conocimiento
paso a paso. El lema esotérico de Sagitario es: “Veo la meta, la alcanzo y veo
otra”. Como custodio de la información y en servicio a la Humanidad, debe
cultivar el uso perfecto del conocimiento que guarda y hacerlo con justicia
creando los acuerdos políticos necesarios para la evolución planetaria.

En la Carta Natal Antakarana


Siempre que en la CNA encontremos el Sol, la Luna, el
Ascendente o los Nodos en Sagitario, se debe interpretar que la
persona actuará en el mundo, según la Órbita de interés, como
guardián y protector del conocimiento. Consciente de la
importancia de la Ciencia y Conocimiento de la Humanidad, sus
anclajes lo llevarán a sostener no solo la excelencia de la
información, sino también la tutela de las leyes o normas que
rigen los valores éticos y morales que son las bases invisibles con
las que se construyen las sociedades humanas.
En el Antakarana, Capricornio se ubica en la posición del chakra del
corazón: Anahata, pero en la espalda, entre los omóplatos. Este es el lugar
desde donde sostenemos con responsabilidad las relaciones amorosas en
general, aun aquellas que resultan pesadas de llevar. Como todo en
Capricornio, la felicidad total de esta ubicación es la obediencia, la disciplina
y el cumplimiento del Karma: la ley perfecta del Amor de Dios.
Durante la estadía en este signo, la Conciencia evoluciona comprendiendo,
aceptando y gestionando correctamente el karma. El entrenamiento en cada
Punto de esta línea de la estructura le permite conocer en profundidad el
movimiento de causa y efecto, así el Ego Consciente se perfecciona hasta
lograr los objetivos a los que aspira, utilizando el modo correcto en el Tiempo
correcto.

El análisis del símbolo

Capricornio es un signo tan encumbrado que existen varias formas de


escribirlo. Todas son representaciones que se desprenden del original Enki, el
dios sumerio que gobierna el área del cielo de Capricornio, padre creador y
protector de la humanidad, mitad cabra y mitad pez, señor de la magia,
valorado por sus habilidades y sabiduría para elevar la vida desde las aguas
primordiales hacia la superficie. Por eso, el símbolo siempre incluye una
forma que recuerda a la cumbre de la montaña habitada por la cabra y un rulo
a modo de cola de pez.
Siempre que Capricornio actúe en positivo, se abrirá al otro y será elevación
sostenida para la contención, equilibrando las fuerzas entre el arriba y el abajo:
recibe y entrega.
Pero cuando Capricornio se expresa en negativo, retiene lo elevado y,
dejándolo en el pasado, actúa como una barrera. Al no fluir, arma un dique y
limita la realización de aquellos que de él dependen.

El núcleo esotérico

Capricornio trae lo sagrado del solsticio de invierno, el Portal del Cielo por
donde se expresa la Jerarquía. El momento en el que el Sol se acerca al
horizonte y se posa en la Tierra, y desde ese ángulo derrama su luz
suavemente, llegando a los lugares más escondidos y profundos. Su llegada
trae a la conciencia la responsabilidad, la determinación, la ambición y la
paciencia. Con carácter, se inclina para proteger y estructurar el orden desde
su natural posición de autoridad.
En los trabajos de Hércules, la misión es liberar a Prometeo, que permanece
atado como castigo por haberles entregado el fuego a los hombres. Pero para
lograrlo, Hércules debe descender al inframundo y matar a Cerbero, el perro
de tres cabezas custodio del Hades. Así muestra Alice Bailey el trabajo de
entrega de Capricornio, la capacidad de liberar del dolor a los demás entrando
en los orígenes mismos del mal, desarticulándolo desde lo profundo del
inframundo.
El mito nos recuerda que existen tres temas fundamentales con los que hay
que estar muy atento si se busca el ascenso espiritual: el deseo, la sensación y
las buenas intenciones. El deseo debe ser disciplinado para dirigirse solo a lo
alto, cambiando ambición material por ambición espiritual. La sensación o la
ilusión del mundo, que con su intensa necesidad de satisfacción material
encadena el espíritu a la roca, debe ser puesta en su exacto lugar. Y por
último, las buenas intenciones que se quedaron en eso, aquellas que no se
realizan y crean karma de omisión por temor al fracaso o por no querer tomar
la responsabilidad del trabajo evolutivo personal y colectivo.
Esta es la razón por la cual, desde el punto de vista de la forma, el lema dice:
“Que la ambición rija y la puerta permanezca muy abierta”. La puerta que
permanece muy abierta es la del inframundo, ahí donde el custodio del karma,
Saturno, regente esotérico de Capricornio, gobierna y controla las vidas de los
humanos.
Capricornio simboliza la Puerta de la Jerarquía, el lugar desde donde el
orden desciende, pero también la cumbre a la que accedemos después de
luchar en soledad y sostener la dirección hacia lo alto. Mas no es para
nosotros el trabajo, y eso está muy claro en el lema esotérico de Capricornio:
“Estoy perdido en la luz suprema y, aun así, vuelvo la espalda a esa luz”. El
verdadero iniciado se muestra, pero no avisa que lo es ni hace alardes de eso,
simplemente se entrega a la tarea de descender de la montaña, donde ha
recibido la misión de manos de sus Maestros y comparte esa luz con los
demás. El conocimiento adquirido gracias a la transfiguración en experiencia
espiritual ahora es alimento y dirección para otros, tal como un bodhisattva.

En la Carta Natal Antakarana


Cuando en la Carta Natal Antakarana encontramos el Sol, la
Luna, el Ascendente o los Nodos en Capricornio, se interpreta
que la persona toma autoridad y responsabilidad social y grupal,
según la Órbita en que se encuentre el anclaje, con el solo
propósito de llegar a los grados mayores de las Iniciaciones.

En el Antakarana, Acuario se sitúa en el centro Manipura pero en la


espalda, a la altura de la boca del estómago, activando el Ego Conciencia
desde el tercer chakra: lugar en el que el yo se experimenta a sí mismo, se
presenta y se desenvuelve en el mundo con un halo de originalidad. Desde
aquí, en el recorrido de esta línea, el Ser se desarrollará al máximo en su
autoconciencia, yendo de lo humano a lo cósmico, de la identidad anclada a la
masa a la identidad personal como manifestación única e irrepetible de la
Existencia. En Acuario el Ser experimenta la primera de las Iniciaciones
mayores: la que está relacionada con la formación completa de la propia
Identidad. Al final del recorrido sabe quién es y qué quiere como individuo.

El análisis del símbolo

Acuario rige la época del año en la que ocurren los derretimientos de los
hielos que se formaron en el invernal tiempo de Capricornio. El agua fluye e
inunda los valles llevando vida a lugares lejanos. Por eso el símbolo recuerda
el movimiento del agua empujada por el viento. Las ondas se mueven
sincrónicamente y parecen fluir con facilidad, mostrando la capacidad de
colaboración comunitaria. Acuario también es llamado “el signo portador de
la luz”; en este sentido, las ondas también representan la longitud de onda de
la luz, cuyos fotones pueden expresarse como onda o partícula, moviéndose
del violeta al rojo.
Cuando Acuario actúa en positivo, su fluidez conectará a muchos otros
diferentes entre sí pero iguales en objetivos, con el fin de crear identidad
grupal.
Pero cuando Acuario se exprese en negativo, acumulará en sus ondas la
información creativa que, bajo su propio peso, se estancará y se tornará
inservible en manos de su propio ego sobrevaluado.

El núcleo esotérico

En el mito de Hércules, el trabajo en Acuario es limpiar los establos del rey


Augías, el eje Acuario-Leo aparece representado en los personajes: el servidor
del mundo y su ego. Para realizar la tarea, Hércules utiliza su mente y
primero destruye los muros que rodeaban los establos, luego direcciona dos
ríos hacia el lugar deseado, gracias a su habilidad para romper y cortar con los
límites opresivos. Es el agua que deja correr la que realiza el trabajo de limpiar
los desechos de los animales. Los desechos de los establos simbolizan los
errores humanos realizados en forma individual, pero que afectan
colectivamente. Todo es en red, esta interrelacionado, el trabajo de Acuario es
sobre lo grupal, aunque lo realice en solitario. El lema, desde el punto de vista
de la forma es: “Que el deseo en la forma rija”. Deseos que han generado
gran cantidad de basura y que apabullan con su pestilencia, y que, a pesar de
eso, se han abandonado o se ignoró la tarea de lavarlos. En lo individual,
como en lo colectivo, el espíritu de Acuario trae a la conciencia el humano
cósmico, la identidad que se ha visto a sí misma y ha reunido sus voces, sus
distintas partes representadas por los animales del reino de Augías.
En la India, el Gran Kumbh Mela o Kumbhamela se celebra cada vez que
Brihaspati, Júpiter, entra en Acuario. En ese momento se revive la breve
alianza que realizaran los devas (dioses) con los asuras (demonios) para batir
el océano primigenio de leche (la Vía Láctea) y trabajar juntos en la creación
del néctar sagrado de la inmortalidad. Esta enorme celebración comunitaria
lleva a millones de devotos a sumergirse en las aguas sagradas de la madre
Ganga, el río Ganges, para recibir su bendición. Con la primera Luna nueva
el Portal sagrado se abre, y las aguas del Ganges se transforman en amrita, el
néctar de la inmortalidad. Sumergirse en ellas limpiará de sus pecados a los
fieles devotos gracias al baño sagrado. Júpiter, el regente esotérico de Acuario,
brilla en esta celebración colectiva y pone de manifiesto el Lema de Acuario:
“Soy el Agua de Vida vertida para los hombres sedientos”. El agua de vida, el
agua de la inmortalidad producto del juego eterno entre la luz y la oscuridad,
tal como cuenta el mito hindú.

En la Carta Natal Antakarana


Cuando en la Carta Natal Antakarana encontremos el Sol, la
Luna, el Ascendente o los Nodos en Acuario, se interpretará que
la persona toma gradualmente su identidad cósmica según la
Órbita en que se encuentre el anclaje, con el propósito de sostener
la visión del futuro de la Raza Humana y alimentarla con el
proyecto, mientras continúa su evolución hasta llegar a los grados
de la Iniciación suprema.
En el Antakarana, Piscis está ubicado en la cintura en el aspecto dorsal del
segundo chakra o Svadhistana, siguiendo la línea de dos dedos más abajo del
ombligo pero en la espalda. Ahí se acumulan las capacidades creativas listas
para salir, las cosas que necesariamente pariremos. Los Puntos activos en la
estructura son los espacios desde donde, al inclinarnos hacia la Tierra, la
servimos con humildad. Desde donde asistimos a los pequeños o a los
necesitados del mundo. Andando en cardumen, el Ego Conciencia conecta
con Todo lo que Es. El aprendizaje espiritual de esta línea del recorrido se
relaciona con que “todos somos uno”, no hay separación, no existe un yo
independiente, solo existe un inabarcable entramado multidimensional. Eso
deja lugar solamente para la acción colectiva, la unión de todos con el yo y del
yo con todos, el movimiento coordinado con los otros da sentido a la vida de
la persona.

El análisis del símbolo

El símbolo antiguo de Piscis es la imagen cristiana de los dos peces ubicados


en paralelo, ambos parecen importantes y en apariencia se mueven en
posiciones diametralmente opuestas. Representan la vida espiritual y la vida
material, y muestran dos caminos con distinta dirección, ¿a qué pez seguir?
Hay otra forma de simbolizar a Piscis y son las dos lunas enlazadas con la cruz
de la materia. Esta forma expresa un camino de conexión entre estos peces:
materia y espíritu enlazados en el servicio planetario.
Siempre que Piscis actúe en positivo, la conexión con todo lo que Es, de
alma a alma, de pasado a futuro, traerá a su vida inmejorables condiciones de
evolución espiritual. Tendiendo puentes, avanzará.
Pero si Piscis se expresa en negativo, su copa, al reflejarse en la experiencia
sensorial terrenal, prisionera de sus pasiones y su emocionalidad, intoxicada,
será esclava.

El núcleo esotérico

El trabajo de Hércules en Piscis es la recuperación de los bueyes rojizos que


eran retenidos ilegalmente por un monstruo de tres cabezas y tres Cuerpos, de
nombre Gerión. Los retenía dentro de un lugar llamado “la Gran Ilusión”.
Hércules tiene como misión recuperarlos y llevarlos a la Ciudad Sagrada.
Pero antes de comenzar la tarea, Hércules hace ofrendas al dios Helios, el
fuego del Sol, el Padre, y recibe de él una ayuda, un cáliz de oro que le
recuerda su centro impecable y luminoso, aquel que lo llevará de ser el
servidor del mundo en Acuario, a ser el salvador del mundo en Piscis. El cáliz
donde la sangre del sacrificio es reverenciada y que recuerda que en el útero se
guarda lo sagrado del espíritu.
El trabajo es complejo y enredado, el héroe se pierde constantemente y debe
volver a la ruta una y otra vez. Se extravía en encuentros con este monstruo
que aparece bajo distintas formas y que representa los primeros tres niveles de
la conciencia humana: el Cuerpo físico, el emocional y el mental. Estas tres
partes se distraen siempre, yendo tras los sentidos, poseídas por la gran ilusión
en la que vivimos. El lema desde el punto de vista de la forma es: “Entra en la
materia”, y Piscis se interrelaciona y entra en la materia hasta quedar
hipnotizado, prisionero de ella como los bueyes rojos. En esta etapa, Plutón,
su regente esotérico, parece dominar la escena, controla y manipula la ilusión.
El recorrido que hace Hércules en este mito se asemeja al cuento Zen del
buey y el boyero, en el que el boyero sale a buscar al buey —que nunca estuvo
perdido— y en la tarea de ir buscándolo se aleja de sí mismo y deambula
extraviado, hasta que encuentra al buey, lo doma y lo monta, y así puede
regresar a sí mismo.
El lema esotérico de Piscis es: “Abandono el hogar del Padre y, al regresar,
salvo”. La frase recuerda la necesidad de tener la experiencia de contacto con
lo indiferenciado, con la masa, como parte del recorrido espiritual necesario
para desarrollar la compasión que garantice el sacrificio. En Piscis, el Ser
experimenta la fusión con lo que lo rodea, perdido en eso solo para entender a
otros y sentirlos, y entonces volver sobre sí para salvar.

En la Carta Natal Antakarana


Al observar en la Carta Natal Antakarana el Sol, la Luna, el
Ascendente o los Nodos en Piscis, se interpretará que la persona
sirve y se fusiona según la Órbita en que se encuentre el anclaje,
con el propósito de alcanzar un sentido de pertenencia
responsable que lo habilite a llegar a los planos astrales para
disolver karma, cosa que ocurre en los grados mayores de la
Iniciación.

TRÍADAS: la fórmula sagrada

Naturalmente, el astrólogo conoce las tríadas de elementos que conforman


el Zodiaco. Al trasladar esas tríadas a la CNA, se revela una nueva dimensión
de información. Cada tríada comandada por su signo Cardinal (ver recuadro
“La lógica del…”) puede expresarse en cualquiera de los seis niveles orbitales
creando triángulos concéntricos de manifestación.
El triángulo es sagrado, representa la acción del Espíritu o Dios en la Vida
de la forma. Rastreando la figura a lo largo del tiempo, se la puede vincular a
infinidad de cuestiones. Por ejemplo, la encontramos en el ojo egipcio de
Horus, ojo que todo lo ve; esta imagen continúa describiendo el ojo de Dios,
un ojo panóptico que mira a la Humanidad, utilizado hasta el día de hoy por
la Masonería, presente hasta en el billete del dólar.
También la podemos relacionar al triángulo como símbolo de las tres
Gunas, cualidades de la materia en el pensamiento yóguico: Sattva, Rajas y
Tama. Lo encontramos presente en las tres letras de la sílaba sagrada “Aum”
que se pronuncia “Om”, el sonido con el que Dios dio inicio a la Existencia, la
Madre de todos los sonidos, poseedora de un poder infinito, contiene los tres
aspectos de la energía divina: creación, preservación y destrucción.
Se suele ver el triángulo en las iglesias, representando a las tres personas de
la divinidad cristiana: Padre, Hijo y Espíritu Santo. De alguna manera, se
utiliza para simbolizar los tres Reinos: Mineral, Vegetal y Animal o como
síntesis de las tres partes que nos conforman: cuerpo, emoción y mente. En
alquimia, los cuatro elementos se dibujan con un triángulo:

Y sus entrecruzamientos producen la mayoría de las figuras geométricas


sagradas, como la estrella de David: el hexágono, formado por dos triángulos
encontrados, presentes también en el sello de la Sociedad Teosófica.

Así, describen la manifestación total en la Tierra; “como es arriba, es abajo”;


lo femenino y lo masculino. Esta estrella es, además, la señal del Iniciado.

Tríada de Fuego
Expresar la suprema Verdad lleva a la Iniciación
La tríada del elemento Fuego simboliza la acción de la divinidad y en el
Antakarana activa tres centros: el chakra raíz, donde se ubica Aries; el 5A o
chakra laríngeo frontal, donde se ubica Leo; y el 5B o laríngeo dorsal, donde
se ubica Sagitario. La función básica de este chakra es la comunicación verbal
y como bien dicen las Escrituras: “Al principio era el verbo, y el verbo era
Dios”. El sonido o verbo representa el poder creativo de Dios que inicia su
Creación y la sostiene con la emanación de su Om. En lo elevado, los coros
de ángeles sostienen eso que se ha creado. Desde el punto de vista humano, la
inmediatez de materializar aquello que se pronuncia no está a la vista, pero
desde el plano del espíritu nada que sea dicho se pierde, más tarde o más
temprano, se materializará en la vida de ese Ser.
La información esotérica que revela el fuego es: Expresar la suprema
Verdad conduce a la Iniciación.
La evolución a través de los signos de fuego muestra la capacidad de acción
del espíritu humano en la Tierra, la potencia creativa y hacedora por el puro
interés en al hacer. En cada nivel del Antakarana, las tríadas de Fuego
invocan la capacidad de conocer, en el sentido de aprender, actuar y, por
último, llevar a cabo y sostener.
Conocimiento (en Sagitario) que lleva a la acción (en Aries) y a la creación
(en Leo) en un circuito de crecimiento exponencial. La creación permite
conocer y comunicar lo creado y consecuentemente lleva a tomar liderazgos.

Tríada de Tierra
Discernir al deseo creador del astral permite manejar el karma
La tríada del elemento Tierra simboliza la sustancia material de la divinidad
y en el Antakarana activa tres centros: el chakra del ombligo frontal, o 2A,
donde se ubica Tauro; el chakra del tercer ojo en la frente, o 6A, donde se
ubica Virgo; y el cardíaco dorsal, en la espalda, o 4B, donde se ubica
Capricornio. La información que revela es: Discernir el deseo creador del
astral permite manejar el karma.
El movimiento entre las tres tierras muestra la evolución de la vida en la
Tierra enlazada con el ciclo de la materia y todo el apego que la influencia de
los sentidos genera. De manera irremediable por nuestra condición humana,
necesitamos sostener y estructurar la materia que somos físicamente anclando
más materia a nuestro alrededor. Para eso utilizamos con esfuerzo y ambición
nuestro deseo construyendo posesiones, comprando objetos y trabajando para
mantenerlos en un ciclo necesario para habitar en este planeta. Así buscamos
realizarnos concretamente en el plano económico y administrar de manera
correcta los recursos que logramos para conservar la propia vida, ya que sin
esos recursos, por mínimos que sean, no podremos sostenernos. Sin embargo,
los recursos no son el objetivo final, y los muchos engaños que la materia y el
soma ofrecen distraen nuestros sentidos y enredan la conciencia en un mar
material. Durante bastante tiempo, los engaños cambian de forma, pero
continúan ahí.
El discernimiento y el orden de Virgo inducen a la obediencia y la
responsabilidad en Capricornio que permitirán llegar a la iluminación en
Tauro.

Tríada de Aire
La comunión de todos mis yoes me une a la Divinidad
La Tríada del elemento Aire simboliza la Divina Trinidad, el triángulo que
describí más arriba. En este caso, activa tres centros: el chakra del plexo solar,
o 3A, donde se ubica Géminis; el chakra corona, o 7, donde se ubica Libra; y
el 3B, o el plexo solar del lado de la espalda, donde se ubica Acuario. El plexo
solar es el asiento del ego, trabaja para fortalecer la idea de “sí mismo” en cada
encarnación. Los signos de Aire unen entonces al ego activo sumando
Géminis y Acuario con el Yo Superior, que ordena el sistema desde el
séptimo chakra en Libra. La información que revela es: La comunión de todos
mis yoes me une a la Divinidad.
Veamos esto con detenimiento, ya que ocurre algo especial al observar el
armado de la tipografía de los símbolos de Aire. Si tomamos el símbolo de
Géminis y sus dos columnas tan rígidas y lo volcamos de tal manera que
parezca un signo =, podemos empezar a vislumbrar a Libra, como si un
pequeño toque armara una onda en la línea superior, y ese encuentro con un
“otro” formara una primera onda armando la evolución del siguiente Aire
creando a Libra. Y, si continuamos multiplicando el movimiento de
encuentro con otros “otros”, aparece el siguiente símbolo: Acuario.
Eso que se expresa en el trazo del símbolo se muestra en el Antakarana de
manera exagerada. El movimiento que generan los símbolos de Aire a medida
que recorren cada Órbita evidencia el desarrollo de la identidad humana y
cósmica sostenida por la Divinidad. Allí Géminis prospera y se acuesta,
permitiendo que una onda comience a manifestarse para formar a Libra, que
finalmente, azuzado por las relaciones y el viento kármico, se trasforma en
Acuario y su multiplicidad de yoes, para volver a resolver las identidades en
Géminis, uniendo el yo inferior y el Superior nuevamente, pero ya en el
siguiente nivel. Así se reinicia el ciclo hasta recorrer todos los Cuerpos del
Antakarana.

Tríada de Agua
Eliminar las barreras existentes me permite ser Uno con todas mis Madres
La Tríada del elemento Agua simboliza la solución en la que la Vida Una se
manifiesta en la Tierra y activa tres centros: el cardíaco o chakra del corazón:
el 4A, donde se ubica Cáncer; el 6A, o parte dorsal del tercer ojo, donde se
ubica Escorpio; y el 2B en la cintura, o parte dorsal del chakra umbilical,
donde se ubica Piscis. La información que revela es: Eliminar todas las
barreras existentes me permite ser uno con todas mis Madres.
Poseer un territorio indiferenciado en Piscis para sentir la inclusión en un
territorio comunitario en Cáncer y, finalmente, obtener un territorio personal
en Escorpio.
El fluir del elemento agua muestra la substancia primigenia que nace en
Piscis como un yo indiferenciado, que se percibe a sí mismo a través de la
fusión con los demás. Mientras evoluciona viajando en cardumen, hace
consciente su necesidad de pertenencia y de abrazo familiar y eso lo empuja al
signo de Cáncer. Entonces ocurre el armado de la red de vínculos, la
percepción de la vida en comunidad, pero con un claro conocimiento del
lugar o el rol que ocupa en el árbol de la vida. En este tiempo nace la
verticalidad.
La pulsión hacia la pertenencia lo hizo ciclar saltando desde el cardumen al
flujo que invoca la madre dadora de vida a la humanidad y, para completar la
fase, se verá guiado hacia la consiguiente disolución o muerte en Escorpio.
La conexión de la tríada de Agua es necesaria para la evolución de las almas,
que vuelven a manifestarse en Piscis, como en un ciclo eterno, hasta que la
cualidad vincular deja de ser inconsciente, y el ser comienza a sostener a otros
en el Amor y el Servicio. Sabiendo que la Muerte es una ilusión como todo lo
demás, fluye de ciclo en ciclo, sosteniendo los vínculos.

La lógica del movimiento


Si observamos la lógica con la que el Creador diseñó el
movimiento anual terrestre, vemos que a un signo mutable lo
sigue uno cardinal y, luego, uno fijo. Es decir que a cada Puerta
del Cielo -cada Signo Cardinal-, la precede una energía mutable y
la sucede una fija. Por eso, al aplicar esta lógica a las tríadas, la
evolución dentro del mismo elemento mantiene igual formatxo:
mutable, cardinal, fijo. Esto ocurre de tal manera que, en la
formación del triángulo de cualquiera de los cuatro elementos, la
base es ocupada por el signo mutable a la izquierda y el fijo a la
derecha, y en el vértice superior se halla el signo cardinal que rige
y sostiene la estructura con la que la divinidad construye la
Existencia.
En resumen
Los Signos del Zodiaco son inteligencias, energías maestras,
guías o tutores que gobiernan áreas del Cielo y de la Tierra de tal
manera que sostienen y controlan múltiples dimensiones
incluyendo los ciclos de evolución de la conciencia humana que se
visibiliza en la Carta Natal Antakarana. La Luz que emanan estas
Conciencias Maestras se evidencia en cada porción de la historia
de la Humanidad. Ellas son las responsables de activar la
naturaleza, los eventos mundiales y personales. De lo macro a lo
micro, todo está embebido por estos Seres. La velocidad en que
ocurre y la pequeñez de nuestro tiempo en la Tierra hace que, a
menudo, se nos olvide lo majestuoso de la Creación.

PREGUNTAS DE LOS ESTUDIANTES

—¿La Carta Natal Antakarana que tenemos es la carta de esta vida?


—Sí, lo que vamos a analizar son las herramientas que tenemos en este yo,
en este espacio tiempo, en esta identidad. Eso es lo que vamos a poder
trabajar.
—¿Entonces, en la CNA, Piscis se relaciona con Tauro?
—Sí, porque es el segundo chakra. El Zodiaco empieza en Aries, en el
chakra base, va por adelante y baja por detrás. Los chakras de adelante son los
que toman la información y aprenden, posteriormente sostenemos con los de
atrás que son los masculinos y tienen que ver con la voluntad. Cambia
muchísimo respecto de la manera en que la astrología acostumbra a mostrar el
orden.
Este sistema abre mucho la mirada porque pasa de doce casas a setenta y
siete ambientes, porque se hace foco en los grados y se puede ver cuál es el
área de gobierno del Sol, por ejemplo, no es cualquiera, porque indica desde
qué lugar se mira la vida. Debemos tener en cuenta que el orden del Zodiaco
está relacionado con este movimiento a través de los chakras.
—Barbara Brennan, en su libro Manos que curan, habla de los vortex, que
son como conos…
—Claro, en el libro de Barbara hay un dibujo donde la persona está de perfil
y se ven todos esos conos, como en la Carta Antakarana. El eje Shushuma,
Aries-Libra, es la corriente principal que tenemos en la columna, y los
chakras enlazan dentro de esa corriente, el A y el B, adelante y atrás. Cada
uno de esos conos corresponde a una energía: una energía rectora, una
inteligencia —porque los signos del Zodiaco son entidades inteligentes— que
manejan determinado tipo de experiencias que se expresan a través de una
línea entera de información. Esas líneas están relacionadas con los brazos de
este mandala que es la Carta Natal Antakarana.
—¿Cómo se activan los puntos?
—Todos los meses, cuando el Sol entra en un signo, por tránsito, tenemos
una activación posible de tomar, que la tomemos o que no la tomemos es otra
cuestión. En este momento el Sol está activando un punto, si nosotros
usamos este sistema, entonces podemos tomar activación de estos puntos por
los tránsitos del Sol, la Luna y los Planetas.
—¿Uno puede trabajar a conciencia para evolucionar un punto?
—Sí, vamos trabajando con la conciencia, claro que sí. Hay un patrón
progresivo que yo describo en el libro 77 Estados de la Conciencia en
Evolución, pero hay algo que también está planteado que es que se trabaja el
chakra de adelante en equipo con el de atrás. Por ejemplo, Géminis también
es Acuario. Estamos dentro de la misma dinámica.
LOS SIETE CUERPOS
UN MAPA PARA CONOCER EL ESPÍRITU

En los archivos de los astrólogos esotéricos, conectados con la Jerarquía, se guardan los
mapas de esos miembros de la familia humana que han alcanzado el grado de adeptos y
posiciones superiores. Mapas compuestos de cuadrados, estrellas y triángulos
sobrepuestos, contenidos en la rueda zodiacal y colocados sobre el símbolo de
la Cruz Cardinal…, símbolos que no pueden ser revelados aquí, pero indican la
etapa de conciencia espiritual alcanzada y la respuesta del iniciado
a esas influencias cósmicas mayores.
—Alice Bailey. Astrología esotérica, pág. 231.

Encarnación tras encarnación, la Conciencia desenvuelve los paquetes de


información contenidos en cada Punto del Antakarana. Luego recorre dicho
Punto, es decir: lo vive y lo hace propio. Esto ocurre gracias al ejercicio de
caminar el Sendero, de vivir la vida en la Tierra y explorar los temas existentes
en cada estación o Punto personal. En ellos, y mediante su vivencia, el Ego
Conciencia integra la información a su campo, por medio de la experiencia
directa, y la tiñe con su huella energética única, haciendo propio lo aprendido.
La Astrología Antakarana vincula la información astrológica habitual con
este mapa de la Conciencia.

La Carta Natal Antakarana

En la Carta Natal Antakarana CNA, cada elemento astrológico, cada uno de


los planetas y las zonas sensibles de la carta natal tradicional —nodos, ejes,
casas, etc.— revela información sobre el movimiento del Espíritu. De tal
manera que se puede leer el cielo completo con sus distintos relojes de
interpretación.
Todo puede ser comprendido en el marco de esta superestructura por donde
circula la Conciencia Humana: carta natal, revolución solar, progresión,
sinastría o tránsitos planetarios.
Esta forma de interpretar el lenguaje astrológico se basa en la anterior
descripción y en las interacciones que genera, ya que distintos niveles de
energía operan desde diferentes esferas de la conciencia, se vinculan y ofrecen
nuevos datos.
La Astrología Antakarana es un corpus de conocimiento completo, que
incluye la visión espiritual y evolutiva como ninguna otra astrología,
expresando un mapa que describe simultáneamente la vida presente y el
espacio atemporal del Espíritu.
Al ubicar todos los elementos habituales de la astrología en las distintas
Órbitas en el mandala del Antakarana, accedemos a una valiosa información
que nos da un mapa completo del proceso evolutivo espiritual de la persona y
nos informa:
• Qué Cuerpos espirituales están más activos. Define el nivel evolutivo de la
persona.
• Qué puntos en el Antakarana personal están vibrando. Señala los
ambientes de exploración de la encarnación.
• Qué áreas de la vida en la Tierra son de verdadero interés para esa persona.
Tiene en cuenta la sumatoria de los dos aspectos anteriores.
• Dónde actúa su Conciencia y en qué dirección se está moviendo. Muestra
la fuerza directriz de los Nodos.
• En qué punto quedó atrapado su karma. Cuando retiene su evolución un
punto ocupado por un planeta retrógrado.

Movimiento evolutivo

A modo de introducción y para un acercamiento a la teoría que desarrollaré


en este libro, podemos comenzar por visualizar que las energías procedentes
de los Grandes Seres representados por los signos del Zodiaco penetran en la
conciencia humana desde el borde de la cápsula, en la membrana llamada
“Séptimo Cuerpo del Antakarana” y desde allí van descendiendo Órbita a
Órbita.
A propósito del tema, comparto un fragmento del libro 77 Estados de la
Conciencia en Evolución:

El séptimo Cuerpo no es un Cuerpo accesible desde la Conciencia


Humana, ya que representa la Conciencia de D—S. Así lo escriben
algunos cabalistas, impronunciable, porque de su nombre o de sus
nombres, nada sabemos aunque tengamos conocimiento de muchos, y lo
invoquemos de diversas maneras…

[…] Los Signos del Zodiaco son energías en estado puro, que
escenifican la realidad del mundo que habitamos. Es tal el tamaño y la
cantidad de Energía Conciencia que manejan estos Señores que no es
posible, para nosotros, tomar la dimensión de su trabajo. La
interpretación del propio Universo y las interacciones entre el plano
interno y externo dependen de ellos.

En este viaje virtual que recorre la estructura del Antakarana, la


Conciencia es irradiada permanentemente con distintos programas y sus
actualizaciones. Estos emanan de la Fuente, y sus energías son
distribuidas por los arquetipos simbolizados en los Signos del Zodiaco,
que ingresan en el Antakarana personal con un propósito específico, por
su correspondiente punto en el Séptimo Cuerpo.

Desde el grado 0, en el Séptimo Cuerpo o Membrana de la Cápsula, los


Signos del Zodiaco ingresan portando su potencial información activadora,
que viaja adherida a un cuerpo celeste, cualquiera sea este.
Esta información va moviéndose dentro del Signo de manera prograda —lo
que se expresa en el Antakarana como un descenso Órbita tras Órbita— y, en
su recorrido, va activando todas las funciones humanas, materializando lo
necesario, según el tema que debe experimentar el Ser en cada nivel.
Cada constelación, cada signo del Zodiaco, representa una energía
manifestada, cósmica y sagrada que domina determinadas cualidades y se
relaciona con Seres de inimaginable irradiación que gobiernan sus
emanaciones.
Cooperativamente, cada uno de estos grupos de Seres Maestros está
encargado de un área de la Existencia en particular, y posee sus
representantesdentro del sistema solar: los conocemos como “planetas
regentes”.
Así es que las energías de los Signos entran al sistema del Antakarana
personal adheridas a las entidades naturales del simbolismo astrológico: el
Sol, la Luna y los planetas, que son los encargados de transportar la energía
información.
Todos ellos inician su actividad en la membrana o Séptimo Cuerpo. Desde
allí, bajan al Sexto, luego al Quinto y así sucesivamente hasta llegar el Primer
Cuerpo del Antakarana, donde terminan de manifestar una secuencia para
luego comenzar el recorrido en el siguiente Signo, otra vez desde el cero
absoluto.

Activación de los Puntos

Cuando se realiza la CNA, se utilizan los datos de nacimiento de la persona


con todos los elementos habituales. El Ascendente, la Luna, el Sol y los
planetas, incluidos los Nodos, el Medio Cielo y las cúspides de las casas.
Todos se colocan en su punto correspondiente y, desde ahí, toman la posición
de activadores de la Órbita en la que se encuentran, definiendo la vibración
del consultante.
Naturalmente, todas las personas reciben activaciones en distintos Puntos de
su Antakarana personal a lo largo de sus vidas. Esto ocurre por el simple
hecho de que un planeta ocupe un punto determinado del mapa. En esos
momentos, puede observarse que este hecho provoca que la persona se
interese y experimente en cuestiones relacionadas con el ámbito de ese Punto.
Los planetas, por su movimiento natural, recorren la cápsula y ocupan de
manera transitoria un lugar, es decir un Punto en particular. Podemos
observarlo al mirar los distintos relojes del tiempo: ya sean los tránsitos
planetarios, las revoluciones solares o la progresión secundaria. El propósito
de estos movimientos es la activación en la Conciencia de determinados
haceres y saberes, cosa que ocurre al tomar contacto con los puntos dentro de
la estructura del Antakarana personal.
Este proceso de activación se manifiesta en las personas como eventos en sus
vidas externas o internas. Y como resultado de las acciones vividas durante la
permanencia en uno u otro punto dentro del Antakarana, el Ego Conciencia
en su camino evolutivo va aumentando su caudal de energía y su radio de
acción.

Principio de fractalidad

Al igual que ocurre con todo lo que existe en el Universo manifestado, el


recorrido de la Conciencia dentro de cada Punto en el Antakarana se expresa
a sí mismo como un reflejo en miniatura de la estructura mayor que la
contiene. Por la misma fractalidad existente en la Vida Una, y
extremadamente visible en el Universo, dentro de cada uno de los Puntos del
Antakarana hay doce niveles o maneras de expresión que marcan un estilo
propio de evolución o movimiento por el cual se expresa la conciencia dentro
del Punto que se recorre.
Es decir que cada Punto es, en sí mismo, un ambiente con su propio
“microcielo” que contiene las doce Constelaciones de forma fractal. Estas
energías son las que permiten evolucionar y expresar por completo la
experiencia del Punto en cuestión.
Los doce niveles permiten los movimientos y tiñen las experiencias dentro
de un Punto aportando la cualidad habitual de los Signos del Zodiaco, razón
por la cual vivimos cada ambiente explorando esas doce improntas.
Entendida así, la evolución dentro de un Punto o estación del Antakarana
podría verse como una espiral en la que la Conciencia, con su andar, resuelve
y toma toda la información mientras construye y solidifica el quantum de
Energía Conciencia propio del Punto activo. Esta fractalidad inherente es la
que nos permite resolver por completo la experiencia vivenciada en cada uno
de los puntos del Antakarana.
Por lo general, buscamos comprender en su totalidad el mapa en el que nos
movemos, lo que en este caso nos permite ubicar en qué fase del proceso
estamos. Siempre conviene centrarse en los temas concretos del Punto que
estamos analizando, y dentro de esa temática entender cuál es la
manifestación actual. Una vez hecho ese reconocimiento, podemos esbozar un
plan para seguir.

Las siete Órbitas


Obedece al Maestro en el Sendero. Prepárate para las últimas pruebas. Pasa a través de
cada Portal y, en la esfera que ellos descubren y guardan, ejecuta el trabajo que convenga a su esfera. Aprende así
la lección y empieza con amor a servir a los hombres de la tierra.

—Alice Bailey. El tibetano. Los trabajos de Hércules.

En el borde exterior del Antakarana y exactamente en cada una de las


Puertas Celestes que representan los chakras, tanto en sus entradas frontales
como en las posteriores, se encuentran ubicados los Doce Signos Maestros
brillando en el eterno 0.
Esto se debe a que cada Signo posee una energía primordial que existe en
forma de potencial absoluta, y se expresa en su totalidad en el grado 0 de cada
Signo del Zodiaco. Desde ahí se desglosa en diferentes niveles de
manifestación, según la vibración de la Órbita que toca.
Cuando miramos dinámicamente los movimientos del Cielo en el mandala,
vemos que las energías ingresan desde el Cosmos. Fluyen desde el espacio que
rodea al Antakarana por los enlaces en el Séptimo Cuerpo, el borde de la
cápsula o el límite exterior que posee cada unidad de Conciencia en
Evolución.
El grado 0 de cada Signo representa la energía potencial absoluta de ese
Signo y posee el mayor nivel de presencia posible. Contiene en sí mismo la
sumatoria de todas las posibilidades de realización del Signo en cuestión. Ese
vórtice es representante del rayo zodiacal del Absoluto real o Dios. De tal
forma que el huevo (que es el 0) marca el momento iniciático del recorrido,
un espacio-tiempo fuera del tiempo humano donde todo puede ser creado, el
instante desde donde el drama de la luz y la oscuridad se manifiesta dentro de
la existencia de la Vida Una.
Cualquier planeta o cuerpo observable en la franja zodiacal se traslada en el
Cielo desde el grado 0 al 29. Cuando observamos ese movimiento en la Carta
Natal Antakarana, el planeta se desplaza en sentido descendente desde el
Séptimo Cuerpo en dirección al Primero, transitando de Órbita en Órbita.
Todo planeta o punto astral expresa en su descenso distintos grados de
materialidad y va afectando diferentes mundos a su paso por cada Cuerpo del
Antakarana.
La manera en que descienden las energías cósmicas planetarias dentro del
Antakarana y en cada signo se traduce así:
Por ejemplo, al observar el movimiento anual del Sol, que es nuestro Ser
Central, nuestro Logos, podemos ver en el Antakarana que su figura queda
retratada magistralmente con sus 12 rayos zodiacales. Lo mismo ocurre con
cualquier planeta que estudiemos.
Si lo entendemos dinámicamente, el ingreso de un cuerpo celeste en un
signo activa toda una línea de expresión de un aspecto de la divinidad en lo
humano que desciende Cuerpo por Cuerpo en dirección al cuerpo físico,
logrando expresar todas las posibilidades evolutivas del signo en cuestión.
Esta activación ocurre dentro del chakra correspondiente y, a lo largo de la
vida, con cada tránsito, va reprogramando cada Cuerpo energético.
Cuando un cuerpo celeste ha recorrido todas las Órbitas hasta llegar a la
primera, cambia de signo —es decir de chakra o de línea de expresión— y
retoma el recorrido descendente. Otra vez, ingresa desde el Cosmos en el
grado 0 y se mueve trasladando la energía e información correspondiente
según el Signo.
Por ejemplo, cuando el Sol ingresa en el signo de Virgo, lo hace
naturalmente desde el punto 0. Virgo está ubicado en el tercer ojo y, en su
recorrido anual por Virgo, el Sol activará los terceros ojos de todas las
personas, clarificando y ordenando cualquier cosa que tenga manifestación en
nuestra vida empezando por lo más sutil en el Sexto Cuerpo hasta su
completa materialización en el Primer Cuerpo del Antakarana.
Seis niveles de experiencia

Tal como explica Alice Bailey en El Antakarana, pág. 13: La Ciencia del
Antakarana se refiere, por lo tanto, a todo el sistema de energía entrante,
con los procesos de su utilización, transformación y fusión. Trata también de
las energías salientes y su relación con el medio ambiente, constituyendo la
base de la ciencia de los centros de fuerza. Las energías entrantes y salientes
constituyen finalmente dos grandes centrales de energía, caracterizadas una
por el poder, la otra por el amor, y todas están dirigidas hacia la
iluminación del individuo y de la humanidad, considerada como un todo, por
intermedio de la Jerarquía compuesta de individuos. Esta es, básicamente, la
Ciencia del Sendero.
Cada Órbita o Cuerpo del Antakarana está relacionado con un nivel de
experiencia en la vida de la persona. La descripción que sigue está realizada en
sentido astrológico, es decir, de afuera de la cápsula hacia adentro.

Séptimo Cuerpo (0°)


En el Antakarana, cada uno de los puntos que corresponden al Séptimo Cuerpo
son enlaces directos con Energías Divinas primordiales y arquetípicas, que ingresan
en la cápsula de la Conciencia desde afuera, desde el Cosmos y sin la participación
consciente o voluntaria del Ser en Camino de Evolución.

Dios, el Uno sin Segundo, el Ser en el que habitamos, cualquiera sea su nombre,
comanda estas Fuerzas como Él cree más conveniente. Envía las partículas
con la energía información necesaria para nuestra evolución,

articulando y gestionando las dosis. Esta operación ocurre naturalmente


por el canal que ofrecen los Seres de las Constelaciones,
emanándolas y retransfiriéndolas a través de nuestro Sol.

—MCN, 77 Estados de la Conciencia en Evolución.

Como expliqué antes, el Séptimo Cuerpo del Antakarana es la membrana


que protege la cápsula donde se desarrolla y evoluciona la conciencia. Esta
membrana actúa como límite entre el espacio interno y el Todo circundante, y
representa un nivel inaccesible para la conciencia humana. Esto es debido a
que el Séptimo Cuerpo contiene los accesos o puertas que dan entrada a los
potenciales absolutos que gestionan los Seres de los Doce Signos del Zodiaco.
La energía de esos potenciales es de una naturaleza tan compleja y completa
en sus propias especificaciones que resulta inasible para el nivel de conciencia
humano.
Por esa razón, cualquier planeta, eje, casa o herramienta de lectura que se
utilice, y siempre que se encuentre entre los grados 0 y 5 se interpretará como
si estuviera en el Sexto Cuerpo ya que, recién en ese nivel, podría ser utilizado
por la conciencia humana.

Sexto Cuerpo (5°)


El Discipulado quedó atrás, en este nivel solo encontramos a
los Iniciados de diferentes grados. Cada uno especialista en un área,
trayendo al mundo de los hombres el conocimiento Divino, como si del
fuego de los dioses se tratara. Ellos dispensan con su enorme cualidad
energética la posibilidad del despertar. Trabajan en equipo,
mancomunadamente, aun cuando no lo parezca desde la observación terrestre.
Ellos simbolizan el recorrido, el propósito y la intención, unidos y creando
las condiciones planetarias correctas para el cuidado de los reinos transitados por
las Conciencias en su recorrido de eones. Estos Iniciados encarnados que
aparentan humanos comunes no pasan desapercibidos y trabajan
visiblemente en las áreas que les corresponden según su Grupo.
—MCN, 77 Estados de la Conciencia en Evolución.

Se ubican en este Cuerpo los planetas, ejes, casas o cualquier herramienta de


lectura que se utilice, siempre que se encuentre entre 0° y 7°29´, ya que la
Órbita del Sexto Cuerpo está a los 5°.
Aquí existen energías relacionadas con la Luz, que es información en estado
puro. Para poder utilizar estas energías elevadas, los individuos deben contar
con Iniciaciones espirituales específicas. Tener actividad en este Cuerpo no
significa que su proceso de evolución esté terminado, la mayoría de las
personas todavía está en desarrollo, ya que este es un Cuerpo amplio que
requiere intensos entrenamientos, en diversos ambientes, que oportunamente
permiten acceder a Maestrías. Es decir que, en el recorrido mismo del Sexto
Cuerpo y por su cualidad, los Iniciados que lo transitan experimentan
aumentos en su Energía Conciencia en distintos movimientos evolutivos que,
una vez completados, les permiten acceder a nuevas Iniciaciones.
A este Cuerpo, pertenecen Iniciados de distintos niveles evolutivos, razón
por la cual, las personas que trabajan en esta Órbita poseen elevados intereses
espirituales que ponen por encima de todos los aspectos de su vida. Su energía
está próxima a la iluminación total, y las pruebas y responsabilidades que
tienen son enormes. Los asuntos que crean, habilitan y gestionan en el plano
terrestre son de gran responsabilidad espiritual, y suelen tener grupos de
personas en trabajo de Buena Voluntad espiritual a su cargo. Esta
responsabilidad kármica efectiva sobre los grupos espirituales o ashramas
creados es un tema fundamental por experimentar en este Cuerpo.
Inexorablemente cada Iniciado permanece activo hasta agotar los ciclos
kármicos grupales que él mismo creó.
Así, este Cuerpo del Antakarana nuclea Iniciados con tareas que engloban
temas de importancia radical para la Humanidad, que cambian sus horizontes
y la direccionan en concordancia con el Plan Mayor de la Jerarquía Planetaria.

Quinto Cuerpo (10°)


Este Cuerpo es el de la expresión del Ser y la Creación por el Sonido.
En este nivel aprendemos a comunicarnos, hablar y escuchar, a recibir y dar
información con todas las formas de vida de todos los reinos de manifestación terrestre.
Es la dimensión angélica. En este Cuerpo o dimensión del Antakarana,
el Discípulo trabaja con toda su voluntad para ajustarse a los requerimientos
del Espíritu, y su Creación debe estar en línea con lo dispuesto por la Divinidad.
Este centro está conectado con los ángeles o devas creadores de la forma,
con sus órdenes y coros, a través de los cuales se forman y materializan todos
los mundos animados por la Existencia. Como dice en la Biblia:
“Al principio era el Verbo, y el Verbo era Dios”, entonces,
la vida que tenemos, nuestro Ser, es en primer lugar Sonido en acción:
Verbo. Resumiendo, somos Verbos Divinos.
—MCN, 77 Estados de la Conciencia en Evolución.

Se ubican en este Cuerpo los planetas, ejes, casas o cualquier herramienta de


lectura que se utilice, siempre que se encuentre entre los 7°30´ y los 12°29´.
Las energías de este Cuerpo del Antakarana están basadas en el sonido y la
vibración, y se vinculan a los Ángeles o Devas creadores de la forma, su
trabajo consiste en sostener en la creación la información pensada y creada en
el nivel anterior: el de la Luz.
Al Quinto Cuerpo pertenecen personas que trabajan en el Discipulado bajo
la dirección de un Iniciado del Sexto Cuerpo y que sostienen a otros en su
camino espiritual entrenando de esa manera la voluntad espiritual. A su
debido tiempo, durante el recorrido de esta Órbita, esto los llevará a
fusionarse con su ángel solar. Entonces descubrirán que eran lo mismo.
Son personas poseedoras de entrenamiento y experiencia en escuelas de
conocimiento espiritual e invisible, que trabajan en caminos de Buena
Voluntad Mundial, dentro de un equipo de su propio nivel conectado a su
rayo de pertenencia, al tiempo que se esfuerzan en su evolución. Deberán
pasar fuertes pruebas para finalmente obtener las maestrías que las llevarán a
liderar un área en particular a favor del crecimiento de la Humanidad como
Iniciados.
Es un tiempo de esfuerzo y voluntariado que se extiende hasta el Punto 61.
A partir de allí, la Conciencia ya es la de un Iniciado de cierto grado y
comienza a recorrer su última etapa.

Cuarto Cuerpo (15°)


Este plano rige la relación con otras personas, el Amor y el nacimiento de los vínculos
amorosos en todas sus variantes. Es el aprendizaje del Amor, del amar a humanos,
animales, plantas o cosas, hasta el amar a Dios: la devoción. Indica el comienzo
de la percepción del mundo espiritual y el Camino Iniciático.
Une dos grandes áreas de nuestro sistema energético: los centros que trabajan
en el plano material sobre la línea de la Tierra y los que trabajan en el plano espiritual,
la línea del Cielo, vinculando estos dos niveles de expresión. Por tal razón,
es el puente propiamente dicho y encierra en su interior la información de la Chispa Divina…
Guarda en su interior la llave del principio que los cristianos llaman Energía Crística,
y los budistas nombran como la energía del Buda de la compasión, que se expresa en la
forma de ese Amor incondicional, ante el cual se rinden todos los poderes de la Tierra.
Amor en general, planetario cósmico e infinito. En el nivel máximo, este
Amor conectado con la Sabiduría es Amor + Inteligencia Activa, Amor
que conoce y acepta tal como se manifiesta cada una de las criaturas
que habitan el Universo. Es Amor en estado de budeidad. Tenemos que transitar
un largo Sendero para expresar la nota máxima.
—MCN, 77 Estados de la Conciencia en Evolución.

Se ubican en este Cuerpo los planetas, ejes, casas o cualquier herramienta de


lectura que se utilice, siempre que se encuentre entre los 12°30´ y los 17°29´.
Este es el Cuerpo de los magos y de los artistas, acá la energía del Amor
reina con su calidez, y el aprendizaje sobre los vínculos es lo más importante.
El reconocimiento de la importancia de los vínculos y la expresión del Amor
responsable que une todo lo que tiene existencia, sea visible o invisible, genera
personas interesadas en originar conciencia de red. Nacen así artistas
fantásticos que ven el mundo con sus propios colores, y abren con su arte los
corazones y la mente de muchos a un nuevo pensamiento, a un nuevo sentir.
Este Cuerpo se encuentra a mitad de camino en el Sendero y por eso la
sensación de apertura es enorme, el Ego conciencia está esperanzado por los
nuevos horizontes y afecta todo con su radiancia.
Durante un tiempo, al principio del recorrido en esta Órbita, el ego todavía
identificado con sus ideas tratará de sostener la irrupción de lo invisible,
mágico y trascendente. Después comenzará a utilizar los recursos mágicos
para sí mismo y a generar respuestas kármicas muy duras por mal uso de la
magia. Aprenderá así a utilizar responsablemente sus nuevos dones
respetando las voluntades ajenas.
Es tan fuerte el salto que se da en este nivel que el ego, creyéndose en la
cúspide evolutiva, comete peligrosas equivocaciones. Si el adepto en vía de
probación logra superar los espejismos, dejará de ser un mago negro y pasará a
ser un mago blanco.
Por lo dicho antes, podemos encontrar en este nivel a personas envueltas en
luchas astrales de poder mágico, aturdidas por la sombra de sus egos hasta
que, en el punto 49, ocurra la redención y la aceptación final que habilita la
entrada al Discipulado.

Tercer Cuerpo (20°)


Es el espacio donde vive el yo inferior o personalidad y, al mismo tiempo,
el acceso al cuerpo mental. Este lugar es muy importante en nuestro Camino Evolutivo,
porque aquí utilizamos todas las herramientas conscientes de la personalidad
para entender, procesar y asimilar al “yo”; un yo de Naturaleza mental que se percibe
a Sí Mismo como Esencia y Conciencia en el plano terrestre. Es en ese “Yo” mental
donde guardamos y archivamos todas las experiencias y procesos cognitivos,
de todos los niveles del Yo Conciencia, experimentados en los diferentes
estados multidimensionales. El yo inferior, ego o personalidad resulta ser parte
fundamental del recorrido del Antakarana. Uno de los motivos más importantes
de la experiencia humana durante la vida en las diferentes encarnaciones
es aumentar la Autoconciencia, es decir que simplemente estamos recorriendo
el Camino para ser conscientes de nuestra propia existencia,
del propio estado de conexión con la Divinidad y de TODO lo que de eso se desprende.
—MCN, 77 Estados de la Conciencia en Evolución.

Se ubican en este Cuerpo los planetas, ejes, casas o cualquier herramienta de


lectura que se utilice, siempre que se encuentre entre los 17°30´ y 22°29´.
Este es el Cuerpo mental, la Órbita en la que se genera y se desarrolla la
propia identidad mental, diferenciada del pensamiento colectivo o grupal.
Una identidad que en el recorrido evolutivo deberá ser sacrificada en el
Cuarto Cuerpo, pero que es necesaria para alcanzar la primera Iniciación
mayor que ocurre en el punto 37.
Por esa razón, este es el Cuerpo de los grandes líderes del mundo. Políticos,
empresarios, deportistas, científicos, personas que sostienen ideales de todo
tipo y que, estén equivocados o no, se creen eso que piensan y con su carisma
influyen a las masas a quienes dominan, gobiernan y controlan.
Estos individuos ejercen un lugar de poder social muy fuerte e influyente
que alimenta sus egos hasta niveles tóxicos, incluso para ellos mismos. Acá
suelen aparecer personas empedernidas en sobresalir, en imponer sus metas y
liderar aun a costa de los demás, sin importar si hacen daño. Este ímpetu los
empuja por igual, sean empresarios depredadores del sistema, líderes políticos
que empujan los pueblos a la guerra o científicos encerrados en sus mentes
racionales que experimentan sin importar las consecuencias.
A pesar de los muchos inconvenientes personales que puede producir el
transitar en este Cuerpo egoico, empujar a la raza humana más allá de sus
límites mentales es el trabajo de las personas activas en este nivel.

Segundo Cuerpo (25°)


El segundo Cuerpo es el vehículo de nuestro sentir, el Cuerpo emocional.
Un lugar lleno de información que, a su vez, sirve de medio para anclar dichos datos
en el Cuerpo mental. Actúa fijando la experiencia vivida y aprendida en
distintos formatos, por ejemplo, como recuerdos. Casi todo lo que nos rodea sufre
y siente, y acumulamos información emocional en este vehículo con el objetivo
de entender la Naturaleza sintiente de la Materia que nos rodea…
La sola experimentación de eso que vivimos, con sus correspondientes emociones,
nos permite desarrollar la empatía y la capacidad de protección, entendiéndose como
la búsqueda de refugio y cuidado, tanto para nosotros mismos como para
los demás. […] Pero la función más importante de este Cuerpo es el aprendizaje
sobre el uso y la dirección que les damos a los deseos.
—MCN, 77 Estados de la Conciencia en Evolución.

Se ubican en este Cuerpo los planetas, ejes, casas o cualquier herramienta de


lectura que se utilice, siempre que se encuentre entre los 22°30´ y los 27°.
En esta Órbita del Antakarana están las personas cuyos anclajes astrales
favorecen la exploración de las emociones. Así los planetas o puntos de la
carta natal que se ubican en este nivel se tiñen de emocionalidad y se expresan
de forma apasionada y temperamental. En su forma habitual esta ubicación
hace que se enreden en mundos de sensaciones y sentimientos que no logran
domesticar. Sentir, sentir, sentir.
A medida que van experimentando con todo ese abanico de emociones,
descubren que todos sienten a su alrededor y así desarrollan empatía hacia el
resto de la Existencia. A su tiempo, esa cualidad sensitiva multidireccional les
dará capacidad para direccionar su energía deseo que progresivamente se
transformará en energía volitiva.

Primer Cuerpo (29°59´)


Nuestro Cuerpo físico, esta unidad biológica que somos, está
habitado por células propias y ajenas: bacterias, virus, hongos, parásitos
y otros Seres del mundo invisible. Por eso es bien llamado “bioma”,
porque es un universo de vida en Sí Mismo, una galaxia al nivel de nuestro
tamaño, de nuestra experiencia, adaptada perfectamente a la vida en la
Tierra y al lineal paso del tiempo.El primer Cuerpo en el recorrido del
Antakarana humano representa el Sendero de aprendizaje sobre
nuestro Cuerpo y nuestro entorno, la comprensión, el dominio, la
organización y la gestión del mundo material que nos rodea.
—MCN, 77 Estados de la Conciencia en Evolución.

Se ubican en este Cuerpo los planetas, ejes, casas o cualquier herramienta de


lectura que se utilice, siempre que se encuentre entre los 27° y los 29° 59´.
En esta Órbita del Antakarana se representan la materia y la capacidad de
realización concreta. Lo más denso, materialmente hablando, lo concreto, eso
que los sentidos muestran, el mundo físico real y tangible que nos rodea.
Es el Cuerpo en el que la Conciencia inicia el recorrido. Por esa razón, y
entendiéndolo en sentido orbital ascendente, parece manejar asuntos
elementales, ya que pone el foco en asimilar ciclos de vida en la Tierra
observando todas las áreas necesarias para eso.
Astrológicamente resulta un Cuerpo de concreción visible y palpable en
cualquier signo que esté. Por eso, las personas cuyas energías planetarias estén
ubicadas en este Cuerpo actúan manifestando o materializando aquello que es
función natural del planeta en cuestión. Es decir que los aprendizajes que
promueven tienen relación con el entrenamiento en “crear realidad”, concretar
o materializar. Son los planetas a 27°, 28°, 29° los que están fuera del control
de la persona, esos que se expresan solos y que son indomesticables.
Viéndolo en sentido orbital descendente, es la consolidación de algo que
viene de estados elevados de Conciencia. Es decir que para un Iniciado resulta
necesario poseer algún anclaje planetario o de ejes principales en la Carta
Natal Antakarana para que pueda bajar esa información elevada que trae.

En resumen
La Astrología Antakarana es un sistema de lectura que describe
la situación kármica y evolutiva del Ser, tomando todas las
dimensiones de existencia material y espiritual, las visibles y las
invisibles. Una mirada esclarecedora, intuida secretamente por el
consultante, que permite aumentar el autoconocimiento del Ser y
su vínculo con el Yo Superior, expresado dentro de un plano
mayor de Existencia y en armonía con la dirección del Alma.

PREGUNTAS DE LOS ESTUDIANTES

—¿El Antakarana sería una respuesta a cuando nos preguntamos en


astrología tradicional en qué octava vibra cada planeta?
—Sí, totalmente. La Carta Natal Antakarana muestra eso.
—¿Cuál es el movimiento de la información y de la experiencia? ¿Del
Cuerpo 1 al 6 o al revés?
—El trabajo evolutivo es del 1 al 6, pero las fuerzas del cosmos van del 7 al 1
en su descenso desde el potencial absoluto de cada signo; desciende eligiendo
según muchas coordenadas que se encuentran ahí en su camino y están
determinadas desde antes.
Así desciende manifestando una línea, un tema, un evento, una resolución.
Dentro del trabajo individual en los Cuerpos energéticos o desde la lógica
yóguica, el movimiento es similar: debo descenderlo para que se materialice.
Es decir que, en determinado momento de la evolución, también se deben
bajar las cosas que están arriba para darlas por realizadas.
—Alice Bailey habla desde arriba desde el Yo Superior, que es desde
donde desciende una actualización que permite a la persona sentir el
llamado, el impulso y moverse evolutivamente hacia arriba.
—La información sube y baja, la energía se mueve como en un toroide.
Como es arriba es abajo, y así se teje.
—¿Puede ser que abajo se experimenta y se plasma, y esa experiencia
regresa arriba?
—Sí, y se desplaza más arriba también porque va a la Fuente.
—¿Los puntos activados están activos todo el tiempo o se activan solo por
tránsitos de luminares y de otros planetas?
—Actuamos los puntos cuando usamos el planeta que está en ese punto. Y
también se activan los puntos por tránsitos.
—¿Entonces un punto importante como síntesis debería ser el parte
fortuna?
—Sí, podrían ser los dos, el diurno y el nocturno.
—¿Cómo podemos hacer ese trabajo consciente y voluntario de pasar del
yo inferior al Yo superior?
—Lo hacemos viviendo y es el resultado de un entramado entre las distintas
partes de la conciencia. Está explicado en mi libro 77 Estados de la
Conciencia en Evolución.
—¿Se puede establecer un paso a paso? ¿Hay un camino iniciático para
esta forma de evolución que se traslade a cada experiencia de las
conciencias, o es individual y único?
—Hay muchos caminos iniciáticos y muchas Escuelas en la Tierra que
representan esos caminos que se recorren, según el linaje del alma de cada ser,
según las necesidades de cada uno y según el momento en el que se encuentra
la evolución de esa conciencia.
—¿La conciencia se desarrolla a lo largo de una vida y a lo largo de todas
las vidas?
—A lo largo de todas las vidas.
—¿Podemos entender esta información en el plano de la mente para
acceder a ella?
—No creo, la gota es igual y parte del océano, pero no puede contenerlo.
—¿Un Sol a 28° puede acceder a cualquier nivel o permanece en el Primer
Cuerpo?
—La percepción del yo siempre es lineal, dentro del tiempo fluye hacia
adelante; si la describimos desde ahí, tenemos una evolución lineal, pero si lo
vemos desde la multidimensionalidad, todo está conectado, todo se influye,
todo es de naturaleza virtual, pero no es vacía, sino plena de experiencia y de
sensaciones.
El Sol en el primer Cuerpo tiene el poder de la manifestación y está ahí
porque debe tener que trabajar ahí, no significa que la conciencia no haya
transitado con su Sol (el observador) por otros Cuerpos en vidas anteriores.
—Desde la perspectiva evolutiva del Antakarana, ¿en dónde está la
síntesis del ego conciencia? ¿Es el Sol en el plano de la manifestación o es la
Luna que necesita alimento espiritual? ¿Es la síntesis? ¿Es el combo
completo?
—Es el combo completo. Mi experiencia es que las personas que tienen en
su carta Ejes cardinales o Nodos en Signos cardinales, y cuando la Luna y el
Sol acompañan esas posiciones, suelen tener más consciente la existencia del
Antakarana y de su propio proceso de evolución espiritual; se podría decir que
están más despiertos o que conocen más acerca de sí mismos y le ponen más
voluntad al trabajo espiritual.
—Lo análogo a esto en Astrología Kármica sería: “Tengo un alma y esa
misma alma me acompaña en todas las encarnaciones. Alguna vez fui un
nenito lindo que se murió de chiquito; otra, fui una gitana; otra, un monje,
y otra, una maestra”.
—El alma está relacionada con un ciclo de experiencias a modo de memoria
activa, y la vemos en la Luna principalmente, aunque podemos intuirla en
otras partes de la carta natal. Kármicamente desde ese niño que murió de
chiquito y la maestra, hay una línea que se ha explorado y permite un
crecimiento, cada línea es un desarrollo, cada línea es un signo del Zodiaco.
—Entonces, ¿en una vida mi Sol está actuando en la esfera de la Tierra y
mi Luna en el Quinto Cuerpo, y en otra encarnación tendré la Luna en el
Cuarto y el Sol en el Tercero?
—Así es, según las necesidades evolutivas espirituales de la conciencia. En la
dimensión propia de la conciencia, los tiempos no son lineales y existen
simultáneamente varios yoes activos.
—Si en Astrología Kármica venimos del Nodo Sur y vamos al Norte, ¿hay
un lugar de donde vengo y uno hacia donde voy en Astrología Antakarana?
Supongo que no, porque no es lineal, es circular.
—Sí, es circular en un sentido, pero si lo miramos más allá del círculo y
desplegamos la espiral que es el Antakarana podemos ver que es un puente, o
una escalera que empieza en Tierra y termina en el Cielo, empieza en el 1 y
termina en el 77, porque el 78 ya nos encuentra en el 1 del siguiente nivel.
También permite ver hacia dónde nos estamos dirigiendo o en qué sentido
podemos poner la voluntad del crecimiento espiritual. Al desidentificarnos de
la personalidad terrestre, podemos comenzar a ver y experimentar el yo real.
—Así como en Astrología Psicológica puedo usar, por ejemplo, a Marte
para pelear o para iniciar una nueva conquista y dar un paso más, ¿de qué
forma podría elegir conscientemente cómo trabajar en Astrología
Antakarana?
—De la misma manera, ya que los planetas son funciones que nos permiten
explorar y asir una experiencia en un Punto.
—¿Hay un patrón en el desenvolvimiento de la conciencia? ¿Hay una
matemática mágica y sagrada que ordena este proceso?
—Yo percibo que sí existe un patrón, una matemática mágica que es una
geometría mágica y sagrada también, pero lamentablemente no puedo
descifrarla por completo.
—¿Hay un tiempo para desenvolver la conciencia?
—Mientras permanece activo el presente ciclo, hay tiempo. Cuando la
Fuente finaliza el ciclo, el tiempo se terminó.
INTERPRETACIÓN
COMPRENDER LA CARTA NATAL
ANTAKARANA

Oportunamente los astrólogos tendrán que hacer tres horóscopos o tres mapas
natales: uno exclusivamente físico, que trata del Cuerpo natural; otro principalmente
emocional que trata de la cualidad de la personalidad y de su sensibilidad o percepción;
el tercero sería el gráfico de los impulsos y condiciones mentales.

Se encontrará que estos tres mapas natales adoptarán ciertas líneas geométricas
y las líneas de energía formarán diseños. Estos tres mapas superpuestos darán el diagrama de
la personalidad y de la vida del individuo. Al hacerlo, se tendrán mapas simbólicos
y formas lineales maravillosas, y surgirá de allí la “geometría del individuo”, pues se hallará
que cada línea actúa en relación con otra línea, y serán evidentes las tendencias de las
energías de la vida. Hasta en este sector del saber, finalmente, brillará la estrella”.

—Alice Bailey. Tratado sobre Magia Blanca, pág. 320.

Como en toda lectura astrológica, en Astrología Antakarana podemos


Interpretar cualquier elemento del Cielo. La técnica consiste en tomar una
carta natal y aplicarla en el mandala Antakarana. Esto se realiza ubicando
cada uno de los planetas, nodos, ejes, cúspides de las casas, es decir, todos los
elementos constitutivos de la carta natal, en su correspondiente Órbita de
acción, según su grado.
Esta técnica también puede aplicarse siguiendo el mismo procedimiento, a
las cartas que resultan del uso de los distintos relojes astrológicos del tiempo,
como revoluciones, tránsitos y demás. El resultado es un sistema cósmico
personal que nos muestra el verdadero estado de la persona en toda su
dimensión espiritual y que se relaciona con la astrología tradicional en todos
los sentidos.
Cada uno de los elementos de la astrología: el Sol, la Luna y los planetas,
nodos y demás datos ubicados en el mandala son semejantes a luces que
activan una esfera o Punto dentro de la estructura de la Conciencia del Ser.
Su presencia es tal que habilitan un área en particular dentro de cada Órbita,
razón por la cual, y siempre dentro de la expresión natural del planeta, las
temáticas que le interesan a esa persona estarán conectadas con el Cuerpo en
el que tiene anclados los planetas y las actuará en los ambientes
correspondientes a los Puntos del Antakarana activados.
Las cuestiones por tener en cuenta para la interpretación en Astrología
Antakarana son las siguientes:
• La Órbita: en la que se encuentra un elemento, que es al mismo tiempo un
tipo de energía activa y un nivel de conciencia alcanzado.
• El Punto: en el que se encuentra un elemento, que es el ambiente de
exploración y aprendizaje en el que la persona se entrena. (En “La guía de
Puntos” explico en detalle este tema).
• El planeta: propiamente dicho, con su información tradicional, energía y
vibración natural.
• El estado del planeta: es decir si está directo, retrógrado, interceptado o no.

El orden de los elementos

Cada planeta, el Sol, la Luna, cada nodo, cada eje o cada cúspide de las casas
mantienen la información tradicional que trae como planeta y por el signo en
el que se encuentra. Cada uno tiene distinto peso en la interpretación en el
sentido de la evaluación final correcta de la evolución de esa persona.
El orden de importancia jerárquica es el siguiente:
Sol: el Punto y Cuerpo desde donde se gobierna o se observa la encarnación.
Luna: el Punto y Cuerpo desde donde el Alma trabaja y aplica su memoria.
Ascendente: el Punto y Cuerpo desde donde la persona se muestra al
mundo.
Nodos: los Puntos y el Cuerpo que muestran el nivel evolutivo en una línea
dada.
Regentes: Regente del Ascendente: el Punto y Cuerpo desde donde sale a la
acción.
Regente de los Nodos: el Punto y Cuerpo donde persiste el trabajo kármico.
Planetas: Puntos y Cuerpos activados.
Casas: Punto y Cuerpo de ambientes cruzados. (El área de la vida terrenal y
la exploración como parte de su conciencia).
Para entender completamente el nivel evolutivo en la carta de una persona es
importante además observar los ejes.

Los tres pilares


En la interpretación total, los tres indicadores de áreas activas
importantes a nivel evolutivo son el Sol, la Luna y el Ascendente.
Estos elementos elevan a planos espirituales o descienden a la
Tierra el tipo de trabajo por realizar en una vida. Sus atributos son
comparables a un ser, el Sol, cuya mano izquierda es la Luna y la
mano derecha es el Ascendente.

Las Órbitas o Cuerpos

La presencia de un elemento astrológico en una Órbita del Antakarana ancla


la conciencia de la persona a un área de experiencia en particular y le aporta al
elemento una visión o un color y un radio de acción relacionado con el tema
de la energía de esa Órbita.
Por ejemplo, tomando al planeta Marte y analizándolo con algunas de sus
palabras clave como “acción, trabajo, fuerza, celos, lucha, competencia, líder”,
la interpretación en el caso de que estuviera ubicado en el Primer Cuerpo del
Antakarana se leería como acción en el mundo material y concreto, trabajo
físico, fuerza para materializar; si estuviera en el Segundo: deseo intenso,
celos, luchas emocionales; y si estuviera en el Tercer Cuerpo: competencia
intelectual, liderazgo.
Es decir que, vinculando la energía de la Órbita y la información del planeta
vemos su accionar y el campo de su manifestación en la vida real de la
persona.

Un planeta entre dos Órbitas

Dado el tema gravitatorio y evolutivo, la expansión de la conciencia ocurre


de dentro hacia fuera y a raíz de esto la ubicación del planeta en una Órbita
dentro de la Carta Natal Antakarana se toma observando la siguiente regla:
Siempre que un planeta se encuentre, por su grado, en el punto medio entre
dos Órbitas se lo ubicará en la Órbita inmediata inferior, ya que es más
probable que la persona se sienta identificada con ese punto que ya tiene
recorrido y utiliza correctamente, que con el siguiente punto, el cual
habitualmente se percibe como una aspiración, algo que alcanzar, un deseo de
evolución relacionado con la Órbita superior.
Por ejemplo, si una persona nace con un planeta a 17°40´ de cualquier signo,
ese planeta se encuentra entre la Órbita del Cuarto Cuerpo ubicada a 15
grados y la del Tercer Cuerpo ubicada a 20 grados. Pero siguiendo la regla
anteriormente descripta, la interpretación correcta debe hacerse como si el
planeta estuviera en el Tercer Cuerpo y aspira evolucionar al Cuarto.
En todos los casos, la diferencia evolutiva entre una Órbita y la siguiente es
grande. Siguiendo el ejemplo, la diferencia es entre alguien que acostumbra
actuar en la Tercera Órbita, que es el plano mental concreto y científico y
alguien que transita la Cuarta Órbita, que es el camino del mago y comienza a
entender lo invisible.
Debido a que el recorrido de la Conciencia en su evolución es de dentro
hacia afuera del Antakarana, la cuota de energía necesaria para vibrar en la
Órbita más densa se encuentra mejor cubierta que la Órbita superior, a la cual
probablemente la persona pueda acceder a lo largo de su vida, gracias al
trabajo meditativo y a la experiencia en dicho Punto, que sumará energía
Conciencia a su campo.

Los Puntos

El Punto dentro de la estructura del Antakarana en el cual se encuentra un


planeta es el ambiente en el que se va a manifestar con mayor coherencia.
Entendiendo en primer lugar que un Punto es un espacio de exploración y
entrenamiento para una gestión, y en segundo lugar que dicho entrenamiento
puede encontrarse en distintos niveles de realización.
Volviendo al ejemplo anterior si Marte se ubica en el Punto 29 significa que
está en Géminis, alrededor del grado 20, que se encuentra en la Tercera
Órbita, o Cuerpo mental, y en el tercer chakra, Manipura, ubicado en la boca
del estómago, razón por la cual los temas relacionados al ego o yo inferior de
esta persona serán cuestiones que se van a actuar al estilo marciano, las luchas
por territorios, por liderar o demostrar quién tiene razón serán apasionadas y
muy competitivas.
Además, el Punto 29 (como se verá en “La guía de Puntos”) trae la siguiente
experiencia cuya información hay que sumar:

Mente + Mente: yo soy mi pensamiento.


Este es el punto de la Conciencia Egoica, el lugar donde se asienta el ego.
Desde acá gobierna, gestiona, controla y limita los movimientos en el
Espacio Temporal. En este nivel, el espacio mental está definido y creado
por los pensamientos propios, los pensamientos de los demás, lo que la
sociedad espera del Ser o piensa que es. Todo se mezcla y da un supuesto
“yo” que debe ser redefinido en este punto de la Evolución de la Conciencia.
Completar la redefinición todavía está lejos, pero comienza ahora. Este es el
plano intelectual y científico por Sí Mismo. La intelectualidad ocupa todos
los espacios y define la realidad que vivimos. Necesariamente, la razón y la
inteligencia son las herramientas más importantes de este nivel, y es común
ver excesos de vanidad por lo que se sabe.

Es importante comprender que cuando un elemento de la carta natal se


ubica en un Punto del Antakarana, el Ser toma conocimiento sobre esa esfera
de la Conciencia por intermedio de ese elemento. El elemento debe ser
entendido como el órgano exploratorio que posee la Conciencia y que utiliza
para entrenar, aprender, hacer y apropiarse de la información experimentable
que existe dentro de ese Punto.
La gestión total de un Punto implica que el Ser aprende y utiliza al máximo
su capacidad de asumir la realización, coordinando todo lo necesario para
llevar a cabo responsablemente el total de las actividades y acciones que
dependen de esa esfera.
Debido a la naturaleza fractal de la Creación, cada Punto posee en su
interior 12 niveles evolutivos que es necesario explorar en su recorrido
completo si se quiere avanzar al siguiente Punto.
Para reconocer en qué nivel de un Punto se encuentra un planeta se hace
este cálculo estudiando según los grados y minutos en los que se encuentra el
elemento, entendiendo que la progresión evolutiva se da cada 24´
aproximadamente en el orbe de la Órbita, el cual comienza –2°30´ antes del
grado exacto de esta y finaliza +2°30´ después del grado exacto de cualquier
Órbita dada. También se lo puede intuir respondiendo las preguntas al final
del libro.
Los planetas

Cuando un planeta directo se encuentra en un Punto y Cuerpo particular, su


información es la habitual entendiendo que se debe sumar en la observación
interpretativa su regencia en cuanto a casas y demás ítems arriba
mencionados.
Cuando un planeta retrógrado se encuentra en un Punto y Cuerpo
particular, su información se complejiza ya que hace referencia a errores
evolutivos cometidos en el Punto y Cuerpo en el que vibra.
Cuando un planeta directo o retrógrado se encuentra en un signo
interceptado, el Punto y Cuerpo que aflige bloquea una energía dentro del
campo áurico de la persona. En particular su información se transforma.
También, hace referencia a errores evolutivos cometidos en el signo que
aflige, pero más en el Punto y Cuerpo que se siente a veces impedido y otras
urgido a realizar aquello que no fue hecho en el pasado. Estas posiciones
planetarias dentro del Cuerpo energético se sienten y, si no se toma nota de
ellas y se las trabaja conscientemente, pueden manifestarse como
enfermedades relacionadas con el Punto y Cuerpo correspondiente.

Claves de evaluación

Hay elementos clave dentro de la carta que permiten hacer un diagnóstico


de la situación evolutiva de la persona que consulta.
Enfocados en la Conciencia, el respeto por el Absoluto que ordena la
Existencia y sabiendo que todos somos Conciencia en evolución, nos
podemos permitir evaluar la posición evolutiva de los demás. Desde ese lugar,
y manteniendo la humildad en el ego del astrólogo, esta evaluación servirá
para interpretar mejor el encuentro con el consultante y leer correctamente su
energía conciencia al reconocerlo en su dimensión espiritual.
Para realizar una evaluación correcta, debemos utilizar varias herramientas y
siempre vincular la Carta Natal Antakarana con la carta natal tradicional. La
sumatoria de todos los datos, más los grados de los ejes del Ascendente, el
Sol, la Luna y los Nodos nos dan un panorama como para poder evaluar
correctamente la carta.

Los ejes

La técnica más antigua es ver el trabajo del Alma a través de los ejes de la
carta natal tradicional. Estos pueden ser cardinales, fijos o mutables.
Los distintos estados energéticos marcan tres niveles claros dentro del
trabajo de la Conciencia.

Los mutables nos muestran adeptos en vías de probación.


La Cruz Mutable o Común,
Virgo La forma que nutre al Cristo niño.
Sagitario El aspirante, apresurándose hacia la meta.
Piscis La muerte. La consumación. El Salvador.
Géminis La inestabilidad que conduce al enfoque de la personalidad.
Esta es la cruz de la vida cotidiana a la cual están sujetos todos los hijos de los
hombres. Es la cruz de la crucifixión diaria y de la dificultad, y simboliza el
período de la encarnación, del crecimiento y desarrollo por medio de la forma y su
uso.
—Alice Bailey, Los trabajos de Hércules, pág. 191.
Los ejes incluyen los chakras 3A, 6A, 5B y 2B, y muestran al Ser en una
inclinación lejana a la correcta, más vulnerable a sufrir movimientos en manos
del viento kármico.

Los fijos engloban a los discípulos.


La Cruz Fija,
Tauro La iluminación. La mente.
Leo La individualidad. La autoconciencia.
Escorpio La liberación final de la ilusión.
El servidor de la raza vertiendo el agua viviente de la
Acuario
purificación.
Esta es preeminentemente la cruz del alma y de verdadero interés porque es la
cruz del discípulo Hércules.
—Alice Bailey, Los trabajos de Hércules, pág. 191.
En ellos, los ejes incluyen a los chakras 2A, 5A, 6B y3B, y muestra que la
inclinación del Ser ya está más próxima a la correcta.

Los cardinales engloban el trabajo de los Iniciados de todos los grados.


La Cruz Cardinal,
Aries La Creación, el comienzo.
Cáncer La primera puerta a la existencia.
El equilibrio entre la vida y la
Libra
forma.
Capricornio La puerta a la vida espiritual.
Esta es la cruz del Espíritu o del iniciado….
—Alice Bailey, Los trabajos de Hércules, pág. 190.
Cuando observamos el eje cardinal en el Antakarana, se evidencia que la
posición del Ser en el interior de la cápsula está enlazada perfectamente con
las Puertas del Cielo. Anualmente, estas Puertas señalan los momentos
sagrados que habilitan una comunicación extraordinaria entre la Vida en la
Tierra y la Jerarquía planetaria por medio del Sol. Ocurren dentro del
recorrido de la Órbita terrestre en los puntos de entrada a los Signos
cardinales; son los solsticios en Cáncer y Capricornio, y los equinoccios en
Aries y Libra.
Volviendo al ser cuya carta natal tiene ejes cardinales, esto indica que se
encuentra en las posiciones correctas terrestres: sentado sobre su raíz,
expandiendo su llama hacia lo Alto, abierto al Amor, lleva responsablemente
el proceso de su evolución.
Obviamente, existen variantes y combinaciones que explican a la perfección
las direcciones de la Conciencia. Por ejemplo, si el eje
Ascendente/Descendente es mutable y el MC es fijo, la dirección de la
Conciencia entonces es salir del viento kármico y comenzar a sostener la
energía hacia el signo del Medio Cielo.

Los planetas retrógrados

Los distintos planetas retrógrados nos muestran los diferentes niveles


evolutivos de tal manera que los planetas personales Mercurio, Venus y Marte
nos muestran dificultades a la hora de gestionar energías básicas de la
Conciencia. Luego siguen en nivel de complejidad los planetas sociales
Júpiter y Saturno que explican karma social y, por último, los transpersonales:
Urano, Neptuno y Plutón.
Dentro del trabajo evolutivo en el Antakarana, podemos interpretar que
cometimos errores en el Punto y Cuerpo en el que se encuentra el planeta
retrógrado o en el inmediato de la Órbita superior si por grado se encuentra
más cercano a ella.
Toma mayor importancia en cuanto al ciclo de la Conciencia si los planetas
retrógrados están bajo la línea del horizonte o sobre la línea del horizonte en
la carta natal tradicional. Si están sobre la línea del horizonte, significa que ya
están listos para tomar vida pública y podemos entender a ese Ser como más
evolucionado, por lo menos en lo que respecta al uso de ese planeta.
La misma observación la podemos hacer con respecto a las luminarias, en
cuanto a si el trabajo es mayormente público o privado, según estén por arriba
o por debajo de la línea del horizonte en el mandala tradicional astrológico,
respectivamente.

Los Nodos, por grados

En su descenso del Cielo a la Tierra, las energías de los Signos del Zodiaco
se van expresando cada vez más sólidamente a medida que recorren la espiral
gravitacional de manifestación.
De forma inversa, los Nodos kármicos en su recorrido ingresan desde la
Tierra y van ascendiendo en una espiral evolutiva hacia el Cielo. Al hacer su
recorrido ingresando desde 29° 59´ hacia el 0°, exhiben el trabajo de la
Conciencia humana en una línea, desde la expresión más concreta o material
del signo en cuestión hacia lo más elevado de la manifestación de este.
Leyendo el campo en su nivel energético, los Nodos muestran el trabajo del
Alma y el esfuerzo por despegar y elevarse por encima de las condiciones
materiales terrestres, mientras recorren una línea por signo o un chakra
completo.
Es importante interpretar correctamente la dirección, para eso hay que tener
en cuenta cuál es el Nodo activo para la presente encarnación. Para
reconocerlo hay que observar el estado de los planetas regentes de los Nodos,
recordando que, cuando el regente del Nodo Sur esté retrógrado o Saturno
esté en conjunción con él, el Nodo Sur estará activo y esa será la dirección del
Alma. Una información adicional la aporta el Punto en donde está ubicado
ese planeta retrógrado, ya que indicará un ambiente kármico relacionado con
la Misión de los Nodos, un lugar desde donde podemos finalmente terminar
de cumplir esa Misión.
Jerarquía orbital

Interpretar la Órbita o Cuerpo del Antakarana más activo en una


encarnación permite saber desde qué nivel se está expresando la Conciencia
del consultante, es decir, cuáles son las áreas de interés y consecuente
actividad en esta vida. A veces, hay solo una Órbita que se encuentra más
activa; otras veces hay varias Órbitas activas simultáneamente.
Esto no significa que en el resto de las esferas de la estructura del
Antakarana no haya actividad, sino que es desde esas Órbitas en particular
donde el interés primordial del Espíritu inicia el accionar del movimiento de
la experiencia y donde focaliza su atención más allá de todas las cuestiones del
devenir cotidiano.
Para interpretar cuál es la Órbita o Cuerpo del Antakarana prioritario, se
deben mirar los Cuerpos en los que se encuentran las Luminarias y, sobre
todo, dónde están anclados los Nodos ya que ellos indican claramente el lugar
de mayor actividad de la misión actual.

Posiciones en los primeros Cuerpos


Cuando observamos las ubicaciones planetarias en una Carta Natal
Antakarana, el hecho de encontrar planetas en un Cuerpo superior —es
decir Sexto o Quinto Cuerpo— o en uno más denso, como el Segundo o el
Primer Cuerpo, no es indicativo ni debe interpretarse como evolutivo o
involutivo. Muchas veces, en cartas de Iniciados —y sin importar el grado
—, podemos encontrar puntos activos en los primeros Cuerpos. Esta
posición es una cuestión sumamente necesaria para anclar y manifestar en el
sistema la información que traen de altas esferas y que deben bajar para uso
de la Humanidad como parte de su misión.
El Sol, el Observador

Palabras clave: Conciencia – Observador – ego consciente


De las palabras clave tradicionales utilizadas para describir al Sol, como ego,
identidad o sí mismo, la que más atañe al Antakarana es: Conciencia.
En filosofías ancestrales de oriente y occidente, es sabido que donde la
Conciencia se fija o se asienta, se expande la energía y ocurren los sucesos. El
prana se acumula en el lugar en donde la conciencia se ancla. Alimentamos
aquello que observamos y, de la misma manera, estamos habilitados para
observar lo que ya conocemos o, dicho en otras palabras, reconocemos solo
aquello que de alguna manera ya integramos en nuestro sistema o forma parte
de nosotros.
El Sol que representa la Conciencia es pura energía y, al mismo tiempo, es
el Observador. Acciona un área por su sola existencia. Es tal su actividad que
la Conciencia, con su presencia, cambia la cualidad de lo vivido. Hay que
recordar que la naturaleza primordial de la realidad es tan virtual e ilusoria
como un sueño y que solo el Ser, la Conciencia, es real. Al igual que en física
cuántica, donde un fotón puede comportarse como onda o partícula, según la
intención del observador. Finalmente, toda la cuestión es sobre la intención
detrás de la percepción personal del Universo que nos rodea. La sola presencia
del observador (el Sol) y la intención de quien percibe activan el resultado.
De tal manera que el Sol, en la CNA, engloba con su intervención la
posibilidad de la acción y de la manifestación de dicha acción, observando la
Existencia desde la Órbita en la que se encuentra.

La función del observador

El Sol, entendido como conciencia egoica, es el Punto desde donde el


Espíritu, en su función del observador, fija la atención de su energía
conciencia con la intención de gobernar desde allí.
De tal forma que el Sol, tomando el sentido del observador meditativo, es
imparcial en su exploración; su interés principal es la propia experiencia del
recorrido de la Conciencia en el plano de la Existencia.
El Sol, la Mónada, la cápsula Antakarana, todas son representaciones
gráficas, micro y macro de la misma gota que habita en el Océano de la
divinidad, la cual es por naturaleza indescriptible.

El Sol es siempre un microcosmos dentro de un cosmos mayor, la


conciencia de una encarnación en particular dentro del entramado de
todas las encarnaciones posibles de ser vividas. Su símbolo es igual al
diagrama de la estructura del Antakarana visto desde lejos.

El Sol astrológico de una persona representa la partícula cósmica del


Logos Solar que lo ha formado. Logos Solar es el nombre que recibe la
entidad espiritual: el Sol, nuestra estrella, que es el Padre de todos los
seres creados y que, a lo largo de la historia de los hombres, ha tomado
distintos nombres: Ra, Horus, Álfröðull, Suria, Shamash o Tata Inti,
entre otros.

Dios, el Uno sin Segundo, Ser Absoluto, emana sus chispas divinas
cargadas de creatividad en la forma de pequeñas Mónadas o Espíritus
que buscan expresarse en el plano terrestre como humanos teñidos de la
esencia de un Signo del Zodiaco. De alguna forma, el Sol canaliza e
impregna en las Conciencias encarnadas la energía correspondiente al
Signo por el cual transita...

—MCN. Astrología Kármica, Editorial Astroflor.

En Astrología Antakarana, la interpretación de la posición que ocupa el Sol


natal por Cuerpo y Punto indica el lugar desde donde el observador dirige su
vida y los intereses principales de su accionar en el mundo.
La presencia del Sol en una Órbita dada dentro de la estructura gravita la
interpretación hacia una esfera de la experiencia total, haciendo que descienda
a planos terrestres o elevando toda la carta a intereses espirituales. Razón por
la cual es importante a la hora de la evaluación evolutiva correcta.
En el Primer Cuerpo

Entre 27°01´y 29°59´


Observación del mundo material, capacidad para materializar, concretar,
interés físico.
Su presencia, tan terrestre, no implica que la persona sea de por sí un ser que
recién inicia el recorrido en el Antakarana, también puede ocurrir que, debido
a las necesidades de esta vida y el tipo de experiencia que debe transitar, tenga
que descender lo más posible a la Tierra para bajar energías, materializar
ideaciones realizadas en Cuerpos elevados y traerlas al mundo corporizadas.
Acción en el Reino Material.

En el Segundo Cuerpo

Entre 22°30´y 27°


Observación del espacio emocional y sintiente del mundo. Capacidad para
crear en planos astrales. Gestión del Deseo. Conexión empática con los seres.
El Sol en la segunda Órbita muestra una persona interesada en activar la
exploración del espacio emocional y las distintas sensaciones que generan los
sentimientos. El ser se permite ser emocional, de tal forma que es y hace de la
emoción su acción, así capitaliza el deseo como pulsión de vida y sale al
encuentro con otros.
Acción en el Reino Vegetal.

En el Tercer Cuerpo

Entre 17°30´y 22°29´


Observación del mundo mental. Capacidad de brillar, de ser líder de grupo,
de mostrar al mundo la propia identidad y visión, y obtener seguidores.
Cuando el Sol se encuentra en este Cuerpo del Antakarana, la conciencia en
su camino evolutivo está lista para desarrollar una identidad propia separada
del resto. La personalidad se enlaza con el campo de la mente y se mueve
desde ahí. La persona es lo que piensa, es lo que lidera. Sus áreas de acción
son las ideas, la ciencia, el conocimiento.
Convencida de su supremacía intelectual, la persona se sentirá inspirada para
ascender socialmente y liderar. En este nivel suelen verse egos descontrolados,
racionalistas, cientificistas, personalidades egocéntricas.
Acción en el Reino Animal.

En el Cuarto Cuerpo

Entre 12°30´y 17°29´


Observación del entramado de vínculos entre personas y entre todas las
cosas visibles e invisibles que arman la Existencia. Sentido del Amor que todo
lo penetra.
El Sol en la cuarta Órbita muestra un Ser que ya tiene vínculos conscientes
con el mundo mágico invisible y busca crecer en el desarrollo de su
espiritualidad. Es un Adepto en vías de probación y su posición es delicada,
ya que la persona se cree algo especial y, adulada por oscuras formas, puede
retroceder en la estructura.
En esta Órbita la persona crea con su arte expresando todo lo que abunda en
el mundo invisible. Es en el Amor. Su conciencia expandida está en el medio
del camino evolutivo y comienza a aflorar su poder armónico sanador.

En el Quinto Cuerpo

Entre 7°30´y 12°29´


Observación de la información circundante. Capacidad para transmitir
información y para leerla en Todo lo que existe. Intercomunicación.
Cuando el Sol de una persona se ubica en esta Órbita, estamos frente a un
Discípulo de grado, un Ser que ya se sabe perteneciente a un grupo de trabajo
planetario y que está dispuesto a cumplir con su tarea espiritual para acceder a
los liderazgos a su debido tiempo.
La voluntad espiritual alineada con el Plan Mayor actúa gobernada desde el
Punto en el que se encuentra y tendrá a su cargo áreas sensibles con personas
adeptas que dependerán de la capacidad del discípulo para interpretar la
información en los distintos campos. Se encuentra muy evolucionado, aunque
todavía debe esforzarse por avanzar.

En el Sexto Cuerpo

Entre 0° y 7°29´
Observación del Todo como perteneciente a la misma Luz. Desaparición de
las polaridades. Capacidad de liderazgo espiritual en el área que indique la
especialidad de esa esfera.
Con la presencia del Sol en este Cuerpo del Antakarana es probable que
estemos frente a un Iniciado de grado.
Esta posición de enorme responsabilidad no puede ser realizada solo con el
Sol. Si la persona tiene misiones planetarias especiales a cargo, se encontrarán
en la carta otros elementos o anclajes importantes en la misma Órbita o en la
inmediata inferior: el Quinto Cuerpo. Estas otras posiciones reflejan una
apoyatura para la labor, ya que necesitará tener abundante energía conciencia
de alta vibración para concretarla. Si la persona no tiene apoyaturas, entonces,
aunque permanece observando desde lo alto, no tiene misiones planetarias
activas y su trabajo es individual.

La Luna, el Alma
Palabras clave: Alma – memoria – Tribu o familia cósmica
La Luna, en el mapa natal Antakarana, identifica al Alma, en su sentido
esotérico; y a la memoria que guarda, ya que encarnamos varias vidas con la
Luna en un mismo signo mientras aprendemos los temas de ese signo, es
decir que nos muestra el trabajo del Alma a lo largo del entrenamiento de las
vidas.
Antes de continuar desarrollando la Luna, es importante recordar la
diferencia entre Alma y Espíritu. Así lo explico en mi libro Astrología
Kármica:

El Alma y el Espíritu no son lo mismo, aunque, muchas veces, los


usamos como si fueran sinónimos. El Alma es la personalidad del
Espíritu, es decir que es el vehículo que guarda la memoria de un ciclo
de encarnaciones durante las cuales almacena la información del
proceso evolutivo individual, que incluye sus dones y sus vicios. Cuando
hablamos de personalidad del Espíritu, podríamos decir que la Luna es
cierto tipo de ego emanado de una energía mayor carente de ego: el Sol.
Así, la Luna se presenta como algo que siempre permanece por debajo
del Espíritu, pero que posee una función primordial de enlace, ya que es
la parte de la Carta que media entre la personalidad terrestre, o
Ascendente, y el Espíritu propiamente dicho, simbolizado por el Sol.

Para la Astrología Antakarana, la Luna es cierto tipo de lugar de


almacenamiento de la información y describe la memoria activa necesaria para
el trabajo de la vida actual del Ego Consciente. Como siempre es el resultado
de varias encarnaciones, incluye las virtudes y los vicios de la personalidad
adquiridos en la línea de experiencia en la que se encuentra, es decir,
relacionados al signo lunar. Esto la transforma en una gran aliada y, al mismo
tiempo, en uno de los mayores obstáculos a la hora de evolucionar, debido a la
costumbre que tiene la persona de hacer las cosas al modo lunar.
Entendiendo que el recorrido evolutivo de la Conciencia siempre es de
adentro hacia afuera, podemos saber qué tanto ha evolucionado una persona
en una línea o signo de aprendizaje según la Órbita en la que ancla su Luna.
Por otro lado, la posición por Punto y Órbita del Antakarana en la que se
ubica la Luna no describe a la madre biológica como suele interpretarse en
astrología tradicional, sino que simboliza a la familia cósmica de pertenencia.
De esta forma nos habla de la Tribu de Almas con la que compartimos
entrenamiento o, dicho de otra manera, el tipo de comunidad celestial a la
que pertenecemos. Esa pertenencia o sensación de familiaridad tribal es la que
nos hace sentir fantásticos en contacto con otras personas portadoras de
Lunas del mismo signo, aunque estén en distintas Órbitas, ya que siempre se
puede aprender al entrar en contacto con una Luna más evolucionada o
ayudar a los hermanos menores.
Respecto de la función emocional que forma parte de la naturaleza de la
Luna y para interpretarla correctamente, hay que leerla como emocionalidad,
pero con la vibración del Cuerpo al que pertenece. Por ejemplo, si una Luna
está en el Quinto o Tercer Cuerpo, no se comporta tan emocional como si
estuviera en el Segundo Cuerpo.

En el Primer Cuerpo

Entre 27°01´y 29°59´


Memoria sobre el mundo concreto material. La tarea o aprendizaje que debe
realizar la persona es materializar o concretar, interés físico.
Es probable que el Alma esté comenzando un ciclo de experiencia, según el
signo en el que se encuentra la Luna.
La persona siente que pertenece al mundo terrestre material y orgánico al
cual cuida y protege utilizando las características del signo.
Este anclaje le permite hacerse de su propia información sobre los ciclos
terrestres, por ejemplo: día-noche; invierno-verano; primavera-verano; vida-
muerte, etc.

En el Segundo Cuerpo
Entre 22°30´y 27°
Memoria emocional personal y de la energía sintiente del mundo.
Capacidad para experimentar planos astrales. Refugio en el Deseo. Conexión
empática con los seres.
Esta posición hace a la persona muy visceral, con una emocionalidad que es
vivida intensamente, sea cual sea el signo lunar.
Debido a que el aprendizaje en este Cuerpo se da sobre los sentimientos, la
identificación de la Conciencia con emociones propias y ajenas es muy fuerte.
El entrenamiento en el uso de la energía deseo es el combustible para
avanzar a la siguiente Órbita.

En el Tercer Cuerpo

Entre 17°30´y 22°29´


Memoria que trae inteligencia emocional, capacidad de imantar a otros con
su emoción, liderazgo de masas, facilidad para obtener seguidores.
El Alma guarda memoria de haber transitado mareas emocionales intensas y
ahora le pone más mente, análisis y razonamientos a su mundo emocional.
Esas memorias emocionales son utilizadas para crear feedback y enlaces útiles
que ayudan en la toma de liderazgo.
Alma social. Facilidad para hacer familia con otros de pensamiento similar o
afinidad con intelectuales y científicos.

En el Cuarto Cuerpo

Entre 12°30´y 17°29´


Memoria mágica astral del entramado de vínculos entre personas y entre
todas las cosas visibles e invisibles que arman la Existencia. Sentir emoción en
el Amor.
El Alma llegó al nivel de los magos de su línea y entrena en las habilidades
según su signo.
El arte y la necesidad de expresar universos de sentimientos, vínculos y
amores despiertan relaciones y reconocimientos sociales. Los intereses
empiezan a estar por encima de la media terrestre, y los desafíos y pruebas
aumentan mientras se dirige al Cuerpo de los Discípulos.
Puede ocurrirle una crisis que lo ayude a soltar algunos de los vicios
acumulados a lo largo de las vidas para poder seguir adelante.

En el Quinto Cuerpo

Entre 7°30´y 12°29´


Memoria sobre la forma de leer y gestar información circundante. Voluntad
emocional para transmitir información de Todo lo que existe.
Intercomunicación.
El Alma ha evolucionado hasta el Cuerpo de sonido y desde ahí explora las
múltiples formas de comunicación existentes. Se siente familia con los
ángeles. Continúa su trabajo álmico en el Discipulado haciéndose cargo de
grupos y personas con distintas tareas según el signo. Ese entrenamiento le
permite observar y sentir cuando todavía se enreda en emociones, según los
vicios lunares del signo.

En el Sexto Cuerpo

Entre 0° y 7°29´
Memoria de Iniciado. Se reconoce perteneciente a toda Luz. Inclusión de
las polaridades en Una. Liderazgo espiritual en el área que sea.
La Luna, que es el Alma, llega a la máxima expansión posible en un signo
dado. Ahora es un Iniciado y tiene responsabilidades especiales relacionadas
con la información que deberá anidar en la Luz para que dé su fruto a su
tiempo.
Su responsabilidad es enorme y deberá tener especial cuidado con las
consecuencias generadas dentro de los movimientos que lidera.

El Ascendente, el Yo terrestre

Palabras clave: Consciente – Yo operativo – Observador anterior


La ubicación del Ascendente en la carta natal Antakarana muestra un Punto
activo muy conocido por la persona, relacionado con un anclaje del
Observador anterior. Esto no significa que sea inmediatamente anterior, es
decir, en su vida pasada más reciente. Hay que recordar que en el Antakarana
el tiempo es circular, y el Ego Conciencia puede anclar la información de los
Puntos según las necesidades de la vida presente.
Antes de continuar, recordemos la definición de Ascendente:

[...] siendo el Ascendente el punto que representa el retorno de una


Conciencia individual, nos habla y describe la energía más conocida por
la persona, una energía que exploró muy fuertemente en su encarnación
anterior. Por esa razón, habitualmente, los aspectos más densos o vicios
de cada uno de los Signos del Zodiaco no son tan evidentes en el
Ascendente. Podríamos decir que el Signo Ascendente muestra un
aspecto elevado de este, en el que se expresan con mayor facilidad las
virtudes del Signo en cuestión. De alguna manera, la persona, o la
Conciencia encarnada, conociendo los vicios del Signo por haberlos
vivido antes, ahora elige ejecutar lo mejor del Signo Ascendente: sus
virtudes.

—MCN, Astrología Kármica, pág. 56.

Entonces, al tomar al Ascendente como un anclaje del Observador, resulta


ser una energía conocida y ejecutada previamente, que continúa activa o se
está terminando de gestionar, o simplemente una energía cuya forma o
información es necesaria para el funcionamiento de la misión en la presente
encarnación.
Al trasladar del modo habitual la información tradicional en la que el
Ascendente representa la personalidad y el Cuerpo físico del consultante al
sistema Antakarana, observamos que la Órbita en la que se encuentre el
Ascendente señalará el lugar físico ambiental desde donde se para el
consultante o desde donde ubica su Cuerpo físico. Es decir que,
Interpretando en el Antakarana, la ubicación orbital indicará un nivel
vibratorio energético determinado, mostrando desde dónde está disponible
para la acción. Razón por la cual, junto con los ejes Ac, Dc, MC, FC, ofrecen
una guía para entender el nivel evolutivo de la persona.

En el Primer Cuerpo

Entre 27°01´y 29°59´


Acción en el mundo concreto material, capacidad para materializar,
concretar, interés físico. El Cuerpo en el Cuerpo. El Cuerpo en la materia.
Esta es una posición muy orgánica, física, concreta donde la actividad
corporal es fundamental para el ejercicio de la encarnación.
El ser deberá utilizar su Cuerpo con fortaleza para modificar el entorno en el
que vive, domesticar la naturaleza, mientras entrena en el uso de la materia y
así hacer manifiesto lo que vino a realizar.
Acción en el Reino Material.

En el Segundo Cuerpo

Entre 22°30´y 27°


Acción que se realiza en el espacio emocional y sintiente del mundo.
Capacidad para moverse en planos astrales. Uso de la energía Deseo.
Con el Ascendente en la segunda Órbita, la persona se muestra emocional u
hormonal con una tendencia a vivir con intensidad sus emociones. Su fuerza
de acción en el plano del Deseo la lleva a intentar dominar el mundo
emocional mientras se sumerge en sus astrales.
Su Cuerpo es muy sensible a los cambios emocionales, pero también percibe
los planos emocionales ajenos con los que deberá trabajar según su nivel
evolutivo complementario (las posiciones de los nodos, la Luna y el Sol).
Acción en el Reino Vegetal.

En el Tercer Cuerpo

Entre 17°30´y 22°29´


Acción en el plano de la mente, el intelecto o la razón. Ejercer el liderazgo.
Mostrarse siendo eso que se piensa.
Cuando el Ascendente activa este Cuerpo del Antakarana, la persona se
siente naturalmente líder y ejerce su mandato en el área en que se encuentra.
Los demás suelen reconocerlo como líder, razón por la cual desde pequeño se
ubica en ese rol. El Ego Conciencia encarna eso que abunda en su mundo
mental. Nuevamente es lo que piensa, es lo que lidera en el nivel de la
personalidad terrestre o yo inferior.
Acción en el Reino Animal.

En el Cuarto Cuerpo

Entre 12°30´y 17°29´


Acción en los vínculos entre todas las cosas visibles e invisibles que arman la
Existencia. Actuar el Amor que todo lo penetra. Mago.
El Ascendente ubicado en el Cuerpo de los Magos indica que la persona ya
ha cruzado el puente y se encuentra actuando conscientemente en los dos
mundos: mantiene un pie en la Tierra y un pie en el Cielo, aun así le falta
mucho camino todavía y la esperan duras pruebas que su personalidad o yo
inferior deberá vencer para ingresar en el Discipulado. Mientras las transita,
expresará con su arte el entramado de vínculos amorosos que percibe. Su
capacidad de acción en el universo vincular la llevará por caminos sociales y
artísticos.

En el Quinto Cuerpo

Entre 7°30´y 12°29´


Acción en la información. Intercomunicación con todo lo que existe.
El Ascendente en esta Órbita nos muestra una persona que ya alcanzó
niveles de Discipulado, su compromiso es amplio y ahora ofrece toda su
vitalidad, le pone el Cuerpo al trabajo espiritual en las áreas que son de su
responsabilidad.
La Voluntad espiritual alineada con el Punto del Observador anterior indica
un lugar de la estructura en la que ahora, finalmente, se puede accionar y
buscar resultados evolutivos en relación con el manejo de la información, el
conocimiento, los movimientos sociales planetarios.

En el Sexto Cuerpo

Entre 0° y 7°29´
Acción de Iniciado. Desaparición de las polaridades. Capacidad de liderazgo
espiritual en el área que sea.
Cuando el Ascendente se encuentra en este Cuerpo de la estructura del
Antakarana, indica que la persona ya ha logrado la cuota energética necesaria
y es un Iniciado de cierto grado. Utiliza todos sus recursos y le pone el físico
para ejecutar sus tareas espirituales, habitualmente en funciones de liderazgo.
Dichas tareas se relacionan con áreas determinadas de la Humanidad según el
signo. Siempre el nivel evolutivo global y de exposición pública del liderazgo
hay que evaluarlo en relación con el resto de las apoyaturas o anclajes
importantes de la carta.

Los Nodos, la misión

Palabras clave: Misión activa de la Conciencia


Los Nodos realizan el recorrido de forma retrógrada e ingresan en los signos
del Zodiaco desde el grado 30° o, para ser más exactos, desde el 29°59´ hasta
el 0°. Al observar ese movimiento en la estructura del Antakarana, vemos que
el inicio de una línea del recorrido se da en el Primer Cuerpo y, desde ahí se
eleva, paso a paso, hasta llegar al Séptimo Cuerpo o membrana de la cápsula.
Tal como describo en mi libro Astrología Kármica, pág.108:

[…] Los Nodos nos hablan específicamente del karma; nos cuentan por
dónde anduvimos en nuestra vida pasada y hacia dónde nos dirigimos en
esta, cuáles son los vicios que arrastramos de la vida anterior, y qué
dones y virtudes tenemos para cultivar ahora, en qué ambientes debemos
desarrollarlos y con qué influencias, tanto positivas como negativas,
contamos para lograr nuestra misión...

Para la Astrología Antakarana, los Nodos muestran el real avance y la actual


posición evolutiva de una misión kármica, ya que se desplazan en la forma
natural: ingresando desde el Primer Cuerpo o instancia material para ir
expandiéndose hacia niveles cada vez más sutiles de la realidad. Ese
movimiento empuja a la persona a superarse y avanzar en el Sendero, al
tiempo que se siente alimentada y estimulada por la energía nodal que suele
manifestarse como Destino.
En la interpretación de los Nodos por Punto y Cuerpo, se ve cuánto tiene de
ejercitado respecto del eje por signos, cuál es la dirección, cuál es el ambiente
de interés de la persona.
Para saber cuál es el Nodo activo, es decir, hacia cuál de las dos polaridades
se dirige en esta encarnación, hay que utilizar la técnica de Astrología
Kármica y realizar la interpretación aplicándola al Antakarana.
Si el Nodo Sur está activo, la misión kármica de la vida actual es el Nodo
Sur. Eso significa que la persona todavía tiene que explorar los potenciales,
que incluyen los vicios, y desarrollar las virtudes del Signo en cuestión en la
Casa en la que se encuentre.
Esto ocurre en las siguientes situaciones:
• El planeta regente del Nodo Sur está retrógrado, donde sea que esté en la
Carta y sin importar el estado cósmico, es decir, sus dignidades o
debilidades.
• Siempre que haya planetas retrógrados en conjunción al Nodo Sur (que,
obviamente, se oponen al Nodo Norte).
• Cuando Saturno, en cualquier estado, directo o retrógrado, se encuentre
conjunto al Nodo Sur.
• Cuando la Luna o el Sol están conjuntos al Nodo Sur. En el caso de que los
dos estén en conjunción o uno en el Nodo Norte y el otro en el Nodo Sur,
hay, además, un eclipse activo para analizar.
• Cuando los Nodos estén dentro de un Eje interceptado.

Si nada de lo anterior ocurre, entonces el Norte es el Nodo activo.


(Astrología Kármica, pág. 110).

En el Primer Cuerpo

La misión kármica en el mundo material indica que debe desarrollar


capacidad para materializar y concretar, tiene interés físico, tangible y acciona
en el mundo palpable.
Encontrar los Nodos en esta Órbita significa que, más allá del nivel
evolutivo del resto de la carta, la persona está comenzando una misión y le
espera un largo camino.
Durante su estancia en este Cuerpo, entrenará las maneras de establecer y
afianzar material y orgánicamente la energía de los signos en los que se
encuentra. Acción en el Reino Material.

En el Segundo Cuerpo

La misión kármica lo lleva a experimentar y comprender el espacio


emocional y sintiente del mundo. Aprender el uso de la energía Deseo.
Con los Nodos en la segunda Órbita, la persona empieza a moverse en el
universo emocional con las características de los signos en los que se
encuentra. Hasta que logre comprenderlos y utilizarlos sabiamente, se
enredará en mareas emocionales de distinto tenor.
Aprenderá a trabajar con la energía Deseo consolidando las relaciones con
emociones y sentimientos propios del chakra o área en la que se anclan los
Nodos. Acción en el Reino Vegetal.

En el Tercer Cuerpo
La misión kármica en el plano mental lo empuja a ser líder. Mostrarse
siendo eso que se piensa.
Cuando los Nodos llegan a esta Órbita del Antakarana, la persona se siente
empujada a desarrollar liderazgo, para lo cual se entrena en roles de ese tipo, y
aprende ideas y razones que impulsen al Ego a llegar hasta ahí. En su
desarrollo puede caer en ideologías tendenciosas, y manipular las relaciones
con su carácter y personalidad influidos por los signos de los Nodos, en
particular el del Nodo activo. La realidad tras estos juegos de rol es que la
persona está tratando de desarrollar identidad propia separada del resto.
Inevitablemente caerá en posiciones egocéntricas y narcisistas. Acción en el
Reino Animal.
En el Cuarto Cuerpo

La misión kármica del Mago. Acción en los vínculos entre todas las cosas
visibles e invisibles que arman la Existencia. A medida que recorre la Órbita
del Cuarto Cuerpo, entiende el Amor que todo lo penetra. Mago.
Los Nodos ubicados en la cuarta Órbita indican un esfuerzo evolutivo de la
persona para unir Cielo y Tierra, aspira alcanzar el puente y así ingresar en el
Discipulado. Las fuerzas del Destino la llevarán a tejer lazos que estimularán
su desarrollo mientras entrena su capacidad de sostener el Amor en el
entramado de relaciones. Se expresa artísticamente mientras recorre el puente
que une lo visible y lo invisible.

En el Quinto Cuerpo

La misión kármica del Discípulo. Entrenamiento en recibir y transmitir


información para compartir. Intercomunicación.
Cuando los Nodos se encuentran en esta Órbita, significa que la persona
ingresará a lo largo de su vida en el Discipulado. Su recorrido ha sido enorme
hasta acá y ya está cerca de lograr una Iniciación superior. Para lograrlo,
tendrá que aprender a trabajar con las fuerzas del Destino enfocando su
Voluntad espiritual al trabajo planetario. El entrenamiento en los
movimientos y tráfico de la información estará relacionado con los signos
nodales y en dirección al Nodo activo.

En el Sexto Cuerpo

La misión kármica del Iniciado. La persona trabaja para establecer pautas de


evolución planetaria. Capacidad de liderazgo espiritual en los temas del signo
en que se encuentra.
Con los Nodos en el punto más alto de la evolución dentro de una línea, el
trabajo iniciático solo será posible si otros puntos fundamentales —como Sol,
Luna o Ascendente— acompañan el nivel que esta Órbita representa; en caso
contrario, permanecerá como aspiración mientras sigue con su trabajo
planetario en el Discipulado.

Los Signos interceptados: chakras por expresar

En Astrología Kármica, un eje interceptado se lee siempre como algo


inconcluso, una energía que no quisimos actuar, un pecado de omisión.
Cuando trasladamos esa información a la Carta Natal Antakarana, el
corredor kármico señala además dos líneas de chakras completos que se
encuentran enredados, que no se expresan bien o que funcionan con
dificultad.
Los chakras son vórtices de energía, puertas dimensionales, canales activos
que conectan, enlazan y procesan energías de muy distinta procedencia. Su
uso consciente es la llave de la sanación, es el camino correcto para despertar y
avanzar hacia la espiritualidad responsable y autoconsciente e interviene
constantemente en el estado personal. La observación de las causas y la
realización de las modificaciones necesarias derivan en un mejor estado de
salud.
A largo plazo, no ocuparse del asunto puede traer complicaciones
energéticas en los temas específicos del chakra interceptado, ya que un chakra
es un centro de toma y distribución de energía, como he explicado en mi libro
77 Estados de la Conciencia en Evolución:

“Campo áurico” es el nombre habitual que recibe el sistema


energético completo de cada unidad de Conciencia encarnada. Consta
de siete chakras mayores y siete Cuerpos energéticos, que se ocupan de
asimilar los distintos tipos de energía que nutren y que se procesan en
cada uno de los niveles. De estos siete chakras mayores, cinco funcionan
como pares expresando sus polaridades, una femenina y otra masculina.
El primero y el séptimo chakra, sin embargo, se manifiestan en forma
individual, como unidad.
Cuando hay planetas en una línea interceptada, su presencia facilita la
comprensión y enfoca la actividad de la conciencia en ese Punto. Al mismo
tiempo, permite entender que fue en ese ambiente donde la persona rehusó
actuar en el pasado. Allí ocurrió el “pecado” de omisión kármico.
La presencia del planeta es una señal y genera una especie de lupa,
mostrando dónde hay que hacer ahora y también de qué manera. Las terapias
específicas para cada Cuerpo serán las mejores para armonizar la energía que
se bloquea.

Aries: interceptado el primer chakra

Dificultades corporales al aprender a materializar.


Debe entrenar su capacidad de sostener la energía física y vital, ya que
necesita balancear su sensación de no estar encarnado con su instinto de
supervivencia. Para habitar su Cuerpo deberá enraizar, reconociendo lo
sagrado del templo material en el que vive, y sostener su fuerza, integrando lo
físico en cada acción que ha pensado. Así sumará conciencia material,
disciplina para la nutrición y ritmos para el descanso. Logrará desarrollar y
mantener su salud física, y su energía vital estará alta. Esto lo llevará a
materializar aquellas cosas que sueña. Pero para hacerlo deberá incluir a otros,
ya que experimenta un karma de pareja o socios.
Si observamos la presencia de planetas en este eje, la Órbita en la que se
encuentren será clave para comprender en qué nivel es el trabajo, dónde la
persona debe materializar. El planeta en cuestión expresará el cómo.

Tauro: interceptado el segundo chakra, lado A


Dificultades emocionales al conectar con el placer.
Debe aprender a moverse para adaptarse tanto a los cambios internos, en
relación con sí mismo, como a los ambientales, en relación con los demás, y
así lograr acceso a su propio refugio interior de manera positiva. Sentir al
otro, sentir su compañía, aprender a empatizar y adaptarse a la interacción
emocional con otros le permite conectar con el placer y el deseo, abriéndose a
la sexualidad y el orgasmo que llevan a la creatividad. En el transitar por esta
línea, la necesidad de poseer o tener por completo su objeto de deseo puede
llevarlo a situaciones de apego y a endurecer el movimiento que está
buscando. Experimenta un tiempo de karma de valores y debe ordenar sus
prioridades.
La presencia de planetas en este eje y la Órbita en la que se encuentren será
clave para comprender en qué nivel le cuesta sentir placer y desde dónde debe
elevar su energía deseo. El planeta nos dirá como lograrlo.

Géminis: interceptado el tercer chakra, lado A

Dificultades egoicas al mostrarse a sí mismo tal como es en ese momento.


La tarea es la propia identidad, la personalidad, el ego. La persona debe
conocerse para salir al mundo, pero solo se conocerá actuando en el mundo.
Esta es la paradoja del yo soy o yo inferior. Debe saber quién es, qué quiere
hacer y salir a escena, aunque durante un tiempo actuará y se definirá a sí
mismo utilizando las definiciones de otras personas y, sin darse cuenta,
imitará a los demás, ya que experimenta un karma de comunicación y
relaciones. Utilizando su voluntad y su poder personal, logrará explorar los
componentes de su identidad y sus propios territorios. Esto le permitirá
corroborar y afianzar sus ideas, y analizar la construcción mental de su yo real
actual. Entonces podrá expresarse y mostrarse brillando al vincular su mente
racional e intuitiva.
Al observar planetas en este eje, la Órbita en la que se encuentren indicará
en qué plano de la vida a la persona le cuesta mostrarse a sí misma. El planeta
en cuestión dirá el modo de expresión.

Cáncer: interceptado el cuarto Chakra, lado A


Dificultades para incluirse o incluir al otro afectivamente.
Puede existir cierta rigidez de corazón que lo encierra o lo paraliza en
situaciones amorosas o de intimidad familiar y afectiva. Sin importar qué tipo
de vínculo amoroso sea, todavía necesita sentirse a salvo o resguardarse ya
que, en cierta forma, le teme a la afinidad porque vive un fuerte karma
familiar.
Al aprender a fluir con la entrega y la aceptación de las relaciones como
vínculos o puentes con la vida, surgirá en la persona la compasión, la devoción
y el amor incondicional que permite actuar como una madre con todos.
Alcanzar la manifestación total de esta línea le permitirá ver las dos orillas del
amor.
Cuando haya planetas en este eje, la Órbita en la que se encuentren indicará
en qué nivel de la expresión del amor la persona tiene resistencia a dar o a
recibir. El planeta en cuestión dirá la forma en que bloquea el flujo, y también
cómo puede expresarlo positivamente.

Leo: interceptado el quinto Chakra, lado A


Dificultades para expresar la esencia del ser real.
Inhibición o falta de confianza para decir o manifestar algo relacionado con
la esencia. A veces por orgullo o por una sensación de ser indigno para
expresar o para mostrar aquello que se ha creado, necesita fluir y
autopercibirse a través del sonido que emite.
Al comprometerse con su propia verdad, personal y única, y con la
creatividad que de ella emana, comienza a armonizar con la voluntad divina
que habitaba en su interior. Lo creado es la expresión de la identidad de la
persona que se sincera frente a sí misma y, confiada, se muestra a través de
eso, pero que después deberá mantener la voluntad para gestionar eso mismo
que ha expresado, ejercitando con su karma de liderazgo.
La presencia de planetas en este eje y la Órbita en la que se encuentren dan
las pistas sobre qué falta decir y en qué ambiente o lugar la verdad suprema
debe revelarse. El planeta nos dirá cómo lograrlo.
Virgo: interceptado el sexto Chakra, lado A

Dificultades para discernir lo eterno entre tanta racionalidad.


La expresión del orden puede no ser el correcto y a veces se le dificulta tener
claro el resultado ya que se pierde en los detalles. El análisis estático y
limitado de la realidad existencial lo demora en cuanto al orden de las
prioridades, y se le dificulta la preparación o anticipación de las herramientas
que necesita; así disipa su energía en tramas laberínticas.
Al levantar la vista, comienza a conectar con lo trascendente de su existencia
y puede percibir el tiempo y el espacio, ordenar y clarificar, descubriendo el
Espíritu que habita en Todo, entonces la importancia del servicio se revela
mientras cumple con su karma de servicio.
Cuando se observen planetas en este eje, la Órbita en la que se encuentren
indicará en qué nivel la obsesión por las cosas de la Tierra limitan el orden del
Cielo. El planeta en cuestión dirá la forma en que persiste el desorden y,
también, cómo puede discernirlo correctamente.

Libra: interceptado el séptimo chakra

Dificultades para reconocer su propia conexión divina.


Limitación en la relación con su Yo Superior debido a fuertes vínculos con
personas que están relacionadas a su yo inferior. Estos aspectos de la
personalidad lo impulsan a continuar sus contratos y estar atento a reflejar
aquello que los demás le piden. Por momentos, puede actuar de manera muy
condescendiente con ellos, ya que las dudas sobre la dirección por seguir
sumadas a la necesidad de estar acompañado adormecen la toma de
decisiones. Su karma de pareja activa la dependencia.
Al aceptar el vínculo con su Yo Superior, la experiencia lo lleva al
entendimiento, la conciencia divina y cósmica, el conocimiento acerca de la
trascendencia, el júbilo. Así logra encontrar el balance entre las dos orillas que
unen el tú y el yo.
Los planetas en este eje y la Órbita en la que se encuentren indicarán en qué
nivel la relación con el Yo Superior se encuentra frenada. El planeta en
cuestión dirá cómo encarar la acción.

Escorpio: interceptado el sexto chakra, lado B

Dificultades para tomar el poder trascendente de su ser. O para comprender


la energía de la muerte y su capacidad de regeneración.
La búsqueda de su poder lo lleva a explorar todas las posibilidades de lo
oculto; viajando al pasado aprende a leer lo que permanece escondido, las
oscuridades, lo inconsciente, lo que se ha dicho entre líneas. Lo que
erróneamente había pensado o sostenido acerca de sí mismo para aniquilarlo y
dejar que aflore el ser real. Todo se sincroniza con su karma de valores.
Comienza a utilizar asertivamente su poder al comprender cuándo y cómo
debe terminar algo, ya sea algo de su personalidad actual o de yoes anteriores.
Así evoluciona usando su propia fuerza de transformación.
Siempre que se observen planetas en esta línea, la Órbita indicará en qué
nivel hay que utilizar el poder. El planeta en cuestión dirá la forma en que
debe ser ejercido.

Sagitario: interceptado el quinto Chakra, lado B

Dificultades para expresar su propia verdad dentro de la verdad universal.


Puede existir una tendencia al dogmatismo clásico y cierto orgullo
intelectual que lo cohíbe a la hora de expresarse, pero también a la hora de
seguir aprendiendo; al desequilibrarse el fluir del conocimiento, se limita el
acceso a él. Mientras transita su karma de comunicación, puede tomar fuerza
un espíritu combativo plagado de instintos y donde la razón permanece
ausente.
En la búsqueda de la verdad última, se encuentra con la sabiduría y aprende
a expresar herramientas de autoconocimiento. Se convierte en maestro para
custodiar el saber adquirido, y disfruta mostrando a la Humanidad los pilares
de moral y ética universal que los vincula.
Cuando se observen planetas en esta línea, la Órbita en la que se encuentren
señalan dónde la influencia del conocimiento dogmático limita el crecimiento
intelectual. El planeta en cuestión dirá la forma en que puede expresarlo.

Capricornio: interceptado el cuarto Chakra, lado B

Dificultades para sostener la responsabilidad en los vínculos amorosos.


A veces se muestra con cierta frialdad frente a las necesidades de los demás,
mantiene una distancia social y se aleja de la intimidad familiar congelando
sus sentimientos. Le cuesta aceptar las consecuencias kármicas que se
enfrentan en la existencia lineal temporal de la comunidad y, al mismo
tiempo, pesa sobre él un fuerte karma familiar.
Temprano en la vida, aprende a sostener el esfuerzo para lograr algo y así
comienza a entender los porqués y a disfrutar del cumplimiento de las tareas.
Explora la disciplina que emerge como resultado del conocimiento del karma
y así logra sostenerse a sí mismo y a los demás. Realizando lo que
corresponde, conoce y vive el amor responsable.
Los planetas en este eje y la Órbita en la que se encuentren indicarán en qué
nivel la responsabilidad kármica debe ser cumplimentada. El planeta en
cuestión dirá cómo debe hacerse.

Acuario: interceptado el tercer chakra, lado B


Dificultades egoicas para expresar libremente el yo real.
Puede sentir bloqueos a la hora de manifestar su intención o de querer
ejercer dominio, ya que le cuesta reconocer el mundo como territorio propio.
No suele mostrarse en su forma real y, cuando lo hace, le resulta demasiado
excéntrico o diferente a lo que espera de sí mismo. El desarrollo de su
identidad cósmica lo lleva a aceptar su naturaleza exótica y original como
parte de un territorio mayor en el que debe exponerse inexorablemente si
quiere salir al mundo. El ejercicio de la creatividad aplicada al ego lo acercará
a otros egos originales y geniales como él. De esta manera aceptará las
diferencias como naturales y se encaminará en la búsqueda de uniones
mayores a nivel planetario, como modo de manifestar su liderazgo y de
equilibrar su karma social.
Al observar planetas en este eje, la Órbita en la que se encuentren indicará
en qué nivel el yo debe abrirse al mundo y liderar ejerciendo su voluntad. El
planeta señala la manera en que la creación se efectuará.

Piscis: interceptado el segundo Chakra, lado B

Dificultades para adaptarse a los cambios.


Puede sentir que le cuestan las acciones colectivas o que se bloquea cuando
debe ejercer su voluntad creativa. Aprenderá a sentir a los demás, a amar a los
otros, aunque sean desconocidos o distantes. Empatizar lo lleva a entender sus
propios cambios, los ciclos de la vida y la sostenida interrelación con otros
seres. Aceptará el océano de la Vida como refugio, aun percibiendo las
muchas necesidades del mundo que lo rodea. Al terminar su evolución, sabrá
que inclinarse hacia la Tierra no es humillarse, sino servir para crear y parir
algo mayor, colectivo y trascendente, y así logrará aliviar su karma de servicio.
Los planetas en este eje y la Órbita en la que se encuentren indicarán en qué
nivel la relación con los otros y la adaptación a ellos se frena. El planeta en
cuestión dirá cómo encarar el servicio y cocrear.

Planetas en la línea interceptada


Como expliqué más arriba, la existencia de uno o más planetas ubicados en
un Punto dentro del eje interceptado clarifica el ambiente y la Órbita en la
que ocurrió eso que no se quiso hacer. Además, la posición de un planeta va a
notificar el tipo de problemática de salud que podría materializarse en esta
encarnación si no se expresa la energía encapsulada. Existen muchas formas
de liberar esa información sanamente, pero estos temas no son parte de este
libro; dejo al lector la búsqueda de la información energética reparadora.
En el Primer Cuerpo

Por su ubicación, es un activador de la acción corporal, visible, concreta y


material, que se manifiesta según las características energéticas del planeta
como capacidad de concretar algo en el mundo, algo que no se quiso hacer
antes. Interés físico de trabajar el medio ambiente.

En el Segundo Cuerpo

Activa el reconocimiento de información emocional personal, siempre según


las características energéticas del planeta, y de esa manera la persona se
relaciona con la energía sintiente del mundo. Actúa en planos astrales, y el
Segundo Cuerpo carga el planeta de Energía Deseo como motor de la
Existencia y para su realización en la vida presente.

En el Tercer Cuerpo

Ancla a la persona en la participación de actividades mentales o de


desarrollo de ideas, inteligencia o razonamiento con una determinada
cualidad. Entrenamiento en liderazgo. Activismo. El planeta participa
activamente en la formación de una identidad propia de la persona. Es posible
que esta se vuelva formadora de ideas para el uso de la Raza.

En el Cuarto Cuerpo
Activa la percepción de niveles de conciencia mágica y espiritual,
entrenamiento en la comprensión de lo invisible o astral. Sutil conexión con la
red de la Existencia. El planeta se tiñe de sentido vincular, de Amor que lleva
a dar sentido al trabajo social. Estos planetas se pueden expresar a través del
arte.
En el Quinto Cuerpo

Ancla la conciencia de la persona en niveles orbitales elevados desde donde


entrena la forma de leer y gestar la información circundante. Esta posición
pone voluntarioso al individuo para transmitir la información de Todo lo que
existe, con las características del planeta. Práctica activa en
intercomunicación.

En el Sexto Cuerpo

Anclaje de Iniciado. Desde lo más alto de la esfera, el planeta le recuerda a


la persona que es una manifestación de la Luz. Inevitablemente eleva la carta
en general y la mirada de la persona, aunque su posición no significa que lo
pueda utilizar plenamente, pero su intercepción lo empuja a realizarse. Los
potenciales son enormes y las posibilidades de uso dependerán del resto de los
anclajes fundamentales de esa encarnación.

Las Casas, el nivel de cada ambiente

Las Casas en la carta natal tradicional representan y describen ambientes y


personas, son las escenografías en las que ocurren las escenas de nuestras
vidas.
Al igual que los planetas, las cúspides de las Casas pueden trasladarse para
reinterpretarlas a la luz de la CNA. De esa manera vamos a poder sincronizar
los escenarios terrenales con los escenarios espirituales desde donde se ve y se
vive la vida. Es decir que la técnica permite entender desde qué Cuerpo u
Órbita del Antakarana tomamos la perspectiva dentro de una casa o
escenario.
Por ejemplo, si observamos la carta natal de Bill Gates, la casa 2 o casa de la
economía tiene su cúspide en el grado 14° de Leo, esto la ubica en el cuarto
Cuerpo, que es la Órbita de los magos, donde aprendemos a utilizar el poder
de la palabra en los dos mundos: el espiritual y el humano. Y además, como
en el Cuerpo de los magos, incluye oculta la polaridad Tauro-Escorpio en su
manifestación.
La clave del Punto 44 es: Amor + Sonido: devoción, mantras y oración. (Tal
como se verá en “La guía de Puntos”).
Como en cada uno de los Puntos del Antakarana, existe siempre la
posibilidad de aclimatarse en tierra —dudar entre permanecer en el uso básico
de la fuerza que contiene este nivel— o elevarse.
Para este Punto, la trampa y el don son los siguientes:
TRAMPA: realizar simples enunciados: el uso de afirmaciones o decretos
como movimientos de principiantes con el fin de lograr resultados en la red.
DON: utilizar palabras sagradas: el noble conocimiento de la energía que
habita el mantra conduce al lugar esperado.
Si bien en este ambiente Gates tiene planetas que actúan en el Primer
Cuerpo (muy interesantes Júpiter, la fortuna, y Plutón, la riqueza, en grados
27 y 28), lo que facilita la manifestación y le ha permitido materializar
abundante riqueza en esta vida, tiene una mirada de su economía que enfoca
desde el Cuarto Cuerpo y, como buen practicante espiritual, trata de canalizar
sus recursos de manera consciente y humanitaria.
En resumen, vinculando el grado de la cúspide de cada casa con los Puntos
del Antakarana, podemos ver de qué manera la conciencia se relaciona con la
actividad propia del área. Es importante entender que la Órbita en la que se
ubica la cúspide de una casa señala desde qué nivel de conciencia o desde qué
plano de la existencia una persona mira esa área de su vida. Cuando en una
casa tengamos planetas, sumaremos la información y, entonces, podremos
deducir cómo actuará.

Los Aspectos, la estructura geométrica


Al llegar a una encarnación, el Ser construye, con ayuda de sus ancestros,
una biología llamada habitualmente Cuerpo físico, que le permite vivir la
experiencia terrestre. Lo construye con las coordenadas o pautas energéticas
activas en su Antakarana según la evolución que ha logrado. Esto no es un
tema menor, ya que la pauta es la que dicta las condiciones de la encarnación.
Al mismo tiempo, un Cuerpo físico se encuentra vinculado a su
correspondiente Cuerpo magnético, radiante de energía, habitualmente
llamado campo áurico.
Durante los primeros siete años de vida, la persona va a desplegar su Cuerpo
radiante siguiendo las pautas exactas de su Antakarana natal. A partir de
entonces, deberá sostener y desarrollar su energía a lo largo de toda su vida
para evolucionar.
Las distintas acciones, emociones, pensamientos o movimientos volitivos,
que de manera consciente la persona realice en sentido evolutivo o involutivo,
se verán reflejados en su campo energético, ya que en él se atesora
innumerable cantidad de información.
En resumen, y entendiéndolo como planos de realidad, tenemos en primer
lugar el plano espiritual: el Antakarana, desde donde se realiza la Creación,
conservando para cada persona las pautas energéticas originales por Cuerpo y
por Puntos. Desde ese lugar, se desprende necesariamente el plano físico: el
Cuerpo biológico. Simultáneamente, la interfaz se despliega, el plano
energético es la conexión: el Cuerpo áurico, que resulta ser el enlace que
vincula los dos niveles: el espiritual y el físico. Así la trama, todos los Cuerpos
están relacionados y vibran en concordancia, se comunican y se
retroalimentan, uniendo Cielo y Tierra.
Por eso, cuando trasladamos los tradicionalmente llamados aspectos
mayores a la Carta Natal Antakarana, se observa que marcan movimientos
geométricos en el mandala. Esos movimientos involucran los chakras o
centros del mismo Cuerpo u Órbita al tocar puntos ubicados en el mismo
grado.
Debido a esto, al mismo tiempo y como en un reflejo, se movilizan o
bloquean las energías correspondientes a cada uno de los distintos pares de
chakras involucrados.
Cada aspecto genera distintas ondas de energía, de tal manera que:

Los semisextiles

Vinculan un chakra con su chakra vecino inmediato, ya sea de manera


ascendente o descendente, pudiendo interpretarse como energía que se eleva o
que desciende. Es decir que revela una cualidad de la conciencia que se
encuentra activa y manifiesta.

Los sextiles
Vinculan los chakras por afinidad masculino/femenino, lo que permite una
determinada expresión de género energético. Salvo el tercer ojo, que siempre
tiene un funcionamiento autónomo (es decir sextiles Virgo/Escorpio) y
facilitan la visión.

Las cuadraturas

Marcan senderos en la geometría del símbolo Antakarana de Reiki, destacan


voluntad para mover la materia, para sostener un esfuerzo evolutivo. Esto
ocurre cuando la cuadratura se hace consciente.

Los trígonos

Enlazan los chakras por sus tríadas e invitan a un desarrollo armónico.


Poseen grandes posibilidades de crecimiento, ya que forman parte del
Merkaba, Cubo de Metatrón o Carro de Luz, oculto en la geometría del
mandala Antakarana.
Los quincuncios

Señalan un par de chakras que tienen dificultades de expresión debido a


manejos inconscientes y que pueden terminar ocasionando enfermedades. Por
esa razón, al identificar cuáles son los chakras y Cuerpos involucrados, se
puede acceder a la sanación respectiva al tomar en cuenta la información que
aporta el Punto de experiencia.

Las oposiciones

Vinculan chakras y áreas por integrar.

La figura más significativa

De todas las posibles figuras de aspecto que existen, la más significativa


dentro de la dinámica energética del cuerpo áurico es la Yod o dedo de Dios:
una figura que vincula como mínimo a tres planetas. En ella, el Punto del
Antakarana señalado como el punto focal de la Yod debe interpretarse como
un espacio de experiencias de la presente encarnación que, si permanece
inconsciente, puede transformarse en una enfermedad. Recordemos que en
astrología tradicional, el punto focal de la Yod es el planeta que recibe los dos
quincuncios y no los dos planetas que se encuentran en sextil entre ellos.
Por ejemplo, cuando el punto focal de la Yod esté ubicado en Aries o en
Libra, el par de chakras que está funcionando de manera correcta, es decir los
que están en sextil —que serían el tercer ojo o el segundo chakra,
respectivamente—, indicarán cuáles son las energías que deben utilizarse para
resolver la tensión.

En resumen
Al incluir la dimensión espiritual en la lectura de la carta natal,
entramos en contacto con un espacio sagrado cósmico y personal,
ya que dentro de cada persona hay un altar conectado con el Todo.
Siento que a través de la interpretación de la CNA aportamos al
consultante el valor trascendente y espiritual que la experiencia de
la vida necesita. Sabiendo que cada conciencia es un Ser en vías de
iluminación, aquello con lo que contactamos es de una naturaleza
tan radiante y pura que la actitud de humildad al interpretar la
información es clave.
Existen muchas tradiciones astrológicas, y cada una de ellas nos
permite identificar y resolver temas de distintos niveles de
experiencia. Vinculando la astrología psicológica, tradicional y
humanista, con la interpretación kármica, esotérica y espiritual,
integramos respetuosamente todas las dimensiones del Ser,
valorando cada una de sus partes, articulando y dándole sentido de
unificación a la conciencia con miras al Bien Mayor.

PREGUNTAS DE LOS ESTUDIANTES

—¿Un planeta retrógrado en un punto significa que hay que reparar un


error?
—Como la conciencia se mueve linealmente en el espacio-tiempo, el hecho
de que un planeta esté retrógrado indica que hay que revisar algo en ese
punto, que falta hacer algo o que es necesario volver a experimentar algo, y
eso ocurre o es una información para la conciencia encarnada que no puede
dejar de vivir en el espacio-tiempo.
—La Astrología tradicional dice que necesitamos desplegar el
Ascendente y que se asume con más claridad en la segunda parte de la
vida…
—Lo que hay que definir es cuál es el marco teórico con el que vamos a leer
el ascendente. La persona a la que le leo la carta, ¿es un recién llegado o ya
viene existiendo? Si ya viene existiendo, entonces esa energía ya la viene
actuando porque el espíritu que entra al cuerpo en el nacimiento ya existe
desde antes, y su biología se ha creado sobre la base de esa información
preexistente. Si no fuera así, tampoco podría leer su brújula: son los ejes, As
Ds MC FC, los que me dicen el tipo de evolución e interés que presenta la
persona en esta vida y que es consecuente de la anterior. Pienso que
finalmente cada astrólogo puede interpretarlo como lo sienta mejor y según lo
que lo haga más feliz.
—¿Por qué son originales las pautas para crear el cuerpo físico?
—Originales no solo en cuanto a linaje. Con originales quiero decir que para
esa encarnación existen pautas de creación, tanto del vehículo como del
campo energético que lo acompaña. Estas pautas están sincronizadas y
emanan de las pautas originales (prenatales) que tienen en cuenta el nivel
evolutivo de la conciencia. Es decir que, si una conciencia recién empieza,
tendrá un campo energético pequeño; si es un iniciado de cierto grado, tendrá
un campo energético mayor que le permita sostener a los que de él dependen,
es decir, un campo energético de acuerdo con su evolución.
—Respecto de los sextiles, ¿son una pequeña posibilidad de evolución o
son conflictivos?
—Yo los entiendo como dones ya asumidos. Es un aspecto positivo, es algo
ya resuelto incorporado en tu esencia, a no ser que alguno de los dos planetas
esté retrógrado, en cuyo caso todavía persiste un conflicto suave.
—¿Cómo se integran las oposiciones desde el punto de vista de la
Astrología Antakarana? ¿Por puntos medios? ¿Por meditación?
—Por todo eso y por no identificarse con ninguno de los dos para actuarlos
según la conveniencia evolutiva del momento.
LA GUÍA DE LOS PUNTOS
CLAVE, TRAMPA Y DON DE CADA PUNTO

En esta área encontrarás las definiciones para cada punto del Antakarana
con sus claves de interpretación.
Algunas claves pueden estar escritas de una manera más hermética que
otras, eso está relacionado con el propio nivel espiritual del Punto que se
describe.
Naturalmente, si una persona tiene un elemento fundamental de su Carta
Natal Antakarana en un Punto dentro de un Cuerpo elevado, comprenderá
en su interior cada una de las palabras que aquí escribo. De la misma manera,
una persona podrá no comprender aquellas cosas para las cuales todavía su
Energía Conciencia no está preparada. Es decir, si el elemento que ocupa
dicho punto no es fundamental (el Sol, la Luna, el Ascendente o los Nodos),
igualmente le servirá conocer sus posibilidades de crecimiento y le anticipará
la dirección de su desarrollo espiritual.
He tratado de describir estas realidades con las palabras más sencillas
posibles, sin embargo, muy a menudo me resultó una tarea compleja.

EN CADA PUNTO, SE PUEDE LEER:

GRADO DEL ZODIACO.


NÚMERO DEL PUNTO.
UBICACIÓN. Número de Cuerpo u Órbita en la que se encuentra (6 al
1). Número de chakra (1 al 7). Polaridad (A, femenina o B, masculina).
CLAVE. La suma de los elementos del Cuerpo y del chakra, y el resultado
de su integración.
DESCRIPCIÓN. Explicación de lo que experimenta la Conciencia dentro
del ambiente evolutivo de ese punto.
TRAMPA. Quedarse atrapado en la zona de confort propia del punto.
Esto sucede cuando la conciencia se apega a lo aprendido y lo utiliza en su
beneficio.
DON. El tesoro escondido cuando se hace buen uso de lo aprendido en el
punto.

ARIES

0° Aries
UBICACIÓN: 7.1 A • Dios + Materia.
CLAVE: Espíritu en Materia.
DESCRIPCIÓN: La Iniciación es a través de la encarnación en la
Materia: Aries
Por este Punto en el Antakarana, ingresan a la Conciencia en Evolución
las energías que autorizan las instancias de las Iniciaciones; establecen los
momentos adecuados para dar por finalizado cada ciclo y permiten el
ingreso al siguiente. Cuando la Conciencia ha terminado de recorrer el
nivel del Reino Animal, entra en el Antakarana Humano gracias a los
Señores de la Iniciación en Aries, que evalúan y consideran que ya puede
comenzar a recorrer el Camino Humano.
Recordemos que la Iniciación, en cualquiera de los niveles espirituales que
analicemos, ocurre cuando el Ser en cuestión ha sumado a su sistema un
determinado quantum de Energía Conciencia. No es al principio del
Sendero, sino al finalizar un recorrido, cuando es posible la Iniciación. Si
bien el recorrido evolutivo humano es desde adentro hacia afuera, es decir,
de la Órbita más cercana al cuerpo biológico a la más lejana, las Energías
Cósmicas ingresan desde afuera y, en su viaje hacia adentro del sistema,
van experimentando un proceso constante de solidificación de la Energía
Cósmica que simbolizan.La energía en estado puro vive un proceso de
transformación, expresándose según el nivel del Antakarana en el que vibra.

PUNTO:
UBICACIÓN: 6.1 B • Luz + Materia.
CLAVE: Fusión Final.
DESCRIPCIÓN: Fin de ciclo: todo vuelve al Uno Sin Segundo.
El Punto 78 es por completo desconocido. A partir de allí, el Antakarana
Humano queda atrás, el horizonte se abre, y la Evolución lleva a la
Conciencia a nuevos espacios.
Estos espacios están habitados por los Maestros Ascendidos, por aquellos
Seres que poseen un Cuerpo energético tan grande y poderoso que de
ninguna manera podrían habitar un cuerpo humano.
Pasar a este punto es similar a atravesar el ojo de una aguja, y solo es
posible cuando el recorrido está completo, no ha quedado rastro en
ninguno de los puntos y, al mismo tiempo, el Ser Autoconsciente contiene
la información y el quantum de energía acumulada durante su tránsito por
los setenta y siete niveles. Si en algunos de los puntos recorridos ha
quedado, por pequeña que sea, una mínima porción de anclaje, la
transferencia al siguiente nivel no será posible.
Desde el punto de vista de los Seres y Maestros Ascendidos que observan
todo el recorrido en la estructura del Antakarana, únicamente cuando ellos
certifican que el Camino está cumplido, es el momento en el que se
permite el traspaso. Esto ocurre si el Individuo Autoconsciente ha
recorrido y completado el Sendero, y ha recibido todas las Iniciaciones
menores y Mayores correspondientes. Recién entonces abren la última
puerta y se le permite llegar al otro lado de la membrana, pasando al
séptimo Cuerpo, en el Punto 78 del Antakarana.
Pero el libre albedrío con el que ha contado la Chispa Divina desde el
inicio del recorrido, le permite al Ego Conciencia en Evolución decidir si
salta o no. Si elige quedarse, puede hacerlo como tantos otros lo han hecho,
transformándose en un Bodhisattva, que es alguien que permanece en el
Samsara, motivado por una enorme compasión de ayudar a los Seres en el
Camino de sus Antakaranas personales. Si opta por irse, deberá direccionar
su absoluta voluntad con la suma completa de la energía activada a través
de la total entrega en dirección a la Fuente y, entonces con sus credenciales
habilitadas, saltará de Órbita.
Así inicia un nuevo ciclo en su viaje por la Conciencia, del que nada
sabemos desde acá, y que solo algunos Iniciados Mayores han podido intuir
en sus más iluminados instantes.
0° a 7°29´
PUNTO:
UBICACIÓN: 6.1 A • Luz + Materia.
CLAVE: Maestro de la Materia. La Materia como esencia de Luz.
DESCRIPCIÓN: La Conciencia comienza la última etapa de su ciclo
humano. El Iniciado percibe y conoce que todo lo que existe en la
manifestación de la Energía Conciencia —sin importar el nivel evolutivo en
el que se encuentre— es Luz. Ahora él puede iniciar a otros para que
reconozcan este misterio, y puede también influir en otros para romper sus
propios límites y resucitar a la Luz del Espíritu.
TRAMPA: materializar.
Debido al alto entrenamiento recibido en este Cuerpo, concretar o hacer
realidad algo en cualquier nivel de la existencia es algo simple. El apego a
esta actividad para motivos egoicos genera involución.
DON: iniciar.
Activar en otros la Luz, para que también puedan mejorar y contribuir en
su propio bienestar y en el general.

7°30’ a 8°29’
INICIACIÓN Quinto Cuerpo
PUNTO:
UBICACIÓN: 5.1 B • Sonido + Materia.
CLAVE: La construcción de la Creación.
DESCRIPCIÓN: Fin de ciclo. El Iniciado crea con Sonido en estado
puro, el Mundo Manifestado de acuerdo con el Plan, limpiando con
vibración y organizando la Materia en sus distintos estados.
TRAMPA: traducir.
Dado que el entrenamiento en este Cuerpo es acerca de la capacidad de
leer información, la mera traducción para uso personal es involutiva.
DON: imprimir.
De modo tal que se brinde dicha información para que pueda ser
compartida y multiplicada.

8°30’ a 12°29’
PUNTO:
UBICACIÓN: 5.1 A • Sonido + Materia.
CLAVE: El poder constructor de la forma.
DESCRIPCIÓN: En este nivel, el Discípulo se entrena en su capacidad
para recibir información del espacio físico que lo rodea, hasta que logra leer
la información contenida en la Materia, en cualquier estado que se
encuentre.
TRAMPA: maya.
Leer directamente en la red del sistema puede entretener y desviar con sus
infinitas posibilidades de vinculación.
DON: discernir.
La capacidad de reconocer el camino recto en cada ocasión.

12°30’ a 13°29’
INICIACIÓN Cuarto Cuerpo
PUNTO:
UBICACIÓN: 4.1 B • Amor + Materia.
CLAVE: Soy Espíritu en la Tierra.
DESCRIPCIÓN: Fin del cuarto ciclo. En este punto, la responsabilidad
del Iniciado sobre la Vida Una es total. Ya se sabe parte fundamental del
trabajo planetario, y conoce que no puede dejarles a otros el cuidado de la
Existencia. Sabe que el Amor es la llave que lava todas las heridas, y une
todos los Mundos y todos los Reinos de la vida manifestada. Con esta
iniciación, el Ser, iluminando con su propia Luz que emana desde el interior
de su corazón, ya es capaz de viajar por los distintos astrales y comprender
su propia dimensión espiritual.
TRAMPA: abundancia.
A partir de este nivel de evolución, no hay limitaciones materiales, por eso
quedarse en el mero disfrute de la prosperidad resulta involutivo.
DON: conexión.
La capacidad de manejarse en red. Vincular y conectar.
13°30’ a 17°29’
PUNTO:
UBICACIÓN: 4.1 A • Amor + Materia.
CLAVE: Amo y acepto el Mundo Manifestado.
DESCRIPCIÓN: El Amor se revela con Emoción a cada momento y en
todas las manifestaciones materiales de la realidad en la que vivimos, con
sus cosas buenas y malas. El ego se vincula conscientemente con la Vida
Una, y comienza a percibir la dimensión del Espíritu en todo lo que Es, con
Amor por la Vida en la Tierra y por la abundancia de Vidas en la Tierra. Se
experimentan las primeras conexiones con el mundo invisible: duendes y
gnomos.
TRAMPA: magia.
El mágico mundo invisible puede deleitar, pero las consecuencias kármicas
de lo creado se pagarán.
DON: Amor.
Cuando el movimiento sincero del Amor impersonal se manifiesta, no hay
error.

17°30 a 18°29’
INICIACIÓN Tercer Cuerpo
PUNTO:
UBICACIÓN: 3.1 B • Mente + Materia.
CLAVE: Yo soy energía mental.
DESCRIPCIÓN: En el fin del ciclo mental, el yo controla la Materia de
su cuerpo y de su entorno, y puede fácilmente lograr lo que necesita para
crear su hábitat, en todos los planos o dimensiones terrestres. Los Iniciados
de este nivel brillan en la Tierra como los emprendedores y líderes del
mundo.
TRAMPA: ego.
Desarrollar una identidad individual ha sido todo un logro; anclarse en
ella de manera egocéntrica y pensar que se alcanzó el máximo crecimiento
es involucionar.
DON: líder.
Ser emprendedor y sostener la responsabilidad del líder.

18°30’ a 22°29’
PUNTO:
UBICACIÓN: 3.1 A • Mente + Materia.
CLAVE: Yo soy mi cuerpo.
DESCRIPCIÓN: Comienza el ciclo mente, y en este nivel el Ego
Conciencia aprende a ver el mundo de manera racional y científica,
utilizando el intelecto y la inteligencia para comprender mejor todo. En este
primer nivel es habitual que el ego se identifique con la Materia hasta el
punto de pensar “tanto tienes, tanto vales”. Por eso, gran parte de los
esfuerzos se dedican a controlar lo material, porque el dinero está en primer
plano. También existe en este punto del Antakarana una gran identificación
con el cuerpo físico: la apariencia y la imagen me definen.
TRAMPA: materialismo.

Identificarse con la materia como si fuera el fin de la existencia.


DON: inteligencia.
Controlar el entorno material de manera racional.

22°30’ a 23°29’
INICIACIÓN Segundo Cuerpo
PUNTO:
UBICACIÓN: 2.1 B • Fin de ciclo.
CLAVE: Soy energía emocional.
DESCRIPCIÓN: Completa la experiencia emocional, porque utiliza
correctamente los aspectos femeninos y masculinos del nivel y, como
resultado, recibe la segunda Iniciación.
TRAMPA: ansiedad.
Vivir con tensión emocional no facilita el siguiente camino.
DON: enfocarse.
Al encuadrar la atención en la ocupación, se avanza.
23°30’ al 26°29’
PUNTO:
UBICACIÓN: 2.1 A • Emoción + Materia.
CLAVE: Mis emociones afectan mi cuerpo físico.
DESCRIPCIÓN: El yo experimenta la naturaleza sintiente del universo
material que lo rodea. La Emoción inunda la Materia y la cubre de nuevas
sensaciones. Comprende que el cuerpo siente y que la Materia puede sentir,
y que esas emociones modifican el estado de su cuerpo físico.
TRAMPA: temor.
Ante el oleaje emocional circundante, el miedo puede inmovilizar o
incentivar torpes acciones.
DON: supervivencia.
La clave para desarrollar la capacidad de sobrevivir en un entorno
terrestre está en las interacciones humanas.

26°30’ al 27°29’
INICIACIÓN Primer Cuerpo
PUNTO:
UBICACIÓN: 1.1 B • Fin del ciclo del primer Cuerpo.
CLAVE: Soy Materia orgánica.
DESCRIPCIÓN: Completa la experiencia del primer nivel, la
Conciencia se mueve y se maneja con confianza en el entorno físico
temporal, con el vehículo que ha construido para el viaje. Se provee el
sustento y la protección que necesita para su supervivencia, lo mantiene sano
y fuerte biológicamente. Como resultado recibe la primera Iniciación.
TRAMPA: Cuerpo.
Aferrarse al cuerpo físico y sus necesidades.
DON: vida.
La Existencia es el poder que ofrece la vida en la Tierra, invita a fluir y
actuar en ella.

27°30’ al 29°59’
PUNTO:
UBICACIÓN: 1.1 A • Materia + Materia.
CLAVE: Un cuerpo físico.
DESCRIPCIÓN: La experiencia en el mundo material comienza. La
Conciencia encarna en un cuerpo físico y, a través de él, incorpora la
comprensión de la mecánica de las leyes de la Materia necesarias para la
supervivencia, tales como el uso del cuerpo, el conocimiento de la gravedad
y la atmósfera terrestre, y los mecanismos de la nutrición en este nivel
Humano.
TRAMPA: materia.
La vida en el planeta Tierra, con sus velos y limitaciones.
DON: Cuerpo.
El aprendizaje sobre el uso del maravilloso vehículo de experiencia
evolutiva llamado “cuerpo humano”.

TAURO

0° TAURO
UBICACIÓN: 7. 2A • Dios + Emoción.
CLAVE: La Divinidad se multiplica.
DESCRIPCIÓN: El deseo es la Puerta al estado de Buda: Tauro.
Los Señores de Tauro trabajan incorporando en el sistema de la
Conciencia Humana energías en relación con la emocionalidad, la
capacidad del sentir y el intenso aprendizaje sobre el mundo de los deseos.
La energía deseo, en cualquier estado de vibración que se encuentre, es la
materia prima con la que se forma el vehículo básico para lograr el
aprendizaje inicial sobre la capacidad que tiene la Conciencia de
direccionarse a Sí Misma.
A medida que la Conciencia avanza en el Antakarana personal, deberá
entrenar en diferentes campos astrales, conformados por energías sutiles de
muy distinto grado de densidad según los quantums acumulados de deseos
y sentires antiguos, propios y colectivos.
Su perfeccionamiento lo llevará a utilizar el deseo como vehículo y
alimento para dirigirse a la Puerta que lleva a la Iluminación. Los Maestros
de la Iluminación se encargarán del resto.

0° a 7°29´
PUNTO:
UBICACIÓN: 6.2 A • Luz + Emoción.
CLAVE: Espejos emocionales.
DESCRIPCIÓN: El Iniciado percibe los movimientos emocionales de la
Humanidad como cambios en los patrones lumínicos y trabaja activamente para
equilibrar las fuerzas. Posee un completo manejo de la energía deseo, activándola en
todos los niveles del Antakarana, y utilizando la Emoción como vehículo y materia
prima. Puede iniciar a otros en el complejo manejo de la energía sexual, como
pulsión de Vida e información elemental de los códigos de la Vida Una.
TRAMPA: reflejarse.
Identificarse emocionalmente con las mareas masivas externas sin tomar acción es
perjudicial.
DON: pulsión.
La pulsión hacia la iluminación activa la evolución humana.
7°30´ a 12°29´
PUNTO:
UBICACIÓN: 5.2 A • Sonido + Emoción.
CLAVE: El poder del deseo.
DESCRIPCIÓN: Ahora el Ego Conciencia comienza a recibir información
emocional y creativa sexual de los distintos Mundos Manifestados, pudiendo leer el
nivel de deseo por la Vida o por la Muerte, de minerales, plantas, animales,
humanos y Entidades en astral.
TRAMPA: replicar.
Resonar con la información y dejarse llevar por las mareas externas distrae del
objetivo.
DON: multiplicar.
El impulso de la Vida es para ampliar la experiencia de la Conciencia.

12°30´ a 17°29´
PUNTO:
UBICACIÓN: 4.2 A • Amor + Emoción.
CLAVE: Aspiración espiritual.
DESCRIPCIÓN: El yo consciente se relaciona con la Creación a través de la
energía del Amor. El Amor lleva al sexo, y se eleva la vibración sexual. Percibe a
menudo astrales con emociones y deseos antiguos, señales sexuales del presente y del
pasado, y aprende a reconocer esas energías. Aumenta el deseo y la aspiración
espiritual. Con la amplificación de su campo consciente, mejora la empatía y se
sorprende al reconocer que comienza a percibir lo que sienten los demás.
TRAMPA: pasado.
Las señales de antes confunden creando historias recurrentes.
DON: aspiración.
La respuesta correcta surge en la emanación del deseo que apunta a lo alto.

17°30´ a 22°29´
PUNTO:
UBICACIÓN: 3.2 A • Mente + Emoción.
CLAVE: Yo soy mi emocionalidad.
DESCRIPCIÓN: Ahora la relación es “soy lo que siento”, y existe la búsqueda
de una Verdad que se identifique completamente con la forma personal en que se
viven las emociones. El análisis y la intelectualización del universo emocional van
apareciendo a medida que se recorre el nivel y, al finalizar, el ego termina teniendo
un control mental sobre las emociones.
TRAMPA: vergüenza.
Ocultar a otros y a uno mismo las emociones que se sienten y se viven a diario
aparentando.
DON: comprensión.
Entenderse a uno mismo en el enorme océano emocional personal permite entender
a los demás.
22°30´ a 27°
PUNTO:
UBICACIÓN: 2.2 A • Emoción + Emoción.
CLAVE: Puedo sentir placer o displacer.
DESCRIPCIÓN: Existe una dimensión puramente emocional. En este nivel,
el yo se sumerge en experiencias sentimentales y vive las emociones libremente sin
controlarlas. El sexo despierta un gran interés y, a través del uso de la energía
sexual, conecta con la energía deseo en todas sus formas. El principio reproductivo
natural se activa.
TRAMPA: lujuria.
Los excesos en la búsqueda y experimentación del placer anclan a la conciencia.
DON: pasión.
Las experiencias sensoriales aumentan el placer y el gusto por la vida.

27° a 29° 59´


PUNTO:
UBICACIÓN: 1.2 A • Materia + Emoción.
CLAVE: El cuerpo tiene ciclos.
DESCRIPCIÓN: La Conciencia aprende acerca de los ciclos naturales de la
vida en la Tierra. Experimenta y se adapta emocionalmente a los diferentes niveles
de luz (día y noche) y estaciones del año (lluvia y sol). Comprende que la Materia
está dominada por los cambios (nacimiento y muerte) y que el estado de la Materia
es cíclico.
TRAMPA: ciclar.
En la vida todo es cambio y ciclos de experiencias, la resistencia atrasa el
aprendizaje.
DON: adaptación.
Fluir y colaborar con los ritmos de la Existencia.

GÉMINIS

0° Géminis
UBICACIÓN: 7.3A • Dios + Mente.
CLAVE: El Universo es Mente.
DESCRIPCIÓN: El yo debe autoconocerse y fundirse a un Yo Mayor:
Géminis.
Es reconocimiento de Sí Mismo desde el plano de la Mente y la
formación del Ego Conciencia. Esas son las delicadas tareas a las que se
dedican los Maestros de Géminis. Estos Maestros de la Mente trabajan
llevando a la Conciencia Humana el entendimiento mental, que permite la
construcción del propio “yo” diferenciado del otro a través de la
multiplicidad de la existencia vivida, gracias a la dualidad planetaria.
Para esto deberá recorrer un largo Camino, viviendo múltiples
encarnaciones e Identidades en las que podrá experimentar el Ser desde
muy distintos ángulos. Utilizando y desarrollando progresivamente su
inteligencia y razonamiento, logrará comprenderse a Sí Mismo.
En las primeras fases, el yo debe reconocerse como individuo y, más
adelante, se sabrá potencialmente igual al otro. Un poco más adelante en el
Sendero, el Ser se sabrá parte del Todo.

0° a 7°29´
PUNTO:
UBICACIÓN: 6.3 A • Luz + Mente.
CLAVE: Maestro de la Mente. Guía la visión real.
DESCRIPCIÓN: El Iniciado conoce todas las encarnaciones vividas en el
Camino del Alma Personalidad, y todos los movimientos egoicos en el plano de la
Mente, ya que completó el enlace entre el yo inferior y el Yo Superior, hizo síntesis de
todos los conocimientos y vibra con Mente propia. Accede con facilidad a la
información contenida en los Registros propios y ajenos: entiende “Yo Soy”, entonces
actúa exponiendo su personalidad visiblemente.
TRAMPA: ego espiritual.
Si cuando todas las voces se unen domina la personalidad, errará.
DON: Yo Superior.
La humildad del yo se percibe cuando guía el Yo Superior.

7°30´ a 12°29´
PUNTO:
UBICACIÓN: 5.3 A • Sonido + Mente.
CLAVE: El poder de invocación.
DESCRIPCIÓN: El Discípulo hace importantes esfuerzos para desarrollar el
poder de invocación, entrenándose en todos los Reinos. De manera audible primero,
de forma mental después, unifica su voluntad al Plan Mayor, concentrando poder
de invocación.
TRAMPA: dividir.
Aun con buenas intenciones, creer e invocar una aparente totalidad que actúa en
partes atrasará.
DON: unificar.
La llamada a la unión del afuera conduce al Yo Superior.

12°30´ a 17°29´
PUNTO:
UBICACIÓN: 4.3 A • Amor + Mente.
CLAVE: El yo suma la dimensión espiritual.
DESCRIPCIÓN: Momento importantísimo para el ego, porque al percibir
que existen otros Estados Superiores, se abre a la experiencia a través del Amor y la
entrega. Encamina, entonces, toda su voluntad a la búsqueda espiritual e
intelectualiza conocimientos de sabiduría ancestral de diferentes tradiciones
sagradas. Nace el Adepto en Camino de Probación. Voluntad + Amor lo conectan
con ideas y sistemas sociales en los que pueda ayudar a los demás, en algún aspecto de
sus vidas. Guiado por las sombras de su ego personalidad de tanto tiempo, todavía
utiliza las energías para beneficio propio, o sirviendo a oscuras intenciones de otros
Seres en línea con el viento kármico.
TRAMPA: ego del mago.
Endulzado por el ejercicio de la magia, su ego lo encarcelará.
DON: voluntad.
Solo por la voluntad de alcanzar lo elevado podrá salir del laberinto.

17°30´ a 22°29´
PUNTO:
UBICACIÓN: 3.3 A • Mente + Mente.
CLAVE: Yo soy mi pensamiento.
DESCRIPCIÓN: Este es el punto de la Conciencia Egoica, el lugar donde se
asienta el ego. Desde acá gobierna, gestiona, controla y limita los movimientos en el
Espacio Temporal. En este nivel, el espacio mental está definido y creado por los
pensamientos propios, los pensamientos de los demás, lo que la sociedad espera del
Ser o piensa que es. Todo se mezcla y da un supuesto “yo” que debe ser redefinido en
este punto de la Evolución de la Conciencia. Completar la redefinición todavía está
lejos, pero comienza ahora. Este es el plano intelectual y científico por Sí Mismo. La
intelectualidad ocupa todos los espacios y define la realidad que vivimos.
Necesariamente, la razón y la inteligencia son las herramientas más importantes de
este nivel, y es común ver excesos de vanidad por lo que se sabe.
TRAMPA: intelectualidad.
El racionalismo autocomplaciente que no rehúsa el uso de la crueldad y que a
menudo aplica la ciencia humana.
DON: inteligencia.
La utilización de las herramientas que desarrollan las distintas inteligencias para
la comprensión del propio yo.

22°30´ a 27°
PUNTO:
UBICACIÓN: 2.3 A • Emoción + Mente.
CLAVE: Mis emociones afectan la percepción de mí mismo.
DESCRIPCIÓN: Comienza a reconocerse como un Ser sintiente. “Soy” un
individuo que puede afirmarse a través de sus emociones y del sexo. La Identidad
sexual se refuerza y crea utilizando el sexo. Busca refugio controlando a otros con sus
emociones y todavía se vincula utilizando emociones tóxicas.
TRAMPA: odio.
Manifestar el poder personal utilizando el enojo o dejándose arrastrar por la ira.
DON: dirección.
El manejo consciente de las emociones territoriales permite desarrollar la
intención.

27° a 29° 59´


PUNTO:
UBICACIÓN: 1.3 A • Materia + Mente.
CLAVE: Yo soy mi cuerpo.
DESCRIPCIÓN: Se produce una comprensión mental: este es mi cuerpo. Hay
una experiencia corporal del propio vehículo: cómo se usa, qué puedo hacer con él. El
cuerpo como propiedad o territorio. Inteligencia corporal. Exploración y
conocimiento del propio territorio físico.
TRAMPA: ego humano.
Limitar el crecimiento y el territorio personal a los patrones definidos por la
personalidad egoica.
DON: inteligencia humana.
El desarrollo de la inteligencia corporal aplicada al autoconocimiento que permite
anclar el yo conscientemente en la Tierra.
CÁNCER

0° Cáncer
UBICACIÓN: 7.4 A • Dios + Amor.
CLAVE: Dios es Amor.
DESCRIPCIÓN: Reconocer a todas mis Madres: Cáncer
En este punto del Antakarana, los Maestros de Cáncer siembran semillas
de energía Amor para mantener las Conciencias Humanas conectadas y
nutridas. Las lleva en su recorrido maternal desde las primeras comprensiones
de los vínculos en el Amor hasta la total plenitud de reconocer que todo lo
que me rodea, que todo lo que nos rodea nos ha constituido inexorablemente.
Biológicamente hablando, todos los compuestos, aun los más sutiles e
invisibles, son emanaciones de la Madre.
Desde el aspecto social humano, todas las relaciones y vínculos que
tenemos, y gracias a los cuales la Conciencia en Evolución logra
desarrollarse y sostenerse (incluso en las dificultades inherentes a la vivencia
de las encarnaciones) son también emanaciones de la Madre.
En este nivel experimentamos la comprensión profunda acerca del Amor
y del amar a otros como si fueran nuestras Madres. También amamos y
cuidamos a otros como si fuéramos su Madre.
La Conciencia, en su encuentro con este nivel, adquiere el reconocimiento
de que se nutre de absolutamente Todo lo que la rodea. Aprende que está
conectada con cordones amorosos vinculares con Todo. Todo es Todo, no
es solo lo orgánico, lo tangible o lo mental.
En este plano y nivel, la experiencia del Tiempo sostiene la red infinita de
conexiones por las que circula la información que mantiene unido al
Universo: el Amor. Desde la experiencia humana, este es un punto de dolor
en el crecimiento espiritual. El dolor dulce que causa el Amor no es
comparable con ningún otro dolor y brinda, al mismo tiempo, el mayor
motivo para volver a reencarnar: los vínculos con los Seres que amamos.
0° a 7°29´
PUNTO:
UBICACIÓN: 6.4 A • Luz + Amor.
CLAVE: Maestro del Amor. Ver todo a la Luz del corazón.
DESCRIPCIÓN: Ahora el Iniciado conoce todos los planos de astral, por
donde viaja libremente, uniendo y vinculando a los Seres. Trabaja en acción
planetaria conforme con el Plan. Crea su propio Ashram, y manteniendo a sus
Discípulos bajo su aura, los protege y colabora en su desarrollo.
TRAMPA: tradición obediente.
Permanecer apegado a una tradición por miedo a la responsabilidad de renovar la
historia.
DON: fundar.
Crear y parir una familia espiritual aceptando las consecuencias de su desarrollo.

7°30´ a 12°29´
PUNTO:
UBICACIÓN: 5.4 A • Sonido + Amor.
CLAVE: El poder del Amor.
DESCRIPCIÓN: El poder de invocación y evocación de fuerzas planetarias y
Cósmicas aumenta y se manifiesta con más potencia. El Discípulo ya puede recibir
información importante de Planos Elevados. Allí ocurren encuentros con Maestros
de la Jerarquía en niveles astrales o búdicos, de los que se recibe información
valiosísima, que va a aplicar más adelante.
TRAMPA: excluir.
Creer que algunos miembros de la Humanidad no son necesarios para la ejecución
del Plan.
DON: reunir.
Saber convocar la unión con nutrición, orden y jerarquía.

12°30´ a 17°29´
PUNTO:
UBICACIÓN: 4.4 A • Amor + Amor.
CLAVE: Soy Espíritu en gozo.
DESCRIPCIÓN: Ahora la esencia se manifiesta y la eternidad del Alma se
hace evidente, porque comienzan a vivirse todo tipo de experiencias paranormales
involuntarias, viajes astrales, y encuentros con Maestros y desencarnados. El
Camino de la Vida lo lleva a visitar lugares sagrados y personajes extraordinarios.
Comienza a elevar la vibración del Amor y a experimentar la devoción, ese estado
exaltado de Amor hacia la Divinidad. Descubre a Dios escondido en Todo lo que Es
y arde su corazón. Entonces elige: sacrifica o retrocede.
TRAMPA: celar la posición.
Al abrirse al plano espiritual, la conciencia puede atemorizarse al percibir la
enorme cantidad de otros que existen, pero celar la posición no favorecerá su
integración.
DON: entrega.
Situado en medio de la red de vínculos deberá sacrificar lo conseguido para acceder.

17°30´ a 22°29´
PUNTO:
UBICACIÓN: 3.4 A • Mente + Amor.
CLAVE: Yo me amo.
DESCRIPCIÓN: Ahora la personalidad se identifica con el Amor y los
vínculos. Comienza la exploración del mundo invisible. El yo percibe que lo más
importante es eso que late, y que no se puede intelectualizar. “El corazón tiene
razones que la razón desconoce” y, a pesar de ello, decide tratar de sumar intelecto a
las relaciones. Razonar los vínculos y repensar el Amor ayuda a poner las
necesidades egoicas en otra dimensión y a entrar en contacto con un Yo Mayor.
TRAMPA: celos.
Celar y controlar como método de tejer vínculos o retener lo amado al estilo
narcisista.
DON: amor inteligente.
Comprender racionalmente al propio yo dentro de la red de vínculos permite
expresar el Amor sanamente.
22°30´ a 27°
PUNTO:
UBICACIÓN: 2.4 A • Emoción + Amor.
CLAVE: Sexo y Amor.
DESCRIPCIÓN: Comienza a vincular con otros desde la emocionalidad. El
sexo se confunde con Amor, y el deseo también. Fuertes oleadas de emociones se
utilizan como pegamento en los vínculos con otras personas. Comienza a reconocer y
valorar la emocionalidad de los demás.
TRAMPA: adorar.
La excitante y confusa mezcla de emociones proyectadas que, respondiendo a la
necesidad de estar vinculado, llevan a la adoración.
DON: incluir.
La autopercepción receptiva y empática que permite la inclusión del amado.

27° a 29° 59´


PUNTO:
UBICACIÓN: 1.4 A • Materia + Amor.
CLAVE: Otros también tienen cuerpo.
DESCRIPCIÓN: El Yo Conciencia comprende la existencia de otros Seres
que, al igual que él, tienen cuerpo construido con la misma Materia. Reconoce que
necesita vincularse con ellos para amar su Ser físico: el cuerpo. Y en ese aprendizaje
experimenta, registra y disfruta del contacto con otros cuerpos, con el fin de
intercambiar y comenzar a conocer la energía del Amor.
TRAMPA: encerrarse.
De la comodidad de permanecer en el refugio personal sumada al temor corporal al
encuentro con otros, surge el ostracismo.
DON: tomar contacto.
Al tomar contacto con el entorno humano y material se nutre de vitalidad y
sentido de pertenencia.

LEO

0° Leo
UBICACIÓN: 7.5A • Dios + Sonido.
CLAVE: Al principio era el Verbo.
DESCRIPCIÓN: Yo soy el Creador: Leo.
Los Maestros en este nivel operan entrenando las Conciencias en el
conocimiento y gestión de su propio poder creador.
Para hacer efectiva la Creación, se requiere que las Conciencias en
Evolución prosperen en el ejercicio de la voluntad, no solo para accionar el
instante creativo, sino también para sostener el Reino creado.
Esta colaboración con la Creación se realiza en todos los niveles
imaginables. En el proceso del aprendizaje, los Señores de Leo incorporan
en los Antakaranas personales las energías de inspiración creativa, y
entrenan a las Conciencias en sus capacidades de autogobernarse. Ellos
instruyen las Conciencias a lo largo del Sendero, sobre la manera de
gestionar correctamente la energía con el uso de la propia voluntad
consciente. En el ejercicio mismo de la voluntad creadora, la Conciencia
experimenta momentos de egocéntrico frenesí. Más adelante, esto se
transforma en una mirada abierta al entendimiento de que el Ego
Conciencia es un instrumento del Verdadero Creador. Ahí cambia la
percepción: el orgullo se transforma en humildad, y la creatividad
aumentada se expresa y se comparte con toda la Humanidad.

0° a 7°29´
PUNTO:
UBICACIÓN: 6.5 A • Luz + Sonido.
CLAVE: Maestro de la Creación. Expresar la Luz.
DESCRIPCIÓN: El Iniciado ve la plantilla del Universo que marca los
recorridos de la Raza a la Luz de la mirada de los Maestros de la Jerarquía
Planetaria, y sobre la base de esa visión colabora con el Plan en forma activa,
creando y gestionando las condiciones necesarias para el desarrollo de la Evolución
Global.
TRAMPA: gloria.
Enfocarse en el éxito según parámetros humanos o en tratar de permanecer en él
retrasa la gloria verdadera.
DON: gestionar.
Enfocar la conciencia y la voluntad espiritual en la gestión lleva al verdadero
merecimiento.

7°30´ a 12°29´
PUNTO:
UBICACIÓN: 5.5 A • Sonido + Sonido.
CLAVE: Todas las preguntas tienen respuesta.
DESCRIPCIÓN: En este Punto del Antakarana donde todo es vibración,
todo es Sonido, todo es también información. El Universo se manifiesta al Discípulo
como un espacio donde solo existe información, y la acción más importante por
realizar es el puro intercambio de ella. Todo ocurre rápidamente en un espacio
virtual, y la velocidad de Creación es la del pensamiento. Se genera un momento de
silencio, porque se valora lo sagrado del Sonido. Es un momento de pausa antes de la
Creación.
TRAMPA: superioridad.
La supremacía producida por sentirse nodo, intelecto y hacedor.
DON: nobleza.
El que se sabe canal infinito y se desprende del ego adquiere la nobleza de ser.

12°30´ a 17°29´
PUNTO:
UBICACIÓN: 4.5 A • Amor + Sonido.
CLAVE: Devoción, mantras y oración.
DESCRIPCIÓN: Ya despiertos en el Ser, el Amor y la devoción hacia la
Divinidad, la necesidad de conectar con Ella nos lleva a aprender las fórmulas ya
creadas y utilizadas por los que nos precedieron en el Camino, para vincularnos con
la Fuente a través del Sonido. Al comienzo, se emiten pensamientos o intenciones,
como rezos o mantras. Después empieza la escucha a la Divinidad y las verdaderas
prácticas de meditación.
TRAMPA: simples enunciados.
El uso de afirmaciones o decretos como movimientos de principiantes con el fin de
lograr resultados en la red.
DON: palabras sagradas.
El noble conocimiento de la energía que habita el mantra conduce al lugar
esperado.

17°30´ a 22°29´
PUNTO:
UBICACIÓN: 3.5 A • Mente + Sonido.
CLAVE: Yo soy expresión.
DESCRIPCIÓN: La Conciencia se identifica con los Sonidos que puede crear,
“yo soy lo que digo”. Para eso, el ego se esfuerza en mejorar la capacidad de
comunicar, de disertar, su oratoria, canto y todo lo que le permita al Ser aprender a
comunicar mejor, en todos los niveles posibles de manifestación terrestre.
Inevitablemente ocurre que aprende también a escuchar.
TRAMPA: vanidad.
La necia vanidad necesaria para ponerse al frente de otros y lucirse.
DON: creatividad.
En el interior brilla la creatividad del artista urgido por comunicar su visión del
mundo.

22°30´ a 27°
PUNTO:
UBICACIÓN: 2.5 A • Emoción + Sonido.
CLAVE: Deseo expresar lo que siento.
DESCRIPCIÓN: El Yo Conciencia expresa sus emociones, aunque le cuesta
escuchar las emociones de los demás. La creatividad se redescubre a un nivel superior
y empieza a experimentar otro tipo de deseos.
TRAMPA: diversión.
La egocéntrica necesidad de ser visto, teatralizando exageradamente por diversión
personal.
DON: verdad.
La capacidad de contarse a uno mismo la verdad.
27° a 29° 59´
PUNTO:
UBICACIÓN: 1.5 A • Materia + Sonido.
CLAVE: El cuerpo tiene sonoridad.
DESCRIPCIÓN: El Yo Conciencia descubre que el mundo material que lo
rodea se manifiesta con Sonidos y vibraciones de toda índole, y que su cuerpo
también emite y recibe Sonidos, tanto de manera voluntaria como involuntaria. A
través de la herramienta Sonido, aprende a comunicarse con el entorno. Se percibe a
Sí Mismo: localiza su cuerpo en el Espacio Tiempo gracias al eco que le devuelve la
Materia circundante, y al registro de respuestas vibratorias y sonoras.
TRAMPA: credulidad.
Creer todo lo que se escucha, incluso el eco distorsionado de uno mismo.
DON: autopercepción.
Registrarse a uno mismo en la dimensión espacio temporal.

VIRGO

0° Virgo
UBICACIÓN: 7. 6 A • Dios + Luz.
CLAVE: Dios es energía Luz.
DESCRIPCIÓN: Yo soy la Vida: Virgo.
En este punto y gracias a la acción de los Maestros de Virgo, se incorpora
la comprensión de una Realidad Mayor de Vida en el Espíritu. Ellos nos
muestran la Verdad acerca de la existencia de la Naturaleza Espiritual
encarnada en la Materia que nos rodea o, dicho de otra manera, la
comprensión de que la Materia, en realidad, esconde en su interior el
Espíritu. La Materia está embarazada de Espíritu; Materia y Espíritu son
UNO.
Aquí nace la revelación sobre la realidad y el orden de la existencia en la
Vida Una. Esta realidad amplifica completamente la noción del límite de la
Conciencia Individual desarrollada en el punto anterior, y permite obtener
un panorama mayor en el que el orden de la información, la planificación
de los procesos y el Bien Común, se manifiestan a la Conciencia en
Evolución.
A través de la observación y el entrenamiento, los Maestros logran
desarrollar en las Conciencias en el Sendero la capacidad de
discernimiento. Esta capacidad de discernir es fundamental, ya que el Ego
Conciencia debe lograr reconocer todas las instancias de la realidad
material y espiritual de manera autónoma.

0° a 7°29´
PUNTO:
UBICACIÓN: 6.6 A • Luz + Luz.
CLAVE: Maestro del Espacio Tiempo. Vacuidad.
DESCRIPCIÓN: El Iniciado trabaja en Servicio Planetario, perfeccionando
la técnica para el cumplimiento del Plan en la secuencia Espacio Temporal,
sabiendo que todo es Luz en Vacuidad Manifestada. Discrimina por los grados de
Luz, organiza y completa su trabajo.
TRAMPA: hábito.
La tendencia a convertir los procedimientos en rutinas puede estancarlo en el
Sendero.
DON: técnica.
El desarrollo de mejoras constantes lleva a la mejor técnica.

7°30´ a 12°29´
PUNTO:
UBICACIÓN: 5.6 A • Sonido + Luz.
CLAVE: La información en la huella vibratoria.
DESCRIPCIÓN: El Discípulo está preparado para leer y recibir información
de todos los planos, todos los Mundos y todos los Tiempos. Observa con una mirada
multidimensional y atemporal, libre de juicios.
TRAMPA: prejuicio.
La capacidad de discernir dentro del total de información puede crear prejuicios
limitantes.
DON: observación.
Al enfocarse de forma abierta emerge la contemplación.
12°30´ a 17°29´
PUNTO:
UBICACIÓN: 4.6 A • Amor + Luz.
CLAVE: Entrenamiento en Inteligencia Activa.
DESCRIPCIÓN: Los niveles de astral durante los viajes de la Conciencia se
elevan junto con la práctica de la meditación y los habituales estados de samadhi,
que aumentan sus niveles de Iluminación. El Ser comienza a poder recibir
instrucción en otras dimensiones. Ve con los ojos del Amor, incluyendo una mirada
compasiva y amorosa en la percepción del mundo y de Sí Mismo, sumando
sabiduría.
TRAMPA: razón.
El análisis racional puede no encajar y atrasar el proceso.
DON: videncia.
Abierto el tercer ojo y libre de razonamientos, la videncia se expresa.

17°30´ a 22°29´
PUNTO:
UBICACIÓN: 3.6 A • Mente + Luz.
CLAVE: Yo soy ideas.
DESCRIPCIÓN: La Conciencia se identifica con el entendimiento visionario
de maestros y científicos, y absorbe sus conocimientos. Necesita nutrirse de Mentes
Iluminadas del mundo científico y filosófico, y a medida que se conecta con ellas y
con el mundo más amplio de las ideas exploradas por la Humanidad, va ampliando
su campo mental con nuevas vibraciones de Conciencia Global que lo llevan a
horizontes impensados.
TRAMPA: intolerancia.
Anclada la imagen mental en la ciencia humana, el mal genio aparece ante la
menor contradicción de ideas.
DON: claridad mental.
Al abrirse a nuevas ideas, la mente se expande y se enriquece.

22°30´ a 27°
PUNTO:
UBICACIÓN: 2.6 A • Emoción + Luz.
CLAVE: Veo mis emociones.
DESCRIPCIÓN: Ve, analiza y puede comenzar a anticiparse al surgimiento
de las propias emociones y las de los demás. Al verlas puede empezar a tomar
distancia del mundo emocional, y más adelante dejará de ser inundado con sus
mareas.
TRAMPA: distracción.
Los velos de Maya utilizan un vehículo emocional. Interpretar todo de manera
lineal es erróneo.
DON: anticipación.
El análisis de lo visible sensorial permite anticiparse a los eventos modificando el
resultado.

27° a 29° 59´


PUNTO:
UBICACIÓN: 1.6 A • Materia + Luz.
CLAVE: El cuerpo refleja Luz, se ve.
DESCRIPCIÓN: La Luz atrapada en la Materia es visible, la Materia es
visible en la Luz. Ese entendimiento le permite al Yo Conciencia mejorar su
búsqueda, su proyección en el mundo. Le da la capacidad de anticiparse al ciclo de la
Materia comprendiendo lo físico.
TRAMPA: proyección.
Interpretar el entorno permite proyectar la dirección o cómo seguirá un ciclo, pero
puede limitar la respuesta cuando ese entorno se modifica.
DON: comprensión.
La capacidad de analizar y comprender el mundo que lo rodea con sus luces y
sombras.
LIBRA

0° Libra
UBICACIÓN: 7.7 • Dios + Dios.
CLAVE: Impronunciable: El que Es.
DESCRIPCIÓN: Yo soy el OM: Libra.
Todos los puntos que existen en el séptimo Cuerpo son puntos de ingreso
de la Energía Cósmica Divina. Y de los doce centros de acceso cósmico,
este es en particular el más lejano a la comprensión humana. Desde aquí el
mismísimo Espíritu Divino se acerca al Ser y dicta los llamados. Solo
cuando Él lo dispone es cuando desciende. Por eso, es un lugar inaccesible:
no hay claves, ni existen llaves para entrar. El Espíritu desciende cuando Él
lo considera.
El Ego Conciencia solo puede elevarse hasta un estado o nivel dentro de
su Antakarana personal, y esperar en silencio la llegada del de Arriba. El
silencio es la única clave posible en este punto, y ese es el aprendizaje que
nos traen los Maestros del Omega. Un silencio que es rendición y
aceptación atenta y expectante, pero que mantiene en Sí Mismo un estado
receptivo y disponible. Ellos controlan desde ahí millones de infinitas
conexiones Divinas, activadas en Todo lo que Es. Estos Maestros saben
exactamente Todo sobre cada una de las Conciencias en el Sendero. Ellos
saben cuándo, cómo y por qué. Los Maestros del Omega manejan el
delicado equilibrio entre el Bien y el Mal, entre la Luz y la Oscuridad,
entre la paz y la guerra, y dictan su justicia. Y lo hacen tanto en el plano
personal como planetario.
0° a 7°29´
PUNTO:
UBICACIÓN: 6.7 A • Luz + Dios.
CLAVE: Maestro Espiritual. Dios es Luz.
DESCRIPCIÓN: El Iniciado recibe la Fusión Final y, sacrificando todos sus
yoes eternos, su yo es fagocitado por la Divinidad, evento que lo inclina a preparase
para el esperado retorno a la Fuente.
TRAMPA: control.
Durante mucho tiempo hizo falta equilibrar y controlar la fuerza para sostener la
dirección, pero hay lugares a donde no se puede llegar por voluntad propia.
DON: entregarse.
A esos lugares solo se accede dejándose guiar.

7°30´ a 12°29´
PUNTO:
UBICACIÓN: 5.7 A • Sonido + Dios.
CLAVE: La voz del Señor: OM.
DESCRIPCIÓN: El Discípulo escucha la voz del Todo, el OM, la Vacuidad
es percibida. Se baña y se rinde ante el océano de la Divinidad.
TRAMPA: inmovilidad.
Ante la revelación, existe un fuerte impulso de permanecer y aquietarse.
DON: descenso.
Sin embargo, descender y traer el Cielo a la Tierra será fructífero.

12°30´ a 17°29´
PUNTO:
UBICACIÓN: 4.7 A • Amor + Dios.
CLAVE: Soy uno con Dios.
DESCRIPCIÓN: El Ser se enamora completamente de la Divinidad, y ese
enamoramiento le permite alcanzar los primeros grados de Iluminación efectiva.
Las experiencias numinosas lo acompañan y marcan Momentos Sagrados y de
éxtasis, difíciles de explicar al mundo. Como consecuencia, surge un enorme Amor
que lo liga a la Fuente y, simultáneamente, le dificulta conectarse con las cuestiones
normales y cotidianas de la Vida Tierra. El Alma se sabe unida al Todo.
TRAMPA: éxtasis.
Extático, puede creer que el trabajo está hecho y terminado.
DON: unión.
La humildad en el reconocimiento de lo que falta en el camino de la Vida.
17°30´ a 22°29´
PUNTO:
UBICACIÓN: 3.7 A • Mente + Dios.
CLAVE: Yo soy Dios (yo soy Yo).
DESCRIPCIÓN: La Conciencia busca a Dios con su Mente, tratando de
entenderlo con la inteligencia humana, averiguando con el pensamiento científico o
filosófico, y no lo alcanza. Cuando se rinde ante la Divina Inteligencia del
Universo, el Yo personalidad individual se identifica con una Inteligencia Mayor.
Descubre que Dios, la Divinidad, es Mental. Entonces comprende: “yo soy Mente
Divina también”.
TRAMPA: inteligencia humana.
La ciencia como herramienta para descubrir a la divinidad.
DON: inteligencia divina.
La conciencia de la pequeña porción de la Mente Mayor a la cual se puede acceder.

22°30´ a 27°
PUNTO:
UBICACIÓN: 2.7 A • Emoción + Dios.
CLAVE: Deseo de Dios.
DESCRIPCIÓN: El yo percibe que existen deseos en vibraciones celestes, y se
despierta en el Ser el deseo de Dios, deseo de Espíritu, de ir más allá de la forma
emocional.
TRAMPA: sentirse superior.
Encontrar elevados estados permite fantasear con ser superior a los demás.
DON: desear lo supremo.
Pero impulsa a desear lo superior real.

27° a 29° 59´


PUNTO:
UBICACIÓN: 1.7 A • Materia + Dios.
CLAVE: Existe un cuerpo más grande.
DESCRIPCIÓN: La Conciencia descubre que existe un Orden en el Mundo
Material Manifestado, que es mayor que la Materia y que la propia Conciencia que
la percibe.
TRAMPA: orden personal.
Necesario, el orden personal es la clave del ascenso.
DON: Orden divino
Aunque el reconocimiento del Orden de arriba organiza y pone en posición.
ESCORPIO

0° Escorpio
UBICACIÓN: 7. 6B • Dios + Luz.
CLAVE: Dios es energía Luz.
DESCRIPCIÓN: Yo soy el Poder en Acción: Escorpio
Este es el punto fuera del Tiempo, donde el Poder de la Divinidad actúa a
través del conflicto y del dolor. Acá existen todas las respuestas a todas las
preguntas, incluso, a aquellas que apenas son percibidas por la Conciencia
Humana.
La información que manifiesta el aprendizaje de los Señores de Escorpio
es la realidad de la muerte como forma de Poder Supremo en este planeta.
La noción que nace como resultado es que solo en la constante
transformación de su energía, el Ego Conciencia puede avanzar.
Con la ayuda del Tiempo, que permite la ilusión necesaria para la
Evolución, la muerte y el renacimiento aparecen entonces como la
oportunidad para desarrollar el propio Poder personal. Este es el lugar
donde la Conciencia puede continuar en Vida Eterna, viviendo el profundo
drama de la transformación y la Evolución de Sí Misma, a través de las
ruedas de encarnaciones.
0° a 7°29´
PUNTO:
UBICACIÓN: 6.6 B • Luz + Luz.
CLAVE: Campo Cuántico.
DESCRIPCIÓN: Devolución de información a la Fuente.
TRAMPA: destrucción.
La capacidad de destruir o dar muerte a lo innecesario puede parecer la solución.
DON: reciclar.
Sin embargo, nada se pierde. En el Universo todo es un ejercicio del reciclar.

7°30´ a 12°29´
PUNTO:
UBICACIÓN: 5.6 B • Sonido + Luz.
CLAVE: Activar la información en la huella vibratoria.
DESCRIPCIÓN: Ahora el Ser puede dejar información escrita en Luz, para
que actúe o active determinada cuestión en línea con el Plan de la Jerarquía
Planetaria, en cualquier momento del Espacio Tiempo manifestado y en cualquier
plano o Reino, siempre en línea con su Grupo.
TRAMPA: ego espiritual.
El ejercicio de los poderes espirituales puede endulzar el ego.
DON: realizar.
Enfocarse en la productividad es la única manera de no caer.

12°30´ a 17°29´
PUNTO:
UBICACIÓN: 4.6 B • Amor + Luz.
CLAVE: La línea atemporal.
DESCRIPCIÓN: El entrenamiento recibido en viajes astrales da sus frutos, y
ahora el Ego Conciencia logra moverse en la línea del Tiempo: puede anticiparse
amorosamente a las experiencias por venir y mejorar las relaciones, gracias a los
encuentros con otras personas durante los viajes astrales. Videncia. Aparecen
también recuerdos de vidas pasadas que le indican el tipo de relación, detalles de lo
vivido y la verdadera enseñanza de ese período. Esa información le permite actuar
con sabiduría en el Espacio Tiempo actual. Comprensión profunda de la Ley del
Karma.
TRAMPA: pavonearse.
Hacer alarde de los poderes mágicos o las habilidades espirituales lo retrasa.
DON: guardar silencio.
A la hora de evolucionar, la llave está en saber guardar secreto de los poderes,
incluso, no usarlos.
17°30´ a 22°29´
PUNTO:
UBICACIÓN: 3.6 B • Mente + Luz.
CLAVE: Yo soy Luz Activa.
DESCRIPCIÓN: Los esfuerzos están enfocados en traer más ciencia al
mundo. Participando activamente da forma a nuevos conocimientos y visiones,
nuevos enfoques para antiguas cuestiones que son bajadas del Todo al Mundo
Humano con humildad, con Inteligencia Activa y buscando un Bien Mayor.
TRAMPA: decepción.
Frente al abrumador ciclo de oscuridades, parecería que no hay nada que se pueda
hacer.
DON: asertividad.
Mientras más se enfoca, más emerge la lucidez de la idea correcta.

22°30´ a 27°
PUNTO:
UBICACIÓN: 2.6 B • Emoción + Luz.
CLAVE: Comprendo mis emociones.
DESCRIPCIÓN: El yo actúa sobre la base de las emociones que ya puede
observar y analizar. Eso le permite proyectarse sabiendo que tal tipo de Emoción lo
lleva a vivenciar determinado estado, y este otro tipo de Emoción lo conducirá a este
otro lugar. Lograda esta capacidad, puede adelantarse en la visión y comenzar a
crear un ambiente emocional mejor.
TRAMPA: control.
Si se contenta con restringir la emanación o solo controlarla, gastará energía extra.
DON: bienestar.
Al comprender cómo crear buenos momentos, obtiene acceso ilimitado.

27° a 29° 59´


PUNTO:
UBICACIÓN: 1.6 B • Materia + Luz.
CLAVE: Autopercepción en el mundo.
DESCRIPCIÓN: Es hora de aplicar lo aprendido. La Conciencia ya puede
comenzar a actuar, teniendo en cuenta los movimientos y manifestaciones naturales
del mundo material que la rodea.
TRAMPA: poder.
La materia se muestra atraída y receptiva ante el poder, pero condiciona el ego a lo
material.
DON: actuar.
Actuar en el mundo material de manera asertiva sin entregarle poder.
SAGITARIO

0° Sagitario
UBICACIÓN: 7. 5 B • Dios + Sonido.
CLAVE: Conocer el Verbo.
DESCRIPCIÓN: El conocimiento de la Raza: Sagitario
Los Maestros de Sagitario sostienen los pilares del conocimiento de la
Raza y dan las herramientas que permiten activar mayores despliegues del
saber global, en busca de nuevos horizontes.
Ellos mantienen la suma de los intelectos humanos y crean con sus
mentes redes de Inteligencia Humana Planetaria cada vez mayor. Estas
redes se mueven dentro de correctos marcos, diseñados con leyes
universales eternas, que se mantienen imperturbables aun con el cambio y
la Evolución que permanentemente experimenta la Raza Humana en el
planeta.
Realizan, a través de estas redes, el ejercicio de la ética y de la justicia
humana. También se ocupan de los delineamientos religiosos como forma
de sostener e impulsar las Conciencias en Crecimiento, hacia mayores
comprensiones del Espíritu.
Asimismo, recrean las vivencias psicológicas y los distintos espacios de
manifestación de las personalidades. Ellos son los custodios del
conocimiento adquirido, del desarrollo de la cultura y el arte, y los
precursores de lo que vendrá.
0° a 7°29´
PUNTO:
UBICACIÓN: 6.5 B • Luz + Sonido.
CLAVE: Ángel Solar.
DESCRIPCIÓN: Devolución de la huella en el plano vibratorio a la Fuente.
TRAMPA: máscara.
La búsqueda de la mejor imagen social dio sus frutos, pero abrazarla para siempre
retrasará.
DON: verdad.
El conocimiento de que la Verdad permanece más allá de las formas.

7°30´ a 12°29´
PUNTO:
UBICACIÓN: 5.5 B • Sonido + Sonido.
CLAVE: Colaboración y Creación pura.
DESCRIPCIÓN: El Sonido todo lo construye y sostiene la Creación con la
vibración que genera. El Discípulo colabora, según el Plan, en la Creación de
formas en los distintos planos o Reinos de manifestación, a través de las palabras y
los Sonidos Sagrados, y gracias a la interacción evocativa de Devas y Ángeles.
TRAMPA: posibilidades.
Un arco de posibilidades ha nutrido toda la exploración.
DON: síntesis.
Pero si desea avanzar, aprender a dirigir la flecha lo llevará al lugar correcto.

12°30´ a 17°29´
PUNTO:
UBICACIÓN: 4.5 B • Amor + Sonido.
CLAVE: Poder unificador del silencio meditativo.
DESCRIPCIÓN: Sabiendo que la energía del Amor coliga el Universo en
todas sus manifestaciones, el Ser expresa ese Amor en vibración consciente, y así
comienza a experimentar la propia capacidad de invocación. Se comunica con
Ángeles y Devas creadores para sanar diferentes cuestiones relacionadas con personas
con las que tiene una vinculación amorosa de cualquier grado que sea.
TRAMPA: invocación.
La costumbre de utilizar fórmulas hace el trabajo efectivo, pero habrá que dejarlas
ir.
DON: silencio.
Para lograr una conexión única y personal, desarrollará el silencio místico.
17°30´ a 22°29´
PUNTO:
UBICACIÓN: 3.5 B • Mente + Sonido.
CLAVE: Yo soy Sonido Activo.
DESCRIPCIÓN: El Ser se manifiesta utilizando el poder de la palabra. Con
decretos y afirmaciones cada día, llega más profundo en Sí Mismo y logra comenzar
a cocrear mejores resultados en su vida. Comienza también a utilizar esa fuerza con
el entorno. Comunica sus conocimientos con la intención de que lleguen realmente a
las persona, y produzcan determinados resultados.
TRAMPA: fatiga ideológica.
Cuando todo ronda sobre la misma ideología, el hastío aparece, las palabras se
vacían de poder.
DON: afirmación.
Al afirmar la Verdad desde la propia identidad, libremente crea.

22°30´ a 27°
PUNTO:
UBICACIÓN: 2.5 B • Emoción + Sonido.
CLAVE: Expreso lo que siento.
DESCRIPCIÓN: Mejora la comunicación del mundo emocional porque
comienza a escuchar a los demás. Esta interacción de ida y vuelta le permite al yo
relacionarse mejor, y entender a los otros y a Sí Mismo. La creatividad comienza.
TRAMPA: orgullo.
Autocomplaciente y orgulloso de las mejoras, puede dar vueltas sobre sí mismo.
DON: apertura.
Si con gran disposición se abre y expresa, surgirá la serenidad.

27° a 29° 59´


PUNTO:
UBICACIÓN: 1.5 B • Materia + Sonido.
CLAVE: Interpretación del ambiente.
DESCRIPCIÓN: Ahora el Yo Conciencia actúa sobre la base de que todo tiene
Sonido y vibración, y se expresa por él y por medio de él. Afirma su lugar corporal en
el Espacio Tiempo utilizando el Sonido, no solo emitiendo, sino también escuchando
e interpretando mejor eso que escucha y que percibe como vibración.
TRAMPA: eco.
Escucharse solo a sí mismo puede hacerlo entrar en laberintos.
DON: interpretar.
La capacidad de leer e interpretar el entorno.
CAPRICORNIO

0° Capricornio
UBICACIÓN: 7.4 B • Dios + Amor.
CLAVE: Ley del Amor.
DESCRIPCIÓN: Señores del Karma: Capricornio
Los señores de Capricornio son los Maestros del Tiempo. Ellos controlan
y aplican la mayor Justicia Divina: la Ley del Karma. Esta regla dice,
simplemente, que a cada acción le corresponde una reacción. Una regla
eterna, autoexistente e invisible, que acompaña la Evolución de todas las
Conciencias en el Sendero. Estos Maestros son implacables Guías, que
conducen con la aplicación de su ley a la mayor comprensión de la regla de
oro, que enseña que Todos somos Uno.
Ellos recuerdan y registran constantemente lo que piensa, dice, hace o
deja de hacer cada Unidad de Conciencia Existente.
La perfección de su enseñanza es lograr que todos los Egos Conciencia
sepan que lo que piensa, siente o hace cada uno de los Egos Conciencia en
Evolución no solo influye en sus vidas a lo largo del recorrido, sino en
todas las vidas de los Seres con los que se vincula, sin límite de Espacio ni
de Tiempo.
Arman y sostienen, con ese fin, fuertes estructuras sociales que utilizan
para la organización de la sociedad humana.
0° a 7°29´
PUNTO:
UBICACIÓN: 6.4 B • Luz + Amor.
CLAVE: Conciencia Crística.
DESCRIPCIÓN: Devolución de las líneas vinculares a la Fuente.
TRAMPA: alejarse.
Irse simplemente, alejándose como sin mirar atrás, no funcionará.
DON: delegar.
Aprender a entregar de manera responsable y correcta para que siga funcionando

7°30´ a 12°29´
PUNTO:
UBICACIÓN: 5.4 B • Sonido + Amor.
CLAVE: Expresando el Amor, armonizo los planos.
DESCRIPCIÓN: Capacidad de unificar y ligar diferentes áreas de trabajo en
la dualidad planetaria a través del Sonido y la palabra, utilizando la invocación y
evocación de Seres y Maestros Iniciados de Planos Elevados. El Discípulo realiza el
Servicio coordinando instituciones.
TRAMPA: autoritarismo.
Querer demostrar autoridad con acciones frías entorpece la realización de aquello
que se busca.
DON: servicio.
Es el reconocimiento de que servir lo llevará al lugar que aspira.

12°30´ a 17°29´
PUNTO:
UBICACIÓN: 4.4 B • Amor + Amor.
CLAVE: Soy Espíritu en experiencia humana.
DESCRIPCIÓN: Viajes astrales voluntarios y encuentros con desencarnados y
encarnados. El intenso Amor que siente y emana hacia la existencia, sumado a la
comprensión y correcta canalización de la energía Amor (que es Vida), aumenta su
capacidad de sanación. El hecho empático de percibir el dolor y la ilusión de la
separatividad del mundo, lo lleva a sentir la necesidad de sanar y reparar. La
percepción aumentada de las necesidades del otro acrecienta la generosidad, y actúa
en concordancia brindando todo lo posible. En este nivel el Ser es abundancia,
debido a que está en sincronía con el Universo.
TRAMPA: perdurar.
Hay que renunciar a una forma si se desea adquirir la siguiente.
DON: Iniciación.
La llegada de la nueva forma marca el inicio del recorrido de la siguiente etapa del
Sendero.
17°30´ a 22°29´
PUNTO:
UBICACIÓN: 3.4 B • Mente + Amor.
CLAVE: Yo soy Amor Activo.
DESCRIPCIÓN: El yo se integra voluntariosamente a las relaciones. Nace la
responsabilidad en los vínculos. Ahora la Conciencia está lista para sostener el Amor
con voluntad. Aparece la voluntad al bien, porque el ego comienza a identificarse
más con el efecto en el nivel del Amor, y no tanto con los resultados que sirvan a los
fines egoicos. Entiende la dinámica de las relaciones humanas y actúa en
consecuencia. Comienza la comprensión sobre la Ley del Karma, y realiza los
primeros movimientos teniendo en cuenta esto.
TRAMPA: control.
El apego al control de los resultados.
DON: dharma.
Las relaciones correctas y responsables.

22°30´ a 27°
PUNTO:
UBICACIÓN: 2.4 B • Emoción + Amor.
CLAVE: Sexo en Amor.
DESCRIPCIÓN: Ahora la Conciencia sostiene los vínculos amorosos con
emocionalidad saludable, comunicativa y analizada previamente. Aumenta la
responsabilidad en los vínculos y también el nivel de compromiso con la pareja
sexual.
TRAMPA: seguridad.
Sostenerse en algo solo por su aparente seguridad.
DON: red.
La aceptación de la totalidad de la red de vínculos.

27° a 29° 59´


PUNTO:
UBICACIÓN: 1.4 B • Materia + Amor.
CLAVE: Vinculando con otros Seres.
DESCRIPCIÓN: Logra armar lazos físicos conscientemente con otros
Humanos y demás criaturas del planeta de una manera amorosa y sensible.
TRAMPA: lazos.
Enfocarse en los lazos rígidamente solo porque corresponde hacerlo.
DON: sostén.
Valorar el sostén estructural que aportan.
ACUARIO

0° Acuario
UBICACIÓN: 7. 3B • Dios + Mente.
CLAVE: Hágase tu voluntad.
DESCRIPCIÓN: Inteligencia Activa: Acuario
Los Maestros de Acuario introducen en el Antakarana el entendimiento
de la Identidad Cósmica. La Mayor Voluntad es universalista, y el Amor
mejor aplicado es la Inteligencia Activa en Servicio Planetario.
Absolutamente Todo está en línea con la Voluntad Divina y todavía
existen, para el Ser, la libertad y el libre albedrío.
Para lograr esta comprensión, el Ego Conciencia deberá abandonar por
completo la posición individual para tomar la grupal. Y debe lograrlo sin
perder independencia ni autoexpresión.
Somos Uno y trabajamos completamente alineados a la voluntad de
“Todo lo que Es”, pero aun en ese Somos Uno, permanecemos como
Unidades de Conciencia Individuales.

0° a 7°29´
PUNTO:
UBICACIÓN: 6.3 B • Luz + Mente.
CLAVE: Yo soy Todos.
DESCRIPCIÓN: Devolución a la Fuente de toda información
experimentada por los yoes durante eones.
TRAMPA: individualismo.
Ninguna de las identidades exploradas son primordiales o destacan por sobre las
demás. Aferrarse a una sola expresión crea individualismo.
DON: individualidad.
Cada Ser es único, y su individualidad se ha logrado gracias a la amalgama de los
yoes explorados a lo largo de las vidas.

7°30´ a 12°29´
PUNTO:
UBICACIÓN: 5.3 B • Sonido + Mente.
CLAVE: Poder de invocación.
DESCRIPCIÓN: El Ángel Solar se integra al Ego Conciencia y permite
desarrollar el poder de comunicar y expresar Universos Superiores, libre de rituales
preexistentes. Magia Blanca planetaria, voluntad al Servicio de la Inteligencia
Activa.
TRAMPA: uniformar.
Los enlaces usados por los antecesores uniforman el modelo de la conexión,
sostienen pero restringen.
DON: Magia Blanca planetaria.
La identidad espiritual puesta al servicio creador de la Humanidad toda permite
el descenso de nuevas formas.

12°30´ a 17°29´
PUNTO:
UBICACIÓN: 4.3 B • Amor + Mente.
CLAVE: Voluntad al Bien Mayor.
DESCRIPCIÓN: El ego voluntad puesto al servicio del Plan Mayor, con
Amor y sabiduría, crea excelentes sanadores. Adeptos dispuestos a dar generosamente
tiempo y esfuerzo, enlazados en voluntad al Bien, en trabajo por la Humanidad.
Los encontramos en todas las áreas sociales imaginables. Estos Seres amorosos,
inundados por la energía de la Divinidad, están enamorados de la vida en todas sus
formas. Son Seres que sanan con su sola presencia, que armonizan los ambientes, las
personas, las relaciones, e iluminan el mundo con la emanación de su aura. El Amor
se manifiesta como acción por el Reino Animal.
TRAMPA: egocentrismo espiritual.
El ego puede creer que eso que realiza es un logro personal, una emanación de su
propia radiancia.
DON: Voluntad al Bien.
Poner la voluntad personal al servicio Mayor sabiéndose instrumento genera
impecables redes.
17°30´ a 22°29´
PUNTO:
UBICACIÓN: 3.3 B • Mente + Mente.
CLAVE: Yo soy yo.
DESCRIPCIÓN: La redefinición acerca de “quién soy” como Identidad o
personalidad está completa, segura de sus límites y funciones. Ahora sabe cómo
imponerse en el mundo. La ira y las tensiones se expresan en forma distinta, ya que
posee seguridad sobre Sí Mismo. Hay comprensión intelectual sobre la inteligencia
del Reino Animal. Gran poder de voluntad y facilidad para marcar territorios
sociales.
TRAMPA: destrucción.
El odio o la necesidad de destruir lo creado a perpetuidad.
DON: integración.
La identidad integrada incluye sus partes oscuras y luminosas.

22°30´ a 27°
PUNTO:
UBICACIÓN: 2.3 B • Emoción + Mente.
CLAVE: Mis emociones afectan mi pensamiento.
DESCRIPCIÓN: Se identifica con las emociones que quiere, y utiliza la
voluntad para mejorar su mundo emocional y la forma en la que vive sus emociones.
Ahora es capaz de utilizar conscientemente la energía emocional transformándola
en energía volitiva.
TRAMPA: malhumor.
Los vaivenes emocionales pueden conectar y desconectar, y crear cortocircuitos que
nublan la razón.
DON: voluntad.
La intención consciente de comprender la dispersión energética que ocurre en el
vaivén entrena la voluntad.

27° a 29° 59´


PUNTO:
UBICACIÓN: 1.3 B • Materia + Mente.
CLAVE: Mi cuerpo soy yo.
DESCRIPCIÓN: El Yo Conciencia muestra el cuerpo y se afirma en él,
entendiéndolo como territorio físico. Defiende su lugar en el Espacio
conscientemente, utilizando la fuerza física, si fuera necesario, y como forma de
autoconocimiento.
TRAMPA: territorio.
El concepto de que el espacio personal necesita ser reafirmado de forma
permanente.
DON: autoconocimiento.
El conocimiento de que el espacio personal es personal, ya que es inherente a la
propia existencia.
PISCIS

0° Piscis
UBICACIÓN: 7.2 B • Dios + Emoción.
CLAVE: Fusión Final.
DESCRIPCIÓN: Todo lo que Es: Piscis.
Lo que somos en conjunto y la vida en la que existimos es una unidad
orgánica autocreada. Es una red, un sistema. En él cada parte es una pieza,
y cada una de ellas es necesaria en cuanto sirve al conjunto, e innecesaria si
no colabora con el sistema. El Servicio es el sentido de la vida en la Vida.
Los Maestros de Piscis incorporan, en la Conciencia Humana, que el
bienestar común siempre está por encima del propio. Y cuando pensamos
en bienestar común, no es solo el bienestar de la Raza Humana, sino el de
todos los Reinos Existentes de la Creación. Los visibles y los invisibles, los
enormes y los minúsculos. Todas las vidas tienen un sentido de Existencia.
En la aceptación de la Fusión, se revela la única realidad que siempre ha
existido: Somos.
0° a 7°29´
PUNTO:
UBICACIÓN: 6.2 B • Luz + Emoción.
CLAVE: Karma libre.
DESCRIPCIÓN: Devolución de los espejos astrales creados a la Fuente.
TRAMPA: espejismo.
Durante muchas vidas, creamos espejos en espacios astrales necesarios para
continuar la ruta, pero creer en ellos es sostener ilusiones.
DON: disolver.
Desarmar lo ilusorio para ligar lo Real.

7°30´ a 12°29´
PUNTO:
UBICACIÓN: 5.2 B • Sonido + Emoción.
CLAVE: : Inconsciente colectivo.
DESCRIPCIÓN: El Discípulo aumenta su capacidad de actuar sobre el
universo emocional de los Seres sintientes creando, a través de la invocación y la
evocación, mejores estados emocionales que le recuerden su conexión con la Esencia
Divina por medio de la Fusión y la devoción.
TRAMPA: ignorar.
Al aumentar la percepción de la energía emocional que lo rodea, se abruma y decide
no hacer nada.
DON: Magia Blanca.
Finalmente, actúa y ejercita su conectividad.

12°30´ a 17°29´
PUNTO:
UBICACIÓN: 4.2 B • Amor + Emoción.
CLAVE: Limpiando astrales.
DESCRIPCIÓN: Este nivel representa el entrenamiento y la maestría en el
control de los astrales densos, donde habitan las emociones menos amorosas. Aquí, el
Ser que ya conoce tanto el Amor, logra penetrar las ilusiones, e incluso hace que las
emociones más oscuras se rindan y puedan ser removidas, reparadas, sanadas; dando
lugar a vibraciones más altas. Así deja listo el campo emocional para vibrar
únicamente en Amor sin miedo. Este Amor se manifiesta como acción en el Reino
Vegetal.
TRAMPA: fanatismo.
En medio de nuevas dimensiones, se apega a los dictados fanáticamente tratando
de salvarse.
DON: entrega.
Rendirse a la red del Amor lo convierte en actor espiritual.
17°30´ a 22°29´
PUNTO:
UBICACIÓN: 3.2 B • Mente + Emoción.
CLAVE: Yo soy Emoción Activa.
DESCRIPCIÓN: El Ego Conciencia controla el yo emocional, creando un
entorno mental con pensamientos correctos. Por eso, puede modificar su estado
emocional a través del pensamiento. También gestiona los deseos con su inteligencia
y con su Mente. Hay comprensión intelectual sobre el Reino Vegetal y su mundo
emocional.
TRAMPA: angustia existencial.
Inundado por las muchas sensaciones del entorno, el análisis y la diferenciación, se
enreda.
DON: fluir.
Dando vuelta la conexión, logra armonizar los dos mundos: sensitivo y racional.

22°30´ a 26°59´
PUNTO:
UBICACIÓN: 2.2 B • Emoción + Emoción.
CLAVE: Puedo sentir y adaptarme.
DESCRIPCIÓN: La Conciencia actúa en el mundo, manifestándose de
manera creativa y confiada. Muestra empatía y capacidad para autoprotegerse y
para dar refugio a otros.
TRAMPA: depresión.
Ve el enorme sufrimiento de los seres que lo rodean y, no encontrando arreglo al
mal, cae.
DON: atracción.
Gracias a la percepción del dolor, aúna esfuerzos con otros y atrae soluciones.

27° a 29° 59´


PUNTO:
UBICACIÓN: 1.2 B Materia + Emoción.
CLAVE: Sincronizo con los ciclos.
DESCRIPCIÓN: La Conciencia construyó sus hábitos corporales sobre la base
del conocimiento adquirido en los ciclos del mundo material, y se sincronizó
correctamente. Ahora puede enraizar sus emociones.
TRAMPA: hábito.
La construcción de la costumbre es la mejor herramienta, pero puede condicionar el
desarrollo.
DON: sincronizar.
Una vez aprendido el entorno, se despierta el fluir sincrónico.

El lector que desee profundizar en este tema puede hacerlo en mi libro 77


Estados de la Conciencia en Evolución, de Editorial Astroflor.
SADHANA
ENTRENAR LA CONCIENCIA

Hay siete formas de luz, relacionadas con la sustancia de los siete planos,
los cuales son estimulados y realzados por las doce formas de luz de las Jerarquías
Creadoras, relacionadas cada una con cualquiera de los doce signos del Zodiaco.
—Alice Bailey. Astrología esotérica, pág. 418.

Después de hacer un recorrido por Astrología Antakarana, vemos fácilmente


que emana de ella una enorme cantidad de posibilidades de trabajo personal.
Pero ¿por dónde comenzar? Ya vemos que la información es abundante y, al
desplegarla, genera un códice que abre la puerta a nuevas herramientas de
evolución espiritual.
La primera y más evidente es el uso estático de los planetas en cada punto de
la conciencia, tomándolos tal como están en la carta natal. Para ello, una de
las formas posibles es desarrollar la información del punto en cuestión en sus
doce niveles fractales de manifestación, asumiendo la responsabilidad del
camino y utilizando las acciones y los aprendizajes que el mundo circundante
nos ofrece. Esto es muy personal, y cada uno sabe en su corazón qué es lo que
necesita para superar este desafío.
Bajo estas líneas encontrarás una serie de preguntas que ayudan a despertar,
en nuestro interior, las respuestas que estamos buscando.
Cada ubicación en el Antakarana es un viaje de experiencias; recorrerlas
hasta el final permite hacer el salto de Órbita.
Otra manera de avanzar es utilizando los movimientos celestes naturales.
Favorecen enormemente los tránsitos de la Luna y el Sol por los puntos de los
Antakaranas personales, para activar y reconocer las habilidades y los dones
que custodian, y hacerlos experiencia.
También existen las puertas mayores: los portales de Luna nueva y llena. En
ellos, la energía vibrante siempre se encuentra más accesible para ser
absorbida por los distintos planos de la conciencia. Solo meditando y
haciendo ejercicios espirituales podemos activar la evolución. Estos portales
pueden ocurrir en puntos que ya estén activos en nuestra CNA o en puntos que
no tengan ningún elemento que los active. En este último caso, son muy
útiles para conectar con energías y experiencias que habitualmente se nos
escapan.

Espirales evolutivas

Astrológicamente, se reconoce la integración en la vivencia o exploración de


un Signo cuando la persona puede expresar dinámicamente ambas partes de
los pares de opuestos complementarios.
Por ejemplo, si un geminiano se encamina hacia lo más profundo o elevado
de su signo, llegará a tener un saber enciclopédico producto de su
entusiasmada avidez por la información y la comunicación. Eso lo acercará
más a la forma de comprender el mundo que tiene Sagitario y, de esa manera,
demostrará que ha incluido a su opuesto, es decir que ha evolucionado al
recorrer todo el Signo, aunque mantenga su natural jovialidad en el momento
de compartir el saber.
De la misma manera, un sagitariano que decide desacartonarse y comenzar a
divertirse, hacer bromas y entretenerse con amigos mientras disfruta de
aventuras amorosas, estará más cerca de los intereses favoritos de Géminis.
El movimiento evolutivo en espiral está presente en todas las
manifestaciones de la naturaleza y, dada su condición geométrica, se observa a
simple vista en el Antakarana.
En el mandala, los procesos de evolución dentro de un mismo Signo
generan un movimiento espiralado que conduce inexorablemente al encuentro
con su opuesto complementario. Esta espiral existe independientemente de si
el movimiento se realiza en sentido horario o en sentido antihorario.
La espiral se forma cuando se vincula, utilizando la red interna del
Antakarana, un Punto del Primer Cuerpo a 29° de un Signo y, pasando de
Órbita en Órbita, se recorren la mitad de los Signos que existen naturalmente
entre una y otra parte del par de signos opuestos, hasta alcanzar por fin la otra
orilla, viajando del Primer Cuerpo hasta, prácticamente, la Membrana. O, de
manera inversa, comenzando en el inasible Punto 0 en la Membrana del
Antakarana, siguiendo la misma espiral, llegaremos al grado 29 del Signo
opuesto al inicial.
El movimiento dentro del Antakarana personal puede seguir una dirección
en sentido horario o antihorario mientras va recorriendo los diferentes Puntos
de su ruta de manera regular. Ambos movimientos tienen una lógica distinta.
El movimiento antihorario es el que recorre de Aries a Piscis de manera
ascendente en el campo áurico. Es el lógico recorrido en los chakras
(comenzando en el chakra raíz y encaminándose al chakra corona) entendidos
como la dimensión humana actuando en la Tierra. Racionalmente, ese es el
tipo de movimiento solar y planetario. Por otro lado, el sentido horario es el
que marca la precesión de los equinoccios: el giro que, debido a su bamboleo,
dibuja en el espacio el norte del eje de la Tierra y que tarda 25.900 años en
realizar una vuelta completa por el Zodiaco. Este es un movimiento que
irradia una lógica cósmica. Ahí encontramos el recorrido de la Humanidad
como grupo, no como individuo, que comienza el registro histórico desde
Cáncer hacia Aries y sigue hoy día en Acuario.
Los Puntos que se activan

La espiral muestra ese recorrido que ocurre en su sentido evolutivo dentro


de una encarnación. Por ejemplo, la ubicación del Sol corresponde a una
espiral en sentido horario y a otra en sentido antihorario. Estas espirales van
del 0 de un signo al 29 de su opuesto complementario, o viceversa,
recorriendo distintos Puntos. Es decir que, al seguir el recorrido de una
espiral, podemos ver cuáles son los puntos y las claves que una persona
recorrerá con su Sol durante la presente vida, como parte de la evolución del
Observador.
Junto con las imágenes, encontrarás un cuadro en el que se encuentra la lista
de Puntos que se activan en las respectivas espirales evolutivas. Es importante
tener en cuenta que no están incluidas las iniciaciones menores en Aries, que
se dan en los puntos 13, 26, 39, 52 y 65, ya que, si bien son espacios posibles
de ser explorados por la conciencia humana, su activación final no está en
nuestras manos.

La información del Cuarto Cuerpo

Si observamos la geometría de las espirales en el Antakarana, queda en


evidencia lo significativo y trascendente que es el recorrido por el Cuarto
Cuerpo para la evolución de la conciencia. Desde esta dinámica espacial, el
Cuarto Cuerpo o Cuerpo de los Magos es el lugar donde la lucha entre los
dos lados de la fuerza del Universo se pone más extrema. Por eso los puntos
en ese Cuerpo son fuertes pruebas en el camino de evolución y se sienten con
intensidad.
En cada una de las espirales posibles en los pares de opuestos, se forma la
vesica piscis (ver recuadro “Vesica Piscis”). Los dos Puntos en donde se
cruzan ambas espirales señalan aprendizajes de cruce, espacios clave de
equilibrio entre las fuerzas yin y yang representadas por los opuestos,
cualesquiera sean estos, y marcan la mitad de un proceso de crecimiento.
Por lo tanto, cuando en la Carta Natal Antakarana se observe algún anclaje
importante de la conciencia en el Cuarto Cuerpo, deberíamos ver a qué
espiral evolutiva hace referencia, ya que es un punto de inflexión entre dos
fuerzas polarizadas en su interior, y ese Punto señala un momento clave
evolutivo para la integración. Por otro lado, estos Puntos en los que la vesica
piscis se cruza son también Puntos en cuadratura respecto de sus respectivas
energías: cardinales, fijas o mutables. Es decir que señalan incomodidades que
impulsan el crecimiento evolutivo.
Como ejercicio, hay que tener en cuenta que, en el tiempo terrestre, estos
Puntos se activan cada seis meses con los tránsitos solilunares y permiten así
tomar la fuerza o cambiar la polaridad dentro de la evolución consciente
personal.

Vesica piscis
Del latín ‘vejiga de pez’. Es una figura considerada sagrada,
compuesta por dos círculos de igual radio que se intersecan de tal
manera que el centro de cada uno está en la circunferencia del
otro.

Avanzar por el Sendero

El recorrido dentro de un Punto contiene doce etapas que deberán ser


desarrolladas y vividas para lograr acceder al siguiente nivel; esta cualidad
responde a la naturaleza fractal de Todo, y es como visiblemente el Creador
organizó la experiencia. El resultado final no depende de nosotros sino de Él,
aunque podemos utilizar nuestra intención y la voluntad espiritual para
avanzar.
La meditación es la herramienta perfecta para la evolución de la conciencia,
aunque no alcanza por sí sola. Los resultados espirituales y la Energía
Conciencia lograda en la meditación deberán manifestarse oportunamente en
la vida cotidiana de cada uno, como forma de saber si se ha hecho carne de
eso. Así se plasma la experiencia en la conciencia y el Cielo en la Tierra.
En las próximas páginas hallarás una guía de preguntas meditativas, que nos
permiten esclarecer en qué nivel nos encontramos y acelerar el recorrido
dentro de un Punto para mejorar el resultado.
Para acompañar este proceso, he desarrollado un sistema de respiración que
favorece entrar en contacto con el Punto que se desea evolucionar.
Podemos elegir cualquier Punto del Antakarana activo (ya sea por cúspides
de casas o por planetas). Si elegimos un Punto activo por un planeta
retrógrado, parte de la información kármica puede ser visualizada y removida
gracias a la acción correcta. Si se trabaja en un signo interceptado, es
preferible conectarse desde el primer Punto en el Primer Cuerpo de esa línea
e ir moviéndose hacia los Cuerpos superiores avanzando lentamente.
Meditación Antakarana

Para realizar el ejercicio que propongo a continuación, conviene buscar un


lugar tranquilo y apartado.
Nos sentamos en medio loto o en una silla con la espalda recta —
preferentemente separados del respaldo— y los pies descalzos apoyados en el
suelo. La técnica es la siguiente:
Una vez definido el Punto del Antakarana que se quiere abordar y habiendo
leído la información relativa a ese Punto, leer las preguntas que se encuentran
más abajo para comenzar a intuir cuál es el nivel que nos resuena. Identificar
también la pregunta que nos genera duda.
• Cerrar los ojos e inhalar por el chakra correspondiente a la línea en la que se
encuentra el Punto elegido. (Por ejemplo, si fuera un Punto de la línea de
Géminis, respirar por el Plexo Solar es visualizar que el aire entra y sale por
ese lugar.)
• Respirar tranquilamente el tiempo que sea necesario mientras se relaja todo
el cuerpo y en particular el rostro.
• Al sentir que la conciencia se ha ubicado en el chakra elegido, inhalar por la
nariz y exhalar por la boca, separando el aire que sale de los pulmones en
tantas porciones como Cuerpos sean los que hay que alcanzar. Por ejemplo,
si se quiere llegar al Cuarto Cuerpo, inhalar por la nariz en una vez y soltar
el aire por la boca entrecerrada, haciendo cuatro pausas, dejando que el aire
se deslice entre los dientes y la lengua, permitiendo que se produzca un leve
siseo. En la última porción de aire exhalado, visualizamos que nuestra
conciencia accede a la Órbita y Punto al que se desea alcanzar, recordando la
pregunta hecha y abriéndonos a las respuestas.
• Permanecemos con la conciencia anclada en ese lugar el tiempo que
podamos, no importa si es solo un par de minutos. Permitimos que se
adhieran las impresiones del campo respirando amablemente dentro del
Punto.
• Recomiendo tomar nota de cualquier imagen o sensación que se reciba y que
permita aclarar la información evolutiva.

GUÍA DE PREGUNTAS MEDITATIVAS

Las siguientes reflexiones permiten activar respuestas internas para avanzar


en el Sendero.
La intención del ejercicio no es realizar un análisis racional, sino propiciar
un movimiento que despierte la voz intuitiva de la sabiduría interior.
¿De qué manera podría activar el inicio en este nivel?
Existe en mi interior una cantidad abundante de deseo. ¿Cómo podría
aplicarlo en la dirección correcta?
¿Cómo puedo mejorar mi entrenamiento para lograr el objetivo?
La misión es permitir que el objetivo ideado que deseo parir, crezca y se
desarrolle con amor y protección. ¿Qué necesito para alimentarlo?
¿Cómo puedo utilizar mi Voluntad creativa para sostener y gestionar el
Reino creado?
¿Qué necesito para reconocer e interpretar todas las instancias de la realidad
material y espiritual?
Analizo mis polaridades. ¿Puedo reconocer el camino del medio?
¿Qué herramienta de superación personal me trae esta crisis?
Existen Maestros esperándome muy cerca. ¿Puedo reconocerlos?
¿Puedo armar y sostener mi objetivo sin perder de vista la Ley del Karma?
¿De qué manera abandono mi posición individual para tomar la grupal sin
perder independencia ni autoexpresión?
Todas mis vivencias tienen un sentido de Existencia por honrar. ¿Cómo las
integro?
EPÍLOGO

Todo trabajo y todas las formas mentales creadas (ya sea que se materialicen
como una organización, una religión, una escuela de pensamiento, un libro o cualquier
trabajo de toda una vida), que expresen ideales espirituales y acentúen el aspecto vida
caen bajo la categoría de Magia Blanca. Entonces forman parte de la corriente de
vida que llamamos “el sendero de la derecha”, porque conducen a la humanidad fuera
de la forma, hacia la vida, apartándola de la materia, hacia la conciencia.

—Alice Bailey, Tratado sobre Magia Blanca, Regla nueve, pág. 197.

Me recuerdo de chica buceando en la biblioteca de mis padres. Los libros


eran sus tesoros; amaban la lectura. Mi tía abuela Jovita trabajaba en la casa de
Bioy Casares y, cuando íbamos de visita, mi mamá me mostraba maravillada
las bibliotecas de pared a pared, de techo a piso.
Cuando mis padres se separaron, la totalidad de los libros de la familia
quedó bajo la custodia de mi mamá, como la mayoría de las cosas,
incluyéndonos a nosotros.
Mezclado entre ejemplares de Julio Verne; Obras Completas, de Borges;
Trópico de Capricornio, de Henry Miller; El segundo sexo, de Simone de
Beauvoir; La Enciclopedia de los pequeños y el infaltable Diccionario
Sopena, había otros mucho más interesantes para mí, como El cordón de
Plata y El médico del Tíbet, de Lobsang Rampa, y el Tratado sobre Magia
Blanca o El Camino del Discípulo, de Alice Bailey.
Todos ellos pasaban por mis manos, muchas veces a escondidas de mi
mamá, que cuando me descubrió leyendo el Tratado me dijo: “Ese libro es de
tu padre y quiero que se lo lleve; a él le interesan estas cosas, pero yo no lo
quiero tener en casa”, y archivó los libros esotéricos de mi papá en la parte alta
del placard para alejarlos de mis manos. Le perdí el rastro por años. Se ve que,
finalmente, papá se lo llevó.
Cerca de veintisiete años más tarde, recibí una visita de mi papá, cosa que en
ese momento no ocurría muy a menudo. Vino directo hacia mí, que estaba en
la cocina preparando la comida, y me dijo: “Con tu madre pensamos que ya
estás lista para este libro”. Reconocí inmediatamente el libro de Alice que
tantas veces había escudriñado a mis once años. Mi padre no me aclaró de
dónde venía esa percepción, ni cuándo se habían puesto de acuerdo con
mamá. Yo tampoco le dije que hacía años me había comprado mi propio
ejemplar. Estaba tan sorprendida con la situación que no pregunté nada. Ahí
estaba, en mis manos, la segunda edición en castellano, publicada por la
Editorial Fundación Lucis y distribuida por Editorial Kier. Tenía muchísimo
olor a humedad, así que puse el libro sobre la heladera, para que con el calor y
los aromas de la cocina se fuera secando y para tenerlo cerca. ¿Por dónde
habría andado todos esos años? Sus hojas todavía guardaban un folleto de los
Rosacruces de San José, California, Estados Unidos, que decía: “A nuestro
alrededor pululan miríadas de fuerzas y energías Cósmicas”.

Pienso que los momentos mágicos de la vida nos recuerdan la Visión del
Plan que Todo lo que Es tiene para cada uno.

En enero de 2011, y como venía ocurriendo en los años anteriores, mamá


vino a pasar con nosotros unos días a Capilla del Monte y trajo con ella un
ejemplar más moderno, pero tan húmedo como el de mi padre, por la última
inundación que había sufrido la biblioteca familiar. “Lo voy a dejar acá para
leerlo cuando vengo”, me dijo mientras lo acomodaba entre sus remeras,
perfumes y otros enseres que había traído especialmente para su estancia en
Sadhana, la casa de Las Gemelas.
Entiendo que debido a estas vivencias, Alice Bailey tiene para mí cierto nivel
de intimidad, a veces la siento como un familiar, una tía, alguien conocido
que me acompaña desde niña, ya que ha estado en mi vida desde siempre.
Muchas veces encontré en sus textos la explicación a experiencias y
percepciones que había vivido, como en un sinfín: casi sin poder discernir si
las cosas habían empezado o terminaban en sus libros.
El Tratado sobre Magia Blancahabla sobre la magia real, la magia del alma, la
que realiza el verdadero mago, aquella que no sigue recetas de otros y que
cuidadosamente observa los preceptos kármicos en su accionar. Es un libro de
ética espiritual que, situado claramente en su tiempo histórico, lidia con las
problemáticas esotéricas que existían debido a la enorme rigidez cultural del
momento (lo escribió en Estados Unidos en 1925). Aun así, Alice Bailey
logra romper la línea dura y anclar esta información que vincula oriente y
occidente para las generaciones futuras, labor que va desarrollando a lo largo
de toda su obra. En este libro, que fue el primero de los suyos en llegar a mis
manos, describe las necesarias dificultades que aparecen en el camino
evolutivo; como dice en la portada, “el camino del discípulo”, las
inclinaciones hacia el sendero de la izquierda y el de la derecha, forma que
utiliza para diferenciar las magias de colores de la blanca, (aunque también
existe otra información velada en esa descripción). En su texto señala, a través
del uso de reglas, las formas en que podemos reconocer estos dos senderos, y
toca temas como los valores espirituales, las cuestiones energéticas, las
astrológicas, el uso de la meditación y la creación de Formas Pensamiento. En
síntesis, profundiza sobre todos los temas relacionados con el discipulado y su
exigido Sendero, marcando las bases de la Magia Blanca Planetaria, nombre
que recibe el trabajo colectivo mundial de discípulos e Iniciados alineados al
Plan Mayor. Después de mucho tiempo, lo que Alice Bailey anticipaba en sus
textos se ha manifestado; conceptos que se mantenían crípticos se
comprendieron gracias a la evolución del conocimiento y de las conciencias
que han despertado a la nueva Humanidad.
Durante el verano de 2013, yo me encontraba terminando de ordenar la
información de cada uno de los Puntos del Antakarana. La imagen del
espíritu, y del proceso de crecimiento y evolución que desde chica había
rondado mi mente y me había quitado tantas veces el sueño, finalmente,
tomaba forma. Décadas de meditación y exploración de la naturaleza de la
Conciencia y su manifestación me habían permitido comprender las
diferentes energías y el modo en el que estas influían en el presente de las
personas, conocimientos que plasmé en mi libro 77 Estados de la Conciencia
en Evolución, donde describo el hilo que une el ego con la Conciencia eterna
y trascendente que cada uno es, su Yo Real espiritual y luminoso.
Aquel verano, me dispuse, voluntariamente y de todo corazón, a alcanzar la
mayor comprensión sobre el tema y lo hice ofreciendo todo mi ser a la tarea.
Como resultado, la experiencia me llevó a niveles de Conciencia cada vez más
elevados y fue ampliando mi percepción en un constante fluir de emociones e
ideas, meditaciones y energías. Me sumergí en un proceso de enorme claridad
receptiva mientras trabajaba sobre mis propios dibujos, hechos para anclar,
ejemplificar y clarificar estos conceptos, que por su naturaleza espiritual y su
estado sutil resultan difíciles de describir.
Una mañana, me encontraba en el bosque mirando los diagramas, cuando
comencé a recibir una fuerte impresión acerca de la parte más externa del
Antakarana: la membrana que cubre y protege la cápsula de la conciencia.
Entonces, pude sentir la revelación con fuerza: había un cosmos dentro del
Cosmos mayor. En el exterior del Antakarana, se expresaba una cantidad de
energía de inconmensurable valor, que marcaba el rumbo dramático del Ser
que habitaba en su interior.
Comprendí que los seres, en su camino evolutivo, eran influenciados,
gobernados, dirigidos, instruidos, empujados a su desarrollo desde afuera de
sus Antakaranas, accionados por entidades mayores, Iniciados, Maestros
Ascendidos, Constelaciones que activaban la conciencia desde puntos
inaccesibles desde la forma humana. Estos eran Puntos arquetípicos con
niveles tan altos de energía que solo podían ser accionados por Seres
Maestros.
Fue entonces cuando los lenguajes se conjugaron, y el orden astrológico se
reveló instantáneamente. Solo recuerdo que vino a mí la frase: “Yo soy el
Alpha y el Omega”. Eso me alcanzó para acomodar todo en su lugar. Lógico
y cósmico, por completo centrado y claro, fui dibujando uno a uno los signos
zodiacales en la posición que ocupan en el Antakarana. La imagen del
símbolo de Aries abrió la acción ubicándose en la línea de Puntos del chakra
raíz. Aries, en su forma más natural, se asemejaba rotundamente al aparato
reproductor femenino y, al alargar la base, tomaba la forma de lo masculino.
Libra, en su misterio absoluto, se ubicaba en el chakra corona. El Omega
calzaba su onda como un sombrero en la cabeza, reverenciando la
majestuosidad del Espíritu.
Me sentía exultante. Seguí dibujando y pude ver cómo, en su movimiento
anual, el Sol trazaba uno a uno sus rayos en el Antakarana y lograba
manifestar e influir en cada nivel de Conciencia. La Luna, los Nodos y los
planetas revelaban un nuevo nivel de información. Todo vibraba en un
enorme sentido, y esa danza celeste me permitía comprender la energía
Conciencia.
Luego de la revelación, llegó la etapa de la experimentación y comprobación
que se extendió hasta comienzos del 2016. Durante esos tres años, estudié
cartas natales acompañada de mis alumnos más cercanos, me concentré en
revisar de qué manera cada persona percibía el anclaje de los planetas según
las posiciones de estos en los distintos puntos del Antakarana.
Simultáneamente, comencé a observar los tránsitos planetarios, los portales de
Luna nueva y Luna llena en sus afectaciones anuales por Puntos de
exploración, y cómo se manifestaba su accionar a nivel colectivo en las
personas. Durante todo ese tiempo, el armado de cada Carta Natal
Antakarana se realizaba de forma manual, hasta que en mayo del 2017 la
tarea se simplificó con el desarrollo de un software específico, y eso habilitó
una investigación mayor.
Así llegamos a este día en el que voy terminando de escribir este manual, en
tiempos de pandemia y de conjunciones extraordinarias. En estos meses
pasados, los Nodos en el eje Cáncer/Capricornio unido a las conjunciones
mayores habilitaron movimientos de la Jerarquía Planetaria a la Humanidad
como hacía mucho tiempo que no ocurría. Su influencia precipitó la llegada
del nuevo tiempo. Este libro de Astrología Antakarana sale a la luz en medio
de los ecos de este movimiento extraordinario y en línea con el nuevo código.
El 20 de diciembre del 2020, con el Sol todavía en Sagitario, en contacto
con el Centro Galáctico y en las puertas del Solsticio de Capricornio, el
Portal anual de orden jerárquico que conecta a los guías de la Jerarquía
Planetaria con la Humanidad comenzará un nuevo ciclo Júpiter/Saturno, un
“katún” como lo llamaban los mayas. En esta oportunidad, la conjunción
también marca el inicio de un ciclo social mayor que se va a manifestar por los
siguientes 120 años en el elemento aire. Finaliza un largo ciclo social del
elemento tierra que ha puesto énfasis naturalmente en las cuestiones de la
materia, la posesión de la tierra, el dinero, la acumulación de capital,
gobernando por Tauro durante los últimos 20 años. Pero Tauro no solo es el
capital y todo lo que se refiere a la materia, también es el aprendizaje de los
sentidos y, esotéricamente, es el manejo de los deseos que debidamente
utilizados se trasforman en el vehículo de la iluminación. A este respecto, en
los últimos veinte años, hemos asistido a un despertar global espiritual que
culmina este año 2020 con una suerte de retiro espiritual individual debido a
las medidas de aislamiento. En la actualidad, y gracias a este entrenamiento
en conectar con los deseos de la carne primero y del espíritu después,
transitamos y terminamos un ciclo de tierra.
Con el comienzo próximo del ciclo de aire, los entrenamientos y
aprendizajes de los próximos años nos llevarán a conectar con la humanidad
desde un lugar muy diferente, que pondrá el énfasis en la ciencia, el
intercambio de ideas, las relaciones, los vínculos libres, la red, la globalización
y, teniendo en cuenta que esotéricamente el aire maneja la conciencia, el yo y
su conexión con el espíritu. Podemos esperar grandes avances espirituales.
El lugar del Zodiaco en el que se da el inicio del ciclo es extraordinario, ya
que entran en el grado cero de Acuario sus dos regentes: el tradicional,
Saturno, y el esotérico, Júpiter. El grado cero de Acuario es el lugar más
misterioso e insondable del Cielo.
El símbolo de Acuario tiene dos líneas y representa el movimiento del agua
que inunda, pero también que trae la vida eterna; representa la llegada del
portador de la luz. La sabiduría de Acuario se torna evidente en Júpiter: la
llegada de esa Humanidad unida en una sola e iluminada comunidad nos
mantendrá ocupados los próximos años con la esperanza de lograr
espiritualmente un despertar mayor. La búsqueda de esa masa crítica que
permita la evolución de la conciencia que por tanto tiempo hemos trabajado.
Llega un nuevo tiempo para la astrología y las distintas formas de comprender
la espiritualidad.
La Astrología de la Conciencia que les he presentado es una fusión única,
que describe el movimiento evolutivo espiritual de las personas y las acciones
del Cosmos que involucran a toda la Humanidad. La Astrología Antakarana
interpreta el mapa personal desde la Conciencia, desde el Espíritu. Por eso, el
astrólogo lector encuentra en ella un tipo de información específica para
consultantes que sean buscadores espirituales: adeptos, discípulos e iniciados
que desean aumentar la velocidad de su ascensión evolutiva. Esta astrología y
la ejercitación que propone ayudan a trabajar voluntariamente en la expansión
de la conciencia.
Desde el alma, espero que este libro y la técnica que les he descripto sean de
gran utilidad para los astrólogos espirituales y esotéricos que, impulsados
hacia el bien mayor, buscan acercar a la luz de la conciencia personal un
espacio mayor de identidad espiritual cósmica.
Que el Alpha y el Omega se manifiesten como siempre ha sido.
GLOSARIO

Adepto en vías de probación: persona que se encuentra en la primera fase de


exploración. La conciencia del ser está tratando de comprender cómo
funciona el mundo invisible, aunque todavía se encuentra confundida en
exceso por el estimulante mundo físico: por lo que percibe con su cuerpo
terrenal a través de los sentidos, con su cuerpo emocional y con la mente
aplicada a la comprensión de los anteriores.
Alma: es la personalidad del Espíritu, es decir, el vehículo que guarda la
memoria de un ciclo de encarnaciones durante las cuales almacena la
información del proceso evolutivo individual, que incluye sus dones y sus
vicios. En la Carta Natal, está representada por la Luna. Cuando hablamos de
“personalidad del Espíritu”, podría decirse que la Luna es cierto tipo de ego
emanado de una energía mayor carente de ego: el Sol. Así, la Luna se
presenta como algo que siempre permanece por debajo del Espíritu, pero que
posee una función primordial de enlace, ya que es la parte de la Carta que
media entre la personalidad terrestre, o Ascendente, y el Espíritu
propiamente dicho, simbolizado por el Sol.
Árbol genealógico: comparable a un aula de aprendizaje, donde la persona se
entrena y permanece mientras aprende determinadas habilidades. Dones y
virtudes se desarrollan, y se equilibran los karmas, al tiempo que evoluciona
todo el equipo. El árbol genealógico es una entidad autoconsciente, un
organismo en sí mismo que cuenta con sus propios Guías, o entidades
maestras, que organizan las vidas familiares humanas, que conocen los
propósitos evolutivos del grupo, y coordinan las entradas y las salidas de este.
Ascendente: el Este de la Carta, punto cardinal que representa el retorno de
una conciencia individual; habla y describe la energía más conocida por la
persona, que exploró muy fuerte en su encarnación anterior.
Ashram: término utilizado generalmente para describir un edificio o lugar
donde se brinda enseñanza espiritual. También se usa para referirse a fases del
crecimiento espiritual de una persona. Yo lo utilizo para definir la tarea
concreta, mental, emocional y física, material que corresponde al trabajo
espiritual que las personas iniciadas (de cualquier rango que tengan) deben
cumplir en su vida, que incluye la creación de sus espacios de difusión y
enseñanza, y las relaciones y los vínculos que tienen con sus compañeros.
Este edificio o cuerpo no físico es etérico, astral o causal. Su núcleo grupal se
ha creado por la voluntad y con la energía conciencia de un Iniciado, que
posee un propósito espiritual determinado del cual se hace responsable
kármico. Esto ocurre en colaboración magnética con sus discípulos, con
quienes comparte un grupo de pertenencia espiritual y de trabajo de servicio
planetario.
Astrología: cuerpo de conocimiento que permite interpretar el lenguaje o
código de programación del Universo virtual perceptible en el que existimos.
“Círculo no se pasa”: fórmula que da nombre al espacio percibido como
propio, producto de un acto de intención y voluntad de la conciencia creado
por un Iniciado de cierto grado con un propósito espiritual personal o
colectivo.
Corredor kármico: se forma cuando un par de Signos queda interceptado
dentro de un par de Casas. Es un espacio en el que ocurren cosas que están
fuera del control de la persona. El corredor se manifiesta cuando, por alguna
razón en nuestra vida pasada, no quisimos hacer algo relacionado con los
Signos interceptados, que incluyen los dones y vicios que estos Signos
representan. Lo no hecho tuvo lugar en el ámbito de las Casas en las que se
presentaba el corredor kármico y en lo referente a sus temáticas.
Cuerpo: nombre que recibe cualquiera de los seis espacios energéticos o capas
que componen el Antakarana. Cada uno contiene trece Puntos que controlan
las experiencias propias de su nivel, posee determinada composición y
vibración. Los Cuerpos son ocupados por la conciencia a medida que se
recorren. También puede entenderse como Órbitas o esferas de la experiencia.
Deva: ángel, arcángel, ser celestial o divino que sostiene la creación o la
realidad experimentable con su vibración o sonido.
Dharma: palabra sánscrita que denomina la correcta virtud y sabiduría que
permite el desarrollo evolutivo de un ser. Y describe, al mismo tiempo, la
naturaleza interna de la conciencia que encarna y que, según su evolución,
moldea las condiciones ambientales que acompañan su nacimiento y su vida.
De esa manera, dharma y karma siempre van juntos.
Discípulo: persona que ya está despertando a su parte espiritual y comienza a
trabajar concienzudamente en armonía con el Plan mayor, mientras sostiene
las consecuencias kármicas anteriores y trata de dirigir su conciencia hacia un
ciclo de estabilidad evolutiva de crecimiento.
Ego Conciencia: es el nombre que recibe el individuo o ego autoconsciente
en su forma espiritual y eterna, en complemento al ego o personalidad
terrestre que, habitualmente, conocemos, y que toma forma en el nombre y
las características que tenemos en cada vida.
Energía conciencia: la conciencia es energía que se mueve, se manifiesta y
tiene su existencia en un Universo Mental mayor. A medida que el Ser
autoconsciente evoluciona, su energía conciencia se expande, su campo
gravitacional aumenta y, como consecuencia, su radio de acción es mayor.
Energía deseo: energía magnética gravitante cuyo fin es la generación de una
constante atracción hacia el ciclo de encarnaciones y gracias en cuyo dominio
es posible alcanzar la liberación. La suma de los deseos se almacenan en
niveles astrales; estos deseos incumplidos acompañan al ser y se manifiestan
en las experiencias de cada ciclo de vida. Son ellas las que nos traen de regreso
hasta que se hayan cumplido todos los deseos. Por eso la realización del ser
comienza en la domesticación de dichos deseos.
Espacio-Tiempo: grilla de la Existencia, emanación producto de la Voluntad
de la Madre cósmica representada por Acuario. Compuesta por Urano, el
espacio, y Saturno en su rol femenino como padre gestante y manifestador de
la materia virtual en la que existimos.
Espíritu: nombre que engloba el aspecto Mente del Ser o la energía
primordial en la que existimos (Cosmos, Dios, el Uno sin Segundo), en
complemento con el espíritu humano individual (la gota que pertenece al
océano). La gota tiene las mismas características que el océano, pero no puede
acceder a toda la información, que solo puede ser contenida por este.
Horas: inteligencias que colaboran en la organización de la Vida Una.
Debido a que vivimos en un ciclo con una unidad de tiempo terrestre que
posee veinticuatro horas diarias, cada Hora representa la mitad de un Signo
del Zodiaco y, de esa forma, veladamente, trae la experiencia de la
polarización o dualidad en la Existencia terrenal, y las manifestaciones
positivas y negativas de los signos.
Iniciación: experiencia ritual astral mediante la cual se adquiere el sellado de
la conciencia en un nivel espiritual dado. Esto ocurre cuando se ha terminado
de recorrer una parte del Sendero de manera cumplida, y cuando la energía
conciencia del Ser ha alcanzado una cantidad determinada de energía. La
Iniciación no es dispensada por los hombres durante la vigilia, ni se puede
pagar por ella, ni se sabe en qué momento ocurrirá. Solo los Maestros de cada
nivel conocen por completo si la persona ha cumplido los términos. El evento
de la Iniciación ocurre durante las horas de sueño, cuando el espíritu sale al
astral, y, según el nivel alcanzado, recordará el evento al despertar o no. En la
ceremonia se habilita su admisión al tiempo que se le brinda el empuje
energético necesario que permite al Ser comenzar a recorrer el siguiente nivel
espiritual.
Iniciado: enorme y variado tipo de personas que ya han logrado una
identidad individualizada de conciencia espiritual. Personas que ya pueden
guiar a algunos otros en su camino evolutivo en la Tierra mientras avanzan en
su propia superación, y que ya se encuentran conscientes de su trabajo de
Buena Voluntad en el planeta.
Jerarquía planetaria: Parlamento conjunto de Seres de infinita sabiduría y
compasión, Maestros de distintas procedencias, no encarnados, conocedores
del Plan Mayor y responsables de la conducción de la raza humana con miras
a su evolución espiritual.
Ley del Karma: a cada acción le corresponde una reacción. El karma es la ley
neutral, universal y perfecta del Amor divino. Existe karma positivo y
negativo, en el sentido de mérito y demérito. Jamás es tendencioso o
caprichoso en sus manifestaciones, ya que la función de la Ley del Karma es
instructiva y evolutiva.
Existe karma acumulado por las acciones pasadas; karma activo, que vivimos
en el momento presente (viento kármico), y karma nuevo, que generamos con
cada movimiento que hacemos. Sobre ese karma se puede trabajar
atentamente para crear mejores futuros.
Línea: nombre que utilizo para describir el recorrido que realiza la conciencia
por todos los Cuerpos dentro del mismo signo, es decir, el mismo chakra.
Esas mismas líneas las recorren el Sol y los planetas.
Línea colaborativa: trabajo comunitario de los discípulos en correspondencia
con el Plan de su grupo, sean conscientes de su pertenencia a él o no.
Logos Solar: nombre que recibe la entidad espiritual, el Sol, nuestra estrella,
que es el Padre de todos los seres creados y que, a lo largo de la historia de los
hombres, ha tomado distintos nombres (Ra, Horus, Álfröðull, Suria,
Shamash o Tata Inti, entre otros).
Maestros de la Ley: véanse Señores del Karma.
Mónada: la unidad, lo uno o la parte inmortal original que posee los poderes
y atributos divinos.
Orden: o jerarquía divina en su mayor parte desconocida.
Plan o Plan Mayor: la obra multidimensional y colosal del Creador, de la
cual podemos avizorar un nanómetro.
Planeta: entidad o ser representante de la energía absoluta emanada por un
Signo, que, por estar ubicado en el sistema solar local, posee mayor cercanía
energética con los humanos y, por esa razón, retransmite la energía de una
constelación de manera certera.
Plan Mayor: la secuencia de eventos planificados por los Maestros para el
crecimiento e iluminación de la raza humana.
Punto: estación o espacio pleno de experiencias programadas. Un Punto es
habitado y gestionado por la conciencia a través de alguno de sus
instrumentos, como por ejemplo un planeta. En su interior, cada Punto
contiene doce niveles de experiencia que deberán ser vivenciados y
aprehendidos por el Ser habitante del Antakarana antes de que le sea
habilitado pasar al siguiente Punto.
Raza: Familia Mayor planetaria de la que formamos parte y que nos define
como Humanidad. Simplificación de Raza Humana.
Sendero: palabra que se utiliza como metáfora para nombrar el sagrado y muy
personal camino espiritual que cada Ser debe recorrer en su evolución.
Señores del Karma: simbolizados, muchas veces, por Saturno en su regencia
de Capricornio, estos seres tienen la función de escribientes, es decir que
registran todo lo experimentado en el juego de la Existencia (pensamientos,
emociones, palabras, acciones e inacciones de cada persona). Posteriormente,
ellos son los impresores que moldean el campo de las experiencias por venir
según las acciones pasadas de cada uno de los seres encarnados. En idioma
sánscrito, su nombre es Lipikas.
Ser: conciencia individual que se autopercibe en su recorrido en la matriz del
tiempo.
Significante kármico: técnica que permite utilizar el planeta regente del
Signo de una Casa para aumentar el campo de significado respecto de la Casa
que rige. Para realizarla, simplemente, hay que seguir el planeta regente en la
Carta e interpretarlo a modo de etiqueta con nombre y ambiente de la Casa
que rige.
Signos: los Signos del Zodiaco y las constelaciones que los representan son
energías absolutas, poseedoras y creadoras de todas las experiencias que, en el
plano humano, pueden ser vividas por las conciencias en su camino evolutivo.
Trabajo de buena voluntad: acción en el mundo que se realiza
conscientemente y en sincronía con el Plan Mayor.
Vida Una: energía inteligente del aspecto Madre del Cosmos que engloba la
totalidad de la pulsión de vida y sus fenómenos manifestados.
Viento kármico: la experiencia actual que se vive como consecuencia de las
acciones más los pensamientos más las emociones más las inacciones de las
vidas pasadas.
BIBLIOGRAFÍA

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Índice temático
Acuario
Prefacio 21; 22; 24
Tiempo lineal y tiempo circular 33
El Sendero 41
Los chakras 69
Señores del Zodiaco 109-111
Interpretación 153; 179
La guía de los Puntos 272-278
Sadhana 290; 295
Epílogo 302
Aries
El Sendero 41
Los chakras 61; 62
Señores del Zodiaco 82-88; 115
Interpretación 154; 174
La guía de los Puntos 194-207
Sadhana 290; 294
Epílogo 300
Cáncer
El Sendero 41
Los chakras 62; 63; 69
Señores del Zodiaco 95-97
Interpretación 154; 176
La guía de los Puntos 222-229
Sadhana 290; 294
Epílogo 301
Capricornio
El Sendero 41; 52
Los chakras 62; 63; 69
Señores del Zodiaco 105; 107-109
Interpretación 154; 179
La guía de los Puntos 265-271
Sadhana 295
Epílogo 297; 301
Glosario 308
Escorpio
El Sendero 41
Los chakras 69
Señores del Zodiaco 102-104
Interpretación 153; 178; 183; 185
La guía de los Puntos 251-257
Sadhana 295
Géminis
Prefacio 22
El Sendero 41
Los chakras 61; 69
Señores del Zodiaco 92-94
Interpretación 150; 153; 175
La guía de los Puntos 215-221
Sadhana 289; 293; 294
Leo
El Sendero 41
Los chakras 69
Señores del Zodiaco 97-100
Interpretación 153; 176; 182
La guía de los Puntos 230-236
Sadhana 294
Libra
El Sendero 41
Los chakras 77
Señores del Zodiaco 82; 83; 84-89
Interpretación 154; 177; 186
La guía de los Puntos 244-250
Sadhana 295
Epílogo 300
Piscis
El Sendero 41
Los chakras 69
Señores del Zodiaco 100; 111-113; 118
Interpretación 153; 180
La guía de los Puntos 279-284
Sadhana 290; 291; 295
Sagitario
El Sendero 41
Los chakras 69
Señores del Zodiaco 94; 103; 104-106
Interpretación 153; 178
La guía de los Puntos 258-264
Sadhana 289; 295
Epílogo 301
Tauro
Prefacio 22
El Sendero 41
Los chakras 61; 69
Señores del Zodiaco 89-92
Interpretación 153; 175; 183
La guía de los Puntos 208-214
Sadhana 294
Epílogo 301
Virgo
El Sendero 41
Los chakras 69
Señores del Zodiaco 100-102
Interpretación 153; 177; 185
La guía de los Puntos 237-243
Sadhana 294
77 ESTADOS
DE LA CONCIENCIA EN EVOLUCIÓN

El Antakarana es la unión entre el yo inferior y el Yo Superior. Un entramado


que conecta distintos puntos de la propia estructura energética de la
Conciencia y la transporta de un nivel al siguiente. Así, las experiencias
vividas en cada uno de los estadios crean núcleos que forman la materia prima
básica para alcanzar el próximo grado de Iluminación. Este libro nos conduce
por los siete cuerpos del Antakarana y trae, además, cuarenta y dos ejercicios
de meditación con el fin de explorar los distintos estados de Conciencia de
nuestro vehículo espiritual.
ASTROLOGÍA KÁRMICA

¿De dónde viene y hacia dónde va el alma del consultante? ¿Qué acciones
debe realizar para corregir el karma negativo? ¿Cuáles son sus potencialidades
evolutivas? Un recorrido claro y completo que permite reconocer la misión a
través del Nodo activo; comprender la influencia de los planetas retrógrados;
identificar la tarea pendiente —“lo no hecho” en el pasado— por medio de los
signos interceptados. Una verdadera guía de interpretación con información
kármica y esotérica, que entiende al Sol como el Espíritu y a la Luna como el
Alma, y analiza todas las posiciones de los elementos de la Carta Natal, por
casa y por signo.

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