Está en la página 1de 7

Dogmatismo, Escepticismo

El Dogmatismo (proviene del griego “dogma”: “doctrina fijada”, “opinión”)


es el convencimiento de que la inteligencia humana puede conocer siempre
la verdad, con facilidad y plena certeza, sin necesidad de fundamentarla, ni
tampoco confrontarla con la realidad.

Otra definición dice que el dogmatismo “es una posición filosófica respecto
de la posibilidad del conocimiento que considera que es factible expresar
verdades ciertas e indudables que no están sujetas a ningún tipo de revisión
o crítica: los dogmas”.

Sin embargo, el dogmatismo más que una posición filosófica es un estilo


de vida. Las personas que se identifican con éste reciben el nombre de
dogmáticos. La principal característica de éstos es creerse dueños de la
verdad absoluta y no aceptar las opiniones de los demás, o por lo menos no
incluir dichas opiniones como válidas dentro de sus conceptos aceptados.

Caracteres fundamentales del dogmatismo son:

1. Desde un punto de vista ontológico, la afirmación de la potencia del ser; lo


real no es algo opaco, que presente dificultades a su captación por la
razón humana, sino que, por el contrario, está abierto y orientado hacia
ella; y esta apertura es sin limitaciones, de forma que, en principio, el ser
en su totalidad es cognoscible.
2. Gnoseológicamente, la firme creencia en la capacidad de las facultades
cognoscitivas para captar fielmente esta potencia óntica; de ahí la
posibilidad, incluso podría decirse, la facilidad de la razón humana para
llegar a la adquisición de la verdad, en cuanto ésta es una conformidad
entre el pensamiento y la realidad.
3. Puesto que se da una plena correlación entre la apertura del ser al sujeto
cognoscente y el dinamismo cognoscitivo, la adquisición de la verdad se
realiza con plena certeza, es decir, sin que se dé la posibilidad de error
siempre y cuando la facultad cognoscitiva actúe correctamente. Con esta
tesis el d. se opone al escepticismo. Para el dogmático, el estado natural,
propio de la razón humana es la verdad; el error es un «cuerpo extraño»
que necesita de explicación; en el d. el problema no es lo verdadero, sino
lo falso.
4. Y esta certeza de verdad se adquiere por la razón de modo espontáneo,
como derivada de la misma estructura y naturaleza de la facultad
cognoscitiva; el juego libre, natural y espontáneo de sus facultades
cognoscitivas lleva al hombre a la adquisición firme y segura de la verdad.
Con esto, el d. se opone al criticismo, para el que la primera misión de la
razón es hacer un análisis detenido de su propio poder y límites. 5.
Psicológicamente, el dogmático, en virtud de esta firme creencia en la
capacidad adquisitiva de la verdad, tiende a mantener sus tesis con todo
rigorismo, estando, en consecuencia, poco abierto al diálogo (v.), en
cuanto éste es una comunicación viva entre el tú y el yo; este sentido es el
que, en el lenguaje común, se suele asignar al término dogmatismo.

Características del dogmático:

1. Es cerrado, estricto, autónomo, legalista, e independiente.


2. Evade la realidad mediante esquemas.
3. No fundamenta sus ideas.
4. Discrimina a quien no piensa como él.
5. Simplifica excesivamente los problemas, se vuelve idealista.
6. Sobrevalora su capacidad intelectual y por ello cree que todo es
cognoscible dentro de su pensamiento.
7. No es apto para el trabajo en equipo.
8. Hace juicios parciales e incompletos.

Además, el dogmatismo considera que no existe un problema acerca del


conocimiento; puesto que se aceptan las cosas tal y como son, según un
punto de vista específico.

Esto se fundamenta en “la supremacía del objeto respecto al sujeto y la


capacidad del sujeto para recibir, sin distorsiones, la verdad del objeto tal
como es en sí mismo y de forma independiente al sujeto”. Es decir, el
pensamiento deriva del ser, y todo se puede conocer porque está implícito en
nuestra mente y porque el objeto es aceptado tal y como es, sin importar
ningún tipo de contrastación con la realidad.

Por este motivo, para el dogmatismo la verdad existe y es entendida como


correspondencia o adecuación entre la realidad (ser) y el pensamiento.

Actualmente, el dogmatismo puede comprenderse en tres sentidos:

1. Realismo ingenuo: admite únicamente la posibilidad de conocer las


cosas en su ser en sí, y la efectividad de este conocimiento en el
trato diario y directo de las cosas.
2. Confianza doctrinaria: es la confianza absoluta en una doctrina en
especial.

Ausencia de reflexión crítica: se refiere a la aceptación incondicional, sin


examen alguno de los principios a los que se adhiere.
De esta manera podemos concluir que el dogmatismo considera que el
estado natural propio de la razón humana nos permite conocer la verdad y
que a parte de la religión, son dogmáticos todos aquellos que defiendan una
posición marcada sin dar lugar a dudas y sin importar cuál sea la ciencia que
defiendan.

Escepticismo

La etimología del térmico skepsis señala una de las características


fundamentales de esta escuela: la observación probatoria del medio
ambiente y la insistencia en examinar, ensayar y dudar. Los dos fundadores
del escepticismo clásico, Pirrón de Elis y Timón de Flionte, postularon ciertos
principios rectores de gnoseología y ética, los que mantuvieron su función
central a lo largo de toda la historia de esta escuela. En primer término se
halla la tesis sobre la imposibilidad de conocer el ser o la calidad en sí de las
cosas; nuestras facultades cognoscitivas se reducirían a conocer la
apariencia de las mismas. Por lo tanto, no podríamos en rigor afirmar cómo
es el mundo (y sus fenómenos), sino meramente cómo nos parece en un
momento dado su configuración circunstancial. Nuestros conceptos y
nuestras opiniones se basan, por consiguiente, en la apariencia, la
suposición, la tradición y la costumbre; a cada aseveración se puede oponer
otra de igual fuerza, pero de carácter contrapuesto. En vista de que no existe
un criterio universalmente aceptado y lógicamente viable para discernir cuál
de las afirmaciones es verdadera o falsa, el escepticismo propone la
abstinencia del juicio, especialmente de todo aquel categórico y valorativo.
La abstinencia del juicio lleva, según este enfoque, a que el espíritu se libere
de equivocaciones y de pareceres que pueden, a su vez, producir inquietud y
confusión. De esta manera sería posible alcanzar una inconmovible
impasibilidad de espíritu (ataraxia), el fin ético perseguido por los escépticos.

Cuando se es escéptico se profesa duda o se está en desacuerdo con lo


que generalmente esta aceptado como verdad. El fundador de este estilo de
vida es el filósofo griego Pirrón.
Las personas escépticas no creen en una verdad objetiva, porque todo es
subjetivo, según el sujeto que estudia y no el objeto estudiado. Un ejemplo
puede ser: si estoy estudiando porque la mesa está en ese lugar y su
existencia, la parte objetiva será la mesa, pero la parte subjetiva seré yo,
porque ya tengo unos conocimientos a priori que afectan y ensucian mi
pensamiento de la mesa, por lo tanto mi verdad no será la verdad de otra
persona, no será una verdad objetiva, y según los escépticos seria mi
opinión, así no tendría que defender más adelante mi verdad pues solo serán
mis opiniones. La etimología de esta palabra indica en su significado: "quien
duda e investiga".

Una persona escéptica diría siento calor pero no hace calor, ya que sólo
puede saber que tiene frío o calor si ella lo siente, nunca como una verdad,
solo como opinión. A esta postura de no emitir juicios sino exclusivamente
opiniones, se le llamó suspensión de juicio.

Esto más como corriente filosófica, es un estilo de vida, no se puede


afirmar que todos los escépticos se tengan que sacar las cuerdas vocales
como Pirrón, pero vivir sin emitir juicios para muchos puede ser visto como
un tipo de pereza, o mediocridad, ya que no quieren defender nunca sus
verdades así que solo emiten opiniones. Pero la otra cara de la moneda de
esta corriente puede ser que en filosofía, esta actitud los lleva a la paz del
alma porque, al no creer en nada, no entran en conflictos y debates, con
nadie y no se veían obligados a defender sus opiniones ya que no existían
verdades objetivas.

Si no quieres problemas no te metas, no comentes, no impongas tu


verdad. Mucha de las peleas en un hogar son por las verdades de cada
individuo, ejemplo: Si en una casa de padres separados, un día llega el papa
a buscar a sus hijos para sacarlos a pasear y de repente en el carro se
encuentra también la novia actual del padre, la madre se da cuenta de esto,
y cuando llegan del paseo la madre dice que eso estuvo mal porque no
pueden traer la nueva novia a la casa de la ex esposa, por respeto y muchas
cosas más, los hijos pueden decir que ella nunca se bajó del carro por lo
tanto no entro a la casa y no interrumpió ningún sitio familiar de la ex esposa,
ahí se podrían llevar muchas horas peleando por defender que el padre no
hizo nada malo, y la madre diciendo que si lo hizo, eso llevaría un debate, un
conflicto, pero una persona escéptica, simplemente no opinaría ya que se
daría cuenta que su opinión también engrandecería el problema, a eso se
refería Pirrón cuando se sacó las cuerdas vocales, pues dejo de emitir
cualquier tipo de juicio, para no tener que defender nada.
REFERENCIAS

J. HESSEN, (1964) Teoría del conocimiento, Buenos Aires 1964.

J. MARÉCHAL,(1957) El punto de partida de la metafísica, 5 vol., Madrid 1957-59;

É. GILSON, (1963) El realismo metódico, 3 ed. Madrid 1963.

Fuente en línea: Dogmatismo. Consultada:30-01-2015, disponible en: http://www.mercaba.


org/ Rialp/ D/dogmatismo.htm

También podría gustarte