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EPISTEMOLOGIA

3 .1 POSIBILIDAD DEL CONCIMIENTO HUMANO

FOLLETO 3

Históricamente han surgido una serie de problemas epistemológicos que al tratar de ser
solucionados, han dado origen, a su vez, a diversas corrientes o sistemas, cuyo aporte al
esclarecimiento de los mismos se considera valioso.

Trataremos en esta segunda Parte el esclarecer tres problemas: la posibilidad, el origen


y la esencia del conocimiento, junto con las teorías que han intentado resolverlos.

Puede el espíritu humano conocer la realidad tal como es. Es la primera cuestión que
debe resolver la Epistemología: saber si el espíritu humano es capaz de alcanzar la verdad, o lo
que es lo mismo si tiene certezas legítimas, si el sujeto puede o no aprehender el objeto.

El hombre a través de la historia se ha enfrentado a ese problema, pretendiendo


determinar si nuestras facultades cognoscitivas nos suministran datos que permitan una
representación adecuada de la realidad, o por el contrario si el hombre no puede tener ninguna
seguridad respecto del conocimiento de las cosas del mundo interno y externo. El hombre al
tratar de resolver estos interrogantes ha tomado diversas posiciones y fundamentado varios
sistemas filosóficos: el dogmatismo, el escepticismo, el relativismo, el subjetivismo, el
criticismo y el pragmatismo.

3.1.1 EL DOGMATISMO

En filosofía se usa el término dogmatismo de manera distinta a como se usa en


religión. Religiosamente, El término denota el conjunto de dogmas, considerados como
proposiciones pertenecientes a la Palabra de Dios propuestas por la Iglesia. Filosóficamente,
en cambio, El vocablo 'dogma' significa una actitud adoptada en el problema de la posibilidad
del conocimiento y comprende: la posición ingenua que admite tanto la posibilidad de un
conocimiento verdadero del ser de las cosas, como la efectividad de este conocimiento en el
trato diario y directo con las mismas, y, además, la confianza absoluta en un órgano
determinado de conocimiento, principalmente la razón.

Esta creencia tranquila y casi ingenua en la razón, afirma la posibilidad o realidad del
contacto entre el sujeto y el objeto. El conocimiento es un hecho, no una simple posibilidad.
Sostiene sin más -de ahí el nombre dogmatismo- la confianza total en la razón humana.

Esta no puede no aprehender el objeto, que se nos impone reproduciendo· dentro de


nosotros aquello que es externo nosotros. El hombre conoce y todo lo que podemos
preguntarnos es ·en qué- consiste su naturaleza, cuáles son sus alcances y su valor.
Conocemos, y eso prueba que podemos conocer. No hay problema de la posibilidad de
conocimiento. No se interesa por hacer una justificación a este problema. Esta posición se
sustenta en una confianza absoluta en la razón como órgano del conocimiento.

Dogmático, es simplemente, quien no se ha planteado aún el problema de la


posibilidad Del conocimiento, y considera que el conocimiento es una actividad que se prueba
a sí misma. Como actitud del hombre ingenuo, el dogmatismo es la posición primera y más
antigua, tanto psicológica como históricamente. En el periodo originario de la filosofía griega
domina de un modo casi general. Las reflexiones epistemológicas, no aparecen entre los
presocráticos. Estos pensadores se hallan animados todavía por una confianza ingenua en la
capacidad de la razón humana.

Vueltos por entero hacia el ser, hacia la naturaleza no sienten que el conocimiento es
un problema. El problema viene a plantearse con los sofistas quienes acusaron de 'dogmáticos'
a todos sus antecesores, por el hecho de que no se detuvieron a investigar la posibilidad de
conocer. Son ellos a proponer por primera vez, el problema del conocimiento y hacen que en
sentido estricto el dogmatismo resulte imposible para siempre dentro de la filosofía. Desde
entonces encontramos en todos los filósofos reflexiones epistemológicas bajo una u otra
forma.

Cierto que Kant creyó deber aplicar la denominación de dogmatismo a los sistemas
metafísicos del siglo XVII (Descartes, Leibniz, Wolf), pero esta palabra tiene en él una
significación más estrecha como se ve en la definición que hace de dogmatismo en su "Critica
de la Razón Pura": "el dogmatismo es- el proceder dogmático de la pura razón, sin la crítica de
su propio poder".

El dogmatismo es para Kant, la posición que cultiva la metafísica, sin haber examinado
antes la capacidad de la razón humana para tal cultivo. En ese sentido los sistemas
prekantianos de la filosofía moderna son dogmáticos. Pero esto no quiere decir que en ellos
falte aún toda reflexión epistemológica, y todavía no se sienta el problema del conocimiento.

Las discusiones epistemológicas en Descartes Y Leibniz prueban que no es así. Por


tanto, no puede hablarse de un dogmatismo general y fundamental, sino de un dogmatismo
especial. No se trata de un dogmatismo lógico, sino de un dogmatismo metafísico,

Para el dogmatismo, la naturaleza es, pues, cognoscible a trave4s de nuestra


inteligencia. Esa creencia tranquila no está debilitada para el dogmático por ninguna duda.
Pero la historia, junto con la experiencia de cada uno contraria esa forma de pensar: hay
muchas cosas que el hombre no conoce, muchas otras que conoce mal y hasta erróneamente.
Muchas certezas que considerábamos evidentes, un día son refutadas o negadas con la misma
firmeza de otros.

"El hecho de que el conocimiento no sea un problema para el dogmatismo, descansa en


una noción deficiente de la esencia del conocimiento, El contacto entre el sujeto y objeto no
aparece problemático alguien no ve que el conocimiento representa una relación y esto es lo
que sucede al dogmatismo. No ve que el conocimiento es por esencia una relación sujeto-
objeto, cree, por el contrario, que los objetos del conocimiento nos son dados absolutamente y
no meramente, por obra de la función intermediaria del conocimiento.

El dogmático no ve esa función y esto no pasa solamente en el terreno de la


percepción, sino también en el del pensamiento". Según la concepción del dogmatismo los
objetos de la percepción y los objetos del pensamiento nos son dados de la misma manera:
directamente en su corporeidad".1

En el primer caso mediante la cual se pasa por alto la percepción misma, nos son dados
únicamente determinados objetos, en el segundo caso, la función del pensamiento. Lo mismo
sucede respecto del conocimiento de los valores. Estos existen simplemente para el dogmático.
Desconoce que todos los valores suponen una conciencia valorativa, como el que todos los
objetos del conocimiento implican una conciencia cognoscente. El dogmatismo pasa por alto
en ambos casos el sujeto y su función. Cree que los valores de las cosas son directamente y
que nuestro espíritu es capaz de conocer la realidad tal cual se nos presenta. Esta posición la
tomaron los filósofos presocráticos: jónicos, los eleáticos, Pitágoras, Heráclito, etc.

3.1.2 EL ESCEPTICISMO

Los extremos se tocan. El escepticismo toma una actitud contraria al dogmatismo. El


escepticismo (en griego "escéptico" es el que permanece observando, sin afirmar nada) es la
actitud crítica que niega, en general la posibilidad del conocimiento. Sostiene que el sujeto no
puede aprehender el objeto; por eso, no podemos pronunciar ningún juicio, y debemos
abstenernos totalmente de juzgar. Opuesto al dogmatismo, el escepticismo considera la mente
humana incapaz de alcanzar, con certeza, cualquier verdad general especulativa o de llegar a

1
HESSEN J. Teoría del conocimiento, Ed. Losada , Buenos Aires, 1975, pp 34-35
cualquier conclusión definitivamente cierta. Así, la duda se colocaría como la única actitud
verdaderamente sabia.

Mientras el dogmatismo desconoce en cierto sentido el sujeto, el escepticismo no ve el


objeto. Se fija exclusivamente en el sujeto, en la función del conocimiento. Su atención se
dirige íntegramente a los factores subjetivos del conocimiento humano. Observa cómo todo
conocimiento está influido por la índole del sujeto y de sus órganos de conocimiento, así como
por las circunstancias exteriores (medio o círculo cultural) que impiden llegar al objeto. En
efecto los sentidos nos engañan, estamos sometidos a las contradicciones, el hombre comete
muchos errores, la diversidad de opiniones entre los honores respecto de una misma cosa, hace
que no podamos tener ninguna seguridad acerca de nuestros conocimientos.

El escepticismo es una tentación constante para el espíritu humano desde que


reflexiona y abandona el terreno firme de las certezas de sentido común. Es una manifestación
de la inquietud congénita del hombre y de su perpetua insatisfacción. Pero llega la inquietud al
límite y la erige en una especie de absoluto.

En la historia de la filosofía han aparecido, tanto en Occidente como en Oriente


actitudes con apariencia de escepticismo total, que en vez de enunciar proposiciones propias se
limitaron a negar que pudiese demostrarse ninguna afirmación. El escepticismo cobra distintas
formas según que se limite a dudar de La posibilidad del conocimiento en general, a la de un
conocimiento determinado, o a dudar de la posibilidad de demostrar la verdad de los
conocimientos.

En el primer caso estamos ante un escepticismo lógico. Cuando el escepticismo se


refiere escepticismo metafísico, a campos determinados, se habla de ético, religioso, etc. Hay
que distinguir también, entre un escepticismo metódico (el que designa un método) y un
escepticismo sistemático, que designa una posición de principio.

Para definir todas las formas de escepticismo que presenta la historia podemos decir: es
el movimiento de disolución de un dogmatismo. Se comprende entonces que haya diferentes
formas y diferentes grados de escepticismo. Este adopta diversas formas según al dogmatismo
que se opone,

El escepticismo se encuentra ante todo en la antigüedad. Si se quiere conocer hay que


volver siempre a los griegos, pues nadie los ha superado y todos demás dependen de ellos. Las
formas principales son:

El clásico y extremo fundador es Pirrón de Elis (365-270) quien sostenía la


imposibilidad de conocer las cosas, el engaño de los sentidos y recomendaba la duda como
única sabiduría. 'No hay conocimiento. De dos juicios contradictorios el uno es tan
exactamente verdadero como el otro. Esto significa una negación de las leyes lógicas del
pensamiento. Como no hay juicios, ni conocimiento verdadero Pirrón, recomienda la,
abstención de todo juicio. Hay pues una renuncia a poseer un criterio sobre la verdad objetiva,
No debemos conceder ningún crédito a las opiniones, ni considerar nada ni como falso ni
como verdadero. (apatía)

Sólo Pirrón intentó vivir un escepticismo absoluto. Su Lema era no creer en nada, vivir
en una completa afasia (no afirmar nada) y ataraxia (imperturbabilidad, indiferencia o apatía) .
Tenía especialmente preocupaciones amorales, no-gnoseológicas. Su fin era despojar al
hombre de su naturaleza mediante una ascesis, cuyo límite era la extinción del pensamiento
incluso de la conciencia. Después de él, el escepticismo se convierte en una dialéctica
puramente intelectual, dirigida principalmente contra el dogmatismo estóico.
2. El medio o académico. Esta segunda fase del escepticismo se desarrolla en la
Academia Platónica. Sus jefes fueron sucesivamente: Arcesilao, quien no concedía valor a los
conocimientos sensibles ni a los inteligibles; no hay ninguna evidencia inmediata, ni ninguna
ciencia absoluta de nada. Nada podemos negar ni afirmar como absoluto, a lo sumo como
probable. Y Carneades, quien demuestra que no existe criterio absoluto de verdad: ni, la razón,
ni los sentidos, ni las representaciones. No hay certeza rigurosa sino probabilidad. Algunas
representaciones son verosímiles o probables y bastan para la vida.

En la filosofía moderna encontramos el "escepticismo". Pero aquí, las más de las veces,
no es radical y absoluto, sino moderado y especial. En el filósofo francés Montaigne, se nos
presenta ante todo un escepticismo ético; en Hume, un escepticismo metafísico; en Bayle se
puede hablar apenas de escepticismo medio. En Descartes que proclama el derecho a la duda
metódica, no existe un escepticismo de principio sino justamente un escepticismo metódico.

Podemos percibir, de inmediato, la contradicción que encierra el escepticismo. En su


forma absoluta es imposible, se anula así mismo. Si el escéptico afirma que no se puede
conocer nada, cabe preguntarse:

Cómo puede dogmáticamente conocer y sustentarse eso?

Afirma que el conocimiento es imposible. Pero con esto expresa un conocimiento. En


consecuencia, considera el conocimiento como posible, de hecho, y sin embargo afirma
simultáneamente que es imposible.

El escepticismo no es una posición razonable. Es verdad que no conocemos todo. Es


verdad que hay cosas que conocemos, muchas veces mal y hasta con errores. ¿Pero no por eso
debemos renunciar al trabajo de investigación y de pensar, Porque no conozco toda la
matemática debo dudar de la verdad de que 2+2=4? Si bien es cierto que el hombre está
sometido a una serie de limitaciones, de circunstancias que hacen que ese conocimiento sea
relativo, de ahí no podemos deducir que el hombre no pueda conocer algunas cosas con cierta
seguridad Si el hombre se equivoca no es porque sus facultades, por naturaleza, lo Llevan al
error, sino porque accidentalmente esas facultades se pueden equivocar. De lo contrario las
ciencias serían. imposibles, El error, las contradicciones y la diversidad de opiniones
constituyen un hecho innegable, pero del que no puede deducirse la conclusión escéptica.

3.L. 3 EL RELATIVISMO Y EL SUBJETIVISMO

Según esta posición epistemológica podemos tener un cierto grado de certeza. Hay una
verdad; pero esta verdad tiene una validez relativa. No hay verdades absolutas, universales,
inmutables; todas las llamadas "verdades" son relativas, de modo que la verdad o validez de
una proposición o de un juicio dependen de las circunstancias o condiciones en que son
formulados: Hay muchas circunstancias que afectan el objeto que vanos a conocer y
circunstancias que afectan el sujeto cognoscente (situaciones, estado de cosas, momentos).

El subjetivismo limita la validez de la verdad al sujeto. El conocimiento depende de


factores que rodean al sujeto, (cultura, convicciones, prejuicios, etc.). Los representantes
clásicos del subjetivismo en la antigüedad son los Sofistas. La tesis fundamental queda así,
formulada por Protágoras (s.V a. c. ) : "El hombre es la medida de todas las cosas". No
poderos prescindir de nuestra naturaleza humana; el conocer es un hecho humano, y nos
ofrece las cosas humanamente, no absolutamente y aun como hecho humano, ese conocer
difiere en los hombres, pues éstos difieren entre sí. El principio del 'homo mensura' está
formulado en un subjetivismo individual: las cosas son para cada cual, lo que cada cual quiera
pensar de ellas. Cada cual elabora su propia verdad. Hay 'muchas visiones del mundo' de
acuerdo a la experiencia de cada uno, pero ninguna de ellas puede imponerse con la pretensión
de ser total y común a todos.

Sólo hay verdades en relación a una humanidad determinada. El subjetivismo general,


que es idéntico al "psicologismo' ha encontrado defensores hasta en la actualidad, por ejemplo,
Oswald Spengler. El subjetivismo está emparentado con el relativismo, y especialmente con el
relativismo individualista.

El relativismo insiste más en los factores externos que rodean al objeto. El relativismo
ha cobrado diversas formas que pueden todas reducirse a la afirmación de que el conocimiento
es siempre relativo a alguien o a algo.

Hay un relativismo que podríamos llamar 'humanista': el conocimiento es


conocimiento humano y por lo tanto no absoluto, ya que toda verdad es verdad relativamente
al hombre; un relativismo 'histórico': el conocimiento depende siempre de la situación
histórica en que el hombre se halla, que le impone pensar de cierta manera y no de otra;
Relativismo 'social': el conocimiento depende siempre de las exigencias sociales del grupo,
que se imponen a los individuos y les obligan a pensar de determinada manera; un relativismo
'económico': el conocimiento depende de las condiciones económicas del medio y de la clase
social a la que el individuo pertenezca. Y podría continuarse... todo conocimiento es relativo a
la profesión, a la edad, al sexo, etc.

Con respecto del subjetivismo y del relativismo vemos que incurren en una
contradicción análoga al escepticismo. Son en el fondo una forma especial de escepticismo,
Este juzga que no hay ninguna verdad y se contradice a sí mismo. El subjetivismo y el
relativismo juzgan que no hay verdad universalmente válida. Pero también en esto hay una
contradicción. Una verdad que no sea universalmente válida, es un contrasentido. Si existe,
existe para todos. Quien mantenga el concepto de la verdad y afirme, sin embargo, que no hay
ninguna verdad universalmente válida se contradice a sí mismo. El dilema es: o el juicio es
falso (y entonces no es válido para nadie) o es verdadero (y entonces es válido para todos).

3.1.4 EL CRITICISMO
De la no aceptación del dogmatismo y el escepticismo, una nueva forma
epistemológica: el criticismo, brota una posición intermedia. Acepta que el todo hombre puede
llegar a conocer, a poseer la verdad, a tener conocimientos que, le dan certeza, pero se hace
indispensable justificar racionalmente la forma como llegamos al conocimiento. Considerar
indispensable demostrar cómo es que conocemos y en qué forma se nos da la realidad. Hay
que tomar una actitud crítica ante el problema del conocimiento. No se puede dar como un
hecho, sino que es necesario mostrar los mecanismos de que se vale el sujeto y la forma en
que se nos da el objeto.

El criticismo donde quiera pregunta por los motivos y pide cuenta de la razón. Existen
brotes de criticismo donde quiera que aparezcan reflexiones epistemológicas. Así ocurre en la
antigüedad con Platón (S.V a.C.).

Distingue varios grados de conocimiento: el conocimiento sensible que tiene por objeto
los seres materiales que se nos dan a través de los sentidos. A los sentidos corresponde un
mundo variable, inestable, del cual no puede existir una verdadera ciencia. El conocimiento
racional-discursivo se refiere a las verdades matemáticas, versa sobre el número y la cantidad.
El conocimiento racional-intuitivo, se refiere a los seres carentes de toda materia y de toda
cantidad. Es el mundo de las Ideas; sólo de este puede haber verdadera ciencia. EI mundo de
las Ideas es el verdadero.

Aristóteles por su parte reafirma la posibilidad del conocimiento. La razón humana


puede conocer lo real, con certeza, aunque a costa de esfuerzo, de reflexión, de crítica. No será
un .conocimiento exhaustivo, exento de error. Los sentidos solo nos engañan accidentalmente,
puesto que por naturaleza están hechos para captar los objetos.

Distingue dos tipos de conocimiento el sensitivo y el intelectivo. Estas dos facultades


(sensibilidad y entendimiento) trabajan en íntima relación: "Nada hay en el entendimiento que
antes no haya pasado por los sentidos".
Los sentidos suministran el material con que trabaja nuestra mente. Sólo se puede dar
ciencia en el conocimiento intelectivo, puesto que solo la razón conoce sus esencias y sus
causas.

El verdadero fundador del criticismo es, sin embargo, es Kant, cuya filosofía se llama
pura y simplemente criticismo. Llegó a esta posición después de haber pasado por el
dogmatismo y el escepticismo que son, según él, exclusivistas. "Su intención era someter a la
razón a un análisis detenido para ver sus estructuras y determinar así la forma como conoce.
Quiere fundamentar el conocimiento humano determinando los aportes que hace el sujeto y
los aportes que provienen de la experiencia. La experiencia nos da la materia o contenido del
conocimiento y esa materia que procede de los sentidos es caótica. El sujeto nos da la forma,
recibe esos datos, los organiza, les da forma a través de estructuras a priori, tanto de la
sensibilidad, como del entendimiento la razón. Las formas a priori que aporta el sujeto, poseen
siempre un carácter necesario y universal"

La capacidad de intuir los objetos merced a la manera en que esos objetos nos afectan,
se llama sensibilidad; la capacidad que tenemos de pensar los objetos, es decir, de
relacionarlos, se llama entendimiento.

Ni en la sensibilidad, ni en el entendimiento, hay ideas innatas entendimiento, sino en


La razón pero sin esa sensibilidad y ese entendimiento no hay experiencia posible. Nuestra
sensibilidad tiene formas a priori (espacio y tiempo) a las cuales las cosas se adaptan, para ser
representadas. Las representaciones a su vez, deben adaptarse a las categorías para que las
cosas sean pensadas. Esas categorías son del entendimiento.

Para Kant pensar es lo mismo que juzgar. Si hay categorías a priori del entendimiento
que es la facultad de pensar o juzgar- esas categorías tienen que corresponder con las distintas
clases de juicios.
Hay doce clases de juicios; tiene que haber pues, doce categorías: para cada una de las
clases de juicios hay una categoría pura del entendimiento.

Los juicios pueden clasificarse según la cualidad, La cantidad, la relación y la


modalidad. Kant obtiene así el siguiente cuadro de categorías o conceptos a priori (no
derivados de la experiencia, que hacen posible las doce clases de juicios:

CANTIDAD CUALIDAD
CATEGORIAS JUICIOS CATEGORIAS JUICIOS
= Singulares = Afirmativos
l. Unidad 4.Realidad
(este A es B) (A es B)
= Particulares = Negativos
2. Pluralidad 5.Negación
(Algún A es B) (A no es B)
= Generales = Indefinidos
3. Totalidad 6. Limitación
(todo A es B) (A es no B)
RELACIÓN TOTALIDAD
CATEGORIAS JUICIOS CATEGORIAS JUICIOS
= categóricos Problemáticos
7. Sustancia y 10.Posibilidad e
accidente Imposibilidad
(A es B) (A es B?)
= Hipotéticos Asertóricos
8. causa y efecto 11. Existencia e inexistencia
(si A =-B) (A es B)
= Disyuntivos Apodícticos
12. Necesidad y
9. Acción Reciproca
Contingencia
(o A o B) (A nec.es B)
En la cuestión de la posibilidad del conocimiento el criticismo es la posición justa; la
más madura en comparación con las otras. Pero esto no significa que sea preciso admitir la
filosofía kantiana. Se debe distinguir entre el criticismo como método y el criticismo cuyo
sistema. En Kant el criticismo significa ambas cosas. Al designar el criticismo como la única
posición justa pensamos en el criticismo general, no en la forma especial que ha encontrado en
Kant. Este representa una forma especial de criticismo.

3.1.5 EL PRAGMATISMO

El pragmatismo (pragma = acción) un nuevo nombre para caminos viejos del


conocimiento. Es un sesgo positivo del escepticismo, abandona como éste, el concepto de la
verdad en el sentido de la concordancia entre el pensamiento y el ser; afirma la posibilidad del
conocimiento pero subordinándolo a la acción, la cual se convierte en el fundamento de la
verdad y la certeza.

El pragmatismo parte de una determinada concepción de lo humano: el hombre antes


de ser teórico, es un ser práctico; por tanto el valor de nuestro conocimiento es en base a la
acción. El intelecto es dado al hombre no para conocer e investigar la verdad, sino para poder
orientarse en la realidad. Lo verdadero es lo útil, lo valioso, lo que fomenta la vida.

Se considera fundador del pragmatismo a William James (1910) concibe la verdad


como algo que funciona. Ninguna verdad es aceptada como tal si no posee valor para la vida
concreta. El criterio de la verdad es la utilidad de algo para la vida individual y social; supone
por tanto que la verdad no es absoluta sino relativa, crece y cambia. Carlos Peirce considera
que a única función de la razón del pensamiento es producir creencias, y toda creencia es regla
de acción.

Para John Dewey la verdadera sabiduría consiste en la aplicación de lo conocido a la


conducta inteligente del hombre. El intelecto nos ha sido dado para obrar; el pensamiento y el
conocimiento hacen referencia directa a la vida práctica del hombre. El hombre actúa en
función de lo útil y valioso, pues esto ayuda a la conservación de la vida.

Federico Nietzsche partiendo de su concepción naturalista y voluntarista del hombre


enseña: la verdad no es un valor teórico, sino una expresión para designar aquella función del
juicio que conserva la vida y sirve a la voluntad de poder. La verdad no es un objeto, sino una
realidad vivida. Verdadero es lo que conserva la vida, la especie.

También, Jorge Simmel defiende el pragmatismo es su "Filosofía del dinero". Según


él, son verdaderas aquellas representaciones que han resultado ser motivos de acción adecuada
y vital.

El error fundamental del pragmatismo consiste en no ver la esfera lógica, en


desconocer el valor propio, la autonomía del pensamiento humano. La realidad es algo
independiente de nuestra actividad cognoscitiva. Ella existe a nuestro conocimiento y lo rige.

No es lícito identificar lo verdadero con lo útil, ambos tienen un sentido distinto. La


experiencia muestra que una verdad puede obrar nocivamente; basta pensar en la guerra. El
criterio de la verdad no es la utilidad sino la evidencia .

El pensamiento y el conocimiento están ciertamente en estrecha conexión con la vida,


el acierto y el valor del pragmatismo radican justamente en la continua referencia a esta
conexión. Pero esta estrecha conexión no debe inducirnos a pasar por alto la autonomía del
pensamiento y hacer de él una mera función de la vida. Esto solo es posible cuando se falsea el
concepto ce la verdad o se niega cono en el escepticismo. Pero nuestra conciencia lógica
protesta contra ambas cosas.

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