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LAS CORRIENTES PRINCIPALES DE LA GNOSEOLOGÍA

La primera cuestión que se plantea es saber si el espíritu humano puede conocer la verdad
(si tiene certezas legítimas); luego, si la respuesta es afirmativa, se pregunta ¿cómo es esa
verdad? (si es objetiva o no); después nos preguntamos ¿con qué se conoce la verdad? (si
con una parte de la conciencia o con todas sus partes conjuntamente); por último nos
preguntamos ¿cuál es el fundamento de la verdad? (la realidad o la conciencia).

1) ¿Existe la verdad? ¿Puede ser conocida?


Si se sostiene que la verdad no existe o que no puede ser conocida, tenemos el
escepticismo. Si nos decidimos por el escepticismo ya no hay problemas, la gnoseología
ha terminado antes de comenzar.
Por el contrario, si sostenemos que la verdad existe y que puede ser conocida, tenemos lo
que podríamos llamar verismo.

2) ¿Cómo es la verdad? ¿Es la verdad objetiva?


Si afirmamos que no existen verdades objetivas y universalmente válidas, sino que toda
verdad depende de la persona o grupo que la experimenta (por ser la verdad relativa a
ella/s), tenemos el relativismo.
Hay distintos tipos de relativismo según se sostenga que la verdad depende de la
relación con cada persona (relativismo subjetivo o subjetivismo) o con cada
grupo de personas (relativismo cultural, relativismo social, relativismo
político, etc…).
Por otra parte, si decimos que la verdad es objetiva y universalmente válida,
independientemente de las personas o grupos que la conocen, tenemos el objetivismo.
3) ¿Con qué se conoce la verdad? ¿solo con una parte de la conciencia o con todas
sus partes conjuntamente?
Si respondemos que la verdad se conoce solo con una parte de la conciencia, tenemos un
reduccionismo gnoseológico. Esta postura tiene dos corrientes
distintas:
 Si decimos que la única parte de la conciencia por la que se conoce la verdad es la
experiencia, tenemos el empirismo;
 Si, por el contrario, afirmamos que la única parte de la conciencia por la que se
conoce la verdad es la razón, tenemos el racionalismo.
Por otra parte, si respondemos que la verdad se conoce por el trabajo conjunto e integral
de todas las partes de la conciencia, tenemos lo que podríamos llamar, un integralismo
gnoseológico.
4) ¿Cuál es el fundamento de la verdad? ¿la realidad o la conciencia?
Si respondemos que el fundamento de la verdad no es la realidad, sino la conciencia,
porque el acto de conocer es lo más evidente, mientras que hay que dudar de la veracidad
de la realidad, tenemos el idealismo.
Si respondemos que la realidad, como “acto de ser”, se manifiesta por sí misma a la
conciencia, y que no hay fundamentos para negar esa evidencia, tenemos el realismo.
1. EL ESCEPTICISMO
1.1. Noción de Escepticismo

Doctrina que afirma que la verdad no existe, o que, si existe, el hombre es incapaz de
conocerla. El escéptico es alguien que profesa duda o está en desacuerdo con lo que
generalmente está aceptado como verdad.

La palabra "Escéptico" viene del griego skeptikoi (de skeptesthai que en griego significa
examinar), éste fue el nombre dado a los seguidores del filósofo griego Pirrón de Elis (360 -
270 a. C.) que fue el primer y más radical escéptico. No dejó nada escrito, pero a él se le
atribuyen frases como: “nunca llegarás a conocer la verdad”; “no digas ‘así es’, sino ‘me
parece que es’”. Profesó la doctrina de la “epojé” que consistía en la suspensión de todo
juicio sobre la realidad, ya que si no se puede conocer nada, no se puede afirmar nada .

1.2. Argumentos del Escepticismo


 Las contradicciones entre los filósofos y más ampliamente la diversidad de opiniones
humanas, son un indicio de que el espíritu humano no puede alcanzar la
verdad.
 Los errores en el conocimiento: errores de los sentidos, los sueños, las
alucinaciones, la embriaguez y la locura.

1.3. Refutación del Escepticismo


Para los escépticos, las contradicciones entre los filósofos, la diversidad de opiniones
humanas y los errores en el conocimiento, son un indicio de que el espíritu humano no
puede alcanzar la verdad.
Sin embargo, para que estos hechos sean argumentos válidos de que no se puede alcanzar
la verdad, es necesario que sean conocidos como hechos verdaderos (verdades legítimas),
por lo que constituyen una prueba irrefutable, de que se puede alcanzar la verdad.
Además, para que los errores llamen la atención como errores (como algo contrario al
buen conocimiento) tienen que ser algo extraordinario y anormal. Si siempre
estuviésemos en el error no sabríamos lo que es el error (porque no se distinguiría de la
verdad). Puede haber una representación a la que no corresponda algo en la realidad (en
la locura, en la embriaguez), pero son situaciones patológicas, y por tanto excepciones.
La refutación más clara a esta doctrina, consiste en mostrar que el escepticismo llega a
la contradicción total en el pensar y a la incoherencia total en el obrar.
La postura más lógica del escéptico sería el dejar de hablar, e incluso de pensar, puesto
que todo hablar o pensar consiste en afirmar (o negar) algo, y tiene como base la suposición
de que lo afirmado o negado es verdadero.
Además un escéptico coherente tendría que reducirse a la inmovilidad, porque ningún ser
humano se mueve si no tiene certezas (ej: nadie camina por un lugar si no está seguro que el
suelo puede soportar su peso). Por eso, si hubiese un escéptico realmente coherente con
lo que profesa, tendría que portarse como una planta.
2. EL VERISMO
Con “ verismo” queremos significar lo que los antiguos expresaban con el término
“dogmatismo” (la doctrina filosófica que afirma que podemos conocer la verdad). Sin
embargo no nos ha parecido conveniente usar hoy en día el término “dogmatismo”, ya
que jidesde Kant en adelante este término ha tomado un significado distinto (profesión de
una doctrina sin examen crítico y en virtud de una autoridad que no corresponde al valor
intrínseco de tal doctrina6) por lo cual, en la actualidad, se usa este término de modo
despectivo (como una especie de fundamentalismo gnoseológico que tiene una confianza
ingenua en la verdad y una ausencia de reflexión crítica).
La prueba más clara de que la verdad existe y que puede ser conocida por nosotros, es la
contradicción en la que cae el que quiere afirmar lo contrario. En efecto si alguien afirma
que la verdad no existe o que, si existe, no se puede conocer, podríamos preguntarle: “y
usted
¿cómo es que conoció esta
verdad?”
3. EL RELATIVISMO

3.1. Noción de Relativismo

El relativismo afirma que no existen verdades objetivas y universalmente válidas, sino que toda
verdad depende de la persona o grupo que la percibe.Es preciso ser cuidadoso a la hora de
definir lo que es relativismo; así, por ejemplo, no es relativismo aceptar que existen muchas
opiniones acerca de las mismas cosas; esto es obvio y nadie lo ha negado. El relativismo
aparece cuando además decimos que dichas opiniones son todas verdaderas porque a las
personas que las defienden les parecen verdaderas.

Los sofistas fueron los primeros filósofos en defender el relativismo. Y es precisamente


Protágoras de Abdera8 (480 - 410 a. C.), el primer sofista del que tenemos noticia, quien
expresó de modo gráfico la esencia del relativismo con la siguiente frase: “el hombrees la
medida de todas las cosas, de las que son en tanto que son y de las que no son en tanto que
no son”. La filosofía platónica puede entenderse como un intento de superar de forma
radical y completa el relativismo sofista. Aunque muy desprestigiado durante la mayor parte
de la historia de la filosofía, el relativismo ha encontrado en la actitud anti metafísica del
pensamiento contemporáneo un extraordinario desarrollo, no sólo en lo filosófico, sino
también en la antropología, la sociología, etc., siendo la posición más difundida en la
cultura contemporánea en general.

Hay distintos tipos de


relativismos:

Cuando se afirma que el conocimiento cierto es relativo a condiciones propias del sujeto
(intereses personales, creencias previas, estado de ánimo,...) entonces se suele hablar de
relativismo subjetivo o subjetivismo;

Cuando se afirma en cambio, que el conocimiento cierto es relativo a condiciones propias


del grupo que conoce, tenemos diversos tipos de relativismo (según los distintos grupos),
entre los cuales el más famoso es el relativismo cultural (la verdad es relativa a
condiciones propias de cada cultura. Cada cultura tiene sus verdades).
3.3 Argumentos del Relativismo

Hay varias razones que permiten comprender por qué muchos filósofos consideran adecuado el
relativismo. Se pueden destacar las siguientes:

 La influencia de elementos físicos, psicológicos, o culturales en los juicios de las personas;


 La observación de las muchas ideas o concepciones diferentes (incluso opuestas), que
tienen los distintos grupos o culturas;
 La observación del cambio de ideas a través del tiempo.

Todo ello puede favorecer la convicción de que realmente es imposible dejar de lado la subjetividad
en la adquisición de la verdad.

3.4. Refutación del Relativismo


Todo relativismo implica una contradicción intrínseca

Contradicción en el sentido común


La existencia de la verdad (de la verdad como algo objetivo y universal, invariable y superior a cualquier
opinión humana) es una certeza de sentido común; tan de sentido común que basándonos en que hay
verdades objetivas nos casamos, sembramos, nos subimos a un barco o a un avión, compramos y
vendemos y nos dejamos matar defendiendo la patria o las personas que amamos… ¿Quién se casaría si
aceptase que una cosa será la fidelidad para mí y otra para ti? ¿Quién se embarcaría si no estuviese seguro
de principio por el cual un cuerpo sólido puede flotar en definidas condiciones, o quien subiría a un avión
basándose sólo en que el piloto opina que su avión es capaz de mantenerse en el aire?

Contradicción en la razón
Pero no sólo tenemos una certeza popular de la existencia y valor objetivo de la verdad sino una certeza
científica de la misma. La verdad objetiva existe y no puede ser negada sin contradecirse. En efecto, si “no
hay verdad absoluta”, nada se puede «afirmar de modo absoluto», por eso, el que «afirma de modo absoluto»
que “no hay verdad absoluta” se está contradiciendo.

Contradicción en la vida real


El más craso negador de que podamos conocer la verdad absoluta de las cosas, es capaz de mover cielo y
tierra para que le paguen su sueldo (¿cómo sabe que es suyo? ¿y si el patrón opina que no le tiene que
pagar?), y cuidado con que le toquen su esposa o sus bienes, y en esto no valen opiniones ni el que cada
uno tenga su verdad (también el ladrón dice tener su verdad, y esta es que le gusta más mi auto que el suyo y
por eso decide apropiarse de él;
¿qué le responderé yo, miserable relativista? “Señor, si usted lo ve así, aquí tiene las llaves;
disculpe si pensé mal de usted”.
Así es que un relativista puede enseñar el relativismo durante toda su vida con plena convicción (lo que sería
contrario al relativismo); pero si llegase a ir a un restaurante “relativista” y pidiendo liebre le trajesen gato
porque el dueño del restaurante desde su punto de vista sostiene que el gato es igual que la liebre, no
sólo puede ver derrumbarse su sistema en pocos segundos sino pasar el resto “relativo” de su vida en
prisión por intento de homicidio de un propietario de restaurante. Todo relativista es, necesariamente,
inconsecuente en la vida real.

Para terminar, si nos llegamos a encontrar con un relativista que intentando negar la objetividad de la
verdad, nos dice: “no se puede estar seguros de nada”, entonces tenemos que preguntarle: ¿Está seguro
de lo que dice?
4. EL OBJETIVISMO

El objetivismo sostiene que la verdad es universalmente válida, independientemente de las personas o


grupos que la piensen.
La prueba más clara de que la verdad es universalmente válida, es (como en el escepticismo)
la contradicción en la que cae el que quiere afirmar lo contrario.
En efecto, es contradictorio «afirmar de modo absoluto» que “no hay verdad absoluta”, ya que si “no hay
verdad absoluta”, nada se puede «afirmar de modo absoluto»

5. EL RACIONALISMO
5.1. Noción de Racionalismo
El racionalismo (del latín, “ratio”: razón) es una corriente gnoseológica que sostiene que la fuente de todo
conocimiento válido es la razón (en contraste con el empirismo, que pone la fuente del conocimiento en
la experiencia). Fue desarrollada en Europa continental durante los siglos XVII y XVIII, por René Descartes, y
luego por Spinoza, Leibniz, Wolff y Kant.
Se caracteriza por una firme confianza en que podemos alcanzar verdades objetivas y universalmente
válidas (objetivismo) y por la convicción de que sólo podemos alcanzar estas verdades por la razón, ya que
nuestros sentidos nos engañan. Manifestaba que estas verdades que conocía la razón como evidentes en
sí, eran innatas (porque no podían venir de la experiencia), y que a partir de ellas, es posible deducir el resto
de contenidos de la filosofía y de las ciencias.

5.2. Argumentos del Racionalismo


El racionalismo parte manifestando una firme confianza en que podemos alcanzar verdades objetivas y
universalmente válidas. Esta confianza le viene del hecho de que existen las ciencias (que tienen como
contenido verdades objetivas y universalmente válidas). Especialmente muestra una gran admiración por el
método de las ciencias exactas, especialmente de las matemáticas, la cual tiene principios tan evidentes y
un método deductivo tan riguroso, que nadie puede dudar ni de sus principios, ni de sus conclusiones.
Estos principios tan evidentes, que nadie pueda dudar de ellos, no pueden provenir de la experiencia, ya que
se puede dudar de la experiencia, porque muchas veces nos conduce al error; Además estos principios
deben ser universales y necesarios, mientras que la experiencia, nos presenta solo objetos particulares y
contingentes. Luego estos principios, no provienen de la experiencia, sino que están grabados en la
razón (como ideas innatas), y es a partir de ellos que debemos deducir, el resto de contenidos de la filosofía y
de las ciencias.

5.3. Refutación del Racionalismo


El racionalismo (como también el empirismo) tiene como error fundamental, en no reducirse al momento
originario del conocimiento (el contacto de la conciencia con el ser), para encontrar allí el verdadero objeto
de la conciencia (el ser), e indagando ese objeto, determinar la naturaleza de la facultad con la que se
conoce dicho objeto, ya que si reducimos el ser a un sector del mismo, reduciremos también la facultad
cognoscitiva a la parte que conoce ese sector del ser. Así el racionalismo comienza reduciendo el objeto de
la conciencia a las ideas simples (claras y distintas) y por lo tanto, será la razón, la facultad cognoscitiva que
podrá conocer esas ideas y a partir de ellas, deducir las demás ideas, que constituyen los contenidos de la
filosofía y de las ciencias.
6. EL EMPIRISMO

6.1. Noción de Empirismo


El empirismo (del griego, “empeiría”: experiencia). es la corriente gnoseológica que reduce el objeto de
nuestro conocimiento a las percepciones de la experiencia. Llevando a la negación de todo aquello que no
se pueda conocer a partir de la experiencia (como la realidad extramental, la razón, las ideas universales,
etc…). Para el empirismo, entonces, la experiencia es la base de todo conocimiento, no sólo en cuanto
a su origen sino también en cuanto a su contenido.
Además, como la experiencia nos muestra que lo único inmediatamente dado a la conciencia son las
impresiones simples, aunque también percibimos la existencia de impresiones complejas, concluye que
estas últimas son elaboradas por el espíritu humano, asociando impresiones simples, gracias a un cierto
hábito o costumbre. Esta teoría empirista se llamó: “asociacionismo”.
Aunque históricamente el recurso a la experiencia ya se produjo, en determinados contextos, en la
filosofía antigua (ej: Sexto Empírico9 160 - 210), usualmente se entiende por empirismo, la corriente
gnoseológica que se desarrolla durante los siglos XVII y XVIII en Gran Bretaña (empirismo inglés), que surge
como una oposición al racionalismo de la época (defendiendo que el conocimiento se funda en la
experiencia) y cuyos representantes más destacados fueron Locke, Berkeley y Hume.

6.2. Argumentos del Empirismo

El empirismo se basa en dos principios fundamentales, a partir de los cuales se deducen otros
principios.

Las ideas son el objeto de nuestra conciencia y todas nuestras ideas provienen de la
experiencia.

1ro) Las ideas son el objeto de nuestra conciencia.


Desde el momento en que la conciencia conoce, todos sus razonamientos estarán dirigidos a las ideas
percibidas.
Desde el momento en que la mente, en todos sus pensamientos y razonamientos, no tiene ningún
otro objeto inmediato que sus propias ideas, las cuales ella sola contempla o puede contemplar,
resulta evidente que nuestro conocimiento está dirigido sólo a ellas (Locke)10.
Cuando nos esforzamos por concebir la existencia de objetos exteriores, no hacemos sino
contemplar nuestras propias ideas (Berkeley)11.

No tenemos idea alguna de sustancia de ningún género, pues sólo tenemos ideas de lo que se deriva
de alguna impresión; y no tenemos impresión de una sustancia sea ésta material o espiritual. No
conocemos más que cualidades y percepciones particulares (Hume)12.

2do) Todas nuestras ideas provienen de la experiencia.

No existen las ideas innatas


Ya que ni los niños, ni los salvajes, ni los locos, tienen las ideas del hombre culto. Además no
tendría ninguna razón de ser el aprendizaje, y todas las personas estaríamos de acuerdo en las
mismas verdades.
Tampoco existen virtualmente (de modo latente)
Ya que el pensamiento es consciente, por lo que estar en el entendimiento significa
ser percibido por el entendimiento. De suerte que si se sostiene que una cosa está en el espíritu sin
que el espíritu la perciba es lo mismo que decir que no está en el espíritu”.
Por ende, el espíritu al principio está vacío como una hoja en blanco, lo cual prueba que
todas nuestras ideas provienen de la experiencia.
6.3. Refutación del Empirismo
El empirismo (como también el racionalismo) tiene como error fundamental, en no reducirse al momento
originario del conocimiento (el contacto de la conciencia con el ser), para encontrar allí el verdadero objeto
de la conciencia (el ser), e indagando ese objeto, determinar la naturaleza de la facultad con la que se
conoce dicho objeto, ya que si reducimos el ser a un sector del mismo, reduciremos también la facultad
cognoscitiva a la parte que conoce ese sector del ser. Así el empirismo comienza reduciendo el objeto de
la conciencia a las impresiones simples, aisladas entre sí, y por lo tanto, será la experiencia, la facultad
cognoscitiva que podrá conocer esas impresiones simples y que tendrá el deber de asociarlas, para formar
impresiones compuestas y así determinar la estructura habitual de nuestras ideas particulares. Este
punto de partida del empirismo, fue refutado por la Gestalt theorie (teoría de la forma), la cual mostró de
modo experimental, que lo inmediatamente dado a la conciencia no son impresiones aisladas, sino un
objeto configurado, cualificado y unificado15.

7. EL IDEALISMO

7.1. Noción de Idealismo


El idealismo es la doctrina que hace depender “la verdad de la realidad” de “la verdad de la conciencia”, en
efecto, para el idealismo, la determinación de lo que es “realidad”, “naturaleza” o “ser”, depende de la
determinación de la “conciencia”. Por eso, el idealismo no consiste en la simple negación de la «realidad
exterior», sino en la determinación de la esencia de la realidad a partir de la conciencia. Esto supone la
afirmación de la conciencia como principio y fundamento del ser y por lo tanto, del conocer (ya que el ser
es el objeto del conocimiento). En este sentido es la conciencia la que se da a sí misma su propio objeto,
permaneciendo cerrada en su círculo interminable de manifestarse en el ser y conocerse en su
manifestación.
Esta corriente de pensamiento tuvo sus comienzos en 1781 con el filósofo alemán Immanuel Kant, el cual
intenta superar la dialéctica que en aquel entonces había entre la posición racionalista y la empirista. Kant
superó el racionalismo y el empirismo enfocando desde otro punto la cuestión del conocimiento, porque
sostenía que el error de estas corrientes era haber puesto el acento en el objeto de conocimiento y no en
el sujeto que conoce. En efecto, aquellos afirmaban que conocemos ideas por medio de la razón y estos
fenómenos a través de los sentidos; pero ambos coincidían en que conocer es recibir las cosas de un modo
pasivo, dejándose impresionar por ellas. Para Kant el centro del problema no era ¿qué conocemos? (el
objeto) sino ¿cómo conocemos? (el sujeto). En la visión de Kant el sujeto ya no es el que recibe su objeto
desde el mundo, de un modo pasivo, sino que el sujeto pasa a ser el que, de modo activo, “construye” el
objeto de su conocimiento.

7.2. Argumentos del Idealismo


Podemos decir que el principio idealista tiene como primer defensor el racionalismo de Descartes, el cual
sudaba de todo en busca de algo que le dé una certeza firme. En efecto, para Descartes, nuestra razón
puede alcanzar la verdad, sin embargo constataba que entre los hombres había una multitud de opiniones
opuestas. Entre estas opiniones opuestas solo una tenía que ser verdadera y las demás erradas. ¿Cómo
encontrar la verdad? Tenemos que dudar de todo - decía - hasta encontrar un principio tan evidente que
nadie pueda dudar de él, y a partir de ese principio debemos deducir las otras verdades.
Hasta aquí los argumentos presentados por Descartes son más bien racionalistas. Lo que sigue a
continuación, en cambio, es el comienzo de la reflexión idealista.
Esta idea evidentísima e indudable que Descartes buscaba, principio sólido a partir del cual deducir las otras
ideas, es que “pienso y por lo tanto, existo” (“cogito ergo sum”). Por lo tanto, es a partir de este principio
que deben deducirse el resto de contenidos de la filosofía y de las ciencias. De este modo, la conciencia
(cogito) se constituye en el punto de partida a partir del cual debe ser determinada la naturaleza de la
realidad. En efecto escribía Descartes en su Regulae16 “Nada me parece más absurdo que discutir
osadamente sobre los secretos de la naturaleza sin haber antes examinado si la inteligencia humana es
capaz de penetrarlos”; o también: “No podemos conocer nada antes de conocer la inteligencia, pues
por ella conocemos las demás cosas”.
El argumento más fuerte del idealismo es entonces, el sostener como evidente que la verdad más cierta, a
partir de la cual podemos hacer ciencia, es “que pensamos”, y por lo tanto “que el objeto de nuestro
pensamiento debe ser determinado por el pensamiento”, ya que no sabemos si proviene de algo
extramental.

7.3. Refutación del Idealismo


El conocimiento es presencia del ser a la conciencia: en efecto, en todo conocimiento ser presenta ante
todo, el acto de ser; y es en ese mismo presentarse del acto de ser, donde distinguimos la presencia de otro
acto, diverso del ser: el acto de conocer. Acto de ser y acto de conocer están presentes, entonces, en
todo conocimiento, como condiciones constitutivas y necesarias para que se produzca el conocimiento.
Negar uno de estos dos términos constitutivos de la relación gnoseológica con que se actúa primeramente
la conciencia, sería quedar atrapado en una visión restringida de la realidad17.

El error idealista consiste en dudar de la veracidad del acto de ser (le quita autoridad), dándole certeza y
autoridad sólo al acto de conocer, a partir del cual determinará posteriormente, la naturaleza del acto
de ser. Al idealista no le importa lo que el ser diga de sí mismo, sino lo que la conciencia diga del ser. El
error consiste entonces, en negar uno de los fundamentos del conocer: la presencia del ser, sin tener otro
fundamento para hacerlo, que el querer hacerlo.

8. EL REALISMO
El realismo es la doctrina que afirma que es “la realidad”, como “acto de ser”, la que pone en acto la
conciencia, permitiéndole realizar su acto propio, que consiste en conocer “el ser” y al mismo tiempo,
conocer “que conoce”. De esto se sigue que es solo a partir de la presencia del ser, que podemos
determinar la naturaleza del mismo y no a partir de la conciencia.

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