0 calificaciones0% encontró este documento útil (0 votos)
39 vistas1 página
El documento discute dos enfoques para medir la inteligencia en infantes y niños pequeños. El enfoque psicométrico utiliza pruebas como el coeficiente intelectual para medir habilidades como la comprensión y el razonamiento. También considera pruebas que miden las competencias cognitivas, lingüísticas, motrices, socioemocionales y adaptativas del niño. El enfoque de procesamiento de la información mide la atención del niño y su capacidad de procesar estímulos visuales y auditivos para comprender
El documento discute dos enfoques para medir la inteligencia en infantes y niños pequeños. El enfoque psicométrico utiliza pruebas como el coeficiente intelectual para medir habilidades como la comprensión y el razonamiento. También considera pruebas que miden las competencias cognitivas, lingüísticas, motrices, socioemocionales y adaptativas del niño. El enfoque de procesamiento de la información mide la atención del niño y su capacidad de procesar estímulos visuales y auditivos para comprender
El documento discute dos enfoques para medir la inteligencia en infantes y niños pequeños. El enfoque psicométrico utiliza pruebas como el coeficiente intelectual para medir habilidades como la comprensión y el razonamiento. También considera pruebas que miden las competencias cognitivas, lingüísticas, motrices, socioemocionales y adaptativas del niño. El enfoque de procesamiento de la información mide la atención del niño y su capacidad de procesar estímulos visuales y auditivos para comprender
3. ¿Es posible medir la inteligencia de los infantes y niños pequeños e incrementarla?
El enfoque psicométrico se encarga de medir las diferencias cuantitativas entre las
habilidades que compone la conducta inteligente, como aquella en donde la persona logra adaptarse a las condiciones de vida y a la resolución de problemas y adquisición y entendimiento de conceptos y conocimiento. Este enfoque promueve el desarrollo de distintas pruebas como la del Coeficiente Intelectual que buscan medir los componentes de la inteligencia como la comprensión y el razonamiento. No obstante, no llegan a pronosticar la inteligencia posterior adecuadamente por su corte generalista al no tener en cuenta las especificidades del ser humano. Igualmente, existen otras pruebas que se miden por lo que el adulto responsable puede aportar y considera de las competencias destacadas que el niño ha adquirido tanto en la parte cognitiva como lingüística, motriz, socioemocional y adaptativa, y que sirven para detectar alteraciones emocionales de manera temprana. Además, también se consideran las escalas de Bayley y de HOME (Home Observation for Measurement of the Environment) como aquellas pruebas en las que es esencial medir el papel de los tutores o padres, el comportamiento y acompañamiento que tienen con sus hijos, la formación que le están brindando, y cómo lo están preparando cognitivamente; ya sea si en sus hogares hay libros, juguetes, si sus padres le dedican tiempo a sus hijos, si los felicitan y escuchan con atención, son acciones y atenciones que juegan un papel importante ya que es el primer entorno en el que se desarrolla el infante, y le permiten desarrollar aún más la conducta inteligente por medio de los estímulos de los tutores. Por lo tanto, según el enfoque psicométrico si es posible medir la inteligencia de los niños y a su vez incrementarla en su entorno de contacto primario o familiar.
4. ¿Cómo medimos la capacidad de los infantes para procesar la información y cuándo
comienzan a entender las características del mundo físico?
El enfoque de procesamiento de la información mide y hace referencias a partir de lo que
llama la atención de los pequeños y durante cuánto tiempo lo hace. Un tipo de aprendizaje característico y por el cual se miden los procesos mentales es la habituación en que la exposición continua a un estímulo reduce la atención que se le presta, provocando que el bebé pierda interés en lo que realiza, por el contrario, la deshabituación es el aumento de la respuesta después de la presentación de un nuevo estímulo. En este enfoque de procesamiento de la información se identifican el desarrollo de capacidades perceptuales y de procesamiento visual y auditivo como otro factor de medición de los procesos mentales, por ejemplo la preferencia visual entre los objetos que interactúa el niño, la memoria de reconocimiento visual, que es la capacidad de distinguir un estímulo conocido de uno que no se conoce cuando se le presenta al infante al mismo tiempo, y la transferencia entre modalidades que es la más elaborado y con mayor complejidad ya que el niño usa la información ya adquirida y aprendida por medio de la experiencia a través de un sentido en específico para poder guiar otro sentido con mayor exactitud. Asimismo los niños llegan a entender las características del mundo que lo rodea de 3 a 6 meses, e incluso desde el nacimiento como afirman algunos investigadores del procesamiento de la información.