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NOMBRE: Jiménez Prieto Christian Valentin

LICENCIATURA: Etnohistoria
MATERIA: Teoría de la historia
PROFESOR: José Alberto Moreno Chávez

Historia y Teoría Social.

Peter Burke

Teóricos e Historiadores.

Nos muestra la lectura una distinción entre practica y teoría no coincide con la
distinción entre historia y sociología, o entre historia y otras disciplinas, como
antropología social, geografía, política o economía. Algunos estudiosos de estas
disciplinas producen estudios de caso en que la teoría desempeña un papel muy
reducido.

Dice la lectura de Burke que los historiadores y los sociólogos son vecinos
intelectuales, se ocupan de la sociedad considerada en su conjunto y de toda la
gama del comportamiento humano. Pero ahora sabemos que lo que diferencia la
historia a la sociología es que la historia es entender problemas sociales es lo que
estudia la historia un estudio de los problemas.

Y podemos definir la sociología como un estudio de la sociedad humana, con


énfasis en las generalizaciones sobre su estructura y su desarrollo.

Pero en la lectura de Burke la historia se define mejor como un estudio de las


sociedades humanas en plural, destacando las diferencias entre ellas y también
los cambios que han tenido lugar en cada una de ellas a lo largo del tiempo.

Los sociólogos se preparan para anotar o formular reglas generales, a menudo


haciendo a un lado las excepciones. Los historiadores aprenden a prestar atención
a los detalles concretos a expensas de los patrones generales.

En el siglo XVIII no hubo disputas entre sociólogos e historiadores por una razón
simple y obvia: la sociología no existía como disciplina independiente. El teórico
legal francés Charles de Montesquieu y los filósofos morales escoceses Adam
Ferguson y John Millar han sido proclamados por sociólogos y antropólogos como
sus precursores.

La relación entre historia y teoría social era si acaso menos simétrica de lo que
había sido durante la Ilustración. Los historiadores iban apartándose no solo de la
teoría social sino también de la historia social. A fines del siglo XIX el historiador
más respetado en Occidente era Leopold von Ranke.
La revolución histórica asociada con Ranke fue, sobre todo, una revolución de las
fuentes y métodos, un viraje de usos de las historias o crónicas anteriores hacia el
uso de registros oficiales de los gobiernos. Los historiadores empezaron a trabajar
regularmente en los archivos y elaboran técnicas cada vez más sofisticadas para
evaluar la confiabilidad de esos documentos. Y sostenían que, debido a eso, sus
historias eran, más objetivas y más científicas que las de sus predecesores.

Incluyendo la historia, cuyo objetivo es comprender desde adentro. Los estudiosos


de las ciencias naturales deberían emprender el vocabulario de la causalidad,
mientras que los estudiosos de las humanidades deberían de hablar el lenguaje de
la experiencia.

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