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Generaciones de la escuela de los Annales:

I. 1929 a 1956: Marc Bloch y Lucien Febvre


Tratan de reusar la Historia superficial que se detiene en la superficie de los acontecimientos
buscando una historia vinculada a las estructuras, a lo social, a lo económico; que tomará como
objetivo el estudio a la sociedad y su conjunto.
Interdisciplinamiento (las disciplinas ayudándose entre sí), comienzan a relacionar la historia con la
antropología, geografía, geología, etc. y comienzan a descubrir otros objetos de estudios al tener una
visión más amplia e interesarse por otros aspectos, sentando las bases para ésta nueva forma de
pensar la historia.
Ellos no se nombran como una nueva escuela, sino que se denominaban como un foro abierto a
debatir nuevas divulgaciones, explicaciones y nuevas formas de aproximarse hacia la historia.
La labor editorial de esta etapa se vio interrumpida por la II WW, donde muere Block.
Obras: “Apología para la historia o el oficio de historiador” de M. Block y “Combates por la Historia” L.
Febvre.

II. 1956 a 1968: Fernand Braudel (discípulo de Febvre), Charles y Robert Mauri.
Se innova en el concepto de la duración de la civilización, la cual se podían dividir en larga, media y
corta en el libro Mediterráneo, ampliando el rango de temporalidad. Se concentran en las explosiones
demográficas de las civilizaciones y lo contrasta con el proceso de los alimentos y el clima. Continúa la
preocupación con que la historia sea ciencia y para 1960 surge la preocupación por la cuantificación.
Obras: “Civilización material y capitalismo” de F. Braudel

III. 1969 a 1989: Pierre Legoff y Pierre Lorá.


Vinculada a un público más amplio donde se incrementa la presencia académica y social y el interés
por estudiar la cultura. Comienza una nueva perspectiva historiográfica basada en el análisis de las
mentalidades en tiempos largos utilizando métodos de la antropología, o sea, se comienzan a
preocupar por las expresiones y las mentalidades, el existencialismo (expresiones existenciales del ser
humano), y se van al estudio de la vida cotidiana con Montaiú. También se preocupan por explicar los
procesos y las estructuras.

IV. 1989 a la actualidad: Chanell


Surge a partir de la caída del muro de Berlín y del denominado “telón de acero” que provocó la
aparición de nuevos movimientos sociales generando entre los historiadores la necesidad de revisar
los paradigmas historiográficos en busca de explicaciones.
Cambios notorios: abandono de la historia de las mentalidades, la revisión del planteamiento de las
primeras generaciones, la propuesta de la unidad de lo cultural con lo social y la interacción de la
cultura con su entorno.
Se va a diversificar en variedad de temas y enfoques, se demuestra hasta en el título de la revista que
hasta aquí se llamó: “Anales, economía, sociedades y civilizaciones”, ahora pasa a llamarse: “Historia
y ciencias sociales”.

Corrientes Historiográficas
Explican la importancia de la materia de la ciencia de historia en los análisis de los acontecimientos
mundiales.
Con la creación de la escritura se pudo comenzar a almacenar el conocimiento que hasta el momento
solo se difundían por medios orales tradicionales de generación en generación y siempre dando
mucho valor a la mitología y a la magia.
El primero que comienza a realizar un análisis y descripción de la historia es Heródoto de Alicarnaso
en el S IV a.C. en Grecia utilizando la razón. La historia de esa época se basaba en la descripción de
los hechos y se concentraba en la clase gobernante y no era de libre acceso, ya que leer y escribir era
un privilegio que estaba reservada para las clases sacerdotales, políticas o la aristocracia.
Recién en la Ilustración, a mediados del S XVIII, comienza a surgir el concepto de la ciencia como tal y
se comienza a buscar el desarrollo de una ciencia social que permita comprender los acontecimientos
de la sociedad.
El objetivo de una ciencia es llegar a una ley, a un conocimiento certero, el conocimiento de algo que
va a suceder si juntas los mismos elementos en las mismas condiciones, sin importar donde esté o
cómo uno se encentre, se cumple de todas formas.
A fines del S XVIII, después de la Revolución Francesa, surge el Positivismo (en un marco de
Liberalismo político, social, filosófico, religioso, etc.) que propone Augusto Comte
# Características:
1) Mayor importancia a los hechos concretos por encima de las interpretaciones mitológicas de
los mismos.
2) No existe otra realidad que no sean los hechos e investiga la realidad entre ellos.
3) Rechaza la metafísica (estudio de los principios fundamentales que no podemos ver ni palpar)
porque su contenido no proviene de la experiencia.
4) El hecho es la única realidad científica.
5) La experiencia y la inducción son los métodos exclusivos de la ciencia.
Mayor uso de la razón y con ello se busca medir y cuantificar para llegar a un conocimiento certero,
científico, se le da validez a la cuantificación social como son las estadísticas para hacer una medición
de la sociedad y poder tener un conocimiento mayor de lo que ocurre.
Se cuantifica, haciendo científica la disciplina de la historia y se siguen utilizando los documentos
oficiales como son los militares y diferentes instituciones para poder explicar los hechos de una época
histórica.

Luego comienza la corriente filosófica del Historicismo, etapa que da mayor importancia a los datos
históricos, que puedan ser el objeto real de estudio, es decir la acumulación de información
(narraciones y descripciones) son las que van a permitir interpretar lo que ha sucedido y también se
hace hincapié en la objetividad con la que se narran los hechos, por eso es muy importante la
intervención del historiador para darle rigor científico a la ciencia de la historia como tal.
Surgiendo así las ciencias sociales gracias a la profesionalización, que se diferencias de las ciencias
naturales porque en las primeras no se puede predecir que siempre vaya a pasar lo mismo (por
ejemplo, después de una revolución o estallido social), porque hay muchos factores que pueden influir
en los acontecimientos sociales.

Materialismo Histórico fue desarrollado por Carlos Marx quien menciona que el mundo depende de
las tensiones entre las clases sociales opuestas, de una lucha de contrarios, denominada la dialéctica,
todo está siempre en movimiento que es lo que permite el flujo de la historia. Se le da mayor énfasis a
la sociedad oprimida que a las clases gobernantes, Marx decía que no había una conciencia de clase
en la sociedad por eso la actividad económica y la política siempre favorecía a la aristocracia, a la
burguesía; por eso Marx propone la revolución de las clases proletarias para obtener el control de los
medios de producción (fábricas) con el fin de unificar las clases sociales.
Históricamente hablando esto le da más valor no solo a la descripción de los hechos, sino al análisis y
a la reflexión de los mismos.
Escuela de los Anales, va en contra del historicismo que solo estudia los hechos aislados sin estar
conectados con su contexto y también cuestionan la idea de que el historiador solo debe decir lo que
sucedió o acomodar los hechos históricos para darle un sentido.
No se abandona la idea de Historia-ciencia pero se buscan otras vías para hacer historia.

# Ideología: la Historia no es el relato de hechos aislados ni el devenir de los líderes, se trata de la


construcción de todos los componentes sociales dentro de un dinamismo sistemático que involucra a
todas las disciplinas sociales como la economía, sociología, antropología, geografía, etc.

# Características:
1) Adquiere carácter multidisciplinario para comprender y explicar el pasado, utilizando ciencias
auxiliares como la geografía, la antropología, la geología, sociología; que pueden ayudar a
comprender los objetos de estudios que están en la economía y/o en la política.
2) Se toman más fuentes de información que en la época anterior donde solo tenían validez los
documentos oficiales (papeles de estados, diplomáticos, los tratados internacionales). Ahora cualquier
documento que pueda aportar información sobre un hecho sirve como fuente histórica, como
fotografías, documentales, escritos personales, videos, revistas, etc.
3) La Historia es el recuento y estudio de las sociedades de los hombres del pasado.
4) Todo objeto histórico se explica por sus antecedentes.
5) El historiador asume la labor de explicar el pasado y no solo de contarlo.
6) La Historia no solo se refiere al pasado sino al presente, en virtud de que es la ciencia
(conjunto de conocimientos objetivos) de los hombres en el tiempo.
7) El conocimiento histórico se basa en las huellas de la humanidad, las cuales no solo se
encuentran en documentos archivados, sino en cualquier indicio de la creación humana.

# Metodología:
1) “La Historia problema”: consiste partir de un problema actual y de interrogar a través de él la
experiencia histórica”.
2) “Método recurrente”: debido al pensamiento geográfico, consiste en partir de una situación
del presente y remontarse en el tiempo hasta reconstruir su génesis.
3) “Método comparativo”

# Influencias:
1) La Escuela de Vidal de la Blache y Demangeon, propone analizar la realidad social fundada
sobre una doble relación dialéctica, entre tiempo y espacio, y relación entre los grupos humanos y el
medio cultural.
2) Revista fundada por Henry Berr, fue una fuente de inspiración teórica que se basaba en la
“Historia de las Mentalidades”, lo que la gente tiene en común: valores, sentimientos…
3) La escuela “Durkheiniana” porque buscaba hacer que la Sociología sea la “ciencia social
unificadora”, ante esto Bloch y Febvre hablan de “Interdisciplinamiento”.
Además, esta escuela quería demostrar que la Historia no tenía carácter científico,
como consecuencia surge “Annales”, afirmando que la Historia, sí es una ciencia.
# Objetivos:
1) Promover la unión de las ciencias humanas.
2) Rechazar la especialización.
3) Favorecer los trabajos multidisciplinarios.
4) Rompe con el Positivismo (historia lineal y sólo de los grandes hombres).
5) Expansión de fuentes.
6) Habla de la política analizando otras variables, porque se creía que el historiador no podía
hacer política sin caer en un discurso ideológico y así nunca llegar al corazón de la Historia.
7) Estudio de las mentalidades.

A Marc Bloch le preocupaba pensar colectivamente el contexto, por ejemplo: ¿por qué usaban ciertas
herramientas en la edad media? Con la intención de darle mayor importancia a la investigación.
Aspiran a orientar la investigación histórica hacia el estudio de las bases socio económicas.
Poco a poco se comienza a abandonar la idea de historia lineal o unidireccional.
La mayor crítica que recibió es que nunca hizo hincapié en la modernización.

La Historia Ciencia o Arte, Prof. Carlos Sabino


La Historia es el relato de los acontecimientos pasados.
El pasado da sentido al presente y permite entender lo que somos, lo que nos está pasando y por lo
tanto lo que podemos hacer. Por lo tanto, se hace Historia para comprender el presente y poder
proyectarnos hacia el futuro.
La Historia académica surge con el crecimiento de las universidades y la masificación de la educación
hace unos 200 años, gracias a la obra de Leopold von Ranke, historiador alemán que defendió la
escritura objetiva basada en la crítica textual de fuentes primarias.
La Historia trabaja con documentos escritos y la Prehistoria trabaja con restos arquitectónicos o
fósiles.
El Historiador debe hacer crónica, tratando de asimilar, interpretar y organizar los sucesos.
La Historia reciente cubre un período donde los actores aún están vivos, pudiendo aportar testimonios
de los hechos. Con la ventaja de que hay muchas fuentes disponibles (relatos, recortes de diarios,
documentación, grabaciones, etc.); y la desventaja de que uno es partícipe de esa historia y de alguna
manera hay riesgo de contaminación ideológica, emotividad y pérdida de objetividad.
La Historia es una disciplina que engloba Ciencias y Arte; y es un tipo específico de conocimiento.
Tiene similitudes con el conocimiento científico y las prácticas literarias.
Tipos de conocimientos: práctico, religioso, abstracto, filosófico, literario, científico (sistemático, explora
una categoría de objetos para concluir en leyes o consecuencias).
La Historia busca la objetividad, el historiador no puede reflejar su deseo, sino que debe decir lo que
pasó y no lo que le parece o quisiese que hubiera pasado.
También debe ser verificable, cada afirmación tiene que tener una relación con hechos
comprobables.
Es fiable y es abierta, sujeta a conseguir nuevas informaciones, fuentes, datos y nuevas perspectivas
para analizar los mismos hechos. Es lo particular lo que define la Historia, no un enunciado general.
Mientras que la ciencia cuenta lo que pasa en general, la Historia es un relato, una narración que
cuenta lo que pasó.
De cierta forma la Historia también es literatura, porque hay que saber escribir para darle al lector la
sensación de transcurrir en el tiempo de los hechos que se van sucediendo; pero es verdadero, a
diferencia de la literatura que es ficción.

Importante:
1) El historiador no es juez, estamos muy alejados del momento de los hechos para emitir un
juicio sobre un acontecimiento histórico o el proceder de una persona.
2) Tampoco aplicar ideas, valores y costumbres de nuestra época a lo que sucedía en el pasado,
ya que el ser humano vive en un entorno de costumbres sociales, tradiciones y valores que lo llevan a
actuar de manera diferente. Por lo tanto el trabajo del historiador es el de tratar de recrear ese mundo
del pasado, a todos los personajes hay que tratar de entenderlos para hacer buena Historia.
Recomendaciones técnicas:
1) Hacer un análisis exhaustivo sistemático en la búsqueda de fuentes, no descartar ninguna de
ellas porque no sea de nuestro agrado o no coinciden con nuestras ideas.
2) Ser crítico con cada una de las fuentes, no siempre un documento es verídico, aunque sea una
carta por ejemplo, porque el escritor puede haber distorsionado la verdad por algún fin particular.

El Historiador debe tener la vocación y voluntad de construir la verdadera historia, respetar los hechos
y tratar de encontrar la verdad del pasado.

Causalidad, ¿por qué se producen los hechos?


No hay una verdadera Historia si no se explica cómo y por qué sucedieron las cosas.
Los hechos no suceden porque sí, las cosas no pasan aleatoriamente; y aunque no sabemos lo que
va a suceder, si sabemos que el pasado condiciona el presente.
La historia es el desarrollo de sucesos condicionados entre sí.
La teoría indeterminista: sostiene que todo está definido por fuerzas externas ajenas a nosotros.
La teoría determinista: tiene la visión que todo lo que ocurre obedece a leyes y si conociéramos en
detalle todo lo que sucede podríamos predecir el futuro.
Visión moderna: la teoría matemática y la visión filosófica nos dicen que vivimos en el mundo de la
complejidad, teoría del caos.
Existe un condicionamiento del pasado pero no se puede predecir el futuro.
Todo historiador de evitar exagerar el condicionamiento del pasado (no suponer que estamos
aprisionados por el mismo), pero tampoco debe pensar que todo puede cambiar de una vez.
Tres elementos a tener en cuenta al analizar un fenómeno:
1) Contexto de lo que se estudia: situación internacional, contexto intelectual, ideas que
prevalecían, pensamientos, las costumbres, las limitaciones mentales, el entorno de la situación del
hecho que deseo explicar.
2) Conocer los antecedentes próximos, ¿qué pasó que llevó a tomar determinadas decisiones?, la
secuencia temporal.
3) Proyección hacia el futuro, hacia donde tendía la acción humana. ¿Qué metas se perseguían
ante determinada acción?

El historiador trabaja para reconstruir el ambiente o el contexto y secuencia cronológica de los hechos.
Investigación: es el esfuerzo que se hace para conocer la verdad, es búsqueda de conocimiento lo
más objetivo posible.
1) Para comenzar debo plantearme un problema, una serie de preguntas acerca de algo, el área
temática de la investigación: ¿por qué se produjo?, ¿cuáles fueron las causas de la decadencia de?, le
dan cuerpo al planteamiento de la investigación, me planteo conocer entonces algo que responda las
preguntas que me hice.
2) Debo delimitar el período de tiempo (no puedo estudiarme toda la historia de la humanidad);
debo delimitar el tiempo (desde cuando hasta cuándo), el espacio (una ciudad “X”) y el contenido (si
voy a tener en cuenta aspectos políticos, culturales, etc. o no).
Una vez definido mi planteamiento del problema, debo proceder a elaborar un escrito, llamado
anteproyecto, un breve documento que sintetice el problema y objetivo a investigar (de 2 a 6 páginas).
Luego viene el proyecto de Investigación (de 8 a 10 páginas), donde se amplía el anteproyecto.
Por último va a las fuentes a buscar los datos de la narración de la investigación, que le van a dar
cuerpo, le van a dar vida a la misma.

En conclusión: el historiador primero conoce el área que quiere investigar, luego va definiendo esa
área, planteándose problemas, delimitando el problema para que pueda ser manejable, elaborando un
proyecto de investigación definido, luego va a buscar los datos y finalmente cuando los tiene pasa a
procesarlos (ordenarlos, organizarlos, clasificarlos y criticar su validez); para recién después pasar a la
tarea de escribir.

Los datos se clasifican:


Primarios: los obtiene directamente un investigador, cuando se hace una medición. O por medio de
entrevistas a quien ha participado o ha sido testigo de un hecho histórico, aplicadas obviamente a la
historia más reciente.
Secundario: lo ha hecho otra persona, datos que aparecen en una tabla, fuentes externas.
Que a su vez se dividen en dos: proporcionados por una fuente primaria (información o dato ocurrido
en el momento, una carta de la época o un comentario periodístico realizado en el momento del
hecho, ligado directamente a él) o secundarias, que son las que ofrecen los historiadores.
Las fuentes de datos para el historiador son variables: monumentos y sus inscripciones, documentos
oficiales, leyes, diarios, revistas, libros de la época, documentos privados, películas, fotos, mapas…
todo rastro del pasado es fuente, testimonio físico o verbal del pasado es para nosotros una fuente.

El historiador debe ampliar su visión para obtener la mayor cantidad de fuentes posibles para
complementar una con otra para cotejar y criticar su calidad.

Siendo la crítica la labor crucial del investigador.


Crítica de competencia: ¿el que escribió el hecho era competente para entender lo que estaba
viendo? Para evitar recibir conclusiones erradas por no entender cierto accionar.
Crítica de sinceridad: ¿quién es la persona que está hablando?
Problema de la exactitud: es importante determinar si la fuente habla en términos generales (llegaron
1.000 soldados… ¿los contó, hay otra fuente que lo atestigüe?)
Verificación: comparar las fuentes, es el cruce de informaciones, cotejar una fuente con otra y cuando
hay datos dispares hay que seguir avanzando y seguir buscando hasta rellenar esos vacíos.
Interpretación: ¿hay coherencia en las fuentes?

Febvre, Lucien (1878-1956).


Historiador francés, nacido en Nancy, el 22 de julio de 1878, y muerto en Sant Amons Jura, en el año
1956. Provenía de una familia de ambiente universitario, pues su padre ejercía la docencia en la
Facultad de Letras de la localidad. En su etapa de alumno del Liceo se apasionó por la lectura de
varios autores, historiadores como Desruy y Michelet, así como del geógrafo Eliseé Reclus y del
literato Stendhal. En el año 1901 se diplomó en Estudios Superiores con la publicación de su primer
trabajo serio sobre el Franco-Condado, provincia de donde era oriunda su familia. Al comienzo de su
carrera como investigador se dejó influir por los historiadores que abogaban por una historia
económica, como Paul Mantroux, Emile Bourgeois y Henri Pirenne, además de adherirse a las teorías
revolucionarias del geógrafo Vidal de la Blanche. Se arriesgó en territorios que según la opinión
general no era del dominio de Clío (musa griega que representaba a la Historia). Se entusiasmó por la
Geografía Humana, exploró varias disciplinas, como la Lingüística y la Psicología. Se adhirió al grupo,
que bajo la dirección de Henri Ber, colaboraba en la Revue de Synthese (Revista de Síntesis
Histórica), donde prevalecía una concepción de la historia influida por el pensamiento sociológico, al
que Lucien Febvre siempre fue fiel.
Su cariño hacia la tierra de sus antepasados orientó sus investigaciones históricas, cristalizando en el
año 1911 con la tesis titulada Phileppe II et la Franche-Comté (Felipe II y el Franco-Condado), que
leyó en la Sorbona (París). Febvre, a pesar de la relativa escasa importancia del Franco-Condado,
supo hacer una obra original. Examinó todos los elementos de la zona: los ríos, los molinos de trigo,
las minas, los hornos, los ingresos de los señoríos, la tensión entre nobles y burgueses, etc. Aun
siendo una obra joven y no exenta de fallos, la importancia radicó en el nuevo método de investigación
que proponía su autor. Gracias a esta tesis, ocupó una cátedra en la Universidad de Dijon. Al poco
tiempo, estalló la Primera Guerra Mundial, en donde su participación fue activa en las filas del ejército
francés y donde alcanzó el grado de capitán. Al finalizar la guerra, el gobierno le ofreció un magnífico
galardón con la cátedra en la Universidad de Estrasburgo, en la que permaneció hasta el año 1933.
Esta etapa fue la más fecunda e importante para Lucien Febvre puesto que allí se encontraba la flor y
nata de la universidad francesa. Esto le dio la oportunidad de conocer y trabajar con colegas tan
eminentes como; el psicólogo Charles Blondel, el historiador de Derecho Canónico Gabriel Le Brais, el
medievalista Charles Edmond Perrin, y sobre todo con Marc Bloch, con el que le unió una estrechísima
amistad y mutua admiración.
Ambos hombres, de temperamentos tan distintos (fogoso Febvre y sosegado Bloch) enseguida se
pusieron de acuerdo, ya que ambos tenían las mismas miras científicas: renovar los estudios históricos
en Francia. Esta sintonía de objetivos cristalizó el año 1929 con la creación de una nueva revista
llamada Annales d’histoire économique et sociale (Anales de Historia Económica y Social). En esta
publicación se hizo lo que ambos autores denominaban como "Historia Total", abierta a todas las
tendencias y épocas históricas, sin método alguno prefijado, pero con una gran erudición por parte de
todos los colaboradores, entre los que se encontró desde el primer momento otro de los grandes
monstruos de la historiografía mundial, el belga Henri Pirenne. Gracias a Anales, por primera vez las
investigaciones históricas se tiñeron de una concepción multidisciplinar, donde los geógrafos,
economistas e historiadores se apoyaban mutuamente para enriquecer sus respectivos trabajos.
En 1933, cuando contaba con cincuenta años, ocupó una cátedra en el Colegio de Francia, lo que
significaba liberarse de las prácticas docentes y dedicar más tiempo a sus múltiples trabajos de
investigación. Este hecho no le impidió dirigir un ambicioso proyecto, entre los años 1935-40, que
constaba en la dirección de la L’Encyclopedie Francaise. Esta ocupación llenó de satisfacción a Lucien
Febvre, que se volcó de lleno en su publicación. Febvre se propuso mostrar la unidad del pensamiento
humano a través de la interrelación entre las diferentes ciencias.
Con el estallido de la Segunda Guerra Mundial ocurrió una gran tragedia que le hirió profundamente.
Marc Bloch, por su condición de judío, fue defenestrado por el gobierno colaboracionista nazi de Vichy.
Se lanzó a la resistencia, y cuando fue capturado lo fusilaron, el 16 de junio de 1944.
Al acabar la guerra, Lucien Febvre siguió con la dirección y publicación de la revista Anales, a la que
cambió el título por Annales. Economies, Societés. Civilisations (Anales. Economías. Sociedades.
Civilizaciones). En 1949 se jubiló y fue sustituido por su discípulo más brillante, Fernand Braudel. Pero
siguió en plena actividad hasta su muerte. Fue delegado de Francia ate la UNESCO y director
de Cuadernos de Historia Mundial.
Lo fundamental de Lucien Febvre fue el cómo concebía la historia: ciencia del hombre, ciencia del
pasado humano y no de las cosas o de los conceptos, estudio de las diversas actividades y de las
diversas creaciones del hombre. Por eso era necesario a la hora de hacer historia ponerse al tanto de
lo que hacen y aportan todas las ciencias humanas.
De toda su ingente producción bibliográfica, casi toda traducida al castellano, destacan los siguientes
títulos: Combates por la Historia (Madrid, 1986), Erasmo, la Contrarreforma y el espíritu
moderno (Barcelona, 1970), Martín Lutero: un destino (París, 1928), El problema de la incredulidad en
el siglo XVI: la religión de Rabelais (México, 1959).

Combates por la Historia, Lucien Febvre (1953)


El historiador crea sus materiales de observación o los recrea, parte con un proyecto preciso en la
mente, un problema a resolver, una hipótesis de trabajo a verificar. Ardua tarea, porque no es describir
lo que se ve, sino, ver lo que se debe describir; establecer los hechos y después operar con ellos.
Elaborar un hecho es construir, es dar soluciones a un problema y si no hay un problema, no hay
nada.

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