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ROGELIO GUEVARA
Docente
1. ¿QUÉ ES LITERATURA?
La palabra literatura proviene del término latino litterae, que hace referencia a la
acumulación de saberes para escribir y leer de modo correcto. El concepto posee una
relación estrecha con el arte de la gramática, la retórica y la poética. La literatura es el
arte que tiene por objeto la expresión de las ideas y sentimientos por medio de la
palabra.
2. LA LITERATURA INFANTIL
FUNCIÓN ESTÉTICA: Consiste en hacer llegar a niños y jóvenes los valores artísticos
que el texto posee, con el fin de que desarrollen su sensibilidad y su capacidad de
expresarlos con los medios que disponen. La función estética se caracteriza porque:
Desarrolla la creatividad
Contribuye a formar el buen gusto estético
Despierta en el niño y al joven el gusto por la lectura
Estimula al niño y al joven en diferentes áreas: intelectuales, emocionales y
físicas porque lo incita a la acción (ejemplo: la dramatización).
Esta función tiene un rol muy importante en la formación de niños creativos, críticos,
participativos. Por esto, es importante ofrecerles materiales literarios que participen de
esta categoría, los cuales, por otra parte, sean de su completa aceptación
FUNCIÓN ÉTICA: Mediante esta función, la literatura para niños y jóvenes logra
transmitirles valores formativos que permiten la configuración de la conciencia moral, la
realización del niño y del joven que realmente queremos formar. En este sentido, son
valiosos los textos literarios que encierran un mensaje, que plantean algún aspecto de
los problemas humanos, que contribuyen a la formación de la personalidad, o a una
mejor integración del individuo a la sociedad, y nos permite aprovecharla para:
Despertar y configurar una conciencia moral y social.
Transmitir valores
Formar hábitos
Modificar conductas personales o sociales.
La intención ética no debe de ser evidente, sino que se debe confundir con los
elementos literarios para así no perder las características artísticas indispensables que
proporcionan al lector un libre disfrute. Consciente o inconscientemente, el niño tiende a
rechazar la lección que quieren darle, y desgraciadamente rechazará también, a la vez,
los elementos valiosos y artísticos, muy especialmente en nuestra época en la cual hay
que competir con los medios audiovisuales, los cuales se guardan bien de dar lecciones
aparentes o no aparentes, para no perder a su público.
FUNCIÓN PSICO-SOCIAL: Permite establecer una estrecha comunicación entre el
Maestro y el niño, y entre el niño y el grupo. Los materiales de esta Literatura pueden
presentar detalles que nos permitan atender a las diferencias individuales (niños con
dificultades, con problemas emocionales, niños que no conocen el idioma).Permitirá la
madurez afectiva del niño. A un largo plazo, la función psico-social contribuye a la
formación de hábitos de lectura y a la preparación del buen lector, del lector
consecuente. Recordemos que el buen lector no es aquél que recurre a la lectura para
satisfacer una necesidad momentánea (por que requiere información, tiene que hacer
un trabajo, aprobar un examen, preparar una conferencia o porque necesita distracción
cuando se aburre). El buen lector es el que disfruta, que goza de la lectura, que la
practica en forma constante y que la utiliza para la ampliación de su cultura y para
comprender mejor al mundo que lo rodea.
FUNCIÓN DIDÁCTICA: Consiste en la utilidad que ésta puede prestarnos para las
actividades diarias del aula, bien sea como motivación o para explicar diversos temas, o
para llevar a cabo ejercicios numéricos, lingüísticos, plásticos o de expresión corporal.
Partiendo de las formas literarias, bien sea el cuento o una adivinanza, podemos
transmitir placenteramente a nuestros niños algunas normas higiénicas o sociales, los
primeros conocimientos científicos y tendremos, además, la ventaja de que, la
representación narrativa o poética les ayudará a fijarlos en su memoria y a recordarlos
con placer por largo tiempo. La buena Literatura para niños y jóvenes puede
proporcionarnos las más provechosas y exitosas actividades.
La literatura para niños ha pasado de ser una gran desconocida en el mundo editorial a
acaparar la atención del mundo del libro, donde es enorme su producción, el aumento
del número de premios literarios de Literatura infantil y Juvenil y el volumen de
beneficios que genera. Esto se debe en gran parte al asentamiento de la concepción de
la infancia como una etapa del desarrollo humano propia y específica, es decir, la idea
de que los niños no son, ni adultos en pequeño, ni adultos con minusvalía, se ha hecho
extensiva en la mayoría de las sociedades, por lo que la necesidad de desarrollar una
literatura dirigida y legible hacia y por dicho público se hace cada vez mayor.
Llegado el siglo XVII, el panorama comienza a cambiar y son cada vez más las obras
que versan sobre fantasía, siendo un fiel reflejo de los mitos, leyendas y cuentos,
propios de la trasmisión oral, que ha ido recopilando el saber de la cultura popular
mediante la narración de estas, por parte de las viejas generaciones a las generaciones
infantiles. Además de escribir estas obras o cuentos, donde destacan autores como
Charles Perrault o Madame Leprince de Beaumont, destaca la figura del fabulista, como
Félix María de Samaniego o Tomás de Iriarte. En esta época, además, ocurren dos
acontecimientos trascendentes para la que hoy se conoce como Literatura Infantil, la
publicación, por un lado, de Los viajes de Gulliver-Jonathan Swift- y, por otro, de
Robinson Crusoe -Daniel Defoe-, claros ejemplos de lo que todavía hoy, son dos temas
que reúne la Literatura infantil y Juvenil: los relatos de aventuras y el adentrarse en
mundos imaginados, inexplorados y diferentes.
Una vez llegado el siglo XIX con el movimiento romántico, arriba el siglo de oro de la
literatura infantil. Son muchos los autores que editan sus obras con una extraordinaria
aceptación entre el público más joven. Son los cuentos (Hans Christian Andersen,
Condesa de Ségur, Wilhelm y Jacob Grimm y Oscar Wilde en Europa, y Saturnino
Calleja y Fernán Caballero en España) y las novelas como Alicia en el país de las
maravillas -Lewis Carroll-, La isla del tesoro -Robert L. Stevenson-, El libro de la selva
de Rudyard Kipling, Pinoccio -Carlo Collodi-, las escritas por Julio Verne o Las
aventuras de Tom Sawyer entre otras, las que propiciaron un contexto novedoso para la
instauración de un nuevo género literario destinado al lector más joven en el siglo XX,
donde la ingente producción de Literatura infantil y Juvenil coexiste con las obras del
género adulto.
Son muchas las obras de renombre por citar de la Literatura infantil y Juvenil, como es
el caso de Peter Pan, El Principito, El viento en los sauces, Pippi Calzaslargas o la
colección de relatos sobre la familia Mumin; en todas ellas destaca una nueva visión
que ofrecer al pequeño lector, donde, además de abordar los temas clásicos como las
aventuras o el descubrimiento de nuevos mundos, se tratan la superación de los
miedos, la libertad, las aspiraciones, el mundo de los sueños y los deseos, como actos
de rebeldía frente al mundo adulto. Esta producción aumenta considerablemente en las
décadas de los 70, 80 y 90, con autores como Roald Dahl, Gianni Rodari, Michael
Ende, René Goscinny (El pequeño Nicolás), (Christine Nöstlinger, Laura Gallego García
o Henriette Bichonnier entre otros. En este siglo XX, además, aparecen nuevos
formatos de la Literatura infantil y Juvenil gracias a las técnicas pictóricas y la ilustración
de las historias, donde las palabras son acompañadas de imágenes que contextualizan
la narración y aportando nexos de unión a la historia, es la aparición del libro-álbum o
álbum ilustrado, género en el que destacan autores como Maurice Sendak, Janosch,
Quentin Blake, Leo Lionni, Babette Cole, Ulises Wensell o Fernando Puig Rosado.
Ya, en el siglo XXI, la LIJ se encuentra muy consolidada dentro de los países
occidentales, donde las ventas son enormes y la producción literaria vastísima. Una
fuente básica de información sobre el tema en España es la revista CLIJ, Cuadernos de
Literatura Infantil y Juvenil.
FUNCIÓN ACTUAL DE LA LITERATURA INFANTIL
Lograr reunir todo ello en el acto creador de la literatura supone arrojo, entereza y
extraordinario valor. Implica también trabajo con el lenguaje a fin de alcanzar sencillez,
candor y limpidez, porque para ser auténticos se tiene que hablar desde el niño íntimo y
recóndito, pero además en un código natural y de acuerdo a las expectativas, intereses
y preferencias del niño concreto, aquel que existe y está ligado fervorosamente a la
vida.
- Literario: Que las expresiones de las ideas sean bellas al oído y al entendimiento,
para que aborden el sentir y pensar del pequeño lector.
- De Contenidos: Que el asunto, de algo imaginario, sea sobre todo interesante para
que realmente recree el espíritu, ya que la principal forma de la literatura infantil
debe ser la recreación a modo que los niños/as puedan pasear de las ideas por el
mundo que le rodean o por el camino de su imaginación.
- Éticas: Es muy natural que la literatura infantil siempre debe llevar un mensaje
moralizador pero ello debe ir envuelto en el ropaje literario de la manera más sutil, a
fin de que sea él que lo descubra. Súper editar lo atractivo de la belleza de la obra
de la instrucción, equivale a prestar una lección más de moral, cívica, de historia o
de ciencia para habilitar campos y obtener mejores oportunidades.
- Didáctica: Toda literatura es didáctica puesto que enseña de parte del autor y
queda elección de la clase de información que se quiere transmitir al niño/a, pero
corresponde al docente la decisión del material literario con que cuente, el debe ser
adaptado a la mentalidad e interés de los estudiantes. La literatura infantil como su
nombre lo dice son libros, letras, oraciones, imágenes dedicadas a los niños; es por
esta razón debe existir un tratamiento de la información bastante oportuno y
acertadamente siendo esta clasificadamente para que el niño/a pueda comprender
lo que transmite el autor logrando así cumplir el desarrollo de comprensión literaria.
ESCALONAMIENTO Y PENETRABILIDAD
Dos ideas directrices y su valor respectivo: Vaz Ferreira señala la existencia de dos
modalidades de enseñanza, que difieren tanto en la concepción del funcionamiento y
desarrollo de la inteligencia como en la manera que cada una aconseja para la
presentación del material didáctico y planificación de la clase (lección). La importancia
de estas dos concepciones es tal que, según este autor, bastaría con ellas solas para
desarrollar toda la Pedagogía. Estas ideas son escalonamiento y penetrabilidad.
Vaz Ferreira detecta una oposición teórica entre ambas posturas, y una oposición
histórica. En el escalonamiento, el docente prepara material cuidadosamente para que
no sobrepase la capacidad "actual" del alumno. Exige una muy atenta y cuidadosa
observación del alumno, sus capacidades y su momento de desarrollo. La idea básica
es adaptar la pedagogía a las capacidades del alumno. En la penetrabilidad, se elige
dar material parcialmente ininteligible, con la idea de estimular o posibilitar la reflexión
posterior reflejando un mayor estímulo para el estudiante. Dice que las diferentes ramas
de conocimiento no tienen dos partes sino tres: teoría, práctica y comunicación de las
ideas. En el ejercicio práctico aparece la penetrabilidad. La penetrabilidad es preferible
para enseñar música, pero el escalonamiento para hacer matemática.
EL ESCALONAMIENTO DE LA LITERATURA INFANTIL
Etapa Fantástica: En esta etapa le vienen bien los cuentos de hadas, magos,
gnomos, gigantes, etc. Es el momento de tener una posición positiva de la vida.
(4-6 años).
La penetrabilidad es tanto una característica de los textos literarios como una estrategia
del lector. Todo libro hospitalario es penetrable, es decir, todo libro escrito con buen
estilo, con respeto por las normas y principios textuales puede ser penetrado por las
estrategias del proceso lector. En este juego de penetrabilidades es que se dan la
polisemia y la lectura por capas, las múltiples interpretaciones y el ingreso al texto
desde el propio posicionamiento cognitivo y socio-cultural.
CLASIFICACIÓN DE LA LITERATURA INFANTIL
a. CUENTO
c. LEYENDA
Narración de un suceso maravilloso, que se basa en algo real pero transformado por la
fantasía popular. Como el mito, la leyenda parte de la necesidad que tiene una
comunidad de explicar algo. Sus personajes pueden ser animales, dioses y seres
humanos que tienen relaciones con esos dioses ya través de los cuales se realizan
actos maravillosos.
MITO
Relato en que las comunidades explican el origen de las cosas, la creación del mundo y
del ser humano
NOVELA
Haga uso del humor. Familiarícese con su joven lector y cree un ambiente
distendido, relajado y agradable. Cuide el vocabulario a utilizar, así como el
diseño de las situaciones y modo de actuar de los personajes. Dan muy buen
resultado usar palabras inventadas o rimas graciosas en determinados
momentos. Piense en que su historia sea divertida de leer en voz alta.
En otras palabras, veamos qué elementos no debe tener la verdadera literatura infantil:
EL ANIÑAMIENTO
Parte de una falsa y vulgarizada idea sobre lo que es y lo que piensa un niño. Hay
adultos que creen que por tener un cuerpo pequeño, el menor es tonto, sin inteligencia,
sin capacidad de selección de sus gustos o de comprensión de la calidad de las cosas
que lo rodean. En consecuencia, quien se dirige al niño, sin entenderlo, trata de reducir
las palabras, las imágenes y las temáticas a la pobreza creativa. Buscando lo sencillo,
se llega fácilmente a lo simple.
EL DIDACTISMO
El didactismo concibe al niño exclusivamente como sujeto de aprendizaje, a través de la
literatura. Es un vicio presente en buena parte de los textos infantiles de todas las
épocas, que incide negativamente sobre el posterior desarrollo del pequeño lector, no
sólo desde el punto de vista de su hábito de lectura, sino desde la formación y equilibrio
de su personalidad. Además del esfuerzo que debe hacer el niño en la escuela por
asimilar toda suerte de enseñanzas con métodos no siempre agradables o llamativos,
reciben en todo momento, ya en la casa, o ya en la comunidad en la que se
desenvuelve, otro cúmulo de conocimientos -desordenados, además- envueltos en
reglas de comportamiento, a menudo contradictorias que frecuentemente se niega a
aceptar calladamente. Consecuencia lógica son los continuos conflictos con sus padres,
parientes o adultos cercanos. Si utilizamos la literatura infantil para continuar
torpedeando al lector con cargas informativas, acabamos no sólo ahogándolo con
datos, sino mermándole sus posibilidades naturales de investigación al alejarlo, por
cansancio, del hábito de la lectura.
El didactismo no solamente puede pretender instruir a toda costa; también puede ser:
- Moralizante: Utilización del texto literario para comunicar al niño los principios
morales propios del autor y del momento social en el que éste se desarrolla.
- Religioso: Uso del libro infantil para crear en el niño un afecto especial hacia
una determinada confesión o fe religiosa.
- Ideologista: Esta forma de didactismo, que a menudo resume las tres anteriores
pero que tiene no obstante perfiles propios, es la más peligrosa desde el punto
de vista de la formación mental del niño. Su propósito es construir en la mente
del pequeño lector una predeterminada concepción del mundo. De ella depende,
finalmente, lo que ese niño va a decir sobre el mundo, la sociedad y el
pensamiento. Esta forma de penetrar la conciencia del niño, frecuentemente
tiene un fin político o partidista. Toda persona tiene una concepción ideológica
del mundo que le ha tocado vivir. El autor de literatura infantil tiene obviamente
su propia y personal visión de la realidad. El problema nace cuando utiliza el
libro infantil para manipular la conciencia del pequeño lector hacia determinada
concepción del mundo, el niño acude al libro para divertirse.
EL PATERNALISMO
En la literatura trata al lector siempre como a un hijo. El niño entiende que el libro así
concebido es una especie de remedo pobre de su padre y lo rechaza. Su curiosidad
natural al ampliar su universo se resiente ante esta reducida concepción de lo que debe
ser el universo infantil. Curiosamente, la falla mayor del paternalismo literario es su
melosidad. Se cree falsamente que, para dirigirse a un niño literariamente, es necesario
un tratamiento dulzón, absolutamente pueril, que el niño inmediatamente rechaza. Todo
niño huye instintivamente del manoseo de los adultos en la realidad. Con mayor razón
en la literatura, a la cual acude, entre otras razones, cuando necesita huir de la
normatividad que le imponen los adultos, y adquirir autonomía como individuo,
afirmando su independencia.
LA CURSILERÍA
Este vicio, que también se encuentra con alguna frecuencia en el tratamiento de los
libros dedicados a los pequeños lectores, surge cuando el escritor, queriendo tener un
estilo literario demasiado elegante y formal, cae precisamente en lo preciosista, ridículo
y de mal gusto; lo cursi es mal recibido por los niños, por ser poco espontáneo y
natural.
EL MARAVILLISMO
Es la falsa pretensión de algunos libros infantiles de atraer la atención del lector, a partir
de exageraciones que supuestamente captan el interés del niño. El recurrir a múltiples
adjetivos de manera frecuente y directa (fantástico, maravilloso, magnífico, majestuoso)
o a imágenes truculentas, cubre fallas de la trama, del cuento, el acontecimiento o el
personaje que no son realmente fantásticos o maravillosos, sino tontos y faltos de
interés. Indican, además, no sólo pobreza en el lenguaje, sino incapacidad imaginativa
y narrativa por parte del escritor. Hacen el texto denso y difícil de entender".
4. LA LITERATURA INFANTIL EN LA ESCUELA
La escuela es la entidad más eficaz en la promoción de la literatura infantil, bien sea por
el afán de crear hábitos lectores en los niños, bien por la contribución de autores
profesores y editoriales vinculadas a la educación. Tal vez éste sea un estadio por el
que hayan de pasar todos los países donde la literatura infantil está en período de
desarrollo, pero el mantenimiento indefinido de esta situación coloca a la escuela en
disposición de ejercer, directa o indirectamente -por sí misma o por las editoriales
pedagógicas y los autores profesores- si no el control sobre la literatura infantil, sí, por
lo menos, la influencia de una de las corrientes determinantes de ella. Ignorar esta
circunstancia sería miopía imperdonable.
Una gran mayoría de padres sueñan con que la escuela, o el entorno social, o ellos
mismos, criarán niños lectores, “así nomás”, casi mágicamente, debiéramos internalizar
con absoluta responsabilidad, la frase de Jacqueline Cimaz: “No hacemos no-lectores,
nos hacemos no-lectores”. El comportamiento lector, es la suma de muchos esfuerzos
mancomunados que debemos manejar con total lucidez y conocimiento. Se deben
enfatizar con caracteres específicos, las figuras de quienes oficiarán de intermediarios
entre la literatura y su destinatario infantil: el maestro, el animador cultural, el
bibliotecario, el especialista, el adulto en general, el grupo familiar. Que desaparezcan
los parámetros únicamente “adultos” y que la tarea de elegir libros para la infancia
signifique, de una vez, el resultado de una visión vitalista e integradora.
5. LA LECTURA COMO UN APRENDIZAJE DEL LENGUAJE
Entender las palabras: Los niños necesitan aprender estrategias que los ayuden a
entender las palabras que no les son familiares. Por ejemplo, a descifrar por
contexto.
El hogar: En el hogar, los niños deberían tener sus propios libros y materiales para
escribir. Periódicos, revistas, diccionarios, atlas y otros materiales de lectura
informativa comunican al niño que leer es importante.
Gabriel García Márquez propone una interesante obra, hace precisar que las artes y las
letras son emocionales y sentimentales teniendo en el niño aptitudes y actitudes siendo
estas algo que pasara inadvertidas para sus padres despistados y sus fatigados
maestros, observando esta idea principal, es importante observar la aptitud como la
habilidad y destreza que el niño desarrolla y la actitud la capacidad mental y emocional
que desarrolla para realizar cualquier acción, en este caso la educación y enseñanza.
El autor en la primera parte hace alusión a la aptitud que los niños deben desarrollar,
por medio de una diversidad de medios y métodos, basados principalmente en las artes
y mas disciplinas, por medio de literatura, canciones, mas multimedia entre otras, para
despertar un sentido propio por la estética y la curiosidad y así logrando una vocación y
una aptitud.
Después hace el llamado de atención, hacia los padres que limitan a sus hijos a
estudiar lo que ellos creen pertinente, sin tener en cuenta la decisión que los niños
tengan, omitiendo sus habilidades y destrezas, y suprimiendo su espíritu autónomo que
genera seres humanos dependientes y sujetos a las decisiones de los demás.
PREGUNTA PROBLEMA
¿Cuáles son las concepciones que deben tener los maestros de preescolar sobre
la literatura infantil en su práctica pedagógica?
Esta literatura para niños comprende distintos géneros literarios desde poesías,
cuentos, fábulas hasta novelas, entre otros. Casi siempre lo que se desea es que el
niño lea, que interactúe con los libros y además reflexione luego en torno a lo que ha
leído. Es por esta razón que los autores son cuidadosos a la hora de elaborar un libro
para niños y tienen en consideración que aquello que el niño lee, pues de alguna
manera es un mensaje que recibirán los mismos, de allí que en la literatura infantil se
busque, a través de la lectura enriquecer el vocabulario de los niños y niñas, reformar
los elementos de una historia y de las secuencias narrativas, así como despertar su
imaginación, es por ello que el rol del docente es fundamental ya que debemos facilitar
a los estudiantes, textos donde puedan transformar su realidad, es decir puedan
discernir en los diversos contextos en los cuales ellos interactúan. En este orden de
ideas, en los temas de la literatura infantil jamás parecen agotarse y en su mayoría los
elementos fantásticos y mágicos gozan de especial privilegio. Precisamente son los
niños los más propensos a ser impresionados por la lectura de hechos que están
relacionados con magia o con los hechos prodigiosos de algún héroe. Lo fantástico
proporciona al niño un mundo infinito de posibilidades ajenas a la naturaleza real y esto
hace de la lectura un mundo también maravilloso.
La crítica literaria moderna considera esencial el carácter de "literatura", por lo que hoy
se excluye, de la producción presente, los textos básicamente morales o educativos.
Esta es una concepción muy reciente y casi inédita en la Historia de la Literatura. La
literatura para niños ha ido creciendo a medida que se asentaba la concepción de la
infancia como una etapa del desarrollo humano propia y específica; esto es, según se
extendía la idea de que los niños no son ni adultos en pequeño ni adultos con
minusvalía.
PREGUNTA GENERADORA
Una vez afianzados los procesos de lectura y escritura, los alumnos se inician en una
lectura comprensiva de los textos y a redactar sus propias opiniones, conclusiones...
Además estudiarán los recursos y géneros literarios que ampliarán sus posibilidades a
la hora de escribir y sus conocimientos sobre este arte.
Por todo esto, como futura maestra, pienso que la lectura y la escritura es el mayor
instrumento que tenemos los seres humanos para expresarnos y para vivir el día a día.
La literatura infantil tiene funciones muy importantes en el desarrollo del niño como lo
es, la función socializadora, estético creadora, emocional, lingüística y auditiva por lo
que su importancia en la vida de cada niño debe ser insustituible, por tal motivo, los
docentes debemos incorporar la literatura infantil en el aula, no como un requisitos y no
como una necesidad del niño que contribuye con todo el proceso formativo de los
estudiantes; pero, la literatura no solo se puede presentar en libros sino que se puede
hacer uso de los recursos audiovisuales que en todo caso, no deben ser un fin sino un
medio para crear el gusto por la literatura.