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http://www.huila.gov.co/documentos/educacion/huilaensena/Guias%20Escuela
%20Nueva/Manuales%20implementaci%C3%B3n/Generalidades%20y
%20Orientaciones%20Pedag%C3%B3gicas%20para%20Transici%C3%B3n%20y
%20.pdf

http://www.docstoc.com/docs/16618289/propuesta---DOC

EL PAPEL DEL CUENTO EN EL DESARROLLO DE LAS HABILIDADES DE


COMUNICACIÓN.

En muchas ocasiones, los adultos en general y los docentes en particular, no somos


conscientes de la importancia que tienen los cuentos en el desarrollo de los niños y
contamos los cuentos bien para entretener o bien porque sabemos que les gustan a los
niños.

Los cuentos tienen una gran variedad de implicaciones positivas en el proceso de


enseñanza-aprendizaje que los docentes en la escuela y la familia en sus casas
debemos aprovechar para educar a los más pequeños, y entre otras tenemos las
siguientes:

 Permite a los niños comprender hechos y sentimientos de los otros, es decir,


desarrollar su empatía.
 Les permite convertir lo fantástico en real y viceversa.
 Dar rienda suelta a su imaginación y a su fantasía.
 Desarrollan su creatividad.
 Resolver conflictos y comprenderlos.
 Enseñan al niño a escuchar y a centrar atención a través de las narraciones.
 Favorecen la expresión y la comunicación.
 Ayudan a los niños a desarrollar su autoestima.
 Facilitan la estructuración temporal mediante la sucesión de hechos.
 Favorecen la construcción de un código moral, al empezar a comprender a
través de ellos lo que está bien y lo que está mal.
 Satisfacen las ansias y la necesidad de acción que los niños y niñas tienen.
 Desarrollan el lenguaje verbal.
 Ayudan a ir superando su egocentrismo, pues empiezan a salir de su mundo y a
pensar en los demás.
 Mitigan la frustración y fomentan la esperanza.
 Favorecen la sensibilidad.
 Contribuyen al desarrollo de la lógica infantil.
 Desempeñan una importante función catártica, ayudando a los niños a descargar
agresividad y ansiedad, eliminando a través de ellos tensiones y miedos.
 Favorecen el desarrollo de habilidades sociales.
 Ayudan al niño/a a ser disciplinado.
 Aceleran el desarrollo integral del alumnado, al someter a los niños a diferentes
situaciones y problemas.
 Favorecen las relaciones personales entre el narrador (maestro, padre, madre,
abuelo…) y el niño.
 Crean hábitos de sensibilidad artística, que serán positivos en etapas
posteriores.

A través de los cuentos, además de desarrollar y adquirir contenidos de las diferentes


áreas del Currículo, ya que son un gran eje globalizador, podemos también contribuir al
desarrollo de las Competencias Básicas, del Currículo. Los cuentos influyen en la
consecución de todas ellas. Competencia Lingüística, Competencia Matemática,
Competencia Social y Ciudadana, etc. Pero mención especial merece la Competencia
Emocional, ya que esta supone el desarrollo de habilidades emocionales básicas para
aprender a sentir y a convivir, y, en este sentido, el cuento aquí tiene mucho que decir,
pues desempeña un papel fundamental.

NARRACIÓN DE CUENTOS Y LECTURA ORAL DE CUENTOS

Lo de narrar y leer cuentos a los niños, aunque aparenta ser una innovación producto
de las modernas teorías del aprendizaje; es algo que se ha venido proponiendo
formalmente desde hace siglos. Decimos formalmente, porque la narración espontánea
e informal de cuentos, se entiende que data desde la prehistoria. (Época donde aún no
se había inventado la escritura). La madre prehistórica seguramente le contaba cuentos
a sus hijos; hipótesis que ha sido sustentada por estudios antropológicos sobre la
tradición oral de culturas primitivas.

Entre los que han propuesto la narración y lectura de cuentos, como método para
fomentar el desarrollo intelectual moral y estético de los niños, figuran el alemán
Federico Froebel, en el siglo diecinueve; el checo Jan Amos Comenius, en el siglo XVII;
el español Raimundo Lulio, en el siglo catorce; y el filósofo griego Platón, quien vivió
hace más de trescientos años antes de Cristo.

• Platón, en Las Leyes, nos hablaba de: “contarles cuentos edificantes” a los niños.
• Raimundo Lulio, compuso, entre otros, el libro Ars puerilis, para uso de los maestros
en la enseñanza de los niños.
• Comenius, aconsejaba: “relatar cuentos a los niños para educar sus sentimientos”
• Federico Froebel, conocido como el padre del Kindergarten, nos indicaba que para
un mejor cultivo del lenguaje en los niños, éstos debían escuchar e interpretar
canciones, poemas, jugar rondas y escuchar narraciones.
 
Sobre Los Orígenes de la literatura infantil.
No sabemos con certeza, cuándo, dónde, ni cómo se originó la literatura infantil.
Reconocemos, sin embargo, que la literatura toda, y muy especialmente la infantil, ha
recibido una enorme influencia del folclor.  La palabra folklore fue creada por el Sr.
William J. Thoms, en el año 1846, para designar el conocimiento sobre las costumbres
y creencias de los pueblos. Folk equivale a gente y lore  a sabiduría (o a conocimiento
común). Las obras del folclor son anónimas, son creaciones colectivas de los pueblos
que nos han sido trasmitidas, principalmente, a través de la vía oral.

 Raimundo Lulio, en España; Charles Perrault, en Francia y los hermanos Wilhelm y


Jacob Grimm, en Alemania, entre otros, han recogido del folclor los ingredientes
esenciales para construir su literatura: Las creencias en hadas, brujas, duendes,
encantamientos, sortilegios, etc.  Cabe aclarar, que dicha literatura no estuvo,
originalmente, destinada a los niños. Por tal razón, muchos de los cuentos, recogidos,
estaban plagados de violencia: torturas, traiciones y asesinatos. Hubo que pulir y
desbrozar muchos de ellos para adecuarlos a los niños.

Los primeros libros infantiles


Los primeros libros, intencionadamente, destinados a los niños fueron, en su mayoría,
producidos por pedagogos encargados de la instrucción de los hijos de los nobles y de
las familias ricas. Predominaban en estos, las cartillas y abecedarios para enseñar a
leer, los catecismos doctrinales, libros de historia, de fábulas, de aritmética, de modales
y buenas costumbres, etc. Estos libros didácticos se enfrentaban, en aquel entonces, a
las leyendas y cuentos folclóricos que, a pesar de su rudeza, capturaban la imaginación
del niño.

Desde entonces, la batalla por la hegemonía entre el propósito didáctico y la finalidad


estética, en la literatura infantil, continúa. De un lado están los que piensan que el
propósito esencial de la literatura para niños debe ser didáctico. Según quienes así
piensan, la función primordial de los cuentos y poemas es la de trasmitir conocimientos
e instruir. Por otro lado, estamos, los que consideramos que la principal función de la
literatura infantil es ser disfrutada.

Históricamente, los niños han demostrado predilección por las obras que les causan
deleite y gozo, sobre aquellas, que bajo el disfraz de literatura infantil, procura
instruirlos. En este particular, los niños, son mucho más sabios que los adultos, pues,
saben distinguir entre lo utilitario y lo bello, entre lo material y lo espiritual. Y es, vale
aclararlo de una vez y por todas, que, a nuestro entender, la literatura no se crea con un
fin didáctico, sino estético; la belleza y su goce es su propia finalidad y la enseñanza
que ésta pueda contener nos viene por añadidura.

PSICOLITERATURA O LIBROS DE FAMILIA


Si por “psicoliteratura” entendemos cualquier texto que nos conmueva, que nos haga
reflexionar y que nos ayude a comprendernos, convendremos que toda buena literatura
responde claramente a estos propósitos. Sin embargo, ahora vamos a caracterizar la
psicoliteratura como una corriente concreta dentro de la literatura infantil y juvenil,
también llamada “libros de superación de problemas.” O “libros de familia”. O de
“realismo amargo”. O de “realismo crítico” No sabemos cómo llamar a este tipo de
libros, porque no existe una denominación única para esta literatura.

Varios autores han tratado de definir qué es exactamente la psicoliteratura. Una de las
mayores expertas en la materia, Gemma Lluch, describe estos libros como textos
narrativos que presentan la lucha de un niño, niña o adolescente, enfrentado a un
problema psicológico, ambiental, moral, vital, o de angustia existencial. La índole de
estos problemas es variada: desde desavenencias con los padres a rechazo escolar;
desde el descubrimiento de la propia sexualidad a la muerte de un ser querido; desde
anorexia a maltrato doméstico; desde los problemas sociales a los económicos; desde
los celos a la enfermedad grave.
Nos los suele contar un protagonista –en primera persona, o con un narrador que lo
sigue de cerca-, y muestra tanto su angustia como sus tentativas de superación, que
aparecen en forma de ayuda de un amigo o un terapeuta o del redescubrimiento de los
padres o de la profundización en sí mismo. La acción transcurre en la actualidad, en
situaciones habituales en el mundo occidental–clase media, el instituto, el barrio...- o
bien se sitúa en ambientes marginales donde los personajes han de encontrar
soluciones radicales para una vida ya de por sí difícil.

Este tipo de literatura, en menor o mayor grado, pide al lector una identificación, una
proyección de sus propios desvelos. A cambio, el libro le ofrece la posibilidad de verlos
proyectados y de ejemplificar una forma de superarlos. De ahí, pues, que se les
denomine, entre otras formas, “de superación de problemas”.

¿Cuándo y dónde nació esta tendencia, o corriente? Suele decirse que la


psicoliteratura, tal como aquí la hemos descrito, nació en el ámbito de la literatura
juvenil europea a finales de los 70. Libros como Papá de noche, de María Gripe, o La
abuela, de Peter Härtling, que plantean de forma directa cuestiones como la familia
monoparental, o la convivencia forzada entre generaciones, se publicaron entre los 70 y
los 80 del pasado siglo. España, que estaba acoplando su paso al ritmo europeo en
aquellos años, adoptó el modelo con entusiasmo. Los 80 eran años de efervescencia
creadora, y la literatura infantil y juvenil española -en las cuatro lenguas de nuestro
país- acogía esta nueva fórmula y la adaptaba a los parámetros propios.

Algunos autores sostienen que esta literatura tiene un precedente muy, muy antiguo.
Efectivamente, los cuentos tradicionales esconden ya un trasfondo de cuestiones
vitales: dolor, muerte, paso a la adolescencia, rechazo familiar...Sus pequeños
protagonistas, que han de superar pruebas terribles, ¿no nos están invitando también a
proyectar nuestras angustias y a ejemplificar nuestros desasosiegos? No nos muestran
un camino de superación de inquietudes? Sin embargo, ¡qué diferentes son estos
relatos llenos de fantasía y portentos, de un libro como Billete de ida y vuelta, de
Gemma Lienas, en el que se nos describe con minuciosidad fotográfica el infierno de
una anoréxica actual.

Los cuentos utilizan elementos simbólicos, historias fantásticas con niñas que duermen
cien años y se despiertan con besos (el paso a la sexualidad adulta) o casitas de
caramelo (el deseo ilimitado de comer). La psicoliteratura, en cambio, se ancla en una
realidad similar a la del lector, llama a las cosas por su nombre y plantea los problemas
sin circunloquios ni metáforas. De forma cruda e incluso cruel, a veces, con personajes
muy parecidos al lector en situaciones paralelas a las que éste puede vivir cada día.

Y hoy, ¿sigue vigente el modelo de la psicoliteratura? Han pasado ya muchos años y


podemos ver si fue una moda pasajera o ha sido una tendencia que ha perdurado y
evolucionado. También los lectores y la sociedad han cambiado. En el año 2010, la
psicoliteratura forma parte del mundo de la literatura para niños y adolescentes. Pero
podríamos decir que se manifiesta en tres formas:

• Por impregnación. Hoy día la mayoría de libros para adolescentes y para niños
recogen los frutos de aquella corriente específica de los 70 y 80. Ya no se plantea
como una novedad, o como un atrevimiento la presencia de ciertos temas como
muerte, sexualidad o disgregación de las formas familiares. Los lectores que han
nacido a finales del milenio anterior encuentran ya integrada la psicoliteratura a sus
fórmulas narrativas.

• Por especialización. La transversalidad, la educación en valores y otros aspectos


de la pedagogía actual han conseguido que algunas editoriales se planteen ciertos
temas de una forma sistematizada. Hoy se ofrecen a niños o a preadolescentes
algunas obras tal vez excesivamente dirigidas hacia la “reflexión de problemas” e
incluso colecciones en que se busca claramente un objetivo de análisis de aspectos
de la realidad.

• Por innovación. La irrupción del libro-álbum, o de la novela gráfica, como


propuestas innovadoras de lectura ha cambiado la perspectiva de la literatura
infantil y juvenil, tanto para los primeros lectores como para los adolescentes. Los
temas duros, o considerados tradicionalmente alejados del libro ilustrados, como la
muerte, la opresión social o la incomunicación, han dado lugar a propuestas
excelentes como El pato y la muerte o La composición, entre otros

Hoy, pues, la psicoliteratura puede funcionar como un género dentro de la gran


corriente narrativa de la LIJ, o como un puente entre la literatura infantil y la de
adultos, o incluso como una subespecie de libros terapéuticos Pero sabemos que la
literatura, toda literatura buena, nos ayuda a conocernos mejor y a superar nuestros
problemas. Los mediadores de la literatura infantil y juvenil conocen bien a sus
lectores y han de encontrar el libro adecuado para cada uno, al margen del género
o la especie. Que llegue auténticamente a su corazón.
CURSO: EL MUNDO DE LA LITERATURA INFANTIL

PRUEBA ESCRITA DE CONVOCATORIA INSTITUCIONAL

1. ¿Cuáles son según su criterio los logros alcanzados a través del curso taller de
literatura infantil?

2. En un cuadro comparativo, resuma las funciones de la literatura infantil y


relaciónelas con los campos de la naturaleza del niño y los pilares éticos.
3. Que actividades son indispensables para fomentar el gusto por la lectura en l@s
niñ@s?

4. Al igual que la narración de cuentos, la lectura oral de cuentos ayuda a desarrollar


destrezas importantísimas. ¿Cuáles destrezas son las desarrolladas y que aspectos debemos
tener en cuenta en la narración y lectura oral de cuentos para l@s niñ@s?

5. Si queremos tener lectores(as) habrá que “invitarl@s”. ¿Cómo lo podemos hacer y


qué papel cumplimos como docentes?

6. ¿Qué papel cumple el maestro en relación con la literatura y el futuro?

7. ¿La literatura a que intereses debe responder con respecto al(a) niñ@?

8. Cuando el(la) maestr@ le ofrece al(a) niñ@ literatura. ¿Cuáles son las
características que debe poseer esta literatura infantil para que cumpla su propósito?

9. Como docentes debemos estar preparados ante las distintas problemáticas que se
presentan en la enseñanza de la lecto-escritura. Por favor registrar los problemas que se
pueden presentar en este campo y de igual forma las actividades que permiten favorecer la
habilidad de l@s niños para leer y escribir.

10. Opcional (responder una de las dos siguientes preguntas):


 Comente sobre la lectura “Un manual para ser niño” de Gabriel García Márquez.
 ¿Qué pasa con la literatura infantil en el actual diseño curricular?

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