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Los cuidados por parte de Enfermería en el área preoperatoria son el conjunto de actividades

destinadas a la preparación física y psicológica del paciente, también comprenden aquellas dirigidas
a organizar la historia clínica. Además se pretende identificar condiciones que puedan alterar los
resultados de la intervención y la prevención de posibles complicaciones quirúrgicas.

Podemos dividir el preoperatorio en dos fases:

 Mediato: Desde que el paciente decide intervenirse hasta 12 horas antes de la intervención.
 Inmediato: Desde las 2-4 horas antes de la intervención hasta la sala de operaciones.

Dentro del periodo mediato, se originan una serie de intervenciones en el paciente entre las que
debemos destacar:

 Recibir al paciente y la autorización para la cirugía. En este punto debemos asesorar al


paciente, informándole y resolviendo todas las dudas que pueden planteársele frente a la
cirugía, logrando controlar el temor y la ansiedad que puede presentar. La firma del
consentimiento para realizar la intervención es de gran importancia, ya que permite que la
cirugía se lleve a cabo.
 Se debe realizar un examen fisiológico, controlando sus constantes vitales, para asegurarnos
que el paciente ingresa con total seguridad evitando riesgos que puedan aparecer en el
postoperatorio o durante la cirugía.
 Revisamos la historia clínica del paciente y comprobamos que se encuentren todas las
pruebas necesarias, resultados de análisis de sangre, pruebas radiológicas…
 Pedir al paciente que se realice aseo mostrando especial interés en zonas de pliegues. En el
caso de paciente encamado, realizar el aseo en la cama.
 Informar al paciente sobre las horas de ayuno previas a la cirugía, indicándole la hora límite a
partir de la cual no debe consumir ningún alimento por boca.

Para el periodo inmediato, las intervenciones enfermeras que se deben realizar son las siguientes:

 Controlar los signos vitales.


 Comprobar que el paciente ha mantenido la ayuna prequirúrgica.
 Administrar medicamentos prequirúrgicos según indicación médica: antibióticos, sedantes,
analgésicos…
 Identificar al paciente con su nombre completo, número de habitación y de cama, y servicio en
el que se encuentra.
 Retirar del paciente todos los objetos metálicos, prótesis dentales, prótesis oculares…
 Comprobar que la zona quirúrgica no tenga vellos, y proceder al rasurado si fuese preciso,
según las indicaciones médicas o según operación quirúrgica.
 Comprobar nuevamente que la historia clínica del paciente este completa, con los
consentimientos quirúrgicos necesarios firmados y las pruebas correspondientes.
 Colocar al paciente los elementos necesarios para la intervención, como gorro quirúrgico,
bata especial. Además de realizar la cura de las heridas, poniendo vendajes limpios.
 Asegurarnos de que la canalización de la vía periférica está permeable, haciendo especial
interés en que esta sea de un calibre adecuado para la cirugía a realizar.
Cuidados Pre-operatorios
En el contexto hospitalario, y en especial en el escenario quirúrgico, el paciente será el centro de atención constante para
brindar una atención integral y de calidad en la que el personal de enfermería juega un papel importante, sin embargo, el trabajo
en equipo es indispensable para lograr la calidad durante las etapas peri-operatorias, clasificadas de la siguiente manera:

a) Etapa pre-operatoria: Durante esta etapa se inicia la identificación correcta del paciente,
examen físico minucioso, exámenes de laboratorio y de radiología, preparación física (preparación
de la piel y, en especial, la preparación psicológica).
b) Etapa trans-operatoria: Es el periodo que transcurre desde que el paciente se sujeta al
procedimiento quirúrgico, hasta su traslado a la sala de recuperación.
c) Etapa post-operatoria se puede dividir en tres partes: El periodo inmediato que incluye la
atención que se proporciona al paciente en la sala de recuperación y durante las primeras horas en
la sala de hospitalización. El periodo intermedio incluye la atención durante la convalecencia de la
cirugía, hasta la pre-alta del paciente. La tercera etapa de la post-operatoria consiste en la
planeación de alta, enseñanza de cuidados en el hogar y recomendaciones especiales.

Cuidado del paciente en la etapa pre-operatoria


Esta etapa comprende desde el momento en que se decide la cirugía, hasta que da inicio la misma.
La asistencia de enfermería en esta etapa influye sobre la experiencia peri-operatoria global del
paciente, por lo que es primordial valorar la respuesta psicológica (ansiedad) y fisiológica del
paciente. Iniciaremos por los aspectos psicológicos:

Ansiedad pre-operatoria
La ansiedad y el estrés en el paciente es un factor esencial que especialmente el personal de
enfermería debe afrontar como un reto a vencer, ya que no existe un patrón de “rutina”, sino debe
ser enfocado en forma particular a cada paciente y el desafío consiste en identificar, planear y
proporcionar un plan de asistencia que cubra las necesidades específicas de cada paciente.
Tomando en cuenta la edad, evaluación física y psicológica, aspectos socioculturales, grado de
temor elevado, moderado o escaso.

Una intervención quirúrgica origina ansiedad o estrés o ambas situaciones que dan respuestas
fisiológicas y psicológicas, cuyo grado depende de múltiples factores, de los cuales
mencionaremos algunos:

 Temor a lo desconocido, incertidumbre en relación al resultado de la cirugía o


desconocimiento acerca de la experiencia quirúrgica (paciente que es intervenido por
primera vez).
 Temor a la anestesia, miedo a una inducción desagradable, a imprevistos durante la
anestesia, a despertarse durante la intervención quirúrgica o a sentir dolor mientras está
bajo los efectos. Este temor suele estar relacionado con pérdida de control mientras se
está bajo la anestesia, acciones o situaciones verbales fuera de control y el miedo a lo
desconocido.
 Temor al dolor o a una analgesia post-operatoria no adecuada o no efectiva, el cual es un
temor habitual.
 Temor a la muerte, es frecuente que el paciente experimente esta sensación a pesar de los
avances científicos y tecnológicos en cuanto a cirugía y anestesia se refiere, no existe
ninguna intervención quirúrgica ni anestesia totalmente segura. No obstante, en la vida
diaria los individuos nos enfrentamos a riesgos mayores que lo que respecta a una cirugía.
 Temor a la separación, el paciente queda separado de su entorno familiar y de trabajo, el
dejar tareas, contratos, el temor a no retornar por un tiempo o definitivamente. Un masaje en a los
pacientes cirugía.
 Temor a la alteración de los patrones de la vida, el temor a una capacidad temporal o
definitiva, posterior a la cirugía. La recuperación interfiere en forma variable en las
actividades cotidianas, de trabajo y en las profesionales.
 Temor a la mutilación o pérdida de una parte del cuerpo. Se debe considerar que la
cirugía altera la integridad corporal y amenaza la imagen corporal. El paciente pediátrico
requiere de una atención especial y apropiada, nivel de desarrollo, personalidad, historia y
experiencia pasadas con profesionales de la salud y hospitales, antecedentes generales,
entorno familiar, socioeconómico y cultural, los cuales servirán de referencia a la
creación de un plan de asistencia para hacer frente a sus temores, de los cuales podemos
señalar:

a) Daño físico, lesión corporal, dolor, mutilación, muerte, etc.


b) Separación de los padres.
c) Ambiente extraño y desconocido.
d) Confusión e incertidumbre sobre sus límites de conducta esperada.
e) Pérdida del control de su mundo y de su autonomía.
f) Temor a la anestesia.
g) Temor al procedimiento quirúrgico.

Respuestas emocionales y defensivas

Al valorar la ansiedad o estrés en un paciente en etapa pre-operatoria, es necesario


examinar conductas que en ocasiones son exageradas o que nos pueden dar la pauta para
ayudar al paciente a superarlas.

Retraimiento
Suele manifestar aumento del tiempo de sueño, falta de disposición para hablar,
desinterés, falsas ilusiones.

Ira
Manifiesta un comportamiento hostil con resentimiento, agresividad, falta de
adaptabilidad, maldiciones, presunción, intentos para obtener el control e independencia.

Negación
Bromas, actitud descuidada, risa inapropiada, rechazo inminente al hablar de la cirugía.

 
Medidas para disminuir la ansiedad y el estrés

1. Establecer una relación de confianza.


2. Estimular la verbalización de sentimientos (exteriorización).
3. Utilizar el tacto para comunicación con interés genuino.
4. Evitar proporcionar falsas seguridades, utilizar resultados realistas.
5. Utilizar técnicas para reducir el estrés. Una técnica consiste en pedirle al paciente que La valoración del paciente
imagine un cielo azul y claro, con una nube mullida blanca. Se pide al paciente se antes de una cirugía requiere
de auscultación.
concentre por 10 minutos, esta técnica a menudo permite la relajación de mente y cuerpo,
otra alternativa sería, hacer que el paciente imagine un lugar o paisaje favorito.
6. Escuchar con atención al paciente para detectar y dialogar sobre los factores estresantes
que originan retraimiento, ira o negación.
7. Cuando el paciente empiece a relajarse, reforzar el éxito logrado. Ayudarlo a reconocer su
fuerza y progresos. Asimismo, estimularlo para que se mantenga alerta ante la tensión
creciente y revierta de inmediato el aumento de ésta.

Respuesta fisiológica a la cirugía


En las personas sanas, la homeostasis se mantiene gracias al sistema de mecanismos de control autorregulados, a través del
sistema neuroendócrino y hormonal dirigidos a conservar la energía y a facilitar la reparación de las lesiones.
1. La respuesta metabólica al estrés quirúrgico se caracteriza por la liberación de catecolaminas, glucocorticoides,
hormona del crecimiento y glucagón, con la supresión de insulina, dando como resultado una reacción catabólica. La
duración y magnitud de la respuesta fisiológica depende de la extensión de la lesión quirúrgica, las enfermedades
existentes, de las infecciones, medicamentes, inanición, anestesia, estado psicológico y diversos factores específicos de
cada paciente.
2. El paciente puede presentar variación en los signos vitales, aumento de la tensión arterial de la frecuencia respiratoria y
cardiaca. Vasoconstricción de vasos sanguíneos periféricos, dedos de manos y pies fríos con ligero aumento del llenado
capilar. Vasoconstricción de vasos renales, con disminución del gasto urinario con relación a la ingesta de líquidos.
Vasoconstricción de vasos gástricos y mesentéricos manifestado por náuseas y vómitos, distensión abdominal con
flatos, disminución de los ruidos intestinales, hiperactividad y diarrea.

Valoración prequirúrgica
La valoración proporciona datos básicos del paciente, iniciando con al somatometría, cifras de signos vitales, anamnesis,
historia clínica, el estado nutricional, de hidratación, etc.

Historia clínica
Es importante hacer un interrogatorio completo que incluya datos que deberán tomarse en cuenta y algunos documentarse con
fechas, los cuales pueden dar la pauta y prevenir de complicaciones trans y post-operatorias, como son:

 Alergias a medicamentos, alimentos yodo povidona y al látex, que pueden ser de leves a
letales.
 Tomar en cuenta la dosis de los fármacos actuales prescritos y no prescritos, vía de
administración de todos los medicamentos tomados durante los últimos 6 meses.
 Hacer un análisis por aparatos y sistemas de los antecedentes de problemas médicos y
quirúrgicos del paciente, sin olvidar la historia familiar y enfermedades
infectocontagiosas con el fin de tomar las medidas pertinentes.
La valoración del paciente es  Experiencias quirúrgicas previas como: Hemorragia, infección, tromboembolia y
importante antes de un dificultad respiratoria.
procedimiento quirúrgico.
 Complicaciones relacionadas con la anestesia como: Hipertermia maligna, sueño
prolongado, sin olvidar las complicaciones post-operatorias inmediatas, mediatas y
tardías.
 Tabaquismo, alcoholismo y consumo de drogas.

Es importante también considerar la reacción alérgica a sustancias utilizadas que se


emplean para asepsia de la piel, ya que se han encontrado casos de quemaduras (ampollas
flictenas) en zonas donde abundan las glándulas sudoríparas con el uso de yodo povidona.
Para evitar este problema, se recomienda utilizar un antiséptico cloroxidante electrolítico
hipoalergénico que posee amplio espectro contra bacterias grampositivas y
gramnegativas, ácido resistentes, hongos, esporas y virus.

Valoración física del paciente por aparatos y sistemas


Es necesario tener cuenta los siguientes puntos:

Cardiovascular: Estos trastornos disminuyen la capacidad del paciente para resistir y reaccionar a los cambios hemodinámicos
durante la cirugía. Datos de hipertensión, arteriosclerosis, angina de pecho, infarto del miocardio previo a 6 meses, insuficiencia
cardiaca congestiva y arritmias.
Respiratorio: Se debe tener en consideración la presencia de enfermedades crónicas y antecedentes de tabaquismo, ya que
existe el riesgo de atelectasia, disminuyendo la difusión de oxígeno a los tejidos, la pérdida de elasticidad de los pulmones,
reduce la eficacia de la eliminación del agente anestésico. El tabaquismo aumenta la concentración carboxi-hemoglobina
circulante, lo que a su vez disminuye el suministro de oxígeno a los tejidos.

Renal: Se debe considerar que una disfunción renal afecta la filtración y la secreción de los productos de desecho, que a su vez
puede trastornar el equilibrio de líquidos y electrólitos. La función renal anormal puede disminuir el índice de excreción de los
medicamentes anestésicos y trastornar su eficacia.
Nervioso: La valoración de los niveles de conocimiento, orientación, capacidad o deficiencia afecta al paciente para determinar
el tipo de cuidados que se requieren durante el periodo peri-operatorio.

Estado nutricional: La desnutrición y la obesidad ocasionan aumento de complicaciones quirúrgicas. La obesidad aumenta
considerablemente los riesgos anestésicos y quirúrgicos, técnicamente es difícil para el cirujano la intervención. En la
cicatrización de la herida debido al contenido de tejidos grasos, existe propensión a la infección y dehiscencia de herida.

Sistema musculoesquelético, valoración de exámenes de laboratorio y radiológicos. Considerar antecedentes de cirugía en


espalda, xifosis, artritis cervical, que requieren de disposiciones especiales para procedimiento de la aplicación de la anestesia.
Sistema endocrino: Evaluar los antecedentes como: Diabetes, hipertiroidismo, hipotiroidismo, hiperlipidemia y establecer el
plan de tratamiento.

Datos de laboratorio
Las pruebas de laboratorio tienen como finalidad, el ser una referencia del estado de salud del paciente y estar alerta ante
posibles complicaciones. Las muestras se toman 24 a 48 antes de la cirugía (programada). La selección de los estudios varía
según el criterio médico y del hospital, pero los más frecuentes a practicar son: Análisis de orina, biometría hemática completa,
glucemia, tiempo de protrombina, tiempo parcial de tromboplastina y electrólitos.

Datos radiológicos
Los estudios radiológicos se basan en las necesidades individuales del paciente, según la naturaleza del procedimiento
quirúrgico y antecedentes médicos. La radiografía de tórax es de rutina para la valoración cardiopulmonar del paciente,
determina el tamaño y contorno del corazón, los pulmones y grandes vasos, los cuales darán la pauta al anestesiólogo para el
manejo de anestésicos. La presencia de infiltrado neumónico cancelaría o retrasaría el procedimiento quirúrgico.

Consentimiento del paciente para la práctica de la cirugía

Para la intervención quirúrgica del paciente se debe obtener una autorización, y para que ésta tenga validez, debe contener tres
criterios básicos:

 La decisión del paciente debe ser voluntaria.


 El paciente debe estar informado.
 El paciente debe ser competente (en pleno uso de sus facultades).

Los familiares directos del paciente, cónyuges e hijos podrán firmar el consentimiento solamente que se compruebe que el
paciente es incompetente. El término incompetente se utiliza para describir a las personas que no pueden participar de las
decisiones, relativas a su propio cuidado. La información que debe conocer el paciente con respecto a su cirugía es la siguiente:

1. Naturaleza y motivo de la cirugía.


2. Todas las opciones disponibles y los riesgos concomitantes de estas opciones.
3. Los riesgos del procedimiento quirúrgicos y los posibles resultados.
4. Los riesgos relacionados con la administración de la anestesia.

ADVERTENCIA

 No se debe administrar ningún medicamento preanestésico al paciente antes de que firme elconsentimiento. Se
considera que entre los efectos del preanestésico, la mente del paciente podría estar alterada y estaría consciente para
tomar ese tipo de decisiones (puede generarse un problema de tipo legal)

Preparación del paciente para la cirugía


Una vez evaluado el paciente de acuerdo al procedimiento quirúrgico que se le va practicar, se prepara el equipo necesario para
llevar a efecto los procedimientos de determinación de signos vitales, tricotomía de la zona quirúrgica, instalación de
venoclisis, sondas y administración de medicamentos preanestésicos.
Ayuno: El ayuno se debe mantener 6 a 8 horas antes de la cirugía, para cualquier tipo de
intervención quirúrgica, independientemente del tipo de anestesia que se administre. El N.P.O.
(nada por vía oral) incluye la no ingesta de agua y fumar, ya que la nicotina estimula la secreción
gástrica. Con estas medidas se asegura que el estómago no contenga secreciones gástricas y así se
evita la posibilidad de aspiración.

NOTA
 Consultar al médico sobre el cambio de vía o suspensión momentánea de medicamentos
prescritos por vía oral del paciente prequirúrgico.
Tricotomía de la zona quirúrgica: En estudios recientes se ha demostrado que como se asocia
con lesiones y erupciones exudativas y de desarrollo bacteriano incrementando las
infecciones postquirúrgicas, en algunos casos se ha optado por la eliminación del
procedimiento. Sin embargo, se considera que el vello suelto en el sitio de incisión puede
llevar bacterias dentro de la herida, por lo tanto, esto dependería del criterio del cirujano.

De practicarse la tricotomía se tomarán en cuenta las siguientes pausas:


Antes de realizar tricotomía o
cualquier otra técnica pre-
1. La tricotomía debe practicarse no más de dos horas antes de la cirugía. Este lapso se quirúrgica es necesario
ponerse la bata de forma
considera que limita la proliferación bacteriana debido a la pérdida de integridad de la adecuada.
piel.
2. El área de la tricotomía debe determinarla el cirujano. Los límites de acuerdo a la cirugía
 
a practicar se presentan sombreados.
3. Preparar el equipo necesario como: Rastrillo, navajas, o bien, rasuradora o depilador
químico, guantes y asegurar una buena iluminación.
4. Proveer un ambiente cómodo y proteger la individualidad del paciente.
5. El vello de la zona determinada, se debe humedecer y enjabonarse por completo antes de  
afeitar, con el objeto de facilitar el rasurado y prevenir abrasiones en la piel.
6. El vello debe rasurarse en dirección del crecimiento y no en contra de él.  
7. Realizar la tricotomía en una forma profesional y tranquila, ayudando al paciente a
reducir su ansiedad o vergüenza, sin apresurarse, ya que se pueden ocasionar heridas o
erosiones.

RECOMENDACIÓN
8.
* Después de terminar la tricotomía, se debe practicar la asepsia de la zona con un antiséptico
cloroxidante hidroelectrolítico, el antiséptico de amplio espectro actúa contra bacterias
grampositivas, gramnegativas, ácido-resistentes, hongos, esporas y virus.
9. Evitar rasurar las cejas o cortar las pestañas, únicamente se realiza si está indicado por
escrito en el expediente clínico.
10. Evitar (raspar) cortar el cabello del cuero cabelludo, solamente si está indicado
La aplicación de enema es
específicamente en el expediente clínico. Tomar en cuenta en caso de corte del cabello, necesaria para la cirugía
que es propiedad del paciente y quizá quiera conservarlo. abdominal.
11. Informar y documentar siempre cualquier lesión creada durante la tricotomía. Si existen
lunares o verrugas o irregularidad en la piel se debe evitar lesionarlas durante el  
procedimiento

NO OLVIDAR
 Las cabezas de la máquina de afeitar y navajas reusables deben esterilizarse al ser usadas
en cada paciente, asimismo utilizar las navajas desechables necesarias para cada paciente

Enema: En los pacientes que van a ser sometidos a cirugía abdominal, pélvica o perineal mayor se realiza la evacuación del
intestino. La preparación del intestino se realiza para prevenir lesión del colon, para lograr una buena visualización del área y
reducir el número de bacterias intestinales. Una forma práctica y rápida es la aplicación de enema por irrigación, para esto se
utiliza un equipo desechable el cual ya cuenta con cánula prelubricada. Otra forma es administrado un enema de fosfato, el cual
es de efecto rápido y eficaz y no produce dolor y espasmos al paciente, además de ser de fácil aplicación. Depende de la
preferencia del cirujano.

Venoclisis: La instalación de venoclisis se inicia antes de la cirugía, y la elección de líquidos y electrólitos será de acuerdo a
las necesidades del paciente, es importante la elección del sitio de venopunción, debe ser en un sitio donde no exista riesgo de
infiltración y que permita el flujo adecuado.

Sondeo: Al paciente sometido a cirugía general abdominal de vías genitourinarias, ortopédicas y gineco-obstétrica, suele
indicársele la instalación de sonda urinaria a permanencia, con el propósito de conservar la vejiga vacía y valorar la función
renal. La sonda Foley de látex revestida de teflón y de silicona, ofrecen mayor confianza en su instalación, poseen más
elasticidad. La de silicona 100% con punta redondeada que permite la remoción de coágulos y dos ojos de drenaje adicional
presentación de 2 y 3 vías y en calibre 8 Fr al 30 Fr. La sonda nasogástrica suele instalarse antes de una intervención de
urgencia o de una cirugía abdominal mayor, con el propósito de descomprimir o vaciar el estómago y la parte superior del
intestino.

Medicamentos pre-operatorios: La selección de los medicamentes preanestésicos se basa en la edad del paciente, estado
físico y psicológico, antecedentes patológicos y el tratamiento medicamentoso que está recibiendo el paciente. Los
preanestésicos se administran para disminuir la ansiedad y facilitar la inducción de la anestesia e inhibir las secreciones
gástricas y faríngeas. La administración de los fármacos se realiza por vía I.M. o I.V. cuando existe contraindicación para esta
vía. Las combinaciones de fármacos que se utilizan se encuentran en un analgésico y en un neuroléptico, un analgésico y un
hipnótico y un ansiolítico, añadiendo un anticolinérgico. Tradicionalmente las combinaciones de medicamentos pre-operatorio
consiste en un sedante o tranquilizante Diazepan, que reduce la ansiedad y facilita un estado pre-operatorio en calma, y un
anticolinérgico disminuye las secreciones y contrarresta los efectos vagales.

PRECAUCIONES

 Después de haber administrado los medicamentos preanestésicos, advertir el paciente que no puede bajarse de la cama,
además de elevar los barandales de la misma. El paciente se encontrará somnoliento por los efectos del medicamento y
su equilibrio estará afectado.

ADVERTENCIA

 En el paciente que esté recibiendo tratamiento con algunos fármacos como: Anticoagulantes (puede aumentar la
pérdida de sangre), inhibidores de la monoaminooxidasa (puede provocar interacciones peligrosas con algunos
anestésicos) e hipoglucemiantes (puede producir hipoglucemia cuando el paciente está en ayuno), se debe considerar si
se interrumpe el tratamiento o modificarse la dosis.

Higiene: El propósito de la práctica del aseo corporal antes de la cirugía, es eliminar las impurezas y microbios que se
encuentran en la piel e inhibir su proliferación. El baño con agua tibia ayuda al paciente a sentirse cómodo y relajado. El
paciente prequirúrgico requiere ser desmaquillado y sobre todo despintar las uñas de esmalte de las manos y de los pies, con la
finalidad de estar valorando el llenado capilar y datos de cianosis. Posterior a la higiene se colocará una bata clínica limpia,
además si está indicado el uso de medias antiembólicas y/o vendaje de miembros inferiores como medida profiláctica.

Objetos de valor y prótesis: El paciente no debe portar alhajas al ingresar al quirófano (los objetos metálicos pueden
producir quemaduras cuando se utiliza bisturí eléctrico). Las joyas y objetos de valor se deben etiquetar con los datos del
paciente y resguardar de acuerdo a las políticas institucionales o entregarse a los familiares con una relación y descripción de
los mismos, de preferencia con firma de recibido y en presencia de un testigo. Las prótesis dentales se deben retirar para evitar
que se desplacen hacia la garganta. Los lentes de contacto se deben quitar para evitar las úlceras de córneas o desplazamientos.

Lista de verificación pre-operatoria:  La lista de verificación pre-operatoria sirve para confirmar que la técnica quirúrgica
planeada y realizada con un mínimo de error en su preparación, se auxilia de toda la documentación y del expediente clínico

 
Antes de los procedimientos quirúrgicos electivos, una minuciosa evaluación médica preoperatoria por
especialiestas que no son cirujanos (p. ej., médicos de medicina interna, cardiólogos, neumólogos) puede ser
necesaria para ayudar a evaluar el riesgo quirúrgico. Estos consultores también pueden ayudar a tratar la
enfermedad preexistente (p. ej., diabetes) y a prevenir y tratar las complicaciones perioperatoria y
postoperatorias (p. ej., cardíacas, pulmonares, infecciosas). En ocasiones, se necesita la consulta psiquiátrica
para evaluar la capacidad o ayudar a lidiar con problemas psiquiátricos subyacentes que puedan interferir con la
recuperación.

Los pacientes ancianos pueden beneficiarse con la participación de un equipo interdisciplinario de geriatría ,


que puede incluir trabajadores sociales, terapeutas, especialistas en ética y otros profesionales.
Si se requiere un procedimiento de urgencia (p. ej., por hemorragia intraabdominal, víscera perforada, fascitis
necrotizante), por lo general no hay tiempo para una evaluación preoperatoria completa. Sin embargo, los
antecedentes del paciente deben ser revisados con la mayor rapidez posible, especialmente en busca de
alergias y para ayudar a identificar factores que aumentan el riesgo de una cirugía de emergencia (p. ej.,
antecedentes de problemas de sangrado o reacciones adversas a la anestesia).
Antes de la cirugía electiva, el equipo quirúrgico puede consultar con un internista para una evaluación
preoperatoria formal para minimizar el riesgo mediante la identificación de alteraciones corregibles y determinar
si se requiere monitoreo y tratamiento preoperatorio adicional. Además, los procedimientos electivos deben
retrasarse cuando sea posible para que ciertos trastornos subyacentes (p. ej., hipertensión, diabetes, anomalías
hematológicas) se puedan controlar de manera óptima.
La evaluación preoperatoria sistemática varía considerablemente de un paciente a otro porque los riesgos
quirúrgicos varían de acuerdo con los factores de riesgo del paciente  y los riesgos del procedimiento .

Anamnesis
Una anamnesis preoperatoria relevante incluye información sobre:

 Síntomas actuales que sugieren una enfermedad cardiopulmonar activa (p. ej., tos, dolor torácico, disnea
durante el esfuerzo, hinchazón de tobillos) o infección (p. ej., fiebre, disuria)

 Factores de riesgo para hemorragia excesiva  (p. ej., trastorno hemorrágico conocido, antecedentes de
hemorragias excesivas con procedimientos dentales, cirugías electivas o parto)
 Factores de riesgo para tromboembolia (ver Trombosis venosa profunda (TVP) )
 Factores de riesgo para infección

 Factores de riesgo para enfermedad cardíaca


 Trastornos que se sabe aumentan el riesgo de complicaciones, sobre todo hipertensión, enfermedad
cardíaca, renal o hepática, diabetes, asma y EPOC

 Cirugía y anestesia previas, sobre todo sus complicaciones

 Alergias

 Tabaco, alcohol y consumo de drogas ilícitas


 Uso actual de fármacos con prescripción y sin ella y de suplementos

 Antecedentes de apnea obstructiva del sueño  o ronquido excesivo


Si puede ser necesario un catéter urinario permanente, se debe interrogar a los pacientes acerca de retención
urinaria previa y cirugía de próstata.

Examen físico
El examen físico debe apuntar no sólo a las áreas afectadas por el procedimiento quirúrgico, sino también al
aparato cardiopulmonar y a la búsqueda de signos de infección en curso (p. ej., de las vías respiratorias
superiores, la piel).

Cuando es probable que se use la anestesia raquídea, los pacientes deben ser evaluados para determinar la
presencia de escoliosis y otras anomalías anatómicas que puedan complicar la punción lumbar.

Debe señalarse cualquier disfunción cognitiva, sobre todo en pacientes ancianos a quienes se les administrará
un anestésico general. La disfunción preexistente puede ser más evidente en el posoperatorio y, si no se detecta
de antemano, puede interpretarse como una complicación quirúrgica.

Estudios complementarios
No se requieren estudios complementarios preoperatorios en pacientes sanos sometidos a operaciones con
riesgo muy bajo de hemorragia u otras complicaciones; en estos casos, lo más probable es que los resultados
anormales sean falsos positivos más que en los pacientes con síntomas o factores de riesgo.

En pacientes sintomáticos o en aquellos sometidos a operaciones con un riesgo mayor de hemorragia grave u
otras complicaciones, la evaluación de laboratorio puede incluir las siguientes pruebas:

 En general, se realizan hemograma completo y análisis de orina (glucosa, proteínas y células).

 Se determinan los electrolitos y la creatinina en suero y la glucosa plasmática a menos que los pacientes
se encuentren muy saludables y tengan < 50 años de edad, el procedimiento sea considerado de muy
bajo riesgo y no se espere el uso de fármacos nefrotóxicos.
 Las enzimas hepáticas se miden si se sospechan alteraciones basándose en la anamnesis o el examen
físico del paciente.

 Los estudios de coagulación y el tiempo de sangría son necesarios solo si los pacientes tienen un
antecedente personal o familiar de diátesis hemorrágica o un trastorno asociado con sangrado.

 El ECG se realiza en los pacientes que están en riesgo de coronariopatía (CAD, por sus siglas en inglés),
que incluye a todos los varones > 45 y las mujeres > 50.
 Si va a utilizarse anestesia general, normalmente se realiza una radiografía de tórax (o se revisa una
radiografía reciente), pero su utilidad es limitada, sobre todo en pacientes jóvenes y en los que no se
sospecha enfermedad cardíaca o pulmonar.
 Pueden realizarse pruebas de la función pulmonar si los pacientes tienen enfermedad pulmonar crónica
conocida o signos o síntomas de enfermedad pulmonar.

Los pacientes con CAD sintomática necesitan pruebas adicionales (p. ej., pruebas de esfuerzo, angiografía
coronaria) antes de la cirugía.

Factores de riesgo de procedimiento


El riesgo de procedimiento es máximo en las siguientes circunstancias:

 Cirugía cardíaca o pulmonar

 Resección hepática

 Cirugías intraabdominales que se estima que requerirán un tiempo quirúrgico prolongado o que tienen un
riesgo de hemorragia de gran volumen (p. ej., procedimiento de Whipple, cirugía de la aorta, cirugía
retroperitoneal)

 Prostatectomía a cielo abierto

 Procedimientos ortopédicos mayores (p. ej., artroplastia de cadera)

En los pacientes sometidos a cirugía electiva que tienen un riesgo significativo de hemorragia se debe
considerar sangre de banco para una transfusión autóloga en caso de que se necesite. Debe considerarse la
transfusión autóloga, que disminuye los riesgos de infección y de reacciones por transfusión.

La cirugía de urgencia tiene un riesgo mayor de morbimortalidad que la misma cirugía realizada de manera
electiva.

Factores de riesgo del paciente


Los factores de riesgo del paciente son estratificados por algunos médicos que utilizan criterios publicados. La
edad avanzada se asocia con disminución de la reserva fisiológica y aumento de la morbilidad si se produce una
complicación. Sin embargo, los trastornos crónicos están más estrechamente asociados con el aumento de la
morbimortalidad posoperatoria que la edad por sí sola. La edad avanzada no es una contraindicación absoluta
para la cirugía.

Factores de riesgo cardíaco


Los factores de riesgo cardíaco aumentan de manera espectacular el riesgo quirúrgico. El riesgo cardíaco
perioperatorio es típicamente evaluado mediante el Índice de riesgo cardíaco revisado del American College of
Cardiology/American Heart Association (ver figura Algoritmo para la estratificación de riesgos para cirugías no
cardíacas.). Considera los siguientes factores predisponentes independientes de riesgo cardíaco:
 Antecedentes de coronariopatía
 Antecedentes de insuficiencia cardíaca

 Antecedentes de enfermedad cerebrovascular

 Diabetes que requiere tratamiento con insulina

 Creatinina sérica (2,0 mg/dL)

El riesgo de complicaciones cardíacas aumenta con el aumento de factores de riesgo:

 No hay factores de riesgo: 0,4% (95% intervalo de confianza 0,1 a 0,8%)

 1 factor de riesgo: 1,0% (95% intervalo de confianza 0,5 a 1,4%)

 2 factores de riesgo: 2,4% (95% intervalo de confianza 1,3 a 3,5%)

 ≥ 3 factores de riesgo: 5,4% (95% intervalo de confianza 2,8 a 7,9%)

Un procedimiento quirúrgico de alto riesgo (p. ej., cirugía vascular, intratorácica abierta o procedimiento
intraperitoneal) también predice por sí sola un alto riesgo cardíaco perioperatorio .

Los pacientes con síntomas cardíacos activos (p. ej., de insuficiencia cardíaca o angina inestable) tienen un
riesgo perioperatorio particularmente alto. Los pacientes con angina inestable tienen un riesgo aproximado de
28% de infarto de miocardio perioperatorio. En los pacientes con angina estable, el riesgo es proporcional a su
nivel de tolerancia al ejercicio. Los pacientes con síntomas cardíacos activos entonces requieren una evaluación
exhaustiva. Por ejemplo, la causa de la insuficiencia cardíaca debe ser determinada para que la monitorización y
el tratamiento cardíacos perioperatorios puedan optimizarse antes de la cirugía electiva. Otras pruebas
cardíacas, tales como el ecocardiograma de esfuerzo  o incluso la angiografía, se deben considerar si hay
evidencia de isquemia cardíaca reversible en la evaluación preoperatoria.
La atención preoperatoria debe apuntar a controlar los trastornos activos (p. ej., insuficiencia cardíaca, diabetes)
mediante el uso de tratamientos estándar. Además, se deben tomar medidas para minimizar la taquicardia
perioperatoria, que puede empeorar la insuficiencia cardíaca y aumentar el riesgo de infarto de miocardio; por
ejemplo, el control del dolor debe ser optimizado y la terapia β-bloqueante se debe considerar, especialmente si
los pacientes ya están tomando β-bloqueantes. La revascularización coronaria se debe considerar para los
pacientes con angina inestable. Si un trastorno cardíaco no puede corregirse antes de la cirugía o si un paciente
tiene alto riesgo de complicaciones cardíacas, se recomienda la monitorización intraoperatoria con cateterismo
de la arteria pulmonar  y a veces preoperatoria. A veces el riesgo cardíaco sobrepasa el beneficio de la cirugía.
Algoritmo para la estratificación de riesgos para cirugías no cardíacas.
*Las afecciones clínicas activas incluyen síndromes coronarios inestables, insuficiencia cardíaca descompensada, arritmi
significativas y trastornos valvulares graves.


Consulte la guía de ACC/AHA de 2014 sobre la evaluación cardiovascular perioperatoria y el tratamiento de los paciente
a cirugía no cardíaca.

Los factores de riesgo clínicos incluyen coronariopatía, antecedente de insuficiencia cardíaca, antecedente de accidente
cerebrovascular, diabetes mellitus y creatinina preoperatoria > 2,0 mg/dL.
ACC = American College of Cardiology; AHA = American Heart Association; HR = frecuencia cardíaca; MET = equivalente

Adaptado de Fleisher LA, Fleischmann KE, Auerbach AD, et al: ACC/AHA 2014 guideline on perioperative cardiovascular
and management of patients undergoing noncardiac surgery (executive summary); a report of the American College of
Cardiology/American Heart Association Task Force on Practice Guidelines. Circulation 130:2215-2245, 2014.

Infecciones
Las infecciones bacterianas fortuitas descubiertas antes de la operación deben ser tratadas con antibióticos. Sin
embargo, las infecciones no deben retrasar la cirugía a menos que se implante material protésico; en tales
casos, la cirugía debe posponerse hasta que la infección se controle o se elimine.
Los pacientes con infecciones respiratorias deben ser tratados y debe demostrarse que la infección se controló
antes de recibir anestesia inhalatoria.

Las infecciones virales, con fiebre o sin ella, deben ser resueltas antes de que se realice la cirugía electiva,
sobre todo si se utilizará anestesia general.

Desequilibrios hidroelectrolíticos
Los desequilibrios hidroelectrolíticos deben corregirse antes de la cirugía. La hipopotasemia y la hiperpotasemia
deben corregirse antes de la anestesia general para disminuir el riesgo de arritmias potencialmente mortales. La
deshidratación y la hipovolemia deben tratarse con líquidos IV previo a la anestesia general a fin de prevenir la
hipotensión severa en la inducción, porque la tensión arterial tiende a disminuir cuando se induce la anestesia
general.

Trastornos nutricionales
La desnutrición  aumenta el riesgo de complicaciones posoperatorias en los adultos. El estado nutricional se
evalúa antes de la cirugía mediante los antecedentes, el examen físico y las pruebas de laboratorio. Los
indicadores de desnutrición incluyen los siguientes:
 Antecedentes de pérdida de peso > 10% del peso corporal en 6 meses o 5% en 1 mes

 Hallazgos sugestivos del examen físico (p. ej., pérdida muscular, signos de deficiencias nutricionales
específicas)

 Niveles bajos de albúmina sérica

La albúmina sérica es un indicador de bajo costo, ampliamente disponible y confiable de la desnutrición; debe
medirse antes de la cirugía en pacientes que puedan estar desnutridos. Valores de albúmina sérica < 2,8 g/dL
pronostican aumento de la morbimortalidad. Debido a que la vida media de la albúmina sérica es de 14 a 18
días, los niveles quizá no reflejen la desnutrición aguda. Si se sospecha una desnutrición más aguda, se puede
medir una proteína con una vida media más corta; por ejemplo la transferrina (vida media de 7 días) o la
transtiretina (vida media de 3 a 5 días). El suplemento nutricional preoperatorio y perioperatorio es muy probable
que mejore los resultados en pacientes cuyos antecedentes de pérdida de peso y niveles de proteínas indican
desnutrición grave. En algunos casos, la cirugía se puede retrasar para que los pacientes puedan recibir
suplemento nutricional, a veces durante varias semanas.
La obesidad significativa (IMC> 40 kg/m2) aumenta el riesgo de mortalidad perioperatoria porque estos
pacientes tienen un mayor riesgo de trastornos cardíacos y pulmonares (p. ej., hipertensión, hipertensión
pulmonar, hipertrofia ventricular izquierda, insuficiencia cardíaca, CAD). La obesidad es un factor de riesgo
independiente para la trombosis venosa profunda  y la embolia pulmonar; la profilaxis preoperatoria del
tromboembolismo venoso está indicada en la mayoría de los pacientes obesos. La obesidad también aumenta el
riesgo de complicaciones postoperatorias de la herida (p. ej., necrosis grasa, infección, dehiscencia).
INTRODUCCIÓN

La valoración preoperatoria en nuestro país se ha convertido en la obtención de un visto bueno para una
cirugía, siendo este un abordaje inapropiado para los procedimientos anestésicos y quirúrgicos. Hemos
descuidado el área de la medicina perioperatoria aún cuando el anestesiólogo es la persona con mayor
responsabilidad hacia el paciente en este campo.1

El anestesiólogo moderno debe asumir el rol de especialista en medicina perioperatoria, este tiene las
habilidades para establecer el riesgo y optimizar la condición de los pacientes, para guiar a estos en su
decisión de proceder con el acto quirúrgico y la anestesia. El anestesiólogo es en la actualidad también un
proveedor primario de tratamientos médicos.

Por estos motivos el anestesiólogo debe asumir un rol central en la organización de los servicios
preoperatorios que consisten en mucho más que preparar a los pacientes para la anestesia.

Anaesthetists should assume a central role in the organisation of pre-operative services that encompass
much more than preparing the delivery of anaesthesia.1

En los últimos tiempos la medicina preventiva ha demostrado ser más barata y efectiva, ¿Por qué no
deberíamos entonces aplicarla en el ambiente perioperatorio donde un mal manejo puede llevar a
consecuencias desastrosas? El riesgo quirúrgico es la suma de múltiples factores, muchos de los cuales
pueden ser modificados u optimizados. Las mejoras en el manejo de los pacientes quirúrgicos aumentan
la calidad de la atención, disminuyen las complicaciones, aumentan la eficiencia y disminuyen los costos
de los servicios quiúrgicos, así como mejoran la percepción del paciente de la experiencia quirurgica. 2,3,4

Valoración Preoperatoria

La valoración preanestésica es definida por la Sociedad Americana de Anestesiólogos (ASA por sus siglas
en inglés) como el proceso de valoración clínica que precede al acto anestésico para procedimientos
quirúrgicos y no quirúrgicos.

El término perioperatorio se refiere al cuidado en torno a las cirugías y los procedimientos. 5

La anestesia no es el único factor influyente en los resultados de nuestros pacientes, la cirugía es un


evento traumático que desencadena una respuesta inflamatoria que puede resultar en múltiples
resultados adversos y complicaciones.

Peor aún, el encamamiento, el ayuno prolongado y el estrés asociado al ambiente quirúrgico pueden
contribuir a alterar la fisiología normal del organismo y empeorar la respuesta del mismo al insulto
quirúrgico.6

Un paciente con una complicación posoperatoria posee una mortalidad 3,4 veces mayor, una sola
complicación disminuye la expectativa de vida en un 69%.7,8,9De acuerdo al Programa para el
Mejoramiento de la Calidad Quirúrgica del Colegio Americano de Cirujanos (ACS NSQIP por sus siglas en
inglés) un programa de mejoramiento quirúrgico salva anualmente de 12 a 36 vidas, previene de 250 a
500 complicaciones y reduce los costos de salud en millones de dólares.10,11

Los pacientes de alto riesgo anestésico representan tan solo el 10% de los pacientes quirúrgicos, sin
embargo contabilizan el 80% de las muertes perioperatorias y se considera que solo el 50% de ellos
reciben el cuidado apropiado. Los beneficios de los servicios perioperatorios incluyen: aumento del
volumen quirúrgico, disminución de la estancia hospitalaria (de 0,2 a 1,3 días), menor índice de
cancelaciones (de un 1 a un 8%) y disminución de los costos hospitalarios (de un 8 a un 18%).1,6

La preparación de un paciente para cirugía requiere la comprensión del estado del paciente, la cirugía, así
como los riesgos y alteraciones fisiológicas de cada técnica anestésica.1 Los pacientes sin valoración
preoperatoria por un anestesiólogo tienen hasta siete veces mayor mortalidad que aquellos que son
valorados por el servicio de anestesia al ser admitidos. 2,3 Muchas veces nos enfocamos en el riesgo
cardiaco, sin embargo es solo uno de los componentes de riesgo de morbi-mortalidad de nuestros
pacientes.

Los objetivos de la valoración preoperatoria son:

1. Identificar las comorbilidades y optimizarlas.

2. Identificar el riesgo quirúrgico y minimizarlo.

3. Reducir la mortalidad y las complicaciones perioperatorias.

4. Elaborar un plan anestésico y analgésico adecuado.

5. Identificar los pacientes que requieren cuidado crítico o un manejo especial, ya sea pre, trans o
posoperatorio.

6. Explicar a los pacientes y a los familiares los riesgos de los procedimientos anestésicos, así como
aclarar las dudas que puedan presentar y aliviar la ansiedad.

7. Obtener el consentimiento informado.

8. Comprometer a los pacientes en medidas preventivas como la reducción de peso, cese del fumado y su
rol en el éxito del proceso quirúrgico.

La estratificación del riesgo quirúrgico es más compleja que la breve valoración a la que la hemos
restringido en nuestro sistema médico, el riesgo de un paciente no depende únicamente de las patologías
crónicas concomitantes y su compensación. La valoración preoperatoria es más importante de lo que
hemos querido ver, debe tomar en cuenta otros factores como la urgencia de la cirugía y el tipo de cirugía
e incluir el plan anestésico que tome en cuenta la técnica anestésica y la necesidad de tromboprofilaxis,
profilaxis antibiótica, el periodo recomendado de ayuno, profilaxis antiemética, prevención de la
hipotermia, la fluidoterapia adecuada, un plan analgésico adecuado y la terapia física
posoperatoria.12,13,14,15

Los programas de recuperación mejorada (conocidos como Enhanced recovery programms o Fast Track
Surgery en inglés) deben implementarse desde la valoración preoperatoria, debido a que estos han
demostrado ser costo efectivos y disminuir el riesgo de complicaciones médicas y la estancia hospitalaria,
así como mejorar la calidad de vida de los pacientes. El anestesiólogo es la persona ideal para establecer
un plan anestésico con base en la evidencia científica del beneficio de cada uno de los componentes de
estos programas.16,17,18

La optimización de comorbilidades para los procedimientos anestésicos posee metas terapéuticas


diferentes que las del manejo primario de los pacientes, esto debido a que la anestesiología se enfoca en
la posibilidad de complicaciones inmediatas debido a la patología subyacente y a la interacción de los
factores quirúrgicos con esta. En el modelo de atención centrado en el paciente el anestesiólogo debe
interconsultar con los servicios necesarios de acuerdo a cada caso en particular, con el fin de mejorar la
condición del paciente y obtener un manejo coordinado con las especialidades involucradas. 11,17

Los exámenes de laboratorio rutinarios no son recomendados, los exámenes innecesarios resultan en un
aumento de los costos sin algún beneficio para los pacientes, las pruebas guiadas exclusivamente por la
edad del paciente deben quedar en el olvido. Las pruebas requeridas deben ser solicitadas de acuerdo a la
individualización del caso y las características del paciente.5
Se ha demostrado que el juicio clínico resulta en inconsistencias y disparidad en cuanto a la estimación
del riesgo quirúrgico, mientras los modelos de predicción siempre dan el mismo resultado, por tal motivo
se considera que deben ser utilizados para la estratificación del riesgo. Existen dos tipos de herramientas
para la estimación de riesgo las escalas de riesgo como la escala de ASA o el índice cardiaco revisado de
Lee que no proporcionan un riesgo individualizado y los modelos de predicción del riesgo que predicen la
probabilidad individual como son la escala P-POSUM y la calculadora de riesgo quirúrgico, ambos tipos de
instrumentos son útiles en la predicción del riesgo de nuestros pacientes, así como son adecuados para
guiar el plana anestésico y la obtención del consentimiento informado.19,20,21

Desde el año 2004, White estableció la necesidad de un consentimiento anestésico separado del
quirúrgico, debido a que el acto anestésico en sí conlleva sus propios riesgos. Los procedimientos
anestésicos se utilizan en la actualidad incluso independientes al acto quirúrgico como procedimientos
diagnósticos y tratamientos. Por lo tanto, el consentimiento anestésico debe ser obtenido por el
responsable de realizar el procedimiento y proveer el cuidado necesario, esta es una responsabilidad legal
del anestesiólogo.22,23,24El consentimiento debe proveer información sobre la naturaleza y el propósito de la
intervención médica, los riesgos y los beneficios esperados y las técnicas alternativas si las hubiera, así
mismo, debe establecer claramente las consecuencias de rechazar el tratamiento. Los pacientes deben
obtener información suficiente para tomar una decisión de acuerdo a sus creencias y necesidades. 25,26

En Costa Rica, a pesar de un gasto por persona por año de $1369, el 100% de nuestros pacientes
quirúrgicos están siendo valorados por especialistas de otras áreas distintas a la anestesiología, esto
aumenta el riesgo de complicaciones innecesariamente, debe concientizarse sobre el problema para que
se instaure la valoración peroperatoria por el especialista adecuado y en el momento adecuado. 27

CONCLUSIONES

La valoración preoperatoria debe instaurarse adecuadamente en nuestro país, es pertinente que esta sea
realizada por un médico especialista en anestesiología y recuperación, de ser necesario este debe guiar
las interconsultas o el manejo conjunto con otros especialistas, con la finalidad de alcanzar las metas de
optimización de comorbilidades.

En el resto del mundo la medicina perioperatoria se ha vuelto parte del currículum de los anestesiólogos y
Costa Rica no debe ser la excepción, esta breve reseña pretende ser un llamado hacia la concientización
de la importancia este campo que hemos ido dejando de lado.

Conflicto de intereses: el autor no posee ningún conflicto de intereses.

Asistencia de enfermeria preoperatoria


Periodo preoperatorio
Periodo preoperatorio
• Las principales responsabilidades del personal de enfermeria:
• Recoger datos
• Preparar al paciente para el estres de la cirugia
• Facilitar su recuperacion postoperatoria.
Cirugia
• Se ha descrito a la cirugía como la ramas de la medicina que se ocupa de las técnicas quirúrgicas
Clasificacion de la cirugia
• En funcion de su objetivo
• En funcion del grado de urgencia
En funcion de su objetivo
• Cirugia diagnostica o exploradora
• Cirugia curativa
• Cirugia reparativa
• Cirugia paliativa
• Cirugia estetica
Cirugia diagnostica
• Se realiza para determinar el origen de los sintomas o la extension de una enfermedad (biopsia o laparoscopia
diagnostica)
Cirugia curativa
• Deztinada a reparar, sustituir o eliminar los tejidos enfermos, defectuosos o infectados y a eliminar una
enfermedad (extirpacion de un apendice)
Cirugia reparativa
• Devuelve la funcion perdida (estabilizacion de una fractura)
Cirugia paliativa
• No cura la enfermedad, pero disminuye sus sintomas.
Cirugia estetica
• Se realiza para conservar o mejorar el aspecto
En funcion del grado de urgencia
• Cirugia opcional
• Cirugia programada
• Cirugia de urgencia
• Cirugia de emergencia
Cirugia opcional
• Se basa en el deseo o preferencia personal
Cirugia programada
• Su retraso no es peligroso y puede programarse de acuerdo con las conveniencias del paciente y del cirujano
Cirugia de urgencia
• Un retraso puede resultar peligroso para el paciente; debe llevarse a cabo lo antes posible
Cirugia de emergencia
• Deben llevarse a cabo de inmediato para salvar la vida del paciente
Cirugia ambulatoria
• El objetivo de la cirugia ambulatoria es proporcionar una asistencia de alta calidad a los pacientes que necesitan
cirugia y reducir sus complicaciones mediante un uso mas eficaz del tiempo y del dinero
• La asistencia de enfermeria ambulatoria incluye todos los elementos y cuidados de los pacientes ingresados, pero
en un periodo mucho mas reducido.
Ventajas de la cirugia ambulatoria
• Menos estres psicologico
• Menor exposicion a las infecciones hospitalarias
• El paciente puede volver antes a trabajar
• Ahorro economico
Periodo preoperatorio
• La cirugia supone un estres , tanto fisiologico como psicologico, para todos los sistemas organicos.
Repuesta fisiologica a la cirugia
• La duracion y magnitud de la respuesta fisiologica depende de la extension de la lesion quirurgica, de las
enfermedades preexistentes, de las infecciones, medicaciones, inanicion, anestesia, estado psicologico.
Respuesta psicologica a la cirugia
• El temor, la inmovilizacion, la dependencia y la alteracion del organismo derivados de la cirugia despiertan una
fuerte respuesta emocional
Temores que suelen asociarse a la cirugia
• Perdida de control
• Temor a lo desconocido
• Temor a la anestesia
• Temor al dolor
• Temor a la muerte
• Temor a la separacion del grupo
• Temor a la alteraciones de los patrones de vida
• Temor a la mutilacion
Cuidados de enfermeria del paciente preoperatorio
• Valoracion fisica
• Historia quirurgica y anestesica
• Medicaciones
• Enfermedades previas
• Valoracion mental y psicosocial
Valoracion fisica
• Proporciona datos como la talla, el peso y las constantes vitales
Historia quirurgica y anestesica
• Si el sujeto ya ha sufrido intervenciones quirurgicas, deberan documentarse la fecha, el tipo de intervencion y la
razon de las mismas.
• Deben señalarse la presencia o ausencia de complicaciones relacionadas con la anestesia como sueño
prolongado
Medicaciones
Se documentara:
• Medicaciones que recibe el sujeto de atencion
• Alergias y sensi ilidades farmacologicas
Enfermedades previas
• Algunas enfermedades previas aumentan el riesgo de la cirugia y de la anestesia
• El reconocimiento de los cuadros agudos y cronicos ayuda al personal de enfermeria a detectar loa posibles
problemas.
Valoracion mental y psicosocial
• Las percepciones generales sobre la cirugia
• Los procesos sensoriales y de pensamiento
• La atencion y la concentracion
• La actitud y la motivacion
• El nivel de ansiedad y los temores
• La autoestima y el concepto de si mismo
• El apoyo de las personas allegadas
Planificacion y ejecucion
• Nutricion
• Eliminacion
• Higiene
• Objetos de valor y protesis
• Medicaciones
• Preparacion psicologica del paciente
• Instruccion
• Asistencia respiratoria
• Cambios de postura
Nutricion
• Anestesia local o sin anestesia; puede tomar un desayuno ligero o liquidos claros en el dia de la intervencion
• Anestesia general; no puede comer ni beber desde la medianoche anterior
• De este modo, se reduce al minimo el riesgo de aspiracion del contenido gastrico hacia los pulmones durante la
anestesia.
Eliminacion
• Los sujetos de atencion deben vaciar sus vejigas antes de ser trasladados al quirofano.
• Se evita con ello lo distension vesical o la incontinencia durante la anestesia y la cirugia
Higiene
• Los objetivos de la preparacion cutanea son eliminar la suciedad y los microorganismos de la piel.
Objetos de valor y protesis
• El sujeto de atencion no debe llevar joyas cuando llegue al quirofano.
• Los objetos de valor deben dejarse a los familiares o rotularlos y guardarlos
• Los objetos metalicos pueden producir quemaduras cuando se utiliza bisturi electrico y los anillos pueden
dificultar la circulacion de los dedos.
Medicaciones
• La administracion de casi todas las medicacionea debe mantenerse durante el perioperatorio
• Algunas excepciones:
• Anticoagulantes(puedn aumentar la perdida de sangre)
• Hipoglucemiantes (pueden provocar una grabe hipoglucemia)
Preparacion psicologica
• Las actuaciones preoperatorias deben aportar informacion y tranquilizar al paciente sobre los acontecimientos
que se van a producir.
Instruccion
• Los pacientes bien informados toleran mejor el estres de la cirugia
• Lo sujetos de atencion deben conocer que pruebas se le haran, cuando y por que no pueden comer o beber
antes de la intervencion.
Asistencia respiratoria
• Para ayudar a eliminar los anestesicos inhalados, evitar el colapso alveolar y movilizar las secresiones tras la
cirugia, hay que enseñar al paciente las tecnicas de respiracion profunda.
Cambios de postura y movimientos corporales
• Para prevenir la estasis venosa y mejorar el tono muscular, la circulacion y la funcion respiratoria, es necesario
enseñar y estimular el movimiento del paciente.
• Rotacion cada 2 horas.
• Flexionar y extender las extremidades
• Realizar rotacion de las articulaciones.
Consentimiento informado
• Antes de la cirugia debe obtenerse el consentimiento informado
• La decision del paciente debe ser voluntaria
• El sujeto ha de estar informado
• Los conyuges y los hijos no pueden dar el consentimiento cuando el paciente es competente.
Evaluacion
• Recogida de datos
• Preparacion para la cirugia y la anestesia
• Reduccion de la ansiedad
• Educacion preoperatoria

PERIODO PRE-OPERATORIO”.

   Es el tiempo que pasa entre  la decisión que se toma hasta la intervención quirúrgica que se efectúa con la
participación del paciente. La decisión puede ser programada o de urgencia, se clasifica según lo mencionadas.

    Se clasifica en periodo:

*Mediato.-Se basa en la decisión de 12 a 2 horas antes  tomándose en cuenta la cirugía ya sea mayor o menor.

*Inmediato.-De las 12 horas a 2 horas antes de la cirugía, teniendo como rumbo fijo la sala de operaciones.

   Aquí las acciones serán generales o especificas, es decir que las primeras son todas aquellas que se brindan a los
pacientes durante su estancia hospitalaria y las segundas aquellas que se brindan a partir de la cirugía a la que será
sometido el paciente. Tiene como finalidad la preparación del paciente en forma psicológica y físicamente  antes de la
cirugía.
    *ACCIONES BÁSICAS EN ENFERMERÍA EN EL PERIODO  PREOPERATORIO MEDIATO:

1.-Recibimiento del paciente y autorización para la cirugía.

   FUNDAMENTACIÓN:
   Es adentrarse en el porqué de la cirugía y ofrecer apoyo psicológico al paciente   para evitar que presente ansiedad. Ya
que presenta  respuestas fisiológicas  y psicológicas que deben de ser  controladas y que las mismas son manifestadas
por ciertos factores. Son respuestas dirigidas hacia el descontrol frente a la cirugía .El temor en ocasiones controla al
paciente lo que se manifiesta a través de respuestas fisiológicas. El consentimiento es tan importante ya que permite
actuar bajo ningún impedimento en el paciente.

2.-Participacióno colaboración    en el examen clínico.

  FUNDAMENTACIÓN:
    Los sistemas respiratorios y cardiacos actúan de tal forma en el organismo que pueden ocasionar cambios
homeostáticos. La valoración que se le brinda al paciente ayuda de tal forma que el paciente puede ingresar con mayor
seguridad evitando riesgos en el periodo transoperatorio y postoperatorio.

3.-Participación o colaboración en la preparación física del paciente.

  FUNDAMENTACIÓN:
    Los pacientes mantienen una situación individual y por consecuencia la corrección de su estado fisiológico depende
del estado en el que se encuentre y su peso.  Un  estado de nutrición  bueno en el paciente favorece en la
reconstrucción de los tejidos. La deshidratación propone un estado metabólico inactivo es decir que no pueden
expulsarse los desechos y  desequilibrios electrolíticos. La realización de actividades físicas  ayuda a la recuperación de
los tejidos y a la correcta circulación. El temor a la cirugía altera el descanso tanto el sueño del paciente.

   4.-Vigilar frecuencia y características de la eliminación.

FUNDAMENTACIÓN:
   Debe de mantenerse un buen equilibrio hidroelectrolítico por consecuencia el cuerpo requiere cierta cantidad de agua
asi como de electrolitos. El líquido que contiene el organismo equivale a un 60% o 70% y actúa como intermediario  para
que se puedan manifestar las reacciones químicas, proporciona agua así como electrolitos para secreciones y
excreciones.

   5.-Aseo personal.

FUNDAMENTACIÓN:
    El aseo personal proporciona seguridad al disminuir el número de microorganismos bacterianos en el organismo del
paciente.

   6.-Administración de medicamentos.
FUNDAMENTACIÓN:
  El inducir sedantes en el organismo ayuda a mantener al paciente tranquilo y el asegurar el sueño.

7.-Apoyo emocional.

FUNDAMENTACIÓN:
   El
miedo a morir, al no haber pasado una cirugía con anterioridad provoca que el paciente se sienta
desconcertado.

      8.-Medidas específicas.

FUNDAMENTACIÓN:
    El orientar al paciente respecto a los ejercicios que se pueden realizar, la expulsión de las secreciones, la movilización
o uso de aparatos  contribuye en colaboración de del periodo postoperatorio sin miedo a dolor, inquietud o aspectos
diferentes. La aplicación de enemas puede evitar dificultades intestinales después de la cirugía.

   Las intervenciones quirúrgicas se dividen  en:

*Función del objetivo.

-Curativa tendiendo eliminar o reparar los tejidos u órganos afectados.

-Mejorar el aspecto físico del plano anatómico involucrado.

-Valorarla para obtener un diagnóstico.

-Paliativa para evitar futuras manifestaciones clínicas en esta parte.

-Reparativa basándose en la corrección de deformidades.

*En función de urgencia a amenaza para la vida.

-Programada siguiendo los criterios del cirujano.

-Urgente o inmediata esto para evitar el peligro que existe en ese momento e involucra la integridad física y en
ocasiones la vida.

    *ACCIONES BÁSICAS EN ENFERMERÍA EN EL PERIODO  PREOPERATORIO INMEDIATO:


1.-Control    y registro de signos vitales.

 FUNDAMENTACIÓN:
   Es importante tomar los signos vitales y mantenerlos bajo control ya que estos determinan el estado de salud o
enfermedad del paciente.

   2.-Preparación física del paciente.

 FUNDAMENTACIÓN:
   La salinización y asepsia  mantendrán bajo control el crecimiento de los microorganismos patógenos. La limpieza y la
aplicación de tricotomía deberán aplicarse en aquella zona en la que se llevará a cabo la intervención física. La herida
puede sufrir riesgo de infección. Se debe de colocar la ropa quirúrgica al paciente ya que es una técnica aséptica
empleada.

   3.-Administración de medicamentos preanestésicos    30 o 45 min antes de la intervención quirúrgica.

FUNDAMENTACIÓN:
   El efecto del anestésico después de su administración oscila de 45 a 60 min. Este medicamento disminuye   la ansiedad
y el metabolismo y los efectos colaterales producidos por el anestésico.
   Existen anestésicos tales como los barbitúricos que producen depresión cardiorespiratoria, los opiáceos producen
narcosis pero disminuye la irritabilidad motora y finalmente los derivados de la belladona evitan la formación de
mucosidad. El anestésico que sea elegido dependerá de diversos factores tales como el estado físico, mental ,edad y
peso del paciente también tienen do en cuenta el procedimiento a realizar.

   4.-Realizar las medidas específicas de acuerdo con el tipo de intervención quirúrgica.

FUNDAMENTACIÓN:
    El desempeño oportuno de las acciones cuando ingresa el paciente proporciona un índice alto de atención al mismo.
Este periodo de urgencia se limite a realizar diversos exámenes (tiempo de coagulación, porcentaje de hemoglobina,
tipo de sangre, etc) así como actividades esenciales (canalización de la vena).

   5.-Traslado del paciente en carro camilla al área quirúrgica    correcta, empleando previamente el método de
identificación.

FUNDAMENTACIÓN:
   El personal del paciente en el sitio traslada al paciente a un ambiente de confort y seguridad.

   6.-Trasladar al paciente con el enfermero(a) circulante con el respectivo expediente clínico.

FUNDAMENTACIÓN:
  Esto para fomentar un ambiente en el que exista comunicación que aumenta la relación de ayuda.
Las modalidades sanitarias como la cirugía mayor ambulatoria (CMA) y la cirugía de corta estadía (CCE)
se han ido imponiendo y actualmente cuentan con gran aceptación por parte de los usuarios de los
servicios de salud, médicos y administrativos. (1) La actividad de enfermería se desarrolla también en el
ámbito de los cuidados perioperatorios.

La necesidad imperiosa del Ministerio de Salud Pública en Cuba y de los centros de educación médica superior
de fortalecer la actividad científico-técnica de los profesionales de enfermería implica una amplia gama de
estrategias y métodos que respondan a necesidades concretas de cada institución y de la comunidad, cuyo
objetivo final debe ser el mejoramiento de la calidad de los servicios sanitarios que se ofrecen.

El desarrollo de la  enfermería como ciencia, cada día va en ascenso. Los profesionales de esta rama se
preocupan por ofrecer servicios de excelencia, aumentan su nivel teórico- práctico-investigativo, para lograr
liderazgo en esta profesión.

La función del enfermero durante la etapa preoperatoria reviste gran importancia; en el departamento
preoperatorio de la unidad quirúrgica se realizan procedimientos de enfermería para llevar al paciente en
mejores condiciones físicas y psíquicas al acto quirúrgico. (2)

El centro de atención y actividad en el quirófano es el enfermo que va a ser sometido a una intervención
quirúrgica, la enfermera en esta experiencia actúa como su defensora, los objetivos e intereses de sus labores
asistenciales abarcan desde el momento en que se prepara al paciente para su operación y continúan durante
el preoperatorio inmediato, la fase transoperatoria, y la recuperación anestésica en el posoperatorio inmediato.

Todo candidato a ser operado debe recibir una cuidadosa atención preoperatoria y es responsabilidad del
personal de enfermería: conocer sus derechos y deberes, realizar identificación, recepción y clasificación
adecuada, cuidar de su higiene y educarlo en ella así como cumplir con la medicación preanestésica de manera
segura e inequívoca.

La fase preoperatoria en el perioperatorio comienza con la decisión de efectuar la intervención quirúrgica y


termina con el transporte del individuo al quirófano. La diversidad de actividades de enfermería en este lapso
puede ser considerable, como las de valoración inicial o de línea base del sujeto, en el marco clínico o en el
hogar; entrevista en el preoperatorio o preparación del paciente para la anestesia que recibirá y para la
operación que se le practicará. Sin embargo, las actividades de enfermería también pueden limitarse a la
valoración preoperatoria del enfermo en la sala de espera o en las salas quirúrgicas. (3)

Los principios relativos a los cuidados preoperatorios deben estar dirigidos a la seguridad del paciente, pues la
cirugía despierta una reacción de estrés mayor al cuerpo, afecta la capacidad del individuo para satisfacer sus
necesidades básicas y el temor a lo desconocido intensifica la ansiedad pre quirúrgica. (4)

Los incidentes que afectan la seguridad del paciente (cualquier incidente inesperado o no intencionado que
pueda producir o inducir daño para una o más personas que están recibiendo asistencia sanitaria),  pueden
evitarse con el cumplimiento de los programas de seguridad. (5)

Teniendo en cuenta la importancia de sus cuidados, los enfermeros han mejorado su capacitación a través de
los métodos aplicados de forma sistemática. Esto facilita a los profesionales autonomía de acción, ya que sirven
como guías de aspectos prácticos, educativos y de investigación, asociados a sus funciones profesionales.
Además ayudan a desarrollar habilidades analíticas, estimulan el razonamiento, aclaran los valores y
suposiciones que aplican, y determinan los objetivos de la práctica, la educación y la investigación en
Enfermería. (6)

Por todo lo anteriormente expresado se realizó esta investigación con el objetivo de diseñar una guía de
práctica clínica para cuidados preoperatorios de enfermería en el Centro Especializado Ambulatorio de
Cienfuegos.
El rol que desempeña el profesional de Enfermería durante el cuidado al paciente que va a ser
sometido a una intervención quirúrgica es fundamental; ya que de la manera como este personal
aborda al paciente en la etapa preoperatoria con respecto algunos diagnósticos de Enfermería, va a
influir en la forma como éste enfrente la etapa intraoperatoria y postoperatoria; por ejemplo: cuando
el profesional de Enfermería identifica en el preoperatorio una ansiedad en el paciente producto del
desconocimiento del procedimiento quirúrgico al cual se va a someter. En este caso, el personal
tiene la oportunidad de realizar planes de cuidado e implementar acciones de Enfermería específicas
para abordar esta ansiedad, y evaluar la respuesta del paciente ante las acciones implementadas.

Es importante que el profesional de Enfermería que tiene la oportunidad de cuidar al paciente que va
a ser sometido a una intervención quirúrgica, ofrezca un cuidado integral, oportuno y libre de riesgo,
realizando una valoración física exhaustiva la cual permitirá identificar diagnósticos de Enfermería
reales, de riesgos y problemas colaborativos para planificar el cuidado de Enfermería mediante la
implementación de acciones especificas según el diagnostico identificado lo que servirá finalmente
para evaluar la efectividad de las acciones de Enfermería evidenciada en la respuesta del paciente.

Palabras clave: Proceso de Enfermería. Perioperatorio. Paciente Quirúrgico.

CUIDADO DE ENFERMERÍA AL PACIENTE DURANTE LA ETAPA PREOPERATORIA:

A continuación se presenta una síntesis de los aspectos a considerar por el profesional de


Enfermería durante la etapa preoperatoria en el paciente que va a ser sometido a una intervención
quirúrgica, iniciando con la etapa de valoración física en el paciente antes de ser ingresado al área
quirúrgica, seguido de algunos diagnósticos de Enfermería que pueden estar presentes en el
paciente durante esta etapa, así como también la planificación e implementación de acciones de
Enfermería generales para este paciente. Es importante mencionar, que en la etapa preoperatoria se
pueden identificar otros diagnósticos de Enfermería diferentes a los planteados en esta revisión.

Etapa De Valoración: ¿Qué debe valorar el profesional de Enfermería al paciente en la etapa


preoperatoria?

Valoración Subjetiva: En esta etapa el profesional de Enfermería debe recolectar la información


necesaria en el paciente mediante la anamnesis o entrevista personal. A través de la anamnesis, el
profesional de Enfermería tendrá la oportunidad de recolectar información sobre el grado de
conocimiento que tiene el paciente sobre el procedimiento quirúrgico al cual será sometido, así como
también la evolución de su proceso postoperatorio. Asimismo, el profesional deberá realizar un
interrogatorio funcional por sistema, lo que servirá de referencia para la identificación de
diagnósticos de Enfermería.

Valoración Objetiva: El profesional de Enfermería deberá realizar el examen físico general


considerando los siguientes aspectos: Signos vitales, la piel en busca de lesiones, ganglios
linfáticos, el biotipo, la marcha entre otros.

Etapa Diagnostica: ¿Cuáles son los diagnósticos de Enfermería más comunes identificados en el


paciente en la etapa preoperatoria?
 Ansiedad relacionada con: Ausencia de información sobre el procedimiento quirúrgico / Temor
a lo desconocido / Amenaza de muerte/ Dolor Postoperatorio.
 Déficit de conocimiento sobre el acto quirúrgico, cuidados postoperatorios. Relacionado con:
Ausencia de información, efecto del envejecimiento, interpretación errónea de la información.
 Temor o miedo relacionado con: Acto quirúrgico y Posibles cambios en el estilo de vida.

Etapa de planificación: En esta etapa se planificaran las acciones a implementar por el profesional
de Enfermería de acuerdo al diagnostico de Enfermería identificado en el paciente.

Etapa de Implementación de acciones generales y específicas de acuerdo al diagnostico de


Enfermería identificado:

A continuación se muestran algunas acciones de Enfermería generales a implementar en el paciente


durante la etapa preoperatoria; sin embargo es importante agregar que de acuerdo a los
diagnósticos de Enfermería identificados por el profesional de Enfermería serán implementadas las
acciones de Enfermería especificas para cada diagnostico. Asimismo, es importante considerar que
estas acciones van a depender del protocolo de actuación de las instituciones de salud

Acciones de Enfermería generales: 24 horas antes de ingresar el paciente al área quirúrgica y


según protocolo de la unidad.

 Preparación psicológica al paciente y familiar.


 Educación al paciente y familia sobre patología e intervención quirúrgica.
 Llenar el consentimiento informado
 Valorar y registrar signos vitales, peso y talla.
 Tomar muestras sanguíneas: hemograma, glicemia, creatinina, pantalla de coagulación,
grupo sanguíneo y factor RH.
 Otros exámenes: evaluación cardiovascular preoperatoria, radiografía de tórax, orina.
 Valorar resultados de exámenes de laboratorio.
 Administrar enemas SOS.
 Baño en ducha si las condiciones del paciente lo permiten.
 Realizar valoración física
 Realizar registro diario de Enfermería (SOAPIE)

Acciones de Enfermería: preoperatorio inmediato: según protocolo de la unidad.

 Comprobar el ayuno del paciente.


 Rasurado de las zonas operatoria (30 minutos antes de la cirugía).
 Administrar tratamiento previa indicación médica.
 Proteger al paciente posterior a la administración del sedante.
 Retirar esmaltes y maquillaje.
 Retirar prótesis y joyas y entregarlo al familiar, mediante documento escrito el cual debe ser
firmado por el familiar.
 Cateterizar vía periférica de buen calibre.
 Identificar al paciente colocando el brazalete.
 Asegurarse que todos los exámenes de rutina, especiales, radiografías estén anexos a la
historia clínica.
 Asegurarse que el consentimiento informado este firmado por el paciente y /o familiares.
 Incentivar al paciente a vaciar la vejiga.
 Colocar bata quirúrgica y gorro.
 Controlar y registrar de nuevo signos vitales.
 Realizar evaluación de Enfermería (SOAPIE).
 Trasladar y entregar al paciente a la enfermera en el quirófano.
 Etapa De Evaluación: Evaluar la efectividad de las acciones de Enfermería implementados.
Cirugía
Por 
 

Paul K. Mohabir
, MD, Stanford University School of Medicine

Última revisión completa mar. 2018

NOTA:  Esta es la versión para el público general. MÉDICOS:  Hacer clic aquí para la versión para
profesionales
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La cirugía es el término utilizado tradicionalmente para describir los procedimientos (llamados procedimientos
quirúrgicos) que implican realizar incisiones o suturar tejidos para tratar enfermedades, lesiones o deformidades.
Sin embargo, los avances en las técnicas quirúrgicas han complicado su definición. A veces se utiliza el láser, la
radiación u otras técnicas (en lugar del bisturí) para cortar tejidos, y las heridas pueden cerrarse sin sutura.

En la actualidad diferenciar entre un procedimiento quirúrgico y un procedimiento médico (generalmente


considerado como un procedimiento en el que no se realiza ninguna incisión ni sutura sobre los tejidos) no
siempre es fácil. Sin embargo, hacer esta distinción no es tan importante como el hecho de que el médico que
realice el procedimiento tenga experiencia y una buena formación.

La cirugía es un área de cuidados extensa que incluye muchas técnicas diferentes. En algunos procedimientos
quirúrgicos se extirpa tejido, como por ejemplo un absceso o un tumor; en otros procedimientos, se abren o
desbloquean las obstrucciones. Aún existen otros procedimientos en los que se conectan arterias y venas a
nuevas posiciones para proporcionar un aporte de sangre adicional a zonas que no recibían suficiente.

En otro procedimiento quirúrgico llamado trasplante , pueden retirarse del cuerpo órganos tales como la piel, los
riñones o el hígado que luego se transfieren de nuevo a otra parte del mismo cuerpo (por ejemplo, la piel) o a
otro organismo diferente.
Para reemplazar vasos sanguíneos o tejido conjuntivo se realizan injertos, a veces con materiales artificiales, y
para estabilizar o sustituir las partes rotas de un hueso se introducen barras metálicas dentro del mismo.
En ocasiones la cirugía se utiliza para ayudar a establecer un diagnóstico. La forma más frecuente de cirugía
diagnóstica es la biopsia, en la que se extrae una porción de tejido para su examen al microscopio. En algunas
urgencias, en las que no hay tiempo para pruebas diagnósticas, la cirugía se utiliza tanto para el diagnóstico
como para el tratamiento. Por ejemplo, la cirugía puede ser necesaria para identificar y reparar rápidamente
órganos con hemorragias debidas a heridas causadas por armas de fuego o por un accidente de tráfico.

Existen tres categorías de cirugía en función de su urgencia:

 Emergencia

 Urgente

 Electiva

La cirugía de emergencia, como la que se requiere para detener una abundante hemorragia interna, es la que
se realiza en cuanto sea posible, porque unos minutos pueden marcar la diferencia.
La cirugía urgente, como la extirpación de un apéndice inflamado, debe realizarse en unas horas.
La cirugía electiva o programada, como en caso de la sustitución de una articulación de rodilla, puede
retrasarse durante un tiempo, hasta que se haya llevado a cabo todo lo necesario para optimizar las
posibilidades de éxito durante y después del procedimiento quirúrgico.

Cirugía estética
La cirugía estética es un tipo de cirugía electiva que se centra en la mejora de la apariencia.

La cirugía estética incluye una amplia variedad de operaciones, como por ejemplo

 Ritidectomía: eliminar las arrugas de la cara y el cuello

 Abdominoplastia: extirpar la grasa y el exceso de piel de la zona abdominal

 Mamoplastia: ampliar o reducir el tamaño de los senos

 Cirugía de reemplazo del cabello: restaurar el pelo del cuero cabelludo

 Mandibuloplastia: modificar la apariencia de la mandíbula

 Blefaroplastia: cambios en el aspecto de los ojos

 Rinoplastia: cambios en el aspecto de la nariz

 Liposucción: extraer la grasa corporal

 Escleroterapia: eliminar las varices


Se debe elegir un médico que haya cumplido la normativa de una especialidad médica para la práctica clínica
(certificado de especialidad para el ejercicio de la profesión médica en los Estados Unidos) y que tenga una
amplia experiencia en la operación.

Debido a que la obtención de los mejores resultados requiere un estrecho cumplimiento de las instrucciones
después de la intervención quirúrgica, solo se recomienda la cirugía estética para personas muy motivadas.

Por muy popular y tentadora que pueda ser la cirugía estética, es cara y puede entrañar riesgos, incluidos
riesgos graves de salud, así como la posibilidad de que el aspecto de la persona sea menos agradable de lo que
era originalmente.

Anestesia
Dado que la cirugía suele producir dolor, casi siempre se administra previamente algún tipo de anestesia,
analgésico o ambos fármacos. Los anestésicos bloquean la percepción del dolor al producir pérdida de
sensibilidad (adormecimiento) o pérdida del conocimiento; son fármacos que se administran para reducir el
dolor. Los profesionales encargados de administrarlos son personal sanitario cualificado. Se trata, por lo
general, de médicos (anestesiólogos) aunque la legislación de algunos países contempla la competencia en este
menester el profesional de enfermería o técnicos sanitarios especializados (enfermeras anestesistas), en cuyo
caso actúan bajo la supervisión de un médico anestesiólogo.
Existen tres tipos de anestesia:

 Local

 Regional

 General

Anestesia local y anestesia regional


Estos tipos de anestesia consisten en la inyección de fármacos (como lidocaína o bupivacaína) que
insensibilizan solo partes específicas del cuerpo.

En la anestesia local, el fármaco se inyecta bajo la piel en el punto donde se va a realizar la incisión para
insensibilizar solo dicha zona.
En la anestesia regional, que insensibiliza un área mayor, el fármaco se inyecta en uno o más nervios y se
insensibiliza la zona del cuerpo inervada por los mismos. Por ejemplo, la inyección de un fármaco en ciertos
nervios permite insensibilizar los dedos de la mano, del pie o zonas concretas de las extremidades. Un tipo de
anestesia regional implica la inyección de un fármaco en una vena (anestesia regional intravenosa). Mediante un
dispositivo, como un vendaje elástico o un manguito de presión, se comprime la zona donde el miembro se une
al cuerpo, reteniendo el fármaco en las venas de esa extremidad. La anestesia regional intravenosa puede
insensibilizar una extremidad completa.
Durante la anestesia local y la anestesia regional, la persona permanece consciente. Sin embargo, a veces se
administran ansiolíticos (con un efecto sedante leve) por vía intravenosa para relajar al individuo. En raras
ocasiones, la pérdida de sensibilidad, el hormigueo o el dolor pueden persistir en la zona insensibilizada durante
días o incluso semanas.

La anestesia raquídea y la anestesia epidural son tipos específicos de anestesia regional, en los que el
fármaco se administra alrededor de la médula espinal, en la parte inferior de la espalda. En función del punto de
inyección y de la posición del cuerpo, puede insensibilizarse un área extensa (como, por ejemplo, desde la
cintura a los dedos de los pies). La anestesia raquídea y la epidural son útiles para operaciones de la parte
inferior del cuerpo, como las que se emplean en la cirugía de reparación de hernias, en intervenciones de
próstata, recto, vejiga y piernas, y en algunas intervenciones ginecológicas, así como durante el parto. A veces
aparece cefalea en los días siguientes a la anestesia raquídea aunque, por lo general, puede tratarse de forma
eficaz.

Anestesia general
En la anestesia general se administra un fármaco que circula por el torrente sanguíneo y que deja inconsciente a
la persona. El fármaco puede administrarse por vía intravenosa o por inhalación. Dado que el ritmo de la
respiración disminuye con la anestesia general, es posible que el anestesiólogo deba introducir un tubo
respiratorio en la tráquea. Sin embargo, para intervenciones cortas, dicho tubo no suele ser necesario; en su
lugar, el anestesiólogo puede facilitar la respiración utilizando una mascarilla respiratoria manual. Si la operación
es larga, un ventilador mecánico permite que el paciente pueda respirar (ver Ventilación mecánica ). Los
anestésicos generales afectan los órganos vitales, por lo que el anestesiólogo supervisa estrechamente la
frecuencia y el ritmo cardíacos, la respiración, la temperatura corporal y la presión arterial hasta que los
fármacos se hayan eliminado. Afortunadamente, los efectos secundarios graves son muy poco frecuentes.
¿Sabías que...?

Los efectos secundarios graves de la anestesia general son muy


infrecuentes.

Cirugía mayor y cirugía menor


Suele distinguirse entre cirugía mayor y cirugía menor, pero muchos procedimientos quirúrgicos presentan
características de ambos tipos de cirugía.

Cirugía mayor
La cirugía mayor conlleva casi siempre la apertura de una de las principales cavidades del cuerpo: abdomen,
tórax o cráneo. La apertura del abdomen se denomina laparotomía, la apertura del tórax se denomina
toracotomía, y la apertura del cráneo se denomina craneotomía. La cirugía mayor puede comprometer órganos
vitales. Generalmente, la intervención se lleva a cabo con anestesia general en un quirófano y por parte de un
equipo especializado de médicos. Después de una intervención de cirugía mayor suele ser necesaria una
estancia en el hospital, por lo menos de una noche.

Cirugía menor
En la cirugía menor no hay apertura de las cavidades mayores del cuerpo. Se puede requerir el uso de anestesia
local, regional o general, y se puede llevar a cabo en un servicio de urgencias, en centros de cirugía ambulatoria
o en la propia consulta del médico. No suele afectar a órganos vitales, por lo que este tipo de cirugía puede ser
llevada a cabo por un solo médico, que puede ser cirujano o no. En general, la persona puede volver a su
domicilio el mismo día de la intervención quirúrgica menor.

Riesgo quirúrgico
Los riesgos de la cirugía (es decir, la probabilidad de que la cirugía cause la muerte o un problema grave)
dependen del tipo de cirugía y de las características de la persona.

Los tipos de cirugía que tienen mayor riesgo son

 Cirugía cardíaca o pulmonar

 Cirugía hepática

 Las cirugías abdominales que necesitan mucho tiempo para poder completarse o tienen mayor riesgo de
que se produzca una hemorragia importante

 Extirpación de la glándula de la próstata

 Intervenciones mayores en los huesos y las articulaciones (por ejemplo, reemplazo de cadera)

Por lo general, cuanto peor es el estado de salud de una persona, mayor es el riesgo de la cirugía. Algunos
problemas de salud que aumentan el riesgo quirúrgico son

 Antecedentes de arteriopatía coronaria (coronariopatía)


 Antecedentes de insuficiencia cardíaca
 Antecedentes de ictus o accidente isquémico transitorio
 Síntomas de dolor torácico causado por enfermedades de las arterias coronarias  (angina).
 Desnutrición (frecuente en personas mayores internadas en establecimientos sanitarios)
 Enfermedades graves de pulmón o hígado

 Nefropatía crónica
 Sistema inmunitario debilitado (por ejemplo, debido al tratamiento con corticoesteroides a largo plazo)

 Diabetes  que necesita tratamiento con insulina


 Obesidad
Los riesgos suelen ser más elevados en personas de edad avanzada (véase Edad y salud: riesgo quirúrgico y
edad). Sin embargo, dependen más del estado de salud general que de la edad. Las enfermedades crónicas que
aumentan el riesgo de la cirugía, así como otras alteraciones que pueden solucionarse con tratamiento (como la
deshidratación, las infecciones, los desequilibrios en los fluidos corporales y electrólitos, y en particular la
insuficiencia cardíaca y la angina) deben controlarse lo mejor posible mediante tratamiento antes de una
operación.
Segunda opinión
La decisión de someterse a una intervención no siempre es directa. Puede haber opciones no quirúrgicas de
tratamiento, y puede haber varios procedimientos quirúrgicos posibles. Por lo tanto, es posible que la persona
busque la opinión de más de un médico (ver Obtener una segunda opinión ). Algunos seguros de salud requieren
una segunda opinión antes de una intervención quirúrgica electiva. Sin embargo, los expertos pueden no
ponerse de acuerdo en qué médico debe dar una segunda opinión.
 Algunos expertos recomiendan obtener una segunda opinión de un médico que no sea cirujano para
eliminar cualquier sesgo hacia una intervención quirúrgica cuando una de las opciones sea un tratamiento
no quirúrgico.

 Otros expertos recomiendan que sea otro cirujano el que dé una segunda opinión, porque este conoce
mejor las ventajas y desventajas de la cirugía que un médico que no sea cirujano.

 Algunos expertos recomiendan establecer de antemano que el cirujano que da una segunda opinión no
realice la operación para que no haya conflicto de intereses.

Cirugía mínimamente invasiva


Actualmente, los avances técnicos permiten realizar intervenciones con incisiones más pequeñas y menos
rotura de tejido que la cirugía tradicional. Para realizar estos procedimientos, los cirujanos introducen
dispositivos de iluminación de pequeño tamaño, cámaras de vídeo e instrumentos quirúrgicos a través de
incisiones «del tamaño del ojo de una cerradura», es decir, lo menores posible. Así, pueden realizar
procedimientos utilizando las imágenes que se transmiten a los monitores de vídeo como guías para manejar
los instrumentos quirúrgicos. En la cirugía robótica, las cámaras ofrecen a los cirujanos una vista
tridimensional y éstos controlan los instrumentos quirúrgicos desde una computadora.

La cirugía mínimamente invasiva recibe varios nombres en función de la zona donde se realice: laparoscopia
en el abdomen, artroscopia en las articulaciones y toracoscopia en el tórax.

Dado que produce una lesión tisular menor que la cirugía tradicional, este tipo de cirugía presenta varias
ventajas, entre ellas las siguientes:
 Estancia hospitalaria más corta (en la mayoría de los casos)

 A menudo, menos dolor tras la operación

 Vuelta pronta al trabajo

 Tendencia a cicatrices más pequeñas

Sin embargo, las personas que se someten a este tipo de cirugía subestiman con frecuencia las dificultades
que puede presentar, y en algunas ocasiones también lo hacen los cirujanos. Dado que los cirujanos utilizan
un monitor de vídeo, tienen solo una visión bidimensional del campo operatorio. Del mismo modo, los
instrumentos quirúrgicos utilizados tienen mangos de mayor longitud y se controlan desde el exterior del
cuerpo del paciente, por lo que el cirujano puede usarlos de forma menos natural que los instrumentos
quirúrgicos tradicionales. Por estas razones, la cirugía mínimamente invasiva tiene inconvenientes
potenciales:
 A menudo requiere más tiempo que la intervención quirúrgica tradicional.

 Más importante aún, los errores son más probables que con las técnicas tradicionales, sobre todo
cuando el procedimiento es nuevo, por causa de la propia complejidad de este tipo de cirugía.

La persona también debe saber que aunque la cirugía mínimamente invasiva puede causar menor dolor que la
intervención quirúrgica tradicional, el dolor sigue apareciendo, a menudo más de lo que se esperaba.

Dado que la cirugía mínimamente invasiva es técnicamente difícil, la persona que va a someterse a una
intervención debe hacer lo siguiente:

 Elegir a un cirujano muy experimentado.

 Determinar claramente si la cirugía es necesaria.

 Preguntar al cirujano cómo va a tratarse el dolor.


Preparación para el día de la intervención
Los días o semanas previos a la intervención se realizan diversos preparativos. A menudo, se recomienda
conseguir un estado físico y nutricional óptimos, ya que un buen estado general ayuda al individuo a recuperarse
del esfuerzo que supone la cirugía. Los objetos de valor deben dejarse en casa. Por lo general, se explica al
paciente que no debe comer ni beber nada después de la medianoche el día previo a la cirugía.

Consumo de alcohol y drogas


Eliminar o reducir el consumo de alcohol antes de someterse a una intervención que requiera anestesia general
puede aumentar la seguridad de dicha intervención. El consumo excesivo de alcohol puede lesionar el hígado y
producir una hemorragia grave durante la intervención, además de aumentar o disminuir, de forma impredecible,
el efecto de los fármacos utilizados en la anestesia general .
Los sujetos con dependencia del alcohol o de las drogas pueden desarrollar síntomas de abstinencia (véase
los síntomas de abstinencia de alcohol  y los síntomas de abstinencia de las drogas ) al interrumpir
repentinamente o disminuir el consumo de estas sustancias antes de la cirugía. Por lo tanto, los médicos pueden
administrar sedantes (benzodiazepinas) a los alcohólicos el día de la cirugía. Asimismo pueden
administrar analgésicos opioides  (potentes analgésicos) a los adictos a opiáceos para ayudar a prevenir la
abstinencia. Para evitar el síndrome de abstinencia antes de la cirugía, en ocasiones se administra a los adictos
a opiáceos metadona, que también alivia el dolor severo.

Consumo de tabaco
Se aconseja a los fumadores que dejen de fumar lo antes posible antes de cualquier cirugía torácica o
abdominal. El consumo reciente de tabaco hace más probable la aparición de arritmias cardíacas durante la
anestesia general y altera la función pulmonar. Es necesario dejar de fumar varias semanas antes de la cirugía
para que se puedan recuperar los mecanismos de defensa del aparato respiratorio .

Examen médico
El cirujano hace una exploración y elabora la historia clínica, que incluye:

 Síntomas recientes

 Antecedentes médicos

 Reacciones anteriores a los anestésicos (si las hay)

 Consumo de tabaco y/o alcohol

 Infecciones

 Factores de riesgo de trombosis

 Problemas relacionados con el corazón y los pulmones (como tos o dolor torácico)

 Alergias
También se solicita a la persona que haga una lista de todos los fármacos que esté tomando en ese momento;
debe informar de todos los fármacos que toma, ya sean de prescripción médica o no, para evitar problemas
graves de salud. Por ejemplo, el consumo de aspirina, que podría considerarse demasiado trivial para
mencionarlo, puede aumentar la hemorragia durante la intervención. Además, también debe mencionar el uso de
complementos nutricionales o de plantas medicinales (por ejemplo, Ginkgo biloba o la hierba de San Juan), pues
pueden tener efectos durante o tras la operación.

Puede indicarse a la persona que va a someterse a la cirugía que deje de tomar algunos fármacos, como por
ejemplo la warfarina y la aspirina (ácido acetilsalicílico), entre 5 y 7 días antes de la intervención. La persona
puede seguir tomando otros medicamentos que controlan los trastornos crónicos, como los fármacos utilizados
para reducir la tensión arterial. La mayoría de los fármacos que se toman por vía oral pueden tragarse con un
pequeño sorbo de agua el mismo día de la cirugía. Puede ser necesario administrar otros fármacos por vía
intravenosa, o bien deben ser retrasados hasta después de la cirugía.
El anestesiólogo puede entrevistarse con la persona antes de la operación para revisar los resultados de las
pruebas e identificar cualquier circunstancia médica que pueda afectar a la elección del anestésico. También
pueden discutirse los tipos más seguros y eficaces de anestesia. En cirugías en las que podría ser necesaria
una anestesia general (en la que se utiliza un tubo endotraqueal) es necesario que el anestesista de forma
previa evalúe a los pacientes que tienen una desviación del tabique u otra anomalía de las vías respiratorias.

Pruebas
Según el estado general de salud de la persona afectada y del tipo de procedimiento, las pruebas que se
realizan antes de la intervención (pruebas preoperatorias) son análisis de sangre y orina, electrocardiograma,
radiografías y pruebas de la capacidad pulmonar (pruebas de la función respiratoria). Estas pruebas ayudan a
determinar si los órganos vitales funcionan adecuadamente. Si los órganos no funcionan bien, el estrés de la
cirugía o de la anestesia puede causar problemas. Las pruebas preoperatorias también pueden revelar una
enfermedad transitoria desapercibida, como una infección, lo que requiere posponer la intervención quirúrgica.

Reserva de sangre para la transfusión


En el caso de que se necesite una transfusión de sangre durante la intervención, se puede reservar sangre de la
propia persona. Usar sangre propia (transfusión de sangre autóloga ) elimina el riesgo de infección y de la
mayoría de las reacciones transfusionales. Pueden extraerse 0,5 L de sangre de una vez y reservarla hasta la
intervención. No se debe extraer sangre más de una vez por semana, y la última extracción debe llevarse a cabo
por lo menos 2 semanas antes de la intervención. El organismo reemplaza la sangre perdida en las semanas
posteriores a la extracción.

Toma de decisiones
En algún momento previo a la intervención quirúrgica, el cirujano solicita a la persona la autorización para
realizar la operación, un proceso denominado consentimiento informado . El médico o el cirujano exponen los
riesgos y los beneficios de la operación, así como tratamientos alternativos, y responden a las preguntas que
surgen. La persona lee y firma un formulario de consentimiento informado. En casos de cirugía de emergencia,
en los que la persona no puede dar su consentimiento informado, los médicos deben intentar ponerse en
contacto con la familia. Excepcionalmente, la intervención quirúrgica de emergencia debe realizarse antes de
que se haya conseguido el contacto con la familia.
Debe prepararse un poder legal permanente para asuntos médicos  y un testamento vital antes de la cirugía, por
si la persona queda incapacitada o no se puede comunicar después de la cirugía.

Preparación del sistema digestivo


Puesto que algunos de los fármacos administrados durante la intervención pueden causar vómitos, por lo
general no se debe comer ni beber nada durante al menos 8 horas antes. Para la cirugía ambulatoria no se debe
comer ni beber nada después de medianoche. Dependiendo del tipo de cirugía, se recomiendan ciertas pautas
específicas. La persona debe preguntar al médico qué fármacos de los prescritos habitualmente debe tomar
antes de la intervención. Las personas que van a someterse a cirugía del intestino reciben laxantes o enemas 1
o 2 días antes de la operación.

Uñas de los dedos


Dado que el dispositivo que controla la concentración de oxígeno en sangre se coloca en un dedo de la mano,
deben retirarse el esmalte de uñas y las uñas artificiales antes de acudir al hospital. De este modo, dicho
dispositivo funciona con más precisión.

El día de la intervención
Antes de la mayoría de las intervenciones, la persona se quita la ropa, joyas, audífonos, dentadura postiza y
lentes de contacto o gafas, y se pone una bata. Entonces se la traslada a la estancia designada (denominada
zona de espera) o al mismo quirófano para realizar los preparativos finales antes de la intervención. La piel
donde se va a realizar la incisión (zona operatoria) se frota con un antiséptico para eliminar las bacterias, lo que
ayuda a prevenir la infección. Un auxiliar puede eliminar el vello de la zona quirúrgica con una maquinilla o con
líquidos de depilar o cremas.

A veces se inserta un tubo de plástico (catéter) en la vejiga para recoger la orina durante la intervención. Se
inserta un catéter en una de las venas del brazo o de la mano, a través del que se administrarán líquidos y
fármacos. Para la sedación se puede administrar un fármaco por vía intravenosa.

Si la operación se realiza en la zona de la boca, el tubo digestivo, los pulmones o las vías respiratorias o el
sistema genitourinario se administran uno o más antibióticos durante la hora previa a la incisión quirúrgica para
prevenir infecciones (profilaxis). Dependiendo de la operación se administran antibióticos por vía oral o
intravenosa. Esta terapia también se aplica a quienes se someten a operaciones en las que las infecciones son
un problema especialmente importante (por ejemplo, el reemplazo de una articulación o de una válvula
cardíaca).

Diabetes
El día de la cirugía, se administra a los pacientes diabéticos que utilizan insulina un tercio de su dosis habitual de
insulina por la mañana. A los que toman antidiabéticos por vía oral se les administra la mitad de su dosis
habitual. Si es posible, la cirugía se realiza a primera hora. El anestesista controla el nivel de azúcar en sangre
(glucosa) durante la cirugía y administra insulina o dextrosa adicional según sea necesario. Los pacientes no
reanudan su régimen de insulina ambulatorio habitual hasta que reanudan su dieta regular.
Dentadura postiza
Antes de introducir en la tráquea un tubo de respiración, se debe retirar la dentadura postiza. Lo ideal es que
previamente, al abandonar la zona de espera sea el mismo paciente el que se quite la dentadura y se la de a un
miembro de la familia.

Corticoesteroides
Los paciente que han tomado prednisona u otro corticosteroide durante más de 3 semanas el año previo a la
cirugía, pueden necesitar corticosteroides durante la cirugía. No se les administran corticosteroides en
procedimientos quirúrgicos menores.

El quirófano
Si las últimas preparaciones se realizan en la zona de espera, se conduce después la persona hasta el
quirófano. En este punto, la persona quizás esté aún despierta, aunque puede sentirse aturdida o haberse
dormido ya. Después se la traslada a la mesa de operaciones sobre la cual existen unas lámparas quirúrgicas
especialmente diseñadas. Médicos, enfermeras y todos los que estén cerca del campo quirúrgico, o tocándolo,
deben lavarse cuidadosamente las manos con jabón antiséptico, lo que minimiza el número de bacterias y de
virus en el quirófano. Para la intervención también se emplea ropa quirúrgica, gorros, mascarillas, calzas, batas
estériles y guantes estériles. Antes de que comience la cirugía, el equipo quirúrgico se toma un tiempo, en el que
se confirma lo siguiente:

 La identidad de la persona

 El procedimiento correcto y el lugar correcto del procedimiento (si procede)

 Disponibilidad de todo el equipamiento necesario

 Completar la profilaxis para prevenir infección o trombosis (si es necesario)

Se administra anestesia local, regional o general.
En el quirófano
El quirófano proporciona un entorno estéril en el que un equipo quirúrgico puede llevar a cabo la intervención. El equipo q
está compuesto por los siguientes profesionales:

 Cirujano/a principal: dirige la intervención

 Uno/a o más cirujanos/as ayudantes: colaboran con el/la cirujano/a jefe

 El/La anestesista: controla el suministro de anestésicos y supervisa estrechamente a la persona sometida a la inte

 El/La enfermero/a instrumentista: pasa los instrumentos a los cirujanos

 El/La enfermero/a circulante: proporciona el material adicional al equipo quirúrgico

Por lo general, el quirófano está dotado de un monitor que muestra en todo momento los valores de las constantes vitales
de instrumentos y una lámpara de quirófano. Los gases anestésicos se introducen en el equipo de anestesia. Mediante u
unido a un dispositivo de aspiración se elimina el exceso de sangre y de otros líquidos que pueden dificultar la adecuada
tejidos. Se continúa con la infusión de fluidos intravenosos, cuya administración se inicia antes de que la persona entre en
quirófano.

Después de la intervención quirúrgica


Después de finalizar la operación se traslada a la persona a una sala de reanimación para que sea vigilada
estrechamente durante 1 o 2 horas mientras va desapareciendo el efecto de la anestesia. Se vigila que la
persona sea capaz de respirar, no esté en riesgo de asfixia y tenga tratamiento analgésico. También se controla
que el paciente sea capaz de pensar con claridad. La mayoría de las personas experimentan cierto grado de
aturdimiento al despertar, sobre todo si se ha realizado una intervención de cirugía mayor. Algunos individuos
presentan náuseas durante un periodo corto de tiempo y otros sienten frío.

Dependiendo de la naturaleza de la cirugía y del tipo de anestesia, la persona puede volver a su casa
directamente desde la sala de reanimación o quedarse ingresada en el hospital, a veces en una  unidad de
cuidados intensivos  (UCI).

Alta directa al domicilio


Para que la persona pueda ser remitida a su domicilio, esta debe

 Pensar con claridad

 Respirar con normalidad

 Ser capaz de beber líquidos

 Ser capaz de orinar

 Ser capaz de caminar

 No tener dolor intenso

Quienes hayan recibido anestesia o sedantes y posteriormente sean dados de alta deben irse a casa
acompañados y no se les permite conducir. La zona operatoria no debe presentar hemorragia ni una inflamación
no esperada.

Hospitalización
Cuando se ingresa a una persona en el hospital tras la cirugía puede encontrarse al despertar muchos tubos y
dispositivos en el cuerpo. Por ejemplo, un tubo respiratorio en la garganta, apósitos adhesivos en el pecho para
controlar el latido cardíaco, un tubo en la vejiga, un dispositivo en el dedo para medir la concentración de
oxígeno en sangre, un vendaje en la zona operada, un tubo en la nariz o en la boca y uno o más catéteres en las
venas.

Lo normal es sufrir dolor después de la mayoría de las intervenciones, pero casi siempre puede aliviarse. Los
medicamentos que alivian el dolor (analgésicos) pueden administrarse por vía intravenosa, por vía oral,
inyectarse en el músculo o aplicarse sobre la piel en forma de parche. Si se ha realizado una  anestesia epidural ,
el anestesiólogo puede dejar en la espalda el tubo de plástico empleado para administrar analgésicos. Los
analgésicos opiáceos, como la morfina, se pueden inyectar a través de dicho tubo. A veces, si la persona
ingresada sufre un dolor intenso, dispone de un dispositivo que inyecta continuamente analgésicos opiáceos en
vena, y que también puede administrar una pequeña cantidad adicional de analgésico cuando la persona aprieta
un botón (analgesia controlada por el paciente). Si el dolor persiste, pueden solicitarse tratamientos adicionales.
El uso constante de analgésicos opiáceos suele producir estreñimiento. Para prevenirlo, se administra un laxante
estimulante o un reblandecedor de heces.
Una buena nutrición es fundamental para la curación y para reducir al mínimo la probabilidad de infección. Los
requerimientos nutricionales aumentan después de una cirugía mayor. Si la cirugía hace que comer sea
imposible durante más de una semana, puede ser necesaria una fuente alternativa de nutrición. En las personas
cuyo sistema digestivo funciona pero son incapaces de comer, se pueden administrar nutrientes a través de una
sonda colocada en el estómago. Esta sonda puede pasar a través de la nariz, la boca o una incisión en la pared
abdominal. En contadas ocasiones, a las personas que han sido sometidas a cirugía del aparato digestivo y no
pueden comer durante periodos prolongados, se les pueden administrar los nutrientes a través de un catéter
insertado en una de las grandes venas del cuerpo (nutrición parenteral, ver Alimentación intravenosa ).

Complicaciones después de la cirugía


Durante los días posteriores a la operación pueden aparecer complicaciones como fiebre, formación de coágulos
de sangre, problemas con la herida quirúrgica, confusión, dificultad para orinar o defecar, pérdida de masa
muscular y deterioro de la condición física (lo que se denomina desacondicionamiento).

La fiebre que aparece durante los días o semanas posteriores a la intervención puede ser debida a varias
causas habituales, entre las que se incluyen:
 Infecciones en la zona quirúrgica

 Problemas pulmonares como neumonía o colapso del tejido pulmonar (lo que se denomina atelectasia)
 Infecciones de las vías urinarias  (IVU)
 Trombos en las piernas (trombosis venosa profunda ) o en los pulmones (embolia pulmonar ).
 Infecciones de los dispositivos, tubos o drenajes que han sido implantados

Los fármacos a veces pueden causar fiebre. Otra posible causa es la inflamación como respuesta al trauma de
una operación. El riesgo de infecciones en la zona quirúrgica, las trombosis venosas profundas, y las infecciones
del tracto urinario puede reducirse mediante un cuidado meticuloso después de la cirugía. El riesgo de neumonía
y atelectasia puede reducirse forzando la respiración periódicamente con un dispositivo manual (espirometría
incentivada) y tosiendo siempre que sea necesario.

Se pueden formar coágulos de sangre en las venas de las piernas o la pelvis, sobre todo si la persona yace
inmóvil durante y tras la cirugía, o se ha sometido a cirugía de las piernas, de la pelvis o de ambas. Los coágulos
pueden desprenderse y viajar por el torrente sanguíneo hasta los pulmones, donde pueden bloquear el flujo de
sangre a través de los mismos (originando una embolia pulmonar ). Como resultado, es posible que disminuya el
aporte de oxígeno hacia el resto del organismo y que descienda la presión arterial.
En ciertas intervenciones en las que es especialmente probable que se formen coágulos, y en quienes
seguramente deberán permanecer en reposo, se administran fármacos para prevenir la formación de coágulos
(anticoagulantes), como la heparina de bajo peso molecular, o bien se les recomienda llevar medias elásticas
para mejorar la circulación de la sangre. Sin embargo, no se deben recomendar anticoagulantes en las
operaciones en las que estos fármacos supongan un aumento importante del riesgo de hemorragia. La persona
debe comenzar a mover sus extremidades y a caminar tan pronto como sea posible.
Las complicaciones de la herida quirúrgica son la infección y la separación de los bordes de la herida
(dehiscencia). Para disminuir el riesgo de infección se coloca una protección en la incisión quirúrgica después de
la intervención. Los apósitos colocados en el quirófano se dejan típicamente durante 24 a 48 horas, a menos que
aparezcan signos de infección (por ejemplo, aumento del dolor, hinchazón y secreción).
Dicha protección consiste en un apósito estéril y, normalmente, una pomada con antibiótico. El apósito mantiene
las bacterias alejadas de la herida y absorbe los líquidos que exudan desde la incisión. Dado que esos fluidos
pueden propiciar el crecimiento de las bacterias y la infección de la incisión, el vendaje se cambia con
frecuencia, por lo general dos veces al día. La herida y cualquier tubo de drenaje, suturas o grapas quirúrgicas
en la piel se examinan cada vez que se cambia el apósito, a veces más a menudo. Ocasionalmente, se
desarrolla una infección a pesar de que la herida haya recibido los mejores cuidados posibles. La zona infectada
puede volverse cada vez más dolorosa uno o más días después de la operación, notarse caliente y enrojecida o
drenar pus o líquidos. En este caso es posible que aparezca fiebre. Si aparece cualquiera de estos síntomas, se
debe consultar al médico lo antes posible.

Puede aparecer delirio (confusión y agitación), sobre todo en personas de edad avanzada (véase Edad y salud:
riesgo quirúrgico y edad ). Los fármacos con efectos anticolinérgicos (como confusión, visión borrosa y pérdida
de control de la vejiga, ver Anticolinérgicos: ¿Qué son los efectos anticolinérgicos? ), opiáceos, sedantes, o
antihistamínicos (H2), pueden contribuir al delirio, así como puede hacerlo una concentración de oxígeno en
sangre demasiado baja. En personas de edad avanzada, deben evitarse los medicamentos que causan
confusión siempre que sea posible.
Tras la cirugía suelen aparecer dificultad para orinar y dificultad para defecar (estreñimiento). Los factores
que contribuyen a dicha dificultad pueden ser el uso de fármacos con efectos anticolinérgicos u opiáceos, la
cirugía intestinal, la inactividad y el hecho de no comer o beber. El flujo de orina puede llegar bloquearse por
completo, estirando la vejiga. La obstrucción puede conducir a infecciones de las vías urinarias. A veces,
presionar la parte inferior del abdomen cuando se intenta orinar alivia la obstrucción, pero a menudo se necesita
insertar una sonda en la vejiga, que puede dejarse en la vejiga o retirarse en cuanto esta se vacíe. Con
frecuencia, incorporarse ayuda a evitar la obstrucción. Si no existe una obstrucción de la vejiga se puede
administrar betanecol por vía oral para estimular la contracción de la vejiga. Si se produce estreñimiento se
reduce la dosis de opioides (analgésicos) y de otros fármacos que causan estreñimiento y se indica al paciente
que comience a caminar tan pronto como sea posible. A menos que la operación estuviera relacionada con el
sistema digestivo, a las personas que presenten estreñimiento pueden administrárseles laxantes que estimulen
los intestinos, como el bisacodilo, el sen o la cáscara sagrada. Los ablandadores de las heces, como el
docusato, no suelen funcionar.
La pérdida de músculo (sarcopenia) y fuerza se produce en todas las personas que necesitan reposo en cama
durante un tiempo prolongado. Con el reposo absoluto en cama, un adulto joven pierde alrededor del 1% de
masa muscular al día, pero las personas mayores pierden hasta un 5% al día, ya que sus niveles de hormona
del crecimiento, que es la responsable de mantener el tejido muscular, son inferiores. Es muy importante para la
recuperación tener una cantidad de músculo adecuada. Por lo tanto, la persona debe sentarse en la cama,
moverse, ponerse de pie y realizar ejercicio tan pronto y tanto como su estado de salud lo permita. Los pacientes
que no están recibiendo una adecuada nutrición tienen mayor riesgo de sarcopenia. Se recomienda al paciente
que coma y beba. Si no son capaces de comer y beber por sí mismos, puede ser necesaria la alimentación por
sonda o, raramente, la alimentación parenteral (ver Hospitalización ).
Alta domiciliaria después de la hospitalización (véase también Alta del hospital  )
Antes de abandonar el hospital, la persona debe asegurarse de lo siguiente

 Programar la visita de seguimiento con el médico

 Conocer qué fármacos debe tomar

 Saber qué actividades debe evitar o limitar

Ejemplos de actividades que puede ser necesario evitar temporalmente son subir escaleras, conducir, levantar
objetos pesados y mantener relaciones sexuales. La persona debe saber qué síntomas requieren la valoración
de un médico antes de acudir a la primera visita programada después de la operación.

La reanudación de la actividad habitual durante la recuperación de la intervención quirúrgica debe llevarse a


cabo de manera gradual. Algunas personas necesitan rehabilitación , que consiste en la realización de ejercicios
y actividades especiales para mejorar la fuerza y la flexibilidad. Por ejemplo, la rehabilitación después de una
operación de reposición de cadera consiste en el aprendizaje de la manera de caminar y la realización de
estiramientos y ejercicios.
Edad y salud: riesgo quirúrgico y edad
A mediados del siglo XX, los cirujanos a menudo dudaban en realizar incluso operaciones simples a personas
mayores de 50 años. Los tiempos han cambiado. Hoy en día, más de un tercio de las operaciones en los
Estados Unidos se realizan en personas de más de 65 años de edad.

Sin embargo, la edad sí aumenta el riesgo de complicaciones durante y después de la cirugía. Por ejemplo, es
mucho más probable que las personas de edad avanzada sufran delirio tras la cirugía, en comparación con las
personas jóvenes. También son más propensas a sufrir complicaciones graves derivadas del reposo en cama,
que pueden aparecer tras la cirugía. Estas complicaciones incluyen
 Coágulos de sangre

 Pérdida de músculo

 Neumonía

 Infecciones de las vías urinarias

El riesgo de fallecimiento durante o después de la intervención quirúrgica también aumenta con la edad. Más
de tres cuartas partes de los decesos que se producen en el periodo inmediatamente posterior a la
intervención quirúrgica son de personas de edad avanzada. Además, cuando se realiza una intervención de
urgencia, o cuando se trata de una cirugía del tórax o el abdomen, aumenta el riesgo de muerte en todos los
grupos de edad, pero sobre todo en el grupo de personas de edad avanzada.

Aunque la edad es en sí misma un factor de riesgo, la salud general y la presencia de ciertas enfermedades
aumentan el riesgo quirúrgico  mucho más que la edad. Haber sufrido un ataque cardíaco en los 6 meses
previos a un procedimiento quirúrgico aumenta enormemente el riesgo, así como una insuficiencia cardíaca
mal controlada. Por ejemplo, la insuficiencia cardíaca , la desnutrición  (frecuente en las personas de edad
avanzada que viven en establecimientos sanitarios) y un dolor torácico especialmente intenso o que aumente
gradualmente (angina inestable ) incrementan el riesgo asociado a la cirugía en las personas de edad
avanzada. Los problemas pulmonares, como la enfermedad pulmonar obstructiva crónica , son motivo de cierta
preocupación durante la valoración de los riesgos de la cirugía, especialmente entre los fumadores. Una
función renal deteriorada, la diabetes de tipo 1, accidentes cerebrovasculares  o ataques isquémicos
transitorios  anteriores, además de los problemas de la función mental, como la demencia , también pueden
aumentar el riesgo.
Ciertos procedimientos quirúrgicos suponen más riesgo que otros. Por ejemplo, la cirugía en el abdomen o en
el tórax, la extirpación de la próstata y la cirugía mayor en una articulación (como la sustitución de cadera)
aparecen en los primeros puestos en la lista de procedimientos de riesgo. Muchos de los procedimientos a los
que se someten las personas de edad avanzada de manera habitual, como una operación de cataratas o una
intervención en articulaciones pequeñas, representan un riesgo menor. Si una persona mayor está bien en
general, la mayoría de las operaciones, incluidas las que se consideran de mayor riesgo, pueden llevarse a
cabo sin problemas.

Aun cuando los riesgos de la cirugía sean elevados, pueden ser compensados por los beneficios potenciales.
Por ejemplo, una cirugía que implica un riesgo de muerte, como la reparación de un gran aneurisma aórtico,
debe considerarse si se espera que esa persona viva unos 8 o 10 años más, ya que ese tipo de aneurisma
aumenta el riesgo de muerte si no se repara. Sin embargo, esta intervención debe evitarse si otras

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