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Pensamiento latinoamericano en las prácticas profesionales

Nubia Narvaez Álvarez

Corporación Universitaria Iberoamericana

Facultad de Educación

Maestría en Educación

Caucasia, Antioquía

Marzo, 2020
Pensamiento crítico latinoamericano: desarrollos epistemológicos, ii

ontológicos, éticos y pedagógicos en las prácticas profesionales.

Introducción

A través del tiempo América latina ha vivenciado una serie de cambios basados en la pedagogía

latinoamericana en donde existen tres elementos importantes que la definen: Primero la

educación como instrumento de liberación política y social. Segundo, la formación integral del

ser humano como meta y contribución de la escuela a dicha liberación. Tercero, el desarrollo

de la razón o el pensamiento como tarea central de la escuela que busca promover el desarrollo

humano y la liberación. (Villarini, s.f, p,1)

Las escuelas como pilares de producción de conocimientos, deben cumplir un papel importante

en el desarrollo del pensamiento crítico, según Freyre (2009): “enseñar no es transferir

conocimientos, sino crear las posibilidades de su construcción o de su producción”. (Mesa, L.

2009)

Todo ser humano desarrolla la capacidad para pensar a partir de unas ciertas condiciones

biológicas naturales e histórico-culturales. Como parte de sus procesos de adaptación natural y

apropiación cultural, el ser humano desarrolla funciones mentales superiores como lo son la

percepción, la memoria, la solución de problemas y la toma de decisiones. El proceso por el

cual se constituye un mundo significativo para el sujeto es el mismo por el cual se constituye

el sujeto. “A lo largo de su desarrollo el sujeto va elaborando no sólo sus conocimientos, sino

también las estructuras o mecanismos mediante los cuales adquiere esos conocimientos, es

decir construye su conocimiento del mundo, pero también su propia inteligencia.” J. Delval, en

J. Piaget, La epistemología genética, (1986) por Villarini, (s.f, p:1)

En este proceso de construcción debemos echar una mirada al pasado y principalmente a

nuestra cultura base (etnias), donde Chakrabarty (2008) por Gómez, J. 2010, p. 89) en su
propuesta teórica de provincializar Europa, señalaba como “las denominadas ideas iii

universales que los pensadores europeos produjeron durante el periodo que va desde el

Renacimiento hasta la Ilustración y que, desde entonces, han influenciado los proyectos de

modernidad y modernización en todo el mundo, nunca pueden ser conceptos completamente

universales y puros […]. Las circunstancias de su formulación deben de haber importado

elementos de historias preexistentes singulares y únicas, historias que pertenecen a los

múltiples pasados de Europa. De este modo es posible analizar si realmente podemos hablar de

pensamiento crítico, desde la época del colonialismo y que en la actualidad todavía aún siguen

arraigados; evidentemente no, porque los planteamientos que permiten comprender sus

relaciones sociales, su historia y su cultura están condicionados por las premisas de una

racionalidad supuestamente neutral, pero internamente racista y etnocéntrica. Estas estructuras

de pensamiento nos llevan directamente a la colonialidad. (Mignolo, 2000, Quijano, 2000 por

Gómez, J. 2010, p. 89).

La formación integral del ser, se ve reflejada al encontrarse con su otro; se enfrenta a otra

cultura y existe una superioridad cultural que lo amilana y lo lleva a crear una identidad opuesta

a su colonizador, lo que se denomina: colonización amerindia:

“Los pueblos colonizados, […] sufrieron además la degradación de tener que asumir como si

se tratara de su propia imagen aquella que no era sino un reflejo de la visión europea del mundo,

que consideraba a la gente colonizada como racialmente inferior debido a que era negra,

(amer)india o mestiza” (Ribeiro, 1968, p. 63 por Gómez, J. 2010, p. 91)). Por tal razón las

poblaciones nativas o trasplantadas fueron vistas como parte de la naturaleza que los científicos

habían construido como objeto de estudio, en ningún caso se aceptó la posibilidad de que fuesen

sujetos productores de un saber que gozase de la suficiente legitimidad para ser conocido por

el sistema colonizador “hacia mediados del siglo XVIII, Europa se mira a sí misma como en

disposición de un aparato de conocimiento desde el cual es posible ejercer juicio sobre los
demás aparatos de conocimiento (pasados, presentes y futuros)” (Castro-Gómez, 2008,iv

p.124 por Gómez, J .2010, p. 92).

De aquí que la colonialidad del saber emerge como la teoría que el único conocimiento válido

solo provenía de los colonizadores, llamado esto eurocentrismo, de tal manera fueron creadas

instituciones de educación basadas en la mera idea europea y en sus concepciones culturales,

sociales y políticas, conllevando esto a la colonialidad del saber.

la colonialidad del saber se manifiesta a través de la negación de la experiencia y la producción

intelectual del otro lado de la línea (Ángel, S. 2015), bajo todo punto de vista los conocimientos

del mundo sólo se podían obtener única y exclusivamente de Europa, conllevando esto a

muchos problemas del orden social, la marginación, la exclusión y otras.

Debido a lo anterior es cuando surge lo que conocemos como modernidad, ese periodo en

donde los saberes fueron mucho más allá del eurocentrismo y por primera vez se vio la escuela

como un instrumento para cultivar esa producción de saberes, donde la inclusión social jugo

un papel importante para poder homogenizar las relaciones sociales. Según el pensamiento de

Freire el ser humano es rebelde por naturaleza y esa rebeldía debe ser un elemento fundamental

que retome la escuela; es necesario que reconozcamos el derecho a la “rabia” dice Freire,

entendida como el derecho a expresar nuestro desacuerdo con las injusticias, con la opresión,

con la explotación, sin llegar ni aceptar el terrorismo. (Mesa, L. 2009)

Ya en el siglo XX tras la Segunda Guerra Mundial, se produjo en el mundo una gran

transformación en la representación de la alteridad occidental y en la construcción discursiva

de su dominación. (Gómez, J .2010, p. 96). De esta manera se materializaron muchos avances

tanto sociales como tecnológicos, un desarrollo económico y educativo lo que conllevo a una

descolonización parcial y a desarrollar un pensamiento crítico frente a todas esas convicciones

que fueron inculcadas por falta de saberes y procesos concretos a los que fueron sometidos por

los agentes colonizadores y sus ideales.


El pensamiento crítico es la capacidad del pensamiento para examinarse y evaluarse a sí v

mismo (el pensamiento propio o el de los otros), en términos de cinco dimensiones (Lógica,

sustantiva, dilógica, pragmática y contextual). La capacidad para el pensamiento crítico surge

de la metacognición. (Villarini, s.f, p,39). Todas estas dimensiones han sido creadas por el

hombre para evaluar su pensamiento y elevar su pensamiento a un nivel crítico. Este

pensamiento crítico es necesario para el desarrollo humano y su libertad.

Freire señala con claridad las relaciones entre educación y política, y consecuentemente,

plantea que los actos educativos no son neutrales. Tiene el mérito de demostrar que la

Escuela puede jugar un papel como instrumento ideológico en la tarea de preservar las

condiciones políticas y sociales dominantes, pero también en mostrar que la misma

educación tiene un gran potencial emancipador: la educación es una vía por excelencia

para concientizar al oprimido de su condición y de las circunstancias en que tal opresión

se produce, a la vez que le puede llevar a descubrir caminos y acciones para la liberación.

(Mesa, L. 2009)

Conclusión

La colonialidad del saber y del poder se materializaron en Latinoamérica gracias al

eurocentrismo generado por la colonización.

La colonialidad del saber genero un choque entre lo que por historia y arraigo se tenía de

nuestros antepasados (cultura, organización social y política, economía) y lo que la cultura

europea impuso al llegar(desarrollismo).

Desde el punto de vista ontológico y ético la postcolonialidad refuerza lo que el ser humano y

sus características está destinado a no dejarse doblegar, menoscabar y cumplir con los

preceptos de vivir en sociedad y libre de cualquier yugo, en pocas palabras emancipado.

De tal forma en la escuela del nuevo siglo es importante dentro de nuestras practicas

pedagógicas, el aprendizaje de nuestros estudiantes debe estar enfocado a ser significativo,


reflexivo, activo, colaborativo, cooperativo y participativo; esto con el fin de que sevi

empodere con todos los conocimientos posibles a hacer parte de una sociedad, que cualifique

sus capacidades y destrezas desarrolladas.


Referencias vii

Ángel, S., Caicedo J. & Rico, J. (2015). Colonialidad del saber y ciencias sociales: Una

metodología para aprehender los imaginarios colonizados. Análisis político Nº 85, (1-17)

Recuperado de http://www.scielo.org.co/scielo.php?script=sci_arttext&pid

Gómez-Quintero, J. (2010). La colonialidad del ser y del saber: la mitologización del desarrollo

en América Latina. El Ágora USB, vol. 10, núm. 1, enero-junio, 2010, pp. 87-105

Recuperado de http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=407748992005

Meza, L. (2009). Elementos de pensamiento crítico en Paulo Freire: Implicaciones para la

educación superior. Vol. 10, No1. Instituto Tecnológico de Costa Rica: Escuela de

Matemática.

Villarini, A. (s.f). Teoría y pedagogía del pensamiento crítico. Universidad de Puerto Rico

Perspectivas psicológicas. Vol 3 – 4(1- 8) • Año IV

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