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APENDICE-APENDICITIS

Ubicación: Fosa iliaca derecha

ETIOPATOGENIA

La apendicitis constituye una versión de una diverticulitis, en la cual el apéndice


representa un largo divertículo con una luz estrecha. La inflamación del apéndice resulta
de una obstrucción de su luz,6 ya sea por materia fecal espesada (fecalito), hiperplasia
linfoidea, cuerpo extraño, p

Sin embargo, en los preparados histológicos no siempre aparece una causa de


obstrucción de la luz apendicular, lo que sugeriría en esos casos una obstrucción
funcional. Por otra parte, también podría ocurrir inflamación local del apéndice secundaria
a algún agente infeccioso como Yersinia, Salmonella, Shigella, virus de la papera,
coxsackievirus B, adenovirus, actinomyces, etc.

PRESENTACIÓN CLÍNICA

Cuadro clínico inicial Evolución no mayor de 24-36 horas.

• Inapetencia.

• Dolor periumbilical y luego en fosa ilíaca derecha.

• Nauseas y/o vómitos.

• Estado subfebril y luego hipertermia, 37,5°-38,5°.

En su forma más simple y clásica, la apendicitis comienza con inapetencia y dolor


periumbilical (dolor metamérico, por distensión del apéndice inervado por el dermatomo
correspondiente a D8-D10, que también recibe las aferencias nerviosas de la zona
periumbilical). Es importante tener en cuenta que la inflamación de cualquier sector del
intestino medio causará tal sintomatología. Con el transcurso de las horas, el dolor
periumbilical migra hacia la fosa ilíaca derecha, por irritación del peritoneo adyacente, lo
que refleja un estadio más avanzado de la enfermedad. El dolor suele ser continuo, de
intensidad creciente, a veces irradiado hacia hipogastrio o zona lumbar derecha, y
aumenta con el movimiento y dificulta la marcha, obligando al paciente a adoptar una
actitud incurvada hacia delante y a la derecha. Lo más común, es que luego del dolor
aparezcan nauseas y/o vómitos, y estado subfebril y luego hipertermia moderada de 37,5-
38°.

El signo físico más importante es el dolor localizado en la fosa ilíaca derecha, con máxima
intensidad en el punto de Mc Burney (punto localizado en la unión del tercio externo con
los dos tercios internos, en una línea imaginaria que une espina ilíaca anterosuperior con
el ombligo). Este dolor es espontáneo y palpatorio, y aumenta con la compresión, la
descompresión, la flexión del psoas, la compresión en fosa iliaca izquierda, y el
movimiento.

PANCREAS-PANCREATITIS
En nuestro medio, las causas más frecuentes de pancreatitis aguda son la litiasis biliar
(50%), y el consumo de alcohol (15-20%). Sin embargo, hasta en un 15-25% de los casos
no logra identificarse una causa reconocible.

UBICACIÓN;

CLINICA:

En la mayor parte de los casos el paciente describe un dolor de inicio súbito o rápido en
epigastrio irradiado a ambos hipocondrios y espalda “en cinturón”, continuo y de
intensidad relevante. En otras ocasiones el dolor es generalizado en el abdomen. Con el
paso de las horas, el dolor puede localizarse en zonas donde se están formando
colecciones agudas como la fosa renal. En tal caso, la presencia de líquido en la fascia
pararrenal anterior, puede asociarse a puñopercusión renal positiva. A su vez, la
acumulación de líquido en la gotiera parietocólica puede ser causa de dolor en el vacío y
fosa ilíaca derecha. La presencia de náuseas y vómitos es muy frecuente en las primeras
24 h de evolución. Además del delirium tremens que puede complicar la evolución de la
enfermedad en pacientes alcohólicos, en raros casos la pancreatitis unida a la presencia
de dolor, al uso de analgésicos opiáceos y a la respuesta inflamatoria sistémica puede
cursar con síntomas psiquiátricos (incluso en pacientes no alcohólicos) que varían desde
la obnubilación hasta la agitación, alucinaciones y alucinosis; ello se ha denominado
encefalopatía pancreática. También se ha descrito una afectación retiniana (retinopatía de
Purtscher por oclusión de la arteria retiniana posterior). La exploración del abdomen
muestra dolor e hipersensibilidad a la palpación predominantemente en el hemiabdomen
superior y mesogastrio. Algunos pacientes presentan un marcado síndrome de respuesta
inflamatoria sistémica ya desde etapas precoces de la enfermedad, con fiebre, taquicardia
y taquipnea. Un subgrupo de estos pacientes puede tener fallo orgánico desde su primera
evaluación en urgencias (anuria, shock, insuficiencia respiratoria), asociándose a una
mortalidad elevada. En ocasiones, tras una mejoría inicial del síndrome de respuesta
inflamatoria sistémica, éste se presenta de nuevo a partir de la 2.ª semana de evolución
de la enfermedad, lo que sugiere infección nosocomial o de la necrosis pancreática. Es
frecuente el íleo paralítico, que puede prolongarse varios días. En tales casos, el
abdomen aparece distendido y sin evidencia de peristaltismo. En pancreatitis
necrotizantes, en raras ocasiones el exudado hemorrágico diseca planos anatómicos
hasta alcanzar el tejido subcutáneo, produciendo un tinte violáceo de la piel de flancos
(signo de Grey-Turner, (figura 3) o en la región periumbilical (signo de Cullen); estos
signos se asocian a mal pronóstico. Es típico pero muy infrecuente el desarrollo de
paniculitis subcutánea por acción de las enzimas pancreáticas.

VESICULA BILIAR-CELECISTITIS

CLINICA :
El único síntoma atribuible a la colelitiasis es el dolor biliar. Se produce por la obstrucción
intermitente del conducto cístico por un cálculo y se manifiesta como un episodio de dolor
visceral, localizado en el epigastrio-hipocondrio derecho. En un 50% de los casos el dolor irradia
hacia el hombro derecho o la escápula, y se manifiesta como un dolor constante, que aumenta
gradualmente durante 15 minutos-1 hora, se mantiene durante 1 hora o más y desaparece
lentamente. Cuando el dolor se prolonga por un tiempo superior a 5-6 horas, debe sospecharse la
posibilidad de una colecistitis aguda. A menudo se acompaña de diaforesis, náuseas, vómitos e
inquietud. El gas, la distensión abdominal, la flatulencia y la dispepsia no están relacionados con
los cálculos en sí mismos. Estos síntomas se encuentran con una frecuencia parecida en pacientes
sin colelitiasis y, por tanto, no cabe esperar que la colecistectomía resuelva estos síntomas. La
exploración física suele ser normal en el curso de un cólico biliar simple, mostrando únicamente
ligera hipersensibilidad a la palpación en el hipocondrio derecho.

INTESTINO-OBTRUCCION INTESTINAL

La obstrucción intestinal consiste en la detención del tránsito intestinal, de forma


completa y persistente en algún punto del intestino delgado o grueso. Cuando no sea
completa o persistente hablaremos de suboclusión intestinal.

CLINICA:

Es el síntoma más frecuente y, generalmente, el primero en aparecer, sobre todo en


los mecánicos. Es de tipo cólico, insidioso o brusco e intenso si existe compromiso
vascular (estrangulación), perforación o peritonitis. Aunque existe una amplia variación
individual en la obstrucción mecánica de intestino delgado, el dolor suele localizarse en
mesogastrio y tiende a ser más intenso cuanto más alta sea la obstrucción; el dolor
puede disminuir a medida que progresa la distensión. En la obstrucción colónica, en
general, el dolor es de menor intensidad, pudiendo incluso estar ausente. En la
obstrucción mecánica del colon el dolor suele localizarse en el piso abdominal inferior.
http://187.191.75.115/gobmx/salud/documentos/manuales/11_Manual_HepatitisVirales.pdf
https://es.slideshare.net/JuanCruzZazueta/hepatitis-viral-aguda-31152824

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