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RESUMEN HISTORIA DE LA PSICOLOGÍA.

Santamaría, Carlos.

REALIZADO POR:

C.I.:

CÁTEDRA: CRÍTICA DE LOS SISTEMAS PSICOLÓGICOS

CAPÍTULO I: ANTECEDENTES FILOSÓFICOS DE LA


PSICOLOGÍA CONTEMPORÁNEA
La psicología es una ciencia joven, pero autores especializados como Ebbinghaus
acuñaban una frase que, parafraseando, decía que tiene una historia corta con un pasado
largo. Tal cuestión no parece descabellada si se considera el hecho de que el pensamiento
humano ha sido desde épocas remotas una de las mayores preocupaciones del hombre: la
filosofía, quizá como ciencia precursora de la psicología moderna, se ocupa de discernir en
la relación mente – cuerpo, en lo físico y lo psíquico; cuestión que aún interesa a la
disciplina psicológica.

Es notable dos preguntas, de tantas que han surgido, que son incesantemente tratadas
de responder tanto por la psicología como por la filosofía y que guardan relación con lo
anterior: “¿proviene nuestro conocimiento esencialmente de los sentidos o de nuestras
capacidades de razonamiento” (p.13) y la segunda: “¿son la mente y el cuerpo dos
entidades esencialmente distintas?” (p. 14). Estas cuestiones han sido de interés por siglos y
aún se busca darles una respuesta satisfactoria porque han sido y son el problema
fundamental de la psicología y la filosofía.

Para la primera pregunta, que se puede sintetizar como el problema del conocimiento,
habrían, entre tantas, tres posibles respuestas que darían satisfacción a distintas formas de
ver este conocimiento: una, es el hecho de que los seres humanos vienen al mundo con
ciertas cuestiones en su mente (denominado esto como racionalismo-innatismo); otra es el
hecho de que se obtiene del mundo exterior (denominado empirismo-ambientalismo).
Mientras que la tercera respuesta es que la persona tiene habilidades para construir sus
conocimientos (el contructivismo de Kant). En síntesis:
Racionalismo -
Innatismo
Posibles respuestas
Problema del Empirismo -
conocimiento Ambientalismo

Constructivismo

Para conocer con más detalle como el largo pasado de la psicología intentó solucionar
el problema del conocimiento, se tienen argumentos que toman distintos puntos de vista de
épocas tan distantes como la Antigua Grecia, donde los filósofos y pensadores se ocupan
intensamente de comprender la naturaleza humana, de responder los misterios de la mente o
de por qué algunas personas actuaban de un modo o de otro.

De entre tantos filósofos, grandes en su ciencia y que no por no nombrarse tienen


menor importancia, destacan dos: Platón (487/7-347 a.C.); quien tenía ideas con ciertas
propiedades metafísicas, las cuales les sirvieron para responder, a su modo, al problema del
conocimiento: “el mundo real no es la base del conocimiento, sino un mero reflejo de éste”
(p.16), fundamento esencial del Racionalismo. Planteaba tal cosa porque creía que la
experiencia no era suficiente para justificar el conocimiento, sino que el ser humano tenía
ideas innatas (establecidas por Dios), que le permitían calificar las cosas, animales, plantas,
objetos en general, porque tenían cualidades que los asemejaban al X ideal. Platón también
se refirió a la caracterización de los elementos irracionales de la mente: afectos y apetitos,
controlados por un elemento cognitivo.

El segundo filósofo fue Aristóteles (384/3-322 a.C.); con ideas opuestas a Platón a
quien criticaba, es considerado el referente clásico del Empirismo. El presentó la doctrina
de los universales, los cuales son los nombres comunes, que denominan a una clase de seres
(perros, plantas, casas); y adjetivos, que le atribuyen alguna cualidad a los seres (bajo, alto,
listo, feo); y ambos pueden ser usados colectivamente. No obstante, los nombres propios se
refieren a un particular. Estos universales no son entidades independientes ni se
fundamentan en el mundo real. A este filósofo le debemos la famosa metáfora de la tabula
rasa: la mente humana es una tablilla de cera en la cual se graban los conocimientos.

Es relevante para la psicología el aporte aristotélico de que la asociación gobierna la


memoria y otras aptitudes como el razonamiento dependen de capacidades innatas. Propuso
dos procedimientos para establecer asociaciones en la memoria: semejanza y contigüidad,
los cuales son base de los principios del aprendizaje asociativo que propondrían filósofos
como Vives, los empiristas ingleses y de los estudios actuales de la psicología del
aprendizaje.
En un salto enorme, de unos dos mil años en la historia, tenemos Rene Descartes
(1596-1650); quien contribuyó al surgimiento de la ciencia, realizó importantes aportes
para las matemáticas y en su Discurso del Método, se aplicaba cuatro preceptos que
repercutieron en la ciencia y en la teoría del conocimiento. Él hablaba de las Evidentes,
donde el análisis del mundo le permitía toparse con verdades evidentes: naturalezas
simples. Acuñó una de las frases más famosas de la historia: “cogito ergo sum” (pienso,
luego existo), que, sin duda alguna, es una de las bases fundamentales del Racionalismo;
donde quedaba claro que el pensamiento era más importante que la propia existencia.

En ideas opuestas, El Empirismo Británico, tuvo numerosos precursores. Uno de


ellos, valenciano fue Juan Luis Vives (1492-1540); quien apoyó el Asociacionismo.
Luego, encontramos a Francis Bacon (1651-1626); quien dejó atrás el silogismo y la
matemática, para apoyar el conocimiento Inductivo. Se debe nombrar también a Thomas
Hobbes (1588-1679); precursor del Determinismo y Nominalismo, donde el pensamiento
surgía por asociaciones entre los elementos del mundo y todo existía porque se le daba un
nombre.

De esta corriente, destaca John Locke (1632-1704); como uno de sus máximos
exponentes. Atacó el innatismo, aunque consideró que existían algunas facultades mentales
innatas, sin que haya ideas innatas. Para él, existen dos procesos: la sensación, información
que se obtiene de los sentidos; reflexión, se deriva nueva información de la que ya se
conoce. Hablaba de ideas simples y de ideas complejas, en una especie de atomismo
psicológico. Postuló, además, el hecho de que existen cualidades primarias, que existen
independientemente del observados; y cualidades secundarias, que dependen de la
percepción del observador.

En la radicalización del empirismo, tenemos George Berkeley (1685-1753), con su


Teoría de la Visión, donde explicaba la percepción humana por una única acción de la
experiencia. Para él la sensación era toda la fuente del conocimiento. Se opuso a la
existencia de cualidades primarias de la materia, porque según él, todas las cualidades
dependían del observador. Entonces, como todo existía porque se percibía, había un
perceptor permanente: Dios.

Contrariamente, David Humme (1711-1776), en su Tratado de la Naturaleza


Humana, manifestó las limitaciones del empirismo y estableció tres leyes principales para
la asociación: semejanza, contigüidad, causa-efecto. Es fiel su corriente y plantea que todo
conocimiento debe provenir de la experiencia. Para él, el conocimiento inductivo era
imposible.

Destaca David Hartley (1705-1757), con el Atomismo y los aportes en el enfoque


fisiológico que aplicó a la filosofía. Él fue gran influenciador de James Mill, padre de John
Stuart Miller (1806-1873); quien, en su Sistema de la lógica, propuso cinco métodos para
establecer empíricamente la causa de un efecto dado o el efecto de una causa dada:
concordancia, diferencia, concordancia y diferencia, residuos, variaciones concomitantes.
Tiene gran aportación en la fundación de la psicología científica de Wundt y en la
aplicación del método experimental a la psicología.

En otro orden de ideas, para hablar de los aportes Racionalistas vale destacar a
Gottfried Wilhelm Leibniz (1646-1716); quien basó sus razonamientos sobre el
conocimiento en dos argumentos: a) el principio de contradicción, proposición analítica
falsa; y b) el principio de la razón suficiente: solo las proposiciones analíticas son
verdaderas. La mente y el mundo están sincronizados, cuestión conocida como
Paralelismo Psicofísico. Propuso las mónadas como componentes de la materia, por lo
cual la mente y el cuerpo están compuestos por infinitas mónadas y, dado que éstas no se
comunican entre sí, mente y cuerpo son independientes.

Para cerrar el análisis del problema del conocimiento, tenemos a Immanuel Kant
(1724-1804), de formación racionalista, pero que, altamente impactado por el joven
Humme, distingue los juicios analíticos propuestos por Leibniz, de los juicios sintéticos, los
cuales pueden ser juicios a priori, aportan conocimiento sin recurrir a la experiencia; y los
juicios a posteriori, que necesitan de la experiencia. Fue fundamentalmente constructivista:
todo comienza con la experiencia, pero no todo procede de la experiencia.

El problema mente-cuerpo, tiene tantas discusiones como el anterior, en la Antigua


Grecia, Platón sería el referente más oportuno cuando indicaba que la mente o espíritu y el
cuerpo eran entidades separadas. A pesar de la importancia de esta pregunta (formulada al
inicio); no sería hasta Descartes donde se abriría el debate. Este ilustre pensador concebía el
cuerpo humano como un mecanismo que actuaba de forma automática, mientras que la
mente operaba independientemente de aquel. Así, en el ser humano convivían dos
sustancias completamente distintas.

Esta explicación, de entidades independientes, dejó más dudas que respuestas; por lo
que la metafísica se volcó a intentar explicar de otro modo el problema mente-cuerpo. Así,
tenemos el Ocasionalismo propuesto por Nicolás de Malebranche (1638-1715); quien
decía que la mente y el cuerpo no tienen capacidad causal y Dios sería el regente de todas
las cosas. Por su parte, Baruch Spinoza (1632-1677), se opuso a la existencia de mente y
cuerpo como sustancias distintas y en su Teoría del Doble Aspecto, se refería a aquellas
como aspectos distintos de la misma sustancia y Dios es la única sustancia existente.

Leibniz se refería al Paralelismo o Armonía Preestablecida, donde la armonía


mente-cuerpo estaba previamente sincronizada. Sin embargo, esta respuesta no fue
convincente para Berkeley, quien no distinguía de mente y cuerpo, no veía divisiones y en
el denominado Inmaterialismo, negaba la existencia del cuerpo y defendía únicamente la
existencia de la mente.

En el lado opuesto, el Materialismo, impulsado por Julian Offray de la Mettrie


(1709-1751), defiende que la mente no existe ni en animales ni en seres humanos, todas las
acciones son una respuesta a los mecanismos físicos del cuerpo. Existen procesos
voluntarios e involuntarios que se distinguen entre sí, únicamente por la complejidad de los
mecanismos que los originan.
Los Epifenómenos, por otro lado, son propuestos por Shadworth Holloway
Hodgson (1839-1912), el estado mental emerge de las propiedades físicas del sistema
nervioso, pero son incapaces de producir actividad cerebral por sí mismo. Reconoce la
existencia de la mente y el cuerpo como entidades distintas, puesto que reconoce la relación
causal entre ellas y para que algo influya en otro, debe existir.

El Monismo del Doble Aspecto o Monismo Neutral, fue planteado por George
Lewes (1817-1878); los procesos físicos y mentales son distintos aspectos de la misma
serie de eventos psicofísicos. En lo subjetivo, la serie psicofísica tiene la apariencia de un
estado mental. En lo objetivo, pertenecería al mundo físico. Esto indica que una experiencia
únicamente no puede ser descrita en términos físicos, sino que requiere términos mentales.

Por su parte, William Clifford (1845-1879), introdujo la idea de la Teoría del


Tejido Mental o Mind Stuff, que explica los pensamientos, la conciencia y los procesos
mentales, por medio del entretejido de elementos simples que originan la razón, el juicio, el
deseo o el razonamiento. Es un monismo psicológico, porque para ella la mente es la única
sustancia existente y podría encontrarse, potencialmente, en todos los elementos materiales.

El problema mente-cuerpo, aún no está completamente resuelto, a pesar de todos


los conocimientos que se tienen sobre el sistema nervioso. En los albores del siglo XX,
surgió el Funcionalismo, que aborda el problema desde una postura práctica y no
metafísica que, aparentemente, le da solución al proponer que se deben observar el uso de
las capacidades físicas y mentales.
CAPÍTULO II

EL CONTEXTO BIOLÓGICO Y NEUROLÓGICO

La psicología en su origen no puede ni debe separarse de la filosofía, pues esta


antigua disciplina se ocupa de las cuestiones psicológicas, quizá sin percatarse de ello.
Pero, tal como es entendida hoy en día, la psicología no sería sin el alucinante desarrollo
científico que se dio a partir del siglo XVIII. El surgimiento del método científico, permitió
darle este carácter: cientificidad al estudio de la mente, y junto con los descubrimientos de
la biología, potenciados desde la primera teoría evolucionista de Darwin, se dio el giro
necesario, el paso gigante: la psicología es una ciencia y como tal se debe abordar. A
continuación, resumimos los detalles a nivel biológico, primeramente, y luego lo
neurológico.

Lo Biológico

La Teoría de Charles Darwin, plasmada en el famosísimo libro El origen de las


especies, influye en la psicología como ciencia (incipiente sí, pero ya con este carácter); al
ser sustrato de detalles sobre cómo hay una distinción radical entre los animales y los seres
humanos, entendidos por los mecanismos de evolución biológica. El hombre ahora era
parte de la naturaleza y merecía ser estudiado.

Cabe señalar que las ideas evolucionistas no iniciaron con Charles Darwin, aunque
siempre, hasta ese momento, se había dado prevalencia y unicidad a la explicación
teológica donde Dios creó la vida. Por ejemplo, Erasmus Darwin (1731-1802), abuelo del
científico antes mencionado, propuso el desarrollo de los organismos a partir de un
filamento viviente y estas formas iban evolucionando, haciendo superiores, por lo cual el
hombre, con sus cualidades, ocupa la cúspide: máxima evolución.

Se suma al no menos famoso Jean Baptiste de Lamarck (1744-1829), quien se


refirió a la herencia de caracteres adquiridos: es decir, aquellas cualidades que un ser vivo,
de cualquier especie, haya desarrollado a lo largo de su vida (como visión real de su
evolución), se trasmitiría más desarrollas a su descendencia. También exponía que las
especies podían ser analizadas por su complejidad, de modo que al observarlas se podía
puntualizar en qué orden específico de la cadena evolutiva se encontraban.

Volviendo a Darwin (1809-1882), planteó, como ya se dijo la Teoría de la Selección


Natural, con dos claves: la adaptación a las circunstancias garantizaba mayores
posibilidades de sobrevivir y la selección artificial o cruce de especies daba como origen
nuevas especies con características distintas a las que fueron cruzadas. Esta teoría fue de
gran impacto: causó revuelo en las iglesias, porque no solo hablaba de evolución de las
especies, sino que el ser humano entraba en dichas especies: se opuso al creacionismo tan
difundido por la religión.

En una línea similar, Alfred Russell Wallace (1823-1903), tuvo un descubrimiento


semejante y en paralelo a Darwin, pero fue más comedido en sus comentarios y concluyó
que las facultades intelectuales y mentales tenían un origen distinto a la evolución; pues
observó en pueblos primitivos el aprendizaje de distintos conocimientos, aunque sus
ancestros no tuvieron tales demandas.

Más allá de estas ideas estuvo lo propuesto por Thomas Huxley (1825-1895); quien
consideró que los seres humanos somos autómatas conscientes y el libre albedrío (que la
Teología predica proviene de Dios y sus principios bíblicos); también estaría limitando,
profundamente, por la biología.

Retomando a Darwin, sus aportes a la psicología son variados, siendo uno de los más
importantes el estudio de las emociones que llevó a cabo en 1872, aplicando la teoría
evolucionista a la expresividad emocional, donde le atañía las respuestas emocionales a
alguna reminiscencia del pasado animal. Además, hablaba de cómo la cultura podía influir
en las emociones, disfrazándolas para no ser mal visto y que en los niños o enfermos
mentales estas eran más naturales. Incluso, su cientificidad en esto fue tal que utilizó
métodos electrofisiológicos en sus estudios.

Finalmente, Spencer (1855), dio un aporte determinante a la psicología considerando


el evolucionismo tan predicado por Charles Darwin; aunque también se basó,
principalmente en sus inicios, en fundamentos lamarckianos.

Lo Neurológico

La época de la Ilustración no recibió este nombre por razones invalidas, realmente fue
una etapa histórica de desarrollo y gran producción científica. Ya que partía de un supuesto
donde todo se podía estudiar, se dio paso a la observación detallada de lo físico y lo mental,
y en la ciencia naturales la fisiología y la psicología encontraron un terreno digno de
abordar. Inicialmente, los impulsos nerviosos fueron objeto de interés y Descartes como
gran pensador se ocupó del tema. Otros se interesaron en sí una vez la persona era
decapitada seguía teniendo experiencias sensoriales, ello a razón de la guillotina, e incluso
se experimentó con la cabeza de algunos reos.

Haciendo historia, tenemos a Robert Whytt (1714-1766), quien trabajó


científicamente en la fisiología de los reflejos involuntarios. Encontró que las ranas
decapitadas seguían respondiendo, a nivel muscular, a la estimulación externa; sin
embargo, si la espina dorsal estaba dañada esto no ocurría. Ello lo llevó a distinguir entre
las acciones voluntarias, que dependen del cerebro; y las involuntarias, que dependen de la
médula espinal. Esto sentó precedente para la distinción de los procesos automáticos y los
controlados en la psicología cognitiva actual. Sus estudios sobre la salivación involuntaria
al ver los alimentos son un antecedente del condicionamiento pavloviano.

Tenemos también la Ley de Bell-Magendie, descubierta en paralelo por Charles Bell


y François Magendie, quien la publicó en 1822, la cual distingue en dos tipos de reflejo:
las sensaciones controladas por las raíces anteriores de la médula espinal y las respuestas
motoras controladas por las raíces posteriores. En síntesis, la ley establecía que la función
sensitiva se diferenciaba estructuralmente de la motora en el sistema nervioso.

Los aportes de Luigi Galvani (1737-1798), midió los impulsos eléctricos en ranas
mediante un aparato creado por él, que recibe el nombre de galvánometro. Más tarde
Hermman von Helmhotz (1821-1894), defensor del materialismo, hizo importantes
aportes en el estudio del impulso nervioso, considerándolo una cuestión física posible de
medir, no una fuerza de origen desconocido como defendía el vitalismo. También hizo
aportes en el campo de la percepción.

En el estudio del cerebro, destaca sin duda alguna Franz Joseph Gall (1758-1828),
cuyos aportes fueron importantes para la fisiología y para la psicología: propuso la idea de
que cada lado del cerebro controla el lado opuesto del cuerpo, lo cual se conoce como
función contralateral. Fue precursor de la frenología. Sin embargo, su carrera se fue a fondo
cuando indicó que al palpar el cráneo se podía identificar el carácter o la personalidad del
sujeto.

En el marco de la frenología, Spurzheim (1832), propuso cinco preceptos básicos, de


los cuales dos se conservan actualmente por su carácter evidente: el cerebro es el órgano de
la mente y la mente se compone de un gran número de facultades, unas intelectuales y otras
emocionales. Además, hay una proposición ambigua que puede tomarse para análisis: cada
facultad está asociada con una localización cerebral específica.

Un crítico importante de la medición y palpación del cráneo fue Pierre Flourens


(1794-1867), que si bien admiró los procesos de disección cerebral de Spurzheim, criticó
tanto la frenología como la localización cerebral. Él propuso la ablación (extraer una parte
del cerebro), para estudiar si dicha parte afectaba algún proceso; cuestión éticamente no
viable en humanos y de cierto modo en animales. Sus aportes tienen que ver con zonas
extensas del cerebro, como el cerebelo y sus funciones motoras.

Se agrega que Paul Brocca (1824-1880), contribuyó con el método clínico, estudiar
el cerebro del ser humano una vez la persona ha muerto. Entre sus descubrimientos
destacan la zona del cerebro donde se regulan las funciones del lenguaje (área de Brocca),
lo cual impulsó nuevamente el interés por la localización cerebral.

Mientras que Carl Wernicke (1848-1905), estudió la producción del lenguaje en dos
casos: cuando la persona no tenía problemas para hablar, pero le era imposible comprender
a otras personas; y cuando no tenían dificultades para hablar, pero su habla era
incomprensible para otras personas. Esto se conoce como afasia sensorial y se localiza en el
área de Wernicke. Se diferencia del área de Brocca porque en esta se produce una afasia
motora; por tanto, se trata de funciones diferentes: doble disociación, que evidencia
localizaciones distintas.

Ahora bien, en la época moderna, la neurología ha cobrado una dimensión enorme. A


partir del siglo XIX y el desarrollo tecnológico, se han podido hacer importantes
descubrimientos, formular teorías y contribuciones a la psicología. Primeramente, se tiene
la teoría de la neurona propuesta por Santiago Ramón y Cajal (1852-1934), que demostró
que las neuronas son independientes, no una red unitaria. Demostró las conexiones
neuronales e indicó que esto es más importante para la inteligencia y el aprendizaje que la
cantidad de neuronas en sí.

Por su parte, Charles Sherrington (1857-1952), propuso una teoría para explicar la
transmisión de información entre las neuronas desconectadas, lo cual llamó sinapsis: el
espacio que hay entre las neuronas donde se produce el intercambio. También aportó y
confirmó los descubrimientos de Whytt respecto a los actos reflejos. Encontró que la
corteza cerebral inhibe los reflejos producidos por la médula espinal.
CAPÍTULO III

EL SURGIMIENTO DE LA PSICOLOGÍA CIENTÍFICA

Históricamente, la psicología fue desconocida como una disciplina digna de ser


estudiada como ciencia porque no tenía nada observable, nada medible. Kant fue impulsor
de esta cuestión, que tomó fuerzas con lo postulado por Auguste Comte (1785-1857),
fundador del positivismo clásico, partió del hecho de que las ciencias se ocupaban de cosas
concretas y observables, y al ser la conciencia (objeto de estudio de la psicología para su
época), algo imposible de observar no era una ciencia. Un positivista más radical, como lo
fue Ernst Mach (1836-1916), se opuso incluso al estudio de genes o átomos, por ser
cuestiones que no se podían palpar u observar, apelando a su destierro del vocabulario
científico.

No obstante, en una visión contrapuesto John Stuart Mill, propuso el método


deductivo-riguroso que le brindó cientificidad a la psicología, fue una visión de futuro, que
se opuso a la visión de los científicos de la época, que consideraban la psicología como una
disciplina de metodología metafísica más que empírica. A continuación, se resume la
postura de la psicología como ciencia.

Dos disciplinas de la psicología científica

Lee J. Cronbach (1957 y 1975), identificó dos tipos de psicólogos científicos: los
correlacionales, que buscaban establecer relaciones estadísticas entre dos o más variables,
a modo de determinar relaciones causales que expliquen el comportamiento de los
fenómenos. Por otro lado, la investigación experimental, la cual consiste en manipular una
determinada variable o varias dejando constante algunas condiciones.

El nacimiento de la psicología científica

Históricamente, se considera a Wilhelm Wundt (1832-1900), como el padre de la


psicología científica. No obstante, tuvo varios antecesores que abonaron el terreno para la
psicología como ciencia empírica. Más allá de esto, porque no puede desmerecerse la
importancia del señalado investigador, otros se dedicaron a la investigación, pero pensando
que hacían fisiología experimental, quienes ahora se conocen como psicofísicos.

Se tiene, por ejemplo, a Ernts Weber (1795-1878), quien se interesó en la fisiología


de los órganos sensoriales. Experimentó con distintos estímulos externos para determinar
los umbrales en los cuales las personas pueden percibir los mismos. Aunado a esto,
descubrió que la experiencia subjetiva se podía examinar de forma experimental y
describirse con números; y postuló la primera ley matemática en psicología: ley de la
mínima diferencia perceptible entre dos pesos.

Se tiene también a Gustav Theodor Fechner (1801-1877), quien creía posible


establecer una relación matemática entre el mundo físico y el mundo de la sensación,
considerando que las sensaciones que se tienen del mundo no siempre son proporcionales a
sus características. Para sus trabajos utilizó tres métodos: estímulos constantes, ajuste y
método de los límites.

La inauguración de la psicología experimental académica

Wundt es conocido principalmente como un psicólogo experimental. Tiene la


importancia de haber sido el fundador del primer laboratorio oficial de psicología
experimental en la Universidad de Leipzig. Estudió la sensación, la percepción, el
aprendizaje, incluso la psicología antropológica. Este investigador también estudió la
experiencia inmediata: lo que el sujeto recibe directamente del mundo sin aparatos o
elaboraciones mentales.

Se suma el desarrollo de la técnica de introspección llamada percepción interna:


respuestas inmediatas a estímulos organizados y controlados. Esto era considerado válido si
en repetidas oportunidades se reproducían los mismos efectos. Planteó la cronometría
mental, cuya finalidad era determinar la velocidad de los procesos mentales. Aquí, en el
marco que supone la investigación y experimentación, no se percató de que el supuesto de
aditividad de Donders es incorrecto, porque los procesos mentales complejos son la suma
de otros más simples.

En este laboratorio trascendental para la psicología científica, se trabajaba


fundamentalmente con sensaciones y percepciones. No obstante, se agrega la investigación
acerca del voluntarismo: la capacidad de la mente humana de organizar los contenidos
mentales en estructuras de nivel superior. Era importante para Wundt identificar los
elementos de la conciencia, como los sentimientos: placer-displacer, tensión-relajación y
excitación-depresión; o las sensaciones: replicas cerebrales de los estímulos externos que
estimulan el sistema nervioso.

Otro de sus trabajos fue el estudio del fenómeno de Apercepción, organización de los
elementos de la conciencia para dar lugar a los procesos complejos. También se dedicó,
interesantemente en los últimos veinte años de su carrera, al estudio de los efectos de la
cultura, a los procesos mentales superiores como el aprendizaje, el pensamiento o el
lenguaje. Para algunos fue fundador del estructuralismo como escuela psicológica, pero
otros consideran que creó un paradigma, una escuela de pensamiento, que sentó sendas
bases para la evolución de la psicología como ciencia.

El estudio experimental de la memoria

Destaca sin duda Hermann Ebinghaus (1850-1909), quien se interesó en la


asociación de ideas. Se dedicó al estudio del recuerdo y del olvido. Encontró que el olvido
es más rápido en las primeras horas del aprendizaje que en los días posteriores. Descubrió,
por otro lado, los fenómenos de primacía y recencia: respectivamente, la primera y la
última sílaba de una lista se recuerdan mejor que las intermedias. Su aporte, general, fue la
utilización de experimentos para estudiar la memoria, aunque fue criticado por el uso de
materiales sin sentido, especialmente, por cognitivistas.

La escuela de Wurzburgo

El método de introspección experimental sistemática fue desarrollado por Oswald


Külpe (1862-1915), quien estudió el pensamiento. El aporte más importante de esta escuela
es el pensamiento sin imágenes, que consiste en la idea de que el pensamiento se puede
producir sin que se reproduzca la experiencia sensorial. Esto contradecía las ideas de
Wundt y produjo una discusión en la cual se desacreditó el método introspectivo pues los
autores involucrados afirmaban que no se había realizado adecuadamente uno u otro
proceso, en desdén de los datos uno del otro.
CAPÍTULO IV

FUNCIONALISMO Y ESTRUCTURALISMO

Como ciencia, la psicología nació en Alemania, recordando el laboratorio de Wundt.


Sin embargo, a principios del siglo XX, muchos psicólogos investigadores emigraron a
Estados Unidos, donde se conformaron dos importantes escuelas psicológicas: el
estructucturalismo y el funcionalismo, con raíces europeas, pero que se desarrollaron a
granel en América. Veamos.

El Funcionalismo

Surgió como una combinación de la filosofía y lo sociocultural que vinieron de la


mano del evolucionismo de Darwin. Fue introducida en Estados Unidos por Charles
Spencer (1820-1903), con su punto de vista denominado Darwinismo social, introdujo
términos como “la lucha por la vida” y “la supervivencia del más apto”; que fueron
acogidos con beneplácito por los americanos en una época de liberación y reacomodación
social.

La metáfora social no era exacta y hoy en día se considera a Spencer más


lamarckiano que darwinista, pues creía en una direccionalidad en la evolución: de seres
inferiores a seres superiores. Lo que resalta de esto es que el darwinismo social se implantó
con mayor facilidad en América que en Europa; aunque el fundamentalismo cristiano
estadounidense, en años posteriores, has restringido la enseñanza de los postulados de
Darwin.

Destaca también William James (1842-1910), como un precursor del funcionalismo,


quien se ocupó por un breve espacio de su carrera de la psicología. Este estudioso fue un
gran exponente del pragmatismo o utilitarismo, que considera una proposición como
verdadera siempre que sea útil lo que se cree. Así fue racionalista e incluso irracionalista.
Para la psicología fue importante porque abordó distintas cuestiones de forma ecléctica, con
algunas inconsistencias que fueron la base de sus críticos e incluso él mismo reconoció.

Sin embargo, se debe señalar que en su obra Principios de psicología estableció la


conciencia como un flujo continuo, no algo estático. Pero años más tarde, en 1904, hizo un
cambio de perspectiva y desde el empirismo radical (como él mismo lo llamó), defendía la
inexistencia de la conciencia como sustancia independiente. Ciertamente, mostró el
monismo neutral de Lewes en el problema mente-cuerpo, pero defendía las ideas de
Berkeley sobre la inexistencia de la materia.

Propuso la teoría de los hábitos, desde el más profundo pragmatismo, al integrar un


comportamiento en forma de hábito se libera la atención para dedicarla a otras cosas más
urgentes. También trabajo con emociones junto con Carl Lange, formulando lo que hoy
conocemos como Teoría de Lange-James: las emociones se forman a partir de correlatos
fisiológicos Un estímulo externo afecta un órgano físico, cada emoción tiene asociadas
reacciones fisiológicas exclusivas, por lo tanto, no hay dos emociones que compartan un
mismo correlato fisiológico.

La institucionalización de la psicología

Granville Stanley Hall (1844-1924), organizó la psicología americana y creó la que


actualmente es la asociación psicológica más importante: la American Psychological
Association (APA) o Asociación Americana de Psicología. Fundó revistas de envergadura,
entre otras la American Journal of Psychology. Organizó conferencias de Freud,
introduciendo el psicoanálisis en Norteamérica. En cuanto a sus aportes como investigador
se dedicó a lo que actualmente se conoce como Psicología evolutiva, denominada por él
Psicología genética. Defendía la teoría de recapitulación biológica, el ser humano no repite
la filogenética de su especie. Utilizó la metodología correlacional, aplicando cuestionarios
en niños. Abogó por relajar la rígida educación de su época, para que la curiosidad infantil
natural guiara el aprendizaje. Defendió las actividades manipulativas en lugar de
aprendizaje memorísticos. Se ocupó de la adolescencia como una etapa crucial y estudió la
vejez.

El estructuralismo americano

Edward Bradford Titchener (1867-1927), introdujo los postulados de la psicología


estructuralista en un artículo que publicó en 1898. Trabajó con Wundt y fue líder del
desarrollo de la psicología experimental en Estados Unidos. Respecto al estructuralismo
partía del principio que primero se deben conocer las estructuras, los componentes de la
mente, para luego estudiar su utilidad. No se oponía al funcionalismo, simplemente
consideraba que se debía saber qué órganos existían para posteriormente saber para que
sirven.

Al igual que su homólogo Wundt, Titchener estableció un laboratorio en la


Universidad de Cornell. Su objeto de estudio era la mente, y un selecto grupo “los
experimentalistas”, se dedicaron a su investigación; quizá su hermetismo produjo una
difusión baja del estructuralismo que proponía. Para ellos, el conocimiento de la mente solo
se puede obtener mediante su manifestación inmediata y particular, la conciencia, la cual es
un fenómeno que en condiciones oportunas se comporta de forma predecible. Se basó en el
estudio de la mente adulta, minimizando la importancia del estudio de la diferencia entre
personas, el estudio de personas con deficiencias o desviaciones o comparar la mente
humana con la animal.

Este investigador estableció tres elementos de la conciencia: a) sensaciones o


elementos de la percepción; b) imágenes, componentes elementales de las ideas y c)
afectos, que componen las emociones. Fue un dedicado empirista, también utilizó el
método de introspección, aunque lo hacía de forma diferente a Wundt: los sujetos
desarrollan el hábito para tomar conciencia de sus procesos mentales e informar sobre ello.

La victoria del funcionalismo


El funcionalismo se impuso ante el estructuralismo, que no terminó de calar en
Estado Unidos. La primera fue la escuela dominante impulsada por investigadores de las
Universidades de Columbia y Chicago; quizá por el hecho de que tenía en cuenta las
aplicaciones prácticas de su investigación.

John Dewey (1859-1952), fue un precursor del funcionalismo. En el campo de la


psicología aportó por sus investigaciones de los reflejos y de la educación. En lo primero
decía que la percepción era un conjunto, donde no se podían desligar los componentes
sensoriales de los motores, es decir, actuaban al unísono. En la educación, defendió el
aprendizaje manipulativo.

También son importantes los aportes de James R. Angell (1869-1949), influido por
William James. Fue presidente de la APA, desde donde defendió con intensidad el
funcionalismo. Para él la mente era un dispositivo de adaptación que le permitía a los seres
humanos sobrevivir en su entorno. Propuso la observación directa como método de estudio
del comportamiento humano. En su laboratorio, trabajó con laberintos con discípulos como
John Watson o Harvey Carr (1873-1954), lo que supuso una conexión entre el
funcionalismo y el conductismo que fundó Watson.

Otros dos importantes funcionalistas fueron Edward Lee Thorndike (1874-1949) y


Robert S. Woodworth (1869-1962), ambos trabajaron en la Universidad de Columbia. El
primero con sendos aportes para la psicología animal y el conductismo; el segundo con
aportes para el conocimiento de los procesos mentales y la conducta: introdujo el modelo
estímulo-organismo-respuesta. Le dio importancia a los aspectos motivacionales y formuló
aportes sobre la transferencia en el aprendizaje: resolver una situación con determinadas
características, sienta conocimientos para resolver una similar en un momento diferente.
Fue coautor de la teoría irracionalista sobre razonamiento silogístico.

En cuanto a los aportes metodológicos para la psicología, Woodworth fue de


relevancia, porque definió el método experimental, dándole propiedades claras,
diferenciando de la variable independiente, que no se manipula, y la variable dependiente,
que es manipulada por el experimentador. Esto permitió diferenciar el experimento de la
metodología correlacional.

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