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Desde una Antropología hacia

una formación presbiteral


y religiosa
(Dinámicas Psicológicas y Espirituales)

Juan Vicente Córdoba V., S.J. '*'

SECCIONI nacen en el acto humano concreto y


BASES ANTROPOLOGICAS normalmente uno prevalece sobre
los otros.
1. LAPERSONA
1.1.1. El nivel fisiológico
Nos acercamos al conocimiento del
hombre con una mentalidad in ter- Comprende las actividades psíquicas
disciplinar, ayudándonos ante todo estrictamente ligadas a los estados
de la Revelación, luego de la Razón y físicos de bienestar o malestar,
por último de las ciencias psico- determinados por la satisfacción o
sociales. frustración de algunas necesidades
fisiológicas del organismo, como el
Somos conscientes de la dificultad hambre, la sed, el sueño, la sobre-
e imposibilidad de llegar a la última vivencia, el permanecer en salud, etc.
verdad en cuanto al conocimiento
del hombre, de Dios y de la relación El origen y el término de estas
entre los dos; pero podemos dar actividades van orientados a la sen-
pasos y profundizar con cierta cer- sación de déficit y de satisfacción a
teza, en la medida de lo posible. nivel biológico y sensorial. La moti-
vación que regula la estabilidad es la
1.1. Tres niveles de la vida del satisfacción de las necesidades men-
hombre cionadas. El objeto que satisface la
El hombre es una unidad viviente tensión es externo al individuo y la
diferenciada en tres niveles de vida, satisface en la medida en que se la
interrrelacionados entre sí, se reco- apropia y la hace parte de sí.

* Licenciado en Psicología, Universidad Gregoriana, Roma. Magister en Teología, Universidad


Javeriana, Bogotá.

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Se trata entonces de la búsqueda agresiva, entablar una amistad, sen-
del objeto que satisface dentro de un tirse inferior y así sucesivamente.
marco de un proceso biológico
determinista que impulsa a la conse- Se trata, pues, de las actividades
cución de la satisfacción inmediata y psíquicas relacionadas con la nece-
total de la necesidad que reclama sidad de desarrollar relaciones
gratificación rápida. Nos situamos, sociales, de esta~ con otros. No existe
por tanto, en una modalidad de fun- entonces un equivalente fisiológico
cionamiento automática. Pero los de este nivel.
apetitos instintivos son saciados por La motivación más inmediata que
respuestas consumatorias, por impulsa a la acción está en la toma de
ejemplo: la sed pasa cuando se ha conciencia de la propia limitación e
bebido suficiente. Este tipo de sa- insuficiencia como persona, que hace
ciedad no se dará en los dos otros consciente a la persona de la necesi-
niveles de vida en el hombre. dad que tiene de los otros. El objeto
buscado es externo pero no podrá
La realidad vendrá percibida en asimilarse internamente como en el
función de las necesidades fisioló- primer nivel, pues en éste se trata de
gicas, o sea, de lo útil, necesario, personas y no de cosas.
físico, visible, es decir, totalmente
subjetiva. La modalidad de funcionamiento
también tiende a un cierto determi-
El nivel fisiológico se mueve, pues, nismo, aunque no tan absoluto como
en una interpretación de la vida en en el primer nivel, es más relativo.
clave principalmente utilitarista- Nos encontramos en un cierto
individualista. determinismo social, por el cual la
persona se sentirá impulsada a bus-
1.1.2. El nivel psicosocial car cierto tipo de relación gratifi-
cante, y de frente a determinados
Permite al hombre desarrollar una estímulos, saltará más o menos
vida de relaciones, especialmente automática una cierta respuesta.
con el mundo de las personas que se
mueven a su alrededor. Son tenden- Además de la necesidad del otro y
cias a la acción que no están acti- de la relación, hay algo más profundo
vadas por estados fisiológicos y que en este nivel; se trata de la necesidad
no pretenden poseer objetos determi- de salir de sí mismo, de la autorreali-
nados por el organismo. Un objeto zación a través del otro, que es la
evaluado como agradable y satisfac- expresión dinámica según Nuttin de
torio para la persona la puede aquello que es el hombre en el plano
motivar, en cuanto que la puede psíquico: un ser en sí mismo a partir y
llevar a hacer o sentir algo; por en dependencia intrínseca del otro
ejemplo, la persona puede amar, ser (1).

1. Nuttin. G. Psicoanalisi e personalitá. Paoline. Alba 1967. pp. 290-300.

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1.1.3. El nivel racional- espiritual automática, pues viene de la bús-
queda y de la sintonía del individuo
Comprende las actividades psíquicas con la verdad que evidentemente no
que tienen que ver con la necesidad podrá ser nunca total.
de conocer la verdad, y con la corres-
pondiente capacidad humana de Se establece pues una relación de
mantener la naturaleza de las cosas, respeto de las cosas y de libertad del
abstrayéndolas de los datos de los hombre. Respeto, pues el hombre
sentidos. De la observación de los tiene capacidad de inteligencia, es
datos, el hombre puede abstraer los decir, de llegar a principios y formular
principios generales, es decir, los leyes generales, que están ya en la
conceptos abstractos y las leyes que naturaleza de las cosas mismas.
explican y gobiernan los datos sen- Como consecuencia, el hombre al
sibles. percibir las cosas como son, se
impone el no usarla,> para sus propios
Este poder constituye su "es- e individuales objetivos, y se coloca
píritu", algo que al contrario de la en una posición de libertad respecto
materia no tiene dimensiones men- a ellas. Esto es lo que permite el
surables, no tiene partes, y está fuera progreso de la ciencia, lo cual puede
del tiempo y el espacio. Con este hacer el hombre y los animales no. Y
poder el hombre puede formular más todavía, con la habilidad de
conceptos, conocer los abstractos, abstraer de los datos y fenómenos la
juzgar, trascender el aquí y el ahora persona puede desarrollar y usar
para afirmar y perseguir los valores símbolos y lenguaje simbólico, lo que
espirituales. también se constituye en algo impo-
sible para los animales.
La motivación es pues el deseo
necesidad de saber, el deseo irres- Todas estas realidades psíquicas
tricto de conocer que afirma Loner- nos sugieren que de una u otra
gan, de resolver los problemas manera nuestra vida psíquica tras-
fundamentales como el conocimiento ciende los límites de estar influen-
de sí, del propio puesto en el mundo, ciada aquí y ahora por algunos
del sentido de la vida, de la muerte, estímulos. En esta trascendencia se
en fin. encuentra la dimensión racional de
nuestra vida, la cual es básica para la
El objeto que satisface se vuelve vocación cristiana y hace posible esta
parte de la persona y de su identidad, vocación. Solamente porque la per-
porque responde a las exigencias sona es libre y puede hacer una
más radicales y constitutivas del ser elección responsable, es por lo que la
humano. persona puede ser invitada y llamada
por Dios para comprometerse con tal
La satisfacción o gratificación, en vocación; y es solamente en libertad
este nivel, es más compleja y menos como la persona puede hacer una

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elección responsable para seguir tal persona me afectará, sino también si
llamado (2). me atraerá o repelerá... Pero si yo
pienso que algo es bueno para mí
En este nivel, entonces, con la in- aquí y ahora, y me siento arrastrado
tegración de los dos primeros, en la hacia ello, algunas veces contra mi
unidad viviente diversificada que es mejor juicio, entonces mi experiencia
el hombre, es donde se da la relación es propiamente hablando, no racio-
personal del hombre con Dios, el nal; es algo más que llamarla razón;
totalmente OTRO, el TRASCENDEN- es Ul1a añadidura al conocimiento; es
TE, el que da sentido de totalidad y de emocional" (3).
vida; es, pues, en este nivel donde el
hombre con sus capacidades racio- Si nada interfiere, la experimen-
nales-espirituales puede llegar a un tada experiencia nos llevará a la
encuentro libre y personal con el acción, pues me siento atraído o no a
Trascendente, como respuesta a un seguir la valoración efectuada.
llamado e iniciativa primera de Dios. Cuando el objeto es neutro para mí,
no me dice nada, entonces se da una
1.2 La motivación en el hombre indiferencia y no se sigue una va-
loración.
Después de presentar las maneras en
las cuales la motivación puede ser Como consecuencia inmediata de
comentada, nos detenemos ahora en la emoción se producen cambios fí-
las fuerzas o potencialidades dinámi- sicos que expresan la repercusión
cas que hacen posible las dos ca- somática de la emoción vivida.
tegorías de importancia en la
motivación; lo importante - para 1.2.1 El deseo emotivo
- mí y lo importante - por - sí.
El hombre ante un objeto hace una
El hombre experimenta una ten- evaluación que lo define en términos
dencia hacia cualquier cosa expe- de deseable o no. El objeto es con-
rimentada y valorada como buena; siderado agradable o desagradable,
impulso que llamamos Emoción, que atractivo o rechazable. Esta valo-
viene definido por Arnold así: "La ración viene acompañada de una
emoción parece incluir, no sólo la emoción y ésta facilita otra emoción y
valoración de cómo esta cosa o tenemos así una actitud emotiva (4).

2. Rulla, L.M., S.J. AntropologyofThe Cristian Vocation. Vol. 1. Gregorian University Press. Rome
1986, pp. 126-127.

3. Arnold, M.B. Emotion and personality. Vol. 2, New York: Columbia University Press, 1960, p.
172.

4. Rulla, L.M., S.J. Psicología profunda y Vocación. Madrid. Soco de Educac. Atenas, 1984, p. 45.

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1.2.2 El deseo racional Basados en la definición anterior,
comprendemos que los impulsos
Aquí se unen los elementos cogniti- vienen del sistema nervioso y de
vos, afectivos y volitivos (atracción o centros neurales y de condiciones
repulsión). Y afirmamos que el hom- bioquímicas internas. Influyen fac-
bre además del juicio instintivo es tores hormonales de la sangre que
capaz de emitir otro juicio, que es el actúan sobre los centros nerviosos.
reflexivo o intelectual, y se da paso al También existen los estados centra-
deseo racional, en donde entra en les de motivación, transmitidos por
juego el juicio reflexivo, con los circuitos neurales que aumentan la
valores de por medio y haciendo actividad del organismo, dan res-
jerarquía de ellos, se da un juicio, puestas adecuadas y formas de com-
buscando lo que es importante como portamiento no controladas por el
valor en sí y por sí mismo, es decir, ambiente. Los centros neurales están,
objetivamente, o lo que es importante pues, muy implicados en el conjunto
para mí, es decir, subjetivamente. qe la motivación.
Este nivel es el tercer nivel operativo
del hombre al que hace alusión Así, pues, encontramos en el hom-
Lonergan, el nivel racional. bre estímulos que vienen biológica-
mente con él, desde su formación,
son insistentes y surge una necesidad
1.3 Necesidades de dar respuesta a su satisfacción. El
hombre desarrolla un aprendizaje al
En el hombre encontramos una serie buscar respuestas para sus estímulos.
de impulsos o instintos que lo están Allport dice que los impulsos acom-
continuamente llamando a respon- pañan al hombre desde su nacimiento
der de una manera fuerte e insistente. hasta la muerte, y constituyen el
R. White, refiriéndose a esta realidad, fundamento original, no necesaria-
comenta: "En el hombre hay una mente permanente, de ,nuestra vida
necesidad o deficiencia que actúa motivacional. Por eso el aprendizaje
sobre el sistema nervioso como un del niño tiene que ver con los modos
estímulo persistente; ésta promueve de satisfacer impulsos (6).
una actividad que está determinada
por una respuesta de consumo que Rulla, comentando ac'erca de las
reduce la necesidad; la reducción de necesidades en el hombre, las define
la necesidad trae el aprendizaje de así: "Las necesidades son tendencias
apropiar el comportamiento hacia a la acción que se derivan de un
determinados objetos" (5). déficit del organismo o de potenciali-

5. White, R. Motivation reconsidered: The Concept of Competence. Psycol. Review, 1959,66 pp.
79·80.

6. Allport, G.W. The development of motives, In Pattern and Growth in Personality, New York,
1961, pp. 205-206.

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dades naturales inherentes al hombre Víctor Frankl también tiene su
y que tienden a actualizarse". "Las aporte en su obra "Psychotherapy
necesidades se refieren a un objeto o foundation ofLogotherapy", y afirma
situación y a una determinada valo- que el hombre no puede entenderse
ración del mismo" (7). solamente como quien actúa res-
pondiendo únicamente a necesidades
Para que esta necesidad-objeto se e impulsos en manera únicamente
vea realizada por medio de la acción, subjetiva. Y así, Frankl habla de la
el hombre debe juzgar y valorar el voluntad en contraposición a im-
objeto como bueno o malo, digno de pulsos, como única fuente de la
ser deseado o rechazado. Y aquí acción en el hombre; y todavía más,
entra en juego la capacidad del ser afirma el''will to meaning", dando un
humano de poder formular dos jui- significado a la voluntad de acción
cios o valoraciones, de la cual ya del hombre por encima de la necesi-
hicimos alusión y es el deseo racional dad o impulso como fuente de acción.
y el deseo emocional. El paso que da Frankl es que ya no es
la persona quien subjetivamente da
significado a la realidad, sino que en
1.4 Valores ellas, objetivamente lo descubre.
Propone encontrar el sentido, y, por
M. Rokeach se refiere a los valores, tanto, la vida del hombre, en com-
como a una creencia duradera más prometerse la persona misma en algo
que a un modo específico de conducta más allá de sí mismo, a una causa
o estado final de existencia; es per- más general que el hombre mismo.
sonal o socialmente preferible a un Esto nos da pie para afirmar los valo-
opuesto modo de conducta o estado res trascendentes como algo más allá
final de existencia (8). del hombre mismo, de sus necesida-
des e impulsos, de su simple reali-
Esto nos abre la posibilidad de una zación en sí mismo, de lo que supera
teleología o finalidad, pero a la vez al hombre mismo (9).
esta visión de Rokeach tiene el pro-
blema de quedarse en una subjetivi-
dad, pues la finalidad queda en el Nuestra crítica de aporte a Frankl
campo de lo preferible y nos queda es que él se queda en la subjetividad
por fuera la objetividad del valor que del definir el sentido de trascen-
es tan importante. dencia, lo cual es respetable, pero

7. Rulla, L. M., S.J. Psicología profunda y Vocación, 1. Las personas, Soco de Educación, Atenas,
Madrid, pp. 45·46;

8. Rokeach, M. The nature of human values, and value septens In the nature of human values,
New York: The Free press, 1973, p. 5.

9. Frankl, V.C. Psycotherapy and existentialism. New York, Washington Square Press, 1967, pp.
7·9.

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nosotros afirmamos que el sentido 1.5 La Autotrascendencia en el
definitivo está únicamente en Dios, el hombre
Trascendente, el Objetivo por exce-
lencia, el que es, el que es importante Rokeach, Frankl y De Finance nos
por sí mismo y no porque yo o un han dado las bases para dar un paso
grupo subjetivamente le dan impor- en nuestra visión cristiana acerca del
tancia. Este paso no lo da Frankl, valor y así podemos afirmar con el P.
pero si abre las perspectivas para que Rulla que el hombre en su ser mismo
el hombre se autotrascienda. descubre una necesidad intrínseca
de salir de sí mismo, y al encuentro de
Con De Finance afirmamos que los algo que lo trasciende; esta búsqueda
valores se explican según miran el la llamamos autotrascendencia, que
sujeto espiritual como tal, que toquen se puede presentar en tres formas de
los estratos más o menos profundos acuerdo al objeto que se busca: 1-
del sujeto. Ofrece una clasificación Autotrascendencia egocéntrica, en la
así: 1- Valores con base no especí- cual el objetivo es el perfecciona-
ficamente humana, los de la sensibi- miento del ego mismo. Son más
lidad y la vida biológica, y esto tanto acordes con esta visión las corrientes
para el ser humano como para el existencialistas. 2- AutotrascendeIi.-
animal. 2- Valores humanos infra- cia filantrópica o social: el hombre
morales, lo cual diferencia al hombre sale de sí, más que para encontrar su
del animal; entra ya la libertad y la yo, en búsqueda del bien social; la
responsabilidad. 3- Valores morales sociedad se convierte en el fin último
son más unificados, tocan al sujeto del hombre. Es clásica del neomar-
en su yo, en su actuar, en su ser libre. xismo. 3- Autotrascendencia teocén-
Se presenta como deseable por sí trica: El hombre sale al encuentro de
mismo, su exigencia tiene un carácter la causa final de su vida, del objetivo
de absoluto, vale por su ser intrínseco. absoluto; es Dios el sentido de la vida
4-Valor religioso. Es objetivamente lo del hombre, de donde viene y para
sagrado, divino, Dios, fundamento donde va, por quien y para quien, ha
último de los valores; y subjetiva- sido creado; y por eso, el hombre por
mente es la actitud de respeto y naturaleza tiende a la autotrascen-
entrega, de fe hacia la Divinidad. Lo dencia teocéntrica y encaja perfec-
esencial en este valor es un cierto tamente el cóncavo de la antropología
carácter de totalidad y de trascen- teológica, la voluntad creadora de
dencia más marcado que en el valor Dios y el convexo de la antropología
moral, de quien depende el destino filosófica, o sea la tendencia del
del hombre y del universo; son di- hombre a autotrascenderse teocén-
ferentes pero Van juntos (10). tricamente. Por eso en la creación, en

10. De Finance, Joseph. Etica Generale, Tipografía Meridionale, Bari, 1967, pp. 59-60.

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el universo, en el cosmos, en las cosas, psíquica que no está presente a la.
en las personas, se da un dinamismo conciencia actual del individuo y no
activo e imperante de autotrascen- puede ser evocada cuando se desea.
dencia teocéntrica. Es decir, todo aquello que no es
conocido. El Subconsciente se divide
El hombre tiende, pues, a Dios en: PRECONSCIENTE e INCONS-
como valor objetivo, terminal, y para CIENTE, según el grado de profun-
ello usa medios que lo llevan a Dios didad.
(11).
PRECONSCIENTE: Comprende
aquellos contenidos psíquicos no
1.6 Tres niveles de conciencia
inmediatamente presentes en la con-
ciencia, pero que pueden ser llamados
Nos referimos en este aparte a los
a la conciencia, mediante medios
tres diversos modos del hombre de
ordinarios (reflexión, introspección,
estar presente a sí mismo: Desde un
examen de conciencia, meditación).
máximo de autoconciencia a un
estado de vigilancia de s.í casi INCONSCIENTE: Comprende aque-
ausente. llos contenidos psíquicos que pueden
ser traídos a la conciencia solamente
Existe una polaridad consciente- por medios e instrumentos profe-
inconsciente que se refiere al grado sionales (técnicas psicoterapéuticas).
de conciencia del comportamiento a Freud descubrió la existencia del
la propia introspección, es decir, a la inconsciente y probó él mismo en una
amplitud en la cual nosotros pode- de sus obras más sobresalientes
mos referirnos exactamente sobre "Psicopatología de la vida cotidiana"
nuestra actividad (12). Definamos (13).
los estados de conciencia-no con-
ciencia del hombre. El inconsciente puede ser positivo;
ciertamente es neutro. El incons-
CONSCIENTE: Expresa el campo ciente no es solamente de origen
normal de conciencia que el individuo conflictual, consecuencia de traumas
tiene de sí y de las cosas en cuanto y de experiencias desagradables.
actualmente presentes.
No existe solamente inconsciente
SUBCONSCIENTE: Comprende sexual; se dan también otros con-
todo el campo de la experiencia tenidos.

11. Rulla, L.M., S.J. Antropology of the Christian Vocation. Volume 1. Rome 1986, pp. 12-73-74-
146-147.

12. N. Cameron - A. Magaret, Patología del Comportamiento, Grunti - Barbera, Firenze 1962, p.
16.

13. Freud, S. Psicopatología de la vida cotidiana. IV, pp. 57-303.

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Tratar el inconsciente no significa de su organismo, y estos impulsos
solamente tomar conciencia del son la manera como el organismo
residuo traumático, sino que significa pide solución a la falta biológica de
también aumentar el grado de li- su funcionamiento. Para Freud es
bertad de la persona (14). claro que estos impulsos deben ser
atendidos en su demanda y el
1.7 Dialéctica de base hombre debe buscar una reduc-
en el hombre ción al máximo de la tensión que
esto ocasiona. Por tanto, los
Es en este momento cuando podemos impulsos deben gobernar y dirigir
comenzar a afirmar que el hombre al Espíritu y si los impulsos son
está dividido en sí mismo por dos reprimidos por el Espíritu, se
fuerzas antagónicas que le presentan obtiene como consecuencia una
lucha constantemente: la fuerza de la patología, una neurosis. Para
voluntad emotiva, egoísta, para mí, Freud la represión es siempre
me gusta o no; y la fuerza de la signo de alguna patología (15).
voluntad racional que con unajerar-
quía y juicio de valores presenta al b. Tenemos en la posición contraria a
hombre alternativas de valores por sí Daim y Caruso, diciendo que si los
mismos, que implican una decisión y un impulsos dominan el Espíritu, te-
actuar libre y seguro. nemos como consecuencia el pe-
cado, y la virtud sería el contrario
Pero el hombre está dividido en sí de esa situación (16).
mismo y a su vez es una unidad y es su
yo el que integra todos sus elementos c. Wyss por otra parte acepta las dos
de la personalidad para ser uno. posibilidades como presentes en la
naturaleza del hombre (17).
Ante la solución de esta tensión en
la unidad del hombre tenemos varias TRES DIMENSIONES DE LA
posibilidades, entre ellas citamos las DIALECTICA INTERNA
siguientes: DEL HOMBRE

a. Freud sostiene que el hombre está Hemos visto que en todo hombre
movido a actuar impulsado a existe la dialéctica de baSe entre lo
cubrir las necesidades biológicas finito y lo infinito, el para mí y el por

14. Cencini, A. - Manenti, A. Psicología y Formazione, Stretture e dinamisioni E D B. Bologna, pp.


37-38.

15. Wyss, D. Psychoanalytic Schools. 1973, pp. 547-548.

16. Ibidem, p. 548.

17. Ibidem, p. 548.

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sí, las necesidades y los valores, el yo motivación escondida, la función que
trascendido y el yo trascendente. Ya adopta su actitud, está actuando por
afirmamos que el hombre no es pato- un bien aparente y no real, por un
lógico por la presencia de esta mal. Es una dimensión adquirida y su
dialéctica. objeto formal son los valores auto-
trascendentes y naturales al tiempo.
Como consecuencia de la premisa En esta dimensión no se habla de la
anterior es posible decir que las tres patología.
dimensiones que veremos en el hom-
bre repiten la dialéctica de base pero
en modo central, en modo importan- La tercera dimensión, en la que
te. Las tres dimensknes son dispo- también tiene un papel el incons-
siciones habituales, y filosóficamen te ciente de la persona y en donde la
hablando, si son disposiciones ha- libertad no entra, pues se trata de
bituales deben tener su propio disturbios y desorganización fuerte
horizonte, su propio objeto formal de la personalidad y por eso se habla
que las caracterice. en esta dimensión de patología. Es
una dimensión también adquirida y
Tenemos la primera dimensión, que su objeto formal son los valores
se da a nivel consciente del hombre, y naturales. Se habla en términos de
es cuando el hombre, con su libertad dialéctica de normalidad vs. pa-
y conscientemente, acepta vivir para tología.
el fin para el cual fue creado y opta
por los valores objetivos y vive de Las tres dimensiones actúan al
acuerdo con ellos, teniendo como mismo tiempo en el hombre, pero en
resultado la virtud; claro que como cada persona una de las tres preva-
consecuencia del acto libre el hombre lece más sobre las otras. Es im-
puede rechazar conscientemente los portante anotar que las tres
valores objetivos y se obtiene dimensiones no son ni equivalen a los
como resultado una situación de tres niveles de vida psíquica del
pecado. Por eso la llamamos la dia- hombre, pues las tres dimensiones
léctica de virtud-pecado. Es una son expresiones de tres dialécticas
realidad adquirida en el hombre libre en la persona, y los niveles no. Sí
y consciente. Su objeto formal hacia podemos decir que cada dimensión
el cual se abre son los valores auto- contiene en sí los tres niveles de la
trascendentes. Es una dialéctica vida psíquica. Los tres niveles men-
consciente. cionados no hablan del influjo de la
motivación inconsciente sobre el
La segunda dimensión es la dialéc- consciente; y en cambio, las tres
tica del bien real y el bien aparente. dimensiones sí lo hacen. Tampoco
Se presenta cuando el hombre en hablan los tres niveles de vida
forma inconsciente, pretende actuar psíquica de una desorganización del
y decidir por un valor objetivo que es yo que está presente en la patología
un bien, pero en el fondo la verdadera de la tercera dimensión.

200 DESDE UNA ANTROPOLOGIA


SECCIONII deben ser excelentes en todos los
aspectos de su vida con la ayuda de
FORMACION SACERDOTAL Dios.
y RELIGIOSA
La formación debe buscar el llegar
Una visión antropológica como la que a la totalidad de la persona, pero en
expresamos en la Sección I nos per- nuestro trabajo, nos limitaremos al
mite acercarnos al estudio y meto- crecimiento espiritual, en referencia
dología de la formación sacerdotal y directa a la santidad personal y a la
religiosa y en términos más amplios efectividad apostólica.
al estudio de la vocación cristiana,
con una aproximación de naturaleza La motivación vocacional es
interdisciplinar, con la convergencia teleológica y axiológica, es decir, pre-
de la teología, la filosofía y las ciencias tende y apunta a metas que son
psico-sociales. valores, que en otras palabras son los
valores objetivos, autotrascendentes
En la formación sacerdotal y re- teocéntricos, revelados por Jesu-
ligiosa se trata de preparar personas cristo. Por consiguiente, el yo ideal de
llamadas por Dios a un estado de- cada persona es un proyecto de vida
terminado, para que con una res- que debe ser a la vez objetivo y libre.
puesta libre y decidida, con ayuda de Debe ser objetivo en cuanto lleve a la
la gracia, sean santos santificando a persona a la verdadera autotrascen-
sus hermanos. Se trata de perder la dencia teocéntrica, siguiendo los
vida por el Reino de Dios (Mt. 16,24- valores objetivos de Jesucristo; y debe
25). ser libre, de manera que la persona
será capaz de optar por Jesucristo y
Siendo todos los bautizados llama- seguirlo.
dos a la santidad, al celo apostólico
por el Reino (Lumen Gentium, cap. 5 1. FORMACION EN LA
y6), la vocación religiosa y presbiteral DIALECTICA CONSCIENTE
incluye específicamente una nueva y VIRTUD-PECADO (Primera
especial obligación, que no está con- Dimensión)
cebida en el llamado al bautizado,
alusión clara del Concilio Vaticano II El ideal será objetivo y libre hasta el
en Presbyterorum Ordinis, n. 12 y en punto en que la persona llamada
Lumen Gentium n. 44. La Iglesia, tenga una profunda y constante vida
pues, se preocupa de una manera de oración, y además, que sea ma-
especial de la formación de los pres- durez en la primera dimensión, a la
bíteros y religiosos por la respon- cual hicimos alusión en la parte I de
sabilidad que implica la misión de este trabajo, es decir, aquella de vir-
servicio y seguimiento de Jesús para tud o pecado, de libertad consciente
el vigor y salud de la misma, pues para decidirme por el valor de Jesu-
quienes son llamados a edificar, cristo que equivale al polo virtud de
servir, guiar, aglutinar y enseñar, la dialéctica, o libremente llevado a la

JUAN VICENTE CORDOBA V .. s.J. 201


acción, lo que corresponde al polo de formación presbiteral y religiosa, y
la dialéctica que corresponde al que es de suma importancia, pues
pecado. Si la persona es madura en según los resultados de las inves-
esta dimensión y opta por los valores tigaciones hechas por Rulla, Ridick e
de Jesucristo, estará dispuesta a Imada se tiene el dato de que entre el
responder a la acción de la gracia 60% y el 70% de las personas actúan
divina, la cual es gratuita y por ini- movidas por esta dialéctica, la cual
ciativa de Dios, y de la cual no existe implica una combinación de cons-
un sustituto. Entonces la persona ciente e insconsciente, dándole parte
estará en plena posibilidad y dispo- a Dios conscientemente y dándose
sición de cambiar continuamente en parte a sí mismo inconscientemente
su capacidad de hacer progreso con gratificaciones, compulsividades,
gradual hacia una creciente inte- búsqueda de esquemas infantiles
riorización de los valores de Jesu- cristalizados inconscientes, que
cristo e igualmente hacia una quitan o restan la libertad para
creciente efectividad apostólica. La buscar la voluntad de Dios y vivirla
persona será libre para trascenderse plenamente (18).
teocéntricamente en el amor. En-
tonces la persona no vivirá por un Frecuentemente las oraciones
personalismo egocéntrico del yo, ni diarias del hombre están influen-
por un puro personalismo social- ciadas por el Inconsciente en la
filantrópico, y sí y únicamente por un segunda dimensión. El bien aparente
personalismo altruista centrado en se resiste a ser cambiado en bien real
el divino Otro yen el humano otro, es y tiende a ser mantenido en el campo
decir, por un personalismo cristiano. inconsciente con mecanismos de de-
fensa para no ser pasado al campo
Como consecuencia lateral de esta
consciente, y así no cambiar las ac-
libertad para la autotrascendencia
titudes.
teocéntrica en el amor, la persona se
realizará como tal, es decir, respon- Esta resistencia tiene su raíz en el
derá a su vocación ontológica de que hecho de que la segunda dimensión
nos habla Efesios 4, 13 de lograr la limita nuestra libertad efectiva para
madurez humana, a la medida de la seguir los valores autotrascendentes.
estatura de la plenitud de Cristo.
Aunque la segunda dimensión nos
2. FORMACION EN LA afecta directamente la santidad sub-
DIALECTICA CONSCIENTE jetiva, pues en el polo inconsciente de
INCONSCIENTE, BIEN la dialéctica no hay culpabilidad ni
APARENTE - BIEN REAL pecado por ser inconsciente, sí tiene
(Segunda Dimensión) influencia en la vocación, pues limita
Este es el campo olvidado que prác- la libertad de la primera dimensión y
ticamente no se ha atendido en la así repercute indirectamente en la

18. RuJia, Ridick, Imoda. Entering and Leaving vocation: Intrapsvchic dvnamics. Lovola Universitv
Press, 1976, pp. 197-206.

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santidad subjetiva, y por lo tanto, una dialéctica de lo importante para
inclina al pecado o ayuda a despertar mí vs. bien por sí, para Dios, puede
debilidades de la primera dimensión, fácilmente favorecer en los forma-
y más tarde afecta directamente la dores y en los formandos por igual,
efectividad apostólica, que incidirá una discrepancia entre los valores
en influjo en la santidad objetiva; y, que se proclaman y los valores que se
por tanto, en toda la realidad del viven, y mientras se predican valores
testimonio de vida, que acaba con la conscientemente se viven valores con
misión de ser signos de Jesús tanto en motivación inconsciente con signi-
el consagrado como en el presbítero. ficado en contradicción con los
proclamados conscientemente, y esto
También las limitaciones impues- trae consigo funestas consecuencias
tas a la libertad limitan la capacidad para la formación.
de escuchar objetivamente la Palabra
de Dios, y por tanto, de hacer dis- 3. FORMACION EN LA
cernimientos espirituales objetivos, y DIALECTICA PATOLOGIA
por ende, de encontrar objetivamente NORMALIDAD (Tercera
la voluntad de Dios, movidos así por Dimensión)
un bien aparente y no por un bien
real; realidad que San Ignacio advir- La formación en esta dimensión debe
tió ya en sus Reglas de Discernimiento ir más a las medidas preventivas que
Espiritual, al decir que el enemigo o a las correctivas, es decir, tanto los
ángel malo, que se forma "sub angelo Seminarios como Congregaciones o
lucis", entra con la ánima devota y Institutos religiosos, tienen el de-
sale con su maldad, arrastrando a la recho y el deber de seleccionar sus
persona tras pensamientos buenos, o futuros miembros, y por eso deben
sea bien aparente, y termina con sus abstenerse de admitir candidatos que
engaños, es decir, el mal que de nin- se ubiquen en la dialéctica Patología-
guna manera es bien real (19). Normalidad, pues ya sea que sufran
una patología severa que perturba su
Por supuesto, la vida de oración personalidad, y por tanto les limita
también recibirá una herida en la su libertad para optar por los valores
búsqueda del bien aparente, que vocacionales; esto no se da necesa-
llevará poco a poco a destruir la riamente en una patología leve, ya
cualidad y cantid~d de la oración. que siendo normal, su horizonte de
comprensión teleológico serán los
Finalmente, afirmamos que la valores naturales subjetivos y no los
dialéctica de bien aparente vs. bien valores vocacionales objetivos auto-
real de la segunda dimensión, lleva a trascendentes teocéntricos.

19. Ignacio de Loyola. Ejercicios Espirituales. Reglas de discernimiento de espíritus para la


Segunda Semana, 4a. regla, n. 332, Madrid, 1962.

JUAN VICENTE CORDOBA V .. S.J. 203


Sin embargo Rulla anota respecto Cristo, incluyendo la práctica de la
a la tercera dimensión lo siguiente: caridad dentro y fuera de la co-
La patología no es necesariamente munidad.
impedimento para la vocación sa-
cerdotal o religiosa. La patología se
convierte en impedimento voca- Si se reciben jóvenes con patologías
cional, cuando esconde seriamente a leves, los superiores deben prever los
la persona para vivir la vocación ella lugares, personas y tipos de trabajo
misma o para realizar sus deberes en que la persona pueda estar libre
para el bien de las almas de acuerdo de presiones y tensiones que le ame-
con los valores autotrascendentes de nacen su equilibrio y estabilidad (20).

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20. Rulla, op. cit. Rome 1986. p. 380.

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