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ESCUELA : MEDICINA
CICLO : V
2019
INTRODUCCIÓN A LA FARMACOLOGÍA DEL SISTEMA
NERVIOSO AUTÓNOMO
El sistema nervioso autónomo (SNA) o vegetativo es la parte del sistema nervioso central y
periférico que se encarga de la regulación de las funciones involuntarias del organismo, del
mantenimiento de la homeostasis interna y de las respuestas de adaptación ante las
variaciones del medio externo e interno. Así pues, ayuda a controlar, entre otras funciones,
la presión arterial, la motilidad y secreciones digestivas, la emisión urinaria, la sudoración y
la temperatura corporal. Algunas de estas funciones están controladas totalmente por el
sistema nervioso autónomo, mientras que otras lo están parcialmente. Es un sistema
tónicamente activo que mantiene a los tejidos y órganos efectores en un estado de función
intermedia. Una de sus principales características es la rapidez y la intensidad con la que
puede cambiar las funciones viscerales. Así por ejemplo, en cuestión de 3-5 segundos puede
duplicar la frecuencia cardiaca y en 10-15 segundos la presión arterial.
I. ANATOMÍA DEL SISTEMA NERVIOSO AUTÓNOMO
Se divide en las siguientes porciones:
La división Simpática o Toracolumbar
Fibras preganglionares salen del SNC (medula espinal) a través de nervios raquídeos
torácicos y lumbares y terminan en ganglios paravertebrales. Los ganglios están conectados
entre sí por medio de axones neuronales preganglionares, el conjunto de ganglios y axones
forman la cadena simpática paravertebral en ambos lados de la columna vertebral. El resto
de fibras son un poco más largas y terminan en ganglios prevertebrales.
Fibras preganglionares salen del SNC a través de pares craneales (III, VII,IV, X) y la tercera
y la cuarta raíces sacras espinales .Algunas fibras parasimpáticas concluyen en ganglios
parasimpáticos(ciliar,pteriogpalatino, submandibular,óticoy algunos pélvicos). La mayor
parte de fibras terminan en neuronas ganglionares reunidas dentro de las paredes de las
vísceras. Por lo tanto en el SNP la fibra preganglionar es larga y la sinapsis ocurre en un
ganglio autonómico localizado a nivel distal, o bien en la misma pared del órgano efector,
siendo la fibra postganglionar corta.
Síntesis de neurotransmisores
A. RECEPTORES ADRENÉRGICOS:
Se dividen en α, β y dopaminérgicos.
Receptores α-adrenérgicos: existen dos tipos α1 y α2.
Los receptores α1 son receptores postsinápticos y se encuentran en:
Músculo liso vascular, iris, uréter, pilomotor, útero, trígono vesical, gastrointestinal
y esfínteres vesicales.
Su acción en el músculo liso es de constricción excepto a nivel gastrointestinal donde
provocan relajación. En los vasos sanguíneos, coexisten en el sistema venoso y arterial pero
predominan en el sistema arterial (así un fármaco agonista α1 como la metoxamina tiene un
efecto predominantemente vasoconstrictor arterial).
Corazón (nodos SA, AV y ventrículos): efecto crono e inotropico positivo
Glándulas salivales: aumento de secreción
Glándulas sudoríparas: aumento de secreción
Túbulos proximales del riñón: reabsorción de sodio
Metabolismo: Aumento de la glicogenolisis, glucogenesis y gluconeogenesis.
Agonistas α1: Noradrenalina, Adrenalina, Dopamina, Isoproterenol, Metoxamina
Antagonistas α1: Fenoxibenzamina, Fentolamina, Alcaloides ergotamina, Prazozina,
Labetalol Receptores α2 adrenergicos: Se encuentran tanto a nivel presináptico como
postsináptico y están presentes en el SNA central y periférico. También están presentes
en el SNP, donde ejercen una actividad moduladora del SNP, potenciando los efectos
parasimpáticos. (Gomes, 2005)
Receptores α2 adrenergicos:
Se encuentran tanto a nivel presináptico como postsináptico y están presentes en el SNA
central y periférico. También están presentes en el SNP, donde ejercen una actividad
moduladora del SNP, potenciando los efectos parasimpáticos. A nivel periférico los
receptores α2 postsinápticos se localizan en las terminaciones nerviosas adrenérgicas y
su estimulación tiene un efecto vasoconstrictor arterial y venoso, tal como sucede con la
estimulación de los α1 postsinapticos; sin embargo su distribución es más importante a
nivel venoso, por lo que los fármacos con efecto agonista α2 o mixto provocan una
constricción venosa importante. También se encuentran en las plaquetas, tejido adiposo,
páncreas y riñón y los efectos de su estimulación son respectivamente la agregación
plaquetária, la inhibición de la lipolisis, la inhibición de la liberación de insulina y la
inhibición de liberación de renina. La estimulación de los receptores α2 postsinapticos
del sistema nervioso central está relacionada con la liberación de la hormona de
crecimiento e inhibición de la liberación de la hormona antidiurética
Receptores α2 presinápticos:
Se encuentran distribuidos a nivel del sistema nervioso central (cerebral y medular) y a
nivel periférico en las terminaciones adrenérgicas. Su estimulación provoca una
inhibición de la liberación de noradrenalina en la hendidura sináptica, funcionando como
un mecanismo de feed-back negativo, del SNS. Así, la estimulación de estos receptores
lleva a una reducción del influjo simpático con un aumento concomitante del
parasimpático. Así, la estimulación de estos receptores provoca bradicardia,
vasodilatación y efecto inotrópico negativo con disminución del gasto cardíaco e
hipotensión. Su bloqueo provoca una vasoconstricción ya que se anula el efecto feed-
back negativo de inhibición de liberación de noradrenalina, aumentando de esta forma el
efecto adrenérgico. Es bastante probable que sea responsable también, a nivel central de
efectos tan importantes en anestesiología como ansiolísis, sedación, analgesia e hipnosis.
La clonidina es un ejemplo de fármaco agonista α2. Administrada por vía sistémica tiene
efectos tanto centrales como periféricos y administrados por vía intratecal o epidural,
puede aumentar de forma espectacular la duración del bloqueo y producir un efecto
analgésico aditivo.
Agonistas α2: Clonidina, Noradrenalina, Adrenalina, Fenilefrina
Antagonista α2: Yoimbina, fentolamina, fenoxibenzamina, labetalol
Receptores β-adrenérgicos
Se han descrito 3 subtipos: β1, β2 y β3. Los β1 y los β2 son los más estudiados y
conocidos. Los receptores β1 son postsinápticos y no se han identificado en la membrana
presináptica. Se consideran receptores inervados. Predominan en el miocardio, nodo
sinusal y en el sistema de conducción ventricular. Son sensibles a la adrenalina y a la NA,
hecho que los diferencia de los β2. Su efecto en el corazón es aumentar el inotropismo y
el cronotropismo y en el tejido adiposo estimulan la lipólisis. Los receptores β2 son pre
y postsinápticos. El estímulo de los receptores β2 presinápticos tiene un efecto opuesto
al de los α2 presinápticos, aumentando la liberación de NA endógena en la sinapsis,
funcionando como un mecanismo de “feed-back” positivo. Su antagonismo producirá
efectos similares a la estimulación de los α2 presinápticos. Los receptores β2
postsinápticos se consideran no inervados y responden principalmente a la adrenalina
circulante. Se encuentran en el músculo liso de los vasos sanguíneos, piel, bronquios,
útero, gastrointestinal, vejiga y páncreas. Son más sensibles a la adrenalina que a la
noradrenalina. La estimulación de estos receptores provoca relajación del músculo liso
con vasodilatación, broncodilatación, relajación uterina, etc. Se encuentran también en el
páncreas endocrino estimulando la secreción de insulina, y en el hígado donde estimulan
la glicogenolisis y la gluconeogénesis; en las glándulas salivares aumentan la secreción
de amilasa. A nivel renal están presentes los dos tipos de receptores, predominando los
β1. El efecto de la estimulación de estos receptores es el aumento de liberación de renina
(los beta-bloqueantes inhiben esta liberación). Los β2 parecen tener un papel en la
regulación del flujo sanguíneo renal y su estimulación ocasiona una respuesta
vasodilatadora. Los receptores β3 se han caracterizado fundamentalmente en la grasa
parda donde jugarían un papel importante en la termogénesis. El papel de estos receptores
en el tejido adiposo normal humano no está bien establecido. También se ha descrito su
localización en el miocardio donde antagonizarían los efectos de la estimulación β1 y β2.
Receptores dopaminérgicos (DA)
Los receptores dopaminergicos se localizan en el SNC, vasos sanguíneos y neuronas
postganglionares del SNS. Se dividen en dos tipos principales: DA1 y DA2.
Receptores DA1: son postsinápticos y se localizan sobretodo en el músculo liso de los
vasos mesentéricos y renales, aunque también se encuentran en otros sistemas arteriales
como el coronario, cerebral y cutáneo. La activación de estos receptores provoca una
vasodilatación, con aumento del flujo sanguíneo.
Agonistas DA1 : Dopamina, Adrenalina, Metoclopramida
Antagonistas DA1: Haloperidol, Droperidol, Fenotiazinas.
Receptores DA2 : se encuentran a nivel pre y postsinápticos. Los presinápticos tienen un
efecto similar a los α2, con inhibición de la liberación de noradrenalina y un efecto
vasodilatador. En el SNC estos receptores tienen un papel fundamental y se encuentran
en el hipotálamo, donde están relacionados con la liberación de prolactina, en los ganglios
de la base con un papel fundamental en la coordinación de la actividad motora ( la
degeneración de estos ganglios es la base de la enfermedad de Parkinson) y en el centro
del vómito (zona trigger quimioreceptora); los antagonistas dopaminérgicos como el
haloperidol y el droperidol tienen una actividad antiemética potente. Los postsinápticos,
aunque no se han identificado totalmente, posiblemente tengan un efecto vasoconstrictor.
Agonistas DA1: Dopamina, Bromocriptina
Antagonistas DA1: Domperidona
B. RECEPTORES COLINÉRGICOS
Se dividen en muscarinicos y nicotinicos; el nombre deriva de la estimulación selectiva
de estos receptores por la muscarina y por la nicotina respectivamente.
Receptores muscarínicos:
Localizados en las sinapsis de las neuronas postganglionares del sistema nervioso
parasimpático. La estimulación de los receptores muscarinicos ocasiona bradicardia,
inotropismo negativo, broncoconstricción, miosos, salivación, hipermotilidad
gastrointestinal y aumento de la secreción gástrica. La atropina es el prototipo de
bloqueante muscarinico. También pueden ser encontrados a nivel presináptico de las
terminaciones nerviosas del SNS (receptores muscarinicos adrenérgicos) y su
estimulación disminuye la liberación de noradrenalina de forma similar al efecto α2.
Agonistas muscarínicos directos: Esteres de colina: Acetilcolina, Metacolina, Betanecol,
Carbamilcolina; Alcaloides: Muscarina, Pilocarpina, Arecolina
Agonistas muscarinicos indirectos: Anticolinesterásicos ! Fisiostigmina, Neostigmina,
Piridostigmina, Edrofonio, Ecotiopato.
Antagonistas muscarinicos: Atropina, Escopolamina, Glicopirrolato
Receptores nicotínicos:
Se encuentran en las sinapsis entre las neuronas pre y postganglionares tanto del sistema
simpático como del parasimpático. Así, las sustancias que estimulan los receptores
nicotinicos, excitan las fibras postganglionares de ambos los sistemas simpático y
parasimpático. La unión neuromuscular contiene receptores nicotínicos pero que son de
un tipo diferente.
Los fármacos que bloquean receptores adrenérgicos tienes efectos importantes, algunos de
estos son de gran valor clínico. Estos efectos varían de manera muy notable con la
selectividad del fármaco por receptores α y β.
MECANISMO DE ACCIÓN:
La prazosina y labetalol, utilizados por efectos antihipertensivos, así como derivados del
cornezuelo del centeno, también son bloqueadores reversibles de los receptores α
adrenérgicos. La fenoxibenzamina, un agente relacionado con mostazas nitrogenadas, forma
un intermediario etilenoimonio reactivo que se une covalente al sitio α receptor y origina un
bloqueo irreversible.
El tiempo de acción de un antagonista reversible, depende, de la vida media del fármaco, así
como la velocidad a la que se disocia de su receptor: cuanta más corta es la vida media en el
organismo, menor será el tiempo para que se disipen los efectos del fármaco. Los efectos de
un antagonista irreversible pueden persistir por mayor tiempo después de que el medicamento
ha sido depurado del plasma.
EFECTOS FARMACOLÓGICOS:
A) Efectos cardiovasculares: los tonos arteriolar y venoso están determinados por los
receptores α, en el musculo liso vascular, los antagonistas de los receptores α reducen
la resistencia vascular periférica y la presión arterial.
Pueden prevenir los efectos presores de las dosis habituales de los agonistas α. En el
caso de los antagonistas α y β 2, el antagonista sobre el receptor α puede convertir un
agente con efecto presor en un agente con efecto depresor.
Reversión de Epinefrina: Muestra como la activación de los receptores α y β en el
mismo tejido puede ocasionar respuestas opuestas.
Los antagonistas de los receptores α pueden provocar hipotensión postural y
taquicardia refleja.
B) Otros efectos:
Bloqueo de los receptores α en otros tejidos son miosis y constipación nasal. El
bloqueo de receptores α1 en la base de la vejiga y la próstata se relaciona con menor
resistencia al flujo de orina.
AGENTES ESPECÍFICOS:
OTROS ANTAGONISTAS DE RECEPTORES α ADRENERGICOS
Alfuzosina: derivado de la quinazolina selectivo α1 siendo eficaz en el tratamiento
de la HPB. Posee disponibilidad de 60%, se metaboliza extensamente y tiene vida
media de eliminación cerca de 5 h.
Indoramina: es otro α1 antagonista selectivo que tiene eficacia como
antihipertensivo.
Urapidilo: es un α1 antagonista que tiene acciones de α2 agonista y de agonista 5-
HT1A débiles, así como acción antagonista débil en los receptores β1. Se utiliza como
antihipertensivo y HPB.
Labetalol: tiene efectos α1 selectivos como β antagonistas
Yohimbina: un alcaloide inoloro, es un α2 antagonista selectivo, podría ser útil en la
insuficiencia autónoma al promover la liberación de neurotransmisor por medio del
bloqueo de receptores α2 presinápticos.
PROPIEDADES FARMACOCINÉTICAS:
A) Absorción:
La mayoría de estos fármacos son bien absorbidos después de su administración
oral.
Sus concentraciones máximas se logran de 1- 3 hora después de su ingestión.
Se disponen en preparados de liberación prolongada (propranolol y metoprolol)
B) Biodisponibilidad:
Propranolol (baja) sufre un metabolismo hepático extenso, el fenómeno de primer
paso.
La biodisponibilidad del fármaco que logra llegar a la circulación sistémica
aumenta con la dosis.
La biodisponibilida es limitada en la mayoría de los antagonistas β, con excepción
del betaxolol, pindolol, penbutolol y sotalol.
C) Distribución y Depuración:
Se distribuyen con rapidez y tienen grandes volúmenes de distribución.
Liposolubilidad:
Alta: Propranolol, Penbutolol
Media: Metoprolol
Baja: Esmelol, Pindolol y Atenolol
Muy baja: Sotalol, Proctalol
Generalmente tienen una vida media de 3 a 10 horas los antagonistas β (excepto
Esmolol- 10 min)
Propranolol y metoprolol se metabolizan en gran parte en el hígado, son excretados
con pocos cambios en la orina. Su eliminación puede alargarse con: enfermedad
hepática, flujo sanguíneo hepático disminuido, inhibición enzimática hepática.
El celiprolol, pindolol y atenolol son metabolizados en forma menos completa.
El nadolol se excreta sin cambios en la orina y tiene una vida media mas prolongada
que cualquier otro. La vida media de este se incrementa en la Insuficiencia renal.
C) Efectos en el ojo:
Disminuyen la presión intraocular, en especial en ojos afectados por glaucoma.
El mecanismo es la disminución en la producción de humor acuoso.
AGENTES ESPECIFICOS
Propranolol:
- Prototipo de los β bloqueadores
- Biodisponibilidad baja y dependiente de la dosis, resultado del metabolismo de primer
paso en el hígado
- Dispone de una acción prolongada, absorción prolongada del fármaco durante un
periodo de 24 horas.
- El medicamento tiene efectos en los receptores y muscarinicos.
Fármacos del grupo β1 selectivo :
Son: el metoprobol, atenolol, esmolol, celiprolol, bisoprolol, betaxolol y acebutolol.
Estos agentes son más seguros en pacientes con respuestas broncoconstrictivas al
propranolol y utilizarse con precaución en personas con asma.
Nadolol y Timolol:
Tiempo de acción prolongado y agentes no selectivos sin actividad analgésica local.
El timolol posee efectos hipotensores cuando se le administra de manera tópica en el
ojo.
Levobunomol (no selectivo) y betaxolol (β1 selectivo):
Se utiliza para aplicación oftálmica tópica en glaucoma
El pindolol, acebutolol, carteolol, bopindolol, oxprenolol, celiprolol y penbutolol:
Tienen actividad agonista β parcial.
Eficaces en aplicaciones cardiovasculares del grupo de los β bloqueadores
(hipertensión y angina).
Carvedilol:
Antagoniza las acciones de las catecolaminas, mas sobre receptores β que en los α.
El fármaco tiene una vida media de 6 a 8 h.
Arritmias cardiacas
- Muchas veces los antagonistas β son eficaces para el tratamiento de las arritmias
supraventriculares y ventriculares.
- Al aumentar el periodo refractario nodular auriculoventricular, los antagonistas β
disminuyen la velocidad de la respuesta ventricular en el aleteo y la fibrilación
auriculares.
- Estos fármacos también pueden aminorar los latidos ventriculares ectópicos, en
particular si los precipitaron las catecolaminas.
Insuficiencia cardiaca
Los estudios clínicos muestran que al menos tres antagonistas β, metoprolol, bisoprolol
y carvedilol, son eficaces para disminuir la mortalidad en pacientes seleccionados con
insuficiencia cardiaca crónica.
Otros trastornos cardiovasculares
Miocardiopatía obstructiva se observó que los antagonistas de los receptores β
aumentan el volumen sistólico.
Los antagonistas β son útiles en el aneurisma aórtico disecante para reducir la velocidad
de elevación de la presión sistólica.
Los antagonistas β también son beneficiosos en sujetos con riesgo alto elegibles para
la prevención de resultados cardiovasculares adversos en operaciones no cardiacas.
Hipertiroidismo
La acción excesiva de las catecolaminas es un aspecto importante en la fisiopatología
del hipertiroidismo, en especial en relación con el corazón parte con la inhibición de la
conversión periférica de tiroxina en triyodotironina.
El propranolol se utiliza en forma amplia en personas con crisis tiroideas
Enfermedades neurológicas
El propranolol reduce la frecuencia e intensidad de la migraña (jaqueca).
Antagonistas β disminuyen ciertos temblores ansiedad de desempeño (“temor
escénico”).
El propranolol puede contribuir al tratamiento sintomático de la abstinencia de alcohol
en algunos pacientes.
Diversos
- Cirrosis:
Antagonistas β disminuyen la presión venosa porta.
El propranolol como el nadolol reduce la incidencia de la primera crisis de hemorragia
por varices esofágicas y la tasa de mortalidad relacionada con la hemorragia en sujetos
con cirrosis
El sistema nervioso simpático regula la función de todos los órganos, aparatos y sistemas, con
particular importancia sobre el control de la presión arterial.
Los efectos de la estimulación simpática son mediados por la noradrenalina liberada desde
las terminaciones nerviosas. En respuesta a diversos estímulos, también la médula
suprarrenal puede secretar adrenalina. En otras palabras, la adrenalina actúa como hormona
y la noradrenalina como neurotransmisor.
Los efectos de los agonistas directos dependen de su vía de administración, su afinidad por
los diferentes adrenorreceptores y la expresión de estos receptores en los tejidos efectores.
Los efectos de los simpaticomiméticos indirectos aumentan cuando también lo hace la
actividad simpática.
Los efectos de las catecolaminas son mediados por receptores de superficie celular,
generalmente por receptores acoplados a proteínas G. Estos receptores regulan la actividad
de diferentes proteínas efectoras. Cada proteína G está formada por tres subunidades (α, β
y γ). La activación de los receptores acoplados a proteínas G promueve que su subunidad α
se disocie de y se active para interactuar con las proteínas efectoras. Los efectores de las
subunidades α activadas incluyen adenilil ciclasas, fosfodiesterasas, fosfolipasas y canales
iónicos.
La dopamina, otra catecolamina endógena, actúa sobre los receptores dopaminérgicos (D),
principalmente en el cerebro y en los vasos esplácnicos y renales. Hay cinco subtipos de
receptores D, dos similares a D1 (D1 y D5) y tres similares a D2 (D2, D3 y D4).
TIPOS DE RECEPTORES
Adrenorreceptores α
Los receptores α1, a través de la proteína Gq, activan la fosfolipasa C, enzima que hidroliza
lípidos de membrana y forma 1,4,5-trifosfato de inositol (IP3) y diacilglicerol (DAG). El
IP3 promueve un incremento de la concentración citoplásmica de Ca2+ y, por tanto, la
activación de varias cinasas de proteína dependientes de calcio. El DAG activa la proteína
cinasa C, que modula diferentes vías de señalización.
Los receptores α2, a través de la proteína Gi, inhiben la adenilil ciclasa y reducen, por tanto, la
concentración intracelular de AMPc. Los receptores α2 también regulan canales iónicos y
enzimas involucradas en diferentes vías de señalización.
Adrenorreceptores β
Los tres receptores β (β1, β2, β3), a través de la proteína Gs, estimulan la adenilil ciclasa e
incrementan los niveles de AMPc. El AMPc activa la glucógeno fosforilasa del hígado y
promueve el flujo de calcio hacia el interior de las fibras musculares del corazón. Además,
el AMPc relaja el músculo liso.
Receptores Dopaminérgicos
Algunos agonistas adrenérgicos son selectivos, es decir, pueden distinguir entre los tipos de
adrenorreceptores (α o β), pero no entre los diferentes subtipos de estos grupos principales. La
selectividad implica que un fármaco se une preferencialmente a un tipo de receptor cuando su
concentración es demasiado baja como para interactuar indiscriminadamente con todos los
receptores. La selectividad no suele ser absoluta, por lo que a altas concentraciones un
medicamento puede interactuar con receptores diferentes. Los efectos de un fármaco
dependen tanto de su selectividad como de la expresión relativa de sus receptores en cada
tejido.
Las respuestas mediadas por los adrenorreceptores, así como el número y la función de estos
últimos, varían en función de diferentes hormonas, medicamentos y catecolaminas, de la edad
y del estado de salud. Estos factores pueden modificar la magnitud de las respuestas de un
tejido a las catecolaminas y ser clínicamente importantes durante un tratamiento. La
desensibilización de los adrenorreceptores, por ejemplo, puede ocurrir tras la exposición
constante a sus agonistas. Este efecto, llamado también tolerancia o taquifilaxia, puede ser
clínicamente relevante porque puede limitar la efectividad de los simpaticomiméticos.
Hay dos tipos de desensibilización. La desensibilización homóloga afecta solo a los receptores
activados repetida o sostenidamente por un agonista. La desensibilización heteróloga conlleva
la inactivación incluso de los receptores que no han sido activados directamente por el agonista
en cuestión.
La desensibilización de los adrenorreceptores también puede ser mediada por sus segundos
mensajeros. Por ejemplo, el AMPc producido por la activación de los adrenorreceptores β
puede activar la proteína cinasa A, proteína que, a su vez, puede fosforilar e inactivar los
adrenorreceptores. Este es un mecanismo de desensibilización heteróloga porque la proteína
cinasa A puede fosforilar cualquier receptor estructuralmente similar al activado por el
agonista.
Polimorfismos de los adrenorreceptores
El transportador de noradrenalina
La cocaína bloquea el NET, incrementando así los niveles de noradrenalina en las sinapsis y
produciendo, por tanto, una mayor estimulación de los adrenorreceptores α y β. En la periferia
este efecto puede producir signos de activación simpática, aunque generalmente es
contrarrestado por la estimulación de los adrenorreceptores α del tallo cerebral, lo que
disminuye la actividad simpática.
No obstante, la función y el bloqueo de los NET y DAT es mucho más compleja. Ciertas
condiciones, por ejemplo, pueden incluso revertir la dirección del transporte, liberando aún
más neurotransmisor.
La feniletilamina, el compuesto del que derivan los simpaticomiméticos, está compuesta por
un anillo bencénico con una cadena lateral de etilamina. Pueden hacerse tres sustituciones en
el compuesto original: 1) en el anillo bencénico 2) en el grupo amino terminal 3) en los
carbonos α y β de la cadena lateral.
La sustitución por grupos –OH en las posiciones 3 y 4 da origen a las catecolaminas. Estas
modificaciones cambian la afinidad de los fármacos por los receptores α y β y su capacidad
intrínseca para activarlos.
Las catecolaminas con grupos –OH en las posiciones 3 y 4 son las más activas. De hecho, la
ausencia de uno de estos grupos reduce notablemente la potencia de los fármacos. Por otro
lado, las catecolaminas son desactivadas por la transferasa de catecol-O-metilo (COMT), una
enzima intestinal y hepática. En consecuencia, las catecolaminas administradas por vía oral
carecen de actividad. La ausencia de uno o ambos grupos –OH en el anillo fenólico aumenta la
biodisponibilidad de los fármacos y la duración de sus efectos. Dicha ausencia incluso aumenta
la distribución de los fármacos en el SNC. La efedrina y la anfetamina, por ejemplo, son activas
por vía oral, tienen efectos duraderos y actúan en el SNC, a diferencia de las catecolaminas.
Los fármacos con radicales grandes en el grupo amino son más activos sobre los receptores β. Por
ejemplo, la sustitución metilo en la noradrenalina, que produce adrenalina, aumenta su actividad
en los receptores β2. Mientras más grande sea el radical en el grupo amino, menor será la
actividad del fármaco sobre los receptores α.
Sustituciones en el carbono α
APARATO CARDIOVASCULAR
Los adrenorreceptores existen profusamente en el corazón, los vasos sanguíneos y los sistemas
neurales y hormonales involucrados en la regulación de la presión arterial. No obstante, los
efectos netos de los simpaticomiméticos dependen también de los mecanismos compensatorios
que los contrarrestan para mantener la homeostasia.
Los pacientes con una función autonómica alterada son sumamente sensibles a los estímulos
presores e hipotensores, así como a los que modifican la frecuencia cardiaca. No obstante, esto
puede resultar ventajoso durante su tratamiento.
Los efectos netos de los agonistas β sobre la presión arterial dependen de sus efectos sobre el
corazón y los vasos sanguíneos. En el corazón, los agonistas β aumentan el gasto cardiaco al
estimular la contractilidad y activar el nódulo sinusal para incrementar la frecuencia cardiaca.
Los agonistas β2 también reducen la resistencia periférica y, por tanto, producen vasodilatación
en algunos lechos vasculares.
Los efectos directos sobre el corazón dependen principalmente de los adrenorreceptores β1,
pero también de los β2 y de los α. Los agonistas β promueven el flujo de calcio hacia los
cardiomiocitos. Esto incrementa la actividad del marcapasos (efecto cronotrópico positivo),
acelera la conducción del nódulo auriculoventricular(efecto dromotrópico positivo), reduce
el periodo refractario, potencia la contractilidad (efecto inotrópico positivo) y acelera la
relajación muscular. En consecuencia, las contracciones del músculo cardiaco aislado
aumentan, pero se abrevian. En el corazón intacto, la presión intraventricular cambia
rápidamente y el tiempo sistólico se reduce. Si la actividad refleja es normal, los efectos de los
agonistas β sobre la frecuencia cardiaca pueden ser contrarrestados por la respuesta del cuerpo a
los cambios de la presión arterial. Las catecolaminas generalmente incrementan el riego
sanguíneo coronario.
Los adrenorreceptores están presentes en todo el cuerpo. En el músculo liso bronquial, los
agonistas β2 producen broncodilatación, por lo que son usados en el tratamiento contra el
asma.
En el ojo, los agonistas α producen midriasis e incrementan el flujo de salida del humor
acuoso, disminuyendo la presión intraocular. Aunque los agonistas de los adrenorreceptores β
producen escasos efectos, sus antagonistas reducen la producción del humor acuoso. Estos
efectos son útiles en el tratamiento del glaucoma.
En las glándulas sudoríparas de las palmas de las manos, la activación de los adrenorreceptores
incrementa la producción de sudor. Estas glándulas no termorreguladoras suelen vincularse
con el estrés psicológico.
En el tejido adiposo, los agonistas β estimulan la lipólisis y la liberación de ácidos grasos libres
y glicerol. Los agonistas α2, al contrario, inhiben la lipólisis al disminuir la concentración
intracelular de AMPc. En el hígado, los compuestos simpaticomiméticos (principalmente los
agonistas β) estimulan la glucogenólisis y la liberación de glucosa. En altas concentraciones,
las catecolaminas también pueden producir acidosis metabólica.
Catecolaminas endógena
La adrenalina es un agonista de los receptores α y β, por lo que actúa como vasoconstrictor y
como estimulante cardiaco. El aumento de la presión arterial sistólica producido por la
adrenalina se debe a sus efectos cronotrópicos e inotrópicos positivos (mediados por receptores
β1) y a la vasoconstricción que induce en muchos lechos vasculares (mediada por receptores
α). La adrenalina también activa los receptores β2 de algunos vasos sanguíneos, produciendo
vasodilatación. En consecuencia, la resistencia periférica global puede incluso disminuir,
reduciendo la presión arterial diastólica. La activación de los receptores β2 del músculo estriado
durante el ejercicio induce un mayor riego sanguíneo.
La noradrenalina es un potente agonista α1, α2 y β1, pero actúa débilmente en los receptores β2.
Por tanto, la noradrenalina aumenta la resistencia periférica y la presión arterial. La actividad
barorrefleja generalmente contrarresta el efecto cronotrópico positivo de la noradrenalina, pero
su efecto inotrópico positivo sobre el corazón.
La dopamina también actúa sobre el sistema cardiovascular, aunque sus mayores efectos se dan
sobre la regulación de la excreción de sodio y la función renal. La dopamina es un importante
neurotransmisor del SNC y participa en los estímulos de recompensa implicados en las adicciones.
Su deficiencia en los ganglios basales produce parkinsonismo, padecimiento tratado con
levodopa. Los antipsicóticos también actúan sobre los receptores dopaminérgicos.
Los agonistas selectivos β2 son muy útiles en el tratamiento contra el asma y para relajar el útero
cuando se produce un trabajo de parto prematuro.
La anfetamina es una mezcla racémica que estimula el SNC (su isómero D es más potente
que el L). Aunque su farmacocinética es similar a la de la efedrina, la anfetamina entra más
fácilmente al SNC. Los efectos de la anfetamina son mediados por la secreción de
noradrenalina y, en cierta medida, de dopamina.
La atmoxetina, que inhibe selectivamente los NET, se usa en el tratamiento del TDA, con
escasos efectos cardiovasculares. La reboxetina produce efectos similares a la atomoxetina. La
sibutramina inhibe la recaptación de serotonina y noradrenalina y se emplea como supresor
del apetito para tratar la obesidad. La duloxetina es un antidepresivo que inhibe la recaptación
de serotonina y noradrenalina.
Agonista de Dopamina
La levodopa, que se convierte en dopamina, y los agonistas dopaminérgicos son útiles
en el tratamiento del parkinsonismo y la hiperprolactinemia.
Aplicaciones Cardiovasculares
La hipotensión no suele requerir un tratamiento directo, a menos que la perfusión cerebral, renal y
cardiaca se vea afectada. En general, basta con recostar al paciente y asegurarle un adecuado
volumen de líquidos para restablecer su presión arterial. De hecho, el uso de simpaticomiméticos
para tratar la hipotensión leve puede agravar la situación. Estos fármacos se emplean únicamente
para conservar el riego sanguíneo cerebral y coronario, siempre por periodos breves. Los
agonistas α directos noradrenalina, fenilefrina y metoxamina son los vasoconstrictores
utilizados en tales situaciones.
Aumentar la resistencia periférica, usando agonistas α, por ejemplo, es útil para tratar la
hipotensión ortostática crónica. La midodrina, la efedrina y la fenilefrina son algunos fármacos
empleados en dicho tratamiento.
C. Aplicaciones cardiacas
Para logar una hemostasia eficaz deben usarse sustancias que puedan administrarse
localmente a altas concentraciones. La adrenalina suele aplicarse por taponamiento
nasal o cuerda gingival. La cocaína se emplea porque combina un efecto hemostático
con la anestesia local. Ocasionalmente se emplea una mezcla de cocaína y adrenalina
para maximizar la hemostasia y la anestesia.
Los descongestivos de las mucosas son agonistas α empleados para tratar las molestias del
resfriado común. No obstante, estos fármacos pueden producir hiperemia de rebote y, si
se usan repetidamente y en dosis elevadas, pueden incluso producir isquemia (por la
vasoconstricción de arterias nutricias). La fenilefrina, la xilometazolina y la
oximetazolina son algunos de los descongestivos tópicos de venta libre.
Aplicaciones pulmonares
Anafilaxis
El choque anafiláctico y las reacciones alérgicas inmediatas mediadas por la IgE alteran
las funciones cardiorrespiratorias. El síndrome de broncoespasmo, congestión de
mucosas, angioedema e hipotensión intensa suele ceder rápidamente a la administración
parenteral de adrenalina. Los glucocorticoides y los antihistamínicos (ambos antagonistas
de los receptores H1 y H2) pueden ser útiles como tratamiento secundario durante la
anafilaxia. No obstante, la adrenalina debe ser siempre el tratamiento inicial.
Aplicaciones oftálmicas
La fenilefrina es un midriático frecuentemente empleado para facilitar la exploración de
la retina, además de ser un descongestivo útil para tratar la hiperemia alérgica y el
prurito conjuntival.
Aplicaciones genitourinarias
Los simpaticomiméticos orales, como la efedrina, pueden ser útiles para tratar la
incontinencia de esfuerzo.
Aplicaciones en el sistema nervioso central
LINKOGRAFIA:
- https://es.scribd.com/document/355569922/Farmacologia-Katzung