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cancelado), echa un vistazo a la Conferencia Anual EDUCAUSE 30 de octubre-2 de
noviembre en Denver, Colorado. Aquí encontrará una gran cantidad de sesiones
relacionadas con el uso de tecnología en la Educación Superior.
A medida que los campus se han ido convirtiendo en focos para el emprendimiento y el
descubrimiento, la educación superior se ha convertido en un vehículo para impulsar la
innovación. El enfoque de esta tendencia ha pasado de comprender el valor de fomentar la
exploración de nuevas ideas a encontrar maneras de replicarlas a lo largo de un abanico
de instituciones de aprendizaje diversas y únicas. Se ha llevado a cabo una investigación
durante el año pasado para entender mejor cómo pueden las instituciones fomentar tipos
de cultura que impulsen la experimentación. Para avanzar en este movimiento es
importante que las instituciones de educación superior alteren su status quo y reconozcan
que el fracaso es una parte importante del proceso de aprendizaje. Integrar el espíritu
empresarial en la educación superior reconoce además que cada gran idea tiene que
comenzar en algún lugar, y los estudiantes y el profesorado pueden estar equipados con
las herramientas necesarias para dar lugar a un progreso real.[i] Para mantener el ritmo,
las instituciones deben evaluar críticamente su programa de estudios e implementar
cambios en sus métodos de evaluación para eliminar las barreras que limitan el desarrollo
de nuevas ideas.
Visión general
La innovación en la educación superior ha sido impulsada por instituciones que se alejan
de métodos tradicionales de enseñanza donde los docentes e investigadores son las
fuentes principales de generación de ideas. Los nuevos enfoques convierten a las
universidades en incubadoras para que todos los estudiantes, docentes y personal realicen
nuevos descubrimientos y diseñen soluciones para afrontar las necesidades de los
desafíos del mundo real. Un estudio publicado por el Teachers Insurance and Annuity
Association of America (TIAA) Institute pone de relieve tres factores para promover la
innovación estratégica: una diversidad de personas que aporten una variedad de
conocimientos y opiniones; una necesidad de recursos que apoyen las motivaciones
intrínsecas de los individuos, en lugar de utilizar incentivos extrínsecos, como la promesa
de unas calificaciones perfectas; y autonomía, donde se anima a las personas a expresar
opiniones diferentes basadas en experiencias diferentes en vez que tomar decisiones
como un grupo con ideas únicas.[ii]
Para fomentar la innovación, las instituciones se tienen que estructurar de manera que se
permita la flexibilidad al mismo tiempo que impulsan la creatividad y el pensamiento
empresarial. Las universidades pueden lograr esto ofreciendo ambientes que fomenten la
conducta de riesgo, a través de la experimentación y la comprobación de ideas. En una
entrevista, un profesor de Harvard University aboga por que las instituciones “incuben y
luego integren”. Se pueden identificar las prácticas de transformación de éxito mediante
pruebas piloto, pero una faceta importante de este enfoque es la aceptación del fracaso
como una posibilidad.[iii] En un estudio que se realizó para entender cómo preparar a
graduados con un pensamiento empresarial, el profesorado de la University of Malaysia
investigó la relación entre el ambiente de la universidad y su efecto en el comportamiento
de los estudiantes. Utilizando un marco de cuatro dimensiones, el informe establece que
los comportamientos de los estudiantes innovadores, como la curiosidad y la creatividad,
derivan del establecimiento de factores internos y externos positivos como el trabajo en
equipo, el apoyo y la motivación.[iv]
Antes de que esta tendencia eche raíces en las instituciones, se debe equipar a los
profesores y al personal con las herramientas adecuadas para implementar las nuevas
prácticas. El programa “Great Colleges to Work For” de Chronicle of Higher
Education entrevistó a más de 1.200 instituciones para identificar los tipos específicos de
apoyo necesarios para avanzar en la innovación. A continuación se analizaron y agruparon
las respuestas hasta formar cinco temas generales: la necesidad de comunicación abierta,
la colaboración entre departamentos, la seguridad en el trabajo cuando desafían el status
quo, la responsabilidad compartida y el apoyo descendiente.[v] Mientras que el éxito de los
estudiantes permanece en el centro de las iniciativas de las instituciones, los líderes de la
educación también deben reconocer la necesidad de capacitar a los grupos de interés para
que puedan sostener los cambios necesarios para el avance de las culturas que impulsan
la invención y el descubrimiento.
Implicaciones para la política, el liderazgo o la práctica
Las publicaciones recientes subrayan la necesidad de políticas que ayuden a las
instituciones a financiar mejor las prácticas revolucionarias, instando a los estados
estadounidenses a que sean más estratégicos al asignar los fondos para invertir en
esfuerzos dirigidos a la finalización del programa y a la obtención de títulos. Por ejemplo, la
serie de informes de HCM Strategists, Driving Better Outcomes, se centra en la
financiación basada en los resultados, lo que proporciona incentivos para que las
instituciones se preocupen porque sus estudiantes se gradúen. Esta estructura ayuda a
que las universidades adopten modelos académicos que proporcionen asistencia
específica para mejorar las tasas de retención y graduación para estudiantes de primera
generación, pertenecientes a minorías y de bajos ingresos.[vi] Otras organizaciones están
trabajando para que los paradigmas tradicionales de educación superior evolucionen. La
Information Technology and Innovation Foundation (ITIF) publicó un informe instando a las
instituciones a que separaran el aprendizaje de la obtención de créditos. Los autores
defienden los cambios de política que ayudan a los estudiantes a demostrar con mayor
eficacia sus habilidades y conocimientos a los posibles empleadores. Para avanzar en
estos objetivos, ITIF propone que el Congreso de los Estados Unidos promulgue reformas
al reescribir la Ley de Educación Superior, que incluya nuevas agencias de acreditación,
credenciales alternativas a los diplomas y el uso de ayuda financiera federal para apoyar
estas alternativas. [vii]
El Asia Universities Summit 2016 Times Higher Education se centró en cómo están
desarrollando las universidades asiáticas una cultura abierta a la exploración de nuevas
ideas con el fin de crear cambios con implicaciones ambientales, económicas y sociales. El
presentador principal afirmó que la educación superior es la única que tiene la capacidad
de impulsar un entorno donde el descubrimiento, la intervención y el aprendizaje no tienen
restricciones.[viii] El presidente de la University of Hong Kong escribió un artículo
precedente a la cumbre en el que propuso que las “i-words” (palabras con ‘i’) constituyeran
la columna vertebral de la planificación de su institución para los próximos diez años:
internacionalismo, interdisciplinariedad, impacto e innovación. Solicita a los líderes de la
universidad que creen ambientes que normalicen el fracaso como otra faceta del
aprendizaje – una idea que es un desafío cultural importante en Asia.[ix] Es necesario
dedicar un espacio a este tipo de experimentación e iteración. Por ejemplo, el Maker
Commons de Penn State aloja el Invention Studio, que está equipado con bombillas
LittleBits, Arduinos, Raspberry Pis y Phillips HUE para proporcionar a los estudiantes la
experiencia práctica del uso de tecnologías conectadas para crear soluciones
personalizadas.[x]
En las universidades que reconocen la importancia de esta tendencia, los programas que
garantizan una cultura progresiva en el campus, están muy avanzados. La University of
Sydney pilotó su iniciativa Inventing the Future, que tiene como objetivo cultivar
habilidades de colaboración multidisciplinaria a través del desarrollo del producto; los
estudiantes trabajan juntos para participar en el diseño de proyectos, creación de
prototipos y búsqueda de financiación.[xi] Nesta, una fundación que impulsa nuevas ideas
para resolver las desigualdades del mundo, ha publicado recientemente un informe donde
señala ejemplos institucionales cuyos programas se ajustan a su misión. Por ejemplo, la
Norwegian School of Science and Technology forma grupos de estudiantes para ofrecer
soluciones a cuestiones del mundo real como la energía sostenible y la justicia social. La
publicación también presenta desarrollos potenciales, como el New Model in Technology
and Engineering University, que se pondrá en marcha en Gran Bretaña en 2018 y que
utilizará enfoques interdisciplinarios y basados en problemas para enseñar y aprender a
través de colaboraciones con la industria y socios académicos.[xii]
Lecturas adicionales
Se recomiendan los siguientes recursos a aquellas personas que deseen aprender más
acerca del avance de las culturas de innovación: