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Quimica Semana 15
Quimica Semana 15
CORROSIÓN.
La corrosión puede definirse como el deterioro de un material producido por el ataque químico
de su ambiente. Puesto que la corrosión es una reacción química, la velocidad a la cual ocurre
dependerá hasta cierto punto de la temperatura y de la concentración de los reactivos y
productos. Otros factores como el esfuerzo mecánico y la erosión también pueden contribuir a
la corrosión.
Esta reacción puede escribirse en una forma iónica simplificada, omitiendo los iones cloruro, como
Esta ecuación consta de dos medias reacciones: una para la oxidación del zinc y la otra para la reducción de
los iones hidrógeno para formar gas hidrógeno. Estas reacciones de media celda pueden escribirse como
Reacción de ácido clorhídrico con zinc para producir gas hidrógeno.
PASIVACIÓN.
La pasivación de un metal respecto a la corrosión se refiere a la formación de una capa superficial protectora
de productos de la reacción que inhibe las reacciones adicionales. En otras palabras, la pasivación de los
metales se refiere a la pérdida de su reactividad química en presencia de una condición ambiental específica.
Muchos metales y aleaciones importantes para la ingeniería se vuelven pasivos y, por tanto, muy resistentes a
la corrosión en ambientes oxidantes de moderados a intensos. Ejemplos de los metales y aleaciones que
muestran pasividad son los aceros inoxidables, el níquel y muchas de sus aleaciones, así como el titanio y el
aluminio junto con numerosas aleaciones de los mismos
En la teoría de la película de óxido se cree que la película pasivada constituye una capa de barrera para
la difusión de los productos de la reacción (es decir, óxidos metálicos u otros compuestos) que separan
al metal de su ambiente y retardan la velocidad de la reacción.
En cuanto a la teoría de la adsorción se cree que los metales pasivados son cubiertos por películas de
oxígeno que se absorben químicamente. Se supone que una capa de este tipo desplaza las moléculas
H2O adsorbidas normalmente y retardan la velocidad de la disolución anódica que implica la
hidratación de iones metálicos.
LA SERIE GALVÁNICA.
Puesto que muchos metales importantes para la ingeniería forman películas pasivadas, no se
comportan en las celdas galvánicas como deberían indicar los potenciales de electrodos estándar. Así,
en las aplicaciones prácticas donde la corrosión es un factor importante, se ha creado un nuevo tipo
de serie conocido como la serie galvánica para relaciones anódicas-catódicas. En consecuencia, para
cada ambiente corrosivo, es necesario determinar la serie galvánica de manera experimental.
TIPOS DE CORROSIÓN.
Se clasifican de manera conveniente de acuerdo con el aspecto del metal corroído. Es posible identificar
muchas formas, aunque todas ellas se interrelacionan en diversos grados:
Ataque corrosivo uniforme o general
Corrosión bajo tensión
Corrosión de dos metales o galvánica
Corrosión por erosión
Corrosión por picaduras
Daño por cavitación
Corrosión por agrietamiento
Corrosión por fricción
Corrosión intergranular
Fuga selectiva
El ataque corrosivo uniforme se caracteriza por una reacción electroquímica o química que procede de
manera uniforme sobre la superficie completa del metal expuesto al ambiente corrosivo. Con base en el
peso, el ataque uniforme representa la mayor destrucción de los metales, en particular de los aceros. Sin
embargo, es relativamente fácil controlarlo mediante 1) recubrimientos protectores, 2) inhibidores y 3)
protección catódica.
Comportamiento anódico-catódico de
acero con capas exteriores de zinc y estaño
expuestas a la atmósfera. a) El zinc es
anódico al acero y se corroe b) El acero es
anódico al estaño y se corroe
La corrosión por erosión puede definirse como la aceleración en la velocidad del ataque
corrosivo a un metal debido al movimiento relativo de un fluido corrosivo y de la
superficie metálica. Cuando el movimiento relativo del fluido corrosivo es rápido, los
efectos del desgaste y la abrasión mecánicos pueden ser severos. La corrosión por
erosión se caracteriza por la aparición en la superficie metálica de huecos, valles,
picaduras, hoyos redondeados y otras configuraciones de daño de la superficie metálica
que suelen ocurrir en la dirección del flujo del fluido corrosivo
Las picaduras son una forma de ataque corrosivo localizado que produce hoyos o
picaduras en un metal. Esta forma de corrosión es muy destructiva para las estructuras
de ingeniería si llega a perforar el metal. Las picaduras son difíciles de detectar en
ocasiones debido a que las pequeñas pueden estar recubiertas por los productos de
corrosión. Además, es posible que varíe bastante el número y profundidad de las
picaduras, y hasta cierto punto el daño por picaduras quizá resulte difícil de evaluar. En
consecuencia, las picaduras, debido a su naturaleza localizada, pueden con frecuencia
producir fallas repentinas e inesperadas.
La cavitación o aspiraciones en vacío es un efecto hidrodinámico que se
produce cuando se crean cavidades de vapor dentro del agua o cualquier
otro fluido en estado líquido en el que actúan fuerzas que responden a
diferencias de presión, como puede suceder cuando el fluido pasa a gran
velocidad por una arista afilada, produciendo una descompresión del
fluido debido a la conservación de la constante de Bernoulli.
Para evitar o minimizar la corrosión por grietas en los diseños de ingeniería, es posible recurrir a los
siguientes métodos:
1. Usar juntas de contacto soldadas firmemente en vez de remachadas o atornilladas en las estructuras de
ingeniería.
2. Diseñar recipientes para drenaje total donde las soluciones estancadas se puedan acumular.
3. Utilizar juntas no absorbentes, como el Teflón, si es posible.
La corrosión intergranular es un ataque corrosivo localizado en y/o
adyacente a las fronteras de grano de una aleación. En condiciones comunes
si un metal se corroe de manera uniforme, las fronteras de grano sólo serán
un poco más reactivas que la matriz. Sin embargo, en otras condiciones, las
regiones de la frontera de grano pueden ser muy reactivas, y causar
corrosión intergranular que provoca la pérdida de resistencia de la aleación
inclusive la desintegración en las fronteras de grano.
Las grietas debidas a la corrosión por esfuerzo (GCE) de los metales se
refieren a las grietas provocadas por los efectos combinados de esfuerzos
por tensión y un ambiente de corrosión específico que actúa sobre el metal.
Los esfuerzos residuales altos que causan las GCE pueden ser el resultado,
por ejemplo, de los esfuerzos térmicos generados por las velocidades de
enfriamiento desiguales, de un mal diseño mecánico para los esfuerzos, de
las transformaciones de fase durante el tratamiento térmico, del trabajo en
frío y de la soldadura.
Corrosión por desgaste, ocurre en interfaces entre materiales bajo carga
expuestos a vibración y deslizamiento. La corrosión por desgaste aparece como
huecos o picaduras rodeados por productos de corrosión. En el caso de la
corrosión por desgaste de metales, los fragmentos metálicos entre las
superficies en frotamiento se oxidan y algunas películas de óxido se
desprenden por la acción de desgaste. En consecuencia, hay una acumulación
de partícula de óxido que actúa como un abrasivo entre las superficies en
frotamiento. La corrosión por desgaste ocurre comúnmente entre superficies en
contacto rígido tales como las que se encuentran entre ejes y cojinetes o
camisas.
El acero inoxidable es un material que con frecuencia utilizan incorrectamente los fabricantes que no están
familiarizados con las propiedades de corrosión de los metales.
Materiales no metálicos Los materiales poliméricos como los plásticos y los hules son más débiles, suaves
y, en general, menos resistentes a ácidos inorgánicos fuertes que las aleaciones y los metales, por lo que su
uso es limitado como materiales primarios para la resistencia a la corrosión. Sin embargo, a medida que
dispongan nuevos materiales plásticos de mayor resistencia, los materiales poliméricos se volverán más
importantes. Los materiales cerámicos tienen excelente resistencia a la corrosión y a altas temperaturas,
pero presentan la desventaja de ser quebradizos con bajos esfuerzos por tensión. Los materiales no
metálicos se usan entonces principalmente en el control de la corrosión en forma de fundas, juntas y
recubrimientos.
Recubrimientos
Los recubrimientos metálicos, inorgánicos y orgánicos, se aplican a metales para evitar o reducir la
corrosión.
Recubrimientos metálicos Los recubrimientos metálicos que difieren del metal por proteger se aplican como
capas delgadas para separar el ambiente corrosivo del metal. Los recubrimientos metálicos se aplican
algunas veces de manera que puedan servir como ánodos de sacrificio que se corroan en vez del metal
subyacente. Por ejemplo, el recubrimiento del zinc sobre acero para hacer acero galvanizado es anódico para
el acero y se corroe de manera sacrificada.
Recubrimientos inorgánicos (cerámicas y vidrio) En algunas aplicaciones es deseable recubrir acero con un
recubrimiento cerámico para obtener un acabado durable y liso. El acero se recubre por lo general con una
cubierta de porcelana compuesta por una delgada capa de vidrio fundido a la superficie del acero de manera
que se adhiera bien y tenga un coeficiente de expansión ajustado al metal de la base. En algunas industrias
químicas se utilizan recipientes de acero con forro de vidrio debido a su facilidad de limpieza y resistencia a
la corrosión.
Recubrimientos orgánicos Las pinturas, barnices, lacas y muchos otros materiales poliméricos orgánicos se
utilizan comúnmente para proteger metales contra ambientes corrosivos. Estos materiales ofrecen barreras
delgadas, resistentes y durables para proteger el metal del sustrato de ambientes corrosivos. De acuerdo con
el peso, el uso de recubrimientos orgánicos protege más a los metales contra la corrosión que cualquier otro
método. Sin embargo, es necesario elegir recubrimientos adecuados y aplicarlos de manera apropiada sobre
superficies bien preparadas.
Diseño
El diseño de ingeniería adecuado de equipo puede ser tan importante en cuanto a la prevención de la corrosión
como en lo relativo a la selección de los materiales adecuados. El diseñador de ingeniería debe considerar los
materiales junto con los requerimientos necesarios de propiedades mecánicas, eléctricas y térmicas. Todas
estas consideraciones deben balancearse con las limitaciones económicas. Al diseñar un sistema los problemas
de corrosión específicos quizá exijan el asesoramiento de expertos en corrosión.
a continuación se presentan algunas reglas de diseño generales:
1. Considerar la acción de la penetración de corrosión junto con los requisitos de resistencia mecánica cuando se
considere el grosor del metal utilizado. Esto es en especial importante en tuberías y tanques que contienen líquidos.
2. Soldar más bien que remachar los contenedores para disminuir la corrosión por grietas. Si se emplean remaches,
elegir los que sean catódicos con respecto a los materiales que se les unan.
3. Si es posible, emplear metales galvánicamente similares en toda la estructura. Evitar metales distintos que
puedan provocar corrosión galvánica. Si es necesario atornillar en conjunto metales galvánicamente disimilares,
use juntas y arandelas no metálicas para evitar el contacto eléctrico entre los metales.
4. Evite los esfuerzos y las concentraciones de esfuerzos excesivos en ambientes corrosivos para evitar las grietas
por corrosión por esfuerzo. Esto es importante en especial cuando se usan aceros inoxidables, latones y otros
materiales susceptibles a las grietas por corrosión por esfuerzos en ciertos ambientes corrosivos.
5. Evite los dobleces pronunciados en sistemas de tuberías donde se presente flujo. Las áreas en las cuales cambia
abruptamente la dirección del flujo promueven la corrosión por erosión.
6. Diseñe tanques y otros contenedores de fácil drenaje y limpieza. Los estancamientos de líquidos corrosivos
generan celdas de concentración que promueven la corrosión.
7. Diseñe sistemas de fácil remoción y sustitución de piezas que se espera que fallarán rápidamente durante el
servicio. Por ejemplo, las bombas en las plantas químicas deben sustuirse con facilidad.
8. Diseñe sistemas calefactores de manera que no ocurran puntos calientes. Por ejemplo, los intercambiadores de
calor deben diseñarse para gradientes de temperatura uniformes.
Alteración del ambiente
Las condiciones ambientales pueden ser muy importantes al determinar la severidad de la corrosión. Los
métodos de mayor utilidad para reducir la corrosión mediante cambios ambientales son
1) disminuir la temperatura
2) disminuir la velocidad de líquidos
3) eliminar el oxígeno de líquidos
4) reducir las concentraciones de iones
5) agregar inhibidores a los electrolitos.
1. Reducir la temperatura de un sistema suele reducir la corrosión debido a las velocidades de reacción
inferiores a temperaturas más bajas. Sin embargo, hay algunas excepciones en las que la situación es a la
inversa. Por ejemplo, el agua de mar hirviente es menos corrosiva que el agua de mar caliente en virtud de la
disminución de la solubilidad del oxígeno al aumentar la temperatura.
2. La disminución de velocidad de un fluido corrosivo reduce la corrosión por erosión. A pesar de eso, para
metales y aleaciones que se pasivan, deben evitarse las soluciones estancadas.
3. La eliminación del oxígeno de las soluciones de agua algunas veces es útil en la reducción de la corrosión.
Por ejemplo, el agua que se alimenta a las calderas se desaerea para reducir la corrosión. A pesar de eso, en
sistemas que dependen del oxígeno para la pasivación, la desaereación es indeseable.
4. La reducción de la concentración de iones corrosivos en una solución que está corroyendo a un metal
puede disminuir la velocidad de corrosión de este último. Por ejemplo, al disminuir la concentración de iones
cloruro en una solución de agua se reducirá su ataque corrosivo sobre aceros inoxidables.
5. Si se sgregan inhibidores a un sistema puede disminuirse la corrosión. Los inhibidores son en esencia
catalizadores de retardo. La mayoría de los inhibidores se han formulado mediante experimentos empíricos,
y muchos tienen características propias. Sus acciones también varían de modo considerable. Por ejemplo, los
inhibidores de tipo absorción se absorben en una superficie y forman una película protectora. Los de tipo
remoción reaccionan para eliminar los agentes corrosivos de la solución tales como el oxígeno.
BIBLIOGRAFIA.
Fundamentos de la ciencia e ingeniería de materiales, 4th Edition
William F. Smith
Javad Hashemi