El territorio peruano ha sido ocupado y organizado de diferentes maneras para administrar y controlar el espacio y sus recursos. Se pueden distinguir tres momentos históricos importantes: • En el Tahuantinsuyo, el espacio se dividió en cuatro regiones, la población vivía dispersa y había pocos núcleos urbanos. • Durante la dominación española, la población indígena se concentró en pueblos llamados reducciones. En el siglo XVI, se crearon las intendencias que eran jurisdicciones correspondientes a los obispados como, Ayacucho, Cusco, Lima y Trujillo. • En la república, la configuración territorial sufrió diversas variaciones. Por el siglo XIX, las intendencias se convirtieron en departamentos, se crearon las juntas departamentales y las provincias y a fines del siglo XX se crearon 26 regiones políticas a partir de los antiguos departamentos. LAS UNIDADES TERRITORIALES • Los distritos: Son las unidades administrativas más pequeñas, tienen competencias y recursos propios, aunque dependen de cierto grado de los municipios provinciales a los que pertenecen. • Las provincias: Conforman el segundo nivel en la jerarquía administrativa del territorio. Un conjunto de provincias forman una región. • La regiones: Son administrativas por un gobierno regional elegido por voto popular, se plantea que dos o más regiones puedan unirse para formar una región mayor. Lima Metropolitana y el Callao son regiones propias y autónomas entre si. LA DEMARCACIÓN TERRITORIAL La organización territorial de nuestro país es un proceso que aún no se ha concluido, por eso, la demarcación político administrativa del territorio se convierte en una herramienta del Estado para establecer las relaciones políticas, económicas, sociales y productivas dentro de su espacio. La definición clara de la demarcación del territorio es necesaria por dos razones fundamentales: • Para evitar conflictos por motivos económicos. La entrega de concesiones para la ejecución de actividades extractivas origina conflictos entre los pobladores de territorios que tienen una demarcación deficiente. • Para impulsar los proyectos de desarrollo. En territorios que carecen de una clara demarcación, las autoridades limitan sus acciones ante la duda de actuar dentro de su jurisdicción. Los pobladores son desatendidos en los servicios básicos o excluidos de la participación de proyectos cuando los gobiernos locales o provinciales no los reconocen dentro de sus límites. Además, la falta de límites claros en el territorio trae como consecuencia diversos conflictos sociales.