Las glucoproteínas o glicoproteínas son moléculas compuestas por una proteína unida a uno o varios glúcidos, simples o compuestos. Destacan entre otras funciones la estructural y el reconocimiento celular cuando están presentes en la superficie de las membranas plasmáticas (glucocálix).
Una glicoproteína es un tipo de molécula de proteína que ha tenido un carbohidrato
acoplada a ésta. El proceso ocurre durante el proceso de traducción de proteínas o como una modificación post traduccional en un proceso conocido como glicosilación. El carbohidrato es una cadena de oligosacarido (glico) que está unido covalentemente al lado polipéptido de las cadenas de proteínas. Debido a los grupos de azúcares del tipo –OH, las glicoproteínas son más hidrofilicas que una simple proteína. Esto quiere decir que las glicoproteínas están más atraídas al agua que las proteínas ordinarias. La naturaleza hidrofilica de estas moléculas también las lleva a poseer la característica de una estructura terciaria de una proteína. Las glucoproteínas se clasifican según el sitio de unión del carbohidrato a un aminoácido en la proteína: Las glicoproteínas ligadas a O son aquellas donde el carbohidrato se une al átomo de oxígeno (O) del grupo hidroxilo (-OH) del grupo R del aminoácido treonina o serina. Los carbohidratos enlazados a O también pueden unirse a hidroxisilina o hidroprolina. Las glucoproteínas ligadas a N tienen un hidrato de carbono unido al nitrógeno (N) del grupo amino (-NH2) del grupo R del aminoácido asparagina. Las glicoproteínas N unidas obtienen su azúcar de la membrana del retículo endoplásmico y luego son llevadas al complejo de Golgi donde son modificadas. La biosíntesis de las N-glicoproteínas tiene lugar mediante una vía metabólica localizada en tres compartimentos de la célula, el citosol, el retículo endoplasmático (RE) y el aparato de Golgi. Intervienen diversas glicosiltransferasas (enzimas que transfieren azúcares) que ceden, uno a uno y en un orden determinado, diferentes monosacáridos (azúcares simples: N- acetilglucosaminas, manosas y glucosas) a una molécula lipídica situada en la membrana, el dolicol-pirofosfato. Esta formación de glicanos se realiza progresivamente (ensamblaje), primero en el citosol y, posteriormente, en la luz del RE. Una vez completada correctamente la cadena de glicano, que adquiere forma de antena, es cedida a las diferentes proteínas que deben ser glicosiladas. Las antenas de N-glicano tienen una composición similar y se forman de igual modo. El proceso continua en el aparato de Golgi mediante la remodelación de las cadenas de glicano ya unidas a la proteína, hasta adquirir su composición definitiva (procesamiento). Esta remodelación supone la eliminación de residuos de glucosa y manosa y la adición de otros azúcares: N-acetilglucosamina, galactosa, fucosa y ácido siálico.