Está en la página 1de 2

Abscesos pulmonares

Absceso pulmonar se caracteriza por la muerte del tejido pulmonar y la creación de una

cavidad que alberga material necrótico o líquido debido a una infección bacteriana. Se

considera absceso cuando se observan cavidades únicas o predominantemente grandes,

con un diámetro mayor a 3 cm, causadas por microorganismos que tienen la capacidad

de provocar necrosis en el tejido pulmonar en gran medida.

Epidemiologia: La introducción de antibióticos ha llevado a una reducción en la

incidencia de abscesos pulmonares. Ahora se estima que se producen entre 4 y 5.5 casos

por cada 100,000 ingresos hospitalarios al año. En países desarrollados, esta afección es

poco común y generalmente se presentan como abscesos secundarios.

Etiología:

- Bacteriano (absceso pulmonar piógeno): peptostreptococcus spp, prevotella spp,

Bacteroides spp, fusobacterium spp.

- Parasitarias: Entamoeba histolytica y paragonimus westermoni.

- Hongos: Aspergillus spp, cryptococcus spp, coccidioides e histoplasma spp.

Fisiopatología: aspiración de alimentos o secreciones orofaríngeas, causando

neumonitis u obstrucción de las vías respiratorias menores, dando inflamación

supurativa localizada y necrosis, para dar como resultado la formación del absceso

pulmonar al cabo de 1-2 semanas.

Manifestaciones clínicas: fiebre, tos con producción de secreciones purulentas

maloliente, sudoración nocturna, pérdida de peso, fatiga, y dolor torácico pleurítico.


Diagnostico: TC o Rx, PCR, biopsia guiada por broncoscopia, estudios de laboratorio

(hemograma, hemocultivo, tinción gram y cultivo)

Tratamiento: ampicilina-sulbactam (3g IV c/6hr), clindamicina (600mg IV o 300-

450mg VO c/8hr), ceftriaxona (1g IV) c/24hr + metronidazol (500mg IV c/6hr o 1g IV

c/12hr), ertapenem (1g IV c/24hr), moxifloxacino (400mg IV/VO c/24r).

Prevención: Para prevenir la formación de abscesos pulmonares y promover una buena

salud pulmonar, se recomiendan algunas medidas generales:

 Mantener una adecuada higiene personal, asegurándose de mantener limpios,

secos y cubiertos con vendaje cualquier corte o herida para evitar la entrada de

gérmenes.

 Enseñar a los niños a lavarse las manos de manera regular y meticulosa con agua

y jabón durante al menos 20 segundos para reducir la propagación de gérmenes.

 Dormir lo suficiente para fortalecer el sistema inmunológico y mantener una

buena salud.

 Mantener un estilo de vida activo con ejercicio regular para fortalecer los

pulmones y mejorar la circulación sanguínea.

 Consumir una dieta equilibrada y nutritiva para promover la salud general y

aumentar la resistencia a las infecciones.

También podría gustarte