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0013-2018-PI/TC
La validez de toda norma de rango legal, dentro de los cuales se encuentran los decretos
de urgencia, depende de que no viole la Constitución y otras normas de rango
constitucional, en este sentido el artículos 51 y segundo párrafo del artículo 138 de la
Constitución, menciona que ninguna norma de rango legal puede contradecir,
desnaturalizar o modificar normas de rango constitucional como la Constitución, los
tratados internacionales de derechos humanos y la jurisprudencia del Tribunal
Constitucional (TC), ante ello, toda norma de rango legal que viole normas de rango
constitucional es sancionada con nulidad, tal como es el caso de la Ley 30793, Ley que
regula el gasto en publicidad del Estado peruano, publicada el 18 de junio en el Diario
Oficial EL Peruano. Así lo establece el último párrafo del Art. 31 de la constitución política
y el art. 10.1 de la Ley 27444, Ley General de procedimientos administrativos.
En este sentido, el Colegiado Constitucional sostuvo que la norma sí podía ser debatida
en la Comisión Permanente debido a que no se encontraba en los supuestos de exclusión
del artículo 101 de la Constitución y no existieron vicios que perjudiquen el carácter
deliberativo democrático, sin embargo, el TC sostuvo que un procedimiento legislativo de
excepción (exoneraciones de procedimientos por acuerdos de la Junta de Portavoces) no
puede ser aplicado de forma masiva:
si bien el establecer exoneraciones es discrecional, esto no significa que pueda ser
ejercido de modo arbitrario.
Finalmente, sobre la violación a la normativa constitucional sobre decretos de urgencia, el
Colegiado declaró fundada la demanda en este aspecto pues determinó que los decretos
de urgencia no pueden ser usados para declarar estado de emergencia, en la medida que
estos decretos están limitados a supuestos de materia económica y financiera; por lo que
para declarar estados de emergencia y desastres se debe recurrir a la vía del decreto
supremo, en este sentido, el TC precisó que, ante la posible situación de incertidumbre
jurídica, la publicidad estatal en medios privados se puede regular de forma análoga a la
publicidad en medios públicos (Ley N.º 28874) hasta que se dé una nueva ley en la
materia.
En relación con ello, este Tribunal considera pertinente destacar la obligación de los
medios de comunicación privados de informar a la población de asuntos de interés
público, sin que exista, necesariamente, un contrato de publicidad estatal de por medio.