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TEMA: Sublevación militar y Guerra Civil (1936-1939).

Dimensión política e internacional del


conflicto.Evolución de las dos zonas. Consecuencias de la guerra.

1. Introducción
2. Causas y sublevación militar
3. Desarrollo militar del conflicto
4. Evolución de las dos zonas
5. Consecuencias de la guerra
6. Conclusión
1. INTRODUCCIÓN

La Guerra Civil (1936-1939) constituyó el hecho más relevante y trágico de la historia de España en el siglo
XX.En esta guerra se concentraron muchos de los problemas que la sociedad española contemporánea venía
arrastrando desde hacía décadas.

2. CAUSAS Y SUBLEVACIÓN MILITAR

La principal causa de la Guerra Civil fue la división de la sociedad española en dos grupos claramente
diferenciados. Esta polarización, que se intensificó especialmente durante los años de la Segunda República,
enfrentó a los grupos tradicionalmente dominantes en España (aristócratas, grandes propietarios agrícolas,
empresarios, Iglesia, ejército), que se habían opuesto a las reformas republicanas, contra las clases populares
(campesinos, obreros, pequeña burguesía), que ya habían organizado una revolución en 1934. A este hecho
sesumaron otras causas internas como el problema regional, provocado por la oposición de la derecha y del
ejército a los nacionalismos periféricos. En cuanto a las causas externas, cabría destacar la crisis de las
democracias y el auge de los regímenes totalitarios en Europa, como fueron los casos de Italia y Alemania.

Las elecciones de 1936 dieron el triunfo, aunque muy justo, a los partidos de izquierdas (Frente Popular),
formándose un gobierno presidido por Casares Quiroga, con Azaña como presidente de la República. Este
gobierno tuvo que hacer frente a un clima de gran violencia callejera entre la extrema izquierda y la
extrema derecha. Este clima animaba a los que querían una insurrección armada contra la República y el
ejército comenzó a conspirar. El gobierno, para evitar un golpe de estado, alejó a los generales más
proclives al golpismo lejos de Madrid: Mola a Navarra, Franco a Canarias y Goded a Baleares.

En este contexto, el 12 de julio fue asesinado por la extrema derecha José Castillo, socialista y Guardia de
Asalto, y al día siguiente, sus compañeros asesinaron a Calvo Sotelo, el más significado parlamentario de la
derecha. Estos hechos conmocionaron al país y precipitaron la sublevación de algunos militares contra la
República, que vieron el momento perfecto para precipitar sus planes. Ante tal situación, los planes golpistas
se aceleraron y, el 17 de Julio de 1936, en Melilla, el coronel Yagüe se alzó en armas contra la República.
El alzamiento se extendió rápidamente por el resto del protectorado marroquí, y los militares, falangistas y
carlistas se unieron al golpe. Fue entonces cuando el general Franco se dirigió hacia la Península al frente
del ejército de África.

La sublevación triunfó prácticamente en toda la España interior, en Galicia, la Andalucía del Guadalquivir
(las capitales Sevilla, Córdoba, Granada, Cádiz) y las zonas agrarias donde predominaba la gran propiedad
o los pequeños propietarios muy conservadores. Por el contrario, el alzamiento fracasó en las zonas
industriales del País Vasco, Cataluña, Madrid, Asturias, Santander, Levante y parte de Castilla,
Extremadura y Andalucía. De este modo, el fracaso parcial del golpe llevó a la división del territorio en dos
zonas (nacional y republicana).

El bando de los sublevados estaba constituido por militares conservadores, monárquicos de derechas,
grupos católicos como la CEDA, falangistas, carlistas y por aquellos que se habían opuesto a las reformas de
la República. Los republicanos, por su parte, estaban constituidos por las clases más populares: obreros y
empleados urbanos, pequeña burguesía y campesinado sin tierras. Una de las principales diferencias entre
ambos bandos era que la zona nacional o sublevada contaba con un ejército mucho más preparado, mientras
que los republicanos contaban, al comienzo, con las milicias de los sindicatos.

Desde el primer momento, la Guerra Civil española tuvo una gran repercusión internacional, y los dos
bandos buscaron desde un principio apoyo exterior. Los sublevados fueron los más favorecidos por este
apoyo extranjero, puesto que contaron con la ayuda de la Alemania de Hitler, que envió a su aviación, la
Legión Cóndor, y de la Italia de Mussolini, que envió al Corpo Truppe Volontarie. Asimismo, dicho bando
contó también con el apoyo de voluntarios portugueses, irlandeses y de otras nacionalidades. El bando
republicano, por su parte, tan sólo recibió la ayuda militar de la URSS y de las Brigadas Internacionales,
formadas por más de 60.000 voluntarios antifascistas de todo el mundo. Gran Bretaña y Francia, con el
objetivo de mantener la paz en Europa, firmaron un pacto de No-Intervención junto con otros 27 países
para no ayudar a ninguno de los dos bandos, pues querían evitar a toda costa que la guerra en España se
convirtiera en una guerra mundial.

3. DESARROLLO MILITAR DEL CONFLICTO

La contienda se inició en 1936, como una guerra de movimientos. El ejército de África avanzó conquistando
la Andalucía Occidental y Extremadura. Franco pretendía cercar Madrid, pero se desvió hacia Toledo para
liberar el Alcázar, asediado por los republicanos. Tras esto, a principios de octubre las tropas rebeldes
llegaban a Madrid. La batalla por Madrid comenzó el 7 de noviembre, y un día antes el gobierno de la
República se había trasladado a Valencia. En la defensa de Madrid, jugaron un papel importante, la creación
de la Junta de Defensa de Madrid y la ayuda extranjera, así como el esfuerzo de los milicianos y la
propaganda, que funcionó muy eficazmente bajo el lema “¡No pasarán!”. Tras fracasar en su intento de
atacar frontalmente Madrid, Franco intentó cercar a la capital, intento que dio lugar a la batalla de Jarama,
que fue frenada por los republicanos, y a la batalla de Guadalajara, donde las tropas italianas enviadas por
Mussolini fueron derrotadas.

En la primavera del 37, tras el fracaso en Madrid, Franco decide abandonar temporalmente la toma de la
capital y se dirige a atacar la zona norte del país. Primero se conquista Vizcaya y, tras el bombardeo de
Guernica por la Legión Cóndor y la ofensiva de Huesca, se conquista Bilbao en junio. Para aliviar esta
presión militar del norte, la República desencadenó el ataque a Brunete, cerca de Madrid, y a Belchite, junto
a Zaragoza, pero el fracaso fue total y finalmente las tropas franquistas toman Santander y Asturias,
concluyendola conquista de todo el norte del País.

La idea de atacar Madrid estuvo de nuevo presente en la estrategia de Franco, pero la ocupación de Teruel
por parte de los republicanos hizo que se mirara hacia el este. Las tropas nacionales recuperan Teruel y se
dirigen hacia Valencia. Para detener su marcha y cortar el frente nacional, los republicanos lanzan a finales
de julio una ofensiva en el Ebro (Batalla del Ebro). Durante tres meses se enfrentaron en la batalla más
cruenta del conflicto. Las fuerzas de la República quedaron muy dañadas, la ayuda soviética llegaba con
mucha dificultad y el cuerpo de las Brigadas internacionales abandonaba el país en octubre.

Tras la derrota republicana en la Batalla del Ebro, Franco decidió emprender definitivamente la ofensiva
sobre Cataluña y, el 26 de enero de 1939, entraba en Barcelona sin resistencia. En Madrid el coronel
republicano Casado se subleva contra el gobierno de Negrín, contrario la rendición. Casado gestionó la
redición, pero no fue aceptada por Franco. El 28 de marzo, las tropas nacionales entran en Madrid sin la
menor resistencia y el 1 de abril, Franco anunció en fin de la guerra.

4. EVOLUCIÓN DE LAS DOS ZONAS

A lo largo de la guerra, la evolución política de las dos zonas fue muy distinta. En la zona republicana,
tras estallar la guerra, Casares Quiroga dimitió y fue sustituido por el sevillano Diego Martínez Barrios,
pero el fracaso de éste en sus gestiones para paralizar la sublevación y sus recelos de entregar armas al
pueblo lo llevaron también a dimitir el mismo 19 de julio. Azaña nombró nuevo presidente a José Giral,
miembro de Izquierda Republicana. Giral entregó armas a las milicias de los partidos para contrarrestar el
alzamiento militar, pero el poder efectivo fue tomado por las Organizaciones obreras (UGT, CNT, FAI).
Ante esto, Giral es sustituido por Largo Caballero, en un gobierno formado por republicanos socialistas,
comunistas y anarcosindicalistas. La zona republicana quedó dividida entre los partidarios de una fuerte
República burguesa (Republicanos, comunistas, PSOE) y entre los más revolucionarios que creían
necesario ganar la guerra (CNT y POUM), y que optaron por la ocupación de tierras y por la
colectivización de la propiedad. Esto dio lugar a unenfrentamiento en Cataluña entre ambas facciones, tras
lo cual Largo Caballero dimite, dando paso a un nuevo gobierno formado por el socialista Juan Negrín.
Con este nuevo gobierno, que se había trasladado de Valencia a Barcelona, el POUM es declarado ilegal, se
disuelven las unidades de milicia y se devuelven las tierras y empresas a sus dueños. Asimismo, Negrín
presentó en 1938 los llamados Trece Puntos, en los que proponía el cese de la lucha armada y la
permanencia de la República, y que fueron negados por el bando nacional.
Finalmente, la sucesión de derrotas de la República, llevaron a buena parte de los republicanos a buscar
una paz negociada con Franco. Esto llevó al Golpe de Estado del Coronel Casado, que derribó al Gobierno
Negrín poco antes del fin de la guerra.
En la zona sublevada, por su parte, fue el ejército quien se encargó del ámbito político. En primer lugar, los
militares sublevados crearon en Burgos una Junta de Defensa Nacional cuya función era gobernar el
territorio ganado. Tras la muerte de Sanjurjo, jefe de la Junta de Defensa Nacional, Franco fue nombrado
jefe militar y, después, jefe del Estado. La Constitución fue suprimida, así como los partidos políticos y
sindicados, y se paralizaron todas las reformas del período republicano. Asimismo, Franco se convirtió en el
líder de un partido único que unificaba a la Falange, las JONS y los carlistas (Decreto de Unificación). Se
estaban configurando los principios ideológicos de lo que más tarde sería el Estado franquista. Finalmente,
Franco formó su primer gobierno en enero de 1938, y se le pasó a llamar “Caudillo de España”. Este
gobierno se encargó de configurar el futuro Estado franquista a través de la aprobación de leyes como el
Fuero del Trabajo (1939).

5. LAS CONSECUENCIAS DE LA GUERRA

En cuanto a las consecuencias, éstas fueron devastadoras tanto a nivel humano como económico. La guerra
trajo miseria y muerte para miles de personas de uno y otro bando, y en torno al medio millón de personas
perdieron la vida. A las bajas en los combates y las víctimas de la represión, hay que añadir las muertes
producidas por la grave carestía de alimentos, que fue especialmente grave en la zona republicana. También
habría que destacar el elevado número de exiliados que provocó la guerra, que se elevan a más de medio
millón y entre los que se encontraban algunos de los mejores intelectuales y científicos del país, como Luis
Cernuda o Rafael Alberti, con lo que el panorama cultural español quedó empobrecido.

Por otra parte, también se produjo una fuerte reducción de la producción industrial, debido a la
movilizaciónde la población masculina para ir al frente y a la destrucción del tejido industrial. También en
agricultura y ganadería las pérdidas materiales fueron enormes. A todo ello se unió la desaparición de las
reservas del oro del Banco de España, la mayoría enviadas a Rusia por deudas de la guerra, y la destrucción
de gran parte de las infraestructuras y las comunicaciones, así como de numeroso patrimonio artístico.

6. CONCLUSIÓN

En conclusión, la Guerra Civil supuso un punto de inflexión en la historia reciente de España, puesto que
fue elepisodio más traumático que vivió la sociedad española durante el siglo XX. El dolor de la mayoría y
el rencor de muchos fue el denominador común de la España de los años posteriores a la contienda.

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