Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
ÍNDICE
0. INTRODUCCIÓN
A. LA SUBLEVACIÓN MILITAR
B. EL DESARROLLO DE LA GUERRA
4. CONSECUENCIAS DE LA GUERRA
1. INTRODUCCIÓN
Desde el 18 de julio de 1936 hasta el 1 de abril de 1939, España se vio envuelta en una
larga y dura guerra civil que conmocionó al mundo occidental. El rápido apoyo de la Italia de
Mussolini y de la Alemania de Hitler al bando sublevado y la no intervención de Francia y Gran
Bretaña a favor de la República, que sólo contó con apoyo ruso, hizo que el enfrentamiento
armado se prolongara durante casi tres años.
Fue el golpe de estado del 17- 18 de julio el detonante de este conflicto. Para la derecha,
era una cruzada contra del comunismo; para la izquierda, la resistencia del pueblo contra el
fascismo; para Azaña, presidente de la República, “una alucinación colectiva donde coexistieron
el heroísmo y las atrocidades, la intolerancia y el fanatismo, el odio y el miedo.”
En todo caso, la mayor unidad, la eficacia militar y los importantes apoyos militares dieron
el triunfo a la España nacional representada por el general Franco y consolidó un régimen político
autoritario y conservador que se mantendría en España durante más de treinta años. La guerra
tuvo una gran resonancia internacional y se convirtió en el primer episodio de una inminente II
Guerra Mundial.
A. LA SUBLEVACIÓN MILITAR
Desde principio de 1936, grupos de militares se habían reunido para planear un golpe de
Estado en el caso de que los partidos de izquierdas ganaran las elecciones. El general Mola,
relegado por el gobierno de la República a Pamplona, actuó como organizador. Contaba con el
apoyo de muchos oficiales de la UME (Unión Militar Española), que era una asociación
clandestina de oficiales antirrepublicanos, distribuidos por todo el territorio. El general Sanjurjo,
entonces exiliado en Lisboa, tomaría el mando superior.
El plan de los sublevados contra la República pasaba por apoderarse de los órganos de
gobierno, decretar el Estado de guerra y sofocar cualquier signo de oposición. Tenía que ser una
operación rápida, pero, al cabo de una semana, el golpe militar no había triunfado y la división del
país en dos bandos originó una larga cruenta guerra civil.
Casares Quiroga tomaron medidas en los primeros días, perdiendo un tiempo vital para la defensa
de la República. Así, Casares Quiroga dimitió y depués de que también lo hiciera Diego Martínez
Barrio el día 19, Azaña nombró a José Giral jefe de gobierno. Su primera medida, el 19 de julio,
fue autorizar la entrega de armas a los sindicatos y a los partidos del Frente Popular. Fueron
estos, junto a una parte del ejército leal a la República y la Guardia de Asalto, los que hicieron
frente, especialmente en Madrid y Barcelona, a los golpistas. De este modo, la República mantuvo
su dominio sobre los principales centros industriales, dominaba las zonas de agricultura de
exportación (Comunidad Valenciana y Región de Murcia), disponía de la mayoría de la flota y de
la aviación y de las reservas del Banco de España.
B. EL DESARROLLO DE LA GUERRA
El primer objetivo de los sublevados fue tomar Madrid, pero las tropas que envió el general
Mola desde Navarra fueron detenidas por los republicanos en Somosierra.
Desde Toledo continuó el avance hacia Madrid que parecía a punto de caer. El
espectacular avance de Franco se explica por la actuación disciplinada de las columnas
profesionales formadas por legionarios y mercenarios marroquíes. A ellas se oponían unas
unidades de milicianos voluntarios que carecían de disciplina y formación.
Brigadas Internacionales, Madrid resistió los ataques y bombardeos de las tropas nacionales
(surgen consignas míticas como “No pasarán” y “Madrid, tumba del fascismo”) . El frente quedó
estabilizado en los barrios del oeste de la capital.
El general Franco planteó entonces una serie de maniobras envolventes. Así, en febrero
comenzó la batalla del Jarama, cuando Franco lanzó un ataque a orillas de este río para aislar la
ciudad cortando la carretera de Valencia. Pero los republicanos consiguieron resistir, pero no
pudieron, en el sur, evitar que Málaga cayera en manos de los nacionales.
Sin embargo, los republicanos lograron reconstruir el Ejército Popular que integraba a las
milicias, hasta ahora dispersas e indisciplinadas, bajo un mando unificado. Esto permitió a los
republicanos llevar a cabo sus primeras ofensivas para frenar la caída del Norte. La primera
ofensiva se lanzó en Brunete, cerca de Madrid, a la que siguió una segunda en Belchite, en el
frente de Aragón. Pero ninguna consiguió grandes resultados y solo ralentizaron el avance del
general Franco por el Cantábrico. En octubre Gijón, última ciudad que resistía en el Cantábrico,
fue tomada por los nacionales.
En enero de 1938 los republicanos llevaron a cabo otra ofensiva que les llevó a tomar
Teruel, única capital de provincia conquistada por los republicanos. Sin embargo, Franco
contraatacó y Teruel volvió a ser controlada por los nacionales. Éstos, continuaron su ofensiva
por el frente aragonés, conquistaron Lérida y en marzo llegaron al Mediterráneo por la zona de
Castellón. La República quedó así nuevamente cortada en dos zonas: Cataluña, y la zona central-
levantina, que quedaron aisladas y separadas entre sí.
Balance de la guerra en marzo de 1938. Franco llega al Mediterráneo por Castellón y vuelve a
cortar la zona republicana en dos. Cataluña queda aislada del resto de la España republicana
En junio de 1938 los republicanos concentraron sus fuerzas para lanzar una dura ofensiva
que permitiera aliviar la presión sobre Cataluña y recuperar la unión con Levante. Tropas
republicanas cruzaron el Ebro y se internaron en zona nacional. El contraataque de los nacionales
dio lugar a la más dura y larga batalla de toda la guerra, que concluyó en octubre, cuando los
nacionales consiguieron expulsar a los republicanos otra vez al otro lado del Ebro. Esta batalla
provocó alrededor de 30.000 bajas franquistas y el doble republicanas, un ejemplo de batalla de
desgaste que terminó con buena parte de las reservas republicanas.
En esta situación, Cataluña quedó a merced de las tropas nacionales. En enero de 1939
comenzaba la ofensiva sobre Cataluña mientras una riada de personas emprendía la huida hacia
Francia, asoladas por bombardeos. En febrero, las tropas nacionales culminaron la conquista de
Cataluña y llegaron a la frontera francesa.
Balance de la guerra en febrero de 1939. Tras la caída de Cataluña la República sólo conserva la
zona centro y Levante.
Desde el primer momento, la Guerra Civil española, tuvo gran repercusión internacional,
que vió el conflicto como una confrontación entre las fuerzas democráticas, y en parte
revolucionarias(socialistas o comunistas), y los regímenes fascistas en ascenso (alemán e
Centro: I.E.S. Santa Catalina de Alejandría (Jaén)
Página 9 de 13
TEMA 14. LA GUERRA CIVIL (1936-1939)
Pero los gobernantes de las democracias (Francia, el Reino Unido y Estados Unidos)
fueron extremadamente prudentes por temor a que el conflicto pudiera extenderse por Europa. El
Reino Unido defendía una política de apaciguamiento ante la Alemania nazi y comunicó a
Francia que si intervenía en España ayudando a la República no apoyaría la política internacional
francesa ante la amenaza de Hitler. Francia se plegó a estas exigencias e impulsó la creación de
un Comité de No Intervención (agosto de 1936), al que se adhirieron veintisiete países. La
República sí obtuvo la ayuda de la URSS y de las Brigadas Internacionales, voluntarios reclutados
por la Internacional Comunista formadas por intelectuales, políticos y sindicalistas de todas partes
del mundo, que formaron un verdadero movimiento antifascista. Unos 60.000 brigadistas
participaron en la guerra..
La sublevación provocó la inmediata dimisión del gobierno, dirigido por Santiago Casares
Quiroga, y el encargo del presidente Manuel Azaña a Diego Martínez Barrio para formar nuevo
gobierno (18 de julio). El fracaso de éste en sus gestiones, con el mismo Mola, para paralizar el
movimiento insurgente le llevó a dimitir. El 19 de julio Azaña confió a José Giral la formación de
un nuevo gobierno, integrado por republicanos de izquierda y que tomó el acuerdo de entregar
armas a las milicias de las organizaciones obreras.
Por tanto, la política del PCE, que era compartida por el PSOE y la UGT, consistía en
mostrar una imagen moderada, no revolucionaria, bajo el lema "primero ganar la guerra";
mientras, otras fuerzas, los anarquistas y los miembros del POUM, entendían que había que
tomar medidas revolucionarias y colectivizadoras para poder contar con el apoyo popular que
llevase a la victoria. Para ellos, para ganar la guerra lo prioritario era poner en marcha la
revolución.
- El gobierno de Juan Negrín. El doctor Juan Negrín, del PSOE, partidario de la máxima
unidad de las fuerzas republicanas y apoyado en los comunistas, trasladó la sede del gobierno de
Centro: I.E.S. Santa Catalina de Alejandría (Jaén)
Página 11 de 13
TEMA 14. LA GUERRA CIVIL (1936-1939)
Valencia a Barcelona (31 octubre de 1937), buscando el control de las industrias bélicas
catalanas.
En un intento de lograr un acuerdo con los nacionales y pactar una paz negociada, el
gobierno aprobó un documento(1 de mayo de 1938), conocido por “Los Trece Puntos de
Negrín”. Eran una oferta de paz para parar la guerra, pero fueron rechazados por Franco, que no
estaba por negociar. Más adelante, así pudo comprobarlo el coronel Casado cuando se sublevó
(marzo de 1939) contra el gobierno de Negrín pensando que con ello se le abrirían las puertas
para negociar con Franco el final de la guerra.
La Junta de Defensa Nacional, creada por los rebeldes en Burgos, en julio de 1936, sería
el embrión de un nuevo gobierno opuesto al régimen republicano: proclamó el estado de guerra,
suprimió todos los partidos políticos del Frente Popular, restituyó las tierras a sus antiguos
propietarios… Al morir el general Sanjurjo, los militares sublevados comprendieron que
necesitaban establecer un mando único; a finales de septiembre, desaparecía la Junta de
Defensa Nacional, Franco era elegido “Jefe del Gobierno del Estado español” y “Generalísimo”,
es decir, jefe supremo de todos los ejércitos sublevados. Franco reunía la jefatura política y militar
del nuevo Estado, la España nacional. Su proclamación tuvo lugar en Burgos el 1 de octubre.
La falta de una dirección clara en la Falange (su líder, José Antonio Primo de Rivera
estaba preso en Alicante, y sería juzgado y fusilado ), le permitió a Franco ponerse a la cabeza de
la Falange, objetivo conseguido a través del Decreto de Unificación; obra de Serrano Súñer
(abril de 1937), por el que Franco se constituyó en jefe nacional del partido único, llamado
Falange Española Tradicionalista y de las JONS, fusión de falangistas y carlistas, bajo la
jefatura de Franco, surgía para agrupar las fuerzas políticas que se habían unido a la
sublevación. Así, Franco reunía en su persona todo el poder: el Ejército, el gobierno del Estado y
el partido único.
En enero de 1938 se constituyó el primer gobierno del nuevo Estado. A partir de ese
Centro: I.E.S. Santa Catalina de Alejandría (Jaén)
Página 12 de 13
TEMA 14. LA GUERRA CIVIL (1936-1939)
4. CONSECUENCIAS DE LA GUERRA.
Todavía es objeto de debate las pérdidas humanas causadas por la guerra . Se calcula
una cifra en torno a unos 450.000, incluyendo muertes ocasionadas por la guerra y por las
actividades represivas, o sea, los asesinatos en la retaguardia de ambos bandos donde se
desarrolló el “terror rojo” y el “terror blanco”.
Otra cifra a valorar son los emigrados políticos, el exilio republicano. Entre enero y
febrero de 1939 se calcula que salieron por la frontera francesa alrededor de 400.000 personas
desde Cataluña. Aunque una parte retornaría en los primeros meses de la posguerra (unos
100.000 hasta 1945), se calcula que la emigración política alcanzaría a unos 300.000 hombres.