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FICHA BIBLIOGRAFICA Zattera
FICHA BIBLIOGRAFICA Zattera
Tema:
Este libro es una aproximación a las temáticas nucleares que se analizan al
abordar la educación rural y discusiones recurrentes que se generan en torno a
las mismas: historia, formas de organización escolar, modos de enseñar y de
aprender, relaciones con las comunidades, entre otras. Se ponen en cuestión
las representaciones más extendidas acerca de las escuelas, los maestros y
los alumnos en el ámbito rural. Se aborda la dimensión histórica del sistema
educativo en dicho ámbito (su origen, recorrido, marco legal y construcción
progresiva), desde la perspectiva de las políticas públicas, con el propósito de
recuperar posiciones que, provenientes de otro tiempo, tienen aún presencia al
momento de tomar decisiones.
Tesis:
Propósito:
El libro permite vincular las definiciones educativas con las diversas realidades
de los territorios. El libro incluye una caracterización de las escuelas y sus
contextos así como también una breve referencia a la situación mundial y
regional en relación con la ruralidad. El tratamiento de estos contenidos permite
abordar las principales controversias que interpelan la conformación del
sistema educativo en el ámbito rural y las argumentaciones puestas en tensión.
Ideas centrales
La categoría “escuela rural” aparece expresada en los documentos y
reglamentos que norman la conformación de los sistemas educativos
provinciales. Para constituir tal categoría se utilizan diversos criterios: en
algunos casos según la matrícula, en otros según la planta funcional, a veces
tomando en consideración la distancia a los centros urbanos o las condiciones
de inaccesibilidad y carencia de servicios. Sin embargo, la realidad diversa de
la ruralidad demanda de nuevos análisis y definiciones y la caracterización de
las escuelas rurales requiere ponerse en línea con esa actualización. En la
actualidad, en la Argentina se avanza en un intento de consenso para la
definición de las escuelas rurales con el objeto de disponer de elementos
conceptuales que permitan arribar a definiciones de política educativa que
reciben el imperativo legal de desarrollar acciones específicas para el ámbito.
Esa definición busca vincular distintos criterios presentes en las
caracterizaciones anteriores con el objeto de superarlas, al tiempo que
incorpora criterios pedagógicos previamente ausentes.
Se parte de una descripción de carácter general que incluye a las escuelas
ubicadas en entornos alejados del mosaico principal de una localidad, en un
espacio geográfico con reducida oferta de servicios públicos y limitados medios
de acceso, entre otras cuestiones. Camino a construir una definición operativa
que permita decidir en cada caso la inclusión de escuelas en la categoría, se
plantean especificaciones con mayor grado de particularidad: se incorpora a la
modalidad rural a los servicios ubicados a más de un kilómetro del borde del
mosaico principal de la localidad y cuya área de influencia de 1.000 metros esté
compuesta de parcelas rurales, zonas naturales (montaña, bañado, cauce de
ríos) o manzanas construidas aisladas. Por primera vez (y en función de los
mandatos de la Ley de Educación Nacional y de la Resolución 128/10 del
Consejo Federal de Educación que expresa los acuerdos respecto de la
educación rural en el sistema educativo nacional) se incluyen criterios en los
que subyacen definiciones pedagógicas y didácticas. Se consideran rurales
también las escuelas que disponen de habilitación legal para: implementar
sistemas alternativos de organización institucional a fin de asegurar la
trayectoria educativa obligatoria de niños, niñas, adolescentes y jóvenes;
agrupar en un mismo curso estudiantes de más de un grado o año de
escolaridad; conformar conjuntos de escuelas organizados en núcleos o
agrupamientos. La necesidad de elaborar una definición más ajustada a las
múltiples realidades, deviene de la insuficiencia de las anteriores centradas en
la descripción demográfica. La traducción en los hechos de esas definiciones
trajo aparejado que la estructura conocida y disponible de escuela, nacida para
medios urbanos, se consideró pertinente para ser aplicada al medio rural con
escasa y heterogénea población infantil (Ezpeleta, 1997). De todos modos, en
el marco de las nuevas definiciones, contar con pocos alumnos y disponer de
pocos docentes seguirá constituyendo una descripción diferencial de las
escuelas rurales. Porque la “medida” de la escuela está en relación directa con
la densidad de población y la designación de maestros con la matrícula efectiva
y potencial. La organización institucional devenida de las características del
ámbito es tan determinante como la localización para otorgarles una
característica distintiva: propia de cada institución y, por la extensión del
modelo organizativo, propia del contexto rural. Apropiarse de esta cualidad del
contexto, constituye un primer acercamiento para superar la minusvalía
resultante de la comparación de la escuela rural con la urbana. Implica definir la
institución a partir de sus particularidades y también considerar sus
posibilidades e instalar el análisis en términos de potencialidades. En términos
pedagógicos, se instala en la agenda la especificidad de la escuela rural, desde
las políticas públicas universales hasta las decisiones de aula.
Varios son los autores que a la hora de hablar de la historia de las escuelas
rurales dan cuenta de situaciones propias del ámbito que imponen dificultades
en el desarrollo de las trayectorias escolares y que constituyen factores que
pueden impedir la continuidad de la permanencia de los alumnos en el sistema.
Tales acontecimientos ocurren muchas veces por los rasgos que caracterizan
al contexto, por ejemplo las inasistencias reiteradas que se generan por: las
condiciones climáticas (lluvias, nevadas, períodos muy fríos, crecidas de ríos y
otras tantas según la región que multiplican la inaccesibilidad a las escuelas); la
cualidad estacional de muchas de las actividades productivas familiares
(participación de los alumnos en tareas de la economía de subsistencia a partir
del acompañamiento en el período de parición de los rebaños, la colaboración
en el cuidado de los hermanos en épocas de siembra y cosecha, el traslado
familiar por tratarse de trabajadores migrantes, la venta de las producciones
artesanales de la familia en momentos de concentración de afluencia turística);
la reducción de las expectativas respecto de la escuela que naturaliza la
inasistencia (ausentismo reiterado de docentes sin cobertura de suplentes, falta
de perspectiva de la importancia de continuar la secundaria en niños de 11 o
12 años); o la disminución de la cantidad de alumnos en los últimos grados de
escolaridad por su incorporación al mundo del trabajo, las más de las veces
informal. También inciden cuestiones estrictamente pedagógicas y didácticas.
En sentido amplio, se pueden mencionar las vacancias en la formación docente
para resolver la enseñanza en situaciones diferentes de las que plantea la
escuela común, la carencia de bibliografía específica o la existencia de
materiales de desarrollo curricular que naturalizan las condiciones de vida de la
clase media urbana.
La necesidad de reconocer las particularidades de estas realidades, y poner en
evidencia las diferencias locales al momento de tomar decisiones, da cuenta de
la vacancia en investigaciones y estudios que posibiliten avanzar en una
definición más general de las características de las escuelas y sus condiciones.
Mientras que la estadística fortalece una definición común para todos los
espacios rurales, en oposición a los urbanos, las otras perspectivas sugieren
contemplar el conjunto de variables y sus interacciones para identificar
particularidades y, en todo caso, plantear algunas tipologías entre los espacios
sociales rurales a partir de las cuales generar propuestas educativas
pertinentes que den respuesta a las necesidades locales y resguarden los
aspectos comunes al conjunto del sistema.
Política educativa
Revisando ideas, aunque cada una es “la escuela” resulta ineludible tomar
dimensión de la diversidad de formas de organización escolar que conviven en
el sistema y que requieren ser concebidas en sus particularidades.
Docentes
Para considerar la relatividad del aislamiento vale consignar la cotidianeidad de
los docentes. Ellos son los que “van y vienen”. Sea por los traslados diarios o
porque permanecen en la escuela durante los días hábiles y luego viajan, en la
mayoría de los casos el desplazamiento de los docentes construye formas de
contacto más allá del espacio local. Las propias obligaciones que les demanda
el sistema educativo los lleva a salir, regresar y mostrar alternativas a los
pobladores. Son ellos mismos “puentes”, comunicadores, portadores de objetos
y mensajes.
Los docentes rurales están solos, resuelven, deciden, planifican y enseñan sin
poder intercambiar opiniones, confrontar ideas y compartir preocupaciones.
Para hacerlo tienen que ir a otros lugares tales como el pueblo, la sede de
supervisión o la capital, y ello porque muchas veces “a la escuela no llega ni
siquiera el supervisor”
Los maestros y las maestras recorren un camino de pruebas y traspiés,
confirmaciones y enmiendas, innovaciones y reajustes que resulta un desafío
para la toma de decisiones relativas a los vínculos con las comunidades, la
organización institucional, las cuestiones didácticas, la interpretación de los
aprendizajes, los modos de abordaje de la enseñanza, la conformación de los
grupos de alumnos y la selección y priorización de contenidos. Las
resoluciones que cada docente toma se enmarcan en sus matrices y
concepciones, no solo pedagógicas; son producto de su propia mirada acerca
de la realidad, de la escuela en la que se inserta y de la comunidad
circundante. En muchos casos se encuentran diseminadas, aisladas y tienen
accesos difíciles; de igual modo reciben diariamente a alumnos, maestros,
familias, vecinos u otros actores, instaurándose así como centro de la actividad
pública y social de su entorno.
Muchos maestros llegan desde otras comunidades, viven en la escuela durante
los días laborables y vuelven al hogar familiar los fines de semana o se
trasladan diariamente. Disponen de pocas oportunidades para desarrollar
formas de trabajo compartido con otros colegas. Pero por lo mismo, comparten
la vida cotidiana de los miembros de la comunidad y la trama de relaciones
llega a ser más estrecha y cercana. Al tiempo, la población dispersa que
dispone de pocos espacios de encuentro e intercambio se organiza en torno a
la escuela.
Se abre otra perspectiva para analizar las razones por las cuales se enseña
menos en el campo: dificultades devenidas de enseñar con las mismas
estrategias aprendidas para enseñar en aulas pretendidamente homogéneas.
Más allá de los debates en torno a los contenidos, estuvo vacante el
correspondiente a los modos de enseñar.
Las familias y los vecinos cuentan con la escuela para la atención de sus
necesidades, para que dé respuesta o para orientar a dónde ir a buscarlas.
Tomando como punto de partida esa relación, la institución educativa en el
campo tiene algunas oportunidades: develar las redes sociales construidas o
buscar las formas de promoverlas; recuperar aspectos de la cultura local y
resignificarlos a la luz de los conocimientos escolares; ofrecer espacios de
participación para todos; dar la palabra a todos los miembros valorando sus
conocimientos y sus estilos de vida; entre otras. ... construye vínculos
sostenidos y solidario. Lo hace por la permanencia, la continuidad, el
reconocimiento de problemas comunes y necesidades compartidas. … recibe a
todos… Si ha sido pionera de inclusión puede recuperar su trayectoria,
sistematizar sus modos de hacer y aportar sus conclusiones al conjunto del
sistema.
Se ha señalado precedentemente que la gestión escolar en la ruralidad carece
de especificidad normativa y siempre se ha cuestionado la obligación de
responder administrativamente con los modelos de la escuela urbana. Se
afirma incluso que la escuela rural por la matrícula y la planta tiene menos que
hacer y a la vez, en tanto es mayor la distancia a las sedes de la administración
educativa se hace más compleja y poco frecuente la comunicación;
Definiciones a la medida de cada escuela: reorganización de los tiempos
institucionales para contemplar los diversos momentos de llegada de los
alumnos; consideración de las inasistencias vinculadas a condiciones
climáticas o de trabajo familiar; propuestas de enseñanza para cada uno
observando las posibilidades de avanzar a su tiempo cuando no pueden asistir
a la escuela. Visto desde la perspectiva de los aportes, son los maestros
quienes pueden dar cuenta de cuáles podrían ser las mejores resoluciones a la
hora de elaborar la normativa específica.
Desde algunas posiciones, al observar las escuelas rurales con el cristal con
que se miran las urbanas, las características que les son propias se enfatizan
en términos de limitaciones para los alumnos porque reducen las posibilidades
de aprender: tener un único maestro durante toda la escolaridad, carecer de
experiencias de artes o educación física por no tener un profesor de esas
disciplinas, vincularse con otros solo en la escuela y allí con muy pocos
compañeros. Son mayores las limitaciones si las decisiones responden solo a
la determinación por el criterio económico: en esas condiciones en las escuelas
nunca habrá más docentes, nunca más posibilidades de encuentro con otros.
Si además está puesto en tela de juicio cómo y cuánto se aprende en esas
escuelas porque siempre están devaluadas respecto de las otras, la conclusión
salta a la vista: hay que cambiar el modelo organizacional e “inventar” uno que
sirva a los propósitos.
Las escuelas rurales tienen tantísimo para decir y no es ingenuo suponer que
muchas de las reflexiones que en ellas se originan posibiliten transferir modos
de hacer, organizar y enseñar que den respuestas a requerimientos vigentes
en las escuelas urbanas. Se imponen cambios en el punto de vista, en las
perspectivas de análisis: es necesario centrarse en las potencialidades.
Recuperar el sentido político de la escuela en el campo y garantizar sus
funciones en clave de derecho.
Conceptos claves
Aislamiento
Docentes
Política educativa
Historia: leyes y normas.
Conclusiones