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Dolor abdominal

Es fundamental formular las siguientes preguntas a cualquier mujer con dolor abdominal:
 ¿Cuándo ha tenido el último período?
 ¿Ha tenido alguna vez algún tipo de enfermedad venérea?
 ¿El dolor se relaciona con el ciclo menstrual? En caso afirmativo: ¿En qué momento del
ciclo se produce?
 ¿Tiene sensación urente al orinar?
El dolor abdominal puede ser agudo o crónico. El dolor abdominal agudo puede ser una
complicación de la gestación. El aborto espontáneo, la perforación uterina y la gestación tubárica
ectópica son situaciones potencialmente mortales. La inflamación gonocócica aguda de las
trompas de Falopio y de los ovarios, la salpingooforitis, puede producir dolor abdominal bajo
intenso. (1)
El dolor abdominal bajo agudo que está localizado en un lado y que se produce en el momento
de la ovulación se denomina dolor intermenstrual. Este dolor se relaciona con una pequeña
hemorragia intraperitoneal en el momento de la liberación del ovocito. Las infecciones urinarias
también pueden producir dolor agudo. (2) Las pacientes con infecciones urinarias habitualmente
tienen síntomas urinarios asociados de sensación urente o polaquiuria. El dolor abdominal
crónico se puede deber a la presencia de tejido endometrial ectópico, enfermedad inflamatoria
pélvica crónica de las trompas de Falopio y de los ovarios, y relajación de los músculos de la
pelvis con protrusión de la vejiga, el recto o el útero.
Dispaurenia
La dispareunia es el dolor durante las relaciones sexuales o después de las mismas. Puede ser
fisiológica o psicógena. Las infecciones de la vulva, el introito, la vagina, el cuello del útero, el
útero, las trompas de Falopio y los ovarios se pueden asociar a dispareunia. Se han descrito
tumores del tabique rectovaginal, el útero y los ovarios en pacientes que tienen relaciones
sexuales dolorosas. (1) Con frecuencia hay dispareunia sin un trastorno fisiológico. Un
antecedente de exploraciones pélvicas dolorosas y el miedo a la gestación son frecuentes en estas
pacientes. Las mujeres pueden tener «ansiedad ante la penetración» hasta que se les asegura que
la vagina puede ser penetrada por un pene. En estas pacientes, esta ansiedad tan intensa puede
producir vaginismo, situación de dolor pélvico intenso y espasmo incluso cuando se tocan los
labios. En otras mujeres puede aparecer dispareunia durante épocas de estrés o de conflictos
emocionales excesivos.
La sequedad de la vagina y de los labios puede producir irritación, que puede producir
dispareunia. La lubricación de la vagina, en especial durante las relaciones sexuales, puede ser de
suma utilidad. (2)
Cambios en la distribución del vello
La pérdida de vello y el cambio en la distribución del vello pueden producirse durante algunos
estados de desequilibrio hormonal. El hirsutismo es un crecimiento excesivo de vello en el labio
superior, la cara, los lóbulos de la oreja, el triángulo púbico superior, el tronco o las
extremidades. La virilización es un hirsutismo extremo asociado a recesión del cabello temporal,
profundización de la voz y aumento del tamaño del clítoris. El aumento de la producción de
andrógenos por las glándulas suprarrenales o por los ovarios puede ser responsable de estos
fenómenos. (2)
Los tumores ováricos con frecuencia se asocian a amenorrea, hirsutismo de aparición rápida y
virilización. La enfermedad ovárica poliquística es la causa ovárica más frecuente de hirsutismo,
hemorragia uterina disfuncional, infertilidad, acné y obesidad. (2)
Es importante determinar si la paciente toma algún fármaco. Algunos, como ciclosporina,
minoxidil, diazóxido, penicilamina y glucocorticoides, tienen el efecto adverso inesperado de
producir crecimiento difuso de vello en la cara.

Cambios en el patrón miccional


Los cambios en los patrones miccionales son frecuentes. La incontinencia de estrés es la
incontinencia urinaria que se produce con el esfuerzo o con la tos. Es más frecuente en mujeres
que en varones. La vejiga y la uretra femenina se mantienen en su posición gracias a diversos
soportes musculares y fas. (1)
Las pacientes con incontinencia de estrés pura refieren pérdida de orina sin urgencia durante
cualquier actividad que aumente transitoriamente la presión intraabdominal. Aunque la
incontinencia de estrés es frecuente en mujeres, es importante descartar otros tipos de
incontinencia, como incontinencia neurológica, por rebosamiento y psicógena. Se puede producir
incontinencia neurológica por disfunción cerebral, enfermedad medular y lesiones nerviosas
periféricas. La esclerosis múltiple es un trastorno neurológico recurrente crónico que produce
incontinencia urinaria. (1)
La mayoría de los pacientes afectados tiene un episodio de pérdida transitoria de visión como
síntoma inicial. Se produce incontinencia por rebosamiento cuando la presión en la vejiga supera
a la presión uretral en ausencia de contracción vesical. Esto puede ocurrir en pacientes con
diabetes y con vejiga atónica. En la incontinencia psicógena se ha sabido de pacientes que
orinaban en la cama por la noche para «calentarse» o durante el día estando en grupo para
llamarla atención.

Infertilidad
La infertilidad se puede deber a la ausencia de ovulación, llamada anovulación, o por una
función inadecuada del cuerpo lúteo. Estas dos situaciones pueden producirse en mujeres con
hemorragia menstrual cíclica. Por tanto, tener el período no indica fertilidad. A una mujer que
refiera el síntoma de infertilidad se le deben plantear estas preguntas:
¿Tiene usted períodos menstruales regulares?
¿Se le han hecho pruebas para detectar enfermedades tiroideas?
¿Ha tomado algún fármaco para favorecer la fertilidad?» El registro de la temperatura corporal
basal es un método fiable para detectar la ovulación. La infección por Neisseria gonococci o
Chlamydia trachomatis en una mujer puede producir salpingooforitis, con cicatrización de las
trompas de Falopio e infertilidad. (2)

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