Del curry a las terapias contra cáncer

Hugo Rico

Resumen
La cúrcuma es una planta que se utiliza mucho para condimentar diferentes
platillos. Se usan principalmente sus raíces subterráneas molidas para
obtener un polvo amarillo-anaranjado. De este polvo se aislaron compuestos
con actividad anticancerosa, antibacteriana y cicatrizante.

Palabras clave: Plantas medicinales, cáncer, quimioterapia, fitoterapia,

curcumina, química.

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En pleno siglo XXI las sociedades cultivan ideas extremas en contra del
conocimiento, como las de los terraplanistas y los antivacunas. También se
cultiva la idea de volver a consumir de su fuente natural: las plantas, casi sin
procesamiento industrial, las sustancias que llevan los medicamentos. ¿Se
pueden sustituir así los medicamentos alópatas? (ver en Cienciorama “El
viaje de los fármacos por el cuerpo humano”). La respuesta tiene varias
aristas, pues muchos de los medicamentos alópatas son sustancias que se
aislaron o sintetizaron a partir de productos naturales para precisamente
aumentar o lograr su eficacia. Para tratar enfermedades leves o moderadas
el uso de la fitoterapia puede ser una gran alternativa, pero en problemas
graves habría que ver qué puede funcionar en cada caso y si además se
puede utilizar para generar un efecto sinérgico con un fármaco alopático.

Uno de los casos más emblemáticos de una sustancia curativa contenida en

una planta es el ácido acetilsalicílico, popularmente conocido como aspirina.
La historia de este antiinflamatorio no esteroideo se remonta al 1000 aC.
cuando los sumerios, los chinos y los antiguos egipcios utilizaban la corteza y
las hojas del sauce blanco para aliviar dolores y bajar la fiebre. Plinio el Viejo,
Dioscórides y Galeno mencionan en sus escritos su uso terapéutico. 2,900
años después, en 1828, Johann Buchner aisló el principio activo de la corteza
del sauce blanco y 25 años después el químico francés Charles Frédéric
Gerhardt sintetizó por primera vez el ácido acetil salicílico que proviene de la
corteza del sauce blanco, uno de los fármacos más utilizados en el mundo,
dando la pauta para que nuevos compuestos aislados de plantas
constituyeran muchos nuevos fármacos.

De la India para el mundo

Una de las cocinas con más tradición es la hindú, con una gran variedad de
sabores y aromas. Entre sus platillos destacan el uttapam (pizza india), el
biryani, un tipo de arroz con especias, el jalebi, un dulce hecho con masa
remojada en almíbar en forma de pretzel y muchos guisados con curry, uno
de sus condimentos más conocidos en todo el mundo (aunque si buscas en
Google tal vez te aparezca el jugador de Golden State Warriors de la NBA,
Stephen Curry). Su sabor especiado y picoso es una mezcla de diversas
especias como el ají (chile), la albahaca, el apio, el azafrán, la canela, la
cebolla seca, el cilantro, el clavo, el comino, el jengibre, la mostaza, la nuez
moscada, la pimienta y la cúrcuma. Los ingredientes varían de región a

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región y también su color dependiendo de sus ingredientes, pero
normalmente es amarillo anaranjado debido principalmente a la cúrcuma.

Figura 1. Algunos de los platillos hindús son picantes y con muchas especias.

En la actualidad se ha popularizado el uso del curry y por tanto de la

cúrcuma como ingrediente. La cúrcuma es una planta herbácea de la familia
de las Zingiberáceas, nativa del suroeste de la India, que llega a alcanzar
hasta un metro de altura y lo que más se utiliza de ella son sus rizomas o
tallos subterráneos. Se emplea para dar color al arroz o a la carne y a
diversos platillos tradicionales de la India. La cúrcuma se usa también para
darle color a la mostaza tipo americana. En un estudio realizado por Shoba y
colaboradores en 1998, se comprobó que la cúrcuma no es muy fácil de
asimilar por el organismo. Sin embargo, mezclándola con pimienta negra,
como en el curry, aumenta bastante su absorción.

El nombre de cúrcuma deriva del árabe antiguo kurkum. Por el color de sus
polvos se le conoce también como el azafrán asiático, el azafrán da ese color
amarillo que usualmente vemos en la paella, ese platillo típico español. La
cúrcuma puede mezclarse con otros ingredientes como el achiote, una planta
arborescente, cultivada en México, Centroamérica y algunas partes de

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Sudamérica. Esta mezcla se utiliza como colorante en la gastronomía de
varios países, por ejemplo en los quesos cheddar. La agencia de Drogas y
Medicamentos de los Estados Unidos, le otorgó el estatus de producto seguro
para ser utilizado como colorante alimenticio y saborizante y es
comercializada como E-100 en la industria alimentaria. Presenta un color
amarillo oscuro que se obtiene por la extracción de las raíces y los tallos.

Figura 2. Rizoma y polvo de cúrcuma.

De acuerdo con la Base de Datos Nacional de Nutrientes para Referencia

Estándar, del Departamento de Agricultura de los Estados Unidos, la cúrcuma
es una planta poco calórica, baja en grasas y con una alta cantidad de
hidratos de carbono.

Importancia como medicamento anticanceroso

La cúrcuma se ha utilizado por milenios para aliviar dolencias y cerrar
heridas; hay investigaciones científicas sobre ella desde la década de 1940
cuando Schraufstatter y Bernt estudiaron su efecto antibacterial, desde
entonces se han llevado a cabo miles de estudios sobre esta planta. En 1995
se otorgó una patente a investigadores del Centro Médico Universitario de
Mississippi, y eso frenó muchas de las investigaciones pero dos años después
el Consejo Indio Científico e Industrial logró cancelarla argumentando que la
cúrcuma y sus derivados curcuminoides eran parte de la medicina tradicional
hindú. A partir de entonces aumentaron los estudios científicos e incluso hay

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alrededor de 13 pruebas clínicas con humanos derivadas de estas
investigaciones.
La parte de la cúrcuma que se utiliza con fines medicinales es el rizoma,
aprobado como producto medicinal en 2009 por el Comité de Productos
Medicinales Herbales, la Agencia Europea de Medicamentos. Sus productos
aislados con diferentes actividades medicinales son los curcuminoides,
particularmente la curcumina, una dicetona con actividad antioxidante,
antiinflamatoria, antimicrobiana, reguladora del sistema inmune. Pero sobre
todo se ha obervado su efecto anticanceroso en diferentes líneas celulares
de cáncer humano de mama, cervicouterino, colon, gástrico, hepático,
leucemia, ovario, páncreas, próstata, en modelos animales y en algunos
casos humanos como veremos más adelante.

Chen en el año 2001 probó en humanos la curcumina llegando a dosis de

hasta 8 g diarios, sin toxicidad aparente en terapias cortas. Gupta en 2013
demostró que se pueden administrar hasta 12 g por día durante 3 meses.
Cuando la curcumina se ha comparado con diferentes medicamentos que se
utilizan en terapias anticancerígenas como la doxorrubicina, la irinotecán, el
5-fluorouracilo (5-FU), el cis-platino y el paclitaxel, se ha visto que tiene
varias ventajas en comparación con los medicamentos mencionados, como
una mejor actividad anticancerígena y menores efectos secundarios, dos de
las ventajas que más se buscan en los nuevos fármacos.

Además, la combinación de curcumina con tratamientos tradicionales ya

utilizados en la actualidad mejora considerablemente la terapia. Por ejemplo,
el docetaxel se utiliza para tratar cáncer de mama, de próstata, de pulmón,
de estómago, entre otros. En el caso de cáncer de próstata el tratamiento
prolongado causa una severa toxicidad. Por ello se estudió el efecto sinérgico
de docetaxel y curcumina con diferentes líneas celulares en un tratamiento
de 48 horas, en la línea celular DU-145 y en la PC-3 del cáncer de próstata.
La actividad conjunta de los dos medicamentos es hasta tres veces mejor
que con el docetaxel o la curcumina solos. Además de la inhibición de la
proliferación de células, induce su muerte programada. Recordemos que el
cáncer es un crecimiento descontrolado de células, y lo que se busca en la
terapia es o destruir las células que crecen sin control o evitar que se
reproduzcan. Por eso son importantes los resultados mencionados
anteriormente.

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Uno de los más graves problemas con el cáncer es que la actividad de los
medicamentos puede disminuir por la resistencia celular a los fármacos
porque las células cancerígenas pueden adaptarse a los efectos del
medicamento y crean un mecanismo de defensa. Se necesita entonces
aumentar la dosis del medicamento para que tenga el efecto deseado antes
de que haya resistencia y esto acarrea algunos efectos adversos para el
enfermo como el de la toxicidad del propio medicamento, malestares físicos,
etc. Este es el caso del 5-FU, un compuesto que se utiliza para combatir el
cáncer de colon solo o en combinación con otros medicamentos; cuando la
terapia es únicamente con este anticancerígeno se observa resistencia
celular. Estudios recientes mostraron que añadir curcumina a la terapia con
5-FU puede ayudar a evitar esto. Cuando se utilizan de manera
independiente concentraciones iguales (10 unidades de 5-FU y 10 unidades
de curcumina) en la línea celular MDA-MB-231 del cáncer de mama, hay tan
sólo un 29 y un 12% respectivamente de muerte celular, mientras que la
combinación terapéutica da el 58% de muerte celular, lo cual es mucho más
que si se añadieran 25 unidades de 5-FU. Además se observó que la
combinación de curcumina y 5-FU/oxalilplatino (un compuesto metálico
utilizado en terapias contra cáncer) aumenta más la actividad antitumoral en
cáncer gástrico, que cuando sólo se utiliza curcumina o 5-FU/oxalilplatino.

Uno de los tipos de cáncer más comunes en el mundo es el gástrico, el cual

puede surgir en cualquier parte del estómago. Es el cuarto cáncer más
común en hombres y el quinto en mujeres. Es una de las enfermedades con
más alta tasa de mortalidad; a partir de que se conoce la enfermedad tiene
tan sólo el 20% de sobrevivencia en los primeros 5 años y causa alrededor de
un millón de muertes al año. Uno de los problemas con este tipo de cáncer es
que se diagnostica en etapas avanzadas en casi el 80% de los pacientes. La
terapia más utilizada es la cirugía, aunque la recurrencia de la enfermedad
es frecuente. Frente a este panorama la quimioterapia es lo más indicado,
pero se requiere de fármacos que tengan una mejor respuesta para bajar la
tasa de mortalidad.

Un agente anticancerígeno que se utiliza en la actualidad para controlar el

crecimiento de células de cáncer gástrico es la doxorrubicina, la cual es bien
tolerada por los pacientes, pero si se utiliza sola su actividad no es suficiente
para tener efecto deseado. Por eso se emplea usualmente en combinación

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con otros agentes anticancerígenos como el cis-platino y la epidoxorrubicina
que también aumentan la posibilidad de resistencia celular a la terapia. Lo
que se encontró fue que la curcumina tiene gran capacidad de actuar con
otras drogas para mejorar la eficacia de la terapia, sobre todo en situaciones
donde se produce resistencia celular.

Los procesos que se desencadenan en la célula en procesos cancerígenos

son muy variados, aunque se han detectado una serie de puntos clave para
el desarrollo del cáncer, la resistencia celular, entre otros. Cuando un agente
quimioterapéutico ya sea anticancerígeno u algún otro, logra incidir
activamente en alguno de esos puntos, puede cambiar la actividad biológica.
Se sabe por ejemplo que la curcumina inhibe la proteína - directamente
relacionada con los mecanismos de resistencia celular. Inhibe también el
factor de transcripción NF-, otra proteína que controla muchas funciones de
la célula, como el crecimiento y la supervivencia, procesos vitales como la
transcripción del ADN. La curcumina al modificar estos procesos
desencadena una serie de respuestas que en muchos casos llevan a la
muerte celular.
Basado en todo lo anterior se podría decir que la curcumina es un posible
agente anticancerígeno con propiedades de mejorar las terapias contra
diferentes tipos de cáncer, particularmente los que presentan resistencia
celular a los fármacos. No obstante, son necesarias muchas más
investigaciones para sustentar su uso en los tratamientos anticancerígenos.
Y en México…
En la Facultad de Química de la UNAM el grupo de trabajo de Gerardo Leyva
desarrolló una membrana para el tratamiento de cicatrices de bajo costo.
Parte de la investigación fue el desarrolló de una mezcla de polímeros
naturales y sintéticos a los cuales se les agregan derivados de la curcumina
encapsulándolos en nanopartículas, así se aprovechan sus propiedades
antiinflamatorias, cicatrizantes y antibacterianas. Por este desarrolló su
grupo de trabajo fue galardonado con un premio a la Innovación Empresarial
en agosto de 2019.

Cabe destacar que el uso de cúrcuma o sus derivados de origen natural como
la curcumina o derivados sintéticos (estructuras químicas similares a la
curcumina) tienen un gran potencial para utilizarse en terapias que pueden
ser anticancerígenas, antibacterianas o cicatrizantes. Aunque aún hace falta

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establecer algunas condiciones o limitantes de estas terapias, se ve un buen
futuro para que lleguen al mercado y puedan comercializarse los productos
con vías a mejorar las terapias.

Referencias.

Imágenes

Portada. https://lecuisinier.cl/curry-sabor-de-la-comida-india/

Imagen 1. https://www.indiancity.es/blog/noticia.php?id=comida-hindu:-norte-y-sur,-dos-
cocinas-bajo-una-bandera

Imagen 2. https://www.laprensalatina.com/la-curcuma-y-sus-beneficios-y-propiedades-para-
tu-salud/

Divulgación

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Urban M., Dytrych P., Mikula I., Martásek P., Král, I. Strategy for improved therapeutic
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