Caso 1:

Laura es una niña de apariencia humilde que el resto de

sus compañeros. Un grupo de compañeras de clase
constantemente le dicen cosas ofensivas como, eres una
mugrosa, hueles mal, tienes piojos. En una ocasión
hicieron un dibujo de ella en la pizarra. Se veía despeinada,
con la ropa remendada y con moscas alrededor y un letrero
que decía “soy Laura”. Todos se reían del dibujo. Laura ya
no quiere ir la es cuela. Porque ha sido víctima de violencia
verbal y psicológica.

Caso 2:
Ernesto es un niño que diario lleva dinero para comparar su
desayuno, compañeros mayores que él se dieron cuenta de
esta situación. Le cobran a Ernesto una cuota. Cuando
Ernesto se niega a darles su dinero, lo golpean, lo insultan,
se lo quitan y lo amenazan: le dicen que la próxima vez que
se resista a entregarles el dinero le irá peor. Los padres de
Ernesto han notado que su hijo tiene moretones y que ya
no es el mismo niño alegre y divertido; aunque ya le
preguntaron qué pasó, el no responde con la verdad, solo
dice que se cayó jugando; por ellos han decidido hablar
con las autoridades del colegio e investigar que sucede.
Caso 3:
Miguel es un niño con bajo rendimiento en la escuela, a
que nadie quiere en su equipo. A Miguel se le rechaza y no
se le permite participar, además lo insultan con términos
como: burro, zonzo, tonto, flojo. en el recreo las cosas se
tornan peor.

Caso 4:
Raúl de 9 años regresaba a su casa de la escuela cuando
una pandilla lo atacó, le fracturaron un brazo, le robaron su
dinero y destruyeron sus cosas. Su confianza en él mismo
también quedó destruida, se volvió retraído, odiaba ir a la
escuela, y más tarde tuvo que ir a terapia para superar el
trauma. Conocía a los niños que lo atacaron, pero no
quería decir quiénes eran. Temía a lo que le harían si los
delataba.
Caso 5:
Lucia es una niña que recién ha cumplido los 12 años está
muy decidida a ser una persona exitosa disfrutar como
todas las demás personas con sueños, anécdotas y todo
aquello que una adolescente puede desear. Pero al
ingresar al nuevo colegio del cercado de Lima, presenta
muchos miedos ya que no conoce a nadie, no tiene amigos
ni amigas, nadie sabe en que destaca, que le gusta, etc.
Esto le genera angustia y miedo.
Al ingresar al aula es observada por todos los alumnos de
ese grado, pero había un grupo que la miró con cólera,
mostrándole caras de amenaza, burla y odio de la nada.
Cuando salió al recreo este grupo se le acerca y le hace
señales de que ande con cuidado porque ha ingresado a
su territorio y esto no lo van a tolerar. Desde allí no la
dejaron en paz, Lucía no sabía qué hacer y comenzó a
defenderse, pero esto, lo que ocasionó fue agravar más el
tema. Los maestros no se daban cuenta de lo que sucedía
o al parecer no sabían cómo intervenir adecuadamente, al
parecer el colegio no contaba con protocolos para atender
situaciones de violencia.
un día llegar golpeada se apersonaron a colegio, pero no
lograron conseguir que la institución abordara la situación
adecuadamente, así paso un año con denuncias reiteradas
y, ante el desamparo que sentía, intentó suicidarse
tomando una dosis de Racumin mesclado con una bebida,
por lo que terminó hospitalizada por quince días.
El psicólogo del colegio atendió el caso, dialogo con la niña
y con los estudiantes agresores, llamo a los padres de los
involucrados sugirió atención especializada tanto para los
estudiantes como para los padres, pero también consideró
que mejor sería que a la niña la cambien a otro colegio
Pero las amenazas continuaron, en una ocasión Lucía se
enfrentó en una pelea en la calle con una de estas
estudiantes y llegó a fracturarse un brazo. Lucía esta
nuevamente internada con una fuerte depresión.