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1.

La activación de un linfocito T virgen requiere la interacción con una célula


presentadora
de antígeno, como una célula dendrítica.
a) ¿Cuáles moléculas de la superficie de los linfocitos T intervienen en este
proceso,
y con qué moléculas de la célula presentadora de antígeno interactuan?
células T CD8+ y CD4+ vírgenes ambulantes que reconocen complejos
de mhc clase I-péptido y de mhc clase II-péptido, respectivamente.
Puesto que las células T en desarrollo pasan por eventos de selección dentro del
timo, cada célula T virgen, madura, es tolerante a antígenos propios, y está
restringida a mhc propio. Algunas células T vírgenes se han comprometido a la
línea de células T citotóxicas CD8+, y algunas a la línea de células T auxiliares
CD4+. Cuando una célula T CD8+ o CD4+ virgen se une a un complejo de mhc-
péptidoexpresado por una célula dendrítica activada, queda activada por señales
generadas por medio del tcr (receptor células T)
T CD8+ respuesta a unión con MHC clase I-péptido
T CD4+ respuesta a unión con MHC clase II-péptido-auxiliares-> El subgrupo
auxiliar en el cual la célula T CD4+ virgen se convierte depende de los tipos de
señales que recibe a partir de las células dendríticas a las que se une, estas
señales dependen del patogeno
b) ¿Qué consecuencias esperaría si estas moléculas fueran deficientes en un
individuo?
2. Los linfocitos T CD4 adquieren fenotipos distintos que se han asignado a
linajes
separados. Describa los subgrupos conocidos de esos linfocitos y sus
funciones inmunitarias.
Células T CD4+ pueden adoptar no sólo dos sino al menos cinco destinos
efectores separados después de activación. Las subpoblaciones TH1 y
TH2 han sido unidas en definitiva por las subpoblaciones TH17 y TREG, cada una
de las cuales produce un perfil de citocina distinto y regula diferentes actividades
dentro del organismo. A últimas fechas se ha caracterizado aún otra subpoblación,
las células auxiliares foliculares T (TFH), y ha alcanzado membresía
entre los subgrupos auxiliares principales. Otras más están destinadas a revelarse
por sí mismas, aunque será importante determinar si cada una representa
subgrupos separados o variantes dentro de los subgrupos principales.
- CD4+ activadas hacia células TH2, que ayudan a activar células B para que
secreten anticuerpos que pueden opsonizar bacterias y neutralizar las toxinas que
producen
- CD4+ activadas hacia células TH1 interactúa en presencia de infecciones por
virus o bacterias intracelulares, aumentan actividad citosólica macrófagos y células
T CD8+ → pueden matar células infectadas
3. Utilizando la figura 11.16 del capítulo “activation and function of T cells”,
explique la
generación de linfocitos T CD8+ específicos de virus.
Las células T CD8+ (citotóxicas), al igual que las T-helper CD4+, son generadas
en el timo y expresan el receptor de células T (TCR). Se caracterizan por
carecer de la molécula CD4 y de expresar el correceptor dimérico CD8, compuesto
por una cadena CD8α y otra CD8β. Las células T CD8+ reconocen péptidos
unidos a moléculas MHC de clase I, las cuales se encuentran en todas las células
nucleadas. El heterodímero CD8 se une a una porción conservada (la llamada
región α3) de la molécula de MHC durante la interacción de presentación
antigénica entre células T y APC (Figura 1).
También conocidos con el nombre de linfocitos T citotóxicos, o CTLs, son una
importante herramienta contra patógenos intracelulares, como bacterias o virus, y
para la vigilancia de las células tumorales.
4. Utilizando la figura 11.17 del capítulo “activation and function of T cells”,
explique las
dos principales vias de eliminación que utilizan los linfocitos T CD8 para eliminar
células infectadas por virus.
La primera es a través de la secreción de citocinas, como TNF-α e IFN-γ, con
efectos antitumorales y antimicrobianos.
La segunda función es la producción y liberación de gránulos citotóxicos. Estos
gránulos, que también aparecen en las células NK, contienen dos familias de
proteínas, perforinas y granzimas. Las perforinas forman un poro en la membrana de la
célula diana, similar al complejo de ataque a la membrana del complemento. Este poro
permite que las granzimas entren en las células infectadas o malignas. Las granzimas son
serín-proteasas que procesan las proteínas en el interior celular, bloqueando la
producción de proteínas virales y, finalmente, provocando la apoptosis de la célula diana.
Los gránulos citotóxicos se liberan únicamente en la dirección de la célula, lo cual se
consigue a través de las llamadas sinapsis inmunitarias. De esta manera se evitan
daños inespecíficos a otros tejidos sanos circundantes (Figura 1). Una vez que han
“matado” a una célula, pueden ir a por la siguiente y empezar de nuevo, en un proceso
llamado eliminación seriada.
La tercera modalidad de destrucción es vía interacción de Fas/FasL. Las células T CD8+
activadas expresan FasL en su superficie, lo que permite la unión a su receptor, Fas, que
se expresa en la superficie de las células diana. Esta unión provoca que la molécula Fas
de la superficie trimerice, iniciando así una cascada de señalización. Las moléculas
implicadas en esta cascada promueven la activación de caspasas, lo que trae consigo la
apoptosis de la célula. Ya que las células T CD8+ pueden expresar tanto FasL como Fas,
se pueden destruir entre sí en un proceso llamado fraticidio, favoreciendo así la
eliminación de células efectoras durante la fase de contracción en la etapa final de la
respuesta inmunitaria.

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