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Jesús Emmanuel Milán Arroyo.

Resumen
Abscesos Hepáticos

¿Qué son?

Los abscesos hepáticos son cavidades llenas de pus que se forman en el hígado. Son generalmente
el resultado de infecciones bacterianas, siendo las bacterias anaerobias y aerobias las más
comunes, como Escherichia coli, Klebsiella y Enterococcus. Estos microorganismos pueden llegar al
hígado a través del torrente sanguíneo desde focos de infección en otras partes del cuerpo, como
el abdomen (apendicitis, diverticulitis), el sistema biliar (colangitis) o como complicación de
procedimientos médicos invasivos, como la colocación de catéteres.

Principales Causas:

Infecciones Bacterianas: Las infecciones bacterianas son la causa más común de abscesos
hepáticos. Las bacterias pueden llegar al hígado a través del torrente sanguíneo desde focos de
infección en otras partes del cuerpo, como el abdomen, el sistema biliar o como complicación de
procedimientos médicos invasivos.

Bacteriemia secundaria a infecciones abdominales: Infecciones abdominales como apendicitis,


diverticulitis, enfermedad inflamatoria intestinal o perforación de vísceras pueden permitir que las
bacterias lleguen al hígado a través de la circulación sanguínea.

Infecciones del sistema biliar: Las infecciones del sistema biliar, como la colangitis, pueden
provocar la formación de abscesos hepáticos. La obstrucción del flujo biliar debido a cálculos
biliares, estenosis o tumores también puede predisponer a la formación de abscesos.

Procedimientos médicos invasivos: La realización de procedimientos médicos invasivos, como la


colocación de catéteres o la realización de biopsias hepáticas, puede introducir bacterias en el
hígado, lo que aumenta el riesgo de desarrollar abscesos hepáticos.

Enfermedades inflamatorias intestinales: Enfermedades como la enfermedad de Crohn o la colitis


ulcerosa pueden aumentar el riesgo de abscesos hepáticos debido a la inflamación crónica del
tracto gastrointestinal y la posible formación de fístulas entre el intestino y el hígado.

Inmunodeficiencia: Las condiciones que afectan al sistema inmunológico, como el VIH/sida, la


diabetes mal controlada o la terapia inmunosupresora, pueden aumentar la susceptibilidad a las
infecciones bacterianas y, por lo tanto, al desarrollo de abscesos hepáticos.
Traumatismo abdominal: El trauma abdominal, como heridas penetrantes o contusiones graves,
puede dañar el hígado y predisponer a la formación de abscesos, especialmente si hay
contaminación bacteriana asociada.

Parásitos: Infecciones parasitarias como la amebiasis hepática, causada por Entamoeba histolytica,
pueden provocar abscesos hepáticos. Estos abscesos son más comunes en áreas donde la
amebiasis es endémica.

Principales Características:

Localización: Los abscesos hepáticos suelen formarse en el parénquima hepático, pero pueden
ubicarse en diferentes áreas del hígado dependiendo de la causa subyacente y la extensión de la
infección.

Tamaño: Los abscesos hepáticos pueden variar en tamaño desde pequeñas lesiones hasta grandes
cavidades llenas de pus. El tamaño puede influir en los síntomas presentes y en las opciones de
tratamiento.

Aspecto en las imágenes: En las imágenes médicas, como la ecografía abdominal, la tomografía
computarizada (TC) o la resonancia magnética (RM), los abscesos hepáticos suelen aparecer como
áreas de baja atenuación o señal, rodeadas por una pared gruesa o cápsula.

Contenido: Los abscesos hepáticos contienen pus, que es una mezcla de células blancas
sanguíneas, líquido inflamatorio y tejido muerto. El pus puede variar en consistencia, desde líquido
hasta semisólido.

Cápsula: Los abscesos hepáticos a menudo están rodeados por una cápsula fibrosa, que es una
respuesta del cuerpo para contener la infección y evitar su propagación a los tejidos circundantes.

Síntomas locales: Los abscesos hepáticos pueden causar dolor en el lado derecho del abdomen,
especialmente durante la palpación. También pueden estar asociados con sensibilidad extrema en
la región hepática.

Síntomas sistémicos: Además del dolor localizado, los pacientes con abscesos hepáticos pueden
experimentar fiebre, escalofríos, fatiga, pérdida de apetito y otros síntomas sistémicos asociados
con la respuesta del cuerpo a la infección.

Complicaciones visibles: En casos de abscesos hepáticos complicados o de larga duración, pueden


observarse signos de complicaciones como ictericia, ascitis (acumulación de líquido en la cavidad
abdominal) o signos de insuficiencia hepática.
Signos y Síntomas:

Dolor abdominal en el lado derecho: Es un síntoma común y suele ser localizado en la parte
superior derecha del abdomen. Puede ser constante o intermitente y variar en intensidad.

Fiebre y escalofríos: La presencia de fiebre es un signo de respuesta del cuerpo a la infección. Los
escalofríos pueden ocurrir junto con la fiebre debido a la liberación de sustancias químicas por
parte del sistema inmunológico.

Fatiga y debilidad: La infección y la inflamación asociadas con los abscesos hepáticos pueden
causar fatiga y debilidad generalizada.

Náuseas y vómitos: Estos síntomas pueden estar presentes debido a la inflamación del hígado y la
irritación del tracto gastrointestinal.

Ictericia: La coloración amarillenta de la piel y los ojos puede ocurrir en casos graves debido a la
obstrucción del flujo biliar.

Pérdida de apetito: La presencia de un absceso hepático puede afectar el apetito y provocar una
disminución en la ingesta de alimentos.

Consecuencias de la Ruptura de Abscesos Hepáticos:

Peritonitis Bacteriana: Cuando un absceso hepático se rompe, el pus puede drenar hacia la
cavidad abdominal, provocando una infección grave conocida como peritonitis bacteriana. Esto
puede resultar en dolor abdominal intenso, distensión abdominal, sensibilidad extrema al tacto y
fiebre alta. La peritonitis bacteriana es una emergencia médica que requiere atención inmediata y
tratamiento con antibióticos intravenosos y, en algunos casos, cirugía para drenar el pus y limpiar
la cavidad abdominal.

Empiema Pleural: Si el pus se filtra hacia el espacio pleural, puede causar una infección conocida
como empiema pleural. Los síntomas incluyen dificultad para respirar, dolor torácico, tos
productiva y fiebre. El tratamiento puede implicar drenaje del líquido pleural infectado, junto con
el uso de antibióticos.

Septicemia: La ruptura de un absceso hepático puede permitir que las bacterias ingresen al
torrente sanguíneo, lo que lleva a una infección generalizada conocida como septicemia o sepsis.
Los síntomas incluyen fiebre alta, taquicardia, hipotensión, confusión y disfunción de múltiples
órganos. La septicemia es una emergencia médica que requiere tratamiento inmediato en una
unidad de cuidados intensivos con antibióticos intravenosos y soporte vital.
El diagnóstico de absceso hepático se realiza generalmente mediante pruebas de imagen, como la
ecografía abdominal, la tomografía computarizada (TC) o la resonancia magnética (RM). Estas
pruebas ayudan a visualizar la presencia del absceso, su tamaño y localización, lo que guía el
tratamiento.

El diagnóstico de absceso hepático se realiza generalmente mediante pruebas de imagen, como la


ecografía abdominal, la tomografía computarizada (TC) o la resonancia magnética (RM). Estas
pruebas ayudan a visualizar la presencia del absceso, su tamaño y localización, lo que guía el
tratamiento.

El tratamiento de los abscesos hepáticos generalmente implica el drenaje percutáneo bajo guía
ecográfica o TC, que consiste en insertar una aguja o un catéter en el absceso para drenar el pus. A
menudo se administra antibióticos de amplio espectro para tratar la infección bacteriana
concurrente y prevenir su propagación. En algunos casos, especialmente cuando el absceso es
grande o no responde al tratamiento inicial, puede ser necesaria una cirugía para drenar
completamente el absceso y limpiar la cavidad hepática.
Jesús Emmanuel Milán Arroyo.
Resumen
Tipos de Hernias Internas

¿Qué son?

Las hernias internas son una condición en la cual parte del contenido abdominal, como el
intestino, el tejido graso o los órganos, se protruye a través de una abertura o debilidad en la
pared abdominal pero no emerge hacia fuera del cuerpo como en el caso de las hernias externas.
En lugar de eso, este tejido protruido queda atrapado dentro de la cavidad abdominal, entre las
capas de tejido o dentro de estructuras anatómicas, como la pelvis o la cavidad retroperitoneal.

Estas hernias pueden ser congénitas (presentes desde el nacimiento) o adquiridas, y pueden ser
causadas por una variedad de factores, como cirugías abdominales previas, traumatismos
abdominales, o debilidades musculares o de la fascia abdominal. Las hernias internas pueden ser
asintomáticas o pueden causar síntomas como dolor abdominal, náuseas, vómitos, distensión
abdominal e incluso obstrucción intestinal o estrangulamiento del tejido protruido.

Hernia interna postquirúrgica:

Causas: Se produce como resultado de una incisión quirúrgica previa en la pared abdominal, que
crea una abertura por la cual los órganos o el tejido pueden protruir. Las suturas mal colocadas o
la formación inadecuada de cicatrices pueden aumentar el riesgo.
Características físicas: Puede presentar una masa palpable en el sitio de la incisión quirúrgica
previa.
Síntomas y signos: Pueden incluir dolor abdominal intermitente o constante, distensión
abdominal, náuseas y vómitos.
Tratamientos: Generalmente se requiere cirugía para reparar la abertura en la pared abdominal y
devolver el tejido protruido a su posición correcta. En algunos casos, se pueden utilizar abordajes
mínimamente invasivos como la laparoscopia.
Diagnóstico: Se realiza mediante estudios de imagen como tomografías computarizadas (TC) o
resonancias magnéticas (RM).

Hernia interna paraduodenal:

Causas: Se produce cuando el intestino delgado protruye a través de un defecto en el mesenterio


y se aloja en el área paraduodenal detrás del mesocolon transverso. Puede ser congénita o
adquirida.
Características físicas: Puede presentar una masa palpable en el área paraduodenal.
Síntomas y signos: Pueden incluir dolor abdominal intermitente, distensión abdominal, náuseas y
vómitos. En casos graves, puede haber obstrucción intestinal.
Tratamientos: La reparación quirúrgica es el tratamiento principal para prevenir complicaciones.
Se puede realizar mediante cirugía abierta o laparoscópica, dependiendo de la gravedad y la
anatomía específica.
Diagnóstico: Se realiza mediante estudios de imagen como tomografías computarizadas (TC) o
resonancias magnéticas (RM).

Hernia interna de Petersen:

Causas: Ocurre después de una cirugía de bypass gástrico, donde una asa de intestino delgado se
desplaza detrás del mesocolon transverso y se aloja entre el yeyuno y el colon ascendente.
Características físicas: Puede presentar una masa palpable en el área detrás del mesocolon
transverso.
Síntomas y signos: Pueden incluir dolor abdominal, distensión, náuseas y vómitos. La obstrucción
intestinal es una complicación potencialmente grave.
Tratamientos: La reparación quirúrgica es el tratamiento principal para evitar complicaciones. La
cirugía puede implicar la reducción de la hernia y la reparación del defecto mesentérico
subyacente.
Diagnóstico: Se realiza mediante estudios de imagen como tomografías computarizadas (TC) o
resonancias magnéticas (RM).

Hernia interna de Grynfeltt-Lesshaft:

Causas: Se produce cuando los órganos o el tejido protruyen a través del triángulo lumbar de
Grynfeltt-Lesshaft, un área de debilidad en la pared abdominal posterior.
Características físicas: Puede presentar una masa palpable en el área lumbar o el flanco.
Síntomas y signos: Pueden incluir dolor en el área lumbar o el flanco, distensión abdominal y
sensibilidad localizada.
Tratamientos: La reparación quirúrgica es el tratamiento principal para prevenir complicaciones.
Se puede realizar una reparación abierta o laparoscópica, dependiendo de la preferencia del
cirujano y la anatomía del paciente.
Diagnóstico: Se realiza mediante estudios de imagen como tomografías computarizadas (TC) o
resonancias magnéticas (RM).

Hernia interna de Winslow:

Causas: Ocurre cuando parte del intestino delgado o el colon transverso se desplaza a través del
orificio de Winslow, una abertura en el peritoneo que conecta la bolsa omental con la cavidad
peritoneal principal.
Características físicas: Puede presentar una masa palpable en la región supraumbilical o
epigástrica.
Síntomas y signos: Pueden incluir dolor abdominal, náuseas, vómitos y distensión abdominal.
Tratamientos: La reparación quirúrgica es el tratamiento principal para evitar complicaciones. Se
puede realizar una reducción y cierre del orificio de Winslow para prevenir recurrencias.
Diagnóstico: Se realiza mediante estudios de imagen como tomografías computarizadas (TC) o
resonancias magnéticas (RM).

Hernia interna transmesentérica:

Causas: Se produce cuando una asa de intestino delgado protruye a través de un defecto en el
mesenterio.
Características físicas: Puede presentar una masa palpable en el abdomen.
Síntomas y signos: Pueden incluir dolor abdominal, distensión, náuseas, vómitos y obstrucción
intestinal.
Tratamientos: La reparación quirúrgica es el tratamiento principal para prevenir complicaciones.
Se puede realizar una reducción de la hernia y el cierre del defecto mesentérico.
Diagnóstico: Se realiza mediante estudios de imagen como tomografías computarizadas (TC) o
resonancias magnéticas (RM).

Hernia interna retroperitoneal:

Causas: Ocurre cuando los órganos o el tejido protruyen a través de un defecto en la fascia y se
alojan en la cavidad retroperitoneal.
Características físicas: Puede presentar una masa palpable en la región lumbar.
Síntomas y signos: Pueden incluir dolor lumbar, distensión abdominal y síntomas inespecíficos.
Tratamientos: El manejo depende de la presentación clínica y puede incluir observación,
tratamiento conservador o reparación quirúrgica. La cirugía puede ser necesaria para reducir la
hernia y reparar el defecto de la fascia.
Diagnóstico: Se realiza mediante estudios de imagen como tomografías computarizadas (TC) o
resonancias magnéticas (RM).

Hernia interna de la línea de Toldt:

Causas: Se produce cuando el intestino grueso o el tejido adiposo protruyen a través de un


defecto en la línea de Toldt, una estructura que conecta el colon a la pared abdominal posterior.
Características físicas: Puede presentar una masa palpable en el abdomen.
Síntomas y signos: Pueden incluir dolor abdominal, distensión y sensibilidad localizada.
Tratamientos: La reparación quirúrgica es el tratamiento principal para prevenir complicaciones.
Se puede realizar una reducción de la hernia y el cierre del defecto en la línea de Toldt.
Diagnóstico: Se realiza mediante estudios de imagen como tomografías computarizadas (TC) o
resonancias magnéticas (RM).
Hernia interna de Richter:

Causas: Se produce cuando solo una parte del borde de una asa intestinal protruye a través de un
defecto en la pared abdominal.
Características físicas: Puede presentar una masa palpable en el abdomen.
Síntomas y signos: Pueden incluir dolor abdominal, distensión, náuseas y vómitos. Puede haber
síntomas de obstrucción intestinal.
Tratamientos: La reparación quirúrgica es el tratamiento principal para prevenir complicaciones.
Se puede requerir resección intestinal si hay necrosis tisular.
Diagnóstico: Se realiza mediante estudios de imagen como tomografías computarizadas (TC) o
resonancias magnéticas (RM).

Hernia interna de Littre:

Causas: Ocurre cuando una hernia de Littre implica una protrusión de la pared del saco herniario
que contiene un divertículo de Meckel.
Características físicas: Puede presentar una masa palpable en el abdomen.
Síntomas y signos: Pueden incluir dolor abdominal, distensión y síntomas de obstrucción
intestinal.
Tratamientos: La reparación quirúrgica es el tratamiento principal para prevenir complicaciones.
Se puede requerir resección del divertículo de Meckel y reparación de la hernia.
Diagnóstico: Se realiza mediante estudios de imagen como tomografías computarizadas (TC) o
resonancias magnéticas (RM).

Hernia interna de Sigmoidocele:

Causas: Ocurre cuando parte del colon sigmoide protruye a través de un defecto en la fascia y se
aloja en la cavidad retroperitoneal.
Características físicas: Puede presentar una masa palpable en el abdomen.
Síntomas y signos: Pueden incluir dolor abdominal, distensión y síntomas de obstrucción
intestinal.
Tratamientos: La reparación quirúrgica es el tratamiento principal para prevenir complicaciones.
Se puede realizar una reducción de la hernia y el cierre del defecto en la fascia.
Diagnóstico: Se realiza mediante estudios de imagen como tomografías computarizadas (TC) o
resonancias magnéticas (RM).

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