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ESCUELA SUPERIOR

POLITÉCNICA DE CHIMBORAZO

CARRERA DE MEDICINA

Abdomen
Agudo
Quirúrgico

Estudiante:
Solange Llanga
Código: 131
Nivel: Décimo 4
Medicina
j Integradora
Dr. Alejandro Bermúdez
Abdomen agudo quirúrgico

Concepto
Se considera como abdomen agudo quirúrgico al síndrome caracterizado por un dolor
localizado en el abdomen, acompañado o no por otras manifestaciones de aparición
brusca, con más de seis horas de evolución y signos de irritación peritoneal que persisten
luego de una buena hidratación. Su causa requiere de tratamiento quirúrgico. Constituye
un motivo frecuente de consulta en la práctica médica habitual y su manejo exige mucha
experiencia y capacidad de juicio, ya que el más catastrófico de los fenómenos puede ir
precedido de unos síntomas y signos muy sutiles.

Epidemiología
Del 5 % al 10 % de los pacientes que acuden a la sala de emergencias presentan un dolor
abdominal agudo, por lo que resulta relevante definir el protocolo de atención
intrahospitalaria para esta condición mórbida. El dolor abdominal agudo presenta una
evolución de menos de seis horas y generalmente es considerado sinónimo de abdomen
agudo y de emergencia abdominal. Es un cuadro clínico que exige un enfoque sistemático
y ordenado para establecer un diagnóstico precoz. La clave del manejo del dolor
abdominal agudo es el diagnóstico temprano y dependerá en gran medida de la evaluación
inicial y de las características del dolor. En cada caso, deberá establecerse si procede o no
una solución quirúrgica. Asimismo, es preciso diferenciar el concepto de abdomen agudo
de un cuadro de dolor abdominal.

Etiología

Apendicitis aguda complicada como absceso o perforación

Obstrucción intestinal con estrangulación

Perforación de víscera hueca como ulcera péptica perforada

Perforación de un divertículo de colon

Perforación de íleon terminal
Padecimientos 
Perforación del ciego o sigmoides secundarios a tumor
intraabdominales maligno
que requieren de  Colecistitis aguda complicada
cirugía inmediata  Aneurisma disecante de aorta abdominal
 Trombosis mesentérica
 Torsión testicular
 Pancreatitis aguda grave
 Ginecológicas: Quiste de ovario torcido, embarazo
ectópico roto
Enfermedad acido péptica no complicada
 Padecimientos hepáticos:
Padecimientos - Hepatitis aguda
abdominales que no - Absceso hepático
requieren de cirugía  Padecimientos intestinales:
inmediata - Gastroenteritis
- Ileitis terminal
- Intoxicación alimentaria
 Infección de las vías urinarias
 Cólico nefrouretral
 Padecimientos ginecológicos:
- Enfermedad pélvica inflamatoria aguda
 Peritonitis primaria como hemorragia intramural del
intestino grueso secundario
 Causas poco frecuente:
- Vasculitis
- Fiebre mediterránea
 IAM
 Pericarditis
Padecimientos  Congestión aguda
extraabdominales  Neumonías
que simulan un  Diabetes mellitus aguda
abdomen agudo  Cetoacidosis aguda
 Insuficiencia suprarrenal aguda
 Anemia de células falciformes

Fisiopatología
La patogenia del abdomen agudo se relaciona con las características del dolor abdominal.
Existen 3 tipos de dolor relacionados con el abdomen agudo:
 Visceral:
Producido por distensión, espasmo, isquemia e irritación, el cual se manifiesta
como un dolor profundo, difuso, constante y mal localizado, que en cuadros
severos se acompaña de hiperestesia, hiperalgesia y rigidez muscular involuntaria.
Se transmite por los nervios del SN Autónomo (simpáticos y parasimpáticos).
 Somático:
Dolor más agudo (cursa por picos) y localizado que se origina desde el peritoneo
parietal, raíz del mesenterio y diafragma. Se transmite a través de nervios
somáticos.
 Referido:
Relacionado con el sitio del proceso original y manifestado en el trayecto de una
metámera o de una extensión inflamatoria o infecciosa.
Puede ser debido a irritación peritoneal.
Mecanismos del estímulo doloroso intraabdominal:
 Estímulos físicos en vísceras: distensión, contracción de asas, tracción de mesos,
distensión de cápsulas (hígado, bazo).
 Estímulos por alteraciones químicas en terminaciones nerviosas: inflamación,
hiperemia, isquemia, etc.
Cualquier proceso abdominal evoluciona sempre hacia un dolor peritonítico generalizado
acaba afectando a la serorsa.
 Abdomen agudo peritonítico (inflamatorio)
Se produce inflamación peritoneal como respuesta a distintos estímulos:
 Químicos (aséptico): jugo gástrico, bilis, heces, orina (por perforaciones)
 Sépticos: frecuentemente bacterianos, que pueden complicarse
(peritonitis, sepsis...)
 Mecánicos: por ingestión de cuerpos extraños, como ocurre con los
pacientes psiquiátricos
 Abdomen agudo obstructivo
Puede ocurrir por:
 Obstrucción intraluminal (instrínseca o extrínseca)
 Estrangulación: combina obstrucción extrínseca y oclusión vascular Ante
una obstrucción se produce peristaltismo de lucha, posterior dilatación de
asas y compromiso vascular. Esto es lo que provoca el síndrome de
abdomen agudo. En último término, si la obstrucción es grande y también
el compromiso vascular se puede producir perforación de las vísceras.
 Abdomen agudo vascular
Se produce afectación de una arteria que irriga el intestino, provocando isquemia y
necrosis de las vísceras irrigadas por esa arteria (también puede deberse a alteraciones
capilares a nivel de la pared intestinal, como en el caso de la diabetes).
 Abdomen agudo traumático
Cuando el traumatismo produce hemorragia puede irritar el peritoneo visceral.
 Abdomen agudo mixto
Cuando se produce por la suma de varias causas (inflamatoria, obstructiva, vascular
o traumática).Manifestaciones Clínicas y Diagnóstico

Manifestaciones clínicas y Diagnóstico


El diagnóstico de abdomen agudo engloba a todo dolor abdominal de instauración
reciente, con carácter de síntoma importante que requiere de una categorización rápida y
precisa ante la posibilidad de un tratamiento quirúrgico urgente. La interpretación del
dolor abdominal agudo constituye un desafío para el personal médico, el cual debe
establecer el abordaje apropiado de la patología de origen, si clínico o quirúrgico. Son de
suma importancia los antecedentes del paciente y un examen físico meticuloso; así como
la indicación y la interpretación correctas de los exámenes de laboratorio y de los estudios
de imágenes correspondientes.
 Historia clínica: muy importante para el correcto diagnóstico, pero a veces muy
difícil por la dificultad en la comunicación: alteración del lenguaje, déficit
cognitivo, delírium, deprivación sensorial, etc.
 Antecedentes de patología abdominal (litiasis biliar, hernia de hiato,
estreñimiento crónico...) que pueden no ser responsables del problema actual y
llevarnos a un diagnóstico erróneo.
 Comorbilidad asociada, que puede modificar la presentación clínica o influir
decisivamente en la evolución clínica del abdomen agudo.
El consumo de determinados fármacos puede alterar la percepción del dolor, así como
influir en los hallazgos de la exploración física. En concreto, el uso de AINEs puede
disminuir la percepción del dolor, alterar la capacidad de respuesta y contribuir a la
aparición de ciertas patologías abdominales.
 Los síntomas pueden ser más tardíos e inespecíficos que en los pacientes más
jóvenes. Los síntomas típicos de dolor abdominal (náuseas, vómitos o alteraciones
intestinales, fundamentalmente diarrea) no van a presentarse con tanta frecuencia
como en los pacientes jóvenes y, cuando aparecen, lo hacen más tardíamente
 Conviene recordar la posibilidad de que el abdomen agudo se presente con
manifestaciones generales e inespecíficas (deterioro del estado general, cuadro
confusional, caídas, etc.).
 La exploración física puede ser más inespecífica. La hipotermia es cuatro veces
más frecuente en los ancianos acompañando a un proceso intraabdominal.
 Pruebas complementarias. La leucocitosis tiende a ser menor o incluso no
aparecer, con el mismo grado de inflamación. La radiología simple de abdomen
y/o tórax ofrece una menor información que en los adultos (el neumoperitoneo
puede no apreciarse en un 30-35% de los ancianos con perforación de víscera
hueca). La ecografía abdominal es una prueba de imagen muy resolutiva,
especialmente útil en patología biliar, hepática, aórtica y renal.
 Aspectos psicosociales del anciano. En ocasiones la minimización de los síntomas
por parte del anciano que no quiere ocasionar problemas a sus familiares y/o la
consideración por parte de los familiares/profesionales que los síntomas que
presenta son consecuencia normal del envejecimiento (ageísmo) conllevan, en
ocasiones, un retraso en el diagnóstico y una peor evolución clínica del proceso
Anamnesis
Aunque conlleva mayor dificultad que en los pacientes más jóvenes, una historia clínica
ordenada y minuciosa relatada por el paciente o cuidador es un instrumento valioso para
la correcta orientación etiológica y poder así establecer un plan de cuidados correcto.
Antecedentes personales
 Alergias medicamentosas, hábitos tóxicos.
 Patologías conocidas: nos pueden orientar al diagnóstico de sospecha.
 Colelitiasis: colecistitis, colangitis, pancreatitis.
 Diverticulosis: diverticulitis.
 Cirugía abdominal: obstrucción intestinal, vólvulo.
 Hernias: obstrucción intestinal.
 Inmovilidad: pseudoobstrucción intestinal.
 Estreñimiento: vólvulo colónico.
 Patología cardiovascular: IAM, TEP, isquemia mesentérica.
 Consumo de fármacos. Los AINEs y corticoides (acción lesiva sobre la
mucosa gástrica); los corticoides pueden enmascarar la fiebre y los signos
de irritación peritoneal, y los antibióticos pueden haber enfriado procesos
abdominales que seguirán un curso más larvado. Enfermedad actual Hoy
en día se sabe que la administración precoz de analgesia en pacientes con
abdomen agudo facilita la exploración física y no retrasa el diagnóstico.
 Estudio del dolor
 Forma de comienzo: La presentación brusca y repentina es habitual en
casos de perforación de víscera hueca, en embolia mesentérica, crisis
renoureteral, vólvulo, y, sin embargo, en los procesos inflamatorios
(apendicitis, hernia estrangulada, colecistitis) el dolor suele comenzar de
forma progresiva; no obstante, en el paciente geriátrico este patrón de
presentación no es constante.
 Localización del dolor. El dolor vago y difuso en la línea media,
usualmente es de origen visceral. La progresión de este tipo de dolor hacia
una localización precisa sugiere irritación de peritoneo parietal. Una vez
que el dolor se localiza, podemos hacer un diagnóstico diferencial más
preciso basado en los signos implicados en cada región peritoneal (véase
tabla 1).
 Irradiación. Sin embargo, estos datos pueden conducir a error:
 Hacia el hombro (perforación por ulcus o irritación frénica); hacia
la espalda en cinturón (pancreatitis).
 Hacia la zona lumbar y genital (cólico nefrítico).
 Intensidad, ritmo y duración.
 Factores que lo modifican: Los pacientes con peritonitis difusa (irritación
del peritoneo parietal) refieren empeoramiento del dolor con los
movimientos, mejorando cuando están inmóviles o tumbados (ulcus
perforado, apéndice perforado...). Pacientes con obstrucción intestinal
suelen experimentar mejoría de los síntomas después de vomitar.
 Síntomas asociados
 Fiebre y escalofríos.
 Náuseas y vómitos. Presentes en la mayoría de los cuadros con afectación
visceral y temprana en la obstrucción intestinal. En el caso de apendicitis,
cólico biliar o ureteral, son de tipo reflejo comenzando al poco tiempo de
iniciarse el dolor, aunque siempre después de éste. Son de contenido
alimenticio, gástrico o biliar y suelen cesar cuando se vacía el estómago.
Otras veces se producen por un mecanismo inflamatorio (gastroentiritis
aguda, GEA), acompañado de dolor abdominal hasta la resolución del
cuadro. En la obstrucción intestinal nos puede orientar sobre el nivel de
la obstrucción.
 Trastornos del ritmo intestinal:
 Estreñimiento: la ausencia de emisión de gas o heces nos orientará
a la existencia de íleo mecánico o dinámico.
 Diarrea: debemos observar no sólo la consistencia de las heces,
sino también la presencia de productos patológicos (sangre, moco,
pus). Encontraremos diarrea en la isquemia mesentérica,
pseudobstrucción intestinal, GEA y otros procesos inflamatorios.
Un vaciamiento abdominal brusco (vómitos y diarrea
simultáneos) puede estar presente en la embolia de la arteria
mesentérica superior.
 Síntomas genitourinarios: disuria.
 Síntomas constitucionales.
Exploración física
Es asombrosa la escasez de hallazgos físicos que algunas veces pueden estar presentes
incluso en presencia de peritonitis difusa. Este hecho debería tenerse especialmente en
cuenta cuando nos hallamos ante la sospecha de una isquemia mesentérica o de una
obstrucción de intestino delgado (9, 10). En la exploración física deberemos tener en
cuenta:
 Examen sistémico
 Estado general.
 Constantes vitales (TA, FC, Tª, F resp.)
 Grado de hidratación, estado nutricional, coloración de la piel y
mucosas (palidez, ictericia, cianosis). Nos orientarán hacia la
gravedad de la situación.
 Presión arterial disminuida por hipovolemia, taquipnea en relación
a acidosis metabólica, o fibrilación auricular como causa de
embolia mesentérica.
 La ausencia de fiebre y una relativa bradicardia pueden estar
presentes en pacientes con isquemia mesentérica, colecistitis,
obstrucción de intestino delgado, apendicitis... Examen abdominal.
 Inspección.
Se realizará en busca de distensión (apendicitis, diverticulitis, obstrucción intestinal),
peristaltismo visible (obstrucción intestinal), presencia de masas, hernias,
eventraciones, cicatrices, lesiones o erupciones cutáneas, circulación colateral,
contornos asimétricos o movimientos respiratorios restringidos.
 Auscultación.
Previa a la palpación para no alterar la frecuencia de ruidos intestinales. Se valora la
frecuencia y características de los ruidos intestinales. La presencia de ruidos
intestinales «de lucha» (incrementados o con tono agudo de carácter metálico)
sugiere una obstrucción del intestino delgado; sin embargo, su ausencia no debe
excluir este diagnóstico. Puede existir una disminución o abolición del peristaltismo
en caso de peritonitis. Los borborigmos se podrían auscultar en casos de GEA. Se
debe determinar la presencia de soplos vasculares en la línea media cuando exista
aneurisma aórtico.
 Palpación.
Debe ser superficial y profunda, realizarse con extrema suavidad y comenzando
siempre desde las zonas más distales al dolor. El dolor selectivo a la descompresión
abdominal, considerado esencial en el diagnóstico de irritación peritoneal, está
ausente en gran número de ancianos. Un signo más fidedigno para el diagnóstico de
peritonitis es el hallazgo de contractura involuntaria de la pared abdominal. En la
peritonitis generalizada, el dolor es difuso y el abdomen puede estar rígido, con gran
contractura muscular (vientre en tabla). Sin embargo, este dato está ausente en
muchos pacientes mayores. El signo de rebote típico depende de la localización del
proceso y de la integridad del sistema nervioso, así como la velocidad de
instauración. La localización y descripción de masas en los ancianos pueden ser
incluso más fáciles debido a la delgadez de la pared abdominal y a la menor
contractura muscular. Deben explorarse los sacos herniarios de forma sistemática,
así como la presencia o alteración de los pulsos femorales. La palpación de una masa
pulsátil dolorosa debe hacer pensar en un aneurisma de la aorta abdominal.
 Percusión.
Evalúa el tamaño y densidad de los órganos abdominales y detecta la presencia de
liquido, masas o gas. En este último caso se perdería la matidez hepática. Además,
es una buena técnica para evaluar la irritación peritoneal. Una distensión abdominal
timpánica puede hacer pensar en la presencia de obstrucción intestinal o
neumoperitoneo. La matidez suprapúbica, la presencia de globo vesical, y en flancos
de ascitis.
 Examen genital, rectal y pélvico
 Tacto rectal. Prueba imprescindible en la valoración de abdomen agudo.
Debe realizarse después del estudio radiológico. Nos aporta datos acerca
de las características de las heces (melenas, diarrea), la ocupación de la
ampolla rectal (impactación fecal, masas) y la existencia de dolor en las
paredes rectales.
Exámenes Complementarios
 Laboratorio Hemograma
Recuento leucocitario y fórmula. La leucocitosis puede ser menor o no aparecer. La
presencia de anemia nos puede orientar a un sangrado, proceso maligno. La anemia
puede no estar presente si el paciente está severamente deshidratado o estar
sobrevalorada en caso de hemodilución (insuficiencia cardiaca congestiva,
hepatopatía, etc.).
 Bioquímica
 Glucosa, creatinina, urea e iones: nos permiten valorar el estado de
hidratación y la función renal. Una alteración en el cociente urea-
creatinina refleja la deshidratación del paciente.
 Iones (Na, K, Cl): hipo-Cl- hipo-K en pacientes con vómitos y depleción
de volumen grave.
 Perfil hepático, amilasa (no específico de pancreatitis).
 Gasometría venosa
Valora las alteraciones del equilibrio ácido-base (vómitos, diarreas, cetoacidosis
diabética...).
 Coagulación
Ante sospecha de sepsis, hepatopatía y posibilidad de indicación quirúrgica.
 Hemocultivos
 Sedimento de orina
 La hematuria y/o datos compatibles con infección del tracto
urinario orientan el diagnóstico hacia patología urológica.
 Electrocardiograma
Debe realizarse a todo paciente anciano con dolor abdominal de etiología
desconocida. El infarto agudo de miocardio de cara inferior se manifiesta con dolor
en epigastrio. Pueden aparecer cambios en el ECG, asociados a pancreatitis aguda y
shock, así como a alteraciones electrolíticas. La presencia de arritmias tipo fibrilación
auricular puede orientarnos hacia el diagnóstico de abdomen agudo de origen
vascular.
 Pruebas de imagen
 Rx de tórax AP y LAT.
Permite descartar las causas torácicas de dolor abdominal (neumonías basales,
neumotórax, hernias diafragmáticas) y es la más sensible para detectar un
pequeño neumoperitoneo (presencia de aire debajo del diafragma), aunque puede
estar ausente en casi el 35% de las perforaciones de víscera hueca en el anciano.
Valoraremos la existencia de derrame pleural izquierdo en las pancreatitis.
 Rx de abdomen (simple y en bipedestación)
En aquellos pacientes que no puedan mantener bipedestación se realizará en
decúbito lateral izquierdo con rayo horizontal. Especialmente útil ante la
sospecha de perforación y obstrucción. Aporta información acerca de:
distribución y cantidad de gas. En el íleo paralítico se ven múltiples asas
intestinales uniformemente distendí intestino grueso; el diagnóstico diferencial
hay que establecerlo con la obstrucción colónica baja. En el íleo mecánico el
diagnóstico se basa en la demostración de asas llenas de gas o líquido próximas
al punto de la obstrucción con poco o nada de gas en la región distal y
generalmente con múltiples niveles hidroaéreos.
 Ecografía abdominal.
Técnica inocua y de bajo coste. Es rápida, no invasiva y sin contraindicaciones.
Útil en la valoración de hipogastrio, hipocondrio derecho e izquierdo. La
solicitaremos ante la sospecha clínica de:
 Patología hepato-bilo-pancreática: colecistitis, colangitis, dilatación
de vías biliares.
 Masas abdominales inflamatorias: apendicitis, diverticulitis (más
indicada la TAC).
 Abscesos y colecciones intraabdominales.
 Patología genitourinaria: pielonefritis, obstrucción urinaria aguda.
 Disección de aneurisma aórtico.
 TAC abdominal.
Hoy en día se sabe que la TAC es una herramienta de gran valor en la sala de
emergencias para la valoración de los pacientes ancianos con dolor abdominal
agudo y puede influir notoriamente en la toma de decisiones (necesidad de
ingreso, indicación de cirugía, necesidad de antibióticos...).
Puede estar indicada cuando la clínica y las pruebas realizadas dejen dudas sobre
el diagnóstico. Las principales indicaciones de la TAC son:
 Patología aórtica aguda. Aneurisma de aorta abdominal.
 Patología retroperitoneal (hematoma).
 Isquemia mesentérica.
 Pancreatitis aguda grave.
 Abscesos abdominales.
 Procesos inflamatorios intestinales. Es más sensible que la ecografía
en el diagnóstico de apendicitis o diverticulitis.
 Estudios de contraste.
 Enema opaco: para valorar obstrucción de colon.
 Contraste hidrosoluble oral: para valoración de perforaciones o
fístulas.
 Arteriografía.
Su uso ha disminuido por la existencia de la TAC helicoidal. Sus principales
indicaciones son: • Isquemia mesentérica: debe realizarse cuando la sospecha
clínica es alta y la TC helicoidal es negativa. Puede tener fines terapéuticos
cuando la oclusión es de origen embolígeno. • Hemorragia intestinal cuando la
endoscopia es negativa.
 Laparoscopia y/o laparotomía exploradora.
Se valorará la realización en aquellos casos en los que los resultados de las
exploraciones complementarias no sean concluyentes como opción diagnóstica
y terapéutica. Son ya numerosos los estudios que demuestran su rentabilidad
diagnóstica y terapéutica, no siendo necesario un preoperatorio complicado. Se
ha demostrado una reducción de la mortalidad

Tratamiento
Tareas previas a la Asistencia Es tarea del personal de enfermería y auxiliares la correcta
preparación del paciente y los equipos. Estas actividades se realizarán según las
indicaciones del cirujano.
Previa a la llegada del paciente las tareas son:
 Comprobar la realización de la limpieza en quirófano, según protocolo.
 Revisar los equipos.
 Verificar la disponibilidad del material necesario e instrumental.
A la llegada del paciente se realizarán las siguientes tareas:
 Revisión de la Historia Clínica del paciente:
 Confirmar el nombre del paciente y que el tipo de operación coincida con
la reserva de quirófano y con la documentación de prescripción y
autorización Verificar que el consentimiento informado está firmado de
acuerdo con lo definido en la legislación vigente.
 Comprobar la existencia del informe pre-anestésico.
 Revisión por parte de anestesiología del cumplimiento de las medidas
previas obligatorias (ayunas, ausencia de prótesis dental y objetos
metálicos, profilaxis antibiótica si se requiere) - Enfermería asegurara la
preparación del campo quirúrgico, rasurado, según siempre el protocolo
de su área.
Los Anestesiólogos y/o camilleros o enfermeras se encargarán del traslado a quirófano
del paciente desde el área de pre-quirúrgico.
A la llegada del paciente al quirófano el anestesiólogo con la ayuda del cirujano de la
intervención, ayudantes y enfermera circulante procederá: -
 Acomodar al paciente en la cama quirúrgica.
 Poner de forma particular el cuerpo del paciente según el procedimiento
quirúrgico a realizársele siempre vigilante a la protección del cuerpo del paciente.
Asistencia
El procedimiento anestésico, cuando sea requerido, será realizado según las
particularidades del caso y de acuerdo con las necesidades del cirujano de la asistencia.
El control de la anestesia y las medidas oportunas para mantener las constantes vitales del
paciente deberán ser registrados por el Anestesiólogo en el formulario Hoja de Anestesia.
Los participantes en la intervención (médico Anestesiólogo, cirujano de la intervención,
ayudantes) poseerán la titulación requerida paracada tipo de acto. En intervenciones
prolongadas o cuando el tiempo estimado para la intervención quirúrgica exceda al
previsto inicialmente, un miembro del personal de enfermería contactará con los
familiares, a fin de dar una rápida información sobre la marcha de la intervención. Al
finalizar del acto quirúrgico el cirujano de la intervención debe completar la Descripción
Quirúrgica Operatoria e informar al paciente y/o a los familiares del resultado de la misma
 Indicaciones:
 Dolor abdominal con signos de irritación peritoneal
 Hallazgos radiográficos o sonográficos (liquido libre en cavidad reportada
en la sonografía o neumoperitoneo en la radiografía o niveles hidroaereos).
 Descripción del Procedimiento:
 Colocar al paciente en decúbito supino, bajo anestesia general y
tubo endotraqueal.
 Lavar al paciente para luego utilizar la solución antiséptica, la
incisión será realizada en la línea media supra e infra umbilical
según los requerimientos técnicos.
 Una vez en la cavidad abdominal se identificara el lugar donde se
encuentra la causa del abdomen agudo para realización de
diagnóstico y posible tratamiento
 Dependiendo de la causa del problema se procederá a utilizar la
técnica quirúrgica adecuada.
 Se cierra por planos y con puntos de retención a criterio del
cirujano. Tareas Posteriores a la Asistencia Terminada la
intervención quirúrgica, los auxiliares de enfermería, junto con el
personal de limpieza efectuarán la limpieza y desinfección del
quirófano de acuerdo a los protocolos de limpieza aprobados por
el Centro Asistencial. Transfusión sanguínea Cuando la
intervención quirúrgica a la que vaya a ser sometido el paciente o
su estado de salud pre-quirúrgico aconseje la necesidad de prever
una transfusión sanguínea, se tomarán las medidas previas para
garantizar la correcta realización de la misma. Durante la
intervención, el Anestesiólogo valorará el sangrado del enfermo y,
si considera necesario que sea trasfundido, contactará con el
depósito de sangre para que suministren la sangre reservada para
ese enfermo. El personal de enfermería recogerá la sangre y la
entregará al anestesiólogo quien comprobará que el nombre del
paciente y el grupo sanguíneo corresponde al indicado en las bolsas
de sangre. Se iniciará entonces la transfusión, controlada en todo
momento por el anestesista. En el caso de transfusiones no
programadas, el anestesiólogo tomará una muestra de sangre del
paciente, trasladándose ésta al laboratorio para la realización de
pruebas cruzadas. Este contactará al hematólogo para solicitar la
sangre que precise el paciente. Una vez obtenido el resultado de
las pruebas cruzadas y las bolsas de sangre, el anestesiólogo
actuará de acuerdo con lo indicado para transfusiones
programadas. Registro de información El supervisor de Bloque
Quirúrgico, el personal de enfermería y el cirujano registrarán los
datos de la intervención en el S.D. y en los formularios obligatorios
de la H.C.D. del Paciente:
Médicos del área y departamento de enfermería se encargara de:
 Vigilar signos vitales cada hora por las primeras 4 horas, si paciente muestra
estabilidad en signos vitales se procede a tomar vitales cada 4 horas.  Vigilar
drenaje cada 4 horas (si existe)
 Posición semisentada
 Nada vía oral
 Hemograma a las 6 horas de su ingreso si se sospecha apendicitis aguda.
 Soluciones Parenterales tales como:
 Lactato en Ringer - Solución Salino 0.9% - Mixto al 0.9%
 Dextrosa al 5%. (Pacientes HTN no usar salino o mixto, diabéticos debe
de usar Salino y no Dextrosa al 5%).
 Medicamentos Antibióticos tales como:
 Ceftriaxona 1gramo.
 Gentamicina 80mg cada 12horas o 160mg cada 24 horas o
 Amikacina 500mg cada12horas o 1gramo cada 24 horas (como
aminoglucosidos)
 Metronidazol 500mg cada 8horas (cuando intestino está expuesto)
 Clindamicina 600mg cada 8 horas.
 Ciprofloxacina 200mg cada 12 horas para uso IV.
 Protector gástrico tales como:
 Omeprazole o Esomeprazole o Pantoprazole 40mg cada 24 horas.
 Analgésicos:
 Dexketoprofeno 50mg cada 8 horas. 25 mg vía oral.
 Ketorolaco una ampolla 30mg cada 8 horas.
 Nalbufina 10mg subcutáneo o endovenoso e intramuscular cada 6
o 8 horas y SOS.
 Tramadol 100mg subcutáneo cada 8 horas (no exceder 400mg en
adulto)
Bibliografía

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