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INTRODUCCION

En el presente tema vamos a ver el concepto de abdomen agudo ya que existe


una diferencia entre el dolor abdominal es un síntoma inespecífico de muchos
procesos que pueden estar originado por causas intraabdominales,
extraabdominales y por enfermedades sistémicas, mientras que el abdomen
agudo es un síndrome que se caracteriza por dolor abdominal de comienzo brusco
con una importante repercusión del estado general de paciente/cliente., los signos
y síntomas que se presentan cuando un paciente presenta esta patología, los
cuidados de enfermería y la clasificación de los del abdomen agudo.
Abdomen Agudo

Se entiende por abdomen agudo a todo proceso patológico intraabdominal, de


reciente inicio, que cursa con dolor, repercusión sistémica y requiere de un rápido
diagnóstico y tratamiento.

El abdomen agudo puede clasificarse en cinco grupos dependiendo del origen:

 Peritonitico. Se debe a una inflamación del peritoneo (peritonitis) con mucha


frecuencia provocado por la perforación de una víscera hueca. Por ejemplo
apendicitis aguda perforada, colecistititis perforada, diverticulitis perforada y
perforación gástrica.

 Obstructivo. Secundario a una obstrucción intestinal que puede ser de


varios orígenes, por ejemplo la estrangulación de una hernia inguinal o
existencia de un vólvulo intestinal.

 Vascular. La interrupción de la circulación sanguínea a algún órgano del


abdomen puede provocar un fenómeno de isquemia que desencadena el
abdomen agudo. El caso más típico es la isquemia mesentérica que se define
como la interrupción del flujo sanguíneo mesentérico arterial o venoso. Si el
flujo de sangre no se restaura se produce una necrosis intestinal. La isquemia
mesentérica puede producirse por embolia o trombosis de la arteria
mesenterica o por trombosis venosa de la vena mesentérica.

 Traumático. Un traumatismo intenso puede causar hemorragia interna con


afectación del peritoneo o rotura de órganos. La causa suelen ser impactos
directos sobre el abdomen que sobrepasan su capacidad de resistencia y
alteran sus funciones normales. Pueden lesionarse vasos importantes como
la vena cava inferior, la aorta abdominal, la vena porta y la arteria mesentérica,
los órganos más frecuentemente dañados que pueden llegar a desgarrarse o
romperse son el bazo, el riñón y el hígado. Las consecuencias son una
hemorragia interna y un proceso infeccioso que se disemina por el peritoneo
causando peritonitis y en muchas ocasiones sepsis.

 Abdomen agudo mixto. Cuando intervienen varios factores de los


señalados.

En ocasiones se diferencia entre abdomen agudo quirúrgico que precisa


tratamiento mediante cirugía y abdomen agudo médico que no la precisa.

Generalidades
La interpretación de los signos y síntomas de origen abdominal es difícil. Requiere
de conocimientos sólidos y de experiencia. Todo dolor abdominal amerita una
buena historia clínica y una adecuada exploración. La evolución del dolor es un
dato importante y por ello deben evitarse los analgésicos y antibióticos antes de
establecer la conducta a seguir.

El abdomen agudo no siempre es quirúrgico; sin embargo, deben evitarse los


procedimientos diagnósticos prolongados que pueden retrasar la solución
quirúrgica. Hay procesos extraabdominales que pueden simular un abdomen
agudo.

Síntomas

Dolor abdominal: es el síntoma principal. Valorar la forma de inicio (súbita, rápida


o gradual), la localización y la irradiación inicial y a lo largo del tiempo, la duración.
El ritmo del dolor (cólico, continuo, rítmico, intermitente), y factores agravantes o
atenuantes del mismo (tumbado e inmóvil en el caso de irritación peritoneal,
relación con la tos, con la ingesta o mejoría notable después del vómito en casos
de obstrucción intestinal).

Otros síntomas asociados: 1/3 de casos de abdomen agudo presentan formas


clínicas atípicas, con el dolor seguido de otros síntomas asociados.

Fiebre: sugiere etiología infecciosa o inflamatoria.

Vómitos: valorar la frecuencia, secuencia y características del mismo.

Cambios del hábito intestinal: diarrea, estreñimiento, características y contenido de


las heces (rectorragias, melenas, hematoquecia).

Síntomas miccionales (frecuencia, disuria, relación con el dolor). Pueden aparecer


también en el cuadro de apendicitis o diverticulitis próximas al uréter.

Otros síntomas: anorexia sobre todo en peritonitis aguda o apendicitis, presencia o


no de menstruación.

Signos
Signo de Aaron: Dolor o angustia en la región de epigastrio o la precordial, al
presionar el punto de McBurney.

Signo de Bassler: Dolor agudo al presionar el apéndice contra el músculo ilíaco.

Signo de Bastedo: Dolor en la fosa ilíaca derecha al insuflar el colon con aire.

Signo de Blumberg (de Owen): Dolor al descomprimir bruscamente la región


cecal.

Signo de Brittain: Retracción del testículo derecho al palpar el cuadrante inferior


derecho del abdomen.
Signo de Brown (de gravitación): El agravamiento, ya sea en extensión, dolor o
rigidez, del área dolorosa después de 15 a 30 minutos, acostado sobre el lado
sano.

Signo de Lapinsky (de Jaborski, de Meltzer, del psoas): dolor al comprimir el


punto de McBurney con la pierna derecha extendida y elevada. También se
conoce como el dolor en la fosa ilíaca derecha al extender esa pierna con el
paciente acostado sobre el lado izquierdo.

Signo de Lockwood: borborigmos repetidos en la fosa ilíaca derecha comprimida


durante más de 4 minutos.

Signo de Lennander (de Madelung): temperatura rectal elevada 0,50 ºC o más,


con respecto a la axilar.

Signo de Macchiavello: dolor a la palpación en cuadrante inferior derecho con


paciente en decúbito lateral izquierdo en embarazadas desde el segundo trimestre
con apendicitis aguda (desplaza útero a la izquierda y expone estructuras
viscerales).

Signo de Meltzer: dolor al presionar el punto de McBurney con la pierna derecha


extendida y elevada.

Signo de McBurney: presión dolorosa sobre el punto McBurney. Se sitúa a 4 cm


del ombligo en una línea que va de éste a la espina ilíaca anterosuperior.

Signo de Mortola (de Dieulafoy, de hiperalgesia cutánea o reflejo peritoneo-


cutáneo de Morley): aumento de la sensibilidad dolorosa al pellizcar la piel o pasar
el bisel de una aguja por la zona triangular delimitada desde el ombligo a la espina
ilíaca antero-superior derecha y de allí al pubis (triángulo de Livingston).

Signo del psoas: sensibilidad al presionar el músculo psoas derecho.


Cuadro Clínico
Es importante elaborar una historia clínica cuidadosa con un interrogatorio
minucioso de las características del dolor, investigar antecedentes de operaciones
abdominales, úlcera péptica, cólicos biliares, diabetes, enfermedad diverticular,
pancreatitis, alcoholismo, flujo vaginal, dolor intermenstrual, enfermedades
cardiovasculares, alergia o anemia.

Debe insistirse en la evolución del dolor, sus características, su intensidad y


localización. Esto de acuerdo con los conocimientos fisiopatológicos expresados,
ayuda a entender lo que ocurre en el interior del abdomen.

La mayoría de los enfermos con abdomen agudo tienen náusea y vómito en poca
cantidad. El vómito frecuente y más intenso se presenta en la obstrucción
intestinal, su magnitud se correlaciona con la altura de la obstrucción.

1. Dolor repentino agudo insoportable


2. Inicio rápido de dolor grave constante
3. Dolor gradual constante
4. Dolor intermitente, cólico en aumento, con intervalos sin dolor

Cuidados de enfermería

Encamar al enfermo.

Control de constantes.

Dieta absoluta.
Toma de muestra de sangre para analítica.

Petición básica: Hematología y bioquímica elemental.

Si sospecha de pancreatitis: amilasa.

Si sospecha de isquemia mesentérica, obstrucción intestinal, hernia o eventración


incarcerada, sepsis o cualquier otra entidad que impresione de gravedad:

gasometría arterial y venosa. Sí ictericia, coluria, acolia, o hepatopatía: perfil


hepático.

Sí traumatismo, hemorragia digestiva, o tratamiento quirúrgico: piloto para pruebas


cruzadas (salvo apendicitis y hernias).

Establecer vía de perfusión venosa. En enfermos que nos impresionan de


gravedad se aseguran dos vías venosas para reposición hidroelectrolítica.

Posteriormente si es posible se colocará cateter venoso central (tipo DRUM) o


colaborar en coger una vía central tipo subclavia o yugular interna.

Aporte de líquidos para tratar la caída de TA: fisiológica, Ringer lactato, elohes
6%, a veces sangre sin cruzar.

Cuidado con el aporte de líquidos en caso de que se sospeche un aneurisma.

Mejorar la ventilación aportando oxígeno con mascarilla.

Colocar sonda nasogástrica en hemorragia digestiva alta, sospecha de perforación


viscera hueca, pancreatitits obstrucción intestinal.

Sondaje vesical para controlar el ritmo de diuresis en todo enfermo que


consideremos grave (obteniendo además sistemático de orina).

No administrar analgésicos hasta diagnóstico o decisión terapéutica.


Evaluación inicial del paciente

Siempre debemos realizar, de forma sistemática, una serie de pasos:

1. Establecer la gravedad del cuadro y detectar la existencia de shock


(hipovolémico o sépticotóxico) mediante una valoración rápida del paciente: nivel
de conciencia, constantes vitales (PA, FC, FR, diuresis...).

2. Iniciar, en aquellos pacientes que lo precisen, la estabilización hemodinámica,


simultáneamente con la valoración diagnóstica.

 Asegurar al menos una vía venosa para la reposición hidroelectrolítica.


 Administrar oxigenoterapia si precisa.
 Valorar la necesidad de sondaje vesical para controlar el ritmo de diuresis
(y/o muestra para sistomático de orina/urocultivo).

3. Obtener una historia clínica detallada, con las dificultades que ello conlleva en
el paciente anciano, mediante una anamnesis cuidadosa y una exploración clínica
completa, que, junto a los estudios complementarios adecuadamente dirigidos y
valorados, nos ayudarán a emitir una aproximación diagnóstica lo más correcta
posible.

4. La laparotomía o laparoscopia exploradora puede estar indicada incluso en


ausencia de un diagnóstico exacto
Conclusión

La consulta médica por dolor abdominal es un hecho frecuente, en especial en las


unidades de emergencia. Sus causas son múltiples y abarcan desde
enfermedades de escaso riesgo hasta otras muy graves que comprometen la vida
del paciente. El Abdomen Agudo es una situación dramática para el enfermo que
la presenta y para el equipo médico que la afronta. Para éste, porque se siente
gravemente enfermo y para los tratantes porque saben, que de la rapidez y
certeza de sus acciones depende el pronóstico del paciente evitando
complicaciones y eventualmente la muerte.
Anexos

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