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"AÑO DE LA UNIDAD, LA PAZ Y EL DESARROLLO.

"

FACULTAD DE HUMANIDADES

CARRERA PROFESIONAL DE PSICOLOGÍA

CURSO:

Ética en Psicología

TEMA:

Trabajo Final

DOCENTE:

Yesenia Huanca Marcellini

INTEGRANTES

Carrion Pinto, Yessica Nicole

Castillo Quispe, Milagros Yanett

Espinoza Soria, Yomayra Jazmín

Soto Luna, Jhulecssy Sarfaty

Quispe Domínguez, Gabriela Celia

2023
Introducción

Para el desempeño eficaz o correcto del psicólogo es fundamental que el profesional

de la salud mental, no quebrante los códigos éticos y de la deontología, ya que se

espera que sigan un conjunto de principios éticos para asegurar el bienestar y la

confidencialidad de sus pacientes, como también velar por su bienestar, además de

mantener altos estándares profesionales, tal y como lo menciona Bargas (2016) el

código de ética en psicología establece las reglas imperativas de conducta profesional

y estas son aplicadas en los diversos roles del psicólogo, pudiendo variar según su

contexto, no obstante dichas normas no son exhaustivas, por lo que son un marco

referencial. En otras palabras, el código ético del psicólogo instaura cinco principios

fundamentales tales como: respeto a la dignidad de la persona, responsabilidad,

competencia, integridad y confidencialidad. Por otra parte, el objetivo del presente

ensayo es describir un caso real con un problema ético, en donde se busque

diferenciar dos posturas distintas (a favor y en contra) y dar una solución desde el

enfoque ético. Además, se consideró dos importantes modelos teóricos que respaldan

los argumentos, el primero es respeto a la teoría Deontológica, el cual especifica la

importancia de la moralidad de las acciones de sí mismas, en lugar de considerar las

consecuencias o resultados de esas acciones, mientras que la Teleología se refiere a

una perspectiva que resalta la importancia en los objetivos, propósitos o resultados

finales después del accionar del individuo.

Presentación del caso

Una terapeuta que lleva por iniciales J.H, acaba de graduarse y cuenta con un nivel

limitado de experiencia en comparación con otros profesionales en el campo.

Comenzó a trabajar en un consultorio compartido con amigos, después de graduarse.


Fue así, que en unos pocos meses, un joven de nombre Mauricio, llegó a su

consultorio para comenzar un proceso de terapia, él presentaba antecedentes de

ansiedad y depresión. Las sesiones fueron avanzando, la psicóloga empezó a

compartir más detalles sobre su propia vida al paciente, con la intención de “entablar

una relación más cercana”, y así poder ayudarlo. Durante el desarrollo de las sesiones,

le reveló a Mauricio los problemas de sus relaciones pasadas, luchas personales y

detalles íntimos que transgreden la norma ética.

Con el tiempo, la psicóloga desarrolló una relación más allá de lo profesional con

Mauricio. Él comenzaba a comunicarse por teléfono cada vez que salía del trabajo y

le escribía muy frecuentemente. Al comienzo, la psicóloga era consciente de que

había algunos malos actos que iban en contra de lo ético, sin embargo continuó con

los mensajes, evitando salir con él por si alguien cercano los veía.

A medida que avanzaba el tratamiento, la psicóloga manipulaba sutilmente las

emociones de Mauricio para mantenerlo dependiente de ella. Utilizaba tácticas de

manipulación emocional, como el elogio excesivo y la invalidación de sus

sentimientos cuando Mauricio expresaba desacuerdo. De esta manera, la terapeuta

comenzó a alentar una dependencia emocional unilateral, haciendo que Mauricio se

sintiera incapaz de tomar decisiones sin su aprobación, y que siempre la necesitara.

La situación llegó a un punto crítico cuando Mauricio, sintiéndose atrapado en la

dinámica manipuladora, y fue rechazado por la psicóloga al querer entablar una

relación amorosa, decidió hablar con un amigo de confianza sobre la situación. Este

amigo, le sugirió que la relación terapéutica era poco saludable y alentó a Mauricio a

buscar una segunda opinión.


Sin embargo, Mauricio en un afán de no perder la relación con su psicóloga, le

propuso que se encontrarán para que hablaran sobre lo que estaba sucediendo, y le

recalca que no podía seguir adelante sin su ayuda. Además, le dijo que buscaría ayuda

en otro profesional, pero que aún deseaba verla y en el futuro entablar una relación.

Planteamiento y análisis del dilema ético

Postura 1:

La primera postura condena firmemente las acciones de la psicóloga J.H. Estas

acciones van en contra de los principios éticos fundamentales establecidos en el

código de ética de la profesión. El uso de información personal para establecer

conexiones inapropiadas con el paciente, fuera del contexto terapéutico, viola la

confidencialidad y el respeto hacia la privacidad del individuo.

De acuerdo Arch (2013) nos refiere que la teoría deontológica, es el conjunto

de principios y reglas éticas que han de inspirar y guiar la conducta profesional del

psicólogo/a por lo que en el caso incumplen las siguientes reglas:

Violación de la confidencialidad: La terapeuta J.H. ha violado el principio

fundamental de confidencialidad al utilizar información personal de los pacientes para

manipular situaciones externas. Esta acción va en contra de la obligación ética de

proteger la privacidad y la confidencialidad de la información obtenida durante el

proceso terapéutico.

Respeto a la autonomía del paciente: La manipulación de las emociones de

Mauricio y la creación de una dependencia emocional unilateral van en contra del

principio de respeto a la autonomía del paciente. La ética deontológica establece que

los psicólogos deben fomentar la capacidad de toma de decisiones independientes y

no manipular o controlar emocionalmente a los pacientes.


Por otra parte Greenwood (2011) indica que la teleología es el análisis de los

propósitos o de los objetivos que persigue un ser o un objeto por lo cual las

señalaremos de acuerdo al caso.

Consecuencias perjudiciales: Desde una perspectiva teleológica, las acciones

de la terapeuta J.H. tendrían consecuencias negativas. La manipulación emocional y

establecimiento de relaciones poco saludables podría llevar a consecuencias

perjudiciales en la salud mental de Mauricio y otros pacientes. Además, estas acciones

socavan la confianza en la profesión de psicología y podrían dañar la reputación de la

terapia en general.

Falta de beneficencia: La falta de beneficencia, es decir, la ausencia de

acciones beneficiosas para el paciente, es evidente en este caso. En lugar de trabajar

en beneficio del bienestar del paciente, las acciones de J.H. se centran en satisfacer

sus propias necesidades emocionales, lo que conlleva un perjuicio para Mauricio y su

proceso terapéutico.

Por consiguiente, desde una perspectiva deontológica, se rompen los

principios fundamentales de confidencialidad y respeto a la autonomía del paciente.

Desde una perspectiva teleológica, las acciones de la terapeuta carecen de

beneficencia y tienen el potencial de causar daño en lugar de promover el bienestar

del paciente, lo que va en contra de los objetivos éticos de la profesión de psicología.

Postura 2

Si bien es cierto, la conducta de la psicóloga J.H es cuestionable desde el punto de

vista ético, se podría argumentar a favor considerando el nivel limitado de experiencia

que tiene, lo cual la ha llevado a no saber cómo actuar o reaccionar ante las

situaciones que se ha suscitado.


Desde la normativa ético legal no hay ningún aval fuerte para justificar su conducta,

pero si partimos de los moral, se podría justificar que al compartir sus vivencias

personales quiso que su paciente tomara consciencia y mejore, algunos terapeutas lo

utilizan para que sus pacientes vean que el terapeuta es un ser humanos como el y si

ellos pudieron él también lo hará si desea y pone de su parte. Pero en este caso, al ser

novata lo direccionó mal y esto ocasionó serios conflictos, tanto para ella, como para

su paciente.

Asimismo, se destaca la intención beneficente de establecer una conexión con su

paciente, esta acción se realiza por todos los psicólogos con el fin de establecer un

buen rapport, el cual genera que el paciente se abra con su terapeuta, el cual es

beneficioso al momento de recabar información como en el desarrollo de la terapia

como tal. Ya que, aunque sus métodos fueron incorrectos, la psicóloga expresó la

intención de establecer una conexión más cercana con el paciente con la finalidad de

ayudarlo. Desde un punto de vista ético, la intención beneficente de brindar apoyo

emocional, puede ser vista como un elemento atenuante, particularmente cuando no

hay una intención maliciosa deliberada.

Otra acción que es importante rescatar es el reconocimiento y evitación de

comportamientos inapropiados. Debido a que, la psicóloga demostró cierto grado de

conciencia al reconocer que algunas de sus acciones iban en contra de las normas

éticas y decidió rechazar una relación con su paciente. Ante esto APA (2010) en el

Principio A: Beneficencia y no maleficencia, menciona que los psicólogos se

esfuerzan por hacer el bien a aquellos con quienes interactúan profesionalmente. Sin

embargo, cuando aparecen conflictos entre las obligaciones o intereses de los


psicólogos, intentan resolverlos de una manera responsable que evite o en este caso

que minimice el daño.

En síntesis, la postura ética a favor de la psicóloga se basa en la consideración de su

inexperiencia, su intención benevolente y su disposición a reconocer y abordar los

problemas éticos. La atención se centra en proporcionar las herramientas y la

orientación necesarias para que pueda aprender de la situación y mejorar su práctica

profesional en el futuro.

Propuesta de solución:

Para este caso se plantearán una soluciones presuntivas siguiendo los normamentos

éticos y de deontología de acuerdo a la disyuntiva del caso desarrollado.

Lo primero o primordial que se debe dar es erradicar la comunicación entre el

paciente y la psicóloga, no antes ella disculparse por su inadecuado accionar. Debido a

que, la psicóloga debe reflexionar sobre sus propias acciones y reconocer los errores

éticos cometidos. porque la autoevaluación es esencial para el crecimiento profesional

y la mejora contínua. Del mismo modo, la psicóloga debe aceptar las posibles

consecuencias de sus acciones y estar dispuesta a enfrentar cualquier revisión ética

por parte de los profesionales correspondientes.

Seguido a ello, se debe proceder a derivar al paciente con un psicólogo especialista y

bien preparado (con experiencia) para que pueda tratarlo y asegurarse que continúe

recibiendo el apoyo necesario de manera ética y profesional, minimizando la

posibilidad de sesgo o conflicto de intereses.

Asimismo es indispensable que la psicóloga deba priorizar y cuidar su bienestar

emocional al buscar apoyo y optar por una asesoría de parte del colegio de psicólogos,
esto deberá, derivarla a un especialista en códigos éticos y de la deontología. Es

necesario hacer mayor énfasis en la terapia personal para procesar, tener un dominio

adecuado de sus sentimientos y mantener los límites éticos y claros con respecto a la

relación psicólogo - paciente.

Además, se podría sugerir que la psicóloga practique o participe de manera obligatoria

en programas de formación de ética, ya que en este se enseña no solo lo que decía el

código ético, sino que, se le enseñará a cómo abordar y actuar ante situaciones

difíciles. Ya que, a ella acudirán diferentes tipos de personas, y se le puede presentar

dilemas éticos, esos casos son bien controversiales de tratar, pero en este curso de

formación de ética, tendrá las herramientas adecuadas para poder sobresalir de ellas.

Por tanto, todo las actividades que debe realizar la psicóloga para su mejoraría a nivel

personal como profesional se debe dar mediante la suspensión de su labor como

psicóloga, hasta que la evalúen y pruebe que ya está apta para volver a reinsertarse y

generar una adecuada intervención a favor del bienestar de las personas como de la

sociedad. Con ello se busca prevenir futuros acontecimientos que dañen la salud

mental de los pacientes, de la imagen o el prestigio de sus colegas y del colegio de

psicólogos.

Conclusiones

Todos los psicólogos son conscientes de los códigos éticos y de la deontología, esto

quiere decir que, independientemente de la especialidad en la que se desarrollen no

pueden dañar o perjudicar de ninguna manera a la persona (nivel personal, familiar

y/o social) o a la sociedad. Además, la ética estará presente en la vida diaria del

psicólogo, es decir en sus quehaceres. Sin embargo, existen disruptivas que generan

conflictos éticos, dónde se ve contrapuesta lo moral de lo ético, lo cual genera


controversia en cuanto a los intereses de las personas al momento de plantear una

solución.

En el desarrollo de este informe se han descrito dos casos, de los cuales se ha

realizado un análisis crítico según los códigos éticos y la deontología, también se

realizó una propuesta de solución.

En primer lugar, tenemos que el accionar de la psicóloga fue contraproducente con

respecto a su profesión, ya que comete muchas faltas al código de ética, sus conductas

no solo denigra su calidad como profesional, sino que, también mancha la reputación

de todos sus colegas psicólogos. De acuerdo a lo mencionado, la psicóloga cometió

violación de la confidencialidad, no respetó la autonomía del paciente y faltó a la

beneficencia. En consecuencia, la psicóloga no respetó el código ético y la

deontología, ya que realizó manipulación emocional haciendo a su paciente

dependiente de ella y estableció relaciones poco saludables y perjudiciales para la

salud mental de su parientes como de otros a su cargo.

En segundo lugar, se presenta en defensa de la psicóloga, esto se basa en su

inexperiencia y debido a ello no digirió bien su accionar en ayuda del paciente, sino

que la situación se malversó ocasionando daños en la salud mental de su paciente. No

obstante, la intención beneficente de la psicóloga al querer establecer una conexión

con su paciente no es acto fatídico, pues es propio del rapport que la mayoría de los

psicólogos usan para crear un ambiente de confianza y seguridad para los pacientes.

Asimismo, desde el punto ético la intención beneficente de brindar apoyo emocional,

puede ser vista como un elemento atenuante, particularmente cuando no hay una

intención maliciosa deliberada, pues con ella solo se desea ayudar y contribuir al

bienestar del paciente. En resumen, la psicóloga demostró grado de conciencia al


reconocer que algunas de sus acciones iban en contra de las normas éticas y decidió

rechazar una relación con su paciente, ello se evidenció al no reunirse con él y la

evitación de cualquier comportamiento inapropiado por parte del paciente.

Por último, se plantea una relación cordial, de empatía y de respeto con el paciente, ya

que esto ayuda a generar una buena intervención. Sin embargo, no se debe pasar esa

línea profesional, pues está estipulado el código ético que no se puede tener ningún

vínculo afectivo con los pacientes, esto se aplica tanto dentro como fuera del

establecimiento donde se realiza las sesiones, pues los psicólogo no pueden tratar a un

familiar o amigo, en esos casos se derivan, ya que no se podría ser objetivo o neutral

al realizar los procedimientos por qué existen sentimientos, emociones, prejuicios

involucrados.

Además, según el caso propuesto, se tendría que separar a la psicología de su labor y

darle asesoría con respeto al marco ético, asistencia a terapia y un curso de formación

ética, para pueda sobrellevar a sus futuros pacientes de la forma debida, si bien

cometió un error es por su inexperiencia, cosa que no es aceptable, pero está a tiempo

de corregirse y poder ejercer de forma adecuada y saludable su profesión. Para ello, se

ha recomendado un monitoreo de como va evolucionado y los encargados de ello

sería el colegio de psicólogos, ya que como se mencionó antes, no solo queda mal la

imagen de ella como profesional sino de su institución. Además, se debe cortar

comunicación de ambos lados, del paciente con la psicóloga y viceversa, y derivarlo

con otro especialista para que pueda ayudarlo de manera eficiente y eficaz. Con este

postulado de solución, se considera que sería beneficioso para todos, tanto para el

prestigio del colegio de psicólogos, la imagen de la psicóloga y de la salud del

paciente.
● Bibliografía:

American Psychological Association (2010). Principios Éticos de los Psicólogos y Código de

Conducta. https://ibiseducacion.org/IMG/pdf/APA2003_capacitacion.pdf

Arch, M., Cartil, C., Solé, P., Lerroux, V., Calderer, N., & Pérez-González, A. (2013).

Deontología profesional en psicología: Estudio descriptivo de las denuncias atendidas

por la Comisión Deontológica del COPC. Papeles del psicólogo, 34(3), 182-189.

https://www.redalyc.org/pdf/778/77828443003.pdf

Greenwood, J. D. (2011). Historia de la psicología: un enfoque conceptual. NA.

https://1library.co/document/zxxl8mdz-historia-de-la-psicologia-un-enfoque-conceptu

al-greenwood.html

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