Está en la página 1de 10

APRENDE A DECRETAR TUS

PENSAMIENTOS
Tienes el poder de decretar
pensamientos positivos o negativos,
por eso es importante conocer el
control de las afirmaciones
positivas.

Estas, pueden motivarte, mejorar tu estado de ánimo y ayudarte a


alcanzar tus metas.

El pensamiento positivo, bien gestionado, nos hace má s resistentes a algunos

trastornos del estado de á nimo. La depresió n tiene muchas causas. Sin

embargo, los pensamientos de baja autoestima, de no ser dignos o de no ser lo

suficientemente buenos, juegan un papel importante en los procesos


depresivos. Con las afirmaciones positivas, puedes cambiar tu proceso de

pensamiento y hacer que este juegue a tu favor, y no en contra.

Una afirmació n, por norma, es una declaració n confiada de una verdad

percibida. Lo cierto es que la repetición de este tipo de verdades, en forma de

afirmaciones positivas, ha ayudado a miles de personas a realizar cambios


significativos en sus vidas. Sin embargo, los efectos no son para todos los

mismos. Así, ¿por qué una persona puede beneficiarse de un diá logo interno

plagado de afirmaciones positivas mientras que otra no obtiene ningú n

resultado al poner en marcha esta misma estrategia?


Los beneficios de las afirmaciones
positivas

Una afirmación puede funcionar porque tiene la capacidad de motivar,

ilusionar e incluso de programar a nuestra mente para que trabaje en base a


una idea determinada. Nos ayuda a transformar el diá logo interno para que sea

má s positivo y empoderante, de forma que adoptamos una mejor disposició n

en el día a día. 

Pueden mejorar nuestro estado de ánimo y ayudarnos a afrontar las


adversidades con fortaleza, confianza y resiliencia.

Sin embargo, es importante no caer en un positivismo tóxico que nos obligue a

encontrarnos perpetuamente felices. Hemos de permitirnos sentir la tristeza y

la frustració n y no sentirnos culpables si no logramos los resultados esperados.

Recuerda que se trata solo de una ayuda en el proceso.

“Una afirmación es realmente todo lo que dices o piensas. Mucho de lo que

normalmente decimos y pensamos es bastante negativo y no crea buenas

experiencias para nosotros. Tenemos que reeducar nuestro pensamiento y hablar

en patrones positivos si queremos cambiar nuestras vidas”.

-Louise Hay-

Si una creencia negativa está profundamente arraigada en nuestra mente

inconsciente tiene la capacidad de anular una afirmación positiva, muchas en

realidad. Incluso aunque no seamos conscientes de ello. Esta es la razó n por la


cual para muchas personas las afirmaciones no parecen funcionar, ya que sus

patrones de pensamiento negativo son tan fuertes que chocan incluso con

aquello positivo que les sucede: lo anulan en el bagaje emocional.

La buena noticia es que podemos conseguir que las afirmaciones positivas

funcionen y que triunfen sobre el pensamiento negativo. Para ello, les propongo

los siguientes pasos:

 Haz una lista de lo que siempre has pensado que son tus cualidades
negativas. Incluye cualquier crítica que otros hayan hecho de ti y que hayas
retenido. No juzgues si esto es o no es cierto. Todos tenemos defectos, y eso
es lo que nos hace humanos. Simplemente toma nota de todo lo que se te
ocurra y buscan tema en común, “soy indigno” o lo que te parezca a
ti.  Cuando escribas la creencia recurrente, fíjate si te estás agarrando a ella
en cualquier parte de tu cuerpo. Por ejemplo, ¿sientes opresión o temor en tu
corazón o estómago?

 Escribe una afirmación sobre el aspecto positivo de tu auto-juicio.


Puedes incluso utilizar sinónimos para encontrar palabras más poderosas
para reforzar esta declaración. Por ejemplo, en lugar de decir: “Soy digno”,
podrías decir: “Soy notable y apreciado”. Después de haber escrito tu
afirmación, pide a alguien de confianza que la lea para ver si tienen alguna
sugerencia para hacerlo más fuerte. Ten en cuenta que la afirmación debe ser
corta y concisa.

 Recita la afirmación positiva en voz alta durante unos cinco minutos,


tres veces al día, por la mañana, a mediodía y por la noche. Un momento
ideal para hacer esto es cuando te estás arreglándote frente al espejo, así
puedes mirarte mientras repites la afirmación positiva. Otra opción que
ayuda a reforzar la nueva creencia es escribir la afirmación varias veces en
un cuaderno. Observa si lo que escribes cambia tu estilo de escritura con el
tiempo. Esto podría ser una pista de cómo tu mente percibe el nuevo
concepto.

 Ancla la afirmación positiva a tu cuerpo mientras lo repites colocando


tu mano en el área que sentiste molesta cuando escribiste la creencia
negativa en el paso uno. También “respira” en la afirmación mientras la
dices o la escribes. Al re-programar tu mente, quieres darle realidad a la
afirmación.

 Haz que alguien de confianza repita tu afirmación. Si no encuentras a


alguien con quien te sientas cómodo, utiliza tu reflejo en el espejo para hacer
la función de persona que refuerce el mensaje saludable.

 Puedes potenciar el poder de las afirmaciones positivas si las acompañas de


un ejercicio de visualización creativa en el que veas tus metas cumplidas.

Identifica tus afirmaciones negativas


con la meditación

Las afirmaciones pueden ser una herramienta poderosa para ayudarte a

cambiar tu estado de ánimo y ser el punto de apoyo sobre el que giren los

cambios que quieras hacer. Ademá s, ten en cuenta que funcionan mejor si

primero, en caso de existir, se identifica la creencia insana que se opone.

La meditación de atención plena es un método muy efectivo para ayudarte a

descubrir los patrones de pensamiento inconsciente. Ademá s, te permite


categorizarlos, identificando lo que es saludable y lo que no te beneficia. Con la

prá ctica de la atenció n plena no buscamos un cambio de manera directa. Lo

que pretendemos es encontrar el poder y la capacidad para, primero, aceptar

lo que somos, para luego cambiar y encaminarnos hacia lo que es posible.   

Cómo alejar los pensamientos


negativos para reducir la
ansiedad

Son los pensamientos distorsionados, y no los realistas, los que dan origen a la
ansiedad. ¿Me estaré volviendo loca o loco? ¿Y si tengo una enfermedad
extraña? ¿Y si ocurre algo malo? ¿Qué hubiera pasado si…?

Tener pensamientos de este tipo le ocurre a más gente de la que te imaginas,


lo que pasa que no es algo que se suela contar porque generalmente estas ideas
recurrentes paralizan mucho a la persona que las sufre, le provocan
vergüenza y le cuesta comprender porque las tiene.

Aunque hay muchos tipos de pensamientos distorsionados (no realistas),


algunos de los que más predominan entre las personas que tienen ansiedad son
los siguientes:
 Enloquecer y perder el control.
 Tener una enfermedad mortal o rara.
 Hacer daño a alguien.
 Culpabilidad o vergüenza por algo que se ha hecho o se ha dejado de hacer.
 Anticipar situaciones futuras que resultan problemáticas o que pueden ir mal.
 No reconocerse y dudar de uno/a mismo/a.
 Miedo a que ocurra alguna desgracia, etc…
Muchas veces nos insistimos a nosotros mismos en que no debemos
pensar acerca de estos pensamientos, que nos tenemos que esforzar porque
desaparezcan. ¡Esto es una trampa!

Cuanto más nos esforzamos en que esas ideas desaparezcan, menos lo


conseguiremos porque el cerebro humano es muy complejo y no podemos
coger un recuerdo o un pensamiento y borrarlo sin más. Está demostrado que
cualquier cosa a la que intentes resistirte mentalmente, se hará más
persistente. Por tanto, cuanto más intentes hacer que desaparezca, más
recurrente, más intenso y más frecuente se hará.

Cuando aparezcan esos pensamientos negativos y obsesivos, lo primero que


hay que hacer es dejarlos estar y partir de la base de que no nos van a hacer
ningún daño. Simplemente sabes que son desagradables pero también sabes
que no te van a herir y que lo que estás pensando es de carácter irracional, que
no tiene que ver con la realidad ni va a ocurrir. Todo se queda en el susto
que te produce ese pensamiento, pero debes partir de la base de que además de
desagradable es totalmente inofensivo. Es decir, tienes que tener la certeza de
que puedes seguir haciendo tu vida con total normalidad.

En el momento en que rompas tu rutina porque han aparecido esos


pensamientos, te estarás sugestionando todavía más con ellos y serán más
persistentes. Una de las cosas que podemos hacer es cambiar nuestro
dialogo interno, esto es, el discurso que mantienes contigo misma cuando
aparecen esos pensamientos desagradables. En vez de dejar que cada vez
vayan ganando más terreno y alimentarlos pensando en todas las posibles
desgracias que pueden ocurrir en un futuro, prueba a utilizar estas otras
técnicas.

Comprobar los hechos


Cuando tengas un pensamiento negativo pregúntate si existe alguna manera de
comprobar si es realmente verídico. «¿Qué datos reales apoyan mi forma de
pensar?» En vez de asumir la veracidad de nuestros pensamientos negativos,
hay que comprobar la exactitud de los hechos fijándonos en lo objetivo.

Ejemplo. Antes de ir al cine piensas: «¿Y si me da un ataque de ansiedad


allí?». En vez de alimentar ese pensamiento, diciéndote a ti misma «¿cómo
me verán los demás si me da un ataque allí?», «¿y si llego a perder el
control»?, etc. Trata de modificar tu autodiálogo y comprobar si tu
pensamiento de «¿y si me da un ataque de ansiedad allí?» es real diciéndote a
ti misma:

– «Si en otros momentos no me ha ocurrido nada en esta situación, ¿por qué


me iba a ocurrir hoy?»

– «¿Es una situación en la que debo de tener miedo?», «¿existe algún peligro


real?»

– «Aunque me produce cierta ansiedad hacer esto, soy capaz de hacerlo y no
voy a dejar que mi ansiedad me paralice y me limite en mi día a
día porque la ansiedad no son más que pensamientos desagradables y
molestos pero realmente no va a ocurrir nada de lo que estoy pensando».

El método del doble nivel de exigencia / cambio de


perspectiva
Cuando se te pase un pensamiento negativo y critico por la cabeza, puedes
preguntarte a ti misma: «¿Le diría esto mismo a una amiga íntima, parecida a
mí, que tuviera un problema similar?»
Solemos ser mucho más exigentes con nosotras mismas que con los demás.
Cuando cometemos un error o no alcanzamos algún objetivo, «¿qué mensaje
nos solemos transmitir?»

– « ¡Soy una idiota rematada! No sé lo que estoy haciendo. ¡Voy de


fracaso en fracaso!» ¿Le diríamos lo mismo a una amiga que comete el
mismo error? ¡NO! Seguramente intentaremos darle ánimos. ¿Por qué no nos
apoyamos a nosotras mismas de la misma manera?

– Puede que digamos «porque me exijo más»

– ¿Por qué te exiges más?

– «Porque quiero hacerlo lo mejor posible»

Resumiendo, nos fustigamos a nosotras mismas para esforzarnos al máximo


y rendir al tope de nuestras posibilidades. Me imagino que también te gustaría
que tu amiga hiciera las cosas lo mejor posible. ¿Cómo es que no le dices
«¡Eres una estúpida, nunca harás nada bien!»? La respuesta es porque estos
mensajes tan descalificadores son completamente irrealistas y no ayudarán
a nuestra amiga a prosperar. Solo conseguirán que se sienta con ganas de
renunciar a todo. ¡Este tipo de mensajes tampoco te ayudan a ti! Por ejemplo,
tengo miedo a subir en un ascensor con gente y me digo a mi
misma: «¡Seguro que me va a dar un ataque de ansiedad y voy a hacer el
ridículo delante de los demás! La voy a liar». Posiblemente me vaya
transmitiendo este mensaje cada vez que subo con alguna persona en el
ascensor. Estos pensamientos me pondrán mucho más nerviosa y
aumentarán mi miedo. Cuando detectes estas inseguridades, piensa que le
dirías a una amiga que está preocupada por si le da un ataque de ansiedad en
el ascensor cuando sube con más personas: «No va a pasar nada. Son miedos
propios de tu ansiedad pero no se van a hacer reales. Es mejor que te
enfrentes a ellos y compruebes por ti misma que no ocurre nada. Mucha gente
sube a diario en ascensores y no pasa nada. Estate tranquila» Intenta
transmitirte a ti misma los mismos mensajes de ánimo que le darías a un
amigo. Este tipo de palabras en positivo tranquilizan más.

Imaginar cosas positivas


Sustituir las fantasías que te generan ansiedad (como el miedo a sufrir una
crisis nerviosa o a perder el control) por imágenes placidas y
tranquilizadoras. Por ejemplo, puedes imaginarte bañándote en la playa o
paseando por un sitio que te gusta mientras te transmites mensajes
tranquilizadores y de confianza.

"Decreta y se te dará", ¿es cierto?


 

¿Has escuchado la siguiente frase?: “decrétalo para que se te cumpla” o cuando alguien
hace un comentario negativo suele decir: “lo cancelo”. Estas son frases que parecen
dejar la responsabilidad de que las cosas sucedan al destino.
Erróneamente creemos que con sólo desear las cosas se van a lograr y que eso es la ley
de la atracción; sin embargo, esto no es cierto. Lo que esta ley propone es pensar
positivo y actuar proactivamente para lograr tus metas, más que dejar todo al destino.
La ley de la atracción fue popularizada por un libro llamado “El secreto” de Rhonda
Byrne por afirmar los siguientes puntos:  

Lo similar, atrae lo similar

Este pensamiento propone que los iguales se atraen y los opuestos se rechazan. Es


decir, si tienes pensamientos positivos vas a sentirte bien, luego eso será lo que
proyectes a los demás y finalmente tu entorno responderá de una forma positiva
también.
Por el contrario, si tienes pensamientos y actitudes negativas ante las situaciones de la
vida, obtendrás resultados negativos.

La actitud positiva lo es todo


Al estudiar la amígdala, parte del cerebro que se encarga de controlar las emociones, los
neurólogos han descubierto que si una persona siente miedo o ansiedad, transmite estas
mismas emociones en quienes lo rodean.  
Por ello, mantener una actitud positiva ayuda a relacionarte mejor con tu entorno y
facilita las cosas para alcanzar tus metas.

Cambiar las creencias


Las creencias limitantes son aquellos pensamientos negativos sobre la realidad, lo que
impide a las personas crecer, desarrollarse y alcanzar sus metas. Quienes tienen este tipo
de creencias se convencen a sí mismos de que la realidad es como ellos la ven, aunque
no sea así.
Los médicos genetistas indican que parte de estas creencias se heredan, pero que es
posible cambiarlas y aprender otras nuevas. Estudios recientes han comprobado que el
cerebro tiene una alta plasticidad, lo que significa que puede moldearse y modificar
las conexiones entre las neuronas y, así, cambiar creencias que se tienen.

Pensamiento constructivo y repetitivo


Un artículo sobre este tipo de pensamiento, elaborado por la Universidad de Exeter,
señala que las personas que reafirman tener las capacidades necesarias, tienen mayor
probabilidad de conseguir resultados favorables. 

En conclusión
Si tus acciones son acompañadas por pensamientos y sentimientos positivos, estos te
ayudarán a obtener los resultados esperados, o al menos lo facilitarán y te darán
seguridad en el proceso para conseguir resultados constructivos.
Los logros y éxitos que “atraes” a tu vida no se dan de la nada, tienes que modificar tu
pensamiento y actitud, sin olvidar que nunca tienes que dejar de trabajar para lograr tus
metas. 

También podría gustarte