Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
NOMBRES Y APELLIDOS:
MATRICULA:
2021-00042
TEMA:
IV
LA REPRESENTACIÓN Y SUS EFECTOS
FACILITADORA:
PROF. ELIZABETH TEJADA
FECHA:
5/03/2023
SEMANA 4
REPRESENTACIÓN
TEMAS A INVESTIGAR
- Efectos de la Representación
- Requisitos de la Representación
- Poder de Representación
- Representación Forzosa
- Representación Voluntaria o Convencional
- Poder General y Poder Especial
- El Contrato Consigo Mismo
- Vicios del Consentimiento
- Ámbito del Error como Vicio del Conocimiento
- Requisitos de la Lesión
- Prueba de Lesión
- Efectos de la Lesión
- Convenciones Relativas a la Lesión
INTRODUCCIÓN
Sus efectos
La representación es una situación en la que una persona, realiza una actuación
jurídica por cuenta y en nombre de otra, de tal forma que los efectos jurídicos de la
operación realizada, recaen directamente en el representado, de igual manera que si éste
hubiera actuado personalmente. Comprende toda clase de actos jurídicos y es aplicable
a todas las disciplinas jurídicas. No se establecen reglas generales sobre qué actos
admiten la representación, pero del articulado del Código Civil se extrae que en los
actos patrimoniales entre vivos generalmente es admitida, y prohibida en los negocios
patrimoniales mortis causa y los pertenecientes al derecho personal y familiar.
Dentro de sus efectos, podemos encontrar las siguientes utilidades que contiene
la representación:
Hace posible que actúen en la vida jurídica quienes carecen de capacidad para
ello (incapaces absolutos e incapaces relativos).
Evita que una persona tenga que trasladarse de un lugar a otro para actuar en la
vida jurídica.
Requisitos de la Representación
La representación implica la sustitución de la voluntad de una persona por otra
en la constitución o formación de un negocio jurídico, actuando el representante dentro
de las facultades conferidas. En consecuencia, se ha de dar el concurso de las siguientes
condiciones:
Poder de Representación
Partiendo de que el poder de representación no es más que la Facultad otorgada
a un representante, generalmente en un documento notarial, para que actúe en el área
jurídica del representado. El que otorga los poderes es el poderdante, y el representante,
como destinatario del poder concedido, es el apoderado.
Los dominicanos y extranjeros que requieran que otra persona (apoderado) actúe
en su nombre en la República Dominicana u otro país, a fin de poder realizar diligencias
como si fuera el poderdante, puede acudir a las oficinas consulares dominicanas, para
que le redacte un acto notarial.
Este proceso en nuestro país tiene una serie de requisitos que especificaré a
continuación para su validez:
Ese poder puede ser oral o escrito, y aún tácito según el art. 2149 C.C., el poder
no tiene formalidades. Algunos autores al hablar de que el poder puede ser general o
especial, dicen que el general es el que faculta para realizar actos de conservación y
administración; y el especial es para los actos de disposición y enajenación; pero estos
conceptos no son uniformes, puesto que se consideran de acuerdo a la calidad del
administrador y del patrimonio con que se relacionen.
Los poderes notariales son documentos que se otorgan cuando, por una u otra
razón, la persona que debe realizar el o los trámites, no puede asistir personalmente.
Así, se debe designar a otra persona en su lugar, de manera que la falta de su presencia
no sea un obstáculo para la gestión.
De esta forma, se entiende que este tipo de documentos permiten a una persona
natural o jurídica (poderdante), mediante la autorización de un notario, designar a otra
(apoderado) como su representante a nivel legal. Así, dependiendo del tipo de poder, el
representante podrá participar en ciertos actos jurídicos. Algunos casos que llevan a una
persona a otorgar un poder son:
A su vez, no existe una sola forma de elaborar un poder notarial, ya que este
debe adaptarse a cada situación particular. Sin embargo, en los sitios web de algunas
notarías colombianas se pueden encontrar formatos que sirven de orientación para el
público para los casos más comunes. Hay algunos elementos básicos que deben estar
presentes en todos los poderes notariales. Estos son:
Representación Forzosa
La representación legal, siendo esta también la representación forzosa, es la
facultad otorgada por la ley a una persona para obrar en nombre de otra, recayendo en
esta los efectos de tales actos. El ejercicio de esa representación puede ser obligatorio
para el representante.
General:
Un poder general, según el artículo 2156 del Código Civil Colombiano, es aquel
que se concede para la representación de todos los negocios. Por ejemplo: una persona
concede poder general para que otra persona asuma la representación judicial de todos
los asuntos jurídicos de su empresa. Este debe otorgarse mediante escritura pública.
Especial:
El poder especial es aquel que se confiere para la representación de uno o varios
negocios en específico. Debe estar bien delimitado, indicando de manera puntual los
asuntos sobre los que se va a conceder poder. El poder especial puede ser otorgado
mediante documento privado. En una notaría, ante el juez de manera verbal en
audiencia, mediante diligencia o memorial dirigido al juez.
El apoderado podrá formular todas las pretensiones que estime conveniente para
beneficio del poderdante. También podrá recibir la notificación del auto admisorio de la
demanda o del mandamiento ejecutivo, prestar juramento estimatorio y confesar
espontáneamente. El poder también habilita al apoderado para reconvenir y representar
al poderdante en todo lo relacionado con la reconvención y la intervención de otras
partes o de terceros.
Por su parte, para que el auto contrato se repute prohibido han de reunirse los
siguientes requisitos:
Que entre esos patrimonios puestos en relación exista o pueda existir conflicto
de intereses, es decir, que la satisfacción de los intereses de una de las partes suponga
causar un daño o perjuicio a la otra parte.
La auto contratación o contrato consigo mismo tiene lugar cuando una sola
persona, que concentra la representación o poder de disposición de dos patrimonios,
pone a éstos, a virtud de una sola declaración de voluntad, en una relación de
obligación. En tal caso, en tesis general, se puede reconocer su posibilidad, siempre que
no haya conflicto de intereses entre los dos patrimonios relacionados, pues de existir esa
oposición, se hace, lógicamente, precisa la intervención de otra voluntad.
El caso más sencillo es aquel en que una persona confiere Poder a otra para
enajenar un inmueble y ese apoderado, actuando en el doble concepto (como
representante del poderdante y en nombre propio) adquiere para sí el inmueble.
Los vicios del consentimiento aluden a todo hecho o actitud con la que se ahoga
la plena libertad o conocimiento con que ha de llevarse a cabo una declaración. Los
vicios del consentimiento son aquellos que causan la anulabilidad del contrato, o incluso
una nulidad según la doctrina.
Los agentes que protagonizan los vicios del consentimiento son el error, el dolo,
la violencia y la intimidación, pues representan una falta de conocimiento para la
voluntad del individuo (en los dos primeros casos) o una carencia de libertad para lo que
la persona desea (en los dos últimos casos).
*El más común es el vicio por error en el consentimiento: aquellos casos en los
que el cliente acepta una oferta de contratación en la creencia de que el producto o
servicio tiene unas determinadas características cuando en realidad no las tiene o tiene
otras distintas que de haberlas conocido le habrían llevado a no contratar. Esto ocurre
especialmente en la contratación de productos bancarios o financieros de riesgo en los
que muchos clientes nunca habrían contratado si hubieran conocido el daño económico
potencial que podía provocarles su contratación*.
Es decir, para que exista debe estar presente alguno de los siguientes elementos:
el dolo, el error, la violencia y la intimidación. Los vicios del consentimiento por dolo y
error representan una falta de conocimiento para la voluntad de la persona. Por violencia
o intimidación representa una falta de libertad para la persona que lo desea.
El error en el consentimiento
Este se entiende como una idea inexacta que se forma un contratante sobre uno
del elemento del contrato, en el que podemos creer que un hecho que es falso es
verdadero y viceversa. El mismo implica el defecto de concordancia entre la voluntad
verdadera, la voluntad interna y la voluntad declarada lo que crea un desequilibrio en el
contrato. La doctrina distingue los errores que excluyen el consentimiento, aquellos que
lo vician y los que jurídicamente resultan irrelevantes.
Esto ocurre por ignorancia o equivocación, pero sea cual sea la causa por la que
se cometa el resultado será siempre el mismo, el cual será una falsa representación de la
realidad. El sujeto en el error desconoce algunas consecuencias de un acto que se
celebra y considera que su representación de la realidad es correcta.
El Código Civil en su artículo 1,266 establece lo siguiente: que el error para que
anule el consentimiento, tiene que influir en la sustancia de la cosa objeto del contrato.
También sobre las condiciones de la misma que originó el motivo de la celebración.
Cuando el error incurra en elementos del contrato que igualmente sin ellos se
hubiera establecido el contrato será irrelevantes. Por lo que el contrato no será anulable
y la persona que haya padecido el error debe asumirlo.
Error de hecho
El error de hecho es cuando existe una representación falsa de la realidad que
influye en situaciones reales.
Error de derecho
El error de derecho es el que influye sobre situaciones jurídicas.
Error relevante o esencial
El error relevante o esencial le concede a la persona que lo haya sufrido el poder
de desvincularse del contrato. Por lo que podrá solicitar la declaración de
nulidad.
Error excusable
La ley establece que para que se dé la nulidad del contrato el error además de ser
relevante no debe ser imputable a la persona que lo padece. Por lo tanto, el error tiene
que ser excusable.
El dolo en el consentimiento
El Código Civil en el artículo 1269 establece que para que haya dolo: las
maquinaciones insidiosas o palabras de una de las partes contratantes, debe inducir al
otro a celebrar el contrato. De no haber existido dichas palabras o maquinaciones no se
hubiera celebrado el contrato.
Para que exista el dolo debe haber la intención objetiva de una persona a
ocasionar un daño a otra. De acuerdo con lo establecido en la ley esté consiste en una
trampa o maquinación, con la intención de sorprender a una persona. Para causar un
daño sobre algunas condiciones o sobre toda la persona.
El dolo como elemento del vicio del consentimiento, es todo acto contrario a la
buena fe ajena, a la honestidad. Por lo general es utilizado en beneficio propio
originando que el contrato se establezca en contra de la voluntad real.
Dolo grave: Este tipo de dolo ocurre cuando ha sido la causa de que se realice el
contrato y el engaño debe influir sobre los elementos esenciales del mismo. Esto es
necesario para que el contrato sea anulable.
Dolo incidental: El dolo incidental ocurre cuando no ha influido en la formación
del contrato, tampoco ha sido la causa de que se haya emitido el consentimiento.
Cuando este caso ocurre el engaño influye sobre elementos secundarios del contrato.
Esto ocurre por ignorancia o equivocación, pero sea cual sea la causa por la que
se cometa el resultado será siempre el mismo. El cual será una falsa representación de la
realidad.
El sujeto en el error desconoce algunas consecuencias de un acto que se celebra
y considera que su representación de la realidad es correcta.
El Código Civil en su artículo 1266 establece lo siguiente: que el error para que
anule el consentimiento, tiene que influir en la sustancia de la cosa objeto del contrato.
También sobre las condiciones de la misma que originó el motivo de la celebración.
Cuando el error incurra en elementos del contrato que igualmente sin ellos se
hubiera establecido el contrato será irrelevantes. Por lo que el contrato no será anulable
y la persona que haya padecido el error debe asumirlo.
Error de hecho
El error de hecho es cuando existe una representación falsa de la realidad que
influye en situaciones reales.
Error de derecho
El error de derecho es el que influye sobre situaciones jurídicas.
Error relevante o esencial
El error relevante o esencial le concede a la persona que lo haya sufrido el poder
de desvincularse del contrato. Por lo que podrá solicitar la declaración de
nulidad.
Error excusable
La ley establece que para que se dé la nulidad del contrato el error además de ser
relevante no debe ser imputable a la persona que lo padece. Por lo tanto, el error tiene
que ser excusable.
Requisitos de la Lesión
Antes de hablar de los requisitos que contrae la lesión, primero debemos conocer
que es el vicio de la lesión y en que consiste en el perjuicio que un acto jurídico causa a
una de las partes contratantes, como consecuencia de las cláusulas que contiene, de las
condiciones en que se pacta. La lesión no vicia las convenciones, sino en ciertos
contratos y respecto de determinadas personas, según el Art.1118 del Código Civil.
Es el perjuicio que un acto jurídico causa a una de las partes contratantes, como
consecuencia de las cláusulas que contiene, de las condiciones en que se pacta. La
lesión no vicia las convenciones, sino en ciertos contratos y respecto de determinadas
personas, según el Art.1118 del Código Civil.
En los actos jurídicos debe imperar la equidad, la buena fe, la lealtad y la licitud,
estos principios son propios de todos los negocios jurídicos. La lesión es un
menoscabo que se produce cuando la prestación que corresponde realizar a una de las
partes excede a la debida por la otra.
Prueba de Lesión
La prueba del elemento objetivo es esencial para la acción de revisión. No se
admite la prueba de los elementos subjetivos si no se encuentra probada la
inequivalencia de las prestaciones.
Art. 1052: La anulación del acto obliga a las partes a restituirse mutuamente lo
que han recibido o percibido en virtud o por consecuencia del acto anulado.
Efectos de la Lesión
La lesión, en Derecho civil, es una institución jurídica según la cual, las
prestaciones podrán modificarse o extinguirse de acuerdo a dos factores, uno
psicológico y otro objetivo. En cuanto al psicológico se considera como un vicio del
consentimiento, el cual evita la contratación en circunstancias similares porque una de
las partes se coloca en los supuestos de suma ignorancia, notoria inexperiencia o
extrema necesidad. El elemento objetivo, es el monto de las prestaciones, su excesiva
onerosidad, la notable diferencia entre lo que se da y lo que se recibe.
Cabe destacar que los efectos del acto jurídico se van a producir respecto de una
persona que no ha concurrido personalmente a su celebración, es decir, que ha asistido
por un tercer que se le llama representante.
REPRESENTACIÓN: Es una figura jurídica por la cual lo que una persona ejecuta o
celebra en nombre de otra, facultada por la propia persona representada o designada
por la ley para representarla, y que produce efectos jurídicos de esa actuación en la
esfera patrimonial y jurídica del representado.
PODER: Prorrogativa que permite a una persona gobernar a otra persona, pública o
privada (mandatos políticos, autoridad paterna, tutela) o administrar los bienes de otra
persona por cuenta de ella (dirigentes de sociedades, representación legal, judicial o
contractual).
PRUEBA: Actuación procesal por la que las partes intentan acreditar los hechos
aducidos en demanda o contestación a demanda convenciendo al juzgador sobre la
veracidad de estos. En sentido lato, demostración de la realidad de un hecho o de la
existencia de un acto jurídico.