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#1 STAY BY ME 爱 KOOKTAE.pdf · versión 1 PDF
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¡Les quiero!
❝ No tiene relaciones, las rompe❞
Si hay una cosa que la vida le ha enseñado a Kim Taehyung es que todos
eventualmente le dejan. Pero eso está bien porque tiene una estrategia: no
amigos, cero novios, repeticiones con límite de enrolles, no compartir su
cama para algo que no sea sexo, y por encima de todo, déjalos antes de
que te dejen. Ha puesto sus habilidades de rompimiento para realizar el
trabajo sucio de otros. La última cosa que esperaba cuando aceptó hacer
un estúpido baile y cantar una canción en la puerta de un desconocido por
órdenes de su cliente, era que terminaría frente a una muy reconocible ―y
estupidamente sexy― estrella de porno. Cuando conoces a un hombre
como Jungkook estarías loco para no hacer un movimiento. Y sólo porque
él estaba tirando cada una de sus reglas no significaba que estaba en
problemas, ¿cierto?
Jungkook ama trabajar para Ballsy Boys Studios, pero cuando filmas la
clase de vídeos que él hace, las relaciones son malditamente imposibles.
Y sí, los chicos le encuentran sexy y quieren estar con él, pero nadie
nunca se ha preocupado lo suficiente para ver más allá de su personaje,
todos creen conocer a Rebel, pero lo cierto es que nadie conoce al
verdadero Jungkook.
¿Cansado de tu pareja?
¿Tu relación no es lo que esperabas y ahora no sabes cómo terminarla?
¿Por qué pasar por la molestia y desastre de romper con alguien cuando
puedes pagarme para hacerlo por ti?
―Oye... ―dijo al fin, su voz un poco ronca por el reciente sueño―. Um...
―Joder, ni siquiera recordaba el nombre del tipo, no, ni siquiera estaba
seguro de habérselo preguntado antes―. Viejo, levántate.
―Buenos días, bebé. ¿Qué te parece otra ronda? Luego podemos hablar
sobre el desayuno ―sonrió mirando la desnudez de Taehyung y
acercándose un poco para besarlo.
Fleshjacking: Masturbación con un juguete sexual para hombres. El exterior puede simular ser una boca/vagina/ano.
para que la cámara mostrara la compañía que pagó por publicidad.
Tal vez Ballsy Boys estuviese contratando; eso cubriría los gastos por el
resto de su titulación. Luego sería pagado y conseguiría la oportunidad de
follar o ser follado por Rebel. No era mala idea.
Solo que... No se podía ver a sí mismo haciendo porno, y quién sabe cómo
podría afectar sus perspectivas del futuro en su carrera de desarrollo de
videojuegos. Posiblemente en muchas formas, en estos días, ser un
diseñador de juegos era ser una persona pública, y con todo el criterio y
corrección política, era más fácil evitar un tropezón tan épico como follar
en cámara. Personalmente, no creía que hubiese nada de malo al hacer
porno, pero desafortunadamente el mundo no siempre lo veía de esa
manera.
Cerró sus ojos y sólo escuchó cada estrangulado gemido mientras Rebel
era atormentado por su orgasmo. Lo imaginó arrodillándose sobre él,
gruesos chorros de semen brotando del miembro del pelinegro a su propio
estómago, su cabeza echada hacia atrás y sus músculos tensos.
Abrió sus ojos sólo un poco mientras las réplicas vibraban a través de él.
La expresión de Rebel no estaba muy lejos de la suya mientras jugaba con
el semen en su piel y usaba sus ojos para coquetear con la cámara sólo
unos segundos más.
―Gracias por ver ―dijo el chico y entonces le guiñó otra vez un ojo a la
cámara hasta que la pantalla se puso en blanco.
―Oh, joder.
Encontró su celular bajo el sofá, y luego salió por la puerta, sólo unos
minutos tarde. Así que básicamente, estaba triunfando esa mañana.
Los vecinos de abajo estaban discutiendo otra vez, Jungkook agarró sus
audífonos para escuchar algo de música mientras leía un libro fascinante
sobre escritura de guiones.
Juraba por Dios, que si tuviera ochenta años, no querría estar pasando su
vida peleando con su pareja.
Jinso y Jihyo eran súper amables con él, pero aparentemente, habían
llegado al punto donde ya no se podían soportar entre sí. Todo lo que
escuchaba de ellos eran discusiones y peleas, y a esa edad, no era nada
bonito.
Esa era una de las razones del por qué estaba en el top diez de los Ballsy
Boys más populares. ¿Qué podía decir? Todos amaban verle follar. O ser
follado. Todos amaban a Rebel.
Y síp, era versátil, así que no hacía ninguna diferencia para él. Daba tan
bien como recibía, y era especialmente popular para los tríos.
Tenía que tener química con las personas, llevarse bien, ser sexy.
Necesitaba al menos algunas habilidades de actuación, porque
definitivamente, después de haber sido follado por tres horas, la última
cosa que querría hacer era lucir extasiado. Pero era el trabajo, así que él y
sus compañeros gemían y actuaban y seguían órdenes. Bueno, trataban.
Algunos de ellos eran mejores en eso que otros.
Nadie quería salir con una estrella porno, no importaba cuánto parecieran
estar bien con ello al principio. Después de cinco fallidas relaciones,
Jungkook debería saberlo.
No es que todas sus relaciones hubiesen sido súper serias, pero los cinco
chicos con los que había salido, rompieron las cosas con él por hacer
porno. Bueno, técnicamente en tres casos, él las terminó porque no quería
ceder a un ultimátum de tener que dejar de filmar sus vídeos. No se
llevaba bien con las demandas como esa.
Pero si Mark no sabía quién era y lo que hacía, ¿por qué carajos le estaba
ignorando? Casi tiró el teléfono cuando de pronto sonó en su mano. Jefe
llamando.
—Hola Rebel. Tengo un nuevo chico que necesita ser presentado, ¿estás
puesto para ello?
—Brewer tuvo que cancelar una grabación porque tiene gripe, ¿así que
hay alguna probabilidad de que puedas hoy? Ya había reservado todo el
equipamiento y personal, y el nuevo chico está disponible.
—Yo lo hice. Lo juro por Dios, es el nombre perfecto para él. Espera a que
lo veas. Él es un pequeño diablillo, todo pueril y lindo.
Cuando entró al set pudo divisar a unos metros de distancia a un chico que
jamás había visto antes.
Bear no estaba mintiendo. Pixie o como rayos fuera su apodo, era la cosa
más linda que sus ojos habían apreciado. A simple vista podía saber que
era mucho menor que él, era delgado, pero un poquito tonificado, cabello
de un espléndido color azul, cara angular con una fuerte mandíbula,
hermosos ojos nublosos bajo oscuras cejas, y frondosos labios, que
estaba seguro, lucirían malditamente perfectos alrededor de su polla.
Yummy.
Podía jurar que había visto un rubor subir a sus mejillas. Y se preguntaba
dónde en el mundo Bear había encontrado a este adorable pícaro.
—Lo sé. Quiero decir, he visto tus videos. Tú eres... Sé quién eres.
Este era el por qué a Bear le gustaba emparejarlo con los nuevos. Algunos
de los más experimentados hombres podían ser realmente gilipollas, pero
él tenía paciencia infinita con los nervios y timidez.
El pelinegro levantó sus cejas y lanzo una rápida mirada sobre su hombro
para ver si Bear estaba escuchando. La grabación con Johan fue única,
porque Bear quería hacer algo más y fue por un ángulo altamente
romántico. Era todo lento, suave, un montón de besos y lánguido sexo.
Una sorprendente elección que le daba la indicación de las preferencias de
Pixie.
Cuando su mirada cruzó con la de su jefe, este último asintió para señalar
que lo escuchó. Bien. Esto le ayudaría a sacar buenos libretos para usar
bien al nuevo chico.
El peliazul tomó una respiración profunda, y luego levantó sus ojos para
encontrase con los de Rebel—. Me preparé bien para esto, sabes —dijo
suavemente.
El peliazul levantó su brazo y dejó su mano caer en los bíceps del mayor.
Su toque era suave, casi tierno—. Todos siempre alaban tu polla.
El peliazul dejó a su mano bajar por la piel pálida del brazo contrario,
entonces se estiró por la mano de Rebel y la levantó—. Tienes manos
hermosas. Largas. Agraciadas. No puedo esperar a sentirlas en mí, mirar
que me toques.
Maldición.
El pelinegro no tuvo que mirar a Bear por permiso. Él los dejaba hacer lo
que quisieran, siempre y cuando se apegaran al guión general.
—Ven aquí, diablillo. Vamos a ver si la realidad coincide con tus sueños.
Rebel colocó sus dos manos sobre su pecho, cubriendo sus pezones—.
Mira mis manos. Creo que se ven bien en ti, ¿no? —comenzó a frotar sus
pezones con los pulgares, y el peliazul dejó escapar un tembloroso gemido
de sus labios—. ¿Dónde exactamente imaginaste mis manos, cuando nos
imaginaste jugando?
—En todas partes. Dios, quiero que me toques por todas partes —Había
una impaciencia en su voz que se sentía real. Interesante.
Mierda, presentar a Pixie iba a ser mucho más divertido de lo que había
imaginado.
Los dos bromearon durante unos cuantos minutos, y luego sin problemas
cambiaron a los besos. Se mantuvieron un tiempo jugando con la lengua
del otro hasta que el azabache llevó sus manos al elástico del bóxer del
chico.
—¿Agradable? Que puto golpe a su ego —dijo Bear, dándole una nalgada
al pelinegro.
—Viejo, mis gemidos son una forma de arte. La gente ha puesto mis
gemidos como tono de llamada. Desearías ser tan bueno en gemir... o en
follar, para el caso.
Fue el turno de Joey para mostrarle el dedo medio, pero luego sonrió. La
atmósfera en el set era siempre relajada, lo cual era otra razón por la que
Jungkook amaba lo que hacía.
—Si yo estoy demasiado cerca de llegar, te daré unos golpecitos —le dijo
a Pixie—. Esa es tu señal para reducir la velocidad, ¿de acuerdo? En
cualquier momento que quieras cambiar a rimming, está bien. Joey va a
estar muy cerca con la cámara para conseguir una buena toma, pero no
mires a la cámara. Concéntrese en lo que estás haciendo o en mis ojos.
Duraron una hora y media, con Bear consiguiendo casi todas las
posiciones que les había pedido hacer. Pixie era súper flexible y felizmente
dejó que lo follaran hasta ser un desastre de lloriqueos.
Con todo había sido una muy buena grabación, y Bear se veía feliz.
—¿Quién crees que sería una buena opción para él? —le preguntó Bear al
pelinegro—. ¿Estaba pensando en Campy?
El contrario asintió—. Sí. Brewer funcionaría también. Tank no. Ese tipo
puede follar por horas, y nuestro chico aquí no tiene la resistencia para eso
todavía.
Hurra.
Las clases matutinas de Taehyung pasaron lentamente. Sabía que
estudiar diseño de videojuegos iba a ser una gran cantidad de clases
técnicas acerca de codificación y de informática, y estaba de acuerdo con
eso, pero algunos de los profesores realmente podrían trabajar en sus
monótonas formas.
—Me alegra que hayas sido capaz de pasarte para conversar esta tarde.
Me di cuenta de que no has pagado el saldo de este semestre todavía, y
quería ver si necesitabas información de ayuda financiera.
—Se lo dije, no me gusta la idea de ponerle fin a la escuela con una deuda
enorme. ¿Cuánto tiempo tengo para pagar el saldo de este semestre?
—Hasta el 17 de abril. Si no pagas para entonces, serás expulsado de tus
clases.
—Gracias.
—Sería fantástico si pudieses pagarle a alguien para romper con ella por ti
—El amigo del sujeto bromeó y ambos comenzaron a reír.
Empujando sus pies y pasando sus manos por los mechones de su cabello
rebelde otra vez, Taehyung giró en la dirección de los dos chicos con su
mejor sonrisa en el rostro para hacerles frente.
—Disculpa, pero parece que tienes un problema con el que puedo ayudar.
—No inventes.
—No invento —confirmó—. Sólo dame su nombre, una imagen sería
bueno, y dónde puedo encontrarla. Si hay algo específico que quieras que
diga puedo hacer eso, pero por lo demás puedo controlar la situación una
vez que esté allí.
Al ser pasado de casa en casa, la constante era que todos estaban más
que felices de lanzarle una consola de videojuegos y le animaban a
quedarse fuera de su camino. Llegó a amar la creciente complejidad de los
juegos con el tiempo. Le encantaba resolver los enigmas en Resident Evil,
estaba intrigado con la profunda trama de The Last of Us, e incluso apreció
el arte de Journey.
Y para el tiempo que tenía dieciséis años, sabía sin una sombra de duda
que quería crear juegos. Quería aprender todo el detrás de escenas del
drama, la sangre, el sudor y las lágrimas que crearon el mundo en el que
quería envolverse. No había forma en el infierno que fuera a dejar que
unos cuantos miles de dólares se interpusieran entre él y su sueño.
Pero de igual forma existía una buena razón para mantener a la gente a
distancia, y el hecho de que fuera tan consciente de sí mismo debía
significar que estaba emocionalmente saludable, ¿cierto? Pero eso no le
impedía estar solo de vez en cuando. No le malinterpreten, había personas
con quienes pasaba el rato de vez en cuando, pero nadie a quien llamaría
para sacarle de la cárcel.
Mark:
Necesito dejar a este tipo que he estado viendo, y necesito que sea
humillante. Hay una canción, un baile y un traje por los que te pagaré cien
dólares extra. Pero necesito que este hombre se sienta como un idiota.
Taehyung presentía que él sería el que se iba a sentir como un idiota. Pero
por doscientos dólares, sería el mayor idiota del mundo.
Tae:
Hecho. Sólo necesito un nombre y dirección y tendrá que enviarme los
$200 por adelantado.
Taehyung suspiró un quejido mientras se ponía un puto traje de plátano.
Cuando Mark le había explicado exactamente lo que quería, le dijo que
serían trescientos dólares en lugar de doscientos, pensando que cambiaría
de opinión. Pero él estaba feliz de entregárselos, y ahora estaba vestido
como un plátano, preparándose para ir a la casa de un tipo y decirle que
había sido dejado. Uno pensaría que habría una manera más fácil de
hacer dinero. Desafortunadamente, un trabajo de estudiante con salario
mínimo no iba a ser suficiente.
«Al carajo con mi vida» Se dijo para sus adentros, queriendo que la tierra
lo tragara.
Una lenta sonrisa se extendió por los tentadores labios que tanto deseaba
Taehyung, y la mirada del azabache volvió a revolotear sobre el disfraz del
castaño con diversión. En dos segundos y medio, había pasado de ser un
chico vulnerable a la estrella porno Rebel.
—Gracias.
Ahora que estaba cerca, se permitiría unos segundos para admirar. Era
raro ver una polla tan perfecta como esa. Sin esperar más, bajó los jeans y
la ropa interior de Rebel hasta los tobillos y se tomó un segundo para
apreciar la vista. La polla del pelinegro era pesada en su mano, el glande
era rojizo, tenía venas pronunciadas y palpitantes que quería memorizar
con su lengua.
A Kim se le hizo agua la boca cuando sacó la lengua para probar por
primera vez la piel salada y caliente de Rebel. El pelinegro dejó salir un
silencioso jadeo que puso su sangre a hervir.
—Eres un provocador.
Y luego abrió ancho los labios y los envolvió alrededor de esa tentadora
erección que lo estaba llamando.
«Joder, es grande»
Todo sobre chuparle la polla a Rebel era mejor de lo que jamás había
imaginado. Quería pasar el resto de su vida con ella en la garganta. No
necesitaba comer, beber o jodidamente respirar, sólo necesitaba ahogarse
con ella.
El agarre en el cabello de Kim se tensó, y las caderas del pelinegro
comenzaron a flexionarse, follando su garganta en largos y rápidos
empujones. La propia erección de Taehyung se sacudió y palpitó en los
confines de sus bóxers cortos, doliendo por liberación.
—Siempre hay que dejar espacio para mejorar —le explicó con un guiño—
. Ahora, ¿quieres que te la chupe?
—En realidad, desde ese vídeo con el nuevo chico Ballsy, me muero por
saber cómo se sienten tus manos —admitió.
—Una paja será —concordó el chico, pateando sus jeans y dando un paso
al frente. Le quitó la ropa interior a Taehyung sin más necesidad de
conversación.
«Debería follar con estrellas porno más seguido. Saben cómo ir directo al
grano.» Pensó el castaño con emoción.
—Tú también tienes una buena polla —comentó Rebel mientras envolvía
la mano alrededor de la base de su miembro con un firme agarre.
Para Kim, chupársela le había excitado lo suficiente como para que esto
no llevara mucho tiempo. Agarró la parte delantera de la camisa del
pelinegro mientras el contrario chupaba y lamía su cuello, su mano tirando
con un propósito lento. En cada caricia hacia arriba hacía un giro y le hacía
jadear y sisear.
Sus ojos era lo que más le llamaba la atención a Jungkook: tenía una
mirada intensa en un par de ojos azules que te perforaban, como si él
estuviese viendo mucho más de lo que le estabas mostrando.
Su cabello había estado algo peinado cuando llegó, pero después de que
el pelinegro le sostuviera la cabeza mientras le follaba la boca, tenía todo
el aspecto de estar recién fuera de la cama, y hacía que se viera realmente
adorable.
No podía creer que ese hijo de puta le hubiese dejado así. Enviar a alguien
con un disfraz de plátano. Puto imbécil. No tenía ninguna duda de que
había descubierto lo que hacía, porque esa era la única razón que se le
ocurría para que quisiera humillarle así. Pero puta madre, qué movimiento
cabrón de su parte.
—¿En un santiamén? Mierda, espero que dures más que eso. Además,
¿quién dice que alguna vez tendrás una oportunidad con este culo
fabuloso?
—Claro que sí. Entra —Jeon se dirigió a su sala de estar, que parecía un
poco desordenada, pero no como una pocilga de cerdo—. ¿Quieres algo
de beber?
—¿Tienes algún refresco? El alcohol y la hierba no se mezclan bien para
mí.
—¿Coca o Sprite?
—Coca. Gracias.
También trajo un pequeño frasco de vidrio para usar con sus cigarros.
Cuando entró a la sala, el castaño estaba ocupado haciendo dos porros
bonitos y gordos. Jeon puso las bebidas en la mesa de café —también
patrocinada por Ikea, muchas gracias— y se tumbó en el sofá al lado de
Taehyung.
—Exactamente. Todo eso del pendejo de Mark se suponía que era eso:
diversión. Nos conocimos en Bottoms Up, por el amor de Dios. Nadie
conoce a su chico de "felices para siempre" en Bottoms Up. Todo lo que
quería era salir, divertirme, compartir sexo de vez en cuando. ¡Pero noooo,
él tuvo que ponerse todo angustiado conmigo y romper usando a un tipo
con un disfraz de plátano! Sin ofender.
El castaño volvió a reír—. ¿Será que estás un poco malcriado? Haces esto
para vivir, sabes. Es como comparar un jugador de videojuegos serio con
un jugador de juegos para celular.
—Tal vez, pero me he follado a novatos que eran mucho mejores que él.
Maldición, preferiría diez veces follarme a un Fleshjack... O a un chico
plátano.
Demonios. ¿Pensar en follar le puso duro otra vez o tal vez era la hierba?
Suspiró satisfecho y se dejó caer de lado con la cabeza sobre el hombro
de Taehyung.
—Me gustas, Tae —le dijo—. ¿Puedo llamarte Tae? —Se acomodó más
sobre su hombro y pasó una mano alrededor de su cintura—. Mmmm...
Das buenas mamadas.
Como el hecho de que esto se suponía que debía ser un dormitorio, y aun
así había un calendario de oficina en la pared. El pelinegro se acercó para
sacarlo de su lugar y lo metió debajo de la cama king size, donde las
cámaras no lo captaban.
—Sí, pero necesitamos algo más para evitar mirar un clavo vacío. Déjame
ver en la sala de utilería. Y no dejes que Campy salte a la cama, por el
amor de Dios, porque la va a estropear, y se ve perfecta ahora.
Campy le mostró el dedo medio, y luego se giró hacia Jungkook otra vez—
. ¿Crees que esta corbata va con el traje? —señaló hacia una corbata azul
claro con un patrón de rayas blancas y azules oscuras diagonales.
Campy buscó en el bolsillo del saco de su traje y sacó una corbata rosa
suave, sosteniéndola justo al lado de la otra.
—¿Ves? Por eso te pregunto. Tienes buen ojo para estas cosas, hombre.
Hablando del chico malo, ahí estaba. Heart usaba unos jeans que
colgaban tan bajos que se podía ver la mayoría de su bóxer azul brillante y
que se caerían a sus tobillos con tan sólo estornudar. Tenía una camiseta
blanca que llevaba en el cuello como una bufanda. Sus orejas estaban
decoradas con una sonora joya y un costoso par de lentes de sol estaba
sobre su cabello oscuro.
Heart era, en serio, el tipo más genial que había conocido en términos de
estilo, pero ahora mismo parecía un puto pandillero. Lo cual era
exactamente la idea, considerando el guión.
Heart era sexo en un palo. Todos los Ballsy Boys tenían algo, suponía.
Como Joey había señalado, Campy siempre parecía como si acabara de
ser bien follado. Tank tenía una vibra intensa y oscura que hacía que cada
pasivo en un radio de ochenta kilómetros quisiera doblarse y tomar lo que
sea que él estuviese sirviendo. Brewer era un total folla chicos que
claramente amaba tener sexo. Pixie era nuevo, pero ese chico estaba
dispuesto a todo. Él, bueno, suponía que tenía esta vibra sensual de la que
su jefe siempre estaba hablando.
Heart le siguió, sosteniendo una copia arrugada de lo que asumía que era
el guión en su mano—. ¿Estás nervioso? —preguntó Jungkook.
Había una razón por la que era tan directo como podía serlo. Heart era
nuevo, así que necesitaba saber qué iba a pasar. Y Jungkook necesitaba
asegurarse de que pudiera tomar lo que sea que Campy le diera. Tener la
boca follada no era para todos, pero cuando Heart se la chupó en una de
las escenas que habían filmado juntos, había notado que el chico no tenía
un reflejo nauseoso, así que eso ayudaría.
Ambos siguieron repasando líneas hasta que Bear entró para indicar que
estaba listo para la siguiente escena. La filmaron en dos tomas con dos
cámaras grabando desde ángulos diferentes. Jeon estaba orgulloso de
Heart cuando lo vio improvisando unas cuantas veces, perfectamente
dentro de su personaje. Campy estaba fabuloso como siempre. Santo
cielo, ese hombre sabía actuar. Le sorprendía que siguiera haciendo
porno.
Bear pidió tiempo fuera antes de que pasaran a la primera escena—. ¿Con
qué crees que deberían empezar? —le preguntó su jefe.
Mientras hablaba, de repente tuvo una idea. Podrían ir mucho más lejos.
La idea ahora mismo era que Heart se la chupara a Campy y luego se lo
follaran de muchas maneras, pero podrían hacer más.
—¿Quieres que intente ver si Tank puede venir? —le preguntó a Bear.
—Sí, eso sería genial. Puedo empezar a filmar la primera escena de sexo.
Tank le disparó una de sus raras sonrisas y le dio la mano—. ¿Has hecho
DP antes?
Un destello de algo nubló los ojos de Heart antes de que lo alejase—. Sí.
Todo bien.
Para cuando Bear pidió otro descanso, Heart lucía cansado. No era de
extrañar. Había dado dos mamadas y había sido follado durante casi dos
horas.
Tenían una sala de relajación, de hecho. Cumplía una doble función como
set de estudio como cuando necesitaban un look más hogareño, pero
había sofás y sillas para que pudieran pasar un rato entre escenas o
rodajes. Heart cayó en el sofá y el azabache le consiguió agua del
refrigerador.
—¿Porno? Empecé cuando tenía 20 años, así que llegando a los 6 años.
Pero ya no hago tantas tomas como antes.
Tal vez fuera al club este fin de semana y buscara carne fresca. Siempre
disfrutaba de un pasivo mandón o de una mamada en el baño. Era joven,
sexy, y le encantaba follar, y no iba a disculparse con nadie por eso.
—Hey, Taehyung —Una voz familiar le sacó de sus pensamientos, y miró
por encima de su hombro para ver a un chico de cabellos rubios con el que
compartía muchas de sus clases. También se especializaba en
programación de computadoras, ¿y creía que se llama Jeno? ¿Jaemin?
Algo con una "J", estaba bastante seguro. Lo triste era que este
probablemente había sido el chico con el que más había hablado en los
últimos dos años.
—Hey, hombre.
—Soy amigo de Jimin. Y yo soy el chico por el que tendrás que pasar si
planeas seguir hablándole así.
—Dime qué puedo hacer para compensarte por esto —preguntó el castaño
desesperadamente.
El otro chico sacudió la cabeza y luego se puso de pie, con el café en la
mano.
La fila había disminuido, así que a Taehyung sólo le llevó dos minutos
pedir su café. Cuando atrapó el gafete de la barista mientras le daba su
café, dibujó una sonrisa amistosa en su rostro y se inclinó un poco sobre el
mostrador para no avergonzarla diciéndolo lo suficientemente fuerte para
que otros lo escucharan.
—Yeri, lo siento mucho, pero Sungjae quería que te dijera que se acabó.
—¿Quiere terminar?
Taehyung llegó en Uber a Bottoms Up, el club nocturno gay más cercano,
y evitó la larga fila gracias a la cercana y personal relación que tenía con el
portero.
El fuerte pulso de la música del club resonaba en su pecho mientras hacía
su camino a la barra por una bebida.
—No puedo creer que no les contara hombres; este chico apareció en mi
casa con un traje de plátano el otro día —explicó el azabache, y todos
empezaron a reír.
—Al menos podrías haberles dicho lo bueno que soy chupando pollas —
bromeó.
El castaño sabía que probablemente estaba siendo amable, pero aun así
se sintió orgulloso. Miró a los demás y pudo captar a Tank girando los ojos
en dirección de Brewer, y de pronto se le ocurrió que de todos los chicos
allí, Tank y Brewer eran los únicos dos que nunca había visto en una
escena juntos.
—Oh Dios mío, te mereces una medalla por las épicas embestidas que
recibiste en esa nueva escena DP de dos chicos tan grandes como Tank y
Campy, muy respetuoso —le halagó con una sonrisa sin poder evitarlo.
Heart pareció sorprendido por los elogios del castaño, y Kim se dio cuenta
de que podía ser de mala forma alocarse sobre las estrellas porno.
—Aw, no dejes que este gran oso te engañe —Brewer dijo en voz aguda,
acercándose a Tank y acariciando su pecho—. Sólo tienes que saber la
manera correcta de acariciarlo para que no se ponga gruñón.
En señal, un ruido sordo salió del pecho de Tank, pero por la mirada mortal
que le estaba dando a Brewer, Kim no creía que le divirtiera la situación.
—¿Cuántas veces tengo que decirte que no soy uno de tus juguetes, y no
me toques? —Tank dijo entre dientes, quitándose a Brewer de encima.
—Mi oso gruñón sólo necesita un buen abrazo, ¿no es así? —Brewer se
acarició la cabeza contra el bíceps del chico, mientras el contrario liberaba
un suspiro frustrado.
—Claro.
Taehyung era más bajo que él. No por mucho, tres centímetros tal vez,
pero era suficiente para que Jungkook se sintiera... cálido por dentro.
—Ya somos dos. Sólo pregunté para alejarme de Tank y Brewer. Lo juro
por Dios, esos dos me vuelven loco. El mayor pasatiempo de Brewer es
molestar a Tank y divertirse con eso, y Tank serviría felizmente la cabeza
de Brewer en bandeja.
Por otro lado, Kim tenía un pequeño fetiche con los bíceps. Era uno de
esos tics raros e inexplicables que todos tenían, y éste era el suyo. Cada
vez que veía a un hombre, miraba sus bíceps primero.
Las manos de Jungkook cayeron más y más abajo, hasta que encontraron
el trasero del castaño. Su firme y follable trasero.
Mmmm. Ayer había sido follado duro por una estrella porno invitada
llamada Dick —y santa mierda, se llamaba acertadamente porque era un
enorme pendejo— y ahora estaba de humor para una buena embestida.
¿Cuáles eran las probabilidades de que pudiera intentarlo con este dulce
culo?
«Bingo».
«Joder, sí. ¿Agresión controlada? Qué puta excitación» Jeon se dijo para
sus adentros, mientras intentaba seguir el ritmo de los labios del contrario.
El castaño se estremeció—. Joder, sí. Si digo por favor, ¿creerás que soy
demasiado fácil?
Jeon sonrió—. No hay tal cosa como demasiado fácil. Me gustan los
hombres que aman el sexo.
—Sí.
Las manos de Taehyung tiraron de la camisa del mayor y Jeon dio un paso
atrás para que pudiera quitársela. El azabache tocó a tientas los botones
de la camisa del contrario, y después de unos intentos fallidos por
deshacer los botones, decidió que realmente no tenía la paciencia para
ello y le dio un rasgón sólido, enviándolos a volar por todas partes.
Taehyung le lanzó una mirada que estaba entre querer matarlo y querer
ser follado desesperadamente. Según Jungkook eso último se podía
arreglar.
Sin esperar un segundo más sus manos viajaron hasta la cremallera del
pantalón que vestía el castaño, y segundos después, le había bajado sus
jeans y ropa interior. Gimió con aprecio ante su goteante erección y luego
hizo un trabajo corto con su propia ropa. No tenía tiempo para cosas lentas
ahora mismo. Su sangre estaba bombeando, sus oídos estaban rugiendo,
y tenía esa necesidad desesperada de poseer al chico que no sería
negada por mucho más tiempo.
Cuando el chico pudo tomar tres dedos con facilidad, Jeon supo que
estaba listo. Con hombres con los que nunca se había acostado antes,
siempre era cuidadoso por su tamaño. A él le habían abierto el trasero
varias veces y podía decir por experiencia que jodidamente dolía durante
días.
Jeon empezó a moverse lentamente, casi sin prisa, hasta que sintió cómo
encajaban ambos cuerpos. Y puta madre, encajaban bien. El trasero del
castaño le apretaba con fuerza, y cuando llegaba hasta el fondo con cada
estocada, no podía dejar de admirar como sus nalgas tenían la cantidad
perfecta de rebotes. Y los gemidos desesperados del chico sin duda eran
música para sus oídos. Jungkook jodidamente podría adorar esto.
Jeon retrocedió un poco y abrió las piernas un tanto más hasta que estuvo
en una posición perfecta. Sus manos rodeando a Taehyung, un brazo en
su pecho, el otro en su garganta.
Salió del chico completamente—. Date la vuelta —le dijo, su voz ronca.
Taehyung obedeció sin vacilar, y eso agitó algo en lo más profundo del
azabache, como si supiera que él también lo cuidaría y le daría placer. Las
mejillas del castaño estaban sonrojadas, y su cuerpo estaba tan húmedo
como el suyo, con pequeñas gotas de sudor perlando en su frente.
Pero para el castaño, era aún mejor. Estaba lleno al máximo, y Jeon
estaba apuntando a su próstata. Taehyung iba a explotar encima de él.
Empujó con fuerza, lo que resultaba en ruidos obscenos que hacían que le
hormiguease la piel y se le apretasen las bolas. Estaba a punto de correrse
jodidamente fuerte.
—No, no es eso. No suelo tontear con nadie más de una vez, a veces dos
como mucho. Y es un poco raro que de verdad quiera pasar el rato
contigo. No estoy muy seguro de qué hacer con eso.
—Tae, sé que sabes que soy una estrella porno. Sin ataduras es mi
segundo nombre.
—Eso es verdad. Cuando tenía cinco años, quería ser Iron Man, así que
las cosas han salido horriblemente mal —bromeó Rebel, y ambos
comenzaron a reír—. Supongo que hacer porno es una de esas cosas que
pasan cuando no prestas atención. Necesitaba dinero y me gusta el sexo,
así que pensé que era fácil. Eso fue hace casi seis años, y hasta ahora me
ha encantado cada maldito minuto.
—Eso tiene sentido. Pero, ¿estás feliz? ¿No eres como una trágica
película de toda una vida esperando que pase o algo así?
—Claro que sí. Me pagan por follar. Estoy bastante seguro de que esa es
la lotería de la vida. No estoy diciendo que voy a estar en el porno para
siempre, pero no puedo ver dejar la industria por completo, tampoco.
Supongo que sólo estoy viendo a dónde me lleva la vida.
—¿En sábado? —preguntó el azabache con la voz más clara esta vez.
—Uh... sí.
—No, pediré un Uber, pero gracias. Anoche fue divertido, ¿entonces nos
vemos?
—Sí, te lo dije, estoy bien sin ataduras, pero me gustaría salir más.
—No, este es un proyecto personal. Tuve una idea para un juego, así que
pensé en tratar de poner algo de mi educación en práctica y ver qué sale.
Taehyung dudó por un segundo antes de decidir que el rubio no era el tipo
de persona que tomaría su idea y le jodería—. Es un juego dentro de los
juegos de citas. Es un juego de ruptura. El jugador crea un avatar y va a
citas con personajes no jugables y luego tiene que deshacerse de ellos.
Consigues puntos por creatividad, tacto, cosas así.
—Con suerte —concordó con una risita—. El problema es que soy una
mierda en la parte artística. Si llego más lejos de lo que ya estoy, tendré
que traer a alguien más.
—Parecía un imbécil.
Conocer era una clara exageración, pero estaba seguro de que podía
hacer que Jimin lo hiciera si quería.
—Sin ofender, pero tal vez ese es el problema. Estás reprimido y todo eso.
No hay nada malo con el porno o las estrellas porno. El sexo es natural y
divertido. No hay nada por lo que sentirse raro. Olvídate de las estrellas
porno, encuentra a alguien con quien divertirte.
Una cosa que su mamá enfatizaba era que el subconsciente sabía cosas
que la mente aún no podía racionalizar. Les enseñó a su hermana y a él a
tomar en serio sus intuiciones, y era uno de los consejos que Jungkook
siempre había tratado de seguir.
—Yo soy versátil —interfirió Jungkook, tal vez un poco más brusco de lo
necesario.
King le envió una sonrisa condescendiente—. Claro, pero por lo que puedo
decir, todavía hay una gran diferencia entre tú y yo...
Si su objetivo era hablar sucio, estaba fallando, porque era más como algo
espeluznante y repugnante. Jungkook tuvo que reprimirse de temblores
con un caso gigantesco de escalofríos. Y en definitiva usar a Pixie fue un
movimiento tonto de su parte; por alguna razón, Bear era protector de ese
pequeño diablillo.
La cara del Bear se oscureció aún más—. Ser gay o bisexual es una
especie de requisito para esta línea de trabajo —dijo secamente.
King abrió la boca como si quisiera decir algo y luego la volvió a cerrar. Al
azabache no le sorprendía. Bear era generalmente bastante relajado, pero
de vez en cuando, él tenía ese tono, esa voz autoritaria y profunda que
rezumaba dominación, y cuando lo hacía, sólo podías escuchar.
—¿De qué demonios estaba hablando sobre Campy? —le preguntó Bear
tan pronto como el imbécil había salido del edificio.
—Hey, tú.
Hubo un silencio incómodo antes de que Jeon recordara que quien había
llamado había sido él y no el castaño, lo que significaba que tendría que
iniciar la conversación.
—¿Estás libre esta noche? —preguntó finalmente.
—¿Por qué?
Aun así, se arriesgó—. Bueno, pensé en parar por algo de comida, china
quizás, y podríamos ver una película o algo. Y después de eso, me
gustaría mucho follarte, si te parece bien.
Kim dejó escapar una risita demasiado bonita para los oídos de Jungkook.
—Oh, ¿por qué no empezaste con eso? Amigo, por galletas de la fortuna,
¡hasta te daré una mamada!
Los dedos de Taehyung volaron sobre las teclas de su computadora
mientras trabajaba para terminar su proyecto de codificación en el último
minuto. Lo habría hecho hace semanas, pero entre los frecuentes enrolles
con Rebel y el trabajo en su propio juego con Jimin, algunas de sus clases
se habían retrasado un poco.
Lo extraño era que no era sólo el sexo con Rebel lo que parecía estar
ocupando una gran parte de su tiempo. Los martes por la noche el
pelinegro lo invitaba a ver una película juntos. Al principio, el castaño
pensó que era sólo un código para follar. Pero no tardó mucho en darse
cuenta de que cuando el azabache quería follar, decía que eso era para lo
que estaba llamando. Y cuando decía que quería ver una película, era
mejor que creyera que se estaba guardando las manos para sí mismo, y
que en verdad iban a ver una película.
Escribió las últimas líneas de código y luego sacó los calambres de sus
manos. Diablos, necesitaba recordar no dejar esa mierda hasta el último
minuto otra vez.
Revisó la hora y se dio cuenta de que tenía que ir a clases. Cerró su laptop
y la guardó en su mochila junto con los cuadernos que llevaba a clases,
aunque nunca escribía notas a mano. Luego se puso ropa limpia y salió de
su departamento.
Al llegar a la facultad, se colocó en su asiento habitual en la parte de atrás
del salón sólo unos minutos después de que sonara la campana, más o
menos al mismo tiempo que normalmente lo hacía. Jimin le dio una mirada
a la que ya se había acostumbrado a esperar cada vez que llegaba tarde a
clases. Lo extraño era que le gustaba tener a alguien con quien contar
para algo. Incluso si la cosa con la que contaba era que se enfadase con
él.
Rebel:
Estoy caliente.
Tae:
Jaja, deja la presión. Estoy en clases, hombre.
Rebel:
Oh mierda, jaja, lo siento.
Rebel:
Supongo que sería grosero de mi parte enviarte una foto de mi épica
erección ahora mismo.
Tae:
Parece descortés no dejar que el pequeño salga a jugar.
Rebel:
¿¿¿¿¿Pequeño?????
Tae:
Jaja, me equivoqué, pequeño no. Mi trasero puede atestiguar eso. Ahora,
muéstrame.
El castaño esperó conteniendo el aliento, inseguro de si el chico realmente
le iba a enviar una foto de su polla mientras estaba en clases. Era un
movimiento valiente, y Rebel era el tipo de persona que lo haría.
Segundos después, apareció una imagen y Kim tuvo que reprimir una risa
ante su audacia. El azabache no estaba equivocado; esa erección parecía
particularmente épica, y Taehyung se vio un poco desanimado por estar en
clases y no poder ayudarlo a aprovecharla al máximo.
Tae:
¿Técnicamente es porno cuando me envías la foto de una polla?
Rebel:
La definición del diccionario es sí, porque la pornografía es cualquier
imagen o descripción explícita utilizada con un propósito sensual (dice
Google). Pero en un sentido coloquial, diría que no, porque no solemos
considerar el porno con fotos de penes, los consideramos "sexting."
Tae:
¿Es raro que esté más excitado por lo inteligente que suenas ahora que
por la foto de tu entrepierna?
Rebel:
No es por hacer esto raro, y sé que eres alérgico a las emociones y esa
mierda, pero significa mucho para mí escucharte decir eso.
Tae:
Síp, lo hiciste raro. Jaja.
Rebel:
Idiota.
Tae:
Te gusta mi culo, gilipollas.
Rebel:
Te gusta mi polla, bobo.
Tae:
Parece que estamos en un callejón sin salida. Quizás tu polla y mi trasero
puedan arreglar esto más tarde.
Rebel:
Cuenta con ello ;)
El castaño cerró la ventana del chat con una última mirada anhelante a la
foto y una vez más trató de concentrarse en la clase. Trató.
Taehyung levantó su puño contra la puerta y dio unos golpes rápidos. Miró
el papel arrugado en su otra mano y se estremeció por dentro. Empezó a
preguntarse si debería haber leído la nota que le dio su cliente antes.
—¿Karen? —comprobó.
—No creo que necesites oír el resto de esto —Kim comenzó a guardar el
papel en el bolsillo de sus jeans, pero Karen le detuvo.
—Tres, ya me follé a todas tus amigas, así que ya no hay muchas razones
para quedarme.
Ahí era cuando se daba cuenta de que no podía llamar a nadie para que le
llevase al hospital. Su corazón se hundió ante ese pensamiento.
Probablemente tenía la nariz rota e iba a tener que pedir un Uber al
hospital porque no tenía amigos. ¿Qué tan patético era?
Intentó torpemente limpiar un poco la sangre de su mano en la camiseta
arrugada contra su cara. Entonces sacó su teléfono y pidió un coche. El
conductor le miró mal cuando se dio cuenta de que estaba sin camiseta y
ensangrentado, pero no dijo nada por lo que Taehyung estaba agradecido.
Les llevó años llegar al hospital, porque eso era Los Ángeles, y el tráfico
era básicamente el décimo círculo del infierno. La hemorragia se hizo más
lenta cuando salió del auto, pero ya podía sentir que se le hinchaba la
cara. No había duda de que la chica le rompió la nariz. Debió haberle dado
la lista del diablo y haberse marchado.
Jimin sería una buena opción, el problema era que no tenía su número. La
única persona que se le ocurría tal vez considerada un amigo y cuyo
número también tenía era Rebel. Pero no era exactamente el tipo de
amigo al que tenía que estar llamando cuando necesitaba un favor.
—Demonios —suspiró. Parecía que iba a tener que morder la bala y llamar
a Rebel.
—¿Está todo bien? —Su tono hizo un rápido giro de ciento ochenta y
ahora estaba lleno de preocupación.
—Oh por Dios, ¿qué pasó? ¿Es grave? ¿Qué hospital? —preguntó el
pelinegro.
Unos minutos más tarde la enfermera estaba de vuelta, con el médico esta
vez, y le estaban inyectando. No tenía ni idea del tiempo que tardaron en
arreglarle la nariz, pero sabía que no sentía ningún dolor como ellos.
Cuando terminaron, había una gran tablilla en la nariz de Taehyung, y las
drogas estaban empezando a desaparecer un poco.
—Bien, déjame ver qué tenemos que hacer para que estés bien y luego te
llevaré a casa.
—Una chica por la que me pagaron para decirle que su novio la estaba
dejando. Me lo merecía.
Pero eso era para otra gente, no para él. Tal vez fue un hijo de puta o un
gilipollas en una vida pasada. Tal vez había algo en su ADN que le hacía
indeseable. Cualquiera que fuese la razón, él era no querible, no deseado,
desechable. Todos en algún momento le dejaban. Así era la vida, y no
tenía sentido detenerse a pensar en ello.
—No suelo ser amigo de los chicos con los que... ya sabes... —explicó
como por centésima vez desde que conocía a Rebel.
Taehyung casi volvió a preguntarle por qué estaba haciendo eso, pero
decidió que cualquiera que fuese su motivación, se sentía bien que le
cuidaran para variar. Con el pecho lleno de calidez, se instaló en el sofá y
puso la segunda temporada de Stranger Things.
—Gracias.
Ahora él mismo podía afirmar que el mueble era realmente muy incómodo,
porque después de unas horas de sueño intranquilo en esa cosa, su
espalda le estaba matando. Joder, a Taehyung le vendría bien un sofá
nuevo. Tendría que presentarle a Ikea, tal vez.
Buscó un interruptor de luz, porque sabía que había una pequeña lámpara
en la mesa lateral. ¿Por qué diablos estaba tan jodidamente oscuro ahí?
No podía ver una maldita cosa. Finalmente, sus dedos tocaron el
interruptor y encendió la lámpara.
—Dios, mi cabeza me está matando. ¿Por qué carajos tomé ese trabajo?
Taehyung se hundió contra las almohadas con una leve sonrisa, luego se
tocó la nariz con cautela y se encogió—. ¿Crees que dejará una marca? Mi
nariz, quiero decir. ¿Seguirá torcida?
Jungkook se sentó cuidadosamente en la cama a su lado y le quitó un
mechón de cabello de su frente—. No lo sé, pero seguirás siendo
hermoso.
El castaño le envió una sonrisa—. Eres bueno con las palabras. Mucho
mejor que yo. Nunca sé qué decir. Apesto en todo esto de la amistad.
—Supongo —dijo.
El pelinegro creía que lo mejor que podía hacer era mantenerlo ligero. No
sabía por qué Taehyung estaba tan asustado por todo eso de los amigos y
pasar el rato, pero ahora mismo, sólo quería asegurarse de que estuviese
bien. El menor todavía estaba muy pálido. A pesar de eso, sus labios se
curvaron en una sonrisa.
—Para alguien que se hace llamar mi mejor amigo, eres muy malo leyendo
mis necesidades. No estaba hablando de abrazos.
—Está bien, está bien, lo haré. Rayos. Las cosas que hago para quedarme
en tu buena gracia.
—Lo sé.
Tal vez podría ir al gimnasio. Usualmente iba por lo menos tres veces a la
semana, y su último entrenamiento había sido hace dos días, pero
realmente no tenía ganas. Ayer había arrastrado algunas cosas pesadas, y
sus músculos ya estaban algo doloridos.
No, no quería hacer algo útil hoy. Quería hacer algo divertido. Necesitaba
hacer algo divertido, aunque sólo fuese para probarse a sí mismo que no
se había transformado completamente en este ordinario adulto
responsable. Rayos.
Algo divertido. ¿Pero qué? ¿Y con quién? Tan pronto como lo pensaba,
sabía con quién quería salir. Tenía que encontrar una buena razón, porque
si lo llamaba para pedirle que se quedara un día entero, sabía que él no lo
haría. Se resistiría, sospecharía. Jungkook no sabía por qué el chico
seguía haciendo eso, pero sabía que lo hacía.
Era hora de la última llamada. Se rió cuando vio la foto que eligió para su
contacto: un plátano. Taehyung nunca se libraría de esa asociación.
El menor estaba callado por un segundo, y luego dejó salir una risita
sexy—. ¿Estará involucrado el venirse?
—¿Me estás pidiendo que salga con un puñado de estrellas porno, pero
quieres mantenerlo "apto para todo el público"? Definitivamente no va a
pasar.
—Está bien, está bien, está bien —dijo con una risa salpicada por toda su
voz—. ¿Dónde te veo?
El pelinegro había planeado pasar por él, pero tal vez fuera mejor así.
Menos compromiso para el chico—. ¿Conoces Wonderland Arcade?
—¿Estás bromeando? Yo vivía allí cuando era niño. El único lugar feliz
que he tenido.
—Eres nuevo en esto, bebé, pero tener una relación es difícil cuando
haces porno. La mayoría de los hombres tienen un gran problema con que
su novio tenga sexo con otros, aunque sea por trabajo.
—Sí, me lo imagino. Por otra parte, tener una relación es difícil incluso
cuando no estás haciendo porno, ¿sabes? —Sus hermosos ojos nublados
se pusieron tristes.
El castaño dejó salir una risa alegre y bonita y le soltó para chocar los
cinco con los demás.
Brewer fingió pensar en ello—. Bueno, Rebel tiene un buen trasero, pero
ya lo he parchado. Siempre estoy interesado en carne fresca.
Aun así, quería que Brewer dejara de hacerlo, porque él era muy sexy, y
tenía todos esos tatuajes geniales, y era el perfecto y feliz folla chicos para
el castaño, ¿y si Taehyung decidía que le gustaba más? Jungkook se
quedó sin aliento, su cabeza sin el suficiente oxígeno para pensar, y en
todo ese tiempo Brewer le estaba estudiando con una mirada que decía
que él sabía lo que pasaba por su mente. Sabía que esto estaba jugando
con su cabeza, y lo estaba disfrutando.
Salir con todos los chicos el fin de semana pasado en la sala de juegos
había sido una pasada y fue totalmente surrealista. Siempre se imaginó
que probablemente no quería conocer a estrellas porno en la vida real, el
principio de ver cómo se hacía el delicioso. Pero esos chicos eran
geniales, especialmente Campy. Sabía sus cosas sobre videojuegos, e
incluso le había preguntado si quería salir y jugar alguna vez.
La miniatura los tenía a los dos acostados juntos en una cama sólo en
bóxers. Taehyung los miró fijamente durante unos segundos, esperando
sentir una llamarada de celos, pero verdaderamente todo lo que pudo
sentir fue excitación como el infierno... y honestamente un poco de
curiosidad de comparar la actuación de Rebel con lo que él era estando en
privado.
—¿Hola?
—¿Eso es raro? —inquirió Rebel con cautela—. Quiero decir... sabes que
lo filmé hace como dos semanas, ¿verdad?
—Honestamente, pensé que podría, pero una vez que empecé a verlo,
todo lo que sentí fue excitación. Te ves muy sexy.
—Mmmm, hey sexy —le saludó Rebel, sin ocultar su lenta lectura sobre la
anatomía del chico casi desnudo, sus ojos persistentes en el bulto de su
ropa interior y en sus suaves nalgas redondas prisioneras en la tela
ajustada.
—Debes haber hecho algo muy bueno en una vida pasada —dijo el
azabache con una expresión tan seria que Taehyung no pudo evitar reírse.
—Me apunto.
—¿Netflix o porno?
—No, termino criticándolos demasiado. Pero veo los vídeos de los otros
chicos.
Sólo por diversión, el castaño volvió al sitio principal y eligió otra subida
reciente, esta vez con Pixie y Brewer. Puso la laptop entre ambos y se
acomodó para ver cómo los dos hombres coqueteaban y conversaban, y
luego Pixie se subió al regazo de Brewer y ambos comenzaron a besarse y
a frotarse entre ellos. Kim sintió como Rebel se movía a su lado, y miró de
reojo hacia él para encontrarlo con la mano en la parte delantera de sus
bóxers, acariciando perezosamente su creciente erección.
—Mmmm —tarareó el castaño, luego se sacó sus bóxers y los pateó lejos.
Podía sentir sus ojos clavados en él, y le ponía demasiado caliente. El olor
a sudor y pre-semen llenaba el aire mientras ambos yacían lado a lado
masturbándose en su cama. El brazo del pelinegro rozó contra el suyo,
mientras presionaba su muslo contra el de Taehyung.
―¿Sí?
—Claro.
—¿Alguna vez te gusta ser activo? Te califiqué como versátil cuando nos
conocimos, pero desde que hemos estado follando, no has dicho nada
sobre querer cambiarlo.
—Oh, sí, soy versátil, pero normalmente depende un poco de con quién
esté. Usualmente no dejo que tipos al azar me follen, así que supongo que
he estado complaciéndome contigo desde que eres tan malditamente
bueno —admitió el castaño.
Y se suponía que tenía que llevar una cita. Que se jodiera su vida por
milésima vez.
Una cosa era saber que su mamá veía porno gay, pero otra muy distinta
era que estaba viendo a los tipos que se follaba. O le follaban a él, la
misma diferencia. Gracias al carajo que al menos tenía el sentido común
de no ver sus vídeos.
Pero sí, ¿esa cita? Tendría que tragarse un poco de orgullo y preguntarle a
Taehyung. Su chico plátano era la única persona que conocía que estaba
lo suficientemente loco y seguro de sí mismo como para sobrevivir a
conocer a su familia.
Esperen... ¿qué?
¿Su chico plátano?
Oh, Dios.
El castaño se rió—. Lo dice el chico que se folla a los culos más deseables
del mundo.
—Es sólo sexo —dijo en voz baja—. Es mi trabajo. Es divertido, claro, pero
no es lo mismo que...
—Por supuesto, quieren que vayas. ¿Qué hay de malo en eso? ¿No son
agradables? ¿Tienen algún problema con que seas gay o con lo que
haces?
En una escala del uno al diez, Jungkook ahora era patético. Si el chico no
estaba de acuerdo pronto, ya se podía ver a sí mismo empezando a rogar,
y podía asegurar que se pondría feo. Dios, ¿qué carajos le pasaba? Él
solía ser relajado, desapegado. Por alguna razón, Taehyung estaba
jodiendo con todo eso. Era como si su cerebro tuviera un cortocircuito en lo
que al castaño se refería y saliera a la luz la más estúpida versión de él.
Santo infierno.
Eso no había sido un beso de "vamos a lo que vamos", ese fue uno de "es
un placer verte, novio". Y lo que le dio miedo al castaño fue que se había
sentido tan natural. Retrocedió y dibujó una sonrisa en su rostro. El
azabache parecía tan sorprendido e inseguro como él.
—Oye, escucha, sé que te dije que me llamaras Rebel, pero creo que
podría ser raro frente a mi familia.
—¿Qué?
—Las Vegas —El azabache movió las cejas y Taehyung hizo un puño de
victoria.
—Joder, sí, vamos a parar —concordó—. Son sólo cinco horas hasta Las
Vegas. Así que iremos allí y pasaremos la noche, luego podemos dividir el
resto del viaje de once horas desde allá.
—Oh tío, esta es una historia muy incómoda. Salí con un chico, Justin, en
mi primer año de preparatoria. No era el amor de mi vida ni nada de eso,
pero era sexy y uno de los pocos otros chicos abiertamente gay. De todos
modos, habíamos estado saliendo por unos meses y habíamos hecho todo
lo demás, así que pensamos que era hora de ir a donde ninguno de los
dos había ido antes. Discutimos durante más de una semana sobre cuál
de los dos sería el pasivo. Los dos estábamos nerviosos sobre quién lo
sería. Terminamos aceptando tirar una moneda por ello, yo tiré la moneda
y salió cruz...
—Oh, sí, sólo espera. Con los detalles importantes decididos, hicimos un
plan para que él viniera a mi casa después de la escuela cuando supe que
tendríamos la casa para nosotros solos. Nos desvestimos torpemente,
como si no estuviéramos bien entrenados para desnudarnos. Una vez que
estuvimos desnudos, las cosas se pusieron peor. Habíamos visto porno
para descubrir la técnica, y como estoy seguro de que te habrás podido
dar cuenta de que hay una cosa que falta en la educación pornográfica.
—Oh, por Dios, pobrecito —jadeó el castaño, adivinando a dónde iba esa
historia, y haciendo un terrible trabajo al sofocar su risa detrás de su
genuina simpatía.
—Ella es una gran madre. Mis padres son increíbles. No estaba seguro de
cómo se lo tomarían cuando empecé a hacer porno, pero les pareció bien.
—Lo siento.
La tensión en los hombros del castaño se relajó. Bendito fuera Rebel por el
cambio de tema.
Hogar adoptivo.
El menor asintió, luego apuntó a una señal, unos cien metros más
adelante—. Hay un centro comercial aquí. No estoy seguro de lo grande
que es, pero normalmente si hay un centro comercial, hay algo para
comer, ¿verdad?
Era lindo, un adorable chico con una cara pálida, cabello naranja que se
peinaba en un cuidadoso desorden, y un cuerpo delgado. También era
obviamente gay. Es decir, el radar gay de Jungkook estaba sonando como
una maldita alerta meteorológica.
—Sí. No. No es nada serio, déjame ponerlo de esa manera. Nadie se está
muriendo, al menos no literalmente.
—¿Una qué? —Taehyung hizo la misma pregunta que estaba en los labios
de Jeon.
—No, vamos muy en serio. Somos divertidos, no tenemos otro lugar donde
estar ahora mismo, y si lo digo yo mismo, podrías hacer algo peor que
aparecerte con nosotros dos.
Jungkook frotó sus manos mentalmente. Esto iba a ser muy divertido—.
Dame la versión rápida de ti.
Kihyun dio un paso atrás y tomó las manos de ambos chicos—. Mina,
cariño, estos son mis hombres. Este hermoso espécimen es Taehyung, y
este otro bombón es Jungkook.
La pintura que les enseñó era una escena de playa áspera con olas
rolando y un perro jugando en la arena. Jungkook sinceramente esperaba
algo un poco más cultural, pero lo aceptaba. Sería feliz si alguien podía
reconocer que era una playa cuando su obra estuviese terminada. Puntos
extra por el perro.
Debía decir que añadir alcohol a un evento como ese era una gran idea.
Absolutamente fantástica, de hecho. Había una razón por la que lo
llamaban coraje líquido, y después de tres copas de vino, creía que su
pintura era fabulosa.
El azabache asintió con satisfacción. Sabía que había una razón por la que
le gustaba lo suficiente el castaño como para llevarlo a casa a conocer a
sus padres. De repente frunció el ceño. Bueno, no de esa manera. No
exactamente. Además, no podía decirle eso a Taehyung porque se
asustaría y se distanciaría de él. Tenía que mantenerlo ligero.
—Me alegra mucho ver a mi primo tan feliz con ustedes dos.
Eso era muy alegre para una frase, pero el azabache decidió seguirle la
corriente.
—Oh, cariño, hay todo tipo de formas. Hemos hecho un trío de sesenta y
nueve, lo que es fabuloso, pero también existe la opción clásica de usar su
agujero para una polla y su boca para otra. Ya sea la de Tae o la mía,
porque somos chicos equitativos de oportunidades, con otros chicos al
menos.
Mina dio un paso atrás, pero él se inclinó hacia adelante porque apenas
estaba empezando.
—Cielos, niña, hay todo tipo de cosas deliciosas que nos hacemos el uno
al otro. El rimming es una de mis favoritas.
Kihyun dejó salir un pequeño gemido frotándose otra vez sobre el regazo
de Jeon—. No puedo esperar.
—Todo eso es... fascinante —dijo Mina, y luego abandonó toda pretensión
y se largó de ahí casi corriendo.
Kim le tomó por los bíceps y tiró de él para ponerlo de pie, luego colocó su
brazo alrededor de Jungkook para mantenerlo firme porque estaba
titubeando un poco. ¿Quizás fueron seis copas de vino?
—Lo único que te follarás esta noche será tu propia mano, aunque dudo
que seas capaz de hacerlo. Vamos, Señor Ligero. Hay un Marriott justo al
lado del centro comercial. Conseguiremos una habitación allí.
—Esto es una locura —El castaño miró alrededor de todos los edificios
enormes y toda la gente en las calles—. Nunca he estado aquí.
—Supongo que tendré que encontrar alguna forma de pagarte —se burló,
sacudiendo su trasero en dirección al pelinegro para aligerar el ambiente.
Los hombros de Jeon se relajaron, y una sonrisa fácil se extendió por sus
labios—. No tienes que pagarme, pero sabes que no rechazaré ese lindo
culo.
—Yo tampoco —dijo el azabache con un guiño—. Ahora voy a darme una
ducha fría muy rápido, porque ya me estoy derritiendo con este calor y
luego podemos empezar esta noche—. ¿Vienes?
—Okay, hasta aquí llego. Aparentemente, tengo mala suerte, y ahora soy
unos cientos dólares más pobre. Yo digo que pasemos a la parte de la
cena y las bebidas de la noche.
—Estoy bien con eso. Me vendría bien un gran pedazo de carne y un trago
fuerte —concordó Jungkook.
—Si querías algo tieso, todo lo que tenías que hacer era pedirlo —le
provocó, inclinándose y moviendo la lengua a lo largo de la orilla de su
oreja. Para su satisfacción, Rebel tembló y emitió un gemido silencioso.
—Bien, fue con esa intención —Rebel arrojó un brazo por encima de su
hombro y le guió afuera.
El menor parpadeó un par de veces, sorprendido al ver que el sol ya se
había puesto. La gente tenía razón cuando decía que el tiempo pasaba de
forma diferente dentro de un casino. Sintió que había entrado en otra
dimensión. Y si el desnudarse era algo para ver de día, era increíble de
noche, todo iluminado.
—Espera, ¿él no sabía que el tipo era un prostituto? —se rió el castaño al
final de la historia.
—No, se le ofrecen a donde quiera que vaya. No tenía razón para pensar
que este tipo estaba trabajándolo. Oh Dios mío, Tank nunca le ha dejado
superar eso.
—No, gracias —rió Jungkook—. Estoy perfectamente feliz con este lindo
trasero en este momento.
Le agarró el culo a Taehyung, y el castaño se puso tenso por un segundo.
No porque tuviese algún problema con el afecto público o algo así, sino
porque eso había sonado exclusivo y de pareja.
—¿Hunk Mansion? —se rió el castaño del nombre del club cuando
llegaron.
—¿Van a subir sus buenos traseros ahí arriba en media hora cuando la
noche de aficionados comience? —El camarero les preguntó a Rebel y a
Taehyung con una sonrisa coqueta para cada uno de ellos.
—Oh, por Dios, tenemos que hacer esto —exclamó el azabache en tono
vertiginoso, agarrándole el brazo al menor con entusiasmo—. Vamos a
inscribirnos ahora mismo.
—Claro, por qué no —concordó—. Pero será mejor que haga mi trago
doble, así estoy lo suficientemente borracho para hacer esto en media
hora —Kim agregó para el camarero.
Jeon regresó unos minutos después, al igual que el camarero con las
bebidas. El joven que estaba bailando en el escenario frente a ellos saltó
hacia abajo y se dirigió en su dirección.
—Um...
Jungkook miró al castaño como si estuviera pidiendo permiso, y Taehyung
se erizó un poco.
Taehyung se moría por saber qué había preguntado. Tal vez estaba
preguntando si Rebel y él estaban juntos o si tenía novio.
—Oh —La cara del muchacho cayó mientras se bajaba del regazo del
pelinegro—. Si cambias de opinión, aquí está mi número —Metió un trozo
de papel en el bolsillo de Jeon y el castaño tuvo que reprimir un gruñido.
—Oh —Una caliente llamarada golpeó el estómago del castaño otra vez—.
¿Querías hacerlo? Si sólo dijiste que no por mi culpa, puedes llamarlo.
—Me estoy divirtiendo contigo, ¿por qué saldría a enrollarme con alguien
más cuando estoy disfrutando lo que estamos haciendo?
—Supongo —concordó.
Rebel miró hacia un lado y luego hacia el otro antes de quitarse los
zapatos y luego bajarse los pantalones y la ropa interior. Le dio una
sonrisa coqueta al menor y le lanzó un guiño por encima del hombro antes
de hacer una bala de cañón en la piscina. El castaño se apresuró a seguir
su ejemplo, añadiendo un giro a su salto sólo para mostrarle un poco.
—Oh mierda —murmuró Taehyung, seguro que ese tipo grande con un
palo en el culo no iba a ser fácil para ellos.
—Lo sentimos, señor. Nos dejamos llevar un poco —se disculpó Jungkook
con una sonrisa encantadora.
—Sí, se podría decir que sí —El guardia se sonrojó. Luego miró alrededor
como si se asegurara de que no había nadie más allí—. Escuchen, los
dejaré ir con una advertencia, pero no pueden hacer esto de nuevo.
Todavía hay reglas aquí, y es mi trabajo asegurarme de que se cumplan.
—Oh, sí.
Resultó que Taehyung era malo para limitarse, así que Jungkook tuvo que
enseñarle otra vez. Y otra vez. Y luego el castaño tuvo que probarle que
había aprendido, así que lo llevó al borde de la locura antes de que
finalmente le dejara correrse.
—Con gusto.
—No puedo permitirme desayunar aquí —dijo—. Necesito ese dinero para
la matrícula. Fue una estupidez de mi parte jugar con él, y tuve suerte de
recuperarlo con lo del striptease —comenzó a hacer un movimiento como
si quisiera meter las manos en los bolsillos, pero aparentemente se dio
cuenta de que no llevaba pantalones, así que terminó con los puños
cerrados.
—Está bien —concordó con suavidad, sintiendo que tenía que andar con
cuidado—. Te dije que este hotel era mi regalo. Eso incluye el desayuno.
—Por tanto dinero, será mejor que sirvan caviar o algo así —murmuró.
—Es como un área donde puedes juntar ingredientes frescos para una
omelet, o señalarlos, y ellos cocinarán un omelet hecho a la medida para ti.
—Oh.
Kim suspiró—. Estoy luchando por mantener mi cabeza por encima del
agua, financieramente. No puedo permitirme cosas como esta, pero me
siento como una mierda por dejarte pagar por ello.
—Eso no fue divertido. Fue ardiente como el infierno, pero te odié por unos
minutos —se quejó.
—Todos los que me han visto son admiradores —bromeó—. Una vez que
han visto mi polla, están enganchados.
Jungkook apretó las manos alrededor de sus nalgas otra vez, pero con
más fuerza para demostrar la exactitud de su declaración—. Por supuesto
que sí. Luego está mi boca...
—Eso fue muy caliente —dijo Taehyung desde el otro lado de la pared.
No es que pensara que los padres del azabache tendrían un problema con
él. Era un hombre adulto. No necesitaba la aprobación de otros adultos
que ni siquiera conocía.
Excepto que... ¿tal vez sería bueno que sus padres le aprobaran? Y ahí
yacía la causa del sudor frío que corría por su espalda. No sabía para qué
quería que le aprobaran, pero sí quería.
Lo más cerca que estuvo de la aprobación paterna fue con una señora
mayor que le acogió durante un año cuando tenía doce.
Se llamaba Chae, y cuando le pusieron con ella pensó que era una broma.
¿Qué quería una viuda de sesenta y cinco años con demasiado perfume
de un niño de doce años que ya había sido rechazado por dos futuros
padres adoptivos y echado de otros dos hogares de acogida por pelear?
Nunca nadie había sido tan franco con él, pero las palabras no fueron lo
que le sorprendió. Fue la forma en que le miró, como si realmente le
importara lo que le pasara.
No fue fácil navegar desde allí, pero lo intentó, y Chae y él cayeron en una
rutina cómoda juntos. Ella fue para Taehyung más mamá de lo que había
sido su madre de sangre, y hasta el día de hoy sabía que ella era la razón
por la que no terminó en la cárcel o algo peor. Se dirigía por un mal
camino, y ella le enderezó.
Salieron del auto, y Taehyung se tomó un segundo para apreciar las líneas
cautivadoras del cuerpo de Rebel mientras él extendía los brazos sobre su
cabeza, exponiendo un poco su definido abdomen que hizo que se le
hiciera agua la boca.
Sohee les llevó hacia la casa, y el padre de Rebel, Joe, saludó a Kim con
un fuerte apretón de manos. Taehyung pudo ver a qué se refería el
pelinegro cuando dijo que eran hippies viejos. Se parecían más o menos a
una pareja de mediana edad, pero había algo en ellos que insinuaba una
juventud salvaje y despreocupada. Su madre especialmente, todavía
parecía que tenía a un niño con flores tratando de abrirse paso.
Sólo amigos.
Estaba asustado.
Tenía un miedo mortal de ser rechazado, otra vez. Y tenía sentido para él
mantener a la gente a raya, porque si no dejaba entrar a nadie, no podrían
hacerle daño. Jeon lo entendía. Pero no significaba que tuviera que
gustarle.
Lo dijo como si esperara críticas por esa elección, pero eso no iba a pasar.
No en esa casa.
—Tienes que empezar por algún lado —concordó—. Apuesto que la gente
que desarrolló World of Warcraft o Elder Scrolls comenzó en pequeño
también. No crearon juegos como ese de la noche a la mañana.
—Dios, no, hijo. Ni siquiera tengo una computadora. Sohee tiene una
laptop para hacer todo lo que hay que hacer en línea, como pagar cuentas
y lo que no.
—Y ver porno —La mamá del pelinegro añadió sin expresión, haciendo
que Taehyung casi se atragantase con su comida—. Dios mío, ese chico
nuevo que encontraste es lindo.
—No lo sé, en realidad. Por ahora, estoy emocionado por trabajar en este
juego con Jimin, porque trabajamos bien juntos y nos complementamos.
—¿En serio? —inquirió Doug, más resignado que loco—. ¿Más charla
sobre porno?
—Estoy de acuerdo con Dahyun. Ese vídeo estuvo muy bueno —dijo su
mamá.
A Jungkook le encantaría decir que esto era anormal, por la forma en que
se comportaban con el porno, específicamente con el porno gay, pero no
lo era. Así era como funcionaba su familia. Estaba bastante seguro de que
Taehyung podría soportarlo, una vez que dejara de sentirse raro.
—Bear tenía la idea básica del intercambio entre Campy y Heart —dijo
Jungkook, no queriendo reclamar falsa gloria.
Taehyung le lanzó una mirada que le llegó hasta las bolas. Al azabache le
daban ganas de arrastrarlo a una habitación, bajarle los pantalones y
arrodillarse ante él. Le encantaba cuando el chico se ponía mandón.
El castaño miró a Jungkook. Las luces de la calle jugaban con sus rasgos
mientras conducía, dándole un aspecto extrañamente etéreo. Kim no
estaba seguro de merecer haber conocido a alguien tan increíble como él,
pero iba a apreciarlo mientras tuviera el privilegio. Sólo esperaba que
eventualmente, cuando el pelinegro se fuera de su vida, todavía pensara
en él de vez en cuando. La idea de que el azabache le olvidara hizo que le
doliera el estómago.
—No, parecen realmente geniales. Gracias por invitarme, esto ha sido muy
divertido.
Jungkook inclinó su cabeza hacia adelante y hacia atrás e hizo rodar sus
hombros unas cuantas veces antes de tirar de su camisa y lanzarla a un
lado.
—Haz lo que quieras conmigo, pero no dejes de frotar —El pelinegro gimió
en la almohada.
El castaño se desnudó, dejando su ropa en una pila justo afuera del baño.
Y tan pronto como la bañera se llenaba de agua caliente y un chorrito de
algo que hizo burbujas con aroma floral, se adentró a ella y abrió las
piernas para que el azabache se sentara frente a él. Un escalofrío de
placer se cernió sobre Taehyung mientras la piel de los dos resbalaba y se
deslizaban una contra la otra.
Taehyung apretó el puño y tiró más rápido mientras estiraba la otra mano
para jugar con sus bolas.
—No sé tú, pero yo estoy listo para perder la puta conciencia —declaró el
menor.
—No, no lo estás. Pero está bien, porque es lindo que estés tan nervioso.
Jungkook sabía que había bebido demasiado, también por la altitud, así
que sin duda, estaba nublando su juicio. Y estaba cansado y caliente como
la mierda, así que probablemente eso tampoco ayudaba.
Pero maldición, solo podía mirar a Taehyung. Mirar a ese chico perfecto,
haciendo que su estómago se revolviera y sus manos se humedecieran. El
castaño estaba bailando con su prima Sarah en el solárium, que se había
transformado en una pista de baile improvisada para la ocasión, y estaba
siendo el caballero perfecto para la nerviosa chica de catorce años que
sabía que él era gay, pero que de todos modos pensaba que era súper
caliente.
Jeon no podía culparla. La camisa azul que llevaba puesta el menor hacía
que resaltaran su mirada. Cada vez que reía, tenía esas arruguitas
alrededor de sus ojos que eran tan lindas, y ni hablar de su sonrisa
particularmente geométrica, Jungkook tenía que suspirar un poco siempre
que lo observaba. Su cuerpo estaba perfectamente delineado en la camisa
apretada, y el azabache no podía quitar los ojos de su trasero y brazos
mientras hacía girar a Sarah. Taehyung no sabía bailar una mierda, pero lo
estaba intentando por ella, y maldición si eso no lo hacía aún más
adorable.
¿Qué demonios le estaba haciendo? Eso era más que sólo la bebida y la
altitud y estar cansado del viaje por carretera.
—Lo tienes mal, hermano mío —dijo Dahyun, dejándose caer en una silla
a su lado.
Con esfuerzo, quitó los ojos de la obra de arte en la pista de baile—. ¿Qué
quieres decir?
—Dios, no. Me aburrió durante los primeros meses que lo conocí. Pero
después de un tiempo, me di cuenta de que me gustaba esa sensación.
Ella le sacudió la cabeza, sus ojos eran suaves y amables—. Cariño, está
condenado si lo hace y condenado si no lo hace. Si te pide que renuncies,
siempre será él quien te retenga de alguna manera. Y si no lo hace, te
preguntas si le importa lo suficiente. No puedes pedirle que asuma esa
responsabilidad. Si dejas el porno o no, debería ser tu decisión, no la de él.
Su hermana sonrió—. ¿Incluso peor que tú? No creí que eso fuera posible.
De repente, había lágrimas en sus ojos que no podía explicar—. Creo que
sí, pero me encanta trabajar allí. No por el sexo, aunque me gusta esa
parte, pero los chicos, son como una familia, ¿sabes? Odiaría perderme
eso.
Además, realmente lo disfrutaba, tal vez tanto como estar en rodajes. Era
creativo, y le encantaba que Bear escuchara sus sugerencias y que le
tomara en serio. Como esa idea que tuvo para el rodaje con Heart y
Brewer, introduciendo a Tank, a Bear le encantó lo que se le ocurrió y le
dio un porcentaje de las ganancias de ese vídeo.
Una idea burbujeó en su cabeza. El estudio iba muy bien y su jefe estaba
cada vez más ocupado. ¿Y si le proponía que quería ser su mano derecha
de verdad? Como, ¿tiempo completo? Ciertamente había suficiente
trabajo, y el estudio definitivamente se beneficiaría si Bear pudiera
concentrarse en lo que mejor sabía hacer. ¿Estaría abierto a eso?
Una ola de emoción le atravesó y sonrió. Tenía algo ahí. Si Bear decía que
sí, eso podría significar que Taehyung y él... estaba indeciso de terminar
ese pensamiento. Incluso si dejaba de filmar porno por su propia decisión,
eso no significaba que el castaño le quisiera. Había sido bastante claro
sobre no querer una relación. Diablos, tuvo que sobornarlo con sexo para
que viniera hasta ahí.
Su sonrisa se ensanchó. Tal vez esa fuera su mejor estrategia. Persuadiría
a Taehyung con gran sexo hasta que el chico se diera cuenta de que le
gustaba tanto como a Jungkook le gustaba él.
La canción terminó, Sarah se sonrojó y tartamudeó un "gracias" apenas
audible para Taehyung.
—Fue un placer —le aseguró el castaño. Ella parecía una niña dulce.
Toda la familia de Rebel era realmente genial, en realidad. Era raro como
el infierno de una manera agradable. El calor y el amor que llenaban la
casa le estaban causando un extraño dolor en el pecho. Y cada vez que
miraba al pelinegro, aparentemente en medio de una conversación seria
con su hermana, el dolor se hacía más profundo, más pleno.
—Tae, ¿te importaría darme una mano rápida en la cocina? —la mamá de
Rebel, Sohee, le preguntó, tocando suavemente su hombro.
—Por supuesto.
El castaño hizo una mueca mientras las palabras salían de sus labios.
Eran demasiado duras, pero también eran como un escudo, protegiendo
su corazón de Jungkook.
—Sé que no voy a convencerte de que no voy a ir a ninguna parte, así que
supongo que tendré que mostrártelo. Y, mientras tanto, podemos seguir
haciendo lo que mejor sabemos hacer.
Rebel inclinó la barbilla del castaño hacia arriba para que su rostro ya no
estuviese enterrado contra su cuello, y sus labios suaves devoraron los de
Taehyung con una desesperación hambrienta.
—Pff, de ninguna manera, yo era un semental total. ¿Qué hay de ti? —El
pelinegro se sentó sobre el borde del colchón, le agarró de la cintura y tiró
de él hacia abajo, de forma que Taehyung quedó sentado a horcajadas en
su regazo.
—Eso suena un poco sexy —Jeon le quitó la camisa y corrió sus dedos a
lo largo de la piel acanelada del estómago de Taehyung, deteniéndose en
sus pequeños pezones y apretándolos ligeramente—. ¿Quieres jugar?
—Vamos para allá. Y, mamá podrías tocar la puerta la próxima vez, esto
es, umm... vergonzoso —pidió sonrojado.
—No se tarden —musitó Sohee, restándole importancia a la vergüenza de
su hijo para luego salir de la habitación.
—Supongo que esto tendrá que esperar hasta más tarde —añadió el
pelinegro dándole un último beso en los labios a Taehyung.
Separó las nalgas del pelinegro con una mano y levantó su resbaladizo
pulgar hacia su apretado pliegue. Jungkook abrió las piernas un poco más
y se inclinó hacia adelante.
—Joder, sí.
El menor sacó sus dedos y buscó en su bolsa para agarrar unos condones
y lubricante. La saliva podía ser suficiente para follar con los dedos, pero
no iba a tratar de entrar en él sin lubricante. Se colocó el preservativo y
luego tomó una generosa cantidad del aceite en su mano y lo esparció
sobre su miembro. Distribuyó lo que quedaba alrededor del agujero de
Jungkook y limpió su mano en el borde de la sábana.
Orgullo se hinchó en el pecho del castaño, junto con otra emoción que no
podía nombrar. Se alejó de Jungkook para poder acostarse a su lado sin
aplastarlo.
—Bueno, mira las herramientas con las que tuve que trabajar —señaló,
dándole a su trasero una sonora nalgada, mientras los dos sonreían.
Jungkook esperó hasta que Bear terminara de agradecerle a Brewer y
Pixie por su actuación estelar en el rodaje que acababan de filmar. El
pelinegro había visto la escena y podía decir que sería una muy popular.
Ballsy ya tenía cientos de solicitudes para ver más de Pixie, unas cuantas
demandando que Tank lo follara. Jeon podía adivinar por qué, la diferencia
en sus personalidades y tipos de cuerpo hacía un interesante contraste.
Además, Tank era un dominante tan obvio y Pixie un sumiso tan completo
que también cumplía ese estereotipo. Sin embargo, hasta el momento,
Bear había estado reacio a poner a esos dos juntos.
Se notaba que Brewer lo había pasado muy bien. Abrazó a Pixie, luego le
dio una nalgada juguetonamente antes de dirigirse al vestuario para tomar
una ducha y vestirse. Era gracioso, pero tan pronto como se fue, Pixie se
transformó en el chico tímido que era cuando el azabache lo conoció. Miró
a Bear bajo sus pestañas, retorciéndose las manos. Era casi como si
tuviera que luchar contra el impulso de cubrirse, lo que no tenía sentido
porque todos lo habían visto encantados.
—Sí —concordó Bear, con los ojos una vez más dirigiéndose hacia los
vestuarios—. Cada vez que trato de hacer una pequeña charla, se queda
callado.
Bear pareció darse una sacudida mental—. De todos modos, dijiste que
querías hablar conmigo. ¿Qué pasa, muchacho?
Bear le señaló para que tomara asiento, y Jungkook se dejó caer en una
de las sillas antes de darse cuenta. La mayoría de las veces, el hombre
era bastante relajado, pero tenía ese borde dominante que aparecía cada
tanto que hacía que todos quisieran obedecer.
La cara de Bear se abrió en una sonrisa—. ¿Eso es? Puta madre, Rebel,
pensé que ibas a decirme que te cambiarías a otro estudio. Eso hubiera
roto mi puto corazón.
—Nunca haría eso. Este es mi... me encanta trabajar aquí, Bear. Lo sabes.
Estos muchachos, son mis amigos. Más como, familia. No quiero irme,
pero yo... —suspiró—. Conocí a alguien. Él es... es especial para mí, y
tengo que ponerlo primero.
La sonrisa de Bear ahora era mucho más suave, casi paternal—. Estás
enamorado.
Jeon suspiró.
—Es complicado.
Los ojos de Bear se entristecieron—. Una vez. Él... —Hizo una pausa, sus
ojos se entristecieron aún más—. Se enfermó y falleció. Pero eso fue años
atrás.
—¿Lo harías de nuevo, sabiendo lo que sabes ahora? —Era una pregunta
terriblemente personal, pero a Bear no parecía importarle.
—Tienes más talento para eso que yo. En serio. Tal vez yo sea mejor en el
aspecto comercial y en los detalles técnicos, al menos por ahora, pero tú
tienes una gran visión y creatividad. ¿Viste cuántas vistas obtuvimos en
ese vídeo con Campy, Heart y Tank? Explotó, hombre, y eso fue todo por
ti. Me encanta que quieras subir a bordo para esto a tiempo completo.
Considérate contratado.
La boca del pelinegro cayó ligeramente abierta—. Pero... ¿Por qué nunca
dijiste nada?
Sin dudarlo, se abrió y compartió esa loca idea que tuvo para un vídeo con
Tank y Brewer.
Jimin y Taehyung se encontraban descansando sobre la cama en el
apartamento del castaño, estaban trabajando en su juego cuando el
teléfono de Kim sonó en su mesita de noche. Como nadie le llamaba
aparte de Rebel, el sonido inmediatamente le trajo una sonrisa a la cara.
—Sí, pero no de la forma en que estás pensando. Mi... uh... amigo, Jimin
está aquí.
Le hizo sentir raro llamar amigo a alguien, había pasado gran parte de su
vida manteniendo a todos a una distancia mínima de cincuenta pies. Pero
no podía negar que, mientras más tiempo pasaban trabajando Jimin y él,
más se había apegado al chico como persona. Era algo asqueroso. Tal
vez necesitaba terapia.
—Aww, tienes un amigo. Me encanta eso.
—Cállate —refunfuñó—. Ahora, ¿qué pasa? ¿Es esto una llamada para
sexo o qué?
—Como que eso sonaba a un novio —señaló Jimin tan pronto como
regresó a su cama.
—No, sólo un amigo con quien follo —corrigió—. ¿Estás listo para ir por
algo de comer con él? Es genial, creo que te agradará.
—¿Oh? Um, claro —El chico empujó sus lentes por el puente de su nariz.
—Oh, por Dios —siseó Jimin mientras agarraba a su amigo del brazo—.
¿Estás jodidamente bromeando conmigo? Pensé que estabas bromeando
sobre la cosa de la estrella porno.
—Oh, Dios mío, soy un hombre vivo; por supuesto que veo porno.
—Si puedes mirar porno, puedes pasar el rato con estrellas porno. No
seas quisquilloso —Puso un brazo sobre su hombro y lo guió en dirección
a Rebel y Heart.
—Hola —El pelinegro se estiró por Taehyung, antes de notarlo y meter sus
manos en los bolsillos. El gesto de alguna manera puso al castaño feliz y
nervioso.
Kim presentó a Jimin, y notó el rubor en las mejillas del rubio profundizarse
cuando Heart le dio una sonrisa amistosa y extendió su mano para
estrecharla. Taehyung se mordió el interior de la mejilla para no reírse de
su incomodidad, y Rebel le lanzó un guiño como si estuviesen
compartiendo una especie de broma interna.
Jimin estaba callado durante la cena, sólo hablando cuando Rebel o Heart
le hacían una pregunta. Kim empezó a sentirme un poco mal por darle una
especie de cita a ciegas sin decírselo. Quizás no estaba listo para salir
nuevamente después de su separación. O tal vez hablaba en serio cuando
dijo que no tenía sexo casual. En cualquier caso, le debía una disculpa
cuando estuviesen solos. Sin embargo, Heart parecía ser un chico genial.
Se pasaba la comida contando chistes e historias, coqueteando con el
camarero, y básicamente entreteniendo a cualquiera dentro de un radio de
tres metros de esa mesa.
Cuando terminaron de comer, el único objetivo del castaño era salir para
poder estar a solas con Rebel.
—Sólo a unas cuadras al este, no tendré problemas para llegar a casa —le
aseguró.
—Oh oye, también vivo por ahí. ¿Te importa si camino contigo? —Heart
preguntó, y el rubio parecía sorprendido.
—Um... sí... quiero decir, si vives por ahí de todos modos, realmente no
puedo detenerte —Park se rió con obvia incomodidad.
—Genial. Te veo más tarde, Rebel —dijo Heart, estrechando la mano del
pelinegro y dándole una palmadita en la espalda.
Jungkook agarró sus caderas y las empujó hacia arriba hasta que estuvo
de rodillas, su cara todavía sobre la almohada. Y luego el aliento caliente
del pelinegro rozó a lo largo de su agujero, el miembro de Taehyung
pulsaba adolorido al perder la fricción de la cama.
—¿Ah?
—Eres un diablillo pervertido. Esa debe ser la razón por la que somos tan
buenos juntos.
—Oh Dios, tan bueno —jadeó el menor—. Voy a... oh, joder.
—Oh, oye, ¿cuál es tu gran noticia por la que estabas todo entusiasmado?
—preguntó, luchando por algo para fundamentar sus emociones que eran
demasiado grandes en ese momento.
Observó como una sonrisa se extendió lentamente sobre los labios del
azabache. Su brazo se apretó alrededor del menor, y sus dedos trazaron
pequeños círculos en su cadera.
—Renuncié al porno.
—¿Qué carajos, Rebel? O... joder... ¿ya no eres Rebel? ¿Ahora tengo que
llamarte Jungkook? —preguntó mientras caminaba por el pie de la cama
en toda su gloria desnuda. Estaba seguro de que ahora se veía loco, pero
se sentía un poco loco, así que suponía que encajaba.
—No, no y no, ah-ah —El castaño alzó sus manos y sacudió la cabeza,
retrocediendo rápidamente—. No puedo hacer esto. Es demasiado,
simplemente... no puedo.
Tan pronto como estuvo vestido salió por la puerta sin mirar atrás ni
pensar en el hecho de que iba a dejar solo a Jungkook en su propio
apartamento.
Jungkook había esperado toda una semana, pero ni rastro de Taehyung.
Estaba empezando a preguntarse si iba a ser el séptimo chico en la fila de
sus relaciones fracasadas. Y en ese caso, sería aún más irónico debido a
su insistencia en que ni siquiera estaban saliendo en primer lugar.
Jeon iba a hacer una llamada sexual pasada de moda, a ver cómo
respondía.
Cada observación era la verdad, excepto que estaba dejando de lado tanto
al mismo tiempo. La forma en que se le revolvía el estómago cuando
Taehyung le sonreía. La forma en que se sentían sus manos cuando
exploraban su cuerpo. Lo dulce que sabían sus labios, su boca, su lengua.
Lo feliz que estaba cuando se encontraban juntos en la cama, incluso
cuando estaban durmiendo. El pelinegro tenía tanto que decir, y sin
embargo, tanto que debía contener.
Jeon abrió más las piernas, dejó que su mano izquierda bajara más, para
encontrar su agujero. Empujó con facilidad, cortesía de mucha práctica.
Otro suave gemido se escapó de sus labios mientras su cuerpo recordaba
lo bien que se había sentido tener a Taehyung penetrándolo, llenándolo.
Dios, lo extrañaba.
Ahora todo lo que podía hacer era esperar para ver si su cebo atraía la
atención del menor.
Su otra mano se movió entre ellos para abrir sus propios pantalones. Con
movimientos rápidos dejó caer su pantalón y su bóxer. Su erección
húmeda se frotó contra la de Jungkook y los zumbidos de placer corrieron
a través de toda la columna del pelinegro.
El castaño rompió el beso, los dos estaban jadeando. Le dio la vuelta con
manos fuertes a Jeon y lo empujó hacia abajo hasta que entendió la
indirecta. El mayor puso sus manos en la pared, extendió las piernas y
arqueó la espalda para crear el ángulo perfecto. La mano de Taehyung
agarró su garganta con la presión suficiente para sentirlo, y luego entró en
él con una rápida estocada.
Jungkook gritó, tanto por placer como por sorpresa. De alguna manera,
esperaba que el chico fuera más lento, más cuidadoso, aunque le
encantaba que no lo fuera. El menor se retiró y volvió a embestir hacia
adentro, y otro gemido bajo salió de los labios del pelinegro.
Jeon dejó caer su cabeza sobre sus manos con los ojos cerrados,
chocando contra la pared, incapaz de soportar su peso. Su aliento salió en
respiraciones cortas mientras el semen goteaba de su trasero.
Esa había sido la follada más caliente que Jungkook jamás hubiese tenido.
Y durante todo el encuentro, nunca dijeron una palabra.
Acababa de follar con Jungkook sin condón.
El mayor le levantó una ceja en cuestión y extendió una mano para que le
pasara el porro.
—Porque todo era perfecto hasta que decidiste dejar el porno y declarar
tus sentimientos por mí o lo que sea.
—¿Estás diciendo que no tienes sentimientos por mí, más que sólo como
amigos con derechos?
—Esto es una completa mierda. No puedes cambiar las reglas a mitad del
juego —se quejó el castaño, su pecho casi demasiado apretado para
respirar—. Ahora has ido y arruinado lo mejor... —Se calló y negó con la
cabeza ante sus manos temblorosas y su voz tensa.
—Nada tiene que ser arruinado. ¿No puedes dar a esto una oportunidad
entre nosotros? Sé que tienes miedo...
—No sabes una mierda. ¿Qué? ¿Sólo porque te dije que estaba en un
hogar adoptivo, ahora crees que sabes toda la historia de mi vida?
—Dime entonces. Quiero saber la historia de tu vida —La voz del pelinegro
era suplicante, casi desesperada, y a Taehyung sólo le daban ganas de
gritarle.
Alejarse ahora para salvarlos a ambos de un corazón roto más tarde, eso
era lo mejor que podían hacer. Era mejor para los dos. Incluso si parecía
que su corazón estaba sangrando en su pecho.
—No puedo lidiar con esto —Se paró bruscamente. Las paredes parecían
cerrarse más y más. Necesitaba salir de ahí.
—Escucha, me voy a Nueva York en dos días con todos los chicos.
Estamos nominados para un premio, y es un gran asunto. ¿Por qué no te
tomas un día para calmarte y luego vienes conmigo? Podemos explorar
New York y divertirnos como lo hicimos en Las Vegas.
Tal vez si se escondía ahí bajo sus cobijas, nunca tendría que enfrentar
eso, y no tendría que admitir ante el pelinegro ni ante sí mismo que no
quedaba nada de su corazón que proteger, ya que estaba totalmente en
las manos de Jungkook.
Tank, Bear, y Pixie estaban a unas pocas filas detrás de ellos, también
sentados juntos. Jeon tuvo que sonreír un poco cuando miró hacia atrás
unos minutos antes, porque la visión del lindo aspecto inocente de Pixie
entre el gruñón Tank y su jefe Bear era... interesante. No es que Tank lo
estuviese pasando mal ni nada. No, no había sido más que amable con el
pequeño diablillo tímido. Se reservaba todo su malhumor para Brewer, al
parecer. Eso, por supuesto, hizo que la idea que Jungkook tuvo para una
sesión con los dos fuese aún más épica, y a Bear le encantaba. Ahora,
todo lo que tenía que hacer era convencer a esos dos de cooperar. Decir
que era un desafío era la maldita subestimación del año.
Justo como se preguntaba qué era más importante para Taehyung que ir
con él. Racionalmente, sabía que era demasiado, demasiado pronto para
el castaño. Era un alma herida, su chico plátano, demasiado lastimado por
la gente que lo dejó en el pasado para atreverse a entregarse a otra
persona. Lo entendía, pero joder, dolía.
—No te des por vencido con él —le pidió Brewer—. A veces a las
personas se les ha dicho un cierto mensaje tantas veces que lo han
internalizado hasta el punto en que se ha convertido en su verdad. Se
necesita una repetición de un mensaje diferente para romper esa vieja
convicción. Sigue diciéndole y mostrándole que lo amas hasta que
empiece a creerlo.
El consejo era tan fuera de lugar para el despreocupado Brewer que Jeon
parpadeó un par de veces. Sin embargo, era perfecto, porque era
exactamente lo que sucedió con Taehyung. Lo habían dejado tantas veces
que su convicción era que él también lo dejaría en algún momento.
Necesitaba seguir mostrándole que no lo haría. No importaba cuánto
tiempo le tomara, no podía darse por vencido. Taehyung le amaba,
simplemente no podía admitirlo todavía.
Trató de sacudirse el ánimo en el que se encontraba mientras se dirigían
lentamente al hotel, que estaba justo en el centro de Manhattan, a una
manzana o dos de distancia de Times Square. La ceremonia real del día
siguiente era en otro hotel, pero las reservaciones ya estaban agotadas
cuando Bear decidió que todos irían, así que se quedaron a unas pocas
cuadras de distancia. La nariz de Campy estaba casi pegada a la ventana
cuando Brewer y Rebel trataban de señalarle puntos de referencia. Era
como un niño en una tienda de dulces, y su entusiasmo definitivamente
mejoraba el estado de ánimo del rubio.
Eso dejaba a Pixie y a Bear, y oh, joder, Rebel debería haberse dado
cuenta de que sería incómodo para el pequeño diablillo estar a solas con
el jefe. ¿Por qué no se ofreció a compartir la habitación con Bear en su
lugar? Eso hubiera estado bien para él.
Bear arrastró los pies, obviamente muy incómodo con toda la situación. No
era de extrañar; simplemente se las ingenió para compartir una habitación
con alguien a quien probablemente preferiría mantener alejado, teniendo
en cuenta cómo era un nuevo empleado y todo eso.
—Entonces eso está arreglado. Mañana los veré a todos a las ocho.
Taehyung miró por enésima vez el mensaje de texto que había recibido el
día anterior.
Rebel:
Sé que te he asustado, y lo siento por eso. Pero no lamento haber roto
nuestro acuerdo y haber desarrollado sentimientos por ti. Si cambias de
opinión sobre Nueva York, la oferta sigue en pie.
—Hola.
Una sonrisa torció los labios del castaño. Tan miserable como se sentía en
ese momento, estaba feliz de que Jungkook hubiese hecho la cita para
presentarle a Heart. Quién sabía, tal vez esos dos se enamorarían y
vivirían felices para siempre. Kim no sabía por qué de repente podía
pensar esas palabras sin poner los ojos en blanco, pero ahí estaba
haciéndolo.
—¿Qué pasó?
—Me dijo que estaba dejando el rodaje de escenas y que a partir de ahora
sólo hará trabajo detrás de cámara, y me asusté un poco.
—Porque se sintió como una especie de gesto, y tal vez lo fue. No sé, dice
que tiene sentimientos por mí, y ni siquiera sé realmente lo que eso
significa —Le costaba explicarlo.
—¿Qué significa eso? —se quejó—. ¿Cuáles son estos sentimientos a los
que todos siguen refiriéndose?
—Significa que te gusta para algo más que sexo; te gusta estar cerca de él
y te gusta como persona. Significa que puedes ver un futuro junto a él.
Oh.
—Pero fui todo un idiota. No sólo cuando me asusté con él, sino que lo he
estado alejando todo este tiempo mientras se ha estado enamorando de
mí. No lo merezco, pero si voy a tratar de arreglar las cosas, no puedo
simplemente llamarlo y decirle que quiero ser su novio o algo así.
—Ve a Nueva York —sugirió Jimin—. Puedo averiguar por Heart dónde se
están quedando, y puedes ir a decirle cómo te sientes. ¿Tal vez incluso
considerar la palabra amor?
El corazón de Taehyung saltó a su garganta—. Ya veremos sobre la última
parte.
—Sí, no creo que tenga otra opción. Necesito tener a Reb- Jungkook de
vuelta.
Cuando salió del avión, le temblaban las manos y sentía que estaba al
borde de un ataque de pánico masivo. ¿Qué haría si ponía todo en la frase
y luego Jeon le decía que había cambiado de opinión? ¿O qué pasaría si
había malinterpretado todo y Jungkook no le quería de la forma en que él
lo hacía? Hacerle una proposición de sexo cuando él era un extraño para
Taehyung había sido mucho más fácil que pedirle ahora que fuese su
novio.
Llamó un taxi y le dijo la dirección del hotel al que debía ir, y luego se
sentó y trató de disfrutar de las vistas de una ciudad en la que nunca había
estado. Pero todo el tiempo, lo único que podía hacer era contar los
kilómetros disolviéndose a medida que se acercaba a su hombre.
Lo único que Heart no sabía era el número de la habitación, así que
cuando llegó al hotel se detuvo en la recepción.
—Hola, se supone que debo reunirme con mis amigos, pero me olvidé de
obtener su número de habitación. ¿Sabrías en qué habitaciones se alojan
los Ballsy Boys? —preguntó con una sonrisa encantadora.
—Tendré que llamar y asegurarme de que está bien decírtelo. Han habido
algunos admiradores tratando de obtener acceso después de que
escucharon que se estaban quedando aquí.
Cuando salió del taxi en el hotel donde estaban llevando a cabo la entrega
de premios, el castaño se dio cuenta de que iba a llamar la atención tan
pronto como entrara, con su ropa casual y llevando una mochila con sus
cosas en ella. Pero no le importaba. Lo único que le importaba era llegar a
Jungkook.
Sólo le tomó un segundo para que su mirada diera con Jungkook a través
del gran salón de baile del hotel. Se abrió paso entre la multitud, lanzando
disculpas poco entusiastas a aquellos que parecían particularmente
ofendidos. Se detuvo frente a él, y en el momento en que esos ojos negros
se encontraron con los suyos, cada palabra que practicó durante las
últimas veinticuatro horas se le escaparon de la mente, y se quedó
mirándolo boquiabierto como un completo imbécil.
—De acuerdo, hablemos —Jeon alentó tan pronto como estuvieron solos.
—Continúa.
—He mantenido a la gente lejos durante toda mi vida, porque tenía miedo
de lastimarme. Me funcionó en su mayor parte. Pero, tenías que ir y joder
todo haciendo que me enamorara de ti. Nunca he tenido relaciones, pero
contigo, creo... creo que quiero intentarlo.
Era todo en lo que Jungkook podía pensar cuando se abrían paso, juntos,
las manos de ambos unidas. Su corazón estaba haciendo un baile extraño
dentro de su pecho, como un baile de la divina comedia, sólo que mejor.
«Me ama»
Se unieron a los otros chicos, y todos les sonrieron con felicidad, sabiendo
lo mucho que significaba para el rubio tener a Taehyung con él.
Los Premios Porno anuales eran algo grande, incluso si la mayoría de las
categorías estaban dirigidas más o menos exclusivamente a pornografía
directa. El porno gay estaba creciendo rápidamente en popularidad, a
medida que las mujeres lo descubrían. Tendían a encontrarlo mucho más
atractivo que el porno heterosexual. Dah. Si Jungkook fuese una mujer
heterosexual, preferiría ver a dos chicos que a un hombre y a una mujer.
Porque suponía que las tetas realmente no eran tan interesantes si no te
atraían las mujeres.
Taehyung le envió una mirada orgullosa que llegó muy dentro del rubio. El
castaño estaba muy orgulloso de él, y eso le hacía sentir como si pudiera
volar. Le veía a él, a su verdadero yo, a Rebel y a Jungkook, y le amaba.
Tenía razón. En serio, Jungkook era una puta estrella porno, pero parte de
lo que mostraban ahí le había empalado y le revolvía el estómago de una
manera incómoda.
Taehyung estaba luchando duro por reprimir su risa, Jungkook podía sentir
su cuerpo temblar con el esfuerzo. El chico sabía lo que sentía por esa
mierda. Es decir, por cada uno, pero ese tipo de cosas era un gran no para
él. Le gustaba el sexo en todas las posiciones, y no le importaba un poco
de brusquedad, pero aparte de eso, era lo más vainilla posible.
—Psh, tonterías. Una estrella porno gay como tú, por supuesto, te gusta
un poco de fetichismo.
—Sabes qué —le dijo con dulzura al vendedor—, tomaré una mordaza con
pelota y un par de esposas, por favor.
—Qué...
Los ojos azules del menor encontraron los suyos, respiraciones rápidas
pasando por sus labios hinchados—. También yo —dijo, y el rubio sabía
que eso era tan bueno como otra declaración de amor.
El chico miró en la bolsa de plástico que traía y se rió aún más fuerte. Era
realmente un hombre hermoso cuando sonreía así.
—Gracias, Tank.
Tank les dio un par de horas antes de entrar a la habitación, y para ese
momento, ambos estaban saciados, ya quedándose dormidos en los
brazos del otro. Este era el mejor día en la vida de Jungkook.
—¿Por qué querías dejar de filmar escenas? ¿Fue sólo porque pensaste
que tendrías que hacerlo para que fuéramos en serio?
—De alguna manera fue por ti, pero no porque pensara que me darías un
ultimátum o algo así.
—Eso es todo lo que necesitaba saber. Nunca te haría elegir. Quiero que
hagas lo que te hace feliz, siempre.
—¿Desayuno?
El menor se levantó usando solo los bóxers con los que se había ido a
dormir, y Jungkook le dio un duro azote en el trasero.
—Lo siento, nene, estoy retirado. Sólo estaré follando a puerta cerrada a
partir de ahora... aunque aún haré excepciones por las piscinas en Las
Vegas y hoyos de gloria —Jeon le guiñó un ojo y el estómago de
Taehyung tembló.
Esto era amor, ¿cierto? Porque seguro como el infierno que se sentía
como amor.
—¿Quieres el asiento de la ventana o prefieres el pasillo? —preguntó
Jungkook mientras tomaba el bolso de su novio y lo colocaba en el
compartimento superior.
—Pasillo por favor. Nunca superé ese maldito episodio de Twilight Zone
con la criatura en el ala del avión.
—Oh sí, eso fue extraño. Gracias por el recordatorio, ahora también voy a
tener que evitar mirar por la ventana.
Los dos se acomodaron en sus asientos y también todos los demás Ballsy
Boys reclamaron sus sitios a su alrededor. Brewer y Tank terminaron en
una discusión sobre un reposabrazos que casi llegó a los golpes antes de
que Bear los separara y se sentara entre ellos.
—¿Alguna vez piensas que esos dos deberían follar sea cuál sea su
problema? —Taehyung le susurró al rubio, y Jeon soltó una carcajada.
—¿Tienes algo que necesites hacer esta noche o puedo llevarte a una
apropiada cita ahora que eres mi novio? —preguntó Jeon mientras le
acercaba para mordisquear a lo largo del punto de pulso en su cuello,
causando que el calor ardiera en la boca del estómago del menor y un
calor agradable se estableciera en su pecho.
—Una cita suena bien —Su voz salió un poco temblorosa, y estaba seguro
de que Jungkook lo había notado, pero no lo puso en evidencia.
—Ya veremos cómo va la noche —Le guiñó un ojo y le besó los labios—.
No me gustaría que pienses que soy fácil, haciéndolo en la primera cita y
todo.
—No puede pasar eso —El rubio le agarró del brazo y le sacó de su
apartamento, cerrando la puerta detrás de él—. Ahí, ahora estamos a
salvo del sexo interrumpiendo nuestra primera cita.
Y, al igual que con el bailarín de Las Vegas, una extraña y ardiente onda
de celos le recorrió las venas al castaño. Su agarre en la mano de
Jungkook se tensó mientras eran conducidos a su mesa, y antes de irse, el
lindo joven repasó al rubio con una mirada sensual.
—¿Cuál era el problema con ese chico? Es obvio que estamos juntos —se
quejó tan pronto como se fue.
—Ese no es el punto.
—Lo tiene. Sólo para ser claros, ser novios significa que ahora somos
exclusivos, ¿verdad? —comprobó, manteniendo su tono cuidadosamente
regulado, así no parecía demasiado necesitado.
—Más vale, porque estoy bastante seguro de que romperé los dedos de
cualquier chico que se atreva a tocarte. Definitivamente no quiero a
ninguno de nosotros con nadie más.
—Por supuesto.
Taehyung se congeló con su vaso de agua hasta la mitad del camino a sus
labios.
—No puedo creer que tengamos esta conversación —Negó con la cabeza
y movió sus cubiertos inútilmente—. No veo qué lograría el buscarlos. ¿Se
supone que deba tomarme el tiempo de mi vida en buscar personas que
probablemente tengan un grupo de niños nuevos a los que nunca
quisieron abandonar?
—Lo sé. No te presionaré para que hagas algo que no quieras hacer. Pero
si quieres encontrarlos para tratar de tener un cierre, me encantaría
ayudarte y estaré contigo todo el camino. Es tu decisión. ¿Okay?
—¿Estás fingiendo que eres una persona que olvidó mi nombre? Porque
eso es peor que lo otro —se rió.
Volvió a vestirse para salir por la puerta y una lenta sonrisa se dibujó en
los labios de Jungkook.
—No, me gustó.
—Póntela.
—Siento llegar tarde —Le pidió disculpas a Jimin cuando se detuvo frente
a él sin aliento.
Resultaba que Jimin había hecho su investigación. Le envió una lista con
viñetas con varios artículos adjuntos que explicaban por qué era probable
que el plan que describió tuviera éxito si se ejecutaba correctamente.
—Gracias.
—No puedo creer lo bien que esto se está uniendo —Taehyung negó con
la cabeza y sonrío. Había una ingravidez en su pecho. Esto realmente
podría funcionar.
—No quiero cantar victoria, pero tengo un buen presentimiento sobre esto.
—Hola, no sé cómo luce tu día, pero Jimin y yo pensamos que sería genial
encontrarnos contigo y con Heart para almorzar.
—Así que, finalmente novios, ¿eh? —preguntó Pixie con una sonrisa, sus
ojos parpadeando entre los dos.
—Lo que Tae está tratando de decir es "por supuesto, estamos saliendo
exclusivamente, lo que muchos llamarían novios. Me siento incómodo con
el término, pero tengo tanta suerte de tener a un hombre sexy como Rebel
para llamarlo mio" —le dijo, abrazado al castaño por los hombros.
—Lo siento si Pixie te hizo sentir incómodo o si estuve fuera de lugar con
mi respuesta —dijo Jeon cuando se detuvieron para tomar aire.
El castaño dudó por un segundo, por costumbre más que nada, antes de
aceptar. Y luego ambos se desnudaron y se acostaron juntos en la cama
en una maraña de extremidades, los jadeos bajitos de Taehyung y los
chasquidos de sus besos como música de fondo.
Taehyung se despertó sobresaltado con la sensación de tener un cuerpo
medio acostado encima suyo, y se removió hasta salir de debajo de él con
el corazón palpitando contra su caja torácica.
—¿Algo mal?
—Ajá —dijo Jeon con una ceja arqueada. Su cabello estaba recogido en
un moño desordenado, y tenía líneas de sueño en su mejilla izquierda.
—No. Había un tipo que era un poco mañoso, pero nada más serio que
algunos abrazos o cosquillas no deseados. Escuché historias, sin
embargo, de otros niños, y es una de esas cosas no habladas que todos
saben que debes cuidar. Entonces, cuando me levanto y no estoy solo en
la cama, a veces me olvido de que no soy un niño indefenso de trece años
en un hogar adoptivo.
—Jodidamente te amo —dijo sin pensarlo, y tan pronto como las palabras
salieron, una risa aliviada las siguió. Eso no había sido tan difícil.
Jeon se inmovilizó contra él y guardó silencio el tiempo suficiente para
empezar a ponerle nervioso. Pero luego sus fuertes manos estaban sobre
sus caderas, haciéndole girar para enfrentarlo. Tomó el vaso en su mano,
lo puso en la encimera, y luego le sostuvo el rostro.
—Está bien, pero tengo que advertirte, no voy a follarte; voy a hacerte el
dulce amor.
—Gracias por darme una oportunidad —susurró Jeon contra sus labios
mientras sus risas se desvanecían.
—Gracias por darme tiempo para hacerme a la idea de que alguien sea
una presencia estable en mi vida.
—Por supuesto, bobo, no quise decir hoy. Sólo quise decir que creo que
tienes razón; necesito el cierre ¿Me ayudarás a encontrarlos?
—Cualquier cosa por ti. Eso es lo que haces cuando amas a alguien.
El estómago del castaño dio una voltereta ante sus palabras. Lo de anoche
no había sido un sueño, realmente le había dicho a Jungkook que le
amaba. Y se había sentido tan malditamente bien.
—Te amo —puso a prueba las palabras bajo la fría luz del día, y el rubio
parecía irradiar luz del sol desde su alma.
—Encontró a tu mamá. Dijo que está viva y está bien. Trabaja como
camarera a tiempo completo en un restaurante.
—Oh.
Jungkook esperó a que Taehyung dijera más, pero sus ojos se nublaron.
No sabía si estaba pensando y necesitaba tiempo o si no podía procesar.
Desearía saber qué hacer. Quería hacerlo sentir mejor, de alguna manera,
pero no tenía idea de cómo.
Jeon estaba bastante seguro de que era una pregunta retórica ya que
ambos sabían que no le había dicho una mierda, pero le respondió de
todos modos—. No. ¿Quién era?
El rubio no tenía idea de qué iba a decir, pero cuando su novio habló, no
era la respuesta que estaba esperando.
—La pregunta es, ¿tú quieres verla? ¿Quieres saber qué pasó, por qué te
abandonó?
—Si lo hace, al menos lo sabrás. Nunca más tendrás que preguntarte 'qué
pasaría si' de nuevo. Y pase lo que pase, yo estaré aquí.
Taehyung levantó sus bonitos ojos azules para encontrarse con los de su
novio—. Lo sé. Sé que estarás allí. Es aterrador como el carajo, todo esto,
pero hagámoslo. Quiero conocer a mi madre.
El detective privado le dio un número de teléfono, pero Taehyung y
Jungkook decidieron no llamar. El menor quería simplemente ir y enfrentar
a su madre, y él estaba de acuerdo con eso. Tenían su dirección y la de la
cafetería donde trabajaba, así que unos días más tarde, en un sábado
soleado y brillante, hicieron el viaje al sur.
Asintió—. Sí. Parece más seguro que aparecer en su casa sin avisar,
especialmente con mis... mis hermanas. Son jóvenes, y no quiero que
tengan que presenciarlo si sale mal.
El mayor miró al castaño, pero los ojos del chico recorrían el restaurante.
La muchacha les miró con curiosidad por un segundo, pero luego asintió—
. Sí. Esperen un segundo, y la traeré para ustedes.
El agarre de Taehyung en la mano del rubio se volvió bastante doloroso,
pero Jungkook no dijo una palabra. Algunos moretones parecían un
pequeñísimo precio a pagar por estar allí para él.
Lágrimas llenaron los ojos de la mujer, esos mismos ojos azules que tanto
amaba Jungkook. Su voz se rompió cuando habló.
—¿Tae?
—¿Tae?
Sullie asintió con una expresión resignada—. Fui una mamá de mierda,
muchacho, no hay dos maneras de decirlo. Jun me embarazó cuando sólo
teníamos diecisiete años, ni siquiera salimos de la preparatoria. Mis padres
se enojaron, me dijeron que tenía que abortar. Cuando me negué, me
echaron. Lamento muchas cosas en mi vida, pero no me arrepiento de esa
elección.
—Dios, no. Quería hacer lo mejor para ti. Y al principio, todo parecía estar
bien. No íbamos a vivir la mejor vida ni nada, pero Jun consiguió un trabajo
decente, y éramos una familia. Solíamos llevarte a pequeñas salidas
divertidas todos los domingos. Íbamos al zoológico, al parque, a la galería.
Tus pequeños ojos se iluminaron cuando viste todos los colores y las luces
de todos esos juegos en el salón de juegos.
—Es por eso que tuve que hacer lo que hice. Estaba demasiado hundida
en ese punto. Seguía diciéndome a mí misma que iba a estar limpia y a
actuar bien, pero cada día que pasaba, sentía que era un fracaso para ti.
No lo planeé antes de tiempo. Me desperté esa mañana particularmente
lúcida y enferma de mi estómago cuando entré en tu habitación y me di
cuenta del flaco y sucio niño en el que dejé que te convirtieras. Decidí que
iba a llevarte a la tienda de comestibles y conseguir lo que quisieras y que
cambiaría las cosas. Sabía que necesitabas algo mejor que lo que te
estaba dando —Sus ojos se encontraban nublados otra vez—. Estábamos
sentados en un semáforo cuando noté la estación de policía más adelante.
Y de repente, supe que era lo único correcto que podía hacer. Sabía que
tenía que haber una mejor familia para ti, alguien que pudiera hacer lo
correcto para ti.
—Fui a rehabilitación esa misma semana, pero tuve recaídas varias veces
en los siguientes ocho años. Cuando Jun murió, esa fue sólo la llamada de
atención que necesitaba. Tendré once años sobria el próximo mes.
—Eso es mucho tiempo —murmuró, su pierna comenzó a rebotar de
nuevo debajo de la mesa—. ¿Sabes que nunca fui adoptado? Tuve
algunas familias de acogida y luego viví en una casa de grupo hasta que
crecí fuera del sistema.
—Sé que no merezco una segunda oportunidad para estar en tu vida, pero
me encantaría tener la oportunidad de conocerte.
Sullie sonrió y se limpió las lágrimas—. Bien, bien. Ahora, será mejor que
vuelva al trabajo. Llámame cuando quieras. No puedo esperar a que
conozcas a mis niñas.
—¿Qué dices de ir a una habitación de hotel por la noche? Creo que hacer
el amor bajo el agua caliente de la ducha estaría bien —susurró Jungkook
mientras ambos salían del restaurante y se dirigían hacia el auto.
Dios, Taehyung era tan hermoso. Incluso con los ojos cerrados, sus ojos
eran —o eso creía Jungkook porque amaba todo— su parte favorita de él.
Aunque también tenía que decir que su trasero era bastante hermoso y
perfecto y esponjosito y... y bueno lo amaba demasiado.
Su conjetura era que lo follaba tal vez tres de cada cuatro veces, pero de
vez en cuando, el castaño se ponía de este humor agresivo y le follaba
hasta la mierda. El día anterior, fue porque él estaba celebrando, y tenía
toda esa energía de la que necesitaba deshacerse. Jungkook se ofreció
voluntariamente como un objeto para su estado de ánimo. Digamos que
había sido mutuamente satisfactorio y dejémoslo así. Su trasero aún
notaba un poco de su... entusiasmo.
—Buen día, bebé —le dijo y lo besó de nuevo, sólo porque quería.
—No si involucra mi trasero, bebé. Esa fue una seria embestida que hiciste
—El menor se veía positivamente satisfecho, y el rubio sonrió—.
Sintiéndonos bien con nosotros mismos, ¿verdad?
—Está bien, basta con la mierda cursi. ¿Qué tal una mamada de
celebración por despertarme?
Jungkook arrastró una mano desde el pecho del castaño hacia abajo y
buscó su polla, que estaba dura como una roca—. Pareces muy despierto
para mí.
El de piel canela parpadeó, haciendo un puchero—. ¿Por favor? ¿Porque
soy súper inteligente e increíble?
Lo era, sin duda. Se iba a graduar hoy, obteniendo el título por el que
había trabajado tanto. Y Jungkook no podría estar más orgulloso de él.
Este año que pasó, no había sido fácil para Taehyung. Su relación
requería que él aprendiera mucho y se confrontara con un pasado que
nunca se había dado cuenta de que tenía. Y conocer a su madre y a sus
hermanas tampoco fue un paseo por el parque. Aún no eran cercanos,
pero estaban en contacto, y él lo estaba intentando. Eso era todo lo que
cualquiera podía pedir después de lo que pasó, y Jeon no creí que Sullie
siquiera hubiera esperado tanto.
—Te amo.
El corazón de Jeon saltó, como siempre lo hacía cuando su bebé decía
esas palabras. Todavía eran raras, y por lo tanto eran tan valiosas para él.
—También te amo.
—¿Preguntar qué?
El rubio se quedó sin aliento, y todo ese tiempo, el menor le había estado
mirando con una expresión suave.
—Sí.
The end.
Joven lindo superficial, engreído, inmaduro, chico fácil, payaso. Elige el
que quieras, todos ellos aplican para Brewer. El mundo es su buffet de
culos y todos están en el menú. Tank nunca ha odiado a nadie como odia
a Brewer. Pero cuando Rebel les empareja para hacer una escena, tiene
que admitir que está deseando desahogar toda su irritación en su... bueno,
ya sabes. El problema consiste en que la escena se convierte en toda una
relación falsa, y no está seguro de que vayan a salir de eso sin algo de
derramamiento de sangre.