Está en la página 1de 519

Intentar (Taekook / KookTae)

Karu
Copyright Information

This ebook was automatically created by FicLab v1.0.101 on April


25th, 2024, based on content retrieved from
www.getinkspired.com/story/107722/-/.
The content in this book is copyrighted by Karu or their
authorised agent(s). All rights are reserved unless explicitly stated
otherwise. Please do not share or republish this work without the
express permission of the copyright holder.
If you are the author or copyright holder, and would like further
information about this ebook, please read the author FAQ at
www.ficlab.com/author-faq.
This story was first published on August 11th, 2020, and was last
updated on November 13th, 2020.
FicLab ID: UZnXUD3S/lvfge9ll/10700E5S
Table of Contents

Cover
Title Page
Copyright Information
Table of Contents
Summary
1. Prólogo
2. I
3. Uno
4. Dos
5. Tres
6. Cuatro
7. Cinco
8. Seis
9. Siete
10. Ocho
11. Nueve
12. Diez
13. Once
14. Doce
15. Trece
16. Catorce
17. Quince
18. Dieciséis
19. II
20. Diecisiete
21. Dieciocho
22. Diecinueve
23. Veinte
24. Veintiuno
25. Veintidós
26. Veintitrés
27. veinticuatro
28. Veinticinco
29. Veintiséis
30. Veintisiete
31. Veintiocho
32. Veintinueve
33. Treinta
Summary

title Intentar (Taekook / KookTae)


author Karu
source https://www.getinkspired.com/story/107722/-/
published August 11th, 2020
updated November 13th, 2020
words 119,546
chapters 33
status Complete
rating Unknown
tags Complete, Fanfiction, Kooktae, Kookv, Taekook, Vkook

Description:
Libro I de la Saga Temptation
Verbo — Intentar: hacer un intento o esfuerzo para hacer algo o en este caso…
a alguien. Sexo, a Kim Taehyung le encanta, y desde que se dio cuenta a
temprana edad de su fuerte atractivo sexual, no ha tenido problemas usándolo
a su favor. Hombres y mujeres caen en su cama por igual —después de todo,
Taehyung no es quién para discriminar. Vive por un lema —si algo te interesa,
¿por qué no simplemente tener una oportunidad e intentarlo? Y él quiere
intentarlo con Jeon Jungkook. Justo saliendo de un matrimonio de cuatro años
con una ex esposa del infierno, una relación es la última cosa en la mente de
Jungkook. Él está empezando de nuevo y tratando de salir adelante con un
nuevo empleo en un lujoso bar en el centro de Chicago. El único problema es
que, Jungkook ha llamado la firme atención no deseada del Sr. Kim Taehyung —
un cliente habitual del bar y un hombre que siempre consigue lo que quiere.
Noche tras noche, Jungkook mantiene a raya los avances persistentes del
hombre innegablemente carismático, pero después de un momento explosivo
en el bar, las cosas cambian cuando él encuentra su cuerpo agitándose con un
deseo diferente al de su mente. Cuando la arrogancia, la terquedad y la tensión
sexual chisporrotean entre los dos, amenaza con cambiar el rumbo de sus
vidas. Taehyung no tiene relaciones. A Jungkook no le van los hombres. Pero
¿qué pasaría si ambos caen en la tentación y lo intentan?. — Adaptación del
primer libro de la saga Tentación, de la autora Ella Frank, todos los créditos
correspondientes para ella. — Contenido Homosexual. — Versatilidad.
1. Prólogo

Aviones. Taehyung no era fan de ellos.


Sin embargo, el cálido coño en el cual su polla estaba
metida profundamente hasta sus bolas, era definitivamente
mejor que el cuero frío y azul del asiento 1D de la clase
ejecutiva, en el que había estado sentado hace un
momento. Por suerte para él, justo antes de que el avión
rodara por la pista, el asiento libre, que pensó se
mantendría vacío, se ocupó.
Y aunque cambió mi plan de dormir…
─Shh, cariño. Si vas a gemir voy a tener que callarte.
─Taehyung alzó su mano para cubrir sus rosados labios
medio abiertos.
Al principio, había asumido que éste sería el mismo
aburrido viaje de siempre desde L.A de vuelta a Chicago.
Se había acomodado con su típico gin-tonic, desabotonó el
saco de su traje, y se cruzó de piernas mientras esperaba
impaciente a que el viaje comenzara. Pensó que si tuviera
suerte, podría tomar varios tragos más y dormir la mitad
del viaje.
Y que suertudo hijo de puta que soy.
Mientras estaba vaciando su pequeño vaso de plástico,
escuchó la voz de una mujer acercándose a la puerta de la
cabina, gritando:
──¡Esperen! ¡Esperen! ¡Uno más!
Y ahí fue cuando vio a Jessica “Oh, mierda si, más”.
Era una rubia de piernas largas en una minifalda rosa,
que se había abierto camino por la puerta y que lo había
dejado abrirse camino en ella por igual.
El auxiliar del vuelo le dio una sonrisa rápida.
─Tienes suerte. Estábamos a punto de cerrar la puerta de
la cabina.
Jessica se rió.
Y eso fue lo que hizo que su polla prestara atención.
─Bueno, me alegro de haber corrido entonces. ──Vamos a
sentarte. ¿Cuál es el número de tu asiento? ──Parece que
es el 1C.
Y eso, como dicen, fue todo.
Actualmente, el trasero desnudo de Jessica se sentaba en
el minúsculo lavabo del baño de atrás, del vuelo 201 de
Virgin America, y bueno, no había absolutamente nada
virginal sobre la manera en que su minifalda estaba
levantada alrededor de su cintura. De hecho, Taehyung
podría adivinar que ella no podría ni siquiera recordar lo
que la palabra virgen significaba, especialmente
considerando como sus muslos color crema estaban
separados bien abiertos con su polla deslizándose dentro y
fuera de su coño empapado. Y eso estaba bien para él.
Cuando ella se detuvo por primera vez cerca de su
asiento, él dejó su mirada vagar desde sus tacones negros
hasta sus piernas largas y suaves.
No se había disculpado ni había ofrecido excusas por
follarla con la mirada mientras la medía como posible, y a
partir de ahora, oficial polvo.
A ella no parecía molestarle, obviamente, porque cuando
finalmente se encontró con una mirada coqueta y verde, la
mujer le había sonreído mientras indicaba el asiento a su
lado.
─Parece que estás atascado conmigo.
─Sí, eso parece ─coincidió.
Después de que ella guardara su bolso en el
compartimiento superior, se deslizó lentamente en su
asiento a su lado y se volvió hacia él tendiendo su mano.
Esa misma pequeña mano está actualmente agarrando la
solapa de mi traje, justo en este momento, reflexionó
Taehyung mientras golpeaba sus caderas hacia adelante,
hundiéndose dentro de ella tanto como le permitía esa
posición estrecha e incómoda.
─Soy Jessica ─le había dicho evaluándolo con una
traviesa mirada, muy parecida a la de él.
Había visto sus pequeños dedos terminados con unas
uñas con manicura rosa, y de repente, el vuelo se había
convertido en algo mucho más interesante.
Tomando su mano con la suya, le guiñó un ojo. ──Soy
Taehyung.
─¡Más duro Taehyung! ──gemía, dándole ahora un buen
uso a su nombre.
Bueno, no voy a decirle que no a eso, era el único
pensamiento de Tae mientras usaba de soporte sus pies, lo
cual era difícil de hacer cuando los pulgares en sus zapatos
estaban doblados contra el tocador de plástico que ocupaba
la mayoría del puto espacio donde se estaba parando. Pero
como un soldado de caballería, Tae se dio buen uso a sí
mismo, agarrando el trasero de Jessica con su palma
izquierda y sosteniéndose en la encimera con la derecha,
mientras empezaba a golpear con fuerza dentro de la mujer
justo como lo había pedido. Los estaba empujando cada vez
mas cerca a ese momento escurridizo, dirigiéndolos a ese
lugar en el cielo.
Nunca había pensado en follar en un avión hasta que se
desplazó por la pista y se movió de la línea de espera para
alinearse y así despegar. Pero eso era todo en lo que podía
pensar después de que Jessica hizo todo un show al
cruzarse de piernas, y mostrar mucho más que la parte
superior de sus muslos.
─Bueno, Taehyung, tengo el presentimiento de que este
viaje se acaba de poner interesante. Gracias por eso.
Él le había regalado una arrogante mirada que era tan
depravada como los pensamientos que ahora corrían a
través de su mente.
Mientras el avión se había disparado por la pista con
toda la fuerza de dos chorros de motor, Tae se había
abrochado el cinturón, preparándose para el viaje.
Mientras que la parte delantera del avión se inclinaba hacia
arriba, tanto como su polla palpitante, finalmente le
contestó:
─Eso intento. Así que, ¿estás volviendo a casa, a tu
marido e hijos?
Cuando Jessica había lamido sus brillosos labios, Tae
había imaginado inmediatamente a esa lengua
desempeñando ese mismo hábil movimiento en medio de
sus piernas.
─Ni hijos ni marido.
Con eso, Tae había sabido que se uniría a ese club
exclusivo, que no tenía nada que ver con vírgenes.
──Sí ──siseó mientras sus pelotas se ajustaban y las
mejillas de su trasero se tensaban.
Envuelta firmemente alrededor de su cintura, la pierna
de Jessica presionaba contra él, acercándolo, mientras sus
ojos se ampliaban sobre su palma cubriendo su boca.
Luego, sus músculos dulces y jugosos tensaron su polla
como un puto tornillo, y ambos lo encontraron.
Por el precio de admisión de $543,90, ambos fueron
aceptados dentro del exclusivo Mile High Club, y valió cada
centavo.
*Mile High club: Se refiere a las personas que mantienen
sexo en los aviones en pleno vuelo.
2. I

PRIMERA PARTE

Reconocimiento: Comprensión de una verdad existente.


3. Uno

Lunes a la mañana, nueve y cuarto, y previsiblemente,


sigo en el trabajo.
Sentado en su silla, Taehyung se quitó sus anteojos y se
masajeó el puente de su nariz. La oficina estaba tranquila
en ese momento, y sabía que era el único que quedaba en
el piso.
Ésta era la mejor parte del día. Ésta era su parte del día.
Era el momento en el que se podía relajar, dejar a un lado
los títulos, propiedades, y apariencias y tan solo ser.
De pie, movió el cuello de lado a lado mientras se
aflojaba su corbata azul de un nudo perfecto en la base de
su garganta. Era hora de dirigirse a su lugar habitual por
una bebida rápida antes de dirigirse a casa. Recogió su
maletín, caminó hacia la puerta de su oficina, apagó las
luces, y se dirigió al ascensor. Mientras esperaba a que
llegara a su piso, le echó un vistazo a su lugar de negocios.
Huh, ¿quién lo hubiera pensado?
Hoseok y él, realmente habían hecho algo de sí mismos.
Fue un poco sorpresivo, teniendo en cuenta sus días
salvajes en la universidad, pero en lo que a él respecta,
para eso era la universidad, para probar un poco de todo y
todos, y después de… bueno, él, Taehyung se aseguró de
probarlo todo.
Hoseok siempre le parloteaba sobre sentar cabeza con
alguien. Eso probablemente sería una jodida excelente
idea, pero él no era como Hoseok, quien se encontraba bien
en su tercer año de matrimonio.
Taehyung no tenía deseos de cegarse ante nadie, hombre
o mujer, especialmente cuando era mucho más excitante
tomar exactamente lo que se le ofrecía. Una ciudad de ese
tamaño, proveía de demasiadas opciones, y hasta el
momento en que su polla se pusiera dura por una sola
persona, él planeaba usarla en su mayor potencial.
Cuando la puerta del ascensor se abrió, Taehyung
continuó con una sola meta en su cabeza, conseguir una
bebida.
Un gin-tonic, y después su vida sería agradable y genial.
Tenía un trabajo exitoso, un apartamento en el centro y
una oficina ubicada al lado de su bar favorito. Si fuera un
hombre arrogante… Bueno, bueno, ¿a quién quiero
engañar? Soy un hijo de puta afortunado.

Empujando las puertas dobles de After Hours, Taehyung


dejó el aire frío y nocturno, y se adentró en los alrededores
confortantes de su lugar favorito para pasar el rato.
Mientras la familiar iluminación tenue del interior lo
invitaba a adentrarse, se acordó de porqué amaba ir a ese
lugar. Era el lugar perfecto para sentarse, observar, y si
quería, cazar, y él podía lograr todo eso sin el constante
acoso que se encontraba típicamente en un lugar de
levante.
Guarda esos lugares particularmente para los fines de
semana.
Él ansiaba tranquilidad después de trabajar y tal vez…
Oh sí, pensó cuando una morena voluptuosa pasó cerca
de él, rozando su brazo con sus pechos. Tal vez un pedazo
de eso, también.
Los reservados oscuros y aislados que revestían los
costados estaban llamándolo, pero a último minuto, cambió
de parecer y rodeó a varios hombres en traje en su camino
hacia la barra donde encontró un taburete vacío en el final.
Puso su zumbante celular en la barra e ignoró el mensaje
de… Ah sí, Jessica de L.A a Chicago.
Después de acomodar su maletín en el suelo, se sentó y
lo movió entre sus pies, asegurándolo ahí, mientras
esperaba al barman. Echando un vistazo a algunas
personas entremezclándose, Taehyung divisó una mujer
atractiva en un lugar más alejado de la barra. Podría
suponer que se encontraba en sus treinta y pocos. Era una
pelirroja menuda vestida con una chaqueta negra ajustada
y una minifalda que abrazaba su redondo trasero tan bien
como sus manos lo harían.
Mientras ella inclinaba su cabeza en su dirección,
Taehyung miró la bebida en su mano y decidió que le
enviaría una tan pronto como el barman apareciera. Luego,
tal vez la subiría a su oficina y posaría su rostro sobre su
escritorio y su alegre trasero en su…
—¿Qué puedo ofrecerle de tomar esta noche?
Por fin.
Taehyung volteó su cabeza hacia ese profundo barítono
que se había dirigido a él, y por la forma en la que su
cuerpo reaccionó, agradeció el estar sentado. El hombre
que le devolvía la mirada, esperando por su respuesta, era
jodidamente sexy.
Aclarando su garganta, Taehyung se recordó de
mantenerlo amistosamente.
—Un gin-tonic, ¿Me abres una cuenta? Gracias.
—Claro. Ya te lo traigo —le dijo a Taehyung antes de
darse vuelta para hacer su bebida. Taehyung, rápidamente,
evaluó esos rizos sueltos, hombros amplios, y…
Hablando de traseros…
Volviéndose hacia él, el sexy barman deslizó el vaso por
la barra de madera y le dio una sonrisa amistosa. Después,
puso sus largas manos en la superficie y se inclinó más
cerca, como si estuviera por divulgar un secreto. Taehyung
sintió su pene reaccionar ante el brillo travieso en los ojos
del chico, y se encontró a sí mismo acercándose un poco
más, decidiendo que esta opción era mucho más
interesante que la primera.
Eso era, antes de que el barman volteara su cabeza,
mirando a lo largo del bar.
—¿Y qué hay de ella?
Taehyung miró en dirección a la pelirroja, quien todavía
lo miraba. Era una lástima, realmente, porque hasta hace
dos minutos, tener sexo había estado asegurado.
Volviendo la mirada a través de la barra hacia un rostro
lleno de humor, Taehyung pensaba en cómo conseguir
tener a ese hombre a solas y sobre sus rodillas. Ese chaleco
pretencioso y esa corbata, que eran parte del uniforme de
After Hours, lucirían mucho mejor si los estuviera viendo
desde arriba, mientras las piernas en esos pantalones de
vestir estuvieran arrodilladas en el suelo.
—¿Qué hay sobre ella? —respondió finalmente Taehyung,
tomando la bebida y levantándola hacia sus labios.
Cuando el barman se rió, Taehyung se concentró en la
nuez de Adán balancearse en su bronceada garganta.
—Haciéndose el frío, ya veo —bromeó, mientras
levantaba un paño blanco y la situaba sobre su hombro.
—Estoy seguro de que tú no. —Si fuera de otra forma, ya
estarías alejándote.
—¿Qué fue eso?
—Nada, supongo que cambié de parecer.
—Por Dios, amigo, ¿por qué harías eso? Es sexy como el
infierno.
Taehyung tomó otro trago rápido, vaciando el contenido
del vaso, cuando su cuerpo se tensó, reaccionando ante la
palabra sexy saliendo de esa voz suave. Fue como si el
barman hubiera pasado su mano sobre su ingle.
Normalmente, los empleados de After Hours no eran
exactamente conversadores, y si lo fueran, las
conversaciones eran siempre educadas. Este lugar era
lujoso, no como un pub local, y el hecho de que este
hombre parado ahí, chequeando descaradamente a la
clientela, hizo que Taehyung le diera un segundo vistazo a
la mujer.
—Estoy de acuerdo. Es sexy.
—¿Quieres otro? —Gesticuló hacia el vaso vacío
—Claro, así que… eres nuevo aquí.
El barman asintió, su cabello oscuro balanceándose con
el movimiento de su cabeza, mientras miraba a Taehyung.
—Tú obviamente no, ya que supiste eso. Empecé ayer.
—Bueno, supongo que se podría decir que soy un cliente
regular, trabajo al lado.
Una nueva bebida fue empujada en su dirección, y
Taehyung la tomó sin quitar los ojos del hombre. Estaba
recibiendo alguna clase de vibra de él, pero estaba
bastante seguro de que no era la que él esperaba.
Seguramente solo es un empleado nuevo apreciando un
cliente decente.
Pero cada pensamiento corriendo por la mente de
Taehyung en ese momento, especialmente uno en
particular, eran definitivamente todo menos decentes.
Eso fue cuando el barman le dio otra blanca sonrisa
mientras movía su cabeza hacia el bar.
—Bueno, tengo que volver con mis fans. Hazme saber si
quieres comprarle a esa sexy pelirroja una bebida. Parece
que necesitas relajarte, si sabes a que me refiero.
Pero antes de que Taehyung pudiera incluso decir algo,
mucho menos, “No, jodidamente no lo hago ¿a qué te
refieres?”, el hombre ya se había ido, y estaba coqueteando
con una mujer rubia. Le estaba dando un exclusivo vistazo
de sus amplios pechos, y Taehyung no pudo evitar ver al
nuevo empleado de After Hours mientras vaciaba su
segundo vaso.
Mierda, las cosas se pusieron un poco más complicadas.
Justo cuando pensó que las cosas serían fáciles, y que se
llevaría a una mujer para inclinarla sobre su escritorio, la
vida da una maldita vuelta a la situación.
¡Prepárense para batear! Quiero jugar con algunas
pelotas.

Parándose frente a una rubia escultural, Jungkook se


concentraba en mezclarle su coctel. Ésta era solo su
segunda noche trabajando en After Hours, pero fue barman
por años.
Solo una de las tantas cosas que Lisa odiaba.
No importaba lo que hiciera durante su matrimonio,
nada nunca la había hecho feliz. Habían sido inseparables
cuando empezaron a salir. Si se encontraban en una
habitación juntos, él probablemente terminaría dentro de
ella. No eran capaces de mantener sus manos fuera del
otro, y aunque eso mantenía la cama caliente por la noche,
de seguro no impedía que se filtrasen los celos fríos como
el hielo, por las grietas de su defectuosa relación.
Sus vidas, amor o lo que fuera, fueron construidas por
lujuria, y cuando la lujuria se transformó en un monstruo
de ojos verdes, su matrimonio cayó en un contenedor de
basura tóxico.
Ahora, la mera visión de ella hacía que Jungkook quisiera
golpear algo.
Después de batir la mezcla frutal, vertió la bebida
brillante y roja dentro de un vaso alto y le agregó una
rodaja de piña, un sorbete y una minúscula sombrilla de
papel. Luego, la deslizó por la barra hacia la rubia.
— eso serían doce dólares. —Le guiñó y le dio una
sonrisa de suficiencia, sabiendo que eso le conseguiría una
propina.
Era la misma expresión que le había ofrecido hace sólo
unos minutos al hombre al final de la barra, el mismo
hombre que Jungkook podía sentir que lo seguía mirando.
La mujer deslizó uno de veinte a través de la superficie
plana, y no se disculpó mientras miraba descaradamente su
cuerpo. Cuando su mirada se volvió para encontrarse con la
suya, sacó su lengua y jugó con el sorbete como si
estuviera lamiendo la punta de su pene.
—Guarda el cambio. —Le ofreció en un tono provocativo.
Jungkook tomó la cuenta y agarró una pequeña y negra
servilleta. Mientras ella se inclinaba más cerca, él se
aseguró de admirar ese pecho impresionante, y después
posicionó el pequeño cuadrado en frente de su vaso.
—Gracias. —Aceptó.
Sin pensarlo dos veces, la mujer puso su mano sobre la
suya. —Es un placer.
Jungkook sabía que esto era parte del trabajo. Coquetear
con las mujeres y ser amistoso con los hombres, y
obviamente, nunca cruzar más allá de la línea. Sabía
también, que la mayoría de las mujeres y hombres de
negocios frecuentaban el bar después del trabajo de
camino a casa… o tal vez iban para evitar llegar a sus
casas. ¿Quién sabe? ¿A quién le importa? De cualquier
manera, su trabajo era ser ese oyente amigable, darles lo
que querían, y hacerles querer regresar, así que eso es lo
que hizo. Si coqueteaba un poco en medio, era solo porque
lo había perfeccionado en un arte refinado. Además, de esa
forma siempre conseguía mejores propinas.
—Para mí también, pero tengo que regresar con los otros
clientes. — Gentilmente movió su mano y se enderezó de
donde había estado inclinado.
—¿A qué hora terminas hoy?
Jungkook alisó su chaleco negro con una mano. —Tarde.
¿A qué hora empiezas a trabajar mañana?
—Temprano —dijo la rubia arrastrando la palabra. Chupó
el final del sorbete entre sus rojos y brillosos labios.
—Ah, eso es una lástima, ¿no? —Jungkook sintió pena y
descubrió que lo decía de verdad mientras que su pene
mostraba signos de interés por primera vez en un tiempo—.
Supongo que somos solo dos naves en la noche.
(Nt. De Trad: Es un dicho que se refiere a que ese sería
solo un encuentro casual, de una vez, de un corto período,
etc. )
Con atrevimiento, ella inspeccionó su cuerpo una vez
más. —¿Vas a estar aquí mañana?
Jungkook asintió mientras sacaba la toalla de su hombro.
—Estoy aquí de jueves a sábados, por la noche, ¿no
escuchaste? Soy el nuevo entretenimiento por aquí —
manifestó yéndose hacia el hombre al final de la barra.
Inclinándose sobre la barra, Jungkook miró al Sr. Gin-
Tonic y notó que su vaso estaba vacío de nuevo.
—¿Quieres otra?
—No.
Los ojos de Jungkook se movieron del vaso alto de vidrio
hacia unos ojos azules que lo miraban detenidamente
detrás de unos anteojos hipsters negros y angostos. Este
hombre gritaba sofisticación, desde su pelo arreglado,
separado en una raya impecable a la izquierda, hasta una
perfecta cantidad de barba de unos días. Claramente se
tomaba su imagen en serio.
Jungkook había escuchado a Lisa referirse a un hombre
como “geek chic”. Este hombre tenía esa apariencia en él,
excepto por los ojos. Jungkook no podía señalar cual era la
diferencia, pero con el silencio entre ellos, y las miradas
intensas, se encontró un poco incómodo. También notó que
el interés que la rubia había provocado a su pene no se
estaba yendo, pero empujó ese pensamiento rápidamente a
un lado.
—¿Algo más que te pueda traer? —preguntó Jungkook.
—¿Por qué no le pediste su número?
Ese completo cambio de tema lo tomó con la guardia
baja, todo lo que Jungkook pudo decir fue:

—¿Su número? —repitió el Sr. Gin-Tonic, mirando a lo


largo de la barra hacia la rubia—. ¿Por qué no se lo
pediste? Estaba obviamente interesada.
Todavía sosteniendo el pequeño paño blanco en su mano
izquierda, Jungkook empezó a limpiar la superficie de la
barra. Ya estaba bastante limpia, pero necesitaba la
distracción.
—No fraternizar con los clientes. —Levantando la vista,
Jungkook se encogió de hombros acompañado con lo que
esperó que fuera una sonrisa despreocupada, mientras
continuaba limpiando la barra.
El hombre que lo miraba no se la devolvió.
—Qué lástima.
Jungkook dejó de mover la toalla y la sostuvo entre sus
manos ¿A qué carajo se refería? Mirando alrededor, notó
que Amelia y Stacy, sus compañeras de trabajo, no estaban
a la vista, así que estaba confundido sobre exactamente a
quién se refería el hombre. Cuando Jungkook se volvió, la
mirada firme detrás de los anteojos se plegaba en los
costados con lo que juró era diversión, por él.
—Es una lástima porque ella era… ¿Cómo describiste a la
pelirroja anteriormente? ¿Sexy como el infierno?
En estado de shock, Jungkook se quedó ahí, en silencio.
No pudo pensar en nada para decir. Por un breve momento,
había llegado a una conclusión equivocada, y pensó que el
hombre se refería a que era una lástima que no podía
fraternizar con él.
En vez de responder, Jungkook se quedó mudo con el
trapo en sus manos, contemplando al hombre cruzando la
barra.
El Sr. Gin-Tonic se paró y tomó su maletín del suelo.
Alcanzó su celular que vibraba en la superficie de la barra y
lo miró. Obviamente, decidiendo que no era importante,
volvió a mirar a Jungkook mientras sacaba su billetera del
bolsillo de su pantalón. Sacó algo de dinero y lo deslizó
sobre la barra.
Por una razón desconocida, Jungkook sintió que era
importante mantenerse firme, para no mirar hacia el
dinero. En cambio, ofreció su “a prueba de fallos”, que era
su sonrisa despreocupada la cual normalmente lo dejaban
salirse con la suya con todo.
—Deberías pedirle su número. Pareces un poco tenso,
como si necesitaras relajarte, si sabes a lo que me refiero.
Con sus propias palabras lanzadas hacia él, Jungkook
miró al hombre hacer una llamada en su celular antes de
darse vuelta e irse del bar.
No fue hasta que Stacy llegó y dijo su nombre, que se dio
cuenta que todavía estaba parado donde lo había estado
por los últimos minutos, y su erección no se había relajado
del todo.
Mirando a lo largo de la barra, vio unos cincuenta en la
superficie, y sacudió la cabeza.
Maldición, esa sí que era una buena propina. No me
interesa cuan extraña fuera esa interacción. Si es un
cliente regular, lo haré mío.
4. Dos

Sí, segunda noche consecutiva, y estoy de vuelta en el


bar.
Aunque esta vez, Taehyung llegó temprano, echó un
vistazo a su reloj, viendo que eran solo las cinco y cuarto.
Nunca dejaba la oficina tan temprano excepto que tuviera
un lugar a dónde ir o a alguien a quien hacérselo. Ésta era
definitivamente ninguna de las dos. Sin embargo, lo que
fuera que sintió en ese primer encuentro lo obligó a volver
al bar esa noche. Continuaba dando vueltas en su
pervertida cabeza.
Así que, sería bueno no dejar que siga merodeando. Y
mejor aún, ir a dar un segundo vistazo.
Metiéndose entre la muchedumbre entretenida de
después del trabajo, Taehyung se aseguró de mantener su
cabeza gacha. No quería distracciones ni atención. Quería
sentarse al final de la barra y observar.
Esta noche, Taehyung solo se había armado con su
celular y su billetera. Se aseguró de dejar su maletín en la
oficina. No quería preocuparse por lo que tuviera entre sus
piernas. Bueno, entre sus tobillos, de cualquier forma.
Miró detrás de la barra pero no vio al hombre de la
noche anterior. Hmm, tal vez no trabaja esta noche. Estaba
seguro que lo había escuchado decir de jueves a sábados.
Sí… hola acosador.
Tomando asiento en el final de la barra, Taehyung
desabotonó su chaqueta negra y se aflojó la corbata.
Stacy, una de las camareras, se acercó con una sonrisa.
—¿Lo de siempre, esta noche? ¿O planeas sacudir un
poco las cosas?
Taehyung estaba a punto de responder, pero antes de
que alguna palabra pudiera salir de su boca, escuchó ese
profundo barítono detrás de él.
—Supongo que quiere un gin-tonic. ¿Por qué desviarse
de lo de siempre?
Volviendo su cabeza, Taehyung vio al barman de la noche
anterior. Estaba caminando hacia el pase de la barra
vestido con el mismo uniforme negro. No debería haber
sorprendido a Taehyung cuando sintió sus pantalones
apretarse en consecuencia, especialmente cuando bajó su
vista y notó que el hombre cargaba una chaqueta negra de
cuero en una mano, y sosteniendo un casco rojo de
motocicleta en la otra. El pene de Taehyung se sacudió con
interés.
El pelo del hombre lucía como si recién se hubiera
sacado el casco. Sus rizos marrones estaban por todos
lados. Se movió por la apertura de la barra y se volvió a
enfrentar a Taehyung. Cuando el hombre mostró la misma
sonrisa relajada que el día anterior, la erección de
Taehyung cambió de interesada a dura-como-una-puta-roca.
Dios, es oficial. La tengo dura por un hombre
heterosexual. Eso es aterrador.
—Ese es tu veneno, ¿verdad?
—Correcto —concedió Taehyung.
Stacy le dio rápidamente un guiño a Taehyung.
Realmente necesito saber su nombre.
—Te dejo con eso entonces —le dijo su compañera de
trabajo, caminando lejos a lo largo de la barra hacia un
cliente recientemente sentado.
Cuando el hombre frente a él se volvió, tomó un trapo, y
lo metió en la cintura de su pantalón, Taehyung tomó la
oportunidad de conseguir una buena y larga mirada a como
la tela negra moldeaba su trasero, se aseguró de que su
expresión fuera neutral cuando el barman se dio vuelta
hacia él.
—Dame un minuto. Tengo que poner mi casco atrás y
notificar mi entrada.
Mientras caminaba tranquilamente por el bar, Taehyung
notó que varios clientes lo miraban, y tenía que
preguntarse por qué el hombre se salió de su camino para
interrumpir a Stacy antes incluso de acomodarse.
¿Interesado? No, imbécil. Es debido a la propina de ayer.
Volvió por más.
Taehyung le dijo a su cuerpo que se calmara de una puta
vez. Era un lindo paisaje, pero era todo lo que podía ser. El
hombre estaba obviamente solo haciendo su trabajo, y ahí
estaba Taehyung, fijándose en él, como un maldito bicho
raro. Taehyung no había sido capaz de dejar de pensar en
ese hombre en toda la puta noche, sin mencionar, mientras
trabajaba ese día.
Finalmente, consiguiendo que su cuerpo cooperara,
Taehyung sintió su celular vibrar y lo dio vuelta para ver un
mensaje de Jessica.
Jessica: Así que, ¿estás libre el mes que viene?
Claro ¿por qué no? El coño de esa mujer había sido
apretado y cálido, y no le importaría revisarlo. Pero ahora
mismo, en ese segundo, su interés recaía en un cuerpo
completamente diferente físicamente.
Tomó el teléfono, abrió el mensaje y contestó.
El mes que viene suena fantástico. No puedo
esperar para verte, ver todo de ti.
Cuando bajó el teléfono, se sorprendió de encontrar al
barman parado enfrente de él.
Oh, así que este tipo es también sigiloso.
—Aquí está tu bebida. —Empujó el vaso a través de la
barra.
Taehyung vio esos marrones ojos casi sonriéndole mientras
el barman esperaba, y Taehyung se preguntaba qué
esperaba exactamente.
—Te agradecería, pero no sé tu nombre.
El tipo alcanzó el trapo detrás de su espalda, el que
estaba metido en sus pantalones, y la sacó frente a él y
empezó a moverla sobre la barra. Taehyung se preguntaba
si era un hábito o tal vez era algo que hacía cuando se
sentía nervioso o inseguro.
—¿No puedes agradecerle a un extraño? Yo acabo de
servirle a uno.
—Eso es cierto. — Taehyung levantó el vaso hacia sus
labios.
No apartó la mirada mientras tomaba un sorbo, y se
preguntaba por qué el otro hombre no la había apartado
tampoco. Bajando su bebida de nuevo a la barra, Taehyung
mantuvo sus dedos envolviéndola mientras le daba vueltitas
al vaso.
—Mi nombre es Taehyung.
Una sonrisa confiada y con suficiencia cruzó los labios
del barman, y movió sus manos para meter el paño de
nuevo en sus pantalones, atrayendo inmediatamente la
mirada de Taehyung hacia su cintura.
—Bueno, es un placer conocerte, Taehyung. Volveré
cuando necesites otra bebida.
Bien jugado. Taehyung observó la espalda del tipo
todavía-sin-nombre alejándose de él. Bien jugado,
maldición.

Jungkook no pudo evitar sentirse un poco arrogante


mientras se alejaba del Sr. Gin… Taehyung.
La noche anterior, cuando estaba finalmente en su casa
relajándose, se encontró a sí mismo repasando la
conversación completa con Taehyung, tratando de detallar
el por qué le pareció tan inusual. Finalmente, lo descubrió.
Era porque el tipo lo estuvo mirando fijamente.
Este tipo, Taehyung, estuvo coqueteando con él.
Había sido sutil, pero cuando Jungkook pensó en las
palabras que intercambiaron, definitivamente tenían un
flirteo de trasfondo, y ahí fue cuando llegó a su conclusión
final. Taehyung era gay. Tenía que serlo.
Jungkook no podía creer que no se hubiera dado cuenta
antes. En su profesión, no era como si fuera extraño que
ambos, hombres y mujeres, coquetearan con él, pero por
alguna razón, no lo había visto de inmediato en este
hombre.
Tal vez lo pasó por alto porque presenció la mirada entre
Taehyung y la pelirroja. O tal vez estaba delirando y
totalmente fuera de lugar, y el tipo era sólo un poco raro.
¿Por qué más le hubiera dicho que no a la pelirroja? A
menos que esté casado. Pero la forma en que me miraba…
era como si pensara que yo fuese… ¿caliente?
Bueno, no importa que fuera, ahora Jungkook tenía su
teoría, pensó que no haría daño coquetear un poco.
Normalmente, guardaba su encanto para las mujeres, pero
si eso hacía a Taehyung un cliente regular dispuesto a
pagar, Jungkook no veía ningún daño. Estaba lo
suficientemente cómodo con su sexualidad.
— Ey, Jungkook, parece que llamaste la atención de uno
de nuestros clientes regulares.
Jungkook dio vuelta su cabeza hacia Stacy, quien estaba
parada a su lado, vertiendo algunos ingredientes en la
licuadora llena de hielo.
Eligiendo actuar como si no entendiera, preguntó:
— ¿Ah, sí? ¿Y quién sería?
— Taehyung, el tipo al final de la barra. Traje, anteojos,
ojos preciosos. Flirtea cada vez que abre la boca —soltó un
suspiro dramático.
Cuando Jungkook miró sobre su hombro, vio que
Taehyung estaba en realidad, mirándolos. No estaba
sonriendo y Jungkook se aseguró de tener una expresión
neutral en su rostro mientras le devolvía la mirada.
Dándose vuelta, agarró una botella de agua, la abrió y la
levantó hacia sus labios, luego devolvió su atención a Stacy.
—¿Sabes algo sobre él?
—¿Algo aparte de que irradia sexo y que salió con la
mitad de las mujeres que trabajan aquí? Aunque, no estoy
segura de si se le puede llamar a eso “salir”.
Jungkook se ahogó con el agua en su boca. Se recuperó
tan rápido como pudo mientras Stacy se reía y le ponía la
tapa a la licuadora.
—¿Te sorprende? Estoy segura de que podría salir con el
gerente si se lo preguntara amablemente a Pete. Tiene una
gran reputación.
Está bien, así que retira la teoría sobre que es gay. El
tipo debe jugar para ambos equipos. Bueno, todavía puedo
trabajar con eso.

Stacy y el hombre que tiene toda mi atención están


definitivamente hablando de mí.
Taehyung atrajo el vaso de nuevo a sus labios. Después
de tomar un sorbo, lo posicionó en la barra. Se había
sentido tentado a guiñarle el ojo al sexy barman cuando
miró en su dirección. Era lo natural en Taehyung, pero no
estaba seguro de cómo sería recibido, así que se contuvo.
Estaba casi seguro de que el tipo le había coqueteado
hace sólo unos minutos. Tal vez era sólo un pensamiento
lleno de deseo, porque, en ese momento, el tipo no le
estaba dando emoción alguna con su expresión. Él volvió la
mirada a su compañera de trabajo, haciendo que Taehyung
creyera que posiblemente estaba imaginando cosas.
Antes de que Taehyung pudiera pensar algo más sobre el
tema, su teléfono celular empezó a sonar. Lo levantó y
aceptó la llamada.
—Jessica. Te encuentras impaciente, ¿verdad?
Mientras una risa relajada se filtraba por el teléfono,
Taehyung se imaginó sus piernas, suaves y largas
abriéndose para él como lo habían estado hace un par de
semanas.
—Bueno, después de tu último mensaje, quería escuchar
tu voz.
—Así que, ¿debería empezar a recitarte el alfabeto? —
preguntó Taehyung, bajando su voz a un tono más íntimo.
—Podrías hacerlo, o podrías decirme cuanto extrañas
estar dentro de mí y como te mueres por volver a estarlo.
Taehyung se rió por lo bajo, sus labios se curvaron
mientras dejaba que sus palabras se asentaran. Aunque
tendría que esperar otro mes, estaba ansiando deslizar su
pene dentro de ella.
—Bueno, eso no sería una mentira —coincidió justo
cuando sintió a alguien pararse enfrente de él. Subió su
mirada para encontrarse con el objeto actual de su lujuria,
y sintió al diablo en su hombro mientras lamía su labio
inferior—. No me importaría sacarte la ropa ¿podemos
arreglar eso?
Cualquiera podría adivinar a quien se dirigía realmente.
Taehyung notó como el barman arqueo una ceja mientras
escuchaba la rasposa risa de Jessica. Se imaginó al hombre
frente a él diciéndole, “ahora mismo”, y sacándose su ropa,
empezando por su chaleco negro.
Aunque eso no duró mucho porque el hombre parecía
como si estuviera a punto de irse, pero Taehyung no quería
que se fuera a ninguna parte.
Le indicó que esperara, y contempló al hombre frente a
él mientras decía al teléfono:
— Estoy fuera ahora mismo, Jess. ¿Crees que podemos
tener esta conversación un poco más tarde?
El sexy barman alcanzó el trapo siempre-presente con
sus manos, y empezó de nuevo a limpiar la barra. Esta
acción repetida terminó de confirmar la sospecha de
Taehyung.
Ese era un hábito nervioso. Tiene que serlo.
—Sí, en la noche suena bien. Te hablo entonces. Adiós,
cariño.
Mientras terminaba la llamada y ponía el celular en el
mostrador, esperó a que el hombre frente a él hablara.
Cuando no dijo nada, Taehyung se inclinó y decidió dejar de
ser cortés. Qué mierda, ¿no?
—Creo que la barra está limpia. Ya puedes dejar de
limpiarla.
Inmediatamente, el paño dejó de moverse, y el hombre
se enderezó, poniéndolo en sus pantalones.
—Lo siento si te hice sentir incómodo… —empezó
Taehyung, pero fue rápidamente interrumpido:
—No, no lo sientes.
Taehyung se burló de eso y empezó a pasarle un dedo al
borde de su vaso.
—Tienes razón. Pensé que lo merecías después de hablar
de mí con tu compañera ¿no está mal visto eso o algo así?
¿Chismosear sobre los clientes?
Su barman, si, así es como voy a pensar sobre él, puso
sus manos en el mostrador. —Supongo que sí. Salir con
clientes también está mal visto, pero no parece que te
importe esa regla —contestó ininterrumpidamente.
—Ah —dijo Taehyung. Era el chismoseo común de trabajo
—, el chico nuevo fue finalmente informado.
— ¿Informado de…?
Taehyung no supo qué lo provocó, pero la tapa que
normalmente mantenía su personalidad había sido
finalmente desenroscada.
Se empujó un poco en los escalones del taburete de la
barra y reposó sus palmas en la barra mientras se inclinaba
sobre la superficie.
—Que me gusta follar, y que me tiré a casi todas las
mujeres y un par de hombres con los que trabajas. Y para
que no te preocupes por ellos: todos me lo agradecieron
después.
Sentándose de nuevo en su taburete, estaba orgulloso de
ver que su pequeña confesión había sorprendido al barman.
La boca del hombre estaba abierta mientras se mantenía
concentrado en Taehyung.
—¿No era eso de lo que estabas hablando con Stacy? Oh,
vamos, ya no somos extraños. Sabes mi nombre, ¿lo
olvidas? Pero yo sigo sin saber el tuyo, ¿debería seguir
pensando en ti como el sexy barman? O tal vez eso es
insultante. Deberías darme tu nombre, así dejaría de
etiquetarte de la misma forma en la que estás tratando
desesperadamente de etiquetarme a mí.

¿Quién es este tipo? Jungkook se quedó ahí,


completamente aturdido por las palabras que acababan de
salir de esa boca perfectamente cincelada. Espera, ¿por
qué me importa su boca? Maldita Stacy, hablando sobre lo
atractivo que es.
—¿Te gustaría otra bebida? —Necesitaba redireccionar el
camino de la conversación rápidamente. Este hombre
podría hacer que lo despidieran en su tercer día de trabajo.
—Oh, he asustado y dejado pasmado al hombre detrás de
la barra. Eso es increíble, realmente, considerando que
hace… —Se detuvo y miró el reloj en la pared— quince
minutos, saltaste para tomar mi orden.
Jungkook trataba de seguir lo que sea que estuviera
pasando mientras veía al hombre mirándolo fijamente
desde detrás de unos anteojos enmarcados de negro, pero
no se le ocurría absolutamente nada.
—Está bien —aseguró Taehyung, soltando un sarcasmo
pesado. Le dio una sonrisa relajada—. Soy inapropiado solo
cuando estoy sobrio.
Eso finalmente hizo que Jungkook se riera. De alguna
forma, lo dudaba.
—Así que, ¿solo tengo que emborracharte para hacer que
cierres la boca? — Tan pronto como dijo esas palabras, se
dio cuenta que no eran las indicadas, considerando la
conversación actual.
— Bueno, esa definitivamente es una forma, pero puedo
pensar en otra que prefiero, sin mencionar que es más
placentera —respondió Taehyung.
Jungkook reconoció la misma voz que le había escuchado
a Taehyung usar en el teléfono con Jess cuando dijo que
quería desnudarla. O tal vez, ¿Jess es un hombre?
—¿Coqueteas con todos los que te encuentras? —
Jungkook se escuchó preguntar mientras se quedó
congelado en el lugar por una curiosidad perversa.
Sí, él ha sido el objeto de interés pasando los años, pero
había algo diferente detrás de los comentarios de
Taehyung. La estudiosa mirada que le daba Taehyung era
más intensa que una mirada casual. Lo miraba como si
quisiera verlo sin su ropa puesta, lo más rápido posible.
—¿Tú lo haces? —contraatacó Taehyung, mirándolo
directamente.
Bueno, tiene un punto. Jungkook estuvo coqueteando con
él anteriormente cuando pensó que el tipo era gay y lo
suficientemente interesado para darle una buena propina.
Sí, la broma regresó sobre mí. Ahora que Jungkook sabía
que Taehyung pensaba que él era sexy, Jungkook estaba
pensando que coquetear no había sido tan buena idea.
Estaba pensando, en realidad, que sería una muy peligrosa,
si continuaba.
—Es parte de mi trabajo, supongo —trató de explicarse.
Tan pronto como una expresión de no-te-creo-nada pasó
por el rostro de Taehyung, Jungkook sabía que lo que fuera
que estuviera a punto de venir después sería altamente
inapropiado.
Así que Jungkook, lo interrumpió:
—¿Quieres otra bebida?
Taehyung inclinó su cabeza hacia delante.
—Sí, por favor.
Jungkook se alivió de que Taehyung dejara pasar la
conversación, y se dio vuelta rápidamente. Se fue para
preparar la bebida, mientras se decía a si mismo que se
recompusiera. El tipo solo era seguro de sí mismo y fue por
lo que quería.
Ahora mismo, está jugando conmigo porque piensa que
estaba hablando mierda de él. No dejaré que me afecte. Por
lo menos, no sabe mi nombre.
Jungkook volvió a la barra y deslizó la bebida sobre el
mostrador. Vio como la mano larga de Taehyung detuvo el
vaso.
Lo levantó en un saludo burlándose—: Gracias por la
bebida, Jungkook.
Jungkook entrecerró sus ojos hacia los que le sonreían
del otro lado, y no podía evitar el enojo burbujeando dentro
de él.
Taehyung supo mi nombre todo este tiempo.
—Ya que estamos, Stacy tenía razón sobre que atrajiste
mi atención, pero la próxima vez que chismosees, deberías
hacerlo en voz baja.
Jungkook no tenía nada que decir a eso. En vez de tratar
de salir con algo, se dio vuelta sobre sus pies y se alejó a lo
largo de la barra hacia otro cliente que estaba esperando,
yéndose tan lejos como podía de Taehyung.

Taehyung tomó otro sorbo de su bebida, disfrutando


inmensamente de sí mismo.
Jungkook. Ahora tenía un nombre que fuera exacto con la
cara de perplejidad. Pobre chico. Taehyung sabía que le
estaba enviando más señales mezcladas que un semáforo
descompuesto, pero mierda, se estaba divirtiendo. Con
cada comentario enigmático que lanzó, Taehyung podía ver
las preguntas corriendo a través de la cabeza del hombre.
Bueno, dejemos que se pregunte, y mientras se pregunta,
me voy a concentrar en mirarlo.
Jungkook no lo había golpeado todavía, así que eso era
un punto a favor. No, Jungkook casi le había coqueteado.
No fue hasta que se dio cuenta de cuan interesado estaba
Taehyung, que las cosas cambiaron. Ahí fue cuando
Jungkook se alejó.
Taehyung siempre iba detrás de lo que quería. Esa era la
mitad de su problema. No tenía límites. Gracias, mamá. A
lo largo de su vida, su madre estuvo tan ocupada
disculpándose por lo inútil que era el donante de esperma
que tenía de padre, que Taehyung hizo, en su mayoría, lo
que quiso.
¿Pero desear a este hombre? Esa era una opción
estúpida desde todos los puntos de vista.
Primero, Taehyung no tenía idea de si el tipo era soltero.
Segundo, cada indicación hasta ahora había probado que
Jungkook era cien por ciento heterosexual.
Así que, ¿qué carajo estoy haciendo?
Se paró, preparándose para irse, cuando Jungkook se dio
vuelta y empezó a caminar hacia él.
Taehyung detuvo lo que estaba haciendo y se tomó un
momento para admirar la forma en la que se movía. Piernas
largas cubrían los pantalones negros, confiadamente
caminando a través del lugar con unas zancadas totalmente
masculinas, pero la mirada en su rostro no era ni la mitad
de seguro. Parecía preocupado.
Se detuvo frente a Taehyung. —Espero que no lo haya
ofendido de ninguna forma esta noche, señor.
Aw, piensa que hizo enojar a un cliente.
Era una lástima que no podía solo decir, “tranquilo,
Jungkook, quiero verte desnudo, no despedido”.
En cambio, Taehyung tomó su billetera de su bolsillo y
sacó algo de dinero. Dejándolo sobre la barra, dijo:
—Lo único ofensivo que hiciste esta noche fue olvidar mi
nombre. Es Taehyung, no “señor”. Bueno, lo es en este
escenario. —Puso su billetera de nuevo en su bolsillo.
Jungkook sacudió su cabeza. —Ahí vas de nuevo.

—Siendo inapropiado —señaló.


Taehyung ni siquiera lo había notado. —Ah sí, es una
maldición.
—Me di cuenta.
Esa respuesta intrigó más a Taehyung de lo que debería
permitirse.
—¿De qué más te diste cuenta?
Jungkook levantó el vaso vacío. —No sé a qué te refieres.
—Está bien… —Taehyung levantó su celular y
rápidamente marcó un número—. Sigue diciéndote eso a ti
mismo.
Subiendo el teléfono a su oreja, Taehyung le guiñó un ojo
hacia el silencioso hombre parado frente a él.
No me importa si tengo que estar aquí cada maldita
noche. Voy a tenerlo.
5. Tres

Día tres a las 11:01 p.m., y Taehyung todavía no aparece.


Definitivamente lo hice enojar anoche. Jungkook secó la
superficie de la barra donde uno de los clientes se había
descuidado. Si tan solo hubiera mantenido su boca cerrada
y hubiera hecho su maldito trabajo, hubiera tenido un
cliente regular que daba buenas propinas. Pero no podía
hacer eso, ¿no? ¿Qué me importa la vida personal de mis
clientes?.
Normalmente, no le importaba para nada. No era del tipo
chismoso, pero mierda, este hombre Taehyung lo provocó
deliberadamente.
A la mierda con él. Sólo supéralo.
Por lo menos Taehyung no lo había reportado. Eso era un
punto a favor. Jungkook había estado preocupándose por
llegar al trabajo esta tarde, solo para descubrir que ya no
tenía un empleo, pero ese no había sido el caso. Así que,
empujó a un lado esa molestia y se ocupó con la gente del
viernes a la noche. El hecho de que el trajeado no había
aparecido le molestaba, y eso estaba empezando a hacerlo
enojar.
No era como si alguien que había dormido con casi todo
personal de mujeres y algunos hombres estaría sentándose
aquí un viernes a la noche.
¿Y por qué sigo pensando en eso? Dios, supéralo ya,
hermano.
No había ayudado que antes de que se presentara a
trabajar, recibiera una llamada de Lisa, quien procedió a
decirle que ella se había comprometido. Eso, por supuesto,
significaba que todo entre ellos necesitaba resolverse
ahora, y el divorcio que ella había estado posponiendo,
finalizaría. Lisa le aseguró que le estaba haciendo un favor
llamándolo, y que quería que lo escuchase primero de ella
en vez de que se enterara por alguien más, o peor, por sus
padres dado que ellos se seguían hablando.
Que malditamente tierno que todos se mantuvieran
amistosamente. Por supuesto, la hermana de Jungkook se
había hecho amiga de Lisa antes de que se casaran. Pero,
¿dónde se encontraba la maldita lealtad? Y ¿cómo es
posible que haya encontrado a otro idiota que se hiciera
cargo de ella? Pasó poco menos de un año. Bueno, en lo
que a él respecta, ella podía ir y mamar al idiota tanto
como quisiera. Soy libre ahora.
Esta noche solo necesitaba ser descartada. De seguro iba
a ser cada vez peor.
Mientras agarraba una botella de agua para él mismo,
observó como empujaban y abrían la puerta y Taehyung
entraba.
Jungkook no podía decidir si estaba aliviado de que el
hombre hubiera aparecido o si estaba preocupado de lo que
saldría de la boca de Taehyung una vez que se sentara. No
estaba exactamente de humor para ser jodido, y este
hombre parecía accionar sus botones, y se deleitaba
haciéndolo.
Viendo objetivamente mientras Taehyung se abría
camino a través de la gente, Jungkook notó que se veía
diferente esa noche. Las gafas ya no estaban, y vestía jeans
y una remera negra con escote en V. Aunque el conjunto se
veía casual, Jungkook estaba bastante seguro de que cada
artículo de ropa era de diseñador. Taehyung debía haberse
sacado el tapado afuera porque lo estaba sosteniendo bajo
sus piernas mientras pasaba entre la gente empujándolas
con los hombros, incluidas varias mujeres que se dieron
vuelta a verlo.
Mientras más se acercaba, Jungkook estaba pasmado por
la confianza sexual y la atracción que Taehyung rebosaba.
Era tan obvio y potente, que Jungkook sabía que Taehyung
podría tener a cualquier mujer que eligiera. Finalmente,
llegó a la barra y se sentó en su asiento habitual,
inmediatamente buscando a Jungkook e inclinando su
cabeza en su dirección.
Asegurándose de no dar ninguna reacción en absoluto,
Jungkook inclinó su cabeza en respuesta y tomó un trago
de agua, asegurando sus dedos alrededor de la botella.
Siempre se había considerado un tipo seguro de sí mismo,
alguien que sabe manejarse, especialmente cuando se trata
de jugar al juego del gato y el ratón. Se hizo una vida con
ello. Siempre era el gato que nunca atrapaba el ratón, pero
seguro que jugaba con él por un tiempo para hacer buen
dinero. Pero en este caso, con este hombre, Jungkook se
encontraba a sí mismo sintiéndose más como el ratón, y eso
lo hacía enojar.
Sacando la botella de su boca, notó que Taehyung se
fijaba en él. Le puso la tapa de nuevo y colocó la botella en
un banquillo detrás de la barra, preguntándose si podría
ponerse a la delantera de nuevo. Se abrió paso hacia el
final de la barra, pero justo cuando llegó, Amelia, una de
las chicas que estaba agendada para trabajar
regularmente, tomó su brazo.
Jungkook la miró y se encontró con unos amplios ojos
marrones brillando hacia él.
Le dio su mejor sonrisa de por favor.
—¿Te importa si me encargo de él?
Tratando de encontrar una buena razón para decir no,
considerando que en las últimas dos noches Taehyung le
había dado una extremadamente buena propina, a
Jungkook no se le ocurrió nada.
—Claro, adelante.
Amelia se inclinó de rodillas y le dio un beso en la
mejilla. —Eres el mejor.
Luego, caminó a lo largo de la barra con un meneo extra
en su paso justo antes de inclinarse y saludar a Taehyung.

Mierda. Taehyung vio mientras Amelia interceptaba a


Jungkook y se encaminaba hacia él.
—Me preguntaba si volverías esta semana. No he tenido
la oportunidad de verte.
Taehyung trató de ser educado mientras volvía su mirada
hacia la rubia, quien lo había acompañado a la cama un par
de veces, pero todo lo que quería, y todo lo que había
querido por tres días, estaba exactamente del otro lado de
la barra, riendo y sonriéndole a alguien más. Era sabio
notar, supuso Taehyung, que ese alguien tenía pelo marrón
largo y estaba usando un vestido bastante revelador. Ella
estaba también tocando lo que Taehyung quería tocar.
Concentrándose en Amelia, Taehyung le dio un guiño
amistoso. —Me conoces. Siempre vengo por lo menos tres
noches a la semana.
—Lo sé. —Le dio una risita como si estuviera
avergonzada de que hubiera concedido cuánto había
querido verlo—. Es solo que, cada vez que viniste esta
semana, Jungkook te pilló antes de que tuviera una
oportunidad.
—Hmm, si, el chico nuevo —murmuró Taehyung.
Jungkook definitivamente lo había pillado y mientras
miraba detrás del hombro de Amelia, notó que Jungkook
había vuelto a la parte trasera de la barra para agarrar una
botella de licor de uno de los estantes de arriba. Mientras
se estiraba sobre su cabeza, el chaleco ajustado arrastró su
camisa de sus pantalones, revelando una piel suave y
bronceada.
Taehyung lamió sus labios, preguntándose cuán bien
sabría Jungkook. Su piel color oliva era perfecta. Era
seguramente natural porque, en Chicago, nadie se veía así
saliendo del invierno a menos que fuera natural. Y me
ofrezco voluntariamente para inspeccionar cada maldito
centímetro de él tan pronto como me sea posible.
Mientras Jungkook ponía la botella en el banco, dio
vuelta la cabeza como si sintiera a Taehyung examinándolo,
y Taehyung no pudo evitar la necesidad de analizarlo
abiertamente. Viajó su mirada a lo largo de la estructura de
Jungkook, por lo menos un metro ochenta y tres, y mientras
volvía su análisis abiertamente sexual hacia arriba, se
aseguró de conectar con los ojos desconcertados que le
devolvían la mirada.
Taehyung no dio a conocer lo que pasaba por su cabeza,
lo cual se concentraba en conseguir desnudar a Jungkook y
poner su pene dentro de la boca de Taehyung, mientras
volvía a Amelia, que seguía hablando de…
Mierda, ¿de qué estaba hablando?
—Entonces, ¿qué quieres tomar esta noche?
Vaya. Estuve viniendo aquí por años, y pido lo mismo
cada vez, aún así ella sigue preguntando. Es gracioso,
Jungkook lo dio por hecho después de la primera noche, y
sus suposiciones hasta ahora fueron correctas.
Eso hizo que Taehyung se preguntara, ¿qué estará
suponiendo en este momento?

¿Qué fue todo eso?


Jungkook estaba sorprendido de encontrar su mano
temblando mientras ponía la botella en el estante,
tomándose un momento para mirar en el espejo detrás de
la barra. Solo se miró a sí mismo.
Respira, idiota, y déjalo pasar. Solo está tratando de
inquietarte.
Volviendo para prepararle a su cliente su bebida,
Jungkook vertió lo que necesitaba, agregó una rodaja de
limón y luego volvió a quien estaba sirviendo actualmente.
Decidió que al minuto que estuviera libre, iría a hablar con
Taehyung. No iba a dejar que juegue con su trabajo o su
cabeza, y Jungkook estaba determinado a descubrir si tenía
algo de qué preocuparse después de esta noche.
Alrededor de quince minutos después, tuvo un descanso,
y comenzó a abrirse camino hacia donde Taehyung se
estaba sentando. Tomándose un respiro, se recordó a si
mismo que este era sólo un hombre cualquiera que no
había conocido hasta hace cuatro días atrás. Pero mientras
más se acercaba, habría jurado que podía sentir sus manos
sudar por la expresión que le dirigía.
Cuando finalmente alcanzó el final de la barra, notó que
el vaso frente a Taehyung estaba vacío. —¿Otra?
—¿Está bien robarle el cliente a otro barman?
Jungkook realmente no estaba para jugar sus jueguitos
esta noche, así que, en vez de contestarle, se recostó en el
mostrador con los brazos cruzados. —Está bien, sin
bebidas.
—Y nada de charla tampoco, ya veo —señaló Taehyung
mientras inclinaba su cabeza a un costado—. ¿Pasa algo?
Jungkook se molestó al darse cuenta que podía notar
cuan azules eran los ojos de Taehyung, y pensaba que tal
vez usaba lentes de contacto. Sabía que se vendían esas
mierdas porque a Lisa le gustaba usar los verdes.
—No estoy de humor esta noche —contestó encogiendo
los hombros. —¿En serio? Parecías hacerlo bien con la
morena de por allí.
Jungkook podría jurar que con ese comentario, podía
detectar un poco de…
¿Qué? ¿Celos?
—Bueno, la morena era fácil, y sé que no me reportaría
por nada que pudiera decir.
Vio a Taehyung inclinarse hacia atrás e igualar su
postura con los brazos cruzados, en respuesta, notó lo
amplios que eran sus hombros y su pecho debajo de esa
camisa de mangas cortas.
Es curioso cuan engañoso puede ser un traje.
—¿Crees que voy a reportarte?
Jungkook dio un vistazo a los alrededores y sacudió
ligeramente la cabeza. —No tengo ni idea de lo que tú
vayas a hacer.
—Creo que voy a aceptar esa bebida. —Decidió
estrechando un poco los ojos.
Sin una palabra, Jungkook se dio vuelta para hacerle su
bebida habitual y luego la empujó a través de la barra.
Antes de que pudiera sacar la mano del vaso, Taehyung
cerró sus dedos sobre los suyos, y Jungkook levantó su
cabeza de golpe. No podía confundir la invitación sexual de
esa mirada. Taehyung había usado esa misma expresión
cuando lo analizó tan solo unos minutos antes.
—Que conste que nunca te reportaría, y soy
probablemente la persona más fácil sentada en esta barra
esta noche… por lo menos para ti.
Jungkook intentó recordarse que hombres y mujeres
coqueteaban todas las noches con quienes se sentían
atraídos, y él no tenía problema con eso. Su problema
actual era cómo reaccionar a ser perseguido tan
abiertamente.
—No te entiendo, ¿eliges una mujer una semana y un
hombre la próxima? Así que… —se fue apagando,
preguntándose exactamente qué estaba preguntando.
Cuando sintió finalmente que la mano de Taehyung se
retiraba de la suya, rápidamente soltó el vaso como si se
estuviera quemando. Lo miró atentamente mientras
levantaba la bebida a sus labios, contemplando la pregunta.
Después de tomar un sorbo del licor, bajó el vaso
lentamente. —Pues… me gusta probar un poco de todo y
todos.
Las palabras se hundieron en la cabeza de Jungkook,
asentándose, y luego empezaron a tener mucho sentido,
hasta que Taehyung, como siempre, lanzó otro barril de
gasolina al fuego.
—Y me gustaría probarte a ti.

Taehyung monitoreó el rostro de Jungkook con cuidado


mientras parecía asimilar exactamente lo que había dicho.
Primero vino la sorpresa, después se ruborizó y Taehyung
casi se rió. La vergüenza vino acompañada de tal expresión
de desconcierto que parecía no saber que mierda decir.
Taehyung decidió dejar que se saliera con la suya.
—Está bien, Jungkook. No espero una respuesta, pero
pienso que es mejor ir de frente, considerando…
Apareció la toalla y Taehyung la vio mientras Jungkook la
movía entre sus manos.
—¿Considerando? ¿Considerando qué?
—Considerando que pareces tan confundido cuando, en
realidad, no hay nada de qué estar confundido.
—Excepto por el hecho de que soy heterosexual —
anunció finalmente.
Taehyung jugó un poco con su vaso antes de conceder:
—Sí, bueno, no permito que pequeños detalles como esos
me detengan.
Jungkook empezó a reírse mientras parecía recuperarse,
mientras Taehyung dejaba que ese sonido robusto resonara
a través de él.
—Estás lleno de confianza. Te daré eso. Pero tengo que
decirte, le estás ladrando al árbol equivocado.
—¿Lo estoy? —respondió rápidamente.
—Sí. Acabo de salir de un matrimonio horrible. Incluso si
estuviera interesado, ¿por qué intentaría algo contigo?
Anoche, me dijiste que te acostaste con todos los que
trabajo. Ahora, sólo me pregunto qué mujeres y qué
hombres.
Taehyung, ni un poco desalentado, levanto su vaso.
—¿No te gustaría saber?
—Bueno, puedo sólo ir y preguntarles a todos y causar
una anarquía masiva entre rangos de After Hours.
—Podrías. O podrías conocerme mejor y preguntarme de
nuevo en algún momento más apropiado.
La ceja oscura de Jungkook se elevó con sospecha. —¿Y
cuándo sería eso?
Taehyung sabía que Jungkook esperaba que algo sexual
saliera de su boca, así que se inclinó más cerca y se deleitó
cuando Jungkook lo siguió. Se preguntó por un momento si
Jungkook se había dado cuenta de que lo hizo.
—Cuando Amelia no se esté abriendo camino para venir
a patear tu trasero.
Taehyung le dedicó una sonrisa de superioridad y se
sentó mientras Jungkook se daba vuelta para ver
exactamente a qué se refería.

Jungkook se concentró en su compañera, quien estaba


fulminándolo con la mirada como si le hubiera robado su
propiedad privada, mientras él intentaba darle sentido a
todo lo que acababa de pasar. Amelia era realmente una
buena distracción, mientras caminaba alrededor y lo
ignoraba completamente, solo para sonreírle al hombre que
estaba actualmente confundiéndolo hasta la mierda.
—Lo siento. No me di cuenta de que tu vaso estaba vacío,
Taehyung.
Jungkook no sabía por qué, pero el hecho de que ella
usara su primer nombre lo irritaba. Eso también hacía
abundantemente obvio que ella había sido una de sus
compañeras que se tiró, y le agradeció.
—Está bien, cariño. Jungkook y yo solo estábamos
hablando cosas de hombres.
¿Eso estábamos haciendo? Esas son noticias para mí.
Jungkook observó a Taehyung, desde donde estaba parado
al lado de Amelia.
—Sí, me estaba contando sobre su moto. Asegúrate de
venir a verme antes de que me vaya.
Jungkook tenía que admitírselo. El tipo sabía trabajar
bajo presión.
Me pregunto a qué se dedica.
—Está bien, solo me quería asegurar de que estabas
atendido.
Mientras las palabras de Amelia flotaban en el aire,
entrelazó su mirada con esos ojos azules vibrantes.
Taehyung respondió:
—De seguro que me están atendiendo bien.
Mierda. Este tipo tiene que tranquilizarse y dejar de ser
tan obvio. La gente va a empezar a hablar cuando incluso
no hay nada que decir.
—¿Amelia? —Taehyung se volvió hacia ella y le dio un
guiño rápido—. No te vayas muy lejos, ¿está bien?
Jungkook gruñó en lo bajo con disgusto y sacudió la
cabeza mientras ella se reía y le dirigía una sonrisa
triunfante en su dirección.
Le ofreció una sonrisa que esperó sea una feliz.
—Lo siento, no quería ponerme en el medio.
Poniendo una mano en su brazo, Amelia le dio un apretón
mientras se lamía los labios. Ya no estando enfadada, le
coqueteó de la misma forma, estaba seguro, con la que lo
había hecho con Taehyung.
—Oh, no lo hiciste, pero es una gran idea —dijo con un
ronroneo seductivo.
Los ojos de Jungkook se agrandaron ligeramente
mientras los volvía hacia Taehyung. Sentía como si, de
alguna forma, Taehyung lo hubiera preparado todo, pero
incluso él se veía un poco sorprendido. Sin embargo, en vez
de permanecer mudo como Jungkook, Taehyung levantó su
vaso.
—Esa es una idea fantástica.
Jungkook palmeó la mano de Amelia y la movió de su
brazo, mientras ella le sonreía y luego se alejaba.
Jungkook lanzó una mirada en dirección a Taehyung. —
Esto te parece gracioso, ¿no?
—No, de veras creo que es una idea fantástica.
Jungkook sacudió su cabeza. —Estás desequilibrado.
Nunca va a pasar.
—¿Asustado? —interrogó Taehyung, mostrando sus
dientes en una versión torcida de una sonrisa.
Jungkook sabía que Taehyung esperaba que huyera, así
que, en cambio se mantuvo firme donde estaba. —Me gusta
pensarlo como “inteligente”.
—Sin embargo, aquí estás, todavía hablando conmigo —
le recordó.
—Bueno, el lugar está tranquilo ahora, y eres entretenido
una vez que dejo de lado los comentarios inapropiados.
—¿Qué? ¿Es inapropiado que diga que quiera follarte?
¿Sería mejor si estuviéramos borrachos?
Jungkook perdió completamente la habilidad de formar
palabras ante esa abierta declaración. Mientras miraba
alrededor rápidamente, escuchó a Taehyung reírse.
Jungkook se volvió al arrogante imbécil. —Dios, ¿podrías
hablar más bajo? Me importa una mierda lo que quieras
hacer. Tengo un cerebro y una boca, y no ha funcionado
hasta ahora con personas como tú.
Taehyung puso sus palmas sobre el mostrador y acarició
la madera con sus dedos. —¿Personas como yo?
—Sí, personas prepotentes, arrogantes y creídas. ¿A qué
te dedicas, de cualquier forma?
Jungkook esperó pacientemente mientras Taehyung
agarraba un sorbete blanco de un recipiente en la barra.
—Adivina.
Arrojando el trapo sobre su hombro, Jungkook miró a
Taehyung rápidamente, pero dado que éste estaba con un
conjunto casual, sabía que no conseguiría nada con eso.
—Inversor bancario —le lanzó.
Taehyung soltó una carcajada estrepitosa, y cuando otros
clientes se voltearon a verlos, Jungkook les dedicó una
sonrisa educada antes de volver al ignorante hombre frente
a él.
—¿En serio? ¿Parezco un hombre de números?
—No, en realidad, no —respondió honestamente. Pareces
más un modelo.
—Gracias a Dios. ¿A qué me parezco? —interrogó
bajando su voz.
Jungkook puso sus palmas en la barra.
—Déjalo —dijo enfáticamente.
—¿Dejar qué?
—Deja de coquetear conmigo —demandó.
Taehyung atrajo el sorbete a sus labios, mordiendo el
final, luego lo sacó lentamente. —Creo que te gusta.
—Y yo creo que estás demente. Vendedor de autos
usados.
Taehyung frunció el entrecejo.
—Ahora sólo intentas insultarme.
—Tienes razón, lo hacía. Podría apostar las últimas dos
propinas que me diste a que eres un abogado.
Taehyung torció el plástico blanco entre sus dedos. —¿Y
si estás equivocado?
—No lo estoy.
—Estás tan seguro de repente, ¿le preguntaste a
alguien?
Jungkook respondió casi inmediatamente. —No.
—Entonces, ¿por qué estás tan seguro?
—Eres tranquilo, demasiado tranquilo, y siempre tienes
una respuesta para todo.
—Tal vez me gusta debatir.
—Tal vez estás diciendo mierda. Admítelo. Está bien que
tenga razón — anunció, lleno de confianza, mientras se
inclinaba más cerca para agregar susurrando—. No le diré
a nadie.
Y ese, justo ahí, fue su peor error.
Vio el momento preciso en que Taehyung bajó su mirada
hacia su boca, y su expresión cambió de interés a lujuria, y
Jungkook se encontró preparado para pelear por un beso
no deseado.
—Con cuidado, Jungkook.
—¿Huh?
—Soy un abogado, y siempre busco una desventaja. Y
creo que sí, te gusta esto, pero no te preocupes —le dijo
antes de prometer—: No le diré a nadie.
Jungkook se enderezó rápidamente alejándose de la
barra y agarró el trapo de su hombro, pateándose a sí
mismo figurativamente por haberse dejado atrapar en la
conversación con este hombre, otra vez.
—Eres zurdo. —La rara elección de palabras fue lo que
rompió con sus pensamientos.
—Y tú observador —murmuró, todavía tratando de
descifrar si le gustaba la atención que recibía de Taehyung.
Y si me gusta ¿qué diría eso de mí?
—Sabes —dijo arrastrando las palabras—, hay un montón
de hechos interesantes sobre los zurdos. En la historia, se
vio a los zurdos como toda clase de cosas, como un hábito
desagradable, un signo del demonio, una rebelión de la
naturaleza, incluso… un signo de homosexualidad. Hmm,
nunca estuve con un zurdo antes.
Jungkook le devolvió la mirada al hombre que hablaba
tan casualmente que podría también haber preguntado
sobre el tiempo. Sin embargo, cada una de las oraciones
que salían de su boca, empujaban a Jungkook fuera de su
zona de confort y justo a la zona de debo-estar-
volviéndome-malditamente-loco.
—Y sí, soy observador, algunas veces. —Taehyung
levantó el vaso hacia su boca donde terminó de tomar su
bebida y la volvió a poner en la barra.
Metiéndose en el modo de supervivencia, Jungkook hizo
una pregunta casual del trabajo:
—¿Eso sería todo?
—Con respecto a la bebida, sí.
—Y eso es todo lo que se ofrece a esta hora. La cocina se
cierra a las diez — afirmó llanamente.
—Está bien. No tengo hambre de comida. —Taehyung
cerró sus manos en la barra.
Jungkook no sabía qué decir a eso a menos que se
deslizara al mismo comportamiento de hace unos minutos.
Era obvio que involucrarse en partidos de conversación—
pelea con Taehyung, no importa cuán inocentemente,
llevaría a un territorio peligroso y causaría estragos en la
salud mental de Jungkook.
—En ese caso, me iré y te dejaré con Amelia.
—Oh, ¿podrías hacer eso? Porque ella es exactamente a
quien estuve imaginando desnuda e inclinada para mi
desde que me senté esta noche. Sé que eso fue
inapropiado, pero, ¿ Jungkook?
Jungkook se concentró en ese abogado sinvergüenza,
quien definitivamente lo estaba analizando esta vez, y trató
de permanecer profesional. —Sí, ¿Taehyung?
—Eso hago cuando estoy en mi mejor momento.
Jungkook se dio vuelta silenciosamente y escuchó una
risa detrás de él mientras se iba lejos de la barra, en ese
momento, se preguntaba si Taehyung se estaba riendo de
su comentario o del idiota que se alejaba de él.

Taehyung sabía que lo estuvo presionando esta noche.


Maldición, si había alguna velocidad que él no poseía era la
lenta. Pero pensó que si no armaba su caso con Jungkook,
la oportunidad, esperen, ¿cuándo apareció esa palabra en
estos casos?, desaparecería.
Después de esa última bebida, el reloj marcó las doce y
media, y decidió que estaba probablemente al borde de la
línea de lo patético, especialmente considerando que
estaba sentado en la barra tomando solo, únicamente para
observar a cierto barman moverse frente a él.
Taehyung sintió esa sensación familiar en su polla
mientras alejaba la vista del otro hombre. Se bajó del
taburete de la barra y se abrió paso hacia el baño, tratando
de decidir qué había visto en la expresión de Jungkook
mientras iban de un lado al otro.
Confusión, fue la primera expresión que se le cruzó por
la mente. Aunque ni una vez fue acompañada por repulsión,
y con eso podría trabajar.
Terminando, Taehyung se lavó las manos y salió hacia el
corredor de luz tenue, dirigiéndose de nuevo a la barra,
donde prácticamente se chocó con Amelia.
Dio un paso más cerca de él. —¿Retirándote tan pronto?
Taehyung miró alrededor, y cuando vio que estaban
solos, miró detenidamente su camisa y chaleco negro hacia
donde tenía los tres botones de arriba abiertos.
Contemplando, recorrió su lengua sobre su labio superior, y
subió su mirada para encontrarse con la de ella.
—Estaba a punto, ¿a menos que haya una razón por la
que deba quedarme?
Cuando Amelia puso sus manos en la parte baja de su
abdomen, apretando sus músculos duros, Taehyung supo
exactamente a dónde iba esto.
—Bueno, estaba pensando…
Moviéndose hacia la esquina del pasillo, Taehyung no se
sorprendió cuando ella lo siguió.
—¿En qué estabas pensando? —Él estaba ahora
pensando en sus labios alrededor de su falo.
Unas manos cálidas se metieron bajo su camisa negra
antes de que unos dedos bajaran hacia la cima de sus jeans.
Ella volvió su rostro hacia él, mientras él veía
expectantemente cuando, oh, sí, su lengua apareció para
humedecer sus labios.
—Estaba pensando que quiero esto —susurró
atrevidamente mientras movía su mano derecha para
acunarlo a través de sus jeans—, en mi boca.
Poniendo sus manos sobre las de ella, Taehyung las frotó
de arriba a abajo sobre su pene palpitante.
—Entonces, no me dejes detenerte —la invitó y luego
agregó—, ¿por lo menos anunciaste que te ibas? Odiaría
pensar que te podrían despedir por servir
inapropiadamente a un cliente.
Moviendo su mano, Amelia se rió suavemente mientras
desabotonaba sus jeans y bajaba el cierre. Cayendo sobre
sus rodillas frente a él, tironeó sus pantalones hacia abajo
liberando su insistente erección.
—Bueno, si llegamos a esa situación, podríamos decirles
que le estaba dando al cliente justo lo que quería. —
Cerrando su puño sobre la raíz de su eje, bajó sus labios
hacia su cabeza sensible e hinchada.
Taehyung cerró los ojos e imaginó una persona
completamente diferente arrodillándose frente a él, una
persona con manos tan largas como las suyas cuyo rostro
demostraba incertidumbre y sorpresa durante la
conversación de esa noche. Visualizó unos rizos marrones y
unos ojos oscuros mirándolo mientras unos labios firmes se
abrían para tomarlo dentro de esa boca que quería probar.
Mientras Taehyung movía sus manos hacia la pared
detrás de él, no se atrevía a abrir los ojos. Estaba
demasiado ocupado disfrutando la fantasía sexual que
formaba en su cabeza mientras unos labios delicados se
deslizaban a lo largo de su pene, tomándolo tan profundo
como podían hacia la parte trasera de su garganta, trató de
no pensar en el hecho de que le gustaría más duro.
Sí, soy un imbécil.
Movió sus caderas hacía su boca, pero todo lo que podía
imaginar era cuanto más rápido perdería la cabeza si
pudiera alcanzar y tocar unas mejillas con un poco de
barba, barba oscura, como la de Jungkook.
Cuando una mano pequeña agarró su muslo, Taehyung
fue empujado hacia la realidad, y sus ojos se abrieron. Ese
fue el momento también, en que se entrelazaron con el
hombre que estaba parado en la entrada del pasillo de
iluminación tenue, quien estaba mirando lo que pasaba con
una concentración tan intensa que Taehyung no había visto
antes.

Jungkook no podía creer lo que veía, y todavía más


perturbador era que no podía retirar la mirada.
Al principio, mientras se quedó parado en el pasillo
dirigiéndose hacia los baños, fue sorprendido con la imagen
de Taehyung apoyado contra la pared, con sus piernas
abiertas y con Amelia arrodillada a sus pies. Desde las
sombras silenciosas, pudo ver que la cabeza de Taehyung
se arqueaba hacia atrás como si el placer fuera demasiado
y malditamente genial.
Eso era suficientemente malo para Jungkook, hasta que
sintió su pene reaccionar como si fuera él quien se
encontraba dentro de la boca de Amelia.
Luego, los ojos de Taehyung se abrieron, y ahí fue
cuando la realidad de Jungkook se convirtió en algo
borroso.
Mientras su mirada chocó con la del otro hombre, se dio
cuenta que era el centro de enfoque de Taehyung y no de
Amelia el que lo hacía estar a todo máquina, duro-como-
piedra, adolorido, y no había nada que pudiera hacer para
convencerse de lo contrario.
Jungkook absorbió todo lo que estaba viendo, mientras
Taehyung movió su mano de la pared para dirigir la cabeza
que se movía rápidamente sobre su polla. Jungkook sintió
su respiración acelerarse mientras sus puños se cerraban a
sus lados. Silenciosamente, vio a Taehyung bombear sus
caderas hacia delante, empujando su eje dentro de la
garganta de su compañera, mientras lo miraba a él
lamiéndose los labios.
Incapaz de moverse, Jungkook descubrió que estaba en
trance por la escena que se desenvolvía frente a él. No
podía quitar los ojos del hombre quien lo estaba follando
con la mirada mientras se follaba la boca de la mujer sobre
sus rodillas.
Cuando Jungkook bajó su mirada hacia Amelia, vio sus
manos largas sobre su cabeza, y no pudo evitar
preguntarse cuan fuertes eran mientras flexionaba y
manoseaba ese pelo rubio.
Dios, ¿estoy pensando en tocarme justo ahora? Mierda,
aléjate. Sólo date la vuelta y vete.
Sin embargo, sus pies no escuchaban a su cerebro y, en
vez de irse, continuó jugando al mirón con el hombre quien
se estaba convirtiendo en una amenaza hacia su vida sana y
normal.

Taehyung no había esperado este giro inesperado,


mientras se deslizaba libremente entre los labios de
Amelia, y su mirada viajaba sobre Jungkook, sintió como su
orgasmo se formaba en la base de su columna vertebral,
causando que sus pelotas se tensaran.
Había algo tan depravado y pervertido sobre ser visto
mientras llevaba a cabo un acto sexual, pero ser observado
por esta persona que él deseaba y que no creía poder tener,
era incluso mejor.
Mientras continuaba usando la boca de Amelia,
Taehyung se mantuvo fijándose en quien realmente
deseaba, Jungkook. Tenerlo ahí parado con una expresión
que cruzó de sorprendido directo a lujuria caliente,
Taehyung se preguntó si Jungkook se daba cuenta de lo
mucho que estaba demostrando.
Primero que nada, no estaba viendo a Amelia. No, su
atención está sobre mí. Segundo, cerró sus puños como si
intentara evitar tocarse. Tenía suerte de que no se hubiera
roto los dedos. Y por último, cuando Taehyung vio los
pantalones de Jungkook, pudo ver un bulto que lo hizo
querer empujar a Amelia del camino y arrodillarse él
mismo para hacer que el barman acabara.
Eso fue todo. Esa fue la imagen que Taehyung
necesitaba.
Abriendo sus labios con un gruñido, se imaginó
chupando a Jungkook dentro de su boca y todo terminó.
Sintió un hormigueo en sus pelotas mientras sus manos se
apoderaban con fuerza del pelo rubio en el cual estaban
enredadas. Concentrándose en Jungkook, vio como su
lengua se escapaba y se deslizaba por su labio inferior.
Cuando desapareció de nuevo dentro de su boca,
Taehyung quería ser quien la persiguiera, y probar el
interior, después de que tragara, por supuesto. Sabía que
era una fantasía, pero con ese último pensamiento, miró
hacia el hombre que en realidad deseaba, y se vino
inmediatamente en la garganta de Amelia.
6. Cuatro

Jungkook pudo sentir su pecho levantarse y contraerse


con cada una de las elaboradas respiraciones que tomaba,
mientras permanecía obsesionado con Taehyung, quien
acababa de venirse de una manera asombrosa.
Tan pronto como el poco iluminado espacio de la sala
pasó de arder a un oscuro y silencioso pasillo, Jungkook
pensó, dale la jodida espalda y vete. No esperes a ver lo
que pasa a continuación, ¡muévete!, ¡muévete!, ¡muévete!
Pero no, él no se movió. En lugar de eso, se quedó donde
estaba y miró a Taehyung poniendo la mano en la cabeza
de Amelia mientras ella se alejaba, y él lamió su labio
inferior.
Jungkook inconscientemente movió su mano hacia su
polla dura, añadiendo presión al dolor dentro de sus
pantalones de trabajo. Por supuesto, Taehyung no se perdió
en absoluto el gesto. Miró abajo, hacia donde Jungkook
estaba frotándose, y su labio se levantó en una sonrisa de
suficiencia llena de arrogancia.
Eso es lo que finalmente hizo que Jungkook se diera la
vuelta y se largara de Dodge.
¿Cuál es el problema conmigo? ¿Quedarme ahí y huir de
Taehyung? Ese hijo de puta enfermo está jodiendo mi
cabeza.
Rápidamente, Jungkook salió del bar y fue a la sala de la
entrada para coger su equipo. Era hora de irse, y él quería
hacerlo inmediatamente. Dando un puñetazo en el reloj,
salió de allí, rogando a Dios que Taehyung se hubiera ido y
no estuviera ahí afuera esperando para volver a
atormentarle.
Cuando salió del bar, se dio cuenta de que estaba
prácticamente vacío. Suspiró con alivio, hasta que recordó
por qué exactamente había ido en primer lugar a los
servicios de la parte trasera.
Mejor si voy ahora que si tengo que ir en la parte trasera
de mi jodida motocicleta.
Volviendo al salón, casi lo logró, cuando Taehyung salió,
y los dos se pararon en el espacio vacío.
Oh, esto es simplemente genial.
Miró fijamente al hombre de pie delante de él. No había
ninguna expresión en la cara de Taehyung, y Jungkook no
estaba exactamente seguro de que tuviera ninguna maldita
cosa por decir. Así que, se paró y esperó y deseó como el
infierno que Taehyung hiciera la única cosa que suponía
que no haría, irse silenciosamente.

Taehyung contó en su cabeza, esperando a que Jungkook


huyera, entonces pensó, a la mierda, y pasó a la acción sin
gastar tiempo. Dando un paso hacia delante, sintió la
emoción de la persecución escalar por su espina dorsal
cuando Jungkook automáticamente se echó hacia atrás y
golpeó el muro detrás de él.
—Taehyung. —Jungkook le reconoció de una manera que
gritaba que estaba intentando mantener las cosas alejadas,
incluso profesionales.
Bueno, menuda mierda. Acabas de verme correrme. Es
demasiado tarde para ser distante y profesional.
—Jungkook.
—¿Ya te ibas?
Sintió su labio levantarse hacia arriba, cuando vio cómo
Jungkook buscaba rápidamente otros medios para escapar.
O quizás estaba comprobando para estar seguro de que
nadie era testigo de lo que estaba pasando.
—Estaba a punto de hacerlo desde que conseguí lo que
vine a buscar. Pero ahora, no tengo tanta prisa. —Descansó
su mirada en la boca de Jungkook, y vio que él pasaba
nerviosamente su lengua por sus labios, asintiendo.
—Bueno, estoy seguro de que Amelia no se ha ido aún.
Estará esperándote.
Un ruido sordo salió del pecho de Taehyung cuando
levantó su mano derecha y la puso encima del hombro de
Jungkook, eficazmente bloqueando su escape.
—Creo que los dos sabemos que no estoy ni un poco
interesando en Amelia.
—Y creo que he dejado claro que soy hetero. Pille la
indirecta, señor —apuntó Jungkook, y miró a la mano
contra el muro antes de volverse hacia él—. Tienes que
mover tu brazo.
Taehyung se puso recto lentamente y golpeó sus dedos
en la madera oscura por encima del brazo de Jungkook.
—Hetero, ¿eh? Sabes, es muy divertido lo a menudo que
el árbol más recto tiene raíces torcidas.
Mientras movía la mano, puso su brazo más cerca,
apenas unos centímetros separados del de Jungkook.
—¿Te has olvidado de mi nombre?
—No.
—Entonces, no me llames señor. Eso me enciende —
admitió Taehyung, encontrando que la palabra “señor” en
los labios llenos de Jungkook realmente le encendía.
—Todo te enciende, ¿verdad, Taehyung? Pareces
dispuesto a hacer cualquier cosa a cualquier oportunidad.
Taehyung inclinó la cabeza a un lado y frunció sus labios.
—¿Por qué no, si se siente bien y alguien se ofrece? De
todos modos, ¿jodidamente sabio? Como hace unos días, yo
sólo quería una cosa y desde que él aún no me ha golpeado
en la cara, creo que puedo tener una oportunidad ahí.
—Como dije antes, estás delirando, y justo ahora, tienes
que jodidamente quitarte de mi camino.
—¿O?
—O quizás te encontrarás con mi puño.
Taehyung sintió la sangre y la adrenalina saltando por
sus venas con la molesta expresión que cruzaba la cara de
Jungkook. Dando un paso atrás, posó sus manos en los
bolsillos de sus vaqueros para intentar y para mover la
erección que una vez más intentaba esconder su cabeza en
la parte trasera como si dolorosamente apretara contra su
cremallera.
—¿Amenazando a un cliente? No parece muy profesional.
¿Estás enfadado por lo que hice esta noche? ¿O porque te
quedaste allí, mirando y deseando que fueras tú el que
estuviera de rodillas en su lugar?
Escogiendo ignorarle, Jungkook apretó su mandíbula y
sus puños, y Taehyung pensó que era probablemente sabio
que él hubiera dado un paso atrás. Lucía explosivo.
—A todos nos dicen durante el entrenamiento que el
acoso sexual no sería tolerado, tanto por empleados como
por clientes.
Taehyung inclinó su cabeza hacia abajo y rió
deliberadamente.
—Oh, créeme, Jungkook, ni siquiera he empezado a
ponerme sexual contigo, y para que conste, he tomado una
tercera bebida esta noche. Puede que me haya inclinado
hacia el borde de la sobriedad.
—¿Un hombre de tu talla? Lo dudo.
—¿Notaste mi talla? Estoy halagado.
—No lo estés —le soltó Jungkook. Finalmente él se
separó del muro y dio un paso hacia Taehyung, levantando
su cabeza y poniéndose en guardia con él—. Pensé que sólo
eras maleducado cuando estabas sobrio. Entonces, ¿cómo
llamarías a esto?
Lamiendo sus labios, Taehyung paseó su mirada hacia la
camiseta negra de Jungkook y el chaleco, hacia sus
pantalones. Estaba empezando a obsesionarse con
desvestirle.
—Llamo a esto ir detrás de lo que quiero.
Un soplo de aire limpió atravesó la cara de Taehyung,
cuando Jungkook se mofó y acercó su cara aún más a él.
—Entonces, en caso de que sea el primero, déjame
presentarte a lo que yo alejándome es llamado…
Taehyung miró a Jungkook darse la vuelta y dirigirse al
baño. Por encima del hombro, Jungkook gritó:
—Rechazo.
Por su vida de él, no podía decidir por qué eso hacía
incluso más llamativo al chico.
Jungkook finalmente entró en uno de los puestos y lo
cerró. Miró allí rápidamente por si Taehyung decidía
seguirle dentro y hacer…
Bueno, quién sabe qué.
El hombre no tenía ningún límite. Sin mencionar que
parecía tener deseos de morir.
¿Qué si yo era un homófobo estúpido y decidía golpearlo?
Jungkook se dio la vuelta en el puesto y puso su espalda
contra la puerta.
Entonces, de nuevo, la probabilidad de que aquello
ocurriera era remota. Jungkook podía aguantar lo suyo,
pero Taehyung era un tipo grande.
Elevando una mano, recorrió su cara arriba y abajo a
través de su desgreñado pelo, apretando la parte trasera de
su cabeza. Intentó ignorar el hecho de que sus manos
temblaban cuando frotó sus palmas fuertemente por la
parte delantera de sus muslos, y se dio cuenta por primera
vez de que aún estaba aguantando una enorme erección.
Diablos, pensó cuando puso su mano contra su
traicionera polla en los pantalones, ¿qué demonios me está
haciendo Taehyung? No tenía respuestas. Todo lo que podía
esperar era que el chico estuviera lejos cuando él volviera a
salir y no volviera la noche siguiente.

—¿Te vas? —oyó Taehyung desde detrás de él cuando


salía por la puerta delantera del bar.
Se volvió para ver a Amelia trotando fuera, tirando su
bolso en su hombro. Su pelo rubio estaba ahora atado atrás
para la noche, y sus mejillas eran de un color rosáceo por
sus actividades anteriores. Taehyung se encogió de
hombros en su chaqueta negra y la miró con un guiño.
—Estaba a punto. ¿Acabas de salir?
—Aún no —replicó ella con una sonrisa traviesa, pasando
sus manos por sus pantalones negros, acercando sus tetas
contra su cara—. ¿Quieres ayudar con eso?
Estaba seguro de que la respuesta aquí era sí. Él estaba
soltero, ella estaba soltera, y ellos podrían entonces volver
a su casa y acabar lo que habían empezado. Pero también
sabía que ella no era la persona a quien quería.
Cuando miró más allá del hombro de la chica, vio a
Jungkook salir de la sala, y echó una mirada por el espacio
vacío. Sus ojos se encontraron, y Jungkook movió los suyos
a Amelia. No se sorprendió con el desprecio que mostraba
la mirada del hombre.
¿Por qué diablos no?
Taehyung tocó la barbilla de Amelia y miró hacia abajo,
de forma que se miraban a los ojos.
—Me encantaría tener algo de compañía si quieres venir
conmigo.
La sonrisa que se extendió lentamente en los labios de
ella hizo que la polla de Taehyung despertara, y estaba
aliviado de saber que aún funcionaba sin que tuviera que
mirar a Jungkook.
Ella dejó que su diente mordiera el labio inferior
mientras asentía: —Me gustaría.
—Bien. —Él tomó su mano—. Lo que será, será.
Jungkook empujó a través de la puerta principal del
apartamento de mierda al que se había movido después del
divorcio, y tiró su mochila negra junto con su chaqueta al
suelo. Moviéndose hacia el estrecho vestíbulo, dejó su
casco en la encimera de la cocina y caminó hasta el
frigorífico, lo abrió y agarró una cerveza. Estaba a punto de
cerrar la puerta, pero en el último minuto, cogió una
segunda.
Bueno, si alguna vez hay alguna noche para dos
cervezas, es hoy.
Saltando en su sofá, cogió el mando y encendió la
televisión mientras daba patadas para quitarse las botas.
Como el canal de los deportes repetía un partido de béisbol
de antes, Jungkook destapó la primera cerveza y tomó un
gran trago.
Después de desabrochar los botones de su chaleco,
levantó sus caderas y se quitó la camiseta desde su
cinturilla, respirando y finalmente siendo capaz de
relajarse y desenrollarse. Cuando empezó la zona de fuera,
levantó la bebida de vuelta a sus labios y tomó otro trago,
reflexionando sobre todo lo que había sucedido y su propia
reacción a ello. Sabía que Taehyung estaba sin duda
tirándose a Amelia, y estaba contento de encontrar que el
pensamiento de eso era bienvenido.
¿Por qué? Porque, de otro modo, él podría haberse ido a
casa para hacerse una paja pensando en mí.
Acabando la primera cerveza, Jungkook alcanzó y agarró
la segunda.
Cogiéndola con su mano derecha, la acercó a su boca, y
de repente, tuvo un flash de Taehyung mirándole mientras
Amelia chupaba su polla. Recordó la forma en que sus ojos
parecían encenderse y calentarse. Si era físicamente
posible sentir calor con una mirada, entonces Jungkook
podía haber jurado que lo había sentido a través de su piel
en ese preciso momento.
Sólo necesitaba estar más alerta cuando Taehyung
estuviera alrededor. Taehyung había admitido que flirteaba
con todo lo que hablaba, pero eso no significaba que
Jungkook tuviera que preocuparse. Seguramente, Taehyung
no iba a presionar nada que no fuera bienvenido.
Y no es bienvenido, se dijo Jungkook mientras miraba a
su regazo actualmente bajo control.
Lo que sea que hubiera ocurrido antes era solo algún
tipo de química involuntaria o reacción física.
Algo que no se podía haber evitado, ¿cierto?
Sí, cierto.
Estaba bastante seguro de que no era normal para un
hombre hetero tener una furiosa erección por un chico,
pero de nuevo, no tenía nada con qué compararlo.
Sólo necesito echar un polvo.
Empezando a relajarse, Jungkook arrastró los pies más
en su sofá y se aseguró a sí mismo que todo aquello era lo
que era mientras acunaba contra su pecho la cerveza.
Estoy frustrado, sólo necesito encontrar una mujer. Por
supuesto, me voy a poner duro mientras veo a un hombre
como Taehyung recomponerse, especialmente con toda la
charla de sexo que me dio.
El chico era básicamente una hormona andante.
Era solamente natural, ¿verdad?
7. Cinco

Sábado, domingo y lunes pasaron sin incidentes.


Gracias a Dios por los pequeños milagros, pensó
Jungkook mientras iba a trabajar en la noche del martes.
Domingo y lunes fueron sus días de descanso, y
Taehyung se había mantenido al margen de la barra en la
noche del sábado. La única razón por la que Jungkook sabía
eso era porque tontamente había observado la puerta toda
la noche.
Taehyung logró mantenerse de alguna manera en su
mente todo el camino a través de un almuerzo en la casa de
su madre ese domingo, donde ella y su hermana, Jisoo,
pasaron la mitad de la conversación hablando sobre su vida
amorosa. Jungkook no se irritó a ningún extremo ya que lo
único que podía pensar fue el hecho de que el contacto más
íntimo que había tenido hace poco era con un tipo que no lo
dejaba en paz, pero no creía que su madre apreciaría ese
pequeño bocado. En realidad, toda su familia se volvería
loca.
Hoy, sin embargo, estaba decidido a dejar todo atrás.
Fijarse en un extraño en el bar no era inteligente de
ninguna manera, especialmente cuando ese desconocido
era masculino. Necesitaba encontrar una mujer y
concentrarse.
Con curvas, caliente y disponible.
Empujando a través de la puerta principal del bar,
Jungkook llevó su casco bajo el brazo y se dirigió hacia la
barra donde pasó y vio a Amelia limpiando el mostrador.
Ella debió haber llegado temprano, para él estaba bien, ya
que le dio un poco de tiempo extra al reloj.
Una vez en la sala de descanso, rápidamente colgó su
chaqueta y puso el casco en la parte superior de una caja.
La puerta se abrió, y Jungkook volvió para ver a Amelia
intentando empujar un trapo a través de la cintura de sus
pantalones.
Jungkook miró por encima del hombro y le dio una
amistosa sonrisa. —Hola.
—Hola, a ti también. —Ella inclinó su cadera contra una
mesa frente a él.
—¿Tuviste un buen fin de semana? —le preguntó
Jungkook con ganas de conversar.
Amelia asintió, dándole un guiño descarado. —Sí, claro
que sí. Salí con unos amigos la noche del domingo. ¿Qué tal
tú? ¿Alguna cosa emocionante?
Jungkook se echó a reír, sacudiendo la cabeza. —Ah, eso
sería negativo a menos que cuente ir a la casa de mis
padres para el almuerzo y después ir a la iglesia, ¿es eso
emocionante?
Las cejas de Amelia se arrugaron en su cara. —Um, no.
Yo no lo llamo emocionante. ¿Tortura tal vez?
—Tortura es exactamente correcto —murmuró mientras
marcaba su ingreso.
Hubo una breve pausa en la conversación y luego: —Así
que, Jungkook, ¿no estás saliendo con nadie en este
momento?
Diablos, no ella también.
Mirando por encima del hombro, se dio cuenta de que
estaba centrada en su trasero. —No. No ahora.
Si fuera inteligente, le preguntaría si ella estaba saliendo
con alguien. Jungkook no creía que conectar con Taehyung
por una noche contara. Tal vez por fin podría ponerle fin a
su frustración sexual. Ella tenía un buen par de pechos y su
culo era descarado y redondo, lo que le gustaba. Pero como
un idiota, no lo hizo.
Eso no impidió nada sin embargo.
—Yo tampoco.
Jungkook se enfrentó a ella, metiéndose las manos en los
bolsillos e incluso antes de que se diera cuenta, él abrió su
boca.
—¿Qué hay de Taehyung?
Inmediatamente sabiendo que era lo peor que pudo
haber dicho, vio que su cara se iluminaba mientras se
movía más cerca, colocando su mano en el brazo.
—Taehyung es… Taehyung —respondió ella con un
pequeño encogimiento de hombros.
Pasó por delante de él, y Jungkook se lo permitió pero no
antes de preguntarle: — ¿Qué significa eso?
Ella se rió entre dientes mientras se abría camino en la
principal zona del bar.
—Taehyung tiene un estándar alto, pero también es del
tipo de probar cualquier cosa que capta su atención. Eso es
lo que hace que sea mucho más divertido hacerlo tuyo. —
Hizo una pausa y se miró en el espejo en la parte de atrás
de la barra. Sacó un tubo de brillo de labios de su bolsillo,
pintado su boca, y lo metió de nuevo en sus pantalones—.
Por la noche, al menos.
Jungkook frunció el ceño a su informal evaluación de
utilizar a alguien para el sexo y se preguntó por qué lo
hacía sentirse mal por Taehyung. No era como que daba
una mierda acerca de donde metía su polla. Él sería el
primero en admitirlo.
—Bueno, te creeré. — Jungkook se trasladó a su
alrededor y estaba a punto de salir a la barra.
—No tienes que hacerlo.
Deteniéndose, Jungkook se volvió para ver una furtiva
sonrisa pasar por su cara de aspecto inocente.
—¿Disculpa?
Ella se acercó y le tocó la mano, que se encontraba
descansando en el banquillo, para sostenerlo… o de la
conmoción del comentario, no estaba seguro.
¿Realmente he estado fuera del juego de las citas por
tanto tiempo que esta mierda es ahora normal a discutir?
—Él te dejaría unírtenos.
Jungkook tragó una vez y movió los pies, mirando hacia
abajo a la pequeña mano que cubría la suya. Cuando sintió
que su polla se endurecía se preguntó exactamente a qué
parte del escenario estaba relacionando: al pensamiento de
Amelia desnuda, la invitación a un trío, o la de un hombre
que lo iba a ver mientras se deslizaba dentro de la mujer
ahora mirándolo.
Moviendo su mano lentamente, Jungkook se aseguró de
no decir nada ofensivo mientras negaba con la cabeza. —
No, no es lo mío. Después de una mala relación, el
almuerzo en casa de mi madre es toda la cantidad de
emoción que puedo manejar por un tiempo.
Amelia inclinó la cabeza hacia un lado y batió sus
pestañas mientras se reía. —Tal vez es hora de dejarnos
corromperte.
De alguna manera, Jungkook se imaginó que no era ella
la que iba a corromperlo. Esa persona especial faltaba para
esta conversación, pero de alguna manera, sus huellas
estaban por todas partes.
—Yo no lo creo, pero gracias por la… eh… invitación.
Cuando Amelia estaba a punto de responder, un ruido en
la puerta los hizo voltear a ver a cuatro hombres de
negocios, a mediados de los veintes, amontonarse en el bar
casi vacío. Con eso, se volvió a Jungkook e indicando con
una inclinación de la cabeza que iba a tomar el pedido.
Ella le dio un guiño rápido. —Sin resentimientos. La
oferta está abierta.
Estoy seguro que lo está, pensó Jungkook, moviéndose
hacia el extremo opuesto del bar, pero está un poco
demasiado abierta para mí…

Taehyung se sentó detrás de su escritorio, mirando el


reloj en la pared. Acababan de marcar las siete, y aún podía
oír a algunas personas moverse en la oficina exterior.
Su fin de semana había pasado sin demasiados
incidentes. Había oído brevemente de su madre sobre su
visita dentro de unos pocos meses, pero como de
costumbre, había dado vueltas y no le dio oficialmente una
fecha. Ella todavía estaba decidiendo si quería quedarse
con el nuevo novio o venir a verlo para el fin de semana del
Memorial Day* . Era triste que Taehyung no podía incluso
encontrar el deseo para tratar de convencerla que lo
escogiera a él. Había renunciado a esa pelea hace mucho
tiempo.
*Nt de Trad: El Día de los caídos en guerra o Memorial
Day es una fecha conmemorativa de carácter federal que
tiene lugar en los Estados Unidos de América el último
lunes de mayo de cada año, con el objeto de recordar a los
soldados estadounidenses que murieron en combate.
Después de la noche con Amelia, había decidido no ir al
bar el sábado para darle a Jungkook un tiempo libre.
Tiempo para hervir a fuego lento.
El tiempo había terminado, sin embargo. Pasaron tres
días y Taehyung iba a allí sin duda esta noche.
Jungkook era una contradicción andante. Aunque
relajado y simpático con los demás, se volvía siempre
inestable a su alrededor. Y cuando Taehyung se salía de su
camino para presionar un límite, Jungkook o se quedaba en
silencio o lo presionaba también. Ni una sola vez, sin
embargo, llegó a estar demasiado enojado o violento.
Excitaba a Taehyung sólo pensar en entrar en una
discusión con él y terminar con Jungkook inclinado sobre
algo. Sí, la idea de lidiar con Jungkook era muy atractiva.
Cuando Taehyung estaba ajustando la erección en sus
pantalones, golpearon la puerta. Llamando a la persona a
entrar, se sorprendió cuando Hoseok metió la cabeza
dentro.
—Bueno, hola. ¿Qué estás haciendo aquí tan tarde? ¿No
tienes a una caliente esposa esperando en la cama?
Hobi entró y quitó el lado derecho de su chaqueta fuera
de su camino, mientras metía la mano en el bolsillo. —La
caliente esposa está fuera con las chicas y no fui invitado. Y
Mason y Josh están viendo fútbol, lo cual odio.
Después de asegurarse que estaba decente, Taehyung se
puso de pie y le dio la mano a su socio y medio hermano. —
Aw, ¿y te sientes solo? Bueno, tan halagador como es que
sea tu última elección, tengo algo que hacer esta noche.
Hoseok levantó una ceja rubia. —¿Algo que hacer? ¿O
alguien?
Taehyung no se ofendió cuando se movió hacia el sofá de
la ventana. Cogió su chaqueta gris y se la puso.
—¿No te gustaría saber? Vamos, sabes que lo extrañas.
—¿Extrañar qué? ¿Ligar o el sexo? No. Llámame lógico,
pero prefiero tener un garantizado sexo caliente con mi
esposa cuando infiernos lo quiera.
Taehyung apenas resistió rodar sus ojos, pero había
conocido a Rachel durante un tiempo y la mujer era
atractiva, sin duda.
—Sí, bueno, no hay necesidad de ser presumir. Te hace
feo.
Hoseok se puso de pie exactamente donde estaba, en
silencio, como de costumbre cuando quería algo.
Taehyung cogió su maletín y suspiró. —Vale, de acuerdo.
¿Quieres venir conmigo?

—Vaya, estás desesperado.


—No, no lo estoy, y ha sido un largo tiempo desde que
pasamos el rato.
—Bueno, eso es cierto. Está bien, iba a After Hours.
¿Funciona eso para ti? — Taehyung pasó junto a Hoseok y
apagó la luz.
Al parecer lo hacía, porque ahí es donde se presentaron
diez minutos más tarde.

Jungkook acababa de terminar con una oleada de


clientes cuando un alto hombre rubio se sentó en el
extremo de la barra. Haciendo su camino en esa dirección,
Jungkook estaba listo para tomar su orden cuando el
asiento junto al chico fue llenado por— mierda—Taehyung.
Los dos hombres estaban hablando, y el rubio debió
haber dicho algo particularmente gracioso porque
Taehyung soltó una carcajada y golpeó la palma de su mano
en la barra superior. Decidiendo sólo pegarse a su papel y
hacer frente a las cartas que le fueron repartidas, Jungkook
se detuvo frente al par, cuando Taehyung se volvió hacia él.
Jungkook hizo un punto para mirar al rubio. El hombre
podría haber sido un actor o modelo. Estaba tan bien
constituido. Al igual que Taehyung, llevaba un traje y en la
palma de las manos un teléfono celular, pero a diferencia
de Taehyung, su expresión era el usual amistoso-lejano de
un extraño sentándose a tomar una copa. Jungkook pensó
que Taehyung nunca lo había mirado de esa manera ni una
vez desde que se habían conocido.
—Hola. ¿Qué quieren esta noche?
Jungkook esperó mientras el rubio se llevó la mano libre
a la barbilla. Se la frotó una vez y luego miró a Taehyung.
—¿Tú quieres lo mismo de siempre?
Jungkook observó el intercambio con curiosidad. —Tú me
conoces, criatura de hábitos.
El rubio se echó a reír y se volvió hacia Jungkook.
—Voy a tomar un escocés, gracias. Macallan, si lo tiene, y
este hombre va a tomar un Gin Tonic.
Jungkook movió los ojos hacia Taehyung, quien llevaba
nuevamente gafas negras.
—¿Alguna cosa para comer? — Jungkook esperaba la
chispa que vio allí no significaba que estaba a punto
entregar su trasero.
—Nada para comer —dijo Taehyung, y cuando Jungkook
estaba a punto de alejarse, agregó—: Por ahora.
Eligiendo ignorar eso, Jungkook se volvió para agarrar el
escocés fuera del estante de atrás, pero mantuvo su
enfoque en los dos hombres en el espejo frente a él.
Taehyung estaba enfrentado hacia el rubio y se reía de lo
que sea que el chico mucho más serio haya dicho.
Se preguntó cómo se conocían. ¿Tal vez trabajan juntos?
Esa es la explicación más lógica, pensó Jungkook, hasta que
vio a Taehyung empujar el brazo del gran tipo y dejar su
palma en su bíceps de una manera familiar. O tal vez son
algo completamente diferentes. Amantes, ¿tal vez?
Volviéndose de nuevo hacia ellos, Jungkook empujó las
bebidas a través de la barra superior, y con un rápido
“Gracias” de ellos, eso fue todo. Termino, sin dolor, fácil…
¿no?
Alejándose de ellos, Jungkook descubrió que era un
alivio, pero al mismo tiempo, también estaba
experimentando una diferente emoción, una emoción que
no entendía… ira.
Estaba cabreado. Toda la semana pasada, este hombre,
este extraño, había decidido causar estragos en su cerebro.
Sin mencionar, que todo el fin de semana lo había
molestado y le hizo preocuparse por venir al trabajo hoy.
¡Y ahora, esto! ¿Jodida nada? ¿Después de toda esa
preocupación? Pero otra vez, ¿quería que algo sucediese?
Taehyung tuvo suerte que Jungkook no era un hombre
violento, ya que, en ese preciso momento, él no estaba
seguro de que habría sido capaz de mantener los puños
para sí mismo.

—Así que, ¿ese es él? —dedujo Hoseok cuando el barman


se alejó.
—Sí, es él. ¿Qué piensas?
Hoseok levantó el vaso hacia su boca y bebió un sorbo
del escocés. —Pienso que odia tus tripas.
Taehyung se encogió de hombros. —Sí, creo que puede
que tengas razón.
—También pienso que es heterosexual.
Taehyung miró hacia el bar a donde Jungkook estaba
ahora riendo con un grupo de mujeres. Luego miró a
Hoseok.
— ¿Y? ¿Cuándo eso me detuvo?
—Nunca —admitió Hoseok. Tomó otro sorbo mientras
giraba en la dirección de Jungkook—. Solo ten cuidado.
Taehyung se rió. —No te preocupes, papá, siempre soy
cuidadoso. Y uso condones, también.
—No por eso, idiota. El chico parecía cabreado. Ten
cuidado de no entrar en algo que no puedas salir, como un
callejón con un grupo de chicos a punto de darte una
paliza.
Taehyung miró a Jungkook y levantó su copa. —No creo
que eso sea un problema. Además, no parece de ese tipo.
La ceja de Hoseok se levantó, cuando Taehyung tomó un
sorbo de su bebida. —Creo que está enojado por algo
completamente distinto.
Cuando Hoseok puso su vaso vacío sobre la mesa,
entrecerró los ojos hacia Taehyung. —¿Siquiera quiero
saber?
—Probablemente no.
—Vale, entonces sólo ten cuidado.
—Vale —añadió Taehyung cuando pidió otra ronda.
Esta vez, sin embargo, Amelia dio un paso adelante, y
procedió a coquetear descaradamente con ellos mientras
charlaban y bebían su segunda copa, libres de Jungkook.

Finalmente, la hora de cierre.


Amelia había salido por detrás unos diez minutos antes
para hacer Dios sabe qué, y Jungkook estaba haciendo una
ronda final de la barra de mesas y cabinas. Cuando hizo su
camino hacia la fila lateral, vio que alguien estaba
esperando en la última cabina, y supo instintivamente que
era Taehyung.
No habían tenido más interacciones durante toda la
noche, y cuando él había visto a Taehyung irse con el sujeto
rubio, Jungkook había imaginado que sería el final de eso.
Pero cuando se trasladó a seguir caminando más allá de la
cabina, haciendo caso omiso de Taehyung completamente,
Jungkook estuvo fuera de suerte.
—¿Ni siquiera un hola esta noche? Estás enojado
conmigo.
Jungkook se detuvo y miró hacia abajo, donde Taehyung
estaba sentado, relajado en el lado de la cabina. Tenía un
brazo hacia arriba en la parte posterior del asiento y la
chaqueta del traje estaba abierta, haciendo gala de su
blanca camisa y corbata azul. Jungkook también notó una
copa entre la punta de los dedos de Taehyung. Amelia le
debió haber servido antes de salir por la detrás.
—Lo dije antes, cuando estabas en el bar. Bueno, no me
lo dijiste a mí. Se lo dijiste a Hoseok.
Jungkook miró al hombre que lo miraba, y con el estado
de ánimo en el que se encontraba, decidió que era mejor
alejarse, así que hizo sólo eso. Jungkook se fue hacia la
pared que separaba las dos principales habitaciones de la
barra antes de sentir una mano agarrando su hombro.
Girándose rápidamente, como si se hubiera anticipado el
tacto, Jungkook casi topó con Taehyung cuando se encontró
cara a cara con él.
Jungkook apretó los dientes, y con toda la calma que
pudo, dijo: —Tienes que quitarme las manos de encima…
hace unos cuatro segundos, tienes la mala costumbre de
tomarte libertades.
—Tengo un montón de hábitos desagradables. ¿Quieres
que te cuente de ellos? —contrarrestó, quitando su mano.
Jungkook sintió que su sangre comenzaba a hervir. —
Jodidamente no te rindes, ¿no?
—¿Qué puedo decir? No me gusta perder.
Jungkook finalmente había tenido suficiente de la actitud
arrogante y decidió que era hora de poner a Taehyung en
su lugar. Moviéndose hacia delante, gruñó: —Bueno, no vas
a ganar nada aquí. No estoy interesado en este pequeño
jueguecillo que estás jugando. Trabajo aquí. Tú bebes aquí.
Allí es donde termina.
Jungkook sintió que sus oídos resonaron cuando
Taehyung se humedeció los labios y argumentó de vuelta:
—¿Estás seguro de eso?
Desconcertado, Jungkook se enfureció: —¿Estoy seguro
de que no quiero tener sexo contigo? Sí. —Hizo una pausa,
respiró tensamente, y antes de pensarlo mejor, continuó—:
Sorprendentemente, no quiero follarte, y no quiero ser la
tercera invitación a tu fiesta de tres. Así que deja de lamer
tus labios como si quisieras chuparme la polla.
No fue hasta que Taehyung alzó las manos, las palmas
hacia arriba, que Jungkook se da cuenta de que había
atrapado a Taehyung contra la pared.
—Estás bastante cabreado, Jungkook. ¿Qué está mal?
¿Tienes miedo de que te pueda gustar? ¿Cómo lo sabes a
menos que lo intentes?
Jungkook dio un paso atrás del hombre que irradiaba
tanto calor de su cuerpo como él lo hacía. Pero cuando el
suyo era de la ira, Jungkook estaba seguro, el de Taehyung
era de algo completamente distinto, y por alguna maldita
razón, el pensamiento le hacía entrar en más calor a cada
segundo.
En lugar de reconocer la fusión de su cuerpo, Jungkook
agarró la emoción que él entendía y dejó que la ira se
hiciera cargo. —Ese es tu lema, ¿verdad? ¿Intentarlo todo
una vez? Bueno, noticia de última hora, algunas personas
sólo saben que algo no les va a gustar.
Con la adrenalina corriendo por sus venas, Jungkook ni
siquiera pensó en moverse mientras Taehyung se apartó de
la pared y se acercó.
—Una vez más, no respondiste la pregunta. ¿Cómo lo
sabes… a menos que lo intentes?
Jungkook trató de pensar en algo, cualquier cosa, para
decir en respuesta, pero no tenía nada, por lo que se
mantuvo obstinadamente en silencio.
—Debido a que, Jungkook, para alguien que no está
interesado, tu cuerpo ciertamente tiene ideas diferentes.
Estoy haciendo lo que se siente bien. Verás, nunca he
tenido un trabajo manual de mano izquierda, pero soy casi
positivo de que lo amaré.
Sin siquiera pensarlo, Jungkook levantó las manos y
empujó duro contra los hombros de Taehyung. El hombre
no se movió. En cambio, sus ojos cambiaron del habitual
azul engreído a una acerada de no-te-metas-conmigo.
—Consigues hacer eso una vez. A menos que la próxima
vez que me empujes violentamente, sea para joderme
contra una pared, ¿lo tienes?
Jungkook se metió las manos en los bolsillos, disgustado
con sí mismo por reaccionar como lo había hecho. Mirando
a Taehyung, trató de refrenar su amargo desprecio por el
hombre delante de él, él mismo, o la situación en la que
ahora se encontraba, no estaba seguro. —Mantente alejado
de mí.
—No quiero hacerlo.
—¿Por qué? Tú ni siquiera me gustas.
—Tu polla dice lo contrario. Deja de pelear tan duro,
Jungkook.
Taehyung lo rozó, y sus hombros se reunieron. Jungkook
no se atrevía a mirar a Taehyung cuando escuchó: —Y sólo
inténtalo.
Antes de que Jungkook pudiera decir algo más, Taehyung
pasó junto a él y desapareció del bar, dejándolo con acerca
de cincuenta mil preguntas y ni una maldita buena
respuesta.
8. Seis

Dos días más tarde, Taehyung estaba sentado en la sala


de conferencias, escuchando a Hoseok tratando de aplacar
a una de sus clientes. Ella era una mujer alta, de pelo
oscuro alrededor de 1.72cm, si tuviera que adivinar, e iba
vestida como una sexy bibliotecaria o tal vez una maestra
de escuela. Llevaba una falda lápiz blanca, que terminaba
justo por encima de las rodillas, con una pequeña blusa
negra y una chaqueta roja sobre ella. El aspecto general
era sexy y recatado, e hizo a Taehyung querer empujar su
falda hacia arriba y recostarla en la mesa de conferencias.
Quizás así ella se iría satisfecha, y la mañana pasaría
más rápido.
Él no era un fan de tratar con los divorcios
desagradables, pero Hoseok estaba a punto de salir de la
ciudad con Rachel durante un par de días, y le había
asegurado a Taehyung que este caso en particular, estaba
prácticamente terminado, sólo necesitaba ser concluido.
Hoy era para atar cabos sueltos y, finalmente, terminar de
firmar sobre la línea punteada.
Taehyung ya se encontraba aburrido.
Él prefería trabajar con negocios que con mezquinos
esposos y esposas con problemas triviales. Sin embargo,
eso era parte del trabajo, y en este momento, mientras
miraba su reloj, el demandado aún no se había mostrado.
—Estoy seguro de que estará aquí pronto —aseguró
Hoseok a su cliente.
Sentada en la esquina de la sala en un sofá contra la
ventana, Taehyung vio su paciencia hacerse más delgada
mientras se movía en un ritmo de ida y vuelta.
—Sí, estoy seguro. Él siempre tan puntual. Ni siquiera
puede llegar a tiempo a algo importante.
—El tipo está, probablemente, evitando esto. —Pensó
Taehyung.
Y entonces se dio cuenta de que lo había dicho en voz
alta.
La mujer se dio la vuelta para inmovilizarlo con una
mirada helada, y Taehyung cerró rápidamente su boca,
pero tenía más que ver con la mirada feroz que Hoseok le
dirigió que con cabrearla.
—Lo siento —murmuró, sintiendo todo lo contrario.
A medida que la mujer le dio la espalda, Taehyung dejó
que su enfoque se desviara a su culo, y tomó una buena y
larga mirada de él. Tal vez sólo tenía que dejar de lado la
persecución de Jungkook. El tipo estaba, obviamente, en
conflicto, por no hablar de furioso con él. ¿Y esta mujer?
Taehyung sabía que si lo trabajaba bien, él podría tenerla
dentro de una hora, y a su vez, saciar el dolor que se había
estado construyendo en él desde hace varios días.
Había llegado a una decisión final de hacer precisamente
eso, cuando alguien llamó, y la puerta de conferencias se
abrió. Se abrió paso un hombre calvo de baja estatura, con
una hostigadora mirada. Su traje se encontraba
ligeramente arrugado, y negaba con la cabeza mientras
sostenía la puerta abierta para, presumiblemente, su
cliente, el acusado.
—Lo sentimos por llegar tarde. El Sr. Jeon consiguió ser
detenido en el camino.
—Gran sorpresa allí. — Taehyung oyó murmurar a su
cliente.
La quinta persona finalmente entró por la puerta, y
Taehyung se encontró mirando a nadie más que a…
Jungkook. Jeon Jungkook, aparentemente.

Jungkook levantó una mano y empujó sus dedos por su


cabello mientras entraba en la sala de conferencias.
Situada en el centro estaba una gran mesa ovalada rodeada
por al menos, Jungkook adivinaría, quince a veinte sillas y
la pared del fondo compuesta por grandes ventanas
cubiertas por delgadas persianas que dejaban entrar la luz
del sol por la mañana.
Sosteniendo su casco al lado de su pierna, examinaba a
la habitación, y se sorprendió cuando aterrizaron en el
hombre rubio de un par de noches atrás.
¿Qué demo…?
Antes de que pudiera decir nada, sin embargo, el señor
Branson, su abogado, indicó un asiento enfrente, de-ugh-
su-cabreada— y-pronto-a-ser ex esposa.
—¿Qué hiciste? ¿Caminaste a aquí? —acusó Lisa a través
de la mesa.
Jungkook resistió el impulso de darle un coscorrón
mientras ponía a su casco en el suelo junto a sus piernas. —
Hubo un accidente, ¿de acuerdo?
—¿No podías llamar?
Jungkook sacudió la cabeza y miró a la mujer con la que
había desperdiciado tontamente tres años de su vida. —
Claro, Lisa, ¿cuándo podría haber hecho eso en mi
motocicleta? —Volviendo a enfrentarse a su abogado,
Jungkook suspiró—. ¿Podemos comenzar y terminar con
esto?
Branson asintió y abrió su maletín con dos clics de las
cerraduras. —Por supuesto, por supuesto. —Sacó las gafas
fuera del maletín y se las puso—. Bueno, en primer lugar,
éste es el señor Jung, el abogado de parte de la
demandante. Te hará algunas preguntas hoy y luego
examinaremos papeleo. ¿Tiene alguna pregunta?
Jungkook miró al hombre rubio sentando en frente de él.
Um, no, pero tengo una pregunta sobre él. ¿Cómo conoce a
Taehyung?
Él estaba considerando hacer la pregunta cuando algo en
la esquina llamó su atención. Desde donde estaba sentado,
su visión estaba obstruida, pero era obvio que alguien más
también estaba en la habitación con ellos.
Genial, ¿ella necesita dos abogados? Es bueno saber que
el dinero de papi compró su buena representación, y ella
todavía se tomó doce meses para firmar.
En este momento, como un hurra final, ella estaba detrás
de su Kawasaki Ninja 650, y estaría condenado si ella lo
tomaba. Amaba a esa cosa, probablemente más de lo que
nunca la había amado.
—¿Realmente necesitas dos abogados, Lisa? ¿Cuántas
veces tengo que decírtelo? Yo no estoy vendiendo mi moto.
Traerme a la oficina de un abogado de lujo por un poco más
de siete mil dólares es ridículo, incluso para ti, pero
supongo que realmente me necesitas aquí esta vez para
firmar los papeles que presenté hace más de un año.
—Y ser un idiota testarudo sobre una moto no es nada
nuevo tampoco. Es un juguete, uno que no es necesario, y
compramos juntos.
—Estupideces, ya hemos dividimos todo, y yo…
—Sr. Jeon —habló el rubio finalmente.
Jungkook lo inmovilizó con una mierda de vete-a-la-
mierda. Se sorprendió cuando el gran hombre miró por
encima de su hombro, obviamente mirando hacia el
segundo abogado, quien todavía estaba en silencio.
—¿Sí, señor Jung? —espetó Jungkook, volviendo a atraer
la atención del hombre sobre él.
—Si pudiéramos mantener esto civilizado,
probablemente funcionaría mucho mejor para todos los
involucrados.
—¿Es eso cierto?
El Sr. Jung asintió una vez cuando la mirada de sus ojos
cambió de seria a…
¿Era eso simpatía? A la mierda eso.
—Bien —concedió Jungkook, cayendo de nuevo en su
silla y cruzando los brazos sobre el pecho.
—Está bien, entonces, si usted podría hacer que su
abogado lea estos términos y, o bien estar de acuerdo o en
desacuerdo…
Jungkook miró tercamente al rubio. —No necesito leerlo.
No estoy de acuerdo. Ella simplemente está siendo
rencorosa.
—Ella está sentada justo aquí.
—Sí, estoy muy consciente de eso —respondió
cáusticamente. Estoy tan harto de esta mierda. Ya no es mi
trabajo escuchar su mezquina basura.
A su comentario, Jungkook oyó un sonido de la esquina
que podía haber jurado era una risa, pero al final, se
disfrazó como una tos.
—Eres tan idiota, Jungkook.
Jungkook se encogió de hombros. —Bueno, buena cosa
que hayas encontrado un reemplazo para mí entonces, ¿eh?
Eso pareció ser su punto de ruptura.
Colocando las manos perfectamente manicuradas en la
mesa, se empujó de la silla y miró a su abogado, quien se
puso de pie lentamente a su lado, empequeñeciéndola por
varias pulgadas. —Yo no tengo que sentarme aquí y
escuchar más esto, ¿verdad?
Jungkook miró al Sr. Jung abotonar su chaqueta mientras
negaba con la cabeza.
—No, podemos comunicarnos con usted si necesitamos
algo más. Que tenga un buen día, señora Jeon.
Lisa volvió su mirada a Jungkook y se burló de él. —
Volveré a ser la Srta. Manoban ahora.
Jungkook descruzó sus brazos y mostró sus palmas. —Oh
para, estás lastimando mis sentimientos.
Apuntó dagas en su camino antes de girar sobre sus
talones, marchando alrededor de la mesa, y dirigiéndose
directamente a la puerta, aporreándola detrás de ella. El
ruido ni siquiera molestó a Jungkook. Se había
acostumbrado a los portazos hace mucho tiempo.
—Bueno, eso salió bien —anunció el Sr. Jung.
Jungkook miró a su silencioso abogado, preguntándose
porque exactamente le estaba pagando. Estaba a punto de
ponerse de pie y salir de la sofocante habitación, cuando
una persona limpiando su garganta le hizo volver la cabeza.
Jungkook sintió su boca caer abierta cuando el segundo
abogado, finalmente se puso de pie, y se encontró cara a
cara con Taehyung.

Taehyung había estado tratando de decidir en qué


momento habría sido inteligente anunciar su presencia,
pero en realidad, no había habido uno. ¿Lo hubo? Sólo que
ahora, mientras permanecía de pie, mirando a través del
silencioso y volátil espacio compartido por los cuatro
hombres, sabía que probablemente debería haber dicho
algo antes.
El abogado de Jungkook era ajeno a todo lo que estaba
pasando cuando se quitó las gafas y las arrojó en su
maletín. Taehyung se preguntó dónde diablos Jungkook
había encontrado al hombre, cuando Hoseok se volvió en
dirección a Taehyung y sus cejas se levantaron como
diciendo, ¿y ahora qué?
Sí, bueno, me encantaría contestarte hermano, pero no
tengo ni idea.
Eso fue rápidamente aclarado sin embargo.
—¿Qué diablos estás haciendo aquí? —Jungkook se puso
de pie y golpeó las manos sobre la mesa de reuniones, al
igual que había hecho su ex.
Hoseok tuvo el buen sentido de lucir incómodo cuando
miró a Taehyung, en busca de una respuesta.
El abogado de Jungkook levantó la vista y conectó
miradas con Taehyung. Luego, le dijo a su lívido cliente con
toda la calma que pudo:
—Oh, este es el Sr. Kim. Es socio del señor Jung. Son
dueños de la firma. Estuvo aquí porque el señor Jung va a
estar fuera de la ciudad. Es sólo un pequeño detalle
técnico. No hay nada por lo que enfadarse.
De alguna manera, Taehyung pensaba que esto no iba a
acabar rápidamente, y por la mirada de muerte que
Jungkook apuntaba a su camino, él sabía que esto estaba
lejos de terminar.
—Jodidamente increíble —murmuró Jungkook.
Fue entonces cuando Hoseok saltó. —Um, ¿señor
Branson? ¿Puede por favor venir conmigo? Tengo algunas
cosas que necesito que firme, y podría dar a su cliente un
momento para calmarse.
Cosa equivocada para decir, Hoseok.
Jungkook volvió su furiosa mirada a su hermano. Sin
embargo, Hoseok no estaba preocupado. De hecho, parecía
que él estaba tratando de controlar una carcajada mientras
se abría camino alrededor de la mesa hacia la puerta.
—Por supuesto, por supuesto. —El Sr. Branson cogió su
maletín y siguió a Hoseok fuera de la habitación.
Por primera vez, la sala de conferencias se sintió
pequeña.
Cuando la puerta se cerró con firmeza detrás de los dos
hombres, Taehyung tomó su tiempo mientras se movía con
cautela hacia el lado opuesto de la mesa.
—¿Lo supiste todo el tiempo? ¿Sabías quién era yo? —
Fue la primera acusación lanzada contra él.
Taehyung empujó su chaqueta a un lado y se metió las
manos en sus bolsillos mientras se tomaba un momento
para realmente mirar al enfurecido hombre frente a él.
Jungkook estaba vestido con unos vaqueros desgastados y
una camiseta azul bajo su chaqueta de cuero. El chico
parecía totalmente follable.
—No. No tenía ni idea hasta que entraste en la sala.
Taehyung observó de cerca como Jungkook levantó una
mano para pasarla por su cabello, un gesto que Taehyung
ahora se daba cuenta que venía de nervios o agitación.
Sintió una vez más la necesidad de tranquilizarlo.
Haciendo su camino cuidadosamente alrededor de la
mesa hasta que él estuvo de pie con sólo varias sillas entre
ellos, Taehyung reiteró.
—No sabía quién eras, lo juro. En el momento en que
estabas en la sala, ya era demasiado tarde para levantarme
y salir sin hacer que perdieras tu atención.
La cabeza de Jungkook giró bruscamente hacia él, y
Taehyung se encontró de frente con su mirada feroz.
—Oh, qué agradable de tu parte, Taehyung.
Taehyung no sabía por qué, pero le encantaba la forma
en que su nombre salió de su más que cabreada lengua.
—Puedo ser agradable.
Jungkook se burló: —Sí, estoy seguro de que puedes
serlo… cuando quieres tener sexo.
—Bueno, eso no voy a negar, pero aún entonces, no
siempre soy agradable.
—Puedo imaginarlo.
Oh, ese comentario es demasiado bueno para dejarlo
pasar, así que por supuesto, Taehyung presionó. —
¿Puedes?
—No quise decir eso. —Jungkook se apresuró a aclarar—.
No empieces jodidamente conmigo.
Taehyung se acercó y sintió su necesidad de
tranquilizarlo desaparecer, ya que se convirtió en un tipo
totalmente diferente de necesidad.
—No empiece, ¿qué?
Jungkook cambió todo su cuerpo hacia él. —Tu mierda de
siempre.
Taehyung sintió sus labios crisparse cuando Jungkook,
por primera vez, y sin darse cuenta, voluntariamente lo
chequeaba. Se quedó tan quieto como pudo, disfrutando de
la sensación de ser el foco de atención de Jungkook, y
cuando finalmente sus ojos regresaron y se encontraron,
Taehyung alzó una ceja.

—¿Y qué? —espetó Jungkook—. Nada.


Taehyung dio un paso más hasta que hubo sólo una silla
entre ellos. —Realmente eres testarudo, ¿no Jungkook?
—¿Disculpa?
Dando el último paso hacia adelante, hacia donde
Jungkook estaba de pie, por lo que o bien tenía que
escabullirse o quedarse, Taehyung estuvo feliz cuando
Jungkook decidió quedarse donde estaba.
—¿Por qué estás tan furioso en este momento? —
preguntó Taehyung sin rodeos.
—¿Por qué crees? Me acabo de enterar de que estás
trabajando para mi ex.
Entrecerrando sus ojos en los oscuros que buscaban los
suyos, Taehyung respondió: —¿Y eso por qué habría de
molestarte?
—Porque sí.
—Porque si no es una buena razón y nunca una aceptable
para un abogado.
Taehyung miró la lengua de Jungkook salir y lamer su
labio inferior, y él sabía…
Esto era.
Sólo necesitaba hacerlo o alejarse. Jungkook iba a bien
golpearlo o…
Sin pensarlo, Taehyung se acercó y agarró la parte
posterior del cuello de Jungkook y tiró de él hacia adelante.

En algún lugar en el fondo de su mente, Jungkook sabía


que esto iba a venir, pero al ver a Taehyung llegar a él, no
hizo absolutamente nada para detenerlo.
En cuanto la gran mano de Taehyung tomó la parte
posterior de su cuello y tiró de él con firmeza hacia
adelante, Jungkook puso las palmas de las manos sobre el
sólido pecho ahora íntimamente presionado contra el suyo.
Casi como si fuera en cámara lenta, Jungkook vio la
atención de Taehyung caer a su boca antes de inclinar la
cabeza y finalmente aplastar los labios contra los suyos.
En un primer momento, Jungkook se quedó congelado,
con las manos en contra de la suave tela de la camisa hasta
que comprendió exactamente qué estaba pasando. Fue
entonces cuando curvó los dedos en las solapas y apartó a
Taehyung de él, pero mantuvo su agarre sobre la chaqueta.
Respirando con dificultad, sintió a Taehyung tensarse,
mientras parecía prepararse a sí mismo.
Jungkook posó sus ojos sobre la expresión neutra de
Taehyung, y finalmente se centró en el caliente azul que lo
miraban con cautela, esperando.
Este es el momento, pensó Jungkook. Este es el momento
en que lo golpeas y le dices que se mantenga alejado.
Mientras él apretaba los puños alrededor del material,
liberó lentamente su mano izquierda, decidido a hacer
precisamente eso. Pero cuando Jungkook levantó el brazo,
vio cambiar la atención de Taehyung a su puño, y Jungkook
se sorprendió al encontrarse a sí mismo extendiéndola a
tomar la nuca de Taehyung en su lugar. Antes de que él
supiera lo que estaba haciendo, Jungkook tiró de Taehyung
y apretó sus labios contra los duros que al parecer lo
habían tentado más allá de su cordura.
De repente, el gran cuerpo de Taehyung entró en acción
mientras los dirigía hacia atrás en la sala hasta que una
pared estaba detrás de Jungkook, con un sólido hombre
delante.
Mierda. ¿Este beso caliente como la mierda, realmente
está sucediendo? estaba gritando a través de la cabeza de
Jungkook.
Las palmas de Taehyung acariciaron el rastrojo
alineando sus mejillas. Entonces, antes de que pudiera
registrar plenamente todo, esas mismas manos se
deslizaron en su pelo y apretaron.
Jungkook estaba diciéndose a sí mismo, irse lo más lejos
malditamente posible, del apiñamiento insistente de los
labios firmes y el musculoso cuerpo moliéndose en contra
del suyo propio, cuando sintió el agudo aguijón de dientes
mordiendo su labio inferior, con fuerza. Tirando su cabeza
hacia atrás, él gruñó cuando se estrelló contra la pared.
—Joder, me mordiste —acusó como si eso fuera lo único
que debía mencionar en este punto.
Era mejor no centrarse en lo desconcertante que era
tener el culo y la espalda apoyada contra una pared por
alguien más alto, y ligeramente más grande que él mismo.
Por no hablar que, ese alguien lo miraba directamente a los
ojos y no le daba ni una pulgada para, tal vez, escapar. Pero
ahí era exactamente donde Jungkook estaba cuando
Taehyung se lamió los labios y le sonrió descaradamente.
—Lo hice. No pude controlarme.
Jungkook se pasó la lengua por el labio inferior con
moretones, tratando de calmar el lugar donde todavía tenía
escozor, y su respiración se hizo más dificultosa cuando se
dio cuenta que podía sentir más que su propia palpitante
erección contra él.
—Um…
Taehyung, arrogante como siempre, lo interrumpió. —
¿Sí, Jungkook?
Jungkook se aclaró la garganta. —Creo que deberías de
retroceder un poco.
Como era habitual en Taehyung, no siguió ningún tipo de
dirección, excepto la suya. Dio un paso más cerca, si eso
era posible, y luego presionó con fuerza sus caderas contra
Jungkook.
—Creo que me gusta exactamente dónde estoy. Es sólo
que te ha llevado hasta ahora darte cuenta de ello.
El corazón de Jungkook tronó sin control en su pecho
mientras él se dio cuenta de que todavía estaba agarrando
las solapas de la chaqueta de Taehyung. Rápidamente se
soltó como si sus manos estuviesen en llamas.
—Retrocede, Taehyung —repitió.
Algo en su tono debió haberle llegado porque Taehyung
tomó lentamente un paso hacia atrás. Se metió las manos
en los bolsillos, como si no confiase en sí mismo. Jungkook
agradeció en silencio por eso, porque no se fiaba de sí
mismo en este momento tampoco. No estaba seguro de si
sus sentimientos derivaban de la violencia o…
¿O qué?
—Debes sentirte realmente genial ahora mismo. —
Jungkook se pasó una mano temblorosa en serio en su
rostro.
—Lo hago en realidad, pero no por la razón que piensas.
—Y ¿qué es lo que pienso? —Jungkook dejó caer la mano
a su lado.
—Crees que es debido a que por fin conseguí que
admitas que me deseas.
—Yo no admití eso.
Taehyung miró la cremallera de los pantalones vaqueros
de Jungkook, y tomó todo lo que Jungkook tenía no cubrir la
erección palpitante detrás de la mezclilla.
—Si lo hiciste.
—Bien, lo que sea. Si eso no es la razón, entonces, ¿qué
es?
Jungkook sabía que debía dejar atrás a Taehyung,
agarrar su casco, y dejar este lio sin involucrarse, pero en
cambio, se quedó dónde estaba, esperando una respuesta
que no estaba listo para escuchar.
—Me siento genial porque eres incluso mejor de lo que
malditamente pensaba. Y amo estar en lo correcto.
Sacudiendo la cabeza en inflexible negación, Jungkook se
enderezó y se dispuso a alejarse de la pared. Antes de que
incluso consiguiera un pie delante del otro, Taehyung dio
un paso hacia él y puso una mano en su pecho,
deteniéndolo en seco.

No había manera de que Taehyung dejara a Jungkook


salir de la habitación sin conseguir al menos probar una
vez más el sabor de su boca, y esta vez, tenía la intención
de que fuera largo y bueno.
—Límites, Taehyung. Creo que has cruzado suficiente
conmigo hoy —advirtió Jungkook.
—También hemos establecido que no tengo ninguno.
—Esto no cambia nada. Fue un error de juicio.
Taehyung no pudo evitar que una risa baja escapara libre
mientras probaba el firme músculo bajo su palma. —Por el
contrario, lo cambia todo. No me empujaste lejos, tú me
besaste de vuelta, y no has quitado mi mano de encima de
ti aún.
Tan pronto como la última palabra salió de la boca de
Taehyung, la mano de Jungkook se acercó y agarró con
fuerza la muñeca mientras él lo atraía hacia delante.
—No sé por qué te has fijado en mí, pero este juego que
estás jugando es uno peligroso.
Taehyung estaba seguro de lo más inteligente que hacer
sería estar de acuerdo y dar marcha atrás, pero no lo hizo.
—Estoy de acuerdo, pero yo nunca dije que juego limpio
y seguro como la mierda que no me rechazaste.
Jungkook frunció el ceño, y Taehyung se preguntó qué
estaba pensando cuando la presión alrededor de su muñeca
se intensificó.
—Sabes lo que quieres hacer —animó Taehyung en un
tono seductor, pensando que tenía que estar perdiendo su
mente para estar haciendo un movimiento tan atrevido,
incluso para él—. No hay nadie aquí, y nadie va a entrar.
Sólo hazlo — susurró, con sus ojos fijos en los marrones en
conflicto—. Inténtalo.
Cuando la palabra salió de sus labios, Jungkook le dio la
vuelta hasta que su espalda estaba contra la pared, y
Jungkook se aplastó contra su frente, con la muñeca de
Taehyung firmemente apretada entre ellos.
—¿Alguna vez cierras la maldita boca? —preguntó
Jungkook.
Taehyung tocó con la lengua su labio superior como si ya
hubiera tenido el segundo sabor de la boca que se mofaba
él.
—Sólo cuando tengo un buen incentivo. Dame uno. —Él
tiró de su brazo de nuevo más cerca de él, atrayendo a
Jungkook en esa pulgada final—. Hazme callar.
Él no esperaba que la burla funcionase, pero algo en
Jungkook pareció estallar mientras bajaba la cabeza,
atacando sus labios por segunda vez.
Taehyung, que no era de desperdiciar una oportunidad,
separó sus labios, decidido a obtener una muestra completa
de Jungkook en esta ocasión. Levantó la mano libre y la
hundió en los rizos que había apretado antes, pero esta vez,
se tomó un momento para disfrutar de la sensación de ellos
bajo su palma mientras tiraba del terco hombre hacia él.
Sintió una tentativa lengua tocar sus labios, y gimió
mientras deslizaba su propia lengua directamente en la
boca de Jungkook. La mano en su muñeca se apretó por la
intrusión íntima y luego el agarre fue puesto en libertad.
Dos grandes palmas alcanzaron y ahuecaron sus mejillas, y
Jungkook finalmente se dejó ir.
Moviendo su cabeza hacia un lado, Taehyung oyó un
ruido sordo abandonar su propia garganta cuando
Jungkook hundió su lengua dentro, frotándola contra la
suya propia. El fuerte sabor de canela inundó la boca de
Taehyung junto con un leve toque de café y algo que él no
podía identificar. Fuera lo que fuese, la combinación y el
hecho de que era Jungkook lo hizo malditamente adictivo.
El dolor que se zumbaba en sus bolas y el latido
constante en su eje hinchado era nada comparado con lo
que sintió en el momento en que Jungkook conmocionó el
infierno fuera de él y mordió su labio inferior.
Taehyung tiró la cabeza hacia atrás y miró a los ojos que
eran casi negros, pero no mostraban signos de enojo o
molestia. Esta vez, eran oscuros con lujuria.
—¿Entonces? —logró decir Taehyung.
—¿Entonces? —le devolvió Jungkook.
Taehyung, cuya espalda todavía estaba contra la pared,
miró alrededor de la sala de conferencias, tratando de
conseguir su mierda de nuevo bajo control. Cuando sus ojos
finalmente regresaron a Jungkook, levantó una
cuestionadora ceja hacia el hombre que había dado un paso
atrás. Entonces Taehyung le vio moverse a la mesa tan
tranquilo como quiso. Jungkook se inclinó y recogió su
casco, y Taehyung no podía dejar de mirar al firme culo
cubierto por esos jeans.
Estar de pie en silencio fue definitivamente nuevo en
Taehyung, y justo cuando estaba a punto de decir algo
ingenioso, estaba seguro, Jungkook se acercó a la puerta y
extendió una palma para agarrar la manija. Antes se giró,
sin embargo, miró a Taehyung y arrastró su mirada sobre
él, y luego Jungkook hizo algo completamente distinto a él.
Él le guiñó un ojo. —¿Entonces? Ahora, lo he intentado.
Con eso, el sexy hijo de puta salió por la puerta.
9. Siete

Jungkook arrastró el culo fuera de la oficina más rápido


de lo que había notado podía caminar. Sostenía su casco
con un agarre mortal mientras volaba más allá de su
abogado.
—Llámame —dijo en su camino directo hacia el ascensor
abierto.
Cuando las puertas se cerraron, Jungkook estaba aliviado
de encontrar que estaba sólo para bajar. Desplomándose
contra la pared, levantó su mano y tocó su boca.
Mierda, mierda, ¡mierda!
Quitándola, cerró los ojos e intentó empujar a un lado el
sentimiento de los labios de Taehyung moviéndose tan
seguros sobre los suyos. Necesitaba pensar en ello
objetivamente, y entonces quizás fuera capaz de sacarle
algún sentido.
Para empezar, Taehyung lo había provocado. En cada
oportunidad, Taehyung lo había presionado y presionado
hasta que, como una persona normal, Jungkook se había
quebrado.
¿Cierto?
Sí, cierto.
Jungkook miró a su reflejo en las puertas plateadas. No
parecía nada distinto de lo que estaba antes. No, no
parecía distinto, pero estaba seguro como el infierno de
que sí lo sentía. Lo sentía en todo su cuerpo, incluida su
polla, confundida como el demonio.
¿En qué estaba pensando cuando le devolví el beso?
Cuando acabó el intercambio entero, él se había
convencido a sí mismo de que había sido cuestión de poner
finalmente a Taehyung en su sitio. Jungkook estaba
cansado de siempre ser el que estaba cuestionándose todo
después de cada encuentro. Entonces, esta vez, su meta
principal había sido dejar al engreído bastardo
preguntándose. Solamente que no esperaba haberse
quedado preguntándose él también.
El ascensor golpeó el suelo del piso de abajo mucho más
suavemente que su descenso a la realidad, y después de
que las puertas se abrieran, Jungkook se movió hacia el
vestíbulo del edificio. Estaba a medio camino de donde
había dejado su motocicleta aparcada cuando su teléfono
empezó a vibrar en sus pantalones.
Moviendo su mano hacia su bolsillo, lo sacó y aceptó la
llamada, pensando que probablemente fuera su abogado
preguntándose por qué no había esperado por el papeleo.
—¿Hola? —soltó.
—¿Huyendo tan pronto?
Reconocería aquella voz donde fuera.
Mierda
—Así que, ¿estás hurgando en mi archivo?
La risa entre dientes familiar de Taehyung llegó a través
del teléfono.
—Podría salir con una broma obvia sobre hurgar, pero
me refrenaré.
Jungkook sintió su boca moverse a una sonrisa ante el
descaro del otro hombre. Tenía que concedérselo a
Taehyung, por decir siempre lo que pensaba, al contrario
que él mismo.
—¿Hay algo que desees, Taehyung?
—Hay varias cosas que yo deseo, Jungkook.
Jungkook se movió hacia la parte delantera de la acera,
quitándose del camino de otros, y esperó.
—Terco hasta el final, por lo que veo.
—No estoy siendo terco. Estoy intentando adivinar por
qué exactamente me estás llamando.
Taehyung suspiró cuando pensó que se estaba sintiendo
particularmente apagado.
—Bueno, te fuiste tan abruptamente que difícilmente
tuve oportunidad de hablar.
—No, eso no es lo que yo recuerdo. Tú estabas
shockeado hasta la mierda, si recuerdo bien.
Una risa alta golpeó su oreja entonces como si Taehyung
no pudiera controlarse a sí mismo.
—¿Orgulloso de ti mismo?
—No. — Jungkook no se atrevería a decir que lo estaba
un poco—. ¿Por qué habría de estarlo?
—Porque no puedo recordar la última vez que un tío
hetero consiguió que me callara.
Jungkook pasó sus dedos por el casco, y como si pensara
que otros podían oírle, susurró:
—No tienes filtros, ¿eh?
—¿Y eso es nuevo?
—No —murmuró Jungkook—. Solo lo confirmaba.
Supongo. Entonces, ¿qué quieres, Taehyung? —se
arrepintió de la pregunta, pero sabía que no iba a dejar de
preguntárselo hasta que recibiera una respuesta.
—Quiero verte esta noche.
Jungkook estaba seguro de la respuesta a eso.
—No.
—No puedes impedirme tomar algo después del trabajo.
—¿Eres un alcohólico? — Jungkook sólo quería
molestarlo ahora.
—No, pero me convertiré en uno, si hace falta.
—¿Por qué estás intentándolo tanto? ¿Es porque
finalmente has encontrado a alguien que te ha dicho que
no?
Jungkook se encontró a su mismo imaginándose la forma
en que la boca de Tae podía estar moviéndose mientras
pensaba…
Mierda.
—Quizás —supuso Taehyung—. Pero creo que es más
porque me acabas de estampar contra un muro y besado
con ganas. Y quieras o no admitirlo, te ha encantado.
Jungkook dio un paso hacia atrás y sintió su polla
enterándose de las palabras viniendo a través del teléfono.
—No actúes como si no lo hicieras, Jungkook. Pude sentir
tu cuerpo entero vibrando contra el mío. Quiero sentirlo de
nuevo.
Wow, pensó Jungkook, el hombre es persistente. En
alguna parte de la mente de Jungkook, si estaba dispuesto
a admitirlo, la seguridad y el interés de Taehyung eran
calientes como el demonio, y aterrorizadores como la
mierda.
—Dímelo —urgió Taehyung.
Jungkook se dio vuelta sobre sus pies en la acera y miró
una vez más a su reflejo en las espejadas paredes del
edificio delante de él. No podía ni escapar de sí mismo,
dejando en paz a Taehyung.
—¿Decirte qué, exactamente?
—Dime que no te gustó, y hazme creérmelo.
Jungkook se estudió a sí mismo, desde el pelo demasiado
largo en su cabeza, a la barba oscura de varios días en su
barbilla. Pasó sus ojos por la cazadora de cuero, camiseta, y
pantalones, preguntándose por qué había pensado que
luciría distinto debido a lo que había hecho unos minutos
antes.
No luces diferente, idiota, pensó con disgusto. Estás
pensando diferente.
—Dime —exigió Taehyung a través del teléfono.
Antes de que Jungkook pudiera siquiera pensar en lo que
significaría que él no pudiera decir las palabras, terminó la
llamada.

Nada ni nadie puede alejarme de ese bar esta noche.


Taehyung entró en el ascensor y se dirigió a la planta
baja. Sin éxito, había intentado hacer a un lado el incidente
en la sala de conferencias, pero no importaba lo que
hiciera, en todo en lo que podía pensar era en el hecho de
que Jungkook le había devuelto el beso, e incluso mejor, el
tipo había jugado duro. Solo pensar en ello tenía a Tae
pasando su lengua por su labio inferior donde esos fuertes
dientes lo habían mordido.
Hmmm, no puedo esperar a sentir esos labios de nuevo
Agarrando su cartera con la mano, Tae miró rápidamente
a su reloj y decidió saltarse e ir a casa primero. Iba a ser
mucho dolor en el culo, y no estaba de humor. Quería saber
cómo iban a ir las cosas, si sólo había sido un momento
fugaz. Y ahora que Jungkook tenía tiempo para pensar en
ello, Tae se preguntó si ese momento había acabado.
Seguro como el infierno de que espero que no.
Por primera vez, mientras Taehyung estaba esperando a
que llegara el ascensor, sintió una emoción que no había
sentido nunca antes, y estaba bastante seguro de que la
odiaba.
Se sentía nervioso.
Cuando las puertas se abrieron, se recordó que hacía
este tipo de mierda todos los días. Perseguir cosas delgadas
y sexys era un hobby familiar para él, uno que
normalmente disfrutaba y en el que era excelente. Entró
con un solo lema: “intentar, tomar, vencer”.
Intentar una muestra, conseguir los buenos, y entonces
salir vencedor. Nunca dejar que las cosas se enreden.
Y esta vez no iba a ser diferente.
Pero cuando Taehyung abrió la puerta del bar y entró,
inmediatamente buscó y encontró al brillante objeto que
estaba persiguiendo actualmente. Justo entonces, en ese
momento, Tae supo que de alguna manera, esta vez, todo
iba a ser distinto.
Jungkook no estaba seguro de si él le había visto primero
o le había sentido, pero en el minuto en que Taehyung
entró por la puerta del bar, lo supo.
Obviamente, Taehyung había venido directo desde la
oficina. Estaba vestido con el mismo traje gris que esta
mañana, y mientras miraba a través de la multitud hacia
donde Jungkook estaba de pie, Jungkook supo que estaba
dándole a Taehyung la misma inspección que él estaba
recibiendo antes de que mirar de refilón por el bar.
¿Qué estoy buscando? Era en todo lo que Jungkook podía
pensar cuando Taehyung empezó a caminar por la multitud
hacia él. ¿Estoy intentando ver si alguien sabe que él me ha
besado hoy? ¿O que le devolví el beso?
Jungkook no estaba seguro, pero la mirada en los ojos de
Taehyung seguro como el infierno que no estaba ayudando
en absoluto.
Mientras varias personas se movían cuando Taehyung se
acercaba, Jungkook podía sentir las palmas de sus manos
sudando, y las metió en los lados de sus pantalones. La
expresión en la cara de Taehyung era depredadora como si
estuviera cazando, y Jungkook sabía que él era la presa.
Jungkook siempre se enorgulleció de sí mismo por ser un
hombre de principios, un hombre de convicciones. Era
alguien que era dueño de sus acciones, y que se sentía
responsable de los resultados que venían de ello. Pero
cuando Taehyung se sentó directamente enfrente de él con
solo la madera del bar como barrera, Jungkook quería
abandonar todas aquellas morales impuestas hace mucho
tiempo y jodidamente salir de allí.
En lugar de ello, se levantó de dónde estaba y se recordó
que solo porque hubiera hecho algo alguna vez no
significaba que tuviera que repetirlo. Incluso cuando sus
ojos cayeron a los labios de Taehyung.
—Buenas noches —fue la primera palabra que salió de
los labios del abogado.
Jungkook alargó las dos manos para agarrarse a la barra
del bar.
—Buenas noches. ¿Lo de siempre? — Jungkook se supuso
que si tenía algo que hacer, pararía de pensar en otras
cosas que había hecho antes.
—¿En serio necesitas preguntar? —bromeó Taehyung,
moviendo su maletín a sus pies.
—Bueno, es mi trabajo.
—También es tu trabajo conocer a tus clientes. ¿Cómo de
serio eres con eso?
Jungkook ignoró el comentario obvio y sirvió el gin-tonic
antes de deslizarlo hacia Taehyung. Mirando a su
alrededor, Jungkook estaba satisfecho cuando vio que
ninguno de los otros trabajadores estaban cerca de él, y
todos los clientes parecían estar atendidos por el momento.
—Te dije que no vinieras aquí esta noche —dijo Jungkook
de manera mordaz en una voz baja.
Miró los dedos de Taehyung cuando alcanzaban el vaso
de cristal, y en un segundo rápido, Jungkook se acordó de
cómo se habían sentido en su cabello. Moviendo sus ojos
lejos de su bebida, Jungkook se encontró con la mirada
atrevida de Taehyung y se preguntó en qué estaba
pensando.
Esto es lo más largo que se ha sentado en silencio, si no
cuento esta mañana con su espalda contra el muro después
de que yo…
Sí, demonios.
Entonces, Taehyung finalmente habló.
—Decidí ignorarte.
Jungkook sacudió la cabeza con incertidumbre, mientras
Taehyung tranquilamente sostenía su mirada y acercaba el
vaso a sus labios. Después de tomar un trago, lo volvió a
dejar.
—Y tú estás evitando mi pregunta. ¿Qué tan bien conoces
a tus clientes?
Justo cuando Jungkook iba a responder, vio a Amelia por
el rabillo del ojo. Trabando su mirada, sintió a su corazón
empezar a dar un maldito baile en su pecho cuando ella
miró a Taehyung, y una sensual sonrisa se extendió por sus
labios.
¿Ella lo sabe? No, por supuesto que no lo sabe. Está
sonriendo al hombre con quien pasó la noche del viernes.
Mientras ella se acercaba a ellos, Jungkook intentó
actuar normalmente.
Nada es diferente, nada es obvio, y nada está fuera de lo
normal, excepto por el hecho de que tuve mi lengua en la
garganta de Taehyung… Justo como Amelia la tuvo.
Y eso, descubrió Jungkook, jodidamente lo cabreaba.
—No te he visto entrar. Te estás volviendo escurridizo,
señor Kim—acusó alegremente Amelia mientras apoyaba su
cadera en la barra.
—Está bien, cariño. Jungkook, me tiene atendido.
Jungkook aún estaba mirando a Amelia, quién ahora se
giró y le miró.
—Estoy segura de que lo hizo.
¿Qué quería decir con eso?
—Sí, sabe exactamente lo que me gusta —añadió
Taehyung.
Jungkook encaró a través del bar, mientras resistía la
urgencia de decirle que se callara de una jodida vez.
Diablos. Ahora me estoy volviendo un jodido lunático
paranoico.
Afortunadamente, Amelia empezó a reír y también le
sonrió a Taehyung antes de apoyarse contra el bar para
mostrar su amplio escote.
—Sí, lo sabe, pero nos ha decepcionado.
La mirada de Jungkook no se perdió el guiño de
Taehyung a Amelia y entonces levantó sus ojos azules hacia
él.
¿Son las gafas oscuras las que hacen sus ojos tan
jodidamente azules?
—Bueno, es una pena. Estoy segura de que podríamos
haber pasado un muy buen rato.
Sintiendo como si estuviera en algún tipo de universo
paralelo, en uno donde se hubiera vuelto loco y estuviera
ocupado comprobando a un chico que le estaba invitando a
un trío, en lugar de la chica él estaría en el medio,
Jungkook frunció el ceño y sacudió la cabeza.
—Lo siento, no es realmente lo mío.
—Ah… Mira, Amelia, él habla.
Los ojos de Taehyung estaban llenos de desafío y sexo
mientras levantaba la bebida hacia sus labios de nuevo,
haciendo la temperatura de Jungkook subir un poco más.
No era solo que Jungkook estaba irritado al ser parte de
su broma interna, se encontró realmente queriendo callar a
Taehyung, de la misma forma que había hecho antes. Y ese
impulso lo estaba asustando de muerte.
—Discúlpame —le replicó Jungkook a Taehyung, quien
frunció el ceño a modo de pregunta—. Tenemos otros
clientes. Lo voy a dejar en las capaces manos de Amelia.
Jungkook no se fijó al final de que estaba seguro que
Taehyung estaba ya familiarizado con aquellas manos, pero
seguramente pensó en ello mientras se daba la vuelta y
volvía al bar.

Taehyung siguió la retirada de Jungkook mientras se


movía más allá, y se preguntó qué era exactamente lo que
había asustado a Jungkook. El hecho de que hubiera
aparecido por el bar, el recordatorio de su encuentro
anterior, o la interrupción de Amelia. Era demasiado
esperar que fuera la última opción, pero mientras estaba
sentado ahí, reflexionando sobre la idea, eso parecía lo más
preciso.
Hasta que Amelia había aparecido, Taehyung estaba
seguro que Jungkook le estaba comprobando. Oh, había
sido hábil respecto a aquello, con su lento una—vez— más,
pero Taehyung lo había sentido entretenerse en su boca, y
sabía que Jungkook había estado recordando exactamente
lo que hicieron antes.
—Entonces, no Jungkook. Triste, ¿eh? Es súper caliente.
Taehyung volvió su atención hacia Amelia, quien estaba
también siguiendo a Jungkook con la mirada.
—Es triste. Pero ey, lo intentamos.
Amelia le volvió a mirar, sonriendo mientras le lanzaba
un guiño sexy.
—Claro que lo hicimos. Acaba de salir de una mala
relación, es probable que tenga algo que ver con ello
también. Creo que lo he sorprendido —sugirió ella.
—¿Oh? —indagó Taehyung, sin prestar mucha atención.
—Sí. Parecía escandalizado pero no quería ofenderme.
Hombre, casi se le caen los ojos de la cabeza cuando lo
propuse. Apuesto que habría sido diferente si tú fueras una
chica.
Taehyung podía imaginarse la reacción de Jungkook ante
la propuesta de un trío, y sí, tenía que admitir que tenía
más que ver con el hecho de que la invitación había sido a
un trío con él, pero hubiera pagado por verlo. Realmente,
quería intentarlo por sí mismo para convencer al hombre.
—Quizás pueda cambiar su mente —pensó Taehyung en
voz alta.
—Podrías intentarlo, pero no creo que tuvieras mucha
suerte. ¿Quieres otra bebida?
—Claro.
Se movió para acercarle otra, y cuando la dejó delante de
él, ella susurró:
—Si viene por aquí, cuenta conmigo.
Taehyung giró los ojos hacia ella mientras en su boca
salía una sonrisa torcida.
—Bueno, realmente pienso que contarías con nosotros,
pero todo eso está en los detalles.
Con eso, él levantó su vaso con un saludo con burla.

Una hora y media después, Jungkook estaba sintiéndose


bastante orgulloso de sí mismo. Se las arregló para evitar
lidiar con Taehyung y por fin estaba teniendo un respiro.
Entrando en la sala de atrás, se crujió el cuello y agarró su
tarjeta del tiempo del colgador del muro. Insertándola en la
máquina de golpe, disfrutó del sonido de veinte minutos de
libertad mientras salía.
Fue hacia el sillón en la esquina lejana y se sentó en él,
apoyando su cabeza contra el muro y cerrando los ojos.
Estaba contento por el momento sólo estando ausente y
olvidándose de todo el día.
—Y aquí estaba yo, pensando que no podías ser más
caliente que cuando estabas frunciéndome el ceño.
Los ojos de Jungkook se abrieron de golpe para fijarse en
la puerta, donde Taehyung estaba apoyado contra el marco
con sus piernas cruzadas y las manos en los bolsillos.
—Bueno, eso puede arreglarse —impuso Jungkook,
sintiéndose malhumorado como el infierno—. No puedes
entrar aquí atrás.
Taehyung miró descaradamente a donde estaba sentado,
y Jungkook inmediatamente quiso sentarse recto y cerrar
sus amplias piernas.
—Tengo contactos.
—¿Quién? ¿Amelia? Ella no es la jefa. — Jungkook se
ordenó quedarse donde estaba y no dar ninguna señal de
sus nervios.
—No Amelia. —Taehyung se alejó perezosamente contra
el muro y dio un paso hacia delante.
Cuando él estuvo en la habitación, se dio la vuelta para
cerrar y bloquear la puerta, y entonces fue cuando
Jungkook decidió que tenía que irse de una jodida vez.
Taehyung detrás cerrando la puerta ya había ocurrido y
se había rendido contra ese chico una vez ese mismo día.
No hace falta que se repita, se recordó de nuevo para
controlarse.
—¿Vas a algún sitio? —le preguntó a Jungkook
impertinentemente.
—Abre la puerta.
Jungkook odiaba la familiaridad de los labios de
Taehyung cuando se curvaron hacia él. Lo odiaba, y al
mismo tiempo estaba fascinado por ello.
Entonces, el arrogante de mierda, le dijo:
—Ábrela tú.
Para hacer eso, Jungkook tenía que acercarse a él, y
Taehyung lo sabía así que, en su lugar, Jungkook cruzó los
brazos de forma cabezota.
—Vale, ahora que hemos resuelto eso, ¿cuánto dura tu
descanso?
—No voy a gastar mi descanso en hablar contigo —
replicó Jungkook malhumoradamente.
Taehyung caminó más lejos en la habitación mientras le
lanzaba una meticulosa mirada de una—vez—más que
Jungkook podía jurar que sintió tan efectivamente como las
manos del hombre.
—¿Por qué? ¿Te gustaría pasarlo haciendo alguna otra
cosa?
Taehyung podía ver el conflicto interno y la curiosidad
revuelta en la mirada que le devolvía el hombre. Podía
decir que Jungkook estaba confuso por los sentimientos
que estaba experimentando, y sabía que los estaba
sintiendo porque Taehyung lo había buscado
deliberadamente para averiguarlo. Tal como él estaba,
Jungkook era tan duro como una jodida roca.
No era muy él no empujarle a su favor, pero Taehyung
supuso que eso no sería un problema en aproximadamente
diez segundos. La habitación estaba prácticamente
vibrando con la tensión sexual, y un jodido conjunto de
testosterona.
—¿Cuál esperas que sea mi respuesta, Taehyung? ¿Por
favor chúpame la polla?
Ahora, esa era una idea. Mejor que no siga pensando en
ello.
—Quiero que me digas la verdad. —Por una vez,
Taehyung lo decía en serio.
—¿La verdad? —preguntó Jungkook.
Taehyung se movió entonces, a través de la habitación
hasta que estuvo delante del otro hombre, donde repitió:
—La verdad. ¿Disfrutaste lo que ocurrió esta mañana? Es
tan fácil y simple como eso.
—¿En serio? ¿Es tan fácil, tan simple? —preguntó
Jungkook en un tono que indicaba que el pensamiento de
Taehyung era cuestionable.
Negándose a darle ni un segundo ahora que Jungkook
estaba hablando, Taehyung le dio un ligero asentimiento
con la cabeza.
—Nadie en esta habitación va a juzgar lo que sea que
salga de tu boca. Así que dime. La. Verdad.
Jungkook apretó la mandíbula, y casi como se diera
permiso a sí mismo, explicó:
—¿Me gustó? Sí. ¿Lo entiendo? No, jodidamente no.
Eso era todo lo que había estado esperando. Taehyung
dio el paso final acercándose lo suficientemente cerca para
oler la colonia de Jungkook, y el hombre olía
asombrosamente.
—¿Necesitas entenderlo para saber que se sintió bien?
Taehyung levantó la mano para tocar el brazo de Jungkook,
probando el duro músculo. —¿Quieres hacerlo de nuevo?
Taehyung mantuvo sus ojos en el hombre que estaba
lidiando con todas sus decisiones de hoy, y cuando la mano
de Jungkook se levantó para agarrar la suya propia,
Taehyung esperó.
—Es como si esperaras que cambiara y solo aceptara que
todo lo que siempre he creído sobre mí ha cambiado, y que
debería estar bien con ello. ¿Sabes lo loco que suena eso?
—Lo sé. ¿Pero sabes qué más es loco?

—Que aún no me has dicho que no.

Tiene razón. Jungkook miró a Taehyung, quien aún


sostenía su brazo.
—¿Qué necesito para meterte en mi cama? —preguntó
Taehyung con valentía.
Jungkook no pudo evitar que se le escapara la risa con la
directa de Taehyung.
—¿Una vagina? —levantó una ceja hacia el hombre.
Soltando su brazo, Taehyung dio un paso atrás y sacó su
teléfono de su bolsillo. Marcó un número y puso el teléfono
en su oreja.
—Hola, cariño —se encontraron sus ojos con los de
Jungkook y sonrió mientras vocalizaba: “Una vagina, puedo
conseguirlo”.
—Cuelga —le pidió Jungkook entre dientes.
Taehyung sacudió su cabeza, intentando no reírse.
—Taehyung, cuelga.
Apartando el teléfono de su oreja, lo apoyó contra su
pecho.
—¿Por qué? Creía que querías una vagina.
Jungkook dio un paso y se acercó a Taehyung tanto como
podía sin tocarle.
—Cuel-ga.
Muy lentamente, Taehyung hizo lo que le pedía. Deslizó
su teléfono por su pecho y le guardó en su bolsillo.
—Pero dijiste…
—Sé lo que dije —le respondió Jungkook en un tono
entrecortado.
—Entonces, ¿cuál es el problema?
Jungkook estaba intentando pensar en uno, pero todo lo
que se le ocurrió fue:
—Yo jodidamente no comparto —dijo mientras alcanzaba
a Taehyung. Esta vez, no había error en lo que quería,
mientras Jungkook se daba por vencido a su curiosidad y
apretó la boca de Taehyung contra la suya.

Mierda. ¿Cuándo perdí la firme postura que tenía en este


juego? Pensó Taehyung en la parte trasera de su mente.
Él siempre estaba a cargo, siempre era el que hacía los
movimientos, que venía fuerte y salía aún más fuerte. Este
no era el caso esta vez. Mientras la boca de Jungkook
dominaba la suya, todo lo que Taehyung podía hacer era no
pedirle más.
Justo cuando el pensamiento dejó su mente, el cuerpo de
Jungkook se balanceó lejos del suyo. No queriendo que el
hombre se fuera a ningún sitio, Taehyung pasó sus manos
por debajo de los oscuros rizos y se agarró ahí. No había
nada de lo que preocuparse. Jungkook simplemente dobló
su cabeza para una mejor conexión y entonces pasó su
lengua por el labio inferior de él. Sin pensarlo dos veces,
Taehyung se abrió para él y gruñó cuando sintió sus dientes
morder el labio inferior en una fiera caricia, justo como
esta mañana.
—Te gusta eso —dijo Jungkook contra su boca,
experimentando.
Taehyung pensó que era un puto milagro que no se
empalmara en ese momento.
—Me gusta —respondió—. También me gusta más duro.
Los labios de Jungkook se curvaron contra los suyos
propios, y Taehyung se agarró a la parte trasera de su
cuello, intentando que se moviera de nuevo.
—¿Todo palabra que sale de tu boca tiene que ver con el
sexo?
Taehyung sonrió contra la boca de Jungkook.
—Normalmente, el ochenta por ciento, pero contigo,
parece que es el noventa y ocho.
Mientras las palabras salían de la lengua de Taehyung, la
mano de Jungkook se movió a través de su mejilla hacia su
pelo como si estuviera probando todas las nuevas texturas
y lo lejos que quería ir.
—¿Y el otro dos por ciento?
La caliente respiración de Jungkook pasó a través de los
labios de Taehyung.
¿Se supone que debía jodidamente pensar?
—El otro dos por cierto lo gasto intentando convencerte.
Cuando Jungkook —sí, el sexy como el infierno Jungkook
— lentamente deslizó su lengua y la pasó por los labios de
Taehyung, probándolo como si fuera la primera vez,
Taehyung soltó un sonido gutural.
—¿Y crees que estoy convencido?
Taehyung no estaba seguro de si Jungkook estaba o no
convencido, pero su polla esperaba que lo estuviera.
—Creo que estás llegando ahí.
—¿Y cuándo lo haga? ¿Qué pasará con el dos por ciento?
¿Más sexo?
Taehyung no podía creerse que estuviera siendo tan
sumiso. Era tan completamente distinto a él, pero sabía que
si iban a llegar a más, tenía que ser en la manera de
Jungkook. De todas maneras, eso no significaba que tuviera
que estar parado.
Entonces, decidió, ¿qué demonios?
Cogiendo su mano libre, Taehyung la deslizó alrededor
de la cintura de Jungkook y le apretó fuerte, trayéndole tan
cerca cómo podía. Esta vez, Jungkook gruñó, perdiendo un
poco del control que se había apañado para conseguir.
—Creo que cuando llegues allí, no vas a querer
marcharte nunca. Una cosa sobre los hombres, nos gusta el
sexo. ¿Cuánto ha pasado, Jungkook? Te daré el mejor sexo
que hayas tenido nunca.
Con lo que sonaba como un gruñido frustrado, Jungkook
serpenteó la mano en el pelo de Taehyung y le acercó para
que dejara de hablar. Jungkook empujó su lengua entre sus
labios, y todo el cuerpo de Taehyung se estremeció en
respuesta. Sus lenguas se enredaron, y en el calor de la
boca de Jungkook, Taehyung pensó en cómo le habría
gustado empujar su polla entre esos perfectos labios. No
sabía cuándo Jungkook había decidido bajar las barreras,
pero Taehyung no iba a parar y preguntarle.
Moviendo la mano que tenía en la cadera de Jungkook,
Taehyung la deslizó hacia el ajustado pantalón para agarrar
su culo, apretando sus labios. Nada podía contener al
rígido miembro que estaba ahora contra el suyo, y no podía
evitar sino pegarlo contra Jungkook, dejándole sentirlo, y
enseñándole lo excitado que estaba.
Cuando Taehyung oyó un bajo sonido desde el pecho
apretado firmemente contra el suyo, un escalofrío le
recorrió la columna, y mientras Jungkook quitaba la mano
del pelo de Taehyung y le agarraba la chaqueta, pensó que
todo había acabado.
Este momento de perfección sexual está a punto de
acabar. Sabía que era demasiado bueno para ser verdad.
Pero en lugar de parar, el dedo de Jungkook se reforzó
alrededor del material. Probando la verdad en las palabras
de Taehyung, mordió su labio lo suficientemente duro para
tenerle prácticamente de rodillas antes de tirar su labio
inferior y alejarse.
—¿Qué demonios me has hecho?
Taehyung se apretó más duro contra el hombre que lo
estaba volviendo loco.
—No tengo ni idea, pero seré el primero en decir que me
alegro de ello.
Jungkook sacudió la cabeza.
—No sé si puedo ir más lejos que esto. Es tan… tan…
Agarrando el culo de Jungkook con las dos manos esta
vez, Taehyung empujó sus caderas contra las de él.
—¿Esto no se siente bien para ti?
Percibiendo que el momento había acabado, Taehyung
movió sus manos y dio un paso atrás, intentando resistir la
urgencia de empujar a Jungkook en el sofá y decir a la
mierda con todo.
—¿Cuál es el gran problema para ti?
Jungkook cruzó sus brazos mientras pensaba que no
confiaba en sí mismo.
—Eres un hombre, Taehyung. Un problema bastante
grande.
—¿Por qué?
—¡Porque me gustan las mujeres!
Taehyung sacudió su cabeza calmadamente.
—¿Sabes lo ridículo que suena eso? Especialmente
cuando tienes pruebas completas de lo contrario.
—Gracias por apuntar lo obvio, consolador.
Taehyung se encogió de hombros, decidiendo que ahora
era el momento de irse antes de que las cosas se volvieran
una mierda, antes de que se pelearan.
Dale tiempo para digerirlo.
—Vale, vale. Me voy a ir —Taehyung caminó a la puerta
bloqueada, pero antes de que se marchara, había una cosas
más que necesitaba soltar antes de que corriera el aire
entre ellos.
—¿ Jungkook?
La mirada de Jungkook se encontró con la suya.
—¿Esto? Esto cambia las cosas. Si crees que voy a salir
de aquí y que te vas a olvidar de lo que ha ocurrido,
deberías pensártelo de nuevo. Esto no es una casualidad,
no importa cuánto desees que lo sea. Tú lo querías tanto
como yo, y deberías recordar eso esta noche cuando te
hagas una paja, pensando en mi lengua en tu boca —dijo
Taehyung, usando un tono incluso más serio de lo que
pensaba que era capaz.
Satisfecho de haber dicho todo lo que quería, Taehyung
se dio la vuelta, desbloqueó la puerta y se fue,
preguntándose dónde esta cosa, lo que sea que fuera, iría
inevitablemente.
10. Ocho

La luz roja del reloj digital de Jungkook brilló con fuerza


mientras se acostaba sobre la cama, mirando el techo.
Perfectamente podría ser un puto centro de atención. Puso
un brazo sobre sus ojos. Tenía solo una sábana echada
encima e intentó relajarse, pero no pudo. Estaba agitado e
intranquilo.
Esa noche no había salido según el plan, que era ignorar
a Taehyung a toda costa.
En vez de ignorarlo, besé al bastardo.
Rechinando sus dientes, intentó ignorar el hecho de que
su pene erecto en cuestión reapareció en su memoria, justo
como dijo Taehyung que sucedería. No había nada más
enfurecedor que saber la causa de su frustración sexual era
también la causa de sus dudas.
Hubo un tiempo en su vida, cuando fue soltero que si
quería ir y acostarse con dos docenas de mujeres, podía
hacerlo. Pero ahora no, su erección era por un chico –un
extremadamente caliente chico. Con su cabello negro y sus
ojos insanamente azules, Taehyung era innegablemente
sexy.
Jungkook no estaba seguro de por qué, pero
encontraba… emocionante que fuera más alto que él.
Cuando ellos discutieron y tenía la espalda de Taehyung
contra la pared, Jungkook se sintió vivo por primera vez en
meses. Por no mencionar que él había estado
extremadamente excitado. Era como si pelear con
Taehyung, y ganando ventaja de alguna manera, le hubiera
dado a Jungkook el control de hacer lo que quisiera.
¿Qué es exactamente qué? ¿Qué quiero?
Jungkook sabía que podía ser diferente si no tenía
reacción a Taehyung y podría solo alejarlo, pero
últimamente, ha estado volviendo sus patas arriba con Kim
Taehyung. No lo podía negar. Estaba ahí, e incluso su
fascinación con el chico de boca inteligente era mucho más
que intranquila.
Los labios de Taehyung eran –vamos, admítelo—
mordibles, y los había lamido en todas las oportunidades
que había tenido. El labio inferior era mucho más grueso
que el superior, y aunque Jungkook había pensado que la
boca del hombre sería dura, era muy suave.
Suaves, maleables, y si, muy mordibles, ¡maldición!
Jungkook rodó para mirar la hora –tres y quince de la
mañana. Genial, simplemente genial. Visualizó, sentándose
para ver su reloj, su celular, y se estiró para poder tomarlo.
Encendiéndolo, revisó las llamadas de Kim & Jung y se
preguntó si el número era de la oficina. Dejando el celular
sobre su pecho, pensó sobre eso unos minutos, y después —
maldición— marcó el número.
Estaba preparado para dejar un mensaje de voz en la
oficina de Taehyung, preparándose para decirle que no
volviera al bar nunca más, cuando el teléfono comenzó a
llamar.

El teléfono de Taehyung vibró fuertemente en la mesa de


madera al lado de su cama. No era como que lo hubiera
despertado. Él solo había estado acostado ahí, mirando el
techo y pensando en Jungkook… ¿Es tan temprano?
Él realmente esperó que no fuera un cliente que lo
necesitara por algún tema importante.
Rodando hacia ese lado, apartó las sábanas y tomó el
celular. Tocando la pantalla para aceptar la llamada, lo
acercó a su oído y dijo soñoliento:
—Aquí Taehyung.
Silencio.
Alejando su celular, se apoyó en un lado de su cuerpo y
miró el número en la pantalla reconociendo el nombre que
había agendado ayer temprano. Era el nombre que
inmediatamente lo despertó por completo.
—¿Jungkook? —El corazón de Taehyung comenzó a latir
casi tan fuerte como su ahora erección creciente–. Sé que
eres tú. También puedes hablarme —presionó, no
queriendo que Jungkook colgara sin decir por qué llamó.
—Pensé que estarías dormido y que podría dejar un
mensaje.
Taehyung se apoyó en el colchón y se acobijó entre las
sábanas, disfrutando del sonido de la voz de Jungkook
cuando finalmente habló.
—Bueno, este es el número de mi oficina. Generalmente
los clientes me llaman a este número. —Él estaba
intentando mantener las cosas neutras y sencillas,
queriendo hacer cualquier cosa para que Jungkook siguiera
hablando.
—Oh —fue todo lo que respondió.
Pasando una de sus manos por su pecho, Taehyung
masajeó su hombro y esperó, preguntándose qué diablos
diría a continuación. Después de todo, el motivo de por qué
Jungkook lo llamó tan tarde probablemente no era bueno,
pero mierda, alguno debía decir algo.
—Así que… ¿ibas a dejar un mensaje?
Más silencio.
—¿A las tres de la mañana?
Seguía en completo silencio.
Bueno, casi, Taehyung estaba seguro de que podía oír la
suave respiración de Jungkook.
—¿Ibas a decir algo? ¿O quieres que haga toda la
conversación? Porque ambos sabemos la dirección que esto
tomará si lo hago yo, especialmente desde que estoy
acostado en…
—Llamé para decirte que no vuelvas más al bar.
Taehyung no supo por qué, pero ese comentario…
¿Dolió?
—Ya veo.
El silencio del otro estaba empezando a irritarlo, así que
Taehyung decidió dejar de hacerlo todo neutral, decidió
dejar de jugar sencillo.
—¿Y eso por qué, Jungkook? ¿Porque te he hecho pensar
en cosas que no quieres?
Finalmente, eso pareció penetrar en el silencio de
Jungkook.
—No, Joder, eres arrogante –dijo en un apresurado deje
de aire—. Porque estás haciendo que mi cabeza duela.
Nunca aceptas un no por respuesta, ni das una sola pista.
Taehyung se rió con desdén cuando se imaginó a un
frustrado Jungkook pasando una mano por su cabello.
—Podría haber aceptado un no por respuesta si lo
hubieras dicho.
—¡Sí, lo dije! —la voz de Jungkook explotó a través del
teléfono–. Y también te dije claramente que soy
heterosexual.
El enojo estaba, definitivamente, dominando al hombre,
pero parecía mezclado con algo más, algo que no lo hizo
colgar el teléfono.
—Sí, también recuerdo eso. ¡Debe haber sido después de
que me besaras y cambiaras de idea!
Desde el otro lado de la línea, se escuchó un alto gemido.
—Entonces, Jungkook –dijo—. Eres imposible, ¿lo sabes?
¿Necesito renunciar a mi trabajo? Realmente me provocas
hacer eso.
—No te estoy obligando a hacer nada. Ni siquiera te
estoy obligando a hablarme ahora —dijo antes de añadir—
pero sigues hablándome.
Los silenciosos segundos que siguieron a esa observación
eran casi tangibles. Taehyung supo que fuera lo que fuera a
suceder luego, debía ser dicho por Jungkook.
—No sé qué esperas de mí.
Taehyung no se había dado cuenta de que estaba
sosteniendo la respiración hasta que esa confesión golpeó
su oído, y dijo apurado.
—No espero nada —pensó que era una respuesta muy
básica. Él no tenía ninguna expectativa. Nunca lo hizo
hasta que cierta persona lo enamoró.
Jungkook no se dio el tiempo de comprender los
pensamientos cuando interrumpió sus pensamientos.
—Esa es otra parte de todo este desorden, ¿o no?
—¿Qué es? —preguntó Taehyung, aunque pensaba que la
respuesta sería positiva él no quería escucharla.
—No puedes decidir que género elegirás cada mes, y aun
así, se supone que yo tengo que escoger. ¿Qué tipo de
broma es esa Taehyung? Veamos, primero fue Jess, quien
quiera que sea. Entonces, aparentemente, todos se
esforzaron en no mencionar la invitación de Amelia. ¿Hay
alguien a quien no quieras?
Bien, el chico tiene un punto, pero…
—Entonces, ¿por qué seguimos hablando? — Taehyung
esperó escuchar un clic y luego nada, pero en vez de eso
obtuvo:
—Porque no puedo sacarte de mi cabeza.
Eso era lo único que quería escuchar.

Jungkook respiraba pesadamente a estas alturas de la


conversación, sintiéndose extremadamente desconcertado
por todo lo que había sido dicho y el hecho de que estaba
un poco excitado con la voz de Taehyung.
—¿Jungkook?
Jungkook apretó los ojos.

—Háblame. Deja de pensar por unos minutos sobre lo


que crees que está bien y lo que está mal. Solo háblame,
como lo harías con cualquier otra persona.
Riendo burlonamente, Jungkook sacudió su cabeza hacia
nadie.
—Pero ese es el problema, ¿o no Taehyung? No eres
“solo cualquier persona”, y tengo que considerar todo lo
que sale de mi boca.
—¿Por qué?
—¿Por qué? —repitió Jungkook, con incredulidad.
—Sí, ¿por qué? Solo di lo que quieres decir, si quieres ser
inapropiado, estoy bien con eso también.
Jungkook se relajó un poco.
—¿Ves?
—¿Qué? No actúes como si no quisieras coquetear
conmigo. Lo haces con todos tus clientes. Te he visto.
—Tú también lo haces. —Jungkook se dio cuenta de que
se había rendido.
Taehyung, por supuesto, no perdió la oportunidad.
—Y tú sabes eso porque también me observas. ¿O no?
En la oscuridad de su habitación, Jungkook decidió hacer
exactamente lo que Taehyung sugirió y decir lo que estaba
pensando. No era como si el chico estuviera con él en la
habitación. Él no podía estirase y… tocarlo.
—Sí, lo hago —finalmente se lo admitió a Taehyung y a sí
mismo. Después de no obtener una respuesta, añadió—:
observarte.
—¿Qué quieres que te diga? Podrías preguntarme
cualquier cosa ahora, y te lo respondería todo. Estoy
abierto a todas las preguntas. ¿Me preguntarías lo que
tienes en tu mente?.
El tono de voz de Taehyung era serio, como el que había
escuchado anteriormente en el cuarto de descanso, y
Jungkook descubrió que quería hacerle muchas preguntas,
pero no tenía ni idea de por cual empezar.
—Joder, toda esta conversación está tan lejos de ser
normal que no sé por dónde empezar. —Jungkook escuchó
el susurro desde la línea telefónica y dijo—: ¿Estás en la
cama?
El crujido de Taehyung se escuchó e, inmediatamente,
Jungkook se sintió imprudente.
—Um, sí. Generalmente a las tres y media de la
madrugada estoy en mi cama. ¿Tú no?
—Por supuesto —murmuró Jungkook y entonces tuvo un
horrible pensamiento—. ¿Solo?
—Sí. — Taehyung se rió más fuerte esta vez–. En una fría
cama, solo, luego de que alguien me pusiera caliente y
cachondo esta noche. Es una triste noche, entre mis
sábanas.
Jungkook se movió en su cama hasta que quedó con toda
la espalda contra el colchón mirando el techo nuevamente.
—¿De verdad te puse caliente y…?
—¿Cachondo? — Taehyung terminó la oración.

—¿Jungkook? Me tenías tan duro esta noche, que podría


haber golpeado un clavo a través de un dos por cuatro.
—¿Y eso no es normal… para ti? —Jungkook no podía
creer que lo había preguntado.
Sonó ridículo.
—Bueno, soy un hombre. No es como que una erección
sea difícil de conseguir. Solo necesito pensar en tu cabello,
y queda dura como una roca.
—¿Mi cabello? —Esa fue la última cosa que Jungkook
esperó.
—Sí, tu sexy cabello. ¿Estás bromeando conmigo? Los
rizos… — Taehyung gimió alto—. Jungkook, son… solo
créeme.
—Bien.
—Movimiento inteligente.
La respiración de Jungkook se volvió más pesada cuando
su corazón continuó latiendo rápidamente en su pecho. Él
pensó en todo lo que quería preguntar y decidió rendirse.
No es como que alguien más me escuchará.
Dudando, lo dijo:
—¿Qué es lo que más te… gusta de mí?
—¿Gustar? Esa no es la palabra correcta.
—Entonces, ¿cuál palabra prefieres?
— ¿Qué más me excita de ti? —sugirió Taehyung.
Asintiendo distraídamente Jungkook aguantó la
respiración por lo que fuera que estaba por decir. Y
entonces Taehyung respondió con:
—Todo.
¿Huh? Eso no era lo que esperaba escuchar, y Jungkook
estaba…
¿Decepcionado?
—¿Eso es todo?
—¿A qué te refieres? Eso es… todo —le dijo, con una gota
de maldad en su tono–. ¡Oh!, ¿quieres detalles?
Jungkook se mantuvo en silencio mientras Taehyung se
burlaba de él, con una clara imagen del hombre en su
cabeza, con una sonrisa astuta.
—¿Ya lo sabías no?
—Sí –confesó Taehyung sin disculparse–. Pero quería que
me lo preguntaras.
—¿Para atormentarme?
—No, no para atormentarte. No subestimes el poder de
una buena broma ¿No estás acostado muriendo por saber
qué es lo que me excita de ti?
—No creo que muriendo, pero si tengo curiosidad.
—Tu garganta. — Taehyung lo sorprendió nuevamente.
—¿Mi garganta?
—Sí, es gruesa, bronceada y fuerte. Tu manzana de
Adam sobresale, y se mueve cuando tragas, especialmente
cuando estás nervioso. Quiero lamerla.
El pene de Jungkook respondió inmediatamente a la
forma en que la lengua de Taehyung pronunció la palabra
lamer, y juró que pudo sentirlo en su garganta como si el
hombre hubiera hecho lo que dijo.
—Tu cabello, lo que ya te dije. Me gusta que sea un poco
largo y que pueda tirar de él cuándo me tengas contra la
pared —fue bajando el tono de su voz hasta que sonaba
como si estuviera susurrando directo en el oído de
Jungkook, Taehyung terminó con—: Y no olvidemos, todos
tus músculos empujándome contra la pared. Mataría por
poder verlos desnudos. Mierda, Jungkook, todo de ti me
excita. El simple hecho de pensar en eso ahora… podría
desmayarme por la falta de flujo de sangre a mi cabeza.
Una sonrisa de autosuficiencia apareció en la cara de
Jungkook al escuchar la frustración en la voz de Taehyung,
antes de saberlo, Jungkook preguntó:
—Así que, ¿estás excitado ahora?

Mierda, sí, quiso decir Taehyung, pero solo para estar


seguro, aclaró:
—¿Estás preguntándome si estoy duro? — Taehyung no
estaba seguro recibir una respuesta, pero si la obtuvo.

—Entonces sí. Estoy muy excitado ahora mismo —hizo


una pausa—. ¿Lo estás tú?
—¿Excitado?
Taehyung sonrió en la oscuridad.
—Esa era la pregunta —se preguntó si le respondería con
enojo o sinceridad.
—Sí, estoy excitado. Lo estoy desde que respondiste la
llamada.
Taehyung cerró los ojos, y esta vez, dejó salir un
inconfundible gemido cuando presionó su cabeza contra la
almohada. El apenas pudo evitar dejar su mano libre
encima de las sábanas cuando imaginó a Jungkook
acostado en la cama, hablándole, con una erección.
—Estaba pensando en tu boca antes de llamarte —
continuó Jungkook, sólo para atormentarlo.
—Y piensas que yo peleo sucio.
Jungkook inmediatamente se retractó.
—¿No debería haber dicho eso?
—Puedes decir todo lo que quieras, pero debes
prepararte para las consecuencias que vienen con
comentarios como esos.
—¿Cómo qué?
—Como que quiero saber más. Y con más, me refiero a
cada detalle, Jungkook. Dime lo que estabas pensando
sobre mi boca.
Decidiendo que no había daño en eso, Taehyung presionó
la palma de su mano contra la sábana que cubría su
excitación, y esperó a escuchar las palabras que venían del
curioso hombre desde la otra línea del teléfono.
—Estaba pensando en lo suave que es aunque yo
esperaba que fuese… —¿Dura? —agregó Taehyung. Como
si esa fuese una palabra que pudiera olvidar ahora mismo.
—Sí, esperaba que tus labios fueran duros, pero son
suaves y grandes. Tu labio inferior es más grande que el
superior.
Taehyung se mordió el labio inferior, recordando la forma
en que lo había hecho Jungkook ayer, mientras palmeaba la
barra de acero debajo de las sábanas.
—¿Te gusta?

—¿Te excita?
Taehyung esperó y obtuvo la confesión de Jungkook:
—¿Te estás tocando, Jungkook?
Silencio… luego la verdad.

Jungkook ahuecó su latiente erección y arqueó su mano


cuando lo admitió ante Taehyung.
—¿Sobre la sábana? —Apenas escuchó la pregunta.
Jungkook miró abajo hacia donde había dejado la sábana.
—Sin sábana.
—Joder, por lo menos dime que estás usando algo.
Era casi cómico, mientras más agitado estaba Taehyung,
más cómodo estaba Jungkook. Era como si la pérdida de
control del otro hombre le diera a Jungkook algún tipo de
poder, y los niveles de sexualidad que obtuvo era
embriagadora.
Era embriagador que Jungkook se encontrara alejando
los sentimientos.
—Estoy usando algo.
—Oh, ¿quién se está burlando ahora? Así que, me
matarás ahora, ¿lo sabes cierto? ¿Qué estas usando?
Miró sus bóxer grises y la mano que estaba usando para
masturbarse. —Bóxer.
Inmediatamente, Taehyung respondió:
—¿De algodón?
Jungkook corrió su palma contra la tela de fábrica debajo
de su mano. —Sí.
—¿Apretados o sueltos?
—Apretados pero ahora más ajustados que lo usual.
—Oh, joder —se quejó, como si estuviera en agonía.
Jungkook no pudo evitar el gutural gemido que salió de
él, sorprendido de estar disfrutando como el infierno de sí
mismo.
—¿Y tú? —preguntó, imaginando a Taehyung acostado en
la misma posición que él.
—Tengo una sábana sobre mí —informó, sensualmente.
Ves, esto no es tan malo. Puedo tener sexo telefónico.
Espera… sexo telefónico.
Deja de pensar. Se siente bien ¿cierto?
—¿Y qué estás usando? –le presionó, interesado en la
imagen que podía hacer en su cabeza.
—Una sábana, es todo lo que estoy usando.
Jungkook no quería, pero cuando la imagen fue
transmitida e impresa en su mente, sus dedos se cerraron
alrededor de su pene y frotó con fuerza dejando salir un
sonido gutural.
—Hmm, eso suena jodidamente bien.
El sonido llegó al oído, de alguna manera rompiendo la
niebla roja de lujuria que actualmente rodeaba a Jungkook.
—¿Así que te gusta la idea de mi acostado aquí, desnudo
y excitado, tocándome mientras me hablas?
—Oh Joder. —Jungkook empujó su cadera hacia arriba de
nuevo.
—Escupe en tu mano, Jungkook. Mójala, haz lo que haga
falta. Luego, deslízala devuelta a tus bóxer y tócate, como
yo lo hago.
Jungkook levantó su palma, escupió en ella y luego sin
pensarlo un segundo, se quitó el bóxer y observó su
erección, apuntando culpablemente hacia él.
—Envuelve tus dedos alrededor de ti mismo, y cuando lo
hagas, quiero oírte.
Sintiendo como si su corazón fuera a salir volando de su
pecho, Jungkook agarró su pene. No pudo sostener el
gemido, incluso si Taehyung no le hubiera dicho que quería
oírlo.
—Sí —siseó Taehyung.
Jungkook sabía que él también estaba masturbando su
pene desde el otro lado de la línea.
—Dime cómo se siente —demandó Taehyung sin rodeos.
La primera palabra que salió de la boca de Jungkook fue:
—Duro.
—Eso espero —se rió afectadamente.
—Caliente. Está tan caliente sobre mi palma… y
pulsante. No creo que alguna vez haya estado tan duro en
mi vida.
—Joder, Jungkook —maldijo Taehyung—. ¿Qué más?
¿Cómo luces?
—¿Te refieres a mi polla?
—Sí. ¿Estás cortado, intacto? ¿Venosa? ¿Larga?
Descríbemela.
Bueno, eso era algo que Jungkook nunca había hecho,
pero codicioso por mantener a Taehyung hablando, y por
seguir sintiéndose de esa forma, Jungkook hizo lo pedido.
—Cortado, y diría mediano, lo…
—No seas gallina, Jungkook. Dame un largo aproximado.
Jungkook rió, apenas, por el tono de Taehyung.
—Bien, supongo que es de, aproximadamente, siete
pulgadas, quizás un poco más.
—Mierda, mierda… Mierda.
Disfrutando la tensión que escuchaba en cada maldición,
Jungkook realmente empezó a trabajar su longitud. La
respiración de Taehyung se volvió más pesada en su oído, y
de repente, Jungkook no podía callar su maldita boca.
—Se siente como si pudiera follar por horas, estoy tan
excitado. Lo juro, cada gemido o maldición en mi oído hace
que me ponga más caliente, si eso es físicamente posible.
La respiración de Taehyung se apuró en el teléfono,
deslizándose por el oído de Jungkook, y él podría haber
jurado que era como si el hombre estuviera acostado a su
lado.
—Es insano cuán lisa está mi polla –murmuró Jungkook,
de forma distraída cuando salió el pre semen por la
hinchada cabeza—. Estoy tan cerca, no creo que pueda
contenerme.
Finalmente, Taehyung pareció encontrar su lengua.
—Entonces deja de tomarme el pelo y córrete. Estoy muy
cerca, y quiero oírte cuando lo haga.
Como si Jungkook hubiera estado esperando permiso,
apretó su puño alrededor de su agitado pene y escuchó un
sonoro quejido desde el otro lado de la línea y se dio cuenta
de que Taehyung finalmente se había dado permiso
también.
Como dos corredores de maratón corriendo hacia la línea
final, no había más que jadeos, gemidos de placer y justo
cuando Jungkook pensó que no se podía sentir mejor,
escuchó a Taehyung gritar su nombre, y eso fue todo. Con
una sacudida de sus caderas, Jungkook empujó y gimió
fuertemente cuando se vino en su estómago más rápido
que nunca en su vida.
Respirando bruscamente, Jungkook miró hacia el
pegajoso desastre que había hecho. Acababa de tener sexo
telefónico… con Taehyung… y lo había jodidamente amado.
Su mano derecha seguía sosteniendo el teléfono en su oído,
y Jungkook pudo oír la similar respiración del otro hombre.
—¿Estás vivo? –Jungkook no sabía que más decir. No
tenía idea de que decían los tíos después de este tipo de
situaciones.
—Eso creo. Santa mierda, Jungkook.
Jungkook no supo por qué, pero el temor en esas
palabras lo hizo orgulloso.
—¿Si?
—Diablos, sí. —Después de algún movimiento Taehyung
preguntó—. ¿Y tú?
—Sí. —Eso fue todo lo que Jungkook pudo admitir, luego
se rió—. Definitivamente sí.
—¿Y? ¿Te sientes mejor?
Jungkook pudo escuchar el tono satisfecho, pero decidió
darle al hombre un descanso.
—Me siento malditamente bien.
El sonido satisfecho desde el teléfono hizo a Jungkook
feliz porque le dijo la verdad.
—¿Jungkook?
— ¿Sí?
—Será mucho mejor en persona.
Cuando Jungkook tragó, estaba consciente, por primera
vez, de su manzana de Adán moviéndose en su garganta.
—No puede ser en el bar.
Taehyung se rió fuertemente, y Jungkook miró su
habitación vacía cuando pensó que sería atrapado
complaciéndose.
—Bueno, no estaba pensando hacer esto en el bar. Sería
muy poco higiénico.
Jungkook no estaba seguro. Él sabía que a Taehyung le
gusta aprovechar todas las oportunidades donde sea que
las obtuviera, sea lo que sea que esto estaba por ser, él
necesitaba mantenerlo separado del trabajo.
—Bien. Bueno, necesitas dejarme solo en el trabajo si
quieres que…
—¿Qué? —urgió Taehyung.
—Que lo intentemos… en persona.
Esta vez, antes de que el silencio de Jungkook terminara,
Taehyung estaba esperándolo.
—Eso es lo que quieres, ¿cierto? —Jungkook empezó a
ligeramente entrar en pánico, pensando que quizás él lo
había malinterpretado todo.
—¿Estás jugando conmigo, Jungkook? —demandó
Taehyung con un tono de voz serio.
—No —respondió y rápidamente añadió—: No creo eso.
Necesito saber qué es esto, sea lo que sea, y la única forma
en que lo haré será hacer lo que dijiste, e lo intentaré.
—Vaya.
Jungkook sintió su pecho vibrar cuando una risa se le
escapó.
—¿Te he sorprendido?
—Casi me matas, dos veces esta noche. —Jungkook lamió
sus labios.
—Quiero hablar contigo sobre esto, en algún lugar
privado. Tengo preguntas y necesitan responderse antes.
—Sí, bien, cuando quieras. Solo di cuando.
Jungkook lo pensó un momento y decidió que quería un
poco de tiempo para pesar en todo antes de llevarlo a cabo.
—¿Qué tal la noche del domingo? ¿Cómo a las nueve?
Hubo una pausa antes de que la voz de Taehyung llegara
desde el otro lado.
—Vale. ¿Hasta entonces?
—Hasta entonces, déjame pensar sobre esto un poco
más.
—¿Qué pasa si cambias de idea?
Esta vez, Jungkook sintió una sonrisa genuina en sus
labios cuando le dijo a Taehyung sinceramente:
—No cambiaré de idea acerca de reunirme contigo.
—¿Pero sobre lo otro?
Jungkook no podía prometer nada, así que decidió ser
franco. —Supongo que tendremos que esperar y ver. Pero
el domingo es mejor el día para mí.
Taehyung dejó salir un largo suspiro.
—Vale, el domingo entonces.
Justo antes de que Jungkook dijera buenas noches, pidió
una última cosa.
—Oh, ¿ Taehyung?

—Mantén tu cremallera cerrada hasta el domingo, ¿sí?


Taehyung se quejó.
—Bien, pero no me haré responsable por lo que pase el
domingo.
Jungkook decidió terminar la conversación con una
broma. ¿Por qué diablos no hacerlo?
—No. Yo lo seré.
11. Nueve

El domingo por la mañana, Jungkook estuvo en la iglesia


desde las nueve hasta aproximadamente las diez treinta. Al
mediodía, estaba sentado en la mesa de la cocina de su
madre justo al lado de su hermana, Jisoo, y su esposo, Sam,
para el almuerzo hasta las dos y media. No era como si
fuera consciente de que estaba mirando el reloj, pero
parecía no ser capaz de apartar sus ojos de él.
Fue en ese momento que se retiró y manejó hasta su
casa para sentarse en su apartamento de mierda y analizar
a fondo todo en lo que había estado pensando desde que
despertó esta mañana.
Ahora, aquí estaba, domingo por la noche, de pie delante
de la puerta del condominio de Taehyung después de haber
bajado del ascensor, exactamente a las nueve y cuarto.
Jungkook nunca había sido tan consciente de una línea
de tiempo en su vida, pero mientras que se paró a veintidós
pisos de altura, apretó los dedos alrededor de su casco de
motocicleta e hizo una cuenta regresiva desde treinta.
En estos últimos días, Jungkook no había pensado en
nada excepto en qué pasaría aquí, en este mismo instante,
y ahora que había llegado el momento, todavía no tenía
idea de lo que iba a ser.
Jungkook estaba a punto de levantar la mano para llamar
a la puerta cuando sintió que su teléfono vibraba en su
bolsillo. Moviendo su casco a su otra mano, metió su mano
izquierda en el bolsillo y sacó su celular. Una sonrisa se
dibujó en su rostro cuando vio el nombre que parpadeaba
en su pantalla. Taehyung, cuyo número tenía, hace como un
día.
Llevando el celular a su oreja, Jungkook respondió:
─¿Muy impaciente?
─Te dejé entrar hace más de diez minutos. Sólo me estoy
asegurando de que el ascensor no se haya atascado.
─No se atascó.
Hubo una pausa que no ayudó a Jungkook con su
vacilación.
Entonces, Taehyung le preguntó:
─¿Dónde estás, Jungkook?
Jungkook golpeó el casco contra su muslo. ─Parado
frente a tu puerta.
Podía oír movimiento a través del teléfono y supuso que
Taehyung se acercaba para abrirla.
─Y ¿cómo se ve desde afuera? Yo siempre pensé que era
bastante aburrida, color crema, con una perilla y un típico
agujero negro para mirar a hombres desconocidos que
acechan en frente de mi casa.
Jungkook sintió como una esquina de su boca se curvaba
hacia arriba.
─No estoy al acecho.
─Pero has estado parado allí hace…
─Cinco minutos ─aportó Jungkook.
─Ah, ¿y?
Cerrando los ojos, Jungkook trató de pensar en una
respuesta. ─¿Estás seguro de que estás listo para que abra
la puerta, Jungkook?
Mordiendo su labio, Jungkook asintió en silencio, oyendo
el mensaje subyacente en las palabras de Taehyung, y se
sorprendió cuando Taehyung murmuró—: Qué suerte que
existe la mirilla.
Mientras se terminaba la llamada, Jungkook escuchó el
ruido de una cadena y de la cerradura. Cuando la puerta
finalmente se abrió, él sabía que estaba cara a cara con el
hombre que estaba a punto de cambiar su vida
completamente.

Taehyung no sabía qué había de diferente en Jungkook,


pero mientras estaba parado a unos pocos metros de
distancia, reconoció un cambio. Tal vez fue el modo en que
Jungkook lo estaba mirando a los ojos en lugar de inventar
una excusa para escapar de él, o tal vez fue el hecho de que
no tenía el ceño fruncido.
Moviéndose hacia atrás, para abrir la puerta por
completo, Taehyung le hizo un gesto a Jungkook para
entrar. Mientras Jungkook pasaba cerca de él, Taehyung
extendió la mano y tocó el brazo de su chaqueta de cuero.
Jungkook se detuvo y bajó la mirada hacia la mano en su
brazo antes de levantarla para encontrarse con la de
Taehyung. Y eso, allí mismo, fue la diferencia, el calor.
Jungkook se centró en sus labios, y Taeyung juró que su
boca se secó en un instante por el repaso abrasador que
Jungkook le dio.
Aclarando su garganta, Taehyung le soltó el brazo.
─Entonces, ¿pudiste encontrar el lugar sin problemas? —
preguntó con tanta naturalidad como pudo.
Jungkook continuó moviéndose por el pasillo y en el
salón en el que Taehyung tenía una gran pantalla plana
montada en la pared encima de una chimenea de mármol.
Se detuvo, miró alrededor del lugar, y luego miró por
encima de su hombro a donde Taehyung se había
trasladado para apoyarse contra la pared.
─Sí, no fue un trabajo duro en absoluto.
No hagas bromas, Taehyung se dijo a sí mismo.
Realmente quería que esto fuera por el camino indicado.
No estaba seguro de qué esperar, y no tenía idea de lo
Jungkook había decidido finalmente. Así que, hasta que no
fuera obvio de una manera u otra, Taehyung iba a portarse
bien e iba a intentar no ser el idiota insistente por lo que
había sido acusado.
Bueno, ese era el plan hasta que Jungkook se inclinó
para poner su casco en el suelo, y los vaqueros se
extendieron a través de su trasero. Taehyung dejó vagar su
mirada por debajo de la chaqueta negra de cuero de
Jungkook, e imaginó deslizando sus manos en los bolsillos
ajustados y ahuecando su…
—¿Estás mirando mi trasero? — Jungkook se enderezó y
se volvió.
Taehyung alzó una ceja y libremente admitió—: Sí.
─¿Y?
Alejándose de la pared, Taehyung cruzó sus brazos sobre
su pecho, pensando que era el momento de decir todo
abiertamente. ─Desde la primera vez que nos vimos, me
pareció que era malditamente impresionante. Nada ha
cambiado.
Jungkook no estaba seguro de si el comentario debía
alterarlo o perturbarlo, pero mientras veía que el hombre lo
miraba fijamente, decidió que ninguna de las dos. De
hecho, había tenido el efecto contrario. Hizo que su
temperatura aumentara.
Taehyung se veía bien mientras se paraba del otro lado
de la habitación con los brazos cruzados.
Definitivamente tiene una construcción diferente a la
mía. Jungkook se tomó un momento para estudiar
realmente a ese hombre sin el miedo a que alguien lo
descubriera.
Estaba vestido tan casual como Jungkook nunca lo había
visto. Descalzo, Taehyung tenía unos pantalones de chándal
grises sueltos y una camiseta negra que parecía moldeada
para todos sus músculos, y ese hombre tenía unos músculos
importantes bajo esos trajes.
Definitivamente hace ejercicio para conseguir esos
músculos.
Jungkook reconoció los hombros musculosos de
Taehyung y sus bíceps increíblemente construidos, y tuvo
que admitir, que eran muy excitantes, y ni mencionar sexys.
Vaya, ¿quién hubiera adivinado que eso iba a prender mi
interruptor?
─ ¿Terminaste de mirar? ─La voz de Taehyung
preguntaba de una manera en que Jungkook entendió que
estaba disfrutando de ser el objeto de estudio. Jungkook no
respondió de inmediato. En su lugar, se tomó su tiempo
para terminar su festín visual antes de finalmente
encogerse de hombros y meter sus manos en los bolsillos
de su chaqueta.
─¿Eso es todo? ¿No hay detalles?
Sí, a ver cómo se siente. Jungkook inclinó la cabeza hacia
el sofá.
─¿Te importa si me siento?
Vio los ojos de Taehyung estrecharse mientras negaba
con la cabeza. Se dirigió hacia un sillón reclinable, a la
derecha del sofá de dos plazas, Jungkook se sentó y cruzó
las piernas en los tobillos mientras Taehyung se dirigió
hacia el extremo opuesto del sofá.
─¿Quieres un trago?
─Ah, la ironía. ¿Estás seguro de que no debería estar yo
en la cocina, preparándote uno?
Taehyung señaló hacia donde estaba sentado. ─No,
quédate justo donde estás. Yo te serviré esta noche.
El comentario fue dicho inocentemente, probablemente,
por primera vez en la vida de Taehyung. Sin embargo,
Jungkook, lo distorsionó en su propia mente cuando
comenzó a pensar en todas las maneras en las que
Taehyung podría querer servirle.
Sintió la sangre corriendo por entre los muslos, y su
polla comenzó a doler por las ideas que destellaban a
través de su cabeza. También descubrió que cuanto más
observaba que los músculos se movían a través de la
espalda de Taehyung, más excitado se ponía.
Taehyung miró hacia atrás y lo sorprendió mirando, y la
expresión cautelosa pero interesada en su cara le dijo a
Jungkook que sabía que estaba siendo vigilado.
─Nunca me respondiste, ¿un trago?
Jungkook negó con la cabeza. ─Sólo el agua, gracias.
─¿En serio? ─Taehyung se volvió para enfrentarlo
completamente desde detrás del mostrador de la cocina.
Jungkook se pasó una mano por el pelo, y los ojos de
Taehyung se desplazaron hacia su gesto.
─Quiero la mente clara. ─ Jungkook apreció el hecho de
que Taehyung no insistiera con el tema.
Cuando Taehyung estuvo de vuelta en la sala de estar,
caminó entre el sofá y la mesa de café de madera hasta que
estuvo directamente frente a Jungkook, mirando hacia
abajo con dos copas en su manos.
Poco a poco, Taehyung se inclinó hacia él, y Jungkook
pensó por un momento completamente abrumador que iba
a hiperventilar, pero en el último segundo, la boca de
Taehyung se levantó en una sonrisa.
Jungkook se centró en ese labio inferior lleno, fijando su
atención en él, mientras Taehyung ponía su agua en la
mesa al lado del sofá. Pensando que el hombre se iba a
alejar, Jungkook se acercó y agarró el brazo de Taehyung.
─Tus ojos…
─¿Sí?
Jungkook inclinó la cabeza hacia un lado. ─Son tan
jodidamente azules.

Taehyung se convenció de que el modo en que Jungkook


lo miraba era debido a los nervios y a la curiosidad. No era
porque Jungkook estaba a punto de atacarlo.
El tipo quiere hablar, así que aléjate de él y habla, Kim.
─Deberías soltar mi brazo. ─Él estaba muy orgulloso de
su control sobre sí mismo, pero al parecer, Jungkook tenía
otros planes.
─¿Por qué?
Taehyung casi gimió. Esa parecía ser la pregunta favorita
de Jungkook ¿Por qué? El gran problema con eso era que
todo lo que Taehyung quería decir era cien por ciento
inapropiado y no iba por el camino por donde se supone
que debería ir, todavía.
Recordándose que podía ser un adulto, a veces,
Taehyung levantó su copa y bebió un sorbo.
─Porque quieres hablar.
─¿No puedes hablar conmigo si te toco? ─ Jungkook
liberó su brazo.
Tomando un par de pasos hacia atrás, Taehyung se sentó
en la esquina extrema del sofá de dos plazas y miró a
Jungkook.
─No sobre algo que me obligue realmente a pensar.
Observó la boca de Jungkook abrirse ligeramente
mientras se limpiaba las palmas en sus vaqueros.
─Ese era el plan, ¿no? ¿Hablar de lo sucedido la otra
noche? ¿O cambiaste de opinión?
─No cambié de opinión.
Esas cuatro palabras más o menos garantizaban la
erección de Taehyung para el resto de la noche.
─¿No lo has hecho?
Taehyung intentó lucir tranquilo mientras levantaba su
copa y bebía el alcohol.
Jungkook lo debe haber notado porque lo oyó reír.
─No, no lo he hecho ─respondió como si esa fuera una
conversación normal para él.
Taehyung se inclinó hacia delante en el sofá y deslizó el
vaso vacío sobre su mesa de café. Permaneciendo
inclinado, apoyó sus antebrazos en las rodillas y se volvió
para enfrentarse al hombre calmado y, al parecer, hasta
ahora, heterosexual, sentado en su asiento favorito.
─¿Por qué de repente estás tan relajado? ─exigió
Taehyung antes de que la respuesta obvia le cayó. Por
supuesto que Jungkook está relajado. Él sabe a dónde va a
ir esta noche. Él tiene la ventaja.
Jungkook sabía lo que Taehyung quería, bueno, tal vez no
exactamente, pero Jungkook conocía sus intenciones. Era él
quien no tenía idea de lo que estaba pasando, y estaba
empezando a actuar como un nervioso de mierda, lo cual
odiaba.
Nunca estoy nervioso, excepto con este tipo.
─Confía en mí, no estoy relajado. Pero ¿por qué estás tan
tenso?
Jungkook descruzó las piernas y se inclinó hacia delante
en el sofá, imitando la posición de Taehyung.
Está bien, tal vez este tipo no está tan relajado como yo
pensaba.
─¿De verdad quieres la respuesta?
Jungkook levantó la cara y cerró los ojos. ─Sí, realmente
quiero saber.
Con un suspiro reprimido, Taehyung le dijo sin rodeos—:
Estoy tenso porque no sé lo que tú quieres que ocurra ─se
rió con algo de auto-desprecio─. Y estoy tenso a causa de lo
que yo quiero que pase.
Atrapó a Jungkook cambiando su pose, para sentarse con
la espalda recta.
─¿Te importa si me quito la chaqueta?
Taehyung soltó un gruñido largo de sufrimiento y se
tumbó hacia atrás en su sofá con frustración. ─No, no me
importa. Quítate toda tu puta ropa si te hace sentir más
cómodo.
Cerrando los ojos, Taehyung se dijo que debía ser
paciente, y esperó a que Jungkook hablara. Lo que no
esperaba era sentir el sofá hundirse a su lado.
Vio que Jungkook estaba ahora sentado en el extremo
opuesto de las dos plazas, frente a él con su pierna
revestida con jean inclinada sobre el cojín y su brazo
apoyado a lo largo de la parte posterior con una camiseta
de manga corta de color rojo. Sus dedos estaban a sólo
unas pulgadas del hombro de Taehyung, y Taehyung se
preguntó si lo había hecho a propósito.
─No estoy seguro de que estoy listo para desnudarme
todavía, pero esto es mucho más cómodo.
Oh, a la mierda con esto. Taehyung se volvió en el sofá,
para poder mirar a Jungkook directamente a los ojos. Si
este hombre quiere volverme loco, bien. Yo puedo
participar de ese juego, también.
─¿ Jungkook? Empieza a hablar de una maldita vez antes
de que decida realmente callarte.

Jungkook contempló al hombre frente a él, y sabía que


quería su boca sobre la de Taehyung. El problema era que
no sabía cómo hacerlo.
¿Simplemente me inclino hacia delante y lo agarro?
Todos sus encuentros personales en el pasado habían
sido provocados por la ira y la adrenalina. Esta vez, sin
embargo, era premeditado. Jungkook quería besarlo.
Quería sentir esos labios debajo de los suyos, y mientras
que el pensamiento se instaló, se inclinó hacia adelante y
deslizó su mano a lo largo de la parte posterior del sofá.
Cuando sus dedos estaban en línea con el hombro de
Taehyung, él preguntó con una voz que apenas reconoció
como propia, ─ ¿Cómo me callarías?
Taehyung no movió un músculo mientras lo observaba
atentamente.
─¿Quieres que te diga, o que te muestre?
Jungkook sabía la respuesta. No había pensado en otra
cosa durante días.
─Muéstrame.

Taehyung no esperó a que Jungkook cambiara de


opinión. Levantó sus manos hacia la cara de Jungkook,
dejando que el raspón de su barba de unos días arañara sus
palmas. Deslizando su mano a la parte posterior de la
cabeza de Jungkook, preguntó en el último momento─:
¿Estás seguro?
Eso pareció desencadenar algo en Jungkook porque la
mano que tenía en la parte posterior del sofá la movió
hasta el hombro de Taehyung y lo apretó justo antes de
tirar de él esa pulgada final.
Esta vez, cuando sus bocas se encontraron, no había
furia, ni molestia, pero seguro como el infierno que había
una quemadura caliente y traviesa. Taehyung podía sentir
el calor que irradiaba de la piel de Jungkook mientras
tocaba su mandíbula con la punta de sus dedos.
Cuando los labios de Jungkook se abrieron bajo los
suyos, Taehyung deslizó su lengua sobre ellos,
delineándolos y probando su forma y tamaño mientras que
la mano en su hombro se flexionaba, y allí estaba de nuevo,
la canela y algo más que se mezcló e hizo a todo…
Jungkook.
Sin más vacilaciones ni sutileza, Taehyung empujó ambas
manos en el cabello de Jungkook y metió su lengua entre
los labios del otro hombre. Como si no pudiera evitarlo,
Jungkook gimió por la invasión y soltó el hombro de
Taehyung para agarrar su cintura, tratando para traerlo
aún más cerca.
Empujando hacia arriba y sobre su rodilla, Taehyung
acomodó su cuerpo por encima del de Jungkook, cuyo
cuello estaba inclinado hacia atrás. Desde la posición en
que Taehyung se había puesto a sí mismo, pudo deslizarse
tan profundo en la boca de Jungkook que pensó que sería
un milagro si alguna vez decidía retirarse. Mientras siguió
devorando los labios que se movían bajo los suyos,
Taehyung deseaba como el infierno que estuviera desnudo,
porque este beso estaba a punto de estallar su puta mente.
Frotando sus lenguas juntas e imaginando sus pollas
haciendo lo mismo, Taehyung tomó de Jungkook cada
respiro y suspiro que podía conseguir, y estaba finalmente
aliviado de no contenerse. Era el cruce de bocas más
determinado y sexual en el cual Taehyung haya participado
jamás, y su cerebro necesitaba poder controlarse y dejar de
escuchar únicamente a su polla.
Apartando su boca, Taehyung envolvió sus dedos
alrededor de unos rizos y miró a los ojos que estaban
cargados de lujuria y que estaban mirándolo.
─Tienes sabor a canela, ¿por qué?
La respiración de Jungkook estaba saliendo con fuerza, y
sus dedos estaban flexionados en el costado de Taehyung
mientras respondió,
─Goma de mascar.
─ ¿Goma de mascar?
─Sí, Big Red.
─¿Sólo te gusta el sabor?
Jungkook lamió su labio superior, haciendo que Taehyung
quisiera seguir esa lengua de nuevo dentro de su boca.
─Algo así.
─Hmm, vamos a volver a eso después ¿Alguna pregunta
hasta ahora? ─le dijo a Jungkook, listo para la segunda
ronda.
Jungkook parpadeó una vez. ─¿Por qué pararías?
Taehyung sentía que estaba cerca de atacar, por lo que
cerró sus ojos por un segundo, bloqueando al hombre
debajo de él mientras trataba de recordarse a sí mismo
respirar.
─¿Estás bien? ─escuchó a Jungkook preguntar con lo que
sonó como si recuperara el aire.
La risa que provenía de él era tensa. ─Sí, sigo
diciéndome a mí mismo que nunca has hecho esto antes, y
que tengo que calmarme.
Cuando la última palabra salió de su boca, la mano de
Jungkook se movió a través de la parte baja de su espalda.
─Es curioso, ya sabes, esperaba que fueras diferente.
El cerebro de Taehyung estaba tratando de quedarse con
el programa a mano, inicia al chico nuevo. Pero que
mierda. ¿Qué se supone que debía hacer cuando el chico
nuevo no deja de cambiar todas las putas reglas?
─¿Qué quieres decir con que esperabas que fuera
diferente? ─Soltó el cabello de Jungkook, y de mala gana se
sentó en el sofá.
Jungkook quitó las manos de la cintura de Taehyung y
pasó una palma por su rostro. ─Nada malo. Esperaba que
seas más…
─¿Más…? ─presionó Taehyung.
En ese momento Jungkook miró hacia otro lado. Parecía
que sus nervios finalmente lo habían atrapado.
Se encogió de hombros. ─Más contundente. Menos
dispuesto a parar.
Taehyung alzó una ceja y tomó la barbilla de Jungkook
entre sus dedos, tirando su cara hacia atrás, por lo que
estaba mirándolo directamente.─Estaba tratando de dejarte
hablar. Me dijiste que querías hacerlo. Tú tenías preguntas,
¿recuerdas?
La boca de Jungkook se abrió y se cerró, pero nada salió
mientras sus ojos se nublaron, y una vez más, dejó que se
enfocaran en los labios de Taehyung.
─Pero no creo que quieras seguir hablando, ¿verdad?
Quieres hacer exactamente lo que yo quiero hacer. ─
Taehyung se burló mientras se inclinaba, y cerca de los
labios de Jungkook, sugirió: ─Quieres follar.
Cuando sus ojos se conectaron, Taehyung deslizó su
lengua y tocó el labio superior de Jungkook.
─¿No es así?
12. Diez

Jungkook podía sentir cada pulso en su ensanchada polla


mientras la lengua de Taehyung provocaba y atormentaba
su boca. Mientras escuchaba las palabras sugerentes que
salían de los labios de Taehyung, todo lo que Jungkook
quería era aliviar el dolor entre sus propias piernas. Si eso
significaba que tenía que follar a Taehyung, entonces tal
vez era eso lo que tenía que pasar.
Pero mierda, ¿estoy listo para todo eso?
Antes de que Jungkook pudiera responder la pregunta
que colgaba entre ellos, Taehyung palmeó su pecho y lo
empujó hacia la esquina del sofá. Cuando su espalda se
encontró con el suave cuero, algo fuerte se deslizó entre
sus piernas, y Jungkook gimió de alivio de tener finalmente
algo duro presionando contra él.
—Sí, eso es —alentó Taehyung, posicionando una mano
en la parte trasera del sofá y otra en el apoyabrazos detrás
de la cabeza de Jungkook. Usándose como ancla, Taehyung
rodó sus caderas hacia abajo y demostró cuan contundente
podía ser.
La cabeza de Jungkook estaba descansando contra el
sofá cuando Taehyung miraba entre ellos mientras
empujaba sus caderas, una y otra vez, creando una caliente
fricción que hacía que la mente de Jungkook diera vueltas
fuera de su cabeza. El hambre sexual en la cara de
Taehyung mientras veía sus vestidos cuerpos conectados,
hizo que Jungkook se preguntara que tan explosivas serían
las cosas cuando sus ropas finalmente salieran de escena.
Sintiendo la necesidad de tocar, ahora más que nunca,
Jungkook agarró las caderas de Taehyung y empujó a ese
hombre contra él con mucha más fuerza de la que
pretendía. La deliciosa presión de tener el eje de Taehyung
rechinando contra el suyo era demasiado como para
renunciar, así que Jungkook se arqueó hacia arriba,
encontrándose ansiosamente con el firme frote que
Taehyung le estaba dando con cada centímetro de sus
caderas.
—Mierda —balbuceó Taehyung.
Los dedos de Jungkook se clavaron más fuerte en sus
caderas, y su mano izquierda se deslizó hacia el trasero de
Taehyung, apretándolo, mientras lo impulsaba de nuevo
hacia él, tratando de alcanzar algo más.

Taehyung miró al hombre debajo de él. Joder, es


hermoso.
Ni siquiera estaban desnudos, y Taehyung estaba
bastante seguro que moriría feliz por meramente follarlo
secamente toda la noche, pero no quería que esto
terminara así.
Desacelerando sus caderas, Taehyung se apartó y
rápidamente se sacó su remera sobre su cabeza. Desnudo
de la cintura para arriba con una pierna manteniéndolo en
el piso y la otra arrodillada entre los muslos de Jungkook,
escuchó: ― “Wow”. Mientras Jungkook le echaba una
mirada.
Taehyung empezó a reír, pero salió más como una tos
cuando miró hacia abajo donde Jungkook, otra vez, lo
sorprendió por presionar su mano entre sus piernas para
palmear su propia erección.
— ¿Estás sintiéndote bien allí abajo? —preguntó
Taehyung.
La respuesta de Jungkook fue un balbuceo: —Mhmm —
hizo que el deseo de Taehyung por tocarlo fuera incluso
mayor.
Bajando su mirada hacia esos incómodos y ajustados
jeans, Taehyung tocó el botón.
—¿Puedo?
Arqueando su pelvis, Jungkook contestó respirando
rápidamente: —Sí.
Unos rápidos dedos entraron en acción mientras
Taehyung deshacía el botón y bajaba el cierre de los jeans
de Jungkook, separándose, alzó sus ojos hacia donde
Jungkook estaba mirándolo intensamente. —Levántate.
Jungkook no mostró vacilación mientras levantaba sus
caderas, y Taehyung sacaba los vaqueros por sus muslos,
revelando unos bóxers de algodón negro, exactamente de
la clase que había imaginado la otra noche cuando
estuvieron hablando por teléfono.
Debajo de los pantalones estaba la evidente prueba de la
obvia excitación de Jungkook. Su eje ancho estaba
perfectamente delineado por la tela, y la vista hizo a la
polla confinada de Taehyung muy celosa. Deslizando sus
dedos por la pretina, estiró el material hacia abajo por las
caderas esbeltas de Jungkook, y casi le agradeció al
hombre por levantar automáticamente su otra mitad.
—Joder, mírate. Vas a matarme —juró Taehyung cuando
podía finalmente observar unos rizos recortados rodeando
la erección de Jungkook, sonrojada y tensada. Al no tener
ningún lubricante a la mano, Taehyung escupió en su palma
un par de veces.
Bienvenido a mi mundo, Jungkook. Ahora, solo acuéstate
ahí y déjame devorarte.
Taehyung encerró en un puño la longitud dura como
acero de Jungkook, fascinado por lo que finalmente estaba
viendo y… mmm apretando. Satisfecho por la alta y
jadeante respuesta, empezó a acariciar y a empujar hacia la
polla que estaba finalmente en su mano. Mirando de nuevo
hacia donde Jungkook estaba tumbado sobre el sofá,
Taehyung notó que había inclinado su cabeza hacia atrás y
había cerrado sus ojos.
No queriendo que olvidara donde estaba y con quien,
Taehyung se inclinó e hizo algo que se estaba muriendo por
hacer. Lamió la garganta de Jungkook, justo a través de su
nuez. Jungkook gruñó y levantó su cabeza para mirarlo
mientras empujaba con fuerza sus caderas hacia arriba a la
palma que estaba masturbándolo sólidamente. Luego, justo
cuando Taehyung estaba a punto de decir algo, Jungkook lo
agarró de la nuca y lo arrastró hacía él hasta que sus labios
chocaron, empujando con fuerza su lengua dentro de su
boca.

Estoy ardiendo, era todo lo que Jungkook podía pensar.


La fuerte mano que estaba masturbándolo continuó
trabajando con su carne como un profesional. La boca de
Taehyung lo estaba comiendo como un hombre hambriento,
y Jungkook estaba encontrando difícil el tranquilizar su
cuerpo. No se quería venir todavía. Quería otra cosa. Él
quería, más. Así que hizo lo que sabía que atraería la
atención de Taehyung, mordió los labios del hombre.
Instantáneamente, Taehyung se detuvo y levantó su
cabeza. Con sus dedos todavía envueltos firmemente
alrededor de la polla de Jungkook, le sonrió como un jodido
pervertido.
—¿Quieres algo, Jungkook? — Taehyung dejó de mover
sus manos.
Jungkook impulsó sus caderas arriba hacia el agarre de
Taehyung, pero el tipo no se movía.
—Te hice una pregunta. ¿Hay algo que quieras?
—No lo sé.
—Sí, lo sabes. ¿Qué quieres? Dímelo, y te lo daré.
La mente de Jungkook funcionó con mucha velocidad
ante esa promesa sexual. —Solo abre la boca y di,
Taehyung, quiero que…
Jungkook mordió su propio labio y lo liberó suavemente
ante el primer pensamiento que explotó en su cabeza. Eso
fue cuando la expresión de Taehyung pasó de esperar
pacientemente a la de un infierno flameante cuando miro a
su erección.
—Mierda, Jungkook. Algo te puso extra excitado. Puedo
jurar que tu polla acaba de crecer una pulgada. ¿Qué está
pasando en esa cabecita tuya?
La boca de Taehyung iba a persuadirlo cada puta vez. No
solo era sucia, era sensual, y conducía a Jungkook justo al
límite de su cordura y dentro de las aguas más peligrosas.
Desde que conoció a Taehyung, había querido cerrarle la
boca, golpearla, o zambullirse en ella para probarla, y justo
en este segundo, no había diferencia.
Todo en lo que Jungkook podía pensar era en meter lo
que estaba en el puño de Taehyung, en esos arrogantes y
sabelotodo labios, y hacer que ese tipo se callara al mamar
su polla. Pero pensarlo y pedirlo eran dos cosas totalmente
diferentes. Así que se mantuvo testarudamente en silencio
mientras Taehyung continuaba manteniéndolo preso en sus
cálidas palmas y su burlona mirada.
—¿Quieres que me detenga? —preguntó Taehyung.
Jungkook negó con la cabeza mientras Taehyung se
acercó a él y posicionó su mano libre sobre el apoyabrazos.
Podía sentir el aliento de Taehyung en un caliente suspiro
sobre su oreja mientras acariciaba con su puño la longitud
de Jungkook en un tirón lento y tortuoso.
Y luego, Taehyung dijo exactamente la pregunta
correcta:
—¿Quieres que te chupe la polla, Jungkook?
Soltando un quejido de pura frustración, Jungkook volvió
su cabeza hacia el apoyabrazos, para estar nariz a nariz
con Taehyung. Mientras miraba dentro de esos diabólicos
ojos azules, su cuerpo entero vibraba contra el sofá.
Y, finalmente, se rindió.

Taehyung presionó un beso fuerte en la boca de


Jungkook antes de que se alejara y retirara su puño.
Alejándose de Jungkook, Taehyung se paró frente a él.
—Siéntate con la espalda contra el sofá.
Jungkook cambió su posición para sentarse, y separó sus
piernas ubicándolas a ambos lados tan lejos como sus jeans
le permitieron.
Oh, mierda, era todo lo que Taehyung podía pensar
mientras la polla de Jungkook apuntaba orgullosamente
hacia su dueño. No había de que preocuparse, Taehyung
sabía exactamente a quien pertenecía, y quería hacerla
suya.
Cayendo de rodillas frente a Jungkook, Taehyung no
esperó mientras las separaba y se acercaba entre ellas.
Jungkook estaba en silencio mientras miraba desde arriba
como si fuera testigo del acto y no el que, en realidad, lo
experimentaba.
Pero todo eso está a punto de cambiar, decidió Taehyung
con una arrogante sonrisa.
Bajó su cabeza para arrastrar la lengua desde la base de
la erección de Jungkook hasta la punta, y ahí fue cuando
Jungkook decidió unirse a la acción. Una mano firme
apareció para agarrar el cabello de Taehyung, y se torció
del dolor por la fuerza que estaba usando. Pero tan pronto
como la impresión de tener la boca de Taehyung sobre él
había terminado, el agarre de Jungkook se relajó, y
Taehyung llevó una mano hacia arriba para acariciar con su
palma a través del musculoso muslo a su lado.
Mientras daba rápidos movimientos con su lengua
alrededor de la ancha cabeza con forma de ciruela, podía
saborear la evidencia salada de la excitación de Jungkook.
Sintiendo su propia erección palpitando rítmicamente,
Taehyung decidió que no era momento para jugar y
provocar. Eso podría pasar después. Ahora mismo,
necesitaba que hubiera alivio, y tenía que haberlo rápido.
Extendiendo sus manos en los muslos de Jungkook,
Taehyung deslizó suavemente sus palmas hacia arriba
hasta que sus pulgares estaban rodeando el hueso pélvico
de Jungkook, y el pudiera ahuecar la raíz de su carne
agitada. Taehyung levantó su cabeza e hizo contacto visual
directo con el perplejo hombre de arriba. Con un guiño
hacia él, Taehyung bajó su boca para deslizar sus labios
hacia abajo por el falo bellamente circundado de Jungkook.
La dura maldición que se empujó fuera de la boca de
Jungkook mientras se presionaba dentro de su boca con
más fuerza fue casi suficiente para hacer que Taehyung se
viniera. Las manos en su pelo se tensaron mientras
Taehyung empezaba a arrastrar sus labios hacia arriba de
la rígida longitud bombeando dentro y fuera de su boca.
Taehyung podía escuchar como la respiración de
Jungkook se aceleraba mientras él aumentaba el ritmo, y
Taehyung descubrió que esta vez ni siquiera tendría que
emplear alguna habilidad. Jungkook quería algo para follar
y la boca de Taehyung era la afortunada ganadora. Así que,
Taehyung se agarró de sus muslos, abrió su boca, y dejó
que Jungkook se empujara dentro de sus labios como si lo
hubieran hecho por años.
Cuando Taehyung sintió una de las manos que había a
los lados de su cabeza llegar hasta su mejilla, cerró los
ojos, disfrutando del momento mientras unos dedos ásperos
le acariciaban la barba de hace un día. Después se
movieron hacia su mentón donde Jungkook lo estiró entre
su pulgar y su dedo índice, señalando que quería más de la
boca de Taehyung a su alrededor.
Abriendo sus ojos y alzándose sobre sus rodillas,
Taehyung llevó su boca fuera de Jungkook con un suave
sonido de “pop” y curvó sus dedos alrededor del brillante
eje, dirigiéndolo justo hacia él. Inclinándose de nuevo,
Taehyung circuló la punta de Jungkook con su lengua.
Concentrándose en ese sensible glande, escuchó a
Jungkook balbucear un suave: —Mierda. Antes de que
Taehyung lo tomara por completo hasta la parte trasera de
su garganta. Con un suave gruñido, Taehyung deslizó sus
labios hacia arriba y esperó a que Jungkook se moviera. No
tardó mucho.
Unas confiadas manos tomaron la cabeza de Taehyung y
empezaron a dirigir su boca a la velocidad y al tiempo que
Jungkook quería. Metódicamente, se empujó entre los
labios de Taehyung, maldiciendo y gruñendo con cada
gratificante entrada y salida que su polla hacía desde la
boca de Taehyung, y cuando Taehyung movió una mano
para ahuecar las bolas de Jungkook, parecía haber perdido
toda sutileza.
— Taehyung —advirtió gravemente.
Los dedos de Taehyung mecieron y masajearon el
sensible saco metido entre las piernas de Jungkook.
Taehyung sabía qué se venía, y lo quería. Él ansiaba que
cada gota de su semilla chocara en su lengua y se deslizara
por su garganta. Solo en ese entonces, sabría exactamente
como sabía Jeon Jungkook.
Sosteniendo la pierna de Jungkook con una mano, apretó
gentilmente las bolas que estaba acariciando con la otra, y
apresuró su boca alrededor de la intrusión que empujaba
implacablemente en su garganta. Taehyung cerró sus ojos
mientras Jungkook empujaba en su boca por última vez, y
luego Jungkook soltó el grito más satisfactorio que
Taehyung haya oído jamás mientras se venía en un caliente
y pegajoso torrente en su garganta.

Jodida mierda.
Jungkook se desplomó contra el sofá, intentando
recuperar el aliento, y mirando a Taehyung, quien todavía
estaba arrodillado entre sus piernas. Ni siquiera podía
pensar ahora mismo mientras la boca de Taehyung dejaba
su sensible carne, y se sentaba sobre sus talones.
La sensual boca, sin mencionar talentosa, de Taehyung
estaba ahora hinchada por haberla envuelto a su alrededor
por esos últimos minutos.
¿O fueron más? Había pasado como una puta eternidad
para él.
Mientras Taehyung lamía sus labios como si acabara de
tener la mejor comida en la Tierra, se le ocurrió a Jungkook
que no podría recordar la última vez que alguien lo haya
tragado. Lisa lo había odiado, pero Taehyung se rehusaba a
salirse. En realidad, lo había succionado más fuerte y más
rápido hasta el final, en el que parecía haber recibido un
inmenso placer al tragar todo lo que Jungkook le había
dado.
—Um…—Jungkook levantó una mano para restregársela
por toda la cara.
Eso fue cuando una risa por lo bajo llegó a sus orejas.
Dejando caer su mano, levantó una ceja, extrañado, hacia
Taehyung quien seguía riéndose sobre sus rodillas.
—¿Qué? —demandó Jungkook.
—Nada.
Eso hizo aumentar su curiosidad. Mientras miraba hacia
abajo, notó que tenía que cubrirse, y encontró interesante
el hecho de que no se le hubiera ocurrido. Solo quería
saber qué era tan jodidamente gracioso.

—Nada. Solo que te ves como si te hubiera succionado el


cerebro a través de tu polla.
Jungkook no podía estar en desacuerdo con esa
afirmación, ni un poco. —Puede que lo hayas hecho.
La mirada que Taehyung le dio fue satisfecha y
arrogante, y en ese momento, Jungkook se dio cuenta que
no había hecho nada por el hombre en la última parte de
este Programa de iniciación de Jungkook. No lo había
besado, tocado o chupado. Solo se había sentado en el sofá
y había egoístamente aceptado una mamada destruye—
cerebros.
Bueno, el chico se ofreció.
—Ah… lo siento. Yo… tú sabes, me vine antes que tú.
Maldito imbécil. Jungkook soltó un quejido, levantando
sus caderas para subirse el bóxer y los jeans. Justo cuando
los puso en su lugar y cubrió su ingle, sintió una mano
sobre la suya y vio que Taehyung lo estaba tocando y
dedicándole una mirada llena de ironía.
—No lo hiciste —dijo.
Jungkook no lo entendió al principio hasta que Taehyung
miró hacia abajo a si mismo y se encogió de hombros.
—Me vine en mis pantalones, como un puto crío de
secundaria.
Jungkook no pudo evitar la carcajada que se le escapó
por el tono de disgusto hacia sí mismo de Taehyung.
—Oh. Bueno, por lo menos esos eran unos pantalones
para ensuciar.
La ceja de Taehyung se elevó. —Tendré que hacerte
saber que estos son pantalones para ensuciar de Armani.
Más cómodo ahora, Jungkook se sentó hacia adelante
hasta quedar a solo una pulgada de Taehyung, y levantó sus
manos para ahuecar su cara. Atrayendo a Taehyung el resto
del camino con un suave estirón de sus manos, Jungkook
presionó sus labios y se maravilló ante la áspera textura de
las mejillas.
—Huh —meditó Jungkook en voz alta, todavía pasando
sus manos sobre el corto pelo de la cara de Taehyung.
Cuando se alejó, Taehyung frunció el ceño, y Jungkook se
preguntó por un momento si no debería haber hecho eso.
Entonces, la boca de Taehyung se transformó en una
sonrisa. —Entonces, ¿qué quieres intentar ahora?.
13. Once

―Creo que deberíamos tener esa charla ahora, ¿no?


―Dejando caer la cabeza hacia atrás, Taehyung gimió―. Si
insistes. Yo, personalmente, pienso que deberíamos hacer
algo completamente diferente.
―Seguro que sí ―dijo Jungkook.
Taehyung miró al hombre que lo había sorprendido por
completo en la última media hora y levantó una ceja
interrogante. ―Bueno, no sé tú, pero yo necesito una
ducha.
―Sí, eh… no es una mala idea. ¿Hay algún lugar aquí al
que podría ir a fumar un cigarrillo primero? ―Moviendo
sus pies, Taehyung se estremeció ante la condición
pegajosa en sus pantalones. Un crio de secundaria era
correcto. No podía recordar la última vez que había llegado
sin quitarse los pantalones, pero maldita sea, Jungkook
finalmente cedió y dejó que se la chupara.
―¿Tú fumas? ―preguntó Taehyung―. Ah, eso es lo que
era. ―Pensó en el débil sabor de tabaco bajo el abrumador
olor a canela mientras se abría camino hacia las cortinas
oscuras detrás del único reclinable―. Ese es un mal hábito,
¿sabes?.
―Sí, lo sé. ―Jungkook se levantó y metió su mano en su
bolsillo trasero, presumiblemente para sacar su paquete de
cigarrillos―. Solo fumo cuando bebo. ―Mientras Taehyung
abría la cortina, dejando al descubierto la puerta de su
balcón, miró hacia donde Jungkook había rodeado el sofá―.
Pero no estás bebiendo.
Cuando Jungkook llegó a él, sacó el paquete blanco y lo
giró contra su palma antes de abrir la tapa. Trayéndolo
hacia su boca, metió uno de los cilindros blancos entre sus
labios.
―No ―murmuró―, pero un chico me acaba de dar una
mamada, así que mis nervios están de mierda. ―Sacando
un encendedor azul de sus bolsillos, Jungkook le dio una
nerviosa sonrisa―. No me juzgues.
Taehyung se rió entre dientes, levantando las manos.
―No te juzgo. Y para que conste, este tío disfrutó dártelo.
Así pues, si quieres acostumbrarte a ello, sólo pídelo.
Los ojos de Jungkook se trasladaron a su boca, y
Taehyung sabía que estaba recordando exactamente cómo
se había sentido al tener su pene siendo mamado por él.
Desbloqueando la puerta, Taehyung la abrió y sintió el
golpe frio del aire nocturno mientras Jungkook salía de la
habitación.
―Voy a ir a tomar esa ducha ―dijo mientras miraba a
Jungkook apoyarse en la barandilla, encendiendo su
cigarrillo―. A menos que, por supuesto, quieras que te
espere, ¿para que puedas unirte a mí?
Taehyung hizo una pausa mientras Jungkook le devolvía
la mirada. El viento agitaba su cabello suelto alrededor de
su rostro mientras le daba una calada al cigarrillo y soltaba
el humo.
Qué sorprendente, pensó Taehyung. Observar a
Jungkook fumando podría haberse convertido en una nueva
fascinación. El hombre se veía atractivo, de pie allí con las
luces de la ciudad como fondo, y el humo sensualmente
distanciándose de él.
―No estoy seguro de estar listo para… todo eso aún.
Mientras Taehyung alzaba uno de sus brazos y lo
estiraba por encima de su cabeza contra el marco de la
puerta, sintió una inmensa satisfacción por la forma en la
que los ojos de Jungkook miraban hacia su pecho desnudo y
abdomen.
―¿Estás seguro de eso? ― Taehyung pasó su mano libre
a través de su cuerpo para frotar su hombro.
Jungkook lo miró como un perro mira a un hueso. Era
evidente que le gustaba lo que estaba viendo, pero al
mismo tiempo, todavía parecía estar frenándose. Cuando
quedó claro que Jungkook no iba a contestar, Taehyung
intentó diciendo su nombre. ―¿Jungkook?
―¿Hm? ―llevó el cigarrillo de nuevo a sus labios.
―¿Estás seguro de que no quieres que te espere?
Mientras Jungkook tomaba otra larga calada, se dio la
vuelta por completo, apoyándose contra la barandilla, como
pidiendo disculpas.
―Eres muy atractivo. Eso me molesta.
Taehyung llevó su brazo hacia abajo y se apoyó en la
puerta. ―Es curioso, yo estaba pensando lo mismo sobre ti,
excepto la parte molesta. ¿Por qué te molesta?
Sacudiendo la cabeza, como si no creyera en sus propios
pensamientos, Jungkook admitió: ―Porque me haces
querer hacer cosas que no debo.
Taehyung quería saber cada pequeña cosa que Jungkook
estaba pensando, pero también sabía que necesitaba
desesperadamente una ducha. Así que se colocó adelante
de Jungkook, extendió la mano, y tomó su cigarrillo. Lo
llevó a sus propios labios, tomó una calada, se lo devolvió, y
liberó el humo en la cara de Jungkook.
―Lo siento, solo quería chupar lo que estabas chupando.
Voy a ir y tomar una ducha. Si quieres una, el segundo
dormitorio tiene un baño. ¿Entonces, Jungkook?.
Jungkook lo miraba con enfoque inquebrantable,
soltando el cigarrillo por la pierna, dejándolo en el olvido.
―Quiero saber todas las cosas que quieres hacer, pero
no debería.
La lengua de Jungkook salió para humedecer sus labios.
Taehyung no pudo contenerse mientras añadía: ―Entonces,
podemos empezar a tacharlas de la lista.
Con ese comentario de despedida y la larga exhalación
de Jungkook, Taehyung dio la vuelta y se dirigió de nuevo a
su apartamento.

Cuando Taehyung desapareció en el interior, Jungkook


volvió su mirada hacia las luces del centro de Chicago, y
tuvo que preguntarse por millonésima vez: ¿Qué estoy
haciendo aquí con él? Pero la respuesta fue ahora bastante
obvia.
¿No lo es? Sólo dilo. Sólo admítelo en voz alta, y
entonces tal vez sea más fácil.
―Me siento atraído sexualmente hacia Kim Taehyung, un
hombre ―murmuró en la tranquila noche.
No, eso no ayudó.
Él no era capaz de apagar su cerebro, y todo en lo que
Jungkook podía pensar era en lo que todos en su vida iban
a pensar si sabían lo que había pasado. Incluso fue más
desconcertante el hecho de que sabía que una tormenta de
mierda se avecinaba, pero eso no haría que dejara de
hacerlo todo de nuevo.
Acabado el cigarrillo, Jungkook se puso en cuclillas, lo
presionó en el concreto, y se abrió paso en el interior para
buscar la basura. Cuando entró de nuevo en la sala, miró el
sofá donde él y Taehyung había estado antes.
Automáticamente, Jungkook fue golpeado con una visión de
todo lo que había ocurrido, y se dio cuenta de que quería ir
a buscar a Taehyung.
Pasando a la cocina, puso la culata del cigarrillo en el
fregadero, no queriendo fisgonear, y luego caminó a través
de la sala de estar y por el pasillo hasta donde podía oír la
ducha abierta.
Deteniéndose fuera de la puerta, Jungkook pensó
exactamente lo que quería que pasara ahí. Sabía que ir por
este agujero de conejo podría cambiar su vida
completamente. Empujando la puerta abierta, entró en el
dormitorio y tomó un momento para mirar alrededor.
Estaba cubierto de madera de caoba oscuro y paredes de
color crema. Jungkook no se permitió pensarlo mejor,
sabiendo que si lo hacía, lo más probable era que se fuera.
Así que, en cambio, hizo su camino hacia la puerta abierta,
donde los pantalones de Taehyung yacían en el suelo.
Cerrando los ojos por un segundo, Jungkook se dijo a sí
mismo, puedo hacer esto. Mierda, quiero hacer esto, y se
introdujo más en el húmedo cuarto de baño. La ducha
estaba en el lado izquierdo de la sala de azulejos, y a la
derecha había un tocador doble. Podía oír la corriente
constante de agua mientras descansaba su trasero contra
el borde del primer lavabo, y esperó.
La puerta de cristal estaba cerrada y cubierta con vapor,
permitiéndole solo una visión parcial del hombre. Mientras
Jungkook se apoyaba en el lavabo, se imaginó lo que
ocurriría cuando la puerta estuviera abierta, y su pene se
tensó al máximo.
Y eso es a lo que se reduce todo, pensó. Mi polla quiere a
Taehyung. Quiero a Taehyung. Diablos, estando aquí en el
mismo cuarto de baño, pensando en él desnudo, me excita
más que nada.
Tan pronto como el pensamiento llegó, el agua se detuvo,
y la puerta de cristal se abrió.

Taehyung había resistido la tentación de gastar


demasiado tiempo bajo el agua caliente, quería salir y
encontrar a Jungkook, o más importante, asegurarse de
que Jungkook no se hubiese ido. Enjabonó todas las áreas
importantes, luego enjuagó y abrió la puerta, listo para
salir a cazar a un hombre.
Eso no fue necesario, sin embargo. Jungkook estaba de
pie en el cuarto de baño, con los brazos y las piernas
cruzadas, mirando directamente hacia él.
―Hola ―declaró Taehyung con calma, no queriendo
asustar a Jungkook, mientras se pasaba una mano por el
cabello. Jungkook movió sus caderas contra el mostrador,
bajando los ojos.
Sí, mi polla está hinchada ahora.
―Hola.
Sin siquiera un hueso o músculo tímido en su cuerpo,
incluyendo el grande y erecto, Taehyung salió de la ducha y
caminó firmemente hacia el hombre que estaba congelado
contra el lavabo. Cuando estuvo lo suficientemente cerca
de Jungkook, Taehyung se detuvo y esperó que Jungkook lo
mirara.
Lentamente, Jungkook levantó la cabeza, y la conexión
sexual que compartían, era lo que lo tenía fuera de control.
Taehyung estaba seguro de que ocurrió mucho antes de lo
que parecía, pero cuando el cuerpo completamente vestido
de Jungkook rozó contra sus muslos desnudos y -oh mierda
— su pene, Taehyung se tragó una maldición.
Decidiendo que necesitaba hablar o acabaría follando la
entrepierna de Jungkook, Taehyung dijo:
―Pensé que querías tomar una ducha.
―Decidí que quería algo más.
Demonios, ¿cómo este chico siempre descontrola mi
equilibrio estable?
―¿Y qué sería eso? ―preguntó Taehyung.
Observó a Jungkook llevar una mano temblorosa
rastreando una línea por el centro de su pecho. El dedo se
trasladó entre los pectorales de Taehyung y hacia abajo
hasta el ombligo donde se detuvo y coqueteó con el cabello
húmedo justo debajo.
―Quiero tocarte.
Taehyung había estado listo para hablar hace cinco
minutos cuando había estado en la ducha relajándose.
¿Pero ahora?
Ahora, él estaba listo para hacerlo de nuevo, y Jungkook
lo estaba volviendo loco.
Apretando la mandíbula, Taehyung dio un paso adelante,
empujando a Jungkook de vuelta hacia el lavabo, y luego
siguió avanzando. El culo de Jungkook golpeó el borde, y
Taehyung se movió ligeramente, por lo que tuvo un pie
entre las piernas de Jungkook, y la otra en la parte exterior
de su muslo derecho. Presionando su pene desnudo en
contra de la mezclilla áspera, Taehyung gimió mientras se
sostenía del brazo de Jungkook por apoyo.
Jungkook desató el infierno fuera de él, envolviendo sus
brazos alrededor de su cintura y agarrando el culo desnudo
de Taehyung, acercándolo.
Inclinando la cabeza hacia atrás, Taehyung sostuvo sus
caderas fuertemente sobre los muslos de Jungkook él
gruñó―: Diablos.
―Joder ―suspiró Jungkook.
Taehyung levantó su cabeza para mirar a Jungkook a los
ojos. Se lamió los labios y continuó a frotándose a sí mismo
sobre la pierna de Jungkook.
―¿Todavía quieres hablar? ―Preguntó Taehyung de
alguna manera a través de su excitación.
Podía sentir el aliento caliente de Jungkook contra su
mejilla mientras movía su boca a la oreja de Jungkook
donde mordió suavemente. ―Si quieres hablar, habla, o voy
a abrir tus pantalones vaqueros y frotar mi pene contra esa
maldita erección. Y créeme, no habrá plática después de
eso.
Jungkook soltó a regañadientes su agarre, y Taehyung
tomó lentamente una paso atrás.
―Habla o desvístete, pero elige algo en los siguientes
dos segundos, para no perder mi maldito control.

Jungkook definitivamente quería hablar, pero tan pronto


como Taehyung estuvo frente a él, completamente desnudo,
mojado y erguido, su cerebro se desconectó, y su cuerpo se
había hecho cargo.
Desde sus brazos sólidos a su musculoso pecho, que
tenía una fina capa de pelo oscuro, y luego sus abdominales
y ese rastro del tesoro que conduce a…
Diablos, ¿cómo se supone que voy a hablar? Jungkook
apenas tenía sangre en su cerebro para recordarse a sí
mismo respirar.
―¿Podrías tal vez ponerte algo de ropa?
―No. ¿Próxima pregunta?
Jungkook frunció el ceño. ―Sería de gran ayuda si te
pones algo.
―¿Por qué? Parecías suficientemente cómodo hace un
momento, y si no fue así, deberías haber esperado a que yo
me vistiera. ― Taehyung se acercó, tomó una toalla, y se
secó. Cuando llegó al pelo, lo frotó un par de veces antes
de tirar la toalla al suelo.
―Ese no es el problema ―murmuró Jungkook.
Taehyung se dirigió hacia la puerta que daba al
dormitorio, y Jungkook se encontró mirando el firme, y
redondo culo que había apretado hace apenas unos
minutos.
―No lo creo. Bueno, vamos entonces. Hablemos y
acabemos con eso, y podremos pasar a la parte divertida.
¿Sabes, la parte donde mi pene se encuentra con el tuyo?.
Cuando Taehyung salió de la habitación, Jungkook
sacudió la cabeza con incredulidad. El tipo realmente
andaba al ritmo de su propio tambor. Alejándose del lavabo
donde su culo había yacido, Jungkook se dirigió al
dormitorio para ver a Taehyung recostado casualmente en
el colchón con los brazos detrás de la cabeza. Tenía una
sábana a través de su cintura, y de alguna manera,
Jungkook supo que Taehyung no se había puesto nada de
ropa.
―¿Cómo funciona esto? ―expresó Jungkook finalmente
la primera pregunta que había estado molestándolo.
―Bueno…― Taehyung retiró una de sus manos para
ponerla junto a él en la cama.
Los ojos de Jungkook se sintieron atraídos por donde la
mano de Taehyung había aterrizado, justo al lado de la
carpa discernible que se había formado bajo la sábana.
―Eso depende de qué es exactamente a lo que te
refieres. Lo primero que tiene que ocurrir es que te quites
la ropa.
Jungkook se acercó hacia el pie de la cama. ―Sí, esa
parte me la sé, gracias. Estoy inseguro sobre los detalles,
genio. Ya sabes, como quién…
Sí, decir esto es mucho más difícil que pensarlo.
―Como, ¿quién folla a quién?
Al parecer, no era un gran problema para Taehyung.
―Joder, ¿tienes que ser tan…
―¿Tan qué? ¿Tan directo? Vamos, Jungkook, eso es lo
que más te preocupa, ¿verdad? ― Taehyung alzó una
ceja―. Seré realmente claro. No puedo esperar a que me
folles. ¿Aclara eso todo?
Seguro que sí. Pero de alguna manera, Jungkook no creía
que eso era todo, y tenía razón.
Taehyung movió su mano sobre la sábana que lo cubría.
―Por ahora.
Jungkook no podía pensar en nada que decir a eso, por lo
que sólo se quedó allí con sus labios tensos.
―Quítate la ropa, Jungkook.
Jungkook agarró el dobladillo de su camisa, lo quitó con
rapidez, y lo tiró a un lado, sin importarle donde aterrizó.
Jungkook finalmente abrió la boca mientras Taehyung
comenzó a mover sus pies, tirando de la sábana hacia
abajo, y…
Sí, el hombre no se molestó en vestirse.
Cuando el cuerpo desnudo de Taehyung regresó a la
vista, Jungkook se preguntó cómo se sentiría al mostrar su
propia desnudez.
―Y el resto ―le dijo Taehyung con una voz que parecía
tener el mismo efecto que la hipnosis.
Jungkook pateó sus zapatos y desabrochó sus pantalones
vaqueros, deshaciéndose del resto de su ropa. Cuando
finalmente se desnudó, Taehyung tenía las manos abajo
entre sus muslos. Uno estaba masturbando su grueso
miembro, y el otro se sumergió a jugar con sus bolas. Todo
el rato la mirada de Taehyung se centró en el cuerpo de
Jungkook.
―Joder, solo quédate ahí parado. Podría hacer esto todo
el día.
Jungkook sentía que algunos de sus nervios y
aprehensión lo dejaban mientras Taehyung continuaba
dándose placer a sí mismo.
―No sé cuándo voy a estar listo para… ya sabes, hacer
todo lo que quieres ―habló Jungkook finalmente,
respondiendo con sinceridad.
Taehyung dejó lo que estaba haciendo puso los ojos fijos
en él. ―Vamos a ir tan lento como quieras.
―¿Qué es para ti a toda velocidad?
―Lo normal.
Ah, pensó Jungkook, y luego preguntó la otra cosa que
había estado en su mente. ―¿Por qué estás siendo tan
paciente conmigo?
Taehyung soltó lo que tenía en sí mismo. —¿Por qué estás
siquiera aquí conmigo?.
Buena remontada, maldito abogado.
―Jungkook, eres sexy como el infierno. En el momento
en que te vi, me puse duro. Cuando abriste tu boca, me
interesaste al cien por ciento. ¿Y cuándo me besaste? Perdí
mi maldita cabeza. Voy a ser tan paciente como sea
necesario, para tenerte dentro de mí. ¿Algo más?.
El pene de Jungkook parecía entender porque con
orgullo proclamó su interés por la acción que quería.
―Métete en la cama ―coaccionó Taehyung
―Creo que es mejor quedarme aquí mientras hablamos.
―¿Todavía estamos hablando? ―preguntó Taehyung en
un tono que sugería el haber terminado la conversación de
la noche.
―Este es una gran situación para mí. Tú podrías estar
acostumbrado a poner la polla donde sea y cuando sea,
pero la mía solo ha visitado vaginas, y estoy flipando un
poco. Así que, ¿podrías dejar de hacérmelo más difícil?.
Mientras Jungkook se quedó allí, aparentemente
tratando de que su cerebro se pusiera al día con su cuerpo
ansioso, Taehyung relajó los músculos, y ladeó su liso y
bronceado torso. Mmm. Jungkook casi no tenía ningún vello
corporal sobre su piel morena bruñido, y Taehyung no
podía esperar para pasar su lengua sobre él.
―Está bien ― Taehyung cedió―.¿Por qué no me dices
que es lo que más te molesta?
Taehyung no sabía qué esperar.
―Tú duermes con todo lo que se mueve. ―Jungkook se
dirigió con cautela hacia el lado vacío de la cama.
Taehyung trató de concentrarse, pero lo único que pensó
fue, Jungkook está de pie aquí, desnudo en mi dormitorio.
―¿ Taehyung? ―Jungkook esperó una respuesta.
Volviéndose a su lado, Taehyung vio como Jungkook puso
lentamente una rodilla sobre la cama. ―¿Qué?
―¿Estás siquiera escuchándome?
―¿Honestamente? No. ― Taehyung se sentó, tomó la
mano de Jungkook, y lo abordó sobre la cama hasta que se
cernió sobre él.
―Mmm ― Taehyung medio gimió cuando finalmente
presionó su desnuda erección contra Jungkook―. Estás
preocupado acerca de mí con otras personas mientras te
follo. Aw, creo que te importa, Sr. Jeon.
―Creo que te refieres a mientras yo te estoy follando.
¿No?
Taehyung se divirtió mientras Jungkook lo fulminó con la
mirada, obviamente, porque había sido dominado, y más
aún por las palabras de Taehyung.
Puede haber sido una locura, pero ver a Jungkook
irritarse tan rápido se convirtió en uno de los mayores
placeres de Taehyung.
Colocando las manos por la cabeza de Jungkook, se dejó
caer lentamente hasta que estuvo cerca de su oído.
―Detalles de menor importancia.
Jungkook volvió la cabeza en la almohada hasta que sus
labios estuvieron a pulgadas de distancia, y lanzó un
gruñido bajo cuando Taehyung rodó sus caderas sobre él.
―Detalles importantes, ¿no te parece? ―preguntó
Jungkook.
Taehyung chasqueó la lengua, posándola en el labio
superior de Jungkook, y cuando se separaron, él prometió:
—Sé lo que acordamos, y lo que crees que deseas. Pero voy
a terminar dentro de ti. ―Hizo hincapié en donde se
refería, al flexionar sus caderas contra Jungkook―. Y vas a
rogarme que esté allí. Te lo garantizo.
Una mano se deslizó sobre el cabello húmedo de
Taehyung y palmeó su cabeza mientras la otra se mantuvo
en su cadera, deteniendo sus movimientos.
―¿Y todos los demás? ―preguntó Jungkook con
respiración dificultosa.
Taehyung notó con gran interés que Jungkook no había
objetado sobre lo que acababa de decir, y por primera vez
en su vida, respondió: ―En este momento, no hay nadie
más.
Eso parecía ser lo que Jungkook estaba esperando
porque empujó hacia arriba y rodó a Taehyung a su
espalda, donde este esperaba el siguiente movimiento de
Jungkook.
14. Doce

Jungkook miró hacia el desnudo hombre que estaba


perfectamente alineado con su cuerpo, queriendo mirar
todos los músculos que estaba sintiendo.
También quería tocar, y estaba seguro, mientras miraba
los labios llenos de Taehyung, que quería darles una buena
y larga probada.
Las piernas de Taehyung estaban dobladas y sus rodillas
separadas, así que Jungkook se tomó un momento para
dejarse caer contra su ingle.
Joder, esto se siente muy bien.
Se sentía tan bien que Jungkook asentó sus caderas
contra el pene de Taehyung— solo que esta vez, más fuerte.
Jungkook continuó probando la nueva sensación cuando
los ojos de Taehyung se cerraron y su mandíbula se apretó.
Todo sobre este momento, con su nuevo compañero de
cama, era muy diferente, aunque esencialmente lo mismo.
—Joder, esto… esto se siente malditamente asombroso. —
Jungkook aplicó más presión en el movimiento de su
cadera.
Los azules y brillantes ojos de Taehyung se abrieron para
concentrarse en las manos de Jungkook cuando
comenzaron a deslizarse hacia abajo a sus costados,
haciendo que el cuerpo de Jungkook se estremeciera.
Taehyung se levantó del colchón para presionar sus
labios en el oído de Jungkook. — No hemos llegado a la
mejor parte aún —prometió cuando mordió el lóbulo de
Jungkook, empujó sus caderas hacia arriba, y comenzó a
moverse en serio.
Las caderas del hombre eran como una muy buena
máquina aceitada. No solo se presionó firmemente contra
la cadera de Jungkook, sino que también arqueó su cuerpo,
deslizando su dura-como-el-acero longitud, firmemente
contra su sensible zona baja. Todo estaba hecho de la
forma correcta para hacer que los ojos de Jungkook
quisieran rodar hacia la parte trasera de su cabeza.
Con un gran gemido, Jungkook dejó de mover su cadera
y revolvió la cama un poco, alejándose de Taehyung.
Cuando estaba arrodillado entre las piernas de Taehyung,
tomó una larga mirada de todo lo que estaba esparcido
frente a él.
El pie de Taehyung permaneció plantado firmemente a
cada lado de él y su erección apuntaba directamente a la
cara, que fue lo primero en capturar la atención de
Jungkook. Él siguió mirando su rígido abdomen hasta que
llego a su cara, en la que encontró una expresión de
apasionada lujuria e inmediatamente Jungkook comenzó a
masturbarse.
Ahí fue cuando también descubrió que ser observado por
Taehyung intensificaba su deseo un centenar de veces más.
—Vuelve aquí —lo invitó Taehyung mientras llevó las
manos entre sus piernas.
Jungkook, primero, se tensó cuando Taehyung sumergió
su mano en su saco mientras que presionó su otra palma
contra su pene.
—Aún no. Me estoy acostumbrando a la vista —replicó
Jungkook.
Una rasposa maldición salió de la boca de Taehyung
cuando elevó su cadera de la cama, dándole a Jungkook
una mejor vista. —Lo disfrutarás mucho más desde aquí
abajo.
—No lo sé —reflexionó, mirando la mano de Taehyung
acariciar la carne que estaba acunando—. Esto está
funcionando muy bien para mí.
—Bueno, ¿por lo menos quieres algo de lubricante? Hace
las cosas… menos complicadas—. Taehyung lamió su labio
inferior con su lengua.
Asintiendo, Jungkook casi se decepciona cuando
Taehyung tuvo que parar lo que ha estado haciendo y rodó
hacia un lado, abrió un cajón de la mesa de noche y agarró
una botella negra y pequeña. En vez de entregarlo,
Taehyung se arrodilló frente a él y lo miró a los ojos.
Cuando la botella estuvo vacía, Jungkook paró de moverse.
Y Taehyung dijo—: Déjame.

Taehyung vació un poco del líquido en su palma y lo


mezcló entre sus manos.
—Aquí, déjame.
Lentamente, Jungkook soltó su erección.
Taehyung agarró la parte de atrás del cuello de
Jungkook, acercándolo para poder besarlo. Esta vez, no
hubo dudas en la forma en la que Jungkook abrió su boca, o
se agarró a sus hombros para estabilizarse mientras le
concedía el acceso que Taehyung demandaba.
—Taehyung —gimió Jungkook, alejando su cabeza
cuando sus ojos se cerraron y sus dientes inferiores se
enterraban en su labio superior.
Taehyung deslizó su resbaladiza mano en la erección de
Jungkook, observando su cara yendo de tormento sexual a
una de pura e inalterada lujuria, mientras sus caderas se
movían, guiando su pene en el puño de Taehyung.
—Abre los ojos —ordenó mientras continuaba moviendo
su mano arriba y abajo.
Cuando Jungkook obedeció, y miró a Taehyung, podía
decir que Jungkook finalmente dejó ir sus pensamientos y
simplemente estaba sintiendo el momento.
—¿Bien?
—Mierda, sí —raspó la garganta de Jungkook, justo antes
de que acunara el rostro de Taehyung y lo derribara sobre
la cama.
Cuando la espalda de Taehyung golpeó el colchón, se las
arregló para que sus piernas salieran de debajo de su
cuerpo un poco antes de que Jungkook se pusiera entre
ellas. Levantando sus rodillas en ambos lados, las envolvió
en la cintura de Jungkook mientras continuaba trabajando
en su pulsante erección.
Taehyung sentía su propio pene restringido entre sus
cuerpos cuando Jungkook tomó su boca en un rudo beso, y
sus caderas se levantaron. Cuando una ambiciosa lengua se
metió entre sus labios para enredarla con la suya,
Taehyung liberó su agarre y cambió las posiciones, así su
eje chocó directamente contra el de Jungkook.
Justo cuando estaba por rodear ambos con su mano,
Jungkook levantó su boca y lo inmovilizó con una mirada.
—¿Por qué te detienes?
Taehyung envolvió su palma alrededor de ambos,
gimiendo cuando dio un sólido apretón con su puño, y se
satisfizo solo cuando escuchó un sonido similar salir de la
boca de Jungkook.
—Quería darle a tu pene su primer frotada combinada, o
también llamada, y personalmente mi favorita, una frotada
Ivy League. No te importa, ¿cierto? — preguntó Taehyung
al curioso hombre encima de él.
Arqueando su pelvis, Taehyung empujó su palma,
creando una caliente fricción contra la sensible erección de
Jungkook.
—Oh, santa mierda —gimió fuerte Jungkook.
—Mis sentimientos exactamente —agregó Taehyung, y
estiró el cuello para presionar sus labios contra los de
Jungkook—. Ahora, pega tu lengua en mi boca y siénteme.

Jungkook no tuvo problema con eso. Presionando su boca


con la de Taehyung, presionó su lengua entre los labios que
lo habían vuelto loco desde el primer día en que se
conocieron cuando el crudo placer de su primer…¿cómo lo
llamó Taehyung? ¿Una frotada Ivy League? Por su puesto,
suena pretencioso; lo llenó.
Jungkook realmente quería ver que estaba sucediendo
entre sus piernas.
—Quiero…
—¿Qué quieres?
—Quiero ver lo que haces —enfatizó Jungkook
levantando sus caderas.
El puño alrededor de él desapareció, y rodó en su
espalda, en una posición que no era cómoda aún en la
presencia de… bueno, este hombre.
—Um…
—Relájate, Jungkook. —Taehyung se acostó a su lado,
inclinado hacia él, pasando su mano sobre y alrededor de la
impaciente polla de Jungkook—. Ahora, rueda hacia mí,
¿puedes? y apaga tu puto cerebro.
Jungkook hizo lo que le dijo y volteó su cara hacia la cara
de Taehyung con el ceño fruncido.
—Debería decírtelo, ¿esa expresión en tu cara? no me
hace enojar, me excita aún más.
—Jódete —se quejó, sintiendo una mano alrededor de él
tirando lo suficiente para hacerlo apretar los dientes y
sisear.
—¿Estás seguro de que estás preparado para eso?
Jungkook, determinado en no provocarlo, deslizó sus
dedos en el cabello negro de Taehyung y lo apretó
firmemente hasta que hizo una mueca de dolor.
Empujándolo un poco le dijo:
—Probablemente no, pero quizás un buen polvo hará que
finalmente cierres tu boca.
La palma alrededor de él pasó por su despierta carne, y
Jungkook inclinó sus caderas, observando una depravada
sonrisa esparcirse en unos labios a solo pulgadas de
distancia.
—Puedes intentarlo, pero a no ser que haya algo en mi
boca tendré que decirte lo siguiente: es imposible, nunca,
cállame.
Jungkook decidió ignorar ese comentario, y miró entre
ellos, incitando a Taehyung a hacer lo mismo. La vista que
lo saludó lo dejó sin respiración, tanto por la falta de
familiaridad de lo que estaba viendo como por el
maravilloso sentimiento que estaba experimentando.
Sus erecciones estaban alineadas, una contra la otra,
goteando con excitación, y cuando la mano de Taehyung las
apretó, Jungkook no pudo resistir poner su mano encima de
la de Taehyung.
Fascinado por lo que estaba presenciando, Jungkook
observó ávidamente como el pene más largo de Taehyung
se deslizaba contra el suyo y golpeaba donde sus manos
terminaban, rozando su erección.
Cuando en la garganta de Jungkook se formó una pesada
respiración, la mano libre de Taehyung agarró su cuello y lo
empujó hacia adelante.
—¿Has visto suficiente?
Miró a Taehyung. —¿Por qué?
—Porque quiero venirme encima de ti.
La respiración de Jungkook titubeó ante el pensamiento y
siguió la mano de Taehyung.
—¿Qué debo hacer?
Taehyung se inclinó, besándolo rápidamente. —Lo que
sea que sientas bien.
Cayendo sobre su espalda, Jungkook olvidó su aversión a
la posición cuando él atrajo a Taehyung hacia él,
estrechándolo, sus cuerpos estaban tocándose desde el
pecho hasta los pies. Cuando la mano de Taehyung lo dejó,
Jungkook protestó por la pérdida, hasta que Taehyung
comenzó a empujar contra él.
Jungkook no sabía cómo sentirse en ese momento.
Mientras descansaba debajo de Taehyung, se concentró
en el calor entre sus piernas y la maravillosa presión que
Taehyung estaba infringiendo en su polla con cada
estocada. Al mismo tiempo, Jungkook estaba abrazado por
dos fuertes brazos del hombre que en ese momento mecía
todo su cuerpo contra él.
Ese fue el momento en el que se dio cuenta de que
Taehyung estaba dominándolo. Taehyung era claramente el
que tenía control en esta posición. Era una posición que
Jungkook usaba con las mujeres, y cuando se concentró en
Taehyung, quien estaba lamiendo su sexy labio, Jungkook
admitió ante sí mismo, amo jodidamente esto.
Jungkook presionó su cabeza en la almohada y dobló sus
piernas como lo había hecho Taehyung anteriormente, así
pudo levantarse para recibir más del masaje de cuerpo
completo que Taehyung le estaba dando.
Una y otra vez, acarició el musculoso cuerpo de
Taehyung, registrando todas las diferencias: el pelo en su
cuerpo, el poder en sus muslos, y los tallados músculos del
abdomen, moviéndose contra el de él. El momento era casi
irreal. Buscando una forma de devolverse a la realidad,
Jungkook estrechó su mano en el grueso cabello de
Taehyung.
Él estaba en la cama con un hombre, y no cualquier
hombre. Kim Taehyung, quien era tan masculino como
Jungkook podía considerar.
¿Eso me molesta? No, descubrió Jungkook, realmente no
me molesta.
Mientras Taehyung miraba a Jungkook, y continuaba su
sensual asalto, se dio cuenta de que algo en sus ojos
cambió. La mano en su mandíbula se movió a su cabello, y
Jungkook tomó su boca en un beso salvaje, finalmente
disfrutando la fuerza y zumbido del poder entre ellos.
Taehyung le devolvió el beso igualmente de hambriento,
mordisqueándole el labio inferior antes de deslizar su
lengua y enrollarla ansiosamente con la del otro hombre.
Con un gemido ahogado, Taehyung se deslizó por el cuerpo
de Jungkook y besó su pecho. Dándole una rápida lamida a
sus pezones, Taehyung continuó su camino hacia abajo
chupando y probando la piel caliente de sus costillas, y
finalmente sus abdominales, justo como había fantaseado.
Mirando a Jungkook desde donde estaba, entre sus
muslos, Taehyung pudo sentir la erección del otro hombre
presionando contra su clavícula mientras que la de él
estaba atrapada firmemente contra el colchón, y todo lo
que pudo pensar fue: Que suertudo bastardo soy por
tenerlo en mi cama.

Levantando su cabeza de la almohada, Jungkook miró a


Taehyung. El hombre estaba pasando su lengua por los
músculos de su estómago, y ocasionalmente, la metía en su
ombligo. Mirando su erección presionada contra el pecho
de Taehyung, él pensó: Que caliente imagen tener su boca
sobre mí.
Un gemido estridente se le escapó cuando Jungkook dejó
caer su cabeza en la almohada. Los brazos de Taehyung se
movieron de debajo de sus piernas dobladas, y cuando su
cuerpo se levantó del colchón, Jungkook sintió la lengua
que había estado coqueteando con su ombligo, en la base
de su pene.
—Sí —dijo, en un tembloroso susurro.
Con una mano, Jungkook se agachó para agarrar la base
de su pene, y la empujó en la insaciable boca de Taehyung.
Jungkook observó, ansioso, cuando Taehyung lo miró y
seductivamente pegó su lengua por la cabeza y metió la
polla en su boca.
—Oh, maldito infierno. Tu boca se siente tan
malditamente bien.
Cuando las palabras salieron de los labios de Jungkook,
Taehyung quitó su boca y manos y arrastró su cuerpo hasta
que estaba entre los muslos de Jungkook, entonces la boca
de Taehyung lo besó.
Jungkook sintió una mano en su pelo cuando sus penes
reaccionaron en una deliciosa, dura y pegajosa fricción.
Sostuvo la cabeza de Taehyung con una mano y movió la
otra a su trasero, y todo lo que Jungkook podía pensar era,
lo quiero más cerca. Apretando sus dedos alrededor del
firme culo, empujó a Taehyung lo más cerca que pudo.
Oh, ¿esperabas eso?
Los dedos de Jungkook se apretaron nuevamente en el
sólido músculo, y las caderas de Taehyung golpearon con
las de él.
Le gusta eso.
Y justo cuando Jungkook lo pensó, Taehyung domó su
boca.

—Haz eso de nuevo —pidió, en una pesada respiración.


Cuando los dedos de Jungkook se curvearon alrededor de
su trasero, pensó que eso sería todo. El simple hecho de
que Jungkook estuviera cerca de su trasero estaba
poniéndolo más allá de excitado.
¿Y eso lo hizo sin que se lo pidiera? Incluso mejor.
Ya había ocurrido por primera vez en el cuarto de baño,
pero había creído que Jungkook estaría en shock por toda
la desnudez…
Aparentemente no.
—¿Te refieres a esto? —preguntó Jungkook cuando volvió
a apretar el trasero de Taehyung.
Taehyung dejó salir una carcajada.
—Provocador. Eres un calienta pollas, Jeon Jungkook.
¿Quién lo hubiera pensado?.
Taehyung estaba sorprendido porque Jungkook estaba lo
suficiente cómodo como para reír, y; ah, mierda sí; agarrar
su trasero con ambas manos.
—Ahora, eso es algo de lo que nunca he sido acusado.
—¿Qué? ¿Provocador?
Jungkook levantó su cabeza y lo besó rápidamente antes
de susurrar contra su boca.
—No, ser un calienta pollas. —Puso énfasis con una
rápida embestida de sus cadera contra las de Taehyung.
Apoyando sus palmas en ambos lados de Jungkook,
Taehyung lo observó lentamente devolver su cabeza a la
almohada cuando continuó sobando su trasero.
—¿Pero te han llamado provocador?
Jungkook le dio una mirada arrogante que nunca antes
había visto. —Prefiero llamarlo juego previo.
Taehyung sacudió su cabeza y su cuerpo contra su no-
tan-paciente-erección.
—Yo lo llamo tortura.
—Ah, no mientas —advirtió con la misma expresión de
come-mierda—. Te gusta que juegue con tu trasero. Cada
vez que lo hago, frotas tus caderas contras las mías como si
desearas que estuviera dentro de ti.
Taehyung maldijo cuando Jungkook trazó un curioso
dedo por la parte superior de la curva de su trasero,
parando en la base de su coxis, rozando directamente con
el inicio de su hendidura.
—Estás jugando con fuego —advirtió.
—¿Lo estoy?
—Sí. No pienses que no me he dado cuenta de que te
gusta provocar y hablar sucio.
El furtivo dedo de Jungkook dibujó pequeños círculos por
su coxis. Estaba totalmente atrapado en el momento,
excitado, y preparado para intentar cualquier cosa.
—¿Jungkook? —preguntó Taehyung, con una voz que
sonó como si estuviera tragando grava.
—¿Sí? —respondió, curioso.
—Dame tu mano izquierda.
Taehyung no estaba seguro de que lo haría, pero
aparentemente, el momento de duda había terminado.
Jungkook lo quería tanto como él lo hacía. Levantó su mano
izquierda, y Taehyung la tomó, llevándola a su boca donde
succionó los dos dedos del medio.
Cuando miró al hombre debajo de él, con su desordenado
cabello y sus fogosos ojos, Taehyung giró su lengua entre
los largos dedos hasta que estaban mojados, y el cuerpo de
Jungkook estaba, en ese momento, retorciéndose debajo de
él.
Cuando los liberó, el brazo de Jungkook cayó a su lado.
Taehyung se acercó a él y susurró:
—Ahora, deja de ser un jodido provocador, y desliza tus
dedos donde realmente los quiero.
Inmediatamente Taehyung sintió el pecho que estaba
debajo de él subir y bajar rápidamente contra el suyo.
Jungkook volteó su cabeza en la almohada. —No lo sé,
¿qué pasa si te hago daño?.
Taehyung lamió la comisura de la boca de Jungkook. —
No lo harás pero si lo haces, puede que me guste.

Jungkook no estaba seguro sobre esto. En el fondo de su


mente, sabía que esto sucedería, pero también no tenía
idea de cuando sucedería. Jugó con Lisa un par de veces,
pero a ella nunca le gustó.
Moviendo su mano en la curva del trasero de Taehyung,
se tomó un momento para amasar la firme carne. El
estremecimiento que obtuvo por el satisfactorio sonido que
escapó de la garganta de Taehyung lo impulsó a actuar y
dejar todas las dudas de lado.
Con ambas manos, Jungkook comenzó a, realmente,
poner todo su esfuerzo en darle a Taehyung lo que quería.
Con las piernas dobladas y levantadas, Jungkook se curvó
contra el hombre que estaba encima, asegurándose de que
estaban unidos en todos los puntos posibles.
Cuando Jungkook lo hizo, su boca estaba ocupada siendo
destruida por Taehyung, quien estaba moviendo su ingle
contra la de Jungkook, haciéndolo perder la concentración
rápidamente.
Deslizando sus mojados dedos por el caliente pliegue del
trasero de Taehyung, separó una firme nalga de la otra y
escuchó un gemido del pecho del hombre, que ahora estaba
descansando contra el de él.
—Joder, sabía que me volverías loco. Pero ni siquiera me
has tocado realmente, y estoy más cachondo de lo que he
estado en mi vida.
Jungkook tomó ese momento para empezar a penetrar el
suave conducto entre las nalgas de Taehyung.
—Te estoy tocando ahora —lentamente empujó la punta
de sus dedos contra la tirante piel.
—Estás jodiendo conmigo —acusó, con el cuerpo tenso.
—No, bueno, quizás un poco, pero estoy aprendiendo. —
Jungkook movió su mano más abajo hasta, que rozó sus
dedos contra el apretado agujero.
Taehyung comenzó a empujar sus caderas contra su
mano.
—Así que… ¿lo estoy haciendo bien?
—Sí —gruñó Taehyung.
Jungkook inclinó la punta de los dedos, pasando por el
sensible anillo de nervios.
—Ah, Jungkook, mierda—maldijo.
Jungkook apretó su mano derecha contra la nalga que
estaba sosteniendo, y estaba a punto de preguntar si estaba
bien. Hasta que Taehyung gimió: Más.
Cuando la palabra salió de la boca de Taehyung, los
dedos de Jungkook se deslizaron más profundo dentro de él
y; ah, santa mierda; el chico lo hizo lentamente. Él podía
sentir el pegajoso pre-semen cuando Taehyung se deslizó
arriba y abajo en el abdomen de Jungkook.
Su trasero se apretó alrededor de los intrusos dedos
cuando comenzó a empujar afuera, y justo cuando pensó
que Jungkook los removería, el chico los devolvió a su sitio,
y esta vez, empujó sus dedos con mucha más fuerza que al
principio. Con un alto siseo, Taehyung miró la cara que lo
miraba fijamente. Con su boca abierta y sus ojos dilatados
llenos de curiosidad lujuriosa, Jungkook estaba
innegablemente sexy, y Taehyung sintió como sus bolas
comenzaron a estremecerse.
Finalmente tenía a Jungkook en la cama. Él tenía a
Jungkook, en su cama, debajo de él, y Jungkook tenía sus
dedos dentro de él. Era un milagro que hubieran llegado
así de lejos, y por la hambrienta mirada que Jungkook
estaba apuntando hacia él, Taehyung no pensaba que esto
se acabaría pronto.
Bajando su boca, tomó la de Jungkook cuando Taehyung
pasó su mano entre ellos y curvó sus dedos alrededor de la
erección de Jungkook, comenzando a trabajarla.
Demonios, sí. Mi vida es dulce. Mi mano está alrededor
de Jungkook, y los dedos de Jungkook están jodiéndome
gloriosamente.
Taehyung no podía pensar en nada mejor en ese
momento hasta que el solitario dedo dentro de él fue
removido, y sintió dos tímidos dedos explorándolo.
Agradecidamente, el cuerpo de Taehyung consiguió lo
que quería cuando los dedos de Jungkook de deslizaron
rudamente en su trasero, Taehyung observó el shock del
otro hombre y disfrutó del nuevo poder que contaba.
—Joder, tu trasero está tan apretado, ¿cómo encajaré
siquiera?
—Maldición —juró Taehyung y sintió el clímax amenazar
en la base de su espina.
—¿Te gusta cuando hago esto?—Jungkook abrió sus
dedos dentro de él, y Taehyung casi pierde el control.
Deseó dejarle tiempo a Jungkook para que realmente
experimentara y retorciera esos largos dedos en él, pero…
Al carajo, no tengo tanta paciencia. El solo pensamiento de
Jungkook extendiéndolo, deslizando su dura carne en su
trasero, era demasiado para Taehyung.
Inhabilitado para contestar, Taehyung se concentró en la
quemadura en su interior cuando Jungkook continuó
apretando su trasero con una mano, y moviendo los dedos
de la otra. Miró al hombre y apretó sus dientes en un
gemido antes de cerrar sus ojos. Gritando el nombre de
Jungkook, tomó la erección del hombre y Taehyung sintió
sus músculos internos apretarse alrededor de los dos
invasores dedos cuando finalmente se vino en un ruidoso
rugido.
Lanzando caliente y pegajoso esperma que quedó en el
abdomen de Jungkook, Taehyung miró, por mucho tiempo,
satisfecho a Jungkook mientras él empujaba sus caderas
contra la mano de Taehyung y decía su nombre. Ahí fue
cuando pudo observar su poderoso clímax, cuando se vino
con una maldición y un ruego, y en el sexy caminito de la
felicidad que Taehyung, nuevamente deseaba lamer.
Especialmente ahora que estaba cubierto con sus dos
corridas.
Jadeando como si hubieran corrido por sus vidas, se
miraron. Sus manos, dedos y ojos seguían conectados.
Reacio, Taehyung quitó su mano de Jungkook, y pasó sus
dedos por la línea de su pelo que ahora estaba pegajoso, y
Jungkook comenzó a reír.
Taehyung lo miró cuando sintió sus gruesos dedos dentro
de su cuerpo lentamente alejándose.
—Joder Jungkook —murmuró Taehyung cuando se
separaron—. ¿Algo gracioso?.
Jungkook puso sus manos debajo de su cabeza.
—No. Sólo estaba pensando en cómo mi vida completa
acaba de cambiar porque disfruto tener tu lengua en mi
boca, y mis dedos en tu trasero.
Taehyung intentó controlar su diversión, pero realmente,
el tono serio en el que había hablado seguido de la irónica
ceja de Jungkook levantada cuando volteó su cabeza en la
almohada, eran demasiado.
—Bueno, odio ser el que te diga esto, pero te lo dije.
—Entonces no lo hagas —sugirió Jungkook, volteando su
cabeza para mirar el techo. Taehyung se apoyó en su codo
a su lado y lo miró con una sonrisa nerviosa.
—Vale, no lo haré.
—Bueno. Porque odio a los sabelotodo presumidos.
—Mierda, entonces me odiarás.
Taehyung realmente no se refería a eso, esperó, pero
cuando los ojos de Jungkook se encontraron con los
deTaehyung, se preguntó, por un minuto, cómo se sentiría
si él terminaba haciendo que Jungkook lo odiase.
—Ya veremos.
Ante el ambiguo comentario, Taehyung presionó: —¿A
qué te refieres? —Eso significa que… veremos.
—¿Me verás de nuevo?
Rodando hacia él, Jungkook tomó los labios de Taehyung
con los suyos y lo besó. Fue casto pero largo, y cuando
terminó Jungkook sonrió.
—Me pongo duro con tan solo pensar en ti. Necesito
saber si hay más. Quiero saber por qué respondo de la
forma en que lo hago contigo. Si tan solo es la forma en la
que luces…
—¿Te gusta cómo me veo?
—Cállate. Sabes que todos te desean. Supongo que no
soy la excepción.
Taehyung pasó sus dedos por el liso pecho de Jungkook
hacia su tetilla, donde la rodeó.
—Bueno, ahí es donde te equivocas.
La mano de Jungkook presionó en el pecho de Taehyung.
—¿Por qué?
Taehyung quería contarle que él nunca había querido o
perseguido tan duro a nadie. También nunca había estado
de acuerdo en ir a un ritmo así de lento.
Pero cuando miró a Jungkook, quien estaba mirándolo,
esperando con una mirada de no-te-creeré-nada, Taehyung
terminó con:
—Solo lo haces —se dijo a sí mismo que estaba satisfecho
con el asentimiento que Jungkook le dio, cuando se movió y
salió de la cama.
—¿Te importa si tomo esa ducha ahora?
—No.
Jungkook se alejó de la cama. Cuando casi estuvo en el
baño, Taehyung dijo su nombre. Jungkook paró y se dio
vuelta, otra vez, luciendo ese cuerpo sexy, ahora cubierto
con su esperma, y Taehyung sintió el emocionante deseo en
la base de su eje.
—¿Si?
—¿Cuánto te ha gustado esto? —preguntó, aunque era
completamente ególatra.
Pero cuando el cuerpo de Jungkook respondió, estaba
contento de haber preguntado.
—Lo suficiente como para estar pensando en eso y
queriendo hacerlo de nuevo. ¿Está bien?.
Taehyung estiró sus piernas provocativamente, y los ojos
de Jungkook se detuvieron a observarlas.
—Es perfecto. Ahora, báñate antes de que se me olvide
que eres nuevo en todo esto.
—Difícilmente soy virgen.
Poniendo un brazo detrás de su cabeza y aún tocándose
casualmente, Taehyung respondió con un guiño.
—Estás donde quiero que estés. Ahora, ve a ducharte,
Jungkook. Estás demasiado desnudo y yo demasiado
cachondo.
Levantando sus palmas, Jungkook entró a la ducha
mientras decía:
—Vale, ya lo hago, ya lo hago.
Y cerró firmemente la puerta.
15. Trece

Jungkook calculó haber estado mirando el techo poco


más de seis horas, y todavía no había encontrado ninguna
respuesta a sus preguntas. La primera y más importante,
¿Qué se supone que debo hacer ahora?.
La noche anterior parecía tan lejana, pero cada vez que
cerraba los ojos, podía ver y sentir todas las cosas que
habían sucedido como si Taehyung aún yaciera a su lado.
No estaba ahí, por supuesto, porque Jungkook se había
marchado tan pronto como había terminado su ducha.
Él pensó que había manejado todo bastante bien, pasear
casualmente en el piso de Taehyung como si estuviera con
hombres diariamente. Pero en realidad, en algún momento
de su ducha, Jungkook había empezado a cuestionar todo lo
que había hecho desde que caminó a través de la puerta del
apartamento de Taehyung sólo horas antes. Rodando sobre
su costado, Jungkook vio la chaqueta echada sobre la silla
en la esquina de su habitación y fue transportado de
inmediato a la noche anterior.

―¿Estás seguro de que no quieres quedarte? ―preguntó


Taehyung mientras caminaban hacia la puerta principal.
Jungkook se encogió de hombros en su chaqueta de
cuero y tomó el casco de las manos de Taehyung cuando se
detuvieron en la entrada.
―Nah, creo que debería irme. —Jungkook se volvió hacia
la puerta y alcanzó el picaporte.
―¿Jungkook?
Mirando hacia atrás por encima del hombro, Jungkook
vio algo que todavía no había visto en Taehyung,
preocupación.
―¿Estás bien?
¿Estoy bien?, Probablemente no.
Volviéndose para quedar delante de Taehyung, Jungkook
buscó en su rostro, tratando de descifrar si algo al respecto
lo desanimaría.
No vio nada.
―Estoy bien.
―¿Solo bien? ―cuestionó Taehyung pensativamente.
Fue como si Taehyung pudiera sentir un cambio en
Jungkook de antes y después de la ducha.
―Sólo necesito un poco de tiempo para…
―¿Preocuparte? ¿Para convencerte de que todo esto
estuvo mal?
Dando un paso adelante, Jungkook apoyó la mano
izquierda en la pared junto a la cabeza de Taehyung.
―Necesito pensar, procesar todo esto.
―Para asustarte.
―Cierra la boca.
La mirada de Taehyung se mantuvo firme mientras le
aseguraba: ―Está bien preguntarse cosas.
―No lo estoy haciendo.
―¿Ni siquiera un poco? ―bromeó Taehyung. Tomó los
lados de la chaqueta de Jungkook y acercándolo más,
Taehyung dio un golpecito en la esquina de la boca de
Jungkook con la punta de su lengua—. Yo sí.
―Mentiroso. ―Jungkook deslizó su lengua por ese labio
inferior con el que estaba fascinado.
―Pensé que te estabas yendo ―recordó Taehyung.
―Así es. ―Jungkook mordisqueó la parte superior de la
boca de Taehyung mientras empujaba sus caderas hacia él.
―No parece así.
Levantando sus labios, Jungkook señaló―: Eso es porque
te estás aferrando a mí.
―Bueno, tu boca estaba molestando a la mía.
Jungkook quitó la mano de la pared, y la acercó para
cubrir el puño derecho de Taehyung.
―Sólo necesito un poco de tiempo para pensar, ¿de
acuerdo?
―Está bien. ― Taehyung soltó su agarre―. Pero no
demasiado tiempo, mañana, almorcemos. Es tu día libre,
¿no?
―¿Memorizaste mi horario? Qué dulce.
―Que te den.
―Ya me dijiste que no estaba preparado para eso, así
que ahórrate tus ofrecimientos.
―Por lo tanto, ¿es una oferta ahora? ¿No una amenaza?
Mírate, entusiasmándote con la idea. Eso me excita
demasiado…
Jungkook negó con la cabeza y se apartó para caminar de
regreso a la puerta. Por encima de su hombro, gritó:
―Se te ofrece una pulgada…
―Y querré seis o siete más* ― Taehyung respondió.
―Dios. ―Jungkook se rió mientras abría la puerta y se
iba, sabiendo que iban a reunirse en el almuerzo al día
siguiente. Simplemente no estaba seguro de lo que
sucedería después de eso.

Agarrando su teléfono celular de la mesita de noche,


Jungkook abrió su carpeta de contactos, buscó el número
de Taehyung, y pensó que un mensaje de texto sería mejor
que lidiar con la boca arrogante de Taehyung tan
temprano.
Buenos días.
Tecleó “enviar” y se preguntó cuán rápido tendría una
respuesta. Fue casi de inmediato.
Taehyung: Estás despierto muy temprano para ser
un día libre.
Jungkook: No pude dormir.
Taehyung: ¿Debo pedir disculpas?
Jungkook: ¿Lo sientes?
Taehyung: Buen punto. No.
Jungkook: Entonces, no te disculpes.
Taehyung: ¿Por qué no pudiste dormir?
Jungkook: Cabeza ocupada.
Taehyung: ¿Lo sientes?
Jungkook debió haber observado ese mensaje más
tiempo de lo que pensó porque su teléfono vibró de nuevo.
Taehyung: Te lo sigo diciendo, no pienses
demasiado, Jungkook.
Jungkook: No es así de fácil.
Taehyung: ¿Por qué?
Jungkook: Porque no.
Taehyung: Te he dicho ya que “porque no” no
funciona conmigo ¿Por qué?.
Jungkook: Porque no puedo dejar de desearte y eres
un HOMBRE. Y no me gustan los hombres. Uf, yo no
entiendo por qué estoy… joder… nadie que conozco va
a entenderlo.
Taehyung: ¿Como quién?
Jungkook: Amigos, familiares…
Taehyung: Espera, ¿vamos a presentarnos a la
familia ahora?
Jungkook puso los ojos en blanco ante la pregunta. La
mera sugerencia de algo nada casual, y Taehyung cambió
de coqueto y exigente, a sarcástico y contundente.
Jungkook: Olvídalo.
Taehyung: No, no hagas eso.
Jungkook: ¿Hacer qué?
Taehyung: Cabrearte. Eres tan terco.
Jungkook: Y tú eres imposible.
Taehyung: ¿Tienes el ceño fruncido?
Jungkook presionó sus dedos en el ceño entre sus cejas
antes de poner su vista de nuevo al teléfono.
Jungkook: Sí.
Taehyung: Hmm, ambos sabemos cómo me hace
sentir eso.
Jungkook: ¿De la misma manera que te sientes
acerca de todo?
Taehyung: ¿Cómo es eso?
Jungkook: Excitado.
Taehyung: ¿A tu alrededor, Jungkook? 24/7. Ahora,
¿A qué hora vendrás a buscarme para el almuerzo?
Jungkook: Yo no voy a buscarte.
Taehyung: Entonces, ¿quieres que YO te busque a
TI? Dame tu dirección. Estaré allí lo antes posible.
Jungkook miró alrededor de su habitación y se imaginó a
Taehyung ahí un poco con demasiada facilidad, y eso lo
tuvo buscando su engrosada erección. Pero en el último
segundo, se detuvo.
Jungkook: Voy por ti.
Taehyung: Eso pensaba.
Jungkook: ¿Qué vamos a decirle a la gente?
Taehyung: ¿Gente? ¿Cómo quién?
Jungkook: No sé. ¿Cualquier persona?
Taehyung: Nada. No es asunto de ellos.
Jungkook: ¿Pero si preguntan?
Taehyung: Entonces, les diré que se vayan a la
mierda.
Jungkook: ¿Qué. Si. Ellos. Preguntan. Taehyung?
Taehyung: No lo harán. Pero SI lo hacen, les diré
que estamos en un almuerzo para discutir tu caso.
Jungkook: Estás en el otro lado.
Taehyung: Bueno, todo el mundo sabe que me gusta
jugar en ambos equipos.
Jungkook: No ayudas.
Taehyung: ¿Te estás riendo o frunciendo el ceño?
Jungkook: Ambos.
Taehyung: Bueno, mierda, ahora quiero besarte.
Jungkook miró esa línea y la leyó una y otra vez antes de
que otro texto llegara.
Taehyung: ¿Me dejarías?
Jungkook: Sí.
Taehyung: Eso fue rápido.
Jungkook: Eso fue honesto.
Taehyung: Y ESO es sexy. Dios, no puedo estar tan
duro en el trabajo. Bien, así que dime, ¿a qué hora
vas a estar aquí?.
Jungkook miró el reloj en su mesilla de noche para ver
que ya eran las nueve y media.
Jungkook: ¿Qué tal a las 12:30?
Taehyung: ¿Qué tal a las 11:30?
Jungkook: ¿Tendrás hambre, entonces?
Taehyung: Sí, pero no de comida ¿Jungkook?
Decidió hacer caso omiso de la primera parte del texto,
contestó con un.
Jungkook: ¿Sí?
Taehyung: No puedo dejar de pensar en tu boca.
Y así de fácil, Taehyung le había tumbado en la cama con
una sonrisa.
Jungkook: Bueno, es mejor que lo intentes.
Taehyung: Oh, lo he intentado, y no puedo esperar.
Nos vemos a las 11:30.
Jungkook: Sí. Nos vemos.
Entonces, tan pronto como empezó, la conexión terminó.
¿Un adelanto de lo que vendrá? Jungkook se preguntó.
Sólo el tiempo dirá.
* ** *
Taehyung se sentó detrás de su escritorio con el teléfono
a la oreja y un ojo en el reloj.
Once y cuarto, Jungkook debería estar aquí pronto… si
aparece. Él va a venir. Dijo que lo haría, y si Jungkook es
algo, es innegablemente honesto.
Mientras colgaba la llamada, la puerta de Taehyung se
abrió, y Hoseok asomó la cabeza a través del pequeño
espacio, haciendo un gesto como si estuviera preguntando,
¿Puedo pasar?.
Levantando su mano, Taehyung hizo un gesto para que
entrara, y mientras la puerta fue empujada un poco más, el
rostro de Hoseok pasó de serio a una sonrisa de come
mierda. Detrás de él estaba Jungkook, pareciendo cualquier
cosa menos cómodo, y estaba mirando a su alrededor
detrás de la constitución de Hoseok.
Voy a matarlo, pensó Taehyung mientras sus ojos se
encontraron con los de su hermano.
Mientras Hoseok entraba en la habitación, se desabrochó
la perfecta chaqueta negra y metió las manos en los
bolsillos.
El Hijo de puta está disfrutándolo.
Jungkook, por otra parte, parecía tenso como si estuviera
visitando al dentista. Se movió dos pasos dentro de la
oficina y se quedó tan cerca de la pared del fondo como era
posible.
¿Qué le dijo Hoseok?
La atención de Taehyung se trasladó a Hoseok, que
estaba de pie por el esquina de su escritorio, fingiendo
mirar el correo de la bandeja. Fue tan impropio de su
hermano que se estuviera tomando el tiempo para husmear
en la forma en que lo hacía, que Taehyung supo que algo se
tramaba, y no en el buen sentido. Era más como voy-a-
joderte.
Taehyung miró detenidamente a Jungkook, que estaba
mirando el casco rojo en su mano y con la otra metida en
sus pantalones vaqueros. Llevaba una camisa blanca con
esa sexy chaqueta de cuero, y cuando Taehyung finalmente
alejó su mirada de él y se volvió hacia Hoseok, su hermano
levantó una ceja y luego abrió su puta boca.
―El Sr. Jeon dijo que lo llamaste por un asunto de
negocios.
Taehyung entrecerró los ojos hacia Hoseok mientras
empujaba su silla hacia atrás alejándose de la mesa y se
puso de pie. Abotonando su propia chaqueta, se dirigió
hacia donde estaba Hoseok.
―Sí, eso es correcto. Tenemos que hacer un par de
cosas.
Hoseok se volvió hacia él, y su boca se volvió una
delgada línea mientras dejaba caer varios sobres en la
bandeja del escritorio de Taehyung. En silencio, inclinó la
cabeza y se dirigió de nuevo a la puerta pasando a
Jungkook, quien todavía no había dicho ni una palabra,
pero estaba mirando a Hoseok sin expresión alguna en su
cara.
Hoseok le reconoció, abrió la puerta, y en el último
momento, miró hacia atrás. Luego se dirigió a Taehyung
con una voz que le hizo querer tirarle algo.
―Es curioso que yo no estuviera informado acerca de
esta reunión ya que yo manejo el caso de la señora Jeon. Lo
siento, quise decir el caso de su ex.
Taehyung continuó con su mirada de muérete-ya. Hoseok
volvió su mirada a Jungkook y le dijo en esa controlada voz:
―Si él no le da todas las respuestas por las que vino,
asegúrese de hacérmelo saber, y yo intentaré con todas mis
fuerzas, aclarar las cosas.
―Fuera, imbécil ―espetó Taehyung, buscando sobre su
escritorio algo para lanzarle.
―Ya me voy ―respondió Hoseok por encima del hombro,
dejando la oficina y cerrando la puerta detrás de él.
Taehyung miró a través del amplio espacio donde estaba
Jungkook inmovilizado con una mirada de vete-a-la-mierda,
si alguna vez había visto una. Cruzando los brazos sobre su
pecho, Taehyung descansó contra el escritorio detrás él y
apoyó su culo en la superficie. Cruzó las piernas y
permaneció en silencio mientras Jungkook continuaba
humeando. Justo cuando Taehyung entendió que tendría
que ser el primero en decir algo, Jungkook dio un paso
adelante.
―¿Qué le dijiste acerca de nosotros? ―escupió a
Taehyung.
Justo ese, Taehyung sabía, era el mayor temor de
Jungkook, presentándose como una maldita valla
publicitaria gigante. El pensar que la gente supiera
exactamente lo que había hecho y disfrutado de la noche
anterior.
A la mierda con eso, pensó Taehyung. Tiempo para una
revisión de realidad, Sr. Jeon.

Jungkook estaba mortificado, y enojado. Sabía que venir


aquí fue una idea terrible, pero estúpidamente había dejado
que Taehyung y su lengua de plata lo convencieran de
hacerlo de todos modos. Tan pronto como se había bajado
del ascensor y le dijo a la recepcionista que estaba allí para
ver a Taehyung, le habían indicado ir todo recto. A mitad de
camino en el interior de las oficinas reales, se había
encontrado con el hombre alto y rubio, cuyo nombre no
podía recordar, que había visto por primera vez en el bar, y
la segunda, en la puta reunión con su ex mujer.
En un primer momento, el socio de Taehyung le había
mirado como si estuviera tratando de recordar si había
olvidado algo, y luego Jungkook había visto sus astutos —
sí, definitivamente astutos, ojos casi sonreír, si fuera
posible que los ojos lo hicieran.
―¿Cómo puedo ayudarle hoy, Sr. Jeon? No me di cuenta,
¿teníamos una reunión?.
En el momento en que eso había salido de su boca,
Jungkook supo que estaba jodido. Había tartamudeado sus
palabras y prácticamente tropezó por todo el maldito lugar
hasta que finalmente dijo la mentira planeada por
Taehyung.
Algo en la cara del tipo había mostrado el hecho de que
sabía que Jungkook estaba mintiendo, y Jungkook había
sentido el calor en sus mejillas mientras lo seguía, como un
niño obediente, a la oficina de Taehyung. Como si eso no
fuera suficiente, la interacción que entonces había tenido
lugar en el interior de la oficina había confirmado todo.
El tipo sabe de nosotros con seguridad, y eso enfureció a
Jungkook más que nada.
Él todavía estaba echando humo sobre Taehyung, quien
se apoyaba casualmente contra su escritorio, con los brazos
cruzados.
―¿Qué le dijiste acerca de nosotros?
Todavía agarrando su casco en la mano, Jungkook se
determinó no soltarlo, porque una vez que obtuviera una
respuesta del hombre frente a él, se iría de allí como el
infierno. Lo que no esperaba era que Taehyung se alejara
tranquilamente del escritorio y se acercara a él.
Joder, este hombre puede volverme loco fácilmente.
Cuando finalmente Jungkook quería que dijera algo, por
supuesto, mantuvo su boca cerrada.
―¿Habría matado un minuto de tu vida no decir algo a
todos acerca de a quién te estás follando?
Fue entonces cuando Taehyung se detuvo justo en frente
de él y finalmente habló:
―Yo no te estoy follando… todavía.
Jungkook se burló y decidió que esto sería todo después
de esta conversación. Bien podría lanzar mi propio golpe.
―Y ahora, nunca lo harás.
Antes de que Jungkook pudiera anticipar el movimiento,
Taehyung se acercó y agarró el casco de su mano.
Dejándolo caer en el suelo junto a ellos con un fuerte golpe,
y luego caminó para acercarse, empujando a Jungkook
hasta que su espalda estuvo contra la pared.
―Usted tiene mal carácter, Sr. Jeon.
―Quítate de encima ―gruñó Jungkook entre dientes.
―No estoy sobre ti.
―Sí, mierda, que lo estás.
―Estoy contra ti. Hay una gran diferencia. Anoche, por
ejemplo, cuando estabas acostado en mi cama, desnudo,
con tus piernas abiertas y yo entre ellas, en ese entonces
estaba sobre ti.
La respiración de Jungkook se aceleró cuando Taehyung
levantó una mano y la colocó en la pared junto a su oreja.
―¿Entiendes la diferencia?
―Me importa una mierda los detalles. Aléjate. De. Mí.
En lugar de escucharlo, Taehyung colocó su otra mano
por su cabeza en la misma posición que la otra.
―Cállate, Jungkook.
―Que te de…
―No ofrezcas a menos que lo cumplas ―le advirtió
Taehyung.
Jungkook juró que si hubiera aceptado, Taehyung le
habría quitado sus pantalones allí mismo.
―Ahora, si mal no recuerdo, me dijiste que podía besarte
la próxima vez que te viera.
Apretando sus puños a sus costados, Jungkook sintió su
mandíbula pesada.
―Yo no dije eso, y eso fue antes.
― ¿Antes?
― ¡Antes de que me enterara de que no puedes
mantener tu maldita boca cerrada!.
Taehyung parpadeó detrás de sus gafas, su rostro una
máscara de molestia.
―¿Y qué es exactamente lo que crees que dije?
―Aléjate ―reiteró Jungkook.
―No. Habla ―dijo Taehyung con una calma que
enfurecía más a Jungkook―, ¿qué crees que le dije?.
―Es obvio que le dijiste a tu socio acerca de nosotros.
Apuesto a que se burlaron a lo grande del hombre
heterosexual que está durmiendo contigo.
Taehyung acercó su cara a una pulgada de la de
Jungkook, quien podía sentir su corazón golpeando dentro
de su pecho. Taehyung estaba tan cerca que su pelo negro
tocaba la nariz de Jungkook mientras negaba con la cabeza
de lado a lado antes de levantar la cara otra vez y pasar su
lengua a lo largo de su labio inferior.
Sí, joder, lo miré.
―Bueno, vamos a aclarar una cosa ―afirmó Taehyung en
una voz baja.
Eso debería haberle indicado a Jungkook que el
temperamento de Taehyung estaba aumentado de manera
constante hasta el punto de ebullición, donde ahora se
tambaleaba.
―¿Ese compañero de trabajo mío? Su nombre es Hoseok,
y quien ya te dije, también es mi hermano. Él estaba
simplemente especulando porque yo le dije que te quería
cuando estábamos en el bar la otra noche. Él está
molestándome a mí, no a ti, y no le dije absolutamente
nada.
Jungkook estaba más allá de escuchar en este momento,
y sólo quería irse. Trató de dar un paso adelante, pero
Taehyung se lo impidió empujando su espalda a la pared
mediante la conexión de sus caderas.
Taehyung preguntó en voz baja, como la calma antes de
la tormenta.
―¿Eso aclara todo?
Negándose a ceder, Jungkook levantó la barbilla, con el
ceño fruncido al hombre inflexible frente a él.
―Joder, eres tan testarudo. Bien. Si no vas a hablar, solo
quédate ahí y trata de no disfrutar lo que tanto temes de
aceptar que te gusta.
Cuando Taehyung movió la cabeza hacia él, Jungkook
levantó la mano y colocó su palma contra el pecho fuerte
contra el que había dormido la noche anterior, impidiendo
que esa boca tocara la suya.
―Eres tan valiente, ¿no es así, Taehyung? Caminando
por la vida, pretendiendo tener toda tu mierda en orden** .
Oh, lo siento, esa es la palabra equivocada, ¿no? ¿De quién
tratas de esconderte? Estás incluso más jodido que yo.
Quieres que acepte todo lo que está pasando, pero no se
puedes incluso elegir un lado.
Cuando la palabra final salió de su boca, la mano de
Taehyung dejó la pared y rodeó su muñeca en un apretón.
―Deja de hablar, Jungkook.
―No.
―Deja. De. Hablar. Maldita sea, estás empezando a
enfurecerme.
―Lo lamento por ti, maldita sea. ―Cuando Jungkook
escupió esas tres palabras, Taehyung se veía como si
quisiera golpearlo. Pero en lugar de ser golpeado en la
mandíbula, Taehyung lo alejó de la pared, y en un rápido
movimiento, le dio la vuelta.
Antes de que Jungkook pudiera incluso preguntar qué
demonios estaba haciendo, Taehyung lo empujó contra la
pared, así que Jungkook tuvo que mover la cabeza hacia un
lado para no romperse la nariz, su mejilla izquierda pegada
con la superficie fría de la pared frente a él. Su brazo
izquierdo estaba torcido detrás de su espalda, y Taehyung
apretó sus caderas tan fuerte que Jungkook podía sentir la
forma de su pene, larga y rígida.
―Ahora. ¿Tengo tu atención, Jungkook? ―retumbó
Taehyung contra su oreja derecha.
―Suéltame ―exigió Jungkook a través del nudo que
tenía en la garganta.
Taehyung golpeó su longitud contra el culo de Jungkook,
cubierto por la mezclilla de los vaqueros.
―Pero tú fuiste el que quería que eligiera un lado
―recordó―, tomo este lado por ahora. Joder, tus hombros
anchos, tu mano atrapada en la mía con tu culo acunando
mi pene.
El cuerpo de Jungkook vibraba, y odiaba el hecho de que
estuviera realmente excitado mientras era prisionero
contra una maldita pared.
―Sí, por ahora, y sólo porque no me has tenido. Es todo
por la emoción de la persecución. No pretendas que esto es
algo más.
Jungkook hizo una pausa mientras la mano libre de
Taehyung se deslizó alrededor de su cintura y se movió
hacia su cremallera frontal. Jungkook se resistió moviendo
sus caderas hacia atrás, tratando de escapar, pero sólo
logró que su culo fuese masajeado por el cuerpo firme de
Taehyung.
―Vas a conseguir exactamente lo que quieres de mí,
entonces estarás satisfecho, y voy a estar atrapado por mi
cuenta, tratando de decidir qué demonios acabé de dejar
que sucediera.

Taehyung podía sentir todo el cuerpo de Jungkook


agitado contra el suyo, y no estaba seguro de si era por la
lujuria o por las palabras que el hombre acababa de decir.
Jungkook estaba obviamente en conflicto por lo que sentía,
sin embargo, él todavía estaba aquí, él incluso había venido
a verlo.
―Jungkook. Te lo juro, yo no le he dicho nada a Hoseok
―prometió Taehyung contra su oreja.
―Pero él lo sabe, ¿no? ¿Él sabe que algo está pasando?.
Taehyung acarició con su mano el bulto que podía sentir
detrás de los pantalones vaqueros de Jungkook, y cuando
Jungkook suspiró y movió sus caderas contra su palma,
Taehyung sintió que temperatura aumentaba.
―Él es un tipo inteligente, y me conoce ―admitió
Taehyung.
―Así que, en otras palabras, él sabe que consigues a
quien quieras entre las sábanas antes de deshacerte de
ellos como basura.
―Dios, eres bastante imbécil cuando quieres serlo.
―Estoy diciendo la verdad, ¿y tú? ―Jungkook finalmente
volvió la cabeza hacia atrás para mirar a Taehyung
directamente a los ojos.
En lugar de responder, porque no sabía qué decir,
Taehyung tomó la boca de Jungkook con la suya propia y
abrió camino a su lengua. Empujó hacia adelante, acuñó su
pene duro contra los pantalones vaqueros que cubrían el
culo firme de Jungkook.
―Oh mierda ―maldijo Jungkook cuando apartó la
boca―, tócame. No… No… No lo hagas. Joder, no lo sé,
Taehyung. Mierda, ¡No sé lo que quiero!.
Taehyung masajeó su mano contra la cremallera de los
pantalones vaqueros de Jungkook.
―Sí, lo sabes ―desafió con cuidado, tratando de calmar
al hombre contra él, mientras desabrochaba el botón y
lentamente bajaba la cremallera―, todavía no lo entiendes,
¿verdad, Jungkook? No estoy buscando a nadie más, solo a
ti.
Introdujo la mano en el pantalón de Jungkook, Taehyung
pensó que sentiría algodón, pero cuando sus dedos rozaron
el pelo áspero, gimió en voz alta.
―¿Sin ropa interior? ¿Viniste a verme sin maldita ropa
interior?.
La dura mirada de Jungkook se cerró cuando la mano de
Taehyung excavó en los vaqueros. Taehyung observó parte
de la boca de Jungkook abrirse y un suspiro tembloroso
salió de él, cuando los dedos de Taehyung rozaron la
cabeza regordeta y húmeda del pene atrapado en el
interior del pantalón. Incapaz de contenerse a sí mismo,
Taehyung deslizó la mano más adentro, para que pudiera
envolver sus dedos alrededor de la erección dura de
Jungkook.
Jungkook gruñó contra él. ―No. Detente. Aquí no, no en
tu oficina.
Las manos y las caderas de Taehyung se detuvieron
mientras lo miraba a los ojos que le devolvían la mirada.
Estaban llenos de deseo, frustración, y una vez más, esa
emoción-confusión malditamente molesta.
―Deja de pensar tanto. Dime, ¿qué quieres?.
Taehyung contuvo la respiración mientras esperaba la
respuesta honesta de Jungkook. ―A ti. Dejando todo lo
demás de lado, te quiero a ti.
Sacando la mano de los pantalones vaqueros de
Jungkook, también liberó el brazo que había estado
conteniendo a la espalda de Jungkook, y cuando Jungkook
volvió a encararlo, Taehyung acunó su rostro con las manos
y apretó su boca a la suya, besándolo con fervor.
Cuando sintió las manos de Jungkook en su cintura,
Taehyung gimió y giró un poco la cabeza para acariciar su
lengua contra la de Jungkook en un beso que bordeaba
dulzura tanto como lujuria y excitación. Cuando Taehyung
sintió su control y se detuvo y se echó un poco hacia atrás.
Sin soltar el rostro de Jungkook, le dijo―: Entonces, hazlo.
Olvídate de todo lo demás y ve a dónde te lleva todo esto.
Con la ira de Jungkook aparentemente fuera, sus labios
se curvaron ligeramente en una media sonrisa y dijo:
―Me trajo aquí, a tu oficina, y directo a un infierno de
problemas.
―Y eso es exactamente por lo que debes seguir a donde
te lleva.
Taehyung dejó caer las manos de la cara de Jungkook y
dio un paso atrás. Mientras lo hacía, su visión se
desvaneció hasta el pantalón de Jungkook, y sacudió su
cabeza.
―Súbete la cremallera, “Commando”***, o estaré a
punto de descubrir muy rápidamente lo mal que se sentirá
esa madera en mis rodillas.
―Entonces, ¿almorzamos? ―preguntó Jungkook,
abrochando sus vaqueros.
―Sí, vamos a almorzar, no voy a volver a la oficina.
―Bueno…
―¿Qué tal una cena? ―sugirió Taehyung.
Jungkook parecía perplejo. ―¿Una cena real? ¿Cómo,
comida? Porque yo tenía la impresión de que comería
cuando llegara aquí.
Taehyung caminó alrededor de su escritorio y se sentó.
Sentado de nuevo en su silla, apretó una mano contra la
erección que todavía estaba presente pero que finalmente
empezaba a comportarse. Luego se quitó las gafas antes de
frotarse el puente de la nariz.
―Una cena real. Dime dónde reunirnos.
Jungkook pensó en donde podían ir, y se acercó para
pararse frente a la mesa. ―¿En ―O’Malley “?
―¿El pub?
―Sí, el pub. ¿Suena bien para ti verdad?
Taehyung asintió y se puso sus gafas. ―¿A qué hora?
Jungkook se encogió de hombros mientras le ofrecía.
―¿A las Ocho?
―Que sea a las nueve, así puedo llegar a casa y
ducharme.
En cuanto la palabra salió de su boca, él vio los ojos de
Jungkook oscurecerse y sabía que estaba recordando la
última vez que habían estado juntos en su cuarto de baño.
―Está bien ―coincidió Jungkook mientras caminaba
hacia atrás, todavía mirando a Taehyung sentado en su
silla. Jungkook se inclinó, recogió su casco, y luego inclinó
la cabeza a un lado antes de agitarla.
La expresión hizo a Taehyung curioso, por lo que tuvo
que preguntar,
―¿Qué?
―Te ves sexy, sentado allí todo profesional, en tu traje y
lentes detrás de ese escritorio.
Bueno, joder, yo me lo busqué. La falta de disimulo de
Jungkook finalmente me meterá en una mierda de tonelada
de problemas, pensó Taehyung mientras “Commando” se
dio la vuelta y salió de su oficina.
*Es un dicho como “te doy la mano y me tomas el codo”,
es decir que se aprovecha de la situación o las exagera.
**Jungkook dice “…your shit straigth.” Hace un juego de
palabras con “straight” que se puede entender como ‘en
orden’ tanto como “heterosexual”.
***La palabra “Commando” se refiere a cuando una
persona no tiene puesta ropa interior.
16. Catorce

Taehyung llegó primero, lo que no había esperado,


aunque probablemente debería haberse basado en sus
anteriores encuentros con Jungkook. El tipo siempre
llegaba cinco minutos tarde. Entrando al pub, se alegró de
ver que no había mucha gente. La noche del lunes no era
exactamente la noche más ocupada de la semana.
Había elegido ir casual, llevando unos vaqueros cómodos
y una camiseta de botones blanca. Había traído su
chaqueta con él, pero realmente, ni siquiera era una noche
fría. Escogiendo una cabina contra el muro, se aseguró de
ponerse enfrentado la puerta, y se sentó, esperando.
Estaba esperando en una cita. Demonios, ¿cuándo pasó
eso? Cuando conocí a Jungkook, pensó con una irónica
sacudida de cabeza.
Usualmente, hasta ahora, Taehyung habría perseguido,
atrapado y soltado. Pero con Jungkook, aún estaba
persiguiendo, y quién sabía si alguna vez iba a atraparlo. El
hombre estaba esquivándolo constantemente, como un
animal sobresaltado. Un minuto, Jungkook estaba
paralizado y al siguiente, estaba corriendo por su vida. Pero
había unas pocas ocasiones en las que Taehyung lo había
atrapado, y, demonios, si el hombre no valía el tiempo, él
era delicioso.
Cuando estaba pensando en esto, la puerta del bar se
abrió y Jungkook atravesó la entrada. El cuerpo de
Taehyung se puso en alerta mientras miraba el objeto de su
atención escanear el tenue espacio. Supuso que podía
levantarse y saludarlo con la mano, pero, bueno, no lo hizo.
Estaba demasiado ocupado disfrutando de la vista sin
restricciones.
Jungkook llevaba vaqueros, justo como él, pero una
camiseta negra sin mangas que se apreciaban en el paisaje
junto con la chaqueta que llevaba a todo sitio.
Necesito verlo en esa motocicleta.
Jungkook escaneó el pub y cuando le encontró, empezó a
caminar hacia la cabina. Mientras sus grandes piernas se
comían el espacio entre ellos, Taehyung sintió su polla
sacudirse con anticipación de lo que iba a suceder después,
bueno, con suerte.
Jungkook se paró en el asiento vacío y tiró su chaqueta
en la esquina. Deslizándose dentro, enfrente a él, Taehyung
sintió sus rodillas saltar mientras Jungkook parecía
relajarse en el gran espacio que ocupaba.
—Perdona, llegué tarde. Me retuvieron.
—¿Qué me importa que llegues tarde? Así, puedo verte
caminar hacia aquí.
Jungkook se rió entre dientes y cogió el pequeño menú
en la mesa.
—Bueno, esta es una primera vez. Normalmente me
patean el culo cuando llego tarde.
Taehyung sabía exactamente a lo que se estaba
refiriendo después del intercambio que había presenciado
entre Jungkook y su ex, y no siendo nadie para meterse en
el arbusto, decidió solamente quedarse en la mesa.
—Yo no soy tu ex, Jungkook. No voy a preguntarte dónde
has estado o joderte por haber llegado cinco minutos tarde.
Ahora, si llegas una hora tarde, más te vale tener una
excusa muy buena o al menos ofrecerte a compensármelo
de rodillas.
Jungkook puso una mano en la mesa y tamborileó con
sus dedos en un silencioso tatuaje en la madera.
—¿Cómo si…? —bromeó Jungkook, pero se paró en mitad
de la frase.
—¿Como si…? Adelante, pregunta.
La boca de Jungkook se crispó hacia arriba.
—¿Quieres decir, como si, yo te hiciera una mamada?
Taehyung levantó sus cejas.
—¿Impresionante, no? Que sea tan fácil de complacer.
Jungkook le miró de una manera que hacía que la polla
de Taehyung se excitara extremadamente.
—¿En qué estás pensando?
Levantando una mano, Jungkook la pasó por su pelo y se
encogió de hombros. —Estaba preguntándome si sería
bueno en ello o si me gustaría siquiera. Taehyung no pudo
evitar el gruñido de risa antes de que le dijera
rotundamente:
—Podrías ser el peor del mundo en chupar pollas, pero el
hecho de que tú fueras el que tendría los labios alrededor
de mí… —Saboreó el pensamiento por un segundo, y
entonces le guiñó el ojo a Jungkook—. Me volvería
malditamente loco.
Ahora conociendo a Jungkook, por muy molesto que
fuera, Taehyung no estaba sorprendido cuando lamió sus
labios, con la idea creciendo en su cabeza.
—¿En serio?
—En serio —aseguró Taehyung mientras ponía la mano
debajo de la mesa para ajustar su polla, que también estaba
de acuerdo.
Estaba tan ocupado comiéndose a Jungkook con los ojos
que Taehyung ni siquiera vio a la guapa morena que se
paró junto a él y les dio la bienvenida.
—Hola, chicos. ¿Qué tal están esta noche?.
La mirada de Jungkook se movió de él hacia la camarera,
y entonces la sonrisa salvaje, la única que Taehyung no
había visto desde la primera noche en que se conocieron,
se expandió por su cara. Era coqueto, abierto, y tan
jodidamente sexy.
—Bien, gracias. ¿Y tú?.
La camarera volvió su cuerpo hacia el de él, y Taehyung
podía decir que le estaba lanzando su mejor mirada de
estoy —interesada, y por un momento rápido, Taehyung
pudo jurar que había sentido…
Mierda… Celos.
—Estoy muy bien.
Taehyung rodó sus ojos y sonrió cuando sintió la rodilla
de Jungkook cepillarse contra la suya, permaneciendo
conectados debajo de la mesa.
—¿Qué puedo traerles para beber? —continuó ella,
hablándole solo a Jungkook. Taehyung se sentó
pacientemente, y miró al hombre sentado enfrente de él.
Jungkook se concentró en la mujer y le dijo, relajado y
cómodo:
—Yo tomaré una Corona, y él quiere una mamada.
La rodilla debajo de la mesa se apoyó firmemente contra
la suya cuando los ojos de Jungkook se encontraron con los
de él, y la mujer junto a Taehyung se giró finalmente para
mirarle a él, soltando una pequeña risa.
—No nos piden mucho eso aquí. ¿Eres muy exigente?.
No tan fácilmente avergonzado, Taehyung sintió una
sonrisa curvar sus labios.
—Nah, no particularmente, pero este tipo me debe una.
Rápidamente, miró a Jungkook, cuya atención estaba
ahora solamente en él. Taehyung estaba forzándose a no
reírse cuando sintió un pisotón en el pie.
—Le hice probar una la otra noche, ¿ya sabes, como un
chiste? —informó Taehyung a la mujer, mientras oía a
Jungkook toser a través de la mesa—. ¿Estás bien?.
—Sí —se las arregló para decir.
Taehyung estaba satisfecho de notar que ahora Jungkook
parecía avergonzado y mucho menos engreído y confiado
sobre su broma que se le había volteado.
—Oh, ya veo. Entonces, es una venganza por comprarle
una bebida afeminada, ¿eh? Bueno, no te preocupes, me
aseguraré que sea una buena.
Taehyung tocó la punta de su lengua con su labio
superior, bajó la voz y sugirió de manera provocativa:
—Oh, estoy seguro de que lo harás.
Con una ligera y airosa risita, ella se dio la vuelta y se
alejó de ellos, dejando a Taehyung mirando a través al
hombre que estaba sacudiendo la cabeza.
—¿Qué? —preguntó.
Jungkook apoyó la espalda en la cabina, y su rodilla
volvió a apretarse contra la de Taehyung.
—No puedes contenerte, ¿no?
Poniendo su brazo a través del asiento, Taehyung se
dobló, para estar más cómodo.
—¿No puedo detener qué?
—El sexo. Simplemente sale de tu boca con quien sea.
—Lo empezaste tú. ¿Una mamada? Necesitas hacerlo
mejor para avergonzarme.
—No estaba intentando avergonzarte.
—Sí, lo estabas, pero no funcionó. Todo lo que hizo fue
hacerme pensar en poner mi polla en tu boca.
Jungkook sacudió la cabeza de nuevo con una risita. —
Nunca he conocido nadie como tú.
—¿Oh?
Taehyung quería saber más pero se guardó la curiosidad
cuando vio a la camarera volver hacia ellos con una botella
alta y rellena con lima y un tipo raro de vaso con…
Dios, nata montada. Ugggh
Ella lo puso entre ellos, la botella primero, y mientras
Jungkook la cogía, ella se aseguró de que sus dedos
conectaran. Taehyung lo sabía porque…
Bueno, la estoy viendo con él y estoy todo como un novio
celoso.
—Gracias. —Jungkook le sonrió mientras cogía la
cerveza.
Entonces ella se giró hacia Taehyung y dejó su vaso en la
mesa.
—Y aquí está lo tuyo. Conoces la forma tradicional de
beber esto, ¿no?.
Taehyung podía pensar alrededor de cien respuestas
inapropiadas para eso, pero en lugar de decirlas, se hizo el
tonto.
—No ¿Cómo debería beberlo?
La camarera empezó a explicarlo, pero Taehyung se
encontró atrapado por Jungkook empujando su lima en la
cerveza con su largo dedo índice. De repente, tenía una
vista clara de sus dedos por todos los lados, y Taehyung
encontró difícil incluso comprender lo que la mujer al lado
de él estaba soltando hasta que ella dijo:
—Entonces, nada de manos, solo una boca muy abierta.
Muchos ponen la mano detrás de su espalda.
Taehyung asintió con la cabeza como si estuviera
barajando su propuesta, entonces preguntó:
—Pero, ¿qué es una mamada sin manos?
Él vio la cara de ella pasar de un delicioso blanco pálido
a una brillante sombra de rojo mientras levantaba sus ojos.
Ella se tropezó un poco antes de responder:
—Ah, sí… Por supuesto, las manos son buenas también
para otras cosas.
Rápidamente, ella volvió a mirar a Jungkook justo cuando
Taehyung lo hizo, y ellos le encontraron con la espalda en
la cabina, acunando su cerveza. Cuando sus ojos
conectaron, Jungkook levantó la botella, la acercó a su sexy
boca y tomó un trago de la cerveza sin decir ni una maldita
cosa. Pero Taehyung sabía que Jungkook estaba pensando
sobre su propia experiencia reciente con respecto a manos,
bocas, y…
Si señor, mamadas.
—Bueno, si eso es todo —murmuró ella, a punto de
alejarse caminando.
—En realidad, voy a tomar una hamburguesa mediana
con patatas —pidió Taehyung, y luego añadió —, y una
Heineken.
Ella asintió antes de volverse hacia Jungkook para su
pedido. —Pediré las alas de pollo, por favor.
—¿Templado o caliente?
Él dirigió su mirada a Taehyung y miró a…
Mi boca, puto coqueto.
—Caliente, por favor.

Jungkook miró fijamente a Taehyung, quien parecía


determinado a sacudir los cimientos sobre los que estaba
acostumbrado a mantenerse de pie. Todo sobre él lo
llamaba, desde la relajada forma en que estaba vagueando
en la cabina, hasta el brazo Soy-Guay-Y-Estoy-Tranquilo que
tenía apoyando en la espalda del asiento. Sin mencionar
sus ojos azules, sin las gafas, que estaban constantemente
observándole. El hombre era completamente carismático, y
Jungkook tenía una erección con él que simplemente no iba
a irse.
—¿En qué estás pensando? —preguntó Taehyung
mientras la camarera se alejaba.
Decidiendo que necesitaban tener esta conversación y
ponerlo en la mesa, Jungkook respondió:
—¿Qué sobre mi?
—Quiero saber dónde ves esto —Jungkook señaló entre
ellos—, en el futuro. ¿Esto es un polvo rápido para ti?
Porque… yo no lo sé. No puedo cambiar mi vida entera por
una noche en tu cama.
—¿Qué hay de dos noches? —remarcó Taehyung con
poca seriedad.
—¿Qué hay de ponerse serio un momento?
Taehyung bajó su brazo y se movió para apoyarse en la
mesa.
—Te quiero a ti. Dime cómo puedo tenerte.
Jungkook llevó la cerveza a su boca y dio otro trago de
los grandes. Poniéndola lentamente de vuelta a la mesa,
rozó con su rodilla con la pierna apoyada en el interior de
la suya propia.
—¿Por una noche?
Taehyung le miró hambrientamente, y ofreció: —Por
tanto como quieras.
Con eso, Taehyung torció su torso abajo en la mesa con
sus manos detrás de la espalda y abrió los labios a través
del borde del vaso delante de él.
Jungkook miró a Taehyung con expresión extasiada,
mientras Taehyung levantaba su cabeza y sorbía el dulce
contenido de la bebida en un trago.
Levantando una mano, Taehyung tomó el vaso de entre
sus labios, pero antes de bajarlo, se aseguró de pasar su
lengua por tanto como pudo del vaso, dejándolo limpio de
la nata líquida del interior. Cuando lo hizo, lo dejó en la
mesa, y se quitó con el pulgar los restos de su labio inferior,
y sonrió.
Jungkook estaba igualmente frustrado y encendido por lo
que Taehyung acababa de hacer, pero al mismo tiempo,
estaba aún inseguro sobre todo lo que estaba sintiendo. Por
eso, permaneció en silencio mientras Taehyung se volvía a
sentar casualmente y ponía su brazo a lo largo del asiento.
—Hmm, siempre tienes que asegurarte de chupar hasta
la última gota. No quieres malgastar el final de una buena
mamada.
Jungkook se aclaró la garganta, saliendo de la confusión
sexual en que estaba y parpadeó hacia él.
—¿Es eso cierto?
—Bueno, esa es mi regla de todos modos.
—¿Chupas hasta la última gota?
—¿De ti? —preguntó Taehyung con un guiño coqueto—.
Cuenta con ello.
Estirando sus dos manos, Jungkook arrastró la botella
una y otra vez mientras se mordía el labio.
—Vale, volvamos a lo de antes. ¿Qué tal sobre contarme
algo de ti? —propuso Taehyung.
Jungkook no pudo evitar el sonido de una risa saliendo
de él. Taehyung levantó una ceja.
—¿Qué es tan divertido?
—Estaba pensando en cuanto tiempo hacía que tenía una
cita.
—Entonces, ¿esto es una cita?
Jungkook se removió en su asiento y miró alrededor para
asegurarse de que nadie estaba escuchando.
—Bueno, ¿no lo es?
—No lo sé. ¿Consigo besarte al final?
— Taehyung, vamos, sé serio.
—Estoy siendo serio.
Jungkook levantó la botella de nuevo, y esta vez, se
acabó la cerveza mientras buscaba una respuesta mejor
que la que acababa de dar
Entonces, Taehyung se lo concedió.
—Sí, esto es una cita. Estoy saliendo con alguien a quien
encuentro extremadamente atractivo. Estoy a punto de
invitarle a cenar, y con un poco de suerte, acompañarle
fuera y darle un beso de buenas noches.
—Acompañarme fuera, ¿eh? ¿Por si me asaltan en mitad
de un callejón oscuro y espeluznante?
Los párpados de Taehyung bajaron hasta que la mirada
apuntaba al camino de Jungkook, se extendió un fuego en
su estómago e hizo a su polla elevarse.
—No. Para que entonces, pueda besarte fuertemente y
entonces mirarte marcharte con tu motocicleta. He estado
fantaseando con eso de verte sentado en esa vibrante pieza
de metal desde que entraste en el bar con ese casco.
—¿En serio?
—Sí, en serio. Tienes toda la cosa de rebelde sexy
controlada.
Jungkook sacudió la cabeza.
—¿Rebelde? No soy yo. Estoy recto* como vienen.
Taehyung ladró una divertida risa.
—Eso es como muy fácil. No puedes sólo facilitarme
frases y esperar a que me siente aquí en silencio.
—Nunca esperaría que estuvieras en silencio en ningún
sitio. Dime algo sobre ti mismo. ¿Dijiste que Hoseok es tu
hermano? ¿Tienes más hermanos o hermanas?
Taehyung sacudió la cabeza cuando la camarera apareció
con su comida. Ella deslizó las alas delante de Jungkook y
dejó la hamburguesa de queso para Taehyung.
—¿Quieres otra cerveza?
Él estaba a punto de responder cuando Taehyung levantó
la voz: —Sí, tráele una, ¿lo harías cariño?
Ella sonrió a Taehyung antes de alejarse trotando.
—Puedo pedir una cerveza, lo sabes —apuntó Jungkook.
—Sí, pero entonces tengo que ver cómo babea a tu
alrededor.
—¿Celoso? —bromeó Jungkook, agarrando una pieza de
apio y metiéndola en la salsa de queso azul.
—Sí. Quiero que babees sólo en mí.
Chirriando sus dientes con una sonrisa, Jungkook mordió
el vegetal y masticó lentamente.
—Hoseok es mi único hermano para responder a la
pregunta. Y es mi medio hermano. Nos conocemos desde
que tenemos dieciocho.
Volviendo a meter el apio en la boca, Jungkook lo acabó.
—¿Por qué dieciocho? ¿O eso es muy personal?
Taehyung agarró la botella de kétchup, la agitó unas
pocas veces, y entonces lo echó sobre algunas de las
patatas, y lo metió todo a su boca.
—¿Hambriento? —preguntó Jungkook viéndole con la
boca llena.
—Me estoy muriendo de hambre, me perdí el almuerzo,
¿recuerdas?
Jungkook cogió un ala, la untó en la salsa azul, y
entonces se la metió en la boca. Después de dar unos pocos
mordiscos, la devolvió al plato, y entonces empezó a lamer
sus dedos uno por uno. Una vez que todos estaban limpios,
miró a través de la tabla para encontrar que Taehyung se
había concentrado en el dedo más cercano de la boca.
Sintiéndose relajado y juguetón, Jungkook se tomó un
momento para aspirar aquel en su boca y hacer un gran
show de ello.
Taehyung tosió y se removió en su asiento antes de
centrarse de nuevo.
—Viví con mi madre. Tenía una relación… bueno, una
aventura, supongo que se podría llamar así, con nuestro
padre cuando la madre de Hoseok estaba embarazada. Él
permaneció casado con la madre de Hoseok, y ellos
vivieron como una gran familia feliz.
—Oh… Vaya.
—Sí. Gran hombre, ¿no? Una pena que esté muerto.
Jungkook notó, por la forma reducida en que Taehyung
había terminado esa historia en particular, que el tema
estaba cerrado por ahora. Intentando pensar en algo en lo
que decir, decidió que comer parecía ser un buen plan al
que recurrir cuando Taehyung agarró su hamburguesa y le
dio un gran mordisco.
Silencio. A veces eso era mucho más efectivo para
solidificar una unión que toda la charla del mundo.

Taehyung se sentó tranquilamente mientras tomaba un


tercer mordisco de su hamburguesa, e internamente se
maldecía a si mismo por ser un gran imbécil. No era la
culpa de Jungkook que justo hubiera preguntado la única
cosa que le sacaba de sus casillas.
Él podía decir que Jungkook estaba intentando encontrar
algo que decir, pero parecía haberse rendido por el
momento. Cuando la camarera apareció con dos cervezas
más, ninguno de los dos le dijo nada. Esta vez, solamente
estaban sentándose en un silencio pensativo.
Vamos, hombre, líbrate de esa mierda. ¡Por fin le tienes
sentado delante de ti, y lo estás jodiendo!.
Levantando su cerveza hacia sus labios, Taehyung abrió
la boca y continuó por el estúpido camino de hacer todo
mal esta noche:
—Entonces, ¿cuánto has estado casado?
Jungkook estaba a medio camino de llevar un ala a sus
labios pero se paró y miró a Taehyung, bajándola de nuevo
al plato. Limpiándose las manos con la servilleta, Jungkook
lentamente cogió su Corona y dio un trago largo.
—Lo siento —le dijo Taehyung—. No es de mi
incumbencia.
Pasando una mano por su cara, Taehyung pensó, ¿Por
qué estoy jodiendo esto tanto?. Nunca soy así,
especialmente con gente que quiero en mi cama. Sigue el
programa, Kim.
—Cuatro años.
Las palabras salieron como una maldición, y cuando los
ojos de Taehyung se encontraron con los de Jungkook a
través de la mesa, Jungkook continuó:
—Me pasé tres y medio de esos cuatro intentando pensar
cómo dejarlo.
—¿Y al final?
—Me levanté una mañana, abrí la puerta principal y me
fui.
—Sólo así, ¿eh?
Asintiendo, Jungkook respondió: —Justo así.
—Ella es una idiota.
Jungkook cogió el ala que había dejado. —¿Por qué dices
eso?
Taehyung le vio mover la mano hacia la salsa azul donde
sumergió el pollo y entonces lo acercó a su boca.
—Porque yo nunca te dejaría simplemente irte.
Jungkook tragó una vez antes de desafiarle:
—¿Qué harías en vez de eso?
Taehyung se encogió de hombros.
—Probablemente pelear contigo, y entonces arrastrarte
hasta la habitación.
—¿Es así como has resuelto tus anteriores relaciones?
Odio recordarte esto, pero estás soltero.
—Nunca he estado en una relación —admitió Taehyung,
cogiendo comida de su plato.
—¿Nunca?
—Nunca —confirmó y se comió la patata.
No queriendo hacer un gran problema de ello, Taehyung
explicó,
—Simplemente no estaba interesado.
Jungkook, por supuesto, no le dejó librarse con eso.
—¿Y ahora?
—¿Ahora? —repitió Taehyung, como si no hubiera
entendido la pregunta.
—Sí, ¿ahora?
Taehyung sintió una sonrisa genuina cruzar sus labios
mientras revisaba cada milímetro de Jungkook que estaba
visible.
—Ahora, estoy real y jodidamente interesado.
—No estoy seguro sobre todo esto, Taehyung.
Taehyung sintió su corazón latiendo en su pecho
mientras empujaba su plato a través de la mesa hacia el
hombre que estaba sosteniendo ahora… ¿Qué
exactamente… mi felicidad? En sus manos.
—Mira, sé que probablemente piensas que soy la peor
decisión que has tomado nunca.
Jungkook no dijo nada para mostrar su desacuerdo, pero
pasó una mano por su pelo.
—Pero ya sabes toda la mierda mala sobre mí. Vamos,
¿qué más te preocupa?
—¿En serio? ¿Me estás preguntando eso? —preguntó
Jungkook incrédulo casi como si pensara que Taehyung
estaba loco—. Déjame hacerte una lista. Digamos que hago
esto, todo esto, y por una semana estás feliz, contento y
consigues lo que quieres. Seguimos, y mis compañeros de
trabajo empiezan a hacerse preguntas, mi pronta ex mujer
de alguna manera se entera, y Dios lo prohíba, mi familia lo
hace, también. Entonces, tú te aburres una semana
después y dices, “Lo siento Jungkook, pero fue divertido”.
Eso es todo lo que me preocupa, una completa revolución
en mi vida. Y todo porque quieres dormir conmigo.
Taehyung se sentó de nuevo, y esta vez, pasó sus piernas
alrededor de las de Jungkook antes de que él le empujara,
atrapando las manos del hombre entre las suyas propias.
—Primero que todo, nunca te haría eso.
—¿Cómo sé eso? —preguntó Jungkook.
—No lo sabes. Tendrás que confiar en mí.
—¿Sabes lo ridículo que suena eso? Lo siento, pero
¿sabes lo que veo cuando te miro?
Taehyung estaba bastante seguro de que no iban a ser
halagos, pero siguió adelante y preguntó de todos modos:
—No, ¿qué ves?
—Veo imprudencia. Veo que eres de poca confianza. Veo
alguien con quien estoy aterrorizado de arriesgarme
porque no sé si estará aquí para tomar mi mano si salto por
ese precipicio —parándose, Jungkook se apoyó—. Dijiste
antes que soy un rebelde. Bueno, no lo soy. Soy aburrido,
hago todos los días lo mismo, y no he salido con nadie
desde que dejé a mi esposa. Pero tú apareces y ahora, no sé
qué pensar.
—Entonces, ¿eso es todo? Jungkook, cada decisión, ya
sea entre un hombre y una mujer o dos hombres, siempre
viene con riesgos. Pensar lo contrario es ingenuo, y tú no
eres eso. Pero no puedo darte garantías. Sólo puedo darte
mi palabra, y si eso no es suficiente…
Jungkook cerró los ojos por un segundo, y Taehyung tuvo
que pararse físicamente de saltar a través de la mesa para
tranquilizar a aquel hombre.
—Si eso no es suficiente —empezó de nuevo—, entonces
¿por qué seguimos aquí siquiera?
Taehyung quería saber mientras su mal humor crecía.
Jungkook miró hacia él.
—Porque eres la primera persona que me ha hecho sentir
desde que huí del desastre. Y eres la única persona en la
que pienso cuando no puedo dormir por la puta noche.
Taehyung empujó sus manos por el aire, frustrado.
—Vale, entonces, ¿ahora qué?
—No lo sé. —Jungkook se encogió de hombros y tiró su
servilleta en la mesa.
—¿Jungkook? — Taehyung esperó pacientemente a que
Jungkook le mirara
— Dime, ¿qué quieres de mí, de esto?
Jungkook parecía darle vueltas a la pregunta antes de
responder: —Quiero que o dejes de venir por el bar, o…
Taehyung se agarró a la palabra colgando entre ellos.
—¿O…?
—O prueba que estoy equivocado.
Respirando con alivio, Taehyung se sentó hacia delante,
poniendo los brazos en la mesa.
—¿Y cómo hago eso?
—No estoy seguro. Pero quizás tú debas probar algo
nuevo —sugirió Jungkook.
Taehyung levantó su mano para mirarlo mientras
preguntaba:
—¿Algo cómo?
Entonces, con determinación, Jungkook le dijo:
—¿Qué hay de intentar ver dónde va esto conmigo y sólo
conmigo?.
* Otra vez haciendo referencia al juego de palabras con
“straight” — “heterosexual”.
17. Quince

Jungkook se sentó en silencio mientras Taehyung pagaba


la cuenta, y luego se enderezó, mirando hacia abajo a
donde seguía sentado.
─¿Estás listo?
¿Listo para qué? Jungkook agarró su chaqueta y se
deslizó fuera del reservado.
Taehyung todavía no había dicho una palabra sobre lo
que habían discutido. Claro, Jungkook había lanzado la
mala idea de ver cómo las cosas entre ellos progresarían y
como predijo, Taehyung no había dicho más que unas pocas
palabras. Podría haber dicho que estaba interesado, pero
como Jungkook había sospechado, la realidad es que había
puesto a Taehyung inquieto.
Jungkook no había tenido la intención de expresar esa
petición particular, especialmente esa noche, pero antes de
que él pudiera impedirlo, las palabras habían salido de su
boca. Después de todo, la idea de ir más lejos por un
camino tan poco familiar, con alguien que puede
simplemente levantarse e irse, lo estresaba.
De pie, se aseguró de mantener sus ojos en el hombre
que lo esperaba. Sin decir una palabra, Jungkook se volvió
y se dirigió a la puerta. Empujándola para abrirla, no se
molestó en mirar atrás para ver si Taehyung lo seguía.
Sabía que lo hacía.
Yendo hacia el callejón estrecho entre los edificios,
Jungkook se volteó para bajar al pequeño estacionamiento
donde había dejado su motocicleta. A mitad de camino,
sintió una mano firme que agarró su brazo y lo dio vuelta.
Jungkook sabía lo que venía, o pensó que sabía, mientras
era empujado hasta una parada, enfrentando a Taehyung.
─Entonces, si yo digo que sí, eso te convertiría en mi,
¿qué?
Jungkook podía oír los autos circular por la carretera
principal frente a O’Malley, y mientras buscaba la cara
cubierta por sombras, probó diferentes palabras en su
cabeza ¿Novio? ¿Estoy de acuerdo con tener un novio? ¿O
qué? ¿Un amante? ¿Un amante masculino? Eso habría sido
alarmante y ligeramente cómico si no lo deseara tanto
como ahora se daba cuenta de que lo hacía.
─Pensé que no te gustaban las etiquetas ─fue lo que
finalmente dijo Jungkook.
Taehyung se acercó y lo movió hacia atrás adentrándose
en el sombras.
─Me está gustando la idea de tener una contigo.
─Lo digo en serio, Taehyung. No creo que yo sea…
─Jungkook apagó sus pensamientos confusos mientras unos
ladrillos ásperos subieron contra su espalda.
La pierna derecha de Taehyung se movió entre las suyas
mientras presionaba acercándose a Jungkook y acariciado
sus mejillas, deslizando sus manos en su cabello. Jungkook
se estremeció ante el firme apretón en el que Taehyung lo
había tomado, mientras bajaba la cabeza hasta que sus
labios estaban a sólo una pulgada de distancia.
─No crees, ¿qué? No me gustan las etiquetas, Jungkook.
Pero estoy hablando en serio acerca de probar esto. Sino,
habría pagado la cuenta y te hubiera mandado a la mierda.
Jungkook parpadeó varias veces, bajó los ojos hacia la
boca de Taehyung y dejó que sus manos se desviaran a la
cintura de Taehyung donde las deslizó en torno a la tela de
jean que cubría su trasero.
─Nunca me mandarías a la mierda ─murmuró Jungkook,
mucho más confiado mientras apretaba el trasero en sus
manos, meciendo su erección contra la que estaba teniendo
Taehyung.
─No lo haría, ¿eh?
Jungkook se dio cuenta de que esta era la primera vez
que había iniciado las cosas, y como Taehyung comenzó a
reaccionar de verdad, sintió una emoción sexual y caliente
patinar por su columna vertebral. Él estaba anticipando lo
que estaba por venir cuando llegaran a su casa, a solas.
─No. Me deseas demasiado.
Cuando la última palabra se deslizó de sus labios, la boca
de Jungkook fue aplastada en un beso feroz que lo hizo
cerrar los ojos y respirar agitadamente. Gimiendo en la
boca abierta sobre la suya, Jungkook clavó los dedos en el
trasero de Taehyung y lo movió hacia arriba sobre las
puntas de sus pies para acercarse más al hombre que
estaba actualmente borrando cada pensamiento que tenía.
Taehyung no estaba parado sin hacer nada tampoco. La
pierna entre los muslos de Jungkook se movía hacia arriba,
y mientras sentía la presión adicional sobre sus bolas
dolientes, Jungkook llevó su mano libre hacia la cara de
Taehyung. Cuando el cabello estaba raspando debajo de su
palma, el ansia de Jungkook por ese hombre se triplicó
mientras le recordaba exactamente a quien estaba
besando.
Sacando la mano del culo de Taehyung, Jungkook
rápidamente la deslizó entre ellos y presionó su mano
contra el frente de los vaqueros de Taehyung. Curvando sus
dedos alrededor de la erección que podía sentir, Jungkook
comenzó a masajear esa longitud rígida.
─Sí ─ Taehyung suspiró contra sus labios─. Esa mano
izquierda es tan excitante, quién lo hubiera dicho.
Jungkook se rió entre dientes y luego se tomó un
momento para morder el labio de Taehyung cuando se
atrevió a preguntar─: ¿Quieres venir a casa conmigo?
Taehyung persiguió su boca con la lengua mientras
Jungkook lo provocaba y tiraba la cabeza hacia atrás, todo
mientras continuaba apretándolo y acariciándolo.
─Maldito ligón —lo acusó Taehyung.
─Te encanta.
Jungkook sintió y oyó la lucha interna de Taehyung
mientras recuperaba el aliento, y sus caderas continuaban
moviéndose contra su mano.
─Así que, realmente vamos a probar esto, ¿eh?
─preguntó.
Jungkook se centró y confirmó─: Eso creo. Eso significa
que no le darás esto ─para enfatizar acarició el bulto de
Taehyung ─, a nadie más.
Abruptamente, Jungkook descubrió que le levantaba la
mano y la atrapaba por sobre su cabeza contra los ladrillos
con Taehyung presionándolo y sofocándolo. Jungkook
siempre olvidaba lo fuerte que era este tipo hasta que salía
con cosas como estas.
─Por lo tanto, ¿eso significa que tengo la oportunidad de
dártelo a ti?
El corazón de Jungkook tronó al pensar en las
implicaciones detrás de esa pregunta y lo que significaba
para él.
─En su mayor parte ─concordó, con la esperanza de que
fuera suficiente por el momento.
Como Taehyung lo observaba de cerca, Jungkook sintió
que sus nervios se filtraban de nuevo. ─Te quiero en mi
cama, la misma cama en la que me acuesto por la noche,
pensando en ti, pero no creo que esté listo para eso,
todavía.
─Entonces, ¿para qué estás listo?
─Estoy listo para admitir que estoy extremadamente
atraído por ti y que no puedo dejar de pensar en la forma
en la que te veías tumbado en tu cama, desnudo y duro, tan
condenadamente duro.
─Fóllame, Jungkook ─maldijo Taehyung.
Jungkook recogió las palabras y respondió en una
promesa áspera. ─Eso, también. Quiero hacer eso, también.
Jungkook observó cuidadosamente a Taehyung mientras
fruncía el ceño y lo liberó. Pensando que había dicho algo
malo, Jungkook se mantuvo en silencio y esperó.
─¿Cuál es tu dirección?
─¿Eh? ─Fue la brillante respuesta de Jungkook.
─¿Tu dirección? La necesito para encontrar tu casa.
─No, no la necesitas ─dijo Jungkook ─, vas a venir
conmigo.
─¿Y cómo voy a hacer eso?
─Yo nos llevaré a casa.
─¿En tu motocicleta?
Jungkook rodó los ojos. ─No, en mi alfombra mágica.
─No voy a subir a la parte trasera de tu motocicleta,
como una chica.
Jungkook se encogió de hombros y empujó a Taehyung
mientras se giraba y comenzaba a caminar por el callejón
hacia el aparcamiento.
─Así que, ¿renuncias a la posibilidad de estar presionado
contra mi culo todo el camino a casa? ─Lo desafió y
comenzó a reír cuando oyó pasos detrás de él.
Taehyung murmuró─: Oh, ¡al diablo!

Taehyung se paró frente a la motocicleta brillante y


negra que Jungkook había estacionado a su lado.
Él negó con la cabeza. ─De ninguna manera.
Observó con cautela mientras Jungkook se movió hacia la
parte posterior de la motocicleta y se quitó el casco rojo y
entonces sí, sólo jodidamente perfecto, un casco negro.
─¿Qué? ─preguntó a Taehyung como si él no viera el
problema.
─El asiento en esa cosa es muy pequeño. Simplemente
voy a tomar un taxi.
Jungkook volvió a él y le empujó el casco negro contra su
estómago.
─Supéralo, Taehyung, y ponte el maldito casco.
Taehyung miró a Jungkook mientras se ponía la chaqueta
y luego empujó el casco rojo a través de su cabeza.
Mientras volcó la visera hacia arriba, Taehyung arqueó una
ceja y miró el negro en su mano.
─¿Qué tan lejos está tu casa? ─A unos diez minutos.
─Diez minutos es tiempo suficiente para que me caiga y
pierda un brazo o una pierna.
─¿No confías en mí?
Refunfuñando para sí mismo, sus ojos siguieron a
Jungkook mientras se movía de nuevo hacia la moto, pasó
la pierna revestida con jean sobre el asiento, y se sentó a
horcajadas sobre ese pedazo de máquina de aspecto
malvado.
Finalmente cedió, sabiendo que nada le impediría
mantenerse cerca y personal con el hombre actualmente
sentado con las manos apoyadas en sus muslos, Taehyung
empujó el estúpido casco en su cabeza y caminó hacia a la
moto.
─Si muero, sólo quiero que sepas que nunca te viste más
caliente que ahora mismo, y que esa es la única razón por
la estoy a punto de arriesgar mi vida.
Jungkook levantó una mano, y antes de cerrar la visera,
prometió─: Me voy a ver incluso más caliente, en quince
minutos, cuando esté desnudo. Así que deja de quejarte y
súbete a la moto, Taehyung.
─Vete a la mierda ─respondió, subiendo a la parte
posterior de la motocicleta y agarrando la cintura de cuero
frente a él.
Jungkook dio vuelta al encendido, y la moto rugió a la
vida.
Sus muslos rozaron contra los Jungkook, y cuando se
deslizó más abajo en el asiento, su polla apoyada contra el
hombre que se agachaba frente a él.
Hm, esto podría no ser tan malo después de todo.
Eso fue hasta que Jungkook puso su pie en el acelerador,
y la moto realmente se movió.

Diez minutos más tarde, y llegaron a su destino.


Jungkook estacionó en el garaje del estacionamiento, apagó
el motor, y sintió las manos de Taehyung moverse hacia sus
muslos y luego en el medio.
─Ahora puedes bajarte ─informó Jungkook mientras
levantaba sus manos para quitarse el casco.
Oyó un ruido sordo y se volvió hacia su pasajero de
manos sueltas. Tendiendo su mano, empujó hacia arriba la
visera de Taehyung.
─¿Qué fue eso? ─preguntó.
La mano derecha de Taehyung encontró su ingle, y
repitió sus palabras de hace un momento. ─Eso es lo que
estoy tratando de hacer, aléjate.
Eligió ignorarlo lo mejor que pudo, y Jungkook le
preguntó─: No fue tan malo, ¿verdad?
Taehyung canturreó un poco en su garganta. ─Ésta es la
mejor parte.
─Baja de la moto, Taehyung, así podemos ir arriba.
Al parecer, Jungkook no necesitaba decírselo dos veces.
Taehyung lo liberó y se movió hacia atrás para girar su
larga pierna hacia arriba y sobre el asiento. Una vez que se
bajó, se quitó el casco, y la boca de Jungkook se contrajo
ante el cabello, que por lo general estaba perfecto, y que
ahora era un desastre en la parte superior de su cabeza.
Jungkook siguió el movimiento de Taehyung, quitándose el
casco, y una vez que la moto estaba asegurada, se pasó una
mano por el pelo y notó que Taehyung estaba haciendo lo
mismo mientras se abrieron camino hacia el ascensor.
Cuando se abrió y se adentraron, Taehyung lo miró desde
donde estaba parado. ─Así que… ─Así que… ─regresó
Jungkook.
─Empecé a salir con alguien esta noche ¿sabías?
─bromeó Taehyung.
─No pensé que hacías ese tipo de cosas.
Taehyung le guiñó un ojo. La polla de Jungkook
palpitaba. ─Oh, no puedo esperar para hacer esto… Creo
que este tipo es diferente.

Taehyung sabía que no tenía que decir esas palabras


para conseguir lo que quería, pero era fundamental que
Jungkook lo supiera.
─¿Y por qué es diferente?
Buena puta pregunta. Era una para la que Taehyung no
tenía una respuesta todavía.
─No lo sé, pero tengo muchas ganas de descubrirlo.
Estaba a punto de moverse hacia adelante y besar a
Jungkook justo cuando el ascensor se detuvo y se abrió.
─Este es mi piso ─le dijo Jungkook mientras se
adelantaba. Taehyung lo siguió, tranquilo y paciente,
mientras el hombre frente a él le abrió la puerta de su
apartamento. Taehyung se volvió, encerrándolos del mundo
exterior, y cuando se dio la vuelta para enfrentar a
Jungkook, él ya estaba sobre Taehyung antes de que
pudiera parpadear.
Atrapado con la guardia baja, fue empujado fácilmente
contra la puerta mientras Jungkook ponía todo su peso
detrás de las palmas plantadas firmemente en el pecho de
Taehyung. Inmediatamente, sus bocas se conectaron en un
beso fundido, y Taehyung gimió cuando la mano de
Jungkook se movió directo hacia abajo entre ellos a su más
que interesada polla.
La cabeza de Taehyung golpeó la puerta, y Jungkook
liberó su boca mientras comenzaba a deshacer los botones
de la camisa de Taehyung.
─Dios, ¿qué te pasa?
─Nada. ─Jungkook respiró contra su cuello.
Taehyung llevó sus manos hacia arriba y agarró las dos
de Jungkook, empujándolo hacia atrás ligeramente.
─Sí. Hay algo diferente ¿Qué es? ─ Taehyung esperó y
cuando nada llegó, continuó─: Dime, ¿qué ha cambiado?.
La respiración de Jungkook se aceleró mientras liberaba
una de sus manos. Tocando la piel de Taehyung que había
puesto al descubierto a través de los dos primeros botones,
respondió, ─Me decidí, eso es todo.
─¿Te decidiste? ─cuestionó Taehyung ─. ¿Qué decidiste?
─Que quiero estar aquí. Basta de fingir. Basta de
engañarme a mí mismo. ─Jungkook siguió, deslizando su
dedo hacia el botón─. Así que, ¿vas a callarte de una
maldita vez y vas soltar mi mano?
─Depende. ─ Taehyung movió su cabeza hacia adelante
para capturar la boca de Jungkook en un beso rápido─.
¿Qué vas a hacer con ella? Dime.
El aliento de Jungkook flotó a través de su boca, mientras
Taehyung liberaba la otra mano de Jungkook, y volvió a
desabrochar la camisa de Taehyung.
─¿Te gusta hablar sucio, Taehyung?
─Me gusta cuando tú hablas sucio. Esa noche en el
teléfono fue increíble.
Taehyung descansó su cabeza contra la puerta y, ¡oh,
maldición, sí! Jungkook posicionó sus dientes a lo largo de
su mandíbula y los hundió en la carne. Metódicamente, se
abrió camino hasta su oreja con varios mordiscos y luego le
chupó el lóbulo de la oreja.
─Quiero darte lo que te debo, pero es posible que tengas
que enseñarme cómo.
Taehyung volvió la cabeza contra la puerta y miró la cara
de Jungkook.
─Será mejor que no estés bromeando conmigo.
─Nunca bromearía con esto.
─Está bien, entonces. Pero no aquí ¿Dónde está tu
habitación?
─¿No me quieres de rodillas? ─medio bromeó Jungkook.
La excitación de Taehyung se intensificó mientras miraba
de nuevo a Jungkook. ─Más de lo que imaginas, pero no en
tu primera vez.
Cuando Jungkook se apartó, Taehyung se quitó la camisa
desabrochada y la tiró en el suelo mientras se alejaba de la
puerta hacia el hombre que estaba caminando hacia atrás
por el pasillo.
Jungkook estaba ajustando audazmente la erección
evidente que tenía, y a Taehyung le comenzaba a gustar
rápidamente esta nueva confianza que tenía. Era como si
Jungkook podría finalmente hacer lo que quisiera porque
había renunciado a negar lo que sentía.
Los ojos de Taehyung no lo abandonaron a medida que
continuaron a través del diminuto apartamento. Con cada
paso atrás que Jungkook daba, Taehyung avanzaba hacia él.
Jungkook estiró sus manos hacia abajo y se quitó la camisa,
arrojándola a un lado, al igual que lo había hecho
Taehyung.
Taehyung tuvo que contenerse físicamente. Dejó que su
mirada divagara sobre lo que acababa de ser descubierto, y
cuando la espalda de Jungkook chocó contra lo que supuso
que era la puerta de su dormitorio, Taehyung sugirió─:
Déjame entrar.
Jungkook no habló ni se movió, pero vio como Taehyung
comenzó a desabrocharse los vaqueros.
─Hiciste más que esto anoche ─le recordó Taehyung
tranquilamente, sólo en caso de que estaba teniendo
algunas dudas.
Aunque ese no era el caso, cuando Jungkook giró la
manija y empujó la puerta para abrirla.
─Lo sé. Estoy mirando. No me apresures, maldición.
Taehyung dio un paso adelante hasta que estuvieron
pecho a pecho y cara a cara.
─Puedes mirar todo lo que quieras, ahí dentro. Ahora,
invítame a tu cama, Jungkook.
─¿Necesitas una invitación? ─Jungkook deslizó su palma
sobre el abdomen tenso de Taehyung y aún más bajo para
deslizarse entre sus pantalones abiertos.
─Quiero una. Quiero que tú me invites a tu cama.
Cuando la mano de Jungkook lo encontró, la boca de
Taehyung se abrió y un sonido ronco salió de su garganta.
─¿ Taehyung? Por favor, métete en mi cama. Ahora.
Taehyung pasó un brazo alrededor de Jungkook, agarró
su culo fuertemente, y dirigió al hombre hacia atrás
adentrándose en su habitación. Vio la cama, pero él estaría
maldito si iba a entrar en ella todavía con sus vaqueros
puestos.
Liberando a Jungkook de su agarre, se alejó, pateó sus
zapatos para sacárselos, e hizo un trabajo rápido
eliminando sus pantalones y el bóxer que quedaba
cubriéndolo. Cuando estaba completamente desnudo, trajo
sus ojos de nuevo a Jungkook, esperando lo mismo de él.
Pero no, Jungkook estaba de pie exactamente donde lo
había dejado, excepto que ahora, estaba amasando su
erección a través de sus pantalones mientras admiraba la
vista frente a él.
No queriendo quitarle nada a la inspección íntima de
Jungkook, Taehyung estiró su mano y comenzó su propio
ejercicio dándose placer.
La noche anterior había sido rápida y contundente.
Había sido un gran torbellino de Taehyung presionando a
Jungkook, y al final, consiguió resultados espectaculares.
Esta noche, en cambio era todo sobre Jungkook y lo que él
había decidido, y mientras Taehyung estaba parado frente a
él, podía darse cuenta de la diferencia en la mirada que
Jungkook estaba apuntando en su dirección.
El deseo grabado en la expresión tensa era la de un
hombre que estaba mirando y deseando a alguien que
anhelaba. No de alguien que estaba confundido acerca de
sus sentimientos. Taehyung se iba a mover, pero Jungkook
levantó una mano y lo detuvo.
─No. No. Déjame mirar.
Dicha solicitud tranquila y determinada casi puso a
Taehyung de rodillas. Jungkook se acercó a él, y extendió
una mano tentativa y Taehyung sintió los dedos de
Jungkook conectar con su pezón. Cerrando su mano
izquierda en un puño a su lado, siguió acariciando con su
otra mano su eje dolorido.
─¿Son sensibles? ─preguntó Jungkook.

─¿Te gusta que te los toque?


─Mhmm —murmuró Taehyung.
Jungkook miró a lo que sus dedos estaban tocando antes
de dirigir esos ojos calientes de vuelta a Taehyung. ─¿Y si
los lamo?
─¿Me estás preguntando si puedes?
Jungkook asintió. ─Sí.
Taehyung esperó tener la paciencia que se necesitaría
para atravesar esta noche, la cual pensó que sería de
descubrimiento para Jungkook, y la tortura para él.
─¿Jungkook?
─ ¿Hmm?
─Puedes tocar lo que quieras, puedes hacer lo que
quieras.
─¿Y si no te gusta?
Taehyung se contuvo de decir que Jungkook estaba loco.
─Confía en mí, me gustará.
Con suavidad, como si estuviera probando las aguas,
Jungkook rozó sus dedos sobre el pezón de Taehyung, a
través de su pectoral, y entonces delineó sus costillas hacia
el sur a la V de su ingle donde coqueteaba ligeramente.
─Esto realmente me excita ─admitió Jungkook.
─Tu tocándome ahí está realmente encendiéndome. Tú
también lo tienes, ¿ves? ─ Taehyung señaló mientras
indicaba el lugar donde los jeans de Jungkook se posaban
en lo bajo.
─Sí, pero la tuya es tan definida. ─Jungkook levantó su
mano libre para trazar el otro lado hasta que sus dedos
estaban tocando el vello púbico de Taehyung ─. Nunca
pensé que estaría tan excitado por el cuerpo de otro
hombre.
Taehyung soltó el agarre que tenía sobre sí mismo y
sujetó la nuca de Jungkook, tirándolo hacia delante y
presionando sus bocas. Taehyung gruñó cuando sintió dos
manos que se envolvían alrededor de su erección. A medida
que su lengua tocaba la de Jungkook, Taehyung impulsó sus
caderas hacia las manos sujetándolo, y su cuerpo se
estremeció cuando una de esas manos se movieron para
acariciar sus testículos. Alejando su boca, Taehyung jadeó
mientras dejaba caer la cabeza hacia atrás para
concentrarse en la manos que, finalmente, descubrían su
cuerpo.

No puedo dejar de tocarlo, pensó Jungkook mientras


acariciaba la carne turgente en su mano y jugó con los
sacos blandos, apretados y apretujados contra el cuerpo de
Taehyung. Ligeramente, apretó sus labios contra el lugar
que Taehyung había expuesto en la base de su cuello
cuando dejó caer su cabeza hacia atrás.
El cuerpo de Taehyung era irreal. Tenía músculos sobre
músculos, y la evidencia de su deseo excitaba a Jungkook
hasta el punto donde podía sentir su propio cuerpo rogando
por la liberación.
Cuando Taehyung se había desnudado y Jungkook
finalmente se permitió ese momento para realmente
asimilar y desear todo lo que estaba viendo, él pensó que se
correría allí mismo, en sus vaqueros.
No podía explicar por qué, pero ahora que había decidido
exactamente lo que quería, y eso era definitivamente
Taehyung, Jungkook lo deseaba, demasiado. Quería tocarlo
con las manos, probarlo con su boca y, sí, follarlo con su
polla.
Mientras ese último pensamiento se asentaba en su
mente, Jungkook apartó sus manos del cuerpo de Taehyung
y oyó a Taehyung ofrecerle una suave protesta contra sus
labios. Apartando su boca también, Jungkook dio un
pequeño paso hacia atrás y caminó alrededor de Taehyung
hasta que estaba parado detrás de él.
Jungkook vio las manos a los lados de los muslos gruesos
de Taehyung tensarse. Él tenía el poder para volver a este
hombre, a quien todo el mundo deseaba, completamente
loco. Jungkook puso las manos en las caderas de Taehyung
y tiró de él hacia atrás, por lo que su culo desnudo estaba
contra la erección oprimida en los jeans de Jungkook.
─Oh, mierda ─dijo Taehyung con voz áspera cuando
Jungkook rodó sus caderas contra él.
─¿Puedo cambiar de opinión?
─¿Qué?
Todo el cuerpo de Taehyung se tensó contra él. Jungkook
sabía lo que Taehyung estaba pensando, pero no podía
estar más equivocado.
─¿Puedo cambiar de opinión?
─¿Sobre qué? Porque si estás a punto de parar y decirme
que me vaya, quita tus malditas manos de encima, y déjame
ir, para que pueda calmarme.
Jungkook no hizo nada de eso. En cambio, puso sus
labios contra el hombro desnudo de Taehyung y deslizó sus
manos a su alrededor para delinear esa V sexy hasta la
polla lista y dispuesta de Taehyung. Acariciando con su
puño la longitud alargada de Taehyung, Jungkook mordió el
hombro debajo de su boca, fuerte, mientras traía sus
caderas hacia delante.
─Ah, ¿qué diablos?
Levantando su cabeza, Jungkook puso sus labios sobre la
oreja de Taehyung y confesó con voz llena de deseo
gutural.
─No quiero chuparte esta noche. Quiero follarte.
18. Dieciséis

Taehyung dejó físicamente de respirar cuando las


palabras de Jungkook se filtraron en su cerebro. No
importaba que esas manos cálidas estuvieran aún
atormentándolo. Con la clara impresión de la excitación de
Jungkook delineándose a la perfección contra su culo
desnudo, todo en lo que Taehyung podía pensar era en las
palabras, quiero follarte, saliendo de la boca de Jungkook.
—¿Nada?
Taehyung oyó la pregunta en la voz de Jungkook, y era la
verdad. No tenía nada. Nada que pudiera decir. Ni en un
millón de años Taehyung habría pensando que esto pasaría
esta noche. Nunca esperó que Jungkook lo quisiera tan
pronto. Taehyung pensó que tomaría un montón de
convencimiento de su parte.
—Si no quieres…
Finalmente, Taehyung se giró para hacerle frente al
hombre que parecía estar empezando a titubear.
—Pensé que tú…
Con una mano, Taehyung tocó la mejilla de Jungkook con
sus dedos y se inclinó para tomar su boca. Tan pronto como
sus labios se encontraron, Jungkook los separó, y Taehyung
metió su lengua. Acercándose más, apoyó su otra mano a
un costado de Jungkook cuando el beso se intensificó, y
aumentó el deseo.
Taehyung podía sentir la tela áspera contra su piel
mientras su polla se presionaba entre ellos, y la de
Jungkook permanecía confinada dentro de sus jeans.
Taehyung empujó su mano hacia abajo, forcejeó con el
botón y entonces bajó el cierre, a la vez que seguía
chupando la lengua de Jungkook.
Taehyung abrió el pantalón, y deslizó la palma de su
mano alrededor de la cinturilla de Jungkook, donde metió
los dedos dentro de sus bóxers. Cuando las manos de
Jungkook agarraron sus nalgas, Taehyung sonrió contra su
boca y se aseguró de acariciar con un dedo la cálida
hendidura del trasero de Jungkook.
—Ah —gimió Jungkook, apartando sus labios.
—Ves —le dijo Taehyung intencionadamente mientras lo
hacía de nuevo, y las nalgas de Jungkook se flexionaban—.
Se siente bien, ¿verdad? Relájate, se sentirá mejor. —Sintió
el cuerpo de Jungkook relajarse.
Pasando su dedo más abajo, se movió de nuevo, para
poder mordisquear la mandíbula de Jungkook. Taehyung
puso sus labios bajo su mejilla, y entonces hizo lo que
Jungkook había hecho antes. Comenzó a morderlo.
Las manos en su propio trasero estaban moldeando el
músculo allí a la vez que Taehyung se dirigía hacía el oído
de Jungkook, diciéndole—: Nada en este mundo podría
hacerme salir de esta habitación en este momento. Así que,
si realmente lo quieres, lo tendrás, Jungkook.
—Sí, lo quiero.
Los ojos de Taehyung se cerraron por un segundo
mientras trataba de calmarse, pero Jungkook estaba
empeñado en que eso no sucediera. Los dedos fuertes
detrás del culo de Taehyung entre sus nalgas comenzaron a
extenderse lentamente. Sintiendo su propia paciencia
debilitarse, Taehyung preguntó—: ¿Condones?
¿Lubricante?
Pero Jungkook no escuchaba. Estaba muy ocupado
moviendo sus caderas contra las de Taehyung, quien se
volvía loco mientras el erótico masaje continuaba. Jungkook
comenzó a hacer un sexy gruñido cada vez que sus pollas
se encontraban.
Ojos vidriosos encontraron los suyos, y cuando labios
hinchados y rizos salvajes le hicieron frente a Taehyung,
sintió su boca convertirse en una sonrisa de suficiencia.
—Eres un hijo de puta sexy cuando estás cachondo, ¿lo
sabes?
—Igual tú. —La voz de Jungkook en un tono que había
caído varias octavas estremecedoras.
—Mmm. ¿Tienes condones? ¿Lubricante?
Jungkook liberó su agarre y negó con la cabeza. —Ni
siquiera pensé en eso. Tengo lubricante.
—Y yo tengo condones.
La mirada que cruzó el rostro de Jungkook era divertida
como el infierno, y Taehyung se giró para ubicar sus jeans.
—Muy seguro, ¿eh? — Taehyung oyó desde atrás y se
volteó justo a tiempo para ver a Jungkook bajarse los jeans
y bóxers de sus caderas y echarlos a un lado. Taehyung se
enfocó en la gruesa erección venosa apuntando en frente
del cuerpo de Jungkook, y sintió su culo contraerse con la
anticipación de tenerlo dentro de él.
Una de las cosas que Taehyung se había perdido en los
últimos años era una buena y dura follada. Él solo había
recibido de otro antes, pero cuando miró a Jungkook, se
acordó de las veces en que Jungkook había luchado con él y
aplastado contra una pared. Sí…si alguien podía con él y
hacerlo sentir un día después, ese sería Jeon Jungkook.

Jungkook se acercó hacia donde Taehyung sostenía el


paquete de condones, lo tomó entre sus dedos, y repitió su
invitación de antes, con mucho más confianza esta vez. —
En mi cama, Taehyung.
—Sintiéndote mandón, ¿eh?
Jungkook llevó el cuadro plateado a su boca donde lo
puso en la comisura entre sus dientes y lo abrió. —
Cachondo —contestó mientras sacaba el condón, tiró la
envoltura a un lado, y se inclinó hacia abajo para ponérselo
—. Me siento cachondo.
Notó los parpados de Taehyung pesados siguiendo los
movimientos de su mano, y entonces Taehyung dio un paso
adelante y pasó junto a Jungkook. Cuando sus hombros se
tocaron, Jungkook miró hacia el lado donde Taehyung se
había detenido, su boca curvándose en una sensual sonrisa
malvada.
—¿Haces ejercicio?
—A veces —le dijo Jungkook, ligeramente confundido,
mientras observaba los ojos de Taehyung recorrer su
cuerpo con la mirada hasta que aterrizó en la dura polla
protegida que tenía en su mano.
—Bien, porque follarme va a ser una extenuante sesión
de ejercicios del infierno.
Jungkook casi se corrió con solo oír esas palabras
mientras Taehyung se acercaba a él casualmente. Dándose
vuelta, vio a Taehyung subirse a su cama, la misma cama
en la que se había acostado varias noches, fantaseando con
el chico.
Taehyung se acostó de espaldas en medio del colchón y
dobló las rodillas hasta que sus pies estuvieron planos, y
Jungkook podía ver todo, justo como lo había hecho la
noche anterior. Cuando Jungkook subió a la cama y se
acomodó entre las rodillas de Taehyung, fue golpeado de
nuevo por lo masculino que Taehyung era. Incluso tenía los
pies grandes.
Parece que hay algo de verdad en ese dicho —pie
grande, gran polla.
La erección de Taehyung era gruesa y larga, y mientras
Jungkook veía al hombre masturbarse en frente de él, no
pudo evitar agacharse y devolver el gesto.
—Vamos a saltarnos toda la mierda esta vez, ¿eh? —Las
palabras de Taehyung se deslizaron en la habitación
silenciosa.
—¿Mierda?
—Sí, todo el juego previo. Estás duro, estoy duro, y he
pensado en ti desnudo desde la primera vez que nos
conocimos.
Las bolas de Jungkook hormigueaban a la vez que
Taehyung abría lentamente sus piernas para él. Podía ver la
mano de Taehyung trabajando su polla, y ocasionalmente,
sus dedos se movían de la parte de abajo sensible hacia sus
bolas donde las acunaba y las empujaba hacia arriba.
Desde este ángulo, Jungkook podía ver también el fruncido
oscuro presentado a él cada vez que Taehyung movía sus
caderas.
—¿Entonces, cómo hago esto?
Taehyung le dio una mirada que gritaba, ¿en serio?
Así que, aclaró—: Quiero decir, ¿hay algo que necesito
hacer, para que yo no… ya sabes, te lastime? Dolerá,
¿cierto? Lisa siempre decía…
—¡Detente, detente! Me estás haciendo perder mi
erección. Nadie más está aquí, Jungkook. — Taehyung se
sentó en la cama, llevando sus rodillas debajo de él, e
inclinándose hacia adelante, capturó la boca de Jungkook
en un caliente beso—. Solo tú y yo. Te mostraré que hacer,
para que no me lastimes.
Jungkook frotó su nuca. —Bueno.
—Consigue el lubricante.
Cuando Taehyung se recostó, Jungkook se movió hacia
un lado de la cama y extendió la mano para alcanzar el
pequeño cajón. De vuelta a sus rodillas, Jungkook dejó sus
ojos vagar hasta el paquete de seis cuadritos que
ondulaban con cada movimiento del fuerte brazo
bombeando hacía atrás y adelante.
—¿Recuerdas anoche? —preguntó Taehyung.
Los párpados de Jungkook bajaron cuando su propia
polla se sacudió y la agarró, presionándola contra su
cuerpo.
—No es algo que tenga tendencia a olvidar.
Taehyung abrió sus piernas un poco más. —Necesito
alistarme antes que vengas a mí con eso. —Señaló,
echándole un vistazo a lo que Jungkook sostenía.
Jungkook asintió y bajó la mirada hacia el saco de
Taehyung y el ligero vello en su piel que conducía a su
agujero oscuro. Maldita sea, realmente quiero estar ahí
adentro, pensó Jungkook, y antes de saberlo, preguntó—:
¿Puedo hacerlo?
Taehyung había esperado, tal vez incluso en silencio
rezó, para que Jungkook dijera exactamente esas palabras.
—Definitivamente.
Desde donde yacía en la cama, observó a Jungkook
acercarse y verter el frío líquido cristalino en la palma de
su mano. Estaba tan excitado por el pensamiento de los
dedos de Jungkook en él que estaba en peligro una vez más
de disparar su carga antes de que la verdadera acción
comenzara.
Cuando Jungkook tiró la botella a un lado y se inclino
sobre él, la mano de Taehyung se detuvo cuando los dedos
de Jungkook rozaron ligeramente la parte inferior de su
hinchada longitud.
—Déjame —solicitó Jungkook.
Taehyung soltó su agarre inmediatamente. Deslizando
los dedos a través del cabello de Jungkook, tiró de él hacia
abajo hasta que sus bocas se encontraron. Tan pronto como
esos dedos resbaladizos le rodearon, las caderas de
Taehyung se levantaron de la cama como si hubiera sido
sorprendido. La boca contra él se curvó en una sonrisa, y
esa sexy confianza lo excitaba aun más, como si eso fuera
posible.
Al empujar su lengua entre los labios de Jungkook, el
cuerpo de Taehyung se calentó cuando la mano entre sus
cuerpos empezó a bombear más rápido. Podía sentir la
propia excitación de Jungkook presionando recta y erguida
contra él, y mientras Taehyung devolvía la caricia, el
cuerpo pegado al suyo se sacudió, y Jungkook levantó la
cabeza para mirarlo.
—Más, quiero más que esto —dijo Jungkook con voz
áspera.
Taehyung levantó la cabeza de la almohada y mordisqueó
el labio hinchado de Jungkook.
—Tienes que estirarme con tus dedos, así como anoche.
Taehyung trató de contener su emoción cuando los ojos
de Jungkook se oscurecieron en una erótica concentración
al mismo tiempo que lo liberaba. Con dedos hábiles,
Jungkook los llevó a la hendidura sensible hasta que
estuvieron presionados contra el caliente agujero ansioso
de Taehyung.
La respiración de Taehyung venía en ráfagas cortas y
rápidas cuando la lengua de Jungkook salió a tocar su labio
inferior, y Jungkook siguió mirándolo, enfocado e intenso,
mientras lentamente deslizaba su dedo índice dentro de él.
—Jungkook —silbó Taehyung entre dientes, cerrando los
ojos contra la intrusión.
Entonces, la profunda voz de Jungkook ordenó—: Abre
los ojos.
Inmediatamente, Taehyung se enfocó en Jungkook, quien
le daba una mirada tan ardiente que no estaba seguro
como habían cambiado las cosas.
—¿Esto se siente bien? ¿Tener mi dedo en ti?
—Diablos, sí, un segundo se sentiría incluso mejor —
aseguró Taehyung respirando con dificultad.
Jungkook sacó su dedo y luego lo empujo hacia adelante.
Esta vez, permitió que su dedo fuera lo más lejos posible,
haciendo que las caderas de Taehyung se levantaran
repentinamente de la cama con una maldición—: Joder.
—Ese es el plan.
Un pequeño bufido escapó de la garganta de Taehyung, y
cuando Jungkook retiró su mano y su dedo dejó el cuerpo
de Taehyung completamente, el hombre tiró de él y tomó su
boca en un rápido beso.
Las manos de Taehyung acunaron el rostro de Jungkook,
mientras él agresivamente tomaba sus labios
presionándolos contra los suyos al tiempo que Jungkook
frotaba su dura erección contra él. Con la lujuria
dirigiéndolos a ambos, Taehyung jadeó contra esos labios
—: Retrocede un momento.
Tan pronto como las palabras fueron dichas, Jungkook
estuvo de vuelta en sus rodillas, y Taehyung maniobró
hasta que estuvo sobre su estómago y luego se apoyó en
sus manos y rodillas. Mirando sobre su hombro, encontró
los ojos de Jungkook en su culo mientras él
desesperadamente se masturbaba. Taehyung bajó la cabeza
por un momento, tratando de ponerse bajo control. Cuando
estuvo listo, lo miró de nuevo, y esta vez, sus miradas se
encontraron, así que preguntó—: ¿Estás bien?
Jungkook se movió detrás de él y pasó su dedo por la
hendidura del culo de Taehyung hasta que alcanzó su
agujero.
Oh diablos.
—Sí, solo mirando.
Ah, estoy bastante seguro de que estás tocando también.
Taehyung se tomó a sí mismo con la mano derecha y trató
de controlar su instinto para no darse la vuelta y atacar.
Dándole un guiño a Jungkook, emitió una tensa
invitación. —Dos dedos serían increíbles en este momento.
Jungkook presionó las puntas de sus dedos en la
vulnerable piel de Taehyung. Mientras conducía sus dedos
en su interior, un silbido de aire salió de Taehyung, y él no
pudo evitar empujar contra ellos.
—Oh sí —apenas expresó.
Los dedos de Jungkook tunelizaban dentro y fuera de su
cuerpo.
Había pasado mucho tiempo desde que Taehyung había
sido realmente tomado, pero eso no le impidió utilizar otros
medios para correrse, y en ese momento, se alegró de no
haber sido descuidado al recordarse cuanto le gustaba
recibir.
De vez en cuando, y por puro accidente, los dedos de
Jungkook rozaban ese maldito lugar mágico y un gruñido
ronco salía de Taehyung mientras él presionaba de regreso
incluso más fuerte contra los dedos que estaban profundos
hasta los nudillos, y lo volvían malditamente loco. Eso, sin
embargo, ya no era suficiente. Taehyung quería la gruesa
polla que podía ver cada vez que miraba sobre el hombro
de Jungkook.
Jodidamente hermoso Jungkook, tenía una mirada de
excitación mezclada con la curiosidad de la primera vez
estampada en él. Aunque era obvio que por la solidez y el
tamaño de su erección que la excitación estaba ganando, y
mientras Taehyung sentía esos dedos salir de su cuerpo,
preparándose para volver a entrar, él finalmente espetó—:
Ahora, Jungkook —exigió con un gruñido—. Ahora.

Jungkook oyó la exigencia de Taehyung y se dio cuenta,


es el momento. Este era el momento en que cruzaba todas
las líneas. El hombre en frente de él sobre sus manos y
rodillas era un espectáculo para ver. No había ni una sola
cosa acerca de él que le permitiera a Jungkook confundir el
hecho de que estaba en la cama con —y a punto de follar—
un hombre, no una mujer.
El brazo sosteniendo a Taehyung se abultaba con
músculo, mientras el otro se flexionaba cada vez que
acariciaba su propia polla. Las piernas, cubiertas
ligeramente de vello oscuro, estaban dobladas,
permitiéndole arrodillarse delante de Jungkook. Fuertes
músculos ondeaban sobre sus hombros con cada
movimiento hacia él, reiterando que no había nada delicado
o suave en este hombre. Cuando Jungkook tomó de nuevo
la botella de lubricante, vertió un poco en su ansiosa
erección, y luego separó las solidas nalgas de Taehyung y
se aseguró de que su agujero estuviera bien y resbaladizo
mientras esperaba por él.
Maldita sea, esto es diferente. ¿Quién iba a decir que
mirar a Taehyung mientras acariciaba su polla me pondría
tan cachondo que podría correrme en segundos? Pero no,
pensó mientras apretaba su puño alrededor de sus propias
bolas, realmente quiero saber cómo se siente estar dentro
de él.
Jungkook notó que cuando Taehyung separó sus rodillas
un poco más, ladeó la parte superior de su cuerpo hacia el
colchón, curvando sus caderas y su culo hacia él.
Poniendo su mano en la cadera de Taehyung, Jungkook
preguntó—: ¿Estás bien? —— Pero Jungkook no tenía ni
idea que comprobaba. Taehyung ya había hecho esto.
Estoy muy seguro de qué él está bien. Yo soy el chico
nuevo.
Taehyung lo miró y lamió su boca.
—Sí, Jungkook, estoy muy bien. Solo ve lento. ¿Sí?.
Lento. Puedo ir lento. Jungkook acarició con su mano el
firme culo en frente de él y separó sus nalgas. Una vez que
vio lo que quería, agarró su polla y se alineó a sí mismo.
Cuando su punta tocó el borde de Taehyung, el calor de
su cuerpo penetró el látex, y Jungkook cerró los ojos por la
intensidad de ese pequeño momento. Entonces, muy
cuidadosamente, comenzó a moverse. La cabeza de su polla
se encontró con la resistencia del cuerpo de Taehyung, y
justo cuando estaba a punto de retirarse, sintió al poderoso
hombre en frente de él echar todo su cuerpo hacia atrás. La
polla de Jungkook se deslizó más allá del anillo de músculo,
y casi se tragó su maldita lengua al curvarse los dedos de
sus pies ante el placer que obtuvo.
Dejando escapar una maldición en voz alta, Jungkook se
quedó inmóvil, tratando de refrenar el deseo de ir hacia
delante y comenzar a trabajar su camino de vuelta a él.
Mantuvo una mano alrededor de sí mismo mientras el culo
de Taehyung lentamente tragaba más de su polla, y a la vez
que Jungkook se veía desaparecer dentro del cuerpo de
Taehyung, sentía como si nunca hubiera estado tan
excitado como en ese momento.
—Santo infierno —susurró como una oración.
Taehyung cambió direcciones para deslizarse un poco y
luego comenzó a tomarlo adentro de nuevo. Con cada
movimiento, el cuerpo de Taehyung se lo tragaba más
profundo hasta que finalmente Jungkook estuvo
completamente adentro, y sus bolas estaban presionadas
firmemente contra la acalorada piel de Taehyung.
Jungkook permaneció quieto como una maldita estatua
hasta que Taehyung lo miró de nuevo. —Ahora viene la
parte en la que debes saber que hacer por tu propia
cuenta.
Ese comentario engreído de esa boca que lo había
provocado, tentado y convencido de estar en esa cama,
finalmente hizo que Jungkook entrara en acción. Aplastó la
palma de su mano contra el coxis y recorrió la columna del
hombre hasta que alcanzo su hombro donde lo apretó
mientras impulsaba sus caderas. Deslizando su polla dentro
y fuera, luego invirtió su movimiento y se empujó dentro
del más caliente y apretado agujero en el que alguna vez
había estado.
—Oh joder. —Fue todo lo que Jungkook escuchó.
Él sintió la satisfacción y el poder que vino de esa
respuesta, como un disparo al inicio de una carrera. Con su
mano en el hombro de Taehyung, Jungkook se movió hacia
abajo sobre el hombre hasta que su otra palma descansaba
en la cama, y entonces realmente comenzó a moverse.
— Taehyung… maldita sea —gruñó mientras su cabeza se
vino abajo al lado de la de Taehyung y comenzó a besar la
oreja del hombre.
Jungkook podía sentir los muslos de Taehyung tensarse
contra los suyos cuando empujaba contra él en un ritmo
constante, y cuando Taehyung giró la cabeza, y sus bocas
se encontraron en un choque de lenguas, todo el cuerpo de
Jungkook vibró por la maldita sobrecarga de placer.
Él ni siquiera se había sentido de esa manera con Lisa,
pero cuando sus caderas se movieron con rápidas
estocadas poco profundas contra Taehyung, y su polla hacia
un túnel dentro de su poderoso cuerpo, Jungkook supo que
nunca había sentido eso antes.
—Maldición, Jungkook. Más fuerte. Joder, no me voy a
romper —ladró Taehyung contra su boca.
La boca de Jungkook se transformó en una sonrisa
salvaje mientras se movía hacia atrás apoyándose en sus
rodillas detrás de Taehyung, y puso ambas manos en sus
caderas. Separando sus rodillas para mantenerlo firme,
Jungkook extendió una mano y enredó sus dedos en el
cabello de Taehyung, agarrando y tirando de su cabeza
hacia atrás.
—Típico. Ni siquiera ahora, puedes mantener cerrada esa
boca sabelotodo tuya.
La cabeza de Taehyung cayó hacia adelante y Jungkook
se dejó ir a la vez que oyó—: Vamos, Jungkook, déjame
tenerlo.
Jungkook se apartó, y esta vez, ya que tenía su permiso,
prometió en voz baja—: Deseo concedido.
Esa fue su única advertencia para Taehyung cuando
golpeó su dura polla dentro de él.
A medida que tomaba velocidad, se curvó hacia abajo
hacia él, y plantó ambas palmas en el colchón al lado de
Taehyung. Una y otra vez, Jungkook se sumergía en él, y
cada vez que lo hacía, el cuerpo de Taehyung perseguía el
suyo de una manera que expresaba lo mucho que ansiaba
su polla en el.
—Maldito infierno, Jungkook. Así es. —Eran las palabras
que Jungkook podía oír viniendo del hombre debajo de él.
Mientras sus bolas se estrellaban contra la piel caliente,
asimiló esa nueva sensación, también, y la agregó a la lista
de cosas que le encantaban del jodido Kim Taehyung.

Taehyung se estaba volviendo loco. Cuando bajó su


cuerpo hacia el colchón, pudo sentir el sudor del pecho de
Jungkook contra su espalda mientras él se acercaba a su
cuerpo y rápidamente bombeaba su polla.
—¡Jungkook! —gritó.
Jungkook seguía estrellando sus caderas contra las
suyas, enterrándose más profundo en su culo deslizándose
con más fuerza.
No había nada bonito sobre este acoplamiento y
ciertamente nada familiar o practicado. Esta era una
primera vez para Jungkook. Él iba rápido y duro, y
Taehyung amaba cada minuto rudo de ello.
Impulsándose en sus brazos, Jungkook se aferró a sus
caderas, y Taehyung miró hacia atrás y se encontró con la
mirada del hombre que se deslizaba dentro de él con cada
embestida segura.
—Joder, tu culo es más estrecho que cualquier cosa en la
que he estado antes.
—¿Y? —retó Taehyung, instando a Jungkook a admitir lo
que sentía.
Jungkook se movió hacia abajo y mordió su hombro
mientras sus caderas comenzaban esos rápidos empujones
poco profundos que —joder— golpeaban justo en el sitio
correcto.
—Y nunca quiero parar.
Taehyung volteó la cabeza para tomar la boca de
Jungkook, pero antes de hacerlo, dijo—: Entonces, no lo
hagas.
—No planeo hacerlo —le aseguró Jungkook.
Entonces, sus bocas se encontraron como si hubieran
estado esperando años en lugar de días.
Solo tomó minutos esta vez, justo como Taehyung supo
que sería, pero dentro de varios de ellos, su propio clímax
corrió por su columna vertebral para comenzar ese familiar
dolor en sus bolas que lo llevarían a un increíble orgasmo.
Detrás de él, las caderas de Jungkook se movían con más
urgencia, y los dedos en sus caderas amenazaban con dejar
un moretón cuando Jungkook gritó una obscenidad, y su
clímax lo golpeó con fuerza. No tomó nada más que saber
que Jungkook se había corrido dentro de él para que
Taehyung se corriera y rociara un caliente fluido cremoso
sobre toda su mano y en las sábanas de Jungkook.
Increíble. ¿Alguna vez había estado tan malditamente
satisfecho?
Cuando Jungkook salió de él, Taehyung se estremeció un
poco ante la pérdida de presión y se movió, por lo que
quedó acostado sobre su estómago. Al sentir el pecho
cálido de Jungkook y su ingle presionado a lo largo de su
espalda, Taehyung sonrió en la almohada.
—Santa mierda. —Oyó seguido por la risa de Jungkook.
—No es broma —coincidió Taehyung debajo del hombre
tendido encima de él. No iba a decirle que se moviera.
—Eso fue malditamente irreal. ¿Se sintió bien?.
Taehyung comenzó a reír ante lo absurdo que era que
alguien tuviera que preguntar eso después de la manera en
que se había corrido, y cuando todo su cuerpo comenzó a
temblar, Jungkook rodó hacia un lado y aterrizó en…
Sí, el lugar húmedo.
La expresión de shock de Jungkook y la manera tan
rápida como se movió hizo que las carcajadas de Taehyung
aumentaran hasta que aterrizó en su espalda y se agarró el
estómago.
—Sí, aterrizaste en la prueba.
—Me alegra que encuentres esto tan gracioso.
La respuesta de Jungkook hizo que Taehyung riera más
fuerte. Cuando giró su cabeza en la almohada para hacerle
frente a Jungkook, Taehyung no pudo evitar la sonrisa que
le dio.
—Pensaba en lo difícil que iba a ser convencerte de
chupar mi polla si mi semen es tan horrible para ti.
Entonces, Jungkook se movió más rápido de lo que
Taehyung esperaba, y se encontró a sí mismo atrapado
debajo de él.
—Estarías sorprendido de lo podría hacer cuando se me
pide intentarlo— Jungkook bajó la cabeza para tomar la
boca de Taehyung en la suya.
Antes de que sus labios se conectaran, Taehyung pasó
sus manos por todos esos rizos desordenados y le dijo—:
Esas son las palabras más sabias que he oído. Mira todo lo
que hiciste esta noche. Así que, cuanto crees que debo
esperar que…
Jungkook sacudió la cabeza, rozando sus narices. —
Cállate, para variar, ¿quieres? Y solo bésame.
Sí, Taehyung podía hacer eso.
19. II

SEGUNDA PARTE

Reacción: Respuesta emocional o intelectual


provocada por un estímulo.
20. Diecisiete

A la mañana siguiente, Taehyung hizo la fila en el Daily


Grind, esperando conseguir su tan necesitada cafeína
mientras pensaba en la noche anterior. De lo que era
consciente era que Jungkook y él habían tenido su primera
cita, la primera vez que…
¿Salieron?
Ese solo pensamiento hizo que Taehyung casi se
rompiera por la urticaria. La idea de atarse a alguien al
parecer le molestaba más de lo que se daba cuenta, pero
también estaba dispuesto a llevarlo más allá si eso lo
mantenía alrededor de Jungkook.
Con ese objetivo en mente, Taehyung dio un paso
adelante y tomó la mano que descansaba en la pierna de
Jungkook. Tan pronto como sus dedos se tocaron, Jungkook
se movió a un lado y sacudió la cabeza una vez, antes de
caminar lejos de Taehyung hacia el mostrador.
Ah, entonces puedo tocarlo —pero solo en privado.
Taehyung no podía determinar con precisión por qué le
irritaba, ya que nunca lo había hecho, pero ahora sí lo
hacía. Normalmente, él era la última persona que
necesitaba seguridad o compromiso de cualquier tipo, pero
el hecho era que ahora Jungkook actuaba así, después de
que casi se lo exigió —realmente hizo enojar a Taehyung.
Mientras terminaba su orden, se giró e indicó la esquina
donde se sentaría.
—Te veré ahí —le dijo Jungkook.
Taehyung se encontró mordiéndose el labio para no decir
lo que realmente quería decir, lo cual sonaría algo así “Oh,
¿me está permitido sentarme contigo?” Pero no lo dijo. En
su lugar, asintió enérgicamente e inhaló el aroma del jabón
que emanaba de la piel de Jungkook. Ese hombre huele
extraordinariamente.
Caminando hacia el mostrador, Taehyung saludó a la
conocida joven detrás de él. —Hola, Libby.
—Hola, Taehyung. ¿Cómo estás?.
Libby ha estado trabajando en el Daily Grind por los
últimos dos años, siempre en el turno de la mañana cuando
él venía. Ella era linda y dulce con cabello castaño y pecas
por todas partes. También disfrutaba molestarlo en cada
oportunidad que tenía.
—Oh, muy bien. Un poco atrasado el día de hoy.
Cuando ella vio alrededor de sus hombros y hacia la
dirección donde Jungkook se encontraba, Taehyung se
aseguró de no voltearse y seguir su mirada.
—Por una buena razón, espero.
Taehyung se echó a reír y sonrió. —¿Alguna vez me he
atrasado por alguna mala razón?.
—Buen punto. Pero entonces, nunca has venido aquí con
alguien.
Taehyung sacudió la cabeza y entonces bajó la voz. —
Dime que Robbie no está trabajando hoy y te amaré por
siempre.
—Si solo fuera así de fácil ganar tu amor, Taehyung.
Sintiéndose esperanzado, presionó. —Entonces ¿no
está?.
—No he dicho eso.
—Vamos Libby, ayúdame a salir de esto.
—Está aquí pero voy a mantenerlo alejado. ¿Suena bien?.
—Sí, gracias. —Supuso Taehyung. ¿En qué carajos estaba
pensando al traer aquí a Jungkook? —. Voy a tomar un
expreso, por favor.
—¿Algo más? —preguntó ella con una sonrisa.
Taehyung sacudió la cabeza distraídamente. —No, eso es
todo.
—Bien, te llamaré cuando esté listo. —Se detuvo y tomó
la otra taza antes de darle una minuciosa mirada—. ¿Con el
de Jungkook?.
Increíble, incluso su nombre me excita. Taehyung se giró
y se dirigió hacia la cabina donde el hombre a quien le
pertenecía ese nombre esperaba.

Jungkook se sentó en la esquina más lejana de la


cafetería y dejó que sus ojos se fijaran en los alrededores.
Muchos sofás estaban en el lado opuesto cerca de las
grandes ventanas que mostraban a todos los hombres y
mujeres de negocios — como Taehyung, supuso —
dirigiéndose al trabajo. Varias mesas en medio de la
cafetería estaban llenas y su mirada finalmente regresó a
Taehyung, quien estaba hablando con la barista pelirroja,
Jungkook sabía que necesitaba despertar y conseguir que
su cerebro se pusiera en marcha.
La noche anterior continuaba reproduciéndose de forma
continua en su cabeza y cuando Jungkook se despertó para
encontrar a Taehyung sentado completamente vestido en la
silla de su habitación, supo que era el momento de pensar
rápido. La vida real estaba a punto de llamar y no había
modo de esconder lo que había hecho.

—Necesito ir y conseguir ropa limpia para el trabajo.


¿Nos vemos para un café? ¿Nueve y treinta en el Daily
Grind en LaSalle?.
Jungkook asintió, su cabeza contra la almohada y pudo
oler la loción de Taehyung sobre todas las sábanas. Tenía la
insana urgencia de enterrar su rostro en ellas y después
masturbarse sobre ellas, pero en su lugar, se giró sobre su
espalda. —Sí, está bien. ¿Qué hora es?.
—Las seis.
—Oh, mierda. Por supuesto que eres una persona
madrugadora —murmuró.
Taehyung se puso de pie y atravesó el espacio hasta la
puerta del dormitorio. —Entonces, ¿nueve y treinta?
Jungkook concordó a medias, descansando su brazo
sobre sus ojos.
—¿Jungkook?
Mientras era pronunciado su nombre, bajó su brazo y
observó la lengua de Taehyung humedecer sus labios.

—Si no tuviera una reunión obligatoria hoy, me tomaría


el día libre, me arrastraría hasta tu cama y de alguna
manera te convencería de que te recostaras y me dejaras
tenerte.
Jungkook sintió que su cuerpo reaccionó ante las
palabras de Taehyung y sabía que definitivamente se
masturbaría en cuanto Taehyung se fuera.
La noche anterior, después de la primera vez, Taehyung
le dijo que durmiera. Jungkook se imaginaba que el chico
se dio cuenta de lo abrumador que había sido. Pero esta
mañana, se sorprendió a sí mismo porque Jungkook no
quería nada más que empezar nuevamente.
—Te veré a las nueve y treinta —confirmó Taehyung,
dándole una última mirada antes de salir por la puerta.

Ahora, aquí estaban, después de que Jungkook pasara la


mañana tirado en la cama donde se había masturbado y
corrido sobre las sábanas. Luego se duchó y se puso unos
jeans con una camisa gris con cuello V.
Taehyung, por otro lado, se veía como si hubiera pasado
las últimas doce horas durmiendo sin interrupción y estaba
inmaculadamente vestido como normalmente lo hacía.
Jungkook observó a Taehyung mientras hacía su camino a
través de las pequeñas mesas hasta llegar a él y trató de
conectar a este hombre con el que estuvo desnudo y debajo
de él la noche anterior.
Vestido en un traje de tres piezas, Taehyung parecía
como normalmente lo hacía cuando iba al bar. Pero esta
vez, mientras Jungkook veía el corte y ajustado material
azul marino a la medida, sus palmas picaban por tocarlo. El
perfecto cabello estilizado y sus lentes que enmarcaban sus
ojos serios lo añadían a un paquete seriamente caliente y
sofisticado —un paquete que Jungkook quería desenvolver.
Quería a Taehyung de regreso en su cama. Lo quería
desnudo y esperándolo sobre sus manos y rodillas. Justo
como la noche anterior.
—Entonces, ¿tengo permitido sentarme aquí? ¿O debería
encontrar otra mesa?.
Jungkook parpadeó ante el molesto tono del hombre con
el que había estado frecuentemente fantaseando y trató de
entender por qué demonios recibía esos comentarios
sarcásticos.
—¿Eh?
Mientras Taehyung se deslizaba en el asiento contrario al
de él, Jungkook continuó su audaz evaluación hasta que la
voz de Taehyung lo trajo de regreso.
—Si crees que por la forma en que me estás mirando es
nada menos que una indicación de que tuviste tu pene
dentro de mí anoche mientras te opones simplemente a
tocar mi mano el día de hoy, entonces estás equivocado.
Jungkook se deslizó en su asiento.
— ¿Y cómo te estoy mirando?.
—Como si me quisieras desvestir.
—Quiero hacerlo.
Taehyung colocó sus brazos en la mesa y juntó sus
manos. —¿Pero tienes aversión a sostener mi mano?.
Jungkook se inclinó y habló suavemente. —Bueno, no te
voy a desvestir en público ¿o sí?.
Taehyung inclinó la cabeza hacia un lado y se sentó de
regreso en su silla.
—Ah, creo que entiendo.
—Bien —respondió Jungkook, pensando en cómo
terminaría esto. —Entonces somos ¿amigos secretos?.
Jungkook sacudió la cabeza, frotando su mano sobre su
rostro.
¿Qué creía que podía pasar? ¿Que Taehyung sería feliz
con una rápida follada al final de cada noche y que él no le
diría a nadie? ¿Que el hombre mantendría la boca cerrada
por siempre?
No.
—No seas imbécil.
La expresión de Taehyung reflejó su incredulidad
mientras respondía. —¿Estoy siendo el imbécil? Solo estoy
tratando de entender exactamente a donde está yendo esto
y así saber qué puedo y no hacer.
—Puedes mostrar un poco de paciencia mientras me
acostumbro a todo. Has estado haciendo esto por…—
Jungkook se detuvo y luego preguntó— ¿Por cuánto tiempo
tú, ya sabes?.
—No, no lo sé. Si quieres saber algo entonces escúpelo.
—¿Qué te gusten ambos? ¿Batear para ambos lados?
Como sea, sabes a qué me refiero. Deja de ser difícil —
declaró Jungkook impacientemente.
La risa de Taehyung fue burlona y Jungkook sabía que no
tenía nada que ver con lo que había preguntado sino más
con su incomodidad por la pregunta.
—¿Y bien? —exigió Jungkook.
—Desde que tenía diecinueve años.
—¿Diecinueve? —cuestionó Jungkook en voz más alta de
lo que había anticipado.
Mientras Taehyung estaba a punto de decir algo más,
Jungkook escuchó—: ¡Jungkook! ¡Un latte con nuez extra y
avellana y un expreso!
Jungkook salió de la cabina y se puso de pie. Mientras
pasaba junto a Taehyung, sintió una mano agarrando su
muñeca. Deteniéndose, bajó la mirada a sus ojos los cuales
le sonreían.
—¿Esa es la bebida que ordenaste? ¿De nuez y avellana?.
—Sí ¿y qué?.
Taehyung se encogió de hombros. —Demasiadas nueces
para una bebida ¿no crees?.
Jungkook frunció el ceño mientras Taehyung seguía
riendo.
—Ya sabes, la nuez y avellana encajan muy bien esta
mañana, solo digo.
Jungkook sacudió la cabeza. —Me gusta el sabor de la
nuez, eso es todo.
—Oh Jungkook, lo haces tan fácil cada vez. Ve o no podré
ser responsable de lo que salga de mi boca.
—¿Alguna vez lo has hecho?.
—Más de lo que crees, confía en mí.
Jungkook meditó por un momento. —¿El tuyo es el
expreso?.
Taehyung inclinó la cabeza sin decir ni una sola palabra y
Jungkook decidió que esa era su señal para ir y conseguir
sus bebidas.
Taehyung permaneció donde estaba, mirando a la pared
del fondo, esperando a que Jungkook regresara. Estaba
teniendo un conflicto interno, algo que no pasaba muy
seguido con él. Le dolió cuando Jungkook lo alejó hace un
momento.
Dolor.
El concepto era casi humorístico considerando su
postura sobre relaciones en el pasado, pero el pensamiento
de Jungkook siendo avergonzado por él…
Sí, eso malditamente dolía. El hombre se las arreglaba
para convertirme en un caso emocional en menos de dos
semanas.
Taehyung estaba decidido a decirle que no se rebajaría a
la mierda de esconderse tan pronto como regresara. Antes
de que incluso terminara de pensar en eso, el asiento
opuesto a él se ocupó y no por Jungkook.
Oh, jodidamente increíble.
—Sabía que eras tú —anunció el recién llegado.
Taehyung observó a través de la mesa a Robbie.
Cabello rubio, ojos azules, Robbie fue alguien de una
noche muchos meses atrás, un lapso en su juicio.
—¿Lo hiciste? —preguntó Taehyung, tratando de acelerar
las cosas.
Robbie no estaba avergonzado de estar viendo el traje de
Taehyung y lamer sus labios sugestivamente.
—Sí. Le dije a Libby que definitivamente se veía como tú
incluso aunque ella juró que no era así. Pero, yo tenía razón
y aquí estás.
Mirando rápidamente sobre su hombro, Taehyung estaba
feliz de ver que Jungkook seguía en el mostrador,
esperando detrás de un grupo de gente. Regresando su
atención al hombre, Taehyung trató de recordar
exactamente por qué se fue a casa con él mientras
respondía—: Sí, aquí estoy.
—Eres un hombre difícil de conseguir. Siempre te vas
antes de verte.
Hasta hoy. ¿Cómo pude haber sido tan estúpido?.
Taehyung dirigió una sonrisa forzada a Robbie y esperó que
a Jungkook y a su dulce trasero les tomara todo el jodido
tiempo en conseguir sus cafés.
Robbie se inclinó a través de la mesa, similar al
movimiento que había hecho Jungkook más temprano y
lamió nuevamente su labio superior. Inesperadamente, esa
noche regresó a Taehyung con un flash caliente de bocas,
penes y semen. Específicamente, su pene es esa boca.
—He intentado llamarte —le dijo Robbie tranquilamente.
Taehyung permaneció dónde estaba pero admitió—: Lo
sé.
—Pero no has respondido.
Por lo menos, el hombre no era estúpido. Taehyung
odiaba a los estúpidos.
—Es verdad. No lo he hecho.
Algunos hombres quizás se ofenden por eso pero
Taehyung estaba bastante seguro de que cuando decidieron
ir a casa para una rápida follada, fue muy claro al explicar
sus reglas. Así que, estaba sorprendido de que Robbie
continuara hablando en lugar de levantarse e irse.
—Pensé que habíamos tenido una buena noche juntos.
Tratando fuertemente de no perder la paciencia,
Taehyung levantó una ceja.
—La tuvimos. Y luego terminó.
Cuando las palabras salieron de sus labios y parecían
flotar en el aire, Taehyung sintió, más bien vio a Jungkook
detenerse a su lado de la cabina. Él observó mientras
Robbie levantaba su mirada hacia Jungkook, y entonces la
boca del joven se dividió en una sonrisa que era una pura
invitación sexual. Era la misma invitación que Taehyung
había tomado, y una invitación que no iba a funcionar aquí.
Fue una lástima que Taehyung no tuviera oportunidad de
advertirle eso antes de que abriera la boca y entablara una
conversación con Jungkook.
—Bueno, hola. ¿Quién eres?.
*******
¿Quién soy? Pensó Jungkook, echándole un vistazo al
pequeño idiota sentado en frente de Taehyung. ¿Quién
demonios eres tú?.
Debido a que parecía haber perdido su habilidad de
hablar, Jungkook se giró hacia Taehyung, quien respondió
por él. —Este es Jungkook. Él es…
Taehyung pareció trastabillar con lo que quería decir, lo
cual era completamente ajeno a él, y Jungkook quería
ponerse en frente de la cara del rubio y decir—: Soy suyo,
así que lárgate.
En lugar de eso, permaneció callado mientras Taehyung
terminaba con—: Un amigo.
A pesar de que lo enfureció completamente, Jungkook
sabía que era su culpa. Se dio cuenta de la forma en que
Taehyung se alejó cuando él apartó su mano de la suya.
Había sido una reacción natural para cualquier chico que
intentara agarrar su mano. Una que iba a ser difícil de
romper, pero eso realmente le molestó a Taehyung, y ahora,
obviamente se lo devolvía.
—Soy Robbie. También un buen amigo de Taehyung.
Jungkook sintió el vello de su nuca levantarse ante las
implicaciones que le fueron lanzadas. Era obvio que ese
chico conocía a Taehyung en la forma “nosotros follamos”,
y Jungkook no estaba exactamente seguro cuál debería ser
su participación en esa conversación, lo cual tampoco
ayudaba en su molestia.
—Lo siento, estoy en tu camino.
—Créeme, no lo estás. Pero estás en mi asiento —señaló
Jungkook.
—¿Lo estoy?.
Mientras Jungkook miraba al intruso, notó que, por
primera vez en su vida, Taehyung había cerrado la boca. —
Sí, lo estás.
Finalmente, el rubio le quitó los ojos de encima y miró a
Taehyung —el hombre, pensó Jungkook, con el que se
encontró para tomar café.
Robbie se lamió los labios como si quisiera una probadita
de la boca de Taehyung, y Jungkook casi dejó caer los cafés
en la mesa, queriendo agarrar al chico.
Taehyung debió haberse dado cuenta del estado de
ánimo de Jungkook porque en ese momento tomó la
palabra.
—Bueno, fue bueno ponerse al día, Robbie.
Jungkook giró la cabeza y dejó a Taehyung inmóvil con
una mirada de debes estar bromeando.
—Siempre es bueno verte, Taehyung, bajo cualquier
circunstancia. O simplemente debajo de ti en general —
respondió Robbie.
Ese comentario fue casi suficiente para hacer que el
temperamento de Jungkook explotara, mientras la pequeña
mierda salía de la cabina.
Cuando estuvo de pie, Jungkook notó que eran casi de la
misma altura, pero Robbie era muy delgado. Usaba jeans
negros ajustados y una camisa tipo polo negra de Daily
Grind. Le dedicó a Jungkook una amplia sonrisa,
obviamente consciente de la mierda que acababa de agitar,
y entonces se dio la vuelta y se alejó.
Sentándose en la cabina vacía, Jungkook fulminó a
Taehyung con la mirada quien tenía el brazo sobre el
respaldo del asiento negro y el otro en la mesa. Jungkook
empujó el expreso hacia él y finalmente habló. —¿Él? ¿En
serio?.
Taehyung agarró su café y lo llevó a sus labios para
tomar un sorbo. Jungkook hizo lo mismo pero mantuvo sus
ojos en el hombre frente a él.
—¿Por qué tan sorprendido? Es lindo, y su boca rivaliza
con la succión de una aspiradora.
Jungkook casi se atraganta con su café por la analogía.
Tosió, aclarándose la garganta, y miró a Taehyung
fijamente, cuyos ojos parecían estar riéndose de él.
—Bien. Entonces, ¿así es como recuerdas a la gente con
la que has estado… por sus… habilidades de succión?
—En absoluto. Tomándote por ejemplo. Todo lo que
puedo recordar es lo duro que me follaste anoche. Además,
aún no has chupado mi polla. ¿Quieres remediar eso?
Jungkook sacudió la cabeza. —No en este momento.
—Me lo imaginé —respondió Taehyung, levantando la
bebida a sus labios.
Jungkook observó el labio inferior de Taehyung separarse
del superior para tomar un sorbo, y ahí fue cuando se
encontró prometiendo—: Después.
—Después ¿eh?.
—Esta noche.
Revolviendo la taza Taehyung señaló—: Trabajas esta
noche.
—Tú no.
—No, yo no, ¿cierto? ¿Qué debería hacer entonces?.
Jungkook interrumpió, queriendo esto ahora más que
nunca. —Ven al bar.
—¿Ahora, por qué haría eso? No es como si fueras a
hablarme más de lo usual. No tengo ganas de sentarme en
un bar viendo a un hombre que es demasiado cobarde para
admitir lo que está haciendo detrás de las puertas
cerradas.
Oh sí, Taehyung está enojado. Justo como Taehyung le
dijo una vez, lo excitaba completamente. Discutir con él era
como el juego previo. Jungkook no podía creer lo cachondo
que lo ponía.
Bajando la voz, sugirió. —Di que estás enfermo y ven a
casa conmigo. Te probaré que estás equivocado.
—Podría —consideró Taehyung—. Pero no estoy de
humor.
Jungkook dejó escapar un sonido de incredulidad. —¿En
serio? ¿No estás de humor?.
—No con alguien que actúa como si fuera nadie en
público, pero espera algo exclusivo para poder tenerme
sobre mis manos y rodillas en privado.
Taehyung tenía razón. Lo que pedía era injusto. Jungkook
pensó que solo necesitaba tiempo, tiempo para
acostumbrarse. Pero no se estaba engañando. Quería a
Taehyung, y probablemente haría cualquier cosa que el
hombre le pidiera para tenerlo.
—Realmente estás muy enojado porque no sostuve tu
mano, ¿cierto?
Taehyung dejó caer la postura relajada para inclinarse.
—No te burles de mí.
Jungkook dejó que sus dedos se estiraran para tocar los
de Taehyung.
—¿Por qué? Si esto fuera al revés, estarías rodando por
el suelo, riéndote de mí.
—Vete a la mierda, Jungkook —gruñó Taehyung.
Rápido como un látigo. Jungkook agarró la corbata de
Taehyung y una de sus manos, tirando de él en la mesa.
Jungkook observó la visión de Taehyung moverse a su boca
con anticipación.
—¿Realmente quieres que me vaya?.
Taehyung levantó la mirada a la vez que le advertía—: La
gente está viendo.
El deseo de Jungkook de hacer ver su punto sobrepasaba
cualquier tipo de miedo que podría haber estado teniendo.
—¿Entonces?.
—¿Entonces? No eres tú el que…
Jungkook lo interrumpió tirando de su corbata. —Te dije
que necesitaba tiempo.
—¿Y quince minutos es tu versión de tiempo? —cuestionó
Taehyung con escepticismo.
—No, no realmente. Pero quiero que esa pequeña mierda
vea exactamente quien va chuparte más tarde, y no quiero
que vayas a trabajar pensando en él en vez de en mí.
Taehyung se mofó. —¿Jungkook?
—¿Qué? —A él realmente ya no le importaba en donde
estaban. En vez de eso, todo lo que podía visualizar era la
boca de ese hombre en la suya.
—Últimamente, eres todo lo que pienso.
—Perfecto —respondió Jungkook antes de levantarse de
su asiento y tomar la boca de Taehyung en un beso
abrasador.
Taehyung abrió los labios inmediatamente, y Jungkook
olvidó por completo su entorno mientras enredaba su
lengua en la de Taehyung, hundiéndose en la conexión. El
gemido que escapó de la garganta de Taehyung hizo que
Jungkook quisiera arrastrarlo sobre la mesa y rasgar su
ropa. No fue hasta que el sonido de una orden siendo
llamada, que Jungkook fue traído de vuelta a la realidad, de
vuelta a la cafetería, de vuelta a donde él abiertamente
besó a Taehyung en frente de todo el que pasara por
delante.
Antes de que tuviera tiempo de analizar eso, Taehyung
chasqueó la lengua sobre el labio inferior de Jungkook. —
Estabas celoso, ¿verdad?.
—¿Qué? —A regañadientes Jungkook soltó a Taehyung y
se sentó en su asiento.
Taehyung siguió su ejemplo y con calma dijo—: De
Robbie. Estabas celoso.
—¿Y qué si lo estaba?
—No hay razón para estarlo. Pero me gusta —informó
Taehyung con una sonrisa de satisfacción.
—¿Por qué?.
—Porque parecía como si quisieras patear su trasero solo
por hablarme, y eso me hace quererte aún más.
Jungkook bajó la voz, preguntando—: Realmente te gusta
esa idea, ¿no?.
—Infiernos sí.
Jungkook sintió su erección presionar contra sus jeans
por la mirada que Taehyung le daba. El beso lo hizo
interesarse, pero la mirada dirigida a él lo tenía listo para
irse.
Entonces, Taehyung abrió su boca para añadir a la
tortura. —Toda esa piel del color de la miel, desnuda debajo
de mí, tus rizos sobre mi almohada mientras conduzco mi
polla dentro de ti —oh sí, Jungkook, eso va a pasar. Marca
mis palabras.
Jungkook apretó su culo y en verdad empujó sus caderas
hacia arriba como si estuviera tratando de aliviar el dolor.
Estaba más excitado por la imagen que Taehyung había
descrito de lo que nunca pensó que estaría.
—¿Que si, nunca quiero eso?
—¿Jungkook?
—¿Estás excitado en este momento, deseando que
estuviéramos en un lugar privado?.
Jungkook cerró los ojos, suspirando, y luego los abrió. —
Sí.
—Entonces, confía en mí, lo quieres. Piénsalo,
acostúmbrate a la idea, y cuando estés listo, te haré sentir
tan increíblemente bien que te preguntarás por qué alguna
vez lo cuestionaste.
Los pensamientos de Jungkook estaban por todo el lugar,
y todo lo que quería era aliviar su dolor haciendo… bueno,
cualquier cosa con Taehyung.
—¿Seguro que tienes que trabajar?
—Sí, pero iré al bar más tarde.
Taehyung salió de la cabina, y Jungkook tuvo que
preguntarse cómo el hombre no tenía una furiosa erección
como él. Pero cuando él abotonó su chaqueta y puso su
maletín delante de él, Jungkook tuvo su respuesta.
La tiene, pero tiene utilería. Imbécil afortunado.
Casualmente, Taehyung se acercó a su lado de la cabina,
inclinándose un poco hacia abajo, y habló con un tono que
hizo que Jungkook mirara dos veces.
—No espero que le anuncies esto a todo el mundo.
Diablos, ni siquiera quiero eso. Pero si alguna vez vuelves a
apartar mi mano de nuevo, como si tuviera la maldita
plaga, no te sorprendas de mi reacción.
Conteniendo el aliento, Jungkook se atrevió a preguntar
—: ¿Cuál sería?
—¿Dependiendo de mi estado de ánimo? O una rápida
lección sobre cuánto te gustan mis manos o mi espalda
cuando me alejé de una puta vez.
Con esa frase de despedida, Taehyung se dio la vuelta y
se marchó, dándole a Jungkook una probadita de lo que
exactamente no quería.
_____________________________
Lamento no haber actualizado en los últimos días, no
tenia mi computador porque lo estaban arreglando =( pero
ya volvió a mis manos, así que espero actualizar seguido,
espero que les este gustando la historia, si es así por favor
denle al corazoncito :D
Cuídense mucho y tomen todas medidas de seguridad si
van a salir de casa, un gran abrazo cibernético. <3
21. Dieciocho

Llegaron las seis y media y también el viento y la lluvia.


Maldita sea, este viento es realmente ruidoso. Jungkook fue
lo bastante afortunado de llegar a su lugar de trabajo antes
de que realmente hubiese comenzado, pero aun así había
corrido en contra de las gotas de lluvia que comenzaron a
caer.
Una hora más tarde, la gente apostada en la acera
estaba entrando en el bar, empapada. Lo hacía una entrada
engorrosa, pero era una noche de martes muy ocupada con
la gente tratando de evitar el chaparrón.
La mente de Jungkook estaba preocupada esta noche —
consumida por una persona en particular. Desde que
Taehyung apareció, la vida de Jungkook pasó de ser
aburrida a una llena de caos y preguntas sin respuestas,
pero era tiempo de resolver las cosas. Sabía que cuanto
más lejos fuera con Taehyung, más difícil se volverían las
preguntas.
Soltar sus inseguridades era mucho más fácil de pensar
que de hacer. Jungkook no quería que sus reacciones para
con Taehyung se basaran en cierto modo en el miedo — ya
sea el temor de ser vistos juntos o el temor de perder lo
que apenas había comenzado. Quería que sus acciones se
basaran en que él así lo quería o lo deseaba y el hecho de
que lo estaba haciendo se sentía bien para darle una
oportunidad.
Mientras se vestía para ir al trabajo, Jungkook había
tomado una decisión. Quería a Taehyung. Quería ser capaz
de tocarlo, besarlo y hacer lo que demonios quisiera, sin
tener que preocuparse acerca de lo que alguien pensara.
Y eso —bueno, eso significaba aceptarse a sí mismo.
Mientras Jungkook limpiaba con un trapo la encimera,
dejó que los pensamientos que contemplaba comenzaran a
disiparse. Supo que no estaba listo para enfrentar a las
personas de frente, pero tampoco iba a ocultar lo que
sentía. Que iba a actuar tal como lo hacía en privado, y si
alguien deseaba preguntar, entonces ellos tendrían la
jodida respuesta.
La puerta del bar se abrió justo cuando Jungkook levantó
la vista, entrando por ella el hombre que huyó de él unas
horas antes, excepto que esta vez Taehyung no se veía
elegante y trajeado. No, parecía todo lo contrario. Todavía
vestía su traje azul marino —bueno, la mitad— Taehyung
tenía la chaqueta en su cabeza mientras atravesaba la
puerta. Cuando la retiró, Jungkook vio como de ineficaz
había sido para protegerlo de la lluvia. Taehyung estaba
empapado.
Cuando movió la chaqueta mojada a su mano, miró a la
encargada. Ella se la recogió con una pequeña sonrisa, y
Jungkook vio a Taehyung articular algo, probablemente
gracias —o un, maldita sea, lo siento mucho— y luego se
dio vuelta.
Esta noche, no llevaba puestas sus gafas y cuando sus
ojos se encontraron, Taehyung levantó una mano, pasando
sus dedos a través de su cabello negro brillante, Jungkook
sintió su polla agitarse y su boca secarse.
El material de la camisa de Taehyung estaba pegado a
cada músculo de su cuerpo desde sus sólidos brazos a su
abdomen plano. Esos pantalones de vestir a la medida
moldeaban sus muslos y acunaban la protuberancia que
sobresalía entre ellos, como un amante haría, como él lo
haría.
Joder, el hombre es caliente.
Taehyung comenzó a caminar hacia él, y todo en lo que
Jungkook podía pensar era, él debería ir vestido siempre
con ropa mojada. Mientras caminaba entre otros clientes
también empapados, Jungkook se dio cuenta de que ellos
también lo miraban preguntándose cómo todavía parecía
tan atractivo cuando estaba tan empapado como el resto.
Jungkook contempló las gotas de agua que resbalaban
por la mejilla de Taehyung y su respiración se tambaleó.
Cuando esas mismas gotas siguieron bajando hasta
desaparecer en su camisa —santa mierda— Jungkook sabía
que quería seguirlas con su lengua, y lo quería ahora.
Tras lo que pareció horas en lugar de minutos, Taehyung
se detuvo frente a él. Jungkook sabía que el deseo sexual
que sentía tenía que estar escrito en su rostro porque la
primera cosa en salir de la boca de Taehyung fue:
—¿Hay algún lugar en el que podamos tal vez secarme?
Jungkook no dudó, ni siquiera por un momento. Si
Taehyung quería ir a algún lugar privado, Jungkook iba a
ser el que se lo mostrara. También iba a ser el que se
quedara de pie y observara —o participara— mientras él se
secaba.
—Sí, la sala reservada para los descansos. —Jungkook se
quedó exactamente donde estaba, por temor a que
Taehyung pudiera desaparecer si se movía.
—¿Jungkook?
Jungkook se pasó la toalla entre las manos.
—Llévame allí.
Caminando lejos del bar, Jungkook se volvió, arrojando la
toalla en el mostrador, y fue hacia la barra. Abrió el pase y
Taehyung lo atravesó, Jungkook podía oler la crema de
afeitar en su cuerpo.
Amelia se acercó a la barra en ese exacto momento y
miró entre los dos antes de enfocar a Jungkook.
—¿Puedes encargarte por unos minutos? Voy solo a
acompañarlo para darle una toalla.
Las comisuras de los labios de Amelia se torcieron en
protesta. —Sí, Stacy acaba de volver de su descanso, así
que vamos a estar bien por un tiempo. No hay apuro.
Jungkook tenía la sensación que ella lo evaluaba y
presumiblemente se fue con la hipótesis correcta —sobre
todo si tiene en cuenta que Taehyung decidió avanzar y
empujarse contra Jungkook con todo su cuerpo, incluyendo
su polla dura que había contemplado unos momentos antes.
Antes de que Jungkook tuviera una oportunidad de alejarse,
escuchó a Taehyung susurrar—: Date prisa, quiero probarte
—y eso fue todo lo que Jungkook necesitó.
Girando sobre sus talones, Jungkook se encaminó desde
la parte trasera de la barra y entró en la sala reservada
para los descansos que —gracias a Dios— estaba vacía.
Entró silenciosamente, fue feliz al oír el clic de la puerta y
la cerradura. Cuando se volvió y vio a Taehyung contra la
puerta, todo lo que Jungkook pudo pensar fue, ahora. Lo
quiero aquí y ahora.
* ** *
Taehyung no podría haber conocido los detalles
específicos de lo que pasaba por la mente de Jungkook,
pero sabía que fuera lo que fuese, era cien por ciento
sexual.
El hombre lo había seguido por la barra como un cazador
acechando su presa, y por una vez, Taehyung sintió su
propia voluntad flaquear. El anhelo feroz en la expresión de
Jungkook le había dificultado caminar del punto A al punto
B y permanecer algo decente. Pero ahora. Ahora, mientras
Taehyung estaba parado allí, con la espalda contra la
puerta cerrada y Jungkook mirándolo como si quisiera
consumirlo —bueno, Taehyung no hizo nada para ocultar
que su polla estaba levantada y dura.
—Estás tan mojado —pronunció Jungkook.
Taehyung sintió una risa irónica salir de su garganta. —
Ahora, esto es algo que me imagino nunca pensaste
decirme.
Antes de que siquiera Taehyung pudiera pestañear,
Jungkook se estrelló contra su frente con una de sus
piernas maniobrando entre las de él. Un gemido sofocado
escapó de Taehyung cuando Jungkook abrió su boca y pasó
su lengua a lo largo de su mandíbula hasta su oreja, donde
le dijo con una voz ronca y llena de añoranza:
—Te ves tan caliente ahora mismo. Desearía tener tiempo
para follarte justo aquí, de pie contra la pared como tú una
vez te atreviste a hacerme.
—Joder, Jungkook.
—Todo el mundo en este bar te miraba, todos ellos. Así
que porque no te quitas la camisa por la manera en que se
adhiere a ti. Joder. —Jungkook frotó su nariz y su boca por
debajo de la oreja de Taehyung, donde Taehyung la mordía
suavemente con sus dientes—. Y esto —explicó, logrando
una rápida sensación entre las piernas de Taehyung—,
quiero esto.
—Entonces, cojélo, joder —lo incitó Taehyung.
Dedos ágiles encontraron la hebilla de su cinturón, y él
escuchó el sonido metálico de un clic cuando se
desabrochó. Entonces, el calor de su boca en su oreja,
estuvo de vuelta, prometiéndole exactamente lo que había
fantaseado.
—Te quiero en mi boca.
Taehyung volteó la cabeza hacia la puerta, observó esos
ojos negros contemplándolo con deseo.

—Sí. Maldición, Taehyung. ¿Qué me has hecho?


Taehyung levantó su mano y la hundió en el pelo de
Jungkook. Sujetándolo firmemente, atrajo la boca del
hombre hasta la suya propia donde respiraba contra sus
labios.
—Nada aún, pero tengo planes. Ponte de rodillas,
Jungkook.
Taehyung contuvo la respiración y se felicitó por
mantenerse de pie mientras Jungkook se arrodillaba y
alzaba la vista para mirarlo.

El corazón de Jungkook palpitaba en su pecho. Se puso


de rodillas, y la mano de Taehyung aún estaba enredada en
su pelo. Alzando su rostro, miró fijamente al hombre,
apoyado contra la puerta. Con su camisa todavía adherida a
su piel, la corbata de Taehyung parecía una causa perdida.
Jungkook continuó al ver sus ojos oscuros. Los dedos
soltaron su pelo, la misma mano acariciando la parte de
atrás de su cabeza, Jungkook fue capaz de dejar de lado los
nervios leves que sentía ante lo que hacía.
Levantándose sobre sus rodillas, Jungkook rápidamente
desabrochó el botón y la cremallera de los pantalones de
Taehyung. Con ella abierta, el cinturón y el peso del agua
tirándolos hacia abajo, miró atrás consultándole a
Taehyung, levantó su mano y deslizó sus dedos dentro de
los bóxers elásticos negros.
Hizo una pausa por un segundo y preguntó. —¿Sí?
—Diablos sí —replicó Taehyung, empujando sus caderas
hacia delante.
Jungkook siguió una gota de agua que cayó desde el
extremo de la corbata de Taehyung y golpeó la parte
posterior de su mano.
Jungkook se inclinó hacia delante y lamió su mano,
escuchando una palabrota dicha desde arriba. Él deslizó
sus dedos aún más adentro de la tela de los pantalones y
tiró de ellos hacia abajo. Sabiendo que ellos no habían sido
de mucha ayuda para que Jungkook enterrase a un lado
cualquier duda que hubiera tenido. Cuando liberó la
erección de Taehyung, se encontró lamiendo sus propios
labios.
—Oh Joder, Jungkook.
Jungkook miró a Taehyung que lo observaba como un
halcón.
—¿Qué? No he hecho nada.
—Me estás mirando como si fuera tu jodida comida
favorita.
Eso incremento la confianza de Jungkook a un nuevo
nivel, y le sonrió a Taehyung mientras envolvía su miembro
delante de él. Cuando Taehyung se quedó con la boca
abierta, Jungkook le dijo—: ¿Quién sabe? Quizás lo seas.
—Dios, por favor, permite que sea la puta verdad. —
Taehyung dijo entre dientes con la mandíbula apretada.
Jungkook posó sus ojos sobre su mano y deslizó su puño
encima de la carne hinchada y adolorida que agarraba.
—¿Qué es lo que más te gusta?
—Piensa en lo que te gusta y solo…
Jungkook hizo un movimiento serpenteante con su
lengua a lo largo de la polla de Taehyung, y todo el cuerpo
de Taehyung se estremeció contra él.
Terminó su pensamiento diciendo. —Oh mierda, sí. Haz
eso.
Sintiéndose alentado, Jungkook lo hizo de nuevo —
demorándose, recorrió con su lengua la cabeza bajando
hasta el glande. Para comprobar si lo estaba haciendo bien,
se imaginó que sí porque Taehyung cerró los ojos, y su
cabeza estaba recostada contra la puerta.
Apretando su puño, Jungkook subió su mano a lo largo
del miembro, y esta vez, cuando bajó sus labios, metió la
cabeza dentro de su boca chupándola. El sabor salado del
fluido pre-seminal fue lo primero que Jungkook reconoció,
justo antes de que Taehyung lo salpicara con algunas gotas
de su esperma. Esto era definitivamente diferente, pero
cuanto más relajado se encontraba haciéndolo, Jungkook se
dio cuenta de lo mucho que disfrutaba.
—Oh mierda. Joder, Jungkook.
Escuchar como su nombre era maldecido por encima de
él fue lo que mayormente lo encendió, pero cuando los
dedos de Taehyung se enroscaron alrededor de su pelo,
Jungkook supo que podría volverse adicto a esto. De
rodillas ante Taehyung, mantuvo todo el poder porque,
ahora, Taehyung era suyo.
Liberando el miembro de Taehyung, Jungkook alzó
ambas manos y lo rodeó. Mientras apuntaba hacia él, metió
la punta de nuevo en su boca y la chupó, a continuación
respiró profundamente y bajó sus labios. Chupó y chupó
tanto como pudo antes de que tuviera que tomar aire,
debido a la sensación de mareo por la falta de oxígeno.
—Respira por tu nariz.
Jungkook levantó la mirada, ligeramente avergonzado,
para ver a Taehyung contemplándolo.
—Cuando hagas esto una vez más —y por favor tienes
que hacerlo de nuevo— respira por la nariz.
Siguiendo la indicación, Jungkook bajo una vez más su
cabeza, pero antes de meterla en su boca para chuparla, se
detuvo y respiró a través de la piel húmeda de Taehyung.
Se trataba de algo que a él mismo le gustaba, y a juzgar
por la mano que empujaba su cara más cerca de la polla
que estaba esperando por él, era algo que a Taehyung
también le gustaba.

Demonios, incluso cuando ni siquiera se lo propone,


Jungkook es un reto.
Cada movimiento que hacía estaba diseñado para que
Taehyung se encendiera incluso más de lo que ya estaba —
o quizás era simplemente quién lo estaba haciendo.
Como fuera, con Jungkook de rodillas entre sus muslos,
Taehyung encontraba difícil no empujar sus caderas hacia
adelante y meter su polla hasta el fondo de la garganta de
Jungkook.
Oh sí, no puedo esperar hasta que pueda hacerlo, y
disparar mi carga por toda su lengua. Pero Taehyung no
quería asustar a Jungkook, y el modo lento, y tímido en que
Jungkook estaba bajando sus labios por ella era una dulce
tortura en sí misma.
Cerrando los ojos, Taehyung se concentró en los
pequeños ruidos que podía oír, y en el hecho de que
Jungkook estaba haciendo ruiditos al chuparla que casi
fueron suficientes para hacerlo irse allí mismo. Jungkook
tenía sus labios envueltos alrededor de su polla, y eso
estaba volviendo loco a Taehyung incluso al pensar en ello.
Mientras el hombre delante de él parecía ganar más
confianza en sus movimientos, Taehyung notó una de las
manos bajar entre sus piernas, y no pudo evitar la
maldición que dejó escapar cuando esa mano acuno sus
pelotas.
—Hijo de puta.
—Hmm —canturreó Jungkook como si estuviera —por
favor que sea así— disfrutando cada cosa que hacía.
Agarrando con fuerza la cabeza de Jungkook, Taehyung
comenzó gradualmente a mover sus caderas, deslizándose
más allá de los labios que lo atormentaban. La mano entre
sus muslos lentamente moviéndose hacia arriba hacia sus
bolas cuando Jungkook apartó su boca de ella y se inclinó
para depositar un beso en la parte baja del abdomen de
Taehyung.
Taehyung no esperaba de Jungkook otra cosa más que lo
que era necesario, pero mientras estaba parado allí de pie,
Jungkook empujó a un lado su camisa húmeda y pasó su
lengua sobre los músculos debajo de su ombligo contra la
piel de Taehyung mientras pensaba que le encantaba su
olor, y luego con una mano en las bolas de Taehyung y su
barbilla chocando contra su erección, Jungkook alzó su
mirada para encontrase con la de Taehyung.
La mirada de lujuria y aceptación absoluta de lo que él
estaba haciendo hizo a Taehyung querer despojarle de su
ropa y tomar a Jungkook sobre el suelo —a la mierda el
hecho de que estaba en el trabajo. En lugar de eso, agarró
la cabeza de Jungkook con ambas manos e instó su cuerpo
hacia arriba. Taehyung quería su boca.
Cuando Jungkook se levantó, Taehyung atacó sus labios,
bajando una mano al culo del hombre y manteniendo la
otra en su cabeza. El cuerpo de Jungkook chocó contra el
suyo, y pudo sentir la erección dentro de los pantalones de
Jungkook mientras se empujaba fuerte contra él.
Taehyung probó la boca que había estado alrededor de
su polla y mientras Jungkook lamía su lengua, sus manos
fueron hacia la corbata de Taehyung tratando de aflojarla,
cuando liberó el nudo, y este colgó libremente, Jungkook
apartó su boca y bajo sus labios al cuello de Taehyung.
La cabeza de Taehyung hizo un ruido sordo contra la
puerta, y su polla continuó frotándose sobre la ropa de
Jungkook mientras escuchaba la respiración entrecortada
en su oído.
—Felicitaciones —oyó susurrar Taehyung mientras la
mano de Jungkook se movía entre ellos, y sus dedos se
envolvían alrededor de ella.
—¿Por? —empujó más allá del nudo en su garganta.
Jungkook levantó su cabeza y lo miró directamente a los
ojos. —Por corromperme.
— ¿Yo te corrompo? Tú eres el que está acariciando mi
polla.
Jungkook dio un paso atrás y volvió a ponerse de rodillas.
—Sí y tú eres el que me convenció de intentarlo, y ahora,
parece que no puedo parar.
La boca de Taehyung se curvó en una mueca mientras
que sus dedos recorrían la barba incipiente en su mentón
donde pasó los dedos a través de los labios masculinos.
—Entonces, por favor, no te detengas.

Jungkook había estado diciendo la verdad. No podía


obtener suficiente de Taehyung mientras abría su boca y
sentía que él se deslizaba hasta el fondo de su lengua.
Concentrándose en su respiración, Jungkook cerró los ojos
y disfrutó de la sensación de Taehyung, usando la boca de
una manera que nunca había hecho antes. Era una
experiencia única —dar algo y saber exactamente como de
bien lo siente el que lo recibe. Jungkook sabía cómo se
sentía follar una boca caliente, dispuesta. Mierda, sabía lo
bueno que era deslizarse en la de Taehyung.
Colocando sus manos sobre las piernas de Taehyung,
Jungkook sintió la fuerza de los músculos flexionándose
bajo sus palmas. Todo lo que estaba haciendo era excitarlo
—la polla entre sus labios, los suaves gruñidos procedentes
de Taehyung, y las manos sujetándolo, para que su boca
pudiera ser usada.
Oh sí. No había estado mintiendo. Esto era exactamente
lo que quería, y no había manera de que lo pararan.
Bajando su mano derecha por entre los muslos de
Taehyung, Jungkook movió sus dedos bajo sus bolas y
empujó un solo dedo entre aquellas nalgas calenturientas, y
la reacción fue inmediata. Las manos sobre su cabeza lo
jalaron más cerca mientras el dedo de Jungkook se hundió
más profundo hasta que encontró el cálido agujero que
estaba buscando. Cuando la punta de su dedo se estrelló
contra Taehyung, Jungkook alzó su mirada para encontrar a
Taehyung mirándolo fijamente inhalando a través de sus
labios mientras continuaba empujando sus caderas hacia
adelante, asegurándose de que llenaba la boca de
Jungkook.
Jungkook, con curiosidad por ver cómo Taehyung
reaccionaría, deslizó su dedo dentro del otro hombre y vio
como Taehyung clavo sus dientes en su labio inferior. Sus
ojos se empequeñecieron cuando su culo se apretó
alrededor del dedo de Jungkook, y luego Taehyung empujó
tan profundo como pudo, haciendo a Jungkook toser y
vacilar. Cuando Taehyung pareció darse cuenta de lo que
había sucedido, empezó a salirse, pero Jungkook lo buscó y
lo llevó al interior, anhelando ese tipo de reacción intensa.
Dejarse llevar era el avance. Dejarse llevar era la lección
sobre los cómos y porqués. Ahora surgía la necesidad —la
necesidad de terminar, la necesidad de venirse, y la
necesidad de ser parte de la otra persona.
Cuando Jungkook sintió sus mejillas húmedas, se dio
cuenta de que sus ojos debían estar inundados, pero él
estaba decidido, y quería esto.
Cuando Taehyung bajó la vista hacia él, Jungkook se
aseguró de mover su lengua alrededor de su polla
empujándola a su boca.
—Estoy muy cerca, Jungkook. Si no deseas esto…
Jungkook no respondió verbalmente. En su lugar, deslizó
sus labios hacia delante sobre Taehyung hasta que el otro
hombre recibió el mensaje y puso en marcha un rápido
ritmo de bombeo dentro y fuera de su boca.
Nada había preparado a Jungkook para sentirse como lo
hacía cuando se arrodilló frente a Taehyung con la boca
llena y sus dedos moviéndose. Mientras observaba al
hombre por encima de él, que de alguna manera se había
metido por debajo de su piel, se dio cuenta de que estaba
sintiendo cosas mucho más allá del sexo. Se dio cuenta de
que el sexo nunca habría ocurrido si no hubiera más para él
ahí, y la comprensión de eso lo golpeó, los dedos de
Taehyung se enroscaron en su pelo.
La polla dentro de la boca de Jungkook sacudiéndose, y a
continuación, un chorro caliente de líquido salado golpeó
su lengua, impactando sobre sus papilas gustativas.
Empujo sus labios hacia afuera del hombre delante de él y
a pesar de que no había esperado el calor o el sabor, la
curiosidad de Jungkook lo hizo tragárselo.
—Joder, ¿te lo has tragado todo? Eres perfecto.
Los ojos de Jungkook se movieron hasta el Taehyung de
aspecto relajado y cuando se encontraron, Jungkook tocó
su labio inferior con su lengua.
—Estuvo todo… ya sabes, ¿bien?
Taehyung se deslizó hacia abajo de la puerta hasta que
su culo estaba en el suelo.
—Literalmente hiciste a mis rodillas ceder.
Jungkook se inclinó hacia adelante, pero antes de que
besara a Taehyung, se detuvo.
—¿Qué? —le preguntó Taehyung con una ceja levantada.
—Te importa si te beso… ya sabes, después de que tú…
—¿Estás bromeando? — Taehyung lo agarró y le dio un
beso con lengua.
Jungkook gimió con frustración reprimida y siguió a
Taehyung hasta que su espalda golpeó la puerta con un
golpe fuerte.
—Tengo que volver al trabajo.
—Di que estás enfermo —sugirió Taehyung.
—¿De repente?
—Sí, sí. Di que estás enfermo y vete a casa, para que yo
pueda hacer algo con respecto a esto —propuso Taehyung,
estirando la mano para acariciar la polla de Jungkook.
—No puedo. Está demasiado lleno. Oh Joder —suspiró
cuando la mano de Taehyung continuó trabajando en él.
—Mierda… para. Va a ser bastante difícil trabajar contigo
sentado ahí fuera.
—¿Sí? —se burló Taehyung mientras lo soltaba.
Jungkook se apartó y se puso de pie. —Sí. No juegues
conmigo ahí fuera.
—Hmm, está bien. Tal vez puedo esperar hasta que
llegues a casa. ¿Vamos, no tienes algo de curiosidad?.
Jungkook no sabía cómo responder a eso. Tenía
curiosidad, sobre todo después de anoche. Podía admitir
que mucho, pero no estaba muy dispuesto a decirlo en voz
alta. Además, sabía que en el momento en que Taehyung
fuera consciente de que había contemplado la posibilidad,
estaría jodido —tanto literal como figurativamente. Así, que
decidió ignorar la pregunta.
—¿Taehyung?
—¿Sí? —respondió Taehyung desde dónde estaba
ocupado metiendo su camisa húmeda en sus pantalones y
abrochándolos.
—Fue una especie de locura.
Taehyung le echó una mirada mientras se quedaba
paralizado. —¿En el buen sentido?
Jungkook asintió mientras adecentaba su propia camisa y
miraba a Taehyung abrocharse la hebilla del cinturón. —Sí,
en el sentido de yo-quiero-hacerlo-de nuevo.
Una vez que Taehyung estuvo listo para salir. Pasó por
delante, y sin ninguna duda, le dio un beso a Jungkook.
—Siéntete libre de ponerte de rodillas para mí siempre
que quieras. No me quejaré nunca.
—¿Nunca?
—Nunca —confirmó.
Jungkook se echó a reír. —Eres demasiado fácil, sabes
eso, ¿verdad? Deberías jugar a hacerte el difícil una que
otra vez.
Taehyung se encogió de hombros, y Jungkook deseó estar
así de seguro de sí mismo.
—¿Por qué, cuando sé lo que quiero?
—¿Y eso es? —preguntó Jungkook, no sabiendo
realmente porque necesitaba la confirmación verbal, pero
la necesitaba.
—¿Me estás sonsacando, Jungkook?
—Tal vez —respondió.
Cuando Taehyung se movió detrás de él, sintió un
escalofrío sacudiendo su columna vertebral.
Una áspera barba incipiente acarició su oreja y unos
cálidos labios chuparon el lóbulo de su oreja mientras
Taehyung trabajaba para tranquilizarlo.
—Te quiero a ti, y quiero estar dentro de ti. —Jaló a
Jungkook de vuelta, de modo que él pudiera frotar sus
caderas contra él—. Admítelo, has pensado en ello ya.
Puedes decírmelo.
—¿Cómo sucedió esto, Taehyung? —preguntó Jungkook
casi sin aliento mientras la boca de Taehyung lo excitaba y
lo doblegaba y se obligó a hacer su mejor esfuerzo.

Jungkook asintió mientras empujaba su cadera hacia


atrás, para así poder sentir el miembro de Taehyung contra
él. No había manera de librarse de su erección hasta que el
hombre lo soltara y dejara la habitación.
—Sí, yo dándole una mamada a un chico.
—¿Y te gustó?
—Sí, me gustó. ¿Cómo sucedió? —preguntó otra vez,
realmente desconcertado.
Taehyung lo dejó ir, riéndose entre dientes, mientras iba
hacia la puerta donde la abrió y miró hacia atrás.
Fue entonces cuando Taehyung le dijo a Jungkook la
única cosa que Jungkook sabía que era una verdad
absoluta.
—Me conociste.
22. Diecinueve

Después de que Jungkook y él se movieran a la sala de


descanso, Taehyung fue el primero en caminar hacia el
estrecho pasillo y mientras la puerta se cerraba detrás de
él, Amelia fue la primer persona que vio.
—Vaya, vaya, vaya. Te vi tener mejor suerte en convencer
a nuestro hombre ahí.
Taehyung no podía explicar por qué su comentario le
molestó tanto como lo hizo. Pero estaba jodidamente
seguro que fue por la forma en que dijo nuestro hombre.
Taehyung reacomodó su corbata anudada y caminó a
través del espacio que había entre ellos deteniéndose a
unos centímetros de ella. —Cuando pongo mi atención en
algo, no me detengo hasta obtenerlo. ¿Qué puedo decir?.
Amelia se alejó de la pared y levantó sus manos, las
colocó en su pecho donde las movió hasta sus hombros. —
Entonces, ahora que lo tuviste, está libre para jugar,
¿cierto?. Tengo que decir que es definitivamente alguien
con quien me gustaría jugar. Esos ojos y todo ese cabello
sexy, es hermoso. Ya que él no nos quiso a los tres…
—¿Amelia? —interrumpió Taehyung mientras una de las
manos de Amelia se deslizaba hasta su cabello donde
enredó sus dedos.
Taehyung se inclinó hacia su oído y le advirtió—: Mantén
tus manos fuera de él. Es mío y no voy a compartirlo
contigo.
Justo cuando esas palabras salieron de su boca,
Taehyung escuchó la puerta detrás de él abrirse. Estaba a
punto de retirarse cuando escuchó la palabra “típico”
llegar hasta sus oídos y no venía de Amelia.
Alejándose de la mujer que estaba frente a él, se volteó
para ver a Jungkook. Ahora completamente vestido con su
uniforme del trabajo, le lanzó dagas con los ojos a ambos y
mientras Taehyung se movía hasta él, Jungkook sacudió su
cabeza y le escupió—: Joder, no te molestes.
Como siempre, la molestia que irradiaba de él solo lo
hacía ver más caliente y a Taehyung más encendido. Sabía
lo que Jungkook estaba pensando mientras permanecía ahí,
mirando a Amelia y a sí mismo y no había manera de que
Taehyung lo dejara continuar por esa línea. Así que, en
lugar de hacer caso a la advertencia de retroceder, caminó
hasta acercarse y observó en silencio y con fascinación
mientras Jungkook se movía para esquivarlo.
Olvidando completamente que Amelia estaba en el
pasillo con ellos, Taehyung siguió a Jungkook y se desplazó
a la izquierda hasta que estaban lado a lado. Jungkook lo
fulminó con la mirada y los labios que habían estado
envueltos alrededor de él solo minutos antes se habían
convertido en un gruñido de rabia.
—Muévete —soltó.
Taehyung sintió la adrenalina atravesarlo por la
exigencia de Jungkook. —No. —Se acercó mas hasta que la
espalda de Jungkook golpeó la pared.
—Eres incapaz de mantener tu boca y tu cremallera
cerrada ¿no es así? ¿Qué es esto?, Dos segundos después
de venirte conmigo y aquí estás ¿intentando conseguir
más? Jódete.
Ahora el temperamento de Taehyung empezaba a
acelerarse mientras le decía al hombre celoso que estaba
frente a él. —Has hecho eso ¿recuerdas? Justamente
anoche y me dijiste que no tenías tiempo ahora mismo.
Jungkook parecía haberse olvidado de su público.
Taehyung sabía que nunca hubiera hablado de la forma que
lo hizo ahora si recordara que Amelia estaba ahí. Para
Taehyung, esa era su señal para recordarle a Jungkook
exactamente a quién quería.
—Aléjate de mí hasta que puedas mantener tú pene en
tus pantalones.
Fue ahí cuando Taehyung perdió su paciencia. Levantó
las manos y empujó a Jungkook por los hombros hasta la
pared que había detrás de él.
—Mi pene está en mis jodidos pantalones, exactamente
donde lo puse después de que terminaste de chuparlo hace
un minuto. Wow Jungkook, ¿cuándo te convertiste en una
pequeña perra?.
Taehyung se imaginó que con ese comentario podía
conseguir un golpe en el rostro cuando la expresión de
Jungkook lo fulminó con la mirada, pero no lo hizo. En su
lugar, Jungkook se concentró en pasar sobre sus hombros y
obviamente enfocarse en Amelia, quien Taehyung estaba
seguro de que estaba observando ávidamente. Luego, la
mirada de Jungkook regresó a la suya.
—Retrocede —ladró Jungkook, su difícil y rápida
respiración empujaba su pecho contra el de Taehyung.
Taehyung conectó sus caderas y notó que Jungkook
seguía excitado de antes o nuevamente encendido desde
que empezó su discusión.
—No.
— Taehyung —advirtió Jungkook.
A Taehyung no le importó. Si Jungkook quería una
prueba de exactamente en quién estaba interesado, no
tenía problema en demostrárselo.
—Jungkook.
—¡Aléjate jodidamente de mí!
Taehyung levantó su mano del hombro de Jungkook y la
empujó hasta su cabello del cual Amelia había estado
hablándole solo segundos antes. Tiró de la cabeza de
Jungkook para acercarse y morder su labio inferior. —Lo
haré…después.
—¿Después?
—Después de recordarte.
Con eso, Taehyung llevó su boca hasta la del molesto
hombre que estaba frente a él.

Amelia está ahí, pensó Jungkook mientras la boca de


Taehyung lo tomaba en un brutal beso. La mano en su
cabello estaba empujando para sostenerlo y Jungkook podía
sentir la erección de Taehyung mientras continuaba
enredando su lengua en la suya.
Sí, esta boca es mía, pensó Jungkook al abrir sus labios
aún más. ¿Los brazos de Taehyung? También son míos,
pensó, levantando sus manos de su lado para agarrar los
bíceps de Taehyung. Mientras Taehyung alineaba sus
cuerpos, Jungkook gruñó y colocó una palma en su pecho
rozándolo. Y este cuerpo, este cuerpo poderoso presionado
contra mí, también es mío.
Jódete Amelia, y en cuanto pensaba esto, los ojos de
Jungkook se abrieron y conectaron con la mujer que
permanecía ahí. Ella se lamió los labios, caminó
acercándose y lanzó una caliente mirada hacia ellos y
Jungkook se aseguró de poner una mano en el trasero de
Taehyung, un señal que decía “Sí, también me estoy
follando esto”.
Ella alargó y arrastró sus dedos sobre la parte posterior
de su mano la cual estaba enredada en Taehyung y después
asintió mientras pensaba que ella había recibido el
mensaje, antes de girarse y alejarse del estrecho pasillo.
Cuando estaba fuera de vista, Jungkook colocó todo su peso
detrás de él, levantó sus manos y empujó a Taehyung al
lado opuesto de la pared donde lo siguió y empezó a moler
al hombre con su erección insatisfecha.
Levantando su boca, Jungkook miró el rostro del hombre
que lo estaba volviendo loco. —Mantén tu boca lejos de
ella.
Taehyung raspó sus dientes a lo largo de la mandíbula de
Jungkook mientras decía en tono áspero. —Pensé que era
de mi pene de quien estabas preocupado.
— Taehyung —gruñó Jungkook.
Mientras sentía fuertes dedos a través de su cabello,
encontró interesante que a él no le importaba una mierda
que Amelia acababa de ver lo que tenían. Jungkook quería
que todos los que estaban aquí supieran que Taehyung era
suyo, por más que una noche.
—Ya te había dicho que no estoy interesado en nadie
más.
—No se veía de esa manera —apuntó Jungkook.
—Quizás entonces debiste mirar más de cerca. Ella no
está interesada en mí.
Eso llamó la atención de Jungkook. Se alejó un paso y
miró a Taehyung en su traje arrugado mientras permanecía
contra la pared, sus párpados semiabiertos y labios
hinchados. Jungkook pensó que nunca se había visto más
sexy.
—Ya le había dicho que no —explicó Jungkook.
—Sí, bueno, ella piensa que te refieres a que no nos
quieres a los tres.
Jungkook sacudió su cabeza por la mierda casual que
salió de la boca de Taehyung.
—Quise decir que no a nosotros tres y a nosotros dos, es
decir Amelia y yo. No hay manera de que duerma con una
compañera de trabajo. Es demasiado lío.
Taehyung se alejó de la pared y caminó hacia él. —Bien,
porque justo ahora duermes conmigo y eso te va a tomar
todo tu tiempo.
La erección de Jungkook palpitó todavía más fuerte por
el pensamiento.
—Dios, vete, ¿lo harías? Te veré en el bar. Necesito un
minuto sin ti.
— ¿Y eso por qué?
—Porque me estás jodiendo demasiado. Me vuelves loco.
Taehyung se inclinó hacia él y Jungkook trató de
racionalizar su irracional comportamiento pero no obtuvo
nada —excepto que este hombre estaba provocando
sentimientos en él que no había sentido en mucho tiempo,
si es que alguna vez los había tenido.
Girando su cabeza, Jungkook no pudo evitar besar a
Taehyung otra vez, rápido y duro y luego se alejó
observándolo alejarse por el pasillo.
Mientras Taehyung llegaba a la puerta principal del bar,
miró hacia a él una vez más. —No tardes demasiado. Me
gusta mirarte.
El corazón de Jungkook se aceleró como si Taehyung lo
hubiera tocado. En lugar de no decir nada, asintió y cuando
Taehyung le guiñó, sintió un completo nuevo tipo de dolor
pero este estaba localizado en su pecho, no abajo entre sus
piernas. Era un infierno más terrorífico de lo que pensaba.

—Tenía razón, ¿no es así?


Jungkook miró a Amelia que tenía la cadera contra la
parte trasera del mostrador.
El acelere inicial de la noche finalmente había
disminuido. Por suerte para él, habían sido golpeados
cuando él se había retirado al área del bar. Había
localizado a Taehyung a lo lejos y se sintió de alguna
manera aliviado de ver que ya tenía una bebida. Lo que
significaba que Jungkook podía distraerse con otras cosas
hasta conseguir estar completamente bajo control.
—¿Acerca de qué? —contestó con evasiva pero sabía lo
que estaba por venir.
—Su reputación… le queda ¿no es así?
Antes a Jungkook no le gustaba escuchar acerca de ese
chisme y ahora no era diferente. —No sé de qué estás
hablando.
—Bien Jungkook, puedes pretender que no estás
disfrutando secretamente cada minuto en su cama, pero
noticias de última hora, he estado ahí. Sé lo bueno que es.
Jungkook no quería causar una escena pero realmente se
estaba poniendo enfermo por la gente tirándole en la cara
el día de hoy sobre dormir con Taehyung. Nuevamente, no
era como si él no supiera con quien había estado…
Bueno, en este bar, casi todos.
Por otro lado, Jungkook supuso que no era su asunto lo
que Taehyung había hecho en el pasado, solo lo que hacía
actualmente.
—Escucha. No me importa nada de lo que hizo antes. No
estoy interesado.
Amelia se desplazó y colocó su palma sobre el mostrador
donde tocó su mano con los dedos. —No sabía que te
movías de esa manera.
—No lo hago. —Fue la respuesta inmediata de Jungkook,
con la cual se dio cuenta que era ridículo, considerando lo
que ella había visto y probablemente escuchado en la parte
trasera.
—Oh, creo que lo haces. Está bien. Creo que es caliente y
oye, si alguien está haciendo que intentes algo, ese sería
Taehyung. Es muy persuasivo.
Jungkook tragó, recordando palabras similares saliendo
de la boca de Taehyung acerca de intentar otras cosas. Sin
embargo, Jungkook sabía que estaba más allá de estar
intentando algo y que él ahora estaba en la parte de
haciendo.
—Necesito un cigarro.
Amelia se rió. —No sabía que fumabas.
—No lo hago a menos que esté bebiendo.
—¿O teniendo un ataque de ansiedad? —bromeó.
Jungkook apretó los ojos y luego los abrió para mirar a la
pequeña rubia que estaba en frente de él. ¿Por qué no
estoy atraído por ella?, La vida sería mucho más fácil.
—No te sientas mal. Él es difícil de resistir —lo
reconfortó.
Sí, no es que no fuera cierto. Taehyung era imposible de
resistir y cuando Jungkook miró sobre su hombro al
hombre y lo encontró mirándolo de regreso, sabía que su
cerebro se había movido más allá de lo físico. Tenía
sentimientos por Taehyung — emociones que se
convertirían en cosas desastrosas, enredadas y más allá de
complicadas.
Amelia lo sacó de sus pensamientos, confundiéndolo. —
Tú también lo eres ¿sabes?
¿Huh? ¿De qué está hablando?
—Eres difícil de resistir. Todas las chicas te quieren. ¿Y
tú que consigues?, Follar a Taehyung. A alguien que nunca
habíamos considerado.
Jungkook se acercó a donde estaba, ligeramente
incómodo por saber que todos lo habían estado observando
y probablemente lo seguían haciendo.
Amelia levantó un brazo para acariciar su hombro. —
Será mejor que vayas y le consigas otra bebida. No te ha
quitado los ojos de encima y estoy empezando a sentir
como si fuera a saltar sobre el bar y arrancar mi mano.
—¿No crees que estás siendo un poco dramática?
Jungkook se giró alrededor para enfrentar a Taehyung,
quien estaba lanzando dagas a Amelia y cuando ella
acarició su jodido brazo, hizo que los ojos de Taehyung se
estrecharan.
Amelia se rió. —Um, no. Considerando que me advirtió
sobre ti más temprano en el pasillo, estoy muy segura que
lo estoy interpretando muy bien, lo cual es interesante. Él
nunca antes había dado una mierda.
La cabeza de Jungkook se giró alrededor de ella, vio su
mano masajear su brazo y luego la sonrisa traviesa que
tenía en el rostro. —¿Él hizo qué?
—¿No te lo dijo? —preguntó, finalmente moviendo su
mano—. Cuando saliste y nos viste, estaba diciéndome que
retrocediera.
Por alguna razón, esa pieza de información puso caliente
a Jungkook como el infierno a pesar de que se imaginó que
eso probablemente lo había molestado. Distraído por sus
propios pensamientos, le dijo a Amelia que regresaría y fue
hasta el hombre que estaba al otro lado del bar.

Los ojos de Taehyung se enfocaron en los de Jungkook


mientras sus largas piernas cruzaban el espacio detrás del
bar. Cuando se detuvo delante de él y colocó sus manos en
el mostrador, Taehyung levantó su rostro y esperó.
—¿Quieres algo? —preguntó Jungkook sin ningún tipo de
saludo.
—No recuerdo que el servicio fuera tan descuidado.
—¿Descuidado?
—Sin saludo, sin sonrisa, sin preguntar cómo va mi día.
Jungkook se cruzó de brazos y lanzó una sonrisa falsa en
su dirección. —Hola, ¿cómo va tu día?
Taehyung empujó su lengua contra su mejilla y miró la
abotonada camisa y chaleco negro de Jungkook. Sí, pensó,
Jungkook se veía espectacular arrodillado frente a mí. Yo
tenía razón: ese chaleco pomposo lucía incluso mejor desde
arriba.
—Fantástico hasta hace unos treinta minutos, cuando…
—No.
—¿No? ¿Por qué no? —bromeó Taehyung—. Pensé que
podrías necesitar un recordatorio.
—No lo necesito. Lo recuerdo todo perfectamente, pero
te dejaste fuera algunos detalles.
Relajándose en el taburete, Taehyung frunció el ceño.

Taehyung siguió la mano de Jungkook mientras que él


quitaba el paño blanco de sus pantalones y empezaba a
limpiar la superficie de la barra. Ah, ese gesto nervioso. Me
encantan sus ademanes delatores.
—¿Qué dejé fuera?
Jungkook se inclinó para acercarse incluso más de lo que
Taehyung hubiera esperado.
—Te pones igual de celoso que yo. Solo que tú lo
escondes mejor.
La mandíbula de Taehyung hizo un tic cuando pensó en
Amelia tocando a Jungkook, sin saber qué le decía. Tenía
que admitir que estaba cien por ciento celoso. Eso era algo
que nunca había sentido en su vida… hasta Jungkook.
Taehyung no la quería cerca de él, no mientras fuera suyo.
—Oh, ¿entonces está bien si eres tú, pero no si soy yo?
No es tan gracioso ahora, ¿eh?.
—Nunca fue gracioso. He trabajado mucho para
conseguir lo que quiero. Ella puede irse a pasear si cree
que va a conseguir un poco de ello.
Jungkook puso una palma estabilizadora sobre la barra,
con su boca ligeramente abierta. Inspiró rápido y luego lo
dejó salir, confesando—: No sé por qué eso es tan sexy,
pero lo es.
—¿No lo ves, Jungkook? Ella es igual que yo. Las que se
nos resisten son las que más nos quieren.
—Entonces, ¿esto es solo un juego para ti?
Taehyung pensó en ello durante un segundo, y luego
estiró su mano hacia la que estaba sobre la barra.
—Quizá al principio, pero ahora no. Dejó de ser un juego
la noche en que apareciste en mi puerta.
Taehyung quitó su mano y se sentó, mientras que
Jungkook levantaba su mano para frotar su mejilla.
—Entonces hablemos. Dime algo que no sepa de ti —dijo
Taehyung, decidiendo cambiar a un tema que fuera más
cómodo.
Jungkook levantó un hombro, pero le siguió la corriente.
—Odio los champiñones.
Al no esperar eso, Taehyung empezó a reírse.
—De acuerdo, mantendré eso en mente para la noche de
pizza.
—Y las anchoas —añadió Jungkook.
—¿A quién le gustan las anchoas?
—No lo sé, pero odio esas cosas saladas que huelen a
pescado.
—Anotado. ¿Algo más? —preguntó Taehyung.
Jungkook tomó los vasos vacíos frente a él y los puso
junto con los sucios. Cuando se volvió, preguntó—: ¿Cuál es
la noche de pizza?
Taehyung lo pensó y decidió que en verdad le gustaba la
idea de una cena nocturna normal con Jungkook.
—Estoy pensando en los domingos.
—Los domingos, ¿eh? Estoy libre las noches de los
domingos.

Taehyung notó la forma en la que los ojos de Jungkook se


oscurecieron, y sintió toda clase de entusiasmo al pensar
en pasar la noche con este hombre otra vez.

—Entonces deberías venirte, definitivamente. —Incapaz


de apartar la mirada, Taehyung disfrutaba del lado relajado
de Jungkook.
—Bueno, eso podría ciertamente ser parte de la tarde,
estoy seguro.
Taehyung ni siquiera había pensado en eso, pero cuando
Jungkook le contestó también con un juego de palabras,
sintió su anticipación intensificarse con la sonrisa
insinuante cruzando los labios que ahora estaba
imaginando sobre los suyos.
—Cuidado, Jungkook.
—¿Por qué?
—Crees que estás a salvo porque ya te he probado. Crees
que solo estoy sentado aquí, pero estás equivocado, estoy
constantemente imaginándolo. Todo lo que hizo fue
hacerme desearte más. Estoy a unos dos segundos de
tirarme sobre ti. Así que retrocede a menos que estés listo
para eso.

Jungkook dio un paso atrás, mirando la boca de


Taehyung.
—Bueno, todos con los que trabajo lo sabrán al final de
este turno, de todos modos.
—¿Esto te molesta?
Jungkook lo pensó y se dio cuenta de que no le
molestaba. En realidad, era un alivio no tener que ser él
que se lo cuente a la gente. Solo lo sabrían, y si eran lo
suficientemente valientes para preguntárselo, entonces
lidiaría con ello. Aunque la mayoría de la gente nunca decía
lo que estaban pensando en tu cara. Era usual que los
chismes fueran a tus espaldas, y eso le importaba una
mierda.
—No. No me molesta.
—¿En serio?
—Sí, en serio. No me importa lo que piensan. Apenas los
conozco.
—Eso es verdad —concordó Taehyung—. ¿Y qué hay de
las personas que sí conoces?
Jungkook se cruzó de brazos.
—¿Como quién?
—Como tu familia.
Jungkook no entendía. Taehyung había ladrado a la mera
mención de la familia solo la noche anterior. ¿Por qué lo
está sacando a relucir ahora?
—La familia es diferente.
—¿Lo es?
Jungkook tuvo la impresión de que Taehyung estaba
molesto por esa respuesta.
—Sí, lo es. De todos modos, tú eres el que dejó claro que
las familias no son un problema ahora mismo.
La boca de Taehyung se retorció para mostrar una
sonrisa que Jungkook sospechó era falsa.
—Tienes razón.
—¿La tengo? —Estaba ligeramente confundido por el
giro en la conversación.
—Sí. ¿Puedo beber algo más?
—¿Por qué? ¿Necesitas una? —preguntó Jungkook,
estirando su brazo hasta debajo de la barra en busca de un
vaso.
—Quizá.
El hombre usualmente tranquilo y calmado ahora
parecía… molesto.
—¿Taehyung?

—¿Quieres que se lo cuente a mi familia?


Los ojos de Taehyung se alzaron hacia los suyos, y
Jungkook sintió su corazón hacer un ruido sordo en su
pecho.
—En verdad no es mi decisión, ¿cierto?
Jungkook volvió a poner sus manos sobre la barra y puso
su cara cerca de la de Taehyung, sin importarle quién
estuviera mirando.
—No, no lo es, pero creo que tú quieres que se lo cuente.
Cuando Taehyung no dijo ni una palabra, Jungkook supo
que tenía razón.
—Sé por qué ese pensamiento me asusta, pero ¿qué te
asusta a ti de él? ¿El hecho de que tendrías que aceptar un
compromiso, o el pensamiento de que a alguien no le
importes un rábano?.
Taehyung frunció el ceño y, así como así, la realidad de a
dónde se estaba dirigiendo todo esto, fue comprendida por
ellos.
—No sé de lo que hablas.
—Sí que lo sabes —susurró Jungkook, y se puso recto—.
¿Todavía quieres ese trago?.
—Sí, que sea tequila.
Riéndose por la petición murmurada de Taehyung,
Jungkook preguntó—: ¿Coraje líquido?
—¿Divirtiéndote a mis expensas?
—Inmensamente. —Jungkook se volvió, sirvió el trago y
luego se movió para tendérsela a Taehyung. Ahí fue cuando
oyó la pregunta que nunca había esperado oír.
—¿Por qué te sientes atraído por mí?
Eso era algo que Jungkook se había preguntado una y
otra vez. Al principio, le había parecido esencial saber las
razones por sus reacciones por un hombre. Pero a medida
que Jungkook pasaba más tiempo con Taehyung, más se
daba cuenta de que no eran los sentimientos que tenía por
un hombre lo que necesitaba averiguar, sino los
sentimientos que tenía por Taehyung en particular… y
habían muchos.
—Tu confianza en ti mismo.
Taehyung resopló.
—¿En serio? Porque tenía la impresión de que odiabas
eso de mí.
—Lo odiaba —respondió automáticamente Jungkook.
—Ah… entonces no lo entiendo.
—Lo odiaba… al principio.
—Pero ¿ahora? —presionó Taehyung.
—Ahora creo que es… fascinante.
Levantando el trago hasta su boca, Taehyung bajó el
líquido y ni siquiera pestañeó al poner el vaso vacío sobre
la barra.
—Bueno, ésa fue una respuesta diferente a la que
esperaba. Gracias.
—No he terminado. Hay más —se burló Jungkook con
una risita, preguntándose qué había esperado Taehyung
exactamente—. ¿Quieres otro trago para oír el resto?
—Oh, qué amable. Pasando el mal trago a base de risas.
La única razón por la que me esté comportando es porque
estás en el trabajo. De otro modo, estarías igual de
incómodo que yo ahora mismo.
—¿Desde cuándo te ha detenido el hecho de que esté en
el trabajo? —preguntó Jungkook—. Puedo parar si
quisieras.
—No te atrevas.
—Entonces, ¿te gusta oír de ti? ¿Por qué no me
sorprende? —Jungkook levantó su mano para frotarse el
mentón, fingiendo estar perdido en sus pensamientos.
Taehyung clarificó:
—Me gusta oír lo que tú piensas.
—Creo que eres sexy, pero todos deben de decirte eso,
así que no es algo nuevo. Debe ser aburrido ya.
—¿Estás bromeando? ¿Sabes el tiempo que he esperado
para oírte decirme algo así?.
—No tanto tiempo. Solo te he conocido hace poco más de
dos semanas —le recordó Jungkook, con la lengua en parte
interna de la mejilla.
—¿De verdad solo ha pasado ese tiempo? Juro que
parece que te he deseado una eternidad. Dios, no tienes ni
idea de lo que quiero hacerte.
La boca de Jungkook se secó por la forma en que la voz
de Taehyung se intensificó, y sus ojos se movieron para
detenerse en su garganta. Estirando el brazo hacia el paño
blanco metido en sus pantalones, Jungkook se lo llevó a las
manos y lo retorció.
—Detente. No puedo pensar cuando me miras así.
—Lo sé. Empiezas a jugar con ese paño, o te pasas las
manos por el cabello. Pero, maldición, Jungkook, no puedo
evitarlo. Desde el minuto en que te vi, te deseé.
La erección de Jungkook presionó contra sus confines
mientras estudiaba la boca de Taehyung.
—Eso también me gusta.
—¿Qué? — Taehyung exhaló.
—Lo mucho que me deseas. Es una jodida descarga de
adrenalina. La forma en que me observas, y me miras es
muy descarada.
—¿Jungkook?

—Apártate de mí… ahora mismo.


Jungkook retorció el paño y levantó la mano para
pasársela por el cabello mientras asentía, entendiendo la
falta de autocontrol de Taehyung.
—Pero ¿después?
—Después vienes a casa conmigo.
Jungkook se las arregló para dar una promesa de una
palabra.
23. Veinte

Apenas había dado dos pasos dentro del apartamento de


Taehyung, cuando hicieron a Jungkook dar media vuelta, y
su boca fue tomada. “Tomada” era la única manera de
describirlo. Taehyung no era suave, y tampoco lo eran las
manos en la cintura de Jungkook.
La puerta fue cerrada de una patada, y una luz fue
encendida mientras Jungkook era obligado a caminar hacia
atrás mientras le sacaban la camisa de trabajo del
pantalón. La boca que lo dominaba era voraz, y la lengua
que se sumergía entre sus labios los saboreaba como un
hombre hambriento.
Llevando las manos al rostro de Taehyung, Jungkook le
acarició las mejillas y persiguió la ágil lengua a la boca de
Taehyung. Mierda, como si el hombre no fuera lo
suficientemente potente, su boca tiene gusto a tequila,
pensó Jungkook mientras ágiles dedos comenzaron a jugar
con la parte inferior de su chaleco.
Deslizando una mano a la parte posterior de la cabeza de
Taehyung, Jungkook coqueteó con el pelo negro que por fin
se había secado de la lluvia. Acercó a Taehyung lo más
cerca que pudo hasta que sus caderas se encontraron, y la
prueba de la excitación de Taehyung estaba pegada a la
suya. Jungkook tiró la cabeza hacia atrás y empujó su
cuerpo contra el duro cuerpo delante de él.
—Desnudo. Te quiero desnudo —dijo Taehyung con voz
áspera mientras empezaba a desabrochar los botones del
chaleco de Jungkook.
Jungkook tomó el labio inferior de Taehyung entre los
dientes y tiró de él suavemente antes de deslizar la lengua
a su alrededor. Un sonido ronco salió de la garganta de
Taehyung mientras llegaba al primer botón de la camisa de
Jungkook.
—Este maldito uniforme. Es como desenvolver un puto
regalo de Navidad. Capas y capas —se quejó, exasperado,
sin dejar de desabotonar—, antes de llegar a lo que quiero.
Jungkook levantó la mano a la corbata de Taehyung y
acarició el material arrugado sobre su pecho.
—Podría decir lo mismo.
—Entonces, desnúdame.
Jungkook aflojó la corbata, se la quitó y la tiró al suelo.
Dos manos finalmente se separaron de su chaleco y camisa,
y se deslizaron dentro, mientras que él desabrochaba los
dos primeros botones de la camisa de Taehyung.
Antes de llegar más lejos, Taehyung bajó la cabeza y
apretó los labios calientes en el pezón de Jungkook.
Jungkook dejó caer las manos, y dejó escapar un suspiro
tembloroso.
Ah, sí, muérdeme, vamos, Taehyung.
Afilados dientes mordisquearon su pecho, y luego la
lengua de Taehyung se movió por toda la protuberancia
puntiaguda. Cuando Jungkook agarró la parte posterior de
la cabeza de Taehyung, Taehyung mordió.
—Oh… mierda, Taehyung.
La boca de Taehyung se curvó contra su carne caliente
antes de que se moviera al pliegue del brazo de Jungkook,
donde acarició y procedió a morder suavemente la piel y el
músculo de su bíceps. Jungkook gruñó de placer con cada
mordida fuerte hasta que Taehyung levantó la cabeza, y esa
boca provocadora regresó a la suya.
Jungkook respiró hondo, mientras las manos de
Taehyung se movían a su cintura y luego se deslizaban
alrededor para tirar de él para que hicieran contacto de
cuerpo entero.
—Joder, Jungkook, tu piel —Taehyung lo besó desde la
mandíbula hasta la oreja— es tan suave… y bronceada…
toda. Es tan lamible.
La cabeza de Jungkook se inclinó hacia atrás, dejando al
descubierto su cuello para Taehyung, y cuando los labios
firmes comenzaron a chupar la piel que cubre la nuez de
Adán, un ruido sordo salió de la garganta de Jungkook.
Taehyung levantó la cabeza.
—Haz eso de nuevo.
Jungkook sintió los labios de regreso en su garganta, y
gimió por Taehyung, causando que una vibración resonara
de él. Entonces, una lengua húmeda lamió el costado del
cuello de Jungkook y dientes fuertes se hundieron en su
mandíbula. Levantó la cabeza y miró a Taehyung.
—Te deseo tan desesperadamente, maldita sea —maldijo
Taehyung.
Jungkook llevó las manos a la camisa de Taehyung, y esta
vez, en vez de molestarse en desabotonarla, la rasgó.
Cuando los botones saltaron libres del material, tiró de
Taehyung por los bordes de su camisa, por lo que sus
cuerpos estaban tocándose de nuevo.
—Espero que no quisieras tu camisa.
—A la mierda mi camisa.
Jungkook se rió entre dientes, y luego preguntó serio—:
¿Taehyung?
El cuerpo de Taehyung se puso tenso.

Apartando el material blanco del hombro de Taehyung,


Jungkook transmitió sus pensamientos con claridad.
—Quiero estar dentro de ti, igual que anoche. Besó el
cuello de Taehyung, y cuando llegó a su oído, le chupó el
lóbulo. Se aseguró de añadir—: Y quiero oír mi nombre
cuando te haga venir.

Sí, pensó Taehyung mientras la boca de Jungkook se


cernía sobre su oído, susurrando la promesa más caliente
que había oído alguna vez.
Taehyung no había estado mintiendo acerca de lo mucho
que deseaba a Jungkook. Era una locura. Básicamente,
Jungkook solo tenía que mirarlo, respirar cerca de él, o
estar en la misma zona, y estaba listo. Por lo general,
Taehyung podía controlar mejor su cuerpo, pero un
comentario o una sonrisa coqueta del hombre que en estos
momentos lo besaba a lo largo del cuello, y él era un inútil.
—¿Te sientes posesivo? —lo incitó, sabiendo por qué
quería que dijera su nombre.
No uno, sino dos de los conocidos del pasado de
Taehyung habían confrontado a Jungkook hoy, y Taehyung
sabía que lo de esta noche se trataba de dos cosas: deseo y
posesión. Jungkook quería demostrar algo, y quién
demonios era él para detenerlo.
Mientras su camisa aterrizaba en el suelo y la boca de
Jungkook regresaba a la suya, Taehyung pasó las manos
por los rizos que lo obsesionaban y empujó contra el
hombre determinado frente a él. Cuando Jungkook empujó
hacia atrás como si no renunciara a tener el control,
Taehyung sacudió las caderas hacia adelante, amando la
resistencia. Cuando dos manos se movieron entre ellos
hacia la hebilla de su cinturón, Taehyung levantó la cabeza,
y la lengua de Jungkook lamió su boca abierta.
—Tan sexy, Jungkook. Eres tan sexy.
Los labios de Jungkook se curvaron.
—¿A dónde? ¿Al dormitorio?
Taehyung miró al sofá.
—No, no está lo suficientemente cerca. Aquí.
—¿Aquí? —confirmó Jungkook cuando lo soltó y se volvió
a caminar hacia el sofá de cuero negro. Cuando se detuvo
frente a él, se desabrochó el botón de los pantalones, se
bajó la cremallera y luego se sentó con las piernas abiertas
en una invitación sexual.
Taehyung no podía apartar los ojos de él mientras se
quitaba los zapatos. Sabía lo que venía y lo que quería, y
estaba sentado en su sofá, esperando que se acercara y lo
tomara.
Inclinándose, Taehyung se quitó los calcetines, y cuando
se enderezó, quedó cara a cara con Jungkook, quien lo
observaba y se acariciaba a sí mismo. Con los párpados
entrecerrados y los labios hinchados, Jungkook parecía que
ya había sido penetrado muy duro, y Taehyung no podía
esperar por ese día. Sabía que una vez que estuviera
dentro de Jungkook, iba a pasar una buena parte de sus
días, semanas y meses volviendo allí tan a menudo como
fuera posible. Hasta entonces, felizmente lo tomaría de la
única manera que podía.
—¿Quieres algo, Jungkook?
Jungkook lo miró detenidamente, empezando por sus
pies descalzos. Sin prisa, su mirada pasó de sus bóxers al
sendero de pelo que señalaba el eje erguido de Taehyung, y
cuando los ojos de Jungkook finalmente se conectaron con
los suyos, eran tan oscuros que eran casi negros.
—¿Y? ¿Quieres algo?
—Ya sabes lo que quiero. Te lo dije.
Taehyung cruzó la habitación para abrir un cajón en la
parte inferior del centro de entretenimiento. Cuando
regresó frente a Jungkook, dejó un condón en la mesa de
café de vidrio y una botella de lubricante en el sofá al lado
de la pierna de Jungkook.
—Dime exactamente qué es lo que quieres —instó
Taehyung mientras Jungkook miraba los artículos que había
depositado.
Cuando miró de nuevo a Taehyung, Jungkook reiteró, tan
fuerte como un maldita campana:
—Quiero escuchar mi nombre, de tu boca.
Ahora, era el turno de Taehyung para dirigir la mano a
sus bóxers y sujetar su erección.
—¿Y después?
Jungkook miró la mano de Taehyung y procedió a dejarlo
anonadado.
—Y después, quiero venirme sobre ti.
Vacilante al oír las palabras de Jungkook, Taehyung se
detuvo entre sus piernas mientras Jungkook subía para
sentarse en el borde del sofá. Jungkook agarró sus caderas
entre esas anchas palmas y apretó los labios húmedos en el
bajo vientre de Taehyung.
—Lo vi hoy antes de ir al trabajo —admitió Jungkook
contra su estómago, causando que Taehyung casi se cayera
mientras sus dedos serpenteaban en las ondas marrones de
Jungkook.
—¿Qué viste?
—Dos chicos teniendo sexo, y luego uno se vino encima
del otro. Fue tan caliente.
¿Jungkook vio porno gay? Oh, mierda, estoy tan jodido,
pensó Taehyung porque sabía que necesitaba todos esos
detalles ahora mismo.

Jungkook mordisqueó la piel caliente debajo de sus


labios mientras los dedos en su cabello tiraban de él, y
sabía que Taehyung sin dudas estaba reaccionando a lo que
acababa de decir. No mentía. Esta mañana, después del
café, había estado dándole vueltas a sus emociones y al
final, cuando había decidido lo que quería… bueno, había
investigado.
No le había tomado mucho encontrar un buen sitio
gratuito, y por la siguiente media hora más o menos, se
había instruido de una forma muy placentera. ¿Quién sabía
que el porno gay podría ser tan sexy? O es más, no había
sabido que verlo e imaginarse haciendo todo esto con
Taehyung lo excitaría tanto.
Obviamente, también había excitado a Taehyung porque
prácticamente le estaba jodiendo el rostro por el bóxer.
Mientras los dedos de Taehyung seguían jugando con su
cabello, la cabeza de Jungkook fue tirada hacia atrás para
que pudiera mirarlo a los ojos.
—¿Qué más has aprendido hoy?
Jungkook vaciló solo un segundo antes de decirle a
Taehyung la única cosa que realmente le había encantado.
Era algo que no había pensado antes, pero ahora que lo
había visto, no podía quitárselo de la cabeza.
—Que puedo tomarte mirándote a la cara contigo de
espaldas debajo de mí.
Como Taehyung se mantuvo en silencio, Jungkook
continuó:
—Quiero tomarte así. Quiero verte.
Los segundos que le siguieron a ese comentario fueron
palpables. Todo lo que Jungkook podía oír era su propia
respiración áspera, y luego antes de que se diera cuenta, su
pelo fue liberado y Taehyung estaba a horcajadas sobre sus
muslos.
Era una sensación extraña tener un hombre ligeramente
más grande que él de rodillas sobre su regazo. Pero tan
pronto como la polla de Taehyung, que estaba erguida
contra sus bóxers, rozó la suya, Jungkook se recostó en el
sofá y agarró el trasero de Taehyung, tirando de él hacia
delante.
A medida que sus bocas se encontraron, Taehyung
estuvo de acuerdo
—Está bien, hazlo.
Jungkook lo pensó por unos tres segundos, y luego se
movió. Con una mano en la cabeza de Taehyung y la otra en
su trasero, Jungkook los maniobró, por lo que Taehyung
quedó acostado sobre su espalda, y él se movía sobre la
parte superior de Taehyung. La boca de Taehyung se abrió
mientras lo miraba, y Jungkook no pudo evitar pasar el
dedo por su labio superior delgado y luego por el inferior.
Jungkook se movió en el sofá hasta que se encontraba
entre los muslos de Taehyung, y sintió que su propia
erección se alineaba con la que había debajo. Estirando la
mano sobre la cabeza de Taehyung, Jungkook agarró el
brazo del sofá, como lo había hecho Taehyung una vez, y
comenzó a mecer las caderas. Con los ojos llenos de
caliente lujuria, Taehyung dobló las piernas a cada lado de
él y se arqueó a su encuentro.
Jungkook oyó un rugido desinhibido salir de su propio
pecho. Así es como va a ser, pensó mientras seguía
retorciéndose contra Taehyung. Cuando esté en su interior,
voy a llegar a ver cada pensamiento y sentimiento en su
rostro.
Entonces, los brazos de Taehyung se envolvieron a su
alrededor, y las manos se deslizaron dentro de los
pantalones de Jungkook para acariciarle el trasero,
haciendo que Jungkook estuviera desesperado por la boca
que estaba a pulgadas de la suya. Deslizando la lengua
entre los labios de Taehyung, Jungkook se volvió loco
mientras los muslos a ambos lados de su cintura se
tensaban, y Taehyung levantaba su cuerpo para acercarlo
al suyo.
Con un gruñido, Jungkook levantó la cabeza.
—Oh, maldición —dijo mientras los dedos de Taehyung se
deslizaban entre sus nalgas y las extendía mientras lo
acercaba aún más.
—Maldita sea, Jungkook. Se siente bien —lo elogió
Taehyung.
Cuando Jungkook no pudo soportarlo más, se echó hacia
atrás y se arrodilló entre las piernas abiertas frente a él. Al
mirar al hombre que yacía en el sofá, la boca prácticamente
se le hizo agua. Taehyung era irresistible, y Jungkook no
podía esperar para estar en su interior.

Mientras Jungkook lo miraba detenidamente, Taehyung


levantó uno de sus brazos detrás de él. Deslizó la otra mano
hacia abajo en sus bóxers para acariciar su erección,
haciendo gala de todo su cuerpo ante la mirada hambrienta
de Jungkook.
—Mierda, no tenía ninguna posibilidad —le dijo Jungkook
con incredulidad—. Mírate.
—Mírate a ti —le replicó Taehyung, en voz baja, así que
tuvo que proyectarla conscientemente para que Jungkook
lo escuchara.
Los ojos de Taehyung se le entrecerraron mientras
Jungkook extendía el brazo y cerraba los dedos en el
elástico de algodón negro, preparándose para liberar su
pene. Con un gemido ronco de puro alivio, Taehyung
levantó rápidamente las piernas para dejar espacio para
que Jungkook le quitara la prenda y la tirara a un lado.
Reanudando la misma posición, Taehyung le dio a Jungkook
un minucioso vistazo una vez más cuando empezó a
trabajar su longitud bajo la mirada aguda de Jungkook.
—Desnúdate, Jungkook.
Rápidamente, Jungkook se puso de pie y se quitó sus
ropas restantes. Cuando su erección quedó a la vista y se
agachó para recoger el condón, Taehyung no pudo evitar el
ruido crudo que escapó de su boca.
Jungkook mantuvo los ojos en él todo el tiempo que
envainó su polla. Cuando cogió la botella de lubricante y
desabrochó la tapa, Taehyung tomó un momento para
preguntarse dónde el curioso y nervioso Jungkook había
desaparecido. En su lugar parecía haber un hombre
completamente seguro, que se estaba preparando para
joderlo hasta perder la conciencia. De cualquier manera,
quería a Jungkook dentro de él.
Taehyung extendió las piernas cuando Jungkook se subió
en el sofá y apoyó uno de sus brazos sobre él, para poder
inclinarse hacia abajo. Cuando sus cuerpos finalmente se
rozaron uno contra otro, Taehyung agarró el trasero de
Jungkook, rozando su eje grueso, contra el suyo.
—¿Ah, te gusta? —Jungkook continuó empujando sobre
él.
—Sí, jodidamente me gusta.
Jungkook tomó sus labios en un rápido beso. —Tan
sabroso. Me gusta esta posición.
—Joder, de repente te has puesto hablador.
Cuando Jungkook detuvo el lento movimiento de sus
caderas, Taehyung casi grita de frustración.
—Lo siento —se burló Jungkook— ¿Se supone que no
hable?—. Bajó su cabeza hasta que su boca se encontraba
al lado del oído de Taehyung—. Pensé que te gustaba
cuando te decía lo que quería hacer contigo.
—Santa mierda Jungkook, me gusta.
Nunca en el pasado le habían gustado los habladores. De
hecho, Taehyung los odiaba. Prefería conseguir venirse y
terminar. Mientras se sintiera bien, ¿por qué se
preocuparía de lo que estaban diciendo? Pero con cada
nuevo descubrimiento que hacía Jungkook, Taehyung
conseguía ponerse más caliente y no podía esperar a
escuchar la siguiente cosa que podía salir de la boca de
este chico.
Caso aparte…
—Bien, porque realmente quiero ver tu rostro cuando
deslice mis dedos dentro de ti.
—Jodido infierno. Hazlo —imploró Taehyung. Tomó los
labios de Jungkook con los suyos, tratando de callarlo,
antes de que solo se viniera por sus palabras.
La mano libre de Jungkook bajó entre ellos y su palma
resbaladiza le dio al eje de Taehyung una firme caricia,
haciendo que la espalda de Taehyung se levantara del sofá.
Sin embargo, no permaneció ahí. Jungkook simplemente lo
había lubricado lo suficiente para crear un fácil
deslizamiento para la propia mano de Taehyung. Luego,
Jungkook arrastró sus dedos hacia abajo hasta que estaba
penetrando su abertura.
Taehyung cerró sus ojos mientras Jungkook masajeaba
titubeante sus pulgares sobre la piel fruncida. No fue hasta
que Jungkook bajó su otro brazo y lo enganchó alrededor
de su pierna izquierda que Taehyung perdió su jodido
ritmo. Jungkook presionó firmemente su apretada entrada,
estrechándolo abiertamente. Santa mierda. Jungkook había
estado observando y aprendiendo.
Con su pierna enredada en ese ángulo, Taehyung estaba
tan vulnerable como podía. No era una posición que
particularmente disfrutaba, pero mientras permanecía bajo
Jungkook, no había estado nunca más despierto. Taehyung
era más que feliz de ser el cuerpo experimental de este
particular hombre.
Mientras Jungkook se desplazaba lentamente, Taehyung
sabía que estaba abierto para que Jungkook hiciera lo que
quisiera y por ahora, Jungkook tomó el placer de verlo justo
a los ojos mientras deslizaba lentamente su dedo índice
dentro de su cuerpo.

¿Cuán jodidamente sexy es eso? Pensó Jungkook


mientras veía a Taehyung quien estaba con los ojos abiertos
y sosteniendo su dura longitud mientras su cuerpo
succionaba profundamente el dedo de Jungkook.
—Increíble, jodidamente increíble. —Jungkook estaba
maravillado, sacando su dedo de Taehyung, solo para
deslizarlo dentro nuevamente.
Mirando hacia donde su dedo estaba desapareciendo
debajo de ese delicioso cuerpo masculino, Jungkook retiró
lentamente su largo dedo y agregó otro. Observando al
silencioso hombre intenso, Jungkook empujó
tranquilamente hacia adelante hasta que estaban dentro de
Taehyung y luego se detuvo y dejó su mano ahí. — ¿Cómo
puedo hacer esto mejor para ti?
Los ojos de Taehyung se abrieron lentamente. —Es
perfecto como es pero si quieres, sácalos y empújalos de
regreso realmente despacio. Luego, ven aquí y bésame.
Jungkook observó con fascinación mientras hacía
despacio lo que Taehyung le había instruido.
—Ah —gruñó Taehyung.
—¿Otra vez? —preguntó Jungkook. Su propio pene ahora
adolorido con la necesidad de enterrarse donde sus dedos
estaban.
—Otra vez —aprobó Taehyung incluso cuando los dedos
de Jungkook ya se estaban moviendo.
Jungkook bajó hacia él trayendo la pierna izquierda de
Taehyung hasta empujarla contra su pecho y después tomó
su boca en un beso hambriento.
—Quiero tenerte —jadeó contra la boca de Taehyung.
Los labios de Taehyung se deslizaron en una sonrisa
provocativa mientras sus caderas se movían con los dedos
de Jungkook. —Entonces, tómame.
Retirando sus dedos de la abertura caliente del cuerpo
de Taehyung, Jungkook lo besó rápidamente otra vez antes
de moverse y arrodillarse para tomar la botella.
Mirando al hombre desnudo esperando por él, Jungkook
observó como Taehyung dobló sus piernas y las mantuvo
abiertas mientras se daba placer a sí mismo. Jungkook
trató de calmar su respiración pero cuando los labios de
Taehyung se abrieron y dijo—: No puedo esperar a sentirte
dentro de mí.
No había manera de hacerlo.
Agarrando ambos tobillos de Taehyung, Jungkook lo
estiró sobre el sofá hasta que estaba directamente entre las
piernas de Taehyung donde necesitaba estar. Tomando su
pene en su mano, Jungkook se alineó sobre la abertura de
Taehyung y luego enganchó su brazo bajo su pierna,
flexionándose ligeramente hacia atrás para darle una mejor
vista de lo que estaba haciendo.
Jungkook presionó contra el borde del cuerpo de
Taehyung y rechinó sus dientes. Levantó la mirada para ver
los ojos de Taehyung que estaban cerrados y sus negras
pestañas permanecían en sus mejillas. Él parecía estar
esperando pacientemente a que Jungkook se empujara
hacia adelante. Encontrándose con la inicial resistencia del
cuerpo de Taehyung, los latidos de Jungkook se aceleraron
mientras flexionaba sus caderas y sus músculos,
permitiéndose hundirse dentro.
Había sentido que la noche anterior había sido irreal.
¿Pero verlo y sentirlo? Totalmente y malditamente
excitante. Jungkook escuchó un gruñido salir de Taehyung
mientras se hundía más profundamente. Qué jodida vista,
pensó Jungkook. Se ve y se siente perfecto.
Completamente dentro del cuerpo de Taehyung, una vez
más Jungkook verificó que el hombre que estaba debajo de
él estuviera bien.
Y en esta ocasión, Taehyung le dijo—: Muévete.
La boca de Jungkook se torció. Quería sonreír pero
estaba demasiado tenso. —Lo siento. No te escuché. ¿Qué
pasa?
Un gruñido definitivamente salió de él mientras repetía.
—Maldita sea, muévete.
Una tercera invitación no era requerida.

Taehyung levantó la mirada hacia Jungkook y trató de


recordarse que él era nuevo en esto. Llevando sus rodillas
de regreso a su pecho, el eje de Taehyung permaneció
rígido contra su estómago mientras Jungkook se retiraba y
luego entrando de nuevo en su cuerpo.
Los ojos de Jungkook estaban pegados a lo que estaba
haciendo entre las piernas de Taehyung y no podía
culparlo. Se sentía exorbitante. Él también quería ver y en
esta ocasión, cuando se deslizó en él, Taehyung bajó la
mirada a su pene y observó codiciosamente todos los
músculos del cuerpo de Jungkook flexionarse.
—Mierda, mierda —gritaba Jungkook una y otra vez,
como una plegaria.
Taehyung tenía que estar de acuerdo. Esto
definitivamente era una plegaria que valía la pena. Era así
de bueno.
Taehyung se moría por probar los labios de Jungkook, así
que cuando el cabello de Jungkook flotó hacia adelante en
su rostro, Taehyung tomó la oportunidad de empujar su
cabello mientras se inclinaba y agarraba el cuello de
Jungkook, trayéndolo consigo hacia abajo.
Mientras Jungkook venía a él, colocó un brazo sobre el
sofá y gimió cuando Taehyung enredó una pierna alrededor
de su cintura. Tomando la boca de Jungkook en la suya,
Taehyung enganchó su lengua, en un beso que lo volvía
salvaje.
Sus lenguas se encontraron mientras la gruesa longitud
de Jungkook se movía dentro y fuera de él. La pierna
izquierda de Taehyung seguía enganchada sobre el brazo
de Jungkook y él la empujó de regreso contra su cuerpo,
separándolo. Mientras lo hacía, Taehyung no pudo evitar la
maldición gutural que salió de sus labios.
Jungkook se dejó de mover completamente y preguntó a
través de elaboradas respiraciones. —Lo siento. ¿Te
lastimé?
—No. Diablos no. Solo eres tan… tan —soltó Taehyung—.
Es intenso de esta manera.
Cuando Jungkook enredó una mano en el cabello de
Taehyung, sintió la triple intensidad de la emoción que
parpadeaba sobre el rostro de Jungkook.
—Sí, realmente lo es.
—Hazlo otra vez —exigió Taehyung.
Jungkook llevó su cadera de regreso y luego la empujó
hacia él y en esta ocasión, Jungkook observó su rostro por
una reacción y Taehyung se la dio.
Enseñó sus dientes y arqueó su espalda, exigiendo—:
Otra vez. Hazlo otra vez. Más fuerte.
Taehyung tiró del cabello de Jungkook y cuando
Jungkook obedeció, Taehyung perdió el contacto con la
realidad.

Jungkook bajó la mirada al hombre que estaba


trabajando con su pene dentro y fuera. Taehyung tenía los
ojos cerrados y empujaba ferozmente su propia erección
mientras Jungkook lo embestía. Una y otra vez, se deslizó
dentro de Taehyung y cada vez que tocaba fondo y sus
bolas golpeaban el cuerpo de Taehyung, Jungkook pensó
que se correría en ese momento.
Se inclinó sobre Taehyung y se deslizó tan
profundamente que sintió como si pudiera romper al
hombre en dos. En lugar de quejarse, Taehyung solo le
exigía que lo hiciera más duro y más rápido. Así que así lo
hizo y cuando Jungkook conectó sus bocas, sabía que nunca
antes había experimentado nada más estimulante.
Se sentía como si realmente estuviera en el interior de
este hombre de todas las maneras imaginables, incluyendo
su mente y la experiencia que era. Mirando cada expresión
de lujuria, deseo y pura necesidad atravesar el rostro de
Taehyung era como un sueño húmedo cobrando vida.
Es hermoso.
Atrás quedó el momento donde Jungkook pensaba que
esa palabra no se aplicaba a este hombre. Mientras
Taehyung permanecía bajó él, con su cuerpo expuesto, no
había otra palabra que le quedara. Era tan hermoso como
lo era de fuerte y sexy.
El pene de Taehyung estaba largo y grueso y goteaba
sobre su estómago. Jungkook se asombró de que Taehyung
lo estaba consiguiendo, considerando lo fuerte que estaba
embistiéndolo pero Taehyung lo estaba y Jungkook amaba
cada jodido momento de eso.
No fue hasta que Taehyung levantó su cuello para
observar a Jungkook deslizarse en él, que Jungkook sintió
su clímax correr hasta su columna. Necesitaba y quería
liberarse pero quería que Taehyung lo hiciera primero.
—Necesito correrme —le dijo al hombre que estaba
contra él—. Pero quiero verte.
Como si Taehyung hubiera estado esperándolo, instruyó
—: Duro y rápido. Dámelo tan duro y rápido como puedas y
obtendrás un infierno de espectáculo.
Jungkook enganchó la otra pierna de Taehyung con su
mano libre y se preparó a sí mismo en los cojines
colocándolos a los lados de Taehyung y empezó a follarlo
como si nunca lo fuera a hacer otra vez.
Duro y rápido, como pidió, se deslizó en Taehyung, y su
trasero se encontraba con él en cada embestida. La
respiración de Jungkook se aceleró con cada flexión de sus
caderas y sus ojos se abrieron con los de Taehyung, sintió
su mano enredarse en su cabello mientras Taehyung
acariciaba su pene con la otra.
—Ah, Jungkook. ¡Mierda! —gritó.
Jungkook lo miró lujuriosamente mientras Taehyung se
venía en un completo desastre sobre su propia mano y
estómago cuando Jungkook continuaba entrando en él.
Taehyung continuó el curso mientras las caderas de
Jungkook hacían un rápido y repetido movimiento dentro
de él.
Cuando la respiración de Taehyung se tranquilizó, gruñó
suavemente cuando Jungkook salió de su cuerpo y
rápidamente se quitó el condón. Después bajó la mirada a
Taehyung, quien levantó sus brazos de regreso al sofá, con
su pene permaneciendo contra su cuerpo ahora cubierto de
semen.
Eso era todo lo que Jungkook necesitaba hacer.
Agarrando su erección palpitante con su mano, Jungkook
observó al hombre satisfecho debajo de él. Taehyung
dirigió su perezosa mirada sobre él mientras bajaba sus
dedos y empezaba a esparcir su semen en su cuerpo.
Sin una palabra, Taehyung bajó su mano para sostener
las bolas de Jungkook. Tan pronto como su calidez y
húmedos dedos tocaron su carne, los labios de Jungkook se
abrieron y gritó fuertemente, también satisfecho por cómo
sonaba, se vino sobre el estómago y pecho de Taehyung.
Cuando su respiración se tranquilizó y sus ojos se
encontraron con los de Taehyung, Jungkook se lamió los
labios y continuó ordeñando su pene hasta que cayó la
última gota sobre el hombre que estaba debajo de él.
—Mierda. —Jungkook se las arregló para decir con una
respiración temblorosa.
Taehyung suspiró completamente satisfecho y colocó
ambas manos detrás de su cabeza. —Definitivamente
acabamos con eso.
—Eres fenomenal.
Taehyung torció un dedo hacia él y lo invitó. —Ven aquí.
Jungkook se inclinó sobre Taehyung, quien llevó sus
piernas para encontrarse con las suyas y sus cuerpos se
unían con la pegajosa evidencia de su excitación
deslizándose entre ellos. Taehyung tomó su boca en un
beso sensual.
Cuando retrocedió, susurró contra los labios de
Jungkook. —Eso fue fenomenal.
—Hmm —tarareó Jungkook concordando contra la boca
de Taehyung. Luego, finalmente soltó algo más que había
estado pensando—. Quizás la próxima vez, puedes hacer
eso conmigo.
Taehyung empujó la cabeza de Jungkook por sus rizos. —
¿Qué acabas de decir?
Jungkook le sonrió. —Quizás la próxima vez, puedes
hacer eso conmigo. Bueno, quizás no tan duro, ya sabes,
siendo esa mi primera vez y probablemente…
—¿Jungkook? —interrumpió Taehyung—. Cierra la boca
un minuto. ¿En serio quieres hacerlo?
—¿Sería un puto nervioso si no lo hiciera? —preguntó
Jungkook.
Taehyung sonrió y levantó sus cejas. —No sé qué sitio
porno viste esta mañana pero si este es el resultado
necesitamos conseguir una suscripción.
Jungkook se echó a reír, moviéndose contra el cuerpo de
Taehyung. —Aprendí muchas cosas.
—¿Lo hiciste, huh?
Mientras Jungkook mordisqueaba la boca de Taehyung,
asintió.
—Sí, déjame decirte sobre eso y luego podemos ver si
hay algo que quieras intentar.
—Puedo garantizarte que todo lo que salga de tu boca va
a ser algo que quiera intentar. Soy fácil ¿recuerdas?
—Me parece recordar algo así.
Jungkook bajó la cabeza y la descansó contra el enorme
pecho que había debajo de él. Pensó acerca de lo raro que
debía sentirse pero como los brazos de Taehyung estaban
alrededor de él, no lo hacía. Se sentía… bien.
—¿Esto está bien? —cuestionó Jungkook contra el pecho
de Taehyung.
—Hasta que digas lo contrario.
Jungkook no pudo decir por qué, pero esa pequeña
respuesta susurrada hirió su corazón.
24. Veintiuno

A la mañana siguiente, Jungkook despertó con una


furiosa erección y una cálida lengua en el interior de su
muslo. Con los ojos cerrados, lentamente abrió sus piernas
más separadas y sintió su boca estirarse en una sonrisa
cuando una risa baja llegó a sus oídos.
—Seguro estás contento de ser hetero Jungkook. Los
chicos gay nunca me dejaron hacer esto.
Jungkook abrió los ojos y miró hacia abajo donde la
barbilla de Taehyung descansaba en su muslo.
—Dudo mucho eso. De verdad solo cállate cuando tu
boca esté ocupada, ¿sí?
—Te gusta mi boca. — Taehyung lamió las pelotas de
Jungkook—. Admítelo.
Las caderas de Jungkook se arquearon hacia la lengua
burlona mientras respondía con un suave gemido. —Tiene
sus puntos buenos.
Taehyung abrió la boca en cuestión y pasó su lengua a lo
largo de la base de la polla de Jungkook.
—Muy buenos puntos —destacó Jungkook.
Taehyung alzó la cabeza y le hizo un guiño. Se movió
para colocar las manos en las sábanas al lado de las
caderas de Jungkook, elevándose por encima de él.
—Dámelo —sugirió.
Jungkook se agachó y le señaló su erección a Taehyung,
quien entonces bajó su cabeza y chupó la punta con su
boca. Dejando escapar un profundo suspiro, Jungkook
levantó su otro brazo detrás de la cabeza para alzar la
almohada, así podía ver lo que pasaba entre sus piernas.
Taehyung estaba de rodillas, y Jungkook observaba como
una mano rozaba su costado, y cuando su firme palma tomó
su lugar, la caliente boca de Taehyung lo absorbió hasta el
fondo hasta que su nariz tocó los rizos cortos de Jungkook.
¡Santa mierda! Pensó Jungkook mientras levantaba sus
caderas y movía su mano libre hacia la parte posterior de la
cabeza de Taehyung.
Mientras Taehyung retiraba sus labios y empezaba a
chupar la cabeza hinchada, Jungkook se preguntó por qué
alguna vez cuestionó recibir una mamada de este chico.
Los ojos de Taehyung se posaron en él mientras se
arremolinaba con su lengua en su hendidura, y luego lamió
su camino hacia la parte inferior de su eje hasta que llegó a
sus pelotas. Con un rápido golpe sobre ellas, regresó y se
tragó a Jungkook hasta la raíz.
—Oh, Joder, Taehyung —gritó mientras palmeaba el
sedoso cabello negro con su mano.
Taehyung se apartó hacia arriba y fuera de él. Con una
sonrisa demoniaca, movió rápidamente su lengua y le hizo
cosquillas en la parte inferior de la polla de Jungkook.
—Me encanta chuparte.
Jungkook cerró los ojos, decidiendo que era la única
forma en que podía durar más de treinta segundos que
imaginaba habían pasado con las provocaciones de
Taehyung. Flexionando su pierna izquierda, se sintió
natural para Jungkook ponerse a horcajadas y empujarse a
sí mismo cerca de la boca para darse un festín con él.
Cuando un gemido vino de entre sus muslos, pensó que
Taehyung aprobaba también la nueva posición. Eso fue
confirmado cuando una larga mano se cerró sobre su
espinilla y empujó su pierna más arriba hacia su pecho
manteniéndolo abierto y en su lugar.

Taehyung apartó su boca de la deliciosa polla de


Jungkook y miró mientras Jungkook se abría para jugar con
él, y planeaba sacar el máximo provecho.
Con una mano en la pierna de Jungkook y la otra en el
colchón, Taehyung bajó la cabeza y tomó una de las pelotas
de Jungkook en su boca. Mientras gentilmente chupaba el
saco de piel, escuchó un gruñido desde arriba, y cuando
apartó su boca y soltó la carne tierna, un suspiro llegó a
sus oídos. Varias veces repitió el movimiento, deteniéndose
solamente para lamer la base de la erección de Jungkook.
Podía ver el pliegue del culo de Jungkook, y lo llamaba
para ir por el y tomarlo, pero sabía que se tenía que mover
lentamente o Jungkook pondría fin a esto antes de empezar.
Mirando hacia Jungkook, Taehyung lo observó
acariciándose y luego se recostó hacia atrás, tocando con la
punta de su lengua el agujero de Jungkook.
Los ojos de Jungkook se abrieron de golpe, y su cuerpo
se tensó mientras trataba de moverse pero la mano de
Taehyung que tenía en su pierna y la mirada que apuntó
hacia Jungkook lo hicieron permanecer en su lugar.
—¿Qué estás… —preguntó Jungkook, mientras miraba
hacia abajo.
—Confía en mí.
Taehyung sopló una bocanada de aire sobre la piel
húmeda que acababa de lamer. El culo de Jungkook se
apretó y maldijo, haciendo que Taehyung cerrara los ojos
para mantener su deseo bajo control. Como Jungkook se
dejo caer de nuevo en la almohada derrotado, Taehyung
tomó eso como una señal, y repitió el movimiento,
chasqueando la lengua para provocarlo.
—¿Qué diablos me estás haciendo? —gimió Jungkook.
—Voy a hacer que te vuelvas loco —prometió.
Taehyung se sentó en el colchón, así podía traer su mano
libre hasta el cuerpo de Jungkook. Con los dedos contra el
culo de Jungkook, Taehyung lo miró mientras lamía la zona
fruncida. La mano de Jungkook lo masturbaba
desesperadamente mientras observaba lo que pasaba.
Empujando su pierna un poco más alto, Taehyung obtuvo
un mejor ángulo y lamió su camino hasta las pelotas donde
chupó una de ellas a la vez que empujaba un dedo dentro
de Jungkook. Escuchó a Jungkook decir su nombre, pero
Taehyung no se detuvo. En vez de eso, chupó y besó su
camino de regreso hacia donde su dedo penetraba a
Jungkook y chupó alrededor, estando seguro de mantener
el agujero de Jungkook húmedo y agradable.
—Ah, tu boca va a matarme.
Mientras las palabras golpeaban los oídos de Taehyung,
empujo su dedo hacia el interior y-oh si, allá vamos
Jungkook, rozó la próstata de Jungkook causando que su
culo se apretara en el dedo de Taehyung, y sus caderas
chocaron con fuerza.
Taehyung continuó agitando su dedo mientras su lengua
lo devoraba, y le tomó menos de un minuto a Jungkook para
que se corriera con un fuerte gruñido, disparando su semen
por todo su estómago y pecho en chorros cremosos, lo que
hizo que Taehyung se acercara y…
Oh, mierda.
Retirando su boca y sus dedos del cuerpo de Jungkook,
Taehyung se arrastró entre sus muslos y lamió el semen
desde el ombligo hasta el pezón de Jungkook. Cuando
finalmente se movió sobre el hombre conmocionado y
saciado, saludó.
—Buenos días.
Mientras la boca de Jungkook se abría como si fuera a
responder, Taehyung no puedo dejar de besarlo. No estaba
seguro que tipo de respuesta obtendría, considerando que
acababa de limpiar el estómago del tipo con su lengua,
pero Jungkook sostuvo la parte posterior de su cabeza y le
regresó el gesto agresivamente.
Cuando finalmente fue liberado, Taehyung dijo—: Tengo
que ir a trabajar —y entonces rodó fuera de la cama.
Mientras iba al baño, escuchó a Jungkook llamarlo. Se
detuvo y se dio vuelta para ver a Jungkook recostado
exactamente de la misma manera en que lo había dejado —
desnudo, con sus piernas separadas y con un reluciente
estómago debido a su boca.
—¿Sí? —respondió finalmente.
—¿Qué hay de ti? No quieres…
—Oh, yo quiero, pero no tenemos tiempo. Sin embargo,
planeo usar mi mano y mi ducha de cinco minutos muy
bien.
La mirada de Jungkook se quedó encima de él.
—¿Quieres compañía?
Taehyung apretó los dientes.
—Claro, el día que quieres experimentar es el día en que
tengo que irme temprano.
Jungkook salió de la cama y empezó a caminar hacia él.
—Está bien, ¿qué te parece si yo solo me quedo de pie y
observo?
Taehyung sacudió la cabeza. —No.
—¿No? —preguntó Jungkook a medida que se acercaba.
—Dando un paso hacia atrás, Taehyung entró al baño. —
Si te paras y observas, me tomará más de cinco minutos, y
tengo que irme.
Jungkook empezó a reírse mientras Taehyung empezaba
a cerrar la puerta del baño.
—En serio, puedo ver y no tocar, sabes.
—Oh, estoy seguro de que puedes —coincidió Taehyung
—. Pero yo no. Cerró la puerta del baño con llave por si
acaso.

—Llegas tarde —fueron las primeras palabras que


Taehyung escuchó al salir del ascensor.
Con su portafolio en una mano y su café en la otra, miró
a Hoseok. —No me digas.
—Sabes que debes estar aquí temprano. Le gustas a
Mark. Trabaja bien contigo.
—¿Qué? ¿Sondeaste al tipo? ¿Debo esperar una
propuesta? Joder Hoseok, solo llego diez minutos tarde.
Hoseok tomó su portafolio y se lo entregó a Jane con una
sonrisa refrenada.
—¿Puedes por favor llevar esto a la oficina del Sr. Kim?
Necesita llegar a la sala de conferencias de inmediato.
—Sí, Sr. Jung
—Hoseok, Jane. —Hoseok le recordó a su asistente
personal como hacía cada día.
—Sí, Sr. Jung. —Ella le regreso la sonrisa. Se movió
alrededor de ellos para ir a la oficina de Hoseok.
Taehyung frunció el ceño y se desabrochó la chaqueta.
—¿Por qué incluso te molestas? Sabes que Jane nunca te
llamara por tu nombre.
Hoseok asintió.
—Ese no es el punto.
—¿No? ¿Entonces cuál es? —preguntó Taehyung
mientras empezaban a caminar hacia la sala de
conferencias.
—El punto es, que ella siempre sepa que lo puede hacer.
Taehyung se detuvo y se volvió hacia su hermano.
Hoseok se encogió de hombros. —Es nuestro asunto.
Riendo, Taehyung tomó un sorbo de su café.
—¿Su asunto? No era consciente de que ustedes dos
estaban saliendo.
—Cállate. Rachel dice que es dulce.
—Rachel no cuenta. Ella duerme contigo. Por supuesto
que ella piensa que es dulce.
Hoseok entrecerró sus ojos y tomó la taza de café de él.
—Ve dentro, y habla para de verdad hacer algo bueno.
—¿Y a dónde vas?
—A llamar a mi esposa. Tengo ahora la necesidad de
escuchar que tan dulce será conmigo más tarde.
Taehyung levantó su brazo y miró su reloj.
—¿Llamarás a tu esposa tan temprano?
Hoseok alzó una ceja.
—Sí. A diferencia de ti, llegué a tiempo.
Taehyung se acercó y torció el picaporte, pero antes de
abrir la puerta, le sonrió a Hoseok.
—Bueno, siempre dije que tú eras el aburrido. Solo llego
diez minutos tarde, y ya tuve algo dulce hoy. Lo dejé
desnudo en mi cama. Que te sea agradable tu llamada.

Jungkook se duchó y vistió después de que Taehyung se


fue, y ahora estaba de pie en la cocina del hombre,
bebiendo una taza de café. Su pelo húmedo estaba
enfriando su cuello, y mientras miraba alrededor del
departamento, se encontró tratando de aprender acerca del
hombre que vivía ahí.
La primera cosa que notó fue la falta de fotos. No había
ni una. No es tan inusual, pensó Jungkook. Él tampoco
tenía fotos, pero entonces, solo había estado viviendo en su
departamento de mierda por un corto período de tiempo,
directamente después de su divorcio.
Colocando la taza en el mostrador, se pasó una mano por
su cabello.¿Verdaderamente estoy considerando llevar a
cabo esto todo el camino? Mientras miraba el sofá y
recordaba la noche anterior, sin mencionar esta mañana,
sabía que si continuaban, entonces sí, eventualmente
tendría que buscar la manera de decírselo a sus amigos y
familiares. Quiero decir, ¿cuál es la alternativa? No había
una, y Jungkook sabía que cuando se trataba de Taehyung,
los sentimientos que empezaba a sentir empezaban a
escalar.
Moviéndose hacia el sofá donde Taehyung había puesto
su chaqueta, Jungkook escucho su teléfono empezar a
sonar. Sacándolo de su chaqueta, se dio cuenta de que la
había perdido —Oh, mierda— seis llamadas.
Mientras sacaba sus cigarros de su otro bolsillo,
respondió la llamada y llevó el teléfono a su oído.
—¿Jungkook? —lo saludó su madre.
Jungkook suspiró. —Hola mamá.
—¿Dónde te has metido? Te he estado llamando desde
anoche. Pensé que tal vez habías olvidado pagar tu factura,
y habían cancelado el servicio.
Jungkook se acercó a la puerta que daba al balcón de
Taehyung. La destrabó y salió. Recargándose en la pared,
cruzó sus piernas y miró hacia el edificio de al lado,
preguntándose si podría ver dentro si miraba fijamente.
—¿Cuándo ha pasado eso?
—Bueno, está bien, nunca —respondió su madre.
Podía oír un cajón que se abría y lo que pensaba eran
utensilios que se movían.
—¿Entonces, porque pasaría ahora? —Jungkook puso un
cigarrillo entre sus labios y tomó un encendedor.
Sosteniendo el teléfono entre su oreja y su hombro, esperó.
—No lo sé. ¿Por qué otro motivo no contestarías tu
celular?
Hubo una pausa mientras Jungkook trataba de pensar en
una razón probable, otra que la que realmente era.
Desafortunadamente, no fue lo suficientemente rápido.
—¿Estabas en una cita?
—No.
—¿Tenías una mujer sobre ti, y es por eso que no
contestabas?
—Mamá. No —subrayó Jungkook.
Pero estaba más allá de la contención.
—¿Cómo se llama? ¿Cómo es ella?
Jungkook tomó una larga calada a su cigarro y cerró los
ojos, imaginándose su cita de la noche anterior. Sí, de
alguna manera, no pensaba que su madre iba a apreciar
que su cita tuviera alrededor de un metro ochenta y barba
oscura que combinaba con su corto cabello negro.
Oh, sin mencionar, mamá, que su polla es ligeramente
más larga que la mía.
Sí, tal vez no.
—Mamá, no hubo una cita.
Jungkook podía oír un poco de agua correr y supo que su
madre debía de estar en la cocina, cocinando. A ella le
encantaba hornear, y ésa era su oportunidad de salir de allí
como alma que lleva el diablo para evitar esta difícil
conversación.
—¿Qué estás cocinando?
—No intentes cambiar de tema, Jeon JeongGuk —advirtió
su madre en tono de broma, sacando la carta de llamarlo
por el nombre completo.
—No hay tema.
Entonces, como si ella pudiera ver a través del teléfono,
preguntó:
—¿Estás fumando?
Jungkook apretó los dientes.
—Voy a colgar el teléfono, solo para que lo sepas con
antelación y no te enfades.
—No cuelgues, no cuelgues —refunfuñó.
—¿Vas a dejar de fastidiarme?
—Supongo. Pero no te preocupes, prometo no contarles a
todos que estás viendo a alguien.
La mandíbula de Jungkook empezó a tener un tic. La
mujer era tan terca y cabezota como… él mismo.
—No. Estoy. Viendo. A. Nadie.
—De acuerdo, hijo. La traerás aquí cuando estés listo. —
Su madre hizo una pausa y luego preguntó—: Entonces, ¿a
qué hora estarás aquí el domingo?
Jungkook puso los ojos en blanco y le dijo una hora.
Colgando el teléfono, eligió ignorar el golpeteo nervioso de
su corazón con la mera mención de llevar a Taehyung a
algún lugar cerca de su familia.
De hecho, para tranquilizar sus nervios y cualquier duda
persistente que tenía, Jungkook seleccionó el nombre de
Taehyung en su lista de contactos, abrió la bandeja de
mensajes y empezó a teclear:
Estoy convencido de que mi ducha habría sido
mucho mejor contigo en ella esta mañana.
***
Taehyung acababa de sentarse en su escritorio cuando
Hoseok entró y cerró la puerta.
—¿Y ahora qué? —preguntó.
Hoseok fue hasta él y se sentó en la silla opuesta.
—Cuéntame cómo fue.
Soltando un suspiro de irritación, Taehyung se reclinó en
su asiento y levantó su tobillo para apoyarlo en su rodilla,
golpeteando con sus dedos la madera.
—Bueno, entré a la sala de conferencias, le ofrecí una
mamada, aceptó y luego firmamos lo papeles.
Hoseok permaneció en silencio, sin creerle, obviamente.
—Oh, vete a la mierda, Hobi. ¿Por qué necesitas jugar
tan de repente a oírlo con pelos y señales? Firmamos con el
cliente, así que deja de molestarme.
—Quizá, si le hubieras dicho eso esta mañana al Sr. Jeon,
habrías estado aquí a tiempo.
Taehyung se quedó boquiabierto, y las palabras que
estaba a punto de decir se le atascaron. Cuando su teléfono
vibró en su escritorio, miró el mensaje rápidamente y vio
que era de Jungkook. Sabiendo que Hoseok no se iría
pronto, Taehyung miró a su hermano mientras que
ausentemente apretaba el botón de Ignorar el mensaje. Le
devolvería la llamada a Jungkook tan pronto como su
compañero de trabajo siempre atento se fuera.
—Ésa fue la última actividad de la noche, si quieres
saberlo. Y estás gracioso hoy.
—Lo intento.
—No, tú no… nunca. Así que, ¿qué pasa?
Hoseok ladeó su cabeza.
—Estabas con el barman, ¿eh?
Taehyung se sentó hacia delante y juntó las manos,
fulminando con la mirada a Hoseok.
—Sí, terapeuta. Sé que no eres estúpido, así que ya sabes
todo esto. Ve al grano.
Hoseok levantó una mano y se frotó el mentón con un
encogimiento de hombros.
—Un poco conflictivo, ¿no crees?
Taehyung sabía exactamente a qué se refería, pero ya
había tenido bastante de los comentarios velados de
Hoseok.
—Claro que lo es, pero es muy divertido lamerlo, y él es
tan… vocal. Oh, sí, Taehyung.

Jungkook miró fijamente al teléfono en su mano y sintió


algo entre el pánico y una furia abrasadora. Seguro que lo
que estaba oyendo al otro lado de la línea no era lo que
pensaba que era, pero mientras miraba los segundos
cambiar en la pantalla, fue confirmado. La llamada de
Taehyung estaba definitivamente conectada.
Cuando su mensaje se había enviado, su teléfono casi
inmediatamente empezó a sonar. Sentándose en el sofá,
Jungkook se había relajado en el cuero, pensando que
estaba a punto de hablar con el hombre que lo había
dejando en la cama esta mañana.
En lugar de eso, estaba sentado en el sofá, escuchando…
¿Qué? ¿Una conversación entre Taehyung y —Jungkook
solo podía suponer— Hoseok? Una conversación en la que
Jungkook no solo era el tema central, sino también el
cómico.

Hoseok ni siquiera pestañeó por la recreación de


Taehyung. Después de años de conocerse y de trabajar
juntos todos los días, Taehyung imaginó que tendría que
ser algo enorme para impactar a su hermano.
En lugar de eso, Hoseok preguntó:
—¿Qué estás haciendo con ese chico?
Taehyung no pudo evitarlo.
—Bueno, anoche él fue el que realmente hizo…
—¿ Taehyung?

—Deja de joder y contéstame. En la universidad, te


sorprendí haciendo y terminando todo. Apenas creo que
vaya a estar horrorizado ahora. Así que deja de joder. ¿Qué
estás haciendo con ese chico?
Taehyung fulminó con la mirada a Hoseok. El idiota tenía
razón. Me conoce mejor que nadie.
—Solo me estoy divirtiendo, ¿de acuerdo? No es nada
serio. Solo lo usual.
Los ojos de Hoseok lo dejaron de piedra cuando se sentó
hacia delante en su silla.
—¿En serio?
—Sí, en serio. ¿Siquiera recuerdas lo que es la diversión?
—Un poco. Sí —respondió estoicamente Hoseok, sin una
sonrisa a la vista—. ¿Sabe él que solo es un trozo de carne?
Taehyung frunció el ceño, descubriendo que odiaba esa
jodida descripción, pero no ofreció defensa. No necesitaba
a Hoseok fastidiándolo con esto.
—¿De qué modo es esto de tu incumbencia? Y, sí, estoy
bastante seguro de que sabe que no estamos corriendo
para ir a comprar anillos de boda.
—Sabes que está bien admitir que te gusta el chico.
Taehyung negó con la cabeza. No tenía ni idea de por
qué Hoseok estaba siendo tan irritante esta mañana, pero
se estaba poniendo muy molesto.
—¿Qué demonios, Hobi? Deja de meterte en mis asuntos,
¿vale? He salido antes con gente.
—¿Cuándo? ¿En la universidad?
—Quizá —respondió vagamente, sabiendo de solamente
otra persona con la que había salido en su vida.
Hoseok se puso de pie, puso sus manos sobre el
escritorio y lo miró desde arriba.
—Si te refieres a Chris, eso no es salir. Eso fue follar,
esconderse, mentir y luego él llorando como un maricón
cuando todos lo supieron. Y él era gay.
Taehyung se reclinó en su asiento al ver la furia en la
cara de Hoseok. Él se había estado refiriendo a Chris, pero
realmente no quería volver a discutirlo, en especial no así.
—No fue tan malo.
—Sí, lo fue. Así que te volveré a preguntar —empezó
Hoseok—. ¿Qué estás haciendo con ese chico hetero? Sabes
cómo terminan las cosas así, y no sé por qué, pero siempre
te termina importando la gente equivocada.
—Eso no es verdad, y no importa. Te lo dije, esto no es
tan serio.
Tan pronto como salieron las palabras de su boca,
Taehyung las reconoció como las mentiras que eran. Pero
no se lo iba a contar a Hoseok, no cuando estaba
molestando completamente.

Jungkook se preguntó cómo no había lanzado el teléfono


al otro lado de la sala de estar de Taehyung mientras
echaba humo en la superficie altamente iluminada que lo
miraba. Estaba lívido. Con cada palabra que pasaba entre
esos dos, el malhumor de Jungkook subía, y la confianza
que había estado tan reluctante en dar, se venía abajo.
Sin estar seguro de lo mucho más que podría escuchar,
Jungkook estaba a punto de terminar la llamada cuando la
voz de Hoseok llegó a través del teléfono, rompiendo el
silencio.
—Después de Chris, no has tenido una relación seria.
Follas y huyes. ¿Y la primera persona en la que decides
concentrarte es hetero?
Jungkook inspiró bruscamente. No quería oír la
respuesta de Taehyung, pero también le parecía imposible
ignorarla.
—¿Sabes?, cuando te casaste una semana después de
conocer a Hot Cheetah Pants, yo no fui tan imbécil.
—No, pero fuiste directo al grano al señalar que me até a
una persona. Solo asegúrate que la persona en la que
decides poner todo tu esfuerzo, sea la persona correcta.
—Empiezas a cabrearme mucho.
Por una vez, Jungkook tuvo que coincidir con Taehyung.
Hoseok también lo estaba cabreando mucho.
—¿Sí? La verdad duele, ¿eh?
—Lo que tú digas. ¿A dónde quieres llegar? Si es que
tienes alguna razón para hacer esto.
—Quiero decir, Taehyung, que no te engañes al pensar
que él va a cambiar de equipo mágicamente.
—Bueno, gracias, Hoseok, por ser tan comprensivo,
maldita sea. Menos mal que no soy delirante.
Todavía furioso, Jungkook puso a un lado su propia furia
y decepción durante un momento. Pensó en que había
detectado algo en el tono de Taehyung, pero antes de que
pudiera identificarlo, se esfumó.

Taehyung quería golpear algo, y temía que si Hoseok no


se iba, lo golpearía a él. Así que avisó:
—Sabes dónde está la puerta. ¿Por qué no vas y la usas,
maldición?
Hoseok se puso de pie y fue hacia donde estaba
Taehyung ahora de pie detrás de su escritorio. Taehyung
odiaba tener que mirar para arriba, incluso si era solo
ligeramente. Cuando lo hizo, vio un destello de compasión
pasar por el rostro de Hoseok, y casi cede al ansia de
violencia, algo que no había hecho en años.
—Dije que te fueras —repitió.
Hoseok negó con la cabeza.
—No te conviertas en el error de alguien.
—¿Por qué? En eso soy bueno. Yo fui el error más grande
de tu padre.
Taehyung sabía que eso era bajo, y sabía que el golpe no
venía al caso, pero Hoseok estaba demasiado cerca de
todos sus miedos e inseguridades. Cuando Taehyung estaba
acorralado, siempre peleaba sucio.
—Eso fue bajo, incluso para ti.
—¿Estás de verdad sorprendido? Ahora, vete.
Hoseok se giró sobre sus talones y abandonó la oficina,
dejando a Taehyung justo como quería estar: solo. Cuando
se acercó a la ventana, se preguntó cuándo exactamente
había decidido que estar solo era todo lo que merecía.

Jungkook presionó el botón COLGAR y lanzó su teléfono


al sofá, maldiciendo a Taehyung y regañándose a sí mismo.
¿Cómo pude haber sido tan estúpido? Todo esto tenía
“Desastre” escrito por todos lados desde el principio.
Pero después de la pasada noche, había pensado que…
¿Qué? ¿Que Taehyung iba en serio con todo esto? ¿Que le
importaba? Bueno, ahí lo tienes. Ahí está tu jodida llamada
de buenos días. ¿Lo suficientemente alto para ti?
Jungkook intentó bloquear todo lo que había oído, y dio
un leve salto cuando el teléfono a su lado empezó a sonar.
Bajando la mirada a la pantalla, vio que era Taehyung. Lo
recogió y presionó CONTESTAR, pero permaneció en
silencio.
—¿Jungkook? ¿Estás ahí?
Jungkook cerró los ojos y se giró para recostarse en el
sofá.
—¿Hola? Si no me respondes, voy a llamar a la policía y
les diré que revisen mi casa en caso de que hayas sido
atacado o…
—Cierra el pico, Taehyung —lo interrumpió Jungkook
finalmente. No iba a acostarse ahí y actuar como si todo
estuviera bien solo porque Taehyung estuviera actuando
exageradamente.
—¿Qué te pasa? —tuvo la audacia de preguntar
Taehyung.
Jungkook no pudo evitar el tono sarcástico que impregnó
su voz. —Oh, nada serio.
Ahí hubo una pausa prolongada y luego:
—Bueno, obviamente algo sí que pasa.
—Y obviamente no quiero hablar contigo.
—Esto… ¿qué demonios, Jungkook?
Enfurecido consigo mismo y con Taehyung, Jungkook dijo
con desprecio:
—Exactamente. ¿Qué demonios? ¿Quizá deberíamos ir a
buscar a Hoseok para esto? Convertirlo en una llamada en
conferencia. Él parece saber todo sobre nuestra relación.
Pero, espera un segundo, no tenemos una de ésas, ¿cierto?
¿Es solo un poco de diversión?
Por el silencio que se extendió por el teléfono, Jungkook
supo que Taehyung no tenía ni idea de que él había oído su
reciente conversación con Hoseok. Estaba a punto de
informarlo cuando el mal temperamento de Taehyung
pareció finalmente alcanzarlo y lo atacó verbalmente:
—No me jodas, Jungkook. No estoy de humor.
Ése fue el momento exacto en que Jungkook sintió arder
su propia furia.
—Bueno, como quieras, Taehyung, porque yo tampoco
estoy de humor para ti. Puede que quieras revisar tus
llamadas recientes, imbécil. Que tengas un jodido bonito
día.
Con eso, Jungkook terminó la llamada y lanzó su teléfono
al suelo. ¿Que no lo joda? Me parece bien, Sr. Kim, me
parece bien.
25. Veintidós

Si Taehyung tuviera que hacer una lista de las cosas que


odiaba, incluiría estar enganchado y ser ignorado.
Jungkook hizo ambas cosas en las últimas tres horas.
Intentó llamarlo varias veces después de su no-tan-
agradable conversación, y el obstinado había dejado que
todas sus llamadas fueran al correo de voz en el que, por
supuesto, dejó siete mensajes diferentes.
Mierda, ¿cómo se suponía que iba a saber que presioné
Llamar en lugar de Ignorar?
Además, Jungkook entendió todo mal. Taehyung no quiso
decir las cosas como habían sonado. Jungkook solo
necesitaba escucharlo.
Abriendo la puerta del bar, Taehyung entró y se dio
cuenta de que estaba tranquilo para un miércoles por la
noche. Bien, pensó, será más fácil hablar para nosotros.
Dirigiéndose a su lugar habitual, la primera persona que
vio fue a Amelia. Ella le dio un asentimiento, se acercó y se
detuvo frente a él.
—Buenas noches, Taehyung.
Taehyung no estaba de humor para charlas. —Hola.
¿Está aquí?
Amelia chupó el labio superior en su boca y tomó un
vaso. —¿Gin-tonic?
Molesto por su cambio de tema, Taehyung asintió y
volvió a intentarlo. — ¿Amelia?
Mezcló la bebida, y la deslizó hacia él. —Me dijo que
tomara sus pedidos de esta noche.
La mandíbula de Taehyung se hizo daño de lo mucho que
se apretó de golpe. Miró hacia abajo la longitud de la barra,
pero no vio ninguna señal de Jungkook. Se giró en su
taburete y miró alrededor de la zona poco iluminada, y aun
así, nada de Jungkook. ¿Dónde está?
Cuando Taehyung enfrentó a Amelia una vez más, sus
ojos captaron a Jungkook caminando fuera de la sala de
atrás. Lanzó una toalla sobre su hombro y se dirigió al
mostrador con una sonrisa para ― Taehyung se volvió a
comprobar― una pelirroja con enormes…
—¿Taehyung?
—¿Qué? —espetó, apuntando su mirada a la mujer
delante de él.
—¿Quieres algo más?
Taehyung cogió el vaso, se lo llevó a los labios, y antes de
tomar una copa, masculló:
—No.
Amelia se inclinó sobre él, Taehyung siguió sentado,
furioso.
Hace mucho tiempo, habría estado buscando una manera
de conseguirla, pero ahora, lo único que podía hacer era
pensar en cómo podía ayudarlo a conseguir a Jungkook
para hablar con él de nuevo.
—Él ha estado mirando la puerta toda la noche, si eso
ayuda.
Lo hizo, pero Taehyung no iba a admitirlo. En cambio, la
miró y odiaba el hecho de que ya no hicieran nada por él.
—¿Le dirías que estoy aquí?
Amelia dio un paso atrás con una carcajada. —Oh, lo
sabe. Es por eso que salió por atrás. —Ella comenzó a
alejarse, y luego en el último momento, le devolvió la
mirada—. Es bueno ver que finalmente tienes que trabajar
por atención.
Taehyung levantó la copa para beber un sorbo, y miró a
Jungkook mientras seguía riendo con la pelirroja. Sí,
trabajó muy duro por la atención de Jungkook, y maldeciría
a alguien si se lo robaran —incluso durante cinco minutos.

Jungkook podía sentir los ojos de Taehyung en él. No


había manera de servirle esta noche. Estaba demasiado
enojado como para hablar con el chico, y mucho menos
tener un combate verbal con él. Así, que envió Amelia en su
lugar.
Ella, por supuesto, tenía curiosidad por saber que
pasaba, pero, sorprendentemente, no le había hecho
ninguna pregunta. Simplemente sonrió y accedió a hacerlo.
Sin embargo, mataba a Jungkook no mirar más en el otro
extremo de la barra. No se había dado cuenta de lo fuerte
que estaba atraído hacia Taehyung hasta que se ordenaba
así mismo no estarlo.
Con una amplia sonrisa y una vista directamente hacia
abajo a la blusa rosa, la mujer delante de Jungkook iba a
intentar su mejor esfuerzo para convencerlo de que tomara
su número, o tal vez darle su propio número.
—¿Y cómo te llamas?
Jungkook le dio una rápida sonrisa sabiendo exactamente
cuál era su papel en este pequeño juego. —Bueno, si te
digo eso, sabrás todos los hechos importantes y me dejarás.
—Oh, nunca te dejaría —ronroneó—. Eres demasiado
agradable a la vista.
Algo halagado, Jungkook miró la copa frente a ella. —
Creo que tu bebida ha afectado tu visión.
—No, no lo hace. Ésta es solo mi segunda, y tú eres
apenas… mmm… delicioso.
Jungkook sabía que era su tercera. Él había estado
contando.
Se preguntó, no por primera vez, ¿cómo siempre termino
en conversaciones como ésta?. Era parte del trabajo,
supuso.
Sabía que si seguía la corriente, la propina
probablemente sería una buena, se inclinó a su lado contra
la barra y siguió charlando. —¿Día duro en la oficina?
La pelirroja tomó un sorbo de su Manhattan y levantó
una ceja. —¿Vas a cambiar el tema?
—De ningún modo. ¿De qué te gustaría hablar?
—¿Qué hay de ti? ¿Estás soltero? —le preguntó
osadamente, dejando que sus ojos vagaran por todo su
cuerpo.
Jungkook no se sorprendió de que su mirada no
provocara nada en él, pero se sorprendió de que la sola
idea del hombre del traje gris en el otro extremo de la
barra, hizo que tuviera una sacudida de su polla y su piel
caliente. Maldito Taehyung.
—No hay mucho que decir —respondió, eligiendo ignorar
la pregunta sobre su estado sentimental.
—Oh, vamos —pidió la pelirroja—. Chico hermoso,
barman. Apuesto a que tienes las mejores historias.
Jungkook casi gimió ante la ironía y se preguntó cómo se
sentiría si le dijera: Bien, ¿ves ese hombre ahí abajo con las
gafas sexys? Sí, él comenzó coqueteando conmigo, igual
que tú lo estás haciendo ahora, y tuvimos sexo. El sexo fue
absolutamente exorbitante que no puedo dejar de pensar
en ello a pesar de que hoy él fue un completo idiota sobre
algo que podría cambiar totalmente mi vida. ¿Qué te
parece eso como una historia?
Pero Jungkook no le dijo eso. En cambio, se encogió de
hombros. —Un barman es como un sacerdote. Escuchamos
todo tipo de confesiones, pero nunca hablamos de ello
después de haber dejado los labios de los clientes.
La pelirroja movió su bebida a un lado, y trató de llegar a
través de la barra, trazó un dedo sobre la palma de su
mano. —Entonces, yo podría contarte cualquier cosa, ¿y no
se lo dirías a un alma?
Mirándola a los ojos, Jungkook trató de ver si se podía
sentir de la manera que lo hizo cuando Taehyung se le
quedó mirando, pero cuando ella bajó la mirada a su boca,
Jungkook sintió, nada.
—Eso es correcto. —Miró hacia abajo, permitiéndose
finalmente la oportunidad de apreciar que tenía un
sorprendente conjunto de senos. El problema era, que
estaba mucho más interesado en la polla en el otro extremo
de…
—¿Este asiento está ocupado?
La pelirroja se volvió primero para ver quién había
hablado. Por supuesto, al segundo su atención se posó en
Taehyung, ella retiró la mano de la Jungkook, el menos-que
— complaciente barman, y en su lugar, se centró en el
seductor e interesante…
Imbécil.
—Lo está ahora. Por favor, no dudes en… —Lo invitó ella.
Jungkook disparó una mirada de muerte en dirección a
Taehyung.
—¿Para hacer qué? — Taehyung arrastró las palabras
mientras miraba a Jungkook con remolinos de irritación
detrás de esas gafas.
—Lo que quieras —le dijo ella. Extendiendo la mano, ella
pasó sus dedos, los mismos que acababa de acariciar su
mano, por encima del traje que cubría el brazo de
Taehyung.
—¿Sabes lo que realmente me gustaría hacer?
La mujer despistada se inclinó, y por alguna razón,
Jungkook se preparó con sus palmas en el borde de la
barra. No estaba seguro de por qué, pero sentía que todo lo
que Taehyung se preparaba para decir, no iba a ser ni
remotamente apropiado.
—¿No, qué?
Taehyung también se movió hacia delante hasta que sus
labios casi rozaban los de la mujer, pero en el último
segundo, volvió su atención en él. —Tu barman.
De acuerdo, pensó Jungkook, no hay duda aquí. Mi polla
definitivamente sabe lo que quiere.
—¿Eh? —preguntó la pelirroja, claramente sin entender.
Pero Jungkook no estaba confundido por las palabras o la
mirada que Taehyung apuntaba hacia él. Gritando, tú eres
mío, no de ella.
—Tu barman —repitió Taehyung y se volvió hacia ella
mientras Jungkook sostenía la madera bajo sus manos—.
Quiero hacérselo a él, quitarle la ropa y follarlo, y estás en
mi camino.
Jungkook fue testigo de la mujer, cuya boca se había
separado en estado de shock, volteó y lo miró como si
esperara…
Lo siento, señora. Ya estoy acostumbrado a su boca.
Los tres permanecieron encerrados en un silencio
incómodo, Jungkook decidió que tenía que hacer algo ya
que era evidente que Taehyung solo iba a revolver mierda
si lo dejaba a su suerte.
Mirando a través de él, Jungkook lo manejó. —¿Puedo
ofrecerte algo?
Taehyung se humedeció los labios. —A ti. A solas en una
habitación.
—No —replicó Jungkook.
—¿Por qué? ¿Tienes miedo de mí? Deberías saber. No me
gusta ser ignorado.
Jungkook lo miró con incredulidad. —No te tengo miedo,
y tuvimos esta conversación hace una semana o algo así.
—Sí, y esta mañana en la cama, sin duda parecía que
estarías alrededor, pero no tanto como ahora, con las
evasivas.
Fue entonces cuando la pelirroja se deslizó de su asiento.
—Uh, lo siento, no me di cuenta de que ustedes dos…
—¿Estamos juntos? —anunció Taehyung antes de que
Jungkook siquiera pudiera pronunciar una palabra—.
Bueno, lo estamos, así que vaya dimos con la misma
persona. Es mío. Lo encontré primero.
Taehyung no bromeaba. Era así como realmente se
sentía, y Jungkook necesitaba saber eso ahora mismo.
—No me gusta ser ignorado o plantado —dijo a Jungkook
de nuevo cuando la pelirroja finalmente tomó la indirecta.
Detectó un pequeño tic en la mejilla de Jungkook, y él se
mostró satisfecho al pensar que también reprimía su
indignación.
—¿Sí? Bueno, no me gusta oír que soy solo un pedazo de
culo. Así que, ¿por qué no te pierdes? No estoy de humor
para ti.
Taehyung empujó el taburete rápidamente y cogió el
chaleco de Jungkook, arrastrándolo en el final hasta que se
levantara contra el mostrador. —Bueno, eso está muy mal
porque yo estoy de humor para ti, y no le mentí a ella. Te
quiero, y voy a tenerte.
Jungkook se mofó de él, y Taehyung tuvo que controlar el
impulso de tomar esa boca burlona con la suya.
—¿Sí? Bueno, perdón si no te creo. Me dices una cosa a
mí y luego otra cosa cuando no estoy allí.
Taehyung miró a su alrededor y vio a varias personas que
se enfocaban en su demostración. A continuación, se
enfrentó al hombre furioso frente a él. —¿Crees que es así,
eh? No sé, ahora mismo, todo el mundo en este bar sabe
exactamente a quién quiero. Por lo tanto, yo diría que me
estoy expresando muy bien. ¿Quieres que ponga mi lengua
en tu boca y realmente lo haga obvio?
Los ojos de Jungkook se oscurecieron, y Taehyung sabía
que la idea atrajo su atención incluso si seguía furioso.
—No estoy hablando de eso ahora, y lo sabes. Pero, ¿por
qué te importa de todos modos? No es que esto sea serio.
Ahora, déjame ir.
—Nos vemos en la parte de atrás —ordenó en voz baja.
La mirada de Jungkook no vaciló. —Ni en un millón de
años.
—¿Por qué no? —preguntó Taehyung con voz áspera,
cada vez más trastornado a cada segundo. Quería los labios
de Jungkook debajo de los de él, para que pudiera convertir
esa mueca en un gemido.
—Porque te conozco.

—Y… tendrás tus manos sobre mí, y voy a estar jodido.


Taehyung reveló sus dientes en una mueca salvaje. —No
son mis manos las que uso para esa actividad en particular,
e incluso si así fuera no dejaría que tu primera vez fuera en
la parte trasera de un bar. Tu primera vez va a ser en mi
cama debajo de mí.
—Déjame ir —se mofó Jungkook, esta vez pronunciando
cada palabra—. Todo el mundo nos está mirando.
—Sí, lo están. Todos se están preguntando, ¿Van a
golpearse o a besarse? Están tan confundidos. ¿Qué hay de
ti? ¿Estás confundido?
—¿Yo? ¿Lo estás tú? —exigió Jungkook.
Taehyung finalmente lo soltó, se echó hacia atrás, y vio
como Jungkook se pasó las manos por el chaleco. —No
estoy confundido en absoluto. No tenía ganas de ceder a las
veinte preguntas de Hoseok, así que demándame. Si
contestaras tu teléfono o escucharas tus mensajes,
entonces tal vez esto ya estaría resuelto.
Jungkook miró hacia atrás a la barra rápidamente y
luego de nuevo a él. —Tengo clientes, y escuché tus
mensajes. ¿Y sabes qué? Escuché todo lo que tenías que
decir, pero falta una cosa.
Taehyung levantó las manos.
—¿Qué, Jungkook? ¿Qué es lo que no dije?
Jungkook lo miró y dijo simplemente:
—Lo siento.

Las manos de Jungkook temblaban mientras se alejaba


de Taehyung, y la semi-erección que lucía en sus
pantalones era enloquecedora. Él había querido nada más
que besar y morder esos labios que continuamente le
arrojaban comentarios, pero con todos los ojos en ellos,
Jungkook no se habría atrevido.
Sabía por experiencia que una vez que Taehyung y él
empezaran, se olvidarían de quién y qué estaba pasando a
su alrededor. Además, Jungkook habló en serio. Quería una
puta disculpa. Él entendía que Taehyung no había querido
explicar su relación a Hoseok todavía, pero la forma en la
que Taehyung casualmente lo despidió no estaba bien en
absoluto.
Él llegó a dos mujeres en el otro extremo de la barra y
les consiguió sus cócteles. Luego, se trasladó a varios otros
clientes que habían tomado sus asientos y les entregó las
bebidas que necesitaban. Cuando terminó, se volvió para
ver que Amelia había empezado a hablar con Taehyung.
Ella estaba apoyada en contra de la barra, y tenía sus
brazos cruzados mientras continuaban hablando y
mirándolo. Amelia le dirigió una sonrisa, y Taehyung solo lo
miró desde detrás de esos gruesos marcos negros.
Jungkook conocía esa mirada. Una que lo conduciría a
una pelea o a una follada.
Agravantes que sin duda debería discutir con él,
Jungkook agarró una bandeja y se movió hacia atrás más
allá de ellos, para ir a recoger algunos vasos vacíos.
Necesitaba alejarse de esa mirada, o acabaría haciendo
algo estúpido.
Levantó el pase del bar, se dirigió a las mesas. Recogió
una bandeja llena, la trajo de vuelta, y la pasó a las manos
de Amelia, que estaba allí de pie por su cuenta. Taehyung
no estaba a la vista.
—¿A dónde fue? —preguntó.
Cuando ella se encogió de hombros y se alejó, Jungkook
miró alrededor de la zona del bar.
No vio a Taehyung en ninguna parte. ¿Bueno, no es
excelente, idiota? Seguro que resolviste eso.
Recogiendo la bandeja, Jungkook se dirigió hacia las
cabinas en la pared lateral. Al igual que lo hacía siempre,
caminó más allá de la entrada a la segunda habitación que
estaba cerrada por la noche, su brazo agarró la manija, y se
detuvo en el espacio vacío oscuro donde fue impulsado, de
bruces, contra la pared de atrás.
La boca de Taehyung fue al instante a su oído y su mano
libre desabrochaba los pantalones de Jungkook.
—Detente —gruñó Jungkook cuando se resistió contra
Taehyung.
Taehyung no se movió. Simplemente lo sostuvo inmóvil
mientras desabrochaba sus pantalones de trabajo. —Eres
una pieza obstinada de culo, Jeon Jungkook — acusó contra
el pelo de Jungkook.
—Y tú eres solo un culo —contraatacó Jungkook,
descontento con la posición en la que Taehyung lo tenía.
Había estado así una vez antes, y aunque él se estaba
conectando con él, le hacía sentirse débil.
—Estás tan enojado, pero si alguien debería estar
enojado, creo que debería ser yo.
Jungkook trató de pensar, trató de formular palabras,
pero la nariz acariciando en su cabello con la lengua
chasqueándole la oreja lo estaba volviendo loco.
—Dejas que alguna mujer coquetee contigo. — Taehyung
respiró justo contra la oreja de Jungkook mientras su mano
encontró su camino en sus calzoncillos—. Ella incluso te
tocó.
La boca de Jungkook se separó, y cuando oyó su propio
gemido, sabía que Taehyung lo oyó también, y se iba a
aprovechar al máximo.
—Oh, mira, yo creo que te gusta esta posición, ¿no te
parece? Yo detrás de ti, listo para… follar.
Jungkook negó con la cabeza lo mejor que pudo. —
Taehyung, apártate.
Taehyung se rió, y el sonido depravado corrió por la
espalda de Jungkook a sus bolas.
—No, no lo creo.
Esas palabras susurradas al oído de Jungkook le hizo
contener el aliento cuando la mano de Taehyung se
envolvió alrededor de su pene.
Taehyung puso un pie entre sus piernas. —Abre las
piernas, Jungkook.
Al volver la cabeza, los ojos de Jungkook se encontraron
con Taehyung, y el calor en ellos encendieron un fuego en
las venas de Jungkook. —No.
Mientras un lado de los labios de Taehyung se arqueó
hacia arriba, Jungkook sintió derramar su polla cuando la
mano en torno a ésta lo apretó.
—Extiende tus malditas piernas, Jungkook —ordenó
Taehyung.
Jungkook estaba consciente de que hacer esto aquí era
estúpido y arriesgado, pero solo añade eso a la subida que
Taehyung estaba construyendo en él. No había puerta que
separara una habitación de la otra, y cualquiera podía
entrar en cualquier momento, pero cuando Taehyung
empujó sus caderas hacia delante y la cresta de su erección
empujó contra el culo de Jungkook, a Jungkook no le
importo una mierda.
—Hazlo —engatusó Taehyung—. Y tendrás tu disculpa.
Lamiéndose los labios secos, el enfoque de Jungkook se
concentró en la boca de Taehyung que solo estaba a un
centímetro de distancia.
—La mayoría de la gente normal se disculpa primero —
explicó Jungkook en una respiración nerviosa mientras
lentamente separaba sus piernas.
Cuando la mano a su alrededor empezó acariciar, un
fuerte muslo se abrió camino entre el suyo, y se movía
hacia arriba para añadir presión contra sus bolas. Jungkook
maldijo entre dientes mientras empujaba la espalda contra
la montura inflexible de Taehyung.
—¿No has notado ahora que no soy como la mayoría de
la gente normal?
Jungkook miró por encima la cara junto a la suya, y luego
cedió. Se lanzó hacia adelante para tomar los labios de
Taehyung como había estado pensando en hacerlo desde
que el hombre lo dejó esta mañana. Tan pronto como la
boca de Taehyung se abrió, Jungkook dejó caer la bandeja
vacía a sus pies y empujó su lengua dentro, enredándose
contra Taehyung. El brazo atrapado de Jungkook entre ellos
lo tiró detrás de su espalda y lo apretó contra la pared.
Taehyung rasgó su boca y tiró de la erección de Jungkook.
Taehyung rodó sus caderas hacia adelante de una manera
que sugería que se imaginaba estando dentro de él.
—Joder, Jungkook —dijo entre dientes como si estuviera
en agonía.
Si la varilla de acero que estaba masajeando el culo de
Jungkook era una indicación, Taehyung estaba sufriendo.
—No me culpes. Tú empezaste esto —acusó Jungkook.
Taehyung relajó su agarre en la carne de Jungkook y
soltó una risa cáustica. Jungkook miró la mano que se
estrelló en su cabeza, lo que reflejó la posición que
Taehyung tuvo de él atrapado. Apenas podía respirar
mientras el cuerpo tenso detrás de él le acorralaba.
—No. Tú comenzaste esta tarde, y ha sido un hervidero
desde entonces. Pero ahora estás irritado porque me
quieres. Por lo tanto, te sugiero que pongas tu mano en tus
putos pantalones y lo termines.
—Vete a la mierda. No voy a, ah, follarte, Taehyung.
La indignación de Jungkook lo dejó cuando los dientes de
Taehyung encontraron su cuello y el muslo presionó más
arriba entre las piernas.
—Es mejor que te des prisa. Estoy bastante seguro de
que alguien se dará cuenta pronto de que estás perdido —
se burló Taehyung, moviendo todo su cuerpo contra la
espalda de Jungkook como si tuvieran toda la noche.
Jungkook finalmente cedió y agarró dentro de sus
pantalones para comenzar a tocarse. Sus bóxers estaban
húmedos con el pre-semen que se escapó de su polla. Se
aplastó en la pared y comenzó a bombear rápidamente su
erección exigente.
Podía sentir el amplio pecho de Taehyung contra su
espalda, fijándolo a la pared, mientras continuaba moliendo
sus caderas una y otra vez en él. Jungkook cerró los ojos, y
no estaba seguro de qué pensar sobre el hecho de que con
cada golpe rudo de la erección de Taehyung, su culo
parecía anhelar lo que todavía no sabía.
Los fuertes jadeos que eran calientes contra la oreja de
Jungkook se aceleraron cuando empuñó su longitud y
empujó contra Taehyung con más fuerza. Quería una
fricción suave y más rápida sobre su polla, Jungkook
levantó la mano y escupió en su palma.
Taehyung se quejó en voz alta a sus espaldas. —Joder.
Eres un hijo de puta sucio — gruñó.
Jungkook comenzó a acariciarse a sí mismo de nuevo y
vio la mano de Taehyung dejar la pared antes de tejerse por
el pelo de él para ponerlo a un lado.
—A mi malditamente me encanta. —Los dientes fuertes
de Taehyung lo mordieron en el cuello mientras sus
caderas embestían contra Jungkook.
Jungkook tomó la cabeza de su polla y se volvió para fijar
sus propios dientes en el brazo que Taehyung todavía
apoyaba contra la pared. Cuando él gruñó contra la tela del
traje, Jungkook sintió el cuerpo de Taehyung que lo estrelló
contra la madera cuando explotó en su palma en un clímax
que le contrajo los dedos de los pies.
Sacó su boca de la manga de Taehyung, y mientras
dejaba que su respiración se ralentizara, Jungkook lo oyó
contra su piel.
—Lo siento.
Asegurándose de mantener su mano cerrada, Jungkook
cerró los ojos mientras descansaba contra el hombre que
todavía lo tenía fijo a la pared.
—Lo siento por no decir todo lo que debería a Hoseok.
Cosas como, esto es serio, y que eres mucho más que
simplemente alguien con quien estoy pasando un buen
rato. Simplemente ha pasado un tiempo desde que he
tenido que pensar en alguien más.
Jungkook presionó su frente contra la madera cuando la
boca de Taehyung se trasladó hasta el cuello. Trató de
recordar lo que habían estado discutiendo. Disculpas, ¿no?
¿Y tener que pensar en los demás? Eso era algo con lo que
tenía grandes dificultades en este momento, teniendo en
cuenta lo que acababa de suceder.
Pero Jungkook logró preguntar:
—¿Y ahora que eres?
—Ahora soy yo, eres todo en lo que pienso —destacó
Taehyung.
Jungkook sintió que la mano en su brazo finalmente lo
liberaba de la pared mientras que el cuerpo detrás de él
estaba relajado por primera vez desde que había sido
empujado en la habitación.
—Me pillaste fanfarroneando con Hoseok. Habíamos
discutido anteriormente, y, obviamente no es ninguna
excusa. Siento haber dicho esas cosas, y siento que lo
escucharas.
Recuperando la compostura, Jungkook volvió la cabeza
para mirar por encima de su hombro. Cuando sus ojos se
encontraron, le dijo a Taehyung
—No tengo ninguna expectativa de cómo se debe actuar,
ya sabes. Ni siquiera sé lo que estoy haciendo la mitad del
tiempo. Eso sí, no juegues conmigo, ¿de acuerdo? Si deseas
esto, está bien. Pero si no lo haces, me lo dices, así no estoy
perdiendo mi tiempo. Solo quiero la verdad.
Taehyung se centró en él, y parecía un poco sorprendido.
Luego, en un tono que Jungkook nunca lo había oído hablar,
explicó—: No eres el único que ha cambiado en las últimas
dos semanas. —Hizo una pausa y se llevó una mano hasta
tocar la boca de Jungkook antes de dar un paso atrás—. Me
haces querer cosas que me había olvidado que quería.
Cuando Jungkook fue liberado para dar la vuelta, sintió
que su corazón latía rápidamente hasta que eclipsó el
latido que tenía, por ahora, se desplomó entre sus muslos.
—Eso es probablemente lo más sincero que he oído salir de
tu boca.
Taehyung bajó los ojos a la mano de Jungkook. —Ahora,
eso no es cierto. Era muy sincero esta mañana cuando te
dije que me encantaba chupar tu…
—No lo arruines —interrumpió Jungkook.
Taehyung se acercó más y tomó su mano en la suya.
Jungkook sacudió la cabeza ante la mirada sensual que
atravesó los rasgos de Taehyung cuando se la llevó a la
boca.
—Pero es verdad. Te quiero chupar casi tanto como me
encanta el sabor de tu semen.
La lengua de Taehyung salió y lamió la palma y los dedos
de Jungkook limpiándolos antes de levantar la cabeza,
siguiendo por encima de los labios hinchados de Jungkook.
—Y piensas que soy sucio.
Taehyung soltó la mano y se agachó para ajustar la
erección evidente que Jungkook podía ver en sus
pantalones.
—Lo eres. Pero soy mucho más sucio.
—¿De verdad te gusta el sabor de eso? —preguntó
Jungkook, queriendo saber.
—Bueno, no estoy mintiendo solo para meterme en tus
pantalones. Además, ¿no acabas de decir que querías la
verdad?
Taehyung se apartó rápidamente para subir la cremallera
de sus pantalones, antes de mirar hacia donde Jungkook
estaba de pie. Jungkook vio pasar la mano por su pelo
cuando un ceño se formó en su rostro, y la atmósfera en el
cuarto oscuro y pequeño cambió de sexo a grave.
Y con ellos, mirándose el uno al otro, Jungkook preguntó:
—Así que… ¿cuál es tu verdad, Taehyung?
Taehyung se lo quedó mirando con tanta atención que
Jungkook se preguntó qué pasaba por su cabeza antes de
que él respondiera:
—Creo que tú lo eres. —Dejando a Jungkook sin habla.
26. Veintitrés

Taehyung dejó el bar no mucho después de que él y


Jungkook acordaran que necesitaban una noche fuera para
respirar y reflexionar. O en el caso de Taehyung, mientras
se sentaba en el balcón con los pies apoyados en la mesa y
la mitad de una botella de whisky, necesitaba una noche
para complementarse. Descansando la cabeza en la silla, se
quedó mirando las luces dispersas en los edificios que lo
rodeaban.
Jeon Jungkook. Taehyung no había mentido. No había
nada fácil en cómo se sentía cuando se trataba de ese
hombre. Aterrador y sorprendente, sí.
No era de los que le daban mucho crédito a la noción de
amor. Muy poco de ello había pasado en su vida hasta
ahora, y pensaba que era algo que la gente creaba para
sentirse mejor. Eso fue hasta Jungkook.
Se las había arreglado para hacer a Taehyung sentir algo
único que solo otro antes que él hizo, y Taehyung no estaba
seguro de si eso le hacía feliz o lo aterrorizaba. Lo único
que sabía era que fuera lo que fuera, tenía que manejarlo.
Levantando la botella, tomó otro sorbo, yendo bien en su
camino hacia el estado de relajación que deseaba.
Hoseok también recorría su cabeza esta noche. Había
pasado mucho tiempo desde que había peleado con ese
chico, y lo odiaba. Decidieron hace muchos años que no era
culpa de ninguno que la vida les hubiera dado un padre
idiota, pero de vez en cuando, el viejo resentimiento volvía,
y Taehyung no podía evitar sentirse molesto de que él fuera
a quien su padre había echado.
Colocando la botella a su lado, su celular empezó a
vibrar en la mesa. Extendiendo la mano, lo recogió y vio el
nombre de Jungkook aparecer en la pantalla. Sentado en la
silla, tomó la botella de nuevo y respondió.

Jungkook se acomodó en su sillón y esperó a que


Taehyung respondiera. Estuvo pensando en su
conversación desde que Taehyung dejó la barra. Mucho se
dijo en las pocas palabras que Taehyung dijo en realidad, y
cuando le dijo a Jungkook que sólo deberían reunirse en
algún momento de mañana, Jungkook supo que él también
sentía que su relación había cambiado de dirección.
Echando un vistazo a la pantalla digital en el DVR, vio
que acababa de ser la una y cuarto. ¿Tal vez está
durmiendo? Era tarde. Justo cuando estaba a punto de
colgar, contestó, y la voz de Taehyung lo cubrió.
—Estaba pensando en ti.
Jungkook se recostó en su sillón y puso su cabeza en la
almohada.
—¿Debo siquiera preguntar?
Hubo una pausa más larga de lo que hubiera esperado
antes de que Taehyung hablara.
—No lo sé. ¿Quieres?
Jungkook sabía que esta conversación podría ir de una o
dos maneras, y por mucho que quería tomar el camino más
fácil, también quería algunas respuestas si Taehyung
estaba en el estado de ánimo para dárselas.
—Me preguntaste, cómo esperas que diga que no —dijo
Jungkook, y cuando no hubo respuesta, le preguntó—: ¿Y
tú? ¿Esperabas que dijera que no?
—No lo sé. Creo que tal vez sí, quiero.
Vaya, bueno, eso es honesto, pensó Jungkook mientras
cerraba los ojos. —¿Quieres decirme por qué? —Oyó algo
líquido, tal vez, a través del teléfono.
—No lo sé. Tal vez porque hace un par de semanas, la
idea de besar a un chico te disgustaba.
Taehyung sonaba tan diferente en comparación con la
forma en que solía ser que Jungkook no pudo evitar
preguntar—: ¿Estás bien?
—En realidad no —admitió.
A Jungkook no le sorprendía que Taehyung fuera tan
contundente a la hora de las verdades duras como era con
las más fáciles.
—¿Quieres hablar de ello?
—¿Todavía te da asco?
—¿La idea de besar a un chico? ¿O la idea de besarte?
El silencio siguió a su pregunta, como si Taehyung
pensara en ello.
—¿No es una y la misma?
Jungkook trató de imaginarse a sí mismo besando a otro
hombre, con excepción de Taehyung, pero dado que nunca
tuvo la idea antes, realmente no tenía una respuesta.
—Podría ser, pero antes, nunca había pensado en ello.
Hubo otro más fuerte silbido en su oído, y Jungkook
sabía cuál era el sonido. Taehyung bebía.
—¿Qué estás bebiendo?
—Jack.
—¿Estás bebiendo whisky barato? ¿Por qué no el
habitual?
—Debido a que Jack estaba aquí, y es muy agradable de
tragar.
—¿Se te acaba de ocurrir esa mierda? ¿O tienes todo
escrito en alguna parte?
—Hmm, debo escribirlo, ¿no?
Una vez más, el sonido de Taehyung tomando una copa
atravesó el teléfono, y luego preguntó—: Entonces… ¿por
qué pensabas en besarme?
Jungkook no pudo evitar la risa que se le escapó. —
¿Cuánto has bebido?
—¿Qué? —cuestionó Taehyung—. ¿Por qué?
—Lo digo porque debe haber estropeado tu cerebro.
Pensé en eso contigo porque no me diste un minuto para no
pensar en ello. Cada vez que me daba la vuelta, estabas
allí.
Silencio incómodo y tenso saludó a Jungkook después de
que las últimas palabras salieran de su boca.
—¿Por lo tanto, sólo lo hiciste porque estuve siempre
ahí?
Jungkook no estaba muy seguro, pero estaba casi seguro
de que Taehyung sonaba al borde de la vulnerabilidad. Eso
era algo que nunca había oído en él, nunca. Taehyung no le
parecía el tipo de persona que normalmente abría su
corazón.
—Lo hice porque me enfrentaste y me hiciste ver lo
irresistible que eres, sin importar tu género. ¿Y Taehyung?

—Sigo pensando eso, pero ahora, hay mucho más que


eso. Realmente me gustas.
La risa que le llegó a los oídos a Jungkook estaba
desprovista de humor y llena de burla. —¿En serio? El
noventa por ciento del tiempo estás furioso conmigo.
—Si lo sé. Me vuelves loco porque me gustas —subrayó
Jungkook—. Mucho.
—Mucho, ¿eh?
Cerrando los ojos, Jungkook imaginó, por fin, la sonrisa
que podía escuchar en la voz de Taehyung.
—Mucho.
—¿Cuánto?
Jungkook se echó a reír. —¿Qué tienes? ¿Doce?
—No. Estoy borracho o muy cerca.
—Por lo tanto, ¿ahora es cuando debería hacer todas las
preguntas difíciles? — preguntó Jungkook sólo medio en
serio.
—¿Tiene preguntas difíciles?
—Sí, supongo que sí.
—Claro, entonces, dispara —contestó Taehyung con
ligereza.
Jungkook oyó el tono subyacente, y lo reconoció por lo
que era: precaución.
— Bueno. ¿Qué sucedió realmente con Hoseok hoy? —
Jungkook no se había dado cuenta de que quería compartir
esa carga hasta que salió de su boca.
Taehyung suspiró. —Ya has oído todo lo que pasó.
—Sí —coincidió Jungkook—, pero sólo entiendo la mitad
de ello.
Jungkook se preguntó si éste era el momento en que iba
a ver que todo esto significaba más para él que…
—Bueno, sabes que es mi hermano, ¿verdad?
Jungkook dejó escapar un suspiro de alivio. Taehyung no
lo iba a dejar fuera. —Sí.
—No lo supimos hasta que cumplí los dieciocho años, y el
fideicomiso de nuestro padre me fue concedido.
Taehyung dejó de hablar, y Jungkook esperó.
—Ya te he dicho que su padre tuvo una aventura…
bueno, obviamente, él no eligió a mi madre y yo…
Jungkook no podía ni siquiera empezar a imaginar cómo
eso afectaría a un adolescente. No sólo creció sin un padre,
sino que luego también supo que tenía otra familia. Una
familia que incluía a un hermano al que nunca había
conocido.
—El imbécil murió cuando Hoseok tenía cinco años, por
lo que al menos nunca tuve que conocerlo…—reveló
Taehyung, y su voz se apagó, dejando a Jungkook
preguntándose si realmente lo decía en serio.
—De todos modos, no pediste todo esto.
—No. No hagas eso —habló Jungkook finalmente.
—No hacer, ¿qué?
—No cambies el tema o supongas que no quiero saber de
ti. Háblame. Dime. —Jungkook contuvo el aliento y esperó,
con la esperanza de que Taehyung se abriera y confiara en
él.
—Bueno. ¿Quieres los detalles? Vamos a ver… mi madre
nunca se casó. Me dijo que se había enamorado una vez y
el dolor que sintió por amar a alguien que no debía,
ampliamente superaba cualquier alegría, por lo que no
tenía sentido.
Cuando Taehyung hizo una pausa, Jungkook tuvo que
preguntar—: ¿Alguien que no debía?
—Sí. Suena familiar, ¿eh?
—¿Como yo? Ya casi no estoy casado, sabes eso.
—Pero eres hetero.
Jungkook tragó saliva y se quedó quieto, sin saber qué
decir.
—Me prometí a mí mismo, que nunca tendría
remordimientos, como los que ella tuvo.
—¿Qué significa eso?
—Significa que no me importó de un modo u otro lo que
dijiste. Estaba dispuesto a intentar cualquier cosa con tal
de probar una vez.
Jungkook sabía que era verdad, pero decidió preguntar
de todos modos—: ¿Y cómo funcionó eso?
—No me he arrepentido, sin embargo —contestó
Taehyung de inmediato. —Pero esa es una conversación
diferente.Quieres saber por qué Hoseok estaba molesto.
Hmm, bueno, seguí a Hoseok cuando llegué a la
universidad. Él empezaba su segundo año, y me odió tan
pronto como le dije mi nombre.
—Bueno, eso es mentira.
—¿Lo es? Lo único que sabía era que su padre, un
hombre al que había idolatrado, dejó un fondo fiduciario de
la universidad a otro niño, su otro niño. Yo me habría
odiado, también.
Jungkook se sentó en el sofá y sacudió la cabeza. —Pero
no fue tu culpa.
—Eso no importa. Yo representaba todo lo malo que
había hecho su padre.
—Pero trabajan juntos, así que obviamente, se llevan
bien ahora —preguntó Jungkook.
—Oh sí, fui un total dolor en su culo el primer mes de
universidad. Donde quiera que iba, me presentaba.
—Imagino eso.
La voz de Taehyung tomó en ese mismo borde serio que
tuvo antes. —Cuando algo es importante, no me doy por
vencido.
Jungkook estaba a punto de seguir eso, pero entonces
Taehyung comenzó de nuevo. — Entonces, me enteré de
donde vivía fuera del campus, y me acomodé en su puerta
hasta que me habló.
Jungkook no pudo evitar reír. Sólo podía imaginar lo
molesto que Hoseok estuvo al encontrar a Taehyung detrás
de él cada día.
Entonces, Taehyung lo confirmó. —Estaba furioso. Nos
metimos en una pelea el primer día. Me dio un puñetazo
justo en la boca. —Taehyung se rió entre dientes—. Pensé
que iba a hacerlo de nuevo hoy.
Y allí estaban, de vuelta a donde todo había empezado. —
¿Por qué? ¿Qué lo enojó?
Y con esas dos palabras, Jungkook sintió soltar su aliento
ante la contundente confesión.

Taehyung puso la botella a su lado y se sentó. Dios. El


alcohol lo estaba haciendo hablar más de lo habitual.
—¿A qué te refieres? ¿Qué hice? —la voz de Jungkook
llenó el silencio.
—Él está preocupado por mí.
—Bueno… sí.
Taehyung se pasó una mano por la cara y después por su
cabello. ¿Qué demonios? Bien podría decirle todo. Jungkook
escuchó todo de todas formas.
—Me preguntaste la otra noche, si alguna vez había
salido con alguien… — arrastró las palabras, dándose
cuenta por primera vez, que estaba incómodo discutiendo
sus encuentros sexuales —bueno, este encuentro en
particular. Cuando Jungkook se quedó callado, se apresuró
—. Si alguna vez estuve con alguien como lo estoy contigo.
Y obviamente, escuchaste estuve con un chico llamado
Chris.
—Sí, lo recuerdo.
Taehyung asintió y esperó. Cuando no escuchó nada del
otro lado, ni siquiera una respiración, probó. —¿Jungkook?
¿Estás allí?
—Sí —suspiró Jungkook.
Para Taehyung sonó como si él estuviera sosteniendo la
respiración.
—Lo siento. Solo estaba pensando.
—¿En qué?
—Tú y Chris.

—Y me molesta.
Taehyung sintió el agradable zumbido en su cabeza
finalmente relajarlo un poco. —Te dije, siempre estás
molesto conmigo.
—Y te dije por qué.
—Porque te gusto. —Taehyung repitió las palabras de
Jungkook—. Muchísimo.
—Me gustas demasiado, Taehyung.
Taehyung tragó y dejó que esa admisión calentara el
resto de su cuerpo.
—Chris y yo nos conocimos en la universidad. Teníamos
la misma clase de algebra. Yo era bueno. Él no lo era. Así
que le di tutoría.
—En algebra y…
Taehyung podía oír la pregunta velada escondida en el
comentario de Jungkook. —Y nada. Solo le enseñaba
algebra.
—¿Pero él te enseño cosas?
—Me enseñó todo —le confió Taehyung y se sentó en su
silla.
Trató de imaginarse a Chris en su mente, pero todo
estaba en blanco. Todo lo que podía ver eran los ojos
marrones de Jungkook, sus rizos y sus labios gruñían o le
sonreían, y tuvo que parar y realmente enfocarse en
recordar quién era Chris.
—No me gusta —la voz de Jungkook interrumpió con
toda naturalidad.
—No lo conoces.
—Aún así no me gusta.
—Porque… —Taehyung arrastró las palabras.
—Porque te tuvo —le dijo Jungkook con mucha más
osadía de la que Taehyung hubiera esperado—. Te folló, ¿no
es así?
Disfrutando un poco los celos de Jungkook, Taehyung
contestó. —Sí, un poco.
—¿Cuánto es un poco?
—¿Quieres todos los detalles jugosos, Jungkook?
Taehyung escuchó un largo suspiro de sufrimiento, y
entonces Taehyung maldijo. — Joder.
—¿Jungkook?
—¿Qué? —ladró Jungkook.
Taehyung no pudo evitar la manera en que su polla
reaccionó. —Ni siquiera puedo recordar cómo era él porque
todo lo que puedo imaginar es a ti. —El corazón de
Taehyung dolía mientras esperaba lo que pareció horas
para que Jungkook finalmente hablara.
—De verdad lo dices en serio, ¿cierto?
—Lo hago, y me asusta.
—¿Por qué? —susurró Jungkook en el teléfono.
Su voz tenía a Taehyung deseando no haber ido a casa
solo y que él estuviera acostado en su cama a su lado.
—Vamos, Jungkook. ¿No crees que me preguntó qué es lo
que finalmente te hará cambiar de opinión? ¿Qué te hará
pensar, qué demonios estoy haciendo?
Allí estuvo —finalmente expresó su mayor temor.
Podía oír movimiento a través del teléfono, y entonces
Jungkook preguntó—: ¿Es eso lo que él hizo? ¿Es por eso
que Hoseok está preocupado? ¿Piensa que estoy jugando
contigo?
Taehyung se sentó de nuevo en la silla y contestó la
pregunta. —Sí, eso fue lo que Chris hizo. No fue tanto que
haya cambiado de opinión sino que negó todo cuando la
gente se enteró.
—¿Por qué? ¿Era hetero?
Taehyung casi se atragantó con la amarga carcajada que
salió de su boca. —En público, sí, ¿pero en mi dormitorio?
Ni un poco.
—Pero dijiste que él te enseñó. Entonces estuvo en la
cama con otros, ¿no?
—Claro que sí, era gay, y era mi primera vez con un
chico. Y cuando alguien se enteró y se lo dijo a todos sus
amigos, lo negó y dejó de hablarme.
—Maldito —dijo Jungkook a través del teléfono.
—Sí, bueno, Hoseok nos vio discutiendo un día. Chris me
empujo contra una pared y me amenazó. Antes de incluso
tener una oportunidad para responderle, Hoseok lo golpeó,
allí en medio de todo el mundo.
—Bueno. El imbécil se lo merecía —murmuró Jungkook
con vehemencia—. Entonces, ¿qué pasó después de eso?
—Él comenzó a salir con todas las chicas que pudo. Sin
embargo, estoy seguro de que no se las follaba.
—¿Cómo lo sabes?
Taehyung sintió su propia satisfacción venir corriendo
hacia él cuando dijo—: Porque me aseguré de estar
follándolas mientras él salía con ellas.
Jungkook comenzó a reírse tan fuerte que Taehyung tuvo
que alejar el teléfono de su oreja. Bien. No había estado
seguro de que pasaría con una información como esa.
—Solo tú, Taehyung, lo juro. —Jungkook se rió y luego
finalmente se calmó—. Entonces, ¿eso es todo? ¿Después
de eso, solo estuviste con chicas?
—No. Después de eso, estuve con quien sea que quisiera
estar. Él ya le había dicho a todo el mundo que traté de
estar con él, así que pensé, por qué no. Pero no así de
nuevo.
—En otras palabras…
Taehyung interrumpió. —En otras palabras, no había sido
pasivo —hasta ti.
—¿De verdad? —preguntó Jungkook.
Sonó para Taehyung como si Jungkook estuviera
sosteniendo la respiración.
—De verdad.
El silencio se estableció entre los dos, y entonces
Jungkook prometió. —Nunca te lastimaría de esa manera.
—Es fácil decirlo —coincidió Taehyung—. Pero nadie
sabe tu secreto todavía.
—Porque han sido solo dos semanas. En realidad, menos
desde que se volvió físico. Dame tiempo. Me acabo de
acostumbrar a la idea. Quiero disfrutarlo antes que tenga
que defenderlo.
Taehyung cerró los ojos e hizo la pregunta que temía. —
¿Y lo harás?
—Haré…
—¿Defenderlo?
Taehyung escuchó a Jungkook suspirar de una manera
que no auguraba nada bueno para su pregunta en absoluto.
Pero permaneció callado, determinado a dejar que
Jungkook dijera lo que debía, y entonces avanzaría desde
allí.

Sí, lo defendería. Pero no voy a mentirte, mi familia no va


a entenderlo —le dijo Jungkook con franqueza.

—Tú, yo. Nosotros.


Un murmullo de aprobación se produjo a través del
teléfono, y Jungkook se encontró estirándose junto con el
sonido de satisfacción.
—Nosotros. Me gusta como suena eso —confesó
Taehyung.
Jungkook bajó una mano entre sus piernas para frotarla
suavemente contra su hinchada erección en sus pantalones
de chándal. —También a mí. Entonces, dile a Hoseok que
deje de intentar pensar por mí.
—No puedo decirle nada a Hoseok. Pero puedo
aconsejarle que retroceda.
—Bien. Porque sé lo que quiero.
—¿Oh?
—Sí. Taehyung, mi familia es muy tradicional. Vamos a la
iglesia los domingos. Créeme, no hay una parte de esto que
vaya a ser fácil, pero… —Jungkook sintió su corazón
acelerarse en su pecho con su erección palpitando en sus
manos.

—Te deseo. ¿Se supone que tengo que alejarme porque


eres un hombre? Tal vez. Ellos dirán que sí con seguridad.
Pero estoy harto de todas las preguntas que corren por mi
cabeza. —Jungkook se detuvo y lamió sus labios—. Quiero
al hombre que se sentó en frente de mi y cambió la manera
en que miraba al mundo. Y si esto está mal, entonces estoy
confundido porque cuando estoy cerca de ti, se siente tan
malditamente bien.
—¿Jungkook?
—¿Hmm?
—Me gustaría estar en tu apartamento ahora mismo en
lugar de estar aquí afuera en mi balcón.
Jungkook se tomó un momento y se imaginó a Taehyung
sentado afuera entre las luces brillantes de la ciudad.
—¿Aún estás bebiendo?
—No.
Jungkook deslizó su mano en sus pantalones y pasó su
palma sobre su carne desnuda, recordando esa noche en el
bar contra la pared.
—¿Te sientes mejor?
—Sí. ¿Jungkook?

—¿Te estás quedando dormido?


Jungkook miró hacia abajo su cuerpo y empujó sus
pantalones sobre sus caderas. — Aún no.
—¿Qué haces?
—Escuchando tu voz y poniéndome duro.
Un gemido fue la respuesta de Taehyung. Cuando
Jungkook oyó una silla rodar, supo que Taehyung se había
puesto de pie y se movía.
—¿Qué estás haciendo?
—Voy a mi habitación a desnudarme. ¿Quieres venir?
Jungkook jugaba con sus bolas y dejó salir un suave
gruñido ante la invitación. — Es muy tarde ya.
—¿Qué significa eso?
—Significa que ya estoy duro, y quiero correrme.
—Egoísta —amonestó Taehyung suavemente —. Sí
recuerdo bien, ya te viniste dos veces hoy. Lo menos que
puedes hacer es subirte a esa trampa mortal que llamas
transporte, y venir a devolver el favor.
—Ah… —suspiró Jungkook en el teléfono mientras
empujaba su mano—. Pero entonces tengo que dejar de
hacer lo que estoy haciendo.
—Sí —coincidió Taehyung.
Hubo un montón de arrastre de pies, y entonces él
estuvo de vuelta, prometedor. —Pero me muero por ello, si
vienes aquí, en vez de tu mano, puedes follarme.
Jungkook apretó los dientes. —Juegas sucio.
—Ven y te mostraré lo sucio que soy. Sabes que lo
quieres.
Jungkook miró el reloj DVR, y era la 1: 40
De verdad voy a ir…
¿Oh, qué demonios?
Metiéndose de vuelta en sus pantalones, hizo una mueca
cuando se sentó, y entonces se puso de pie, buscando
alrededor de su apartamento su casco y su chaqueta.
—¿Taehyung? —Localizó ambas cosas y las cogió.

Jungkook desenganchó sus llaves del mostrador y dijo en


su celular. —Quince minutos. Prepárate.
Con eso, puso fin a la llamada y caminó hacia la puerta
de entrada cerrándola de golpe detrás de él.
27. veinticuatro

Jungkook fue admitido al vestíbulo del condominio de


Taehyung al segundo en que llegó, y ahora se encontraba
saliendo del ascensor en el piso de Taehyung.
Qué diferencia podía hacer una semana, pensó Jungkook
mientras golpeaba sus nudillos en la puerta. ¿Realmente
solo han pasado unos días desde que estuve parado aquí la
primera vez? No había duda en su mente esta vez. Él
quería estar ahí.
Mientras estaba de pie en el pasillo vacío en sus
pantalones para correr grises, camiseta blanca, y chaqueta
de cuero, su mano llegó abajo para ajustarse la erección
que no había disminuido por completo desde que dejó su
apartamento.
Segundos después, la puerta de Taehyung se abrió, y
Jungkook decidió que el viaje había valido la pena dejando
su casa a las dos de la mañana. Sus dedos se apretaron
alrededor de su casco mientras rápidamente se fijó en el
cabello mojado de Taehyung echado hacia atrás de su
rostro, el crecimiento oscuro ensombreciendo su
mandíbula, y cada pulgada de piel expuesta —y había un
infierno de ella.
Taehyung debió de haber salido recién de la ducha
porque la suave piel de su pecho brillaba mientras estaba
de pie con su mano en la puerta abierta. La mirada de
Jungkook se arrastró del pecho de Taehyung y por sus
abdominales ondulantes hasta que se estrechaban y luego
desaparecían por detrás de la toalla blanca brillante
asegurada alrededor de sus caderas.
Trayendo sus ojos de vuelta a esos que lo miraban,
Jungkook caminó hacia adelante, causando que Taehyung
retrocediera y soltara su mano de la puerta. Una vez que
estuvo dentro del condominio, Jungkook cerró la puerta con
su pie, dejó caer su casco al suelo, y avanzó mientras
Taehyung empezaba a caminar hacia atrás. Sacándose la
chaqueta, Jungkook mantuvo sus ojos en el hombre frente a
él, quien tenía una sonrisa en el rostro que hizo a Jungkook
querer besarlo enseguida. Cuando lograron salir del
vestíbulo y entrar a la sala de estar, Jungkook tiró su
chaqueta al piso y siguió avanzando hacia Taehyung.
—¿Qué hay en tu mente, Jungkook?
Jungkook se estiró por encima de su hombro, juntó el
material de su camisa en un puño, y lo sacó por su espalda
y por encima de su cabeza antes de tirarla al suelo.
—¿Solo preguntándome si es un hábito tuyo contestar a
la puerta vestido así?
Taehyung se miró a sí mismo y luego trajo sus ojos
astutos hacia los suyos.
—¿Por qué? ¿Qué hay de malo con lo que estoy usando?
Jungkook sintió a su propia boca transformarse en una
sonrisa insinuante. Llegando a la parte superior de sus
pantalones, aflojó el cordón mientras siguió moviéndose
hacia adelante.
—No oculta mucho, ¿no?
Finalmente, Taehyung llegó a detenerse cuando se apoyó
contra la isla de la cocina. Puso sus manos sobre la
superficie sólida detrás de él, lo que causó que su cuerpo
se empujara hacia adelante, mostrándole a Jungkook
exactamente cómo de emocionante era para él este
particular juego del gato y el ratón.
—Bueno, mi objetivo no era realmente esconder tanto
como provocar.
Jungkook extendió un dedo al lugar donde había
asegurado la toalla. Mientras Taehyung estaba arraigado
en su lugar, Jungkook tiró del material fuera de su agarre, y
cuando la toalla se aflojó, Taehyung contuvo el aliento.
Subiendo el material entre ellos, Jungkook lo miró y
luego se enfocó de vuelta en Taehyung mientras lo dejaba
caer al piso de la cocina. Dando el último paso que
necesitaba para que su cuerpo estuviera presionado contra
el cuerpo desnudo de Taehyung, colocó sus manos en la
mesada y acorraló a Taehyung adentro.
Con pechos y caderas entrelazados, Jungkook respondió
—: Pues, misión cumplida. Estoy provocado. Ahora, date la
vuelta.

Los ojos de Taehyung se ampliaron ligeramente ante la


demanda mientras Jungkook dio un paso atrás. En lugar de
moverse en seguida, Taehyung se quedó donde estaba,
completamente erecto y desnudo. No podía dejar de mirar
y babear por la imagen de Jungkook, vestido solo en
pantalones sueltos colgando de sus caderas, mientras
estaba de pie, esperando por él.
—¿Qué me dé la vuelta? —preguntó, sabiendo demasiado
bien que esa había sido la orden, pero disfrutando del juego
al mismo tiempo.
—Sí —confirmó Jungkook en una voz que hizo que el eje
de Taehyung palpitara solo un poco más fuerte—. Date la
vuelta. Quiero verte. Todo de ti.
Taehyung giró pero no pudo evitar decir: —Sí, señor.
Cuando la última palabra dejó su boca, Jungkook se
acercó por detrás de él y lo empujó contra la mesada, por
lo que estaba cavándose en su cintura. Taehyung miró atrás
sobre su hombro mientras la mano de Jungkook se
acercaba y agarraba su mentón. Lentamente, movió su
rostro hasta que sus labios se encontraron.
—Una boca tan inteligente —reconoció Jungkook
mientras los labios de Taehyung se separaron —y lengua —
se aseguró de agregar, lamiéndolos al tiempo que molía sus
caderas contra la parte posterior de Taehyung, haciéndolo
muy consciente de la erección que estaba llevando.
—Todo lo que quiero, y todo lo que anhelo, eres tú.
Ahora, mira hacia adelante —instruyó Jungkook mientras
soltaba el mentón de Taehyung y pasaba sus dedos por su
columna vertebral hasta su coxis.
—Abre las piernas —susurró Jungkook contra la parte de
atrás de su cabeza.
Moviéndose ligeramente, Taehyung apenas amplió su
postura en absoluto, y escuchó reír a Jungkook por su
movimiento listillo. Comenzó a sentir la emoción de la
victoria por su pequeño triunfo hasta que Jungkook puso su
pie entre los suyos y las separó.
—Ábrelas, Taehyung, lindas y separadas. Deja de actuar
como si no quisieras cuando ambos sabemos que lo
quieres.
Esta vez, no pudo evitar jadear mientras Jungkook lo
empujó hacia abajo en la fría, implacable superficie de
mármol negro con una mano firme entre sus omóplatos.
Contra su espalda, Taehyung pudo sentir el calor de
Jungkook a la vez que se inclinaba con él, curvando su
frente contra él. Luego, Jungkook pasó suavemente su
mano libre sobre su trasero desnudo y trazó sus dedos a
través del pliegue sombreado oscuro de su cuerpo.
Taehyung apretó los dientes contra el placer que hizo a
su cuerpo estremecerse por el toque seguro, como un
escalofrío de placer hizo temblar a todo su cuerpo. Todo el
tiempo estuvo pensando, Estoy jodido. Con este chico,
estoy malditamente jodido.

—Maldición. ¿Qué tienes tú? —se preguntó Jungkook en


voz alta mientras se enderezaba para dirigir sus palmas por
arriba y abajo a los costados de Taehyung, disfrutando la
sensación de su piel bajo sus manos.
Taehyung se mantuvo doblado por la cintura con su cara
contra la mesada y sus piernas abiertas.
—¿Mi brillante personalidad?
Jungkook rozó sus dedos abajo por la hendidura de
Taehyung y sonrió cuando todo el cuerpo del hombre se
tensó.
—No, no es eso.
Cuando los ojos de Taehyung se encontraron con los
suyos, lo mejor que podían desde su posición boca abajo,
los dedos de Jungkook empujaron entre sus glúteos al
pliegue caliente esperando por él.
—Aunque, puede que sea parte de ello —bromeó
Jungkook mientras sintió la resbaladiza humedad en la
punta de sus dedos y se dio cuenta exactamente cómo de
listo estaba Taehyung para él—. ¿Ya estás lubricado?
Maldito pervertido. Estás pidiéndolo —susurró Jungkook
rozando la punta de su dedo contra el agujero de Taehyung
—. ¿Verdad?
—Sí, malditamente lo estoy —admitió fácilmente
Taehyung con una maldición.
—¿Qué tanto lo quieres, Taehyung?
—Joder, Jungkook, ¿qué tanto crees? Mírame. ¿Crees que
hago esto para todos?
Jungkook tenía que estar de acuerdo, el hombre tenía un
punto. Con un rápido pellizco a su culo, Jungkook sonrió
cuando Taehyung se estremeció.
—Oh, estoy mirando, créeme. Extiéndete, inclínate sobre
la mesada de la cocina —Jungkook le transmitió todo lo que
podía ver. Luego, bajó sus labios al oído de Taehyung
mientras su dedo exploraba por una entrada y la encontró.
—Creo que me gusta —mucho. Y a ti también —confirmó
mientras empujaba su dedo hacia adelante, causando que
Taehyung se moviera hacia arriba en la punta de sus pies.
—Ah… —Era el sonido ininteligible que salió de
Taehyung mientras Jungkook miraba los dedos de sus pies
curvándose contra las baldosas mientras su cuerpo se
acostumbraba a la invasión.
Poco a poco sacando afuera su dedo, Jungkook llevó dos
dedos de nuevo en el borde de Taehyung para jugar. —¿Te
divertiste poniéndote esto sin mí?
Taehyung lo miró hacia atrás de nuevo. Trató de
recuperar un poco de control de la situación, pero fue
inútil.
Jungkook lo tenía todo retenido, y Taehyung
malditamente lo sabía. Así que, en lugar de eso Taehyung le
dio un vistazo seductor. —No hay necesidad de sentirse
mal, Jungkook. Pensé en ti todo el tiempo.
Bajando el borde de sus pantalones, Jungkook liberó su
erección de sus confines mientras continuaba manoseando
a Taehyung.
—¿Quién dijo que me sentía mal? Quiero saber si ¿te
divertiste? —preguntó otra vez Jungkook, enfatizando su
punto empujando la punta de sus dedos de nuevo dentro
del cuerpo de Taehyung.
Hubo un fuerte gemido y luego Taehyung respondió—:
Sí. ¡Sí! Joder sí.
—¿Y en qué estuviste pensando?
Mientras Jungkook deslizaba sus dedos dentro y fuera,
metódicamente estirándolo como había sido enseñado, la
respiración de Taehyung se volvió dificultosa.
—Estaba pensando en esto.
—Esto, ¿eh? —preguntó Jungkook, sabiendo exactamente
lo que quería decir. — ¿Mis dedos dentro de ti? O tal vez
estuviste pensando en algo más que eso.

—Sí, ¿qué? Estas respuestas de una palabra no están


funcionando para mí. — Jungkook volvió a bajar sobre
Taehyung y puso su boca sobre su hombro—. Sí, ¿estuviste
pensado en más?
Las caderas de Taehyung se movieron hacia atrás
mientras su culo se apretaba alrededor de los dedos
invasores de Jungkook.
—Vamos, Taehyung, dime tus sucios secretos. ¿Cuántos
dedos quieres?
Taehyung apretó los dientes, y susurró—: Otro.
Jungkook se apartó y miró abajo donde sus dedos
desaparecían y reaparecían. Pasando suavemente su mano
libre sobre los cachetes del culo de Taehyung, lo abrió y
lentamente empujó tres dedos gruesos dentro del caliente
cuerpo inclinado frente a él. Santa mierda, qué vista.
—Esto es irreal… Taehyung, tan sexy —fueron las
palabras que lo dejaron mientras torcía y flexionaba sus
dedos.
Cuando los sacó, aparentemente golpeó la próstata de
Taehyung porque él gritó el nombre de Jungkook y empujó
sus caderas hacia atrás, exigiendo duramente—: Otra vez.
Mientras Jungkook los deslizaba adentro, Taehyung soltó
un gemido fuerte. Jungkook estaba hipnotizado por cómo lo
estaba estirando y cuánto le encantaba a Taehyung.
Incapaz de evitarlo, Jungkook bajó sobre el hombre
extendido y puso su boca sobre la mejilla volteada de
Taehyung, lamiendo allí la barba incipiente. Después de
besar la comisura de la boca de Taehyung, los ojos de
Jungkook se mantuvieron en los suyos cuando prometió:
No me importa lo que digan. Amo estar así contigo.
Malditamente lo amo.

Taehyung escuchó a Jungkook hablando mientras sus


dedos pinchaban contra ese lugar perfecto, pero perdió la
capacidad para comprender. Estaba extendido e inclinado,
y estaba cayendo rápidamente más duro y más rápido por
el hombre que le estaba dando exactamente lo que quería.
Durante años, se había negado a este lado de sí mismo,
pero siempre amó ser pasivo para Chris. La mordida de
dolor, la rudeza, todo se había añadido al placer. Aunque
pensándolo ahora, era más probablemente debido al
egoísmo de Chris que un deseo de satisfacer los deseos de
Taehyung.
Pero aquí no, no esta vez con Jungkook. Jungkook estaba
mirando y leyendo cada uno de los movimientos que hacía,
y saboreaba el poder que mantenía mientras él estaba
ocupado corriéndose estando a merced de Jungkook.
—Infiernos, Taehyung. No estuviste mintiendo en el
teléfono, ¿verdad? Estabas muriendo para que viniera a
tomarte. Eso es lo que te hace tan malditamente sexy —el
hecho de que no esperas cuando ves algo que te gusta, y no
paras hasta que no estás… absolutamente… jodidamente…
satisfecho.
Taehyung respiró profundamente cuando Jungkook
empujó sus caderas duro contra su culo con cada palabra
enunciada, y sus dedos lo extendían por dentro. Con cada
roce de la polla del chico en su carne, él podía sentir la
pegajosa prueba de la excitación de Jungkook contra la piel
de su trasero.
Cerró sus ojos con fuerza y gritó cuando Jungkook retiró
sus dedos de su cuerpo. Taehyung sabía lo que venía
después, y cuando sintió la cabeza desnuda del eje de
Jungkook rozando contra su culo, apretó la mandíbula y
apenas recordó decir—: Protección. Joder, por favor di que
tienes un condón.
Los dedos de Jungkook excavaron en sus caderas, y
maldijo—: Infiernos, espera aquí. No te muevas.
Taehyung no habría podido haberse movido incluso si
tratara. Su polla palpitaba, su culo estaba necesitado, y su
cuerpo estaba a punto de colapsar. Las únicas partes
frescas de él eran su estómago y el lado derecho de su
cara, que estaban presionados contra el mármol. Estiró sus
brazos a los lados, un gemido de placer se escapó de sus
labios cuando sintió el cuerpo de Jungkook volver y
alinearse detrás de él, acuñando su grueso eje entre sus
cachetes.
Cerrando los ojos, Taehyung trató de calmarse cuando
cálidos dedos lo extendían. Cuando la cabeza de la erección
de Jungkook se presionó contra su borde estirado,
Taehyung soltó una bocanada de aire cuando fue penetrado
una lenta pulgada a la vez. Podía sentir una mano
descansando en su espalda en la base de su columna
vertebral, y mientras la presión aumentaba, disfrutó de la
deliciosa plenitud de tener a Jungkook dentro de él.
—Nada se siente como tú —admitió Jungkook con pasión
detrás de él.
Taehyung había pensado que este acoplamiento seria
duro y rápido, pero cuando Jungkook se alojó a sí mismo
adentro y se detuvo. Jungkook bajó sobre él y extendió sus
brazos a los lados donde estaban los de Taehyung, y
entrelazó sus dedos. La boca junto a su oreja besó el
caracol, y las caderas presionadas contra él se movieron en
rotación lenta.
—Cada vez que hacemos esto, me convence de que estoy
exactamente donde debo estar.
Taehyung se estremeció y se empujó a sí mismo atrás,
tratando de acercase a Jungkook de alguna manera. Él no
podía encontrar las palabras para las emociones que estaba
sintiendo, así que se mantuvo en silencio y en su lugar se
permitió hundirse en los sentimientos. Por primera vez,
dejó que lo inundaran y se envolvieran alrededor de él,
tanto como lo estaba haciendo Jungkook.
—No me importa lo difícil que pueda ser. Necesito saber
por qué eres tú quien me hace sentir de esta manera. Si
solo es sexo o si es algo más, necesito saber si tú también
te sientes de esta manera —declaró Jungkook.
Taehyung permaneció inusualmente tranquilo para variar
mientras las palabras de Jungkook llegaron a un alto.
Luego, sintió una lengua tocar su lóbulo, y las caderas de
Jungkook se mecieron hacia adelante.
—Sientes lo mismo, ¿verdad? Me dijiste que esto te
asustaba. Dime por qué, Taehyung.
Taehyung sintió a Jungkook elevarse ligeramente, y
cuando presionó un beso en su mejilla, Taehyung lamió sus
labios nerviosamente.
—¿Jugando sucio, Jungkook?
—Si tengo que hacerlo. Dime —respondió, negándose a
darle a Taehyung una salida fácil.
Cerrando los ojos, Taehyung admitió:
—Me asusta debido a cuánto lo quiero.
Jungkook acarició con la nariz su cuello y hombro, y el
cuerpo de Taehyung tembló debajo del hombre detrás de
él.
De repente, no pudo cerrar la boca. —Nunca había
querido algo más. Pero contigo, me parece que no puedo
evitarlo. Quiero mirarte y saber que eres mío, y eso me
aterra.
Los dedos de Jungkook se envolvieron alrededor de los
suyos mientras acercaba sus brazos a sus costados, y luego
Jungkook peguntó otra vez—: ¿Por qué?
Taehyung encontró los ojos de Jungkook y finalmente
reconoció—: Porque creo que podría amar a alguien como
tú.
El aliento de Jungkook lo dejó en una ráfaga de aire, y
luego se había ido. Liberó los brazos de Taehyung y se
enderezó detrás de él. Taehyung sintió fuertes dedos
sosteniéndolo en su lugar mientras Jungkook lentamente
salía de su cuerpo antes de dispararse devuelta adentro.
Escuchó un gemido bajo detrás de él, y mientras empujó
atrás hacia el cuerpo moviéndose dentro de él, Taehyung
disfrutó del malvado deslizamiento hacia el olvido.

Jungkook miró la suave piel de la musculosa espalda


extendida para él y se preguntó cuándo esto había pasado
de un polvo rápido a hacer el amor. Mientras retiraba sus
caderas lentamente de Taehyung, sabía que eso era
exactamente lo que estaba haciendo. Él le estaba haciendo
el amor a este hombre.
Los ojos de Taehyung estaban cerrados, desde donde él
podía ver, y sus manos estaban apoyadas debajo de él, por
lo que con cada empuje de Jungkook, él podía moverse
hacia atrás. Pero todo lo que Jungkook podía pensar eras
las palabras, porque creo que podría amar a alguien como
tú, y de repente, Jungkook quería más.
Saliendo de Taehyung, Jungkook lo escuchó gemir por la
pérdida mientras se las arregló para decir en un tono
brusco—: Date la vuelta.
Lentamente, Taehyung se enderezó y se dio la vuelta
para enfrentarlo. Tan pronto como estuvieron cara a cara,
Jungkook tomo la parte de atrás de su cuello en su mano y
lo jaló para adelante. Capturando su boca en un beso
urgente, Jungkook escuchó un gemido deslizándose de
Taehyung mientras una de sus manos ahuecaba la mejilla
de Jungkook.
Sus lenguas se enredaron, y sus pollas chocaron la una
con la otra.
Jungkook alejó su boca, sin aliento. —Te necesito, pero
no así.
—¿Cómo entonces? Dime lo que necesitas.
—Cama. Tú en tu cama.
Taehyung asintió una vez y no perdió tiempo. Se dio la
vuelta y se dirigió a la habitación con Jungkook siguiéndole
cerca, manteniendo sus ojos en el culo que planeaba tomar
tan pronto como estuvieran sobre un colchón suave.
Cuando Taehyung se detuvo junto a la mesa auxiliar y la
abrió para sacar una botella de lubricante, Jungkook chocó
con él y le ordenó suavemente—: Métete a la cama.
—Me gusta este lado mandón tuyo tanto como el lado
exasperante. ¿Estoy demente?
Jungkook sintió una sonrisa en sus labios por el hombre
que continuamente lo lanzaba con la guardia baja, pero
quería más de Taehyung que un comentario sabelotodo. Él
quería ver dentro de este hombre. Quería saber todo de él.
—Más temprano esta noche, me dijiste que yo era tu
mayor verdad, pero eso no es cierto. ¿Sabes cuál es la
mayor verdad, aquí en esta habitación?
Taehyung miró abajo a sus cuerpos y luego de regreso a
él. —¿Aparte de la más evidente?
—Sí. Aparte de esa.
—No, no lo sé.
—La mayor verdad es que ambos estamos intentando
algo nuevo, ¿y sabes qué?
El rostro de Taehyung cambió y se volvió serio con ese
comentario.

—Ambos lo amamos. —Los párpados de Jungkook


bajaron, e hizo un gesto inclinando la barbilla—. Métete a
la cama, Taehyung. Te deseo.
Jungkook observó cuando Taehyung saltó a la cama y se
acostó de espaldas. Volteó su cabeza en la almohada, su
cabello negro contrastando contra el blanco, mientras
extendía su brazo libre y doblaba su dedo hacia él.
—Ven aquí.
Poniendo su rodilla sobre el colchón, Jungkook tomó la
botella de lubricante en su mano, vertió un poco en la
palma de su mano y agarró su erección, acariciándola
varias veces.
Maldición, le gustaba este hombre. De hecho, Jungkook
pensaba que era bastante increíble, y ahí fue cuando lo
golpeó.
De alguna manera, este hombre es perfecto para mí.
Jungkook llevó sus ojos de vuelta al rostro de Taehyung.
¿Cómo puede ser eso? Y lo más importante, ¿cómo estoy
bien con el hecho de que mi persona perfecta es un, él?
Pero mientras Taehyung se le quedó mirando y Jungkook
se metió entre sus piernas, él supo, sin ninguna duda que
era él. Arrodillándose entre los muslos de Taehyung, el
corazón de Jungkook comenzó a palpitar.
Los labios de Taehyung apuntaron para arriba, y una
sonrisa partió su boca.
—¿En qué piensas?
Jungkook se extendió sobre él, y mientras la boca de
Taehyung se separó y ese sexy labio inferior salió hacia
afuera, Jungkook no pudo evitar tomar una suave mordida
de él, mirando cuando sus ojos se cerraron.
—No quieres saber. Te aterraría.
Los ojos de Taehyung se abrieron inmediatamente. —¿De
verdad? ¿Así de malo?
Jungkook movió sus caderas encima del cuerpo debajo de
él. —De verdad. Así de bueno. Ahora, shh, ¿quieres?
Levantándose a sí mismo sobre Taehyung, Jungkook
agarró su polla en la mano y se dirigió hacia el cuerpo de
Taehyung que esperaba. Taehyung dobló las piernas, y
Jungkook fácilmente se deslizó dentro del hombre y gimió,
bajando su cabeza a la curva del cuello de Taehyung.
Descansando sus antebrazos junto a la cabeza de
Taehyung, Jungkook empezó a moverse lentamente dentro
y fuera de él.
—Jungkook —suspiró Taehyung, girando la cabeza hasta
que su cara estaba apoyada contra su cabello.
Jungkook cerró los ojos por el placer de tenerlo ahí a él.
Golpeando sus caderas hacia adelante y atrás, enredó sus
dedos en el cabello de Taehyung, y levantó la cabeza para
mirar hacia abajo a una cara, llena de emoción y deseo.
Cuando Taehyung levantó las rodillas y envolvió sus
piernas alrededor de la cintura de Jungkook, susurró—:
Aterrorízame.
La respiración de Jungkook quedó atrapada en su
garganta por la sinceridad en esa palabra. La mirada en el
rostro de Taehyung era una de absoluto éxtasis, y cada vez
que Jungkook salía de él y luego empujaba de nuevo
adentro, una bocanada de aire dejaba los labios de
Taehyung.
—Tan perfecto —elogió Jungkook mientras miraba hacia
abajo, cautivado por el rostro que se había vuelto esencial
para él.
Tocó el cabello negro en sus manos mientras las palmas
de Taehyung se arrastraron hacia abajo por su columna
vertebral hasta su culo donde lo acarició antes de tirar de
él más cerca.
—Jungkook. Jungkook… Jungkook —cantó Taehyung.
Jungkook aceleró su ritmo, y él sabía que lo tenía.
Besando su oreja, Jungkook serpenteó un brazo hacia
abajo entre ellos, tomando la empapada polla de Taehyung
y acariciándola.
—Te voy a hacer venir, Taehyung. Vamos, quiero sentirlo.
Caliente y pegajoso sobre mí. Sobre nosotros.
—¡Oh Joder! — Taehyung embistió, golpeando sus
caderas juntas.
Jungkook empezó a bombear dentro de él, y sintió sus
bolas estremecerse, amenazando con explotar con cada
deslizamiento hacia abajo, mientras los dedos de Taehyung
agarraban sus caderas, tirando de él más cerca de su
cuerpo necesitado.
—Tan bien, Jungkook. Tan, muy jodidamente bien —
elogió Taehyung cuando su cuerpo se tensó por debajo de
él, y sus caderas se levantaron.
Un gruñido gutural salió de Taehyung, y las venas en su
cuello latían mientras su espalda se arqueaba en una
liberación explosiva, y la vista era suficiente para hacer a
Jungkook querer venirse. Mientras Taehyung bajaba desde
lo alto, sus ojos se abrieron, lánguidos y llenos de deseo, y
su boca se curvó cuando Jungkook salió de él y rodó el
condón de su cuerpo. Jungkook agarró el lubricante y vertió
un poco en su mano mientras se arrodillaba entre las
piernas de Taehyung, dirigiendo su mirada sobre el otro
hombre.
Taehyung lamió sus labios y empezó a pasar sus dedos
por el pegajoso desastre en su estómago mientras
murmuraba—: Perfecto, sexy Jungkook. La primera vez que
te vi, te quise debajo de mí. ¿Alguna vez vas a dejarme
tenerte?
Jungkook sintió su respiración venir más rápido ante el
pensamiento de lo que Taehyung proponía, pero él estaba
más allá de hablar ahora. Mientras seguía bombeando su
polla furiosamente, Taehyung se sentó rápidamente y se
arrodilló en frente de él. Buscando hacia abajo entre ellos,
Taehyung lo tomó en su mano fuerte ahora cubierta con su
propio semen.
Presionando sus labios contra los de Jungkook, Taehyung
prometió—: Quiero ponerte sobre tu espalda y besar y
lamer cada centímetro de tu cuerpo, y luego, Jungkook… —
Hizo una pausa, mordiendo el labio de Jungkook—. Voy a
tomarte, y te va a encantar.
Y así como así, Jungkook se vino sobre ambos con un
grito y un golpe fuerte de sus caderas con ningún otro
pensamiento excepto lo increíble que fue su orgasmo y lo
mucho que quería que Taehyung lo tomara de esa manera.
Podía sentir la mano de Taehyung calmando su piel sensible
mientras sus labios besaron y chuparon su camino por su
cuello.
Jungkook casi lloriqueó cuando Taehyung lo soltó, y
levantó su mano a la mejilla de Taehyung donde se inclinó y
lo besó.
Cuando Jungkook finalmente retiró su boca, Taehyung
susurró—: ¿Te quedas?
—Sí —respondió Jungkook fácilmente.
—Bien. Quiero que te quedes.
Jungkook se inclinó otra vez y presionó sus labios
suavemente en los de Taehyung.
—Entonces, me quedaré.
28. Veinticinco

A la mañana siguiente, mientras estaba afuera de The


Daily Grind, Taehyung miró hacia donde estaba Jungkook
recostado con uno de sus pies apoyados contra la pared de
ladrillo y un cigarro en la mano.
Por lo general, este tipo de cosas no solían afectarlo,
pero cuando Taehyung se movió al lado de Jungkook, tuvo
que admitir que el aspecto que tenía Jungkook le recordaba
un poco a James Dean, y era sexo puro.
La camiseta blanca, chaqueta, y pantalones vaqueros —
por no mencionar las botas con puntas de acero— con los
rizos alborotados por el viento de la forma perfecta para
hacer que a Taehyung le picara la mano por tocarlo.
Taehyung miró hacia el sol naciente mientras Jungkook lo
miraba y levantaba una mano para tomar una calada del
cigarrillo casi terminado.
—Déjalo, ¿quieres? —ordenó Taehyung a la mirada de
sabelotodo que le dio Jungkook.
—¿Dejar qué?
Taehyung dirigió su mirada a los labios que rodeaban el
filtro del cigarro.
—De mirarme como si acabaras de pasar la noche
desnudo en mi cama.
—Pero lo hice. Dudo que eso te haga sentir incómodo —
dijo Jungkook, bajando el brazo mientras se apartaba de la
pared.
—Créeme, incómodo no es cómo me estás haciendo
sentir.
—Mmm, ¿y desde cuanto te preocupa eso?
—Desde que estoy en la calle y no puedo arreglar mi
problema —señaló Taehyung.
—Entonces… ¿no debería decirte que me pones
jodidamente cachondo vestido así? Nunca he salido con
alguien que lleve un traje. Bueno, nunca he salido con un
chico, así que…
—¿Jungkook? —interrumpió Taehyung, colocando su
maletín delante de él para ocultar la erección que podía
sentir hinchándose cada vez más entre sus piernas.

—Para.
Jungkook se rió, disfrutando claramente de su
incomodidad mientras se giraba para presionar la colilla de
su cigarro contra el cilíndrico cenicero junto a la puerta.
—No, no creo vaya a hacerlo. Tuve que lidiar con esta
mierda tuya por una semana antes de que finalmente me
dijeras qué demonios mirabas.
Taehyung dio un paso rodeándolo y empujó su cara cerca
de Jungkook.
—Pensé que estaba siendo más que evidente. Te estaba
mirando a ti. Y por cierto, ¿por qué estás fumando otra vez?
¿Estresado? ¿Nervioso?.
Jungkook arqueó una ceja y le ofreció una sonrisa pícara.
—¿Qué tal satisfecho?
Rodando los ojos, Taehyung se acercó y abrió la puerta
de la cafetería. Cuando el olor de los granos de tierra le
llegó, vio a Jungkook abrirse camino a través de las
personas que esperaban para tomar un sitio en la parte de
atrás de la fila más corta. Siguiendo su ejemplo, Taehyung
llegó a su lado y luego deslizó su mano dentro de una de
Jungkook a su costado.
Jungkook se giró hacia él y Taehyung se aseguro de
estarle devolviendo la mirada con una expresión neutral.
Cuando los dedos de Jungkook se separaron ligeramente y
se entrelazaron con los suyos, como lo hicieron la noche
anterior, Taehyung no pudo evitar que su corazón casi se le
saliera del pecho. Jungkook le guiñó un ojo y volvió a mirar
al frente, y Taehyung encontró casi risible que fuera él
quien estuviera allí con una mirada de asombro en su
rostro.
Juntando su mierda, él se inclinó, haciendo que sus
hombros chocaran y susurró:
—Te ves bien en mis pantalones. Me gusta todavía más
que no lleves nada debajo de ellos.
Sin siquiera girarse, Jungkook se rió entre dientes
mientras seguía echándole un vistazo al menú escrito en
tiza.
—No puedes evitarlo, ¿verdad?
—¿Qué? —protestó Taehyung con sus ojos sobre el fuerte
perfil de la mandíbula de Jungkook.
Jungkook se volvió hacia él mientras avanzaban en la fila.
—Justo esto.
—¿Qué? Solo hice un comentario.
Sacudiendo la cabeza, Jungkook se humedeció los labios
con la lengua.
—Nunca haces solo un comentario.
—¿No?
—No. Haces sugerencias, o giras las cosas en una
invitación.
Taehyung cambió su peso donde estaba parado, muy
consciente del calor del cuerpo de Jungkook y su mano en
la suya, mientras se giraba para mirar el menú aunque lo
que quería estaba de pie a su lado.
—Tal vez solo sea eso lo que escuchas —añadió en voz
baja.
Se sorprendió al sentir unos cálidos labios en su oreja
mientras Jungkook decía: —Eso es lo que tú quieres que
escuche.
Taehyung se giró hacia él con solo una pulgada de
espacio entre ellos y admitió—: Malditamente cierto, eso es
lo que quiero que escuches. Y eso es lo que sigo queriendo
cada minuto que estoy contigo.
El silencio se deslizó entre ellos, pero no fue incómodo
de ninguna manera. Taehyung quería llamar a Hoseok y
decirle que se tomaría el resto de la semana libre,
convencer entonces a Jungkook de que hiciera lo mismo,
pero en realidad no había necesidad. No es como si solo
tuvieran dos semanas para resolver esto. Tenían todo el
tiempo que ellos quisieran, tenían el para siempre si era
necesario.
Espera —mierda, eso es exactamente lo que tenemos,
pensó Taehyung mientras se giraba de nuevo hacia
adelante y una vez más, avanzaban más en la fila.
—Hoy me reuniré con Lisa y tu hermano. Finalmente,
toda esta mierda se habrá terminado —le dijo Jungkook.
Cuando las palabras de Jungkook interrumpieron su tren
de pensamiento, Taehyung parpadeó varias veces y trató de
orientarse.
—Oh, seguro que será divertido —respondió
distraídamente.
—Sí, seguro. Un tratamiento de conducto sería más
emocionante.
Taehyung no pretendía ignorar a Jungkook, pero estaba
allí parado, tratando de imaginar cómo preguntarle a
Jungkook si estaría interesado en…
¿Qué exactamente?
Sí, Jungkook había expresado que estaba sintiendo cosas
que eran más que sexo — sentimiento que eran fuertes, que
lo aterraban…
¿Pero se refería a eso? ¿Para siempre?
Porque eso, eso lo aterraba.

Jungkook continuó mirando a Taehyung, mientras


parecía fuera de lugar. Sabía que él tentándolo con cada
movimiento y palabra que había salido de su boca, y a
Jungkook le encantaba. Las reacciones de Taehyung le
solidificaba que lo que estaban haciendo estaba bien.
Taehyung se sentía de la misma forma que él, y ese era el
tipo de tranquilidad que Jungkook ansiaba para seguir
adelante con su relación.
Esta mañana, Taehyung se veía exactamente como
debería verse un abogado bien pagado, vestido con su
traje. No era como si Jungkook no lo hubiera visto vestido
de esta forma varías veces antes, pero esta vez era
diferente. Esta vez, se había sentado y mirado mientras
Taehyung se vestía.
Oh sí, me encanta mi elección de amante, pensó
Jungkook mientras continuaba estudiando al hombre que
había pasado de juguetonamente seductor a pensativo.
¿Amante? Sí, eso es exactamente lo que es Taehyung para
mí ahora.
—¿Qué estás pensando? Pareces muy serio de repente.
Taehyung se giró y actuó ofendido.
—Puedo ser serio a veces, ¿sabes?
—¿De verdad? Tengo que decir que ese debe ser un raro
acontecimiento. En realidad, me encantaría verte en un
juicio. Creo que me pondría totalmente cachondo.
Taehyung se rió y luego dijo rotundamente—: No hay
ninguna posibilidad en el infierno de que estés en cualquier
lugar cerca de una sala de audiencias donde se suponga
que yo deba estar.
—¿Por qué?
—Debido a que cuando entras en una habitación, todo lo
demás desaparece.
Jungkook captó la expresión de sorpresa que cruzó la
cara de Taehyung ante su propia admisión y saltó justo a
ella.
—Así que ahora mismo aquí en la tienda soy solo yo, ¿eh?
Cuando la persona delante de ellos se apartó, ambos se
giraron hacia adelante, y Taehyung sonrío mientras miraba
hacia la barra. Eso fue, hasta que él se giró. Jungkook casi
gimió por su suerte, porque allí mismo, de pie delante de
ellos, estaba Robbie —el mismo chico con el que él y
Taehyung se habían encontrado la última vez que
estuvieron aquí, el mismo chico con el que Taehyung había
admitido que estuvo. Cuando Jungkook miró al hombre,
sintió la mano de Taehyung apretar la suya.
Jungkook se giró hacia Taehyung, y se dio cuenta que
seguía llevando el ceño fruncido cuando los ojos de
Taehyung se abrieron como diciendo, ¿Es un problema?.
¿Y lo es?
No realmente.
Era él quien sostenía la mano de Taehyung. Era él quien
había estado en su cama anoche. Cuando se dio la vuelta
para enfrentar a Robbie, Jungkook se tomó un segundo
para comprobarse, solo para ver si Robbie tenía algo que él
no…
¿En serio?
—Hola Taehyung, y Jungkook, ¿no?
Jungkook se sorprendió que el chico recordara su
nombre. Estaba a punto de decir algo afilado cuando
Robbie continuó.
—Veo que los dos han vuelto aquí juntos.
—Vamos, Robbie, ¿podemos simplemente pedir? —
respondió Taehyung justo cuando Jungkook decía
secamente:
—Es bueno ver que no te pasa nada malo en los ojos.
Cuando el hombre se echó a reír, Jungkook no estuvo
seguro de qué demonios pensar.
—Oh, es sensible, ¿no?
Sin dudas, esa pregunta definitivamente iba dirigida a
Taehyung, y antes de que él pudiera responder, Jungkook
espetó:
—No. Él solo quiere pedir un café.
Robbie apoyó la cadera contra el mostrador y se inclinó
para así quedar un poco más cerca de los dos.
—Eso está bien. Yo te puedo ayudar con eso. Pero
mientras los dos están aquí, vamos a charlar.
—Va a ser que no —contraatacó Jungkook mientras
Taehyung gemía—: Robbie.
—Oh vamos. Esa no es la forma de hablarle a un amigo.
Joder, este tipo no sabe cuando dejarlo, pensó Jungkook
mientras miraba a Taehyung, quien se encogió de hombros
y rodó los ojos, y entonces se giró hacia Robbie, quien
estaba sonriéndole de oreja a oreja mientras conversaba
casualmente casi como si llevaran haciendo esto por años
en lugar de… nunca.
—No eres su tipo habitual, ¿sabes?
—Robbie, termina de tomar nuestros putos pedidos,
¿quieres? —sugirió Taehyung mientras se soltaba de la
mano de Jungkook para presionar con su pulgar y dedo
índice su frente.
—¿Qué? Es cierto.
Sabiendo a quien se refería pero no del todo al qué,
Jungkook logró, tan amablemente como pudo, hacer la
pregunta que golpeaba en su cerebro.
—¿A qué te refieres?
—Bueno, no eres para nada como yo, ¿no?
No era para nada como él. Para empezar, Robbie era más
bajo, probablemente uno sesenta y ocho y tenía reflejos de
rubio en el pelo, el que era un poco más largo en la parte
de adelante y peinado hacia un lado. Al lado de su cuello
había un tatuaje de algún tipo que serpenteaba dentro de
su camisa de polo negra, y en cada oreja, tenía expansores
negros. También llevaba puesto…
¿Eso es delineador?
Parecía un fugitivo de una banda punk.
¿Y me está criticando a mí?
Sin apartar los ojos de Robbie, Jungkook preguntó:
—¿Y qué se supone que significa eso?
—No significa nada. Está despotricando como un idiota
—interrumpió Taehyung.
Pero era demasiado tarde. Jungkook no le estaba
prestando atención a Taehyung, y Robbie estaba
consiguiendo demasiada diversión jugando con los dos.
Robbie se enderezó y se encogió de hombros.
—Nada, supongo. Solo que por lo general, le van más
femeninos, o, ya sabes, mi tipo. Tú…eres… bueno…
—¿Bueno, qué? —exigió Jungkook, y sintió a Taehyung
agarrándole la mano.
No se dio cuenta de lo fuerte que había hablado, no fue
hasta que la mujer en la fila de al lado se giró hacia ellos
con el ceño fruncido, Jungkook murmuró:
—Lo siento.
—Bueno, eres como él. Grande, alto… —bromeó Robbie,
bajando la voz en un falso barítono cuando se volvió hacia
Taehyung, y entonces hacia Jungkook antes de dejar de
hablar. Parecía estar concentrándose en algo muy
importante, y entonces murmuró—: Y realmente sexy.
Apuesto a que los dos se ven tremendamente calientes
cuando están juntos. ¿Quién se pone arriba?
Jungkook casi se atragantó mientras oía murmurar a
Taehyung un: —Oh mierda — junto a él.
—Joder —maldijo Jungkook—. No es de extrañar que los
dos se lleven bien. Ninguno tiene un filtro.
Robbie frunció el ceño y miró a Taehyung, quien seguía
murmurando algo en voz baja.
—¿Qué quieres decir? ¿Quién no tiene un filtro?
—Nada, olvídalo —se quejó Jungkook, irritado que le
estuviera divirtiendo un poco toda la conversación.
—Está bien —respondió Robbie con una sonrisa rápida y
luego volvió a preguntar con complicidad
—Entonces, ¿Quién se pone arriba? No me puedo
imaginar a Taehyung de ninguna otra forma, pero
entonces…
Fue cortado por el teléfono de Taehyung que empezó a
sonar justo en ese momento. Jungkook se giró justo cuando
Taehyung bajó la vista para mirar la pantalla y luego a él
otra vez. Indicó el área de espera detrás de ellos.
—Tengo que coger esta llamada. ¿Estarás bien aquí? —
Hizo hincapié en la palabra aquí mientras miraba a Robbie.
—Supongo —respondió Jungkook con más hosquedad de
la que sabía que poseía.
—Está bien, solo uno negro para mí.
Asintiendo, Jungkook lo vio alejarse y luego se giró hacia
Robbie.
—¿Puedes darnos nuestros cafés? —solicitó Jungkook
entre dientes, la mandíbula empezaba a dolerle.
—Bueno, podría, pero… —Robbie arrastró las palabras
de una forma que fue más que un poco desagradable.
—¿Pero qué?
Con un rápido guiño coqueto, Robbie se encogió de
hombros. —No has ordenado el tuyo todavía.
Jungkook perdió toda su molestia rápidamente y en
cambio, encontró que se estaba riendo y sacudiendo la
cabeza. Genial, justo lo que necesito —que en realidad lo
encuentre gracioso en lugar de molesto.
—Está bien, Robbie, tú ganas. Dios, necesito un café
ahora más que nunca. ¿Puedes ponerme un café con leche
de avellanas? Y el espresso de él. Para llevar.
—Claro. ¿Quieres que se los lleve yo?
Jungkook le lanzó una mirada que gritaba: No si valoras
tu vida.
La sonrisa de Robbie estaba llena de picardía cuando
finalmente sacó a Jungkook de su miseria.
—Lo entiendo. Estarán listos en un minuto.

Jungkook se dirigió hacia donde estaba Taehyung de pie


con el teléfono presionado contra su oreja. Justo cuando se
acercaba a la mesa, escuchó:
—Lo siento, cariño. No va a suceder de nuevo.
Con el ceño fruncido, Jungkook se detuvo y Taehyung
miró al otro lado de la mesa que había entre ellos.
—No, no ha sido nada que hayas hecho.
El tono de Taehyung y sus palabras dejó muy claro que
no estaba hablando con un compañero de trabajo o un
cliente. Jungkook estaba esforzándose por no prestarle
atención a sus inseguridades cuando éstas tocaron las
puertas de su cerebro cuando Taehyung se acercó y tomó
su mano.
—Jess —dijo Taehyung y se detuvo.
¿Jess? ¿Jess? Ese nombre me es familiar, pensó Jungkook
mientras miraba a Taehyung. —Mira, desde la última vez
que hablamos, empecé a ver a alguien.
El bar. Allí era donde había oído ese nombre, en la época
en que se habían conocido. Recordó a Taehyung al teléfono
con alguien llamado Jess, con la promesa verlo a él o a ella
sin la ropa puesta.
—Sí. Fue divertido, pero esto es serio —dijo a la persona
al otro extremo del teléfono mientras se movía rodeando la
mesa hacia Jungkook.
Cuando Taehyung estuvo a su lado y sus caderas y
brazos se estaban rozando, lo miró directamente mientras
decía claramente:
—Esto es exactamente lo que quiero.
Jungkook sintió su cuerpo calentarse ante las palabras
mientras su corazón latía en su pecho, y todo finalmente
caía en su lugar. Estaba más que preparado para estar con
Taehyung en todos los sentidos, y si no había estado seguro
antes, esto lo confirmaba.
—Adiós, Jess —dijo Taehyung, poniendo fin a la llamada y
luego colocando el teléfono sobre la mesa donde lo hizo
girar lentamente—. ¿Qué me has hecho, Señor Jeon?
¿Meterme en algún tipo de relación?
Jungkook se centró en el hombre estudiándolo desde
detrás de esas gruesas gafas de montura negra.
—Realmente no has pensado esto, ¿verdad? —preguntó a
Taehyung.
Taehyung lo miró con una expresión que transmitió las
palabras que dijo.
—No te entiendo, ¿a qué te refieres?
Jungkook se inclinó más cerca, haciendo que sus rostros
quedaran a solo pulgadas de distancia, y bajó la mirada
hacia la boca de Taehyung.
—Realmente nunca has pensado en lo que pasaría si
finalmente hago lo tú quieres, ¿verdad? ¿De verdad crees
que esto no se convertirá en algo más? ¿Con este tipo de
calor?
—¿Por qué debería de haber pensado eso? Nunca pasó
antes.
Jungkook movió de nuevo sus ojos hacia Taehyung.
—Sí, pero no era conmigo, ¿verdad? ¿Alguna vez has
estado en una cafetería y deseado que cada persona se
vaya para así poder hacer exactamente lo que está en tu
cabeza?
—No hasta este mismo segundo. ¿Qué tienes en mente?
Jungkook miró a todos los que pululaban alrededor,
esperando sus bebidas.
—Lo que siempre has querido —yo, debajo de ti. Estoy
listo para darte eso.
Taehyung tragó visiblemente.
— Estás en jodidos problemas.
—¿Sí? Bueno, es tu culpa. Una vez me hago a la idea,
está hecho. Probablemente debas recordarlo.
—Entonces —comenzó Taehyung y luego se aclaró la
garganta, tratando de cambiar de tema—. ¿Robbie no te dio
más problemas?
—No, nada más a parte de ese comentario con respecto a
tu tipo y cómo yo no lo soy.
Taehyung miró por encima de su hombro hacia el
mostrador donde estaba trabajando Robbie, y cuando éste
se dio la vuelta, dio un paso mucho más cerca de lo que
había estado antes y colocó una mano sobre el pecho de
Jungkook. Rozando sus labios contra su mejilla, Taehyung
le dijo:
—Él está muy equivocado.
—Hmm, ¿lo está? —preguntó Jungkook, disfrutando
abiertamente de Taehyung cuando sintió sus firmes labios
moverse hasta su oreja, donde Taehyung murmuró:

Mientras giraba la cabeza hacia Taehyung como si


estuviera hipnotizado, Jungkook escuchó decir su nombre
para que recogiera sus cafés. Estaba seguro de que sus
pies podrían llevarlo al mostrador, pero no lo llevarían a
ningún sitio mientras siguiera mirando a un sonriente
Taehyung.
—Será mejor que vayas a buscar nuestras bebidas —
bromeó mientras Jungkook daba un paso a su alrededor—.
Ah, y por cierto, Jungkook, esta vez estuvo mucho mejor. Ni
siquiera te inmutaste cuando te toqué.
Ese comentario sabelotodo fue lo que hizo que su
cerebro arrancara de la forma en que Taehyung sabría que
lo haría. Jungkook lo miró y se dirigió hacia el mostrador.
Justo cuando llegó, Taehyung le gritó:
—Tengo que coger la llamada de Hoseok. Esta es la
segunda que ignoro esta mañana.
Jungkook miró por encima de su hombro.
—¿Cuándo fue la primera?
Taehyung le guiñó un ojo y se rió, dejándolo solo para
imaginárselo mientras caminaba hacia la puerta. Jungkook
se volvió hacia el mostrador donde estaba Robbie de pie,
sosteniendo sus cafés, con una enorme sonrisa en su rostro
que le decía a Jungkook que había estado observando toda
la interacción entre Taehyung y él.
—Bueno, ahora dime, ¿Quién se pone encima?
Jungkook levantó las manos con una mirada aburrida en
su rostro. Tomó los cafés y se giró sin decir ni una maldita
palabra, pero cuando salía para buscar donde Taehyung lo
estaba esperando, se dio cuenta de que era más feliz de lo
que había sido en mucho tiempo.
29. Veintiséis

Hoseok estuvo lacónico en el teléfono cuando Taehyung


finalmente había vuelto a llamar. Era evidente que seguía
trabajando en su argumento.
Taehyung sabía que tenían que arreglar su mierda y
pronto. El problema era que ninguno era especialmente
bueno en decir lo siento, y en su lugar, disfrutaban más
evitándose el uno al otro. Aunque eso ya no era una opción
dado que la futura-ex de Jungkook se había presentado ya
para su reunión de las nueve —a las ocho.
Después de que se lo dijo a Jungkook, Taehyung le había
oído murmurar algo en la línea, jodiendo desde temprano
como de costumbre, y luego se dirigió a la oficina.
Taehyung pensó que cuanto antes se tratara esto, mejor.
Habiendo hecho buen tiempo, se movieron hacia el
ascensor que los llevaría hasta las oficinas, y presionó el
botón de su piso. Taehyung dio un paso atrás para estar al
lado del hombre que lo hacía hiperconsciente de todos los
movimientos que hacía. Desde que Jungkook dejó caer la
bomba de que estaba listo para permitir que Taehyung
fuera el que lo hiciera —bueno, follar— su cerebro no se
había recuperado totalmente.
Una cosa era segura —estaba más que listo para hacerlo.
Sus modales se estaban agotando, y la restricción que
había estado sosteniendo se estiraba hasta los límites cada
vez que estaban juntos y desnudos. Así que sí, estaba más
que listo.
Taehyung miró a Jungkook desde el rabillo de su ojo y vio
su forma relajada de costumbre, Jungkook estaba apoyado
contra la pared posterior del ascensor con las piernas
cruzadas y una de sus manos apoyadas en la barra de
bronce que cruzaba los paneles.
¿Quién hubiera sabido que sería este chico el que
querría por encima de los demás? El barman no-tan-hetero,
pensó Taehyung.
El ascensor se detuvo en un piso, y varias personas
subieron. Jungkook se arrastró junto a él, y se acercó hasta
que sus hombros chocaron entre sí. Mientras se
enfrentaban en el confinado espacio, Taehyung sintió la
mano que Jungkook había tenido sobre la barra, contra su
espalda. Pensando que solo era un accidente, Taehyung no
dijo nada hasta que sintió esa misma mano moverse, y una
pecadora presión sobre la base de su columna vertebral.
Aclarándose la garganta, Taehyung miró una vez más a
Jungkook, quien seguía mirando hacia adelante, mirando
las puertas, mientras levantaba su taza de café hacia sus
labios y bebía un sorbo. Ese fue también el momento en
que la mano en su espalda se deslizó sobre su culo y luego
por debajo de su chaqueta.
Con cuidado de no llamar la atención, Taehyung movió su
maletín delante de él, sabiendo que los dedos ahora
trazando una línea hasta la costura trasera de sus
pantalones de vestir iban a ponerlo tan duro como una
roca.
Una vez más, el ascensor hizo otra parada, y la mano
burlándose de él se detuvo mientras varias personas
subían. Uno de ellos, un compañero de trabajo, sonrió en su
dirección y lo saludó. Taehyung contestó con un enérgico
gesto de su cabeza y estuvo a punto de decir algo más
hasta que un largo dedo índice se abrió camino hasta el
pliegue de su culo, haciéndolo toser en su lugar.
Mierda. Jungkook tocándolo, incluso por encima de la
ropa, lo volvía loco. Girando la cabeza, Taehyung estuvo
listo para fijar a Jungkook con una mirada diseñada para
hacerlo parar de su sensual tormento. No esperaba, de
ninguna forma, encontrarse cara a cara con el fervor en los
ojos de Jungkook.
Santa mierda. Esa única mirada fue tan eficaz como a
Jungkook chupándole la polla. Era fundida, incendiaria, y lo
fue todo para él. Así que, en lugar de hacer algo para
detenerlo, Taehyung dio un paso hacia esos dedos,
deseando estar en algún lugar donde pudiera desabrochar
el cinturón y dejar de verdad que Jungkook lo tuviera. Pero
no, estaba atrapado en un ascensor yendo a trabajar donde,
irónicamente, la ex de Jungkook lo estaba esperando.
Finalmente, el ascensor se detuvo en el piso de su firma,
y cuando las otras personas se dispersaron, Jungkook quitó
la mano y salió despacio como si nada hubiera sucedido.
Sin embargo, eso no iba a durar mucho tiempo —esa
facilidad casual que Jungkook llevaba encima. Oh, no.
Taehyung planeaba dejarle claro a Jungkook cómo iba a ir
el día.
Saliendo del ascensor, Taehyung luchó para asegurarse
de que nadie viera exactamente lo altamente emocionante
que había sido ir a la oficina —siendo alta la palabra
concreta. Caminó cruzando las puertas y el vestíbulo vacío
a recepción, y se acercó para detenerse directamente
detrás de Jungkook.
Jungkook no se giró, no miró hacia atrás, pero su cuerpo
se puso rígido cuando Taehyung puso sus dedos en el
mismo lugar bajo de su espalda.
Asegurándose de que su boca estaba lo suficientemente
cerca para que Jungkook escuchara, Taehyung dejó salir lo
que había exactamente en su mente.
—Has probado mi paciencia y a mí hoy por última vez.
Más vale que estés listo esta noche. Voy a disfrutar de
hacerte pagar por estar de calientapollas.

Jungkook sintió un escalofrío recorrerle la espalda


cuando la oscura promesa de Taehyung penetró la lujuria
de su cerebro. Estaba empezando a reconsiderar sus
acciones cuando los dedos de Taehyung se movieron por su
espalda antes de rodearlo, abriéndose paso por el vestíbulo
con suelo de mármol de la firma.
Taehyung parecía diferente allí, más grande, y Jungkook
podía sentir las olas sexuales saliendo de él. Este era un
hombre quien por fin había dado permiso, un hombre quien
ahora sabía podía hacer lo que quisiera sin decirle que no.
Este hombre era peligroso para su propio ser.
Jungkook respiró, estabilizándose, determinado a por lo
menos actuar como si estuviera en calma. Haciendo su
camino hacia las puertas, Taehyung abrió una para él,
viéndose siempre profesional. Eso fue hasta que Jungkook
pasó a su lado que la palabra profesional saltó por la
ventana porque Taehyung pasó una mano sobre la parte
trasera de los pantalones de Jungkook y le advirtió:
—Esta noche, será mi turno y esto finalmente será mío.
Deteniéndose a su lado, Jungkook fijó sus ojos en el
elocuente abogado mientras continuaba:
—Pero por ahora, tienes una reunión en la sala de
conferencias. Buenos días, señor Jeon.
Taehyung se acercó a él, y Jungkook miró con asombroso
silencio como se abría paso por el pasillo a través de los
escritorios de la gente, quienes estaban muy ocupados
trabajando. Jungkook notó que mientras Taehyung pasaba a
cada uno de ellos, casi todas las personas levantaron la
cabeza y lo saludaron. Tiene sentido. Taehyung es el jefe,
pensó Jungkook y luego se pasó una mano por el pelo. Y en
caso de que alguna vez lo haya dudado, acaba de ponerlo
muy claro.
Instándose a moverse, Jungkook caminó por entre los
muchos escritorios de los trabajadores a la sala de
conferencias. ¿Qué tan extraño va a ser esto? Sentarme en
una habitación con mi futura-ex y su abogado, quien resulta
ser el hermano de mi amante. Mi nuevo amante masculino.
Jungkook sacudió sus manos por sus muslos y trató de
hacer a un lado sus pensamientos sobre Taehyung y lo que
iba a suceder esta noche. Entonces, se dirigió hacia la
puerta abierta de la sala de conferencias.
Jungkook entró, viendo la parte trasera de la cabeza de
Lisa, y frunció el ceño, hora de acabar con esto. Debió de
haber hecho algún tipo de ruido porque ella se giró y lo
miró por encima del hombro, aplastándolo con los ojos y
una mueca, que se extendió por su cara mientras lo miraba
de arriba abajo.
Que-se-joda. Podía pensar lo que le diera la gana. Él no
estaba aquí para impresionarla. Caminando alrededor del
otro lado de la mesa, Jungkook sacó una silla y se sentó,
colocando su taza de café delante de él.
—Al menos hoy has llegado a tiempo. —Fueron las
primeras palabras que salieron de su boca.
—Joder, ¿alguna vez dices algo agradable?
Ella miró a su traje a medida y fingió quitarse una
pelusa, entonces lo miró.
—Podría. Sencillamente no quiero. Además, no puedes
machacarme por decir la maldita verdad.
—¿Por qué? ¿Qué te hice que fuera tan malo, Lisa?
Lanzándole una mirada que debería haber hecho que sus
pelotas se marchitaran y muriesen, se inclinó sobre la mesa
y puso las manos sobre la misma.
—A ver, déjame pensar. Permitir que nuestro matrimonio
se desmoronara.
—Eso no fue solo culpa mía, y lo sabes.
Sentada en su silla, se encogió de hombros y se cruzó de
brazos.
—Siempre fuiste muy testarudo, Jungkook. Nunca
asumiste la responsabilidad de nada.
—Tonterías. Asumo la responsabilidad de cada maldita
cosa que hago.
—Oh, sé que asumes el crédito de largarte. Esa es la
parte fácil. Pero, ¿qué hay de la razón del por qué? Nunca
admitiste ninguna culpa cuando se trató del por qué —se
burló ella.

—La culpa, Jungkook. Nunca asumiste ninguna culpa de


lo que era falta tuya. Solo ha sido por tu holgazanería que
hemos terminado donde estamos ahora, y lo sabes.
—¿Holgazanería? ¿Cómo puedes sentarte ahí y decir que
era un holgazán? Tuve dos trabajos durante todo el tiempo
que estuvimos juntos.
—Holgazán cuando se trataba de nosotros. Simplemente
te importaba una mierda. Así que no hiciste nada. Solo
saliste por la maldita puerta. Ni siquiera te importó que tu
familia me quisiera, que yo los quisiera.
Jungkook se pasó una frustrada mano por su cara.
¿Dónde está metido el hermano de Taehyung? Suspirando,
dejó caer su brazo sobre la mesa.
—Es curioso, en toda esa frase no dijiste ni una vez que
me quisieras a mí o yo a ti.
Inesperadamente, Lisa se inclinó sobre la mesa y
estrechó la mano de Jungkook.
—Pero lo hiciste, ¿verdad?
Jungkook miró los ojos de la mujer que pensó amar una
vez, y todo lo que pudo pensar fue en unos ojos azules,
gafas, y una mandíbula sin afeitar.
—Todo lo que pude o no sentir se quemó hace mucho
tiempo.
—¿Y ahora no sientes nada?
Jungkook consideró con cuidado su pregunta, tratando
de medir su ángulo.
—¿Se supone que debo?
Tan bajo que él casi no lo escucha, Lisa susurró:
—Tal vez, si lo intentaras.
Justo cuando estaba a punto de alejar su mano y
preguntarle si se había olvidado de que estaba prometida,
la puerta de la sala de conferencias se abrió y Hoseok entró
seguido de cerca por…
Taehyung. ¿Qué demonios?
Ambos se veían tan formales y de negocios como podían
verse.
Inmediatamente, Jungkook vio a Taehyung evaluar la
situación. Esos ojos suyos se fijaron en la mano que estaba
cubriendo la de él, y cuando Jungkook la alejó, los ojos de
Taehyung se alzaron y se bloquearon con los suyos.
—Sentimos haber tardado —dijo Hoseok—. Señor Jeon,
parece que su abogado llega tarde.
Lisa dejó escapar un bufido de risa que los tuvo a todos
girándonos hacia ella, y entonces Taehyung inclinó la
cabeza hacia un lado estudiándola por primera vez como
haría a un niño petulante.
—¿Hay algo divertido, señora Manoban?
Bajo la fija mirada de Taehyung, Jungkook vio a Lisa
enderezar su columna y levantar la barbilla.
—No. ¿Hay alguna razón para que esté aquí? Tenía la
impresión de que solo se le necesitaba si el Sr. Jung no
estaba disponible, y claramente… —dijo mientras se volvía
hacia Hoseok, quien Jungkook ahora se dio cuenta que lo
estaba mirando con una mirada pensativa en su rostro—.
Lo está.
—Oh sí. Estoy aquí por una razón —anunció Taehyung
mientras se desabrochaba la chaqueta y la deslizaba a un
lado para meter una mano en el bolsillo de su pantalón.
Oh sí, pensó Jungkook, sabe exactamente lo que me está
haciendo.
Jungkook sintió sus manos sudar mientras miraba al
hombre enfrentándose a Lisa, y se preguntó por una
fracción de segundo hasta dónde se extendía el
escandaloso comportamiento de Taehyung. ¿Realmente le
diría algo a ella para mostrar su mano?
—Estoy aquí por el señor Jeon. Lo necesito —afirmó
Taehyung y se dirigió hacia la puerta de la sala de
conferencias. Cuando llegó a ella, miró por encima del
hombro a Lisa, quien lo ignoraba por completo, y prometió
en una voz que parecía tener un enlace directo con la polla
de Jungkook—. Su abogado quiere hablar con él. No se
preocupe, se lo enviaré de regreso tan pronto como esté
hecho. — Entonces se fue.
La notable erección de Jungkook palpitaba entre sus
piernas, y tenía curiosidad de cómo exactamente esperaba
Taehyung que él se levantara y saliera después de la
amenaza sensual que acababa de escuchar en su voz.
Pasaron varios segundos, y no fue hasta que Hoseok se
trasladó al lado de Lisa que Jungkook miró al chico rubio y
lo vio levantar las cejas.
—Su abogado le está esperando.
Jungkook asintió en silencio, entendiendo que tanto
Hoseok como Taehyung se referían al señor Branson. Miró
a Lisa, quien le lanzaba dagas, y finalmente ganando algo
de control de su cuerpo, Jungkook se apartó de la mesa.
—Regreso en unos minutos.
Hoseok inclinó la cabeza, pero no dijo nada mientras
Jungkook se daba prisa en rodear la mesa y salir por la
puerta, caminando hacia la oficina donde su abogado lo
estaba esperando.

Tan pronto como llamaron a la puerta de su oficina,


Taehyung la abrió de un golpe y miró a Jungkook. Sin decir
una palabra, se hizo a un lado mientras el hombre entraba.
Girándose para mirarlo, Taehyung empujó suavemente la
puerta para cerrarla para no perturbar el espeso silencio
en que se habían sumido. Cuando se dirigió hacia el
hombre con su espalda hacia él, las palmas de Taehyung
picaron por meterse en los bolsillos de los pantalones de
Jungkook que cubrían su culo perfecto. Este culo muy
pronto será mío.
—Has venido a mí —murmuró Taehyung desde detrás de
Jungkook, aún sin tocarlo pero lo suficientemente cerca
para que la chaqueta de su traje rozara el material de la
ropa de Jungkook.
—Dijiste que me necesitabas. ¿Cómo podía negarme a
eso?
¿Esa es la condenada verdad? Pensó Taehyung, mirando
la parte trasera de la cabeza de Jungkook, con ganas de
recordarse que este hombre era suyo.
Cuando había entrado en la sala de conferencias y visto a
la ex esposa de Jungkook con su mano sobre la de
Jungkook, Taehyung había sentido un momento de…
¿Qué? ¿Celos?
Pero tan pronto como aparecieron, desaparecieron
porque Jungkook lo miró, y los ojos que se habían
encontrado con los suyos habían estado llenos de miseria,
llenos de necesidad, y llenos de todo lo que él mismo
sentía, y todo había estado dirigido a él.
Así que, la señora Manoban podía joderse.
Levantando la mano, Taehyung pasó los dedos sobre el
hombro de Jungkook donde los movió por su brazo hasta
que sus dedos se encontraron y se entrelazaron.
—Lo hago, te necesito —confesó tan cerca del pelo de
Jungkook que su aliento hizo que sus rizos se movieran—.
Nunca he estado tan distraído en mi vida, pensando en ti
ahí dentro con ella.
Jungkook se giró, y cuando Taehyung miró esos
encapuchados ojos oscurecidos con el deseo, levantó sus
manos.
—¿Ves lo lejos que has llegado? ¿Sosteniendo mi mano y
todo?
La boca de Jungkook se curvo hacia arriba por sus
esquinas mientras tomaba la otra mano de Taehyung en la
suya.
—Quiero hacer mucho más que sostener manos. Y
mírate, admitiendo finalmente que estás celoso.
—No lo estaba.
—Sí, lo estabas.
—Hmm, entonces dime más sobre lo que quieres hacer —
dijo Taehyung.
Se acercó tanto a él que las piernas de Jungkook
golpearon el escritorio, y se sentó, permitiendo que
Taehyung maniobrara entre sus piernas. Llevándole sus
manos alrededor de su cintura, Taehyung colocó las palmas
de Jungkook sobre su culo y suspiró cuando las sintió
apretarse y acercarle. Retirando sus manos, Taehyung las
colocó sobre el pecho de Jungkook.
—No puedo dejar de pensar en ir a tu casa esta noche
después del trabajo.
Taehyung se frotó entre las piernas de Jungkook y le
acarició el pelo.

—Y. —Jungkook se rió por lo bajo—…Tú sabes qué.


Taehyung apretó sus labios en los de Jungkook.
—Sí, pero quiero escucharte decirlo.
—¿Ah sí?
—Sí. Dime que serás mío, que finalmente podré tenerte.
Jungkook parpadeó, y así de cerca, Taehyung pensó que
era sorprendente que nunca se hubiera dado cuenta de lo
gruesas que eran sus pestañas.
—Sí, podrás tenerme. Yo quiero ser tuyo.
Taehyung enroscó los dedos en el cabello de Jungkook y
le echó la cabeza hacia atrás, para poder llegar a su boca.
Cuando los labios de Jungkook se separaron, Taehyung
alivió su lengua en el interior, y pudo saborear la avellana y
el ligero sabor a tabaco mientras se filtraban en sus
sentidos y lo envolvían dentro de la exquisitez que era
Jungkook.
Las manos en su trasero aumentaron su presión mientras
Jungkook se levantaba de la mesa y su cuerpo se rozaba
directamente contra el de Taehyung, arrancando un crudo
gemido de ambos mientras sus labios se separaban.
Entonces Taehyung levantó una de sus manos para acunar
la mejilla de Jungkook mientras presionaba un suave beso
en sus labios, y en ese simple momento, Taehyung supo que
nunca había experimentado tal perfección en su vida.
Mientras su mente giraba y su cerebro iba a la deriva,
Taehyung no oyó la puerta de la oficina abriéndose. No oyó
a la esposa de Hoseok, Rachel, llamar a la puerta, pero
cuando ella entró, él escuchó una risa suave, la cual le hizo
alejar su boca de la que aún aferraba la suya y girarse para
ver a la señora Jung con una mujer que él no conocía.
Justo cuando estaba a punto de saludar a Rachel,
Jungkook salió de detrás de él, obviamente dándose cuenta
que no era alguien que ellos…
—¿Jungkook? —La mujer al lado de Rachel preguntó con
incredulidad.
Taehyung se giró hacia el hombre a su lado quien parecía
haber visto un fantasma y pensó:
Está bien, borra eso. Al parecer, es alguien que Jungkook
conoce.
30. Veintisiete

Jungkook se quedó mirando a las dos mujeres de pie


enfrente de él y de Taehyung. Sabía que tenía que decir
algo, pero se encontraba irónicamente incapaz de hablar.
En un minuto, estaba en medio del mejor beso que había
recibido, y después, estaba de pie enfrente de… mi
hermana.
—¿Jungkook? —La tan familiar voz le preguntó otra vez.
Esta vez, Jisoo dio un paso alrededor de la otra mujer, a
quien Jungkook no conocía, y se acercó.
—¡Oh Dios mío! Eres tú.
Jungkook tragó varias veces para ordenarse a sí mismo a
¡Hablar, hablar, abre la boca y malditamente habla!
Pero nada sucedía, y Jisoo continuó:
—Pero tú estabas solo… solo… ¿lo estabas besando?
Sí, definitivamente lo estaba besando, pensó Jungkook,
pero aún nada salía de su cerebro vía su boca.
Finalmente, Taehyung habló
—¿Disculpa? ¿Quién exactamente eres? Rachel, ¿qué
está pasando?
Pero antes de que Rachel —quienquiera que sea—
pudiera responder, su hermana dio otro paso hacia ellos, y
Jungkook vio su boca abrirse y cerrarse varias veces
mientras pensaba que ella también había perdido la
capacidad de hablar. Jisoo, sin embargo, la encontró de
nuevo, mucho más rápido que él.
—Pensé que estabas saliendo con Lisa, y en su lugar, tú
estás aquí, besando a… a…
—Un hombre —agregó Taehyung secamente—. Soy un
hombre.
—¿Es con quién estás saliendo? Lisa… ¿lo sabe?
La voz de Jisoo se había incrementado a un grito agudo,
y la pregunta que demandaba respuesta golpeaba a
Jungkook con la fuerza de un mazo. Todavía de pie mudo y
aparentemente inmóvil, Jungkook observó a Taehyung
tomar un paso hacia las dos mujeres.
—Mira, no sé lo que sucede…
—Espera. —Finalmente Jungkook habló.
Taehyung miró sobre su hombro, y la expresión de su
rostro fue una de desconcierto. Pero también parecía como
si pensara que era el momento de Jungkook de mentir y
negar todo. Ese era el problema. Jungkook no quería negar
una maldita cosa, y mientras estaba ahí, trató de averiguar
exactamente qué era lo que quería decir.
Tomando un respiro para fortalecerse, dio un paso hacia
adelante hasta que estaba hombro con hombro con
Taehyung, y miró hacia Jisoo.
—Esta es mi hermana, Jisoo. Jisoo, este es Taehyung, y sí,
es con quien he estado saliendo, pero él no es la razón por
la que dejé a Lisa. Eso había terminado hacía tiempo,
meses antes de que conociera a Taehyung.
Jungkook observó los ojos de su hermana ampliarse,
mientras parecía digerir la información que le había dado y
luego, negó con la cabeza.
—Este es Taehyung…
—¡Escuché esa parte Jungkook! ¿En qué estás pensando?
—preguntó y giró sobre sus talones lista para salir—.
¿Dónde está Lisa? ¿Lo sabe?
Jungkook se lanzó hacia adelante y tomó su brazo,
girando su espalda.
—No necesitas…
—Jodidamente no me toques —siseó con tanto ácido que
Jungkook literalmente soltó su brazo como si le hubiera
quemado. Lo miró y luego miró a Taehyung, quien estaba
parado en un silencio sepulcral junto a él—. Esto es
repugnante. Mamá y papá jamás te perdonarán esto.
—Jisoo —advirtió Jungkook, su aliento atorado en algún
lugar dentro de su pecho, sabiendo exactamente bien que
esto no lo aceptaría su familia. Mientras observaba como
salía fuera de la oficina, la llamó—: ¡Jisoo! —Pero era
demasiado tarde.
Ahora estaba de pie en medio de la firma de abogados en
frente de Lisa y de Hoseok, quienes aparentemente habían
salido de la sala de conferencias para ver que era todo ese
ruido. Lisa miró a su mejor amiga, su hermana, antes de
levantar sus ojos y encontrarlo.
Fue entonces cuando Jungkook sintió que alguien se
movía a su lado, y sin darse la vuelta, sabía que era
Taehyung porque Lisa movió los ojos hacia él, y un ceño
cruzó sus rasgos. Deslizando la tira de su bolso sobre ella,
caminó hacia ellos atrapando el brazo de su hermana.
Cuando ambas lo alcanzaron, se risa sonó de un modo que
era tan feo y rencoroso.
—Buena suerte explicando eso a tu familia Jungkook.
Ellos ya te odian por lo que me hiciste. Ahora te odiaran
mucho más.
Jungkook sabía que tenía razón. Presentarles a Taehyung
sería una pesadilla, una que ellos tendrían que lidiar más
pronto que tarde.
—Esto es algo que yo debo decirles —les dijo Jungkook a
las dos—, no tú.
Jisoo miró hacia otro lado mientras pensaba que ella no
podía siquiera soportar su mirada.
Lisa se rió como la bruja que estaba resultando ser.
—Bueno, solo tendremos que ver quién llega primero.
—Lisa —advirtió Jungkook, cada vez más enojado.
Lo ignoró completamente, dándose la vuelta hacia
Taehyung, y diciendo con una voz que destilaba malicia:
—¿Así que jodes los culos de todos tus clientes? ¿O solo
el de los hombres?
—¡Lisa! —gritó Jungkook y se puso en su cara—. Détente.
Entrecerrando los ojos, no se calmó ni un poco.
—Jódete Jungkook. Oh, espera —dijo, asegurándose de
esparcir su veneno mientras se movía pasándolos con su
hermana a cuestas—, tal vez él pueda hacerlo.

Taehyung se puso de pie en medio de las oficinas de Kim


& Jung con todos sus compañeros de trabajo,
incluyendo a Hoseok, mirando al hombre que estaba de pie
junto a él. No le molestaba en lo más mínimo que supieran
que estaba viendo a Jungkook, pero nunca tuvo que
mostrar sus relaciones personales descaradamente antes.
Luego, otra vez, esta era su primera vez.
—Está bien, el show ha terminado, vuelvan a trabajar.
Jungkook, ¿puedo verte en mi oficina por favor?
Taehyung se trasladó hacia su puerta y miró dentro para
ver a Rachel sentada en el sofá con sus labios atrapados
entre sus dientes mientras lo miraba con un rostro que
plasmaba una mirada que decía “lo siento”. Taehyung le
guiñó un ojo y probó una sonrisa, haciéndole saber que no
era su culpa, mientras daba un paso dentro dejando a un
traumatizado Jungkook caminando de regreso a su oficina.
De pie, miró en su dirección e indicó que se iba a ir y casi
corrió fuera de la habitación, cerrando la puerta detrás de
ella. Mientras se cerraba Taehyung dio la vuelta para ver a
Jungkook, quien todavía estaba en silencio y lo miraba
mientras pensaba que estaba en shock, lo cual
probablemente estaba considerando todo lo que acababa
de pasar.
Taehyung estaba a punto de sugerir que se sentaran
cuando Jungkook se dio la vuelta y tomo sus manos.
—Tenemos que ir y ver a mis padres.
Espera… ¿Qué? Pensó Taehyung mientras observaba la
expresión desesperada en el rostro de Jungkook.
Jungkook asintió maniáticamente mientras agarraba las
manos de Taehyung, y entonces empezó a hablar
rápidamente.
—Sí. Iremos allí ahora, mi madre está en casa, y puede
llamar a papá. Nos podemos sentar, decirles como nos
conocimos, y que esto es todo bueno, que nosotros…
sabes… que esto es…
Se detuvo, y Taehyung sintió su propia ansiedad empezar
a girar y correr a través de él. ¿Conocer padres? ¿Conocer
familias? ¿Familias que no me quieren por ser como soy?
No gracias. Ya tenía una familia de esas en su vida con su
propio padre.
Además, ¿de verdad es tan serio que tenemos que soltar
esto justo ahora? Jungkook solo está nervioso, esta
apresurando las cosas, está…
—Quiero decírselo, Taehyung. Necesitan oírlo de mí… de
la manera correcta, no distorsionada, no la versión torcida
de ella.
Está bien, así que aparentemente, Jungkook está
coherente.
Taehyung dio un paso hacia atrás y descansó sobre el
escritorio. Se quitó sus lentes y se presionó el puente de su
nariz y suspiró.
—Jungkook, no lo sé. No soy bueno con las familias. No
creo que me necesites ahí.
Jungkook dio un paso hacia él y extendió su mano para
tocarle el hombro.
—Por supuesto que necesitas estar ahí.
—No creo que sea buena idea. —Taehyung miró sus ojos
castaños ahora mirándolo con confusión.
—No lo entiendo.
Mirando lejos de esa mirada todo-lo-sé, Taehyung dijo
una vez más:
—No creo que sea buena idea.
—¿Qué no es buena idea? —demandó Jungkook, su voz
sonando tan alta que Taehyung sabía podía escucharse
fuera de la oficina.
Parándose, para poder estar en igual condición,
Taehyung se puso sus gafas y deslizó sus manos en el
interior de los bolsillos traseros para tener algo que hacer.
De pronto, el día completo se veía totalmente jodido.
—Solo creo que no estamos en ese nivel todavía. Quiero
decir, entiendo que tienes que decírselo. Pero no tienen que
conocerme.
Jungkook parpadeó varias veces y casi se tambaleó hacia
atrás.
—¿Estás jodidamente bromeando?
Dejando salir un suspiro, sabiendo que esto no era lo que
Jungkook quería escuchar justo ahora, Taehyung levantó
una mano y acarició su barbilla.
—No.
Jungkook se lanzó hacia él antes de que Taehyung
incluso lo pudiera detener. Lo empujó con tanta fuerza en
el pecho que Taehyung se tambaleó hacia atrás y aterrizó
en el escritorio.
—¡Jodido idiota! —estalló Jungkook de lleno contra él.
Tomando un pedazo de la solapa de su chaqueta con sus
puños, Jungkook tiró de él hacia arriba y Taehyung, nunca
lo había visto tan volátil. Tampoco nunca se había dado
cuenta lo jodidamente fuerte que Jungkook era cuando
estaba enojado.
—Pediste todo de mí, todo, y no arriesgas nada a cambio.
Soltándolo con un rudo y fuerte empujón, Jungkook lo
miró de una manera que hizo a Taehyung sentir como un
pedazo de mierda que sabía que había sido.
—No sé por qué estoy tan sorprendido. ¿Se ponen las
cosas un poco reales para ti Taehyung? Bueno, ¡jódete!
Toda mi maldita vida acaba de cambiar, y aquí estas tú,
retrocediendo como un cobarde.
Taehyung se enderezó y se paró mientras Jungkook se
movía hacia la puerta. Estaba por llamarlo, detenerlo de
que se fuera, cuando Jungkook puso su palma en el
picaporte y se dio la vuelta, pinchándolo con una mirada
que no debería haber hecho, pero lo hizo, cortándolo hasta
la medula.
—¿Por qué no entiendes que todo lo que he hecho y
acabo de hacer, lo hice por la manera en que me hacías
sentir Taehyung? Incluso cuando sabía que mi familia no lo
entendería, lo hice de todas maneras, solo para estar cerca
de ti. ¿Qué tan estúpido fui?
Taehyung no podía encontrar las palabras para empezar
a explicar lo que estaba pensando, y mientras Jungkook
salía fuera de su oficina, Taehyung sabía que Jungkook no
habría querido escucharlo de todos modos.

Taehyung se puso de pie en el silencio ensordecedor que


Jungkook dejo detrás. Sintió el dolor que había estado
creciendo, desde que Rachel y Jisoo entraron en su oficina,
enconándose en un amplio y enorme agujero que ahora
amenazaba con tragárselo.
En un momento estaba besando a Jungkook y planeando
exactamente que le iba a hacer a ese hombre esa misma
noche, y luego, la primera guerra mundial femenina se
rompió y perdió. Jungkook lo había empujado a más,
Taehyung calló, y ahora, Jungkook se había ido.
Jodidamente se ha ido.
Joder, pensó, saltando alrededor del escritorio para
tomar asiento.
Justo cuando su trasero golpeaba la piel, hubo un golpe
en la puerta, y Rachel, esposa de Hoseok, asomó su cabeza
dentro de su oficina.
—Hola.
Mirándola, Taehyung descansó su cabeza contra la silla y
trató de sonreír.
—Hola.
Observó a la mujer a quien quería como una hermana
entrar y detenerse al otro lado de su escritorio. Colocó sus
dedos con uñas de color rosa en la superficie y se inclinó.
—Oh, Dios, ¿qué tan mal he hecho esto para ti?
La boca de Taehyung se arqueó mientras pensaba en lo
enojado que había estado Jungkook pero la culpa no era de
nadie más que de él mismo.
—No lo hiciste.
Rachel hizo su camino alrededor del escritorio y cuando
estaba a un lado de su silla, se dio la vuelta, descansando
su cadera contra la madera del escritorio, y miro hacia
abajo, hacia él. Taehyung conocía a Rachel por un poco
más de tres años, y como siempre, hoy se veía fabulosa en
sus pantalones de piel negros y su blusa rosa de lunares.
Era hermosa en una especie de manera silvestre, lo
completamente opuesto a su…
Toc, toc.
—¿Hola? —Llamó Hoseok mientras empujaba la puerta
para abrirla.
Esposo.
—Hola —dijo Taehyung.
Hoseok entró por la puerta antes de cerrarla detrás suyo.
Rachel todavía estaba mirando hacia abajo mientras
pensaba que estaba esperando que hablara, pero realmente
no tenía nada que decir.
Hey, eso tenía que haber sido al principio.
—¿Se fue el Sr. Jeon?
Taehyung elevó una ceja hacia su hermano.
—Su nombre es Jungkook, y no está aquí, y tampoco está
la perra con la que trabajas, así que puedes cortar la
mierda educada.
—Mira, yo solo…
—¿Solo qué? —Golpeó Taehyung.
Rachel lo interrumpió moviéndose hacia adelante y
colocó la palma sobre su hombro.
—Oye, relájate. Solamente está tratando de…
—De decirme ¿qué fue lo que hice mal? ¿Qué tenía
razón? No, gracias, ya escuché todo eso antes.
Rachel sonrió suavemente.
—Eres igual que él.
—Él está justo aquí, Sra. Jung —le recordó Hoseok en un
tono que imagino funcionó con Rachel ya que miró hacia
atrás por encima de su hombro a donde su esposo estaba
de pie.
Suavemente le dijo:
—Oh, se exactamente dónde estás, listillo. —Antes de
volverse a enfrentar a Taehyung—. Como si fuera fácil de
ignorar. —Pero lo que iba a decir era que Hoseok solo está
tratando de averiguar si estás bien. Sabe cuánto significa
Jungkook para ti.
Taehyung se quitó las gafas y las tiró sobre su escritorio.
—Sí, bueno, no importa. Estoy seguro que acaba de dejar
tirado mi trasero.
Rachel frunció el ceño. —¿Qué? Pero no lo entiendo.
Dijo…
—¿Qué hiciste? —preguntó Hoseok, dando un paso hacia
el escritorio.
—¿Disculpa?
—¿Qué. Hiciste?
Taehyung fulminó con la mirada a Hoseok con una
expresión que gritaba, Jódete.
—Ese chico hetero acaba de decirle a su ex-esposa y a su
hermana que ha estado saliendo contigo, luego viene aquí,
y ahora, dices que se fue y te dejó. Así que, ¿qué hiciste?
—Nada.
—Sandeces.
Taehyung se puso de pie, con la esperanza de que le
haría sentirse mejor acerca de la situación, pero no fue así.
Hoseok, mientras tanto, se lo quedó mirando hasta que
Taehyung puso los ojos en blanco.
Joder con Hoseok y su habilidad de exasperarme. Dos
pueden jugar ese juego.
—Vete. Tengo una mañana ocupada y una noche aburrida
por esperar, así que por favor, vete.
—Dijo algo sobre la familia, ¿no es así? ¿Su hermana, su
ex? ¿Qué pasó Taehyung? ¿Quería que conocieras a sus
padres?
Rachel se paró a su lado y tocó la mano de Taehyung.
—¿Fue así? Porque eso es fabuloso. Realmente le debes
gustar.
Taehyung miró esos amplios ojos azules que lo estaban
mirando. Ellos estaban esperanzados, dulce, y no-tan-
inocentes desde que conocía a su hermano.
—Mira, no todos son como ustedes dos. Es demasiado
pronto para todo eso.
Desde el otro lado del escritorio, escuchó una risa
burlona, y su cabeza giró bruscamente así que otra vez
estaba encarando a Hoseok.
—Estúpido de mierda. Acaba de salir del armario para
todo el mundo que él conocía y se puso de pie por ti, ¿y le
dijiste que no querías conocer a sus padres? — Hoseok
volvió a reír—. Te hubiera dado una paliza de mierda antes
de irme si fuera él.
Casi lo hizo, Taehyung pensó, recordando la ira en el
rostro de Jungkook.
Pero entonces también recordó la decepción y el dolor en
la expresión que había visto un minuto antes de que
Jungkook saliera.
Como Taehyung se quedó de pie y en silencio, Rachel
pasó una mano de su brazo hacia su hombro.
—Ve con él y discúlpate. Trágate tu orgullo.
Taehyung la miró y trató de difuminar el momento muy
emocional con impropiedad.
—No es orgullo lo que tengo que tragar.
Una pequeña sonrisa surgió de sus labios mientras sus
ojos brillaban.
—No estoy incrementando tu sucia carnada Kim
Taehyung. Y si no es orgullo, entonces trágate tu miedo. —
Miró a Hoseok y susurró—: Yo lo hice. Fue lo mejor que he
podido hacer.
Taehyung miró al otro hombre en el cuarto, y la mirada
en el rostro de Hoseok mientras miraba de nuevo a su
esposa hizo sentir a Taehyung… ¿envidia?
—Tienes razón. Ambos la tienen. Tengo algunas
reuniones, y luego iré a seguirle la pista.
Rachel prácticamente los apretó mientras brincaba sobre
sus pies y lo besaba en su mejilla.
—¿Te das cuenta? ¡La familia puede ser algo bueno!
Acabamos de hacer una cosa buena, ¿verdad? Y somos
familia. Ahora, hagan las paces los dos, así Hoseok puede
preguntarte algo.
Taehyung frunció el ceño a su hermano.
—Vamos —urgió Rachel.
Sacudiendo sus cabezas, ambos gruñeron una patética
excusa “lo siento”, y luego Rachel palmeó su brazo y se
movió alrededor de la mesa para estar junto a Hoseok.
Tomando la mano de su esposo con las suyas, ambos lo
miraron, Rachel sonriendo y Hoseok más serio que nunca.
—Está bien, pregúntale.
—Rachel —advirtió Hoseok aunque no estaba seguro de
que quería en ese momento.
—Me dijiste que querías preguntarle tan pronto lo
supiéramos, pero los dos tuvieron una pelea, y…
—¿Rachel? —interrumpió Hoseok.
—¿Si querido?
—¿Por qué no le preguntas tú?
Taehyung se quedó ahí, mirando de uno a otro, y cuando
Rachel se volvió y colocó sus manos sobre su estómago,
Taehyung sintió una genuina sonrisa esparciéndose sobre
su rostro.
—¿Querrías por favor ser uno de nuestros padrinos para
nuestro bebé? Ya sabes, en caso…
—No lo digas —gruñó Taehyung rápidamente, levantando
una mano. Entonces se echó a reír a carcajadas—.
¡¡Felicidades a los dos!! Pero ¿están locos? ¿Yo? ¿Están
seguros?
—No, no realmente —dijo Hoseok secamente.
Rachel le golpeó el pecho. —Sí. Queremos a ambos de
nuestros hermanos.
Taehyung miró a Hoseok, extremadamente conmovido
por el gesto que nunca hubiera esperado, y cuando su
hermano finalmente sonrió, sintió que su relación regresó a
donde pertenecía. La única cosa que estaba perdida era la
única cosa que había ahuyentado.
—Entonces, será un honor.
Mientras Hoseok abrazaba a su radiante esposa a su
lado, miró a Taehyung y articuló, ¿estamos bien?
Taehyung asintió con la barbilla su acuerdo y su mente
empezó a correr, correr, planeando y trazando su próximo
movimiento. Todo giraba alrededor de una sola cosa,
conseguir a JungKook de regreso en su vida.
31. Veintiocho

Tres y una mierda, horas algo más tarde, y todavía no


puedo dejar de pensar en él, pensó Jungkook mientras
miraba el ventilador girar lentamente por encima de él.
Nada habría sido extraño sobre eso, salvo que su ventilador
estaba apagado. Sí, el alcohol estaba haciendo su trabajo, y
ya estaba achispado.
Tendido de espaldas, tomó el teléfono de su pecho
desnudo y se quedó mirando la pantalla. Todavía nada. No
hay llamadas de indignación de parte de la familia y ni una
llamada o mensaje de texto de ese imbécil para decirme
cuánto lo siente.
Bueno, que le den por el culo, pensó Jungkook, dejando
caer el teléfono de regreso donde había estado, mientras se
llevaba la botella de Cuervo a los labios. En realidad, que
no le den por el culo. A él le gustaría demasiado, se dijo
Jungkook justo cuando su teléfono vibraba.
Tomándolo, distinguió el nombre y el texto que había
estado esperando. Abrió el mensaje, se quedó mirando las
tres palabras en su pantalla y sintió que se quedaba
boquiabierto. Dándose la vuelta y sentándose demasiado
rápido para su cabeza, Jungkook siguió mirando la pantalla.
Ese imbécil arrogante. En lugar de las dos palabras que
había esperado (lo siento) allí mirándolo, estaba: “Voy en
camino”.
Jungkook miró el teléfono como si el hombre que había
escrito el mensaje fuera capaz de verlo. Colocando la
botella en el suelo a su lado, le respondió.
“No vas a venir aquí”.
Taehyung se iba a llevar una desagradable sorpresa si
pensaba que iba a dejarlo entrar, y una incluso peor si
pensaba que iba a acercársele bajo alguna circunstancia o
de algún modo hasta que se disculpara.
Taehyung: “Prepárate”.
—Increíble —farfulló Jungkook, alcanzando la botella de
tequila.
“Que te jodan”.
Menos de diez segundos más tarde, se produjo un golpe
fuerte en la puerta que lo sobresaltó mientras el teléfono se
iluminaba. Mirándolo, Jungkook leyó una respuesta que
hizo prestar atención a su adormilado cerebro y a su
traidora polla tensarse.
Taehyung: “No, Jungkook. Te voy a joder a ti”.
—¡Abre la puerta! —gritó Taehyung.
Jungkook se puso de pie, dirigiéndose, un pie delante del
otro, a la puerta.
—Vete, Taehyung. No quiero hablar contigo —gritó
Jungkook, apoyado contra la madera mientras se llevaba la
botella a los labios.
—Qué mal porque tengo mucho que decirte.
Colocando la botella en el suelo, al lado de su pierna,
Jungkook cerró los ojos.
—Entonces, dilo.
Hubo una larga pausa, y luego la voz de Taehyung, esta
vez más suave, vibró a través de la puerta.
—Esta mañana en mi oficina…
—Sí, Tae-Hyung… —medio canturreó Jungkook.
—¿Estás bebiendo?
Una vez más, Jungkook repitió:
—Sí, Tae-Hyung.
—Abre la puerta, y dímelo —le exigió Taehyung, más
tranquilo en esta ocasión.
Jungkook recostó los hombros contra la puerta hasta que
terminó descansando su lado izquierdo contra ella.
—¿Y por qué haría eso?
Oyó un ruido sordo y se preguntó si Taehyung había
utilizado su puño o la cabeza para golpear la puerta.
—Abre la maldita puerta, Jungkook.
—Discúlpate —respondió Jungkook, decidido a escuchar
las palabras. —Abre la puerta, y lo haré —argumentó
Taehyung.
Suspirando, Jungkook sabía que estaban en un punto
muerto. Descorrió el cerrojo, giró la cerradura y abrió la
puerta. Taehyung estaba allí parado, con los brazos
extendidos, apoyándose contra el marco de la puerta, con
la chaqueta abierta y la corbata cayéndole hacia adelante.
El tipo es todo sexo, maldición, pensó Jungkook mientras
miraba los ojos detrás de las gafas.
Estar tan cerca de Taehyung con solo sus vaqueros, oh
mierda, son los vaqueros de Taehyung, entre ellos, no iba a
ayudarle a resistirse al hombre frente a él. Así que, tan
pronto como Taehyung apartó las manos del marco,
Jungkook se llevó la botella a los labios y bebió más del
alcohol agradable y cálido, tratando de mantener cierta
distancia entre ellos.
—¿Vas a dejarme entrar? —preguntó Taehyung.
Jungkook tenía la sensación de que esta declaración
significaba mucho más que el permiso de entrar a su
apartamento.
—¿Vas a pedir disculpas?
Taehyung se pasó una mano por la mandíbula.
—¿Quieres que lo haga aquí?
Tomando otro trago mientras lo pensaba, Jungkook se
rascó el pecho desnudo y luego movió la mano hasta el
botón de sus vaqueros.
—Sí, creo que sí —concordó, y luego culpó al alcohol
cuando agregó—: De rodillas. Ahí es donde la mayoría de la
gente se humilla.

Taehyung logró evitar que su boca cayera abierta,


apenas, cuando su cerebro procesó lo que acababa de decir
Jungkook.
Echando un vistazo a la botella de tequila en la mano de
Jungkook, Taehyung preguntó con mucha más calma de la
que sentía:
—¿Qué tan llena estaba?
Jungkook levantó la botella casi vacía y se encogió de
hombros.
—Sin abrir. ¿Por qué?
—Solo estoy pensando en lo valiente que estás siendo —
dijo Taehyung arrastrando las palabras sugestivamente.
—Tal vez siempre debería beber a tu alrededor.
Taehyung se aflojó la corbata.
—Sin duda. Ahora, ¿cuál es exactamente el criterio para
que me ponga en tu lugar? Yo de rodillas, pidiéndote
disculpas, ¿verdad?
Jungkook inclinó la cabeza hacia delante y le dio una
confiada mirada lasciva a Taehyung.
—Eso es correcto.
Taehyung recorrió con la mirada el estrecho pasillo en el
que estaba parado, se puso de rodillas en la puerta y tuvo
que admitir que el juego, que sin duda estaba jugando, lo
excitaba demasiado.
Jungkook dio un paso lejos de la puerta y luego otro
antes de detenerse, abrió mucho las piernas, y se
desabrochó la parte superior de los vaqueros. A Taehyung
prácticamente se le hizo la boca agua mientras recordaba
exactamente lo que Jungkook no tenía puesto debajo de los
pantalones que le había prestado esta mañana.
—Jungkook…
Jungkook enfocó sus ojos en él y bajó la cremallera de
sus pantalones. El puñetero arrogante me va a provocar
hasta la muerte. Cuando finalmente le ponga las manos
encima, va a estar en muchos problemas.
—¿Sí, Taehyung?
—Lo siento.
—¿Por? —Lo instó Jungkook mientras empujaba
lentamente la mano en sus pantalones.
Taehyung estaba encontrando dificultades para
concentrarse, mientras permanecía arrodillado.
—Por ser un imbécil.
Jungkook movió la mano por detrás del material, y luego
tiró de su erección con un gemido de alivio. Era visible a
través de la cremallera abierta, y Taehyung lo deseaba. Lo
deseaba tanto que estaba cerca de gatear por el suelo y
pedírselo, pero por qué gatear cuando…
—Y…
¿Y? ¿Se suponía que había más? Taehyung pensó y luego
decidió: Ya es suficiente. Poniéndose de pie, dio un paso
dentro, y estuvo satisfecho cuando Jungkook no hizo nada
para detenerlo.
Cerrando la puerta con un golpe fuerte, Taehyung se
aflojó mucho más la corbata y se la pasó por la cabeza
antes de tirarla al suelo. Se acabó el juego. Era su turno
para cazar.
Esta vez, era él quien estaba acechando a Jungkook, y si
Jungkook sabía lo que era mejor para él, huiría y se
escondería. O por lo menos, huiría si no quería ser
atrapado y atacado porque eso era exactamente lo que iba
a suceder.
Algo debe haber activado el reflejo de huida de Jungkook
porque empezó a retroceder lentamente, y eso solo hizo
que todo esto fuera más divertido, en la opinión de
Taehyung.
—¿A dónde vas? Pensé que querías que me explicara
mejor. —Taehyung se quitó la chaqueta y la tiró al suelo.
—No voy a ninguna parte —le dijo Jungkook tercamente,
el alcohol lo hacía un poco menos consciente de la cautela
en los ojos de Taehyung.
—Parece que vas a alguna parte —señaló mientras se
sacaba la camisa de los pantalones y comenzaba a
desabrocharse los botones uno por uno.
Jungkook se detuvo en la mesa de la cocina y colocó la
botella allí.
—Todavía estoy enojado contigo. Te va a tomar más que
una disculpa a medias para que te perdone.
Taehyung se abrió la camisa de un tirón después de
impacientarse con los botones pequeños, se la quitó cuando
se detuvo frente a Jungkook y la tiró sobre la mesa, al lado
de la botella de tequila. Rápidamente, tomó la barbilla de
Jungkook entre el pulgar y el índice.
—Sí, me lo imaginé ya que estás muy achispado y todavía
bebes.
—Sí, bueno, eres excusa suficiente para hacer que
alguien beba —contraatacó Jungkook, muy malhumorado.
—¿De verdad? —preguntó Taehyung con una pequeña
sonrisa.
No sabía lo que esto decía sobre él, pero esta era la
actitud que amaba de Jungkook y no la había visto por un
tiempo. Estaba cabreado, confiado, y mientras sus ojos
permanecían fijos en los de Taehyung, era terriblemente
arrogante.
—Sí. No voy a ceder hasta que lo digas en serio.
Taehyung no pudo evitar la risa burlona que se le escapó
mientras tomaba el labio inferior de Jungkook entre los
dientes. Tiró de él y luego lo soltó, le pasó la lengua encima
y probó el tequila como prometió.
—Bueno, tendremos que ver quién cede primero, ¿no es
así?
Cubrió la boca de Jungkook en un apareamiento furioso
de los labios mientras empujaba su mano libre hacia abajo
en los vaqueros abiertos de Jungkook. Cuando los dedos de
Taehyung se cerraron alrededor de la polla dura de
Jungkook, Taehyung lo sintió temblar, y sonrió contra su
boca.
—Voy a hacerte temblar tanto, tus rodillas van a ceder.
Jungkook respiró pesadamente contra su boca y lo
desafió:
—Apuesto a que no puedes.
Soltando la barbilla de Jungkook, Taehyung tomó la parte
posterior de su cabeza y fuertes dedos retorcieron su
cabello. Tirando de la cabeza de Jungkook hacia atrás,
Taehyung le chupó el cuello y la garganta, luego lamió su
nuez de Adán, donde le prometió:
—Lo haré, o moriré en el intento.
Jungkook soltó un gemido áspero cuando Taehyung
acarició la carne sensible en su mano y luego le besó la
mandíbula. Mordió suavemente, y después con un dejo de
desesperación, le suplicó:
—Di que me perdonas, di que estamos bien.
—No —se negó Jungkook.
Taehyung podía ver cómo iba a desarrollarse esto. Solo
se preguntaba quién iba a ganar.
—Bueno, si no me vas a perdonar, entonces, al menos
déjame probarte.
Taehyung soltó las manos del cuerpo de Jungkook
cuando se dejó caer sobre sus rodillas y rápidamente le
bajó los pantalones hasta los muslos. Tan pronto como el
tejano reveló lo que quería, Taehyung fue a por ello.
Envolviendo los brazos alrededor de las piernas de
Jungkook, Taehyung le amasó las nalgas y le acarició la
ingle, deleitándose con el olor que le llegó a la nariz.
Exhalando lentamente, Taehyung levantó la vista para ver a
Jungkook mirándolo fijamente.
—¿Y bien? Estoy esperando.
Oh, ¿de verdad? Taehyung pensó mientras rodeaba la
base de la erección de Jungkook y arrastraba la lengua de
la raíz del árbol a la punta.
Cuando llegó a la cabeza de la gruesa erección, lamió la
raja, y los dedos de Jungkook encontraron su cabello y
tiraron de él mientras Taehyung lamía el sensible glande.
—Vamos, Taehyung. Chúpalo. Ya sabes que te mueres de
ganas —ordenó Jungkook.
Taehyung estaría condenado si esa demanda no hubiera
aumentado su deseo de tomar a Jungkook, muchísimo más.
Pero primero; primero, iba a volver a Jungkook
completamente loco.
Pasando la mano por la nalga de Jungkook, la llevó a la
parte delantera de su muslo y a la entrepierna para tomar
sus testículos llenos y pesados. Tan pronto como los acunó,
los apretó y levantó la vista para ver a Jungkook mirándolo
fijamente. Sintiendo una sonrisa cruzar por sus labios,
Taehyung se levantó sobre sus rodillas e inclinó la cabeza
sobre él.
—Mierda, Taehyung, —oyó resonar por el apartamento
en silencio mientras llevaba los labios hacia la base de la
longitud de acero de Jungkook.
—Tu boca se hizo para esto, maldición.
Taehyung podía sentir su polla presionando
dolorosamente contra su cremallera.
—Hmm… abogado bocazas equivale a un sexy
chupapollas.
Va a matarme, pensó Taehyung mientras apartaba los
labios de Jungkook. Estaba a punto de decirle que iba a
conseguirlo, y duro, si no dejaba de abrir su boca, pero
antes de que tuviera la oportunidad, la mano de Jungkook
estaba en la parte trasera de su cabeza, aumentando la
presión.
Así que, en lugar de hablar, Taehyung fijó la mirada en
los atractivos ojos que le devolvían la mirada, y en silencio
abrió los labios cuando Jungkook empujó sus caderas hacia
delante, y se deslizó más profundo en su boca.
Taehyung podía oír los suaves jadeos que soltaba
Jungkook con cada flexión de sus caderas, y cuando
Taehyung cerró la mano alrededor del firme saco que
acariciaba, Jungkook maldijo tan alto que Taehyung estaba
seguro de que todo el mundo en el piso de Jungkook lo
había oído. Pero este no era el lugar donde Taehyung
quería que esto terminara. Oh no. Tenía mucho más en
mente para Jungkook.
Poniéndose de pie, Taehyung tomó los labios de Jungkook
en un beso duro, antes de apartar sus labios.
—Todavía no, Jungkook. Tu boca está muy sucia esta
noche. Creo que necesitas enfriarte y lavarte. Es tiempo de
tomar una ducha.
Jungkook se apartó de él.
—No te voy a joder en la ducha.
Taehyung se agachó entre ellos y tomó la erección de
Jungkook en su palma.
—Bien. Porque en caso de que lo hayas olvidado, eso no
está en el orden del día de hoy.
Jungkook bajó las manos e inmovilizó las de Taehyung.
—No me vas a joder tampoco.
Taehyung miró a Jungkook mientras apartaba la mano y
acarició su mejilla con el dorso de los dedos.
—Incluso si eso fuera una opción, prefiero que tengas la
mente despejada. Por lo tanto, vamos a sacarte de este
estado en el que estás, ¿Jungkook?
Los ojos dilatados de Jungkook parpadearon cuando
Taehyung le aseguró:
—Vas a recuperar la sobriedad, me vas a perdonar y
luego voy a tomar lo que me prometiste.

Jungkook se concentró en Taehyung mientras recordaba


la mañana.
—Me hiciste daño hoy. Sabía que ella lo haría, pero no lo
esperaba de ti.
Jungkook sabía que era el alcohol que lo tenía lo
suficientemente relajado para decir cosas que normalmente
nunca haría, pero cuando Taehyung era gentil, cuando él lo
estaba tocando como si le preocupara, era tan fácil
deslizarse en las emociones fuertes.
—Lo sé —admitió Taehyung—. Sé que lo hice.
Jungkook soltó una respiración temblorosa, y por
primera vez en cuatro largas e insoportables horas, se
relajó bajo la afirmación de Taehyung.
—De acuerdo, mientras lo sepas.
Fue ahí cuando Taehyung dio un paso atrás, se quitó las
gafas y las dejó en la mesa. Jungkook se subió nuevamente
sus vaqueros, y mientras Taehyung corría una mano a
través de su propio cabello, soltó un respiro y murmuró:
—Lo sé, créeme. Verte ir, sin ningún plan de regresar, no
es algo que quiero presenciar de nuevo. Ahora, déjame
ducharme.

Taehyung siguió a Jungkook por el pasillo hacia el baño y


por primera vez, realmente quería que esto fuera especial.
Por primera vez en toda su vida adulta, se preocupaba
sobre lo que le había sucedido al hombre en frente de él.
Justo cuando Jungkook giró a su izquierda y estaba a
punto de desaparecer por la puerta, Taehyung se estiró y
cogió su brazo. Jalándolo hacia atrás, así quedaba en la sala
poco iluminada, Taehyung dio un paso hacia él hasta que la
espalda de Jungkook estuvo contra la pared.
Sosteniendo el rostro de Jungkook con sus manos,
Taehyung presionó sus labios hacia los partidos en frente
de él. Estaba implacable en su búsqueda de escuchar la
respuesta mientras anhelaba:
—¿Me perdonas?
Jungkook alcanzó su parte baja y empezó a
desenganchar el cinturón de Taehyung mientras lo negaba
una vez más.
—No.
Taehyung recostó su frente contra la de Jungkook,
mientras dedos rápidos desabotonaban su botón y su
cierre.
—Dime por qué debería hacerlo. Dame una razón —
sugirió Jungkook.
—Porque sí —fue todo lo que Taehyung pudo decir
mientras la mano de Jungkook se empujaba hacia abajo en
sus pantalones, tomándolo en su palma.
—¿Por qué? —le repitió Jungkook.
—Sí, porque sí.
—Pero me dijiste que por qué sí nunca es una buena
razón —le recordó Jungkook mientras dejaba la piel
dolorida de Taehyung. Se deslizó, haciendo su camino hacia
el baño.
Frustrado consigo mismo por toda esta situación,
Taehyung cerró los ojos y contó hasta treinta. Estaba cerca
finalmente de estar en control de sí mismo cuando escuchó
correr el agua en la otra habitación.
Oh diablos. No tenía oportunidad de ganar este juego y
lo sabía. Haría cualquier cosa por escuchar a Jungkook
decir que era perdonado, incluso si eso significaba sentarse
fuera del baño mientras él se bañaba, pero por suerte ese
no sería el caso.
Yendo hacia la sala de azulejos, la primera cosa que
Taehyung vio en la esquina fue el par de vaqueros que
Jungkook había estado usando. Luego se enfocó en el
hombre que estaba de pie debajo del chorro de agua, y
sintió que su polla empezó a eyacular mientras lo
observaba correr una esponja jabonosa por todo su cuerpo
bronceado. Cuando Jungkook después se giró hacia él, soltó
la esponja y alzó sus manos para suavizarlas por su cabello
y Taehyung estuvo inutilizado.
¿Cómo pude pensar que sería el que ganaría esta batalla
de deseos? El hombre es hermoso y terco, y tiene la
habilidad de tenerme de rodillas.
Sacándose sus zapatos y bajándose sus pantalones y sus
bóxers, Taehyung estaba feliz de ver que aunque Jungkook
seguía enojado, su cuerpo le estaba respondiendo, a pesar
de todo. La erección de Jungkook, tanto venosa y gruesa,
apuntaba directo a Taehyung antes que Jungkook la
alcance con una mano mojada y la presione mientras sus
ojos se quedaban en él.
Taehyung fue hacia la puerta de vidrio de la ducha, la
abrió, y entró, mirando al hombre enjabonado en frente de
él. Mientras el agua corría por el cuerpo de Jungkook,
haciendo que su cabello se pegara a su cabeza, Taehyung
no pudo detenerse de envolver su propia mano alrededor
de la ruborizada y gruesa erección que Jungkook estaba
golpeando.
Dando un paso hacia adelante, Taehyung encontró a
Jungkook a mitad de camino, y en el segundo en que sus
bocas colisionaron, cada pensamiento que Taehyung podría
haber tenido sobre tener algo lento y dulce se fue directo
por la puerta. Joder, esto es puro cielo. La boca de
Jungkook estaba caliente y mojada mientras se movía
debajo de la de él, y ese sonido que rodaba fuera de él era
como música para los oídos de Taehyung.
Alzando una mano hacia el hombro de Jungkook,
Taehyung apartó su boca mientras corría su mano a lo
largo de su piel suave y mojada, y ordenó:
—Gírate y enfrenta la pared.
Jungkook parpadeó ante él y el agua que fue atrapada en
sus pestañas brilló debajo de las luces del baño mientras
chupaba su labio inferior y lentamente se movía hacia
adelante. Luego, sin cuestionar, se giró.
Antes de que Jungkook esté en posición, Taehyung
invadió esa espalda perfectamente bronceada y se encajó
entre las mejillas redondeadas de su culo. Amando la
sensación de finalmente tener su polla donde siempre había
muerto por ponerlo, hundió sus dientes en el hombro de
Jungkook, chupando las gotas de agua mientras sentía el
chorro golpear su lado.
Jungkook se acomodó en él y Taehyung preguntó de
nuevo:
—¿Me perdonas? —Mientras doblaba sus rodillas y
deslizaba su erección a través de las mejillas del culo más
bronceado que había visto.
Las palmas de Jungkook se aplanaron contra la pared
mientras la usaba para devolverle el golpe a él, diciéndole a
Taehyung una vez más:
—No.
Maldiciendo con frustración, Taehyung lamió el cuello de
Jungkook hasta su oreja y amenazó:
—Joder, no te muevas, ¿me escuchas?
—¿O qué? —Se atrevió a preguntarle Jungkook.
—O, cuando quieras moverte, no te dejaré.
Jungkook giró la cabeza y miró hacia atrás.
—¿Es así como pides perdón por ser un mandón, pesado,
ohhh…
Las palabras de Jungkook se detuvieron en un gruñido
mientras Taehyung sumergía sus rodillas de nuevo,
deslizando su polla erecta contra él.
—No. Esto me está mostrando con mi cuerpo que eres la
cosa más espectacular que he tenido contra mí. Rogaré por
perdón después. Por ahora, no te muevas —instruyó.
Sin palabras, Jungkook asintió mientras Taehyung se
arrodillaba y miraba el culo perfecto en frente de él.
Ahuecó sus manos en las mejillas de Jungkook,
empujándolas hacia arriba y juntas, amasando la firme y
mojada carne debajo de sus palmas mientras el agua
golpeaba su lado y caía por sus rodillas.
Jungkook empujó hacia atrás, y cuando Taehyung corrió
sus pulgares por su hendidura sombreada, miró por encima
de su hombro y Taehyung le dio su sonrisa más pícara.
—No estás sorprendido, ¿verdad?
Mientras Taehyung se levantaba, sorbiendo el agua de
una de las mejillas redondeadas de Jungkook, soltó una
mano hacia abajo para mover su sólida erección y
Taehyung mostró los dientes, mordiendo el mismo lugar
antes de murmurar:
—Tomaré eso como un no. De hecho, creo que te estás
muriendo por esto.
Con fuertes golpes, Taehyung apartó la carne de
Jungkook.
—¿No lo estás Jungkook? Lo quieres y sabes que te lo
daré. Déjame adivinar. Quieres mi boca aquí. —Taehyung
mordisqueó a lo largo de la hendedura de fresca y mojada
piel—. Y quieres mi lengua aquí —le dijo, y golpeó su
lengua a través de lo alto de su grieta—. O tal vez… tal vez,
lo quieres todo, solo un poco más abajo.
Mientras llevaba más profunda su lengua entre las
mejillas de Jungkook, Jungkook automáticamente abrió sus
piernas, un sonido brusco saliendo de su garganta.
Taehyung rió contra él antes de sentarse de nuevo sobre
sus talones, soltando a Jungkook, mientras miraba la figura
ante él, casi olvidándose que estaban en la ducha.
—Maldición, desde el minuto en que nos conocimos, no
has sido más que pura jodida tentación para mí.
Jungkook giró la mirada hacia él, sobre su hombro, y sus
ojos eran tan oscuros como Taehyung no los había visto. Oh
sí. Jungkook estaba al borde, y estaba frustrado que
Taehyung se hubiese detenido.
Mientras se arrodillaba detrás de Jungkook, Taehyung se
dirigió a él una vez más.
—¿Me perdonas?
La pregunta ahora se volvió más como una indagación.
Esta vez, en lugar de una negación inmediata, la ceja de
Jungkook se alzó, y sus labios se torcieron.
—No.
Taehyung suavizó una palma sobre el culo de Jungkook y
prometió:
—Lo harás.

Jungkook sabía lo que estaba por venir. Taehyung


brevemente había…
Demonios.
De acuerdo, así que Taehyung nunca le había hecho esto
antes. Podía sentir los dedos de Taehyung apartándolo, y
sin poder creerlo, el rasguño del vello de su polla contra su
cuerpo era increíblemente estimulante. Jungkook se deleitó
en todos estos sentimientos hasta que la caliente y mojada
punta de la lengua de Taehyung rozó su ano.
Jungkook cerró sus ojos y se ordenó a sí mismo a
relajarse y disfrutar la… ah, maldito infierno, experiencia.
Pero sin duda, cada lamida de esa lengua hacía que su polla
estuviera dolorosamente al tanto que quería correrse.
Arqueando su espalda, Jungkook se apartó de la fría
pared y hacia la boca caliente que estaba saboreándolo por
detrás mientras escuchó y sintió un gemido vibrar fuera de
Taehyung. Probablemente esta era la cosa más
depravadora que había hecho jamás en su vida, y mientras
la lengua de Taehyung volvía de tiempo a tiempo a su
hueco sensible, Jungkook se dio cuenta que amaba cada
segundo de ello.
Moviendo sus pies incluso más lejos, gruñó cuando la
punta de un dedo chocó contra él, y mientras la punta se
deslizaba dentro, Jungkook empezó a golpear su polla.
Dejando que su imaginación volara, se figuró la forma en
que se verían ahora mismo si cualquiera los viera.
Él de pie, enfrentando la pared de la ducha, las piernas
apartadas, y Taehyung —Taehyung crudo y sin inhibiciones
— de rodillas, abriendo mi culo mientras su malvada lengua
lame dentro de mí.
Joder, la imagen mental que Jungkook se había dado a sí
mismo, era increíblemente erótica. La intensa estimulación
que Taehyung le estaba dando, lo estaba excitando tanto
que cuando la punta de su dedo se volvió un dedo
completamente grueso, Jungkook gritó y golpeó sus
caderas contra este.
Podía sentir la lengua de Taehyung bailando sobre el
lugar donde el dedo estaba encajando, y mientras fue
sacado de su cuerpo, golpeó su próstata, y Jungkook vio las
malditas estrellas. Sus caderas golpearon hacia adelante
mientras empezaba a masturbarse como si esta fuera la
última vez que esperaba correrse en su vida.
Jungkook podía sentir la boca de Taehyung contra su
mejilla del culo, y su dedo trabajando de nuevo dentro de
él, mientras empezaba a insertarlo y sacarlo, golpeando
todos los lugares correctos. No tomó mucho tiempo,
probablemente tres embestidas más de ese dedo, y
Jungkook estaba gritando el nombre de Taehyung, y se
corrió con tanta fuerza que pensó que podía arrancarse su
polla de su cuerpo.
Con su respiración errática decayendo, se dio cuenta de
los labios en su mejilla del culo, y la lengua que estaba
haciendo círculos contra su carne. Soltando su agarre de su
piel ya sensible, Jungkook bajó la mirada hacia Taehyung,
quien le dio una malvada sonrisa y mordió gentilmente su
culo.
—Sucio, sucio Jungkook. Buena cosa que estemos en una
ducha.
Jungkook giró mientras Taehyung se puso de pie, y se
inclinó contra la pared de la ducha, notando que la propia
erección de Taehyung se había decaído. Taehyung le guiñó
el ojo y luego se puso bajo el chorro, girándose para
enfrentarlo, donde él permanecía contra la pared.
—Ven y límpiate, ¿lo harás? —sugirió Taehyung y frunció
el ceño como si recordara—. ¿Estoy perdonado?
Jungkook miró sobre el hombre mirándolo, y se dio
cuenta que aunque esto se había convertido en una clase
de juego, aún quería algo… más. Así que, con los efectos
del alcohol habiéndose disipado algo, Jungkook dio un paso
hacia adelante con sus ojos encasillados en Taehyung y
replicó:
—No.
32. Veintinueve

—Entonces, dime algo —dijo Taehyung una hora después


de permanecer en la cama de Jungkook.
Habían ordenado y comido pizza de pepperoni y después
Jungkook llamó al trabajo después de una cierta insistencia
no tan sutil.
—Algo —respondió Jungkook en las sombras de la
habitación.
—Gracioso.
—Hmm, no realmente.
Cuando llegaron allí, Jungkook había cerrado las
persianas pero mientras permanecían desnudos en el
centro de la cama, los rayos de alguna manera se
deslizaban a través y hacían parecer que la piel de
Jungkook brillaba por el sol.
Taehyung se giró sobre su lado y bajó la mirada hacia el
rostro de Jungkook. Su brazo izquierdo estaba detrás de la
almohada y mientras Taehyung lo miraba a los ojos, sabía
que este era el momento que habían estado construyendo.
Esto era lo que habían buscado, la única cosa que lo haría
dejar de intentarlo, y aquí estaba, acostado a su lado.
—¿Sigues enojado conmigo? —cuestionó Taehyung
mientras se acercaba y trazaba un dedo en las costillas de
Jungkook.
Jungkook giró la cabeza sobre la almohada y lo miró.
—No…
Taehyung estrechó ojos.

—Pero… sigues sin estar perdonado.


Dejándose caer sobre su espalda, Taehyung empezó a
reír.
—¿Qué? —cuestionó Jungkook, girándose para levantarse
sobre su codo.
Taehyung observó el rostro serio que sabía que quería
ver cada día.
—Realmente eres un testarudo. Nunca me dejas salirme
con la mía. Ese es el por qué eres perfecto para mí.
Mientras los labios de Jungkook se torcían en una sonrisa
irónica, Taehyung frunció el ceño.
—¿Qué? Vamos, no me digas ¿eso es todo?
Jungkook no dijo nada. Solo sonrió y se dejó caer sobre
su espalda. Rápido como un flash, Taehyung se movió sobre
él, colocando su palma al otro lado de la cabeza de
Jungkook.
—¿Eso es todo? ¿Eso es lo que estabas esperando? —
Bajando la cabeza, Taehyung presionó su boca contra la
comisura de la de Jungkook —. ¿Qué? ¿No te he dicho lo
mucho que te necesito en mi vida? ¿Lo mucho que te quiero
en ella, cada día? — Taehyung levantó la mano para tocar
el cabello en el rostro de Jungkook—. ¿Cómo puedes no
saberlo aún?
Jungkook levantó una ceja y Taehyung no pudo evitar
pasar su dedo sobre ella mientras murmuraba:
—Tan malditamente terco.
—Es culpa tuya. Nunca me lo dijiste. ¿Qué soy, un lector
de mentes?
—No lo sé, pero soy un tonto —declaró Taehyung.
—¿Por qué?
—Esta mañana me acusaste de no arriesgar nada y
tienes razón.
Jungkook permaneció en silencio mientras pensaba que
si hablaba, Taehyung nunca podría decir lo que quería.
—Me has cambiado y ni siquiera te has dado cuenta de
eso. Solo estando contigo, ¿cerca de ti? Me haces querer
ser mejor persona. Me haces querer tomar el riesgo.
Jungkook tocó con uno de sus pulgares su labio inferior.
—¿Qué quieres arriesgar?
Taehyung dejó ir todas las emociones que estaba
conteniendo tan cuidadosamente en la longitud de su
brazo. Finalmente con esos sentimientos que lo rodeaban y
lo envolvían, simplemente respondió:
—Todo.

Jungkook no podía creer todo lo que estaba sintiendo


mientras veía a Taehyung yacer sobre él. En el último par
de semanas, Taehyung había encendido cosas que nunca
pensó que fueran posibles. Lo había retado a intentar cosas
que Jungkook nunca consideró y mientras levantaba la
mirada al rostro de Taehyung, se preguntaba si estaba
enamorado de él.
Sabía que estaba cerca. Podía sentirse a sí mismo
deslizándose, cayendo al borde de la locura —una locura
que, para él, había terminado muy mal una vez antes.
¿Estoy realmente listo para arriesgarlo todo otra vez con
alguien que no ha hecho esto antes? Mi familia va a…
—Oye, ¿en qué piensas?
Jungkook alejó los pensamientos de su familia de su
cabeza. Ahora mismo y aquí mismo estaba todo lo que era
importante en ese momento. Tenían un montón de tiempo
para el resto del mundo, más tarde.
—Nada importante.
—Eso normalmente significa exactamente lo opuesto.
Jungkook levantó ambas manos y las pasó por el cabello
de Taehyung. Mientras empujaba su cabeza hacia abajo,
Jungkook besó sus labios ligeramente.
—Puede esperar.
La boca de Taehyung se curvó contra la suya mientras
bajaba su cuerpo al suyo.
—¿Puede?
—Sí. ¿Pero sabes qué?
—No. ¿Qué?
Moviendo su boca al oído de Taehyung, Jungkook besó su
lóbulo mientras le decía:
—No puedo esperar más.
Taehyung se levantó sobre él.
—¿Qué no puedes esperar?
Jungkook bajó la cabeza de regreso a la almohada y
dobló sus piernas, presionando sus caderas en Taehyung
mientras susurraba:
—A ti.

Taehyung cerró los ojos por el placer que obtuvo del


lento arrastre de las caderas de Jungkook contra las suyas
mientras la voz de Jungkook filtraba toda su ansiedad.
Ahora mismo, todo en lo que Taehyung podía enfocarse
era en el hombre que estaba debajo de él.
—¿Me vas a tomar?
Mientras la voz de Jungkook llenaba el silencio de la
habitación, cada músculo en el cuerpo de Taehyung se
tensaba por la enormidad de la pregunta. Abriendo los ojos,
la expresión seria de Jungkook se enfocaba en él y
Taehyung descubrió nuevamente que, con este hombre, se
quedaba sin palabras.
—No tienes que hacerlo si…
—Oh, quiero hacerlo —le aseguró Taehyung mientras se
movía para arrodillarse entre las piernas dobladas de
Jungkook.
Jungkook se movió sobre sus antebrazos.

—Pero quiero que esto sea —frotó su mandíbula—


adecuado para ti.
Jungkook le sonrió y Taehyung recordó la primera vez
cuando se conocieron. Ese momento cuando se giró para
mirar a través del bar al hombre más hermoso que había
visto y Jungkook había estado usando exactamente la
misma sonrisa.
—¿ Taehyung?
Taehyung se sacudió a sí mismo de soñar despierto y
luego se volvió a enfocar.

—¿Lo que acabas de decir?

Jungkook dejó caer su cuerpo para tocar su dura


longitud.
—Justamente lo hizo adecuado.
Taehyung vio que la mano de Jungkook estaba
lentamente acariciándose a sí mismo.
—¿Estás seguro? Quiero decir, si hacemos esto, no hay
vuelta atrás. No puedes cambiarlo. Esto lo hace real.
Taehyung observó mientras permanecía abajo,
presionando sus caderas contra él incitándolo y cuando
levantó los ojos, la expresión de Jungkook respondió antes
de que las palabras lo hicieran.
—Ha sido real desde el momento en que me di cuenta de
que no podía dejar de pensar en ti.
Taehyung no pudo evitar bajar hasta su propia erección.
Poco a poco, empezó a deslizar su ajustada longitud.
—¿Y cuando fue eso?
Los ojos de Jungkook se pusieron pesados y sus labios se
abrieron mientras admitía:
—La primera noche que nos conocimos.
Taehyung arrastró su mirada del rostro de Jungkook
hacia su cuello bronceado y luego a su musculoso pecho.
—Pensé que estabas malditamente hermoso esa noche.
Estaba determinado a tenerte.
—¿Y ahora? —preguntó Jungkook, regresando su
atención a su rostro.
Taehyung liberó su eje y corrió un dedo hasta la rodilla y
a la espinilla de Jungkook antes de mirar de regreso a su
rostro el cual lo estaba observando.
—Ahora, creo que eres hermoso y a punto de ser mío.

Jungkook contuvo el aliento mientras el dedo de


Taehyung continuaba dibujando un simple camino de su
rodilla hasta su tobillo y luego de regreso. No era nada, era
todo y lo estaba volviendo loco.
— Taehyung —dijo finalmente cuando el simple toque no
era suficiente.
—¿Sí, Jungkook?
Jungkook tragó y luego solo decidió decirlo:
—El lubricante y los condones están en la mesita de al
lado.
¿Y qué? Se había preparado para esta noche. Pensó en
eso muchas veces y no estaba avergonzado de eso en
absoluto y mientras Taehyung retrocedía lentamente en la
cama, Jungkook olvidó todo excepto lo impresionante que
se veía desnudo.
Los músculos de los muslos de Taehyung se apretaron
cuando se levantó de la cama y después caminó alrededor a
la mesita donde abrió el cajón y tomó lo que necesitaba.
Cuando se giró alrededor para enfrentarlo
completamente, Jungkook pensó que nunca había visto a
alguien tan atractivo en toda su vida. Siempre había sabido
que Taehyung era sexy, eso no se cuestionaba. Todos lo
miraban, ambos, hombres y mujeres. Pero mientras
permanecía de pie ante él —desnudo, excitado y mirándolo
como si lo quisiera más a él que seguir respirando—
Jungkook se dio cuenta que nunca había tenido una
atracción física tan fuerte como la tenía ahora.
—Joder, amo como te ves así —admitió en voz alta por
primera vez.
Los párpados de Taehyung bajaron a medio camino
mientras se colocaba el preservativo y lubricaba su polla.
Jungkook no pudo evitar mirar los músculos del brazo de
Taehyung flexionarse mientras empezaba a bombear con su
puño. Buscando entre sus propias piernas, Jungkook
coincidió con el ritmo de Taehyung y observó mientras se
masturbaba con él.
—Sigue haciéndolo —instruyó Taehyung cuando
caminaba de regreso para permanecer al final de la cama
de Jungkook.
Jungkook rastreó con sus ojos, levantó su palma, escupió
en ella y luego continuó masturbándose sobre su tensa
carne.
—Dobla tus piernas, Jungkook. Muéstrame todo.
La brusca voz de Taehyung llenó la habitación y
Jungkook no titubeó. Levantó sus pies hasta que estuvieron
planos sobre la cama y extendió sus piernas. Sabía que
Taehyung tenía una vista completa de sus bolas y trasero,
sin mencionar su polla y entre más pensaba Jungkook sobre
eso, más encendido se ponía.
—Muéstrame lo que hiciste la primera vez que hablamos
por teléfono. ¿Recuerdas esa noche, no? Esa fue la primer
noche que admitiste que te ponía duro, que me querías,
que me observabas.
Taehyung colocó una rodilla en el colchón y después
subió a la cama hasta quedar entre las piernas de
Jungkook.
—Me dijiste esa noche que estabas tan duro que podías
continuar toda la noche.
Casi en cámara lenta, Jungkook observó a Taehyung
inclinarse hacia adelante y enredar sus dedos engrasados
alrededor de él. Jungkook gruñó y empujó su erección a
través de los dedos mientras Taehyung preguntaba:
—Vamos a trabajar en eso.
Jungkook extendió sus piernas todavía más y empujó su
trasero en la cama mientras su resbaladiza polla se
deslizaba a través de su puño.
—Te quiero tan caliente, duro y desesperado de lo que
has estado antes y una vez que estés ahí, entonces te
tomaré. ¿Está bien?
Jungkook se tuvo que preguntar sobre cuánto más
desesperado se podía poner y luego lo sintió, un
resbaladizo dedo bajó sobre sus bolas y la piel se apretó
detrás de él hasta hacer su camino a la hendidura de su
trasero.
—¿Bien, Jungkook?
Jungkook observó a Taehyung y cuando vio la sonrisa
pecaminosa que le estaba dando la boca de ese hombre,
sabía que iba a ser tomado de formas que nunca había
imaginado.
33. Treinta

Taehyung mantuvo los ojos en el hombre silencioso


debajo de él mientras se inclinaba entre sus piernas y
llevaba su lengua a través de la polla de Jungkook. Las
piernas de Jungkook se tensaron y se alzaron, y Taehyung
inmediatamente movió sus manos hacia las caderas de
Jungkook, para sostenerlas aparte.
—Horas —murmuró—. Pronto algún día, voy a pasar
horas aquí abajo, tocándote, besándote, chupándote. —
Besó la piel que había preparado en el cuerpo de Jungkook
—. ¿Te gusta la idea? ¿Mi boca aquí abajo por horas? Creo
que sí.
Taehyung alzó la mirada hacia el gran torso de Jungkook,
hacia los ojos abrasadores de arriba. Debió saber que el
chico devolvería la palabra, incluso cuando recibía una
lamida profunda.
—Me gustas más aquí abajo, ocupado, que dándome el
infierno como usualmente haces.
Taehyung rió y acarició sus dedos dentro de los muslos
tensos de Jungkook, pasándolos sobre el pliegue de sus
piernas mientras continuaba saboreando y chupando la piel
caliente, recostada segura entre las piernas de Jungkook.
—Cuidado, Jungkook, ya estoy excitado. Ya sabes qué
caliente me pongo cuando eres malo conmigo.
Jungkook se las ingenió para colocarse contra la boca de
Taehyung mientras bajaba su propia mano para manipular
su abandonada polla.
—Realmente eres un hombre demente, Taehyung —
resopló Jungkook.
Taehyung golpeó la base de su erección con su lengua.
—Lo amas. Admítelo.
Jungkook alzó su cabeza para mirarlo, y Taehyung
empezó a dibujar círculos con su lengua.
—¿Admitir qué?
—Que amas todo lo que te hago —murmuró y luego
maniobró para ponerse de rodillas.
Una vez que estuvo así, Taehyung apretó una de las
piernas de Jungkook debajo de su rodilla. Bajando sobre él
y presionando el muslo de Jungkook contra su pecho,
Taehyung lo besó mientras acariciaba su palma sobre su
hombro.
—¿Lo haces, verdad? —preguntó de nuevo Taehyung.
Esta vez, sumergió su mano libre sobre las bolas de
Jungkook para pasar sus dedos por el mango caliente de
carne entre sus mejillas. El cuerpo de Jungkook se tensó y
Taehyung aconsejó gentilmente:
—Relájate. Respira y déjame entrar. Ya hemos hecho esto
y tú lo amas.
—Sí —suspiró Jungkook contra su boca.
Taehyung presionó la punta de su dedo contra el
pequeño y caliente pliegue de piel.
—Sí. Lo amo todo —respondió Jungkook.
Gentilmente, Taehyung movió su dedo dentro del cuerpo
de Jungkook mientras presionaba sus labios contra los
labios partidos de Jungkook. Arrogantemente confiado dijo:
—Oh, lo sé.
Los ojos de Jungkook se cerraron entonces mientras
Taehyung empujó su lengua en su boca. Deslizó su dedo
más profundamente, mientras sentía el cuerpo de Jungkook
absorberlo, Taehyung murmuró en su boca moviéndose
debajo de él:
—Eso es. Sí. —Empezó a empujar y movió su dedo dentro
y hacia fuera de Jungkook, una y otra vez—. No puedo
esperar hasta que esto sea mi polla.
Jungkook se estremeció y Taehyung sabía que él también
lo estaba pensando.
—Yo dentro de ti —prometió sobre los labios de Jungkook
mientras presionaba dos dedos contra su ano—,
estrechándote, tomándote, follándote.
—Sí, joder, sí —acordó Jungkook, masturbándose un poco
más rápido.
—Va a ser tan bueno que pensarás sobre mi polla incluso
cuando no esté a la vista.
Taehyung podía sentir su erección respondiendo ante sus
palabras mientras que él oh, lentamente insertaba dos de
sus dedos dentro del cuerpo de Jungkook. Taehyung podía
sentirlo tomar aire y soltarlo mientras trabajaba su dedo
índice y medio dentro.
—Oh Maldición, eso es… eso es…
Jungkook parecía atropellarse con las palabras, pero no
parecía importar porque Taehyung escogió ese momento
para retorcer su mano y rozar sus dedos directamente a
través de la próstata de Jungkook. Esa buena práctica tenía
las caderas de Jungkook moviéndose hacia arriba en el aire
y su mano apretando su polla, duro.
De nuevo, Taehyung empujó sus dedos dentro,
estrechando a Jungkook e intentando ponerlo listo para lo
que estaba por sucederle. Jungkook se veía magnifico,
recostado debajo de él. Tenía una pierna doblada contra su
pecho, donde Taehyung la mantenía en su lugar, y la otra
angulada en la rodilla, contra el colchón. Sus manos
ocupadas estaban frenéticamente trabajando su carne
rígida, y mientras alzaba la mirada hacia Taehyung con
absoluta lujuria en sus ojos, Taehyung preguntó:
—¿Estás bien?
Cuando Jungkook nerviosamente lamió sus labios y
asintió, Taehyung se bajó a sí mismo y siguió el mismo
camino, trazando la boca de Jungkook con su lengua, antes
de maldecir su falta de control. Llevando sus dedos de
regreso a la casa caliente y ajustada donde su polla quería
tomar residencia, admitió:
—Lo quiero aquí demasiado, Jungkook. Lo he querido
desde que nos conocimos.
Taehyung soltó sus dedos, y la respiración de Jungkook
se volvió dura mientras sus labios se partían mientras le
decía:
—Entonces, tómame.

Estaba listo. Mierda. Estaba más que listo mientras los


dedos de Taehyung trabajaban dentro de él. No era el
sentimiento más cómodo, pensó Jungkook mientras
Taehyung sacaba sus dedos gruesos fuera de él. Pero cada
vez que lo había hecho, las puntas de sus dedos habían
golpeado contra ese lugar donde el placer estaba fuera del
maldito cuadro. Así que sí, quería sentir la presión y
totalidad que la polla de Taehyung le daría cuando se
presionara contra él.
—¿Estás listo? —preguntó Taehyung mientras miraba
hacia abajo, a lo que parecía una expresión enojada.
Pero Jungkook lo conocía mejor. Sabía que era la lujuria
restringida, no el enojo lo que estaba haciendo ver a
Taehyung como si quisiera matarlo. Taehyung lo observó
tanto que lo estaba hiriendo físicamente al esperar.
Jungkook asintió y él esperaba que Taehyung remueva su
mano y se empuje dentro de él. Lo que no esperaba era que
Taehyung se cambie de su posición entre sus piernas.
Mientras se recostaba contra su espalda a su lado,
Jungkook volteó su cabeza y lo miró con el ceño fruncido.
—No lo entiendo.
Con una mano, Taehyung palmeó su polla.
—La mejor manera para ti va a tener que ser así.
El culo de Jungkook pulsó y quemó ligeramente por los
dedos que se habían movido dentro de él, y mientras
miraba cómo Taehyung estaba casualmente recostado en
su espalda, preguntó, confundido:
—¿Qué…?
—Móntame, Jungkook.
—¿Qué? —cuestionó Jungkook, sintiendo su ceño alzarse.
—Pon tus piernas a cada lado de mí. Sabes lo que
significa montar, ¿verdad?
—Vete a la mierda —se escuchó a sí mismo murmurar
mientras se acercaba a Taehyung.
—Tú puedes, si quieres.
Jungkook lo fulminó con la mirada, realmente no enojado
con Taehyung pero irritado con su repentina aprehensión.
Había estado listo para recostarse debajo de Taehyung o
estar de manos y rodillas. Pero esto, esto no era lo que
había esperado. Nunca antes habían hecho esto.
—De esta forma, estarás en control. Puedes ir tan lento o
rápido como quieras, montarme.
Bueno, eso tiene sentido, pensó Jungkook. Pero mientras
se detuvo al lado de Taehyung y bajó la mirada ante la
mano apretando la enorme polla, Jungkook no podía creer
que esta era la primera vez que se preguntaba, cómo eso
iba a…
—Funcionará —le aseguró Taehyung, pareciendo leer su
mente—. Confía en mí. Deja de pensar. Ven aquí, y bésame.
Jungkook se movió hacia abajo y besó su boca y las
manos de Taehyung cogieron sus brazos y lo atrajeron más
cerca. Mientras caía con un suave resoplido, las manos de
Taehyung se deslizaron alrededor de su espalda y por
debajo de su espina dorsal hacia su culo.
Jungkook gimió mientras la lengua de Taehyung se
empujó entre sus labios, y cuando dedos fuertes apretaron
la parte trasera de sus muslos y urgieron a separarlas,
Jungkook expandió sus piernas a cada lado de Taehyung.
Mientras Jungkook mordía todo el labio que amaba y
colocaba sus manos por la cabeza de Taehyung, lo besó
apasionadamente y empezó a moler su polla contra la que
estaba debajo de él. Podía sentir las manos de Taehyung
deslizarse a cada lado de sus muslos hacia su cintura y a
través de su cuello mientras continuaba besando y
moviéndose contra él por debajo. Mientras un gemido salió
de Taehyung y se movió a través de él, Jungkook supo lo
que quería. Quería darle a este hombre todo.
Alzando su cabeza, Jungkook miró hacia abajo, hacia los
ojos azules oscuros mirándolo de vuelta y colocó sus
palmas contra el pecho de Taehyung mientras lentamente
se sentaba, sentándote a horcajadas sobre el estómago de
Taehyung.
Su polla se levantó en frente de él, mientras las manos
de Taehyung se recostaron en sus muslos mientras
Jungkook empezó a moverse y suspirar por el puro placer.
—Oh, Joder, Jungkook. Te ves maravilloso —le dijo
Taehyung mientras sus ojos se movían por su cuerpo.
Mientras Jungkook se arrodillaba sobre el hombre, se
sintió jodidamente increíble. Notó a Taehyung mirar sobre
el lado de la cama y coger la botella que había dejado ahí.
Abriéndola rápidamente, Taehyung la alzó hacia Jungkook y
empezó a volcar un poco sobre su palma antes de cerrarla y
lanzarla al otro lado. Luego empezó a masajear sus manos
sobre los muslos de Jungkook.
—De acuerdo, cuando estés listo, solo anda hacia atrás,
lléname de lubricante y tómate tu tiempo. — Taehyung se
detuvo mientras colocaba sus manos debajo de su cabeza,
intentando asimilar una sensación de calma—. No hay
apuro, y si quieres detenerte, lo haces.
Jungkook apreció que sus nervios hacían que su corazón
golpeara erráticamente en su pecho.
Alcanzando detrás de él, encontró la erección de
Taehyung. Curvando sus dedos alrededor de esta, pasó su
mano resbaladiza sobre el tallo, y sintió su cuerpo completo
moverse mientras Taehyung se alzaba debajo de él.
Jungkook bajó la mirada ante el poderoso hombre debajo
suyo y lo soltó mientras luego empezaba a preparar su
propio cuerpo. Mientras empezaba a pasar sus dedos
mojados sobre su agujero, se lamió los labios
nerviosamente y cogió su erección goteando por su
excitación, excitación por lo desconocido.
Los ojos de Taehyung se veían pesados, pero su pose
relajada no atrapó a Jungkook ni por un segundo. Los
brazos que Taehyung había colocado debajo de su cabeza
se veían tensos, y los músculos estaban abultados mientras
Jungkook lentamente se alzaba sobre sus rodillas.
—¿Taehyung? —susurró Jungkook, dudando.

Jungkook se enfocó en el rostro serio mirándolo.


—¿Puedes ayudarme?
Una suave expresión suavizó los rasgos tensos de
Taehyung mientras bajaba sus manos y las suavizaba por
los muslos de Jungkook.
—Por supuesto.
Jungkook apretó la polla de Taehyung y lo empujó hacia
su cuerpo hasta que sintió la punta entre sus mejillas. Fue
ahí cuando las palmas de Taehyung se suavizaron sobre sus
caderas, y sus dedos gentilmente lo abrieron.
Al principio, Jungkook empezó a probarse a sí mismo,
moviéndose hacia atrás y adelante sobre ello, sintiendo la
forma en que la amplia cabeza redonda partía su culo
mientras masajeaba su culo. Escuchó el siseo del aire y
bajó la mirada hacia Taehyung, quien había cerrado sus
ojos como si el placer fuera mucho para soportar, y eso hizo
valiente a Jungkook.
Recordando lo que Taehyung le había dicho, tomó aire, y
luego, lentamente, lo liberó mientras bajaba su cuerpo
hacia la polla dura que lo esperaba. La primera sensación
fue la inmediata presión de algo tan grueso intentando
penetrarlo, pero por su ángulo era mucho más fácil
controlar cuánto tomaría. Rechinando sus dientes y
colocando sus palmas en el pecho de Taehyung, Jungkook
miró el rostro que estaba tenso mientras continuaba
deslizándose en él.
En el segundo en que Taehyung empujó y pasó ese inicial
anillo apretado de músculo, Jungkook fue golpeado con la
punzada y la quemazón. Mierda. La presión en su culo no
era como nada de lo que había sentido. Mientras su polla
estaba empezando a suavizarse, y estaba a punto de
removerse, una de las manos de Taehyung se envolvió
alrededor de él y empezó a frotar su erección.
—Respira Jungkook. Te sientes y te ves tan jodidamente
bien. Joder. Respira.
Jungkook se enfocó en el rostro de Taehyung, que incluso
con su cara retorcida de distorsionado dolor y placer, era
aún sexy como el infierno. Mantuvo una mano en la cadera
de Jungkook y continuó frotándolo con la otra.
—Tu culo se siente increíblemente, tan caliente y tan
jodidamente apretado.
Las palabras de Taehyung eran tanto sucias y
provocativas, mientras hacía su camino hacia él, Jungkook
encontró que lo distrajeron de la quemazón dentro de él
mientras continuaba bajando, sintiendo a Taehyung abrirlo
cada vez más mientras se hundía con mayor profundidad.
Taehyung gruñó como un animal enjaulado debajo de él y
su mano se aferró a la cadera de Jungkook. Jungkook cerró
sus ojos, intentando acostumbrarse a la sensación,
intentando acostumbrarse a ser llenado, pero era tan
extraño y se sentía tan diferente que no pensó que jamás se
sentiría correcto.
—Eres tan jodidamente grande —se escuchó a sí mismo
decir en voz alta.
Taehyung dio una risa tensa.
—Palabras que a ningún hombre le molesta escuchar.
Jungkook no tenía ninguna respuesta inteligente esta vez
mientras finalmente se sentó por completo y la carne de
Taehyung pulsó dentro de él. Jungkook se mantuvo tan
rígido como pudo, intentando dejar a su cuerpo
acostumbrarse a la invasión.
Mientras Jungkook bajaba la mirada hacia Taehyung, le
dio una de sus bajas sensuales sonrisas y Jungkook sintió
su polla despertar. No pudo evitar dar la embestida que
dio, intentando empujarse a sí mismo en… algo, y justo así
de rápido, Taehyung curvó su puño alrededor de él.
En el minuto en que Jungkook se había movido, la polla
dentro de él se movió y el placer que obtuvo de esto lo
sorprendió. Le sorprendió tanto que lo hizo de nuevo, esta
vez causando que Taehyung maldijera.
Con sus manos en el pecho de Taehyung, Jungkook
lentamente se alzó a sí mismo sobre sus rodillas,
permitiendo que la erección de Taehyung se deslizara un
poco lejos de su cuerpo. Luego, volvió a sentarse, y esta
vez, esa polla grande y rígida golpeó el lugar correcto y los
ojos de Jungkook rodaron hacia atrás de su maldita cabeza.
Respirando con fuerza, lo volvió a hacer, un poco más
rápido. Se alzó a sí mismo, y luego volvió a bajar, su cuerpo
succionando a Taehyung dentro.
—¡Oh mierda, Kook, joder! —gritó Taehyung mientras
arqueaba su cabeza hacia atrás contra la almohada. Su
cuello tenso por el placer, exponiendo todas sus venas—.
Tan bueno.
Amando el sonido de ello, Jungkook empezó a mover sus
caderas sobre la polla dentro de él. La quemazón ahora
había sido reemplazada con un dolor satisfactorio, y
Taehyung estuvo en lo correcto sobre lo bien que se sentía.
Mientras Taehyung se sentaba a medias, causando que
todos los músculos de su estómago se ondulen, la erección
de Jungkook se sacudió ante la vista y se dobló para tomar
la boca de Taehyung.
Forzando su lengua entre sus labios, Jungkook empezó a
retorcerse encima de él mientras Taehyung estaba
recostado, trayéndose a Jungkook con él.
—Mmm, de nuevo —pidió Taehyung, pero sonaba más
como una demanda.
Jungkook se movió hacia adelante para atrapar la boca
de Taehyung y la erección dentro de él se liberó.
—¿Cómo se siente tenerme dentro de ti? —preguntó
Taehyung por su oreja.
Jungkook se deslizó de regreso y una vez más tomó a
Taehyung todo dentro de él.
—No hay palabras —confesó Jungkook.
Luego, sintió las manos en su culo, apretadas, mientras
Taehyung se movía y doblaba sus rodillas, por lo que sus
pies fueron al colchón.
—Bien, porque voy a moverme dentro de ti de la forma
en que he estado deseando hacer. —Y eso fue toda la
advertencia que obtuvo Jungkook.
El control de Taehyung estaba en su final. Con su polla
dentro de Jungkook mientras este rozaba un mojado trazo
de pre-semen por todo el cuerpo de Taehyung, estuvo
sorprendido de no haber perdido su calma.
Apenas Jungkook se había hundido encima de él,
Taehyung había empezado a contar hacia atrás desde el
número cien. El agonizante placer de ver el cuerpo de
Jungkook tomarlo era demasiado.
Cuando Jungkook lo había montado y su cuerpo había
estado pesando con cada respiración ansiosa, Taehyung se
había preocupado al inicio que Jungkook hubiese cambiado
de idea. Pero después de un gentil halago y unas cuantas
embestidas en el lugar correcto, ese hermoso hombre había
empezado a moverse, y la paciencia de Taehyung terminó.
Mientras Jungkook estaba recostado sobre él, Taehyung
pudo sentir su cuerpo apretándose alrededor de él.
Palmeando las mejillas de su culo, Taehyung abrió sus
piernas mientras levantaba sus pies para plantarlos en el
colchón. Cuando Jungkook colocó sus manos a cada lado de
su cabeza, Taehyung se acercó y mordió su labio inferior
mientras empujaba sus caderas fuera de la cama y lo
penetraba. No estaba exactamente seguro de lo que
Jungkook estaba sintiendo en ese momento, pero cuando
sus ojos se encontraron y Jungkook bajó su cabeza,
susurrando ―De nuevo, Taehyung perdió todo su
autocontrol.
Propulsando sus caderas hacia arriba, Taehyung bajó a
Jungkook, penetrándolo profundamente y duro. El cuello de
Jungkook se arqueó hacia atrás y luego sorprendió como la
mierda a Taehyung al sentarse y tomarlo tan profundo en
su cuerpo como era posible.
Con una fuerte maldición, Jungkook se inclinó hacia
atrás y colocó una palma en el colchón entre las piernas de
Taehyung, luciendo su cuerpo entero para que Taehyung lo
mire. Con ojos frenéticos, Taehyung intentó tomar todo, y
no hubo manera de que no se agarrase de esa polla rígida.
Estirándose para frotar la erección de Jungkook, la
imagen que tenia en frente Taehyung era algo de sus
fantasías más sucias, y no pude evitar golpear sus caderas
contra Jungkook, duro. Los sonidos y palabras viniendo de
la boca de Jungkook eran bajas, graves y más sucias que un
maldito marinero mientras continuaba rodando sus
caderas. Aparentemente, había encontrado el exacto y
correcto ángulo para continuar golpeando el lugar que
necesitaba para volverse loco.
—Oh, sí. Justo ahí, Taehyung. Mierda. ¡Oh joder! —Y eso
fue todo lo que tomó.
Como una maldita fuente, la polla de Jungkook
erupcionó, y blancos chorros inusuales de su semen
chorrearon por la mano y estómago de Taehyung. Mientras
rechinaba sus dientes, aguantando su propio clímax,
Jungkook rodó fuera de el, y qué jodida vista que era.
Taehyung sabía que una vez que había tenido a Jungkook,
nunca querría detenerse, y había estado muerto con esa
predicción.
Sabiendo que la polla de Jungkook estaría tan sensible,
Taehyung a regañadientes se soltó de él y se quedó ahí
recostado, con su propia respiración saliendo fuerte
mientras esperaba la siguiente movida de Jungkook.

Jungkook se movió y escuchó a Taehyung soltar un


gruñido silencioso, y estuvo sorprendido de sentir que aún
estaba duro. El orgasmo de Jungkook había sido
jodidamente espectacular, y estaba sorprendido de
descubrir que ser tomado por Taehyung era tan adictivo
como tomar a Taehyung.
Mirando al excitado y agitado hombre debajo de él,
Jungkook preguntó, inseguro: —¿Ahora qué?
Taehyung mordió su labio superior como si estuviera con
dolor.
—Deslízate, lentamente.
Jungkook hizo como le instruyeron, y en el minuto en que
Taehyung se deslizó de su cuerpo, estuvo casi abrumado
por la sensación de pérdida que sintió. No tuvo mucho
tiempo para pensarlo de nuevo porque Taehyung se movió
más rápido de lo que Jungkook pensó que era posible. Se
levantó de la cama y rodó sobre la misma hasta que
Jungkook estaba recostado boca abajo en el colchón, y
Taehyung estuvo situado contra él de la cabeza a los pies.
Jungkook gimió mientras Taehyung mordió su hombro y
lo sostuvo hacia abajo.
—Maldita sea Jungkook, maldito seas.
Jungkook se giró y cuando sintió la polla desnuda de
Taehyung contra las mejillas de su culo, supo que había
retirado el condón.
—Tu culo, pegándose contra mí mientras me deslizo
fuera y luego empujo de nuevo hacia adentro —repitió
seductoramente mientras Jungkook sintió una mano
empujar su cabello a un lado y sus labios empezaron a
chupar la piel de su cuello—. Nada se ha sentido tan bien. Y
nadie se ha visto tan hermoso como tú montándome como
si estuvieras hecho para eso.
Jungkook mordió la almohada mientras las caderas de
Taehyung continuaron moviéndose sobre su culo, y
prometió:
—La próxima vez, voy a tenerte justo así. Boca abajo, el
culo arriba. Pero por ahora, voy a darle a tu pequeño pobre
culo una pausa. Solo recuéstate ahí y déjame mirar lo que
finalmente es mío y de nadie más.
Jungkook sintió el peso del cuerpo de Taehyung moverse
lejos de él y permaneció donde le dijeron con sus piernas
expandidas detrás de él mientras escuchaba la botella
abrirse una vez más. Cerrando sus ojos, Jungkook se
imaginó lo que vería si se giraba. Taehyung arrodillándose
entre sus piernas, deslizando su mojada mano, que podía
escucharla, en un puño, moviéndose frenéticamente.
Cuando una mano larga bajó y empezó a moverse por su
culo, Jungkook no pudo evitar moverse hacia ella.
Taehyung maldijo detrás de él, y Jungkook pudo sentir la
punta de un dedo probando su bien usado cuerpo. De
hecho se sentía bien, así que abrió sus piernas y apenas se
deslizó dentro de él, escuchó un grito áspero seguido por
su nombre y luego sintió un líquido caliente y pegajoso
golpear su espina dorsal y más abajo mientras Taehyung se
corría sobre él.
Jungkook cerró sus ojos mientras la lengua de Taehyung
lamía la piel de su espalda, y sus manos se movían sobre él
antes de que se eche, juntando sus cuerpos, pecho contra
espalda.
—Hmmm —tarareó en su oreja—. Ya no sabes a cereza.
Jungkook giró la cabeza en la almohada.
—¿Una cereza? Yo no…
—Sí —interrumpió Taehyung, besando su mejilla—. La
embestí, chupé la semilla, luego lamí todo y la hice mía…
Jungkook escuchó la risa de Taehyung en su oreja y tuvo
el sentimiento que lo estaba haciendo para obtener una
respuesta por parte de él.
—Así que, ¿eso qué te hace, mi pequeño lame-semen?
La boca de Taehyung se congeló dónde estaba y mientras
una risa alta y retumbante salía de él y llenaba el espacio
lleno de sexo, rodó fuera de Jungkook.
—Oh mi Dios. Esa fue buena. Debo darte el crédito.
Jungkook se quedó dónde estaba pero sonrió mientras
cerraba sus ojos.
—Bien. Ahora, déjame a solas. Desde que me has tenido,
finalmente me debes un poco de sueño.
—Aw, ¿te he mantenido despierto por la noche?
Jungkook abrió un ojo.
—¿Taehyung? —Estaba a punto de decirle que se callara
la boca, pero fue ahí cuando el sonido de su teléfono se
insertó en la habitación.
Jungkook reconoció ese sonido inmediatamente. Era su
padre o su madre, que podía ser peor. No se movió
mientras estaba ahí recostado, atento al hombre recostado
a su lado.
—¿Necesitas contestar? —preguntó Taehyung, su
expresión ahora seria en lugar del humor relajado de los
segundos anteriores.
Ambos sabían que quien sea que estuviera al otro lado de
esa línea iba a cambiar las cosas.
Así que en lugar de alcanzarlo, Jungkook se acercó más a
su amante, recostó su cabeza en la misma almohada y le
dijo:
—Les devolveré la llamada.
—¿Y luego? —preguntó Taehyung, su cuerpo relajado,
pero sus ojos traicionando su relajada calma.
—Y luego… todo va a cambiar.
Taehyung tragó visiblemente e hizo la pregunta que
Jungkook sabía que estaba por matarlo.
—¿Realmente estás listo para lo que va a suceder aquí,
con tus padres?
Jungkook alzó su palma para apretar el mentón de
Taehyung. Mientras se inclinaba y presionaba sus bocas,
decidió que ahora no era el momento. Ese era el momento
donde él le preguntaba de nuevo y esperaba una respuesta
diferente. O sería la cosa más valiente que jamás había
hecho o la más estúpida. Miró directamente en los ojos de
Taehyung y le dijo:
—Siempre lo estuve. ¿Y tú, estás listo para intentarlo?
Y pacientemente, Jungkook esperó la respuesta.
—————————————————————————————
PROXIMAMENTE!!!
Tomar (Temptation #2)
TOMAR — verbo: alcanzar y coger o tener algo en
posesión, poder o control.
Kim Taehyung es un hombre que siempre ha sido más
que feliz de tomar lo que quiere. Es una filosofía que ha
sido lucrativa tanto en sus negocios como en su vida
personal, y nunca fue más evidente que la noche en que
puso los ojos en Jeon Jungkook. Después de usar toda la
artillería y convencer al sexy bartender de darle una
oportunidad —él está enganchado. Ahora, Taehyung se
encuentra en un predicamento que exige más de él que una
respuesta sabelotodo y su innata habilidad para alejarse
cuando las cosas se ponen demasiado profundas.
Tiene una decisión que tomar, y va a obligarlo a hacer
algo que nunca ha hecho antes —tomar el riesgo.
Jeon Jungkook sabe todo sobre tomar riesgos. Tomó el
más grande de su vida la noche en que se presentó en el
apartamento de Taehyung para explorar su inesperada
reacción hacia el hombre. Desde entonces, solo ha pensado
en eso.
Al principio estaba convencido de que su atracción se
basaba únicamente en la curiosidad de su cuerpo. Pero
entre más tiempo pasa con el elocuente abogado, más se da
cuenta Jungkook de que su atracción física es solo el
comienzo. Está empezando a vislumbrar lo que sería su
vida con Taehyung, y es una llena de emoción y satisfacción
—muy diferente a la que tuvo en el pasado con su futura ex
esposa.
Cada hombre enfrentará sus miedos mientras comienzan
a entender el verdadero significado de dar y tomar. Sus
sentimientos se pondrán a prueba, al igual que sus
creencias. Pero ahora que han encontrado el amor donde
menos lo esperaban, ¿serán lo suficientemente valientes
para alcanzarlo y tomarlo?
———————————————————
… y se acabó el primer libro, espero que las personas
que lo han leído les haya gustado! :) y que sigan conmigo
en esta siguiente aventura. Muchas gracias por leer !
Adiosin !!!! <3

También podría gustarte