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“Soluciones Parenterales”
Fecha 07/03/2023
Soluciones Parenterales
Electrolitos
El agua del organismo tiene sustancias disueltas que se conocen como solutos. Todas las
sustancias disueltas confieren a los líquidos orgánicos propiedades diferentes que hacen
que se comporten como soluciones electrolíticas y desempeñan importantes funciones del
proceso vital.
Las partículas cargadas eléctricamente se conocen como iones, si su carga es positiva se
les llama cationes y si es negativa son aniones. Por lo normal el número de total de cargas
positivas es igual al número de cargas negativas; es decir, se mantiene un equilibrio iónico.
Los componentes electrolíticos fundamentales en el interior de las células son los cationes
potasio y magnesio y los aniones fosfato y proteínas en tanto que el catión sodio y los
aniones cloro y el bicarbonato son los principales en el líquido extracelular.
Ingresos y egresos
Los individuos que están sanos se ingieren aproximadamente 2000 a 2500 ml de agua al
día como líquidos o formando parte de los alimentos sólidos y otros 250 ml son el producto
de la oxidación de los carbohidratos, proteínas y lípidos.
En enfermos despiertos la ingesta se controla por la sed activada por la hiperactividad de
los tejidos cuando se pierde agua. El dolor, el temor, la disminución del volumen extracelular
y algunos fármacos como la morfina, la adrenalina y los barbitúricos estimula la liberación
de la hormona antidiurética.
Así como hay necesidad de un ingreso diario de agua para cumplir las necesidades
metabólicas del organismo también es necesario el ingreso de los electrolitos que
mantienen la tonicidad de las soluciones orgánicas, junto con los alimentos se ingieren 60
a 100 meq/día de sodio. Cuando el ingreso de sodio está restringido o cuando hay pérdidas
extraordinarias del ion, la excreción de sodio por el riñón disminuye en forma considerable.
La ingesta de potasio con las dietas de alrededor de 40 a 60 meq.
Todos los días entre 8 y 10 L de líquido con composición similar al extracelular son
secretados al tubo digestivo y la misma mucosa intestinal los resuelve para reciclarlos, este
mecanismo también es parte de la función renal mediante la cual los capilares glomerulares
filtran cada día aproximadamente 180 L de fluido de composición similar al extracelular y
99% del agua y de cloruro de sodio se reabsorben los túbulos renales. La función de
filtración y excreción es tan eficaz para conservar los líquidos que una persona normal sólo
pierde entre 800 y 1500 ml de agua al día por la orina, 250 ml en la materia fecal, y 600 a
900 ml se escapan como pérdidas insensibles por los pulmones y la piel.
En suma, un sujeto normal consume al día de 2000 a 3000 ml de agua, 60 a 100 meq de
sodio y 40 a 60 meq de potasio.
Deshidratación isotónica
Cuando se pierde agua también sucede con las sales que están disueltas en ella, de modo
que la composición y tonicidad del plasma permanecen en los límites normales aun cuando
el volumen se reduce por la pérdida. Esta alteración se observa la diarrea y el vómito; en
las fístulas intestinales, pancreáticas o biliares; en la salida del líquido del intestino delgado;
en el drenaje de las ileostomías; en las quemaduras y en el sudor excesivo sin reemplazo
de la pérdida.
El diagnóstico de la deshidratación se basa en la evaluación de los datos de la historia
clínica, en los resultados de la exploración y en el análisis de la hoja de control de líquidos.
Cuando la pérdida es mayor aparece estupor y el paciente entra en estado de coma, la
perfusión de los tejidos se deteriora y la presión venosa central es baja, no hay lágrimas y
los globos de los ojos se hacen muy blandos; los músculos están atónitos y aumentan los
trastornos digestivos como náuseas y vómito.
En el tratamiento de esta deficiencia se administran soluciones en igual volumen y
composición a las que se han perdido.
Deshidratación hipertónica
La distribución con aumento de la osmolaridad del plasma se observa cuando el ingreso se
limita y la vía oral no está libre o se ha perdido la capacidad de saciar la sed; se produce
también en la diabetes mellitus, en los enfermos con nefritis que no pueden conservar agua,
en la pérdida excesiva por cualquier vía y en las quemaduras con superficie extensa de
evaporación.
Los signos de deshidratación son similares a los descritos, pero la lengua se retrae y se
seca; la piel está enrojecida y caliente, la sangre tiene hematocrito y cuenta globular
elevados; los electrolitos del plasma están concentrados, y la densidad de la poca orina que
se recolecta también es alta, contiene albúmina, eritrocitos y cilindros hialinos.
El tratamiento consiste en dar agua al paciente por vía oral de lo contrario se administrará
solución glucosada a 5% por vía parenteral.
Deshidratación hipotónica
La pérdida de sodio o la retención de agua por causas extraordinarias o renales sin aporte
de sal producen estados de desequilibrio con hipotonía.
Los signos clínicos suelen caracterizarse por debilidad muscular extrema acompañado de
calambres, estupor, confusión, convulsiones y coma. Son comunes los signos digestivos
como el íleo, náuseas, vómito y signos falsos de peritonitis.
Este trastorno evoluciona con disminución del volumen sanguíneo y con déficit en la
concentración de electrolitos, el tratamiento es proporcionar soluciones electrolíticas; con
frecuencia la administración de sangre o plasma corrige el déficit.
Sobrecarga de sales
Se pueden observar a estados de hiper tonicidad sin deshidratación como resultado de la
administración excesiva de electrolitos o de proteínas por vía endovenosa.
Hay pocos signos de sobrecarga exceptuando los que ocurren en los pacientes cardiópatas
y qué se precipitan en insuficiencia cardíaca. El gasto urinario y la concentración de sodio
en sangre son altos. El tratamiento consiste en reducir el ingreso del soluto.
Hipopotasemia e hiperpotasemia
En el interior de la célula se encuentran 98% del potasio del cuerpo y sólo 2% está en el
espacio extracelular donde se cuantifica en 4 meq/L. La dieta normal aporta 2.8 a 4 g que
proporcionan los 70 a 100 meq del consumo normal.
La nefrona distal tiene a su cargo la excreción de potasio en el riñón la cual es regulada por
la aldosterona entre otros factores. También se puede eliminar potasio en cantidades
importantes y hay diarrea.
Hipopotasemia
Dicho alteración se produce en el postoperatorio por los siguientes factores:
• Terapia endovenosa prolongada sin restitución de potasio
• Estados graves de deshidratación
• Alcalosis por diarrea, aspiración, drenaje de fístulas
• Choque por traumatismo con destrucción celular extensa
• Pérdidas renales excesivas por hiperaldosteronismo o diuresis osmótica
Las manifestaciones son resultado de la suma del desequilibrio hídrico que acompaña la
hipopotasemia: náuseas, vómito, distensión abdominal e íleo paralítico o adinámico; en lo
cardiaco se presenta trastorno del ritmo y se puede llegar a la insuficiencia cardiaca; en el
trazo electrocardiográfico se refleja la disminución del potasio intracelular al alargarse el
intervalo QT, acortarse el segmento ST y por la depresión o inversión de la onda T, y onda
U prominente.
Hiperpotasemia
Los estados de hiperpotasemia o de intoxicación por potasio son menos frecuentes pero
particularmente graves y se podrían presentar como consecuencia de insuficiencia renal
con oliguria o anuria, en la insuficiencia adrenocortical por enfermedad de addison, el
acidosis diabética y en la dosis excesiva por administración parenteral de potasio.
Las manifestaciones clínicas más importantes son: irregularidades en la frecuencia y en el
ritmo cardíaco, colapso de la circulación y paro cardíaco. El electrocardiograma muestra
onda P aplanada, el intervalo PR se alarga; aparece bloqueo auriculoventricular con
ensanchamiento del QRS; las ondas T se hacen altas y picudas y aparece fibrilación
ventricular y paro cardíaco.
El tratamiento de la hiperpotasemia es la suspensión del potasio que se esté administrando,
aumentar la excreción urinaria y recomendar infusión de glucosa con insulina.
Método
1. Cubrir la cantidad necesaria diaria por metro de superficie corporal de acuerdo con
la siguiente fórmula:
Agua 1500 ml
Sodio 75 meq
Potasio 50 meq
2. Reponer las pérdidas anormales que se cuantifique en cada 8 horas
3. Corregir el déficit previo bajo vigilancia de la presión venosa central y la
determinación de los electrolitos séricos
Vías de administración posibles
1. Vía oral
2. Sonda nasogástrica
3. Vía enteral
4. Vía parenteral: y podemos crisis y bueno crisis
Es preferible administrar los líquidos y los alimentos por vía oral en caso de no ser posible
si utilizas la vía parenteral por bueno crisis.
Referencias
1. Abel Archundia García. Cirugía 1 : Educación quirúrgica. México, D.F.: Mcgraw-Hill
Interamericana; 2014.