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Universidad Anáhuac México Campus Sur

“Soluciones Parenterales”

Materia: Patología Quirúrgica


Profesor: Dr. Jorge Luis de León Rendón

Jorge González Serrano


ID. 00453977

Fecha 07/03/2023
Soluciones Parenterales

Contenido total de agua corporal


El agua es el componente principal de la masa corporal en un individuo sano y se le asigna
un valor medio de 63% de agua en el hombre a 52% en la mujer con variación normal de
+/- 15% para ambos sexos que depende de la edad y de la masa del tejido adiposo. De
acuerdo a estas cifras un hombre de 70 kg de peso tiene alrededor de 45 L de agua.

Distribución de los líquidos corporales


El espacio intracelular representa del 40 al 50% del peso corporal, la membrana que
envuelve a cada una de las células el tabique de separación con el espacio extracelular que
contiene el resto del agua: 20%. El espacio extracelular a su vez está dividido por el
endotelio vascular en espacio intersticial que equivale a 15% del peso total del cuerpo y
espacio intravascular que equivale al 5%.

Electrolitos
El agua del organismo tiene sustancias disueltas que se conocen como solutos. Todas las
sustancias disueltas confieren a los líquidos orgánicos propiedades diferentes que hacen
que se comporten como soluciones electrolíticas y desempeñan importantes funciones del
proceso vital.
Las partículas cargadas eléctricamente se conocen como iones, si su carga es positiva se
les llama cationes y si es negativa son aniones. Por lo normal el número de total de cargas
positivas es igual al número de cargas negativas; es decir, se mantiene un equilibrio iónico.
Los componentes electrolíticos fundamentales en el interior de las células son los cationes
potasio y magnesio y los aniones fosfato y proteínas en tanto que el catión sodio y los
aniones cloro y el bicarbonato son los principales en el líquido extracelular.

Ingresos y egresos
Los individuos que están sanos se ingieren aproximadamente 2000 a 2500 ml de agua al
día como líquidos o formando parte de los alimentos sólidos y otros 250 ml son el producto
de la oxidación de los carbohidratos, proteínas y lípidos.
En enfermos despiertos la ingesta se controla por la sed activada por la hiperactividad de
los tejidos cuando se pierde agua. El dolor, el temor, la disminución del volumen extracelular
y algunos fármacos como la morfina, la adrenalina y los barbitúricos estimula la liberación
de la hormona antidiurética.
Así como hay necesidad de un ingreso diario de agua para cumplir las necesidades
metabólicas del organismo también es necesario el ingreso de los electrolitos que
mantienen la tonicidad de las soluciones orgánicas, junto con los alimentos se ingieren 60
a 100 meq/día de sodio. Cuando el ingreso de sodio está restringido o cuando hay pérdidas
extraordinarias del ion, la excreción de sodio por el riñón disminuye en forma considerable.
La ingesta de potasio con las dietas de alrededor de 40 a 60 meq.
Todos los días entre 8 y 10 L de líquido con composición similar al extracelular son
secretados al tubo digestivo y la misma mucosa intestinal los resuelve para reciclarlos, este
mecanismo también es parte de la función renal mediante la cual los capilares glomerulares
filtran cada día aproximadamente 180 L de fluido de composición similar al extracelular y
99% del agua y de cloruro de sodio se reabsorben los túbulos renales. La función de
filtración y excreción es tan eficaz para conservar los líquidos que una persona normal sólo
pierde entre 800 y 1500 ml de agua al día por la orina, 250 ml en la materia fecal, y 600 a
900 ml se escapan como pérdidas insensibles por los pulmones y la piel.
En suma, un sujeto normal consume al día de 2000 a 3000 ml de agua, 60 a 100 meq de
sodio y 40 a 60 meq de potasio.

Síndromes de desequilibrio hidroelectrolítico


Los desequilibrios se generan por 3 circunstancias: en la primera, el aporte es insuficiente
o excesivo; en la segunda existen pérdidas renales y extraterrenales, y en la tercera los
líquidos se secuestran en lo que se ha llamado el “tercer espacio”.
En los pacientes quirúrgicos las piedras por el tubo digestivo y las desviaciones en la
distribución son las causas principales de desequilibrio lo que se puede complicar con
insuficiencia renal.

Deshidratación isotónica
Cuando se pierde agua también sucede con las sales que están disueltas en ella, de modo
que la composición y tonicidad del plasma permanecen en los límites normales aun cuando
el volumen se reduce por la pérdida. Esta alteración se observa la diarrea y el vómito; en
las fístulas intestinales, pancreáticas o biliares; en la salida del líquido del intestino delgado;
en el drenaje de las ileostomías; en las quemaduras y en el sudor excesivo sin reemplazo
de la pérdida.
El diagnóstico de la deshidratación se basa en la evaluación de los datos de la historia
clínica, en los resultados de la exploración y en el análisis de la hoja de control de líquidos.
Cuando la pérdida es mayor aparece estupor y el paciente entra en estado de coma, la
perfusión de los tejidos se deteriora y la presión venosa central es baja, no hay lágrimas y
los globos de los ojos se hacen muy blandos; los músculos están atónitos y aumentan los
trastornos digestivos como náuseas y vómito.
En el tratamiento de esta deficiencia se administran soluciones en igual volumen y
composición a las que se han perdido.

Deshidratación hipertónica
La distribución con aumento de la osmolaridad del plasma se observa cuando el ingreso se
limita y la vía oral no está libre o se ha perdido la capacidad de saciar la sed; se produce
también en la diabetes mellitus, en los enfermos con nefritis que no pueden conservar agua,
en la pérdida excesiva por cualquier vía y en las quemaduras con superficie extensa de
evaporación.
Los signos de deshidratación son similares a los descritos, pero la lengua se retrae y se
seca; la piel está enrojecida y caliente, la sangre tiene hematocrito y cuenta globular
elevados; los electrolitos del plasma están concentrados, y la densidad de la poca orina que
se recolecta también es alta, contiene albúmina, eritrocitos y cilindros hialinos.
El tratamiento consiste en dar agua al paciente por vía oral de lo contrario se administrará
solución glucosada a 5% por vía parenteral.

Deshidratación hipotónica
La pérdida de sodio o la retención de agua por causas extraordinarias o renales sin aporte
de sal producen estados de desequilibrio con hipotonía.
Los signos clínicos suelen caracterizarse por debilidad muscular extrema acompañado de
calambres, estupor, confusión, convulsiones y coma. Son comunes los signos digestivos
como el íleo, náuseas, vómito y signos falsos de peritonitis.
Este trastorno evoluciona con disminución del volumen sanguíneo y con déficit en la
concentración de electrolitos, el tratamiento es proporcionar soluciones electrolíticas; con
frecuencia la administración de sangre o plasma corrige el déficit.

Sobrecarga de líquidos y electrolitos


Sobrecarga de agua
El estado hipotónico es resultado del ingreso excesivo de agua; se observa cuando la
persona ingerido grandes cantidades de agua o cuando se la administra solución glucosada
al 5% sin electrolitos en el postoperatorio o en un traumatismo.
También se conoce como intoxicación por agua y suele observarse en pacientes con
insuficiencia cardíaca congestiva, insuficiencia hepática o renal.
El gasto urinario es bajo y la concentración de sodio plasmática está por abajo de 120
meq/L.
El tratamiento consiste en suspender de inmediato el ingreso de agua y dar tiempo
suficiente para que actúen los mecanismos normales de eliminación de agua, a veces es
necesario administrar lentamente a 200 ml de solución salina hipertónica al 3%.

Sobrecarga de sales
Se pueden observar a estados de hiper tonicidad sin deshidratación como resultado de la
administración excesiva de electrolitos o de proteínas por vía endovenosa.
Hay pocos signos de sobrecarga exceptuando los que ocurren en los pacientes cardiópatas
y qué se precipitan en insuficiencia cardíaca. El gasto urinario y la concentración de sodio
en sangre son altos. El tratamiento consiste en reducir el ingreso del soluto.

Hipopotasemia e hiperpotasemia
En el interior de la célula se encuentran 98% del potasio del cuerpo y sólo 2% está en el
espacio extracelular donde se cuantifica en 4 meq/L. La dieta normal aporta 2.8 a 4 g que
proporcionan los 70 a 100 meq del consumo normal.
La nefrona distal tiene a su cargo la excreción de potasio en el riñón la cual es regulada por
la aldosterona entre otros factores. También se puede eliminar potasio en cantidades
importantes y hay diarrea.

Hipopotasemia
Dicho alteración se produce en el postoperatorio por los siguientes factores:
• Terapia endovenosa prolongada sin restitución de potasio
• Estados graves de deshidratación
• Alcalosis por diarrea, aspiración, drenaje de fístulas
• Choque por traumatismo con destrucción celular extensa
• Pérdidas renales excesivas por hiperaldosteronismo o diuresis osmótica
Las manifestaciones son resultado de la suma del desequilibrio hídrico que acompaña la
hipopotasemia: náuseas, vómito, distensión abdominal e íleo paralítico o adinámico; en lo
cardiaco se presenta trastorno del ritmo y se puede llegar a la insuficiencia cardiaca; en el
trazo electrocardiográfico se refleja la disminución del potasio intracelular al alargarse el
intervalo QT, acortarse el segmento ST y por la depresión o inversión de la onda T, y onda
U prominente.

Hiperpotasemia
Los estados de hiperpotasemia o de intoxicación por potasio son menos frecuentes pero
particularmente graves y se podrían presentar como consecuencia de insuficiencia renal
con oliguria o anuria, en la insuficiencia adrenocortical por enfermedad de addison, el
acidosis diabética y en la dosis excesiva por administración parenteral de potasio.
Las manifestaciones clínicas más importantes son: irregularidades en la frecuencia y en el
ritmo cardíaco, colapso de la circulación y paro cardíaco. El electrocardiograma muestra
onda P aplanada, el intervalo PR se alarga; aparece bloqueo auriculoventricular con
ensanchamiento del QRS; las ondas T se hacen altas y picudas y aparece fibrilación
ventricular y paro cardíaco.
El tratamiento de la hiperpotasemia es la suspensión del potasio que se esté administrando,
aumentar la excreción urinaria y recomendar infusión de glucosa con insulina.

Sodio, calcio, magnesio,


Sodio: hiponatremia e hipernatremia
Calcio: hipocalcemia e hipercalcemia
Magnesio: el magnesio resulta más difícil de medir. La hipomagnesemia ocurre más
comúnmente en conjunto con la hipopotasemia.

Restitución de líquidos en el postoperatorio


En el postoperatorio la meta es cubrir las cantidades necesarias de líquidos y electrolitos
esenciales con objeto de favorecer los reflejos homeostáticos y reducir al mínimo el impacto
de la intervención quirúrgica.
Para lograr esto se cuenta con una gran diversidad de soluciones preparadas: algunas de
ellas tienen sólo agua adicionada con varios tipos de azúcares; otros son soluciones de
cloruro de sodio en agua en diferentes concentraciones con azúcar o sin ella, y otras más
son balanceadas con diferentes combinaciones de electrolitos. Algunas soluciones están
diseñadas para controlar el equilibrio ácido básico.
Para darle al paciente la ración diaria de agua y sal el médico dispone de la solución salina
isotónica respecto al plasma que contiene agua con sal al 0.9% y da 154 meq de sodio y
154 meq de cloro por litro; cuando se desea dar agua sin sales se prefiere la solución
glucosada 5% para dar tonicidad similar al plasma.
Algunas soluciones se les agregan pequeñas cantidades de potasio como el lactato de
ringer conocido también como solución de hartmann que se utiliza como prototipo de
solución balanceada.
De los otros electrolitos presentes en el plasma se acostumbra administrar potasio según
las necesidades diarias en el posoperatorio.

Programa básico de restitución de líquidos


Objetivos
1. Administrar agua, electrolitos y nutrición para mantener las cantidades necesarias
diarias
2. Reemplazar el déficit existente de líquidos y electrolitos
3. Prevenir nuevos trastornos inducidos por el tratamiento
4. Tratar estos de choque

Método
1. Cubrir la cantidad necesaria diaria por metro de superficie corporal de acuerdo con
la siguiente fórmula:
Agua 1500 ml
Sodio 75 meq
Potasio 50 meq
2. Reponer las pérdidas anormales que se cuantifique en cada 8 horas
3. Corregir el déficit previo bajo vigilancia de la presión venosa central y la
determinación de los electrolitos séricos
Vías de administración posibles
1. Vía oral
2. Sonda nasogástrica
3. Vía enteral
4. Vía parenteral: y podemos crisis y bueno crisis
Es preferible administrar los líquidos y los alimentos por vía oral en caso de no ser posible
si utilizas la vía parenteral por bueno crisis.

Referencias
1. Abel Archundia García. Cirugía 1 : Educación quirúrgica. México, D.F.: Mcgraw-Hill
Interamericana; 2014.

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