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Deshidratación: reducción general del nivel de agua de una célula, tejido, órgano u
organismo. La deshidratación puede convertirse en una situación grave, especialmente en
niños y recién nacidos. Se distinguen tres formas de deshidratación: hipertónica, hipotónica e
isotónica, según la relación entre la pérdida de agua y electrolitos.
Hiponatremia. Reducción de los niveles de sodio en sangre, por debajo de los 135 meq/l. la
hiponatremia produce entorpecimiento. Confusión, nauseas, vómitos y en ocasiones,
síndrome piramidal, convulsiones y puede llegarse a un estado comatoso
Hipernatremia: aumento de los niveles de sodio en sangre por encima de 145 mmol/l. suele
cursar con fiebre, sequedad de mucosas, trastornos neuropsiquicos (obnubilación,
convulsiones, coma, etc.), hematomas y trombosis cerebrales. El tratamiento consiste en
rehidratar al paciente con un suero rico en glucosa e hipotónico administrado por vía
intravenosa.
Hipokalemia: (hipopotasemia) nivel de potasio en la sangre más bajo de lo normal. Puede
producir fatiga, calambres musculares y ritmos cardiacos anormales.
Hipocalcemia: descenso anormal del nivel de calcio en sangre, como se produce en sujetos
afectados por hipoparatiroidismo u osteomalacia. En algunos casos, puede provocar tetania.
Acidosis respiratoria: acidosis debida a una sobrecarga de ácido carbónico, producida por
una hipo ventilación pulmonar. Puede producirse a causa de una afección del sistema
nervioso central (tumor, afección vascular, traumatismo, ingesta de barbitúricos, etc.) o por
problemas neuromusculares de la caja torácica (cifoscoliosis, obesidad, etc.) o alteraciones
de la parénquima pulmonar (sarcoidosis, edema pulmonar, bronco neumopatías obstructivas,
afecciones traqueales con obstrucción, etc.).
En el funcionamiento del cuerpo los líquidos y electrolitos se mueven constantemente del interior
de las células a los compartimientos extracelulares, y viceversa. Ese movimiento se lleva a cabo
por diferentes mecanismos, los tres más comunes son:
Osmosis: es el paso de un solvente, como el agua, a través de una membrana que separa soluciones
de diferentes concentraciones. El solvente tiende a pasar de la de menor a la de mayor
concentración, para igualar el contenido de ambas. Este movimiento es posible cuando las dos
soluciones están separadas por una membrana semipermeable.
Transporte activo: en este la sustancia se fija a un transportador en la superficie externa de la
membrana celular y se desplaza hacia la superficie interna de la misma.
Difusión: es el proceso por el que las moléculas y los iones tienden a distribuirse por igual en un
espacio determinado.
El balance de líquidos está regulado a través de los riñones, pulmones, piel, glándulas
suprarrenales, hipófisis y tracto gastrointestinal a través de las ganancias y pérdidas de agua que
se originan diariamente.
El riñón también interviene en el equilibrio ácido-base, regulando la concentración plasmática
del bicarbonato. El desequilibrio o alteraciones de los líquidos y electrólitos pueden originarse
por un estado patológico preexistente o un episodio traumático inesperado o súbito, como diarrea,
vómito, disminución o privación de la ingesta de líquidos, succión gástrica, quemaduras, fiebre,
hiperventilación, entre otras. El indicador para determinar las condiciones hídricas de un paciente
es a través del balance de líquidos, para lo cual se tendrán que considerar los ingresos y egresos,
incluyendo las pérdidas insensibles.
El líquido principal en el ser humano es el agua, que representa el 70 % de líquido corporal. Los
electrolitos son elementos minerales con carga eléctrica que se encuentran en varios de los fluidos
corporales del cuerpo humano; se los obtienen durante la nutrición y son indispensables para
mantener la función vital y equilibrio homeostático.
• Transporta y distribuye los nutrientes esenciales para las células como los minerales, las
vitaminas o la glucosa
• Elimina las toxinas que producen los órganos
• Interviene en la regulación de la temperatura corporal
• Colabora en el proceso digestivo
• Actúa también como lubricante de las articulaciones
El agua es tan importante para el cuerpo; una persona normal a una temperatura normal y con una
vida relativamente sedentaria puede aguantar tan sólo entre 3 y 5 días sin beber. Y se dice tan sólo
porque el organismo de esa misma persona podría aguantar hasta un mes sin ingerir alimentos.
El contenido de agua del organismo está regulado por un sistema de entrada y otro de salida. Los
cambios diarios de este contenido suelen ser muy pequeños (1% a 2%), independientemente de las
grandes variaciones en la ingesta hídrica. La salida se produce principalmente por la orina y
secundariamente por las heces y la evaporación cutánea y respiratoria.
Esta pérdida obligatoria origina un balance negativo de agua, que debe ser reemplazada mediante
la ingesta.
La responsabilidad del personal de enfermería para contribuir a mantener un equilibrio de líquidos
en el organismo del paciente es preponderante, ya que depende primordialmente de la precisión
con la cual realice este procedimiento, que repercutirá en el tratamiento y recuperación de su
paciente.
Controlar los aportes y pérdidas de líquidos en el paciente, durante un tiempo determinado, para
contribuir al mantenimiento del equilibrio hidroelectrolítico Planear en forma exacta el aporte
hídrico que reemplace las pérdidas basales, previas y actuales del organismo.
Los electrolitos son minerales en el cuerpo que tienen una carga eléctrica. Se encuentran en la
sangre, la orina, tejidos y otros líquidos del cuerpo. Los electrolitos son importantes porque
ayudan a:
El sodio, calcio, potasio, cloruro, fosfato y magnesio son electrolitos. Los obtiene de los alimentos
que ingiere y de los líquidos que bebe.
Suele considerarse que el líquido está distribuido dentro del cuerpo en lo que podría denominarse
dos compartimientos básicos en primer lugar se encuentra dentro de las células, esta porción
llamada liquido intracelular, representa 40 a 50% del peso corporal total.
En segundo hay otra porción fuera de las células que se llama líquido extracelular y está
formada por dos tipos distintos. Uno se encuentra entre las células y se denomina liquido
intersticial corresponde a cerca de 15% del peso total del cuerpo de un adulto otro componente
el líquido intravascular, se encuentra en los vasos sanguíneos y linfáticos y constituye 5% del
peso total del cuerpo del adulto
Electrolitos
De esta manera, cada compartimiento líquido tendrá su propia composición electrolítica, que se
encuentra medida en mili equivalentes (mEq) que indican el número de cargas iónicas o uniones
electrovalentes en la solución ionizada.
Clasificación
Generalmente los electrolitos aparecen como soluciones de ácidos o bases, siendo resultado de la
disolución de algunos polímeros como el ADN, polipéptidos, etc., o de algunas sales, disueltas
en agua, lográndose una disociación de sus iones.
El consumo de Na+ diario ingerido (150 mEq/l) en forma de hidratos de carbono, sal común,
etc., aporta la cantidad necesaria de este electrolito para el mantenimiento de los sistemas
orgánicos, de manera tal que el total consumido iguala al total excretado por los riñones (140
mEq/l), sudoración (5 mEq/l), heces (5 mEq/l), fiebre o tensión emocional.
Potasio: El potasio es uno de los principales iones del organismo alcanzando una
concentración de cerca de 3500 mEq y a diferencia del sodio, se localiza (98%), mientras que
su concentración plasmática alcanza a los 5 mEq/l. La eliminación del K+ por vía fecal es de
5 a 10 mEq/d, y por sudor se pierde al menos 10 mEq/d.
La principal función del potasio es la generación del potencial de reposo de la membrana
celular, siendo particularmente importante en el proceso de excitabilidad del tejido nervioso,
corazón y músculos (liso y esquelético), encontrándose en estos últimos, así como en el
hígado el mayor reservorio de este elemento.
Cloro: Es el principal anión del líquido extracelular y se encuentra casi siempre unido al
sodio en forma de cloruro de sodio (ClNa), lo que favorece al mantenimiento de la presión
osmótica de la sangre.
Calcio: Este electrolito requiere una ingesta diaria de 500 a 1000 mg de calcio elemental,
eliminándose 100 a 200 mg por riñones, y 400 a 800 mg/d por heces.
El calcio (Ca++) es un ion importante para la formación del hueso, interviniendo de manera
activa en la coagulación sanguínea, reabsorción de la vitamina B12, transmisión sináptica y
excitabilidad de las membranas. Sus valores plasmáticos dependen de la contracción
muscular y se mantienen constantes, aun a expensas de extraer Ca++ de los huesos.
El agua ingresa a nuestro cuerpo a través de las bebidas, líquidos, infusiones, y el agua
producida por células. El agua se elimina a través del aire húmedo exhalado, el sudor, la orina
y las heces.
El mecanismo regulador más importante que opera para conservar el equilibrio de líquidos
del cuerpo es, con mucho el renal, el riñón también ejerce e principal control sobre el líquido
de sodio y potasio del cuerpo mediante resorción selectiva en los tubos. La sed es otro
mecanismo regulador que permiten conservar el equilibrio de líquidos, consiste en el deseo
de ingerir más líquido y suele indicar una necesidad fisiológica básica de agua.
Los pulmones también son importantes para regular el equilibrio de líquidos y electrolitos.
Ingestión
• Agua en alimentos. 1000
• Agua proveniente de la 300
oxidación. 1200
• Agua por ingestión oral.
2500
Total
Eliminación
• Piel 300
• Pulmones 350
• Heces 150
• Riñones 1500
2300
Total
El control de equilibrio de líquidos y electrolitos por los riñones depende de dos grupos de
hormonas la hormona antidiurética (ADH) que se produce principalmente en el hipotálamo
anterior y se almacena en la hipófisis, es un factor importante para controlar la resorción de
agua. En circunstancias normales, de la pérdida diaria total de líquidos del cuerpo solo un
volumen pequeño se elimina por el tubo gastrointestinal en las heces; la perdida de
electrolitos por esta vía suele ser insignificante, sin embargo en trastornos como vómitos y
diarrea pueden perder líquidos y electrolitos en cantidades importantes.
El oxígeno u otras sustancias que se dan por inhalación siempre deben humedecerse para
contrarrestar la perdida de agua en la espiración. Normal mente la pérdida de electrolitos por
la respiración es mínima aunque los pulmones pueden tener una función muy importante
para la conservación el equilibrio acido básico en el cuerpo.
Embarazada
Es común que haya un poco de edema en particular en las últimas etapas del embarazo.
Algunas mujeres desarrollan hipertensión por la gestación (toxemia del embarazo)
complicación que puede causar problemas al feto y a la madre y que se relaciona con la
retención de sodio de agua.
Infancia
El 60 a 80 % del peso corporal del recién nacido es agua hasta los dos años, los líquidos
constituyen aun una posición mayor del peso corporal total que en niños mayores y adultos,
gran parte del líquido adicional es extracelular y se pierde con rapidez en caso de enfermedad,
por lo que el lactante se vuelve muy vulnerable al desequilibrio de líquidos y electrolitos y al
acido básico.
Hacia los dos años de edad, el volumen de líquidos, como porcentaje del peso corporal total,
y sus distribuciones en el cuerpo son similares a los del adulto. El índice metabólico basal
disminuye en forma gradual durante la niñez hasta la madures, y el recambio de agua de
reduce poco a poco hasta los valores del adulto.
En la adolescencia
En la adolescencia maduran todos los sistemas del cuerpo, y los mecanismos de homeostasia
que regulan el equilibrio de líquidos y electrolitos comienzan a funcionar como en el adulto.
Igual que en muchos otros aspectos de las funciones fisiológicas, hay diferencias entre los
varones y las mujeres, ya que en estas últimas hay tendencia a retener líquidos los dos o tres
días anteriores a la menstruación.
Edad adulta
Durante la edad adulta disminuye gradualmente la capacidad funcional del sistema vascular
a medida que aumenta la presión arterial, y el individuo se vuelve más vulnerable a
enfermedades cardiovasculares. La misma disminución gradual de la eficacia de los
mecanismos de regulación de líquidos y electrolitos contribuye a que los adultos de edad
avanzada se recuperen con mayor lentitud de los desequilibrios que cuando eran jóvenes.En
la menopausia muchas mujeres tienen problemas de retención de líquidos.
6. Qué factores afectan el equilibrio de líquidos y electrolitos?
Hay múltiples factores que pueden alterar el equilibrio de líquidos y electrolitos del cuerpo,
como los que se mencionan a continuación:
Total 8200ml
La enfermera/o debe conocer los factores y antecedentes que podrían causar desequilibrio,
estar pendiente de los signos y síntomas que indiquen el desequilibrio de líquidos y
electrolitos.
La historia médica del paciente proporciona mucha información valiosa sobre problemas
reales o posibles de líquidos y electrolitos. Por ejemplos es probable que las personas con
náuseas y vómitos de varios días muestren alteraciones por la pérdida de líquidos y ácidos en
las secreciones gástricas y tal vez también disminución de los iones de sodio.
Balance hídrico
Al realizar un balance hídrico se debe conocer: el peso del paciente y la cantidad de horas
por las que se calculará el balance. El resultado de la resta entre el volumen total de los
ingresos versus el total de los egresos, puede ser: Positivo (si los ingresos son mayores que
los egresos).
El balance hídrico representa toda la función de monitorear todos los tipos de líquidos
administrados y eliminados por el paciente durante un determinado período
Objetivos
Los objetivos básicos en la atención de problemas reales o posibles líquidos y electrolitos
son ayudar al enfermo a conservar un equilibrio homeostático en todo lo posible, o
restablecerlo si se ha alterado:
• Elevar el consumo de líquido hasta una cantidad determinada según la edad y las
necesidades metabólicas.
• Identificar los factores de riesgo de déficit de líquidos y aumentar el consumo de
líquidos según se indique.
• Identificar signos y síntomas de deshidratación o retención de líquidos de manera
oportuna
Prioridades
Las alteraciones del equilibrio de líquidos y electrolitos pueden tener efectos graves en las
funciones del cuerpo. La enfermera debe estar particularmente pendiente de las primeras
indicaciones de desequilibrio de inmediato hacerlas notar al médico.
Los pacientes con fiebre son especialmente vulnerables a trastornos del equilibrio de líquidos
y electrolitos sus necesidades de líquidos son más altas que lo normal (se piensa que una
persona con fiebre necesita por lo menos 3000 ml de líquidos).
Se recomienda colocar al paciente plano en la cama (posición dorsal) con los pies y las
piernas ligeramente elevados a menos que está contraindicada.
El paciente suele estar muy aprensivo y atemorizado por ello es necesario tranquilizarlo, un
trato amable, tranquilo, sin prisas y con acciones competentes por parte de la enfermera
ayudará a evitar la ansiedad del paciente y también a tranquilizar a los familiares
preocupados.