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Equilibrios: Hídrico-Electrolítico y Ácido-Base

HOMEOSTASIS
En 1865 el fisiólogo Claude Bernard observó que la constancia del medio
interno era esencial para la vida y en 1932 Walter Cannon, también fisiólogo,
introdujo el concepto de homeostasis que significa autorregulación dinámica y
de mecanismos homeostáticos para referirse a la existencia, en cualquier
organismo, de mecanismos interdependientes de regulación de sus funciones
fisiológicas a fin de mantenerlas, en equilibrio dinámico (homeostasis), dentro de
ciertos límites compatibles con la vida.
Los mecanismos homeostáticos son muy estables y contribuyen a mantener la
misma organización interna; pero al mismo tiempo son capaces de adaptarse a
modificaciones del ambiente exterior.

Los principales componentes homeostáticos del medio interno son:

1. Concentración de oxígeno y CO2


2. Equilibrio ácido-base y pH de la sangre
3. Equilibrio hídrico-electrolítico
4. Composición de la sangre (por ejemplo, la glucemia)
5. Presión sanguínea
6. Reservas (ejemplos: glucógeno muscular, calcio y fósforo en los huesos)
7. Peso corporal
8. Temperatura

VOLEMIA E HIDRATACION
1. VOLEMIA
La Volemia es el volumen total de sangre de un animal, que en promedio podemos
estimar en 7% del peso corporal. El 50% de la sangre está constituida por agua.
La Volemia Eficaz es la parte del volumen sanguíneo que responde al sistema
fisiológico de control de la volemia; cuando este sistema detecta una reducción de
la volemia (principalmente mediante los barorreceptores ubicados en el seno
carotídeo y el arco aórtico; y los quimiorreceptores sensibles a la hipoxemia), se
activa la retención renal de agua y sodio.

a) Hipovolemia – Significa que el volumen total de sangre del organismo está


disminuido. Se puede distinguir entre hipovolemia normocítica – con hematocrito
normal (~ 45%), como en la pérdida de sangre por hemorragia aguda; hipovolemia
anémica – con hematocrito bajo (~ 35%), como en el caso de hemorragia sub-
aguda; e hipovolemia policitémica – con hematocrito elevado (~ 58%), como en el
caso de deshidratación.
Las principales causas de hipovolemia son la pérdida de sangre por hemorragia y
la deshidratación debida a pérdida de plasma o agua, cuya consecuencia más seria
es el shock hipovolémico, caracterizado por disminución del volumen de sangre
circulante, menor retorno venoso, menor perfusión tisular y acidosis por
metabolismo anaeróbico, del que nos ocuparemos más adelante.

b) Hipervolemia – Significa que el volumen total de sangre del organismo está


aumentado. Está muy relacionada con la hiperhidratración (ver más adelante).
Las principales causas de hipervolemia son: insuficiencia cardiaca, insuficiencia
renal, cirrosis hepática,policitemia vera, ingestión de sal, administración de
glucocorticoides o aldosterona. En humanos la excesiva administración EV de
líquidos causa hipervolemia, que podría conducir a un edema pulmonar; condición
rara en medicina veterinaria. En la insuficiencia cardiaca hay una tendencia a la
hipotensión arterial, siendo la respuesta fisiológica: vasoconstricción renal,
activación del sistema renina-angiotensina-aldosterona y secreción de hormona
antidiurética, que causan retención de agua y sodio.

1. HIDRATACION
Se refiere al estado en que se encuentra un organismo respecto a la cantidad de
agua que contiene.

El 60% de cualquier organismo animal está formado por agua. La mayor parte del
agua se encuentra dentro de las células en estrecha relación con agua del espacio
intersticial que, en conjunto, suman el 55% del agua corporal; el 5% restante se
encuentra dentro del espacio intravascular. El organismo cuenta con mecanismos
homeostáticos de regulación en constante actividad, encargados de mantener los
volúmenes de los 3 espacios dentro de límites compatibles con la vida.

a) Deshidratación – Significa que está disminuido el volumen total de agua del


cuerpo (incluyendo la sangre, por lo que también hay hipovolemia), a fin de
funcionar en condiciones óptimas. En todos los casos está aumentado el
hematocrito.
La deshidratación puede ser causada por pérdida de líquidos (como en diarrea,
vómito, secuestro interior, micción excesiva, evaporación rápida por la piel o la
mucosa respiratoria), por ingestión inadecuada, o mixta. Ciertos órganos son
particularmente sensibles a la deshidratación, como el cerebro, los riñones y el
corazón.

Niveles de deshidratación por debajo de 5% del peso corporal no requieren, por lo


general, de atención terapéutica (ver mas abajo “Tratamiento de la Deshidratación”).

La deshidratación puede ser isotónica, cuando ha pérdida de agua y sal en la


misma proporción; puede serhipotónica si hay más perdida de sal que de agua –
hay aumento del espacio intracelular; y puede serhipertónica cuando falta más
agua que sal – hay disminución del espacio intracelular (Ver cuadro más abajo).

b) Hiperhidratación – Significa que el volumen total de agua del organismo está


aumentado (incluyendo la sangre; por lo tanto también hay hipervolemia). En todos
los casos está disminuido el hematocrito. Ocurre como consecuencia de la retención
de líquido en el organismo. La hiperhidratación puede ser isotónica, hipotónica o
hipertónica.
 Hiperhidratación isotónica – Hay exceso de agua y sodio en el espacio
extracelular en condiciones isotónicas (y sin cambios en la osmolalidad
sanguínea). Puede ocurrir por exagerada administración de solución salina
isotónica, pero sobre todo en procesos descompensados de insuficiencia
cardiaca, cirrosis hepática y síndrome nefrótico, conducentes a la formación
de edema.
 Hiperhidratación hipotónica – Hay exceso de agua en los espacios
intracelular y extracelular, con bajos valores séricos en sodio. Ocurre con la
llamada “intoxicación por agua”, ya sea por excesiva ingestión de agua, o por
la administración exagerada de soluciones no salinas.
 Hiperhidratación hipertónica – Hay exceso de agua y sodio en condiciones
hipertónicas, con osmolalidad elevada de la sangre y del espacio intersticial;
como consecuencia hay salida de agua de las células (exsicosis o
deshidratación celular) e incremento del espacio extracelular. Ocurre como
consecuencia de la ingestión de agua salada o la infusión de soluciones
salinas hipertónicas.
Una condición singular es la hiperhidratación con glicerol, usada en humanos y
caballos. La administración oral de glicerol a razón de 1 g/kg de peso en solución al
5-6%, causa hiperhidratación con incremento de la osmolalidad.
c) Cuadro de diferencias entre Deshidratación e Hiperhidratación

3. RECUPERACIÓN DE LA VOLEMIA
Como ya lo dijimos con anterioridad, las principales causas de pérdida de la volemia
son:
a) hemorragia aguda y
b) deshidratación por:
 vómito o diarrea
 desplazamiento de agua hacia la luz del aparato digestivo, a causa de
procesos tales como acidosis de rumen, desplazamiento de abomaso,
torsión intestinal
 acumulación de exudado peritoneal por peritonitis
 otras causas

Sólo la hemorragia causa hipovolemia sin alteración del equilibrio electrolítico o del
equilibrio ácido-base. En todas las formas de deshidratación se producen
desequilibrios electrolíticos, frecuentemente acompañados de desequilibrio ácido-
base.

1 – Tratamiento de la hemorragia
Probablemente pérdidas de hasta 20% del volumen de sangre (15 ml/kg peso) no
ameriten la necesidad de un tratamiento de recuperación de la volemia.

La eventual necesidad de tratamiento dependerá de la evaluación clínica del


paciente (pulso, frecuencia respiratoria, mucosas, estado general).

Pacientes con pérdidas de 30% o más de sangre requieren de una transfusión de


sangre, o cuando menos de plasma o sustituto de plasma.

En términos generales se trata de recuperar hasta un 80-85% del volumen circulante


normal. En otros términos, debe reponerse entre el 50 y el 75% de la sangre perdida;
para lo cual uno se guía por la respuesta clínica del pulso en los animales (en el
hombre es esencial monitorear la presión arterial y la presión venosa central (PVC).

En casos de shock se recomienda que el volumen de reposición esté constituido


por no más de 1/3 por sangre y al menos 2/3 por una solución electrolítica buffer.

2 – Tratamiento de la deshidratación
En primer lugar debe evaluarse el grado de deshidratación estableciendo la pérdida
de peso corporal producida.

 Con pérdidas de 5.0 a 6.9% de peso, el estado general es satisfactorio y la


piel es elástica y tibia;
 Con pérdidas de 7.0 a 8.9% de peso, el estado general se encuentra
afectado; hay exsicosis cutánea, hipotermia y oliguria; el animal todavía se
mantiene en pié;
 Con pérdidas de 9 a 10% o más, el estado general está muy alterado; hay
exsicosis cutánea e hipotermia marcadas; ojos hundidos, córnea seca y
anuria; el animal está postrado.

Los mejores parámetros para evaluar la severidad de la deshidratación son la


medición del hematocrito y la proteína sérica total.

Por otro lado, simultáneamente con la evaluación de la deshidratación se


recomienda estimar la osmolalidad sanguínea y cambios en los niveles de
electrolitos séricos.

La hidratación debe considerar:


a) la reposición de la pérdida producida de líquido;
b) las pérdidas adicionales por producirse en las horas siguientes a la crisis de
deshidratación (vómitos, diarrea, otros);
c) las necesidades normales inmediatas de agua de mantenimiento del
organismo.
En muchos casos esto puede implicar la necesidad de reponer en 24 horas hasta el
doble de la cantidad perdida hasta el momento inicial de la evaluación del paciente.
En casos leves puede usarse la vía oral para la reposición; en casos moderados se
pueden combinar las vías oral y endovenosa; en casos graves debe usarse
inicialmente sólo la vía endovenosa.

Ofrecemos las siguientes cifras como orientación para la cantidad de líquido que se
requiere reponer según el nivel de deshidratación estimado por pérdida de peso:

Leve Pérdida de 5.0 a 6.9 % – 50 ml por kg – para 50 kg peso = 2.5 litros

Moderada Pérdida de 7.0 a 8.9 % – 80 ml por kg – para 50 kg peso = 4 litros

Grave Pérdida de 10 % – 100 ml por kg – para 50 kg peso = 5 litros

Muy grave Perdida de 12 % – 120 ml por kg – para 50 kg peso = 6 litros

Estas cantidades deben inyectarse en el lapso de 1 a 2 horas. Cantidades similares


deberán administrarse en las siguientes 24 horas.
EQUILIBRIO HÍDRICO-ELECTROLITICO
1. BALANCE HIDRICO-ELECTROLITICO
Podemos considerar al organismo como formado por 2 compartimientos: el espacio
intracelular (IC) y el espacio extracelular (EC). Ambos contienen agua con
electrolitos y elementos orgánicos en estrecha interacción metabólica y en
constante proceso de ajuste homeostático, incluyendo la neutralidad
eléctrica proporcionada por una masa igual de cationes y de aniones en el
organismo y la regulación ácido-base.
Los 2 compartimientos interactúan con todos los órganos pero fundamentalmente
con el tubo gastrointestinal, y en segundo lugar con los aparatos urinario y
respiratorio, para mantener la homeostasis interna.

El agua constituye en promedio un 60% en peso de todo el organismo. En animales


delgados constituye un 70% y en animales muy gordos puede ser de tan sólo de
40%. El agua contenida al interior del aparato digestivo es, en sentido estricto, extra-
corporal. Sin embargo, en los animales no-herbívoros se suele incluir el agua del
contenido digestivo dentro del espacio extracelular.

En los herbívoros es indispensable considerar aparte el contenido gastrointestinal


por su gran volumen. En las vacas lecheras constituye aproximadamente el 50%
del peso corporal y en los equinos un 40%. Por lo menos la mitad del contenido del
compartimiento gastrointestinal está formado por agua, y juega un rol muy
importante en el equilibrio hídrico-electrolítico y ácido-base del organismo, sobre
todo de los rumiantes. El espacio EC suele ser dividido en 2 compartimientos: el
espacio intersticial (incluyendo la linfa) y el espacio intravascular. Su composición
hídrico-electrolítica aproximada es la siguiente:
Prácticamente no existe proceso patológico en el que no estén afectados en algún
grado, tanto el balance hídrico-electrolítico como el equilibrio ácido-base;
alteraciones que, en muchos casos, son la causa de la muerte del enfermo.

2. PRESION OSMOTICA / PRESION HIDROSTATICA


Osmosis es el fenómeno fisicoquímico que se observa en soluciones en las cuales
el solvente (como el agua, de moléculas pequeñas) pasa (o se difunde) a través de
una membrana semipermeable, mientras que el soluto (de moléculas más grandes)
no puede pasar. Iones de pequeño tamaño, como el sodio y el potasio, también
pueden pasar o difundirse a través de membranas semipermeables.
En biología, son membranas semipermeables las membranas celulares, los
endotelios capilares y los epitelios de diversos órganos, que permiten la difusión
pasiva de agua y determinadas moléculas a través de ellas.

Cuando dos soluciones de diferente concentración de un soluto están separadas


por una membrana semipermeable, el agua de la solución menos concentrada fluye
(o se difunde) a través de la membrana hacia la solución más concentrada, hasta
llegar a un punto de equilibrio en el cual las soluciones a ambos lados de la
membrana tienen la misma concentración del soluto.

La fuerza física necesaria que se debe aplicar para evitar ese flujo o difusión, se
llama presión osmótica. Cuando la fuerza que se aplica es mayor que la necesaria,
se produce el fenómeno de osmosis inversa.
La presión osmótica depende del número de partículas de un soluto en solución,
que se expresa en osmoles.
El osmol de una sustancia no disociable (como la dextrosa) equivale a su peso
molecular expresado en gramos. Un osmol de una sustancia disociable (como el
cloruro de sodio) equivale a su peso molecular en gramos dividido entre el Nº de
partículas en que se disocia la molécula de dicha sustancia (ver más abajo).
La presión osmótica que ejercen las proteínas se denomina presión oncótica.
Presión hidrostática es la presión que ejerce un líquido dentro de un sistema
cerrado. La presión hidrostática de la sangre es la fuerza que ésta ejerce sobre las
paredes de los vasos sanguíneos, a la que se suma la presión sistólica; ambas
permiten que la sangre circule en una gradiente de presiones en el circuito
circulatorio, que se inicia en el corazón, pasa por la arterias, capilares y venas para
regresar al corazón. En el circuito circulatorio, la presión arterial es, en buena
cuenta, un componente de la presión hidrostática; sin embargo, en la
microcirculación, la presión capilar es eminentemente hidrostática.
A nivel de la microcirculación, tanto al interior de los capilares como fuera de éstos,
encontramos fuerzas antagónicas de presión hidrostática y presión osmótica.
Dado que las proteínas permanecen confinadas al interior de los capilares, ellas
ejercen la única fuerza osmótica efectiva que se opone a la salida de agua hacia el
espacio intersticial.

El equilibrio de estas fuerzas (equilibrio de Starling), es el determinante de la


distribución estable del líquido entre el espacio intravascular y el espacio intersticial,
en una relación de 1:3.
El aumento de la presión hidrostática y/o la disminución de la presión oncótica de
las proteínas séricas constituyen la causa más frecuente de la formación de
edemas.

Se estima que la presión hidrostática arteriolar en la microcirculación es de 30 mm


Hg, contrarrestada por una presión hidrostática tisular de unos 8 mm Hg, dejando
un balance favorable de 22 mm Hg para la filtración. Al mismo tiempo se presenta
una correlación antagónica de fuerzas coloido-osmóticas: unos 25 mm Hg en el
plasma que tratan de mantener el agua dentro del lecho vascular mientras que unos
10 mm Hg en los tejidos favorecen la filtración. Como consecuencia tenemos una
presión osmótica diferencial de 15 mm Hg a favor del plasma. Por consiguiente, la
presión neta de filtración sería la diferencia entre 22 y 15 = 7 mm Hg que permite
un desplazamiento de líquidos desde el lecho capilar hacia el espacio intersticial.

Esta situación se revierte a medida que la sangre avanza por los capilares venosos,
donde la presión hidrostática es de apenas unos 17 mm Hg; y siendo la presión
hidrostática tisular de 8 mm Hg, tenemos una presión a favor de la filtración de 17 –
8 = 9 mm Hg. Por otro lado, hay 15 mm Hg de diferencia entre la presión coloido-
osmótica del plasma (25 mm Hg) y la de los tejidos (10 mm Hg) que trabajan en
contra de la filtración; y por consiguiente tenemos un presión neta a favor de la
reabsorción de líquido de 15 – 9 = 6 mm Hg.

Como hemos visto, hay 7 mm Hg de presión que favorecen la filtración, contra 6


mm Hg que favorecen la reabsorción. Esta situación favorecería el desarrollo de
edema, lo cual no ocurre por la intervención de los vasos linfáticos, que asumen la
reabsorción del mm restante.

La recuperación de líquido vía linfática juega un mayor rol a nivel pulmonar que en
el resto del organismo, y es fundamental para evitar el desarrollo de edema
pulmonar.

3. MEDICION DE LA CONCENTRACION DE SOLUTOS


La tendencia es a expresar las mediciones de diversos solutos según las normas
del Sistema Internacional de Unidades; sin embargo su uso en la clínica no se ha
generalizado y se utilizan combinaciones de diversas medidas.
a) Concentración en mg/dL – Es el peso físico de una sustancia, expresada
en miligramos presente en 100 mL de una solución.
b) Mol – Es la concentración de un soluto (su peso molecular en gramos en un
litro de solución). Por lo tanto un mmol es la milésima parte de un mol.
c) Equivalentes por litro. Equivale a la osmolaridad pero sólo de electrolitos
(peso de un ion en g/L dividido entre la valencia). Usualmente se expresa en
miliequivalentes por litro de solución (mEq/L) que equivale al peso del ion en
mg/valencia, por litro.
En el caso de iones monovalentes, un equivalente (1 Eq) es igual a un mol; por
ejemplo, 1 Eq de bicarbonato (- HCO3) es igual a 1 mol, vale decir 61 g/L.

Para iones de valencia múltiple, un equivalente ( 1 Eq) es igual a su peso molecular


en gramos dividido entre la valencia; por ejemplo, 1 Eq de sulfato (SO4–) es igual a
su peso molecular en gramos (96 g) dividido entre dos (valencia 2); es decir que un
Eq de sulfato es igual a 48 g/L (96/2).

Las partículas con carga positiva se denominan cationes y aquellas con carga
negativa se llaman aniones.
Para mantener la neutralidad eléctrica de los fluidos orgánicos se requiere que éstos
contengan la misma cantidad de mEq cationes como de aniones en solución.

d) Osmolaridad se refiere a la concentración de una sustancia osmóticamente


activa (su peso molecular en gramos/Nº de partículas en que se disocia) por
litro de la solución final. Se expresa en osmoles o miliosmoles.
e) Osmolalidad igual que la anterior, pero por kilo de solvente (agua). También
se expresa en osmoles omiliosmoles (mOsm).

La actividad osmótica depende de la osmolalidad, pero en la práctica, y debido a


que las soluciones biológicas son muy poco concentradas (excepto las de
proteínas), la diferencia entre osmolaridad y osmolalidad es muy pequeña y ambos
términos se utilizan de manera indistinta.

Ejemplos:
Glucosa
La glucosa no forma iones; su peso molecular es de180 g = Un mol/L

Un mmol de glucosa – 0.18 g/L = Un mOsm

Cloruro de sodio en solución


Un mol de Cl– Na+ – 58.44 g de ClNa/L Un mmol ClNa – 0.0 58 g/L = 2 mOsm
Un mmol de Cl‫ – ־‬0.0355 g/L = Un mEq/L = 1 mOsm/kg
Un mmol de Na+ = 0.023 g/L = Un mEq/L = 1 mOsm/kg
Bicarbonato de sodio en solución
Un mol de Na+ HCO3‫ – ־‬84 g de NaHCO3/L. Un mmol – 0.084 g/L = 2 mOsm
Un mmol de HCO3‫ – ־‬0.061 g/L = Un mEq/L = Un mOsm/kg
Un mmol de Na+ – 0.023 g/L = Un mEq/L = Un mOsm/kg

Cloruro de magnesio en solución


Un mol de Mg ⁺⁺Cl2‫ – ־‬95.2 g de MgCl2/L. Un mmol – 0.095 g/L = 3 mOsm
Dos mmol de Cl‫ – ־‬0.071 g/L = 2 mEq/L (c/u = 0.0355 g/L) = 2 mOsm/kg
Un mmol de Mg⁺⁺ – 0.024 g/L = 2 mEq/L (c/u = 0.012 g/L) = 1 mOsm/kg

Las mediciones en los fluidos orgánicos se complican porque, entre otras cosas, no
todos los solutos electrolíticos se disocian de igual forma; así, la molaridad del
suero sanguíneo difiere de su molalidad debido al elevado volumen específico de
las proteínas que contiene.
El agua se desplaza libremente a través de las membranas celulares para mantener
el equilibrio osmótico entre el líquido intracelular (LIC) y el líquido extracelular (LEC).

Como ya vimos arriba, la concentración de los diferentes solutos varía entre el LIC
y el LEC por diferencias en su permeabilidad a través de las membranas celulares
y por la presencia en éstas de bombas de transporte activo, de manera que la
osmolalidad aumenta en casos de deshidratación. El aumento de la osmolalidad
sérica (que depende del sodio) estimula la secreción de hormona antidiurética
(ADH).

4. EQUILIBRIO ELECTROLITICO
Los electrolitos forman parte de los sistemas homeostáticos, siendo responsables
de mantener la volemia, laneutralidad eléctrica y un pH de neutralidad
biológica en el organismo dentro de ciertos límites estrechos compatible con la
vida.
El equilibrio hídrico-electrolítico es regulado coordinadamente por la intervención de
los riñones, del sistema renina-angiotensina, las adrenales, del hipotálamo, así
como de receptores y hormonas cardio-vasculares, y la participación del sistema
nervioso autónomo (SNA).

El SODIO, siendo el principal catión del espacio extracelular (EC), juega un rol
central en la regulación de su volumen. Su exceso causa una expansión del
volumen y su déficit su reducción. En la mayoría de los casos estos cambios no
afectan al espacio intracelular (IC, cuyo catión principal es el potasio y cuya
concentración en el espacio IC permanece generalmente constante.

Una disminución del volumen circulante por déficit de sodio reduce el retorno
venoso, el gasto cardiaco y la presión arterial.
Disminuciones del volumen y de la presión son detectados por sensores existentes
en el sistema cardiovascular y los riñones, que favorecen una respuesta simpática
de vasoconstricción, mejor capacidad de contracción del corazón y elevación de la
frecuencia cardiaca. Se activa el sistema renina-angiotensina, que conduce a una
mayor producción de aldosterona por la corteza adrenal. La aldosterona actúa sobre
los túbulos renales elevando la reabsorción renal del sodio y tendiendo así a
normalizar el volumen circulante.

Otro mecanismo de regulación tiene que ver con aumento de la osmolalidad sérica
(que depende del sodio) que estimula la secreción de hormona antidiurética (ADH)
y retiene agua. Si la osmolalidad del plasma disminuye, la detecta el hipotálamo, el
cual inhibe la secreción de la hormona antidiurética (ADH) para favorecer la diuresis.

En el equilibrio electrolítico del organismo intervienen otros iones:

 En el espacio extracelular, el sodio como catión y el cloro como anión


 En el espacio intracelular, el potasio y el magnesio como cationes y el
sistema buffer como aniones
 En los huesos, el calcio como catión y como aniones fosfato y carbonato

Existe una estrecha relación entre el equilibrio electrolítico y equilibrio ácido-básico,


por lo que resulta mejor discutirlos en el siguiente acápite.

EQUILIBRIO ACIDO-BASE
Como ya dijimos anteriormente, existe una estrecha relación entre el equilibrio
electrolítico y el equilibrio ácido-base, siendo su interacción fundamental para la
homeostasis del medio interno.

El elemento central en el equilibrio ácido-base es el catión HIDROGENO, cuya


concentración en el líquido EC es muy baja (unos 40 nmol/L). Si se eleva por encima
de ciertos márgenes muy estrechos, se afectan procesos biológicos vitales.

Su concentración se establece en la práctica midiendo el pH de la sangre. Si el


hidrógeno aumenta, baja el pH; si el hidrógeno disminuye, sube el pH.

Como se puede apreciar, el pH de neutralidad biológica de la sangre del hombre


y de los animales es ligeramente alcalino:

Valores normales Hombre Equino Bovino Porcino Canino Felino _


pH en sangre 7.35-7.45 7.32-7.44 7.35-7.50 7.39 7.31-7.42 7.24-7.40

Cuando el pH sanguíneo está por debajo de estos valores, hablamos


de acidemia; y si están por encima, hablamos de alcalemia.
Los cuadros clínicos de acidosis son evidentes con pH 7.1 o menos; y
de alcalosis con pH 7.7 o más.
En el hombre valores por debajo de 6.8 o encima de 7.8 son incompatibles con la
vida.

En la regulación del equilibrio ácido-base, y por tanto de la concentración de


hidrógeno, intervienen:

 El sistema buffer extracelular, formado por bicarbonato (HCO3‫־‬/H2CO3),


fosfato (HPO4‫־־‬/H2PO4) y proteínas
 El sistema buffer intracelular, formado por proteínas y fosfatos
 El intercambio gaseoso pulmonar, con la intervención de la hemoglobina en
los glóbulos rojos circulantes
 La regulación renal de los electrolitos (eliminación de hidrógeno)

Los sistemas buffer permiten que la concentración del hidrógeno se mantenga


dentro de límites muy estrechos. Están formados por un ácido de débil disociación
y la sal de dicho ácido.

El sistema bicarbonato opera de la siguiente manera:

CO2 + H2O H2CO3 H⁺ + HCO3‫־‬


El CO2 producido por el organismo se combina con el agua formando ácido
carbónico con la intervención de la anhidrasa carbónica contenida en los eritrocitos.

Los excedentes de hidrogeniones son mayormente captados por la hemoglobina y


con la formación de bicarbonato:

H2CO3 + Hb‫ ־‬HHb + HCO3 ‫־‬


El bicarbonato pasa a la sangre a cambio de un ión cloro del plasma que ingresa al
eritrocito. El HCO3‫ – ־‬como bicarbonato – es transportado a los alvéolos
pulmonares.
En los alvéolos la Hb capta oxígeno (O2) y libera el H⁺; éste se combina con el
HCO3‫ ־‬y se forma H2CO3 que luego se disocia en CO2 y H2O. El CO2 es
eliminado ( ) a través de la pared alveolar:
{ HbO2 , H+ } …… H+ + HCO3‫ ־‬H2CO3 = CO2 + H2O
El pH del plasma es determinado por la relación bicarbonato : ácido carbónico. Para
ello basta calcular la tensión del CO2 en la sangre (p CO2); este valor se multiplica
por el factor 0.03 – factor de solubilidad del CO2 en el plasma, a fin de obtener la
concentración de ácido carbónico en éste.
Cuando hay problemas respiratorios, la regulación del balance ácido-base se lleva
a cabo en los riñones mediante alteraciones en la retención o eliminación de iones
hidrógeno o de bicarbonato.
1. ACIDOSIS
Brecha aniónica
El concepto de “brecha aniónica” fue introducido en medicina humana para
facilitar el diagnóstico de ciertas formas de acidosis metabólica.
En el equilibrio aniónico/catiónico, intervienen como aniones el cloro (Cl ‫)־‬, el
bicarbonato (HCO3 ‫ )־‬y otros cuya concentración en la sangre es difícil de
medir. La suma de estos otros aniones, cuya concentración se calcula
indirectamente, constituyen la “brecha aniónica”.
Como cationes intervienen el Na+ y el K+.

Tenemos entonces casos de acidosis metabólica con brecha aniónica normal o


baja, y casos de acidosis metabólica con brecha aniónica elevada.

La brecha aniónica (BA), en mEq/L, se calcula con la siguiente fórmula:

BA mEq/L = [Na+ (mmol/L) + K+ (mmol/L] – [HCO3 ‫ ־‬mmol/L + Cl ‫ ־‬mmol/L]


En este caso, siendo todos los iones monovalentes, un mmol es igual a un mEq.

1- a. ACIDOSIS METABOLICA
En la especie humana se define como acidosis metabólica cuando la concentración
plasmática del bicarbonato (HCO3 ‫ )־‬está por debajo de 20 mmol/L.
La acidosis metabólica se puede presentar en algunas de las siguientes
circunstancias:

a) Pérdida de bicarbonato (exceso relativo de H+) – por ejemplo en diarrea


b) Ganancia de H+ – por ejemplo cetoacidosis, acidosis ruminal
c) Retención renal de H+ – en insuficiencia renal

Causas de acidosis metabólica, según su brecha aniónica:

a) Acidosis metabólica asociada con brecha aniónica elevada (>16 mEq/L de


BA):
 Cetosis
 Acidosis ruminal
 Acidosis muscular (con hiperkalemia)
 Insuficiencia renal (aguda y crónica)
 Shock
b) Acidosis metabólica con brecha aniónica normal e hipercloremia:
1) Con hipokalemia:
 Diarrea
 Vómito crónico
 Uso de diuréticos inhibidores de anhidrasa carbónica
(acetazolamida)
2) Con hiperkalemia:
 Uremia inicial

Desviaciones – Las desviaciones en la concentración sérica de los electrolitos,


como el Na+, K+ y Cl ‫־‬, que se observan en la acidosis, no siempre se expresan de
la forma indicada arriba, pudiendo incluso invertirse según las circunstancias
patológico-clínicas. Por ejemplo, en los casos de acidosis con hiperkalemia, si se
corrige la acidemia, el K+ extracelular regresa a las células y precipita un estado de
hipokalemia. De aquí que hay que tener mucho cuidado si se pretende hacer una
corrección de posibles desbalances electrolíticos en un animal enfermo; en todo
caso, éste requerirá de un monitoreo frecuente de los valores séricos de los
electrolitos.
Mecanismos de compensación – Frente al incremento sérico en iones H+
interviene el sistema buffer extracelular (bicarbonato), el cual se va agotando
mientras aumenta la formación de CO2. Los quimiorreceptores centrales y
periféricos que controlan la respiración, detectan la caída del pH e inducen una
estimulación de la respiración mediante la cual se tiende a eliminar el exceso de
CO2. La mayor eliminación del CO2 suele conducir a una concomitante alcalosis
respiratoria de compensación.
Un 2º mecanismo de compensación son los sistemas buffer renales (como HPO4‫־‬
), con excreción de H+ y regeneración sérica de bicarbonato.
Un 3er mecanismo serían los sistemas buffer intracelulares y de los huesos.

1-b. ACIDOSIS RESPIRATORIA


La acidosis respiratoria consiste en una deficiente captación alveolar de oxígeno,
con retención sérica de CO2 (p CO2 > 45 mm Hg).
Las principales causas de acidosis respiratoria son las siguientes:

a) estenosis de vías respiratorias


b) edema pulmonar, neumonía y pleuroneumonía
c) enfisema pulmonar y enfermedad pulmonar obstructiva crónica en equinos
d) depresión del centro respiratorio por trauma o enfermedades cerebrales
e) meteorismo ruminal o meteorismo del ciego y colon en equinos

El mecanismo de compensación se inicia al incrementarse la pCO2 en la sangre,


la cual activa la intervención del sistema buffer con retención renal de bicarbonato
(causando alcalosis metabólica si el proceso causante excede los 2-3 días de
duración)
.
SIGNOS GENERAL DE ACIDOSIS
Polípnea, poliuria (cuando hay excreción de ácidos), anorexia, debilidad, sopor.

2 – ALCALOSIS
2-a. ALCALOSIS METABOLICA
En humanos se define como alcalosis metabólica si la concentración plasmática del
bicarbonato (HCO3 ‫ )־‬está por encima de 33 mmol/L.
Las principales causas de alcalosis metabólica son las siguientes:

a) Vómito agudo de contenido gástrico (animales menores)


b) Secuestro de líquidos ricos en cloro, como en desplazamiento o torsión
de abomasum, o torsión del ciego (ver más abajo alcalosis metabólica con
aciduria paradójica)
c) Pruebas de resistencia en equinos

La alcalosis metabólica se compensa con bradípnea, la cual eleva la p CO2; es


decir, causando una acidosis respiratoria. En segundo lugar intervienen
mecanismos compensatorios a nivel renal, con eliminación de bicarbonato y
retención de ácidos.

Alcalosis metabólica con aciduria paradójica


A diferencia de lo que ocurre en la mayoría de las alcalosis metabólicas, en las
cuales hay excreción de bicarbonato y por lo tanto de orina alcalina, las condiciones
en las se produce un secuestro de líquido al interior de vísceras gastrointestinales
y en algunas otras, hay excreción de ácidos y por lo tanto la orina es ácida; condición
a la que se denomina “aciduria paradójica”. Para explicar este fenómeno hay que
entender que en el equilibrio ácido-base intervienen también los cationes y aniones
para mantener la neutralidad eléctrica del sistema.
En el caso de los secuestros digestivos ocurren los siguientes cambios:

 Desplazamiento de H+y Cl – de la sangre hacia el secuestro


 Los iones Na+ y HCO3 – permanecen en la sangre
 El resultado es alcalosis e hipocloremia, para compensar esto à
 Se desplaza H+ de las células al espacio extracelular para neutralizar la
alcalosis, y en compensación K+ extracelular entra a las células
causando hipokalemia
 Como también hay deshidratación, cae la presión sanguínea; y en respuesta
à
 Hay reabsorción renal de Na+ (140 mEq/L) con Cl – (sólo 60 mEq/L
disponibles debido a la hipocloremia)
 Para mantener el equilibrio eléctrico, y al no disponerse de más aniones para
compensar la reabsorción del Na+, el organismo debe devolver a la orina la
diferencia de 80 mEq/L en cationes; que lo haría normalmente con el catión
K+, pero no puede porque hay hipokalemia severa. Por consiguiente excreta
H+, para favorecer la máxima reabsorción posible de Na+, lo que causa à
ACIDURIA.
En otras formas de aciduria paradójica, el proceso puede variar en algunos
aspectos, pero el resultado final será el mismo.

2-b. ALCALOSIS RESPIRATORIA


El incremento en la actividad respiratoria, no existiendo problemas patológico-
clínicos respiratorios, conduce a una mayor pérdida de CO2 y caída en la p CO2 (<
35 mm Hg).
Es causada por hiperventilación por estimulación del centro respiratorio. El origen
puede ser:

 dolor o ansiedad neurológica


 compensación por stress por calor (evaporación respiratoria)
 anemia
 insuficiencia cardiaca.

La alcalosis respiratoria es compensada con una acidosis metabólica, con la


eliminación renal de bicarbonato y retención de ácidos.

SIGNOS GENERALES DE ALCALOSIS


Anorexia, debilidad, sopor, temblores musculares y convulsiones.

3 – DESBALANCES MIXTOS
Se presentan situaciones en que pueden coexistir acidosis y alcalosis metabólica; y
que una, y a veces ambas, puedan coexistir ya sea con acidosis o con alcalosis
respiratoria. Estos trastornos suelen pasar desapercibidos para el clínico.

Los más frecuentes desbalances mixtos son los siguientes:

 insuficiencia cardiaca (alcalosis respiratoria) + insuficiencia renal (acidosis


metabólica)
 insuficiencia cardiaca (alcalosis respiratoria) + vómito (alcalosis metabólica)
 insuficiencia respiratoria (acidosis respiratoria) + anoxia tisular (acidosis
metabólica)
 neumonía (acidosis respiratoria) + vómito (alcalosis metabólica)
 insuficiencia renal (acidosis metabólica) + vómito (alcalosis metabólica)
 diarrea (acidosis metabólica) + vómito (alcalosis metabólica)
 shock (acidosis metabólica) + hiperventilación (alcalosis respiratoria)

La evaluación de posibles casos mixtos debe tomar en cuenta que en muchos de


ellos se neutralizan las alteraciones de ciertos valores séricos, dando una falsa
impresión de normalidad. En otros casos hay cambios en las concentraciones
séricas de sodio y cloro, y otros factores; así como también respuestas imprevistas
en pH o concentración de bicarbonato y p CO2 .
4 – ESQUEMA DE REGULACION DEL EQUILIBRIO ACIDO-BASE
En función del sistema buffer bicarbonato.

Aplicando la ecuación de Henderson-Hasselbalch tenemos:

HCO3 ‫־‬ Base Función renal


pH = 6.1 + log ——————- = ———— = ———————-

p CO2 x 0.03 Acido F. respiratoria

Valores normales en términos de mEq/L


El valor normal de HCO3 ‫ ־‬es de 27 mEq/L ;
1 mEq/L de HCO3 ‫ = ־‬61 mg (de H2CO3 = 62 mg)
El valor normal de p CO2 es de 45 mm Hg;
45 mm Hg de p CO2 equivalen a = 1.35 mEq/L de H2CO3
La relación normal base/ácido = 27/1.35 (o 20/1) = pH 7.4

Acidosis metabólica
La relación típica que se encuentra es de 20/1.35 = pH 7.1

Compensación RESP – eliminar CO2 = baja 1.35 a 1.0 (relación 20/1) = pH 7.4

Acidosis respiratoria
La relación típica es de 27/3 = pH 7.1

Compensación RENAL – retener HCO3 ‫ = ־‬eleva 27 a 60 = 60/3 (20/1) = pH 7.4


Alcalosis metabólica
La relación típica es de 30/1.35 = pH 7.7

Compensación RESP – retener CO2 = eleva 1.35 a 1.5 = 30/1.5 (20/1) = pH 7.4

Alcalosis respiratoria
La relación típica es 27/1 = pH 7.7

Compensación RENAL – eliminar HCO3‫ = ־‬baja 27 a 20 = 20/1 = pH 7.4


5 – TRATAMIENTO DE LOS DESEQUILIBRIOS ACIDO-BASE
Sea cual fuese el desequilibrio detectado, la terapia deberá ser orientada en primer
lugar a corregir la causa y sólo en segundo lugar a corregir el desequilibrio.

 En términos generales, la acidosis metabólica se controla con 0.5 g de


bicarbonato por kg/peso vivo, administrados de preferencia por vía EV en
solución al 7.5%. Tener presente que no es necesario ni conveniente restituir
completamente el pH a su valor fisiológico normal.
 La alcalosis respiratoria usualmente es compensatoria; no requiere
tratamiento.
 La alcalosis metabólica raras veces necesita tratamiento.
 La alcalosis por vómito se trata controlando el vómito y recuperando la
volemia.
 La alcalosis con hipocloremia e hipokalemia (p.e. desplazamiento de
abomasum) requiere el uso de soluciones de cloruros de sodio y de potasio.

DIFERENCIA CATIONICO-ANIONICA DE LA DIETA


En 1983 Stewart estableció que la ecuación Henderson-Hasselbalch no era
suficiente para establecer el balance ácido-base, y que era necesario incluir el
balance de “iones fuertes”, los cuales pueden influenciar la concentración de
hidrogeniones. Para tal efecto se calcula la “diferencia catiónico-aniónica de la
dieta” (DCAD).
Los cationes importantes en la dieta son: sodio, potasio, calcio y magnesio. Estos
cationes causan alcalosis metabólica.
Los aniones importantes son: cloro, sulfato y fosfato, que causan acidosis
metabólica.
Para calcular la DCAD se han propuesto varias fórmulas, de las cuales la siguiente
ha sido reconocida como la fórmula estandar por la mayoría de los nutricionistas y
por el NRC (2001): DCAD (mEq/kg MS) = (Na⁺ + K⁺ ) – (Cl‫ ־‬+ S) ‫־־‬
Las raciones de las vacas en el período de preparto suelen contener un exceso de
cationes del orden de (+)200 a (+)300 mEq/kg de MS por su alto contenido en
forrajes, ricos en cationes.

La preocupación por este exceso de cationes proviene del hecho que ellas inducen
una alta incidencia de paresia puerperal y de hipocalcemia subclínica. Estas
incidencia se puede corregir poco con manipulación de la dieta y sí
substancialmente con la adición a ella de sales aniónicas o de ácidos en una matriz
orgánica, hasta lograr un DCAD de (-)100 mEq hasta (-)200 mEq

El monitoreo del DCAD se lleva a cabo fácilmente midiendo el pH de la orina.


Típicamente las vacas con un DCAD de (+)100 a (+)300 mEq tienen un pH de 8.0.

Para que la adición de aniones sea efectiva, el pH de la orina debe bajar a 6.0 – 7.0

Este programa debe ir acompañado de ajustes nutricionales en el contenido de


magnesio, calcio y azufre en la ración.

Cálculo de la DCAD:
Si el programa de balanceo de raciones proporciona la concentración porcentual de
los diversos iones presentes, modificar los datos a gramos por kg de MS.
Estos valores se transforman en mEq de la siguiente manera:

(g Na/0.023 + g K/0.039) – (g Cl/0.035) + g S/0.016), donde los denominadores son


el resultado de dividir el peso atómico entre (la valencia x 1000).

PA Val
Sodio (Na) 23.0 1

Potasio (K) 39.1 1

Cloro (Cl) 35.5 1

Azufre (S) 32.1 2

Otra aplicación nutricional de la DCAD es modificar el valor de (-) 100 mEq/kg MS


en raciones ricas en granos en vacas de alta producción a (+) 200, mediante la
adición de bicarbonato de sodio. Se consigue elevar la producción de leche y grasa
y reducir la incidencia de acidosis ruminal y otros problemas metabólicos.

Efectos favorables se obtienen también en equinos para evitar las secuelas de


sobrecarga de granos en la ración, y para mejor el rendimiento en caballos de
carrera. Y en cerdos para reducir la incidencia y severidad de las úlceras gástricas.

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