Está en la página 1de 134

lOMoARcPSD|3936704

Apuntes, tema 1-18 - Emiliano carretero

Derecho Procesal Civil (Universidad Carlos III de Madrid)

Studocu is not sponsored or endorsed by any college or university


Downloaded by Vega Gonzalez (c2274458@yahoo.es)
lOMoARcPSD|3936704

TEMA 1. LOS PROCESOS CIVILES.


1. Los procesos declarativos:
La Ley 1/2000, de 7 de enero, de Enjuiciamiento Civil (LEC) regula procesos
declarativos ordinarios y procesos especiales.

A. Principios que informan los procesos declarativos civiles.


Los principios del proceso son una serie de valores o fundamentos que subyacen a un
modelo procesal. Estos principios inspiran al legislador y son lo que constituyen un
valioso acervo de interpretación cuando el proceso presenta lagunas. Los principios que
debe seguir el proceso civil son los siguientes:

• Principio de demanda: este principio implica que el proceso tiene que iniciarse de
demanda, esto es, de una petición. El juez no interviene en un conflicto si las partes
no lo piden, es decir, sólo actúa a instancia de parte. La solución al conflicto no se
hace por voluntad del juez sino por voluntad de las partes.

• Principio de contradicción: significa que para que pueda hablarse de proceso es


necesario que existan dos partes enfrentadas entre sí, que haya una controversia
intersubjetiva (demandante-demandado). Si no hay una controversia estaremos ante
un acto de jurisdicción voluntaria y no ante un proceso. Tiene que haber un conflicto
respecto del derecho; el juez es el que resuelve el conflicto, el que impone la
solución a las partes.

• Principio de igualdad de partes: significa que las partes tienen que actuar en pie
de igualdad. Este principio se puede considerar consustancial al derecho
fundamental a la tutela judicial efectiva. A las partes se les debe reconocer los
mismos derechos, obligaciones y posibilidades y cargas de alegación y de
impugnación. Deben poder utilizar los mismos medios de ataque y defensa, las
mismas posibilidades de alegación, de utilizar los medios de prueba y de impugnar
las alegaciones.

• Principio de oralidad: este principio es una exigencia impuesta en la CE (art. 120).


La LEC 2000 lleva a cabo esta potenciación. Se tiende a que la mayor parte del
procedimiento sea oral. Esto no quiere decir que no existan partes escritas a lo largo
del procedimiento. Esto tiene su importancia de cara a lograr concentración e
inmediación:

 La concentración supone que los actos procesales se desarrollen en una sola


audiencia (cuando no sea factible en una o varias audiencias, lo más
próximas en el tiempo). De esta manera se facilita que el juez, al dictar la
sentencia.
 La inmediación supone que el juez está obligado a presenciar la prueba en la
que fundará su resolución. El juez que presencia la prueba debe ser el mismo
que el que dicte la prueba.

• Principio de publicidad: supone que las actuaciones son públicas, sin perjuicio de
ciertos documentos o actuaciones que pueden ser privadas. Las sentencias son

Downloaded by Vega Gonzalez (c2274458@yahoo.es)


lOMoARcPSD|3936704

publicadas y los juicios se celebran en audiencia pública, con carácter general, salvo
que afecten a derechos fundamentales o relacionados con menores o incapaces. En
ningún caso se puede excluir a las partes de la publicidad.

• Principio dispositivo: sería el antagónico al de oficialidad que rige en el proceso


penal. Este principio, en primer término, comporta la disponibilidad del derecho de
acción, el principio de demanda. Es decir, si las partes tienen la disponibilidad del
derecho que se actúa en el proceso (si son las dueñas y señoras del derecho que se
actúa en el proceso), son libres a la hora de iniciar el proceso civil o no (a instancia
de parte: son libres de defender o no su derecho). La segunda manifestación de este
principio es que las partes son libres a la hora delimitar el objeto del proceso. No
solamente pueden acudir a los órganos judiciales para defender su derecho, sino que
también pueden establecer la medida en que se quiere defender ese derecho; de
manera que, la determinación del objeto del proceso va a ser facultad exclusiva de
las partes. Otra manifestación es que las partes pueden poner fin al proceso por
propia voluntad, definiendo el contenido de la resolución que pone fin, a través del
allanamiento o de la transacción.

• Principio de aportación de parte: de conformidad con este principio, el juez debe


dictar sentencia conforme a los hechos que hayan sido alegados y probados por las
partes. El juez, manteniéndose distante de esa actuación, dicta sentencias según lo
alegado por las partes. No basta con tener razón en un conflicto, hay que probar que
se tiene.

B. Procesos declarativos ordinarios y especiales.


Como se dijo, la LEC regula procesos declarativos ordinarios y procesos
especiales. El carácter de proceso ordinario viene dado porque está pensado para, bajo
sus trámites, resolver la generalidad de los conflictos que se puedan presentar; se
establecen procesos especiales o procesos con tramitación especial cuando el legislador
entiende que la materia jurídica objeto de tutela requiere de otra tramitación, pues la
general no ofrece garantías suficientes para conseguir la tutela que se pretende.

2. Los procesos declarativos ordinarios:

A. El juicio ordinario y el juicio verbal.


La Ley regula en los Títulos II y III del Libro II dos procesos declarativos
ordinarios, que son los que están enumerados en el art. 248.2.1º y 1º: el juicio
declarativo ordinario y el juicio verbal. De acuerdo con lo que se establece en dicho
artículo, todas las contiendas judiciales que no tengan señalada por la Ley una
tramitación específica serán ventiladas y decididas por uno de estos dos procesos
ordinarios.

B. Ámbito del juicio declarativo ordinario.


La Ley utiliza dos criterios para decidir qué materias jurídicas o conflictos se
resolverán a través de los trámites del juicio declarativo ordinario y cuales otras a través
del juicio verbal: el criterio objetivo y el de la cuantía.

Downloaded by Vega Gonzalez (c2274458@yahoo.es)


lOMoARcPSD|3936704

Desde el punto de vista objetivo, a través del juicio ordinario se conocerán las
demandas que tengan por objeto cualquier conflicto sobre las materias que vienen
recogidas en el artículo 249.1 LEC. Entre ellas están los derechos honoríficos de la
persona, las relativas a la tutela de los derechos fundamentales, las relativas a la
impugnación de los acuerdos tomados por los órganos societarios de entidades
mercantiles o las relativas a arrendamientos urbanos o rústicos.
Junto al criterio objetivo, la Ley asigna al juicio ordinario en el art. 249.2 LEC
cualquier otro conflicto jurídico siempre que la demanda tenga una cuantía que exceda
de 6.000€ o ésta sea inestimable, al no poderse calcular ni siquiera de forma
aproximada.

C. Ámbito del juicio verbal.


La determinación de los asuntos que se han de conocer a través de los trámites
de juicio verbal se lleva a cabo por el art. 250. En esta norma, la LEC utiliza igualmente
el criterio de distribución objetiva y el criterio del valor de la cuantía del objeto
litigioso. Este artículo 250 hay que ponerlo en relación con el 439 y ss. que, referidos al
juicio verbal, establecen especialidades en lo que se refiere a la admisión de la demanda,
a las actuaciones previas a la vista y al contenido mismo de la vista.

criterios objetivos En realidad, sólo pueden ser entendidos como verdaderos criterios de
distribución material los recogidos en el art. 250.1.8º, 9º y 12º, por tanto, a través del
juicio verbal se conocerán las demandas sobre alimentos, que debidos por disposición
legal o por cualquier otra causa, los litigios sobre el derecho de rectificación de hechos
inexactos y perjudiciales y los que supongan el ejercicio de la acción de cesación en
defensa de los intereses colectivos y difusos de los consumidores y usuarios. Todos los
demás supuestos contemplados en el art. 250.1 son procedimientos especiales.
Desde el punto de vista de la cuantía, por el juicio verbal se conocerán
cualesquiera otras demandas que tengan un valor inferior a 6.000€ (art. 250.2).
D. Las fases del juicio ordinario. La fase alegatoria. La audiencia previa y el juicio
propiamente dicho.

El juicio ordinario está regulado en los arts. 399-436, ambos incluidos. Como
cualquier proceso, se inicia por demanda (art. 399) y se termina por sentencia (art. 434 y
ss.).
a) La fase alegatoria: se compone esencialmente de los actos de alegación de las
partes: demanda y contestación a la demanda. Una vez admitida la demanda, se da
traslado de ella al demandado para que se persone en el proceso y la conteste en
veinte días. La demanda y la contestación son actos procesales de parte en los que
piden al órgano judicial la resolución que les convenga en orden al conflicto
jurídico que plantea el actor, basando dicha petición en alegaciones de hecho y de
derecho. Ambos actos procesales fijan de forma definitiva la contienda y
determinan el contenido y la extensión del poder jurisdiccional del órgano judicial
que se deberá atener en su sentencia a lo pedido por las partes y a la razón o
fundamentación de lo que cada una de las partes pide. En la contestación se puede
reconvertir, es decir, interponer una demanda contra el actor o incluso contra
terceras personas. Contestada la demanda o transcurrido el plazo para hacerlo sin
que se aporte, el secretario judicial convoca a las partes a la audiencia previa.

Downloaded by Vega Gonzalez (c2274458@yahoo.es)


lOMoARcPSD|3936704

b) Audiencia previa al juicio: se trata de una vista, o un acto oral que tiene como
finalidad conseguir un acuerdo o transacción de las partes que evite el proceso.
Asimismo pretende examinar y resolver todas las cuestiones procesales que hayan
sido planteadas por el demandado o que pueda plantear el actor a la vista de la
contestación del demandado o incluso las que pueda plantear de oficio el propio
órgano judicial.

La audiencia sirve para que las partes fijen su posición jurídica y fáctica
de forma definitiva. Pueden las partes por tanto hacer alegaciones
complementarias y aclaratorias y pueden alegar hechos nuevos o de nuevo
conocimiento. Por tanto, sirve para fijar de forma definitiva cuáles son los hechos
controvertidos y en cuáles otros las partes están de acuerdo. Como acto final de la
audiencia previa, el juez cita a las partes y a todos los que han de intervenir en el
juicio para el día y la hora en que empezaran las sesiones del juicio. A la
audiencia han de acudir las partes con sus abogados y procuradores. Si las partes
no acuden, el juez da por terminado el proceso dictando auto de sobreseimiento.
Lo mismo ocurre cuando la parte actora no acude, o no acude su abogado, y la
demandada no quiere continuar con el proceso. Si el que no acude es el
demandado, la audiencia se entenderá con el demandante en lo que resulte
procedente.

c) El juicio y la sentencia: tiene por objeto llevar a la práctica las pruebas que han
sido admitidas por el órgano judicial y realizar los actos de conclusión, una vez
practicadas las pruebas. En estos actos, las partes hacen un resumen de lo que ha
ocurrido en el proceso, desde el punto de vista de los hechos y desde el punto de
vista del Derecho.

Terminado el juicio, el órgano judicial dicta sentencia en el plazo de


veinte días, a no ser que por las razones establecidas en la ELC haya que realizar
algunas de las diligencias finales que tienen carácter exclusivamente probatorio.
Si se practican estas diligencias finales, las partes podrán presentar un escrito de
conclusiones sobre las mismas.

E. Las fases del juicio verbal.

a) Fase alegatoria: esta fase queda dividida en el juicio verbal. El proceso empieza
por demanda escrita, pero dicha demanda no es contestada mediante la
presentación de un escrito ante el órgano judicial. El demandado contesta a la
demanda en la primera parte del juicio o de la vista a la que son convocadas las
partes. La demanda debe tener el mismo contenido que la demanda del juicio
declarativo ordinario. Una vez admitida, se trasladará al demandado, quien no
tendrá que contestarla en forma escrita y al que se citará, conjuntamente con el
actor a la celebración de la vista, con indicación del día y la hora. Las partes
deberán concurrir a la vista con las pruebas con las que intenten valerse. Si el
demandante no asistiese a la vista y el demandado no alegare interés en la
continuación del proceso, éste terminará por un auto teniendo por desistido al
actor. Si el demandado no concurriera a la vista, se le tendrá por rebelde.

b) Vista propiamente dicha: en la vista se desarrolla lo que en el juicio ordinario


hemos llamado fase intermedia y la fase propiamente de juicio. La vista sirve para

Downloaded by Vega Gonzalez (c2274458@yahoo.es)


lOMoARcPSD|3936704

que el demandante ratifique o complemente los términos de su demanda, para que


el demandado conteste a la demanda, para que se resuelvan las cuestiones
procesales que se hayan podido suscitar y para que se practiquen las pruebas
propuestas y admitidas. Una vez terminada la vista, el órgano judicial dicta
sentencia dentro de los diez días siguientes.

3. Los procesos declarativos especiales:


Todos los procesos que no se lleven a cabo por el método ordinario se
desarrollarán mediante alguno de los procesos declarativos especiales. Existen multitud
de procesos especiales, como por ejemplo los procesos sobre capacidad, filiación y
matrimonio, el procedimiento para la división de la herencia, el procedimiento para la
liquidación del régimen matrimonial, el procedimiento monitorio o los procesos
sumarios que se regulan como especiales. Se pueden distinguir los siguientes grupos de
procesos declarativos especiales: procesos sumarios, procedimiento monitorio,
procedimientos inquisitivos y procesos para la división de patrimonios.
Los procesos ordinarios con especialidades no deben ser confundidos con los
procesos especiales.

4. El proceso de ejecución:
En muchas ocasiones, la tutela efectiva de los derechos materiales requiere
obtener de los tribunales una actuación del órgano judicial tendente a conseguir por la
fuerza lo que el obligado en la sentencia no quiere cumplir voluntariamente. Este
proceso de ejecución sería reflejo del art. 117 CE cuando dice que la función
jurisdiccional consiste en juzgar y hacer ejecutar lo juzgado. El órgano judicial ejecuta
lo que ha sido juzgado, imponiendo el imperium del Estado al obligado que no cumple
voluntariamente con lo ordenado en la sentencia.
Se regulan en la ley diferentes procesos de ejecución y, dentro de ellos, los
distintos actos que llevan a cabo el órgano judicial, las partes y terceros ajenos al
proceso. Todos esos procesos se inician con una demanda ejecutiva, que tiene su base
en un título de ejecución, que es la expresión formal de la legitimación de una
resolución judicial, aunque también puede tener origen extrajudicial. La figura esencial
en el proceso es el órgano judicial, quien adopta una serie de medidas con el objetivo de
que se produzca el cumplimiento forzoso de la condena establecida en el título de
ejecución. E
5. El proceso cautelar:
La tutela cautelar intenta solucionar el problema que se presenta para los
justiciables, y para la tutela efectiva de los derechos de éstos, por la utilización de un
mecanismo como es el proceso que necesariamente requiere un tiempo, muchas veces
dilatado, para su tramitación. La Ley ha previsto el proceso cautelar para asegurar al
actor que el derecho cuya tutela pide en la demanda, si es reconocido, podrá ser tutelado
con la sentencia, tomando para ello medidas aseguratorias del patrimonio del
demandado o imponiendo una situación, hasta tanto termina el proceso, que posibilite la
ejecución posterior de la sentencia. Los procesos cautelares se regulan en los arts. 721-
747 LEC. Se regula un proceso ordinario y otro especial, en el que la tutela cautelar se
otorga sin audiencia del demandado.

Downloaded by Vega Gonzalez (c2274458@yahoo.es)


lOMoARcPSD|3936704

PARTE SEGUNDA: COMPETENCIA Y PARTES PROCESALES

LECCION 2.- LA COMPETENCIA

1. JURISDICCIÓN Y COMPETENCIA

La jurisdicción y la competencia son unos de los requisitos esenciales de validez del


proceso. El juez tiene que tener jurisdicción y tiene que ser competente. El artículo 117
CE nos define la jurisdicción como una potestad del estado que consiste en juzgar y
hacer ejecutar lo juzgado. Se atribuye con carácter exclusivo a los jueces y
magistrados determinados en la ley, según las normas de competencia y de
procedimiento.

Como potestad (poder que se puede imponer a los demás) o se tiene o no se tiene, no
está limitada.

Sin embargo, materialmente, la jurisdicción puede verse limitada por varios factores:
porque las partes hayan decidido someter el conflicto a arbitraje; porque, puesto que es
un atributo, esté reconocida a órganos supranacionales o porque el propio estado se
autolimite; o porque sea limitada por la existencia de muchos órganos y de distintos
órganos jurisdiccionales (civil, penal, laboral, mercantil, contencioso).

*En estos casos no se tiene jurisdicción.

La LOPJ (arts. 21 y 22) atribuye competencia a la jurisdicción española para conocer de


los juicios que se susciten en territorio español de conformidad con lo establecido en
los tratados y en las leyes suscritas por España. Con carácter general, los tribunales
españoles van a tener jurisdicción en el orden civil cuando haya habido un sometimiento
expreso o tácito a los tribunales o juzgados españoles o cuando el domicilio de un
demandado esté en territorio español. Aunque hay determinados fueros (fueros
excluyentes) que solo atribuyen competencia a la jurisdicción española; son aquellos
procesos que se refieren a derechos reales que recaigan sobre inmuebles que radiquen
en territorio español, cuando se trata de la constitución de sociedades en España, cuando
se inste la validez o nulidad de inscripciones que se contemplen en el registro público
español. Estos fueros siguen los criterios que establecen los convenios internacionales
(Bruselas).

La LEC señala (arts. 36-39) que no tendrán jurisdicción y, en consecuencia, deberán


abstenerse los tribunales españoles para el conocimiento de aquellas demandas de
sujetos que gocen de inmunidad, ni podrán conocer de aquellas demandas que existe
un fuero exclusivo a favor de una jurisdicción extranjera, ni cuando la atribución se
haga por sumisión tácita y falte la aquiescencia del demandado. También esta ley
considera que hay falta de jurisdicción cuando el asunto esté atribuido a otro orden
jurisdiccional (a la militar, al tribunal de cuentas, a la Administración). En este caso, la
falta de jurisdicción es apreciable de oficio.

Downloaded by Vega Gonzalez (c2274458@yahoo.es)


lOMoARcPSD|3936704

Ej.: se celebra un contrato de c-v y se plantea que las cuestiones que surjan en
ese contrato van a ser resueltas mediante arbitraje (convenio arbitral). En caso de
incumplimiento, la otra parte presenta una demanda ante un juzgado de primera
instancia. Si el demandado le contesta renuncia al sometimiento al arbitraje.

Si un juez del orden civil está conociendo una demanda de divorcio, en el


momento en que haya un acto de maltrato, la jurisdicción pasará al orden penal,
al juzgado de violencia sobre la mujer (art. 49 bis LEC).

*En nuestro ordenamiento, hay especializaciones por razón de la materia. Cada


orden jurisdiccional tiene su ámbito de jurisdicción.

Como ya se ha dicho anteriormente, un requisito de validez es la jurisdicción. Para que


un órgano jurisdiccional tenga jurisdicción no tiene que estar atribuida a otro órgano
(las partes pueden haber decidido someterse al arbitraje o a la jurisdicción militar), es
decir, que el órgano sea jurisdiccionalmente competente: se establecen límites (arts. 36
y ss. LEC).

En cuando al segundo requisito de la validez del proceso, la competencia, es conjunto


de procesos en los que un juzgado o tribunal puede ejercer conforme a la ley su
jurisdicción. Se puede definir como “medida en la que cada órgano jurisdiccional
ejerce su jurisdicción”.

En la ley se establecen las reglas de competencia porque en el orden jurisdiccional-civil


hay distintos tipos de órganos: juzgado de paz, juzgado de primera instancia, juzgados
de lo mercantil, (juzgado de violencia de género), audiencia provincial, tribunal superior
de justicia y tribunal supremo.
Por tanto, las normas de competencia nos van a decir que hay distintos tipos de
órganos dentro de este orden, y además, dentro de cada órgano hay múltiples órganos
repartidos por el territorio nacional (juzgados de lo mercantil, audiencia provincial,
TSJ).
Por último, hay órganos especializados para conocer en primera instancia, y también
hay otros que conocen distintas partes del proceso… esto está determinado por las
normas de competencia territorial y según, la fase del proceso, serán las normas de
competencia funcional.

RECUERDA: En general, son normas de obligado cumplimiento (ius cogens).


Las normas de competencia obedecen a la existencia de distintos tipos de
órganos en el orden jurisdiccional civil, y dentro del mismo tipo, hay muchos
órganos repartidos por todo el territorio nacional y, además, puesto que el
proceso va atravesando distintas fases, por la función también se establece una
determinada competencia.

* Competencia objetiva, territorial y funcional.

2. COMPETENCIA OBJETIVA (normas de competencia objetiva)

Downloaded by Vega Gonzalez (c2274458@yahoo.es)


lOMoARcPSD|3936704

Detallan que tipo de órgano va a conocer de un determinado asunto en primera


instancia. Esta competencia delimita cual será el órgano competente en función del
objeto del proceso. Los distintos criterios de atribución de la competencia objetiva son:
1) la materia o la naturaleza de la relación jurídica establecida en el proceso; 2) la
calidad de la persona que es demandada; 3) la cuantía o el valor de la pretensión.

1) La materia o la naturaleza de la relación jurídica establecida en el proceso:


el art. 45 LEC, “Corresponde a los Juzgados de Primera Instancia el conocimiento, en primera
instancia, de todos los asuntos civiles que por disposición legal expresa no se hallen atribuidos a
otros tribunales. Conocerán, asimismo, dichos Juzgados de los asuntos, actos, cuestiones y
recursos que les atribuye la Ley Orgánica del Poder Judicial ”, establece que la regla
general es la atribución de la competencia objetiva a los juzgados de primera
instancia. Por tanto, estos juzgados serán quienes conozcan por esencia de los
conflictos inter-subjetivos que se plantean en el orden civil.

*La materia es criterio especial y preferente de atribución de la competencia


objetiva respecto de los demás criterios.

Dentro de las instituciones que ha contemplado el legislador está la creación de


juzgados especializados (art. 98 LOPJ). En aquellos sitios donde se hayan
creado estos juzgados tienen la competencia exclusiva y excluyente.

Las excepciones vienen dadas por los juzgados de lo mercantil (creados por la
LO 8/03), que van a tener competencia para conocer de cuantas cuestiones
susciten en materia concursal y para otras como publicidad, condiciones
generales de la contratación, propiedad intelectual…; una segunda excepción
son los juzgados de familia; por último, otra excepción viene dada por la Ley
de medidas integrales sobre la violencia de género (LO 1/04) que creó los
juzgados de violencia sobre la mujer. Estos juzgados son órganos de
instrucción incardinados en el orden penal. Cuando se produzca un acto de
violencia de género tienen atribuido el conocimiento exclusivo y excluyente de
determinados procesos civiles (art. 49 bis LEC).

Ej.: si quiero presentar una demanda de divorcio lo hago en primera


instancia salvo que para ese supuesto haya creado un juzgado
especializado, al de familia que es el que conocerá en primera instancia
esa demanda. Si mi marido me hubiera pegado y lo hubiera denunciado,
tengo que presentar esa demanda el tribunal de violencia de género (si la
presento a un juzgado de primera instancia, este se declarará
incompetente y lo remitirá al órgano que sí que sea competente). Las
actuaciones se retrotraen al momento en que se comete la falta (ius
cogens; su incumplimiento: nulidad de actuaciones).

Downloaded by Vega Gonzalez (c2274458@yahoo.es)


lOMoARcPSD|3936704

RECUERDA: son juzgados de primera instancia que se han


especializado. En aquellos sitios en los que haya juzgados especializados
tendrá la competencia exclusiva y excluyente

2) La calidad de la persona que es demandada: determina la competencia


objetiva en los llamados aforamientos en el ámbito del TS y en el ámbito de los
TSJ. La sala 1ª del TS tiene atribuida el conocimiento de aquellas demandas de
responsabilidad civil por los daños que se hayan cometido en el ejercicio de su
cargo determinadas personas con un cargo específico (estos altos cargos son el
PG, los Presidentes del Congreso y del Senado, el presidente del CGPJ…y
demás personas designadas en el art. 56 LOPJ). Esta misma responsabilidad se
exigirá también a determinadas autoridades dentro de la CA (art. 73), cuando
será competente la sala de lo civil de los TSJ.

*OJO: hechos cometidos durante el ejercicio de su cargo

3) La cuantía o el valor de la pretensión (criterio residual): el valor de la


pretensión única y exclusivamente determinan la atribución de la competencia
objetiva a los juzgados de paz, que van a conocer de las demandas cuya cuantía
no superen los 90 euros.

RECUERDA: Las normas de competencia objetiva lo que determinan es


que tipo de órgano va a conocer de determinados procesos en primera
instancia (si yo mi demanda la tengo que llevar a un TSJ…).

Las normas de competencia territorial lo que determinan es cuál de los


juzgados y tribunales que integran un mismo tipo conocerá de un
determinado asunto (excepto el TS: es único en todo el territorio
nacional).

4. COMPETENCIA TERRITORIAL

Hay que determinar la medida de la competencia objetiva (la delimitación territorial de


la competencia objetiva se hace atendiendo a una serie de criterios que se denominan,
por parte del legislador (fueros). Los fueros se pueden clasificar en dos grandes grupos:
1) los convencionales (tienen su origen en la voluntad de las partes) y 2) los legales
(tienen su origen en la ley; en general todos son fueros legales porque los determina el
legislador).

El legislador parte de una idea que plasma en el art. 54 LEC, que nos habla del carácter
dispositivo de las normas de competencia territorial, lo que significa que en
principio, a diferencia de las normas de competencia objetiva y funcional, es disponible
para las partes (pueden alterar los fueros legales, que de ese modo, vendría a ser fueros
subsidiarios). Esta es la idea que subyace a la disponibilidad de las normas de
competencia territorial. En realidad, este artículo contradice su encabezamiento con el

Downloaded by Vega Gonzalez (c2274458@yahoo.es)


lOMoARcPSD|3936704

resto de su texto (art. 54 LEC: las reglas de competencia territorial solo se aplican en
defecto de solución expresa o tácita de las partes, salvo en los números…). Tampoco
esta disponibilidad se aplica cuando estemos ante juicios orales, ni ante la sumisión
expresa en los contratos de adhesión. Es más genérica la excepción que la regla
general (hay mas excepciones a las disponibilidad de las partes que la propia
disponibilidad que enuncia el art. 54).

Artículo 54. Carácter dispositivo de las normas sobre competencia territorial.

1. Las reglas legales atributivas de la competencia territorial sólo se aplicarán en defecto de


sumisión expresa o tácita de las partes a los tribunales de una determinada circunscripción. Se
exceptúan las reglas establecidas en los números 1 y 4 a 15 del apartado 1 y en el apartado 2 del
artículo 52 y las demás a las que esta u otra Ley atribuya expresamente carácter imperativo.
Tampoco será válida la sumisión expresa o tácita en los asuntos que deban decidirse por el juicio
verbal.

2. No será válida la sumisión expresa contenida en contratos de adhesión, o que contengan


condiciones generales impuestas por una de las partes, o que se hayan celebrado con
consumidores o usuarios.

3. La sumisión de las partes sólo será válida y eficaz cuando se haga a tribunales con
competencia objetiva para conocer del asunto de que se trate.

En consecuencia, las partes por sumisión tácita o expresa pueden determinar qué
órgano va a conocer de un determinado asunto, salvo que ese proceso esté exceptuado
por ley (fueros legales imperativos; son fueros que establece el legislador que no
permiten ser alterados por la voluntad de las parte. Estos fueros legales imperativos
aparecen definidos en el art. 54 LEC. Tampoco la sumisión expresa o tácita se permite
en los fueros especiales que contempla el art. 52 ni tampoco en los juicios
ejecutivos…ni …ni en los juicios monitorios, ni cuando se trata de conflictos unidos al
incumplimiento de contratos de adhesión.

Normas de competencia territorial: son normas dispositivas (art. 54 LEC). Si se


analizan todas las excepciones de ese art. vemos que no cabe hablar..

1. FUEROS CONVENCIONALES:

-Sumisión expresa (art. 55 LEC):

Es la que pactan los interesados renunciando de forma clara y determinante al fuero


que les es propio y designando la circunscripción del órgano judicial al que se
someten.

Es un contrato entre las partes, celebrado fuera del proceso, pero que tiene efectos
procesales. Lo que se hace en este pacto es renunciar al fuero legal y se acuerda un
sometimiento a otros órganos judiciales objetivamente competentes de otro lugar. Las
partes, en este pacto, designan la circunscripción o el lugar donde radican los tribunales
que hayan de conocer de un determinado asunto. De manera que, en este contrato, lo
primero que tienen que hacer las partes es señalar el lugar concreto donde ejerce su
jurisdicción el juzgado o tribunal al que se van a someter (las partes).

Downloaded by Vega Gonzalez (c2274458@yahoo.es)


lOMoARcPSD|3936704

En un pacto de sumisión expresa no pueden señalar dos circunscripciones al mismo


tiempo (no pueden designar que se someten a los juzgados de Cádiz y Sevilla). Además,
deber ser un acuerdo bilateral (si no: es nula), sin que en ningún caso sea admisible
aquella cláusula, que será una de las partes la que determine a qué órgano se somete.
También se requiere la relación jurídica concreta respecto de la que es operativo el
pacto de sumisión (NO cabe una sumisión a una pluralidad de relaciones jurídicas).

*El fuero legal seria el subsidiario de la sumisión expresa.

Artículo 55. Sumisión expresa.

Se entenderá por sumisión expresa la pactada por los interesados designando con precisión la
circunscripción a cuyos tribunales se sometieren.

-Sumisión tácita (art. 56 LEC):

Es una ficción legal que parte de la idea de que la competencia de un tribunal queda
establecida por las actuaciones que realizan las partes, de manera que, la competencia
del tribunal va a venir establecida por parte del demandante, por el hecho de interponer
la demanda o solicitar unas medidas cautelares o interponer una diligencia previa. En
este hecho se supone que se atribuye la competencia territorial a ese órgano judicial.

Por parte del demandado, se entiende que hay sumisión tácita cuando una vez
personado, tras la interposición de la demanda, lleva a cabo cualquier actuación que no
sea la de interponer en forma la declinatoria (indica que se está sometiendo a ella).

Artículo 55. Sumisión expresa.

Se entenderá por sumisión expresa la pactada por los interesados designando con precisión la
circunscripción a cuyos tribunales se sometieren.

En aquellos casos en los que el legislador establece fueros legales imperativos, no se


permite ningún tipo de sumisión (puede darse porque una de las partes sea más débil).
En estos casos, el tratamiento de la competencia territorial sería el mismo que el de la
competencia objetiva (las partes no pueden acordar cual es el juzgado que va a conocer
en un determinado proceso). Cuando estamos ante estos fueros no se permite la
alteración por la voluntad de las partes.

*OJO: art. 24.2 CE (“Asimismo, todos tienen derecho al Juez ordinario predeterminado por
la Ley, a la defensa y a la asistencia de letrado, a ser informados de la acusación formulada
contra ellos, a un proceso público sin dilaciones indebidas y con todas las garantías, a utilizar los
medios de prueba pertinentes para su defensa, a no declarar contra sí mismos, a no confesarse
culpables y a la presunción de inocencia”),
que exige que el órgano que va a conocer
un proceso venga definido por las normas de competencia y procedimiento, y
por tanto, las partes no pueden hacer alteraciones =indisponibilidad,
imperatividad.

Downloaded by Vega Gonzalez (c2274458@yahoo.es)


lOMoARcPSD|3936704

2. FUEROS LEGALES: generales y especiales (=legales imperativos).

Cuando no haya sumisión tácita ni expresa se aplican los fueros previstos en la ley.

*Se aplican con la siguiente jerarquía: fueros legales imperativos (carácter


preferente frente a los demás), fueros convencionales (tiene preferencia la
sumisión tácita: supuestos bilaterales), fueros legales generales (son el del
domicilio del demandado).

-Los fueros generales vienen contemplados en el art. 50 LEC y el art. 51 LEC:

Para las personas físicas es el domicilio del demandado, con carácter subsidiario; si
no tuviera domicilio será el lugar de su residencia; si tampoco tiene residencia en
España será el lugar donde se encuentren dentro del territorio nacional o el de su
última residencia en España, y, si tampoco, serán competentes donde radique el
domicilio del actor.

En el caso de las personas jurídicas, se les demandara en su domicilio; también


pueden ser demandadas donde el empresario desarrolle su actividad y cuando tenga
varios establecimientos, el actor podrá presentar la demanda a su elección dentro de
estos. Incluso pueden ser demandadas las personas jurídicas donde la relación jurídica
haya nacido o vuelvan a surgir efectos, siempre que en ese lugar haya un
establecimiento abierto al público o haya un representante que represente a la
sociedad.

Artículo 50. Fuero general de las personas físicas.

1. Salvo que la Ley disponga otra cosa, la competencia territorial corresponderá al tribunal del
domicilio del demandado y si no lo tuviere en el territorio nacional, será Juez competente el de
su residencia en dicho territorio.

2. Quienes no tuvieren domicilio ni residencia en España podrán ser demandados en el lugar en


que se encuentren dentro del territorio nacional o en el de su última residencia en éste y, si
tampoco pudiera determinarse así la competencia, en el lugar del domicilio del actor.

3. Los empresarios y profesionales, en los litigios derivados de su actividad empresarial o


profesional, también podrán ser demandados en el lugar donde se desarrolle dicha actividad y, si
tuvieren establecimientos a su cargo en diferentes lugares, en cualquiera de ellos a elección del
actor.

Artículo 51. Fuero general de las personas jurídicas y de los entes sin personalidad.

1. Salvo que la Ley disponga otra cosa, las personas jurídicas serán demandadas en el lugar de su
domicilio. También podrán ser demandadas en el lugar donde la situación o relación jurídica a
que se refiera el litigio haya nacido o deba surtir efectos, siempre que en dicho lugar tengan
establecimiento abierto al público o representante autorizado para actuar en nombre de la
entidad.

2. Los entes sin personalidad podrán ser demandados en el domicilio de sus gestores o en
cualquier lugar en que desarrollen su actividad.

Downloaded by Vega Gonzalez (c2274458@yahoo.es)


lOMoARcPSD|3936704

RECUERDA: Los fueros se pueden dividir en fueros convencionales (los


delimitan las partes, de manera expresa y de manera tácita) y en legales
(generales, especiales = imperativos).

-En los fueros especiales (arts. 52 y 53 LEC: elenco de fueros especiales) no se permite
la autonomía de la voluntad (frente a bienes inmuebles, será competente el órgano
judicial donde radique el bien inmueble; en aquellas demandas de ejecución precaria:
desahucio y arrendamiento;… cuando la demanda tiene por objeto demandas sociales
tampoco cabe la autonomía de las partes y hay que domicilio social cuyo…).

Hay determinados supuestos en los que el legislador no permite que las partes alteren la
competencia territorial, es decir, las normas devienen imperativas (arts. 52 y 53 LEC).

Ej.: si se va a ejecutar una resolución sobre un bien inmueble es de lógica que se


ejecute en el lugar donde radique dicho bien.

Por tanto, las normas de competencia territorial se configuran como fueros


indisponibles para las partes.

3. COMPETENCIA FUNCIONAL (Normas de competencia funcional)

Este criterio de atribución de la competencia determina qué órgano conocerá de los


distintos actos o fases por los que atraviesa un proceso (según las instancias y las
incidencias que surjan a lo largo del proceso). Esta idea obedece al hecho de que en un
mismo proceso pueden intervenir distintos órganos judiciales y, podemos señalar, como
manifestación más relevante de la competencia funcional, el conocimiento de los
recursos.

*Se posibilita a las partes la presentación de un recurso ante un órgano superior:


derecho al recurso: derecho de configuración legal, es decir, cuando así lo ha
previsto el legislador, el cual no está obligado a determinarlo siempre.

La máxima expresión serían los recursos devolutivos. Esta competencia viene


establecida por ley de forma automática, de manera que, cuando se ha determinado cual
es el órgano competente en materia de competencia objetiva y territorial, viene
automáticamente la competencia funcional.

Cabe distinguir entre los recursos establecidos por el legislador, el recurso de apelación
(es competente el superior jerárquico: juez de paz-juez de primera instancia-audiencias
provinciales…). En la ley también hay recursos extraordinarios, el de casación y el de
infracción procesal. En estos recursos su conocimiento viene atribuido a los TSJ
cuando en la resolución que se impugna viene infringidas normas económicas, y el TS
en los demás casos.

Estas normas también señalan quien va a conocer de la ejecución. La sentencia firme


ya no es susceptible de recurso alguno (pone fin al proceso), y nos permite ser
ejecutados (se han agotado todas las fases procesales, o no se ha interpuesto el recurso

Downloaded by Vega Gonzalez (c2274458@yahoo.es)


lOMoARcPSD|3936704

dentro del plazo). El conocimiento de esa fase de ejecución se atribuye al órgano que
conoció en primera instancia (art. 545 LEC).

También son manifestaciones de esta competencia funcional (son normas de ius cogens,
que establecen qué órgano va a conocer en las distintas fases del proceso).

RECUERDA: competencia objetiva y funcional: normas de ius cogens, lo que


significa que son normas que deben ser observadas con carácter imperativo para
cualquier tipo de proceso. Además, las partes no pueden alterarlas por acuerdo
mutuo en ningún caso. NO cabe ni sumisión tacita ni expresa (ambas sumisiones
se admiten solo respecto de las normas de competencia territorial y solo en
aquellos casos en lo que el legislador no ha definido la competencia territorial
como indisponible, cuando no ha señalado un fuero imperativo).

5. EL MODO DE DENUNCIAR LA INCOMPETENCIA.

-Tratamiento procesal de la competencia:

En las normas de competencia objetiva y territorial, el juez viene obligado a vigilar de


oficio su propia competencia y debe sancionar con la nulidad de pleno derecho aquellos
actos judiciales llevados a cabo un juez con manifiesta falta de competencia (objetiva o
funcional). La consideración por incumplimiento de las normas de estas competencias
es tan importante que, incluso, cuando se ha terminado el proceso, se podría declarar la
nulidad de actuaciones. Lo debe examinar tanto el juez de primera instancia, como el
juez que conoce en segunda instancia. También se va a examinar la competencia en
trámite del recurso extraordinario por infracción procesal.

En estos supuestos, el legislador no está estableciendo unas normas que inviten a las
partes a respetar, sino que están obligadas a ello. El juez tiene la obligación de
examinar de oficio esta competencia (objetiva, funcional, (territorial)). Esto viene
establecido en el art. 58 LEC, que recoge normas de competencia territorial imperativa;
en el art. 62 LEC aparece la competencia para conocer de los recursos.

Artículo 58. Apreciación de oficio de la competencia territorial.

Cuando la competencia territorial viniere fijada por reglas imperativas, el Secretario judicial
examinará la competencia territorial inmediatamente después de presentada la demanda y, previa
audiencia del Ministerio Fiscal y de las partes personadas, si entiende que el Tribunal carece de
competencia territorial para conocer del asunto, dará cuenta al Juez para que resuelva lo que
proceda mediante auto, remitiendo, en su caso, las actuaciones al Tribunal que considere
territorialmente competente. Si fuesen de aplicación fueros electivos se estará a lo que manifieste
el demandante, tras el requerimiento que se le dirigirá a tales efectos.

Artículo 62. Apreciación de oficio de la competencia para conocer de los recursos.

1. No serán admitidos a trámite los recursos dirigidos a un tribunal que carezca de competencia
funcional para conocer de los mismos. No obstante lo anterior, si admitido un recurso, el tribunal
al que se haya dirigido entiende que no tiene competencia funcional para conocer del mismo,
dictará auto absteniéndose de conocer previa audiencia de las partes personadas por plazo común
de diez días.

Downloaded by Vega Gonzalez (c2274458@yahoo.es)


lOMoARcPSD|3936704

2. Notificado el auto a que se refiere el apartado anterior, los litigantes dispondrán de un plazo de
cinco días para la correcta interposición o anuncio del recurso, que se añadirán al plazo
legalmente previsto para dichos trámites. Si sobrepasaren el tiempo resultante sin recurrir en
forma, quedará firme la resolución de que se trate

6.LA DECLINATORIA.

Además, el legislador ha previsto el control a instancia de parte, que se lleva a cabo


por medio de la declinatoria. En este sentido, se establece que el demandado podrá
denunciar la falta de jurisdicción y de competencia (art. 63 y ss. LEC), antes de que se
presente la demanda. También, la declinatoria permite denunciar la falta de competencia
objetiva y de competencia territorial (=sumisión tacita).

El momento procesal para interponer la declinatoria es, en los juicios ordinarios, en los
primeros días establecidos para contestar la demanda y cuando se trata de juicios
verbales, en los cinco días siguientes a aquel en los que se produzca la citación para la
vista. Queda en suspenso ese plazo para la contestación de la demanda o para la
celebración de la vista.

*Ni en la competencia objetiva ni en la jurisdicción, las partes no tienen nada


que decir (no pueden alterar lo establecido en la ley). Lo único que pueden hacer
es denunciar que no se ha observado la atribución de la competencia atribuido
por ley, que se denuncia a través de la declinatoria.

La declinatoria se interpone mediante un escrito, al que acompañan documentos de


prueba y la falta de de jurisdicción y de competencia (se interpone al órgano que está
conociendo). También se debe expresar el órgano que se considera competente (usted
no es competente porque este supuesto lo habíamos sometido a un colegio arbitral: falta
de jurisdicción; yo tengo un pacto con otra parte de sumisión expresa que indica que yo
estoy sometida a los órganos judiciales de Madrid: falta de competencia). Se da traslado
de este escrito a las partes y al MF para que aleguen lo que estimen conveniente en el
plazo de cinco días.

El auto que resuelve la declinatoria, que indica la falta de competencia, no es


susceptible de recurso alguno pero sí se podrá volver a reproducir la falta de
competencia en fase de apelación (contra la sentencia que hubiera puesto fin al proceso)
y en el recuso extraordinario de infracción del proceso (infringido normas de
competencia).

En el caso de que estime el órgano judicial que tiene competencia se continúa el


proceso; en caso contrario, deberá indicar a las partes, en el auto, cuál es el órgano que
es competente.

Downloaded by Vega Gonzalez (c2274458@yahoo.es)


lOMoARcPSD|3936704

RECUERDA: el planteamiento de la declinatoria suspende el plazo para


contestar (aunque se permiten algunas actuaciones que resulten urgentes).

7. REPARTO DE ASUNTOS

Una vez determinado el tribunal competente de acuerdo a los criterios objetivo,


funcional y territorial, es posible que no quede claro en todos los casos el concreto
Juzgado o Sección que deba conocer el asunto. En estos casos hay que acudir a las
normas de reparto y distribución de asuntos para saber el órgano que debe resolver de
un proceso concreto. La determinación del tribunal competente se hace con referencia a
un tipo de órganos con sede en una determinada localidad. Pero dada la pluralidad de
Juzgados que pueden existir en un mismo partido judicial es preciso distribuir los
distintos procesos civiles que se tramiten en la localidad, de modo que al finalizar el año
judicial todos los Juzgados de Primera Instancia hayan conocido de un número igual o
aproximado de asuntos ; en esto consiste el repartimiento.

La distribución del trabajo se lleva a cabo donde haya dos o más Juzgados del mismo
orden jurisdiccional conforme a las normas de reparto prefijadas por la Sala de
Gobierno del TSJ, a propuesta de la Junta de Jueces; normas a las que se dará
publicidad suficiente (arts. 152.1.2, 159.2 y 170.1 LOPJ). El reparo se realizará bajo la
supervisión del Juez Decano, asistido por un secretario. También se ha de realizar esta
distribución entre las Secciones que puedan establecer entre las distintas Salas de un
Tribunal y entre las Salas del mismo (art. 152.1.1 LOPJ).

Así pues, los secretarios judiciales no permitirán que se dé curso a ningún asunto que
deba repartirse si no consta la diligencia correspondiente, en cuyo caso, a instancia de
parte, se anulará cualquier actuación que no consista en ordenar que pase el asunto a
este trámite (art. 68.2 LEC). Cuando se hubieren dictado resoluciones por tribunales
diferentes al que correspondiera por reparto, se declararán nulas a instancia de parte
cuando se pida la nulidad en el trámite inmediatamente posterior al momento que tuvo
conocimiento de la infracción de las normas de reparto (art. 68.4 LEC).

Sin embargo, cuando pudiera quebrantarse algún derecho o producirse perjuicio grave e
irreparable por no adoptarse alguna medida urgente en los asuntos repartidos, el decano
o presidente de la Audiencia podrán adoptarla a instancia de parte (arts. 167 LOPJ y 70
LEC).

El reparto deberá hacerse en los dos días siguientes a la presentación del escrito o
solicitud de incoación de las actuaciones (art. 69 LEC).

Downloaded by Vega Gonzalez (c2274458@yahoo.es)


lOMoARcPSD|3936704

LECCIÓN 3 – LAS PARTES PROCESALES. PLURALIDAD DE


PARTES Y SUCESIÓN PROCESAL

1. LAS PARTES PROCESALES

A) CONCEPTO

Las partes son, como el juez, inherentes a la estructura personal de todo proceso, que es
actividad de tres sujetos (juez, demandante y demandado); y del mismo modo que no
puede concebirse ninguna actuación jurisdiccional sin un juez, tampoco cabe
representarla sin que existan partes procesales. Partes son, por lo tanto, quienes en tal
condición figuran en el proceso, quien asume la titularidad de las relaciones procesales,
con las cargas y obligaciones inherentes a su posición.

Los presupuestos procesales relativos a las partes son la capacidad para ser parte, la
capacidad procesal y la capacidad de postulación. (se entrará a definirlas más adelante)

De cualquier modo, la identificación de las partes en el proceso civil, quién sea el


demandante y quién sea el demandado, debe quedar establecida de forma clara y
concisa. El actor es quien viene gravado con la carga de identificar a las partes de un
proceso concreto, dando a conocer las circunstancias distintivas de los sujetos
procesales (art. 399 LEC). Las partes, al inicio del proceso, deben quedar perfectamente
identificadas; es una carga de demandante suministrar en su demanda sus datos que le
identifiquen como actor, sino también lo del demandado. También deberá indicar los
datos del domicilio acerca de ser emplazados.

El actor comparece en el proceso cuando presenta la demanda. La incomparecencia del


actor equivale a un desistimiento de la demanda, de modo que se le imponen las costas
y se le condena a indemnizar al demandado comparecido. Sin embargo, la presencia del
demandado no es determinante. Cuando no comparece en el primer momento se le
declara en rebeldía, siguiendo el proceso su curso (art. 442.2 LEC); si no comparece en
actuaciones sucesivas, se celebran sin él.

B) DUALIDAD DE POSICIONES

En el proceso civil (como cualquier otro) es necesario que haya un dualidad de partes
enfrentadas entre sí: demandante, que es la persona que pide en nombre propio o en
cuyo nombre se pide; demandado, persona frente a la que se pide una determinada
actuación o tutela judicial. Estas partes tienen que estar ocupando posiciones
contrapuestas. Por tanto, el enfrentamiento entre partes es inherente a la idea misma de
proceso.

La dualidad no implica, sin embargo, que haya de ser dos el número de sujetos
normalmente llamados a intervenir como partes. Estamos ante los supuestos de
pluralidad de partes.

C) CAPACIDAD PARA SER PARTE (viene recogida en los arts. 6 y 7 LEC).

Downloaded by Vega Gonzalez (c2274458@yahoo.es)


lOMoARcPSD|3936704

La capacidad para ser parte se recoge en el art. 6 LEC, es la actitud para ser sujeto de
una relación procesal, para ser el titular de los derechos, obligaciones y cargas que se
deducen en el proceso y para verse afectada por los efectos de la cosa juzgada. Esta
capacidad sería equivalente a la personalidad jurídica del Derecho Civil y por tanto, la
ley no atribuye capacidad sino que reconoce esa facultad.

La falta de capacidad vicia de nulidad los actos del sujeto que careciera de ella. Puede
ser apreciada de oficio por el juez en cualquier momento del proceso (art. 9 LEC). Junto
con este examen de oficio, la falta de capacidad puede ser denunciada por el demandado
en la contestación a la demanda. Por su propia naturaleza, la falta de capacidad para ser
parte no es subsanable; o se tiene capacidad o se carece de ella, pero no resulta posible
su adquisición durante el desarrollo del proceso. Por eso, también podemos afirmar que
la capacidad para ser parte se ha de tener al inicio del proceso y durante todo él.

El legislador distingue entre la capacidad para ser parte de las personas físicas y de las
jurídicas. Respecto de las primeras, el derecho reconoce la capacidad por el mero
hecho de serlo (nace con forma humana y esta desprendido del seno materno 24 horas),
e incluso también se reconoce capacidad al nasciturus (concebido y no nacido) para
todos los efectos favorables. Esta capacidad de ser parte cesa cuando se muere. Las
personas jurídicas pueden contraer obligaciones de todas clases y ejercer acciones
civiles (art. 38.1. CC.”Las personas jurídicas pueden adquirir y poseer bienes de todas
clases, así como contraer obligaciones y ejercitar acciones civiles o criminales,
conforme a las leyes y reglas de su constitución”).

Las personas jurídicas adquieren capacidad para ser parte, en el ámbito de derecho
privado; siendo sociedades mercantiles, para que tengan capacidad para ser parte, se
requiere que se hayan constituido mediante escritura pública y que hayan sido inscritas
en el registro mercantil. Respecto a las sociedades civiles, la adquieren en el momento
en que se celebra el contrato de sociedad. En cuanto a las personas jurídicas de derecho
público, hay que ver la regulación acerca de cuando adquieren personalidad jurídica (en
general, desde el momento en que se constituyen). Por tanto, la capacidad de las
personas jurídicas se tiene en el momento que se han constituido respecto a ley.

Artículo 6. Capacidad para ser parte.

1. Podrán ser parte en los procesos ante los tribunales civiles:

1. Las personas físicas.


2. El concebido no nacido, para todos los efectos que le sean favorables.
3. Las personas jurídicas.
4. Las masas patrimoniales o los patrimonios separados que carezcan transitoriamente de titular o
cuyo titular haya sido privado de sus facultades de disposición y administración.
5. Las entidades sin personalidad jurídica a las que la ley reconozca capacidad para ser parte.
6. El Ministerio Fiscal, respecto de los procesos en que, conforme a la ley, haya de intervenir como
parte.
7. Los grupos de consumidores o usuarios afectados por un hecho dañoso cuando los individuos
que lo compongan estén determinados o sean fácilmente determinables. Para demandar en juicio
será necesario que el grupo se constituya con la mayoría de los afectados.

Downloaded by Vega Gonzalez (c2274458@yahoo.es)


lOMoARcPSD|3936704

8. Las entidades habilitadas conforme a la normativa comunitaria europea para el ejercicio de la


acción de cesación en defensa de los intereses colectivos y de los intereses difusos de los
consumidores y usuarios.

2. Sin perjuicio de la responsabilidad que, conforme a la ley, pueda corresponder a los gestores o a
los participes, podrán ser demandadas, en todo caso, las entidades que, no habiendo cumplido los
requisitos legalmente establecidos para constituirse en personas jurídicas, estén formadas por una
pluralidad de elementos personales y patrimoniales puestos al servicio de un fin determinado.

D) CAPACIDAD PROCESAL

La capacidad procesal supone la actitud para realizar con eficacia y con validez actos
procesales (actuaciones dentro del proceso). Esta capacidad es más restringida que la
capacidad para ser parte, por lo que hay que ver que en aquellos supuestos en los que las
partes no tienen capacidad procesal, hay que acudir a la representación.

La falta de capacidad en el caso de la capacidad procesal sí que es subsanable y puede


ser suplida o adquirida en cualquier momento (juicio ordinario: en la audiencia previa o
si no, en un plazo de diez días, durante los que se suspende la capacidad de la
audiencia).

Tienen capacidad procesal (art. 7 LEC) aquellas personas que se encuentren en plenitud
de sus derechos civiles, es decir, los mayores de dieciocho años y los menores
emancipados. Aquellos que no estén en plenitud (menores no emancipados) de sus
derechos civiles deberán comparecer representados por un representante legal o por
quien deba suplir su incapacidad conforme a derecho (padres, tutores, siendo precisa la
autorización judicial) y respecto de los incapaces habrá que estar a la sentencia
constitutiva (les representará el tutor o el curador que se designe en dicha sentencia); en
ambos casos, se precisa autorización judicial para interponer una demanda en nombre
del incapaz. Respecto a aquellos que son declarados pródigos habrá que estar al régimen
de la sentencia que les declare pródigos.

Por su parte, las personas jurídicas no plantean problema alguno de capacidad procesal;
desde el momento en que el ordenamiento jurídico les reconoce personalidad gozan de
la capacidad para comparecer en juicio. No obstante, debido a la falta de soporte físico
para realizar actos materiales, las personas jurídicas han de comparecer en juicio por
medio de las personas que legalmente las representen (art. 7.4 LEC).

Junto a estos supuestos, el legislador detalla otros supuestos especiales a los que
reconoce capacidad para ser parte en los arts. 6 y 7 LEC. Son supuestos en los que el
legislador reconoce que, de hecho, pueden ser titulares de obligaciones y de derechos,
pero que no son encuadrables en ninguna de las categorías que hemos estudiado: entes
sin personalidad, masas patrimoniales, sociedades irregulares y grupos de afectados.

a) Las uniones sin personalidad: es una agrupación de personas que se reúnen de


manera transitoria para llevar a afecto una determinada actividad (fiesta para recaudar
un viaje de fin de curso; art. 6. 5 LEC). Por lo tanto, ese grupo podría ser demandado en
todo caso y, necesariamente, tiene que comparecer alguien, que será aquella persona
(capacidad procesal) que de hecho actúe en nombre del grupo en el trafico jurídico (el
que haya contratado la fiesta con el dueño de la discoteca).

Downloaded by Vega Gonzalez (c2274458@yahoo.es)


lOMoARcPSD|3936704

b) Las sociedades irregulares: son aquellas sociedades que no tienen personalidad


jurídica diferenciada de los socios porque no han cumplido los requisitos necesarios
para su válida constitución. Sin embargo, son sociedades que actúan y contratan con
terceros y que por tanto, generan derechos y obligaciones en el tráfico jurídico. Pueden
ser demandadas en juicio, con independencia en la responsabilidad en que hayan
incurrido los gestores de esa sociedad irregular (no hace falta identificar a los socios que
la componen). En nombre de estas sociedades actuarán aquellos a los que la propia ley
les atribuye representación o aquellos que en virtud de pactos o acuerdos internos
representan a dicha sociedad.
c) Las masas patrimoniales o patrimonios autónomos: son un conjunto de bienes que no
tienen un titular conocido. Estos supuestos se producen en casos de herencias yacentes
(todavía no han sido aceptadas por los sucesores) y en casos de patrimonio concursal.
Estos patrimonios generan derechos y obligaciones (en una herencia yacente, hay un
piso que genera gastos de comunidad que no se pagan, y la comunidad de propietarios
quiere saber a dónde se tiene que dirigir para que estos gastos sean pagados).
Comparecerán en representación de ese conjunto de bienes quienes actúen como
representantes en el tráfico jurídico, es decir, quienes legítimamente les administren (art.
7.5 LEC).
d) Los grupos de afectados: cuando estén determinados o sean fácilmente
determinables, por ellos van a comparecer en juicio las personas que de hecho o en
virtud de pactos internos actúen en su nombre. Para esto (actuar como demandante), es
necesario que el grupo de afectados se constituya con la mayoría de los afectados (art.
6.7 LEC). Si no se puede determinar, solo tienen representación las asociaciones de
consumidores que asuman legítimamente dicha representación.
e) Las comunidades de propietarios: tienen capacidad para actuar, para ser titular de
derechos y obligaciones, y se reconoce capacidad procesal al presidente de la
comunidad, que puede actuar válidamente en nombre la comunidad.

Artículo 7. Comparecencia en juicio y representación.

1. Sólo podrán comparecer en juicio los que estén en el pleno ejercicio de sus derechos civiles.

2. Las personas físicas que no se hallen en el caso del apartado anterior habrán de comparecer
mediante la representación o con la asistencia, la autorización, la habilitación o el defensor
exigidos por la ley.

3. Por los concebidos y no nacidos comparecerán las personas que legítimamente los
representarían si ya hubieren nacido.

4. Por las personas jurídicas comparecerán quienes legalmente las representen.

5. Las masas patrimoniales o patrimonios separados a que se refiere el número 4 del apartado 1 del
artículo anterior comparecerán en juicio por medio de quienes, conforme a la ley, las administren.

6. Las entidades sin personalidad a que se refiere el número 5 del apartado 1 del artículo anterior
comparecerán en juicio por medio de las personas a quienes la ley, en cada caso, atribuya la
representación en juicio de dichas entidades.

7. Por las entidades sin personalidad a que se refiere el número 7 del apartado 1 y el apartado 2 del
artículo anterior comparecerán en juicio las personas que, de hecho o en virtud de pactos de la
entidad, actúen en su nombre frente a terceros.

Downloaded by Vega Gonzalez (c2274458@yahoo.es)


lOMoARcPSD|3936704

8. Las limitaciones a la capacidad de quienes estén sometidos a concurso y los modos de suplirlas
se regirán por lo establecido en la Ley Concursal.

E) LEGITIMACIÓN

Se trata de una cuestión de fondo, que tiene que ver con la eficacia del proceso. El
concepto de legitimación alude a una esencial condición o vinculación de uno o varios
sujetos con un objeto litigioso determinado, que les habilita para comparecer o exige su
comparecencia, individualmente o junto con otros, en un proceso concreto con el fin de
obtener una sentencia de fondo. La legitimación no tiene naturaleza procesal; no se trata
de un presupuesto procesal, sino de un elemento de la fundamentación, de la pretensión
que impide resolver sobre la cuestión de fondo.

Por un lado, el demandante posee legitimación activa. Por otro, la pasiva corresponde
con el demandado. Cuando se aprecie la falta de legitimación del demandante, el mismo
actor no podrá en el futuro volver a plantear su demanda contra el mismo demandado;
sin embargo, nada obsta para que la presente contra otro. Cuando se aprecie falta de
legitimación pasiva, tampoco podrá el actor reiterar su demanda contra el mismo
demandado. Podría, en cambio, dirigirla contra cualquier otro sujeto.

De acuerdo con lo expuesto, la falta de legitimación impide el planteamiento ulterior de


la misma pretensión entre los mismos sujetos.

Legitimación extraordinaria: nuestro Derecho positivo conoce casos en que se concede


legitimación a sujetos que no fueron parte de la relación jurídica material o que no
tomaron parte en el negocio jurídico. El supuesto más conocido es el de la sustitución,
en que el Derecho material faculta a una persona para actuar en el proceso en nombre
propio y en interés propio, pero por un derecho ajeno. (Un ejemplo es el de los
supuestos en los que la compañía aseguradora asume la posición de su asegurado).

Legitimación derivada del interés general: La ley reconoce legitimación sin necesidad
de que se afirma la titularidad de la relación jurídica que se dilucida en el proceso
porque concurre un interés general. El MF está legitimado por ley para actuar en calidad
de parte en procesos relativos al estado civil y para asumir o promover la representación
en juicio de los menores, que carecen de capacidad de obrar. Además, a las asociaciones
de consumidores y usuarios (art.11 LEC), también se las confiere la defensa de
consumidores y usuarios cuando exista un grupo de afectados que no sean fácilmente
determinables.

F) POSTULACIÓN

El último presupuesto relativo a las partes es el de capacidad de postulación, que es la


necesaria representación en el proceso a través del procurador y la defensa que debe
realizar el abogado, que se exige en la mayoría de los procesos (las partes no pueden
acudir por sí misma). Hay excepciones en los que la postulación no es un requisito
necesario.

Downloaded by Vega Gonzalez (c2274458@yahoo.es)


lOMoARcPSD|3936704

El legislador parte de la idea de que para acudir a los órganos jurisdiccionales es


necesario que se haga de una determinada forma (escritos de alegaciones y documentos
que le acompañan). Estos conocimientos técnicos no están extendidos a todos los
ciudadanos para garantizar que el proceso tenga un desarrollo regular y, por tanto, se
exige la presencia de los profesionales (el procurador y el abogado).

a) El procurador es quien actúa como representante técnico de la parte y, por eso,


se requiere que tenga un apoderamiento; recibe los documentos y todas las
notificaciones del órgano judicial, y debe dar traslado al abogado de todas esas
actuaciones judiciales (media entre el órgano judicial y el abogado). Además, da
traslado de todas las actuaciones del abogado dirigidas al órgano judicial. Este
apoderamiento se efectúa bien ante notario, bien ante secretario judicial (apud
acta). El poder del procurador puede ser un poder general para pleitos, que
permite llevar a efecto todos los actos de ordinario, que es lo normal en la
tramitación de un proceso. También se le puede conferir un poder especial para
pleitos, que debe indicar aquellos actos específicos para los que el procurador
tiene autorización y se requiere para llevar a cabo todos los actos de disposición
del proceso o que delimiten su objeto (renuncia, allanamiento).

En general, la regla que sigue el legislador es que se debe comparecer en juicio


en representación de procurador. Las excepciones a esta regla general vienen
recogidas en el art. 23 LEC, que establece que esta representación no es
preceptiva en aquellos juicios verbales cuya cuantía no excede de 90 euros, ni
para presentar la petición inicial de los procesos monitorios, ni en los juicios
universales cuando la comparecencia se limite a presentar los títulos de pleitos o
derechos o para concurrir en juntas, y por último, en incidentes relativos a
impugnación de resoluciones en materia de asistencia jurídica gratuita y cuando
se soliciten medidas urgentes con anterioridad al juicio.

b) El abogado es el director técnico de la defensa y se dispone también como regla


general que los litigantes deben ser dirigidos por abogados aventados para
ejercer su profesión en el tribunal que conozca del asunto. Se señala que no
puede proveerse ninguna solicitud que no lleve firma de abogado. El art. 31 LEC
detalla una serie de excepciones. Establece que no es necesario acudir asistido
por abogado en aquellos juicios verbales cuya cuantía sea inferior a 900 euros ni
tampoco en la petición inicial del proceso monitorio o cuando se solicitan
medidas urgentes anteriores al juicio.

En el caso en la comparecencia no sea preceptiva ni con abogado ni con procurador, la


persona que quiera estar asistida por estas personas deberá comunicarlo al órgano
judicial. Si la parte quiere acudir con procurador y abogado, en el caso del demandado
tiene que comunicarlo al tribunal en los tres días siguientes a la notificación de la
demanda y en el caso del demandante, reflejarlo en su demanda; con esto se garantiza la
igualdad en el proceso (no se puede permitir que una parte juegue con ventaja; si una
parte decide acudir con abogado, también puede la otra acudir con abogado).

Downloaded by Vega Gonzalez (c2274458@yahoo.es)


lOMoARcPSD|3936704

2. PLURALIDAD DE PARTES

A) CONCEPTO

Puede ocurrir que tanto en la posición procesal de actor como en la de demandado


concurran distintas personas, diciéndose en estos casos que existe una pluralidad de
partes. Dicha pluralidad de partes puede producirse desde el mismo inicio del proceso,
es decir, con la demanda; o a lo largo del proceso. En el primer caso, la Ley llama al
fenómeno litisconsorcio, por el cual varias personas comparecen como demandantes o
como demandados en el proceso de forma voluntaria o necesaria. En el segundo caso la
Ley menciona la intervención procesal y de integración del litisconsorcio necesario, en
los que un tercero, bien de forma autónoma, bien de forma provocada, es admitido en un
proceso ya entablado entre demandante y demandado, situándose en una de las dos
posiciones procesales posibles.

B) LITISCONSORCIO

Define la pluralidad o presencia diversa de varias personas unidas en una determinada


posición. El legislador distingue entre litisconsorcio activo, entre litisconsorcio pasivo y
entre litisconsorcio mixto.

a) Activo: hay una pluralidad de partes que ocupan la posición activa, una
pluralidad de demandantes.

b) Pasivo: cuando en la posición de demandado participan varias personas.

c) Mixto: tanto en la posición de demandante como en la de demandado existen


una pluralidad de personas.

El art. 12 LEC regula dos supuestos de litisconsorcio: voluntario y necesario.

a) Voluntario (art. 12.1 LEC “Podrán comparecer en juicio varias personas, como
demandantes o como demandados, cuando las acciones que se ejerciten
provengan de un mismo título o causa de pedir”): el legislador dice que este
litisconsorcio se produce a merced de la voluntad de las partes. Hay una
pluralidad subjetiva de acciones porque las partes así lo han querido (dentro de
él está el litisconsorcio activo o pasivo). Se permite que las partes actúen de
forma unida como demandantes o que un único actor pueda demandar a varios
que actúan conjuntamente, a varios demandados.

Se establecen una serie de requisitos para que pueda darse el litisconsorcio


voluntario (art. 72 LEC):
- Todas las acciones tienen que provenir de un mismo título o causa de pedir:
significa que estas acciones deben fundamentarse en unos mismos hechos y
esta exigencia de que haya un nexo entre los títulos de pedir reside en que no
se compara con tenencia de la causa (se permite que un demandante dirija las
acciones contra un demandado cuando las acciones se basen en unos mismos
hechos); esto se permite porque el juez a todas las pretensiones que se han

Downloaded by Vega Gonzalez (c2274458@yahoo.es)


lOMoARcPSD|3936704

establecido, las va a dar un tratamiento parecido (acumulación subjetiva de


acciones; ej.: contratación en masa).

- Que las acciones que se ejercitan no se excluyan entre sí, es decir, que la
acción de una no haga imposible el ejercicio de otra: las acciones que se
ejercitan tienen que pretender más o menos lo mismo (el juez no puede decir
que para unos es válido el contrato y que para otros no).

- Las acciones deben ser tramitadas por el mismo procedimiento: por razón de
la materia, si se han acumulado, que no tengan que tramitarse por
procedimientos de distinta naturaleza.

- Que el órgano sea competente objetivamente para conocer de todas ellas


(acciones).

La consecuencia del litisconsorcio voluntario es que se reúnen varios procesos


en un solo procedimiento por la conexión que existe entre todas las acciones que
se han ejercitado. Aunque todas las acciones se ejercitan conjuntamente, lo
cierto es que son independientes y autónomas entre sí (cada litisconsorte es
autónomo y sus acciones no afectarán a los demás). Ej.: uno de los demandantes
decide renunciar, pues esa renuncia es independiente de las demás propuestas
que se están tramitando, es decir, la renuncia de aquel no afectará al resto.

RECUERDA: Hay litisconsorcio voluntario cuando lo pactan las partes…todas


las pretensiones mantienen su autonomía, se tramitaban por el mismo
procedimiento pero no todas sufren la misma suerte.

b) Necesario (art. 12.2 LEC “Cuando por razón de lo que sea objeto del juicio la
tutela jurisdiccional solicitada sólo pueda hacerse efectiva frente a varios sujetos
conjuntamente considerados, todos ellos habrán de ser demandados, como
litisconsortes, salvo que la ley disponga expresamente otra cosa”): la ley
atribuye legitimación a todos los litisconsortes en común, es decir, que todos
deben actuar conjuntamente o frente a todos conjuntamente (activo, pasivo).

*Este artículo regula solo el supuesto de litisconsorcio pasivo


necesario.

La legitimación activa no se atribuye a cada uno porque el legislador no ha


atribuido legitimación a cada parte, sino que la legitimación la ostentan todos
conjuntamente (o lo hacen juntos o no tienen legitimación). En el caso del
litisconsorcio pasivo necesario, el demandante tiene que dirigir su acción (única)
frente a todos conjuntamente considerados.

RECUERDA: La posición de las partes es impuesta por la ley (no por propia
voluntad).

El litisconsorcio pasivo necesario se produce cuando hay una norma de derecho


material, que determina que la legitimación la ostentan varias personas, que

Downloaded by Vega Gonzalez (c2274458@yahoo.es)


lOMoARcPSD|3936704

necesariamente tienen que actuar unidas (no se reconoce la legitimación


individualmente).

La ley (LEC) solo regula los supuestos de listisconsorcio pasivo necesario. Hay
supuestos de obligaciones indivisibles (1139 LEC), cuando la deuda solo puede
hacerse efectiva procediendo contra todos los deudores conjuntamente
considerados y solo perjudican a los acreedores los actos que realicen
colectivamente estos; otro supuesto es el de mancomunidad, de comunidad de
bienes o de comunidad de herederos, y por tanto, la herencia pertenece a todos
indistintamente considerados. En estos supuestos, la jurisprudencia ha permitido
que se demande a uno solo de los comuneros, y que uno de éstos pueda realizar
actos individualmente cuando sean favorables a los demás.

Cuando se solicita la nulidad del testamento, la demanda se tiene que dirigir a


todos los coherederos porque si no, no se constituye bien la relación procesal; lo
mismo ocurre con la demanda de nulidad matrimonial, cuando el MF la tiene
que solicitar frente a ambos cónyuges.

RECUERDA: La legitimación es una cuestión de fondo, no es un presupuesto


procesal. La consecuencia es que si se estima que no se tiene legitimación, se
aprecia la sentencia, que será desestimatoria. Si fuera una cuestión formal, sería
una cuestión que resolución de fondo y que podrá volver a plantear.

El listisconsorcio pasivo necesario tiene que ver con la legitimación, que se


reconoce a todos conjuntamente, de manera que si falta a uno no hay
legitimación (solo se puede ejercitar la pretensión frente a todos). La solución si
no se ostenta legitimación, será una resolución de fondo.

El legislador, en el art. 420 LEC, configura un tratamiento procesal para los


supuestos de listiconsorcio pasivo necesario (si yo afirmo ser la propietaria de
las civiles, desde el principio no me van a dar uso a la demanda porque la
legitimación aparece negada desde el principio). Para dar curso a la demanda es
necesario no solo afirmarse, sino dar pruebas de que se ostenta ésta (principio de
prueba). Hay varios supuestos en los que es necesario aportar este principio
porque si no se va a desadmitir la demanda desde el principio (pero la regla
general afirma que es la resolución de fondo la que determina si hay o no
legitimación).

*La legitimación solo se debe apreciar en la fase de sentencia.

Este artículo establece para evitar que se tramite todo un proceso, en los casos en
que la falta de legitimación se admite en la fase de audiencia previa; se permite
su subsanación en los casos en los que hay listisconsorcio pasivo necesario
(COP art). Cuando el demandado alegue falta de litisconsorcio pasivo necesario,
se le permite, si el tribunal considera que procede en ese caso el litisconsorcio
pasivo necesario, dirigir su escrito de demanda a todos los litisconsortes pasivos
necesarios y se le ordenará emplazar a todos éstos.

Si el demandante no dirige la demanda a los litisconsortes pasivos necesarios, se


procede al archivo de actuaciones, el cual es una resolución de contenido formal

Downloaded by Vega Gonzalez (c2274458@yahoo.es)


lOMoARcPSD|3936704

que permite al demandante dirigir su pretensión de nuevo, por lo que no recae


una resolución de fondo. El legislador da al tema de la legitimación un
tratamiento procesal, lo hace para evitar que se tramite todo el proceso y que
finalmente recaiga una sentencia desestimatoria.

Ej.: yo dirijo una demanda contra una persona solo de todos los que conforman
un testamento para decir que ese testamento es nulo, pues desestimarían mi
pretensión puesto que no he dirigido mi pretensión contra todos los que debía,
entonces lo que haría el juez sería desestimar mi pretensión, que podría volver a
presentarla puesto que ya estaría cambiando el objeto de la demanda (OJO: no se
podría plantear una demanda sobre el mismo objeto y contra los mismos
demandados), pero con el art. 420 LEC lo que se hace es decirle oye que has
presentado tu demanda mal, tienes que dirigirla contra todos, y le da un plazo
para que lo haga, si en ese plazo no lo hace, se procede al archivo de
actuaciones, y le dice la próxima vez que presentes esta demanda hazlo bien.

C) LA INTERVENCIÓN

Son supuestos en los que un tercero, ajeno al proceso, que afirma ser titular de un
derecho o de un interés legítimo, solicita intervenir en un proceso ya iniciado por un
actor frente a un demandado; bien solicita intervenir como actor, bien como demandado
(significa la injerencia de un tercero).

a) Voluntaria (art. 13 LEC): se produce cuando el interviniente está legitimado para


actuar como demandante o como demandado desde el principio del proceso. La
legitimación se ostenta desde el principio, pero no se ejercita la acción hasta
posteriormente (cuando el proceso ya se ha iniciado).

b) Provocada (art. 14 LEC): tradicionalmente, la doctrina, la ha denominado


intervención forzosa porque el interviniente no acude al proceso de forma
voluntaria, sino que es llamado por una de las partes. En esta intervención no se
requiere que el tercero ostente un derecho o interés legítimo porque los
resultados del proceso puede que le afecten de manera indirecta o refleja.

En segundo lugar, la intervención no es por voluntad propia. El momento, en


que se puede solicitar esta intervención de un tercero, es en el momento de la
demanda (si la hace el demandante) o en el momento de la contestación (si la
hace el demandado).

Si la intervención se insta por el demandante, se debe indicar en la demanda la


solicitud de intervención de un tercero; el interviniente no entra en el proceso en
calidad de demandado, aunque sí que se le reconocen todas las facultades de
actuación que se reconocen a las partes. Cuando la intervención provocada se
realice por parte del demandado, se debe realizar en el plazo concedido para
contestar a la demanda, si se trata de un juicio ordinario, o bien, antes de la
celebración de la vista, si se trata de un juicio verbal; en este caso, cuando el
demandado llama a un tercero, se suspende el plazo para la contestación hasta
que el tribunal declare si procede o no la intervención del tercero; en el caso de

Downloaded by Vega Gonzalez (c2274458@yahoo.es)


lOMoARcPSD|3936704

que la acepte, se emplaza al tercero para que conteste a la demanda y se


reanudan los plazos de contestación.

3. SUCESIÓN PROCESAL (art. 16, 17 y 18 LEC)

Es la modificación de la identidad subjetiva de las partes en el proceso; esta sucesión


puede venir motivada por muerte de cualquiera de las partes o por trasmisión de la cosa
litigiosa.

1. Por muerte (art. 16 LEC): la comunicación de la defunción de una de las partes


al tribunal se puede llevar a cabo por el sucesor. En este caso, acreditada dicha
defunción y el título sucesorio, es necesario que el sucesor acredite que ostente
legitimación (prima facie; probada la defunción y el título sucesorio). Una vez
esto, el juez va a tener por personado al sucesor en la posición del litigante
difunto.

Hay veces que esta comunicación se lleva a cabo por una persona distinta del
sucesor (art.16.2 LEC), que se da cuando el sucesor no se haya personado en el
plazo de cinco días. Las otras partes pueden solicitar al tribunal que les emplace
a comparecer en juicio en el plazo de diez días. Esto provoca, que en el plazo de
diez días, la otra parte no conozca quiénes son los sucesores.

En el caso de que el demandante sea el que no comparece (el sucesor no es


identificado o no localizado o bien no quiere comparecer) el legislador establece
que la consecuencia procesal es que se considera desistida la demanda. El
desistimiento es cuando los sucesores no son identificados o localizados. En el
caso de que los sucesores no quieran comparecer no se podrá volver a interponer
la demanda.

Cuando la incomparecencia sea del demandado, el legislador no distingue entre


los supuestos. En todos los casos, el legislador establece que el proceso continúa
en rebeldía del demandado.

OJO: no se produce un cambio en la posición de parte.

2. Trasmisión del objeto litigioso (art.17 LEC): existe un proceso que tiene como
objeto una cosa. En el caso de que el objeto de la pretensión se haya trasmitido,
el adquirente de tal bien puede solicitar que se le tenga por parte en la posición
que ocupaba el transmitente de dicho bien.

En este caso, cuando se presenta esta solicitud, el órgano judicial ordena la


suspensión del proceso, por un plazo de diez días, para oír a la otra parte. Si la
otra parte no se opone, el tribunal declara la sucesión. En caso contrario, cuando
haya oposición, el tribunal resuelve mediante auto si procede o no la sucesión (si
considera que no se debe acceder a la sucesión, el transmitente continúa en el
proceso, quedando a salvo todas las relaciones jurídicas que tenga con el
transmitente).

Downloaded by Vega Gonzalez (c2274458@yahoo.es)


lOMoARcPSD|3936704

La existencia de un proceso en el que se debate la propiedad de un bien no


significa que el objeto devenga intransmisible (el hecho de que se transmita no
significa que haya un cambio de la identidad subjetiva en el proceso).

Downloaded by Vega Gonzalez (c2274458@yahoo.es)


lOMoARcPSD|3936704

Lección 4 ACTOS PREVIOS AL PROCESO Y LA DEMANDA

1.INTRODUCCIÓN. 2. EL ACTO DE CONCILIACIÓN. 3. LAS DILIGENCIAS


PRELIMINARES. 3. EL ACTO PROCESAL DE DEMANDA. 4. DELIMITACIÓN DEL
OBJETO DEL PROCESO EN LA DEMANDA. 5. LOS DOCUMENTOS QUE SE HAN DE
ACOMPAÑAR A LA DEMANDA. 6. INADMISIÓN A TRÁMITE DE LA DEMANDA. 7.
EFECTOS DE LA DEMANDA ADMITIDA A TRÁMITE. 8. LA ACUMULACIÓN DE
PROCESOS.

EL ACTO DE CONCILIACIÓN

El acto de conciliación es un método de resolución de conflictos entre las personas


autocompositivo (por un acuerdo al que llegan), es decir, no hay un tercero,
subordinado a las partes, que imponga la solución (como ocurriría en el proceso y en el
arbitraje: métodos heterocompositivos). Las partes llegan a acuerdos, concilian y por
tanto, no hay un acto jurisdiccional propiamente dicho. Lo cierto es que el legislador
pretende evitar el proceso incentivando la conciliación (“más vale un mal pacto que un
buen pleito”).
Este acto fue obligatorio hasta 1984, antes de interponer la demanda preceptivamente,
se tenía que haber dado la conciliación. Ésta a partir de ese año, queda como un acto
voluntario.

La conciliación no solo se tiene en mente fuera de un acto previo al proceso, sino que
también se ha considerado como un acto dentro del proceso. Este acto viene regulado
en los arts. 460 y ss. de la Ley de 1881, los cuales no han sido derogados por la ley de
2000.

Hoy en día, tal y como se establece en el artículo de la Ley de 1881 no es obligatoria la


conciliación como requisito de admisibilidad de la demanda, que tiene un carácter
dispositivo, aunque se prohíbe en determinados procesos. Estos procesos en los que no
es admisible la conciliación son: 1) aquellos en que tenga interés el Estado, las CCAA
o las administraciones o corporaciones públicas; 2) tampoco en aquellos procesos que
intervengan menores o incapaces; 3) ni en los juicios de responsabilidad de jueces y
magistrados; 4) ni en juicios sobre materias que no sean susceptibles de transacción ni
de compromiso (art. 460, Ley de 1881). Todo esto se traduce que en todos los procesos
en los que no hay intereses privados que se diluciden no cabe el acto de conciliación.

El acto de conciliación compete al juez de paz o al juez de primera instancia del


domicilio del demandado; y se puede intentar la conciliación ante un órgano que nada
tenga que ver con el que va conocer la demanda que puede interponerse a posteriori si
no se llega a un acuerdo (esa competencia no es definitiva).
Este acto de conciliación se inicia mediante una papeleta, donde se debe identificar a
las partes, la pretensión que se deduce y la fecha y firma del que la intenta. El
legislador establece que la comparecencia de las partes resulta obligatoria, de manera
que, quien incumpla esta obligación sufrirá la condena en costas (si no comparecen y no
alegan justa causa), aunque como no hay postulación, no hay costas (salvo en
situaciones extraordinarias), y se tiene el acto por intentado y no conseguido.

Lo que se pretende alcanzar en este acto es un acuerdo, por lo que el juez pretende
acercar las posturas, es un mediador (va a posibilitar una solución pero sin imponerla).

Downloaded by Vega Gonzalez (c2274458@yahoo.es)


lOMoARcPSD|3936704

En el caso de que el acto de conciliación finalice sin acuerdo se levantará acta y se


posibilita a las partes que ejerzan su derecho ante el órgano competente; en caso de
que lleguen a un acuerdo, dado que se ha llevado a cabo ante un juez, el cual tiene
fuerza ejecutiva, lo que significa que puede ser ejecutado por los trámites previstos
para la ejecución de resoluciones judiciales (de sentencias). La diferencia con las
resoluciones judiciales, dado que el juez no resuelve, es que ese acto no tiene efecto de
cosa juzgada, si bien se le reconoce fuerza ejecutiva. El legislador establece que ese
acuerdo puede ser impugnado por las mismas causas que invalidan los contratos (en las
sentencias, esto es impensable).

LAS DILIGENCIAS PRELIMINARES (art. 256 y ss. LEC):

Las diligencias preliminares son diligencias que permiten preparar el futuro proceso,
en algunos casos resultan necesarias. En muchos casos, van dirigidas a determinar la
personalidad del demandado (aspectos relativos a su capacidad, representación), o van
dirigidas a un documento necesario, a un objeto que es necesario, a conocer
determinados aspectos de quien ha causado daños y perjuicios…
-Tipos (art. 256 LEC):
1. Exhibición de un objeto mueble para identificar el objeto sobre el que va a
recaer su pretensión. También se puede solicitar una medida cautelar sobre el
mismo.

2. La exhibición de un documento que de algún dato relativo a la personalidad de


la parte, si ostenta legitimidad, capacidad…

3. Para obtener un interrogatorio, bajo juramento o promesa de decir verdad, la


certeza sobre un hecho relativo a la capacidad, legitimación…

4. Investigación de quiénes conforman un grupo de afectados, cuando estos no


estén determinados o no sean fácilmente determinables.

5. El coheredero o el legatario puede instar la exhibición del testamento.

6. Exhibición de documentos y cuentas de una sociedad (un socio).

7. Exhibición de un contrato de seguro (para ver si el daño está cubierto por la


póliza).

8. Pedida de la instancia clínica para hacer las reclamaciones que la parte crea
conveniente.
9. Se puede instar un interrogatorio para determinar el origen y las redes de
distribución de mercancías que han perjudicado la propiedad intelectual e
industrial.

*Todas estas tienen como finalidad que se prepare el futuro proceso. Van dirigidas a
permitir la interposición de la demanda.
-Procedimiento a la hora de acordar estas diligencias preliminares:

Downloaded by Vega Gonzalez (c2274458@yahoo.es)


lOMoARcPSD|3936704

El legislador afirma que la competencia para conocer las diligencias preliminares


corresponde al juez de primera instancia, o en su caso del juez de lo mercantil, del
domicilio del sujeto que va a cumplir estas diligencias.
Hay determinados supuestos, como por ejemplo, en los que se pretende determinar a un
grupo de afectados porque se han vulnerado los derechos de propiedad intelectual o
industrial o porque se han vulnerado marcas…cuando será competente como excepción
el órgano judicial ante el que deba presentarse la demanda.
La competencia objetiva y territorial se disponen de forma improrrogable, de manera,
que si bien las partes no pueden, porque así lo detalla el legislador (art. 257bLEC),
interponer declinatoria.

Las partes tendrán capacidad de postulación si no necesitan ni abogado ni procurador


ni para interponer las diligencias preliminares ni para la posterior sentencia. Sin
embargo, si para interponer una posterior demanda es necesaria la asistencia letrada y
la del procurador, también lo será para la interposición de estas medidas.
Se inicia el proceso mediante un escrito en el que se debe detallar por qué se solicitan
las diligencias preliminares y de ofrecer una caución para responder de los daños y
perjuicios que en su caso puede causar la práctica de esa diligencia preliminar. En los
cinco días siguientes el juez, sin más trámites, accederá o no a la solicitud. Es posible
esta diligencia preliminar cuando considere que es pertinente a la finalidad del proceso.

Si el juez accede a que se lleve a cabo esta diligencia, en ese mismo auto en el que
resuelve sobre la práctica o no de la diligencia, debe señalar la caución, cuantificando
los daños y perjuicios que le pueda causar a la otra aparte la diligencia. Si en tres días
siguientes no se consigue esa caución el secretario procederá a archivar las
actuaciones. El resto (parte de la caución no utilizada) queda a disposición del que la
pone, si presenta demanda en el plazo de 1 mes, sino se pierde en favor del Ministerio
de Justicia.

La parte que tiene que exhibir el documento, sufrir el documento…, hasta ahora no ha
dicho nada. Un principio esencial en el proceso es la contradicción. La diligencia se
acuerda inaudita parte, el juez ha sopesado las alegaciones que ha hecho la parte, pero
lo cierto es que la otra parte no ha tomado hasta ahora partido y por tanto, se la debe
notificar el acto que establece caución, que establece que los diez días siguientes se
deben personar para llevar a cabo las diligencias. La parte dispone de cinco días para
oponerse; esta oposición que formula quien debe llevar a cabo estas diligencias que se
van tramitar por los trámites previstos para el juicio verbal y una vez finalizada esta
vista, donde las partes exponen lo que su derecho convenga, el juez decidirá si estima o
desestima la oposición.
OJO: NO confundir con las medidas cautelares.

Cuando el auto ha acordado que se van a practicar las diligencias preliminares, es


cuando se da conocimiento a la parte que debe llevarlas a cabo en un plazo de cinco
días. El juez va a resolver si considera que las razones entendidas por la oposición van
a estimarse o no (si se considera que la oposición no tiene razón de ser se le van a
imponer las costas). Este auto no es susceptible de recurso alguno.
En el caso de que el juez estime que es razonable la oposición lo acordará mediante
auto motivado, el cual sí que es apelable (como no se llevan a cabo las diligencias, se
puede interponer recurso de apelación).
El artículo 261 LEC dispone un régimen peculiar y específico ante la negativa de

Downloaded by Vega Gonzalez (c2274458@yahoo.es)


lOMoARcPSD|3936704

realizar la diligencia. Son medidas de carácter coactivo que estarían proporcionadas a


la diligencia solicita para el caso de que la persona requerida para la práctica de estas ni
formule oposición ni atienda la medida. En este caso, el legislador ha interpuesto una
serie de consecuencias (5):
1. Cuando lo pretendido sea obtener datos relativos respecto a la personalidad del
futuro demandado: si éste se niega a facilitar esos datos, el juez puede
considerar que las preguntas, que el formulante pretendiera formular, se
responden de manera afirmativa, y por ciertos los datos (se da con frecuencia
con personas que están indocumentadas).
2. Cuando se insta la exhibición de títulos y documentos en las diligencias:
cuando la parte se niega, si el tribunal considera que hay indicios de donde se
pueden encontrar estos documentos, puede autorizar la entrada y registro en
dicho lugar, con la ocupación de dichos documentos. Pondrá a disposición del
solicitante los mismos.
3. Cuando se solicita la exhibición de una cosa mueble: si también se presume el
lugar donde se encuentra, el tribunal puede acordar la entrada y registro de ese
lugar y procederá a ocupar el objeto y a presentarlo al solicitante (depósito).
4. Cuando se insten diligencias para determinar las infracciones al derecho de
propiedad intelectual e industrial: se puede acordar la entrada y registro para
encontrar documentos y datos precisos para concretar que personas han
infringido estos derechos y todo ello sin prejuicio de la responsabilidad penal en
que hubiese infringido.
5. Cuando se solicite la exhibición de documentos contables (cuentas de una
sociedad): se pueden tener por ciertos los datos y cuentas que afirma el
solicitante, si la otra persona los niega.

EL ACTO PROCESAL DE DEMANDA

La demanda aparece regulada en el artículo 399 LEC. Se define como un acto de


postulación del actor por el que se inicia el proceso y se pide tutela judicial frente al
demandado.
En el proceso civil se dilucidan derechos disponibles y por tanto, no es admisible que
un proceso en el ámbito civil no se inicie a instancia de parte, mediante la demanda.
En la demanda es donde se delimita, o se define o determina, cuál es el objeto del
proceso, por lo que el legislador señala que en la demanda se expresará con claridad y
precisión lo que se pide y frente a quien se pide (es donde se definen los milites de la
cosa juzgada).

- La estructura de la demanda
Se estructura con un encabezamiento, donde se hace una invocación del órgano
judicial al que va dirigida y a continuación, van a aparecer precisados los datos que
identifican al actor y al demandado (nombre, profesión, domicilio…), que comparece
con representante legal o voluntario. En este encabezamiento también se identifica al
abogado o procurador, cuando estos profesionales intervengan. Posteriormente,
aparecen los honorarios.
A continuación, se detallan de manera separada en párrafos enumerados los hechos, que

Downloaded by Vega Gonzalez (c2274458@yahoo.es)


lOMoARcPSD|3936704

se exponen de manera clara y ordena para facilitar la admisión o negación de los cuales,
que debe hacer el demandado. Con igual orden se deben expresar los documentos o los
medios o instrumentos en los que se fundamentan estos hechos.
Dentro de los fundamentos de derecho se deben señalar, además de los fundamentos al
fondo del asunto, los relativos a las alegaciones que procedan sobre la capacidad,
sobre la representación de las partes, la postulación, la jurisdicción, la competencia y el
procedimiento.
Por último se recoge la súplica. En ella, en el caso de que se lleven a cabo distintas
peticiones, se deben expresar con la debida separación y señalar cuáles son peticiones
subsidiarias respecto de las principales. Se pueden establecer peticiones que sean
incompatibles entre sí siempre y cuando se articulen de manera subsidiaria también se
deben recoger las peticiones accesorias mediante otro “sí digo” (poder general para
pleitos, costas; solicitud de medidas cautelares…).

DELIMITACION DEL OBJETO DEL PROCESO EN EL DEMANDA. (LA


PRETENSIÓN)

El juez en su sentencia ha de ser congruente con la petición de las partes. En el proceso


rige el principio dispositivo, de manera que, el juez no puede pronunciarse sobre
peticiones diferentes de las que han sido pedidas en la demanda (ppio. de justicia
rogada).

Además, en el proceso civil rige otro principio, el de preclusión, es decir, que aquello
que no se pida en la demanda el juez no lo va a conceder, y además, tampoco se pueden
deducir pretensiones después de la demanda. Una vez que concluye la fase de
alegaciones, se abre un período intermedio, constituido por la audiencia previa, luego
viene el juicio (parte esencial), donde se practican las pruebas (principio de oralidad…)
y la fase final, que es el momento de dictar sentencia (el juez decide la pretensión según
lo alegado y probado por las partes). Todas estas fases están concebidas como
compartimientos “estancos” (fase de juicio: periodo que se abre y se cierra). Son
situaciones irreversibles.
RECUERDA: principio dispositivo: corresponde a las partes alegar las
pretensiones y aportar las partes.

La demanda es una institución propia de los procesos dispositivos, donde se dilucidan


cuestiones del proceso privado, lo que significa que la demanda es una institución
propia del proceso civil, del proceso laboral y del proceso contencioso-
administrativo.

La finalidad del proceso es tutelar las relaciones jurídico-privadas, es decir,


normalmente las que vienen recogidas en el CC (relación de arrendamiento…). No se
persigue la imposición de una pena o de una medida de seguridad. Lo que se le pide al
juez es que actúe la voluntad de la ley (ej.: el comprador paga el precio y no recibe la
cosa, tiene reconocida la posibilidad de solicitar, al juez, la entrega de la misma a través
de la demanda).

Formalmente, la demanda debe reunir unos requisitos (art. 399 LEC). Este artículo nos
indica qué forma debe adoptar una demanda, qué elementos debe contener esta para
que el juez la pueda tramitar: tiene que haber una invocación a un órgano judicial, que

Downloaded by Vega Gonzalez (c2274458@yahoo.es)


lOMoARcPSD|3936704

será aquel que sea objetiva, territorial y funcionalmente competente (aplicando las
normas de la CC); hay que identificar a las partes en las que va a discurrir al proceso,
es decir, hay que identificar al actor y al demandado (principio de dualidad de partes:
una pretensión siempre está compuesta por dos partes, lo que no significa que cada parte
esté integrada por varios sujetos); también tienen que aparecer los hechos y las
pretensiones (para identificar una pretensión hace falta incluir otra serie de elementos,
que deben ser suficientemente indicativos, que va incluido en el suplico de la demanda;
estoy pidiendo la condena del demandado).
Dentro del proceso civil, hay que determinar cuáles son las modalidades o clases de
pretensiones que pueden ser deducidas en el ámbito del proceso civil (art. 5 LEC). El
artículo 5 LEC señala la existencia de distintas acciones o pretensiones que pueden
invocar o solicitar los ciudadanos, pueden ser de estos tipos:

Pretensiones declarativas: el proceso de declaración es aquel que tienen como


finalidad obtener un pronunciamiento del juez de las pretensiones. Además, el derecho
a la tutela judicial efectiva no se agota con la declaración del juez, reconociendo un
derecho o una situación jurídica, sino que a veces, es necesario solicitar del juez, la
ejecución forzosa de la pretensión que se ha deducido.

Pretensiones cautelares: Las pretensiones de carácter cautelar son aquellas que


dirigimos al juez para asegurar una resolución efectiva de condena, en razón del
transcurso del tiempo que lleva el proceso (proceso civil es un proceso largo, por lo que
el transcurso del tiempo puede poner en peligro la posibilidad de resolución).

Pretensiones ejecutivas: aquellas que dirigimos al juez con el fin de que ejecute un
determinado derecho reconocido.

Básicamente, lo que se refiere al proceso declarativo, la ley recoge tres tipos de


acciones a las que se puede acoger el justiciable para el fin para el cual el proceso está
dispuestos, que es la tutela de un derecho. Estas pretensiones, que las partes pueden
deducir, están en función de su propio interés. Por eso desde el punto de vista de la
tipificación, la ley distingue entre (3): acciones o pretensiones de condena, entre
acciones o pretensiones mero-declarativas y entre acciones o pretensiones constitutivas,
que están totalmente condicionadas por la relación jurídico material que es objeto del
proceso.

1. Acciones o pretensiones de condena: están dirigidas o tienen por objeto la


condena a una determinada prestación, la cual puede ser obtener una obligación
de dar, de hacer, de no hacer o de entregar una cantidad determinada de dinero.
2. Acciones o pretensiones mero-declarativas: a veces lo que se pide al juez no es
que condene a una determinada prestación, simplemente se le pide que declare
una situación jurídica o un determinado derecho (la existencia o
inexistencia), es decir, no se pide a la parte nada (se le pide al juez que declare
que el contrato es nulo, no pido ninguna condena). El interés que protegen estas
acciones es la incertidumbre de una tutela de una relación jurídica, se pide la
certidumbre que alguien ha puesto en duda o que ha cuestionado (cuando no se
sabe de quién es el dueño de la finca).
3. Acciones o pretensiones constitutivas: está diseñada a obtener del juez la
creación, modificación o extinción de un derecho o situación jurídica, ya que

Downloaded by Vega Gonzalez (c2274458@yahoo.es)


lOMoARcPSD|3936704

las partes no tienen acceso por el mero hecho de la petición. Estas acciones
tienen esa virtualidad de que con la declaración del juez se crea, se modifica o se
extingue una relación jurídica preexistente. Por lo tanto, con ellas se obtiene un
cambio jurídico, que es lo que sirve para la satisfacción de del derecho que
pretendemos. (Ejemplo: el divorcio: quien ha contraído matrimonio legalmente,
si concurren determinadas circunstancias, puede disolver el matrimonio
contraído; declaración de incapacidad: soy un pródigo y dejo a mi familia en la
más absoluta indigencia, mi mujer hacen que me declare pródigo para que yo no
administre mis bienes). En el mundo del derecho hay relaciones que son y otras
que pueden dejar de serlo. Esta creación, modificación o extinción de una
relación jurídica surge sus efectos a partir de la sentencia judicial, en la opera
este cambio jurídico.

-Elementos que identifican o definen las acciones:


1. Elementos de carácter subjetivo: están determinados por la parte que demanda y por
la parte frente a la cual se demanda (parte: es una noción procesal). En ambos casos,
hay una parte activa, la parte que demanda, y una parte pasiva, la parte frente a la cual
se interpone la demanda. El actor o demandante es quien deduce la acción (quien
acciona; legitimación activa) y el demandado es el que soporta la acción (legitimación
pasiva).
Para que la demanda prospere, la dos partes han de estar identificadas, es decir, que si
quien pide una condena no es el titular del derecho no sirve de nada, si quien pide la
entrega de la cosa no es el comprador no sirve de nada…
Las acciones que dirijan las partes no son las mismas (la acción que pide el vendedor
contra el comprador no es la misma que la pida el comprador contra el vendedor).

2. Elementos de carácter objetivo: identifican la acción no por razón de los sujetos, sino
por dos elementos claves: la causa petendi (causa de pedir) y el petitum. Estos dos
elementos son de gran trascendencia porque permiten distinguir una acción de otra (a
efectos de cosa juzgada).
Ej.: En una relación jurídica material de un negocio de compraventa, yo puedo
pedir al demandado que me pague 6000 euros: petitum; además hay que decir al
juez cuál es la razón jurídica en que se funda esa petición: causa petendi)

-Acumulación de acciones o pretensiones:


Con la demanda se deduce una pretensión, que es o constituye el objeto del proceso (es
muy importante definir qué es lo que se pide, y por eso, es muy importante también…).
También, debido a la flexibilidad que tiene el proceso civil (por razones de economía
procesal), en este ámbito es posible que con una demanda solo se deduzca una
pretensión, pero también el actor puede acumular varias acciones con ella (por lo
general, se suele hacer de manera individual).
El fenómeno de la acumulación subjetiva de acciones es un fenómeno que produce el
efecto del litisconsorcio (reunión en una misma posición procesal de varios actores,
activo, o de varios demandados, pasivo).
En el art. 71.2 LEC “el actor podrá acumular en la demanda cuantas acciones el
convengan frente al demandado, aunque provengan de diferentes títulos, siempre que
aquellas no sean incompatibles entre sí”, es decir, recoge la acumulación objetiva de
acciones (frente a un mismo demandado). El objeto del proceso ya no es un objeto
simple, sino que aumenta, lo que produce una efecto, que es, que todas la acciones
acumuladas en un mismo procedimiento, se sustancian en un mismo procedimiento y

Downloaded by Vega Gonzalez (c2274458@yahoo.es)


lOMoARcPSD|3936704

se resuelven en una misma sentencia.


A veces la acumulación objetiva de acciones está sometida a ciertos presupuestos (2) de
carácter procesal (el órgano jurisdiccional competente para conocer de la demanda, lo
tiene que ser también para todas las acciones que se han acumulado; ej.: una misma
persona acumula una acción que corresponde al orden civil y pretenda acumular otras
que pertenezcan a otro orden: no se puede acumular una acción de despido con una
acción de desahucio) y a ciertos presupuestos de carácter material (por la naturaleza de
las acciones, éstas son incompatibles o se excluyen mutuamente; ej.: dos acciones se
excluirían cuando la petición, en relación con un contrato de compraventa, en el cual se
pida el cumplimiento y a la vez se pida la nulidad del mismo). Por eso, la Ley es muy
clara en este aspecto, así el artículo 71.2 LEC insiste en ello.

También existe otro fenómeno de ampliación del objeto del proceso, que no proviene
del demandante. Hay veces que la acumulación de objetos procesales es de iniciativa
del demandado. Éste cuando es emplazado, para contestar la demanda, puede optar no
solo por contestarla sino por demandar al demandante. Esta modalidad de acumulación
objetiva de acciones se denomina reconvención (por razones de economía
procesal…contraataca), por lo que el objeto del proceso se amplía, de tal manera que
tanto la demanda como la reconvención se sustancian en un mismo procedimiento y se
resuelven en una misma sentencia. Todo ello complica el proceso, en la medida que el
juez se ve obligado a conocer de varias acciones; el legislador consciente de ello
establece ciertos requisitos (reconvención: exige que las acciones que se acumulan sean
conexas).
Aun así, el legislador no ha sido totalmente ajeno a la posibilidad de que cuando el actor
pretenda acumular acciones incompatibles entre sí, incluso puedan acumularse
acciones de manera eventual, lo que quiere decir, que el actor puede acumular una
acción considerada como principal y deducir otra, aunque sea incompatible, para el
supuesto de que la primera no sea estimada (la segunda se deduce de manera eventual:
acumulación objetiva de acciones). El principio de eventualidad, del ejercicio
acumulado de las acciones, se encuentra fraccionado en dos preceptos de la LEC, en el
art. 71.4 “Sin embargo, de lo establecido en el apartado anterior, el actor podrá
acumular eventualmente acciones entre si incompatibles, con expresión de la acción
principal y de aquella otra u otras que ejercita para el solo evento de que la principal
no se estime fundada” (ej.: yo deduzco la nulidad del contrato, pero también puedo
acumular para el supuesto de que el juez entienda que no es nulo, el pago de una
cantidad de dinero: acciones incompatibles entre sí) y en el artículo 399.5 LEC “en la
petición, cuando sean varios los pronunciamientos judiciales que se pretendan, se
expresarán con la debida separación. Las peticiones formuladas subsidiariamente,
para el caso de que las principales fuesen desestimadas, se harán constar por su orden
y separadamente.”, que es el que regula la demanda (para deducir qué pretensión).
En segundo lugar, la ley permite que antes de que el demandado conteste a la demanda,
el demandante puede ampliar la demanda, acumulando nuevas acciones, lo que
constituye otro fenómeno de acumulación objetiva de acciones (en la práctica, se da de
manera muy eventual).

LOS DOCUMENTOS QUE SE HAN DE ACOMPAÑAR A LA DEMANDA.

En lo que se refiere a los documentos, en los que la parte funda sus derechos, se tienen
que aportar en la demanda o en la contestación (si no, no se pueden aportar en un

Downloaded by Vega Gonzalez (c2274458@yahoo.es)


lOMoARcPSD|3936704

momento posterior); esto es porque los documentos tienen un papel fundamental donde
se hacen constar las relaciones jurídicas (“la reina de la prueba”). Para garantizar el
juego limpio, el proceso civil, para evitar la indefensión de las pretensiones en el
proceso, exige que los documentos se acompañen en la demanda o en la contestación.
Los documentos que hay que acompañar a la demanda son:

a) Procesales (264 LEC):


1. El poder general para pleitos: en el proceso civil, está impuesta la
comparecencia en juicio; es necesaria la postulación, es decir, que nos represente
el procurador. . Hay que acompañarlo siempre con el primer escrito presentado
en el juzgado. Es la escritura de poder hecha ante notario (Doc. 1). La ley
también permite que la representación se haga apud acta, es decir, por medio de
una comparecencia ante un secretario general (no tengo necesidad de acudir al
notario para otorgar un poder para pleitos sino que puedo acudir al secretario
judicial). La representación hay que acreditarla siempre.

2. El poder, título o autorización de quien dice ostentar la representación de


alguien: son los documentos que acreditan la representación que el litigante se
ha atribuido: una persona actúa en nombre de otro (acción subrogatoria en
nombre del deudor) cuando esa representación no venga impuesta por la ley
(cuando un padre actúe en nombre de su hijo no es necesario acreditar esa
representación).
3. Documentos y dictámenes que acrediten el valor de la cosa litigiosa: con la
demanda y la contestación tiene que figurar el valor de la cosa litigiosa cuando
sea relevante para fijar la competencia (si es superior a 6000 euros, tendrá que
ser deducida por el juicio ordinario). La acción que se ejercita viene determinada
por la cantidad de la demanda.
b) Materiales (265 y 266 LEC ):
Hay además, documentos materiales, que son los que afectan al fondo del asunto,
es decir, a la pretensión que se pretende deducir o al ejercicio de defensa.

4. Documentos en los que las partes fundamenten su derecho o la acción que


pretenden (si deduzco una acción derivada de un contrato de arrendamiento,
habrá que acompañarla del contrato de arrendamiento…). Hay determinadas
jurídicas en las que no existe un documento, sino que están fundadas en otro tipo
de actos (ej: la acción deriva de la responsabilidad extracontractual: se pueden
aportar los documentos que acrediten los hechos mi pretensión; mi vecino deja
el grifo abierto y me provoca goteras, puedo acreditar los daños a través de las
facturas del pintor…donde acredito la cuantía de la pretensión que deduzco;
cualquier documento que sea eficaz para probar). Los hechos que no se consigan
probar son inexistentes para el juez. Otros documentos son los Dictámenes
periciales en los que las partes funden sus pretensiones: la ley ha establecido un
peculiar sistema de aporte pericial, que consiste en que presupone que las partes
antes de iniciar un proceso, han podido obtener los informes periciales, que sean
precisos para acreditar en el proceso (conocimientos de carácter científico,
artísticos, etc.; ej.: el juez necesita que alguien le diga si ha habido negligencia).
La ley parte de esa premisa básica, de que el actor ha podido tener un informe
pericial, obligándolo a aprobar ese dictamen en la demanda. Todo esto tiene
unas excepciones.

Downloaded by Vega Gonzalez (c2274458@yahoo.es)


lOMoARcPSD|3936704

También se pueden aportar informes elaborados por investigadores privados.

El documento hay que presentarlo con la demanda o la contestación, sin embargo, hay
una excepción en el 270 LEC, cuando el documento sea de fecha posterior o si se
desconoce la existencia del documento a la hora de presentar el escrito de demanda o
contestación. Se puede aportar con posterioridad documentación sin demasiada
importancia. No se puede aportar todo lo que privase al contrario de su defensa, al
modificar el caso.

Los documentos hay que presentarlos originales, si son documentos privados (recibo
del pago) o si son documentos públicos, por medio de una copia simple (al comprar un
piso, el notario da una primera copia autorizada). En el caso extremo, de que no se
disponga de una copia se pueden señalar los archivos o el lugar donde se encuentran,
para que la persona interpelada puede comprobar, antes de contestar a la demanda, a qué
documentos se está refiriendo.

INADMISIÓN A TRÁMITE DE LA DEMANDA

El secretario tiene la función de admitir o no la demanda. El 403 LEC establece tres


supuestos generales de inadmisión de la demanda:

El primer caso es muy general, al estipular que sólo se inadmitirán las demandas en los
casos y por las causas expresamente previstas en esa ley, como por ejemplo en los
procesos especiales, como en el caso del 439 LEC (proceso posesorio), donde se
contemplan varias causas de inadmisión, o en los procesos de deshaucio del 493.3 LEC.

En segundo lugar, el 403.2 recoge los casos referentes a responsabilidad de jueces y


magistrados, que no se admiten a trámite hasta que acabe el proceso que suponga el
agravo o perjuicio al demandante, así como si no se ha recurrido contra el acto u
omisión por parte del juez que ha dado lugar al perjuicio.

En tercer lugar, el 403.3, prevé que no se admitirán las demandas cuando a éstas no se
acompañen los documentos expresamente exigidos por la ley para ello, cuando no se
haya intentado la conciliación, siendo ésta preceptiva, o cuando ordenándolo la ley en
casos especiales no se haya procedido a efectuar el requerimiento, la reclamación o la
consignación, aquí entran los supuestos del 266 o del 815 en relación con el 812 LEC.

EFECTOS DE LA DEMANDA ADMITIDA A TRÁMITE

Desde el momento en que se interpone la demanda se prohíbe la mutatio liberis, es


decir, que no se puede modificar la demanda. Queda definido el objeto procesal y
empiezan a surgir los objetos de litispendencia y se limita el deber de congruencia del
juez.
La interposición de la demanda produce un conjunto de efectos que se denominan
litispendencia con carácter general. Este término, sin embargo, tiene dos significados:
por un lado, se habla de litispendencia en general y por otro de la excepción de
litispendencia.
OJO: litispendencia no solo se refiere al conjunto de efectos a los que se refiere
la demanda si es admitida, sino que también tiene un significado mucho más

Downloaded by Vega Gonzalez (c2274458@yahoo.es)


lOMoARcPSD|3936704

restringido.

Litispendencia significa que no se puede volver a comenzar un proceso con las mismas
partes y con el mismo objeto, que el que ya se esté tramitando. En el artículo 410 LEC
(“La litispendencia, con todos sus efectos procesales, se produce desde la interposición
de la demanda, si después es admitida”, nos dice el legislador que se produce en el
momento de interposición de la demanda, si ésta es admitida (los efectos se retrotraen
al momento de la interposición, no al momento de la admisión).

-Conjunto de efectos producidos de la interposición de la demanda cuando es admitida


(2): efectos procesales y efectos materiales.
RECUERDA: En sentido genérico se denominan litispendencia.
1. Efectos procesales:

Es lo que se denomina perpetuación de la jurisdicción, que significa que si el juez


es competente a la hora de conocer la demanda, y no va a dejar de serlo aunque se
modifiquen las circunstancias, es decir, la competencia del juez se determina en el
momento de la interposición de la demanda (ej.: por mucho que el demandado
cambie de domicilio durante el proceso, el juez competente será el que lo era en el
momento de conocer la demanda).
La única excepción a esta regla es en los casos de violencia de género, ya que
siempre se había considerado que la competencia del juez en el momento de
interposición de la demanda, porque se establece que aunque se hubiera interpuesto
una demanda ante un juzgado de primera instancia, si durante el proceso, se produce
un acto de violencia de género, el juzgado competente pasará a ser el de violencia de
género (art. 49 bis LEC).
También se produce la perpetuación de la legitimación, que significa que quienes
están legitimados a la hora de la litispendencia, lo están también durante toda la
tramitación del proceso, aunque las circunstancias.
Junto a estos dos efectos se habla de la prohibición del mutatio liberis, que quiere
decir, que una vez que se ha definido la pretensión o el objeto del proceso, ya no es
factible introducir modificaciones esenciales del objeto procesal que define la
demanda, puesto que éste lo define una vez que se ha introducido (se podrán hacer
alegaciones complementarias, a posteriori, siempre que no supongan una alteración
esencial del objeto).
Otro de los efectos que se engloban dentro la litispendencia genérica aparece la
litispendecencia en sentido estricto, que es una excepción que supone que se
prohíba la iniciación de un proceso posteriori con el mismo objeto y con las
mismas partes.
OJO: se parece mucho a la cosa juzgada, salvo que la cosa juzgada prohíbe
iniciar otro proceso cuando ya ha finalizado por sentencia firme para evitar el ne
bis in idem.
2. Efectos materiales:

Se interrumpe tanto la prescripción adquisitiva como la extintiva. Además, tal


como detallan los arts. 1973 y 1975 CC, se constituye en mora al demandado
(art.1100 CC) una vez interpuesta la demanda, con la repercusión de que eso
supone, o sea que, desde ese momento comienzan a devengarse los intereses.

Downloaded by Vega Gonzalez (c2274458@yahoo.es)


lOMoARcPSD|3936704

La inadmisión, que es excepcional, requiere el auto. Normalmente se inadmite por falta


de los documentos obligatorios a acompañar con la demanda, al no ser defecto
subsansble. La resolución tiene que ser motivada. Otra razón por la que se inadmite es
porque las pretensiones de las partes son incoherentes o imposibles.

LA ACUMULACIÓN DE PROCESOS

Es una acumulación sobrevenida de acciones. Hay varios procesos que han comenzado
en distintos juzgados en diferentes momentos (interposición dilatada en el tiempo) y
se solicita la acumulación de estos.
OJO: la acumulación de acciones, que se interpone en el mismo momento, es
distinta de la acumulación de procesos.

El legislador permite esta acumulación sobrevenida que aparece en el artículo 34 y ss.


LEC, que es concebía como acción subsidiaria.
Se puede proceder a la acumulación de procesos cuando la sentencia que vaya a recaer
en uno de los procesos vaya a producir efectos perjudiciales en otro. Junto a este
motivo, el legislador entiende que también procede esta acumulación cuando haya tal
conexión entre los objetos de los distintos de los procesos, cuya acumulación se solicita,
que de continuarse tramitando por separado pueda producirse la continencia de la causa
(que se puedan dar incluso sentencias incompatible en respuesta a pretensiones
similares, muy conectadas entre sí, art. 76 LEC).

-Requisitos de la acumulación de procesos:


El legislador requiere que haya una conexión subjetiva u objetiva en las pretensiones
tramitadas. También se requiere que los procesos a acumular sean de la misma
naturaleza. Además, el órgano que va a conocer de los distintos procesos tenga
competencia objetiva para conocer de todos ellos, en concreto, la competencia se
atribuye al juez que esté conociendo del proceso más antiguo y por tanto, no se
permite la acumulación de procesos cuando el juez que esté conociendo del proceso
más moderno tenga competencia territorial con carácter imperativo e inderogable.
Otra de las exigencias para que proceda la acumulación de procesos, es que se hallen en
primera instancia y que, por tanto, ningún proceso esté concluso para sentencia (fase
de ejecución).
La acumulación de procesos no está bien vista y el legislador establece que en cualquier
caso va a ser un remedio subsidiario, que no procede cuando la acumulación pueda
evitarse por la institución de litispendencia ni cuando se hubiera podido ejercitar las
acciones distintas conjuntamente en la demanda o en la reconvención (art. 78 LEC).

Todos los procesos pueden estar tramitándose en un mismo juzgado o en distintos


juzgados. En el primer caso, todos los procesos cuya acumulación se solicita, el órgano
judicial oye a todas las partes implicadas y una vez oídas estas, resuelve en un plazo de
diez días si procede o no la acumulación; en el caso de que todas las partes estén de
acuerdo, el juez decreta la acumulación y en caso de controversia, decide mediante
auto si procede o no. Como los procesos pueden estar en distintas fases, se suspende la
tramitación de los que estén más avanzados hasta que los procesos acumulados
alcancen esa misma fase y así se puedan tramitar todos los procesos en un mismo
procedimiento ante un mismo juez, aunque los procesos mantienen su autonomía (no
tiene que mermar los derechos de ninguna de las partes).

Downloaded by Vega Gonzalez (c2274458@yahoo.es)


lOMoARcPSD|3936704

En el segundo supuesto, si los distintos procesos se están tramitando en juzgados


diferentes, la solicitud se tiene que presentar ante el órgano competente, que es el que
conozca del proceso más antiguo, que tiene que oír a las distintas partes del proceso o
procesos cuya acumulación se pretende, y resuelve si procede o no la acumulación. Si
la estima (la acumulación) lo comunica a los demás juzgados para que suspendan la
tramitación de sus procesos, y les hace el requerimiento de que le envíen todas las
actuaciones; cuando estos juzgados reciben este requerimiento también oyen a las
partes y resuelven si procede o no la acumulación, si la estiman, la remiten al juzgado
que ha estimado anteriormente la acumulación, pero si no la estiman se dará un
conflicto de competencia, que tiene que ser resuelto por el juez superior jerárquico
común a ambos órganos implicados. En el caso de que se estemos ante distintas fases,
la acumulación produce que se suspenda la acumulación del proceso hasta que todas
estén en la misma fase.

Downloaded by Vega Gonzalez (c2274458@yahoo.es)


lOMoARcPSD|3936704

TEMA 5. LA REBELDÍA Y LA FALTA DE CONTESTACIÓN. LA CONTESTACIÓN A


LA DEMANDA.

1. LA REBELDÍA. LA FALTA DE CONTESTACIÓN A LA DEMANDA.

Concepto: Una vez admitida a trámite la demanda mediante decreto del secretario judicial, se
procede a emplazar a la parte demandada, que puede contestar a la demanda, personarse en el
procedimiento y contestar a la demanda o no personarse y no contestar a la demanda. El plazo para
contestar a la demanda es de 20 días. En caso de no contestar a la demanda, se decretará la
situación de rebeldía.

La situación de rebeldía es, por tanto, la situación jurídica que se crea en el proceso por el
hecho de la incomparecencia del demandado así que es la situación procesal contraria a la
comparecencia. De esta manera, si el demandado no se persona y no contesta, se declara la
situación de rebeldía. Esta declaración viene dada únicamente por la ausencia del demandado en el
procedimiento. Nunca puede darse la rebeldía del autor pues el simple hecho de demandar implica
la comparecencia o personación. Se regula en el art. 496 y ss. de la LEC. Puede darse cuando una
persona no tiene interés en el procedimiento. Pero la mayoría de las ocasiones se da porque, aun
habiéndose practicado bien la diligencia de emplazamiento, la parte demandada no ha podido tener
conocimiento de dicha diligencia, por enfermedad, por ejemplo.

Esa situación de rebeldía la puede evitar en cualquier momento el demandado personándose en


el procedimiento. Al que se le declara en rebeldía sólo se le notifica la declaración de rebeldía y la
sentencia. Pero a partir del momento en que se personase, se le van a notificar todos los actos, pero
no se retrotraen las acciones, sólo se le notifican las que se produzcan a partir de ese momento. A
pesar de ello, puede acudir al órgano judicial para consultar el expediente del caso. Asimismo,
puede participar en las demás fases del juicio desde que se persona, pero no puede contestar a la
demanda. Por ejemplo, podría acudir a la audiencia previa y proponer pruebas o acudir al juicio.
En lo que se refiere a la prueba, ésta se podrá practicar en segunda instancia si la personación se
produce después del término de prueba y la rebeldía no es imputable al demandado. La declaración
de rebeldía la hace el secretario judicial, mediante decreto.

Declaración de rebeldía: La declaración de rebeldía convierte el estado de hecho en situación


jurídica; se produce cuando el órgano judicial comprueba que el demandado no se ha personado en
el plazo concedido y que el emplazamiento se ha hecho regularmente, conforme a la Ley. Por
tanto, antes de procederse a la declaración de la rebeldía es necesario que el juez o secretario
examine de oficio la validez de la citación al demandado. El juzgado de oficio es quien dicta la
declaración de rebeldía. Es pues, una situación de hecho que sólo produce efectos en cuanto viene
declarada por el órgano judicial y es también independiente de la voluntad del demandado de
acudir o no al proceso, pues responde a datos objetivos.

La declaración se hace por resolución, que, para que surta efecto, es preciso que sea notificada.
La Ley impone que dicha declaración se notifique al demandado por correo, siempre que su
domicilio sea conocido, y, en el caso de que no lo sea, que se le notifique mediante edictos. Hecha
esta notificación, no se llevará a cabo ninguna otra, excepto la de la resolución que ponga fin al
proceso. La notificación de las sentencias, de primera y segunda instancia y la del recurso
extraordinario de casación, se hará personalmente, y, si no es posible, por edictos.

Downloaded by Vega Gonzalez (c2274458@yahoo.es)


lOMoARcPSD|3936704

Efectos de la declaración de rebeldía: La declaración de rebeldía implica un doble orden de


efectos. De una parte, mientras se permanezca en la situación de rebelde no se podrán realizar
actos procesales; ello determina que el proceso se desarrolla sin actos del demandado. De otra, se
producen unas importantes modificaciones en orden a la notificación de los actos procesales al
rebelde.

− el demandado asume una postura de pura y plena inactividad forzosa hasta tanto no se
persone; es decir, al tener la carga de personarse y no cumplirla se le “sanciona” con la
imposibilidad de realizar actos procesales. Ello no implica que la situación tenga reflejo en las
cargas y posibilidades del actor, quien se encuentra en la misma posición procesal que si no
existiese rebeldía. Por tanto, la rebeldía no implica allanamiento ni implica admisión de hechos,
salvo que la Ley lo disponga expresamente. La rebeldía no vulnera el principio de dualidad de
partes, ya que el declarado en rebeldía puede personarse en cualquier momento en el
procedimiento. Tampoco vulnera el principio de contradicción, porque no equivale al allanamiento,
no acepta los hechos. Está disconforme, pero no ha dicho en qué, porque no se ha personado. Hay
contradicción aunque no se sabe en qué.

− declarada la rebeldía sólo se notificará esta declaración y ninguna otra más, con excepción
de la sentencia.

Proceso en rebeldía:

Los efectos que la Ley liga a la declaración de la rebeldía son efectos procesales que implican
la pérdida de posibilidades procesales a una de las partes, pero nunca significa que no se le tenga
por parte: pues, el demandado no sólo se puede personar en el proceso cuando lo estime
conveniente, sino que puede recurrir y, naturalmente, le afecta la sentencia que se pueda dictar.

Por tanto, el proceso que se siga en rebeldía es plenamente válido, al contrario que lo que
sucede cuando la demanda no es notificada formalmente al demandado; la falta de notificación
supone un proceso inválido que puede ser anulado, ya que se viola un principio fundamental cual
es el de la defensa del demandado.

La sentencia dictada en proceso de rebeldía queda sometida a una regulación distinta y


extraordinaria; produce evidentemente la eficacia de cosa juzgada, pero sometida a un proceso
especial de rescisión que conocemos como nueva audiencia al rebelde. Este proceso se admite en
muy determinadas circunstancias a los demandados rebeldes que no hayan usado de los recursos
ordinarios y extraordinarios. Esto no significa que la sentencia dictada en rebeldía tenga eficacia
procesal provisional: es una sentencia firme, sólo que está sometida a un medio de rescisión,
cuando se producen las circunstancias definidas en la Ley.

Esta diferente y extraordinaria regulación no es aplicable a las sentencias que, según la Ley, no
producen los efectos de cosa juzgada; expresamente dice que no procederá la rescisión de las
sentencias firmes que, por disposición legal, carezcan de efecto de cosa juzgada; lo que quiere
decir, que en el caso de que esas sentencias se hayan obtenido en procesos seguidos en rebeldía del
demandado, la sentencia no queda sometida al régimen especial, no pudiendo el demandado sino
utilizar, contra ella, los medios de impugnación ordinarios o extraordinarios previstos en la Ley.

Downloaded by Vega Gonzalez (c2274458@yahoo.es)


lOMoARcPSD|3936704

En igual medida, la eficacia ejecutiva se muestra en ciertos aspectos afectada cuando se trata
de una sentencia de condena dictada en rebeldía. La Ley permite que en determinados casos se
suspenda la ejecución de las sentencias firmes dictadas en el proceso en rebeldía cuando se
interponga la demanda de rescisión para dar entrada al proceso de nueva audiencia del rebelde;
suspensión que siempre se concede a instancia de parte y previa prestación de caución.

PERSONACIÓN SIN CONTESTACIÓN A LA DEMANDA.

El demandado puede dejar de contestar a la demanda cuando la Ley le excusa de contestar. La


utilización de este mecanismo procesal permite al demandado no contestar a la demanda. En este
caso, no existe la carga de contestación y, por consiguiente, la falta de ésta no produce los efectos
que la Ley fija para aquellos supuestos en los que el demandado deja de contestar sin más,
teniendo la carga de hacerlo.

La falta de contestación, sin que exista excusa legal, crea una situación especial en el proceso;
no implica, como pudiera parecer a simple vista, admisión ni de hechos ni de pretensiones.
Tampoco es oposición. Simplemente se pierde la oportunidad de tomar postura frente a la
demanda, lo que determina, que la prueba sólo podrá versar sobre los hechos alegados en la
demanda ya que el demandado no tendrá definido qué tutela judicial pretende obtener en el
proceso. Siendo así, sólo serán objeto de prueba los hechos que tengan relación con la tutela que
pretenda obtener el actor.

Tampoco se podrán aportar al proceso los escritos y documentos que “necesariamente” hay
que acompañar con la contestación. Le serán notificados todos los actos aunque no conteste a la
demanda.

2. LA CONTESTACIÓN A LA DEMANDA.

A) EL ACTO PROCESAL DE CONTESTACIÓN A LA DEMANDA. B) CONTENIDO


DE LA CONTESTACIÓN A LA DEMANDA.

Es la respuesta que el demandado da a la petición del actor. Las características de la


contestación a la demanda son las mismas que en el escrito de contestación: hechos, fundamentos
de derecho, suplico o petición de pretensión. La aportación de documentos en los que se funden los
hechos se hace de igual manera que en la demanda. La contestación a la demanda determina el
objeto del debate. Se determina el conflicto. En el juicio verbal, la contestación de demanda es
siempre oral. Es escrita en el juicio ordinario.

El artículo 405 LEC recoge distintas posibilidades respecto al escrito de contestación:

1. Oposición respecto a la forma de la demanda: el demandado puede oponerse a la


prosecución del proceso por entender que éste carece, de alguno de los presupuestos procesales que
reconoce nuestro ordenamiento jurídico procesal; (enumerados en el art.416) o por entender que se
han acumulado improcedentemente acciones en la demanda. La admisión de algunas de estas
excepciones procesales impide la sentencia sobre el fondo, es decir, sobre la pretensión propuesta
por el actor en la demanda. Por regla general, los defectos procesales son subsanables. Sólo serán
insubsanables aquéllos que lo impida la esencia del defecto advertido: así, por ejemplo, la
litispendencia o la cosa juzgada. Pero, en todos aquellos supuestos en donde sea posible la

Downloaded by Vega Gonzalez (c2274458@yahoo.es)


lOMoARcPSD|3936704

subsanación, ésta deberá ser admitida, aun cuando se haya entablado la cuestión sobre la
inexistencia del presupuesto procesal.

2. Allanamiento: El demandado puede allanarse, es decir, aquietarse de forma total, o parcial,


con los términos en que está concebida la demanda y, por consiguiente, aceptar como existente,
total o parcialmente, la pretensión del actor. Si una parte se allana totalmente, finaliza el
procedimiento.

3. Defensa: El demandado puede adoptar una postura pasiva frente a la demanda y limitarse
exclusivamente a negar los hechos alegados por el actor, con lo que en definitiva más que
oponerse, se defiende. De esa manera, el demandado no aporta hechos nuevos al debate, sino
simplemente niega los aportados por el actor, negando así la pretensión. También debe
considerarse como defensa la mera negación del efecto jurídico pretendido, con independencia de
que existan o no los hechos y con independencia de que puedan producir otro efecto jurídico.

4. Oposición respecto al fondo: El demandado puede oponerse a la demanda mediante la


introducción de nuevos hechos en el debate; estos nuevos hechos pueden dar lugar a una
contraprestación. Cuando el demandado se opone, no niega sino que afirma nuevos hechos,
pudiéndose afirmar que el demandado plantea “excepciones materiales”.
El demandado puede oponerse a la acción alegando hechos que forman parte del supuesto de
hecho de una “contranorma” que impide la producción del efecto jurídico atribuido por la ley a los
hechos alegados por el actor, o que determinan la destrucción de ese efecto una vez producido.
También puede el demandado oponerse afirmando hechos que dados no excluyen por sí mismos la
pretensión del actor, pero que alegados por el demandado tienen la facultad de excluirla;
constituyen un derecho potestativo del demandado, cuya función es excluir la acción del actor.

La diferencia entre una y otra oposición en lo que sigue:


En el primer caso, son hechos que por sí mismos impiden o extinguen el efecto jurídico sin
necesidad de que los alegue concretamente el demandado, de modo tal que teniendo el juez
conocimiento de ellos a través del proceso, con independencia de quien los haya aportado, deberá
tenerlos en cuenta con tal de que se hayan probado. Ello se debe a que, el actor no tiene que probar
todos los hechos que crean específicamente el derecho, en modo tal que la prueba del nacimiento
del derecho es la prueba de su existencia. Corresponde al demandado probar que el derecho se ha
extinguido o que el nacimiento fue viciado. Esa prueba no significa que el demandado tenga la
carga de alegar tales hechos, pues si constan en el proceso el juez los tendrá en cuenta si se
prueban.

En el segundo caso, se trata de derechos que pertenecen al demandado y que excluyen el


derecho del actor, en modo tal que el demandado no sólo tiene la carga de la prueba sino
previamente la de la alegación; el juez no los puede tener en cuenta sin una alegación previa del
demandado: es el caso de la prescripción, el pacto de no pedir, etc.
En el primer supuesto, se habla de defensiones o de excepciones en sentido impropio; en el
segundo de excepción en sentido propio, una forma de oposición que, guarda relación con la
limitación del fundamento de la demanda a la causa eficiente de la pretensión; la excepción en
sentido propio es un derecho del demandado de excluir la pretensión aducida por el actor, no su

Downloaded by Vega Gonzalez (c2274458@yahoo.es)


lOMoARcPSD|3936704

existencia. En esta última no se niega la relación jurídica (lo que se niega en las defensiones), sino
la pretensión que se funda en la relación jurídica que se admite.
Estas excepciones pueden dividirse en perentorias o dilatorias, en el sentido de que las
primeras se oponen a la pretensión de manera incondicional (la prescripción), mientras que las
segundas sólo lo hacen temporalmente (niegan la prestación como actualmente debida: el pacto de
no pedir, el beneficio de excusión).
Mientras que las defensiones son por naturaleza imprescriptibles, las excepciones en sentido
estricto se pierden por renuncia y por prescripción.

C) LA RECONVENCIÓN.
Es la conducta del demandado consistente en no limitarse a pedir su propia absolución, sino
pedir la condena del demandante. Las posiciones iniciales se invierten: el demandado inicial pasa a
ser también demandante (demandado reconviniente), y el demandante inicial pasa a ser también
demandado. (Demandante reconvenido). La reconvención es una demanda planteada por el
demandado en el escrito de contestación , en el proceso pendiente contra el actor, mediante la cual
se deduce una acción independiente para su resolución con autoridad de cosa juzgada.

La cualidad de independiente no hace referencia a la inexistencia de conexión entre las dos


pretensiones; quiere decir, en cambio, que la reconvención no va dirigida a la oposición a la acción
del actor: en ese sentido. No existe reconvención:
− cuando el o la demandado pide que se rechace la demanda o la absolución, aun basándose
en la contraprestación
− cuando el demandado plantea la demanda de declaración negativa frente a la pretensión de
declaración positiva, ya que no hace valer ninguna pretensión independiente

La jurisprudencia del TS, anterior a la Ley, concluye de manera acertada que toda pretensión
del demandado que no se reduzca a pedir que se le absuelva de la demanda constituye siempre
reconvención, jurisprudencia que es perfectamente aplicable a las disposiciones de la vigente LEC.

Requisitos
La Ley impone de manera expresa las condiciones o requisitos formales para que la
reconvención se admitida:
− Momento procesal. En el juicio ordinario, la reconvención debe ser formulada en el escrito
de contestación a la demanda; el el juicio verbal debe ser formulada y notificada al actor, al menos,
5 días antes de la vista.
− Forma. Debe ser explícita. La reconvención debe ser propuesta a continuación de la
contestación; debe acomodarse a los requisitos de estructura y forma de la demanda;debe
expresarse en ella con claridad la concreta tutela judicial que se pretende obtener; y no se
considerará formulada reconvención en el escrito del demandado que finalice limitándose a
solicitar su absolución respecto de las pretensiones de la demanda principal.
− Contenido. Debe ser conexa: debe existir conexión entre la acción o acciones ejercitadas
por el demandante en la demanda principal y la acción o acciones ejercitadas por el demandado por
vía reconvencional. La reconvención tiene que ser objetiva: identidad de petición y/o causa de
pedir. Lo más común será que las reconvenciones conexas que se formulen sean las que se basan
en la misma causa de pedir.

Downloaded by Vega Gonzalez (c2274458@yahoo.es)


lOMoARcPSD|3936704

− Sujetos. La demanda reconvencional puede dirigirse no sólo contra el demandante o


demandantes iniciales, sino también frente a terceros (esos terceros pueden ser voluntarios o
necesarios del actor reconvenido por su relación con el objeto de la demanda reconvencional)
− Competencia del tribunal y homogeneidad del procedimiento: No se admitirá la
reconvención cuando el Juzgado carezca de competencia objetiva por razón de la materia o de la
cuantía o cuando la acción que se ejercite deba ventilarse en juicio de diferente tipo o naturaleza.
Sin embargo, podrá ejercitarse mediante reconvención la acción conexa, que a razón de la cuantía,
hubiere de ventilarse en juicio verbal. Por otra parte, la LEC establece que en los juicios verbales
sólo se admitirá la reconvención cuando ésta no determine la improcedencia del juicio verbal; y,
además, establece que, en ningún caso, se admitirá reconvención en los juicios verbales, que según
la ley, deban finalizar por sentencia sin efectos de cosa juzgada.

Supuestos especiales del art.438.1


Para el juicio verbal la Ley exige dos requisitos adicionales:
− que la reconvención se notifique al actor, mediante la entrega de la demanda
reconvencional, con la menos 5 días de antelación a la fecha prevista para la vista; ya que la
contestación a la demanda en el juicio verbal se hace de forma oral en la vista y permitir que en ese
acto se pudiera reconvenir sería tanto como obligar a la suspensión de la vista para que el actor, en
función de su derecho de defensa, pudiera contar con el tiempo necesario para contestar a la
reconvención y proponer los medios de prueba correspondientes.
− es imposible, desde el punto de vista legal, la reconvención cuando se pretende plantear en
aquellos procesos verbales que finalizan por sentencia que, según la Ley, no produce los efectos de
cosa juzgada.

Tratamiento procesal:
Las pretensiones que deduzca el demandado, en la reconvención se sustanciarán y resolverán
al propio tiempo y en la misma forma que las que sean objeto de la demanda principal, lo que
quiere decir que el proceso se sigue para el conocimiento conjunto de la demanda principal y de la
demanda reconvencional.

Hay que decir que al ser la acción reconvencional independiente de la ejercitada en la


demanda no se verá afectada por las vicisitudes procesales que puedan afectar a la demanda y, en
tal sentido, en los supuestos en que se declare inadmisible la demanda, o en los supuestos en los
que la carencia de cualquier presupuesto procesal determine una resolución en la instancia, el
proceso no se terminará por ello en lo que se refiere a la demanda reconvencional, que será
conocida y resuelta en sentencia de fondo.

Distinto del problema a que hemos hecho referencia en el párrafo anterior es el que surge de la
aplicación por el órgano judicial de las normas contenidas en la Ley y referentes a las condiciones
o requisitos de admisibilidad de la demanda reconvencional. Es evidente que las demandas
reconvencionales que no reúnan las condiciones o requisitos establecidos en los artículos
anteriormente estudiados deben rechazarse no admitirse a trámite por el órgano judicial,
dictándose por éste auto, por tanto resolución razonada y fundada en derecho.
Todos los requisitos condiciones que hemos estudiado anteriormente deben ser entendidos como
presupuestos de admisibilidad de la demanda reconvencional, y, en tal sentido, la resolución que no

Downloaded by Vega Gonzalez (c2274458@yahoo.es)


lOMoARcPSD|3936704

admita a trámite la demanda reconvencional no produce los efectos de cosa juzgada, pudiendo el
demandado plantear su demanda reconvencional en proceso aparte y en vía principal.

Excepción:
− la excepción: es una defensa del demandado que se centra específicamente en la lucha
contra la pretensión; y esto es igualmente válido para las excepciones en sentido propio que en
sentido impropio; en un caso como en otro se trata de que el juez no acoja la pretensión propuesta
por el actor.

Excepciones impropias: aportando al proceso hechos extintivos e impeditivos que, sin


contradecir fundamentalmente los hechos constitutivos aportados por el actor, determinan la
alegación en el proceso de fundamentaciones jurídicas que impiden o extinguen la eficacia de la
norma constitutiva alegada por el actor. El demandado, aun aportando hechos nuevos al proceso e
invocando la aplicación de nuevas normas jurídicas, no añade nada nuevo a los límites
establecidos en la pretensión del actor, pues éste no sólo tiene el derecho cuando se comprueba la
existencia de los hechos constitutivos de la norma cuya aplicación pide, sino que necesitará que no
se produzcan aquellos otros que vienen a impedir o extinguir la eficacia de citada norma. En este
sentido, el objeto procesal queda idéntico y dentro de los límites establecidos por la pretensión del
actor.

Excepciones propias: se basan en hechos excluyentes, se tratará de la existencia de derechos


correspondientes al demandado que no obtienen su reconocimiento en el proceso sino en función
de excluir la pretensión del actor; si el demandado invoca la prescripción aumenta el material de
hecho de la sentencia, pero no aporta ninguna nueva pretensión. Simplemente pone de manifiesto
que aun existiendo el derecho del actor, éste no es exigible. En ambos casos sólo existe un único
objeto procesal, invocado por el actor, al que se le priva de contenido cuando se ponen de
manifiesto hechos impeditivos y extintivos, por una parte, y hechos excluyentes, por otra.

I. Otros actos de alegación


Remisión:
Son actos que están insertos en la audiencia previa, o en la primera parte de la vista del juicio
verbal y que sirven fundamentalmente para fijar el objeto del proceso o para aportar al proceso
datos fácticos que, por las razones que sean, no pudieron aportarse en el momento normal: es decir,
con la demanda y con la contestación.

Escrito de ampliación:
Las partes tienen la posibilidad de realizar actos alegatorios, escritos, cuando hechos nuevos
o de nuevos conocimientos se produzcan o se conozcan con posterioridad al acto de la audiencia o
de la vista, y siempre con anterioridad a la citación para sentencia, podrán las partes presentar el
escrito de ampliación.
De este escrito se da traslado a la parte contraria para que en plazo de 5 días manifieste si
reconoce o no como ciertos los nuevos hechos alegados. El órgano judicial, dictará providencia no
admitiendo la alegación en el supuesto de que no se justifique adecuadamente el nuevo
conocimiento o la novedad del hecho.

Downloaded by Vega Gonzalez (c2274458@yahoo.es)


lOMoARcPSD|3936704

TEMA 6. LA AUDIENCIA PREVIA.


1. INTRODUCCIÓN.
La Ley ha regulado una fase intermedia en el proceso declarativo que se
concreta en una serie de actos que se ordenan tras los alegatorios y antes de los
probatorios.
Se trata de una fase cuya finalidad es doble: bien se persigue terminar el proceso
cuando ése es inútil o imposible desde el punto de vista procesal; o bien se persigue
preparar el verdadero juicio en el que las partes han de probar sus alegaciones y llevan a
cabo las conclusiones que permiten al órgano judicial dictar sentencia de fondo.

2. LA AUDIENCIA PREVIA EN EL JUICIO ORDINARIO Y LA VISTA


(PRIMERA PARTE) EN EL PROCESO VERBAL.
La audiencia previa aparece regulada para el juicio ordinario en los arts. 414
LEC y ss.; y para el juicio verbal aparece regulada en los arts. 443 y ss. LEC.
En el juicio ordinario, una vez contestada la demanda, se procede a la audiencia
previa, donde se pretenden distintas finalidades: en primer lugar, el art. 414 LEC nos
dice que se pretende alcanzar un acuerdo o transacción que ponga fin al proceso y por
tanto, el juez invita a las partes a llegar a tal acuerdo (acercamiento de posturas); en
segundo término, si no se alcanza este acuerdo, a posteriori se analiza o examina la
concurrencia de cuestiones procesales que puedan impedir u obstaculizar el normal
procedimiento (su tramitación); en tercer término, otras de las finalidades es fijar o
definir con precisión el objeto del proceso y, en cuarto lugar, se fijan los extremos
fácticos, los hechos, es decir, los puntos de hecho y de derecho sobre los que existe
controversia; por último, se proponen y admiten las pruebas que resulten pertinentes.

TERMINACIÓN DEL PROCESO POR RESOLUCIÓN EN LA INSTANCIA.


El proceso puede terminar con una resolución en la instancia en tres supuestos:
cuando no existe conflicto, cuando las partes no asisten al juicio o no lo hacen
debidamente representadas, o cuando existe una falta de algún presupuesto procesal que
hace imposible su continuación.
1) Terminación del proceso por acuerdo de las partes: si las partes han llegado a un
acuerdo, o están dispuestas a llegar a éste de inmediato, el proceso no tiene sentido.
En estos casos, el proceso termina por auto que homologa el acuerdo de las partes.
Es necesaria la homologación judicial porque el acuerdo debe referirse a materia
disponible y debe llevarse a cabo entre partes capaces. Dicho acuerdo lleva
aparejada ejecución y, por ello, da lugar al proceso de ejecución, que se tramita por
las normas previstas para la ejecución de las sentencias y demás resoluciones
judiciales. El acuerdo es equiparable a la transacción procesal, por lo que puede ser
impugnado por las causas de impugnación de aquella.

Downloaded by Vega Gonzalez (c2274458@yahoo.es)


lOMoARcPSD|3936704

2) Terminación del proceso por inasistencia de las partes o de los que las
representen procesalmente: las partes tienen la carga procesal de acudir a la
audiencia previa asistidas de abogado y de procurador. La incomparecencia personal
sólo puede ser suplida por la comparecencia a través de procurador con poder
especial para desistir, allanarse o transigir. La incomparecencia de ambas partes da
lugar a una resolución en la instancia que se denomina auto de sobreseimiento. La
incomparecencia del actor da lugar a dicho auto, a no ser que el demandado
demuestre interés en seguir el proceso. El auto de sobreseimiento no evita que
posteriormente el actor pueda de nuevo plantear una nueva demanda. Igual
tratamiento tiene la inasistencia del abogado del actor. Por el contrario, la
inasistencia del demandado o de su abogado no impide la entrada en el juicio.

3) Terminación del proceso por inexistencia de algún presupuesto procesal: los


presupuestos que pueden estimarse son los recogidos en el art. 416 LEC (falta de
capacidad de los litigantes o de representación en sus diversas clases, cosa juzgada o
litispendencia, falta del debido litisconsorcio, inadecuación del procedimiento y
defecto legal en el modo de proponer la demanda o, en su caso, la reconvención, por
falta de claridad o precisión en la determinación de las partes o de la petición que se
deduzca) y el de acumulación de acciones improcedentes regulado en el art. 405.1
LEC. Los defectos procesales son subsanables, con excepción de los que por esencia
no lo sean. No cabe afirmar que exista un numerus clausus de defectos procesales
planteables, sino que se pueden plantear todos y cada uno de los presupuestos
procesales que según las partes faltan en el proceso. Estudiamos los antes
mencionados:

a) Falta de capacidad de los litigantes o de representación en sus diversas clases:


esta falta de capacidad o de representación se refiere únicamente a los litigantes,
actor y demandado. Cuando es el demandado el que alega la falta de capacidad o
representación del actor está oponiendo una excepción de tipo procesal, que evita la
prosecución del proceso y su terminación por sentencia firme. Cuando es el
demandante quien advierte que la personación del demandado en el proceso se hace
careciendo de capacidad o representación no está alegando una excepción de tipo
procesal, sino la falta de un presupuesto procesal en la persona del demandado, que
de no subsanarse no evita la prosecución del proceso ni su terminación por sentencia
firme, sino la presencia eficaz del demandado en el proceso: por tanto, determina la
rebeldía.

En los supuestos en que el defecto de capacidad, personalidad, representación y


postulación sea subsanable, o se pueda corregir, la Ley prevé que se pueda hacer en
el mismo acto de la audiencia previa, si estamos en juicio ordinario, o en el juicio, si
estamos en un proceso verbal; y no siendo posible la corrección en el acto, la Ley
prevé un plazo no superior a diez días para que se procesa a la subsanación del
defecto.

Downloaded by Vega Gonzalez (c2274458@yahoo.es)


lOMoARcPSD|3936704

Si la falta de presupuesto procesal no es subsanable o no se subsana en el tiempo


marcado por la Ley, el juez dicta acto dando por concluida la audiencia y poniendo
fin al proceso, sin entrar en el fondo.

b) Acumulación inapropiada de acciones: el legislador establece que cuando el


demandado se oponga a la acumulación de acciones impuesta por el demandado, el
juez oirá al demandante y resolverá lo que estime procedente en cuanto a la
acumulación (las indebidamente acumuladas no continuaran la tramitación). Para
que proceda la acumulación de acciones es necesario que concurran una serie de
requisitos, lo que no quiere decir que no se puedan tramitar en un proceso
independiente.

c) Litispendencia y cosa juzgada: el demandado puede alegar que concurre


listispendencia. En sentido estricto, la litispendencia supone la existencia de un
proceso en marcha (excepción que determina la finalización del segundo proceso).
La cosa juzgada es una excepción de seguir tramitando ese proceso porque ya ha
habido un proceso anterior que ha juzgado ya la cosa. El efecto que tiene la
excepción de interponer litispendencia y cosa juzgada, es que en el caso de que el
tribunal aprecie que concurre una u otra, dicta un auto motivado que lo declare y
dará por finalizada la audiencia, es decir, se pone fin al proceso. Los supuestos de
cosa juzgada, en ocasiones, son muy complejos, por lo que hay que determinar si
hay cosa juzgada o el efecto de preclusión (art. 400 LEC).

d) Falta de litisconsorcio necesario: esta cuestión afecta al fondo del asunto y no al


proceso. Un proceso seguido contra alguno de los litisconsortes necesarios, no
contra todos, no es un proceso inválido o constituido ilegalmente, es un proceso que
terminaría necesariamente con una sentencia absolutoria en el fondo, pues el
derecho ejercitado por el actor, de existir, no se tiene contra uno o varios de los
litisconsortes sino contra todos los que son necesariamente litisconsortes entre sí,
porque todos ellos son titulares activos o pasivos de la relación jurídica material
controvertida en el proceso.

La Ley se olvida de la existencia del litisconsorcio activo necesario y da solución


formal, no de fondo, a la falta de litisconsorcio pasivo necesario. No ha optado por
dar al problema una solución de fondo. Dicha solución hubiera sido perfectamente
aplicable tanto a la falta de litisconsorcio activo necesario como a la de
litisconsorcio pasivo necesario, pues en ambos casos se podría haber llegado a una
resolución de fondo anticipada que, en aras del principio de economía procesal,
evitara la tramitación de todo un proceso cuando desde el principio se podría saber
que el derecho como se ejercitaba no existía.

La Ley da la posibilidad de, una vez afirmada judicialmente la falta de litisconsorcio


necesario, integrar el contradictorio, para seguir el proceso entre los sujetos
legitimados; para, al mismo tiempo, si no se integra el contradictorio en el tiempo

Downloaded by Vega Gonzalez (c2274458@yahoo.es)


lOMoARcPSD|3936704

determinado por el juez, mediante la ampliación de la demanda, sobreseer el proceso


por medio de auto. Esta solución es parcial ya que no se refiere a la falta de
litisconsorcio activo necesario.

La falta de litisconsorcio pasivo necesario hay que alegarla en la contestación a la


demanda. La alegación por el demandado da la posibilidad al actor de presentar
escrito dirigiendo la demanda a los sujetos que el demandado considere que son
litisconsortes necesarios. Este escrito se debe presentar en la audiencia previa, y el
órgano judicial ordenará emplazar a los nuevos demandados, si estima que existe
litisconsorcio pasivo necesario, suspendiéndose la audiencia.

Si el actor se opusiere a la falta de litisconsorcio, el órgano judicial en la audiencia


previa, o en la primera fase de la vista del proceso verbal, tras oír a las partes,
resolverá mediante auto lo que estime pertinente, en modo tal que si estima la
procedencia del litisconsorcio concederá al actor un plazo no inferior a diez días
para que amplíe la demanda. Los nuevos demandados contestarán en el plazo
establecido en el art. 404, quedando mientras tanto suspendidas las actuaciones.

Si el actor no constituye el litisconsorcio en el plazo concedido, se dictará auto


archivando las actuaciones.

e) Inadecuación del procedimiento: se refiere a lo que conocemos como falta de


competencia material, bien sea por la cuantía, bien sea por la materia. Se regula en
el art. 422 LEC (por falta de competencia material por razón de la cuantía) y en el
432 (por falta de competencia objetiva material). Para el primer caso, la Ley prefiere
que sean las partes las que determinen el valor de la cosa litigiosa mediante acuerdo.
Sólo para el caso de que no hubiese acuerdo será el juez quien decida el valor de la
misma. En lo que se refiere a la inadecuación por razón de la materia, el órgano
judicial es el que decide, oídas las partes, lo que estime procedente. En ambos casos,
si el juez decidiese, en el procedimiento ordinario, que el procedimiento adecuado es
el verbal, el secretario convocará a las partes para la vista del juicio verbal a no ser
que entienda que la demanda se ha interpuesto fuera del plazo de caducidad que por
razón de la materia se haya podido establecer en la Ley, en cuyo caso el juez
sobreseerá el procedimiento. Si, por el contrario, la excepción se plantea en el juicio
verbal, el juez en el acto de la vista y al comenzar ésta resolverá lo que estime
conveniente, pudiendo el demandado pedir que conste en acta su disconformidad
para el supuesto de que el órgano judicial no admita la cuestión propuesta. Si estima
que el procedimiento verbal no es el adecuado, dicta auto poniendo fin al proceso.

f) Defecto legal en el modo de proponer la demanda: se da cuando las partes


consideran que en la demanda, tal y como ha sido interpuesta, las pretensiones no
están claras y resultan imprecisas las peticiones; este supuesto se refiere a las
declaraciones hechas por el demandante en la demanda o por el demandado en la
reconvención; en ese caso, el tribunal puede instar cuantas aclaraciones estime

Downloaded by Vega Gonzalez (c2274458@yahoo.es)


lOMoARcPSD|3936704

convenientes en el acto de la audiencia para definir cuáles son las pretensiones


deducidas. Cuando no puedan determinarse las pretensiones establecidas en la
demanda o en la reconvención, se declara el sobreseimiento de actuaciones.

g) La falta de reclamación previa en vía administrativa: la LEC no se refiere a la


falta de reclamación previa como carencia de un presupuesto procesal, como tal
existe en la LRJPAC. Sin embargo, de acuerdo con el art. 425, esta es una de las
excepciones que cabe oponer. Para el TS esta excepción es asimilable a la
conciliación. Su defecto es subsanable, salvo en determinados casos.

h) La falta arraigo en juicio: la LEC tampoco establece nada en relación a esta


excepción. Sin embargo, es evidente que existe, aunque de forma muy aislada. El
legislador opta por no exigir el arraigo a ningún extranjero para poder demandar en
España, aunque la aplicación del principio de reciprocidad en materia de derecho
internacional nos hace pensar que puede exigirse el arraigo en juicio a aquellos
extranjeros en cuyo Estado los órganos judiciales exigen a los españoles el arraigo
para poder demandar. Esta excepción se trata de la imposición de una cautela al
demandante extranjero para asegurar la hipotética obligación de pagar las costas
procesales en caso de vencimiento.

3. LAS ALEGACIONES COMPLEMENTARIAS.


El artículo 426 LEC señala que las partes en la audiencia previa, con la finalidad
de buscar el objeto del proceso, pueden realizar alegaciones complementarias,
teniendo en cuenta que una vez que se interpone la demanda concurre la prohibición de
la mutatio libelli, es decir que no se pueden modificar las pretensiones porque supondría
indefensión. Cuando el legislador permite estas alegaciones complementarias, lo hace
con la salvedad de que no se alteren las pretensiones principales esgrimidas en la
demanda o en la reconvención.
Además de las alegaciones complementarias, se permite a las partes que puedan
esgrimir nuevas pretensiones, las cuales van a ser admitidas por parte del juez si la otra
parte no se opone; en caso de que mediase oposición por la parte contraria solo se
admiten las pretensiones complementarias, cuando el tribunal entiende que a través de
las mismas no se menoscaba el derecho de igualdad.
Las partes también pueden aclarar o rectificar las que han sido sus propias
alegaciones en los escritos de demanda y contestación (alegaciones aclaratorias). Esta
facultad se convierte en carga cuando el órgano judicial entienda que deben ofrecerse
esas aclaraciones. El límite a las aclaraciones es el de la imposibilidad de la mutatio
libelli.
También las partes pueden, en la audiencia previa, introducir alegaciones sobre
hechos nuevos que hubiesen ocurrido con posterioridad a los escritos de alegación, o
incluso, hechos, que habiendo ocurrido con anterioridad a los escritos de alegaciones, se
hubieran conocido con posterioridad a los mismos, es decir, de nueva noticia. Se tiene

Downloaded by Vega Gonzalez (c2274458@yahoo.es)


lOMoARcPSD|3936704

que tratar de hechos de nueva noticia que sean relevantes para fundamentar las
pretensiones de las partes; en este caso, cuando se introduzcan hechos de nueva noticia,
se podrán adjuntar nuevos documentos o dictámenes que sirvan para acreditar estos
nuevos hechos o que, no siendo nuevos, se hayan conocido con posteridad.
Asimismo, la Ley permite, tanto al actor como al demandado, plantear en la
audiencia previa o en la vista del juicio verbal peticiones nuevas accesorias o
complementarias. Esta adición no debe en ningún caso suponer un cambio de la
demanda (mutatio libelli) que en su momento se presentó.
Por tanto, en la audiencia previa se trata de definir el objeto del proceso, el cual
no puede ser alterado por esas alegaciones complementarias.

4. LA FIJACIÓN DEFINITIVA DE LA POSICIÓN DE LAS PARTES.


Otras de las finalidades que tiene la audiencia previa es que las partes
manifiestan cuál es su postura ante los documentos y dictámenes que hubiese
presentado la parte contraria. Cada una de las partes debe pronunciarse sobre los
documentos que hubiese aportado la parte contraria (con los escritos de alegaciones
deben adjuntarse los documentos donde las partes muestran su parecer). En el caso de
que las partes impugnen la autenticidad de los documentos, podrán proponer prueba.
Del mismo modo que las partes manifiestan su parecer sobre los documentos de la parte
contraria, también tienen que mostrar su parecer sobre los dictámenes que se hubieran
aportado, es decir, si los admiten o consideran que han de ser ampliados en
determinados extremos. Por último, en la audiencia previa, las partes deben aportar
aquellos dictámenes periciales que consideran necesarios para apoyar sus alegaciones
complementarias.
También la partes, además de que manifiesten su parecer sobre los documentos y
sobre los dictámenes periciales de la parte contraía, fijan definitivamente cuáles son los
hechos controvertidos (sobre qué hechos existe conformidad y sobre cuáles existe
disconformidad). Si las partes están de acuerdo con los hechos y su discrepancia se ciñe
solo en los fundamentos jurídicos (consecuencias jurídicas), el tribunal, sin más
trámites, va a dictar sentencia en los siguientes veinte días, cuando no es necesario
realizar ninguna actuación de prueba.
Sobre los hechos admitidos, está prohibida la realización de prueba, ya que
quedan fijados tal y como lo han establecido las partes.
5. PROPOSICIÓN DE PRUEBA.
La última finalidad respecto de la audiencia previa se detalla en el artículo 429
LEC, que establece que será en esta fase donde tenga lugar la proposición y admisión de
prueba. La proposición de prueba es una actuación de parte, ya que corresponde a las
partes proponer o indicar las pruebas para los hechos que resulten controvertidos (qué
peritos van a presentar en el juicio…). Así mismo, deben señalar las alegaciones y los
interrogatorios que van a necesitar auxilio judicial. El tribunal admitirá aquellas pruebas
que resulten pertinentes, convenientes y lícitas.

Downloaded by Vega Gonzalez (c2274458@yahoo.es)


lOMoARcPSD|3936704

Una vez que se ha propuesto y admitido la prueba por el tribunal, éste señala
fase para el juicio, indicando si se celebra en una sesión o en una o varias sesiones
consecutivas.
Efectivamente, la proposición de prueba es una actividad de parte, pero si bien el
art. 282 LEC señala que son las partes quienes han de proponer las pruebas que
consideren necesarias, hay una matización de esta facultad de proposición las pruebas a
instancia de parte, que aparece en el artículo 429 LEC porque el legislador ha previsto
que cuando el juez considere que son insuficientes las pruebas propuestas por la partes
(determinados hechos pueden quedar no suficientemente probados), puede ponerlo de
manifiesto a las partes y las indicará incluso los medios de prueba de los que pueden
hacerse valer, a las cuales corresponderá complementar su proposición de prueba
(facultades por parte del juez en el ámbito de la prueba). Si las partes no siguen al juez,
no propondrán las pruebas, y por lo tanto, el juez no puede abordarlas.

Downloaded by Vega Gonzalez (c2274458@yahoo.es)


lOMoARcPSD|3936704

Lección 7. LA PRUEBA VALORACIÓN, CARGA Y


PROCEDIMIENTO PROBATORIO
1. LA PRUEBA: A) CONCEPTO. B) NATURALEZA PROCESAL DE LAS
NORMAS SOBRE PRUEBA. C) ANTICIPACIÓN DE LA PRUEBA. D) CLASES
DE PRUEBA. E) MEDIOS DE PRUEBA. F) OBJETO DE LA PRUEBA. 2.
VALORACIÓN, CARGA Y PROCEDIMIENTO PROBATORIO.

1. LA PRUEBA
A) CONCEPTO
Es una actividad que llevan a cabo las partes, que pretende o cuya finalidad es lograr
que el juez se convenza acerca de la veracidad de los hechos que afirman el actor y el
demandando en sus escritos de alegaciones y en los que fundamentan sus respectivas
pretensiones.

B) NATURALEZA PROCESAL DE LAS NORMAS SOBRE PRUEBA


Las normas de la prueba regulan dentro del proceso la actividad de las pates y del juez,
recayendo sus efectos directos sobre el proceso; son normas procesales, además, porque
tienen por objeto la actividad procesal del órgano judicial destinada a posibilitar y
formar la convicción del propio juez sobre la certeza de lo alegado en el proceso.
Tradicionalmente la doctrina ha planteado problemas en el orden a la naturaleza
material o procesal de las normas que regulan la prueba. Ello se debió a que en las
legislaciones continentales las normas reguladoras de la prueba se encontraban tanto en
los Códigos y Leyes materiales como en la Ley Procesal. En nuestro ordenamiento la
LEC de 2000 regula todo aquello que se refiere a la prueba, derogando las normas que
se contenían en el Código Civil, con excepción de lo que se refiere a la prueba de
documentos, lo que no se explica sino desde la comodidad del legislador. Así esta
discusión ya no tiene sentido, ya que las normas procesales son probatorias por cuanto
determinan los requisitos de admisibilidad, la practica el valor y la eficacia de las
pruebas que se desarrollan en el proceso o para el proceso.
No son normas probatorias aquellas que recogidas en los arts. 297 y 298 que regulan
distintas medidas de aseguramiento de medios probatorios o de la práctica de los
mismos.
No siempre todas las normas que se refieren a la prueba pueden entenderse que son
normas procesales hay que distinguir entre normas generales y particulares de la prueba.
Las normas generales de prueba están dadas en razón de la generalidad de las relaciones
jurídicas y su función es obtener un mejor convencimiento judicial, son, por tanto, de
carácter procesal. Por el contrario, la función de la norma particular es regular un
determinado derecho, poniendo, normalmente limitaciones a los medios de prueba, son
de carácter material.

C) ANTICIPACIÓN DE LA PRUEBA
La prueba anticipada es toda aquella que se realiza, de acuerdo con lo establecido en la
Ley, para la proposición y practica, y, que se lleva a cabo o se practica antes de la

Downloaded by Vega Gonzalez (c2274458@yahoo.es)


lOMoARcPSD|3936704

celebración del juicio o, en su caso, de la vista. El momento ordinario de celebración de


la prueba es el juicio, o en su caso la vista; pero puede darse el caso de que existiendo
un temor fundado de que, por cualquier causa subjetiva u objetiva, no pueda practicarse
la prueba en ese momento, puedan las partes, antes de iniciado el proceso, o una vez
iniciado éste, pedir al órgano judicial que se lleven a cabo las pruebas que se entienda
puedan estar en peligro de no practicarse si se espera al momento procesal oportuno.
La prueba anticipada se ha se practicar con el cumplimiento exacto de los trámites
establecidos de forma general por la Ley para cada uno de esos medios probatorios que
se pretenda practicar, dando posibilidad a la parte contraria o a los interesados de
intervenir en la práctica conforme conviniere a sus intereses.
No es prueba, ni tampoco prueba anticipada, la que recibe el nombre de preconstituida.
El dejar rastro documental de nuestros actos jurídicos, cuando prevemos la existencia de
un pleito, no es realizar prueba, es solo plasmar en documentos lo que quizá sea difícil
fijaren el pleito por otros medios probatorios.

.D) CLASES DE PRUEBA

Atendiendo a la relación del juez con las fuentes de prueba: prueba directa y prueba
indirecta.

a) Prueba directa: es aquella en la que el juez extrae su convicción


directamente, tiene una percepción directa en el lugar del conocimiento. En
nuestro ordenamiento solo se da prueba directa cuando el juez se sitúa
directamente en el lugar de los hechos.

b) Prueba indirecta: el juez se sirve de hechos, de cosas o de personas para


tomar conocimiento del objeto de prueba. El juez logra su convicción del
hecho que ha sido probad a través de un documento elaborado por las partes,
a través de testigos… es decir, a través de medios interpuestos.

Atendiendo al grado de convencimiento que debe tener el juez: pruebas plenas y


pruebas semiplenas.

a) Pruebas plenas: para dictar las sentencias de fondo sobre la cuestión que le
ha sido controvertida, es preciso que el juez haya obtenido el pleno
convencimiento sobre la realidad de los hechos en los que fundamenta su
decisión.
b) Pruebas semiplenas: son aquellas en las que el legislador no requiere un
pleno conocimiento, sino que basta con que se acredite la verosimilitud del
derecho o la probabilidad de que se sucedió de esa manera.
Atendiendo a los hechos que se pretenden probar: prueba principal, contra prueba y
prueba de contrario.

Downloaded by Vega Gonzalez (c2274458@yahoo.es)


lOMoARcPSD|3936704

a) Prueba principal: es aquella que va dirigida a acreditar hechos constitutivos


de la pretensión del demandante. Es la que acredita el actor.

b) Contraprueba: es aquella que lo que pretende es desvirtuar los hechos en los


que la parte contraria fundamenta su pretensión, va dirigida a introducir una
duda o incertidumbre en el convencimiento del juez acerca de la
verosimilitud de los hechos esgrimidos por la parte contraria.

c) Prueba de contrario: es aquella que va dirigida a probar los hechos relevantes


en la pretensión del actor, es decir, hechos impeditivos, extintivos y
excluyentes.

E) MEDIOS DE PRUEBA
Los distintos medios de prueba vienen detallados en el artículo 299 LEC, estos medidos
son instrumentos de los que se valen las partes para intentar acreditar la certeza de los
hechos controvertidos en los que cada una de las partes han fundamentados sus
respectivas pretensiones. Estos medios de prueba, aunque aparecen en una enumeración
exhaustiva, son números apertus, no cláusulas. Este artículo establece el orden de
aparición de los distintos medios de prueba: interrogatorio de partes, documentos
públicos y privados, dictamen de peritos, reconocimiento judicial e interrogatorio de
testigos. En la Ley 1/2000 se hizo alusión, como medios de prueba a los medios de
reproducción de la palabra el sonido y la imagen, así como los instrumentos que
permiten archivar y reconocer o reproducir datos, palabras, cifras y operaciones
matemáticas llevadas a cabo con fines contables o de otra clase.
Las presunciones judiciales no son un medio de prueba, no existe el medio ajeno al juez
que le permita la transmisión del conocimiento, ni tampoco el juez percibe
sensorialmente el objeto de la prueba. Las presunciones judiciales son un medio de
modificación del objeto de la prueba que puede utilizar el juez si entre el hecho presunto
o presumido existe un enlace preciso y directo según las reglas del sano juicio.
La LEC permite que en el procedimiento se pueda utilizar cualquier otro medio o
instrumento probatorio que sea capaz de ofrecer al juez la percepción del objeto de la
prueba. Así se admite la utilización de medios tales como cintas video-magnéticas, las
magnetofónicas, bases de datos, discos duros, ordenadores…que son acordes con la
evolución socio-económica de nuestro país.
La limitación que tienen los medios de prueba es que no vulneren los derechos
fundamentales contenidos en la Constitución ni se utilicen aquellos cuya práctica
comporte realizar una actividad prohibida por la Ley. Las partes en el memento que
entiendan que la obtención de la prueba recae en estos supuestos, deberán alegarlo de
inmediato, trasladando al juez de inmediato de esta alegación a las demás partes. La
cuestión de la ilicitud de la prueba puede ser planteada incluso de oficio, y el juez la
resolverá o en el juicio o al comienzo de la vista o antes del comienzo de la práctica de
la prueba. La Ley permite que se practiquen cuantas pruebas sean pertinentes, que se
propongan para demostrar la ilicitud de la prueba.

F) OBJETO DE LA PRUEBA

Downloaded by Vega Gonzalez (c2274458@yahoo.es)


lOMoARcPSD|3936704

Con carácter general se puede decir que lo constituyen todas aquellas afirmaciones que
hacen las partes sobre hechos y fundamentos jurídicos. El objeto de la prueba no se ciñe
a todas y cada una de esas afirmaciones jurídicas normativas y fácticas, sino que se
limita a algunas de ellas

1. Alegaciones normativas: cabe señalar que con carácter genérico, estas alegaciones
no necesitan prueba dado que en nuestro ordenamiento rige el principio iura novit
curia, por el cual se presume que el juez conoce el Derecho Español. Sin embargo,
a título excepcional se precisa prueba respecto de aquellas normas jurídicas que no
estén escritas, que no tengan carácter general o que no sean de carácter imperativo.

Respecto a las normas consuetudinarias (no escritas), es decir, la costumbre (art. 1.3
CC y 218 LEC), no necesita prueba, siempre y cuando hay acuerdo de las partes
respecto de su contenido, en su existencia, y la misma no afecte al orden público. Si
las partes no están de acuerdo respecto a la existencia y contenido de las normas
consuetudinarias sí que serán objeto de prueba.

En cuanto al derecho extranjero (art.281 LEC), hay que decir que la persona que lo
invoque tendrá que acreditar su contenido a través de los medios admitidos en la ley
española (mediante un dictamen de dos jurisconsultos del país de la ley cuya
aplicación se solicita).

También se deberán acreditar las normas que no hayan sido publicadas en el BOE,
de esta manera la jurisprudencia ha eliminado el problema de acreditación de las
normas de las CCAA y de las entidades locales. Cuando la norma vaya a generar
aplicación fuera del territorio de la CA, se tendrá que acreditar su contenido y su
vigencia.

En cualquier caso, si bien es cierto que nuestro legislador no ha impuesto al juez el


deber de conocer el derecho extranjero ni el consuetudinario, sí que establece la
carga de las partes de acreditar su contenido y vigencia, y posibilita al juez
investigar de oficio el contenido y la existencia de tales normas (art. 281 LEC: el
juez puede valerse de cuantos instrumentos de investigación le sean necesarios y
puede dictar las providencias oportunas).

2. Afirmaciones fácticas: no todas las que hacen las partes y en las que fundamentan
sus pretensiones tienen que ser objeto de prueba, hay determinados supuestos que
están exentos de prueba. En concreto, no necesitan prueba los hechos admitidos o
no controvertidos (art. 281 LEC).

El legislador ha establecido una carga de negación de los hechos afirmados por las
partes. Es en la contestación de la demanda donde el demandado tiene que negar o
admitir los hechos alegados por el actor; y es en el acto de audiencia previa donde
debe quedar definitivamente establecida la controversia entre las partes
admitiéndose o negándose los hechos alegados por la parte contraria. El legislador
viene a establecer que el hecho cuando haya sido admitido y no haya controversia,
queda definitivamente fijado en la sentencia.

Downloaded by Vega Gonzalez (c2274458@yahoo.es)


lOMoARcPSD|3936704

Sobre los hechos en los que exista plena conformidad de las partes, están exentos
de prueba, salvo que la materia objeto del proceso esté fuera del ámbito de las
partes (de su poder de disposición: procesos de carácter inquisitivo; procesos de
maternidad, de estado civil…), ya que esa materia no es disponible para las mismas.

También están exentos de prueba los hechos notorios, es decir, aquellos hechos
cuyo conocimiento forma parte de la cultura general de un grupo social (no es
necesario que lo conozca todo el mundo, basta con que lo conozca un hombre de
cultura media).

Aquellos hechos que hubieran sido favorecidos por una presunción también están
exentos de prueba, no es necesario que se pruebe el hecho presunto, sino aquellos
hechos de los que se ha deducido la pretensión (se tiene que acreditar que el buque
ha naufragado, no que la persona ha fallecido, la muerte sería un hecho favorecido
por una presunción).

También están exentos de prueba, las máximas de experiencia, que son unos juicios
hipotéticos o definiciones que proceden de la experiencia o de la ciencia y que se
introducen como tales en la definición de una norma (cuando se dice que una
persona tiene que actuar como un padre de familia no se tiene que acreditar en qué
consiste actuar como tal, se tiene que ver qué actuaciones están dentro de ese
comportamiento, no lo que significa).

2. VALORACIÓN, CARGA Y PROCEDIMIENTO PROBATORIO.

A) VALORACIÓN DE LA PRUEBA

La prueba es una actividad de parte que tiene por finalidad lograr el convencimiento del
juez sobre unos hechos afirmados como existentes por las partes, la valoración es la
actividad judicial que consigue el convencimiento o el rechazo. La valoración de la
prueba concreta el último paso del juicio lógico que realiza el juez en su sentencia y es
la conclusión positiva o negativa sobre la existencia de los hechos que se alegan el
proceso.

El objeto de valoración de la prueba no es nunca un hecho o un acto, sino un juicio


acerca de la existencia o de la manera de ser de un determinado hecho o de un
determinado acto. Ante estos juicios el juez tiene que interpretarlos, es decir, tiene que
determinar el significado de cada uno de los juicios que tiene delante de sí como
resultado de la prueba. Esta operación lógica del juez se realiza en el mismo momento
en que obtiene o recibe el juicio. Solo cuando la prueba ha sido interpretada puede ser
valorada. El instrumento de valoración es siempre la máxima de experiencia, esto es, los
juicios de contenido general obtenidos por la experiencia de los hechos. Cuando la
utilización de la máxima de la experiencia viene impuesta por la norma jurídica,
hablamos de prueba tasada o de valoración legal. Cuando, por el contario, la Ley da
libertad al juez para que utilice las máximas de la experiencia que considere
conveniente, hablamos de prueba de valoración libre. Así hay dos sistemas de
valoración en nuestro ordenamiento jurídico:

Downloaded by Vega Gonzalez (c2274458@yahoo.es)


lOMoARcPSD|3936704

a) Sistema de valoración de prueba legal: es el legislador el que establece el valor de


ese medio de prueba, el valor de la prueba viene impuesto por él, con
independencia del convencimiento del juez.

Hay determinados medios de prueba cuya valoración viene establecida en la ley, el


artículo 316.1 LEC impone que son ciertos aquellos hechos que hubieran sido
declarados por las partes (hechos personales) y que le sean enteramente
perjudiciales. El legislador parte de la máxima de la experiencia de que nadie
miente para perjudicarse, por lo que se considera que si le perjudica el hecho es
porque se ha ceñido a la verdad, siempre y cuando ello no sea contradicho por otros
medios de prueba, en cuyo caso entraría la valoración del juez. Por esta misma
razón, no son atendibles, en la mayoría de los casos, las declaraciones favorables a
uno mismo.

Igualmente, los arts. 319 y 326 regulan la fuerza probatoria del documento público,
ya sea público o privado, imponiendo una doble máxima de la experiencia: de una
parte, para los documento públicos, la seguridad del tráfico jurídico que impone la
la necesidad de ofrecer la fe pública a determinados funcionarios en el ejercicio de
sus funciones, en modo tal que aquello que autorizan, oyen o ven queda investido
de certeza. De otra, para los documentos privados auténticos, la máxima impuesta
por la Ley consiste en que quien firma un documento o hace un documento acepta,
en la generalidad de los casos, el contenido del mismo.

b) Sistema de valoración de la prueba libre: en general surge este sistema, que


significa que la ley no impone al juez el valor de cada medio de prueba, sino que el
juez debe valorar el medio de prueba según su sana crítica e instrumentos de lógica
para justificar que ha obtenido la íntima convicción de la existencia de un hecho.
Esto no significa que nuestro legislador haya consolidado la arbitrariedad ya que el
juez tiene que motivar su íntima convicción y acreditar qué instrumentos de prueba
ha utilizado.

El Tribunal Supremo ha venido desarrollando a lo largo del tiempo una doctrina


jurisprudencial que tiende fundamentalmente a dar a la valoración libre de la prueba una
primacía total y absoluta sobre la prueba tasada

B) LA CARGA DE LA PRUEBA
La carga de la prueba es un tema que parte o tiene su fundamento en el hecho de que el
juez está sometido a la prohibición del non licue, que significa que en todo caso el juez
tiene que resolver las pretensiones que hubieran sido oportunamente interpuestas por
las partes. Si no resuelve incurrirá en un vicio de incongruencia en el fallo de su
sentencia. Por tanto, tal y como estable el art. 11.3 LOPJ, los juzgados y tribunales, de
conformidad con el principio de tutela judicial efectiva del art 24. CE, deberán resolver
siempre sobre las pretensiones que se les formulen. En base a esta máxima de resolver
siempre es por lo que se ha establecido la carga de la prueba, que establece lo que debe
hacer el juez cuando se encuentre ante un hecho incierto.

Downloaded by Vega Gonzalez (c2274458@yahoo.es)


lOMoARcPSD|3936704

Para estos supuestos, y para que el juez pueda técnicamente fallar de acuerdo con las
exigencias de las normas citadas, el ordenamiento jurídico ofrece al órgano judicial un
expediente lógico que le dice, en los supuestos de hecho incierto, en qué sentido debe
encaminar su sentencia. Ese expediente lógico es lo que se conoce como regla de juicio.
La carga de la prueba se establece como una regla de juicio que va dirigida al juez y que
no sirve para establecer cuál de las partes tiene que probar un hecho, sino para
precisamente determinar, a la hora de dictar sentencia el juez, si ante un hecho
insuficientemente probado, a quién va a perjudicar esa falta de prueba.
El art. 217 LEC nos dice que cuando al tiempo de dictar sentencia o resolución, el
tribunal considere dudosos unos hechos irrelevantes para la decisión del caso,
desestimará las pretensiones del actor o reconveniente, o las del demandado o
reconvenido, según corresponda a unos o a otros la carga de probar los hechos que se
consideren inciertos
A continuación, se establecen las reglas de distribución de la carga de la prueba (art.
217 LEC). Se señala que conviene al actor o al reconveniente la carga de probar la
certeza de los hechos, de los que ordinariamente se desprende el efecto jurídico
correspondiente, es decir, corresponde probar los hechos constitutivos de su pretensión.
Al demandado o al actor reconvenido le corresponde probar los hechos
impeditivositivos, extintivos y excluyentes. Hay que tener en cuenta que un hecho
constitutivo no es un hecho constitutivo en abstracto sino que son hechos concretos (por
ejemplo, el pago es hecho constitutivo de la pretensión).
La naturaleza jurídica de las normas sobre la carga de la prueba es procesal y por tanto,
no pueden disponerse por las partes. No pueden modificarse ni alterarse por las partes
mediante acuerdos, ya que el destinatario último de esta norma del juicio es el juez. Si
bien cada vez es más frecuente que haya pactos o cláusulas que modifican el régimen de
distribución de la carga de la prueba, entre las que están las presunciones legales (iuris
tantum), que modifican estos criterios porque lo que se tiene que acreditar no es el
hecho que se deriva, sino los hechos de los que se extrae la pretensión; también hay
determinadas disposiciones legales que establecen la modificación de estas reglas de
reparto de la carga probatoria.
En el artículo 217.4 LEC dice que “en los procesos sobre competencia desleal y
competencia ilícita corresponderá al demandando la carga de la prueba de exactitud y
veracidad de las indicaciones y manifestaciones realizadas y de los datos materiales que
la publicidad exprese, respectivamente”. Así, por ejemplo, si se demanda la falta de
veracidad de un anuncio publicitario, le corresponderá al demandado probar los hechos
constitutivos de su pretensión, es decir, aquellos actos en que la publicidad se
corresponde con la realidad; el legislador parte de la efectividad probatoria, debido a
que al demandante le resultaría muy difícil probar que no se corresponde la publicidad
con la realidad, por lo que es el fabricante el que tiene que probar lo contario.

C)EL PROCEDIMIENTO PROBATORIO

En la legislación actual, a diferencia de la anterior, están muy delimitadas las fases de


proposición, de admisión y práctica de la prueba. Todas estas fases se concentran en el
acto de la vista cuando se da un procedimiento verbal. En el procedimiento ordinario,

Downloaded by Vega Gonzalez (c2274458@yahoo.es)


lOMoARcPSD|3936704

se distingue la audiencia previa, que integra las fases de proposición y admisión, y la


práctica en el juicio oral.

• Proposición de la prueba
La proposición de prueba (art. 282 LEC) es una facultad que corresponde a las partes
(art. 216 LEC), siempre se lleva a cabo a instancia de parte. Así, a las partes les
corresponde proponer y probar los hechos en que sus pretensiones se fundamenten. De
esta forma, se mantiene el equilibrio y la igualdad entre las partes, evitando que al
concederse amplios poderes al juez se genere una la situación de desigualdad e
indefensión para alguna de las partes. Además este principio está en relación con el
derecho a un juez imparcial, que implica la limitación de los poderes de éste. El juez no
debe proponer prueba de oficio, pues debe quedar reservado a las partes, salvo en
aquellos supuestos en los que el proceso tenga porte inquisitivo.
En el artículo 429 LEC, el legislador matiza este principio porque confiere determinadas
facultades al juez de manera expresa. En su párrafo 1, establece que efectivamente son
las partes en la audiencia previa las que deben proponer las pruebas, pero una vez hecho
esto, el juez a, tenor de la proposición hecha por las partes, puede indicándoles que
medios de prueba deben proponer para probar determinados hechos, aunque las partes
guardan la última decisión sobre los medios de prueba a utilizar. Esta labor es
ampliamente criticada por una parte de la doctrina, diciendo que el juez asume labores
que corresponden a los abogados de las partes. Cabe decir, que en la práctica, el juez no
suele hacer uso de esta facultad.
Del mismo modo en el proceso se pueden practicar pruebas que no han sido propuestas
por las partes, porque las practica el órgano judicial de oficio. Este hecho se da en muy
concretas y excepcionales circunstancias.
La prueba se tiene que proponer de manera ordenada, expresándose los distintos medios
de prueba de los que las partes van a intentar valerse e identificándose a aquellas
personas que se quiere citar.
La proposición de prueba se formula de manera oral y una vez propuesta se da paso a la
admisión por parte del juez. La admisión tiene lugar en la audiencia previa
(procedimiento ordinario) o en la vista (procedimiento oral).

• Admisión
El derecho a utilizar todos los medios de prueba (art. 24 CE) constituye un derecho
fundamental, aunque no todos los medios propuestos tiene que ser admitidos por el juez,
que maneja una serie de criterios de admisión de la prueba establecidos en el art. 429
LEC. El primer criterio que se aplica es de los hechos que sean objeto de prueba, así si
un hecho es notorio no va necesitar prueba. En segundo lugar, el juez maneja el criterio
de la pertinencia a la hora de determinar si la prueba propuesta será o no admitida en
función de la relación que guarde con el objeto del proceso. Otros de los criterios es el
de la utilidad de la prueba, que es aquella que permite esclarecer los hechos, se
inadmitirá un medio de prueba por considerarse que no es el adecuado para probar un
hecho controvertido. Por último, aparece el criterio de la licitud, pues los medios de
prueba han de ser lícitos y no se permiten las prácticas de pruebas que supongan una

Downloaded by Vega Gonzalez (c2274458@yahoo.es)


lOMoARcPSD|3936704

actividad probada por ley ni tampoco aquellas que se hayan obtenido violentando
derechos fundamentales.
Cuando el juez realiza el juicio de está restringido es un derecho fundamental, el
derecho de utilizar todos los medios de prueba que sean pertinentes para la defensa de
las partes (art. 24.2 CE). Por tanto, cuando el juez inadmita un medio de prueba se
puede presentar un recurso de reposición.

• Práctica de la prueba
La práctica de la prueba, carácter general, debe realizarse en sede judicial bajo la
presencia del juez bajo el principio de contradicción, en vista pública, bajo el principio
de publicidad, y las pruebas habrán de ser documentadas. Hay determinadas
circunstancias que pueden determinar un desplazamiento del órgano judicial, aunque la
regla general es que se practiquen en sede judicial (por ejemplo que una persona este
enferma y no se pueda desplazar).
Rige el principio de inmediación de manera prácticamente absoluta, lo que significa que
es necesaria e inexcusable la presencia del juez en la práctica de todos los medios de
prueba. Antes de la LEC 2000, el juez no estaba presente nunca, por lo que la práctica,
en cierto modo, estaba viciada. Las pruebas que no se realicen en presencia del juez
serán nulas. La excepción a esta exigencia se refiere a la presentación de documentos
originales y pruebas auténticas, el reconocimiento de estos docuementos se puede
llevar a cabo a través de un secretario judicial (art. 289.3 LEC).
La práctica de las pruebas se lleva a cabo en audiencia pública. La práctica de las
pruebas se desarrolla de forma oral con carácter general, y este desarrollo de la vista se
documenta o registra en un soporte apto para la reproducción del sonido y de la imagen
(se registran en DVD). Cuando no fuera posible la grabación, y solo posible el sonido,
se deben documentar por el secretario judicial, levantándose acta de todo lo que se ha
practicado.

Downloaded by Vega Gonzalez (c2274458@yahoo.es)


lOMoARcPSD|3936704

DERECHO PROCESAL CIVIL – TEMA 8 – EL


INTERROGATORIO DE LAS PARTES Y EL INTERROGATORIO
DE TESTIGOS

1. EL INTERROGATORIO DE LAS PARTES

CONCEPTO

Se puede definir al interrogatorio como la declaración de las partes en el proceso con


eficacia probatoria. Se trata de un medio de prueba, indirecto, en el que el juez utiliza la
declaración de la parte para obtener la certeza de los hechos alegados en el proceso.
Decir también que normalmente el interrogatorio debe ser pedido por una parte para que
declare la contraria.

Hay que señalar, además, que no debemos considerar interrogatorio las declaraciones de
las partes en el proceso que únicamente tienen función alegatoria.

Por último, precisar que, excepcionalmente, la Ley de Enjuiciamiento Civil (en


adelante, LEC), permite que el medio o instrumento del interrogatorio no sea la parte,
sino un tercero; son los casos recogidos en los arts. 301.2, 308 y 309. Se permite que,
bajo determinadas condiciones, pueda ser interrogado un tercero que haya intervenido
personalmente en los hechos objeto de interrogatorio.

NATURALEZA

Las normas de la LEC referentes al interrogatorio de partes encierran dos medios de


prueba que tienen naturaleza y eficacia probatoria completamente distintas.

De una parte cabe hablar de un interrogatorio al estilo de la confesión, que aparecía en


la legislación derogada, cuya naturaleza es la de un negocio procesal, que fija hechos en
la sentencia y que produce, con una serie de limitaciones, eficacia probatoria plena.
Junto a esta prueba, el interrogatorio encierra otro medio de prueba que supone una
declaración de ciencia o de conocimiento que no es una prueba tasada, pues se valora
según las reglas de la sana crítica, y que tiene una función claramente supletoria o
complementadota de la valoración de los demás medios de prueba.

SUJETOS DEL INTERROGATORIO

La regla general es que la declaración en el interrogatorio la haga la parte (art. 301


LEC), no siendo necesario que la parte sea la contraria, pues puede ser también el
colitigante.

Por otro lado, decir que por las personas jurídicas declara su representante legal (art.
309).

Downloaded by Vega Gonzalez (c2274458@yahoo.es)


lOMoARcPSD|3936704

Como excepción a la regla general, la LEC establece la posibilidad de que declaren en


interrogatorio terceras personas, ajenas al proceso, pero que están unidas al objeto del
mismo con lazos de distinta naturaleza e intensidad. Por un lado, el art. 301.2 se refiere
de forma clara a los casos de sustitución procesal. Alguien ejercita en nombre propio el
derecho de otra persona. Por otro lado, el art. 308 contempla los casos en los que se
pregunta al declarante, es decir a la parte, sobre hechos que no son personales; en ese
caso se le da la opción a la parte para que, aceptando la declaración del tercero
interviniente en los hechos sobre los que se le pregunta, se admita esta sustitución en el
declarante por la parte que propone la prueba, efectuándose el interrogatorio con la
misma eficacia probatoria que en el caso normal. Por último, el art. 309 nos sitúa en el
supuesto de que la persona conocedora de los hechos llevados a cabo por una persona
jurídica o por un ente sin personalidad no pertenezca a dicha entidad en el momento de
efectuarse el interrogatorio, permitiendo entonces la LEC la sustitución de la persona
del declarante.

OBJETO DEL INTERROGATORIO

El interrogatorio recae siempre sobre hechos (arts. 301.1, 302.2, 304, 306.1, 307.1, 308,
309 y 314); no cabe, pues, la posibilidad de declarar en el interrogatorio sobre derechos
o valoraciones, lo que no excluye que en determinadas circunstancias la declaración
pueda recaer sobre conceptos que tienen o contienen calificaciones jurídicas.

Asimismo, la declaración tiene que recaer sobre hechos que tengan relación con el
objeto del proceso (art. 301.1). Esta exigencia impide que las pruebas sean inútiles o
impertinentes.

Además, ha de ser una declaración sobre hechos personales (arts. 301, 308 y 309.1 y 2).
Este requisito explica la razón de por qué no cabe que el representante declare, puesto
que normalmente no habrá intervenido personalmente en los hechos que afectan al
derecho de su representado.

Finalmente, decir que si la declaración es entendida como un medio de prueba que


produce eficacia plena en el proceso, ésta ha de recaer sobre hechos que son
perjudiciales para la posición del declarante en el proceso (art. 316.1).

FUERZA PROBATORIA DEL INTERROGATORIO

De acuerdo con lo que se establece en el art. 316, el interrogatorio de las partes produce
distinta fuerza probatoria según sean las circunstancias que se den en el mismo. Existen
tres supuestos:

- Un primer supuesto, cuando la única prueba que se practica en el proceso es el


interrogatorio; en este caso, si se admiten hechos personales que sean
perjudiciales para la posición procesal del interrogado, la eficacia probatoria del
interrogatorio es plena, pudiéndose decir que tiene la valoración tasada por la
Ley. En tal sentido, el juez considerará ciertos los hechos declarados por el

Downloaded by Vega Gonzalez (c2274458@yahoo.es)


lOMoARcPSD|3936704

interrogado, y hará esa valoración con independencia de cuál sea su criterio y


cuál sea su convencimiento (art. 316.1).

- Cuando en el proceso se han llevado a cabo, además del interrogatorio, otras


pruebas, la declaración sobre hechos perjudiciales no produce plena eficacia
probatoria, o, dicho de otra manera, no es una prueba legal o tasada. En estos
casos, el juez debe valorar la prueba de acuerdo con las reglas de la sana crítica
(art. 301.1).

- Finalmente, en los supuestos en los que la declaración recaiga sobre hechos


favorables al interrogado (art. 316.2) se establece que el órgano judicial valorará
la prueba según las reglas del sano juicio.

CARGAS DE LAS PARTES EN EL INTERROGATORIO

La LEC adopta una serie de medidas tendentes a posibilitar la práctica de la prueba y a


propiciar su eficacia probatoria.

Asimismo, la LEC ha previsto para ello un complejo sistema de poderes y de


sujeciones. Así, cada parte puede exigir o solicitar (art. 301.1) la declaración en el
interrogatorio de la contraria o del colitigante, o del tercero en su caso, y, según se
deduce del art. 304, la parte a la que se pide sea sometida al interrogatorio tiene la carga
de comparecer en juicio y someterse a aquél. La LEC le impone igualmente la carga de
contestar a las preguntas que se le hacen (art. 307.1), y de hacerlo de una manera
determinada.

El incumplimiento de cualquiera de estas cargas produce el efecto de tener por


declarados o considerar admitidos los hechos a que se refieren las preguntas formuladas
por la parte contraria.

PRÁCTICA DEL INTERROGATORIO

- Tiempo → el interrogatorio, como el resto de las pruebas, se practica en el acto


de la vista, o del juicio (art. 289.1). La LEC establece el principio general (art.
300.1) de la prioridad de la práctica del interrogatorio sobre el resto de los
medios de prueba solicitados y admitidos; la razón es que el objeto probatorio
queda mejor limitado y, sobre todo, se evita entrar en la práctica de otros medios
de prueba que puedan resultar innecesarios si la parte declarante admite la
certeza de hechos perjudiciales para su posición procesal.

Como excepción, en una serie de supuestos (interrogatorio domiciliario en art.


311, o interrogatorio del Estado, Comunidad Autónoma, entidad local u otro
organismo público en art. 315, por ejemplo) el tiempo de la práctica de dicha
prueba estará condicionado por las circunstancias que rodean cada uno de los
supuestos que hemos enumerado.

Downloaded by Vega Gonzalez (c2274458@yahoo.es)


lOMoARcPSD|3936704

- Las preguntas y su contestación → las preguntas deben estar formuladas en


sentido afirmativo, deben ser claras y precisas (art. 302.1); de igual manera, las
respuestas han de ser afirmativas o negativas, precisas y concretas, aunque nada
impide que el declarante pueda agregar las explicaciones que estime
convenientes y que puedan guardar relación con la pregunta planteada (art.
305.2).

Las preguntas se formularán oralmente y el órgano judicial decidirá, en el acto,


si se admiten o no; así hay que interpretar el art. 302.2. El hecho de que el
órgano judicial haya admitido que se hagan determinadas preguntas, no implica
que la parte que haya de responder o su abogado puedan impugnar en el mismo
acto la inadmisibilidad de las preguntas, porque no se atengan a lo dispuesto en
la LEC o no se refieran a hechos sobre los cuales quepa el interrogatorio (art.
303).

Las preguntas son formuladas por el abogado o, en los supuestos en que no sea
necesaria la intervención de éste, por la parte contraria o colitigante de la que
declara (art. 306).

- Los poderes del juez en la práctica del interrogatorio → los poderes del juez en
la prueba de confesión son limitados. Admite la práctica de la prueba del
interrogatorio, decide sobre la admisibilidad de las preguntas (art. 302.2), decide
sobre las impugnaciones que se hagan en relación con la admisibilidad de las
preguntas (arts. 303 y 306.3), advierte al declarante sobre la necesidad de
comparecer para declarar (art. 304) y de contestar de forma precisa y
concluyente (art. 303.2).

- La práctica del interrogatorio en casos especiales→ El art. 311 y siguientes de


la LEC permite que, en los supuestos de imposibilidad de que el declarante
pueda acudir a la sede judicial para declara, por razones de enfermedad, se
practique al prueba del interrogatorio mediante el traslado al domicilio del
declarante del juez y del secretario judicial.

Cuando es el Estado o la Administración Pública quien tiene que declarar como


parte en un proceso, el órgano judicial, antes de la vista o del juicio, remite las
preguntas al organismo en cuestión para que éste las conteste por escrito.

- La práctica de nuevos interrogatorios → del art. 314 cabe deducir que la prueba
del interrogatorio de las partes se puede solicitar a lo largo del proceso cuantas
veces se estime conveniente, siempre dentro del acto de la vista o del juicio o, en
su caso, siempre dándose las circunstancias establecidas para los interrogatorios
en casos especiales.

2. EL INTERROGATORIO DE LOS TESTIGOS

EL TESTIGO

Downloaded by Vega Gonzalez (c2274458@yahoo.es)


lOMoARcPSD|3936704

Testigo es siempre un tercero al proceso, por tanto, quien no es parte o quien no


representa a la parte en el proceso; así, hay que deducirlo del art. 360 en relación con el
art. 301.

Por tanto, cualquier declaración que se efectúe en el proceso con finalidad probatoria
que no provenga de las partes o de las personas a que se refieren los arts. 301, 308 y
309.2, son declaraciones de testigos.

CAPACIDAD PARA SER TESTIGO

Al testigo, no siendo parte, no se le exige capacidad procesal, ni consiguientemente la


capacidad de obrar de Derecho privado, pues cuando presta testimonio no dispone de
ningún derecho. La ley procesal solo exige al testigo una capacidad, podemos llamar,
natural, que implica la de poder recibir y relatar lo percibido. El art. 361 dice que
podrán ser testigos todas las personas, salvo las que se hallen permanentemente privadas
de razón o del uso de los sentidos respecto de hechos sobre los que únicamente quepa
tener conocimiento por dichos sentidos.

Junto a la capacidad natural, el legislador ha regulado distintas causas de las que


objetivamente se puede deducir que produciéndose en el testigo, éste no tiene la
cualidad de la imparcialidad, lo que le impedirá declarar con veracidad. Estas causas
hacen en la práctica a la persona inhábil para prestar testimonio. No se trata de
inhabilitaciones legales, sino de causas que posibilitan la ineficacia probatoria del
testimonio.

OBJETO DE LA PRUEBA DE TESTIGOS

El testimonio como medio de prueba tiene por objeto los hechos alegados por als partes
en sus escritos alegatorios o aquellos otros que puedan tener una relación directa con
ellos (art. 368.2), así como aquellos otros que se aporten al proceso como alegaciones
complementarias y aclaratorias, como pretensiones complementarias o las que se
incluyan en informes preparados por terceras personas que hayan sido aportadas al
proceso por las partes (art. 380).

VALORACIÓN DE LA PRUEBA DE TESTIGOS

Conforme al art. 376, la prueba de testigos es de las que llamamos prueba de valoración
libre; en ella el juez no queda atado por criterios de valoración impuestos por al ley. Sin
embargo, la ley determina qué baremos debe tener el juez para aplicar las reglas de la
sana crítica. Así, el artículo citado impone al juez el examen de la lógica del
razonamiento que conlleva la prestación del testimonio.

Igualmente, el órgano judicial tiene que apreciar, en su valoración, las circunstancias


que concurren en el testigo.

Downloaded by Vega Gonzalez (c2274458@yahoo.es)


lOMoARcPSD|3936704

LOS PODERES DEL JUEZ EN LA PRÁCTICA DE LA PRUEBA DE


TESTIGOS

Además de la facultad de valorar la prueba de testigos (art. 376), éste tiene los poderes
normales de dirección formal del proceso (art. 365); admite o no la excusa del deber de
guardar secreto para aceptar que no se produzca el testimonio (art. 371); fija la
indemnización que hay que dar a los testigos que se personan ante el órgano judicial
(art. 375).

Junto a estos poderes de dirección formal, el órgano judicial tiene escasísimos poderes
de dirección material en la prueba de testigos, es decir, poderes que incidan de forma
directa en el contenido de la prueba y en el resultado de la misma.

PROCEDIMIENTO

- Al proponer la prueba, las partes deben concretar las personas que han de
declarar como testigos, indicando todos los datos que hagan posible la
identificación de los mismos, así como su localización (art. 362).

Igualmente, las partes indicarán si los testigos han de ser citados judicialmente o
si dicha situación no es necesaria al tener ya convenido con ellos su presencia en
el proceso (art. 429.5)

- El testigo, por regla general, declara en la sede judicial, exceptuándose los


supuestos en los que no pueda desplazarse por causas de enfermedad o cualquier
otro motivo grave a la misma (art. 364.1).

- El testigo declara bajo juramento o promesa de decir verdad (art. 365.1) y,


lógicamente, está sometido al Código Penal para el supuesto de falso testimonio.
Los menores de edad penal declaran sin ser sometidos a juramento o promesa de
decir verdad (art. 365.2).

Los testigos declaran separada y sucesivamente, y siguiendo el orden por el que


han sido propuestos por las partes, a no ser que el órgano judicial, por las
razones que estime conveniente, modifique el orden de testimonio (art. 366.1).

Los testigos son interrogados sobre las llamadas preguntas generales. Asimismo,
las preguntas, en todos los casos anteriormente relacionados, deben formularse
en sentido afirmativo. Por otro lado, decir que el órgano judicial puede rechazar
las preguntas cuando éstas sean inútiles o impertinentes y, lógicamente, no
guarden relación con el objeto del litigio (art. 368.2).

- De las declaraciones testificales, y de lo acontecido durante la práctica de la


prueba de testigos, se levanta acta de acuerdo con lo establecido en el art. 146.

TACHA DE TESTIGOS

Downloaded by Vega Gonzalez (c2274458@yahoo.es)


lOMoARcPSD|3936704

Es un incidente procesal cuyo fin es dilucidar si existe o no alguna causa de parcialidad


del testigo que no haya sido admitida en las respuestas que éste haya podido dar a las
preguntas generales que se contemplan en el art. 367.1. La tacha de los testigos no tiene
sentido alguno, a pesar de lo que dice el art. 377.1, cuando el testigo haya admitido la
existencia de alguna de esas causas.

Este incidente se tiene que plantear (art. 378) dentro del tiempo que va desde la
admisión de la prueba hasta que el pleito esté pendiente para sentencia.

La tacha procede contra todos los testigos, con excepción del que es llamado a declara
en razón de los hechos contenidos en un informe presentado al proceso (art. 380.1), en
cuto caso no se puede tachar al testigo por razón de su interés en el asunto.

La falta de oposición a la tacha conlleva la admisión y aceptación de los fundamentos


de la misma (art. 379.2).

Por último, decir que la tacha se resuelve en la sentencia (art. 379.3) y, tal como
sabemos, es nombrada y tenida como criterio y baremo de la sana crítica.

Downloaded by Vega Gonzalez (c2274458@yahoo.es)


lOMoARcPSD|3936704

TEMA 9. LA PRUEBA POR DOCUMENTOS


1. CONCEPTO. 2. DOCUMENTOS PÚBLICOS Y PRIVADOS. 3. LA AUTENTICIDAD. 4.
EFICACIA DE LA PRUEBA DOCUMENTAL. 5. IMPUGNACIÓN DE LA
AUTENTICIDAD DEL DOCUMENTO. 6. LA INDIVISIBILIDAD DEL DOCUMENTO. 7.
PROCEDIMIENTO.

1. CONCEPTO
Se considera documento sólo y exclusivamente la representación de un pensamiento
escrito en papel o redactado en soporte electrónico (317- 324 LEC, 1216-1230 CC, y
ley 59/2003 de firma electrónica). Cualquier otra manifestación de pensamiento escrito
en materia distinta de papel o soporte electrónico no podrá ser objeto de prueba por
documentos.

2. DOCUMENTOS PÚBLICOS Y PRIVADOS


El artículo 324 LEC establece que son documentos privados todos los que no son
públicos del 317 LEC.
En cuanto a los documentos públicos (art. 317 LEC), la consideración de documento
público viene relacionada con su forma solemne y porque viene autorizado por un
funcionario de fe pública dentro del ámbito de sus funciones.
Este artículo hace referencia a las resoluciones y diligencias de toda especie y de los
testimonios que de ellas expida el secretario judicial. También los documentos
autorizados por notarios, los intervenidos por corredor de comercio colegiado, los
expedidos por registradores mercantiles y de la propiedad, los expedidos por
funcionarios públicos autorizados para dar fe. Por tanto, un documento público es aquel
que es intervenido por un fedatario público. El art. 267 LEC señala que los documentos
públicos pueden presentarse por original y por copia simple y que se tendrán por
públicos cuando no se impugne su autenticidad.
En cuando al valor probatorio de los documentos públicos viene establecido en el art.
319 LEC, que nos dice que estos documentos tienen fuerza probatoria plena del hecho,
del estado de cosas que documentan, de la fecha que se produce, de la identidad del
fedatario y de las personas que intervienen (prueba tasada).

3. LA AUTENTICIDAD
Tanto la LEC como el CC exigen la autenticidad del documento para que pueda ser
instrumento de prueba. La autenticidad depende de la coincidencia absoluta entre el
autor formal que expresa el propio documento y el verdadero autor material. Por tanto,
se considera auténtico un documento público en tanto que provienen de un funcionario a
quien el Estado le confía la fe pública, y los privados se considerarán auténticos cuando
los reconozcan las personas a quienes se les atribuye la autoría formal o por sus
causahabientes o que no hayan sido impugnados por aquellos a quienes perjudica el
documento (319, 326 LEC y 3.6 Ley 59/2003).

Downloaded by Vega Gonzalez (c2274458@yahoo.es)


lOMoARcPSD|3936704

Por tanto, la ley establece la carga procesal de reconocer o negar la autenticidad del
documento privado a la parte frente a la que se oponga (326 LEC). El incumplimiento
de la carga será valorada como admisión por parte del órgano judicial.

4. EFICACIA DE LA PRUEBA DOCUMENTAL


El principio general que se deduce es que solo serán eficaces, solo producirán eficacia
probatoria los documentos públicos y privados que sean auténticos. Estamos ante un
medio de prueba tasado que el juez debe valorar de acuerdo con lo establecido en las
normas legales.
Según el 326 y el 319 LEC, los documentos harán prueba plena del hecho, acto o estado
de cosas que documenten, de la fecha en que se produce esa documentación y de la
identidad de los fedatarios y demás personas que intervinieren en ella. Según los
artículos 1218, 1225 y 1227 CC, frente a los autores y causahabientes, el documento no
solo hace prueba de las declaraciones que contenga, sino también de la fecha, el hecho
que motivó su otorgamiento y de la identidad de las personas intervinientes en el
mismo. Frente a terceros, no tiene la misma fuerza probatoria el documento privado que
el público.
El 319 establece dos excepciones a la fuerza probatoria plena de documento público: en
el caso de los documentos no comprendidos en el 317. 5 y 6 LEC se remite a lo
establecido por leyes especiales y “en defecto de disposición expresa en tales leyes, los
hechos, actos o estados de cosas que consten en los referidos documentos se tendrán
por ciertos, a los efectos de la sentencia que se dicte, salvo que otros medios de prueba
desvirtúen la certeza de lo documentado.”La otra excepción es la del 319.3: En materia
de usura, los tribunales resolverán en cada caso formando libremente su convicción sin
vinculación a lo establecido en el apartado primero de este artículo.
La excepción al principio general se regula en el 326.2 LEC. Consiste en que si el
aportante del documento impugnado no ha cumplido con la carga de probar la
autenticidad del mismo, el juez deberá valorar de acuerdo con su criterio si la
impugnación del documento es o no fundada, conforme a las reglas de la sana crítica.

5. IMPUGNACIÓN DE LA AUTENTICIDAD DEL DOCUMENTO


Para que el documento pierda la eficacia que formalmente le concede la ley y el Código
Civil, debe ser impugnado en cuanto a su autenticidad. Si no es impugnado, será eficaz
de acuerdo con el 319 LEC.
La carga de la impugnación no conlleva la carga de la prueba de la falta de autenticidad,
es decir, que la impugnación por parte del perjudicado hace que sea el aportante del
documento, y no el perjudicado por él, el que tiene que realizar actos de prueba cuyo
resultado debe ser la certeza sobre la autenticidad del documento (326.2 LEC). Esto
ocurre tanto en documento público como en caso de documento privado.
Determinados doc. Públicos no pueden ser objeto de impugnación. El 322 por ejemplo
hace referencia a casos como de las escrituras públicas antiguas que carezcan de

Downloaded by Vega Gonzalez (c2274458@yahoo.es)


lOMoARcPSD|3936704

protocolo. Estos documentos hacen prueba por sí mismos y su autenticidad no puede ser
objeto de impugnación.

Artículo 322. Documentos públicos no susceptibles de cotejo o comprobación.

1. Harán prueba plena en juicio, sin necesidad de comprobación o cotejo y salvo prueba en contrario y la
facultad de solicitar el cotejo de letras cuando sea posible:

1. Las escrituras públicas antiguas que carezcan de protocolo y todas aquellas cuyo protocolo o
matriz hubiese desaparecido.
2. Cualquier otro documento público que, por su índole, carezca de original o registro con el que
pueda cotejarse o comprobarse.

La impugnación de la autenticidad engloba tanto la alegación de que el autor del


documento no es el mismo que el que aparece formalmente como autor, como en el
contenido, bien porque haya sido alterado con posterioridad a su otorgamiento, bien
porque desde el principio faltase a la verdad.
La impugnación debe hacerse en el mismo proceso en que el documento es aportado,
pero nada impide que la parte perjudicada plantee la cuestión en el proceso penal, ya
que en estos casos se trataría de una cuestión prejudicial penal en el proceso civil, que
resuelta en el proceso penal, surte efectos por la propia fuerza probatoria de la sentencia
penal.
Las comprobaciones sobre la autenticidad del documento público se hacen mediante el
cotejo de las copias, certificaciones o testimonios con los originales y en el caso de las
pólizas, intervenidas por un Corredor de Comercio, la comprobación se hará a través de
su concordancia con los asientos del libro Registro, para el documento electrónico habrá
que estar a lo dispuesto en el 3.8 de la Ley 59/2003. El cotejo lo hace el Secretario
Judicial constituyéndose al efecto en el archivo o local donde se halle el original o
matriz, a presencia, si concurrieren, de las partes y de sus defensores, que serán citados
al efecto.
En el caso de los documentos privados (326 LEC), la prueba fundamental será la del
cotejo pericial de las letras o cualquier otra tendente a demostrar la autenticidad de
aquel, o de la exactitud de la copia reprográfica cuando el documento privado se
presente por este tipo de copia. Para el documento electrónico, habrá que estar a lo
dispuesto en el 3.10 de la Ley 59/2003.
Si del resultado de las comprobaciones o pruebas se deduce que el documento no es
auténtico, éste no produce eficacia alguna.
Las costas y costes de las comprobaciones y pruebas de la impugnación serán a cargo
del impugnante si de la prueba se deduce la autenticidad. Igualmente si el órgano
judicial entendiera que la impugnación es temeraria o contraria al principio de buena fe
puede imponer multa de 120 a 600 euros al impugnante.

6. LA INDIVISIBILIDAD DEL DOCUMENTO


La indivisibilidad del documento a efectos probatorios es un principio que se deduce del
321 LEC, 1228 y 1229 CC, y 30 al 33 del C.Com.

Downloaded by Vega Gonzalez (c2274458@yahoo.es)


lOMoARcPSD|3936704

Del 321 LEC, se deduce que no se puede valorar únicamente una parte del documento
cuando perjudica a una de las partes, ni tampoco hacer valer sólo una parte del
documento porque sea esa la que nos favorece.
Del 1229 CC, se deduce que las notas escritas al margen o al dorso por parte del
otorgante del documento implican declaraciones de voluntad que deben considerarse
como parte integrante o complementaria del negocio bilateral, ya que así lo ha querido
exponer el autor del documento.
Del 1228 CC y 32 C.Com., se deduce que la ley da un tratamiento unitario a un
conjunto de documentos que individualmente no tendrían sentido. La parte que se apoye
en uno de los documentos existentes en el conjunto debe soportar lo que le sea
desfavorable (SAP Granada 4 abril 2005 y SAP Tenerife 21 abril 2006).

7. PROCEDIMIENTO

a) La carga de aportar los documentos: tiempo y forma

-Tiempo: Del 265 LEC se deduce que cualquier documento en que el actor o
demandado funden su derecho o la excepción, se ha de aportar con la demanda
(ordinario y verbal) o con la contestación (ordinario) o si el proceso es verbal en el acto
de la vista cuando se trata de los documentos que forman la excepción del demandado.
Esto se hace así para garantizar el principio de igualdad de armas.

El 272 LEC establece la imposibilidad de admitir cualquier documento que se presente


fuera del momento establecido por la ley, debiendo el juez rechazar de oficio o a
instancia de parte. Pasado el tiempo de presentación, precluye la posibilidad de hacerlo,
aun cuando nada impide que las partes puedan intentarlo por otros medios probatorios.
La carga se entenderá cumplida tanto por la presentación del original, como por copias
o por designación. Cuando no se tenga a disposición el documento, se deberá designar
el archivo, protocolo o el lugar donde se encuentren los originales, o el registro, libro o
expediente del que se pretenda obtener la certificación que se propone aportar al
proceso. Esta posibilidad de designación no la tiene la parte cuando es posible obtener
del archivo, del protocolo, del expediente o registro copias fehacientes, no siendo
suficiente para cumplir la carga la simple designación del lugar en donde se hallen.
Las partes podrán presentar documentos después de la demanda y contestación, o de la
vista, en el juicio oral y hasta la citación para sentencia en los supuestos enumerados del
artículo 270.1.
Por último, el juez, una vez oídas a las partes, resolverá la cuestión en el acto, pudiendo
imponer sanción o multa cuando aprecie en la parte que aportó el documento mala fe o
ánimo dilatorio.
-Forma. Cuando sean públicos los documentos que hayan de aportarse conforme a lo
dispuesto en el artículo 265, podrán presentarse por copia simple, ya sea en soporte
papel o, en su caso, en soporte electrónico a través de imagen digitalizada incorporada
como anexo que habrá de ir firmado mediante firma electrónica reconocida y, si se
impugnara su autenticidad, podrá llevarse a los autos original, copia o certificación del
documento con los requisitos necesarios para que surta sus efectos probatorios.

Downloaded by Vega Gonzalez (c2274458@yahoo.es)


lOMoARcPSD|3936704

Los documentos privados que hayan de aportarse se presentarán en original o mediante


copia autenticada por el fedatario público competente y se unirán a los autos o se dejará
testimonio de ellos, con devolución de los originales o copias fehacientes presentadas, si
así lo solicitan los interesados. Estos documentos podrán ser también presentados
mediante imágenes digitalizadas, incorporadas a anexos firmados electrónicamente. Si
la parte sólo posee copia simple del documento privado, podrá presentar ésta, ya sea en
soporte papel o mediante imagen digitalizada en la forma descrita en el apartado
anterior, que surtirá los mismos efectos que el original, siempre que la conformidad de
aquélla con éste no sea cuestionada por cualquiera de las demás partes. En el caso de
que el original del documento privado se encuentre en un expediente, protocolo, archivo
o registro público, se presentará copia auténtica o se designará el archivo, protocolo o
registro, según lo dispuesto en el apartado 2 del artículo 265.
-Idioma. Para que los documentos tengan eficacia probatoria deben expresarse en
idioma oficial, y si no es así, deben ir acompañados por la correspondiente traducción.
En lo que se refiere a documentos redactados en lenguas extranjeras, la LOPJ establece
que han de venir acompañados con la traducción del mismo. Esa traducción puede ser
privada o pública, cuando la parte contraria manifieste tener por no fiel la traducción
privada. En lo que se refiere a los documentos redactados en idiomas españoles no
castellanos, la LOPJ establece que las actuaciones judiciales realizadas y los
documentos presentados en el idioma oficial de una Comunidad Autónoma tendrán, sin
necesidad de traducción al castellano, plena validez y eficacia. De oficio se procederá a
su traducción cuando deban surtir efectos fuera de la jurisdicción de los órganos
judiciales sitos en la Comunidad Autónoma, salvo en este último caso, si se trata de
Comunidades Autónomas con lengua oficial propia coincidente, o por mandato del juez
o a instancia de parte que alegue indefensión.
b) El deber de exhibir los documentos
Junto a la carga de exhibir los documentos, la Ley establece con buen criterio el deber
para las partes y para terceros de exhibir los documentos que estén en su poder y que se
refieran al objeto del proceso o a la eficacia que puedan tener los distintos medios de
prueba, y que sean solicitados por una de las partes que entienda son necesarios y
pertinentes para la efectiva tutela de su derecho.
La ley exige la perfecta identificación del documento cuya exhibición se pretende, lo
que se llevará a cabo mediante la presentación de una copia del mismo; y sólo para el
caso de que se carezca de copia, la Ley permite que la identificación se haga mediante
otros medios que, necesariamente, pasan por la indicación de las circunstancias
objetivas y subjetivas del documento.
El deber de exhibir el documento debe ser declarado por el órgano judicial, quien
recurrirá a la parte o al tercero para que se proceda a dicha exhibición. La ley da un
tratamiento distinto a los supuestos de exhibición de documentos por la parte o por
terceros al litigio. Cuando se trata de la exhibición por terceros ajenos al litigio, se
establece un distinto grado en la aplicación del deber según se trate de organismos del
Estado o de las AAPP o de terceras personas. El incumplimiento del deber de exhibir en
cualquiera de estos casos comporta, entendemos, la posibilidad de incurrir en delito de
desobediencia. En todo caso, el secretario judicial debe extender testimonio del
documento exhibido si el propietario del mismo no está dispuesto a desprenderse de él
para que se incorpore a los autos.

Downloaded by Vega Gonzalez (c2274458@yahoo.es)


lOMoARcPSD|3936704

El cumplimiento del deber de exhibición es total para las dependencias del Estado,
Comunidades Autónomas, provincias, Entidades locales y demás entidades de Derecho
público, que no podrán negarse a expedir las certificaciones y testimonios que sean
solicitados por los tribunales ni oponerse a exhibir los documentos que obren en sus
dependencias y archivos, excepto cuando se trate de documentación legalmente
declarada o clasificada como de carácter reservado o secreto. Asimismo, salvo que
exista un especial deber legal de secreto o reserva, las entidades y empresas que realicen
servicios públicos o estén encargadas de actividades del Estado, de las Comunidades
Autónomas, de las provincias, de los municipios y demás Entidades locales, estarán
también sujetas a la obligación de exhibición, así como a expedir certificaciones y
testimonios, en los términos del apartado anterior. Los organismos del Estado cumplen
con su obligación de exhibir emitiendo certificaciones y testimonios.
En cuanto a los terceros, cumplen con su deber de exhibición haciendolo ante el
secretario judicial, bien en sede judicial o en el domicilio del tercero. La declaración del
deber de exhibición no tiene excusa para el tercero particular quien, no obstante, podrá
oponerse a la exhibición cuando alegue la vulneración de intereses y derechos propios.
Distinto es el tratamiento que la Ley da al deber de exhibición de documentos por el
litigante. En este caso, el incumplimiento del deber no sólo puede significar la comisión
de un delito de desobediencia, sino que también tiene, necesariamente, que producir
efectos dentro del proceso, modificando la situación procesal en la que se encuentra el
desobediente. En ese sentido, y desde el punto de vista de la eficacia probatoria, la Ley
permite al juez dar fuerza probatoria plena a la copia del documento cuya exhibición se
pretende o a la versión que del contenido del mismo haya efectuado la parte que pide la
exhibición.
En los supuestos de exhibición de los documentos por terceros, se pueden entrecruzar
derechos que están en contraposición (por ej: derecho a la intimidad vs derecho a la
tutela judicial efectiva). Por eso hay que entender que la Ley requiere que no se trate de
un documento cualquiera, sino de aquel que sea trascendente a los fines de dictar
sentencia, lo que quiere decir que debe depender el sentido de aquella, de forma directa
o indirecta del documento que es propiedad del tercero. Cuando el documento es
propiedad de un órgano del Estado o de la Administración, o de una empresa o entidad
que trabaja para la Administración o para el Estado, la confrontación se produce sólo
eventualmente con el deber de guardar secreto, de ahí que, tal como veremos, el nivel de
exigencia del cumplimiento del deber de exhibición sea distinto en la regulación legal.
De otra parte, la Ley exige oír al tercero antes de tomar ninguna decisión. Es en ese
momento cuando el tercero puede hacer valer sus derechos constitucionales en relación
con prueba pedida por la parte y será el juez quien hará una valoración sobre qué
derecho constitucional debe prevalecer en ese momento. La decisión del juez es
irrecurrible y es imperativa para el tercero que puede cometer delito de desobediencias
si no exhibe el documento. Nada impide que el tercero utilice el recurso de amparo
constitucional para defenderse de la orden del órgano judicial. Esta capacidad no la
tiene ni el Estado, ni la Administración ni las empresas o entidades que trabajen con la
Administración, que ven reducida su capacidad de oposición a la alegación de razones
atinentes al secreto.

Downloaded by Vega Gonzalez (c2274458@yahoo.es)


lOMoARcPSD|3936704

LECCIÓN 10
(PROCESAL CIVIL)
1. Concepto
La prueba pericial es aquella que aporta al proceso, mediante el dictamen pericial,
conocimientos científicos, artísticos, técnicos o prácticos que permiten al juez valorar la
existencia de hechos, la manera de ser de éstos, o que le permite conocer el contenido o
sentido de otras pruebas practicadas en el juicio.

El perito, es pues, un sujeto que interviene en el proceso para aportar sus conocimientos
técnicos, científicos, artísticos o prácticos a fin de que el juez pueda apreciar con ellos los
hechos relevantes del proceso que son controvertidos.

2. Naturaleza
La doctrina, se ha planteado si el perito, concretamente su dictamen, es un medio de
prueba o un auxiliar del juez, de lo que se podría deducir que el perito ayuda al juez a valorar
la prueba y, en consecuencia, a dictar la sentencia.

Nosotros creemos que el dictamen de peritos es un medio de prueba, complementario de


otras pruebas. El medio de prueba es el mecanismo a través del cual el órgano judicial
adquiere una serie de conocimientos sobre los hechos objeto de debate que permiten,
correctamente interpretados y valorados, llegar a una determinada conclusión acerca de
aquéllos, de modo que cabría decir que todos los medios de prueba aportan al proceso
conocimientos que son necesarios para dictar sentencia y para concretar su contenido, aunque
esa “necesariedad” no sea de la misma condición en el caso de la prueba pericial y en los
demás casos.

En el caso de la prueba pericial, se trata de conocimientos necesarios, pero


complementarios a los demás que puedan venir al proceso a través de los otros medios
probatorios-

3. Características de la prueba pericial


− El conocimiento que aporta el perito, a través de su dictamen, además de ser científico,
artístico, técnico o práctico, es, fundamentalmente, universal y está desligado del caso
concreto que se enjuicia en el proceso. Aporta las máximas de experiencia que necesita el juez
para la valoración de los hechos, probados por otros medios probatorios. En contraposición
con la prueba de testigos:
− La declaración testigos relata hechos pasados (pretéritos) mientras que en la
declaración del perito percibiendo hechos que se desarrollan en el proceso, ofrece una
valoración de los mismos al órgano judicial.
− El testigo ofrece la conclusión y la premisa menor del razonamiento lógico, el perito
ofrece la conclusión y la premisa mayor.

Sin embargo la diferencia que existe entre ambas está en dos cosas fundamentales:

1. El saber del testigo es particular, ( se produce por la relación directa o indirecta con el
hecho que narra, y por tanto es un saber subjetivo e insustituible por el de cualquier otra
persona) el saber del perito es universal (está desligado del caso concreto y se basa en la
apreciación y estudio de otros muchos casos producidos con anterioridad; es un saber
objetivo; por lo que el perito es perfectamente sustituible).

Downloaded by Vega Gonzalez (c2274458@yahoo.es)


lOMoARcPSD|3936704

2. El objeto de la prueba pericial, es distinto al objeto de los demás medios probatorios,


incluida la prueba de testigos. La prueba pericial procura al juez las máximas de experiencia
que necesita para valorar los hechos fijados por otros medios probatorios.

− Los conocimientos que aporta el perito los puede aportar directamente el juez al
proceso si es que los tiene. Esto es, porque el perito aporta conocimientos técnicos, máximas
de experiencia, que están en la cultura de un pueblo. Por tanto, si el juez tiene las máximas de
experiencia necesarias para el conocimiento y valoración del objeto de debate, no necesitará
que en el proceso se practique prueba pericial.

4. Clases de dictámenes de peritos

La Ley regula un doble sistema de prueba pericial o dictámenes periciales:

− El dictamen pericial de parte: que ésta aporta al inicio del proceso con los escritos
alegatorios o en su caso, en la audiencia previa o antes del juicio. No es contradictorio, aún
cuando se pueda contradecir.
El dictamen de parte no es contradictorio, porque la parte que lo presenta es soberana
para determinar el objeto del mismo; decimos que se puede contradecir, porque en el acto del
juicio cabe contradecir los resultados del dictamen por el perito de la parte contraria, que
puede presentar un dictamen contradictorio. El dictamen de parte siempre es posible, no cabe
que el órgano judicial rechace su presentación, pues ésta se lleva a cabo con los escritos
alegatorios. Así como tampoco se impide que esté firmado por varios peritos.

− El dictamen pericial judicial: elaborado por el perito nombrado por el juez. El


dictamen pericial judicial es contradictorio y no se puede contradecir. Es contradictorio
porque en él se dictamina sobre los puntos que ambas partes decidan, y sean aceptados por el
órgano judicial, aunque en el acto para los dictámenes de parte, permitiéndose tan sólo, la
presencia del perito en el proceso para hacer posible una mejor comprensión y valoración del
dictamen realizado. Existen dos supuestos en que se puede solicitar al Tribunal la
designación de un perito.

1. Alguna de las partes es titular del derecho de asistencia gratuita. No es necesario que
con la demanda o contestación se acompañe el dictamen pericial basta con que se anuncie la
intención de usarlo como medio de prueba y será el juez quien designe el perito.
2. Cuando es solicitado por las partes si lo consideran conveniente o necesario para sus
intereses y el juez acuerda si considera útil y pertinente el dictamen solicitado.

Se emitirá por un solo perito, y excepcionalmente por varios, sólo cuando la


diversidad de la materia sobre la que se pretende dictaminar requiera distintos expertos en
materias distintas.

5. Eficacia probatoria

La prueba de peritos es de apreciación libre por el juez según las reglas de la sana crítica.
En realidad, en la prueba pericial, el órgano judicial no valora el resultado de la misma sino de
forma indirecta; para apreciar la prueba pericial, ha de valorar la autoridad científica del
perito, la aceptabilidad, conforme al conocimiento común de los métodos científicos
aplicados por el perito y, sobre todo, la coherencia lógica de la argumentación desarrollada
por el perito en el dictamen.

Este método de valoración determina que conforme las cuestiones dictaminadas sean más

Downloaded by Vega Gonzalez (c2274458@yahoo.es)


lOMoARcPSD|3936704

técnicas, menos posibilidades reales tienen el órgano judicial de hacer una valoración libre de
la prueba, pues más difícil le será apreciar datos como la metodología aplicada por el perito o
la coherencia interna de los razonamientos incursos en el dictamen.

La Ley añade otros criterios de valoración:


− Para los dictámenes de parte, en los que es posible la tacha, la Ley establece, como
criterio de sano juicio y sana crítica la existencia de alguna causa de tacha, y las críticas que
pueda recibir el dictamen provenientes del perito de la parte contraria.
− Para todos los dictámenes, el órgano judicial deberá tener en cuenta, la actuación que
el perito tenga en el juicio, o en la vista, a la hora de exponer, explicar, responder a las
preguntas... pues con esa actuación el órgano judicial tendrá la posibilidad de valorar más
convenientemente los fríos resultados y conclusiones que pueda contener el dictamen pericial.

6. Proposición y admisión de la prueba pericial


Las partes deben aportar con la demanda y con la contestación los dictámenes elaborados
por los peritos, que ellas estimen que son necesarios o convenientes para la defensa de sus
derechos, permitiendo, la Ley, distintos mecanismos para poder aportar posteriormente esos
dictámenes cuando no sea posible obtenerlos en su momento, previéndose, incluso, la
posibilidad de anunciar el dictamen, para no perder la facultad procesal de aportarlo más
tarde, pero siempre antes del inicio de la audiencia previa al juicio ordinario o antes de la vista
en el juicio verbal.

El órgano judicial no tiene ninguna capacidad para negar la práctica de la misma cuando
las partes hayan decidido servirse de ella aportando el dictamen pericial o cuando se anuncien
los dictámenes; al igual que no tiene capacidad de evitar la prueba, aun en los supuestos de
que fuese innecesaria por tener él los conocimientos científicos, artísticos, técnicos o prácticos
exigidos en el proceso.

Por el contrario, cuando se trate del dictamen pericial judicial, el órgano judicial sí tiene
poderes para admitir la designación y nombramiento de perito judicial para que emita el
dictamen solicitado por las partes. En estos casos, el órgano judicial designa al perito si
entiende que la prueba es pertinente y útil. Solo se permite al órgano judicial practicar de
oficio la prueba cuando sea pertinente, sólo en los procesos sobre declaración o impugnación
de la filiación, paternidad y maternidad, sobre la capacidad de las personas o en procesos
matrimoniales. Excepcionalmente, la Ley concede poderes amplísimos para practicar de
oficio prueba de peritos, si ésta es necesaria para poder apreciar lo que contengan los
instrumentos de archivo, de reproducción o de conocimiento de datos relevantes para el
proceso, fundamentalmente datos económicos, financieros y contables.

7. Nombramiento, aceptación y condiciones para ser perito

Dictamen pericial de parte:


− No existe limitación alguna en el número de peritos que lo pueden emitir
− Su nombramiento no tiene trascendencia procesal, es un acto privado (arrendamiento
de servicios), por tanto acto extrajudicial, y solo puede ser contestado si el perito que emite el
dictamen está incurso en alguna causa de tacha. El control de las cualidades que deba tener el
perito se hace a posteriori, en el acto de juicio o en el acto de la vista.
− Su aceptación no está regulada por la Ley, basta que el dictamen esté firmado para
presuponer que ha habido pronunciamiento y aceptación del encargo.
− No puede estar incurso en ninguna de las causas de tacha.

Dictamen pericial judicial:

Downloaded by Vega Gonzalez (c2274458@yahoo.es)


lOMoARcPSD|3936704

− El dictamen solo puede emitirse pos un sólo perito, aunque si se trata de materias
diversas que requieran conocimientos técnicos distintos podrá ser elaborado por distintos
peritos, tanto como materias diversas existan.
− El juez designa el perito de acuerdo con el procedimiento establecido. El control de la
existencia de condiciones de nombramiento se hace de forma previa y preventiva.
− Su aceptación es necesaria mediante juramento o promesa de decir verdad, de actuar
con objetividad, tomando en consideración no sólo lo que pueda favorecer a las partes, sino
también lo que pueda perjudicarlas, confirmando que conoce las sanciones penales en que
puede incurrir en caso contrario. La aceptación no es obligatoria siempre que se aduzca justa
causa valorada por el órgano judicial y que no sea caprichosa, arbitraria, etc. El perito no
puede estar incurso en ninguna de las causas de recusación, ni en su defecto, de tacha

Cuestiones comunes
− Puede ser perito, toda persona con conocimientos científicos, artísticos, técnicos o
prácticos.
− Si la legislación regula administrativamente las profesiones de los peritos, éstos sólo
pueden ser aquellas personas que tienen reconocido por el Estado el correspondiente título
− Cuando no es así, o en el territorio judicial no existen peritos titulados, puede ser toda
persona que tenga los conocimientos requeridos, aunque, en estos casos la Ley exige que la
pericia le venga reconocida por sindicatos, asociaciones o entidades apropiadas a la rama del
saber de que se trate.
− No es necesario que el perito sea una persona física, el dictamen pericial pueda
encargarse a una academia o institución cultural y científica que se ocupe del estudio de las
materias correspondientes al objeto de la pericia, o incluso, a personas jurídicas aunque en
estos casos, tanto la academia, institución o persona jurídica, deberán designar la persona o
personas, que dentro de ellas, estén encargadas de elaborar el dictamen en el caso concreto.
− El perito, debe tener capacidad natural, y necesita, además, ostentar la plena capacidad
de obrar.

8. Tacha y recusación de peritos


Los peritos de parte sólo pueden ser tachados, mientras que los peritos judiciales pueden
ser recusados, y cuando no estén incursos en causas de recusación pueden ser objeto de tacha.

La tacha es un incidente cuya finalidad no es evitar la aportación del dictamen al


proceso, sino poner de manifiesto una serie de circunstancias que, en cuanto valoradas por el
órgano judicial, privan total o parcialmente de eficacia al dictamen elaborado por el perito
tachado.

Las causas de tacha son:


− ser cónyuge o pariente por consanguinidad o afinidad, dentro del cuarto grado civil de
una de las partes o de sus abogados o procuradores.
− Tener interés directo o indirecto en el asunto o en otro semejante
− estar o haber estado en situación de dependencia o de comunidad o contraposición de
intereses con alguna de las partes o con sus abogados o procuradores
− amistad íntima o enemistad con cualquiera de las partes o sus procuradores o abogados
− cualquier otra circunstancia, debidamente acreditada, que les haga desmerecer en el
concepto profesional.

La tacha se valora y decide en la sentencia, en cualquier caso, el órgano judicial, a


instancia del interesado, puede dictar providencia manifestando que la tacha carece de
fundamento, a los efectos de exigir la correspondiente indemnización de los daños y

Downloaded by Vega Gonzalez (c2274458@yahoo.es)


lOMoARcPSD|3936704

perjuicios, o incluso de interponer una multa de 60 a 600 euros cuando se entienda que carece
de motivación o que ha sido interpuesta a puros efectos dilatorios.

La tacha se ha de proponer en la audiencia previa si se trata de dictámenes aportados por


los escritos iniciales y, en cualquier caso, nunca después del juicio o de la vista.

La tacha es un incidente, pues, que admite la práctica de pruebas conducentes a


justificarla o a negarla, exceptuada la prueba testifical.

Los peritos judiciales pueden ser recusados por las siguientes causas:
− haber dado anteriormente el mismo asunto dictamen contrario a la parte recusante, ya
sea dentro o fuera del proceso
− haber prestado servicios como tal perito al litigante contrario o ser dependiente o socio
del mismo.
− tener participación en sociedad, establecimiento o empresa que sea parte del proceso.

La recusación se presenta por escrito, en el plazo de los 2 días siguientes a la


notificación de la designación, si la causa fuese anterior. Si la causa fuese posterior, el escrito
de recusación deberá presentarse hasta el día anterior al señalado para el juicio o del señalado
para la vista.

Si las causas de recusación son posteriores a la emisión del dictamen o conocidas con
posterioridad a la emisión de éste, podrán ser puestas de manifiesto al órgano judicial en
cualquier momento antes de dictar sentencia.

De la recusación se da traslado a la parte contraria y al perito recusado:


− si acepta como cierta la causa de recusación: se le tendrá por recusado y por
emplazado por el suplente
− si niega la certeza de la causa de recusación: se producirá una comparecencia de las
partes, a la que habrá de acudir con las pruebas de las que intente valerse, teniendo el
recusante la carga de comparecer so pena de tenerlo por desistido de la recusación. En otro
caso, se practicarán las pruebas que sean propuestas y admitidas y se dictará auto resolviendo
la recusación. Contra este auto no se dará recurso, aunque se puede plantear de nuevo la
cuestión en la instancia superior.

9. Práctica de la prueba pericial


Cuando el dictamen es de parte, se aporta al proceso con los actos alegatorios, o
posteriormente, en los supuestos en que se anuncie el dictamen, pero siempre con antelación
de 5 días a la celebración del juicio o de la vista.

En el caso de dictámenes periciales judiciales, el juez podrá acordar la presencia del


perito en el juicio de la vista para someterse al examen, al que habrá de someterse el perito de
parte si así es solicitado por las partes el juez lo acuerda.

En el juicio o en la vista el perito debe responder a las preguntas y a las observaciones


que le haga el órgano judicial, o las partes y debe, si así es acordado por el órgano judicial,
exponer de forma completa su dictamen, explicarlo en todo o en parte, responder a la solicitud
de ampliación del dictamen en puntos conexos, así como exponer su opinión sobre la
posibilidad y utilidad de la ampliación; igualmente el perito puede criticar el dictamen del
contrario y manifestarse sobre las tachas que le puedan afectar.

La Ley admite que en la práctica de la prueba pericial, en concreto en el momento de la

Downloaded by Vega Gonzalez (c2274458@yahoo.es)


lOMoARcPSD|3936704

realización del dictamen, las partes puedan intervenir o presenciar la realización del mismo,
siempre que se trate en el dictamen de emitir opinión sobre lugares, objetos o personas,
estableciéndose la obligación del perito de avisar directamente a las partes con una antelación
mínima de 48 horas, del día, hora y lugar en que se van a efectuar las operaciones periciales.

10. Cotejo de letras y otros dictámenes periciales


Dictamen que es necesario emitir para los supuestos en los que se niegue o se ponga en
duda la autenticidad de un documento privado o público cuando carezca de matriz o de copias
fehacientes y no pueda ser reconocido por el funcionario o federatario que hubiese
intervenido en su otorgamiento.

Normalmente el cotejo de letras requiere de la existencia de documentos indubitados. En


definitiva, se trata de documentos sobre los que no quepa duda de su autenticidad, en modo tal
que la simple comparación del documento cuestionado con el indubitado determinan el
contenido del dictamen o cotejo de letras. Cuando no es posible tener un documento
indubitado, será posible formar lo que se denomina cuerpo de escritura, que consiste en
obligar al que se atribuya el documento impugnado a escribir o firmar ante el Tribunal o ante
el secretario, para que así pueda ser comparada por el perito la firma o la escritura.

El perito firmante del dictamen de cotejo de letras siempre será nombrado judicialmente,
no siendo valorados, como dictámenes periciales, los informes que puedan ser presentados
por las partes en sus escritos alegatorios.

Se permiten los dictámenes periciales instrumentales de carácter complementario, pues se


permiten estos dictámenes para conocer el contenido o el sentido, incluso para valorar

La Ley se refiere a los supuestos que están incluidos medios o instrumentos técnicos, que
dada su complejidad, necesiten de dictámenes periciales para interpretar los resultados
probatorios que con aquéllos se consigan.

Downloaded by Vega Gonzalez (c2274458@yahoo.es)


lOMoARcPSD|3936704

TEMA 11. EL RECONOCIMIENTO JUDICIAL Y OTROS MEDIOS DE


PRUEBA.

1. EL RECONOCIMIENTO JUDICIAL:

A) CONCEPTO Y NATURALEZA.

El reconocimiento judicial es la única prueba directa que se regula en nuestro


ordenamiento jurídico; directa, porque entre el juez y el objeto de la prueba no existe
ningún elemento, instrumento o medio. El juez, en este tipo de pruebas, percibe
directamente el objeto de la misma.

Esta prueba se muestra como necesaria cuando los demás medios probatorios
son insuficientes para hacer llegar al juez la realidad de una cosa, de un lugar, o de una
persona; en esos casos, parece aconsejable practicar la prueba de reconocimiento a fin
de esclarecer y apreciar los hechos objeto del debate.

Las partes pedirán la práctica del reconocimiento cuando estimen que la


percepción directa del órgano judicial es mejor que la indirecta, o cuando ésta sea
imposible porque los medios probatorios al alcance de la parte no sean aptos o
suficientes para hacer llegar al juez la realidad de las cosas.

El reconocimiento judicial puede practicarse tanto en sede judicial como fuera


de ella, siendo lo normal esto último.

Al ser la esencia del reconocimiento judicial la inmediatez de la percepción


judicial sobre el objeto del proceso, es una prueba que no admite fácilmente su práctica
a través del auxilio judicial. Si se realiza mediante exhorto, por otro juez, pierde la
característica de la percepción inmediata, para convertirse en una prueba indirecta, en
donde el medio es el acta judicial en el que se refleja lo que otro juez ha visto, oído o
percibido.

B) LOS PODERES DEL JUEZ Y DE LAS PARTES EN EL


RECONOCIMIENTO.

La prueba de reconocimiento judicial siempre se practica a instancia de parte.


Sin embargo, el juez, dentro del objeto del reconocimiento propuesto por una parte,
puede darle al mismo la amplitud que estime conveniente.

El juez, asimismo, puede ordenar que al mismo tiempo que se practica el


reconocimiento se lleve a cabo la prueba pericial que esté unida o que sea necesario
para la buena práctica del reconocimiento. En el mismo sentido, el órgano judicial
puede acordar que los testigos sean examinados acto continuo del reconocimiento
judicial, en los supuestos en los que el reconocimiento del lugar, de las cosas o de las
personas puedan quedar esclarecidas por el testimonio de personas, pudiendo
igualmente ordenar que se practique el interrogatorio de la parte contraria.

Downloaded by Vega Gonzalez (c2274458@yahoo.es)


lOMoARcPSD|3936704

Por último, el órgano judicial puede de oficio, o a instancia de parte, oír las
observaciones o las declaraciones que sobre el tema del reconocimiento puedan hacer
las personas técnicas o prácticas en materia que acompañen a la parte en el acto del
reconocimiento.

C) PROCEDIMIENTO.

La práctica de la prueba de reconocimiento judicial se realiza con la


concurrencia de las partes y sus representantes procesales. Las partes pueden hacerse
acompañar de una persona práctica en la materia, o lo que es lo mismo: práctica en lo
que se vaya a percibir directamente por el juez.

Todas estas personas pueden hacer observaciones el órgano judicial, que serán
emitidas bajo juramento de decir la verdad cuando provenga del práctico en la materia.
La función de estas observaciones es poner de manifiesto elementos de la percepción
que son importantes para cada parte y que podría darse el caso de que no son, o no
pueden ser, objeto de atención para el juez.

En ocasiones es conveniente practicar la prueba de testigos y la de peritos en el


propio acto de reconocimiento judicial porque la percepción judicial tiene más sentido y
es más eficaz si existe una explicación técnica de lo percibido o si se obtiene un relato
puntual de la realidad existente con anterioridad al acto de reconocimiento o, incluso, si
se obtiene de la parte una declaración sometiéndola a interrogatorio.

Estas pruebas que pueden realizarse en el momento del acto de reconocimiento,


o en acto continuo, se practican de acuerdo con las reglas establecidas para cada una de
ellas.

Del resultado del reconocimiento se levanta acta por el secretario judicial en el


que se consignarán las percepciones del juez y las observaciones pertinentes que de
palabra hayan hecho las partes, sus defensores o las personas prácticas en la materia,
recogiéndose igualmente en dicha acta los informes de los peritos, las declaraciones de
los testigos o, en su caso, la de las partes, pudiéndose utilizar, de acuerdo con lo que se
establece en el art. 359, cuantos medios técnicos fuesen necesarios para constatar la
realidad, sin que ello evite que en el acta se consigue la utilización de los mismos.

Cuando el reconocimiento es de personas, se practica a través de un


interrogatorio que es exclusivamente del Tribunal, dándose a las partes la intervención
que estime el órgano judicial, dadas las circunstancias del caso.

D) VALORACIÓN.

La Ley no dice nada acerca de cómo debe valorarse este medio de prueba. Sin
embargo, siendo una prueba directa, su valoración debe de plantearse desde el concepto
de la persuasión. El juez se persuade de la realidad de las cosas, de los lugares o de las
personas, trasladando esa persuasión al acta que se levanta para documentar el acto.

Downloaded by Vega Gonzalez (c2274458@yahoo.es)


lOMoARcPSD|3936704

También puede el juez ayudarse de medios diversos, como observaciones de las partes o
declaraciones de testigos, para interpretar justamente la realidad que percibe.

2. OTROS MEDIOS DE PRUEBA:

A) PLANTEAMIENTO.

La Ley, al recoger los medios de prueba, deja abierta la puerta a la posibilidad de


que se utilice en el proceso cuanto instrumento o medio sea posible y que permita
obtener con él un resultado valorativo acerca de la certeza o incerteza de los hechos
relevantes en el proceso. Los medios de prueba se prevén, por tanto, como un numerus
apertus.

La posibilidad de utilizar cualquier medio de prueba se regula en el art. 299.2,


donde además de los medios tradicionales, se permite la práctica de cuantos medios de
prueba sean capaces de reproducir la palabra, el sonido y la imagen, o que sean capaces
de archivar, conocer o reproducir datos, cifras u operaciones matemáticas que se hayan
podido llevar a cabo con finalidad contable o de cualquier otra clase. Son medios
probatorios innominados.

B) INSTRUMENTOS DE FILMACIÓN, GRABACIÓN Y SEMEJANTES.

Las partes pueden proponer como medio de prueba los instrumentos de


grabación, filmación o reproducción de palabras, imágenes y sonidos, que permitan su
traslado ante el Tribunal, o lo que es lo mismo, su reproducción ante el Tribunal.

Se trata de una especie de reconocimiento judicial que consiste en el examen


directo por el órgano judicial de ese medio de reproducción.

La Ley permite a la contraparte aportar dictámenes y medios de prueba para


cuestionar la autenticidad de la grabación o de la filmación de las palabras, imágenes y
sonido, o para poner en cuestión la exactitud de lo reproducido.

Se establece de forma expresa que de la práctica de la prueba se levantará


oportuna acta, en donde no sólo se consignan los elementos necesarios para la
identificación de las filmaciones, grabaciones o reproducciones que se hayan llevado a
cabo, sino también del resultado de los distintos dictámenes e informes presentados, o
incluso de las pruebas practicadas, tendentes a una mejor valoración de lo reproducido
ante el órgano judicial o, en su caso, tendentes a demostrar la autenticidad de la
grabación o filmación efectuada.

El órgano judicial puede acordar que se transcriban literalmente en el acta las


palabras o las voces que se hayan grabado o se emitan en la filmación, debiendo el
secretario judicial adoptar las medidas necesarias para la perfecta conservación de
dichas grabaciones o filmaciones.

La prueba por instrumentos de filmación, grabación y semejantes será valorada


según las reglas de la sana crítica.

Downloaded by Vega Gonzalez (c2274458@yahoo.es)


lOMoARcPSD|3936704

C) LA PRUEBA POR INSTRUMENTOS QUE PERMITAN ARCHIVAR,


CONOCER O REPRODUCIR DATOS RELEVANTES PARA EL PROCESO.

Se trata de un medio que normalmente consiste en una base de datos o de


memoria, contenida en un disquete, CD o disco duro, cuya interpretación y valoración
requiere la utilización de otros medios probatorios, fundamentalmente de la prueba por
peritos.

Se trata, básicamente, de una prueba de reconocimiento judicial que, en la


mayoría de las ocasiones, requiere del dictamen pericial, que puede ser incluso
practicado de oficio. Es éste, posiblemente, el único supuesto en donde el órgano
judicial puede practicar de oficio la prueba pericial que necesita para valorar los
instrumentos de archivo, conocimiento o reproducción que estamos estudiando, al no
tener las máximas de experiencia o conocimientos que les permitan dicha valoración.

Por lo demás, a esta prueba es de aplicación cuanto se ha dicho para la prueba


por instrumentos de grabación, filmación y semejantes y se valora según las reglas de la
sana crítica. Normalmente, el tratamiento procedimental y procesal de este tipo de
pruebas será el de prueba de documentos, conforme se puede ahora deducir de lo
dispuesto en la Ley sobre contratación electrónica.

Downloaded by Vega Gonzalez (c2274458@yahoo.es)


lOMoARcPSD|3936704

TEMA 12. LOS ACTOS DE CONCLUSIÓN. LA CITACIÓN


PARA SENTENCIA Y LAS DILIGENCIAS FINALES. LA
SENTENCIA. EL EFECTO DE COSA JUZGADA

Los actos de conclusión


Después de la realización de la práctica de la prueba llegan los actos de conclusión,
vienen regulados en la LEC, son actos orales de parte, que tienen por finalidad conferir
a las partes la posibilidad de manifestar su apreciación sobre el resultado de la prueba
practicada.
Las partes van a hacer un resumen sobre lo que ha acontecido en la prueba practicada.
Solo en el procedimiento ordinario se puede apreciar un acto de conclusiones, ya que en
el juicio verbal éste no se da.
Las conclusiones se formulan oralmente de forma clara, ordenada y concisa y deben
referirse a los hechos controvertidos y relevantes del proceso, que han sido admitidos,
probados o han quedado inciertos.
En primer lugar, se debe hacer un informe sobre los hechos controvertidos acreditados
por los medios de prueba propuestos. Luego se tienen que a referir a los hechos de la
parte contraria, si son acreditados o resultan inciertos.
Las partes, en toda esta valoración de los hechos, deben hacer un breve resumen de las
argumentaciones jurídicas (explicación oral de lo que han expuesto en sus escritos de
alegaciones): en el caso de que el tribunal no se encuentre suficientemente ilustrado
puede solicitar de oficio a las partes que amplíen o que le hagan una proposición más
extensible en algún aspecto. Una vez finalizan las conclusiones (art. 433 LEC), el juicio
queda terminado y visto para sentencia (en el juicio ordinario el plazo es de 20 días; en
el juicio verbal es de 10 días). En cualquier caso, estos plazos para dictar sentencia, son
plazo propios, porque su incumplimiento no determina la preclusión del acto procesal.
Las partes necesariamente tienen que cumplirlos.

Diligencias finales
Vienen reguladas en el art. 435 LEC y es una actividad que va dirigida a acreditar la
existencia de determinados hechos. Es una actividad probatoria que se efectúa dentro
del plazo para dictar sentencia. Se dan en el juicio ordinario.
Pueden ser acordadas a instancia de parte o de oficio. El art. 435 LEC establece que las
partes pueden solicitar como diligencias finales aquellas pruebas que hubieran sido
propuestas en tiempo y forma y que no hubieran sido practicadas por causas no
imputables a quien las propuso. También se permite practicar como diligencias finales
aquellas pruebas que recaigan sobre hechos nuevos, con posterioridad a la terminación
del juicio, o que sean de nueva noticia, y cuya acreditación necesite la práctica de
prueba.
El legislador, con carácter negativo, establece que no se pueden practicar como
diligencias finales aquellas pruebas que hubieran podido ser propuestas en tiempo y
forma por las partes y que no lo hubieran sido.

Downloaded by Vega Gonzalez (c2274458@yahoo.es)


lOMoARcPSD|3936704

También de instancia de parte o de oficio podrán ser acordadas aquellas pruebas que
hubieran podido ser practicadas pero que no hubiese permitido la acreditación del hecho
por causas o circunstancias desaparecidas y que existan indicios formados de que las
nuevas pruebas permitirán la acreditación de los hechos.
Conforme al art. 435 LEC, excepcionalmente, el tribunal podrá acordar, de oficio o a
instancia de parte, que se practiquen de nuevo pruebas sobre hechos relevantes,
oportunamente alegados, si los actos de prueba anteriores no hubieran resultado
conducentes a causa de circunstancias ya desaparecidas e independientes de la voluntad
y diligencia de las partes, siempre que existan motivos fundados para creer que las
nuevas actuaciones permitirán adquirir certeza sobre aquellos hechos. Es necesario que
el juez cuando acuerde de oficio la práctica de estas pruebas, motive la necesidad de
estas diligencias y la razón de por qué se repiten esas pruebas. Esta facultad que se le
concede al tribunal tiene marcados tintes de excepcionalidad
El juez, ante todo, puede, al amparo de las diligencias finales, introducir nuevos hechos
que no hubiesen sido alegados por las partes. Esta diligencia final que articula el 435
LEC constituye una auténtica excepción al principio de aportación de parte (art. 282
LEC) y se debe interpretar restrictamente su utilización
El plazo para practicar estas pruebas que se acuerdan como diligencias finales será de
veinte días, y la forma de practicarlas será la misma que se ha establecido para la
práctica de las pruebas en el juicio.
Finalmente, las partes tienen un plazo de cinco días para formular por escrito sus
conclusiones.

La sentencia
Es un acto procesal del juez que pone fin al proceso y en este acto, por el cual se emite
una declaración de voluntad del estado en la que afirma como existente o inexistente el
efecto jurídico pretendido por el acto en la demanda. Solo reciben la forma de sententcia
aquellas resoluciones que están destinadas a decidir definitivamente sobre la resolución
planteada en el pleito.
El art. 206 LEC dice que la sentencia se dictará para poner fin al proceso en primera o
segunda instancia una vez que haya concluido la tramitación ordinaria prevista en la ley.
El juez hace un acto de voluntad del estado, porque la sentencia es un acto por el que el
juez exterioriza un proceso lógico, en el que lleva a cabo la aplicación de unas
consecuencias jurídicas previstas en las normas a los hechos que han sido probados o
acreditados por las partes. Al mismo tiempo, la sentencia tiene carácter imperativo,
establece una obligación para el demandado, no queda a voluntad de las partes su
cumplimiento.
En caso de incumplimiento voluntario, el estado obligará a la parte a cumplir la
resolución en sus propios términos por medio de la ejecución forzosa.

-Términos:
1. Sobre el fondo las sentencias puedes ser estimatorias o desestimatorias: una sentencia
es estimatoria si se asume lo pretendió en la demanda; es desestimatoria si se deniega
lo pedido por el actor.

Downloaded by Vega Gonzalez (c2274458@yahoo.es)


lOMoARcPSD|3936704

2. Sentencias definitivas y sentencias firmes. La definitiva es la sentencia que pone fin


al proceso en primera o segunda instancia, es susceptible de ser recurrida. La sentencia
firme es aquella sentencia que pone fin al proceso pero contra la que no cabe recurso
alguno, ni ordinario ni extraordinario (una sentencia definitiva se puede transformar en
una sentencia firme si no se interpone el recurso de apelación en el plazo de cinco días,
se deviene irrecurrible).
3. Sobre el contenido de la resolución. Se se habla de sentencias constitutivas en las que
se crea, se modifica o se extingue una relación jurídica, a partir del momento en que se
recoge la sentencia; el estado de hecho se crea, se extingue o se modifica). Son
sentencias de condena aquellas que impone a la parte demandada, la obligación de dar,
hacer o no hacer algo. Finalmente son sentencias meramente declarativas en las que se
declare la existencia o inexistencia de una de una relación jurídica del proceso.

-Notas que deben concurrir en la sentencia


En primer término, el art. 218 LEC nos habla de exhaustividad, de congruencia y de
motivación de la sentencia.
1. Congruencia: las sentencias deben de ser claras, precisas y congruentes con las
demandas y con las demás pretensiones oportunamente deducidas en el proceso.
Se exige al órgano judicial (art. 11 LOPJ), el deber de resolver todas las
cuestiones que se le plantean, y, además, tiene que resolver exclusivamente
sobre esas cuestiones, y sobre ningunas otras, en los términos en los que se ha
pedido. La exigencia de la congruencia de las sentencias tendría su base en la
prohibición del non lincue y en la vigencia del principio dispositivo

Una sentencia que resolviera más allá de los confines de la pretensión


quebrantaría el principio de demanda, que es garantía del principio de la
imparcialidad judicial y del propio derecho constitucional de defensa. De otra
`parte una sentencia que no resolviera algunas de las pretensiones ejercitadas en
el proceso quebrantaría la prohibición del non lincue afectando de forma directa
al derecho constitucional a la tutela judicial efectiva.

2. Motivación: es otra de las exigencias del art. 218 LEC. Esta exigencia se
contempla en el art. 120 CE, y dispone que las sentencias se motivarán
expresando los razonamientos fácticos y jurídicos “que conducen a la
apreciación y valoración de las pruebas, así como a la aplicación e interpretación
del derecho. La motivación deberá incidir en los distintos elementos fácticos y
jurídicos del pleito, considerados individualmente y en conjunto, ajustándose
siempre a las reglas de la lógica y de la razón”; el juez tiene que expresar cuáles
han sido los fundamentos fácticos y jurídicos que le han motivado a aplicar las
pruebas en un sentido y cómo ha aplicado el derecho a los hechos que han sido
probados y motivados por las partes. El juez debe llevar a cabo un razonamiento,
un juicio lógico, para determinar si las pretensiones que han deducido las partes
se corresponden con el ordenamiento jurídico o no, para estimarlas o
desestimarlas.

Toda sentencia recoge un razonamiento lógico del juez, que debe partir de una
premisa general de que tiene unos hechos concretos y debe subsumirlos para
extraer las consecuencias lógicas. La necesidad de motivar fundamenta la

Downloaded by Vega Gonzalez (c2274458@yahoo.es)


lOMoARcPSD|3936704

justificación de fallo y evita conclusiones arbitrarias. Además, parte de la


afirmación constitucional de que todos los jueces y magistrados son
responsables y están sometidos únicamente al imperio de la ley (art. 117 CE).

La motivación se exige también porque el juez puede errar, al no ser infalible, y


si comete un error se puede impugnar una sentencia que se considere injusta,
recurriendo la sentencia sobre la base de la motivación expresada.

3. Exhaustividad: el art. 11 LOPJ exige que el juez resuelva sobre todas y cada una
de las pretensiones que le hubieran sido presentadas.

-Estructura de la externa de la sentencia:


Este artículo, art. 248 LOPJ, nos dice que las sentencias se formularán en párrafos
separados y enumerados los antecedentes de hecho, los hechos probados en su caso, los
fundamentos de derecho y por último, el fallo.
En el encabezamiento de la sentencia, se hace constar el lugar, la fecha en que se
resuelve, el juez o tribunal, los nombres de la partes y de los abogados y procuradores
que hubiesen intervenido en su caso y el objeto del proceso.
En los antecedentes de hecho es donde se alude al objeto del proceso, a las pretensiones
de las partes, a los hechos en los que se hayan fundado, cuáles han sido las pruebas
probadas y prácticas, y, finalmente, cuáles son los hechos que se consideran probados.
Se señalan las valoraciones que se han asignado en cada medio de prueba.
En los fundamentos jurídicos, el juez debe expresar en la motivación jurídica del fallo,
la razón por la que se aplican las normas, incluyendo la razón por la que se subsumen
los hechos alegados y probados por las partes que se definen en las normas jurídicas que
se aplican al caso.
En el fallo, el juez se pronuncia sobre las pretensiones deducidas por las partes,
estimándolas o desestimándolas. Debe incluir esa respuesta en pronunciamientos
separados las distintas pretensiones que se hubieran planteado.

El efecto de cosa juzgada


-Cosa juzgada:
El efecto de cosa juzgada tiene dos acepciones: en primer término, significa la
imposibilidad de recurrir o de impugnar una resolución judicial una vez que han
transcurrido los plazos para ello. Otra de las acepciones, el segundo término de cosa
juzgada, es la imposibilidad de que una cuestión que ha sido resuelta pueda volver a ser
planteada de nuevo ante los tribunales.
a) La cosa juzgada formal sería la expresión de referencia al efecto preclusivo de
las sentencias firmes, en cuya virtud ya no puede ser impugnada por recurso ni
ordinario ni extraordinario alguno
b) La cosa juzgada material no hace referencia a la irrecurribilidad de las
resoluciones. El efecto de cosa juzgada material viene previsto en el art. 222
LEC, y es el efecto de aquellas sentencias firmes de fondo que van a permanecer
de manera inmutable e invariable en el tiempo. Lo que se pretende cuando se

Downloaded by Vega Gonzalez (c2274458@yahoo.es)


lOMoARcPSD|3936704

dicta una sentencia es que se produzca una situación de certeza y seguridad


jurídica, así para que se produzca es necesario que vaya ligada permanencia e
inmutabilidad en el tiempo de su contenido. Es preciso que se dote de
estabilidad al contenido de la sentencia; solo en casos extraordinarios es posible
la revisión o la impugnación de esas sentencias que han ganado el efecto de cosa
juzgada material.
Podemos apreciar, dentro de cosa juzgada material, una perspectiva positiva y
una perspectiva negativa.
- El efecto negativo se puede definir como “no dos procesos en un mismo objeto”,
sean sentencias estimatorias o desestimatorias, se excluye un segundo proceso
entre el mismo objeto y las mismas partes. Se imposibilita que las partes pueden
plantear un proceso ulterior con el mismo objeto y con identidad de parte ante
un órgano judicial.

- La perspectiva positiva de la cosa juzgada supone un elemento de certeza de cara


a un pleito; establece que se vincula al tribunal de un proceso posterior cuando
en éste la cuestión resuelta aparezca como antecedente lógico de esa resolución.
De todo esto se deduce que para que se puede hablar de cosa juzgada se requiere que
haya, en primer lugar, una sentencia firme porque no se pueden deducir efectos de
inmutabilidad y permanencia en el tiempo sobre sentencias que pueden ser recurridas
(para que se produzca el efecto de cosa juzgada material antes se tiene que haber
producido la cosa juzgada formal). Además, se requiere que sea una sentencia de fondo
que haya resuelto la cuestión con carácter plenario de todo el proceso, pues no se
permitiría sobre procesos sumarios. Todo ello se hllaa en una perspectiva puramente
procesal.
-Límites de la cosa juzgada
El art. 222 LEC nos habla de límites objetivos que se refieren al objeto, y de límites
subjetivos que se refieren a las partes o terceros.
1. Objetivos: la cosa juzgada afecta al objeto del proceso y para determinar los
límites, el contorno o el perfil de la cosa juzgada, habrá que estar a cuál sea la
naturaleza o el tipo de acción o pretensión que hayamos ejercitado en el proceso.

Quedan fuera de la cosa juzgada los hechos nulos respecto de la sentencia, es


decir, hechos que se producen con posterioridad a la sentencia. El art. 222.2
LEC nos dice que la cosa juzgada alcanza a las pretensiones de la demanda y de
la reconvención y a los puntos 1 y 2 del art. 408 LEC (dos excepciones en
sentido impropio, que son la compensación y la nulidad):

1. Si, frente a la pretensión actora de condena al pago de cantidad de


dinero, el demandado alegare la existencia de crédito compensable, dicha
alegación podrá ser controvertida por el actor en la forma prevenida para
la contestación a la reconvención, aunque el demandado sólo pretendiese
su absolución y no la condena al saldo que a su favor pudiera resultar.

2. Si el demandado adujere en su defensa hechos determinantes de la


nulidad absoluta del negocio en que se funda la pretensión o pretensiones
del actor y en la demanda se hubiere dado por supuesta la validez del

Downloaded by Vega Gonzalez (c2274458@yahoo.es)


lOMoARcPSD|3936704

negocio, el actor podrá pedir al Secretario judicial contestar a la referida


alegación de nulidad en el mismo plazo establecido para la contestación a
la reconvención, y así lo dispondrá el Secretario judicial mediante
decreto.

El art. 222 LEC dice que los hechos nuevos distintos en relación con el
fundamento serán “los posteriores a la completa preclusión de los actos de
alegación en el proceso en que aquéllas se formularen”. No se ven afectados por
el efecto de cosa juzgada (que afecta a las pretensiones en base a hechos
acaecidos con anterioridad a que recaiga la sentencia). Hecho nuevo es todo
aquel que se haya producido con posterioridad a los escritos de alegaciones (ni
en la fase de audiencia previa).

Se considera que todos los hechos y fundamentos de derecho que constituyan el


orbiter dicta sirven de base para la sentencia (para dictar el fallo), pero no pasan
en autoridad de cosa juzgada. Esta es una teoría común en la doctrina y en la
jurisprudencia, ya que lo único que pasa en autoridad de la sentencia es la parte
dispositiva. Por tanto, ni los hechos ni los fundamentos de derecho ni las
excepciones pasan en autoridad de cosa juzgada, salvo los supuestos que hemos
señalado expresamente, que son los previstos en el art. 408.1.2 LEC
(compensación y nulidad), es una excepción a la regla general.

2. Límites subjetivos: la eficacia de la cosa juzgada se extiende a las partes del


proceso en los términos previstos en el art. 222.3 LEC. Se exige para que se
produzca el efecto de la cosa juzgada la más perfecta identidad de los litigantes y
de la calidad de que lo fueran.
Esta identidad de partes se hace extensiva a los herederos y a los causahabientes.
También se hace extensiva, a título excepcional, a personas que no hubieran
participado en el proceso en aquellos casos de protección de consumidores,
estando éstos legitimados conforme al art. 11 LEC, aunque no hubiesen sido
partícipes. También se hace extensivo el efecto de cosa juzgada en las
sentencias sobre impugnación de acuerdos societarios, a todos los socios,
aunque no hubiesen litigado. Finalmente se hace extensivo el efecto de cosa
juzgada es en las sentencias sobre el estado civil, cuando la cosa juzgada tendrá
efectos erga omnes a partir de su inscripción o anotación en el Registro Civil.

Downloaded by Vega Gonzalez (c2274458@yahoo.es)


lOMoARcPSD|3936704

LECCIÓN 13.- LAS CRISIS PROCESALES

1. LA TERMINACIÓN ANTICIPADA DEL PROCESO POR VOLUNTAD DE LAS


PARTES O ALGUNA DE ELLAS

Las partes, por propia voluntad, pueden llevar a cabo cualquier acto de pretensión sobre
el proceso, incluso el de decidir dar por terminado el proceso, sin que ello perjudique a
la tutela judicial efectiva.

La LEC en su art. 19 y ss. contempla una serie de actos de disposición que suponen la
terminación del proceso:

-Renuncia:

Viene regulada en el 20 de la LEC y es un acto procesal del actor en el que se hace


dejación de su pretensión porque estima que es infundada. La consecuencia inmediata
es la desestimación de la pretensión, no se archivan las actuaciones; mediante
sentencia desestimatoria de fondo, que tiene efectos de cosa juzgada por lo que no se
puede volver a plantear de nuevo esa pretensión. Como es un acto de disposición del
demandante (al ser dispositivo) no se necesita la aceptación del demandado.

El 20.1 LEC, “Cuando el actor manifieste su renuncia a la acción ejercitada o al


derecho en que funde su pretensión, el tribunal dictará sentencia absolviendo al
demandado, salvo que la renuncia fuese legalmente inadmisible. En este caso, se dictará
auto mandando seguir el proceso adelante”.

La renuncia tiene que hacerse de manera expresa, no vale las renuncias implícitas, que
se lleve a cabo en un acto para tal efecto. Se puede realizar en el proceso en primera
instancia o bien en segunda instancia.

-Allanamiento:

Viene regulado en el art. 21 LEC y en este caso, se puede definir como un acto procesal
del demandado que se hubiese personado por el que muestra su conformidad con la
pretensión esgrimida en la demanda, y reconoce que debe ser estimada. En este caso, tal
y como sucedía con la renuncia, en el allanamiento esta estimación no afecta a los
hechos sino a la pretensión (no significa que haya una admisión de hechos por el
demandado ni que haya una confesión), sino que directamente el demandado considera
fundada la pretensión del actor e insta que se lleve a cabo una sentencia estimatoria.

El allanamiento es un acto de causación, que no persigue lograr el allanamiento del juez


para que dicte una sentencia favorable al actor sino que es un acto en cuya virtud, el
juez con independencia del grado de convencimiento que haya alcanzado, debe dictar
una resolución en el sentido de dicho allanamiento, es decir, una sentencia estimatoria.
Del mismo modo, como que sucede en la renuncia, el allanamiento no en todo caso

Downloaded by Vega Gonzalez (c2274458@yahoo.es)


lOMoARcPSD|3936704

vincula (3) al juez cuando sea en fraude de ley, cuando se haga en perjuicio de terceros
o cuando se haga en perjuicios de interés general (art.21.1 LEC).

• Requisitos para llevar a efecto el allanamiento (3):

1. Que el demandado tenga capacidad procesal, esté legitimado e intervengan el


abogado y el procurador en aquellos casos en que esta capacidad de postulación sea
preceptiva.

- En el caso de los representantes legales se requiere autorización judicial.

- Si hubiese litisconsorcio pasivo necesario, se exigirá que todos muestren su


conformidad con el allanamiento (que todos los listisconsortes se allanen).

2. Como es un acto de disposición del demandado, se requiere que sean procesos en que
rija el principio dispositivo. En aquellos procesos de carácter inquisitivo no tendrá
eficacia el allanamiento.

3. Que el allanamiento sea expreso. El procurador requiere un poder especial para


pleitos ya que se trata de un acto de disposición.

• Clases (2):

El allanamiento puede ser total o parcial (se le dice al juez que estime parcialmente la
pretensión del actor…). En el caso de que sea total, el proceso finaliza con una
sentencia estimatoria. Cuando se está ante un allanamiento parcial, el juez dicta un auto
que acogerá las pretensiones a las que se refiere el allanamiento siempre y cuando sean
susceptibles de acogerse de manera independiente, pues cuando esto no sea posible
continúa el proceso para todas.

-La transacción:

Es un contrato en cuya virtud, las partes evitan la provocación del pleito o poniendo fin
al proceso ya comenzado (1909 LEC).

Hay que distinguir (2) entre la transacción extrajudicial, que se enmarcaría en el ámbito
de un contrato, de la judicial, que es aquella que se produce en presencia del juez, que
tiene por finalidad poner fin al proceso que han comenzado entre las partes. Esta
transacción judicial que tiene eficacia procesal, que tiene como finalidad poner fin al
proceso entre las partes, viene contemplada en el art. 19.2 LEC.

La transacción sí que evita la sentencia, porque es la que resuelve el litigio. El art. 19.2
LEC dice, respecto de los efectos de la transacción, que “Si las partes pretendieran una
transacción judicial y el acuerdo o convenio que alcanzaren fuere conforme a lo previsto

Downloaded by Vega Gonzalez (c2274458@yahoo.es)


lOMoARcPSD|3936704

en el apartado anterior, será homologado por el tribunal que esté conociendo del litigio
al que se pretenda poner fin”, por lo que el acuerdo va a ser homologado por el juez.

Asimismo, decir que la transacción tiene fuerza ejecutiva, es decir, que en caso de
incumplimiento, se podrá ejecutar lo previsto en la transacción por los trámites de
ejecución de sentencias.

-Desistimiento:

Viene regulado en el art. 20.2 LEC y según este apartado, el desistimiento es una
declaración unilateral del actor por la que abandona o hace vejación del proceso
iniciado provocando su terminación sin pronunciamiento.

Se establece el desistimiento como declaración unilateral cuando se haga antes de ser


emplazado el demandado para contestar a la demanda, o siempre que se haga antes de
ser citado para juicio. Cuando sea posterior a esos momentos procesales, el
desistimiento deviene bilateral por varias razones (se le ha dado traslado a la demanda
para que se persone, cuando el demandado ya puede tener interese en que se decida el
proceso y que acabe con una sentencia de fondo….).

El desistimiento es un acto de causación, lo que se produce es que con éste se pone fin
al proceso a través de una resolución en la instancia porque ésta no impide que a
posteriori pueda volverse a interponer de nuevo la pretensión entre las mismas partes
(renuncia: acto del actor que no pone fin solo al proceso, sino que en virtud de ese acto,
se ponía fin al proceso con una sentencia desestimatoria).

Por tanto, puesto que el desistimiento no termina con una resolución de fondo con
efectos de cosa juzgada, la necesidad de consentimiento del demandado para que tenga
eficacia el desistimiento dependerá del momento procesal en el que se encuentre el
proceso. Una vez que el demandado ha sido emplazado para contestar, en ese caso se le
tiene que dar traslado del desistimiento para que muestre su conformidad (si está
conforme, una vez que se produce el desistimiento se dicta un auto de sobreseimiento; si
el demandado tiene interés de que continúe el proceso, el juez debe resolverá lo que
estime oportuno).

-Caducidad en la instancia:

Viene regulado en el artículo 237 LEC y dice que, efectivamente, la vigencia del
principio dispositivo requiere que a lo largo del proceso que las partes vayan
impulsando actos.

La caducidad de instancia consiste en que transcurre un período de inactividad de las


partes que hace pensar en que no están interesadas en continuar el proceso. Finalizaría
el proceso en atención a esa inactividad que han desarrollado las partes. La caducidad

Downloaded by Vega Gonzalez (c2274458@yahoo.es)


lOMoARcPSD|3936704

de instancia establece que si transcurre dos años en primera instancia y un año en


segunda instancia, sin que se hayan iniciado nada por las partes, se producirá la
caducidad en instancia, se entiende producido el desistimiento. Equivale a
desistimiento, pero no impide que se pueda volver a interponer la acción, siempre que
ésta no haya caducado, no haya prescrito. Lo que no opera en la caducidad de instancia
(3) es en la ejecución, no cabe y, lo mismo sucede cuando la paralización del proceso se
produce por fuerza mayor o causa no imputable.

En caso, que la caducidad de instancia se produzca en primera instancia, la caducidad


equivale a desistimiento. Si se produce en segunda instancia, equivale a desistimiento
del recurso. Por eso en primera instancia, se puede interponer de nuevo la acción si no
ha caducado, pero en segunda instancia lo que hace es dejar firme la resolución que
hubiera caído en primera instancia, queda caducado el recurso.

La declaración de caducidad en instancia no supone asignación de costas, cada uno paga


su parte de las costas.

2. PARALIZACIÓN DEL PROCESO

La interrupción se produce como consecuencia de circunstancias ajenas a la voluntad


del juez y de las partes. Es una consecuencia de circunstancias fácticas, por tanto, no se
requiere una resolución judicial formal.

En cuanto a la suspensión, sí que se requiere una resolución judicial formal porque


supone la paralización formal del proceso, que es acordada por el órgano jurisdiccional,
puesto que concurre alguna circunstancia prevista en la ley o porque ambas partes así lo
han acordado. Podemos ver en el artículo 188 LEC algunas de las causas que suponen la
suspensión de las vistas. Se dice que se suspenderán las vistas cuando 1) no haya el
número de magistrados necesarios para dictar la resolución, 2) o porque haya
indisposición de alguno de los jueces o secretario, 3) o cuando el abogado tenga
señalada dos vistas en el mismo día y no pueda acudir a los dos señalamientos, por
imposibilidad de acudir el abogado, porque la parte no pueda también comparecer (una
serie de causas que da lugar a la suspensión del proceso). Si se suspende el proceso y las
partes no lo vuelven a instar se produciría la caducidad de la instancia (artículo 237
LEC).

3. LOS INCIDENTES

Aparecen regulados en el artículo 387 y siguientes LEC. Las cuestiones incidentales


comprenden aquellas cuestiones que tienen que ser resueltas inicialmente en la
sentencia pero con carácter previo a la entrada en el fondo. Y también están aquellas
cuestiones que deben ser resueltas antes de dictar sentencia.

Downloaded by Vega Gonzalez (c2274458@yahoo.es)


lOMoARcPSD|3936704

Estas cuestiones incidentales son cuestiones que deben ser resueltas para poder dictar
sentencia, tanto las de especial pronunciamiento y las de previo pronunciamiento. Son
cuestiones relacionadas con el objeto principal del pleito o también, cuestiones relativas
a presupuestos procesales. El legislador distingue (2) entre cuestiones de especial
pronunciamiento y cuestiones de previo pronunciamiento.

Las de especial pronunciamiento deben ser resueltas en la sentencia de forma separada


antes de entrar a resolver lo que sea el objeto principal del pleito. Las de previo
pronunciamiento son aquellas que deben ser resueltas antes de dictar sentencia. En
general, previas todas aquellas relativas a presupuestos procesales (artículo 391 LEC).

Se establece un plazo preclusivo para plantear las cuestiones incidentales. Este plazo es
antes de iniciarse el juicio, antes de iniciarse la vista en el juicio ordinario y en el juicio
verbal la admisión de la prueba.

Se ha previsto una regulación para la tramitación de las cuestiones de especial


pronunciamiento (artículo 392 y 392 LEC). En estos artículos viene a plantearse si se da
cuestión incidental y si se lleva suspender el proceso. Las de especial pronunciamiento
no provocaran la suspensión del proceso.

En el auto se señalará si se suspende o no la tramitación del proceso y se llama a las


partes para que aleguen lo que crean conveniente en cinco días. Transcurrido ese plazo
se cita una comparecencia (siempre se debe resolver mediante auto). En el caso de las
cuestiones de especial pronunciamiento se resuelve en la sentencia que ponga fin al
proceso, de forma separada.

4. PÉRDIDA TOTAL O PARCIAL DE LOS AUTOS

Se regula en el art. 232 y siguientes de la LEC. El expediente de reconstrucción de las


actuaciones se inicia de oficio o a instancia de parte (art. 233.I) y, dado el interés
público que en dicho expediente se ventila, es preceptiva la intervención del Mº Fiscal
como parte (art. 232.2).

Si el procedimiento se inicia a instancia de parte, el escrito de solicitud deberá referir el


momento en qué ocurrió la desaparición, la destrucción o cualquier otra causa que ha
dado lugar a la pérdida de las actuaciones. Al escrito habrá de acompañarse, en la
medida de lo posible, todas las copias que el solicitante tenga.

El expediente se resuelve en una vista (art. 234), a la que deberán asistir las partes y, en
su caso, sus abogados. En ella, las partes deben mostrar su conformidad o
disconformidad con los documentos y escritos aportados.

Downloaded by Vega Gonzalez (c2274458@yahoo.es)


lOMoARcPSD|3936704

Downloaded by Vega Gonzalez (c2274458@yahoo.es)


lOMoARcPSD|3936704

Lección 14 LOS RECURSOS. EL RECURSO DE REPOSICIÓN Y EL


RECURSO DE APELACIÓN
1. NOTAS GENERALES DE LOS RECURSOS. 2. RECURSOS NO
DEVOLUTIVOS. 3. EL RECURSO DE APELACIÓN: A) CONCEPTO. B)
NATURALEZA. C) ÓRGANOS COMPETENTES. D) RESOLUCIONES
RECURRIBLES. E) EFECTOS DE LA APELACIÓN. F) LEGITIMACIÓN.
ADHESIÓN. G) HECHOS Y PRUEBAS EN APELACIÓN. H). PROCEDIMIENTO.

1. NOTAS GENERALES

Una vez dictada sentencia, se puede mostrar conformidad (aquiescencia) o impugnarla.


Para la impugnación existen una serie de medios que son ofrecidos a las partes por la
ley con la finalidad de que puedan combatir, y en su caso, obtener la modificación de
una determinada resolución judicial, ya sea del Juez o del Secretario, que consideran no
ajustada a derecho y por tanto, estiman les ha producido un perjuicio. Esto se hace
mediante el recurso, que es el acto procesal de parte que frente a una resolución
impugnable pide la actuación de la ley a su favor (448.1 LEC).

El legislador parte de una diferencia entre medios de impugnación y medios de


gravamen (doctrinalmente, veremos que se habla de impugnación en sentido estricto e
impugnación en sentido amplio). La verdadera diferencia se da entre los medios de
impugnación en sentido estricto y los medios de gravamen.
Impugnación en sentido amplio, englobaría cuando nosotros recurrimos, es decir, toda
la categoría de recursos. Pero cuando hablamos en sentido estricto, nos referimos a
una clase reducida de recursos, que se refiere a aquellos medios o recursos cuya
motivación es por incurrir en irregularidades de procedimiento o falta de legalidad,
lo que se pretende es la nulidad.

a) Cuando se hace referencia a medio de gravamen, se refiere a aquellos recursos


que lo que pretende es que se revise lo que nosotros consideramos como una in-
justicia, que viene a diferenciar lo pedido y lo recibido. Pedimos a un órgano
superior que revise.
En un caso de medio de impugnación lo que solicitamos es que se declare la
nulidad por infracción, mientras que en el medio de gravamen, basta cualquier
perjuicio, para querer que se revise.

b) En el caso de los medios de gravamen se busca una solución más justa y apa-
rece o ronda la idea del concepto de doble grado de jurisdicción. El órgano que
decide en segunda instancia debe tener las mismas facultades de conocimiento
de las cosas litigiosas, respecto al juez que decidió en primera instancia (en
nuestro ordenamiento se articula a través del recurso de apelación). El juez no va
a tener las mismas facultades que el juez que conoció en primera instancia. En
cambio, en el medio de gravamen son las mismas pretensiones invocadas por
las partes, pero parte del material que ya se ha dado en primera instancia, no se
vuelve a reproducir todo el juicio en segunda instancia. Aparece una apelación
un poco limitada.
En los casos de los medios de impugnación, el hecho de que la impugnación se
base en una serie de irregularidades, da lugar a que el conocimiento del juez
constate si se ha producido o no los motivos concretos que justifica el recurso. El

Downloaded by Vega Gonzalez (c2274458@yahoo.es)


lOMoARcPSD|3936704

conocimiento es mucho más constreñido en el marco de los medios de


impugnación que en los de gravamen.

2. RECURSOS NO DEVOLUTIVOS

El efecto devolutivo significa que no resuelve el recurso el mismo órgano que lo ha


dictado, sino un órgano superior. Una vez visto, lo devuelve al órgano que dicto la
sentencia. Si no tiene ese efecto, lo resuelve el mismo órgano que resuelve la sentencia.
De los recursos se puede desistir, antes de dictarse sentencia. El plazo cuenta desde el
día siguiente a la notificación de la sentencia, o el día siguiente a la notificación de la
aclaración de sentencia.
La vía de los recursos está abierta, pero tiene varias limitaciones. No se facilita que se
recurra contra todo, sino que se limita el acceso bien por la cuantía, bien por la materia,
por lo que es un acceso limitado para mayor operatividad de la justicia. En algunos
casos, se pone algún requisito.

El recurso no devolutivo por excelencia es el recurso de reposición, que resuelve el


mismo órgano que dicta la resolución, como providencias, autos no definitivos,
diligencias o decretos del secretario. No cabe contra sentencia en ningún caso. Si es
contra actos del juez, se tramita ante el juez; si es contra actos del secretario, se tramita
ante el secretario. No tiene efectos suspensivos. Se regula en el 451 LEC y ss. Se
interpone en el plazo de 5 días y establece la ley que se ha de citar el precepto infringido
que se considera. Si no se reúnen estos requisitos, da lugar a su inadmisión.
Una vez presentado, el que resuelva dará traslado a la otra parte para que en 5 días
aleguen lo que convenga. Una vez hecho esto, el que resuelve tendrá 5 días para estimar
o desestimar mediante auto o decreto. Contra el auto del juez no cabe recurso alguno,
aunque la parte podrá reproducir la cuestión en el recurso que se interponga contra la
resolución definitiva (art. 454). En los supuestos de resolución mediante decreto, cabe
reproducir la cuestión ante el juez (454 bis).

El otro recurso no devolutivo es el recurso de revisión, que cabe contra los decretos del
secretario que pongan fin al procedimiento o impidan su continuación, así como contra
los decretos en aquellos casos en que se prevea expresamente como en el caso del
decreto que aprueba la tasación de costas (244).

La tramitación en cuanto a plazos es la misma que la del recurso de reposición. Se


admitirá por diligencia de ordenación del secretario y se inadmitirá por providencia del
juez. Será resuelto por auto contra el que cabrá recurso de reposición si pone fin al
procedimiento o impide su continuación.

3. EL RECURSO DE APELACIÓN

Concepto y naturaleza

El recurso de apelación es el recurso devolutivo por excelencia. Es un recurso ordinario


también, normalmente cabe contra cualquier sentencia. No tiene una limitación taxativa
de los motivos por los cuales se pueda interponer. Es abierto, solo tiene que recoger los
motivos que la parte quiera alegar. Se interpone contra autos definitivos y sentencias de
1ª instancia, con la finalidad de que se corrija con una nueva sentencia el defecto que el
recurrente considera que hay. Constituye el medio de gravamen utilizado por el

Downloaded by Vega Gonzalez (c2274458@yahoo.es)


lOMoARcPSD|3936704

legislador para conseguir el doble grado de jurisdicción. Regulado del 455 al 467 LEC.

El órgano superior opera y trabaja con las mismas pruebas y medios que se han tenido
en la instancia. Únicamente valora si la sentencia tiene defectos procesales y está
dictada conforme a derecho con el mismo expediente que había en 1ª instancia. Todo lo
que se puede contar, probar o alegar el día del juicio de instancia, no se puede repetir en
la apelación. No cabe la reformatio in peius, a quien recurre no se le puede dar menos
de lo que ya ha obtenido en la sentencia de instancia.

Órgano competente, resoluciones recurribles y efectos

Por lo general se interpone contra autos definitivos y sentencias de 1ª instancia, con la


finalidad de que se corrija con una nueva sentencia el defecto que el recurrente
considera que hay; por lo cual el órgano competente para conocer de los recursos es la
Audiencia Provincial órgano colegiado al que la LOPJ le atribuye la competencia en el
artículo 82.2, menos en el caso de que sea competencia del juez de paz el asunto
resuelto (juicio verbal de cuantía no superior a 90 euros), siendo entonces el juez de
primera instancia el que resuelva la apelación.

Las resoluciones recurribles son las sentencias definitivas que pongan fin al proceso en
primera instancia, siempre y cuando superen los 2000 euros; y los autos definitivos, que
cierran el proceso en primera instancia, poniéndole fin antes de que concluya la
tramitación ordinaria. También procederá apelación en los demás casos de terminación
anticipada del proceso (p.ej. 418.1, 420.4…)

El efecto que se produce siempre es el efecto devolutivo, por lo que mientras el superior
resuelve, el juez de 1ª instancia se queda sin funciones en el caso concreto, salvo para la
ejecución provisional, ya que el recurso de apelación no tiene efectos suspensivos. Sin
embargo, el juez que ha dictado la sentencia que se recurre es el que tramita la
preparación e interposición del recurso (457 y 458).

Legitimación y hechos y pruebas

Está legitimada cualquiera de las partes siempre y cuando aleguen perjuicio o gravamen
que les haga la resolución (448.1). También cabe la posibilidad de que la parte contraria
se adhiera al recurso de apelación, aunque no lo haya interpuesto inicialmente.
Adherirse consiste en utilizar el recurso ya abierto por el apelante principal para
impugnar aquellos extremos de la sentencia que sean perjudiciales al apelado. La
adhesión solo atañe a la voluntad impugnadora, NO a los fundamentos o al contenido
esgrimido por el apelante principal.

Los hechos y las pruebas son los mismos valorados en 1ª instancia, como dice la ley
(456.1). El objeto del proceso en primera y segunda instancia ha de ser esencialmente el
mismo en un sistema de apelación limitada como el nuestro y en un recurso ordinario en
el que no existen motivos tasados en la interposición, de manera que lo que se debatió
en primera instancia puede continuar siendo debatido en segunda.
Sin embargo, existen excepciones a este principio general, ya que sí que se permite la
aportación de hechos nuevos (de nuevo conocimiento o nova reperta) o hechos
producidos con fecha posterior al juicio (nova producto).
También se permite al apelante también proponer prueba, siempre y cuando sea

Downloaded by Vega Gonzalez (c2274458@yahoo.es)


lOMoARcPSD|3936704

debidamente protestada su denegación en 1ª instancia (460.2.1). Se pueden practicar


también las pruebas admitidas pero no practicadas en 1ª instancia por causa no
imputable a las partes (460.2.2). El demandado rebelde puede practicar pruebas en 2ª
instancia (460.3).

El 460.1 permite aportar junto con el escrito de interposición y lógicamente al oponerse


o contestar, los documento que se encuentren en el caso del 270 y que no hayan podido
aportarse en primera instancia.

Procedimiento y fases:

Tiene una fase de preparación, otra de interposición, contestación, vista y prueba y


sentencia.

a) La fase de preparación se hace ante el mismo juzgado que dicta la resolución,


mediante presentación de escrito de preparación en 5 días desde la notificación de la
sentencia o aclaración diciendo que queremos interponer recurso de apelación ante la
sentencia X, además tenemos que citar los pronunciamientos que impugnamos. El
Secretario, una vez comprueba los requisitos, concede mediante decreto un plazo de 20
días para interponer un recurso de apelación. NOTA: la ley 37/2011, de medidas de
agilización procesal, ha eliminado esta fase del procedimiento, al eliminar al
completo el art. 457 LEC, que trataba esta fase.

b) En la fase de interposición (458 LEC), que como hemos dicho dura 20 días (según
la redacción de la ley 37/2011, serían 20 días desde la notificación de la sentencia o de
la aclaración de la misma), se construye el escrito de interposición con todos los
argumentos y se presenta el escrito ante primera instancia. Las alegaciones podrán ser
de fondo o procesales (para alegar la infracción de normas y garantías procesales,
siempre alegando la indefensión sufrida y las normas que se consideren infringidas). Si
no se presenta el recurso dentro del plazo, el Secretario dará fin a la tramitación,
dejando desierto el recurso, quedando firme la resolución recurrida y condenando en
costas al apelante (458.2). Situación análoga al desistimiento.

c) Una vez interpuesto el recurso, comienza la fase de contestación, donde el Secretario


da traslado al resto de las partes para que hagan sus alegaciones (impugnen, se opongan,
se adhieran a la apelación....) por término de 10 días. Este escrito de contestación deberá
cumplir los mismos requisitos que el escrito de interposición. Aquí también se harán
alegaciones en contra de la admisibilidad de las pruebas y los documentos presentados
por la contraparte (461.2 y 3). En caso de que el apelado haya presentado escrito
adhiriéndose a la apelación, el Secretario dará un plazo de 10 días al apelante principal
para que lo contradiga si lo desea.

d) Fase de vista y prueba: en el caso de que no se practiquen pruebas o sean


inadmitidas, la AP podrá señalar vista o no, por pedirla alguna de las partes o por
considerarlo necesario el Tribunal; si no se señala vista, se pasa directamente al
señalamiento de deliberación, votación y fallo de la sentencia. Por el contrario, si hay
que practicar pruebas, a la vista de los escritos, el Secretario abre un plazo de 10 días
desde la recepción de los autos para que se admitan o inadmitan las pruebas pertinentes
si fuera necesario. Admitidas las pruebas, el secretario señalará día y hora para la
celebración de la vista, que debe tener lugar dentro del mes siguiente.

Downloaded by Vega Gonzalez (c2274458@yahoo.es)


lOMoARcPSD|3936704

e) Una vez hecho todo esto, los 3 jueces de la AP (ya que es un órgano colegiado) votan
y dictan sentencia, que deberá dictarse en el plazo de 10 días desde la celebración de la
vista o de un mes desde la recepción de los autos. Esta sentencia tendrá que tener
también los requisitos de exhaustividad y congruencia del 218 LEC, ya que en segunda
instancia también rige el principio dispositivo. Aquí tampoco cabe la reformatio en
peius.

Downloaded by Vega Gonzalez (c2274458@yahoo.es)


lOMoARcPSD|3936704

LECCIÓN 15
Los recursos extraordinarios por infracción procesal y casación

I. El régimen de los recursos extraordinarios

La LEC ha establecido un novedoso sistema de recursos extraordinarios que, adolece de graves


defectos que lo hacen de difícil aplicación, esencialmente por la falta de aprobación parlamentaria
de la oportuna modificación de la LOPJ en lo que afectaba a la competencia de los Tribunales
Superiores de Justicia en materia de impugnaciones extraordinarias en el proceso civil.

La LEC pretendía modificar la estructura de los recursos extraordinarios y, su sentido. Ante todo, se
ha creado un nuevo recurso, el llamado “recurso extraordinario por infracción procesal”, que sustrae
del tradicional ámbito de la casación española los quebrantamientos de forma, la denuncia y la
decisión sobre infracciones de las normas y garantías procesales, incluida la vulneración de alguno
de los derechos fundamentales reconocidos en la CE. De este modo, el recurso de casación, que se
acoge en nuestro ordenamiento comprendido tanto la infracción de ley como el quebrantamiento de
forma, se fragmenta ahora en un recurso extraordinario por infracción procesal y un recurso
extraordinario de casación.

Dos son las grandes diferencias entre ambos medios de impugnación:


− su conocimiento se atribuye a tribunales diferentes
− se pueden recurrir por infracción procesal todas las resoluciones dictadas en segunda
instancia, mientras que el acceso a la casación es restringido.

Con esta doble vía impugnatoria de carácter extraordinario, el legislador ha ideado atribuir una
opción al litigante vencido, que se coloca ante la siguiente alternativa: o plantea el recurso
extraordinario por infracción procesal o el recurso de casación, pero nunca ambos, pues no cabe
interponer éstos ni sucesivamente ni cabe acumularlos, de modo que rechazado el de infracción
procesal se pudiera pasar a decidir sobre la casación.

Si la parte se decide a impugnar por infracción de normas procesales y el recurso es estimado, se


reponen las actuaciones al momento en que la falta se cometió; pero si el recurso se desestima la
sentencia de segunda instancia queda firme, y contra ella no cabe impugnación alguna ante los
tribunales ordinarios. Por su lado, si se decide a impugnar en casación, por infracción de normas
materiales, debe omitir toda denuncia de los defectos de procedimiento que se hubieran producido,
que por esa razón resultarían convalidadas.

Esta opción encierra una grave paradoja y atribuye al litigante una carga que puede resultar
inconstitucional, porque desde luego la opción no es neutral, sino que prima la defensa del Derecho
material sobre la protección de ciertos derechos fundamentales. En efecto, el litigante que ha
perdido en el proceso no va a perseguir tanto reparar los quebrantamientos habidos en la
sustanciación, incluso aunque le hubieran podido producir indefensión, cuanto obtener lo
pretendido; por esta razón, su interés esencial no puede encontrarse más que en la casación.

De todos modos, este sistema de recursos extraordinarios se encuentra en suspenso, como


consecuencia de que la preceptiva modificación de la LOPJ no resultó aprobada. Para paliar esta
situación, se aprobó en el Senado una disposición final que intenta resolver una regulación que
estaba pensada en dos recursos, contra resoluciones distintas y ante dos tribunales diferentes,
refundiendo la tramitación en dos recursos pero que se sustancian ante un único tribunal: la Sala de
lo civil del Tribunal Supremo. El resultado no es enteramente satisfactorio, porque la convivencia
de los dos medios de impugnación no es fácil y, menos, su reunión intempestiva en un mismo
procedimiento y ante un mismo órgano.

Downloaded by Vega Gonzalez (c2274458@yahoo.es)


lOMoARcPSD|3936704

Además de todo ello se impone una última reflexión. En efecto, si no cabe atribuir a los Tribunales
Superiores de Justicia el conocimiento de los recursos extraordinarios por infracción procesal,
porque esa competencia contravendría lo dispuesto en la LOPJ, en la actual solución el legislador ha
hecho precisamente eso, pues han de conocer los tribunales Superiores del recurso extraordinario
por infracción procesal cuando la casación autonómica les venga atribuida, sustanciando ambos
recursos ante ellos, de modo que ahora están llamados a conocer de otros recursos extraordinarios
que establece la ley, fuera de los de casación y revisión.

II. El recurso por infracción procesal

Concepto:
El recurso extraordinario por infracción procesal intenta sustanciar por vía extraordinaria ante los
tribunales del orden civil las infracciones que tengan sustento bien en el art.24 de la CE, bien en el
resto de las normas procesales, con lo que directa o indirectamente pueda descargarse la vía del
amparo constitucional porque los tribunales ordinarios hayan logrado reparar las vulneraciones a los
derechos que el precepto constitucional reconoce.

Este recurso se abre contra todas las resoluciones de segunda instancia dictadas por las Audiencias,
y persigue esencialmente reparar los quebrantamientos de normas y garantías procesales.

La competencia de los TSJ para el recurso extraordinario por infracción procesal, mientras no se
modifique la LOPJ, no rige, de modo que se atribuye su conocimiento a la Sala de lo Civil del TS,
salvo que se alegue infracción de una norma de derecho foral o especial propio de una Comunidad
Autónoma, en cuyo caso conocerá del mismo la Sala de lo Civil del correspondiente Tribunal
Superior de Justicia.

Resoluciones recurribles:
Serán recurribles por esta vía las sentencias y autos dictados por las AAPP, que pongan fin a la
segunda instancia. Sin embargo, en el actual régimen transitorio, sólo se podrán recurrir por
infracción procesal las resoluciones contra las que se abre recurso de casación.

Motivos:
La LEC recoge los motivos por los que el recurso extraordinario por infracción procesal puede
interponerse. Estos motivos son:
− infracción de las normas sobre jurisdicción y competencia objetiva o funcional
− infracción de las normas procesales reguladoras de la sentencia
− infracción de las normas legales que rigen los actos y garantías del proceso cuando la
infracción determine la nulidad conforme a la ley, o hubiere podido producir indefensión
− vulneración de derechos fundamentales reconocidos en el art.24 de la CE

Para la viabilidad de este recurso extraordinario por infracción procesal, relativo a faltas en la
actividad procesal, es preciso en todo caso formular la oportuna denuncia, si ello fuere posible, en la
instancia donde se hubiere producido y que se reproduzca en la segunda si se cometió en la primera.
Además se requiere, si la violación del derecho fundamental hubiere producido una falta o defecto
subsanable, haber pedido la subsanación de la falta en la instancia en que se hubiere cometido.

III. El recurso de casación

Downloaded by Vega Gonzalez (c2274458@yahoo.es)


lOMoARcPSD|3936704

Concepto y funciones:
El recurso de casación se caracteriza por tres notas esenciales:
− es un recurso jurisdiccional, siendo los magistrados que componen la Sala miembros de la
carrera judicial, y para su resolución se utilizan criterios estrictamente jurídicos, sin
significado político.
− es un recurso extraordinario, cabe contra determinadas resoluciones y por motivos
estrictamente tasados, regido, además, por un comprensible rigor formal.
− no constituye una tercera instancia, ni una segunda apelación porque:
− el órgano de la casación no enjuicia sobre las pretensiones de las partes sino sobre el
error padecido por los tribunales de instancia que en el recurso se denuncia
− por la imposibilidad de introducir hechos nuevos en ese momento procesal.

Tradicionalmente se viene atribuyendo a la casación una finalidad defensora del ius constitutionis
del ordenamiento jurídico, a través de dos vías, ordenadas ambas a la común tarea de una exacta
interpretación de la ley:
− la función nomofiláctica: de protección o salvaguarda de la norma
− la función uniformadora: de la jurisprudencia en la interpretación y aplicación del Derecho
objetivo para lograr la unidad del ordenamiento jurídico.

Pero junto a esta finalidad de defensa del ius constitutionis, la casación española ha cumpliendo otra
función:la defensa del ius litigatoris. Esta tutela de los derechos de los litigantes se realiza, entre
otras cosas, suprimiendo el reenvío al tribunal de instancia para que éste resuelva de nuevo
ajustándose a lo ordenado en la sentencia de casación, lo que supone dilaciones y dispendios para
los litigantes; el sistema español atribuye al propio órgano de la casación, la decisión sobre el fondo,
declarando definitivamente lo que en derecho proceda cuando se trate de un error en el juicio.

Resoluciones recurribles:
Son susceptibles de recurso de casación las sentencias pronunciadas en segunda instancia por las
Audiencias Provinciales en los siguientes casos:
− cuando se dictaran para la tutela judicial civil de derechos fundamentales, excepto los que
reconoce el art.24 CE.
− Cuando la cuantía del asunto excediere de 150.000 euros.
− Cuando la resolución del recurso presente interés casacional. Se considera que un recurso
presenta interés casacional por la concurrencia de estas características:
− oponerse a la doctrina del TS
− resolver cuestiones sobre las que exista jurisprudencia contradictoria de las
Audiencias Provinciales
− aplicar normas que por su novedad, carezcan de doctrina jurisprudencial
interpretativa del TS.

Motivos:
El recurso de casación sólo puede interponerse y fundarse en un motivo determinado por el
legislador, que suponga además, un error trascendente cuya apreciación lleve aparejada la
modificación del fallo. El motivo no es otro que la infracción de normas aplicables para resolver
las cuestiones objeto del proceso.
− no se aplica
− se da una violación de la norma
− interpretación contraria

Downloaded by Vega Gonzalez (c2274458@yahoo.es)


lOMoARcPSD|3936704

IV. El procedimiento de los recursos extraordinarios

Competencia:
Conocerá del recurso de casación y del recurso extraordinario por infracción procesal es la Sala de
lo Civil del Tribunal Supremo. Asimismo, conocerán de ambos recursos las Salas de lo Civil y
Penal de los Tribunales Superiores de Justicia, cuando la impugnación se fundamente en la
infracción de derecho civil foral o especial, propio de la Comunidad Autónoma.

Tramitación ante la Audiencia:


El procedimiento en el recurso de casación se divide en dos fases:
− la primera: se sustancia ante la Audiencia que dictó la resolución recurrida, ante la cual es
preciso preparar el recurso extraordinario e interponerlo
− la segunda: ante el tribunal de casación una vez remitidos los autos. El órgano de la
casación deberá decidir sobre la admisión, conocerá de la oposición que se pueda formular
al recurso y, previa celebración de vista o sin ella, dictará sentencia resolviendo lo que
proceda.

1. Preparación. Recurso de queja


− se prepara presentando un escrito ante la Audiencia en plazo de 5 días
− en el escrito de preparación del:
− recurso de infracción procesal: se exige que siendo la resolución recurrible, se alegue
motivo de infracción procesal y se hubiera denunciado la falta.
− Recurso de casación: si se pretende recurrir para obtener la tutela de DDFF, se
limitará a exponer sucintamente la vulneración del DDFF que se considere cometida.
Cuando pretenda recurrir en un proceso de cuantía superior a 150.000 euros deberá
indicar únicamente la infracción legal que se considera cometida. Si se pretende
recurrir aduciendo interés casacional, deberá expresar, además de la infracción legal
que se considere cometida, las sentencias que pongan de manifiesto la doctrina
jurisprudencial o jurisprudencia contradictoria en que se funde el interés casacional
que se alegue.
− Si el escrito cumple los requisitos exigidos y la resolución es recurrible en casación, la
Audiencia dictará providencia teniéndolo por preparado, contra la que no cabe recurso,
aunque la parte contraria podrá oponerse a la admisión al comparecer ante el tribunal de
casación.
− Si el escrito no cumple los requisitos aludidos o la resolución no es recurrible en casación,
se dictará auto rechazando el recurso, contra la que solo cabe interponer recurso de queja.

2. Interposición:
− se interpondrá recurso de casación presentando un escrito ante el órgano a quo, en plazo de
los 20 días siguientes a aquel en que se tuviere por preparado el recurso.
− Pasado el plazo sin hacerlo, se declarará desierto el recurso y se impondrán costas al
recurrente.
− En el escrito se expondrán, sus fundamentos, razonando debidamente la pertinencia de los
motivos que se articulen, argumentando sobre las vulneraciones cometidas, motivo/s en que
se basa y las razones jurídicas por las que debe de ser estimado, aduciendo las normas
legales que se hubieran podido infringir, y acompañando certificación de la sentencia
impugnada.
− Presentado el escrito, la Audiencia remitirá los autos originales a la Sala de lo Civil del TS
dentro del plazo de los 5 días siguientes, con emplazamiento de las partes por 30 días.

Tramitación ante el Tribunal de Casación:

Downloaded by Vega Gonzalez (c2274458@yahoo.es)


lOMoARcPSD|3936704

1. Admisión:
− Recibidos los autos en el tribunal de la casación, se pasarán las actuaciones al ponente para
que se instruya y someta a la deliberación de la Sala lo que haya de resolverse sobre la
admisión o inadmisión de los recursos extraordinarios que se hubieran interpuesto.
− Cuando se interpusieran contra una misma sentencia ambos recursos extraordinarios, que se
tramitan conjuntamente, la Sala deberá examinar primero si la resolución recurrida es
susceptible de casación y si no lo fuera, inadmitirá ambos recursos.
− Si la sala considera que puede concurrir una causa de inadmisión antes de resolver la pondrá
de manifiesto a las partes, para que en plazo de 10 días, formulen alegaciones.
− Si la sala entendiere que concurre alguna causa de inadmisión, dictará auto declarándolo así,
y la firmeza de la resolución recurrida. Si la causa de inadmisión no afectara más que a
alguna de las infracciones alegadas, resolverá también mediante auto la admisión del recurso
respecto de alguna de las infracciones alegadas, resolverá también mediante auto la
admisión del recurso respecto de las demás que el recurrente hubiera denunciado.
− Procederá la inadmisión del recurso por infracción procesal:
− cuando a pesar de haber tenido por preparado el recurso, se aprecie por el tribunal de
casación que contra la misma sentencia se había estimado anteriormente otro recurso
por infracción procesal fundado en las mismas causas, o cuando no se fundamenta en
los motivos legalmente establecidos o no se ha denunciado la infracción en el
momento procesal oportuno. También se inadmitirá cuando careciere
manifiestamente de fundamento.
− Procederá la inadmisión del recurso de casación:
− Cuando a pesar de haberse tenido por preparado el recurso, éste fuere improcedente,
por no ser recurrible la sentencia o por cualquier defecto de forma no subsanable en
que hubiese incurrido en la preparación.
− Si el escrito de interposición del recurso no cumpliese los requisitos establecidos
para los distintos casos en la LEC
− Si el asunto no alcanzase la cuantía requerida, o no existiere interés casacional por
inexistencia de oposición a doctrina jurisprudencial, por falta de jurisprudencia
contradictoria o si la norma que se pretende infringida llevase vigente más de 5 años
o, a juicio de la Sala, existiese doctrina jurisprudencial del TS sobre dicha norma o
sobre otra anterior de contenido igual o similar.

2. Oposición:
− Admitido el recurso se dará traslado del escrito de interposición a la parte/s recurridas para
que formalicen por escrito su oposición en plazo de 20 días.
− En ese escrito se podrán impugnar los fundamentos del recurso, postulando su
desestimación, así como alegar causas de inadmisibilidad que se consideren existentes y no
se hayan eliminado antes.
− Transcurrido el plazo, presentados o no los escritos de oposición, se señalará, dentro de los
30 días siguientes, día y hora para la vista, o en su caso, para la votación y fallo.
− El recurso podrá decidirse con o sin vista. Habrá lugar a la celebración de vista cuando lo
pidan todas las partes en sus respectivos escritos de interposición y de impugnación o
cuando la Sala lo estime conveniente para la mejor impartición de justicia.
− En la vista informará en primer lugar el abogado del recurrente y después el del recurrido; si
fuesen varios los recurrentes se estará al orden de interposición de los recursos y, siendo
varios los recurridos, al orden de comparecencias.

3. Sentencia y efectos:
− La decisión del recurso de casación se realiza mediante sentencia, que habrá de dictarse

Downloaded by Vega Gonzalez (c2274458@yahoo.es)


lOMoARcPSD|3936704

dentro de los 20 días contados desde el día siguiente a la conclusión de la vista, o de no


celebrarse, al día señalado para la votación y fallo.
− Si se hubieran admitido contra la misma sentencia un recurso por infracción procesal y un
recurso de casación, el tribunal deberá resolver previamente el primero, y sólo cuando éste
se desestime, se examinará y resolverá el de casación.
− De estimarse el recurso o los recursos extraordinarios por todos o algunos de los motivos, la
Sala de casación deberá decidir con los siguientes efectos:
− r. por infracción procesal fundado en infracción de las normas sobre jurisdicción o
competencia objetiva o funcional: se examinará y decidirá sobre este motivo
primero. Si se estimare el recurso, la Sala casará la resolución impugnada, quedando
a salvo el derecho de las partes a ejercitar las pretensiones ante quien corresponde
− r. por infracción procesal interpuesto contra sentencia que hubiera confirmado o
declarado falta de jurisdicción o competencia y la Sala lo estimare: tras casar la
sentencia, ordenará el tribunal de que se trate que inicie o prosiga el conocimiento
del asunto, salvo que la falta de jurisdicción se hubiera estimado erróneamente una
vez contestada la demanda y practicadas las pruebas, en cuyo caso se ordenará al
tribunal de que se trate que resuelva sobre el fondo del asunto
− En los demás casos, de estimarse el recurso por infracción procesal por todas o
alguna de las infracciones o vulneraciones alegadas, la Sala anulará la resolución
recurrida y ordenará que se repongan las actuaciones al estado y momento en que se
hubiere incurrido en la infracción o vulneración.
− Cuando el recurso de casación se interpusiere en materia de protección de derechos
fundamentales, o cuando la cuantía del asunto supere los 150.000 euros, la sentencia
de casación casará en todo o en parte la sentencia recurrida, haciendo los debidos
pronunciamientos de fondo.
− Si el recurso de casación se interpusiera en razón de presentar interés casacional y la
sentencia considerara fundado el recurso, casará la resolución impugnada y resolverá
sobre el caso, declarando lo que corresponda según los términos en que se hubiere
producido la oposición a la doctrina jurisprudencial o la contradicción o divergencia
de jurisprudencia, sin que los pronunciamientos de la sentencia de casación afecten a
las situaciones jurídicas creadas por las sentencias, distintas de la impugnada, que se
hubieren invocado.

Si no estima procedente ningún motivo, la sentencia desestimará el recurso y se devolverán las


actuaciones a la Audiencia.

El recurso de casación ante los tribunales superiores de justicia:


La Ley Orgánica del Poder Judicial, al determinar la competencia de los Tribunales Superiores de
Justicia en materia casacional, partió de una premisa correcta: cuando el recurso se fundamente en
infracción de normas “forales” conocerá la Sala de lo Civil del Tribunal Superior de Justicia.

De ahí que si el recurrente fundamenta su recurso sólo en infracción de normas de Derecho común,
deberá conocer el Tribunal Supremo; si lo hace exclusivamente en normas de Derecho Civil, Foral o
Especial, propio de la CCAA, se atribuye el conocimiento al Tribunal Superior de Justicia.

Como bien puede comprenderse, la dificultad surge cuando el recurso de casación se fundamente
en la infracción tanto de normas de Derecho civil común como de Derecho Civil, Foral o Especial.

En primer lugar, la resolución recurrida ha de proceder de órganos jurisdiccionales del orden civil
con sede en la CCAA cuyo derecho foral o especial se dice infringido. Ello excluye los supuestos en
que un órgano judicial aplique el derecho propio de una CCAA distinta de aquella en la que esté
ubicado. En estos casos, el eventual recurso de casación vendría residenciado en el Tribunal

Downloaded by Vega Gonzalez (c2274458@yahoo.es)


lOMoARcPSD|3936704

Supremo, lo cual puede dar lugar a criterios jurisprudenciales dispares o contradictorios sobre unas
mismas normas de Derecho civil, foral o especial.

En segundo término, el Estatuto de Autonomía correspondiente debe haber previsto expresamente


esta atribución. En caso contrario será al Tribunal Supremo a quien corresponda la competencia
para conocer de estas materias.

Finalmente, el recurso de casación ha de tener su fundamento en la infracción de normas de


Derecho Civil, foral o especial, propio de la Comunidad Autónoma, o en la infracción de estas
normas conjuntamente con otras de Derecho Civil común, pero sin invocar la infracción de un
precepto constitucional.

No presenta particularidades la tramitación de los recursos de casación que han de resolver los
Tribunales Superiores de Justicia, salvo en lo que hace al planteamiento de ambos recursos por un
mismo litigante, en cuyo caso se ordena, mediante providencia, tener por no presentado el que se
hubiera preparado ante el Tribunal Supremo, sustanciándose ante el Tribunal Superior de Justicia.

V. Recurso en interés de la Ley

Es el que cabría para garantizar la unidad de la doctrina jurisprudencial ante supuestos en los cuales
exista doctrina jurisprudencial discrepante respecto de una misma norma, por diferentes tribunales
de justicia.

La legitimación para interponerlo se confiere al Ministerio Fiscal, al Defensor del Pueblo y a las
personas jurídicas de Derecho público que, tuvieran interés legítimo.

Estos recursos pueden interponerse directamente ante la Sala de lo Civil del TS sin necesidad de
preparación, en el plazo de 1 año desde que se dictó la sentencia más moderna, acompañando copia
certificada o testimonio de las resoluciones que pongan de manifiesto la discrepancia que se alegue,
así como certificación expedida por el TC acreditando que transcurrido el plazo para recurrir en
amparo, no se ha interpuesto dicho recurso contra ninguna de las sentencias alegadas.

De este escrito de interposición se da traslado por el secretario judicial a las partes en los procesos
en los que hubieran recaído las sentencias objeto de recurso, para que, en plazo de 20 días, puedan
formular alegaciones expresando los criterios jurídicos que consideren convenientes.

La sentencia que se dicté respetará las situaciones jurídicas particulares derivadas de las sentencias
alegadas y, cuando fuere estimatoria, fijará en el fallo la doctrina jurisprudencial. Se publicará BOE.

Downloaded by Vega Gonzalez (c2274458@yahoo.es)


lOMoARcPSD|3936704

TEMA 16. LA REVISIÓN Y LA AUDIENCIA AL REBELDE.

1. LA REVISIÓN CIVIL.

a) Concepto y fundamento.

La revisión civil es una acción autónoma de impugnación, esto es, no es un


recurso. La LEC del 2000 dejó de llamar tanto a esta figura como a la que veremos
después (audiencia al rebelde) recursos. La revisión rebelde procede contra sentencias
firmes, que han puesto fin al proceso y frente a las que no cabe ni recurso ordinario ni
extraordinario (art. 245 LOPJ). Sólo cuando el proceso se ha cerrado definitivamente,
sin posibilidad de recursos de ningún tipo, cabe promover la revisión de una sentencia.
Por tanto, la revisión es una acción que pretende la nulidad de la sentencia. Es una
acción que pretende ir contra la santidad de la cosa juzgada, que posee una sentencia
que ha ganado firmeza.

A la revisión se accede por existir hechos ajenos al proceso y ocurridos fuera de


él que provocan la lesión o el gravamen, porque aparezca que el material del pleito fue
incompleto o indebidamente aportado. La revisión supone una quiebra de la autoridad
de cosa juzgada reconocida a la sentencia, puesto que en el campo de tensión entre los
bienes jurídicos de la seguridad jurídica y certidumbre de las resoluciones judiciales y
de su justicia, el legislador ha considerado más beneficioso que la sentencia firme y
pasada en autoridad de cosa juzgada pueda rescindirse en cuatro supuesto y se abra de
nuevo el proceso, que mantener a ultranza una sentencia fundada en presupuestos
antijurídicos. La revisión, en puridad, se concede por haberse ganado injustamente, de
forma no ajustada a Derecho.

b) Motivos.

Son cuatro supuestos taxativamente enumerados en la LEC (art. 510) y


restrictivamente interpretados por la jurisprudencia. La LEC dice que habrá lugar a la
revisión de una sentencia firme:

1. Si después de pronunciada, se recobran u obtienen documentos decisivos, de los que


no se hubiese podido disponer por fuerza mayor o por obra de la parte en cuyo favor
se hubiese dictado. Estos documentos son decisivos, lo que significa que pueden
determinar otro contenido de la resolución judicial, de manera que cuando se
recobre o se obtengan y puedan incidir en el sentido de la resolución judicial
(estimatorio-desestimatorio), se posibilita la revisión.

2. Si la sentencia ha recaído en virtud de documentos que al tiempo de dictarse


ignoraba una de las partes haber sido declarados falsos en un proceso penal, o cuya
falsedad declarare después penalmente. Se precisa que el documento declarado falso
sea determinante en el sentido de la resolución judicial y que al tiempo, de dictarse
la sentencia, la parte ignoraba que el documento había sido declarado falso en un
proceso penal previo, o que esa falsedad sea declarada después.

Downloaded by Vega Gonzalez (c2274458@yahoo.es)


lOMoARcPSD|3936704

3. Si la sentencia ha recaído en virtud de prueba testifical o pericial, y los testigos o los


peritos hubieren sido condenados por falso testimonio dado en las declaraciones que
sirvieron de fundamento a la sentencia. Se requiere que haya una sentencia penal
que imponga una condena por falso testimonio por las declaraciones vertidas en ese
juicio, las cuales deben ser determinantes del contenido de la resolución judicial.

4. Si la sentencia se ha ganado injustamente en virtud de cohecho, violencia o


maquinación fraudulenta. Las maquinaciones no tienen por qué ser un ilícito penal,
pero ocultan determinados datos y hechos, por lo que se puede instar la nulidad de la
resolución injustamente obtenida.

c) Resoluciones recurribles, competencia y partes.

En cuanto a las resoluciones recurribles, cabe decir que puede pedirse la


revisión de sentencias firmes, con independencia del procedimiento en que recayeron,
del tipo o grado del tribunal en que adquirió firmeza y de haberse o no agotado los
recursos admitidos contra la sentencia.

En cuanto a la competencia, cabe decir que aun cuando no existiera


inconveniente alguno en atribuir el conocimiento de la revisión al mismo tribunal ante
el que la sentencia quedó firme, tradicionalmente se ha venido haciendo competente la
Sala de lo Civil del Tribunal Supremo. Sin embargo, la articulación del estado de las
autonomías desembocó en atribuir a los Tribunales Superiores de Justicia competencia
para conocer de la revisión únicamente en materia foral.

En cuanto a las partes, está legitimado como parte activa el litigante o su


causahabiente, que hubiera sido lesionado con la causa de revisión, cualquiera que fuese
su posición procesal en el anterior proceso. La jurisprudencia ha extendido la
legitimación a los interesados en el resultado del litigio, que no fueron parte de él.

La demanda de revisión deberá dirigirse contra todos los demás litigantes, que
habrán de ser emplazados por el secretario ante el órgano de la revisión. Interviene
también el Ministerio Fiscal, pero no como parte, sino como dictaminador, informando
antes de dictar la sentencia accediendo o no a la revisión postulada.

d) Procedimiento.

Para que la revisión pueda prosperar ha de instarse con sujeción a dos plazos. El
primero, de caducidad según la propia LEC, es de cinco años, a contar desde la
publicación de la sentencia que la motiva. Pasado este plazo, la revisión se rechazará de
plano.

El segundo plazo es de tres meses, contados desde el día en que se descubrieron


los documentos decisivos, el cohecho, la violencia o el fraude, o desde el día de

Downloaded by Vega Gonzalez (c2274458@yahoo.es)


lOMoARcPSD|3936704

reconocimiento o declaración de falsedad dentro del cual ha de presentarse la demanda


de revisión.

Con la demanda, que se redactará en la forma ordinaria, debe acompañarse el


documento justificativo de haberse depositado 300€ en el establecimiento destinado al
efecto, sin lo cual será rechazada de plano salvo que el defecto se subsanara.

La Sala de lo Civil del Tribunal Supremo o del TSJ solicitará que se le remitan
todas las actuaciones del pleito cuya sentencia se impugne, y mandará emplazar a
cuantos en él hubiesen litigado o a sus causahabientes, para que dentro del plazo de
veinte días contesten a la demanda, sosteniendo lo que convenga a su derecho.
Contestada la demanda de revisión o transcurrido el plazo anterior sin haberlo hecho, se
dará a las actuaciones la tramitación establecida para los juicios verbales, con audiencia
del Ministerio Fiscal.

El proceso de revisión se interrumpe por prejudicialidad penal de acuerdo con


las normas generales si, en cualquiera de sus trámites, se suscitasen cuestiones cuya
decisión, de terminante de la procedencia de la recisión, competa a los tribunales del
orden penal, hasta que el proceso de esta naturaleza finalice.

En cuanto a los efectos de la revisión, hay que comenzar señalando que la mera
presentación de la demanda no suspende, por regla general, la ejecución forzosa de la
sentencia que pretende revisarse, si bien en algunos casos se podría suspender.

La sentencia que recaiga en el juicio rescindiente, contra la cual no cabe recurso


alguno, puede desestimar la revisión, lo que llevará aparejado la pérdida del depósito y
la imposición de las costas al actor.

Si la sentencia estima la demanda, por concurrir el motivo de revisión alegado,


lo declarará así y rescindirá la sentencia impugnada. Entonces se devuelve el depósito y
se manda expedir certificación del fallo, devolviendo los autos al tribunal de donde
procedían, para que las partes puedan usar de su derecho en el juicio correspondiente.
La actividad revisora es, pues, meramente negativa, absteniéndose el órgano de revisión
de pronunciarse sobre el fondo, de modo que las partes han de hacer uso de su derecho
como corresponda. En el juicio revisorio, el juzgador viene vinculado por las
declaraciones del tribunal de la revisión en la sentencia rescindente, que habrán de
tomarse como base para este segundo enjuiciamiento y no podrán ser discutidas.

2. LA AUDIENCIA AL REBELDE.

Concepto y requisitos.

La declaración de rebeldía del demandado y la sustanciación del procedimiento


en su ausencia tiene lugar por el solo hecho de su incomparecencia durante el tiempo
del emplazamiento o en el término señalado por la citación judicial, sin que se le
notifique ninguna resolución salgo la que ponga fin al proceso.

Downloaded by Vega Gonzalez (c2274458@yahoo.es)


lOMoARcPSD|3936704

La audiencia al rebelde es una acción impugnativa autónoma (no un recurso)


para obtener la rescisión de una sentencia firme. Sin embargo, parte de presupuestos y
motivaciones diferentes de las que fundan la revisión.

Se estructura a través de un doble enjuiciamiento: un juicio rescindente en el


que, concediéndosele la audiencia contra la sentencia firme, se rescinde ésta, y un juicio
rescisorio donde se da al declarado en rebeldía oportunidad de contradecir, articulando
los medios de defensa que le asistan. La sentencia frente a la que se pide audiencia debe
ser contraria al litigante declarado en rebeldía.

La audiencia al rebelde sólo se da en aquellos casos en que el litigante ha


permanecido constantemente en rebeldía de forma involuntaria. No puede prestarse
audiencia contra las sentencias firmes que, por disposición legal, carezcan de efectos de
cosa juzgada. Los demandados que hayan permanecido constantemente en rebeldía
pueden pretender, del tribunal que la hubiere dictado, la rescisión de la sentencia firme:

1. En caso de fuerza mayor ininterrumpida, que impidió al rebelde comparecer en todo


momento, aunque haya tenido conocimiento del pleito por haber sido citado o
emplazado en forma.

2. En caso de desconocimiento de la demanda y del pleito, cuando la citación o


emplazamiento se hubieren practicado por cédula pero ésta no hubiese llegado a
poder del demandado rebelde por causa que no le sea imputable.

3. En caso de desconocimiento de la demanda y del pleito, cuando el demandado


rebelde haya sido citado o emplazado por edictos y haya estado ausente del lugar en
que se haya seguido el proceso y de cualquier otro lugar del Estado o de la
Comunidad Autónoma, en cuyos Boletines Oficiales se hubiesen publicado
aquéllos.

Hay dos plazos para instar la rescisión. En primer término, el demandado puede
interponer los recursos que procedan contra la sentencia firme, dentro de los plazos
legalmente establecidos, que empezarán a contar desde que la sentencia se haya
notificado. Sin embargo, puede también el rebelde, si le asiste una causa de rescisión y
audiencia, plantear la nueva audiencia en el plazo de veinte días si la sentencia se le
notificó personalmente, o de cuatro meses si la notificación se hizo por edictos; estos
plazos pueden prolongarse en caso de que persista la fuerza mayor, pero con el límite
máximo absoluto de dieciséis meses desde la notificación de la sentencia.

Procedimiento.

a) Solicitud de audiencia. Juicio rescindente: la demanda de rescisión de sentencias


firmes se sustancia ante el tribunal donde han ganado firmeza, por los trámites de
juicio ordinario. Como regla general, la demanda no suspende la ejecución forzosa
de la sentencia dictada en rebeldía, aunque en algún caso se pueda suspender.

Downloaded by Vega Gonzalez (c2274458@yahoo.es)


lOMoARcPSD|3936704

Celebrado el juicio, el tribunal dicta sentencia, que no es susceptible de recurso


alguno, en la que acuerda la suspensión de la ejecución si no la hubiese decretado
con anterioridad. Las costas se imponen al rebelde cuando se declare no haber lugar
a la rescisión, y no se imponen a ninguno de los litigantes si la sentencia fuese
estimatoria de la pretensión, salvo que el tribunal aprecie temeridad en alguna de las
partes.

b) Juicio rescisorio: audiencia: si la sentencia fuese es estimatoria de la solicitud de


audiencia, se remite certificación de la misma al Juzgado de la primera instancia, si
no fuera él mismo quien hubiera decidido la rescisión, con lo que finaliza el juicio
rescindente.

En el tribunal de la primera instancia se entregarán los autos por diez días al


demandado para que pueda exponer y pedir lo que a su derecho convenga, en la
forma prevenida para la contestación a la demanda. De este escrito se conferirá
traslado por otros diez días a la parte contraria, entregándole las copias de los
escritos y documentos, y, en adelante, se sustanciará el procedimiento por los
trámites del juicio declarativo que corresponda, hasta dictar la sentencia que
proceda, contra la que podrán interponerse los recursos ordinarios y extraordinarios
previstos en la LEC.

Si el demandado no formula alegaciones y peticiones en el trámite y plazo


concedidos, se entenderá que renuncia a ser oído y se dictará nueva sentencia en los
mismos términos que la rescindida, contra la que no cabrá recurso alguno.

Downloaded by Vega Gonzalez (c2274458@yahoo.es)


lOMoARcPSD|3936704

LECCIÓN 17

1- EJECUCIÓN FORZOSA

CONCEPTO

Como ha reconocido el TC, la ejecución de las sentencias se integra en el derecho


fundamental a la tutela judicial efectiva, como necesario contenido del mismo.

El art. 117.3 de la CE dispone que el ejercicio de la potestad jurisdiccional en todo tipo


de procesos, juzgando y haciendo ejecutar lo juzgado, corresponde exclusivamente a los
Juzgados y Tribunales determinados por las leyes, según las normas de competencia y
procedimiento que las mismas establezcan.

Sin embargo, es necesario precisar la expresión constitucional. Por una parte, no


siempre se ejecuta lo juzgado. Así ocurre con la ejecución de títulos extrajudiciales,
formados por las partes y que pueden desembocar directamente en la ejecución
procesal. Por otra parte, no siempre se ejecuta lo juzgado por un órgano jurisdiccional,
como sucede con la ejecución de los laudos arbitrales.

Finalmente, no todas las resoluciones judiciales son ejecutables. En primer lugar, no


pueden ser objeto de ejecución las sentencias desestimatorias de la demanda, o
absolutorias del demandado, porque no reconocen derechos a favor de ninguno de los
litigantes ni delimitan situaciones jurídicas. En segundo lugar, tampoco son ejecutables
las sentencias estimatorias que acojan pretensiones merodeclarativas o constitutivas.

LA EFECTIVIDAD DE LA TUTELA JUDICIAL EFECTIVA EN LA EJECUCIÓN

La eficacia de la ejecución forzosa en el proceso civil debe analizarse desde una doble
perspectiva: de un lado, en las deficiencias funcionales de la Administración de Justicia
española y, de otro, en las posibles carencias en el plano normativo.

Desde el primer punto de vista, la ejecución de las sentencias ha sido un cometido que
en nuestros Juzgados ha sufrido por desgracia un generalizado abandono en la dirección
del juez, encargado hasta el presente de esas funciones, que en la práctica se
encomiendan en su mayor medida al personal auxiliar de los órganos judiciales.
Precisamente tomando en consideración esta realidad, y en aras de potenciar las
funciones de los secretarios judiciales quienes, con preparación más que suficiente,
pueden desempeñar un papel capital en esta actividad de los tribunales, la LO 19/2003,
de modificación de la LOPJ, atribuye a estos funcionarios competencias en la ejecución,
salvo las que exceptúen las leyes por estar reservadas a jueces y magistrados, cuando así
lo prevean las leyes procesales (art. 456.3 LOPJ).

Desde la segunda perspectiva, la de los instrumentos normativos para lograr el


cumplimiento de los títulos de ejecución, es lo cierto que el derecho a la tutela judicial
efectiva del litigante vencedor en el proceso solo resulta satisfecha cuando obtiene
aquello que se le concedió en la sentencia (o en el título extrajudicial), bien mediante
cumplimiento voluntario del obligado, bien acudiendo a la intervención judicial. Por tal
motivo, el ordenamiento jurídico previene que al sentencias se ejecuten en sus propios

Downloaded by Vega Gonzalez (c2274458@yahoo.es)


lOMoARcPSD|3936704

términos, salvo cuando la ejecución resultare imposible, en cuyo caso el órgano


jurisdiccional adoptará las medidas necesarias que aseguren la mayor efectividad de la
ejecutoria, y fijará la indemnización que sea procedente en la parte en que aquélla no
pueda ser objeto de cumplimiento pleno (art. 18.2 LOPJ).

NATURALEZA Y PRINCIPIOS

a) La ejecución forzosa es actividad jurisdiccional, atribuida a los Juzgados y


Tribunales determinados por las leyes de modo exclusivo (art. 117.3 CE); es
decir, a los órganos judiciales y no exactamente a las personas titulares de la
potestad jurisdiccional, los jueces y magistrados.

b) Los actos del órgano judicial de la ejecución constituyen una actividad


sustitutiva de la conducta del destinatario de la condena. El mandato de la
sentencia va dirigido inmediatamente al condenado, que resulta de este modo el
llamado a darle cumplimiento en los términos de la ejecutoria.

c) En segundo término, la ejecución forzosa es una actividad procesal que en todo


caso tiene lugar a instancia de parte. Se trata aquí del derecho a obtener la tutela
judicial efectiva (art. 24. 1 CE). Así pues, la actividad procesal de ejecución no
puede comenzar de oficio en ningún caso (el art. 549.1 LEC dispone que solo se
despachará ejecución a petición de parte).

d) Dado el carácter bilateral de la acción, también en la ejecución forzosa, rige el


principio de dualidad de posiciones. La ejecución se insta frente al deudor.

TIPOS DE EJECUCIÓN

La ejecución forzosa permite y exige actuaciones procesales dispares, teniendo en


cuenta el tipo de prestación que, según el título, ha de satisfacerse al acreedor. Esto da
lugar a diferentes modalidades de ejecución y, por consiguiente, a normas de
procedimiento particulares, determinantes del cauce por donde ha de discurrir la
actividad ejecutiva.

- Ejecuciones dinerarias y específicas: por ejecución específica se entiende


aquella modalidad de ejecución que persigue la obtención por el acreedor
precisamente de aquello que ordenó la sentencia, y en la forma establecida en
ella. Se suele utilizar esta dominación para referirse a la ejecución de condenas
de hacer, de no hacer y a entregar cosas determinadas (arts. 699 y ss. LEC).

Se entiende por ejecución genérica la que se refiere al cumplimiento de una


prestación que consista en el pago de una cantidad de dinero, bien se trate de
cantidad líquida, bien sea precisa su previa liquidación.

De todos modos, debe considerarse como una ejecución especial dineraria la que
tiene como fin realizar una garantía real que grava un determinado bien para
hacer pago al acreedor con la realización forzosa de la hipoteca o prenda. En

Downloaded by Vega Gonzalez (c2274458@yahoo.es)


lOMoARcPSD|3936704

estas ejecuciones se pasa directamente a las actuaciones ejecutivas sobre el bien


de que se trate previo requerimiento de pago.

- La denominada ejecución impropia: con esta denominación se suelen designar


una serie de actividades que derivan fundamentalmente de sentencias
constitutivas. Al crear, modificar o extinguir estas resoluciones judiciales un
estado o situación jurídica, suelen precisar en buen número de ocasiones la
constancia o publicidad del cambio producido, lo que no representa más que un
complemento de la sentencia, que por su firmeza satisface la pretensión de
forma plena (arts. 521.2 y 522 LEC).

ÓRGANOS DE LA EJECUCIÓN

El órgano ejecutor será un tribunal de justicia, particularmente el juez, como titular del
órgano, y el secretario judicial, a quien se le encomendarán funciones y cometidos
específicos de importancia. Esto no quita para que otros funcionarios o profesionales
puedan intervenir también en la actividad ejecutiva, cooperando al buen fin de la
misma.

A) Tribunal competente: la competencia para la ejecución de las resoluciones


judiciales y de transacciones y acuerdos judicialmente homologados o aprobados
viene determinada por el criterio funcional, al haberse sustanciado un anterior
proceso, del que la actividad de ejecución es trasunto, atribuyéndose al órgano
jurisdiccional que hubiera conocido en primera instancia (art. 545.1 LEC). Al
determinarse la competencia de esta forma, queda absoluta y perfectamente
precisado el tribunal que ha de realizar la actividad de ejecución, sin necesidad
de acudir a ningún otro criterio, ni siquiera a las normas de reparto de asuntos.

B) El juez, el secretario y otros auxiliares y colaboradores:

- Dada la jurisdiccionalidad de la actividad ejecutiva, el protagonismo en la


ejecución forzosa lo ostenta el juez de la ejecución que, como órgano del estado,
ha de dirigir todo el procedimiento.

- El secretario judicial ostenta el poder de documentación y dación de fe pública.

- Finalmente, entre el personal auxiliar de los órganos jurisdiccionales, adquiere


singular importancia en las actividades de ejecución forzosa los miembros del
Cuerpo de Gestión Procesal y Administrativa, que documentan embargos,
lanzamientos y otros actos cuya naturaleza lo requiera, salvo que intervenga el
secretario judicial, y los funcionarios del cuerpo de Auxilio Judicial, que
proceden a la ejecución de embargos, lanzamientos y demás actos cuya
naturaleza lo requiera, con el carácter y representación que le atribuyan las leyes
procesales y como agentes de la autoridad (arts. 476 y 478 LOPJ).

- Junto al personal de los órganos judiciales, según se indicó, puede ser precisa en
muchos casos la intervención de otros órganos públicos, funcionarios o
profesionales, que actúan como elementos cooperadores en la actividad

Downloaded by Vega Gonzalez (c2274458@yahoo.es)


lOMoARcPSD|3936704

ejecutiva, con cometidos muy heterogéneos. Ejemplos de ello son la policía, los
registradores de la propiedad o los peritos.

LAS PARTES EN LA EJECUCIÓN

A) Concepto. Partes principales, interesados y terceros.

Al concebirse la ejecución como un proceso independiente de cualquier otra


actuación procesal o extrajudicial, en la medida en que principia con un escrito de
demanda en donde quien la presenta insta del juez el despacho de ejecución frente a
otro sujeto, son partes en la ejecución quienes figuren como tales en la demanda (art.
538.1 LEC), y quienes están facultados para intervenir durante todas las diligencias
en que se concreten las actividades ejecutivas.

Además de las partes principales de la ejecución, pueden intervenir en el


procedimiento personas interesadas en el mismo, como aquellos frente a los que no
se despacha ejecución pero ésta se extiende a bienes de su propiedad, a quienes
faculta la LEC para utilizar los mismos medios de defensa que tiene el ejecutado
(art. 538.3 LEC).

Por otra parte, en el procedimiento de ejecución, cuando se procede a la subasta de


los bienes del deudor, intervienen personas ajenas a la relación obligacional, que no
tiene otro interés que el de adquirir los bienes embargados.

Finalmente, pueden intervenir en el procedimiento terceros, es decir, personas


ajenas a él, siempre que algún acto de ejecución afecte sus derechos, bien porque se
hubierna trabado bienes de su propiedad, a fin de realizarlos, bien porque pretendan
ser reintegrados de su crédito contra el ejecutado con preferencia al ejecutante.

B) Legitimación.

Habida cuenta de que al finalidad de la ejecución es la realización coactiva de una


prestación documentada en un título, puede decirse en principio que son partes
legítimas en estos procesos quienes como tales aparezcan en dicho título (art.
538.2): por un lado, quien aparezca como acreedor (ejecutante) y, por otro lado,
quien aparezca como deudor (ejecutado).

Lo hasta aquí expuesto necesita, sin embargo, ser precisado, ya que no siempre
resultan ser ejecutante y ejecutado ni ostentan esta posición las personas que así
figuren en el título, sino que pueden entrar otros sujetos, en cualquiera de las dos
posiciones, pudiéndose hablar entonces de una legitimación extraordinaria.

Por otra parte, a pesar de que en términos generales sea el acreedor quien inste la
ejecución, nada obsta para que ésta sea pedida por el ejecutado, si tiene interés
jurídico en el cumplimiento.

C) Postulación.

Downloaded by Vega Gonzalez (c2274458@yahoo.es)


lOMoARcPSD|3936704

El sistema de postulación procesal en el proceso de ejecución viene regulado en el art.


539 de la LEC y sigue un régimen similar al previsto para el proceso de declaración,
de modo que la regla general será que en todos los casos tanto el ejecutante como el
ejecutado deberán estar dirigidos por letrado y representados por procurador.

EL TÍTULO DE EJECUCIÓN

El presupuesto básico para iniciar las actividades de ejecución forzosa es la existencia


de un documento donde resulte determinada una obligación o un deber, cuyo
cumplimiento puede exigirse de una persona a favor de otra. Entre las diferentes clases
de títulos existentes observamos los siguientes:

A) Títulos jurisdiccionales. Es preciso diferenciar los siguientes títulos:

- Sentencias firmes de condena (art. 517.2.1º LEC), puesto que las meramente
declarativas y las constitutivas no son ejecutables.

- Sentencias provisionalmente ejecutables; es decir, sentencias de condena que


aún no han adquirido firmeza, por haberse preparado o interpuesto contra ellas
algún recurso, permitiendo sin embargo la ley su ejecución (arts. 524 y 525
LEC).

- Otras resoluciones judiciales. Entre ellas, el auto que acoja las pretensiones que
fueron objeto de allanamiento parcial (art. 21.2); las resoluciones aprobando la
tasación de costas (arts. 242.1 y 246.3) o la indemnización al demandado por
incomparecencia del actor en la vista del juicio verbal (art. 442.1).

B) Títulos extrajurisdiccionales. Dentro de esta categoría se engloban tanto los


títulos que se han formado fuera de la presencia judicial, a los que la ley concede
el acceso a la ejecución, como aquellos otros que se han formado en presencia
judicial, pero en supuestos en los que el órgano jurisdiccional no ha ejercido su
potestad juzgadora.

- Laudos arbitrales, ya sean dictados con sujeción a Derecho o en equidad.

- Convenios logrados en conciliación, sea ésta intraprocesal o preprocesal.

- La transacción judicial.

- Títulos de hipoteca y prenda sin desplazamiento de la posesión; se trata de


títulos contractuales, con cláusula de sometimiento a la ejecución, que dan lugar
a procedimientos especiales de ejecución.

2- PROCEDIMIENTO DE EJECUCIÓN

COMIENZO Y FINAL DE LA EJECUCIÓN FORZOSA

Downloaded by Vega Gonzalez (c2274458@yahoo.es)


lOMoARcPSD|3936704

El proceso de ejecución quiere la LEC que se inicie con una demanda, una solicitud en
la que, identificando (o acompañando) el título ejecutorio, se pida del tribunal que
realice las actuaciones necesarias para dar efectividad a lo ordenado en él, satisfaciendo
el derecho del acreedor, que lo es de manera firme e irrevocable.

Ahora bien, para permitir el cumplimiento voluntario de lo ordenado en la resolución


judicial o arbitral, se impide al acreedor iniciar de inmediato este proceso; ha de dejar
transcurrir veinte días desde la notificación del título al ejecutado para presentar la
demanda (art. 548 LEC).

Sin embargo, la LEC ha restringido en el tiempo el derecho de instar y obtener la


intervención judicial para dar efectividad al título, estableciendo la caducidad de la
“acción ejecutiva”, fundada en sentencia, en otra resolución judicial o en un laudo
arbitral, en cinco años tras la firmeza de la resolución (art. 518).

El art. 570 LEC dispone que la ejecución forzosa solo terminará con la plena
satisfacción del acreedor ejecutante, de modo que las actuaciones ejecutivas no
prescriben, dado que el deudor responde del cumplimiento de sus obligaciones con
todos sus bienes presentes y futuros (art. 1.111 Código Civil).

DEMANDA EJECUTIVA Y DESPACHO DE EJECUCIÓN

- La demanda ejecutiva: el escrito de demanda, cuando se trate de ejecutar una


sentencia o resolución dictada por el tribunal competente para conocer de la
ejecución, podrá limitarse a la solicitud de que se despache ejecución,
identificando la resolución de que se trate (art. 549.2 LEC), aunque deberá fijar
la cantidad que reclame y los bienes del ejecutado susceptibles de embargo,
solicitando las medidas de investigación del patrimonio que considere
necesarios.

- El despacho de ejecución: si en la demanda ejecutiva concurren los presupuestos


y requisitos exigidos, el título no adolece de irregularidad alguna y los actos que
se solicitan son acordes con la naturaleza y el contenido del título, el tribunal ha
de despachar la ejecución (art. 551.1 LEC); por tanto, solo puede el tribunal
examinar las tres anteriores circunstancias, sin que le sea dado entrar en ningún
otro aspecto, aunque advirtiera la falta de concordancia entre la cantidad
solicitada y la debida.

La ejecución se despacha por medio de auto, que no es susceptible de recurso


alguno (art. 551.2).

Tras el despacho de la ejecución, sin audiencia del ejecutado, se llevarán a cabo


de inmediato tanto el embargo como las medidas de localización y averiguación
de los bienes del ejecutado (art. 554.1 LEC).

El auto por el que se despache la ejecución, con copia de la demanda, será


notificado al ejecutado, pero sin citarle ni reemplazarle, de modo que pueda

Downloaded by Vega Gonzalez (c2274458@yahoo.es)


lOMoARcPSD|3936704

personarse en cualquier momento, y desde entonces se entenderán con él las


sucesivas actuaciones (art. 553.2 LEC).

- La denegación del despacho de la ejecución: el tribunal ha de realizar un primer


análisis de la demanda y del título ejecutivo para determinar si concurren los
presupuestos y requisitos exigidos legalmente. Si así no fuera, dictará auto
denegando el despacho de la ejecución. Este auto puede recurrirse en reposición,
previo al de apelación, o interponerse contra él directamente recurso de
apelación, que se sustanciará solo con el ejecutante (art. 552.1 y 2).

Firme el auto denegatorio de la ejecución, el acreedor no podrá reiterar su


demanda ejecutiva, y solo podrá hacer valer sus derechos en el proceso
declarativo ordinario, siempre y cuando no impida el uso de esta vía la cosa
juzgada que hubieren producido la sentencia o resolución cuya ejecución se
pretendía (art. 552.3).

LA OPOSICIÓN EN LA EJECUCIÓN

Toda persona que experimente un gravamen como consecuencia de ciertas actuaciones


aparece legitimada para impugnarlas u oponerse a ellas. Así, tanto pueden hacerlo las
partes de la ejecución el ejecutante (cuando el juez deniega el despacho de la ejecución
o alguna actuación concreta), como el ejecutado (cuando hubiere ya cumplido, cuando
careciera de legitimación, o se le hubieran afectado a la ejecución bienes
inembargables), como los terceros (que pretendan la exclusión de determinados bienes
embargados, o que se les haga pago con preferencias al ejecutante).

Para cumplir el mandato contenido en el título de ejecución, el juzgador ha de


acomodarse a las normas procesales que para cada tipo de actividad ejecutiva previene
el ordenamiento jurídico, por lo que, naturalmente, no le es lícito al ejecutor ordenar de
modo caprichoso las actuaciones o conducirse en ellas de forma arbitraria,
contraviniendo las normas procesales de carácter imperativo.

Contra las resoluciones judiciales que ordenen la realización de las actuaciones


determinadas por la Ley para dar cumplimiento al título y supongan infracción de una
norma legal, pueden interponerse por quien se considere gravado con ellas los recursos
establecidos específicamente para este momento procesal en el art. 562 de la LEC.

- Procede recurso de reposición contra todas las resoluciones del tribunal de la


ejecución (arts. 451 y ss.)

- El recurso de apelación solo podrá interponerse en los casos en que


expresamente se prevea.

- Fuera de los recursos ordinarios, la LEC prevé la promoción de un incidente


innominado, sin sujeción a plazo, mediante escrito dirigido al tribunal cuando no
existiera resolución expresa frente a la que recurrir.

- En todo caso, si lo que se denunciara fuera la nulidad de actuaciones habrá de


estarse a lo prevenido a este respecto (art. 562.2 LEC).

Downloaded by Vega Gonzalez (c2274458@yahoo.es)


lOMoARcPSD|3936704

La LEC regula la oposición a la ejecución, es decir, las posibilidades que frente a las
actividades que integran la ejecución se ofrecen para la defensa de los derechos e
intereses de quienes participan directamente, intervienen o se ven afectados por la
ejecución, pues todos ellos podrán utilizar los medios de defensa de la ley (art. 538); es
lo que genéricamente denominamos la oposición en la ejecución.

Sin perjuicio de la oposición de terceros a la ejecución, con sus tradicionales y típicos


instrumentos, las tercerías, llamadas de dominio y de mejor derecho (arts. 595 y 614
LEC), con muy diversa significación y alcance, la LEC regula de manera autónoma y
propia la oposición del ejecutado frente a la ejecución despachada contra él.

La LEC prevé dos tipos de oposición: la que tiene su base en la denuncia de defectos
procesales y la que se fundamenta en motivos de fondo y, dentro de ella, la pluspetición.

La oposición ha de plantearse precisamente en el plazo preclusivo de los diez días


siguientes al de la notificación del auto en que se despache ejecución, se base en
defectos procesales, en motivos de fondo, o en ambas causas.

Presentada la oposición se dará traslado al ejecutante para que pueda formular


alegaciones.

3- EJECUCIÓN PROVISIONAL

CONCEPTO

La llamada ejecución provisional consiste en la ejecución de una sentencia recurrida, de


donde se sigue que la firmeza y la ejecutabilidad son conceptos independientes, pues
cada uno de los cuales actúa en su esfera propia.

La ejecución provisional supone, de un lado y por encima de otras consideraciones, un


reforzamiento de la posición del litigante que ganó la sentencia, a quien se le va a
otorgar una tutela más inmediata. De otro lado, desestimula o reduce sensiblemente los
incentivos para la interposición de recursos por el condenado solo con fines dilatorios,
para retrasar en la medida de lo posible la efectividad del pronunciamiento judicial.

La ejecución provisional solo procede respecto de resoluciones que, de ser firmes,


fueran susceptibles de ejecución forzosa; es decir, únicamente podrán ser ejecutadas
provisionalmente las resoluciones de condena (art. 524 LEC) recurridas, pero no las
absolutorias, ni las de naturaleza meramente declarativa o constitutiva.

RESOLUCIONES EJECUTABLES PROVISIONALMENTE

- La LEC admite como regla general la ejecución provisional de todas las


sentencias recurridas siempre que, naturalmente, se trate de sentencias de
condena.

Downloaded by Vega Gonzalez (c2274458@yahoo.es)


lOMoARcPSD|3936704

- Junto a las sentencias de condena, o de las resoluciones judiciales, son también


provisionalmente ejecutables los laudos arbitrales.

- Sin embargo, no son ejecutables provisionalmente las sentencias extranjeras que


no hayan ganado firmeza, salvo que otra cosa se disponga en los tratados (art.
525.2 LEC).

- Finalmente, no todas las sentencias de condena son ejecutables


provisionalmente, pues la LEC prohíbe radicalmente la ejecución (art. 525.1
LEC) de sentencias dictadas en los procesos sobre paternidad, maternidad,
filiación, nulidad del matrimonio, etc.

PROCEDIMIENTO

a) Competencia y partes → en cuanto a la competencia, la ejecución provisional de


todas las sentencias de condena será despachada y se llevará a efecto por el
tribunal competente para la primera instancia, tanto se trate de una resolución
dictada por él, como recaída en segunda instancia (art. 524.2).

La parte legitimada para instar la ejecución es el beneficiado por la sentencia,


que ha visto su pretensión de condena total o parcialmente estimada

b) Solicitud y despacho de ejecución → la ejecución provisional solo puede


decretarse a instancia de parte, y se solicitará precisamente por medio de
demanda ejecutiva (art. 524.1 LEC).

La demanda ejecutiva puede presentarse en cualquier momento desde que se


tenga por preparado el recurso o desde la adhesión y hasta que recaiga sentencia
(arts. 527.1 y 535.2.I).

Solicitada la ejecución provisional, dispone el art. 527.3 que el tribunal la


despachará salvo que estuviera prohibida su ejecución o no contuviera
pronunciamiento de condena.

c) Oposición → la oposición ha de presentarse por escrito en los cinco días


siguientes al de la notificación del despacho de ejecución o de las actuaciones
concretas contra las que se formule (art. 529.1).

d) Revocación de la sentencia provisionalmente ejecutada→ se pla ntea cuando no


se confirma la condena al resolver el recurso de apelación o un recurso
extraordinario, de modo que la actividad de ejecución forzosa ha resultado sin
título válido, en la medida en que la decisión anterior que sirvió de base al
despacho de ejecución ha sido revocada.

Si el pronunciamiento provisionalmente ejecutado fuere de condena al pago de


dinero y se revocara totalmente se sobreseerá la ejecución provisional, y el
ejecutante deberá devolver la cantidad que, en su caso, hubiere percibido,
reintegrar al ejecutado las costas de la ejecución provisional que éste hubiera

Downloaded by Vega Gonzalez (c2274458@yahoo.es)


lOMoARcPSD|3936704

satisfecho y resarcirle de los daños y perjuicios que la ejecución le hubiere


ocasionado (art. 533.1).

Si la resolución provisionalmente ejecutada que se revocase hubiere condenado


a la entrega de un bien determinado, se restituirá éste al ejecutado, en el
concepto en que lo hubiere tenido, más las rentas, frutos o productos, o el valor
pecuniario de la utilización del bien; pero si fuese imposible, de hecho o de
derecho, el ejecutado podrá pedir que se le indemnicen los daños y perjuicios
(art. 534.1).

Downloaded by Vega Gonzalez (c2274458@yahoo.es)


lOMoARcPSD|3936704

LECCIÓN 18. LAS MEDIDAS CAUTELARES


1. FUNDAMENTO. 2. NATURALEZA. 3. CARACTERÍSTICAS. 4. FALSAS MEDIDAS
CAUTELARES. 5. MEDIDAS CAUTELARES DE NUESTRO SISTEMA PROCESAL
CIVIL. 6. LA ADOPCIÓN DE MEDIDAS CAUTELARES. 7. LA TRAMITACIÓN DEL
PROCESO CAUTELAR.

1. FUNDAMENTO 2.NATURALEZA
La tutela cautelar pretende evitar que el demandado pueda aprovechar el tiempo que
transcurre en la tramitación del proceso para colocarse en una situación, en la, aunque
finalmente resulte condenado, no pueda ser hecha la sentencia de condena frente a él
(situación de insolvencia: no pueden hacer efectiva la resolución judicial).
Las medidas cautelares, su fundamento reside en el art 24 CE “Todas las personas
tienen derecho a obtener la tutela efectiva de los jueces y tribunales en el ejercicio de
sus derechos e intereses legítimos, sin que, en ningún caso, pueda producirse
indefensión”, que nos habla de la tutela judicial efectiva. Para el caso de que una
resolución judicial sea efectiva se tiene que cumplir en sus propios términos (si se
permite que el sujeto se aproveche de ese lapso temporal para que la sentencia no sea
efectiva se contradeciría lo que dice al CE). El Estado debe asegurar, que en ese plazo
necesario, en el que transcurre el proceso, no se vean frustradas las expectativas de
quienes acuden a los órganos jurisdiccionales para obtener tutela judicial efectiva. Para
evitar esta situación, es por lo que se ha dispuesto esta tutela judicial.
El derecho a la medida cautelar o al aseguramiento de la tutela plena de las sentencias es
un puro derecho procesal, un derecho frente al Estado por el que pedimos que se asgure
la plena efectividad de la futura sentencia de condena durante el tiempo en que se
tramite el procedimiento.

3. CARACTERÍSTICAS DE LA MEDIDA CAUTELAR


1. Es instrumental a la tutela principal.
2. Generalmente es necesario que haya una demanda para que se pueda
articular la medida cautelar.
3. Es provisional, y por tanto, en el momento en que se altearan las
circunstancias que dan lugar a la tutela cautelar, también se alteran la misma.

1. Las medidas cautelares tienen carácter instrumental (son instrumentales al proceso


principal), lo que significa que, generalmente, es necesaria la existencia de un proceso
para que proceda la adopción de medidas cautelares. Esto es porque la finalidad de la
medidas cautelar es lograr que la sentencia que en su día recaiga sea efectiva (si se
defiende el honor se puede solicitar que no te hagan fotos siempre y cuando se haya
ejercitado la demanda).
A titulo de excepción, se permite cuando concurran razones de urgencia, se pueden
articular medidas cautelares con carácter previo a la demanda. Sin embargo, el
legislador nos dice, que en el plazo de veinte días, tiene que presentar la demanda

Downloaded by Vega Gonzalez (c2274458@yahoo.es)


lOMoARcPSD|3936704

principal (si no, estas medidas quedaran sin efecto). Además, tiene que justificar ese
carácter de urgencia.
2. Las medidas cautelares se caracterizan por su provisionalidad. Tienen una vigencia
limitada en el tiempo, de manera que, en todo caso, la medida cautelar se alzará cuando
finalice el proceso y sustituirse por una medida ejecutiva (la medida cautelar deja de
tener sentido). También se debe alzar cuando el proceso queda en suspenso por causas
inimputables al solicitante de la medida durante seis meses. También se alzara cuando
se solicite la ejecución provisional (OJO: no confundir con la tutela provisional).
Por último el carácter provisional se advierte porque, en el momento en que se alteren
las circunstancias que se tuvieron en cuenta para adoptar medidas cautelares, se deben
modificar también las medidas cautelares (la resolución en que se adoptan las medidas
cautelares no goza del efecto de cosa juzgada por lo que se puede revisar cuando se
alteren las circunstancias que motivaron su adopción).
Las medidas cautelares deben ser homogéneas con la tutela efectiva, con la pretensión
que se ejercita. Esto es así porque si la característica de las medidas cautelares hace que
estén destinadas a hacer efectiva la sentencia que en su día recaiga, lo lógica es que las
medidas que se adoptan sean homogéneas, es decir, que guarden relación con esa tutela
cautelar que se solicita.
*Debe guardar relación y hallarse en función de la tutela que se solicita.
Lo que hay que tener en cuenta es que siempre que se solicite una medida cautelar
tendrá que acordarse la que resulte menos onerosa al sujeto que la sufre. Cuando la
medida que se ha solicitada sea susceptible de ser sustituida por otra menos onerosa, se
debe optar por esta última (art. 726 LEC).
EJ.: la prisión provisional es una medida cautelar que se adopta respecto de una persona que es
inocente. Es inocente. Esta medida cautelar es homogénea con la medida definitiva que se
pretende, que es que el sujeto ingrese en prisión (si fuese que se le privara del carnet de conducir
no se le podría meter en la cárcel). Las medias cautelares se adoptan para hacer efectiva la
sentencia; en el proceso penal, es necesario que el sujeto este presente ante el juez para asegurar
el juicio, se puede aprobar la prisión de ese sujeto (cuando la sentencia que se vaya a aplicar
suponga privación de libertad).

4. FALSAS MEDIDAS CAUTELARES


Las medidas cautelares se deben distinguir de las medidas que tienen un carácter
absolutamente material y de aquellas que siendo procesales son solo partes de un
proceso determinado. Tampoco son medidas cautelares aquellas que van preordenadas a
la mejor consecución del proceso, como las medidas de aseguramiento de la prueba del
297-298 LEC, ya que pretenden únicamente asegurar la eficacia probatoria y no la plena
eficacia de la tutela judicial. En el caso de la prueba anticipada, se considera medida de
seguridad y no cautelar porque no pretende asegurar la efectividad de la sentencia que
se pueda dictar, sino procurar una situación que haga factible la existencia del proceso
en sí. Otras medidas de seguridad son las diligencias preliminares del 256-263 o las mal
llamadas cautelares del 768.1 LEC. Por último, tampoco son medidas cautelares las
órdenes y prohibiciones de contenido similar a lo que se pretenda en el proceso del
726.2 LEC, ya que se protege el derecho pero no se asegura el periculum in mora. La
LEC no dice que sean medidas cautelares, sino que les da el mismo tratamiento procesal
y procedimental.

Downloaded by Vega Gonzalez (c2274458@yahoo.es)


lOMoARcPSD|3936704

5. CLASES DE MEDIDAS CAUTELARES (arts. 721-726 LEC):


La LEC establece en el art. 727 un elenco de posibles medidas cautelares, el cual no es
un numerus clausus (a titulo ejemplificativo; embargos, depósitos, intervenciones,
entregas de una empresa…), de manera que se pueden ejercitar cualesquiera otras
medidas que se puedan ejecutar para garantizar la eficacia de la sentencia.
Lo que hay que tener en cuenta es que la medida cautelar que se solicita tiene que
guardar relación con la tutela que se está pretendiendo en el proceso principal (una
medida de contenido dinerario para obtener una condena dineraria).
OJO: siempre tiene que guardar relación con la pretensión que se está
ejercitando, con la pretensión del proceso principal.
En el último párrafo del art. 727 LEC se recogen las medidas cautelares innominadas.

1. El embargo preventivo de bienes, para asegurar la ejecución de sentencias de condena a


la entrega de cantidades de dinero o de frutos, rentas y cosas fungibles computables a
metálico por aplicación de precios ciertos. Fuera de los casos del párrafo anterior,
también será procedente el embargo preventivo si resultare medida idónea y no
sustituible por otra de igual o superior eficacia y menor onerosidad para el demandado.
2. La intervención o la administración judiciales de bienes productivos, cuando se
pretenda sentencia de condena a entregarlos a título de dueño, usufructuario o cualquier
otro que comporte interés legítimo en mantener o mejorar la productividad o cuando la
garantía de ésta sea de primordial interés para la efectividad de la condena que pudiere
recaer.
3. El depósito de cosa mueble, cuando la demanda pretenda la condena a entregarla y se
encuentre en posesión del demandado.
4. La formación de inventarios de bienes, en las condiciones que el tribunal disponga.
5. La anotación preventiva de demanda, cuando ésta se refiera a bienes o derechos
susceptibles de inscripción en Registros públicos.
6. Otras anotaciones registrales, en casos en que la publicidad registral sea útil para el
buen fin de la ejecución.
7. La orden judicial de cesar provisionalmente en una actividad; la de abstenerse
temporalmente de llevar a cabo una conducta; o la prohibición temporal de interrumpir
o de cesar en la realización de una prestación que viniera llevándose a cabo.
8. La intervención y depósito de ingresos obtenidos mediante una actividad que se
considere ilícita y cuya prohibición o cesación se pretenda en la demanda, así como la
consignación o depósito de las cantidades que se reclamen en concepto de remuneración
de la propiedad intelectual.
9. El depósito temporal de ejemplares de las obras u objetos que se reputen producidos con
infracción de las normas sobre propiedad intelectual e industrial, así como el depósito
del material empleado para su producción.
10. La suspensión de acuerdos sociales impugnados, cuando el demandante o demandantes
representen, al menos, el 1 o el 5 % del capital social, según que la sociedad demandada
hubiere o no emitido valores que, en el momento de la impugnación, estuvieren
admitidos a negociación en mercado secundario oficial.
11. Aquellas otras medidas que, para la protección de ciertos derechos, prevean
expresamente las leyes, o que se estimen necesarias para asegurar la efectividad de la
tutela judicial que pudiere otorgarse en la sentencia estimatoria que recayere en el
juicio.

Downloaded by Vega Gonzalez (c2274458@yahoo.es)


lOMoARcPSD|3936704

CARACTERÍSTICAS DEL PROCESO CAUTELAR.


-Presupuestos que deben concurrir para adoptar una medida cautelar (728 LEC):
1. Fumus boni iuris: apariencia del buen derecho: para que se pueda adoptar esa
medida cautelar el derecho que se está ejercitando, que sirve de base de la pretensión
principal, tiene que ser aparentemente legitimo. Que el solicitante justifique a priori
que el derecho que reclamar existe, es decir, se debe justificar una probabilidad de que
el derecho que ha ejercitado en la pretensión principal existe.
Para que el juez dicte un fallo debe haber una actividad probatoria plena, donde aquí
lo que se pretende es una justificación o probabilidad, y no una prueba plena (que
saldrá adelante en la sentencia que lo acuerde).
2. Periculum in mora: peligro en la demora. Es la necesidad de que exista un peligro
cierto, de que no adoptarse la medida catelar que se pretende se puedan realizar actos
por el demandado que dificulten o impidan la eficacia de la sentencia que se solicita (si
no se acuerda la medida cautelar, cuando se dicte la sentencia puede que sea ineficaz).
RECUERDA: Por tanto se requiere una justificación del derecho que se está
ejercitando en la demanda principal y además se tiene que justificar que el
tiempo hasta que recaiga sentencia puede ser utilizado por el sujeto que será
condenado para situarse en una posición que haga extremadamente difícil la
eficacia de la sentencia.
3. Se exige la prestación de una caución (de una contra cautela): la concesión de una
medida cautelar sitúa al litigante que la solicita en una situación de privilegio respecto
de la otra (a mi aun no me han reconocido mi derecho en una sentencia y ya se están
ejecutando los efectos) Este hecho hace que el legislador siente la necesidad de
compensar esas posiciones, por tanto, se exige una fianza o caución de quien solicita
esa medida cautelar para:
1. asegurar la seriedad de la medida cautelar
2. para asegurar que los daños y perjuicios causado a quien la sufre, si no debía
haberla sufrido, sean compensados.
RECUERDA: La fianza cumple por tanto dos funciones: 1) seriedad a la hora de pedir la
medida cautelar y 2) garantía de quien sufre la medida cautelar de forma indebida.

Esta fianza se debe ofrecer cuando se solicita la medida cautelar y será acordada por el
tribunal la que, a juicio de éste, sea suficiente para responder de los daños y
perjuicios que dicha medida cautelar pueda ocasionar a quien la sufre. Esta caución se
determina ateniendo al contenido y a la naturaleza de la pretensión del actor.
4. La pendencia del proceso: para que se pueda acordar una medida cautelar
necesariamente debe estar un proceso pendiente (se debe estar tramitando un proceso
salvo que haya una necesidad de urgencia).
RECUERDA: Las medidas cautelares es una tutela que se adopta para asegurar la
efectividad de la tutela que se acuerda finalmente en la resolución que ponga fin al

Downloaded by Vega Gonzalez (c2274458@yahoo.es)


lOMoARcPSD|3936704

proceso principal. Es una tutela instrumental para garantizar la eficacia de la sentencia


judicial.

6. LA ADOPCIÓN DE MEDIDAS CAUTELARES


Se requiere que haya previa instancia de parte, por lo que rige en todo caso, el
principio dispositivo que informa todo el proceso civil. El tribunal debe ser
congruente con la solicitud que realice el demandante, si bien debe ser congruente se le
permite modular las medidas cautelares solicitadas y acordar otra que resulte menos
gravosa para el demandado que la que haya solicitado el demandante (=efectiva).
A la regla de que necesariamente las medidas cautelares de que deben instarse de parte,
rige una excepción y es que la ejecución de las medidas cautelares puede iniciarse de
oficio (una vez acordada la medida cautelar).

7. LA TRAMITACIÓN DEL PROCESO CAUTELAR.


-Procedimiento (RECOMIENDO LEER DEL ART. 730-745 LEC):
Las medidas cautelares se solicitan junto con la demanda principal (en el momento
que se interpone), mediante otro sí digo.
En esta solicitud se tiene que justificar todos los requisitos que justifican la adopción
de la medida cautelar: fumus boni iuris, periculum in mora y caucion. Se tiene que
aportar también los documentos que justifiquen la existencia del proceso principal
(=que aporten un principio de prueba); necesariamente se tienen que aportar esos
documentos (para que se admita a trámite la solicitud de la medida cautelar).
A título excepcional se puede solicitar la tutela cautelar antes de interponer la
demanda, cuando por razones de urgencia se considere la necesidad de interponer la
medida cautelar con carácter previo antes de la interposición de la demanda. Es
necesario para ello que se interponga la medida principal en los 20 días siguientes a
aquel en el que se hubeira adoptado la medida cautelar.
*Las medidas cautelares también se puede solicitar en un momento posterior a
la presentación de la demanda principal, cuando se solicitan mediante un escrito
motivado para que se adopte la medida cautelar.
El conocimiento de estas medidas, según detalla el art. 723 LEC son competencia del
juez que conozca del asunto principal.

Artículo 723. Competencia.

1. Será tribunal competente para conocer de las solicitudes sobre medidas cautelares el que esté
conociendo del asunto en primera instancia o, si el proceso no se hubiese iniciado, el que sea competente
para conocer de la demanda principal.

2. Para conocer de las solicitudes relativas a medidas cautelares que se formulen durante la sustanciación
de la segunda instancia o de un recurso extraordinario por infracción procesal o de casación, será
competente el tribunal que conozca de la segunda instancia o de dichos recursos.

Downloaded by Vega Gonzalez (c2274458@yahoo.es)


lOMoARcPSD|3936704

La regla general es que en materia de adopción de medidas cautelares rige el principio


de contradicción, por lo que la petición de las medidas cautelares se da audiencia al
demandado para que haga las alegaciones convenientes.
El legislador contempla la posibilidad de que se adopten medidas cautelares, a título
excepcional, sin que haya audiencia del demandado cuando concurran razones de
urgencia, o cuando la audiencia pueda comprometer la eficacia de las medidas
cautelares (no se da traslado de la petición a la otra parte; en un proceso de embargo
para que el sujeto no pueda hacer desaparecer todos los bienes que se van acordar en
depósito). Una vez que se hayan adoptado se debe dar conocimiento a la otra parte, es
decir, se adoptan sin que se de audiencia al demandado pero una vez que se acuerda se
da traslado al mismo de las medidas cautelares para salvaguardar el principio de
contradicción.
El art. 734 LEC nos dice que de la oposición se da traslado al solicitante de la medida
cautelar para que pueda celebrarse la vista. Una vez celebrada, el tribunal mediante
auto resuelve sobre dicha oposición. En el caso de que se desestime la oposición, se
mantienen las medidas cautelares y se condena en costas al que haya interpone la
oposición. Si estima la oposición, se levantan las medidas cautelares y se indemniza
por daños y perjuicios al que interpone la oposición (y se condena en costas al que
solicito las medidas).
Si la parte no solicita las medidas cautelares, el juez no puede acordar de oficio éstas (el
juez sólo puede acordar la medida menos onerosa), no puede acordar medidas de
oficio, sino que tiene que ceñirse a las que soliciten las partes ya que en el proceso civil
rige el principio de parte.
En materia de ejecución de medidas cautelares es la excepción al principio de parte, ya
que la ejecución se produce de oficio. En cualquier caso, al prestación de caución es un
requisito previo al cumplimiento de cualquier medida cautelar (antes de que el juez
ejecute esa medida cautelar, se tiene que prestar la caución). Así viene establecido en el
art. 738 LEC.

Artículo 738. Ejecución de la medida cautelar.

1. Acordada la medida cautelar y prestada la caución se procederá, de oficio, a su inmediato


cumplimiento empleando para ello los medios que fueran necesarios, incluso los previstos para
la ejecución de las sentencias.

2. Si lo acordado fuera el embargo preventivo se procederá conforme a lo previsto en los


artículos 584 y siguientes para los embargos decretados en el proceso de ejecución, pero
sin que el deudor esté obligado a la manifestación de bienes que dispone el artículo 589. Las
decisiones sobre mejora, reducción o modificación del embargo preventivo habrán de ser
adoptadas, en su caso, por el Tribunal.

Si lo acordado fuera la administración judicial se procederá conforme a los artículos 630 y


siguientes.

Si se tratare de la anotación preventiva se procederá conforme a las normas del Registro


correspondiente.

3. Los depositarios, administradores judiciales o responsables de los bienes o derechos sobre los
que ha recaído una medida cautelar sólo podrán enajenarlos, previa autorización por medio de

Downloaded by Vega Gonzalez (c2274458@yahoo.es)


lOMoARcPSD|3936704

providencia del tribunal y si concurren circunstancias tan excepcionales que resulte más gravosa
para el patrimonio del demandado la conservación que la enajenación.

Por último, las medidas cautelares, las resoluciones en las que se acuerdan, no tienen el
efecto de cosa juzgada, ya que puede ser modificadas en el momento en que se alteren
las circunstancias que motivaron la adopción de las medidas cautelares.
Se procederá al alzamiento, según el art. 743 LEC, cuando la sentencia definitiva sea
desestimatoria de la demanda principal. Cuando la sentencia desestimatoria devenga
firme, el juez de oficio procede al levantamiento de las medidas cautelares.
-Caución (art. 746 LEC):
Se permite que cuando el juez adopte una medida cautelar, se establece que frente al que
se hubieran acordado medidas cautelares, puede pedir al tribunal que sustituya la
medida cautelar adoptada por una caución (caución por medida cautelar).
El tribunal tiene que tener en cuenta cuál es el fundamento de las medidas cautelares,
cuál es la naturaleza y contenido de la pretensión de condena y si en la oposición
concurre un fumus bonis iuris. Finalmente también si la medida que hubiera adoptado
el tribunal puede perjudicar de forma desproporcionada al patrimonio del sujeto frente
al que se acuerda la medida cautelar.

Downloaded by Vega Gonzalez (c2274458@yahoo.es)

También podría gustarte