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EL TAYTA

¿Que refleja José María Arguedas en sus obras? Nació en el 18 de enero de 1911 en
Andahuaylas, fue poeta, escritor, profesor y antropólogo, el “Tayta”, apodo otorgado por ser
uno de los escritores más grandes del Perú, publico seis novelas y diversa cantidad de cuentos
que abarcan distintos temas. Arguedas capto la realidad del pueblo peruano y lo inclino hacia
sus obras de esta madera dio a conocer la complejidad de nuestras culturas y la existencia de la
diversidad de sociedades en nuestro país en el siglo XX, enlazando al mundo andino y el
occidental debido al reiterado cambio social y económico del país.

Los ríos profundos, publicada en 1958, la obra que le concede el reconocimiento internacional,
siendo la última obra relacionada al indigenismo peruano. El título de la obra con significado
quechua Uku Mayu, alude a la profundidad de los ríos andinos, que nacen en la cima de la
Cordillera de los Andes, pero a la vez se refiere a las sólidas y ancestrales raíces de la cultura
andina, lo cual, según Arguedas, es la verdadera identidad nacional del Perú. Según la crítica
especializada, esta novela marcó el comienzo de la corriente neo indigenista, pues presenta por
primera vez una lectura del problema del indio desde un punto de vista más cercano a él, una
gran cantidad de críticos coinciden en que esta novela es la obra maestra de Arguedas.

Arguedas se mostró muy prolífico en cuanto a producción literaria. El libro apareció cuando el
Indigenismo se hallaba en pleno auge. El antropólogo e historiador Luis E. Valcárcel, quien
también impulsó los estudios indigenistas. De otro lado, con la aparición de Los ríos profundos
se inició un proceso de valoración de la obra de Arguedas en el Perú.

El 70 % de la acción de la novela transcurre en la ciudad de Abancay, en quechua Awancay.


Otros escenarios son mencionados en los dos primeros capítulos de la novela: el Cuzco y
diversas ciudades costeñas y serranas del sur y centro del Perú, lugares que Ernesto, el
protagonista, recorre acompañando a su padre antes de instalarse en Abancay. Teniendo en
cuenta que es una novela de porte autobiográfico, la época en que está ambientada la
narración es la década de 1920, bajo el oncenio de Augusto B. Leguía, con exactitud, fue el año
de 1924 en que Arguedas estudió el quinto de primaria en el colegio de Abancay, dirigido por
los padres mercedarios.

El tema principal es el conflicto existencial en el que se debate un adolescente, de elegir el


mundo andino en el que ha nacido y pasado su infancia o el mundo criollo e occidental al cual
los obstáculos de la vida lo han empujado y finalmente el optará por identificarse con el mundo
andino. Otros temas que se presentan en la novela son la violencia racial, social y sexual, el
sistema opresivo de la educación y el lazo del hombre andino con la naturaleza. En la obra se
diferencian dos narradores. El primero es el narrador principal, un hombre adulto que evoca su
niñez, una versión adulta de Ernesto. El segundo es una especie de narrador cognoscitivo cuya
intervención es esporádica, se encarga de completar, mejorar y aclarar la comprensión del
lector respecto a lo que sucede de la novela, dando datos no conocidos por los lectores, sobre
todo de etnología.

La obra que cuenta su trascendental experiencia en Lima, El sexto, publicada en 1961, la obra
encierra diversos temas relacionados al sistema elitista y racista que impero en el Perú, se narra
la experiencia que tuvo Arguedas en la cárcel entre 1937 y 1938 en un penal reconocido de
Lima. Gabriel, alter ego del autor, un joven universitario que fue apresado por ser líder
estudiantil en una marcha, la prisión será conocer el mundo criminal de cerca, forzado a
cohabitar con delincuentes, asesinos y diferentes tipos de criminales. En el progreso de la obra
se encuentran tres elementos importantes que nos ayuda a percibir esa experiencia siendo
estos registros de la cárcel, la degradación de les reos y el utópico juicio del protagonista a
partir de un confín racial simultaneo. De ahí, todo será decadencia y frustración del
protagonista y del propio autor.

En la obra se nos demuestra que la política impregna todo básicamente en su perfil más bajo,
esto se ubica a través de la rivalidad de los apristas y comunistas, bandos que discuten el
dominio de los pisos del penal, en el tiempo de la autarquía de Oscar R. Benavides (1936 –
1939).

La novela se puede tomar como una denuncia a la atrocidad carcelaria, ya que se nos habla de
las aberraciones cometidas en el penal, la obra nos hace testigos del dolor, la angustia, el
sufrimiento y la muerte de diferentes personajes, la desesperación que se encuentra en ellos.
Destacando a Clavel, muchacho homosexual, prostituido, se cobraba a cada que tenga gozo del
cuerpo del joven cinco libras: “Y seguirá entrando gente donde el Clavel. Ahora es cinco libras
mañana será tres, después dos, una, y, hasta por una camisa sucia lo entregará, ¡por un botón!
El Puñalada es el azote con que el capitalismo raja nuestra frente.” (Arguedas, 1961, pag.76), el
enloqueció y fue expulsado de la prisión se desconoce su final. Otro caso de violación que se
puede encontrar en el texto es del Pianista o Músico, estudiante de piano que trabajaba de
dependiente en una tienda, siendo un preso vago que sufría maltrato y violaciones por parte de
Puñalada y de otros presos:

“Contaban en el sexto que este vago fue de veras un estudiante de piano y que cayó al
sexto durante la celebración de un 22 de febrero. No tenía documentos y lo echaron al
primer piso. Puñalada se lo envió a Maraví. Lo violaron tres maleantes durante la noche, y
lo tuvieron encerrado en la celda cuatro días. Cuando lo arrojaron estaba ya
enloquecido.” (Arguedas, 1961, pag.41)

Así la obra nos demuestra el estupro que sufren personajes como Clavel o el Pianista, la novela
engloba más contenido relacionado con Arguedas y sus preocupaciones existenciales y sociales
desde su idiosincrasia. En una conversación de Gabriel con Camac el autor nos destaca que el
protagonista es un soñador sentimental mas no un idealista de disyuntivas abstractas.

En la obra, aunque el autor no lo manifiesta exactamente, sugiere, que la verdadera


reconciliación que podría tener en país en la sociedad yace en el compartir un nuevo dote
cultural peruano, es algo que los presos del sexto comparten sin saberlo y que los hace
herederos de la diversidad nacional.

Arguedas antes de su suicidio con un disparo en la sien, el año 1969, escribe su sexta novela El
zorro de arriba y el zorro de abajo, esta obra es considerada una novela trunca, la novela fue
hallada intercalada con unas entradas de diario en las que el autor cuenta los tormentos que le
agobiaban mientras iba escribiendo el texto, la novela fue publicada en 1971, 2 años después
del suicidio de Arguedas, el texto se complementa con dos cartas y un epílogo.

La primera oración del primer diario empieza con una referencia a un intento de Arguedas de
suicidarse en 1966. De por sí, todos los diarios discuten su suicidio. A pesar de que la novela es
un texto ficcional, la inclusión de los diarios personales, que tienen por lo menos un aspecto no
ficcional, el suicidio del autor, juegan con la idea del texto como solo una de ficción:

«Al entrar en su lectura, uno se convierte en testigo íntimo de un conflicto entre las fuerzas que
impulsan al autor hacia el suicidio y las que buscan devolverlo a la continuación de la vida y la
novela …Su terminación responde a una circunstancia extraliteraria: la autodestrucción del
generador» (Lindstrom)

El proyecto de la novela habría nacido en los primeros meses de 1966. Originalmente el


proyecto novelístico estaba ambientado en el Puerto de Supe, que también vivían el impacto
pesquero, pero fue desplazado por Chimbote, donde Arguedas realizo varios viajes para
documentar y realizar entrevistas hacia varios pescadores y trabajadores del puerto. A
mediados de 1968 se le ocurrió a Arguedas intercalar los capítulos de su novela. El «primer
diario» se presentó en el diario Amaru y fue lo que ocasiono la polémica que tuvo con el
escritor argentino Julio Cortázar a causa de las criticas desequilibradas que este hizo a la
literatura telúrica. Fue una época difícil para Arguedas puesto que atravesaba una crisis
depresiva, que lo llevo a cometer un intento de suicidio en el año 1966, vivía contra el insomnio
y las constantes dolencias de la nuca y espalda. A pesar de lo que pasaba se esforzó por llevar
adelante su proyecto y redacto cuatro capítulos que constituye la primera parte del libro, según
lo que cuenta el segundo y tercer diario que entremezcla en la obra el segundo diario está
registrado en el Museo de Sitio de Puruchuco, en Lima, febrero de 1969, y el tercer diario en
Chile, en mayo del mismo año, redactó en Chile también lo que llamó los hervores de la
segunda parte del libro, pero después revelo estar psíquicamente incapacitado para seguir. Fue
en ese entonces donde preparo su inminente suicidio y adquirió un revolver En lo que rotuló
como el «¿Último diario?» cuya revisión está fechada en octubre de aquel año, en el mencionó
el balazo que pondría fin a su vida; un mes después cumplió su amenaza en noviembre de 1969.
Finalmente se intercala en la obra como epílogo la carta que el escritor envió al editor Gonzalo
Losada dando sus últimas adjudicaciones sobre la publicación de la obra, aunque quedo como
una novela trunca. Se ha dicho con certidumbre que la muerte del escritor pone fin a la novela.

Los zorros a los que hace referencia el título de la obra, el de arriba y el de abajo, son
personajes mitológicos tomados por el autor de unas leyendas indígenas recopiladas a fines del
siglo XVI o comienzos del siglo XVII por el doctrinero hispano peruano de don Francisco de Ávila
en la provincia de Huarochirí. Estas leyendas escritas en quechua fueron traducidas al
castellano y editadas por el mismo Arguedas bajo el título de Dioses y hombres de Huarochirí
(1966). Los zorros solo figuran en dos ocasiones con nombre propio, al final del Primer Diario y
del capítulo uno, otras veces parecen encarnarse en el capítulo tres en las figuras de don Ángel
Rincón Jaramillo (el zorro de abajo) y don Diego (el zorro de arriba), aunque de manera no muy
obvia.

A pesar de que la gente viene de arriba hacia abajo, o de la sierra a la costa, la novela investiga
la combinación de las culturas, lenguas y gente de ambas regiones, en Chimbote: «La
cartografía de mercados y circuitos neumáticos en Chimbote propuesta en este artículo ha
tenido como objetivo detectar una correspondencia simbiótica generada entre la producción
de espacios y la pluralidad de lenguajes concebidos por la novela» (Izquierdo, 1997). «A estas
imágenes contrapuestas del mercado y del cementerio se añaden otras representaciones
urbanas como es la de la ciudad infernal» (Valero Juan, 2012).

Los personajes de la novela mencionan constantemente a un tal Braschi, presentado como el


patrón mayor de la industria pesquera, admirado por muchos y odiado por otros. Braschi
encarna en su persona lo más bajo de la depravación moral: es un pederasta pasivo, que se
deja sodomizar por el Mudo y por otros pescadores en el prostíbulo de la ciudad, aunque en los
días en que está ambientada la novela hacía tiempo que Braschi ya no visitaba Chimbote.

La crítica más citada sobre El zorro de arriba y el zorro de abajo es de Martin Lienhard, quien
aparece en la bibliografía de casi todas las fuentes críticas citadas referidas debajo.
Específicamente su texto crítico Cultura andina y forma novelesca: zorros y danzantes en la
última novela de Arguedas. Existe mucho diálogo entre los críticos sobre el papel de Don Diego:

«Este ensayo pretende revisar cómo la crítica ha leído las escenas en el corazón de la Nautilus
Fishing: la transfiguración de Don Diego en lo que llamamos “alegría centrífuga”. El propio
Rowe, Lienhard, Beasley-Murray y Giménez-Micó han establecido una serie de lecturas que han
contribuido a clarificar este episodio singular en la novela de Arguedas» (Stagnaro)

El personaje de Don Diego aparece en el tercer capítulo como "agente de Braschi" y hace un
tour de la fábrica del Nautilus Fishing con Don Ángel. En la fábrica, Don Diego experimenta un
cambio que Jon Beasley-Murray considera una "techno-affective rapture of sublime cyborg
transformation" (Beasley-Murray, 2008). Según Luis Millones y Hiroyasu Tomoeda en la
introducción de una edición de Hombres y dioses de Huarochirí:

«En el documento que prologamos, las aguas apenas dejaron un espacio para que se escapasen
del diluvio los elegidos, uno tan estrecho que se mojó la cola del zorro, que aún permanece
ennegrecida. Arguedas recuerda el episodio en su obra póstuma: don Diego, la transfiguración
del zorro mítico, al visitar Chimbote, lleva unos pantalones de color negro» (Millones,
Tomoeda)

En la novela los fragmentos novelescos, que narran la imposición del orden capitalista y se
focalizan en Chimbote, alternan con páginas aisladas del diario personal, autobiográfico, del
autor.

Arguedas imagina que su frustración corresponde al límite de un mundo y que inmediatamente


detrás se construye la realidad tal como él la deseaba. Es sólo un acto de fe. De hecho,
Arguedas se va a quitar a sí mismo, como representante del ciclo previo, para que el nuevo ciclo
puede empezar (Moreiras)

Todas las sangres es la quinta novela del escritor peruano José María Arguedas publicada en
1964. Es la novela más larga de dicho autor, y la más ambiciosa, siendo un intento de retratar el
conjunto de la vida peruana, por medio de la representación de escenarios geográficos y
sociales de todo el país, aunque su foco se sitúa en la sierra. El título alude a la variedad racial,
regional y cultural de la nación peruana. La novela se desenvuelve entre dos ideas
fundamentales: el peligro de la penetración imperialista en el país por intermedio de las
grandes transnacionales y el problema de la modernización del mundo indígena.

En la obra el autor nos muestra la visión de un país multiétnico y pluricultural como es el Perú,
a través del género épico-ético, trazando un fresco verídico de la sociedad peruana en una
época de crisis.

El título de la novela expresa precisamente la variedad étnica, regional y cultural del Perú, en el
que «todas las sangres» se entremezclan y rivalizan duramente. Y en esa lucha interviene
también un poder imperialista que pretende controlar el país, el autor intenta ofrecer un
retrato global del Perú, aunque el foco narrativo se sitúa en la sierra, la expresión de «todas las
sangres» se ha convertido en un ideal para el futuro del Perú y su autor en un héroe cultural.

El núcleo del relato se desarrolla en el pueblo de San Pedro de Lahuaymarca, en los andes
peruanos, cerca de uno de los pueblos donde vivió Arguedas en su niñez. Se trata de un pueblo
de peones indígenas que todavía están sumidos en el sistema feudal, cerca del cual se halla
Aparcora, donde hay una mina de plata que atrae la codicia de las trasnacionales mineras.
La novela empieza con la rivalidad de dos terratenientes de la sierra peruana, que son
hermanos y cuyo padre acaba de fallecer: Fermín y Bruno Aragón de Peralta, el conflicto surge
con el descubrimiento de la mina de plata de Aparcora. Fermín, que aspira a ser un importante
hombre de negocios ligado al capitalismo nacional, quiere explotar la mina y traer el progreso a
la región. A ello se opone su hermano Bruno, que es un latifundista tradicional que se sostiene
del trabajo servil de los indios. Pero Fermín, al carecer de fondos necesarios para desarrollar su
proyecto, se ve obligado a vender su mina a un gigantesco consorcio internacional, la Wisther-
Bozart. Empieza así los problemas que conllevan la penetración del capitalismo imperialista.
Ante la necesidad de abundante agua para el trabajo de la mina, la compañía obliga a los
comuneros que vendan sus tierras a precios irrisorios. Se inicia entonces un proceso de
convulsión social que lleva a la movilización del campesinado liderado por Demetrio Rendón
Willka, un comunero indígena que ha vivido y estudiado en Lima. Bajo sus órdenes estallan
levantamientos que son reprimidos sangrientamente por las fuerzas gobiernistas, pero que son
el anuncio de la rebelión final.

Entonces nos volvemos a preguntar ¿Qué refleja Arguedas en sus obras? La realidad que vivía el
Perú por el siglo XX, mostrando en sus obras su lucha contra la desigualdad entre los peruanos,
colocando: la discusión nacional el problema de las diferencias sociales, culturales y económicas
entre los peruanos, muy aparte de la intención de Arguedas de reivindicar al indígena en sus
textos el crea un lazo una articulación entre dos mundos que estaban alejados entre sí y que
vivían en una constante disputa por el poder. Es por eso que a través de Ernesto y de la misma
obra Los ríos profundos refleja su proyecto literario. Ya que en la obra narra el paso a la edad
adulta de un chico de catorce años que descubre las injusticias presentes en el mundo.

El aporte de Arguedas constituye la base de la identidad cultural y la formación de la


nacionalidad peruana. Por eso es reconocido por muchos y pocos.

Bibliografía:

El sexto (1961)

Casa de la literatura peruana (2017)

El zorro de arriba y el zorro de abajo (1971)

Los ríos profundos (1958)

Todas las sangres (1964)


De Ávila: «Estudio Preliminar: Introducción». (2009)

Revista de Crítica Literaria Latinoamericana. (vol. 38, no. 75, 2012)

«Arguedasmachine: Modernity and Affect in the Andes», Iberoamericana (vol. 8, no. 30, 2008)

Revista de Crítica Literaria Latinoamericana. (vol. 3, no. 6, 1997)

Lindstrom, Naomi. «El zorro de arriba y el zorro de abajo: Una migración al nivel del discurso”».
Revista Iberoamericana. (1983)

América sin nombre. (no. 17, 2012)

Wikipedia.

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