El origen e inclusión de las competencias en la humanidad yace en la filosofía
griega, debido a la naturaleza y el método del trabajo intelectual de los pensadores
de la época y de la naturaleza, pues los problemas se contextualizaban y se interrogaban con la realidad, el ser y el hombre. Hoy en día se utilizan de una manera articulada. en principio adversas, y se constituye en uno de los retos a vencer, y es aquí donde un modelo educativo, cuyo currículo este basado en competencias, posee la llave que permitirá a la sociedad sobrevivir, adaptarse y desarrollarse. Para desarrollar el conocimiento, se requiere que cada ser humano pueda alcanzar todo su potencial cognitivo, creativo, emocional, lo que implica que cada persona logre desarrollar las competencias que le permitan el mejor de los desempeños en las distintas tareas y actividades que le sean encomendadas y que socialmente sean requeridas para poder garantizar un futuro más promisorio para todos. Para garantizar lo anterior, el nuevo modelo educativo requiere de una estructura curricular, que potencie el desarrollo de las competencias tanto a nivel individual como colectivo.
Después de leer el texto me queda claro que la palabra competencia
etimológicamente proviene del termino competere que significa pertenecer o incumbir y a lo largo de los años el termino sufrió una metamorfosis en su significado y en su muda del mundo empresarial al campo de la educación y considero que esto paso por que hay cambios y variedad de contextos que exigen una investigación constante de las demandas sociales para la elaboración de los perfiles académicos y profesionales.
Es necesario que se planten las competencias considerando tres campos
fundamentales: -El campo educativo. - El campo profesional y laboral - El campo económico. Es por esto que pienso que en el ámbito educativo nace la necesidad de intercambiar y revisar constantemente la información sobre lo que es aceptable o apropiado en un modelo educativo. “La competencia es un saber + un saber hacer complejo que permite hacer. La competencia comprende diversos procesos cognitivos y diversos procedimientos que una vez internalizados permiten al sujeto realizar determinadas tareas. Debemos considerar que cada área curricular, correspondiente a los distintos niveles del sistema, tiene como objetivo proporcionar actividades y procesos que tienden al desarrollo de competencias terminales a la finalización del ciclo, del año y de la carrera” (Gómez de Erice, M. V. 2000, p. 6). Por tanto, es importante contar con un modelo educativo basado en competencias, a nivel nacional ya que se debe tomar en cuenta que la sociedad actual del conocimiento se encuentra caracterizada por la globalización y la competitividad; la apropiación, la divulgación y la generación de conocimientos que son factores determinantes para la vida de las personas. Hoy en día las competencias genéricas son útiles para desenvolverse en cualquier ámbito pero este debe hacerlo de una forma profesional donde no solo debe tener el conocimiento, sino que debe aprender a desenvolverse haciendo uso de sus múltiples competencias, de esta forma un profesional se adaptará a diversas situaciones donde pondrá en práctica las competencias obtenidas en su formación académica, para la resolución de problemas fáciles y problemas de difícil manejo, es de entender entonces que el profesional que actualmente exige la sociedad debe entrelazar el conocimiento con las competencias genéricas y específicas para desenvolverse de una manera eficaz. El diseño curricular deberá estar contextualizado en tiempo y en espacio, ya que a través del mismo se procurará responder a los problemas, dilemas y demandas que irá planteando la nueva realidad que se irá conformando. Dado que el diseño curricular se enfoca en la solución de problemas, no se puede ver como una colección de saberes, para que el educando por cuenta propia, y casi con carácter mágico, logre dar el salto cualitativo en la integración de saberes, aptitudes y actitudes. El diseño curricular, debe buscar que los docentes juguemos un papel fundamental, el de ser los guías para que cada sujeto, incluidos ellos mismos, encuentren su propio camino hacia el desarrollo integral de la personalidad y por ende el desarrollo de toda la comunidad. Los docentes tendremos la misión de perfilar las situaciones problemáticas que permitan a los educandos determinar que saberes, que aptitudes y que actitudes son las requeridas para la solución de los problemas que se enfrenten, serán pues los encargados de la gestión para el desarrollo de las competencias. Este modelo busca que las competencias en el nivel secundaria sean el desarrollo de destrezas y habilidades que resulten útiles para los jóvenes a la hora de desenvolverse de manera autónoma en la vida diaria. A lo anterior se suma, saber aplicar los conocimientos en un contexto real, comprender y tener la capacidad de integrar los distintos aprendizajes, relacionarlos entre sí y utilizarlos de manera práctica en las posibles situaciones o circunstancias a las que tengan que enfrentarse diariamente. Incorporar las competencias de secundaria básicas en el currículo tiene varias finalidades. En primer lugar, integrar los diferentes aprendizajes, tanto los formales, incorporados a las diferentes áreas o materias, como los informales y no formales. En segundo lugar, permitir a todos los estudiantes integrar sus aprendizajes, ponerlos en relación con distintos tipos de contenidos y utilizarlos de manera efectiva en diferentes situaciones y contextos. Por último, orientar la enseñanza, al permitir identificar los contenidos y los criterios de evaluación imprescindibles y, en general, inspirar las distintas decisiones relativas al proceso de enseñanza-aprendizaje. La incorporación de competencias desde la secundaria permitirá enfatizar en aquellos aprendizajes que se consideran imprescindibles, desde un planteamiento integrador y orientado a la aplicación de los saberes adquiridos e incorporarse a la vida adulta de manera satisfactoria y ser capaz de desarrollar un aprendizaje permanente a lo largo de la vida.