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lunes, 28 de diciembre de 2009

SENSOPERCEPCIÓN por Déborah Khalmar y Marina Gubbay

Introducción
“La danza debe estar al alcance de todos” Patricia Stokoe;
“El lugar de la danza está en las casas, en la calle, en la vida”

Maurice Bejart.

La capacidad sensorio-perceptiva pertenece a todos los seres humanos. Es la capacidad de


conectarse, de internalizar e interaccionar con el mundo externo, el propio cuerpo y el cuerpo
de los demás.

La Sensopercepción como práctica pretende recuperar y enriquecer la vivencia del propio


cuerpo para la danza, para la vida. Es una práctica de descubrimiento y despliegue de nuestro
potencial con una fundamentación teórica que puede ser abordada desde diversos campos,
puestos al servicio de esta práctica que orientamos como uno de los contenidos y como
técnica hacia el desarrollo de los potenciales artísticos que existen en toda persona. Suele ser
la Sensopercepción de mucho interés para quien está en el campo de la música, pintura, teatro
y en especial la danza y el movimiento, así como para educadores, profesionales y toda
persona que desea realizar un camino de autodescubrimiento que le permita hacer florecer
sus capacidades.

Patricia Stokoe, fundadora y creadora de esta línea de trabajo, quien durante tantos años ha
venido abriendo un camino con una actitud de búsqueda, investigación y práctica incansable
ha creído siempre que la danza le pertenece a todo ser humano y se ha dedicado durante más
de treinta años a brindar sus conocimientos y vitalidad para el logro de este reacercamiento de
la danza a la vida.

SENSOPERCEPCIÓN Y EXPRESIÓN CORPORAL

El término Expresión Corporal engloba y está asociado actualmente a diversas actividades


corporales, cada una de ellas con su particular concepción, objetivos, métodos y técnicas de
trabajo. Entre tal variedad de escuelas que responden al mismo nombre, pertenecemos a
aquella corriente que considera que la Expresión Corporal es Danza. Es una actividad artística y
como tal es el lenguaje del cuerpo con sus posibilidades de movimiento y quietud, sus gestos y
ademanes, posturas, tonos, destrezas y habilidades organizadas en secuencias significativas
como manifestación de la totalidad de la persona.

La Sensopercepción es uno de los contenidos y una de las técnicas en la formación en


Expresión Corporal, punto de partida y llegada constante en este camino de descubrimiento y
desarrollo del lenguaje corporal de cada uno así como el poeta afina su sensibilidad y se
embebe del mundo para devolvernos su visión única, subjetiva, emocionada en cada uno de
sus poemas.
Creemos que uno no nace hombre, poeta, bailarín, sino que se hace hombre, que cada uno
trae un potencial o bagaje de premisas que en la medida en que reciba los estímulos y las
oportunidades adecuadas podrán desplegarse y ser desarrolladas.

La Sensopercepción se refiere entonces a dos aspectos tendientes uno, a estimular la


capacidad de observación y registro de los estímulos que van a dar lugar a la elaboración de
imágenes diferenciadas, detalladas, precisas del propio cuerpo en su vínculo dinámico y
constante con el medio y dos, se puede convertir en una técnica y camino hacia la danza.

Metafóricamente decimos que si queremos ser intérpretes de nuestras danzas, necesitamos


tener el cuerpo afinado como si fuera un violín Stradivarius que logre así interpretar “melodías
de movimiento” ricas en tonos y matices.

En esta búsqueda de un lenguaje auténtico, Patricia, como bailarina, respondiendo a las


necesidades de superar sus propias limitaciones, y posteriormente como educadora, al toparse
con las inhibiciones, bloqueos, tensiones de sus alumnos, fue integrando la propia experiencia
e investigación con los aportes de maestros como Gerda Alexander, Moshe Feldenkrais y
colegas entre los cuales podemos nombrar a Violeta de Gainza, Oscar Fessler, entre otros,
quienes por diversos caminos estuvieron encaminados en la misma búsqueda: la del
descubrimiento de los principios esenciales que sustentan la vida creadora humana y las leyes
naturales del movimiento, tan sabias en el logro constante del equilibrio, ahorro y canalización
de la energía.

Sensopercepción es el nombre adoptado por Patricia Stokoe para especificar, diferenciar y


definir esta actividad básica en la formación en Expresión Corporal, disciplina al alcance de
todos, cuyo objetivo es el conocimiento más profundo de sí mismo y el comienzo de nuestra
técnica corporal.

VOCABULARIO

Sensación: Es proceso y resultado del registro de la realidad a través de los sentidos, punto de
partida de la conciencia tanto del propio cuerpo, como del mundo externo. La sensación es la
unidad del conocimiento.

Percepción: Sobre una base donde se articula la herencia cromosómica, orgánica, psíquica y
social, es una estructura compleja donde se integran los resultados de los registros sensoriales,
los aportes de la zona de la memoria, los contenidos afectivo-emocionales, el nivel de
irrigación sanguínea y el nivel de funcionamiento hormonal.

Sensopercepción: Como momento en el proceso de conocimiento, es la unidad de todo el


funcionamiento expresivo biopsíquico y social del hombre.

“Sensopercepción”: Nombre adoptado por Patricia Stokoe para su trabajo mediante el cual se
profundiza conscientemente sobre la imagen corporal y la afectividad para adquirir una mayor
sensibilidad en general pudiendo así surgir imágenes constantemente renovadas que hacen al
enriquecimiento de la propia danza y de la propia vida. Es entonces un conjunto de prácticas
metódicas hacia el conocimiento de uno mismo y el desarrollo de un lenguaje corporal propio.

La sensopercepción y su rol en la recuperación del propio cuerpo.


“Se verán reflejados en los ejes de trabajo de la Sensopercepción , algunos de los aspectos de
la Eutonía de Gerda Alexander que me fueron significativos en los cursos que tomé con ella,
con Berta Vishnivetz y con Joyce Rivera, dejo constancia que no enseño La Eutonía de Gerda
Alexander, y que reconozco y apoyo a los eutonistas en su interés por defender la idoneidad
de su trabajo.” Patricia Stokoe

La concepción de Danza con la cual nos identificamos, sustenta que todos podemos bailar y
disfrutar de esta actividad. De aquí se desprende que pretendemos que cada persona se
contacte con su propio cuerpo real, -sea alto, bajo, gordo, flaco, flexible, rígido, “lindo” ó “feo”,
joven ó viejo- y no dependa de un modelo de cuerpo determinado al cual ajustarse como
premisa previa, sino que llegue a bailar desde su propia realidad corporal y universo de
posibilidades. La Sensopercepción propone la posibilidad de una vida corporal más armónica
que permita vivir una realidad corporal gozosa, desplegando el máximo de flexibilidad tónica
que cada uno logre desarrollar.

Comenzamos por lo que llamamos “El despertar”, pretendemos agudizar y reafinar nuestra
capacidad de observación, de captación sensoperceptiva para formar e integrar imágenes lo
más fieles posibles a la realidad de nuestro propio cuerpo, acortando así la distancia entre una
representación intelectual, la ó una representación ideal del mismo y la percepción ó
conciencia de su realidad concreta en cada momento. Orientamos la atención, el interés hacia
el mismo, desarrollamos la capacidad de estar alertas y presentes, hacia “lo que habita de la
piel para dentro”, registrar nuestro tono muscular tanto en la quietud como en el movimiento
y captar el universo de mensajes que provienen de su interior.

Este despertar ó registro, consiste en una observación guiada que invita “a hacer presente”, a
llevar el interés hacia lo que habitualmente pasa desapercibido. Solemos partir de una
presencia global y totalizadora hacia la diferenciación de cada zona en forma detallada para
reinsertarla nuevamente en el todo. El “todo corporal” se irá diferenciando progresivamente,
desplegando así el pasaje de ese “todo indiferenciado” hacia un todo “claro y distinto”.

“Un poeta tiene que ser profesor en los cinco sentidos corporales: vista, oído, tacto, gusto y
olfato, en ese orden, para poder ser dueño de las más bellas imágenes, tiene que abrir las
puertas de comunicación entre todos ellos.” Federico García Lorca

Observamos una zona del cuerpo por vez, orientamos nuestra atención a un sentido por vez
para aprender a detenernos y hacer conciente, hacer presente tanto lo que habita de la piel
para dentro cómo lo que nos rodea.

El camino que tomamos hacia este estar alertas, perceptivos de nosotros mismos y del mundo
que nos rodea parte de lo más cercano y accesible a cada uno. Es a través de nuestros sentidos
exteroceptivos -mirar, tocar, escuchar, oler, gustar- que recibimos los estímulos del mundo
exterior ó de la envoltura del propio cuerpo (la piel), y será nuestra propioceptividad la que
nos brinde la información acerca de la posición, movimiento, distribución del peso, ubicación,
presión, tensión, distensión de nuestro cuerpo.
Que los sentidos se entrenan con la práctica, significa que se estimula el orientar nuestro
interés, que se afina la capacidad de discernir. Esto los saben por ejemplo los obreros textiles,
que pueden diferenciar infinidad de matices entre las tinturas del mismo color, ó pintores
como Picasso, quien decía que salía al bosque a “llenarse de verde”, antes de buscar aquellos
verdes que volcaría en el lienzo.

El entrenamiento de la capacidad de observación sensorial orientado al propio cuerpo nos


permite tenerlo presente en todo momento y no esperar solamente aquellos momentos en
que nos duele para reconocer su presencia. Nos permite reducir el margen de error entre la
imagen del cuerpo que hemos construido y la realidad del mismo.

El hombre se hace hombre a través de los complejos procesos de aprendizaje, siempre en


relación con los otros, relación que se da en múltiples niveles entre los cuales el lenguaje
verbal está inseparablemente entretejido al lenguaje del tono neuromuscular, el ritmo y la
cadencia del movimiento, incluso los olores del cuerpo y cada gesto cargado de
intencionalidad. En el vínculo bebé-mamá, el bebe no solo registra el tono de la voz de la
madre, sino el grado de tensión-distensión de su cuerpo, sus olores, sonidos, miradas (ó
carencia de las mismas), las cadencias de cada uno de sus movimientos, en un conjunto
inseparable que irá estimulando y configurando su propia tendencia tónica y perceptiva.

En las clases de Sensopercepción, desde la guía verbal del docente iremos realizando un
registro de nuestro cuerpo y las huellas que ha dejado su historia.

Entre los ejes de trabajo diferenciamos cada sector de la piel.. Las zonas más y menos
sensibles, notamos si hay zonas ausentes y que pueden ser re-despertadas con el toque de las
propias manos, la ropa, el piso de objetos como pelotas de tenis, cañas de bambú, el agua de
la ducha, etc. Orientamos la atención para reconocerla debajo de la ropa, y esto se puede
realizar en cualquier momento del día. Descubrimos si la ropa nos es realmente cómoda, si nos
permite vivir el cuerpo con holgura ó si por el contrario tendemos a aprisionarnos entre
cinturones, zapatos, sacos ó pantalones ajustados, texturas que nos puedan irritar sin darnos
cuenta con las consiguientes tensiones e incomodidades a las cuales nos vamos sometiendo. Al
estimular, re-sensibilizar la piel estamos entrenando por un lado la capacidad de registrar
texturas y temperaturas y por otro lado a profundizar la imagen de la envoltura viviente (límite
ó frontera) de nuestro cuerpo.

Al utilizar el tacto mantenemos nuestra conciencia dentro del límite de nuestro organismo a
través de frotar, pellizcar, rascar, acariciar, palpar. Al realizar contacto nos referimos a la
capacidad de traspasar concientemente el límite visible de nuestro cuerpo tanto hacia el
interior del mismo como hacia los seres y objetos del entorno. Como ejemplo, el violoncelista
que al tocar pone en contacto su brazo y mano derecha con las cuerdas de su instrumento a
través del arco que pasa a ser una continuación del brazo. Los dedos de la mano pueden llegar
a percibir las cerdas del arco frotando las cuerdas como si este fuera parte del propio cuerpo.

Experimentamos contacto directo con los objetos, por ejemplo, al entregar el peso del cuerpo
al piso ó a un banco ó silla a través de los puntos de apoyo. También cuando sostenemos una
caña de bambú entre dos dedos incorporando el espacio de este objeto al espacio del propio
cuerpo. Como el bambú tiene la cualidad de ser un excelente conductor de la energía corporal,
esta ejercitación nos permite regularlas tensiones de los brazos y faja escapular y esto puede
ser el punto de partida para el logro de determinada calidad de movimiento sin sobreesfuerzo.
“Haz todo sin esfuerzo, cuando tienes que forzar un movimiento, una acción, entonces algo
anda mal. Escucha, no esperes que las cosas se realicen como tu crees que deben ser, estate
atento, alerta, para sensibilizarte a lo que ocurre realimenta en cada instante, viviendo y
moviéndote en armonía”. (Al Chuang Liang)

Los ejes de trabajo giran también alrededor de una serie de otros temas como la utilización
conciente de nuestros apoyos, tanto los apoyos internos de unas zonas internas del cuerpo
sobre otras, específicamente de unos cuerpos vertebrales sobre otros (cabeza sobre cervicales,
fémur sobre tibia, etc.); como los apoyos externos de unas superficies corporales sobre el piso,
sillas, bancos, mesas, paredes, árboles, tacos de zapatos, bambúes, pelotas de diversos
tamaños, como también de superficies del propio cuerpo sobre el cuerpo de otras personas.

Aprendemos a observar la calidad de estos apoyos, si son duros ó blandos; óseos ó


musculares, definiendo cada vez con mayor precisión su tamaño, ubicación, la relación ó
resonancia entre unos y otros, la posibilidad de entrega y distribución del peso corporal en
cada momento, tanto en la quietud como en el despliegue del movimiento. Aprendemos a
jugar y registrar las sutiles ó grandes variaciones del traslado del centro de gravedad del
cuerpo y su relación con los apoyos, exploramos el fenómeno del equilibrio en quietud y en
movimiento.

También exploramos la diferencia entre lo que llamamos apoyos activos y apoyos pasivos, los
primeros siendo aquellos sobre los cuales ejercemos una presión, tanto de tracción como de
rechazo, con el consiguiente cambio tónico ó desencadenamiento del movimiento que genera.
Pasividad tiene que ver con la capacidad de entrega de todo o partes del cuerpo a ser
sostenidos ó movidos por otra persona, objeto ó elemento de la naturaleza así como también
la entrega de zonas del propio cuerpo para ser sostenidas ó movidas por otras. La pasividad
implica una inhibición conciente.

Otro eje del trabajo es la toma de conciencia del esqueleto, la percepción ósteo-articular.
Reconocer y ubicar cada hueso, observar su forma, tamaño, consistencia, zonas articulares y
movimientos posibles en cada articulación para ir completando, detallando los espacios
internos y relaciones de un hueso con otro en quietud y en movimiento. Al pensar en el hueso
o zona del hueso que guía al movimiento estamos influyendo los músculos vinculados a él y
nos permite alivianar el movimiento distribuyendo y adaptando el trabajo muscular con el
tono adecuado a la necesidad de desplazamiento en cada ocasión.

A partir de la alineación ósea, se puede estimular el buen uso y funcionamiento de la


musculatura esqueletal ó profunda (musculatura roja), que tiene como función mantener la
posición erguida del cuerpo, dejando libre la musculatura superficial ó externa (musculatura
blanca), cuya función es la del desplazamiento de los segmentos óseos haciendo posible los
movimientos de locomoción tanto lenta como así los cambios rápidos en la dirección del
movimiento. Esta musculatura superficial, generalmente se encuentra tensionada, en forma
inconciente (por ejemplo en zonas como los hombros, la cintura, los muslos, las pantorrillas y
sobre todo en la zona de sostén de la cabeza, el cuello, zona sub-occipital, mandíbulas,
garganta) con el consiguiente bloqueo de la energía y fatiga que esto genera, y que va
anulando nuestra capacidad de estar alertas, listos para la acción en cada instante. Así por el
contrario, la recuperación de la alineación de nuestro esqueleto, la flexibilidad y el equilibrio
neuromuscular, nos permite estar alertas, vitalizando y potenciando cada momento que
vivimos.
“ El hombre al nacer es flexible y tierno, pero en la muerte está rígido y duro. Las plantas,
cuando jóvenes son sinuosas y húmedas, pero de viejas son frágiles y secas. Así flexibilidad y
terneza son signos de vida, en tanto que rigidez y dureza son signos de muerte.” Lao Tse (Siglo
V a.C.)

Entendemos por Tono el grado de contracción básica que mantiene el músculo, aún cuando
está en reposo. El tono está regulado por todo el sistema neuromuscular, es el estado de
preparación ó alerta que permite la constante adaptación y organización fisiológica. No es
simplemente un estado de la musculatura sino del funcionamiento del sistema en su conjunto
y responde a las experiencias, aprendizajes, vivencias en los planos físicos, afectivo,
emocionales, racionales y sociales que hacen a la particular personalidad de cada individuo.
Buscamos su movilidad, su flexibilidad, que no quede fijado y tenga la posibilidad de
adaptación a las cambiantes necesidades. Un ejemplo de esta facilidad de adaptación
debemos buscarla en los animales, y en los niños pequeños. Si observamos un gato por
ejemplo, descubriremos su facilidad de pasar en un período muy breve, del reposo absoluto al
salto, en cambio, las personas adultas tenemos la tendencia a fijar el tono, tender hacia la
hipotonia (tono bajo) ó hipertonía (tensión excesiva) de todo ó partes del cuerpo como rasgo
habitual.

PAPEL DE LA SENSOPERCEPCIÓN EN EL PROCESO CREADOR

“El arte modifica al mundo, no es solo una manera de sentir al mundo” Francisco Berdichevsky

Ya hemos visto que es a través del proceso de apertura y entrenamiento de los sentidos que
emprendemos el camino de toma de conciencia, de conocimiento tanto del mundo que nos
rodea como del propio cuerpo, y justamente la búsqueda nuestra se basa en mantener estas
vías de comunicación abiertas entre lo externo y lo interno del propio cuerpo.

Entrenamos el constante pasaje y confrontación entre los múltiples mensajes que nos llegan
del exterior así como del interior del cuerpo con las imágenes que vamos formando y
estructurando en nuestro psiquismo.

Para poder captar al mundo, decodificarlo, recomponerlo e interpretarlo necesitamos tener


nuestros sentidos afinados y entrenados, así como para poder accionar en el mundo al
manifestarnos como seres íntegros, por medio del movimiento, la palabra, el sonido, la
plástica, etc. En el accionar ya estamos generando nuevas percepciones, nuevas imágenes que
se sintetizan enriqueciendo las anteriores. Es a través de este proceso que vamos creando las
condiciones que permiten una vida de constante producción de nuevas imágenes.

“Hoy sabemos que se forman las imágenes al integrar percepciones, que uno percibe como
resultado del movimiento, el componente motor es fundamental no solo como expresión sino
como fundador de imágenes sensoperceptivas. Al chico antes se lo enfajaba y prohibía
moverse, ahora sabemos que si el chico no se mueve y no experimenta en la práctica, no
podrá captar conceptos ni abstracciones lingüísticas, lógicas y matemáticas y por otro lado si
un adulto deja de tener una rica vida de movimiento y percepción, abre la brecha entre su
imaginación y su vida corporal; se irá empobreciendo o fijando en lo que una vez recogió de la
realidad sin retro-alimentarse y enriquecerse constantemente como resultado de una práctica
conciente.” (Francisco Berdichevsky)

Para el desarrollo de un lenguaje artístico es esencial esta re-alimentación incesante a través


de una práctica sensible que permite tener las antenas alertas siempre para captar al mundo y
devolverle la propia visión sensible, pensante, emocionada y emocionante.

La Sensopercepción juega un doble papel, tanto en recoger y evocar lo que recibimos por el
aparato sensorial, en forma cada vez más detallada, clara y diferenciada ; como en la
estimulación de la asociación y producción de imágenes que van a dar lugar a la fantasía
creadora, esenciales para alimentar la vida sensible y artística de cada individuo.

El camino de la creación se estructura sobre dos tipos de imágenes; las imágenes


reproductivas que son la internalización más fiel posible de la realidad, que reproduce una
experiencia tal como sucedió, tal como se la vivió; y las imágenes productivas que sobre la
base de las anteriores producen nuevas imágenes, nuevas maneras de ver al mundo y
permiten modificarlo.

Si no hay reflejo, no hay creación, y si no hay creación no hay arte ni ciencia. La


sensopercepción busca ensanchar el campo de la internalización del mundo y de la
imaginación que solo es posible a través de la acción, del movimiento corporal. Ver es
resultado de una acción, oír, gustar, oler, tocar, percibir, asociar imágenes, producir imágenes
nuevas solo es posible como resultado del movimiento, por eso si nos quedamos siempre
quietos, en una actitud pasiva, si nos intoxicamos, si nos mecanizamos, endurecemos y nos
mantenemos ausentes de nuestro cuerpo, endurecemos las vías, cerramos con llave las
puertas de acceso a una vida de conocimiento, de contacto y creación. [1])

Por el trabajo, el trabajo consciente sobre el cuerpo, el recuperar cada zona olvidada,
recuperar su potencial de movimientos, su flexibilidad, su apertura, el desintoxicarlo, des-
acorazarlo, permite recuperar la sensibilidad, vivir a flor de piel cotidianamente y engendrar a
través del movimiento una multiplicidad de imágenes, sentimientos, ideas, que en el
movimiento, en la palabra, en la expresión plástica ó musical se materializan y regeneran.

El arte es la manifestación del sí mismo del creador, a través de la expresión artística expresa
el mundo, su concepción del mundo a través de sí mismo. Justamente el arte rescata la
subjetividad, la visión personal, única y emocionada del artista parte de “

recoger, embeberse del mundo para recomponerlo y finalmente devolver al mundo y de esta
manera transformarlo y transformarse.

Este es un proceso que existe y se da incluso en la vida cotidiana. Para nosotros no hay una
división tajante entre actividad artística y actividad cotidiana, así como también pensamos que
trabajo y juego pueden convivir, goce y diversión estar presentes en los procesos de
investigación y aprendizaje. Todos podemos, si contamos con las condiciones afectivas,
educativas, sociales y económicas adecuadas, estimular, entrenar y desarrollar diversos
códigos artísticos y por esta vía el conocimiento y la fantasía creadora.

Nacemos con premisas biológicas, anatómicas, neuro-fisiológicas y vamos conformando


nuestras aptitudes desde la gestación en el vientre materno y el mismo parto. Es fundante el
vínculo materno y posteriormente el entorno familiar, social. Este postulado que todavía
escuchamos que dice que nacemos con condiciones, aptitudes naturales, talento para ser
músico, bailarín, pintor, matemático ó cirujano, no es exactamente así, sino que estas
premisas se irán conformando, entrenando, desplegando y orientando como fruto de todos los
aprendizajes, y actividades socialmente condicionadas que a su vez irán orientando la atención
hacia posteriores aprendizajes según las posibilidades, motivación, necesidad y oportunidades
que encontrará cada persona.

El papel de la Sensopercepción es el de re-estimular incesantemente la capacidad de


observación y de asombro. Guiar, orientar, pautar, abrir puertas, dar permiso para volver a
mirar lo que tal vez miramos todos los días y descubrir en ellas nuevos elementos que hasta
ese entonces pasaban desapercibidos, “descubrir lo desconocido dentro de lo aparentemente
conocido”, nos decía Patricia Stokoe muy amenudo en sus clases.

Tocar y tocarnos, mirar y ver, oír y escuchar, probar constantemente los mismos ó nuevos
movimientos y posturas dándoles un nuevo cariz, un nuevo ángulo. Desarrollar la capacidad de
reorganizarnos, de establecer nuevas vías de enlace y conexión y “encontrar no solo la unidad
entre la diversidad sino la variedad, la multiplicidad en la unidad”(Humberto Eco).

Muchos alumnos descubren que tienen aptitudes y enorme placer en bailar, cuando creían
que esta posibilidad había quedado olvidada en algún rincón de su niñez, descubren incluso la
posibilidad de mejorar la calidad de su danza por medio de esta práctica y entrenamiento
conciente. Lo esencial de esta práctica que Patricia ha llamado Sensopercepción, es entonces
el abarcar la persona íntegra en su propia vida afectiva, pensante, y emocionada, hacia una
danza propia y significativa.

“Trabajo la corriente de Expresión Corporal que la considera Danza, aquella que desarrolla las
características personales y por eso accesibles y dentro del alcance de cada ser humano, que
será su danza, la que él puede manejar, la danza pensada como producto único, la poesía
corporal de cada individuo. Sabemos también que si bien todo ser humano puede ser poeta,
solo algunos llegarán a ser grandes poetas. Sabemos además que los grandes poetas no están
para anular a todos los poetas sino para estimularlos. La poesía está en cada ser humano, en
todos, no solo en los grandes. De la misma manera pensamos que la danza está en todos, no
solamente en los bailarines profesionales...” Patricia Stokoe

Bibliografía:

* Alexander, Gerda: "La Eutonía", Edit. Paidós

* Digelman, Denise: “La Eutonía de Gerda Alexander”,Edit. Paidós

* Vishnivetz, Berta: "Educación del cuerpo hacia el ser", Edit. Paidós

* Barlow, Wilfred: "El principio Matías Alexander", Edit. Paidós

* Alexander,F.Matthias”: LaResurreccióndelCuerpo", Edit. Estaciones

* Alexander, F. Matthias: "The use of the Self", Centerline Press, E.P.Dutton&Co.

*Todd, Mabel Elsworth: "The thinking Body", Library of Congress, USA

* Park, Glen: "El Arte del Cambio",Edit Libro Guía

*Feldenkrais, Moshe: “Autoconsciencia por el movimiento”, Edit. Paidós

* Feldenkrais, Moshe: "Body and Mature Behaviour", Edit Alef, Ltd, Tel- Aviv

* Peck, Skott: “Una nueva psicología del amor", Edit. Emecé

[1]

“No hay libertad de pensamiento, no hay elevación espiritual ni posibilidad de superación en la


creación, si no hay contacto corporal. Las percepciones son el resultado de múltiples
movimientos, que producen una masa de estímulos que llegan a la zona sensitiva, se conectan
entre sí y estos a la vez se conectan con el lenguaje, con la zona verbal y esto a su vez se vuelve
a conectar con otras múltiples zonas psíquicas complejas. Cada persona hace sus conexiones
en forma única y particular; lo que nos parece una sensación, es en realidad una masa
complejísima que pone en movimiento miles de millones de células. En la evolución humana se
ha ido del “acto al pensamiento” dice el gran investigador y educador Henri Wallón, toda la
actividad psíquica ha comenzado a través de la praxis, de la interacción del sujeto con el
mundo, en cuyo transcurso se ha ido interiorizando el mundo, el movimiento del ser en el
mundo, el propio movimiento se ha ido interiorizando y formando imágenes, que se han ido
distanciando de la praxis pero que para seguir enriqueciéndose necesitan constantemente de
ella.

Estas imágenes que reproducen lo que sucede, que son la representación interna de lo que
sucede y en las que intervienen la memoria, permiten asociar las percepciones presentes con
las pasadas y forman el proceso evocador de la realidad. Esta es la base para la construcción de
una fantasía que genera nuevas imágenes no determinadas por ningún límite real, aunque
originariamente hayan nacido de una realidad determinada.

El movimiento es el gran fundador de imágenes, y el trabajo creador es el que estimula la


fantasía, cuando el trabajo se vuelve mecánico el hombre va perdiendo su fantasía.” Francisco
Berdichevsky
©Las autoras pertenecemos al equipo de profesores del Estudio Patricia Stokoe.

Marina Gubbay y Déborah Kalmar:

Estudio Patricia Stokoe -Monroe 2765 -(1428) Capital.

Tel: 4543-5177

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