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narra

Leyenda

Características

Tipos de fábula
Referencias
http://dgfc.basica.sep.gob.mx/publications/pub/88/
Aprendizajes+Clave++Proyectar+la+Ense
%C3%B1anza++Acervo

https://concepto.de/narracion/
https://www.unprofesor.com/lengua-espanola/que-es-
una-fabula-y-sus-caracteristicas-1588.html

https://www.significados.com/leyenda/

https://idunneditorial.com/el-cuento/

https://www.diferenciador.com/tipos-de-textos/

https://www.etapainfantil.com/cuentos-cortos-ninos

https://fonotecanacional.gob.mx/index.php/escucha/
secciones-especiales/semblanzas-2/dia-de-muertos/
leyendas
A
N
E
X
O
S

Glosario
leyenda del maíz
Cuenta la leyenda que Quezalcóatl no quiso emplear la
fuerza, sino la inteligencia y la astucia, y se transformó en
una hormiga negra. Decidió dirigirse a las montañas
acompañado de una hormiga roja, dispuesto a conseguir
el maíz para su pueblo.

Tras mucho esfuerzo y sin perder el ánimo, Quezalcóatl


subió las montañas y cuando llegó a su destino, cogió
entre sus mandíbulas un grano maduro de maíz e inició el
duro regreso. Entregó el grano a los aztecas que plantaron
la semilla, y desde entonces, tuvieron maíz para
alimentarse.

Los indios indígenas se convirtieron en un pueblo


próspero y feliz para siempre y desde entonces fueron
fieles al dios Quetzalcóatl, al que jamás dejaron de adorar
por haberles ayudado cuando más lo necesitaban.
El conejo de la luna
Hace siglos, Quetzalcóatl, el Dios grande y bueno, decidió viajar por
todo el mundo transformado en una persona humana para evitar ser
reconocido. Caminó por montañas, bosques, conoció mares y ríos, y
como no había parado todo un día, a la caída de la tarde decidió
descansar ya que se sentía fatigado y con hambre. Así que se sentó a la
orilla del camino, hasta que se hizo de noche y las estrellas comenzaron
a brillar, y una luna anaranjada se asomó a la ventana de los cielos.

Estaba allí descansando y observando la belleza de la naturaleza,


cuando de repente vio a un conejito a su lado, mirándole, y masticando
algo que llevaba entre los dientes.

- ¿Qué estás comiendo?, - le preguntó.

- Estoy comiendo zacate. ¿Quieres un poco?

- Gracias, pero yo no como zacate.

- ¿Qué vas a comer entonces?

- Morirme tal vez de hambre y de sed, si no encuentro nada que


llevarme a la boca.

El conejito, no satisfecho ni de acuerdo con lo que acababa de escuchar,


se acercó a Quetzalcóatl y le dijo:

- Mira, yo no soy más que un conejito pequeño, pero si tienes hambre,


cómeme, estoy aquí.

Entonces el dios, conmovido e impresionado con la bondad del conejo,


lo acarició y le dijo:
- Tus palabras me emocionan tanto, tanto que a partir de hoy tú no
serás solo un conejito más en la tierra, serás muy recordado y
reconocido por todo el mundo y para siempre, porque te lo mereces por
lo bueno y generoso que eres.

Entonces el dios tomó al conejito en brazos, lo levantó alto, muy alto,


hasta la luna, hasta que su figura quedó estampada en la superficie de la
luna. Luego, el dios lo bajó a la tierra y le dijo:

- Ahí tienes tu retrato en luz, para que todos los hombres tengan
siempre tu recuerdo.

Y la promesa del dios se cumplió. Cuando miras a la luna llena en una


noche despejada podrás ver la silueta del conejo que hace siglos quiso
ayudar al dios Quetzalcóatl
La llorona
Hace muchos años en la Ciudad de México, cerca de
Xochimilco, se escuchaban los tristes lamentos de una mujer.
- ¡Ay mis hijos! Qué será de ellos - decía una voz perturbadora.
Mientras se escuchaba a la mujer misteriosa, los temerosos
habitantes de la ciudad se encerraban en sus casas a base de
lodo y piedra.
Tampoco los antiguos conquistadores se atrevían a salir a la
calle, pues los gritos de aquella mujer eran realmente
espeluznantes.
Los rumores decían que se trataba de la llorona, una mujer
vestida de blanco con cabellos largos y aspecto fantasmagórico,
que flotaba en el aire con un velo para. Lentamente vagaba por
la ciudad entre calles.
Cuenta la leyenda que vivía con sus tres hijos. El padre de los
niños los había abandonado hace mucho tiempo, hasta que un
día, aquel hombre regresó.
El hombre volvió cuando los pequeños se encontraban solos en
casa y cuando la madre regresó a su hogar buscó a sus niños,
pero no los encontró, ni a ellos ni al hombre.
Salió y buscó por el pueblo llorando y gritando los nombres de
sus niños sin poder encontrarlos
Con el pasar de los años, su búsqueda continuó, pero sin éxito
alguno y tras tanto esfuerzo, la mujer falleció de la tristeza.
Desde entonces su espíritu errante vaga todas las
noches buscando a sus hijos, llorando y lamentando por los
alrededores de los pueblos.
Tipos de fabula
fabula
Actividad: identifica las partes de la fabula recorta
y pega en el cuaderno.
tipo

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